fiscalía criminal y correccional federal nro....
TRANSCRIPT
Ministerio Público de la Nación
Fiscalía Criminal y
Correccional Federal Nro. 1
El problema de la Defensa Nacional
Conclusiones de la Investigación Preliminar 1/2017
Fiscal Jorge Di Lello
Secretario Hernan Mogni
Instructor Santiago Barea
La guerra se la tenemos de hacer del modo que podamos; si no tenemos
dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos ha de faltar; cuando se
acaben los vestuarios nos vestiremos con la bayetita que nos trabajen
nuestras mujeres y si no, andaremos en pelota como nuestros paisanos los
indios: seamos libres y lo demás no importa nada. Yo y vuestros
oficiales daremos el ejemplo en las privaciones y trabajos. La muerte es
mejor que ser esclavos de los maturrangos.
Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano, hasta ver el país
enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje.
José de San Martín Orden General del 27 de julio de 1819
Ministerio Público de la Nación
1
El problema de la Defensa Nacional
MARCO NORMATIVO
La Defensa Nacional tiene un completo ordenamiento normativo
cuya raíz se halla en la Constitución Nacional 1994, la cual es resultado de
la discusión política concebida en la continuidad democrática iniciada en
1983, encontrando su desarrollo y enunciación en normas inferiores que
completan el dispositivo legislativo en la materia.
En el último Libro Blanco de la Defensa1 publicado en el año 2015
bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y con el Ing. Agustín
Rossi a cargo del Ministerio de Defensa del año 2015 deja claramente
establecido que: “el conjunto de disposiciones y normas encuentra su
fundamento primario en la Constitución Nacional, cuyo preámbulo ya
determina la ‘defensa común’ como una de las finalidades del Estado
diferenciándola de otra, también de gran importancia: la paz interior. Tales
finalidades y responsabilidades del Estado son taxativamente separadas en
las leyes de Defensa Nacional y Seguridad interior.
La Constitución también determina la obligación de todo ciudadano
de ‘armarse en defensa de la Patria y de esta Constitución’, y establece
1Los libros blancos de la defensa son instrumentos de las democracias latinoamericanas a fin de llevar
el debate de la defensa nacional al foro público, transparentar la dirección política y el financiamiento
de las Fuerzas Armadas. Conforme documento CIDOB América Latina nro. 36 de enero de 2013.
(consulta web:
https://www.cidob.org/es/publicaciones/series_pasadas/documentos/america_latina/las_relaciones_civ
iles_militares_en_sociedades_en_transformacion_america_latina)
equilibradas atribuciones y competencias a los poderes legislativo y
ejecutivo”2.
Al respecto, María Angélica Gelli explica que el art. 21 de la
Constitución Nacional, citado por el Libro Blanco de la Defensa, “se inscribe
entre los instrumentos tendientes al logro de los objetivos enunciados en
el Preámbulo de la Constitución: constituir la unión nacional, consolidar la
paz interior y proveer a la defensa común, centralizando las fuerzas
militares bajo el mando civil” 3. Además, agrega que del mismo art. 21 surge
que: “el mando y jefatura de las fuerzas armadas, y la estructura y
organización de ellas, es civil, a cargo del presidente de la Nación y del
Congreso Nacional, respectivamente.”
Por su parte, el artículo 75 inc. 27 de la Constitución Nacional
atribuye al Congreso Nacional “Fijar las Fuerzas Armadas en tiempos de
paz y guerra, y dictar las normas para su organización y gobierno’, mientras
que el artículo 99 inc. 12 impone al Poder Ejecutivo el grado de
‘comandante en jefe de todas las fuerzas armadas de la Nación”. En base a
lo dicho, concluye que: “las Fuerzas Armadas, están organizadas por el
Poder Legislativo, comandadas por el presidente de la Nación, y en un todo
sujetas a la Constitución Nacional y al orden civil”4.
2Libro Blanco de la Defensa 2015. Ministerio de Defensa Nacional. Pag. 48. 3Constitución de la Nación Argentina Comentada y Concordada. Tercera Edición ampliada y
actualizada. Editorial La Ley. Año 2005. pág. 292/293 4Ídem anterior. Pág. 732
Ministerio Público de la Nación
3
A su vez, existe un conjunto de leyes que reglamentan el mandato
constitucional. Su norma esencial es la Ley de Defensa Nacional de 1988.
En el mencionado Libro Blanco de la Defensa se explica la cronología y la
lógica de la leyes: “La ley de defensa fue complementada progresivamente
por las leyes de Seguridad interior de 1992, de servicio militar voluntario
de 1994, de restructuración de las FFAA de 1998, de inteligencia nacional
de 2001 y la reforma integral del Sistema de Justicia Militar de 2008. (…)
La Ley 23.554 de defensa nacional, sancionada y promulgada en 1988,
modificó esencialmente el concepto de defensa prevalente en la norma
anterior, la ley 16.970 dictada en octubre de 1966. Ésta, imbuida de la
llamada Doctrina de la Seguridad Nacional, había establecido un ámbito
virtualmente omnicomprensivo de la seguridad y estaba basada en la
noción de conflicto total y permanente propio de la guerra fría, previniendo
la posibilidad de un enemigo ideológico interno.
La definición de la Defensa nacional de la nueva ley, en cambio,
limita el ámbito conceptual a la respuesta a las agresiones militares
externas, incluyendo la preparación para ello durante la paz. Asimismo,
establece la diferencia entre las categorías Defensa nacional y Seguridad
interior, antes –en la ley derogada- incluidas ambas en un amplio concepto
totalizador.
La ley de 1988 fortalece sustantivamente la autoridad del
Presidente de la Nación en materia de la defensa, asignándole la
conducción de la guerra en el nivel estratégico nacional como así también
la conducción de la misma en el nivel estratégico militar.5”
Como se observa, el juego de leyes, especialmente la de Defensa
Nacional, es coincidente con la manda constitucional. La función específica
de la Fuerzas Armas es proveer a la defensa común y a la seguridad
nacional, sin entrometerse, en principio, en la seguridad interior.
Ahora bien, según el art.2 de Ley 23.554 la Defensa Nacional “es la
integración y acción coordinada de todas la fuerzas de la Nación para la
solución de aquellos conflictos que requieran el empleo de las Fuerzas
Armadas, en forma disuasiva o efectiva, para enfrentar las agresiones de
origen externo. Tiene por finalidad garantizar de modo permanente la
soberanía e independencia de la Nación Argentina, su integridad territorial
y capacidad de autodeterminación; proteger la vida y la libertad de sus
habitantes”. Y agrega el artículo 6to que “La Defensa Nacional constituye
un derecho y un deber para todos los argentinos…”
Como expresa la norma citada, la Defensa nacional tiene como
finalidad de garantizar la soberanía e independencia de la Nación sobre el
5 Libro Blanco de la Defensa 2015. Pag. 48/49.
Ministerio Público de la Nación
5
territorio nacional. Según palabras de Martín Balza, “la soberanía es la
esencia de la convivencia nacional”6.
Viene a colación entonces detallar cual es el territorio que el Estado
argentino proclama como propio. La disposición transitoria 1era de la
Constitución Nacional que establece “La Nación Argentina ratifica su
legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del
Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares
correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La
recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía,
respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios
del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e
irrenunciable del pueblo argentino.”
Asimismo, la Ley de Defensa Nacional establece en el artículo 5to,
que “La Defensa Nacional abarca los espacios continentales, Islas Malvinas,
Georgias del Sur y Sandwich del Sur y demás espacios insulares, marítimos
y aéreos de la República Argentina, así como el Sector Antártico Argentino,
con los alcances asignados por las normas internacionales y los tratados
suscriptos o a suscribir por la Nación esto sin perjuicio de lo dispuesto por
el artículo 28 de la presente Ley en cuanto a las atribuciones de que dispone
el Presidente de la Nación para establecer teatros de operaciones para
6Colaboración prestada por el General (R) Martin Balza VGM en el expte. IP1/2017 agregada a fs.
51/64, extracto de fs. 51.
casos de la guerra o conflicto armado. Contempla también a los ciudadanos
y bienes nacionales en terceros países, en aguas internacionales y espacios
aéreos internacionales.”
Además, en la Ley de Espacios Marítimos (23.968) fija las líneas de
base de la República Argentina y sobre el Sector Antártico Argentino, el cual
incluye las islas del Atlántico Sur.
También, aunque aún no haya ley dictada por el Congreso al
respecto, debe contemplarse la extensión de la plataforma continental
formulada por la Argentina “el 21de abril de 2009 –Explicó el General
Balza7- nuestro país hizo entrega a la Comisión de Límites de la Plataforma
Continental, creada por la Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar (CONVEMAR) de la documentación científica que avala la
presentación nacional sobre el limite exterior de la plataforma continental.
Esta última se extiende más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la
prolongación natural del territorio continental, de las islas del Atlántico Sur
y de la Antártida Argentina (350 millas marinas). De tal forma nuestro
derechos de soberanía sobre los recursos naturales y subsuelo
comprenden en el orden 1.7000.000km2 de plataforma continental
argentina más allá de las 200 millas marinas, que suman a los 4.700.000
km2 existentes.”
7Ídem anterior. Fs. 57.
Ministerio Público de la Nación
7
Por último, Argentina proclama soberanía sobre el sector Antártico
comprendido entre lo 25° y 74° latitud oeste, al sur del paralelo 60°.
Recapitulando, conforme explica Eduardo Ligio Ganeau: “La
República Argentina contempla constitucional y legalmente su territorio
sobre una jurisdicción aproximada de diez millones quinientos mil
kilómetros cuadros que incluye su espacio continental, insular del
Atlántico Sur y el Sector Antárctico Argentino con sus mares adyacentes.8”
Ahora bien, como se mencionó anteriormente la Argentina tiene la
obligación legal de garantizar de modo permanente la soberanía e
independencia de la Nación Argentina, su integridad territorial y capacidad
de autodeterminación.
Sin embargo, según expuso el Comod. Ganeau: “la República
Argentina administra solo el 41%”9 de territorio que proclama en su plexo
normativo, en virtud de la ocupación ilegal que ejerce Gran Bretaña desde
1833 en las islas Malvinas y también, como consecuencia, de la suscripción
al tratado del Antártico Sur, mediante el cual, “Argentina ha dejado en
suspenso sus reclamos de soberanía sobre el sector Antártico Argentino10”.
8 Colaboración prestada por el Comodoro de Marina (R) Eduardo Ligio Ganeau VGM en el expte.
IP1/2017, agregada a fs 232/287, extracto de fs. 261. 9 Ídem anterior, fs. 264. 10Ídem anterior, fs. 262 vta.
11
Antes de continuar, es importante destacar que el Libro Blanco de
la Defensa del año 2015 traduce el juego normativo y establece que la “La
República Argentina se concibe como un país de vocación pacifica que
promueve el respeto y los valores del estado de derecho, la democracia y
los derechos humanos. Es por ello que su concepción estratégica defensiva
reivindica la importancia de la cooperación como medio de construcción
de confianza entre los estados, con el objeto de que ésta contribuya al
mantenimiento de la paz internacional” 12
Finalmente, para dar un cierre al marco normativo es necesario
mencionar que anteriormente se han dictado dos decretos 683/18 y el
703/2018 que derogan la anterior Directiva sobre la Organización y
Funcionamiento de las Fuerzas Armadas (decreto 1691/2006) y modifica
el decreto 727/06 reglamentario de la Ley de defensa.
Los nuevos decretos dictados por el Ejecutivo han generado un
debate público respecto de la participación de las Fuerzas Armadas en
11 Cuadro provisto por el Comodoro de Marina (R) Eduardo Ligio Ganeau a fs.264 12 Libro Blanco de la Defensa 2015, pag. 36.
Ministerio Público de la Nación
9
cuestiones de ‘seguridad interior’. Este tópico, si bien importante, no es
central en el análisis formulado en este trabajo y por tal motivo no se
sumarán argumentos que agudicen la polémica.
Luego de estudiar el tema durante el tiempo de la investigación, se
ha arribado a la conclusión de que si bien lo que dice la norma es
importante también, y sobre todo, es de vital importancia el impacto que
ésta tenga en la realidad. Por ejemplo, como bien señala Edgardo Aguilera
“la denominada Ley Jaunarena (ley 24.948, vigente) de reestructuración
militar preveía un plan plurinacional de adquisición, a través de la
incorporación anual de entre un 0,3% y un 0,5% del PBI a la inversión en
Defensa.
Pese al amplio consenso con que la ley fue sancionada, el efecto
positivo que tuvo para las Fuerzas Armadas y el hecho de que su
cumplimiento integrara las plataformas partidarias en el área de defensa,
la norma nunca se cumplió.
En los presupuestos de 1999, 2000, 2001, 2002 y 2003, la ley no se
cumplió con el argumento central de que la crisis económica –que
objetivamente el país vivió en esos años- no permitía afrontar la erogación
prevista.
Pero tampoco se atendieron las necesidades de las FFAA cuando
hubo escenarios económicos más favorables, primer tramo del
menemismo y principio del kirchnerismo. Tampoco se cumplirá ahora. El
Gobierno lleva adelante un programa de ajuste fiscal y de público y notorio
ya se sabe que habrá reducción en el sector militar”13.
Entonces, independientemente del debate respecto de los recientes
decretos vinculados a las Fuerzas Armadas, el objeto del presente apunta a
abordar los temas de fondo, conforme la normativa de la Nación Argentina,
evitando inmiscuirse en cuestiones coyunturales.
Por último, concluyendo con el marco legislativo, se debe señalar
que la reciente Directiva de Política de Defensa Nacional publicada a través
del decreto 703/2018 que establece que “La misión primaria del Sistema
de Defensa Nacional consiste en asegurar la defensa nacional ante
agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial o
la independencia política de nuestro país, o en cualquier otra forma que sea
incompatible con la Carta de las Naciones Unidas. Abarca también la
protección de los ciudadanos argentinos y bienes nacionales en terceros
países, aguas y espacios aéreos internacionales. La misión de las FUERZAS
ARMADAS, Instrumento Militar del Sistema de Defensa Nacional, consiste
en alistar, adiestrar y sostener los medios puestos a su disposición, como
así también el cumplimiento de las funciones y responsabilidades
13Colaboración de Edgardo Aguilera, periodista especializado en la materia y veterano de la Guerra de
Malvinas en el expte. IP 1/2017 agregada a fs. 43/46, extracto de fs.44.
Ministerio Público de la Nación
11
asignadas por el plexo legal vigente, a efectos de garantizar su eficaz
empleo en el marco del planeamiento militar”.
Si bien la normativa es reciente como para hacer balances, parece
oportuno hacer mención al trabajo de asesoramiento presentado por
Antonio Torres quien en referencia a la misión principal y las secundarias
que establecía la anterior Directiva de Política de Defensa Nacional
escribió: “En la práctica ha pasado exactamente lo contrario.
Evidentemente resulta más fácil, económico y de mayor visibilidad
ocuparse de las Misiones Subsidiarias que de la Principal, falencia que solo
se haría evidente ante una agresión externa.
Los intereses vitales mencionados en la Misión Principal están
establecidos en la Constitución nacional y se llaman Vitales porque hacen a
la existencia misma de la Nación.
No hay ninguna otra agencia u organización del Estado, fuera de las
FFAA, que pueda garantizar y salvaguardar esos Intereses Vitales”14
ESCENARIOS DE ACTUACIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS
Como se expuso, el instrumento militar tiene por misión principal
asegurar la defensa nacional frente a agresiones externas. Para ello, existe
14Colaboración Vicealmirante (R) Antonio Torres VGM en el expte IP1/2017 agregado a fs. 146/153,
extracto de fs. 146.
una serie de procesos de análisis, planeamiento y diseño que prepara a las
Fuerzas Armadas para afrontar los eventuales escenarios de conflicto.
Señala el General Martin Balza que “una hipótesis de conflicto, en
un sistema clásico de Estado, no es otra cosa que un supuesto teórico de
planeamiento, a partir del cual éste prepara su instrumento militar,
esencialmente, adoptando una estrategia para la determinación de las
capacidades, la preparación delos medios y la conducción de los mismos.
Las hipótesis de conflicto resuelven para la Estrategia Nacional y la
para la Estrategia Militar dos problemas complejos, que requieren un
análisis cuidadoso; estos son: la predicción y la asignación de prioridades.
(…) la miopía de quienes declaran la inexistencia de hipótesis de conflicto,
requerimiento básico y legal para el planeamiento militar, ignoran que la
razón de ser de las Fuerzas Armadas no responde a la eventualidad de un
conflicto determinado, sin que su existencia radica en tanto u en cuenta
existe el estado, del cual constituyen un atributo esencial e insustituible.
Por los expuesto, las Fuerzas Armadas existen en función de un patrimonio
a asegurar, que forma parte de las pautas básicas sobre las que un pueble
constituye un Estado.”15
No obstante lo dicho, durante el gobierno del Dr. Néstor Kirchner
se modificó el criterio de planeamiento dejando de lado las conocidas
15 Colaboración prestada por el General (R) Martin Balza VGM en el expte. IP1/2017 agregada a fs.
51/64, extracto de fs. 52/53.
Ministerio Público de la Nación
13
‘hipótesis de conflicto’ por un sistema que “se sustenta en los modelos de
planeamiento por capacidades implementado por las democracias más
avanzas del mundo para superar los perimidos esquemas de planeamiento
por hipótesis de conflicto” ya que “las metodologías de planeamiento que
persistían resultaban anacrónicas, basadas en hipótesis de conflicto con
actuales aliados estratégicos, operando consecuentemente de manera
contradictoria con la política exterior del país y dificultando la integración
en asuntos de defensa con países vecinos.”16
El método de planeamiento por capacidades instaurado se basa en
una relación defecto versus efecto, lo que significa que frente a una
vulnerabilidad (defecto) se busca contrarrestarlo mediante la capacidad
(efecto) modificando de este modo el planeamiento que deja de ser en base
a quien podría atacarnos, para centrar la organización la minimización de
las vulnerabilidades propias del país.
De todos modos, más allá del criterio mediante el cual se aliste el
instrumento militar, es decir, utilizando el viejo sistema de “hipótesis de
conflicto” o el actual sistema de “planeamiento por capacidades”, en ambos
casos es necesario hacer un análisis que permita avizorar cuales
situaciones ponen en riesgo la Defensa Nacional y actuar en consecuencia.
16 Dra. Nilda Garré, ex Ministra de Defensa 2005/2010, en colaboración prestada al expte. IP1/2017,
agregado a fs. 77/87, extracto de fs. 80.
En este sentido, el Dr. Rosendo Fraga señaló: “las hipótesis o riesgos
son competencias de la identificación de los intereses nacionales a los que
el país debe preservar y proteger. La hipótesis y los riesgos evalúan la
probabilidad de ocurrencia de los mismos y de acuerdo a alelo se debe
elaborar el planeamiento militar.”17
Del mismo modo lo entendió Martín Balza quien manifestó “aprecio
conveniente trabajar con el concepto de ‘escenarios probables a proteger
(o de empleo), que, en su esencia, esta alineado con el concepto de ‘una
hipótesis’”18
Concretamente, esto se traduce en escenarios donde, según los
especialistas consultados, el Estado argentino no debería desatender.
Por ejemplo, el Dr. Rosendo Fraga, enumeró: “1) el futuro de la
Antártida y la posibilidad de que el tratado Antártico, que vence a mediados
del Siglo XXI, entre en crisis antes o después de ello. Lo que está sucediendo
en el Ártico es un punto de referencia para pensar de qué modo los
intereses de la República Argentina en la Antártida pueden verse afectados
2) El mar Argentino en la amplitud y dimensión que determina el reciente
dictamen de Naciones Unidas de acuerdo al cual es una cuarta parte del
territorio nacional. Hoy no solo se trata de la riqueza ictícola, sino ante todo
de la importancia económica de la explotación del subsuelo marítimo como
17 Dr. Rosendo Fraga, en su carácter de Director del Centro de Estudios Nueva Mayoria, prestó una
primera colaboración a fs. 27/29, extracto de fs. 27. 18 General (R) Martin Balza VGM en expte. IP1/2017, fs. 54.
Ministerio Público de la Nación
15
ya está sucediendo en diversos mares del mundo. 3) El espacio aéreo no
solo en la dimensión de seguridad interior vinculada a la seguridad de las
fronteras sino en la proyección de futuro que tiene el control y explotación
del espacio aéreo con desarrollo satelital y uso cada más intenso en materia
de comunicación. 4) La importancia del territorio como sede de los
recursos naturales del país y como ámbito para la preservación del medio
ambiente. 5) Vinculado a esto el efectivo control y vigilancia de las vías
fluviales, clave para el trasporte de comercio y seguridad nacional. 6)
Custodia y seguridad de las fronteras terrestres a través de las cuales hoy
pueden concretarse amenazas trasnacionales de diversos tipos 7) La
importancia que en materia de seguridad tanto interna como externa ha
adquirido el llamado ciberespacio sobre el cual las FFAA modernas
desarrollan planeamiento y operaciones. 8) En la doctrina militar moderna
hoy se tiene como principal tipo de guerra posible, la llamada “Hibrida” que
es una combinación de fuerzas irregulares, fuerzas regulares encubiertas y
acciones en el ciberespacio, combinándose teatros de operación diversos y
diferentes 9) la ciencia y tecnología es otro ámbito que concierne a la
defensa y al interés nacional. La Argentina sin duda es el país de América
Latina con mayor desarrollo en materia de tecnología nuclear y satelital.
Ambas tienen valor estratégico, más allá, de su uso pacífico. Ellas pueden
ser motivo de amenaza para el país en cuanto a que tener esa capacidad da
una clara ventaja en el campo estratégico.”19
Por su parte, el Dr. José Juan Pampuro señaló que: “En principio, en
el marco de las unidades latinoamericanas no veo posibles hipótesis de
conflicto. Hace unos años en Brasilia todos los países latinoamericanos
firmaron un tratado de autoprotección, para prevenir cualquier conflicto
extra territorial. En ese contexto no veo que pueda haber un conflicto con
Brasil, Chile o Uruguay, que eran las hipótesis de conflicto tradicionales de
nuestro país. (…)Los posibles conflictos que puedan venir, serían extra
región, y en búsqueda de los espacios libres, como por ejemplo la
Patagonia, donde hay grandes porciones de tierra deshabitadas. Ahí hay
una base China que si bien se dice que es de observación nadie sabe bien
cómo funciona.”20
A criterio del General Balza, los escenarios de empleo de las
Fuerzas Armadas son: “1) Frontera Norte. Totalmente porosa y
desprotegida. Ruta de amenazas y de delitos trasnacionales, entre otros:
tráfico y contrabando de drogas ilegales, tráfico ilegal de armas, trata de
personas e inmigración clandestina masiva. 2) Patagonia. Apetecible y
vacio espacio geopolítico. Tiene el 30% de la superficie del país y solo el
5% de los habitantes. Joya de materias primas (gas, petróleo, litio, carbón,
19 Dr. Rosendo Fraga en expte. IP1/2017, fs. 27/28. 20Colaboración del Dr. Jose Pampuro, ex Ministro de Defensa 2003/2005 en expte. IP1/2017, fs. 38/41,
extracto de fs. 38.
Ministerio Público de la Nación
17
uranio). Desprotegido. 3) Quinto litoral marítimo del mundo. Más de 5.000
km de costas sobre el Atlántico Sur. También joya de impredecibles recurso
y de una vulnerable y desprotegida riqueza ictícola. Desprotegido. 4)
Acuífero Guaraní. Comprende una superficie de 1.200.000 km2. Tercer
reservorio de agua dulce del mundo. En Brasil 840 mil Km2, en nuestro país
250 mil km2, en Paraguay 72 mil km2 y en Uruguay 58.000 km2. 5) Malvinas
(y su proyección hacia la Antártida). Curiosamente, varios ministros de
Defensa argentinos aseguraron “que no tenemos hipótesis de conflicto”. Sin
embargo para el Reino Unido (Malvinas/ Falklandas) no es una “hipótesis”,
es un “conflicto”. Obviamente se trata de una disputa por soberanía no
resulta. La vía es la diplomática, pero no la de un desarme unilateral que
condujo a aun evidente desprotección de todos los escenarios citados. En
el caso de Malvinas y Atlántico Sur, hablar de Zona de Cooperación y de
Desmilitarización es un eufemismo. Valoro la preocupación de nuestro
país, Brasil, Uruguay y 21 países de África Occidental (ZPCAS- Plan de
Acción de Montevideo- Enero 2013), pero no ha preocupado al Reino
Unido, que en el año 2003 reconoció que en 1982 la TASK FORCE poseía
armas nucleares. Las Islas Malvinas, Ascensión (en el límite con el Atlántico
Norte) y Diego García en el Océano Indico, conforman un triángulo que
permite: El control de los pasos oceánicos Indico/Atlántico y
Atlántico/Pacifico; de todos el Atlético Sur y la proyección británica a la
Antártida (continente de impredecible recursos naturales de todo tipo)”21
Por su parte, el Dr. José Horacio Jaunareana mencionó que: “Las
tensiones entre nuestro País y Chile y entre nuestro País y Brasil, han
disminuido sensiblemente, al punto que Argentina no mantiene las
hipótesis de conflicto tradicionales con los mismos. Podemos afirmar que
un conflicto armado con esos países es posible pero no es probable y el
horizonte deseable para con ellos es intentar las bases para estructurar un
sistema de defesa regional que pueda responder multinacionalmente a
amenazas que también son multinacionales. Muchas veces conflictos no
entre estados, sino entre algunos de estos y fuerzas irregulares, como el
terrorismo, u otros como el tráfico de armas, el narcotráfico, las
inmigraciones masivas, la trata de personas. Etc.”
Además, agregó que “Nuestro país no contempla dentro de sus
objetivos, reivindicaciones territoriales u objetivos políticos externos,
razón por la cual, tradicionalmente se atenga a una “actitud estratégica
defensiva”. Esta actitud está definiendo que el espacio más probable en
donde se desarrollará el conflicto es en nuestro propio territorio, situación
que demuestra la necesidad de que nuestra prioridad en el tiempo que
estamos viviendo sea la recuperación del control soberano del mismo.
Agreguemos a esto que en función de las características que toman los
21 General (R) Martin Balza VGM en expte. IP1/2017, fs. 55/56.
Ministerio Público de la Nación
19
conflictos en la actualidad, la probabilidad que estos se desarrollen
afectando a la población civil es alta.”
Finalmente concluyó señalando que: “Desarmarse unilateralmente
especulando que no seremos foco de ningún conflicto, o , lo que es lo
mismo, transformar nuestro sistema de defensa en una suma única de
fuerzas de seguridad pensando que la ayuda internacional nos pone a
cubierto de cualquier otro conflicto, es una peligrosa ilusión, sobre todo si
miramos nuestra potencialidad con praderas productoras de alimentos en
un mundo que tiene hambre, con la riqueza de nuestras reservas de agua
dulce en un mundo que tiene sed, o con nuestras tierras despobladas en un
mundo que está superpoblado. (…) Argentina en este momento carece de
hipótesis de conflicto en la manera tradicional que este concepto se
interpreta, de tal manera que mal podemos decir que tenga capacidad o no
para responder a ellas, pero si sostenemos que su sistema de defensa no
tiene actualmente una capacidad disuasiva eficaz que nos proteja de las
amenazas convencionales o no que caracteriza al mundo que nos toca vivir,
y que carece además, de elementos esenciales para obtener lo que es la
obligación primaria de cualquier Estado Moderno, y que es el control
adecuado de su propio territorio. No controlamos nuestro espacio aéreo
por carencia de aviones interceptores, radares y leyes que disuadan
eficazmente a quienes avanzan sobre él. No controlamos nuestro espacio
marítimo por ausencia suficiente de medios que deberían aportar nuestra
Prefectura y la Armada, y tampoco coordinan escasos medios que poseen
para un adecuado patrullaje. Con respecto a nuestro espacio terrestre, el
esfuerzo de la Gendarmería por dar seguridad en los ámbitos urbanos se
produce en desmedro de la custodia de nuestras fronteras terrestres. Si no
controlamos adecuadamente nuestros espacios soberanos, será muy difícil
que podemos brindar una adecuada seguridad a nuestra población.22
En la opinión de Alejandro Aníbal Moresi: “la soberanía de la
Argentina en el presente se ve afectada ya desde la paz por diferentes
conflictos a saber:
La intrusión de terceros en el Aeroespacio nacional que en
contra de los que establecen las leyes nacionales.
La pérdida de riqueza ictícola por falta de control de la Zona
Económica Exclusiva que se extendió a la milla 300.
Las explotaciones ilegales y contaminantes de minerales.
La tala y la quema de riqueza forestal.
La desaprobación o devastación de la fauna silvestre.
La imposibilidad de permanecer neutral ante un conflicto
entre países limítrofes.
22Colaboración del Dr. José Horacio Jaunarena, ex Ministro de Defensa 1986/1989 y 2001/2003, en
expte. IP1/2017, fs. 88/103, extracto de fs. 97
Ministerio Público de la Nación
21
La demanda de soberanía en la Antártida a la finalización del
Tratado homónimo.
La demanda por derechos soberanos en las Islas Malvinas y
Atlántico Sur.
Las fuentes de agua dulce.
Otros Muchas que suponen el deseo por parte de terceros
estáteles, internacionales o privados de riquezas naturales o
no que sean propiedad o producto de la República
Argentina.” 23
En ese mismo sentido, explicó que “El origen de los conflictos es la
existencia de interés, a partir de ellos se originan 3 posibles situaciones:
Hay intereses comunes (generan confluencias)
Hay intereses contrapuestos (Genera conflictos)
Hay intereses que no encuentra puntos de contacto en la
relación (sirven para generar alianzas o acuerdos, etc.)
Si un estado no tiene hipótesis de conflicto, simplemente le dice al
mundo que no tienen intereses, por lo tanto el mensaje subliminal que
recibe el tercero es “sírvanse lo que deseen de lo nuestro”. Decir que no se
23Colaboración del Brigadier Mayor (R) Alejandro Aníbal Moresi en expte. IP1/2017, fs. 110/143,
extracto de fs. 136.
tienen hipótesis de conflicto es un mensaje al exterior, su empleo interno,
solo justicia la inacción.
El no tener hipótesis de conflicto, de ninguna manera significa una
posibilidad cercana ni lejana ni media de encontrarse en un estado de
guerra, es simplemente la manera en que el estado pueda disponer de
todos sus poderes de manera sinérgica para manejar ese conflicto de
acuerdo con la estrategia planificada.
El segundo mensaje que contiene el no tener hipótesis de conflicto
es afirmar públicamente lo que los profesionales del tema ya saben: “no
tenemos estrategia.
Ahora bien, ¿puede un conflicto desencadenar en una situación de
crisis o guerra? La respuesta es sí y en gran medida depende de las
características del actor estratégico (…) para ello debiera existir una
estrategia que establezca situaciones en las áreas de conflicto (estabilidad,
negociación, presión, coacción, etc.) en base a los fines y a los medios
disponibles, la no disposición de medios, reduce y limita de manera
esencial la capacidad de negociación del estado.
Al decir de un General de EEUU en defensa de su presupuesto: ‘una
diplomacia sin FFAA es como una sinfonía sin orquesta’, que es esto
simplemente un montón de papel que casi nadie entiende y de hecho no
posee ninguna utilidad.”24
24 Ídem anterior, fs. 137.
Ministerio Público de la Nación
23
Resultan suficientes las citas formuladas como para establecer
cuáles son los escenarios en los cuales debería trabajar el planeamiento de
las Fuerzas Armadas a fin de satisfacer la misión legal atribuida a estas.
Hay, como se vio, conflictos actuales, por ejemplo, la usurpación
ilegitima del Reino Unido sobre las Islas Malvinas o la intrusión de buques
o aeronaves en territorio nacional sin control alguno, y también hay
eventuales riesgos o amenazas para los cuales se debería planificar
estrategias de actuación, como ser, la finalización del tratado Antártico o la
desprotección del Acuífero Guaraní en un contexto de sed mundial.
Ahora bien, para afrontar estos desafíos actuales y futuros hay
contar, entre otras cosas, con Fuerzas Armadas que posean la capacidad de
afrontar esos desafíos y para ello es necesario dotarlas de adiestramiento,
material y presupuesto adecuado a los fines perseguidos.
Por ello, habiendo reseñado la misión que deben afrontar las
Fuerzas Armadas, corresponde analizar si cuentan con lo necesario para
afrontar vital tarea. A continuación se volcará la opinión de los expertos.
PRESUPUESTO
Al respeto el Dr. José Horacio Jaunarena mencionó: “Es evidente
que una asignación presupuestaria que no alcanza al uno por ciento del PBI
y, de la suma asignada, más del ochenta por ciento se destina a gasto de
personal, prolongada en el tiempo no lleva a otro destino que al colapso de
las FF.AA.
Argentina ha gastado en la última década una suma superior a los
nueve mil millones de dólares promedio en las Fuerzas de Seguridad
nacionales y Provinciales, y no sumamos lo que se gasta en seguridad
privada con más de ciento cuarenta mil agentes registrados, no sabemos lo
que suman los que están si registrar.
Tocamos el tema de las Fuerzas de Seguridad para afirmar que no
es que en la Argentina gastamos poco en Defensa y Seguridad, lo que es
seguro es que gastamos mal, y que una adecuada distribución de los
recursos permitiría un gasto más racional y una más eficiente custodia de
nuestra seguridad. La gendarmería que es una fuerza por definición de
fronteras convive en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires con la Policía
Federal y la Policía Provincial. Cerca del 65 por ciento de sus efectivos están
desplegados en la C.A.B.A., Gran Buenos Aires y Córdoba. La Policía Federal
comparte espacios con la Metropolitana. La Prefectura realiza tareas
policiales en Puerto Madero o en el Sur y en lugar de coordinar tareas con
nuestra Armada para custodiar nuestros y mares realiza funciones de
seguridad en barrios privados del gran Buenos Aires. Sus efectivos se
distribuyen en un 60% en la C.A.B.A. y Gran Buenos Aires, destinando sólo
el 24% al litoral fluvial y marítimo. La Armada tampoco se esfuerza en
coordinar sus tareas con la Prefectura. La policía de Seguridad
Ministerio Público de la Nación
25
Aeroportuaria ha hecho operativos en el interior en diferentes ciudades, y
la Policía Aduanera se suma alegremente a este aquelarre. Existe entre las
Fuerzas de Seguridad, una tendencia al incremento de sus tareas y
misiones, con el consecuente aumento de su presupuesto, aun cuando las
nuevas tareas que se asignan choque con las mismas que otras fuerzas
tienen, lo cual se traduce en un despilfarro de recursos en medio de una
escases generalizada de los mismos. Gendarmería Nacional, Prefectura
Naval, Policía Federal, Policía de la Ciudad, Policías Provinciales, Policías
Municipales, Policías Aduaneras, Policía de Seguridad Aeroportuaria, tanta
falta de coordinación de competencias, hace necesario, que se produzca en
el ámbito legislativo una redefinición de competencia que eviten la
superposición de fuerzas en una misma área y el abandono de otras áreas.
Hemos traído a nuestra atención a las Fuerzas de Seguridad para
insistir en el punto que, haciéndonos cargo de la situación compleja de
nuestra economía, es posible mediante un uso más racional de los recursos,
comenzar a la reconstrucción de nuestro instrumento militar, lógicamente
teniendo fundamentalmente en cuenta el rol y las misiones que habremos
de asignarle en fusión de las necesidades que se derivan de nuestra
situación actual y de la situación mundial en general, y coordinar, en
determinadas áreas las actuaciones respectivas junto con las Fuerzas de
Seguridad de manera de que no se superpongan acciones ni tampoco se
genere un sistema de compartimentos estancos que ya no existe en el
mundo y que solo sirve para la superposición y despilfarro. Separar de
manera tajante los conceptos de Defensa y Seguridad significa en la
práctica que no tenemos ni Defensa ni Seguridad adecuada a nuestras
necesidades.
Estimamos necesario ir recomponiendo presupuesto que se asigna
a las FF.AA. en la medida que la situación económica general lo permita, a
un ritmo de 3 por ciento anual, en coordinación con el previsible ritmo de
crecimiento de nuestra economía, de manera de alcanzar durante el
transcurso del tiempo a un porcentaje aproximado al 1.5% de nuestro
P.B.I., que es el importe que las naciones de Europa destinan al área y es
compatible con el promedio de lo que destinan nuestros vecinos de
América Latina. Obviamente con anterioridad a ello hace falta que la
autoridad política determine con claridad las prioridades que se atenderán
con el incremento.”25
En la misma línea se expresó en Eduardo Ligio Ganeau: “la
asignación presupuestaria del Estado Nacional a funciones específicas es
una medida del esfuerzo nacional en dicho campo.
Un criterio internacionalmente reconocido para medir el esfuerzo
de una nación en cada función específica es el porcentaje del Producto
Bruto Interno (%PBI).
25 Dr. Horacio Jaunarena, en expte. IP 1/2017, a fs. 93/95
Ministerio Público de la Nación
27
La continua y decreciente subasignación presupuestaria del
Instrumento Militar en las últimas décadas a niveles que no satisfacen las
necesidades mínimas delas Fuerzas Armadas para mantener su capital,
alistamiento ni adiestramiento es el principal problema del sector.
En la jerga política se insiste en que el 90% del presupuesto se
dispensa en gastos de personal y pareciera que el propósito es una
reducción del presupuesto de personal.
Pues esa cifra no tiene valor alguno frente a inversiones en la
Función Defensa publicadas por el Ministerio de Economía que en los
últimos años no llegan al 0,5% del PBI, cuando el promedio Sudamericano
triplica ese valor (1,5 a 1,8% del PBI según el año) y el mundial lo
quintuplica
(aproximadamente el 2,5%
PBI)
El valor del 0,5% PBI
en la Función Defensa se
corresponde con el 0,9% de la
Jurisdicción Defensa, que
incluye en este país el pago de retiros y pensiones y otros gastos que
escasamente inciden en las capacidades presentes o futuras del
instrumento militar”26
Además agregó los cuadros comparativos donde puede apreciarse
el nivel de (des)inversión estatal en la materia.
Conforme explicó Eduardo Ganeau, la distinción entre
Función Defensa y Jurisdicción Defensa obedece a los recursos o
esfuerzo puesto en las Fuerzas Armadas y el Comando Operacional
de las Fuerzas Armadas en el primer caso, y por otro lado, las
erogaciones realizadas en la Jurisdicción del Ministerio de Defensa.
En ese sentido, respecto del primer cuadro, “vale resaltar –
dice Ganeau- la pendiente negativa de la evolución del Gasto de la
Función Defensa que se encuentran sostenidamente en valores
26 Comodoro de Marina (R) Eduardo Ligio Ganeau VGM en el expte. IP1/2017, a fs. 284
Ministerio Público de la Nación
29
menores al 0,5 del PBI desde el año 20007, teniendo en cuenta que el
grueso de estas cifras constituye el presupuesto del Instrumento
militar. Es decir, Los presupuestos del Ejército Argentino, la Armada
Argentina, la Fuerza Aérea Argentina y el Comando Operacional del
Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas”27.
Coincidente con esta opinión de Ganeau, se expresó el doctor
Rosendo Fraga quien manifestó “En 35 años el gasto en defensa
argentina paso de 3% al 1% del PBI. Esto no fue consecuencia de un
plan predefinido de largo plazo sino más bien de cierta desatención
sobre la defensa de los intereses nacionales desde un punto de vista
militar” y luego enfatizó que: “El problema presupuestario está en
que el 85% está destinado a salarios y retiros. Del 15% restante
aproximadamente el 12% a funcionamiento y el 3% restante a
reequipamiento. Como ejemplo, España hoy, está destinando 40%
personal, 30% a reequipamiento y 30% a funcionamiento que ellos
denominan operaciones. Como dato de coyuntura, el presupuesto de
funcionamiento y equipamiento de las FFAA en los últimos ha estado
siempre por debajo de la inflación.”28
27 Ídem anterior, fs. 234. 28 Dr. Rosendo Fraga, a fs. 28vta/ 29.
Del mismo modo, el Lic. Ricardo Lopez Murphy señaló que:
“Con posterioridad al conflicto en el Atlántico Sud la Defensa
Nacional sufrió un recorte sustancial de presupuesto que ha afectado
su capacidad operativa. Ese diseño presupuestario prácticamente
conminó a una baja en los medios operativos, como a un
envejecimiento y deterioro de stock de capital. Ese proceso, en un
marco económico adverso, caracterizado por el bajo crecimiento de
nuestra actividad productiva, ha llegado a afectar la capacidad de
cumplir con las misiones asignadas.
Para tener una dimensión de esto debe tenerse en cuenta que
la finalidad defensa tiene asignado un presupuesto que es inferior a
la mitad del impuesto a Japón luego de la derrota en la segunda
guerra mundial como forma de limitación y castigo.
Es un guarismo extraordinariamente bajo que solo permite
cubrir sueldos y gastos operativos extremadamente reducidos. El
Congreso de la Nación en este devenir tomó conciencia de este estado
de cosas y votó por unanimidad la ley de restructuración militar del
año 1998, conocida popularmente como “Ley Jaunarena”. En ella se
preveía cubrir, además de los gastos de personal y los gastos
operativos, una erogación de capital que permitiera actualizar los
medios disponibles. En los hechos, dicha ley, y han pasado 20 años,
Ministerio Público de la Nación
31
no ha podido ser cumplida. Un camino razonable hacia el futuro es
respetar los presupuestos de esa ley de modo de permitir cumplir los
mandatos establecidos para la Defensa Nacional y en un proceso de
tiempo, que no será breve, reponer las aptitudes operativas del
aparato militar. En realidad se trataría de acercarse a los patrones
de gasto que llevan adelante nuestros vecinos geográficos y seguir a
una distancia considerable el gasto respecto del PBI de las reformas
estructurales de la defensa nacional en el continente europeo. Un
caso que merece particular atención para la experiencia argentina es
el fenómeno del Reino de España, porque allí también hay una
transformación estructural que parte de circunstancias similares de
haber sufrido una caída significativa de las asignaciones
presupuestarias y porque culturalmente España es muy asemejable
a nuestros vecinos Latinoamericanos y a nuestra propia experiencia.
En particular, el programa de restructuración deberá abarcar los
recursos humanos, el adiestramiento, el equipamiento, el despliegue,
la movilización de los medios para la defensa, así como una nueva
visión de las capacidades y riesgos que deben enfrentar los
instrumentos de la defensa. En alguna medida esa tradición
doctrinaria está implícita en el marco la ley de defensa y la ley de
restructuración militar, así como en los sucesivos Libros Blancos de
la Defensa y documentos similares que han surgido tanto del
Ministerio de Defensa como del Estado Mayor Conjunto de las
Fuerzas Armadas.”29
Por su parte, la Dra. Elisa Carrió abordó la situación
presupuestaria y lo desarrolló en su colaboración: “PORCENTAJE
DE PRESUPUESTO DEFENSA- PBI Nacional: En este aspecto si
bien los datos numéricos del Banco Mundial acompañan hasta el
2014, de la ley de Presupuesto podemos afirmar que en el 2018 se
mantiene la tendencia de caída de inversión que se viene produciendo
en los últimos 30 años.
BALANCE REGIONAL % PBI – DEFENSA NACIONAL: El
porcentaje es sensiblemente por debajo de valores internacionales y
regionales que se determinan en el Balance Militar de América del
29 Colaboración del Licenciado Ricardo Lopez Murphy, Ministro de Defensa 1999/2001, en expte.
IP1/2017, a fs. 198/200, extracto de fs. 198 vta/199.
Ministerio Público de la Nación
33
Sur de Editorial Nueva Mayoria año 2013 pero que si analizamos la
Ley de Presupuesto 2018, mantiene la tendencia.
-NIVELES DE ASIGNACION PRESUPUESTARIA: Las
asignaciones presupuestarias según la Ley de Presupuesto y su
distribución interna se encuentran en los niveles reales históricos
más bajaos. La Ley de Presupuesto 2018 de la masa de seguridad y
defensa asigna entre un 8 y un 9% a esta partida.
DISTRIBUCION INTERNA DE ASIGNACIONES DE
DEFENSA- Asignación real histórica: El recorte presupuestario
afecto y afecta en forma directa las inversiones para
MODERNIZACION y lo disponible para FUNCIONAMIENTO Y
ENTRENAMIENTO ya que asignaciones sin tener en cuenta el nivel
inflacionario dan por resultado la transferencia de estas dos partidas
a la de haberes de personal. Un sistema intrínsecamente
desequilibrante y que arrastro a la situación calamitosa de material
y entrenamiento actual como se apreciara en el desarrollo del informe
en las áreas mencionadas. Del aproximado 4% que figura en el ítem
anterior el 14% es para funcionamiento y entrenamiento, el 5% es
para inversiones y el 81% para el pago de gastos en personal. En ese
aspecto es que las inversiones y entrenamiento se reducen a menos
del 1% del PBI.”30
Para finalizar, se tomará la colaboración del Julio Hang quien
manifestó al respecto que: “Sé que esta administración hizo un
esfuerzo mediante una previsión de necesidades urgentes de
adquisiciones, pero las dificultades financieras volvieron a
obstaculizar su cumplimiento. Más de 30 años de un presupuesto que
en su ejecución nunca llego al 1% del PBI, proporción solo mayor a la
de Surinam en LA, son la causa de esta situación…”31
Un exhaustivo estudio desarrollado por el Centro de Estudios
Unión para la Nueva Mayoria, dirigido por el Dr. Rosendo Fraga,
expone en el libro “Balance Militar de América del Sur 2017”32 una
serie de cuadros que dan cuenta de la cuestión presupuestaria, y
reafirman los dichos citados ut supra.
A continuación se exhiben algunos de cuadros presentados en
el citado libro que sirven para reflejar la cuestión presupuestaria:
30 Colaboración de la Dra. Elisa Carrio, Diputada Nacional en el expte IP1/2017 agregada a fs. 158/166,
extracto de fs. 158vta/159. 31 Colaboración del General de División (R) Julio Hang, en el expte. IP1/2017, agregada a fs. 169/190,
extracto de fs. 176. 32 Balance Militar de América del Sur 2017. 1era edición. Editorial Nueva Mayoria. 20
Ministerio Público de la Nación
35
.
Ministerio Público de la Nación
37
Según las cifras oficiales, la proyección económica para el año
2018 establecía un Producto Bruto Interno de USD
623.000.000.000,00.
Por su parte, el presupuesto del Ministerio de Defensa fue de
USD 4.234.306.609,33 -siempre tomando la referencia cambiaria del
momento de la confección del presupuesto, es decir, $19,30 por cada
dólar estadounidense- lo cual significó un 0,68% del PBI.
Ahora bien, no puede perderse de vista que el dólar finalmente
quedó lejos de su proyección y que tal situación afecta directamente
en los costos que conllevan el adiestramiento, los repuestos y la
inversión en equipamiento, ya que ello tiene el precio dolarizado por
tratarse de elementos provenientes del extranjero.
Tampoco puede obviarse la crisis económica en la cual está
sumergida la Argentina que ha llevado al Gobierno Nacional a
impulsar un fuerte ajuste en materia de erogaciones del Estado.
Sin embargo, lo antedicho no puede ser óbice para el
cumplimiento del mandato constitucional y legal que ya fue descripto.
En ese sentido, puede, por ejemplo, intentar aplicarse el
mecanismo que estableció la Ley 24.948 y que nunca fue llevado a
cabo, el cual establece un mecanismo para ir incrementando
paulatinamente el presupuesto de Defensa en quinquenios.
El primer objetivo podría ser llevar en un quinquenio el
presupuesto al 1,5 % del PBI, cifra mínima razonable como para
lograr una aceptable actualización salarial para los miembros de las
FFAA y comenzar con la inversión necesaria para dotarlas del
material y capacitación adecuada.
Para ello, habría que aumentar en promedio 0,15% del PBI
durante los próximos 5 años.
En apariencia podría parecer que no es el momento de hacerlo,
pero nunca ha de serlo sino se toma real magnitud del problema que
representa no contar con una Defensa Nacional acorde al país del
Ministerio Público de la Nación
39
tamaño, riqueza y posicionamiento estratégico que tiene la
Argentina.
Además, solo a modo de ejemplo, dicho aumento representa
aproximadamente solo el 4,30% del monto que va a pagar en el año
2019 la Argentina en vencimientos de la deuda pública (sin contar el
acuerdo del FMI que aún no figura en las proyecciones oficiales).
Con lo cual, teniendo en cuenta los niveles de endeudamiento
de este año en curso y los que actualmente se están negociando, no
estaría mal destinar un porcentaje a fortalecer las FFAA, o bien,
negociar el pago para poder utilizar el ahorro en esta materia vital de
la Nación Argentina.
Debe entenderse que lejos de constituir más endeudamiento,
o gasto, se trata de una inversión que se capitalizaría en los beneficios
económicos e institucionales que implica tener una capacidad militar
acorde las necesidades del país.
SITAUCIÓN DEL PERSONAL
En este acápite se recopilará la información vinculada con los
recursos humanos de las Fuerzas Armadas en relación a su
preparación o adiestramiento, salario y aquellas cuestiones que
hacen a la pertenencia a un cuerpo militar.
En este punto, resulta de suma importancia tener en cuenta
la voz de quienes han servido a La Patria desde adentro de las
fuerzas, porque, sin lugar a dudas, son quienes mejor pueden explicar
lo que significa pertenecer a las Fuerzas Armadas Argentinas y las
carencias que padecen aquellos que hoy están en actividad.
Como análisis inicial sirve la descripción general que hace
Alejandro Moresi, quien explicó lo que pasa con los recursos humanos
del sistema de defensa de un país cuando este pierde una guerra,
como el caso argentino en Malvinas: “Comprender la situación de los
RR.HH. del sistema de Defensa Nacional y de las FFAA en particular,
requiere hacer una mirada histórica a los conflictos en las cuales ellas
han sido expuestas en el último siglo.
Para ello, se tratarán cuestiones relativas al empleo, táctico o
estratégico de la defensa nacional, ni tampoco analizar la cuestión
política interna e internacional del conflicto, sino comentar los efectos
que ha tenido la derrota en el sistema de defensa, de cómo la misma
se ha implementado en la FFAA y como afectó al poder aeroespacial,
como es la actual situación y las posibilidades de cambiar la
pendiente en la cual el sistema de defensa nacional se encuentra
inserto.
Ministerio Público de la Nación
41
Analizar lo que sucede en un sistema de defensa cuando ha
perdido una guerra, no es determinar sólo los costos económicos de la
guerra, contestarse acerca de: las pérdidas humanas y materiales.
También es parte de este proceso comprender cuáles son los objetivos
postulados por cada una de los contendientes, cuál es nuestra nueva
situación post conflicto y finalmente cuáles son los objetivos no dichos
o implícitos de quien gana la confrontación.
Malvinas, no fue una batalla, peleada contra cualquier país,
Malvinas fue una batalla, que se peleó, contra una de la potencias
militares mundiales, la cual ha hecho de la guerra un fin, desde los
inicios de su existencia, a través del uso de la fuerza y de su
articulación con la diplomacia, ello se constituyó en un culto y razón
de ser de sus éxitos, es por ello que hay que reconocer en el enemigo
inglés, la capacidad de ejercer su poder en el derrotado.
Entonces resultará sencillo comprender, que en la perspectiva
de un enemigo formidable , existen conceptos claros como: que “la
victoria, da derechos” y no finaliza con alcanzar el objetivo fáctico en
disputa, la victoria sobre un enemigo es real y sólo posible cuando el
contendiente es derrotado en su esencia misma cuando se le quita lo
trascendente del guerrero: “la voluntad de luchar”, este proceso en los
tiempos modernos no puede ejecutarse sino existe dentro del mismo
Estado fuertes aliados que consecuentemente alienten medidas que
permitan la destrucción del sistema de defensa, esto es la destrucción
misma de sus FFAA.
En tal sentido lo que se busca es que la moral descienda a
niveles tan bajos, que el valor de la institución y de sus componentes
pierdan el respeto por ellos mismos y terminen desconociendo el
sentido de pertenencia a su institución. Para ello es necesario
desarticular al vencido, en forma secuencial y progresiva, algunos
aspectos de este proceso son: reducir en forma permanente su
capacidad operacional (bajos presupuestos), anular las inversiones en
la defensa (dejar que los sistemas, arsenales y capacidad logística
lleguen a niveles de obsolescencia irrecuperables). Estos 2 aspectos
llevan a los RR.HH., a desinteresarse primero, a encontrar en la
institución militar un salvavidas para otro futuro, el proceso continúo
al lograr el repudio de la sociedad: último paso para finalmente
alcanzar la desintegración institucional.
Estos procesos en general demoran de 25 a 30 años y casi
siempre son exitosos, ya que se termina teniendo un Estado en
extremo pacifista y desinteresado por sus FFAA. En general y dado
que la Defensa es una institución propia de la naturaleza humana, lo
que ocurre es sociedad misma comprende el problema y los riesgos
Ministerio Público de la Nación
43
que implica la incapacidad de defenderse, por otra parte siempre,
más allá de lo malo de las épocas, la sociedad mantiene en algunos de
sus individuos la vocación de sacrificio y defensa de la patria, valores
que distinguen a los verdaderos soldados10. Estos son casos aislados
que conforman unos pocos focos de rebelión contra procesos como el
descripto, llegado el momento y las circunstancias adecuadas
comienzan a aflorar en las fuerzas y se dan condiciones para que
resurja un sistema defensivo propio del Estado y su necesidad de:
“…proveer la defensa común, promover el bienestar general y
asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra
posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar
el suelo argentino” (CN, 1853 y reforma de 1994, pág.
Preámbulo),(situaciones como esta han afectado a la Alemania de la
2da Guerra, Japón, y a la misma China por citar potencias hoy de
primer orden que han revertido su derrota), es necesario también,
recordar que, estos procesos requieren de ejecutores internos, que
implementen políticas que aseguren un completo deterioro del
recurso humano de la institución militar, porque cuando la presión
sólo es del enemigo externo, puede existir como sucedió luego de la
Primera Guerra Mundial, un resurgimiento completamente
indeseado y constituir un mayor mal, cual fue el de la Alemania Nazi.
¿Cuáles fueron los resultados de este proceso en la Argentina?:
Hoy se podría decir, que las FFAA argentinas se encuentran
en una situación marginal, aunque muchos suponen que ello es
producto de la falta de material operativo, los bajos salarios y el
maltrato al que han sido sometidas desde el poder político, la
respuesta no se encuentra allí, aunque estos no dejan de ser factores
coadyuvantes de consideración.
La razón de fondo es que las FFAA han perdido el sentido de
pertenencia (llamado en la jerga militar “Espíritu de Cuerpo”); ello es
producto de un largo y delicado proceso de alteración de los valores
propios, con una política nacional basada en los intereses de unos
pocos en detrimento de las problemáticas nacionales, esto conllevó a
que desde diferentes foros se alentara la corrupción de los mandos y
un sistemático ataque a todo lo militar, empleando un sistema
despótico basado en el miedo al retiro y el empobrecimiento personal;
situación que se ha logrado atacando de manera sistemática tres
aspectos que hacen a la esencia del ser militar, ellos son:
Disciplina: ha sido desestimada, a través de distintas medidas
que culminan con la derogación del Código de Justicia Militar, que
tenía como objetivo principal regir en aquellos cuyo fin último es la
defensa de la Patria hasta perder la vida, cuestión que sucede en la
Ministerio Público de la Nación
45
guerra. Donde la aplicación del Código Penal y los procesos civiles,
ante la perentoriedad, gravedad y urgencia de los hechos carece de
todo espíritu práctico.
La disciplina es la esencia de la efectividad y eficiencia
militar, hoy se encuentra quebrada hasta el punto que no existe
superior que pueda ordenar algo sin que ello no pueda ser puesto en
tela de juicio por cualquier subalterno hasta el punto de incluso llevar
a la justicia una causa, aún contra las normas más elementales de la
ética militar.
Confianza: base de la relación entre camaradas, la misma ha
sido sistemáticamente quebrada por las promesas rotas de una
superioridad acomodaticia que intenta permanecer aún a costa del
sacrificio de su Fuerza. No existe confianza de los subalternos a los
superiores y éstos a su vez viven en un mundo virtual en el cual su
única preocupación es ganarse el afecto del político de turno, de esta
manera la ejecución de la conducción se vuelve ingobernable.
Lealtad: este sentimiento es bi-direccional y base que asegura
las operaciones militares; lamentablemente la mentira ha minado las
FFAA en todos los rubros (operacional, salarial, vivienda, retiro, etc.)
determinando que todo “parezca” pero que nada en realidad sea
verdad. Los superiores no son claros, no hacen un culto de la verdad
con los subalternos y estos obran igual con sus jefes creando un
mundo virtual de orden que se quiebra y rompe al primer escollo.”33
En la misma sintonía abordó la cuestión del personal Julio
Hang, quien consideró que: “La situación presupuestaria en general,
no ha permitido completar los Cuadros de Organización de las
Fuerzas. Existe un déficit pronunciado en la categoría de Oficiales en
grados intermedios, motivados por las bajas Post Malvinas, y por la
constante migración hacia otras fuerzas de seguridad. Este es el
único caso en el mundo en que las FFSS y Policías Federales tienen
mucho mejor salario que las FFAA en todas las jerarquías. Situación
impensable para quienes estudiamos la historia de nuestro país y
sabemos que las FFSS y Policías surgieron de la mano de militares y
fueron conducidas por militares hasta su madurez. Estas situaciones
han creado la necesidad de utilizar Oficiales Superiores en cargos de
jerarquías intermedias. Una mención particular merece la
afirmación que casi el 86% del presupuesto se destina al pago de
persona. Durante el gobierno del presidente Carlos Menen el
presupuesto fue reducido pero se moderó la medida con el desguace y
venta de fábricas militares y el cese de toda la producción estatal de
la Defensa a la jurisdicción del ministerio de Economía, así el gasto
33 Brigadier Mayor (R) Alejandro Moresi en expte. IP1/2017 a fs. 119/121
Ministerio Público de la Nación
47
en personal se redujo. Pero luego fue fuertemente afectado por el
servicio militar voluntario. En la administración Kirchner todo el
gasto en personal en fábricas, multiplicado en cantidades nunca
vistas, volvió a Defensa y el personal civil de Ministerio fue casi
quintuplicado.”34
Desde la óptica de Eduardo Ganeau los recursos humanos
deben abordarse desde similares aspectos: “Además de la
importancia de la cantidad de personal que debe responder a las
necesidades orgánicas de las fuerzas armadas, debe tenerse en
cuenta la importancia de las competencias del personal militar y civil,
y muy especialmente, a la actitud frente al servicio y la demanda
especial que tiene la actividad de la Defensa en tiempos de paz y
eventual crisis o conflicto armado.
Un factor muy importante en los recursos humanos de la
Defensa, y especialmente de las fuerzas armadas, es la
RESILENCIA. Es decir, la capacidad de sobreponerse frente a la
adversidad. Los seres humanos tenemos una resiliencia innata dada
por la condición de seres vivos, y otra adquirida. Las fuerzas armadas
de otros países más desarrollados en cuestiones de defensa priorizan
el desarrollo de resiliencia en el personal de la Defensa.
34 General (R) Julio Hang, en expte. IP1/2017 a fs. 176/177
En ese sentido, soy de la opinión que puede advertirse muy
claramente que en las últimas décadas la República Argentina no ha
desarrollado condiciones resilientes en el personal de la Defensa, sino
que las ha deteriorado, y especialmente, en el personal militar.
Merecen resaltarse especialmente: la carencia de cantidad de medios
disponibles para el adiestramiento y la operación; maltrato o
desprecio dado por las autoridades de los tres poderes del gobierno,
incluyendo a ciudadanos ideológicamente prejuiciados o no, a los que
los militares tienen que defender; falta de asignaciones
presupuestarias mínimas razonables frente a las necedades de la
organización; y especialmente, el desconocimiento aparente del
propósito, empleo y capacidades del Instrumento Militar que no
permite reaccionar frente a la situación existente.
Debe tenerse en cuenta que nada bueno puedo esperarse
desde el punto de vista actitudinal de los recursos humanos cuando
en las últimas décadas se ha producido un desinterés y desatención
generalizados en la Defensa Nacional.
Ha sido muy importante la afectación en los recursos humanos
producida por la falta de:
Ministerio Público de la Nación
49
1- Interés político, evidenciado en la forma discursiva como las
consignaciones presupuestarias, o atención a los problemas de la
Defensa.
2- Interés educativo, evidenciado con la falta de instrucción en
Defensa por los sistemas de educación nacional y provincial. Vale
resaltar que como expresa el art. 6° de la Ley de Defensa, esta función
es un derecho y un deber de todos los argentinos.”35
Por su parte Héctor Sánchez, Veterano de la Guerra de la
Malvinas, vuelve sobre el significado de pertenecer a las Fuerzas
Armadas, el espíritu de cuerpo y la moral que debería imponerse a
quienes integran las fuerzas. Señala que: “Es el Comandante en Jefe
de las FFAA a través del MINIDEF el responsable de mantener todas
las instituciones (incluida la militar) con una moral alta y brindar los
medios necesarios para que puedan desarrollar su vocación de
servicio. En los últimos 35 años ocurrió todo lo contrario a lo
esperado. Probablemente se castigó la profesión por haber cumplido
directivas impartidas por el ejecutivo en la lucha contra la subversión
armada que operó en nuestro país y cuando sus jóvenes intervinieron
en el conflicto de Malvinas. En el último caso, los militares fueron
ninguneados por razones políticas, cuando ellos combatieron por la
35 Comodoro de Marina (R) Eduardo Ligio Ganeau VGM, en expte IP1/2017, a fs. 284/285.
única causa justa que une la patria. Estos factores (falta de medios,
de planes y objetivos, y el desprestigio profesional ante la sociedad)
llevaron a que muchos valiosos jóvenes abandonaran las filas de las
FFAA en busca de nuevos horizontes, con el pesar y con el dolor de
dejar atrás aquello que amaban por vocación. La situación se
continuo agravando con el correr del tiempo debido al desinterés
político en el Sistema de Defensa Nacional, y hoy las cifras del éxodo
de personal calificado es alarmante, hasta en algunos casos dejando
a sistemas de armas sin sus tripulantes.
Aquellos políticos que solo están interesados en aprovechar
las situaciones que pueden ser negativas a los resultados que esperan
obtener, revierten la realidad en que se encuentra la FAA expresando
‘que hay mano de obra ociosa y sobre personal en la institución’. Por
medio de esta idea solo buscan cerrar Bases Aéreas u otorgarlas sin
costo alguno a empresarios allegados. Por no hay nada más alejado
de la verdad con lo expresado: sobra mano de obra por causa de la
falta de medios (aéreos, radares, artillería antiaérea, sistemas,
municione especificas, etc.) para que el personal militar pueda
cumplir con sus responsabilidades. Los funcionarios siempre tienen
la habilidad de revertir la realidad y la subordinación que tienen los
Ministerio Público de la Nación
51
uniformados, los lleva a no responder a estos agravios constantes de
las autoridades políticas hacia la institución.
Los políticos responsables de la defensa de la patria no
terminan de entender que el militar profesional es único y experto en
hacer la guerra y en el uso organizado de la violencia. Este objetivo
fundamental de los militares genera un ambiente especial de trabajo
e influye en el proceso de toma decisiones. El entorno social, la
autoridad militar y las experiencias condicionan las perspectivas en
la carrera profesional de sus integrantes. El reconocimiento de estas
características especiales de la profesión debe proporcionar la base
realista de mantener la supremacía política civil sin destruir o
interferir en la autonomía profesional necesaria.
Una de las características básicas del militar es la disciplina
y esta, condiciona toda la organización. Ella es la adhesión rígida a
las reglas, la regularidad, la subordinación y la devoción al gobierno
establecido. Todo lo que baja la moral, debilita la disciplina y afecta
profundamente el deseo de sus hombres de continuar en la profesión.
Para nada es extraño que los responsables de la conducción de las
fuerzas constantemente adopten medidas que afectan
profundamente la moral y disciplina de las instituciones. Esta
situación limita las herramientas de los líderes militares para
mantener una fuerza cohesionada.
Para entender el daño causado por los distintos gobiernos a
través del tiempo en los recursos humanos, basta una simple
comparación (en cantidad). En el año 1972, cuando me presente como
candidato para ingresar en la Escuela de Aviación Militar (EAM),
éramos un grupo de aproximadamente 2.000 ciudadanos con vocación
de servicio a la patria. Ingresamos a la EAM solo 300, luego de
cumplir con todos los requerimientos. Al finalizar los cuatro años de
duras exigencias intelectuales, académicas, espirituales y físicas, solo
51 pudimos egresar con el primer grado militar en la Fuerza Aérea.
En contraste, en el año 2017, se presentaron a rendir examen en la
EAM unos 300 candidatos (aproximadamente). En el año que
transcurrimos, quedan cursando el II año unos 90 cadetes, del total
indicado. Esto significa una gran desventaja para las autoridades de
la fuerza, debido a que no puede realizar una correctas elección de los
mejores (calidad o excelencia) para ser parte de la misma.”36
El ex Ministro de Defensa, José Pampuro, sostuvo respecto de
la cuestión del personal de las FFAA que: “hay que cambiar la ley. El
país invierte mucho dinero en la formación de todos los profesionales
36 Colaboración prestada por el Comodoro (R) Héctor Hugo Sánchez VGM en expte. IP1/2017,
agregado a fs. 297/334, extracto de fs. 325/327.
Ministerio Público de la Nación
53
y si no ascienden pasan a retiro a la temprana edad de 50 años. Creo
que debería ser como cualquier profesión, 65 años, y los hombres que
no llegan a la conducción deben pasar a otra área. Hay que rever y
readecuar la ley de personal. Es uno de los pocos países del mundo
que tienen esta situación y es anacrónico. El que no llega a la
conducción puede aportar a otras aéreas de formación o en planes
operativos. Con lo que le cuesta al país formarlo, no sirve al país que
a los 50 años este retirado.” 37
Por su parte, la Dra. Elisa Carrió puso en números lo
mencionado en las citas anteriores, explicando, por ejemplo, la
cantidad de efectivos que tiene cada fuerza y los escasos sueldos que
perciben.
Explica Carrió: “la elección de Fuerzas Armadas reducidas y
profesionales implica que su capacidad está directamente
relacionada con la calidad de sus integrantes, aspecto que permite no
solo una mayor eficiencia operativa sino facilita la integración,
entrenamiento y conducción de la reserva en caso de ser necesario.
Tanto los oficiales, suboficiales como soldados voluntarios deben
constituir por la escases de efectivos un núcleo de alta calidad que
proyecten un efecto multiplicador del desarrollo de operaciones
37 Dr. Jose Pampuro en expte. IP1/2017 a fs. 40vta.
militares.”38
El salario de los miembros de las Fuerzas Armadas está
compuesto en gran parte por conceptos ‘no remunerativos’ que son
suplementos en negro,
para decirlo de manera
coloquial.
Al respecto,
señala Carrió: “si bien en el periodo 2016 y 2017 -se ajustó este tema,
la denominada jerarquización para blanqueo y alcanzar un equilibrio
con los haberes del personal de las Fuerzas
de Seguridad Federales, las distorsiones
que se mantienen son importantes. La
escala que se proyecta debajo es la que
origino en 2016 el programa de
Jerarquización ya que la diferencia entre
los haberes de un Coronel con 35 años de
servicio con el haber de un Cabo (escala
38 Dra. Elisa Carrio en expte. IP1/2017, fs. 160vta.
Ministerio Público de la Nación
55
inferior de remuneración del cuadro de suboficiales) era de un 2,4
veces.”39
Agregó a ello que “en comparación con los haberes de las
Fuerzas de Seguridad Federales y AFI los haberes de las Fuerzas
Armadas son entre 35 y 50% más bajos”.40
A esta situación ya de por si angustiante, hay que sumarle que
recientemente se les ha requerido a los miembros de las fuerzas un
“esfuerzo patriótico” que implicaba resignar aumentos salariales
durante el año en curso41. Ante el reclamo del sector, finalmente se
les otorgo un aumento promedio del 15%, más una suma no
remunerable de $2.000.
Debemos tener en cuenta que “en promedio un piloto formado
y con más de 20 años de servicio cobra entre 30.000 y 35.000pesos”42,
lo que llevó, entre otras cosas, a que en el último año hayan
abandonado la Fuerza Aérea 45 pilotos.43
La angustia presupuestaria, acarrea consecuencias no solo en
la cuestión del salario de los integrantes de las fuerzas, como ya se
describió previamente, sino que además, afecta el proceso de
39 Dra. Elisa Carrió en expte. IP1/2017 a fs. 161 vta. 40 Ídem anterior, fs. 162. 41Nota periodística del 3 de julio de 2018 de Ámbito Financiero, agregada a fs. 353 42Nota periodística publicada en Infobae.com el 28 de mayo de 2018, agregada fs. 207/208 43Ídem anterior
adiestramiento, es decir, la formación y entrenamiento que deben
tener para satisfacer la misión asignada. En referencia al
adiestramiento, la Dra. Carrió graficó la real situación de las
distintas fuerzas que viene a colación incorporar a este escrito y en
donde se desprende que en la actualidad el nivel de adiestramiento
de las fuerzas está por debajo del nivel mínimo aceptable.
Respecto del Ejército Argentino expuso44:
44 Dra. Elisa Carrió en expte IP1/2017, a fs.161
Ministerio Público de la Nación
57
En relación a la Armada 45
Ahora bien, respecto de la situación de la Fuerza Aérea, quien
mejor graficó la situación del adiestramiento fue Héctor Sánchez en
su exposición, quien señaló que “la disminución de horas de vuelo por
falta de presupuesto
produce la
disminución del
adiestramiento de
las tripulaciones”.46
45 Ídem anterior. 46 Comodoro (R) Héctor Sánchez VGM en expte IP1/2017 a fs. 316.
Al mismo tiempo aclara que “las horas de vuelo de los distintos
sistemas de armas representan la cantidad y calidad de
adiestramiento de sus tripulaciones. Cuanto menos horas, menos
calidad de adiestramiento. Muchas veces no solo es problema del
presupuesto asignado, sino también consecuencias de las debacles
financieras y corridas cambiaras del dólar. Al ser la logística de
origen extranjero, la compra se realiza en dólares y la variación afecta
el presupuesto asignado que es en pesos”47.
Para concluir, Julio Hang resume perfectamente la situación
descripta: “la misma reducción presupuestaria mencionada ha
reducido a niveles insostenibles la cantidad de horas de vuelo, de
navegación y de ejercitación en campaña terrestre. Una situación de
atraso, acumulada por décadas, crea serias deficiencias en los
rendimientos orgánicos, aún más con materiales envejecidos.”48
Lo mencionado por Julio Hang da pie para apuntar hacia otra
cuestión, el último elemento que consolida la tormenta perfecta que
atraviesa la Defensa Nacional: el material, que por los informes
recogidos se puede afirmar que es poco y en malas condiciones.
De una forma genérica Martin Balza sentenció que: “Una
armada sin submarinos, sin una flota de Superficie adecuada y una
47 Ídem anterior, fs. 318. 48 General (R) Julio Hang en expte IP1/2017 a fs. 178.
Ministerio Público de la Nación
59
limitadísima Aviación Naval. Una Fuerza Aérea que –en la realidad-
carece de aviones de combate y solo dispone de limitadísimos medios
de transporte aéreo. Un ejército con limitados medios de transporte y
un estado de mantenimiento de su armamento y material
notoriamente afectado, deteriorado y en gran parte vetusto.
Carecemos de una defensa Antiaérea y de la capacidad de cobertura
de radares para control del espacio aéreo.
En síntesis un tango nos recuerda que “veinte años no es
nada” pero en el caso de nuestras Fuerzas Armadas es triste y
peligroso. Recuperar su estado logístico, de adiestramiento y
operativo de fines de siglo pasado demandará al instrumento militar
en el orden de dos periodos presidenciales. Actualizarlas quizás dos o
más décadas. El presupuesto asignado a Defensa así lo pone de
manifiesto.”49
La Dra. Elisa Carrió expuso la situación de la siguiente
manera: “el material de las Fuerzas Armadas corresponde casi en su
totalidad a una tecnología desarrollada entre las décadas 1960 y
1980. Ni siquiera se modernizó la flota de vehículos a rueda y
transporte aéreo necesario para el apoyo ante emergencia y
catástrofe. Los transportes de carga y de personas a ruedas por lo
49 General Martin Balza en expte IP1/2017 a fs. 61.
antigüedad de fabricación no están legalmente habilitados por las
Leyes Nacionales para desplazarse en la red vial del país. El nivel de
riesgo para los transeúntes de estos desplazamientos es altísimo. La
munición explota provocando accidentes, los aviones se accidentan y
los barcos se hunden. En cuanto al estado del material, más allá de
parciales modernizaciones, salvo ráfagas de modernidad,
corresponde a esas décadas.”50
También realizó un listado donde enumera, entre otros, los
siguientes problemas:
Capacidad crítica de munición para entrenamiento.
Ausencia de capacidad de munición para combate.
Los escasos aviones que vuelan y barcos que navegan no
disponen de capacidad de sistemas para entrar en
combate.
Los medios aéreos, navales y rodantes están
sobrepasados de su límite de vida útil.
Ausencia de capacidad de combate en condicico0nes
meteorológicas adversas y noche.
No se dispone de aviones no tripulados y drones que
proporcionen una capacidad concreta en esta área.
50 Dra. Elisa Carrió en expte. IP1/2017 a fs. 163vta.
Ministerio Público de la Nación
61
Limitada y casi nula capacidad de defensa antiaérea,
comunicaciones y guerra electrónica.
Armamento y equipo individual- liviano obsoleto
El parque automotor en su mayoría no dispone de
condiciones técnicas para circular.
Escasa capacidad propia para operaciones en el
Continente Antártico.
Necesidad y obligación de desprogramación de material
de vuelo, de navegación y vehículos de combate que ya
no pueden ser recuperados por la función de
mantenimiento y constituye su operación un riesgo
elevado para las tripulación (Fuerza Aérea quedará sin
aviones de combate- dispone 6 (seis) en servicio- (ejército
deberá desprogramar 322 vehículos a rueda que no
cumplen con los requisitos de las Leyes Nacionales para
circular- 231 vehículos de blindados de combate AMX 13
(tanques y buses) y M 113 (transporte de Infantería) – 7
helicópteros y 15 aviones obsoletos. La Armada
Nacional no dispone prácticamente capacidad de
combate sino en algunos buques solo de
desplazamiento.” 51
Eduardo Ganeau, en su exposición coincidió con lo
manifestado por Carrió en el sentido de que “en términos generales,
los recursos materiales remanentes son los adquiridos con
anterioridad a la década del 80 y tienen varias décadas de
antigüedad. En mi opinión la antigüedad los ha vuelto naturalmente
muy poco efectivos frente a los medios actuales más modernos de
eventuales aliados u oponentes. Se suma la lógica disminución
cuantitativita conforme al transcurso del tiempo y el efecto erosivo de
los presupuestos insuficientes frente al mantenimiento necesario.
Asimismo, la infraestructura principal de bases y arsenales
presenta serias necesidades porque fue construida mayormente en la
primera mitad del siglo XX, demandando inversiones de
mantenimiento que han sido superiores a los presupuestos
asignados.” 52
El periodista y veterano de la Guerra de Malvinas, Edgardo
Aguilera, señaló al respecto que “por décadas se han usado y
mantenido con asignaciones insuficientes los aviones, buques,
51 Ídem anterior, a fs. 164vta/165 52 Comodoro de marina Eduardo Ganeau en expte. IP1/2017 a fs. 286.
Ministerio Público de la Nación
63
submarinos, material rodante, etc. En promedio los militares operan
con material que tiene 50 años.
Los sucesivos comandos navales aplican el presupuesto para
tener ‘seguridad náutica’ aceptable, vale decir que las buques
naveguen en condiciones que garanticen la vida de sus tripulaciones
pero como los recursos no alcanzan se sacrifica la ‘capacidad de
combate’. Los sistemas de armas (misiles, cañones), sensores (radar,
sonar, etc) y sistemas de comunicación están disminuidos en
eficiencia.”
En base a ello concluyó que “no hay capacidad de combate
para garantizar los postulados que fija la Constitución Nacional como
ejes de la misión de las fuerzas”
Seguidamente, agregó que “la última compra grande, por la
cantidad de medios involucrados fue la que hizo Carlos Menem para
la Fuerza Aérea. En 1997 llegaron al país 36 aviones A-4 Fighting
Hawk (usados de la década del 70, que pertenecían a la Guardia
Nacional de los Estados Unidos) de los cuales hoy quedan 4 en vuelo
(…) A la fecha las aeronaves no tienen capacidad de combate. No
disponen de misiles, sólo cañones que es un arma limitada
(efectividad- precisión) frente a posibles incursores aéreos furtivos”.
Finalmente, señalo que “Uno puede decir que el país y sus
objetivos estratégicos, por caso, centrales nucleares o diques o centros
de poder (la casa rosada) son vulnerables a ataques de aeronaves de
tipo comercial ya que se cuenta con aviones supersónicos que puedan
neutralizar a tiempo y lejos de su objetivos a esos incursores ilegales”
53
Ahora bien, sobre la cuestión del material se expresó de
manera exhaustiva el Brigadier Mayor (R) Alejandro Moresi, quien
comenzó su análisis en la posguerra de Malvinas: “Desde el punto de
vista material, las pérdidas sufridas en el conflicto también fueron
importantes, veamos por ejemplo la situación de la Fuerza Aérea
Argentina, arma que fue reconocida en el nivel internacional por su
decisión, coraje y capacidad de llevar al límite las condiciones de la
batalla, al finalizar la batalla contaba con: 14 escuadrones de
combate (aproximadamente 12 aviones cada uno):
1 Escuadrón de Mirage III E.
2 escuadrones de Mirage 5 D/P/F.
1 escuadrón Mirage M III C.
2 escuadrones de A-4 B/C (Reemplazados a fines de los
90 por los A-4AR).
53 Edgardo Aguilera en expte. IP1/2017 a fs. 44/45
Ministerio Público de la Nación
65
3 escuadrones de Pucará.
2 escuadrones de Morane Soulnier.
1 escuadrón de Pampa I.
1 escuadrón reducido de Camberra.
1 escuadrón de F-86 F Sabre.
Se contaba entonces con más de 130 aviones de combate con
una disponibilidad superior al 60%. Luego de 35 años, la aviación de
combate, de la República Argentina, desprogramó:
Los escuadrones de Mirage residuales con más de 40
años.
A4 B y C, fueron reemplazados por los A4 AR que por
falta de presupuesto apenas queda un puñado en
servicio.
Mk 62 Camberra.
MS 760 Morane Soulnier.
F-86 F Sabre.
A lo largo de este período, se incorporó:
2 escuadrones de A-4AR (Brea, 2011), (1994-2000),
reemplazo de los A4 B y C), hoy reducidos a 1 escuadrilla
en condiciones de vuelo por falta de presupuesto.
2 Escuadrones de Tucanos (1987) (AMilArg.com, 2013),
(para reemplazar a los Morane Soulnier) de los cuales
no más de 8 /9 se encuentra en condiciones de vuelo, por
falta de presupuesto.
Se fabricaron 6 Pampas (2007/08), durante el período en
que Lockheed Martin, se encontró a cargo de la fábrica
y se modernizaron los 12 de pre-serie a versión Pampa
II, a partir del 2007, se inició el proceso de re-
motorización aún inconcluso de los Pampa II y en 2010
se anunció la fabricación de 40 Pampa III (Kempa,
2011), de los cuales aún no llegan a la línea de vuelo.
La aviación de combate no ha logrado en los últimos
años calificar 1 piloto apto para el combate, en ningún
escuadrón,
Actualmente, la aviación de combate de la FAA, cuenta con
algunas escuadrillas reforzadas (6 aviones), o escuadrones
disminuidos (8 aeronaves), entre ellos:
1 escuadrón disminuido de Pampa II
1 Escuadrón disminuido de Pucará
1 escuadrón disminuido de Tucano
1 Escuadrilla de A-4 AR
Ministerio Público de la Nación
67
Como vemos, si bien se repuso algún material, el mismo
rápidamente alcanzó su extinción por ahorcamiento presupuestario.
Más de 130 aviones poseía la aviación de combate argentina post
Malvinas, (la que podría decirse fue la joya en el conflicto), hoy no
quedan más de 30 aviones, ninguno con capacidad supersónica, y el
centro de poder (Buenos Aires), sin posibilidad de defensa aérea, a
esto debe sumarse que la disponibilidad de servicio está por debajo
del 35%, en términos reales de cada 10 veces que se intenta un
despegue sólo 3 ocurren y ello es al azar.
Sin embargo, la Nación hoy cuenta con un sistema de
vigilancia aérea por Radar, que se ha incrementado en relación con
la capacidad que poseíamos al momento del conflicto de Malvinas,
ello nos permite saber con más detalle como permanentemente es
violada nuestra soberanía (sólo en el norte, gran Buenos Aires y en el
eventualmente en el extremo sur del país. Esto no quiere decir que
también suceda en el centro, sur y zonas mineras, aunque no se sabe
porque no hubo radares allí), sin poder hacer mucho por ello, ya que
no se cuenta prácticamente con aviones interceptores, a ello se suma
que se está reduciendo el ritmo de producción y entrega de radares
por razones presupuestarias.”54
54 Brigadier Mayor (R) Alejandro Anibal Moresi en expte IP1/2017 a fs. 121/122.
Por último, explicó la problemática del mantenimiento de los
diversos instrumentos militares de la siguiente manera:“Si bien en la
actualidad se continúan los esfuerzos en intentar alcanzar y
mantener la aeronavegabilidad de las aeronaves Militares, conforme
a los lineamientos establecidos por el Ministerio de Defensa, desde el
punto de vista del material, la problemática del mantenimiento de los
diferentes medios puede ser planteada en términos de la teoría de
sistemas y en torno de su ciclo vida, de acuerdo con la conocida “Curva
de la Bañera”, ello permite realizar una analogía de la situación del
ciclo de vida de los sistemas de la FAA, como veremos a continuación.
En la región (1) encontramos los SArm nuevos o de última
generación, los cuales se
caracterizan por altos
costos de adquisición; su
estado, si bien se
corresponde con el
horizonte del
conocimiento, no está maduro y presenta numerosos inconvenientes
en su implantación.
Ministerio Público de la Nación
69
En la región (2) se ubican los SArm ya maduros en todo
sentido y son los que soportan el peso operacional de las tareas
asignadas.
En la región (3) se encuentran los sistemas obsoletos o en
proceso de desprogramación y recambio. Esta región se caracteriza
por costos de mantenimiento muy altos y cada vez mayores, bajo nivel
de operatividad y dificultad para sostener la capacidad operacional
requerida.
Si ubicáramos distintos medios de la FAA en esta curva,
veríamos que nos encontramos, tal como lo indica la figura siguiente,
prácticamente todos ellos están en la región (3).
Esto debiera orientar las acciones a coordinar y racionalizar
las necesidades de urgente inversión que requiere el sostenimiento y
desarrollo de los medios operativos para el logro de las capacidades
mínimas necesarias que satisfagan, en forma parcial y con ciertas
limitaciones operativas (siempre sin afectar el prioritario concepto de
defensa y seguridad), el cumplimiento parcial de responsabilidades y
competencias asignadas por el Estado Nacional al instrumento
Aeroespacial Nacional. A la vez que permite ser un adecuado punto
de partida para el diseño de una Fuerza Aeroespacial.
Una Fuerza Aérea para un país como el nuestro debería
contar, con algún sistema en el inicio de la región 2 y la mayoría en
el medio o en los finales de la región 2 y algún sistema en la región 3
en proceso de desprogramación o de modernización, como vemos la
realidad Argentina, muestra un potencial aéreo prácticamente
obsoleto, lo que redunda por otra parte en costos elevadísimos de
mantenimiento por la gran cantidad de fallas al azar.
La actual situación muestra que sólo un sistema de
adiestramiento, el IA 63 Pampa se encuentra en esa posición en tanto
y en cuanto se cristalice la inversión pendiente (ya que la realizada
por el gobierno anterior de varios cientos de millones de dólares –
según estimación del analista-, no produjo ni un tornillo), los otros 2
Ministerio Público de la Nación
71
sistemas son de transporte y se encuentran en ejecución. Con lo cual
es fácil comprender que desde el punto de vista aeroespacial el país
se encuentra limitado en su capacidad de defensa aérea.
Finalmente la mirada del enemigo siempre resulta en una
buena evaluación propia, si bien la FAA ha recibido notables halagos
por la habilidad de sus pilotos y la eficacia de sus operaciones, la
situación actual es descripta hoy de manera muy cruel en el artículo
“The Rise and Fall of the Argentine Air Force” y ratificado por zona
Militar en el artículo “Medios británicos se hacen eco del estado de la
Fuerza Aérea Argentina55.” 56
En ese mismo orden de ideas, se han recopilado diferentes
notas periodísticas que dan cuenta del precario estado del material
de las Fuerzas Armadas.
Por ejemplo, a fs. 105 del expediente IP 1/2017, está la nota de
Ámbito Financiero de fecha 16 de abril del corriente que da cuenta de
que “Un mes antes del traspaso del Gobierno kirchnerista a los recién
llegados del macrismo quedó asentado en un documento secreto la
"severa degradación del estado de alistamiento operativo" de las
Fuerzas Armadas.
55 Nota periodística del Diario Clarín publicada el 17/05/2018 agregada a fs. 196 del expte IP 1/2017. 56 Brigadier Mayor (R) Alejandro Aníbal Moresi en expte IP1/2017 a fs. 125/126
La nota oficial, archivada en oficinas del teniente general Bari
del Valle Sosa, fue producida por el
entonces jefe del Estado Mayor
Conjunto, teniente general Luis
María Carena y dirigida al ministro
saliente Agustín Rossi. La
descripción, fechada el 10 de
noviembre de 2015, corresponde al
estado en que se encontraba el Instrumento Militar de la Defensa, -
así se define al aparato integrado por todas las unidades del Ejército,
la Armada y la Fuerza Aérea-, según el Plan de Capacidades
Militares (Plancamil 2011), en vísperas de la asunción de Macri.”
Además, a lo largo de la instrucción de la Investigación
Preliminar 1/2017, se tomó conocimiento de situaciones como la del
buque ARA Santísima Trinidad el cual fue abandonado por Estado
Argentino en Puerto Belgrano.
Ministerio Público de la Nación
73
57
58
O la situación de la flota de submarinos reflejada en la página
web zona-militar.com mediante la nota periodística del 29 de junio
57Fs. 341 del expediente IP 1/2017 58 Fs. 340 del expediente IP 1/2017
titulada “Tras 85 años de actividad la Argentina ha perdido su
capacidad submarina”59 de la cual surge el siguiente cuadro:
En la nota mencionada se da cuenta de que: “Se confirmó lo
que ya se venía hablando a puertas cerradas. Argentina dejó de tener
operativa su capacidad submarina. El encargado de confirmar el
secreto a voces fue nada menos que el propio Jefe de Gabinete de
ministros, Marcos Peña, en su informe al Senado.
59Nota periodística publicada el 29 de junio de 2018 en el portal zona-militar.com agregada a fs. 354
del expediente IP 1/2017.
Ministerio Público de la Nación
75
Luego de 85 años de actividad y tras el servicio de distintos
sistemas de armas entre sumergibles y submarinos, nuestro país
quedó definitivamente sin un elemento estratégico central a la hora
de desarrollar actividades de negación del mar, quedando relegado
completamente frente a las capacidades de otros países en
prácticamente todo el mundo.
Con la pérdida del ARA San Juan tras el fatídico accidente del
15 de noviembre del 2017, la fuerza se redujo solamente a su gemelo
TR-1700, el ARA Santa Cruz y a un viejo Tipo 209, el ARA Salta. Con
la entrada del Santa Cruz a tareas de mantenimiento mayor y a la
inoperatividad del Salta, el Comando de la Fuerza de Submarinos se
ha quedado finalmente en tierra y sin elementos para operar.
La situación fue ratificada en el informe del Jefe de Gabinete,
quien mencionó que “la condición actual del Submarino ARA Salta es
de unidad no operativa”. Sin embargo determinó que se estudia
recuperar su capacidad operativa así como también evaluar la
factibilidad de continuar con la construcción de submarinos TR-1700
en el país.
A razón de la inoperatividad de los dos únicos submarinos con
los que cuenta la Armada Argentina, la fuerza volverá a operar recién
cuando se terminen los trabajos sobre el Santa Cruz o se determine
la factibilidad de volver a operar con el Salta.”
Hasta aquí se ha dejado en evidencia el cuadro de situación
actual que atraviesan las Fuerzas Armadas y la consecuente
dificultad que ello acarra para poder cumplir con la manda
constitucional de la Defensa Nacional.
Incluso, el actual Ministro de Defensa, confirmó tal situación
en una entrevista otorgada al diario La Nación con fecha 19 de junio
60 titulada “Aguad: ‘la obsolescencia del material de las FFAA. tiene
que ver con la decadencia integral del país”.
En el marco del expediente de referencia algunos de los
colaboradores de esta Fiscalía han formulado propuestas respecto de
cómo se debe encarar la cuestión de las fuerzas con vista hacia el
futuro.
En ese sentido, se destaca la participación del ex Ministro,
José Horacio Jaunarena quien manifestó que: “Urge realizar desde el
gobierno una convocatoria para que entre todas las fuerzas
representadas en el Parlamento diseñen el futuro de nuestra defensa
y de nuestra seguridad. El consenso es la garantía de que las políticas
60Incorporada al expediente IP 1/2017 a fs. 361
Ministerio Público de la Nación
77
que se tracen tengan garantía de perdurabilidad superando la
duración de los mandatos respectivos.
Nuestro primer esfuerzo debe orientarse a recuperar el control
de nuestros espacios, debiéndose en este sentido procurar el
comportamiento coordinado de las Fuerzas del Estado aprovechando
al máximo de cada una de sus capacidades y terminado con las
superposiciones. En este sentido redefinir las competencias de cada
una de las fuerzas permitirá un aprovechamiento integral de los
recursos que serán escasos.
Es indispensable producir el redespliegue territorial de
nuestras FFAAA, reordenando la cantidad y ubicación de sus
organizaciones, con las salvedades expuestas.
Teniendo en cuenta que será indispensable la adquisición de
nuevo equipamiento, a partir de una clara definición de prioridades,
deberá optarse por la normalización logística mediante la adquisición
de igual equipamiento para igual fin.
Se trata de conformar a las Fuerzas Armadas con personal
ampliamente capacitado y que sea representativo de la pluralidad de
la conformación social de nuestra sociedad. Para ello es necesario
determinar claramente un horizonte para el hombre de armas para
lo cual debemos tener en cuenta las prioridades que hemos reseñado
que darán orientación y señalaran el camino a recorrer, teniendo
siempre en cuenta que Argentina no tiene pretensiones de ampliar
sus espacios sobreaños pero si sostiene su derecho a construir una
capacidad disuasiva suficiente para defender la libertad de sus
habitantes, la defensa de la integridad de su territorio y la
conservación de sus recursos naturales.
El camino a recorrer debe ser asegurado por mecanismos que
le den certeza a la asignación presupuestaria necesaria a lo largo del
tiempo.”61
A su turno, el ex Ministro de defensa, José Pampuro señaló
que: “Los posibles conflictos que puedan venir, serían extra región, y
en búsqueda de los espacios libres, como por ejemplo la Patagonia,
donde hay grandes porciones de tierra deshabitadas. Ahí hay una
base China que si bien se dice que es de observación nadie sabe bien
cómo funciona.-
Es necesario hacer un despliegue territorial para ocupar el
territorio libre, hay que mantener las unidades que estaban, por
ejemplo “Las Lajas”. Hay muchas otras bases que deben seguir
funcionando porque ello implica una ocupación territorial necesaria.-
61 Dr. José Jaunarena en el expediente IP 1/2017 a fs. 100.
Ministerio Público de la Nación
79
Lo mismo en el mar austral por parte de la marina y la
prefectura. Nuestra plataforma marina es trascendente. La idea de
hacer Puerto Belgrano un puerto de agua profunda es una inversión
importante que la Argentina debe hacer porque la potencialidad de
Argentina está en esa región y podría haber conflictos con países
asiáticos que vienen hacer pesca clandestina.
La Marina tiene que apuntar al sur y la inversión de Puerto
Belgrano es necesaria.
Además, hay que arreglar el problema entre la Prefectura y la
Marina. Hay un conflicto de territorialidad que no está resuelto. Hay
tres países en el mundo que tienen prefectura. Uno es EEUU, que
tiene la guardia costera, que la creó en medio de la Segunda Guerra
donde tenía la toda la flota de marina ocupada en el conflicto bélico.
El otro país es Italia que hizo lo mismo en la segunda guerra. Al
movilizar a la marina creo la guardia costera. El tercer país es la
Argentina que no se sabe bien por qué, ni para qué se hizo. Pero
bueno está. A veces hay rispideces entre ambas fuerzas. Esto no pasa
entre el Ejército y la Gendarmería, que si bien la Gendarmería
dependió del Ejerció hoy es una fuerza semipolicial pero que no
genera conflicto con el Ejercito. La ley que se está debatiendo debería
unificar y contemplar esto, para resolver el problema.
El Ejército debería tener equipamiento en dos direcciones.
Una fuerza de alta formación militar y muy capacitada
armamentísticamente, con importante número de soldados que
debería operar en el 3er cuerpo de Córdoba y con aviones de trasporte
y paracaidistas para poder ponerse en cualquier lugar del país. Por
otro lado, una fuerza estática, para la ocupación territorial, sobretodo
en la Patagonia, yo trabajaría con esta fuerza sobre la industria
bélica, los tanques, la visión nocturna y los helicópteros que fueron
restaurados, porque si bien son viejos están muy bien artillados y es
un elemento importante para la región.
A la Fuerza Aérea la ubicaría en el medio del país, siempre
nuestra base de operaciones fue Reynols, San Luis, tanto es así que
la ruta 7 se ensancha al llegar a esta localidad, lo que fue hecho
pensando para que sea una pista de aterrizaje en caso de un conflicto
con Chile. Se preparó esa zona frente a un posible conflicto. Yo
reactivaría la base Reynols y abandonaría la actual dinámica de
rodear las ciudades grandes. Además, me basaría en la capacidad y
en aviones de transporte, como por ejemplo, los nuevos Hércules, que
sirven para la parte humanitaria. Argentina hoy tiene dos y en su
momento tuvo diez. Hay que equiparse en esta materia. También
Ministerio Público de la Nación
81
habría que equiparse con aviones supersónicos porque los que hoy
hay son subsónicos.
Creo que la fuerza área necesita un avión supersónico porque
los que vuelan son subsónicos, ahora se van a comprar pero yo
apuntaría a otro tipo de aviones. Todo lo que sea aviación se lo daría
a la Fuerza Aérea, terminaría con la aviación naval y apuntaría a que
la Fuerza Aérea asuma toda la responsabilidad de esa área.
Creo que el presupuesto hay que llevarlo al 2 o 2,5 y en un
lapso de 6 años poder reacomodar o reequipar una parte importante
de la estructura que se perdió. Después, hay lugares que dejaron de
ser vitales para la fuerza y que pueden venderse. Es inútil tener la
base de submarinos de Mar del Plata, están lejos de todo y es una
base que por la ubicación tiene un costo muy importante y con su
costo se podría hacer un buen puerto para la Marina en Ushuaia
donde la Marina va a tener su desarrollo futuro con el tema del
petróleo, la pesca y el agua antártica. Creo que vendiendo Mar del
Plata eso se puede hacer. Además, hay otras localizaciones con las
que se puede hacer lo mismo. No se necesitan grandes extensiones y
se genera un recurso con una afectación específica. Más
precisamente, en el sur hay varias aéreas del Ejército reservadas por
un posible conflicto con Chile en la zona de los lagos, en la región
Mapuche, siempre es una zona conflictiva, por las reivindicaciones
indígenas.
La Argentina debe actualizar las distintas fuerzas y la
decisión debe recaer en el Estado Mayor conjunto y en la cabeza del
Ministro y no puede depender de las cabezas de las fuerzas porque a
veces a la cabeza está un especialista en determinado tema e insiste
con una determinada mirada que no siempre es necesaria. Por
ejemplo, con la intención de comprar submarinos o portaviones que
son elementos ofensivos y no defensivos. Es más durante la guerra de
Malvinas el portaviones de Argentina fue el propio territorio.
Argentina no va a ir a combatir a otro territorio, no necesitamos
elementos ofensivos. Lo que quiero decir es que quien debe tomar la
decisión de reequipar las Fuerzas Armadas es el Estado Mayor
conjunto y el Ministro, es decir, la conducción civil y política de la
Defensa.”62
También aportó su visión Ricardo Lopez Murphy sobre el
porvenir de la defensa: “Las reformas a emprender en este caso se
miden en términos de décadas y deben ser pensadas en ese marco
analítico, un ejemplo de ello son las sucesivas leyes que bajo la
62 Dr. José Pampuro en expte. IP1/2018 a fs. 38vta/40
Ministerio Público de la Nación
83
presidencia de Marcelo T. de Alvear se dictaron para el equipamiento
de las FFAA.
En mi opinión, si el Poder Ejecutivo Nacional y el Congreso
abordan esta temática con la perspectiva de largo plazo, los graves
problemas que enfrentamos pueden ser solucionados y lograr
restablecer de un modo estructural la capacidad de cumplir con el
mandato constitucional de asegurar las misiones de la Defensa
Nacional y de la defensa del orden constitucional.
En las hipótesis de trabajo que deberán enfrentarse tomo en
particular importancia los nuevos riesgos que se encuentran bien
detallados en los Libros Blancos de la Defensa como así también la
experiencia contemporánea en conflictos de nuevas características.
Sean estos de naturaleza tecnológica o de la propia pérdida de limites
que existían cuando los conflictos potenciales dependían
exclusivamente de actores estáteles.
Las inquietudes sobre la provisión de medios siempre han
formado parte del planeamiento de cualquier nación y en ello es
importante el desarrollo de las capacidades propias, absorción de
tecnología y desarrollo y de la alternativa de adquisición de medios
tanto sea nacional como extranjera. La cuestión crucial allí, como en
todos los otros aspectos de la Defensa Nacional es el desarrollo del
capital humano capaz de dar respuesta a dicho requerimiento. En
esta decisión de acumulación de capital humano es necesario
recordar que existen alternativas y en consecuencia preservar los
medios propios requiere evitar el deterioro relativo de las
remuneraciones.”63
Ya en términos más puntuales, Moresi, se preguntó ¿Qué
sistemas o capacidades debiera poseer un componente aeroespacial
moderno? Y ante dicha pregunta esbozó su apreciación:
Control del Aeroespacio: Aptitud del Instrumento Militar
(IM) para ejercer el dominio (parcial, total y/o temporal) de los
ambientes operacionales de la Nación, que permite proyectar el poder
y/o negar a otros actores el empleo de sus medios mediante la
ejecución de operaciones militares eficaces con la adecuada libertad
de acción, operando en forma específica, conjunta o combinada.
Despliegue: Aptitud del IM para sostener el despliegue o
posicionamiento de sus medios operativos y/o su re-despliegue hacia
posiciones relativas favorables en los ambientes operacionales
jurisdiccionales de la Nación y/o en los de interés nacional.
63 Lic. Ricardo Lopez Murphy en expte IP1/2017 a fs. 199vta/200
Ministerio Público de la Nación
85
Logística: Aptitud del IM para satisfacer las necesidades
que requiera el desarrollo permanente de sus recursos humanos,
materiales y financieros, y su sostenimiento en el tiempo.
Comando y Control: Aptitud de la Fuerza para satisfacer
las necesidades de planeamiento, conducción, ejecución y supervisión
de la acción.
Estas capacidades operacionales generales, requeridas para el
Dominio del Ciclo Aeroespacial, surgirán a partir de: la recuperación,
modernización y/o incorporación de medios, que pueden provenir de
proceso productivos propios o a través de adquisiciones.64
Por su parte, Rosendo Fraga también remitió un documento a
esta Fiscalía haciendo referencia al instrumento militar con el que
deberían contar las Fuerzas Armadas para satisfacer la manda legal,
y tomando su posición respecto del debate que se suscitó mientras se
desarrollaba la instrucción de la investigación preliminar y que dio
origen al presente trabajo, vinculado con la incorporación de aviones
no tripulados, drones y tecnología de avanzada en materia de defensa
como nueva mirada o nueva forma de invertir en las FFAA.
64 Brigadier Mayor Alejandro Moresi en expte IP1/2017 a fs. 126/127
Expuso Fraga: “La idea de que herramientas tecnológicas
como la Ciberdefensa, los drones, robots, los satélites y la inteligencia
artificial, pueden sustituir a las Fuerzas Armadas como instrumento
principal de la defensa nacional, no es correcta y las guerras más
recientes lo constatan.
Pese a los drones, los satélites, los robots, la Ciberdefensa y la
inteligencia artificial, la guerra contra el Estado Islámico en amplios
territorios de Irak y Siria, se ganó en 2016, en base a tropas terrestres
regulares, milicias instruidas, armadas y organizadas por
instructores occidentales y bombardeos desde aviones tripulados. Los
instrumentos tecnológicos jugaron un rol secundario, en apoyo de las
fuerzas terrestres y aéreas tripuladas.
En Siria, en 2017 las fuerzas de Assad, apoyadas por Rusia e
Irán, se impusieron a los rebeldes armados por EEUU, las potencias
occidentales y Arabia Saudita. Ello, pese a que el gasto en defensa
estadounidense es diez veces más que el ruso y la superioridad en
tecnología de las fuerzas armadas de los EEUU, es por lejos la mayor
del mundo. Assad se impuso, porque Rusia, Irán y Hezbollah,- aliada
de dicho país,- pusieron más tropas en el terreno que EEUU y sus
aliados.
Ministerio Público de la Nación
87
Es así como las dos últimas guerras libradas en el mundo, la
que tuvo lugar contra el Estado Islamico en Irak y Siria y la de las
fuerzas regulares sirias contra los rebeldes, se resolvieron en el
terreno y las herramientas tecnológicas no fueron decisivas. En otro
nivel, algo similar mostraron las victorias de las fuerzas regulares
iraquíes y turcas, contra las milicias separatistas kurdas.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses son plenamente
conscientes de ello. Por esta razón, están incrementando su Ejército
terrestre para llegar a 600.000 hombres y la Infantería de Marina
para alcanzar los 200.000, dado que más allá de su indiscutible
supremacía tecnología,- EEUU tiene aproximadamente el 50% el
gasto mundial en tecnología militar,- las guerras se ganan y seguirán
ganando al lograr el control del territorio.
En este contexto, es claro que Argentina,- como ningún otro
país del mundo,- no puede confiar su defensa nacional sólo a
herramientas tecnológicas, sino que ellas son auxiliares de las
Fuerzas Armadas convencionales.
Por esta razón, las Fuerzas Armadas argentinas deben tener
capacidades mínimas, para enfrentar los riesgos y amenazas
potenciales, de acuerdo a su territorio, intereses y objetivos
nacionales.
En el ámbito terrestre, requiere: 1) Unidades de monte,
montaña y estepa, con capacidad de desarrollar operaciones efectivas
en estos tres tipos de teatro de operaciones, que comprenden más de
la mitad de las provincias. 2) Una fuerza de despliegue rápido,
integrada por las fuerzas especiales (comandos), aerotransportadas
(paracaidistas) y de asalto aéreo (helicópteros), que incluya
helicópteros de ataque, que le permita desplazarse con rapidez en el
amplio territorio nacional, que es por su superficie continental el
octavo país del mundo. 3) Contar con una Brigada Blindada a rueda,
que sin sustituir sumándose las unidades blindadas a oruga, de
mayor movilidad a este tipo de vehículos, en coordinación con la
mencionada fuerza de despliegue rápido.
En el naval, se hace necesario: 1) Contar con una flota de
submarinos, acorde con la extensión, intereses y relevancia
estratégica que tiene el mar argentino. Argentina hasta no hace
mucho tiempo, tenía una Fuerzas de cuatro submarinos, de los cuales
hoy ninguno está en servicio. 2) Tener por lo menos una división de
destructores, otra de corbetas y una de patrulleros oceánicos
operativas, que aseguren el control y defensa del mar argentino en
su totalidad. 3) La defensa de la larga costa argentina sobre el
Atlántico, requiere también que la Armada cuente con elementos de
Ministerio Público de la Nación
89
desembarco y aviación naval, que aseguren su defensa en
combinación con la flota.
En el aéreo, hace falta: 1) Una adecuada capacidad de combate
con aviones cazas equivalentes a los que hoy tienen países de la
región como Brasil y Chile, que sustituyan a los que la Fuerza Aérea
ha dejado fuera de servicio, con un mínimo de 12 unidades y un
máximo de 24, para que el país tenga la capacidad de reacción rápida
necesaria. 2) Contar con una adecuada cantidad de aviones de
entrenamiento avanzado, siendo preferible que sean aviones Pampa
IA63 de fabricación y diseño nacional, para desarrollar la industria
militar nacional. Se requiere un mínimo de 12 aviones, los que de
acuerdo a las circunstancias pueden ser artillados para cumplir
misiones de combate. 3) Tener en operaciones por lo menos media
docena de aviones Hércules C-130, dado que además de sus funciones
militares, son la única aviación de transporte del estado argentino.
Sobre estas capacidades básicas, es que organizaciones como
el Comando Conjunto Antártico puede contar con medios adecuados
para su tarea específica, las herramientas tecnológicas que pueda
desarrollar o adquirir Argentina (satélites, dronnes, capacidades en
Ciberdefensa), pueden cumplir una función de cooperación y apoyo
con las Fuerzas Armadas y ellas a su vez llevar adelante operaciones
de cooperación y apoyo con las fuerzas de seguridad federales y
policiales, que el Poder Ejecutivo determine.”65
Para completar este intento de describir la situación general
de la Defensa Nacional es necesario exponer una cuestión conexa,
complementaria y trascedente para una visión estratégica de la
defensa y referirse a la cuestión de la industria militar nacional,
tanto para fines pacíficos como bélicos, ponderando que en si mismo
contribuye al crecimiento y desarrollo nacional frente a la pública
situación de emergencia planteada por el Poder Ejecutivo
públicamente.
Conforme informó el Dr. Arturo Puricelli, “la utilidad y
conveniencia de la industria militar, en el Plan de capacidades
militares [PLANCAMIL] a que hice referencia, se preveían
inversiones para su desarrollo y consolidación, en particular en la
Fábrica Argentina de Aviones (FADEA) para la fabricación en serie
del avión Pampa, Tandanor, Fabricaciones Militares, desarrollos
tecnológicos en convenios con el INVAP (que permitieron el desarrollo
y fabricación de radares secundarios y primarios), el proyecto SARA
que preveía la fabricación nacional de vehículos no tripulados clase
65 Colaboración del Dr. Rosendo Fraga, agregada a fs.335 del expte IP1/2017.
Ministerio Público de la Nación
91
II y clase III; en él convencimiento que una Defensa sustentable sólo
es posible con un desarrollo tecnológico que le dé soporte.”66
Consecuentemente con dicha política pública, bajo la gestión
del Ing. Agustín Rossi se creó la Secretaria de Ciencia, Tecnología y
Producción para la Defensa como órgano coordinador del Polo
Industrial y Tecnológico para la Defensa (Polo i+t) que incluye las 3
empresas y 4 organismos científico- tecnológicos (Fabricaciones
Militares, Tandanor, FADEA, Servicio Meteorológico Nacional,
Instituto Geográfico Nacional, Servicio de Hidrografía Nacional y el
CITEDEF (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para
la Defensa) .
Sobre la importancia de invertir en ciencia y tecnología se
manifestó también Rosendo Fraga quien señaló que: “La ciencia, la
tecnología y la industria para la defensa, juegan un rol clave para las
Fuerzas Armadas y la capacidad estratégica de la Nación.
La Argentina es un país con un gran desarrollo en materia de
tecnología nuclear y satelital. El INVAP representa la mayor
manifestación en este campo, siendo uno de los seis países del mundo
66 Colaboración del Dr. Arturo Puricelli, ex Ministro de Defensa de la Nación 2010-2013 en expte. IP
1/2017, agregado a fs. 193.
con capacidad de producir y exportar reactores nucleares de
investigación
En esta área y en la satelital, la capacidad Argentina sin duda
es la más relevante de América Latina.
El mismo INVAP, ha fabricado radares de probada eficacia
que están en uso en las Fuerzas Armadas. Producirlos a mayor
escala, permitiría resolver la demorada radarización de la frontera
norte.”
Seguidamente concluyó “la ciencia, la tecnología y la industria
para la defensa, no puede ser concebida hoy con el concepto de la
autosuficiencia total, pero Argentina tiene capacidades en este
campo, que le permiten llevar adelante proyectos de envergadura
estratégica donde juegan un rol relevante la capacidad nuclear con
uso pacífico (propulsión) y la satelital, como así también elegir
productos específicos en materia terrestre, naval y aeronáutica, en
los que podría ser competitiva”67.
Héctor Sánchez, por su parte, manifestó su pesar en relación
a la industria militar al manifestar que: “es lamentable que las
capacidades de producción nacional para la Defensa no hayan sido
prioridad para los distintos gobiernos nacionales. Todos los escasos
67 Dr. Rosendo Fraga en expte. IP1/2017 a fs. 70
Ministerio Público de la Nación
93
esfuerzos políticos e inversiones económicas en el área de
Investigación y Desarrollo fueron perdiéndose con el transcurso del
tiempo, producto de la falta de planificación, objetivos claros y
políticas que permitieran su constante evolución68”.
A modo de cierre puede señalarse que si bien se ha intentado
la reactivación de la industria como una capacidad militar necesaria
para el logro de su misión legal, los proyectos hoy se ven amenazados
por la desinversión y ajuste propuesto por el Ejecutivo Nacional.
EPILOGO
Por último, es importante realizar unas breves
consideraciones finales.
Desde mayo de 1810, la milicia (posteriormente las Fuerzas
Armadas) fueron parte activa de lo que hoy es la República Argentina
y es imposible comprender la naturaleza del país sin conocer el rol
que las mismas han tenido desde su nacimiento.
El bando del General San Martín del 27 de Julio de 1819 que
prologa las reflexiones sobre ellas, de esta investigación preliminar,
resume, aún hoy, magistralmente su sentido: son imprescindibles
para su soberanía y libertad.
68 Comodoro (R) Héctor Sánchez VGM en expte. IP 1/2017 a fs.321.
Más allá del análisis sociológico o político que se efectúe, el
mandato constitucional y legal es claro, preciso y extenso en cuanto a
ello.
Una ligera apreciación sobre la situación mundial, nos
permite comprender que la Nación Argentina es uno de los países
más extensos de la tierra y que sobre ella se ciernen riesgos y que no
dependen de la voluntad de sus ciudadanos sino más bien de las
circunstancias del orbe.
Tales peligros solo podrán ser evitados o neutralizados si fuera
necesario, disponiendo de Fuerzas Armadas Argentinas capaces de
oponer eficaz y efectivamente las armas de la Nación, tanto
preventivamente como así también en operaciones concretas.
Ese objetivo estratégico del pueblo argentino es una
consecuencia directa y únicamente posible con la debida capacitación
y equipamiento de las fuerzas, pero este razonamiento es incompleto
si no se recorre la historia de las Fuerzas y no se observa a lo largo y
a lo ancho de la Patria el testimonio de lo que se afirma.
Nombres como General Pico, General Acha, Comodoro
Rivadavia, Vicecomodoro Marambio, Coronel Dorrego, General Roca,
San Martín de los Andes, Villa General Belgrano, Coronel Pringles,
General Larrea, Almirante Brown, General Mosconi y tantos más que
Ministerio Público de la Nación
95
son los nombres de parajes, pueblos y ciudades de nuestro territorio
acreditan su importancia en el dominio del mismo, uno de los
elementos que constituyen la existencia del estado nacional. La
historia de la patria es también, inseparablemente, la historia de las
Fuerzas Armadas.
El servicio militar obligatorio que significó su nacimiento
moderno, casi igualó a todos los argentinos capacitándolos para la
defensa de la Patria, muchas veces alimentando y educando a sus
hijos más humildes.
Las fuerzas armadas son el fiel reflejo del comportamiento de
la sociedad argentina, a veces heroico, otras no tanto.
Sus páginas más heroicas nos recuerdan el combate con las
principales potencias mundiales en el siglo XIX, la Vuelta de
Obligado es un testimonio romántico y elocuente del comportamiento
del soldado argentino, como lo fue la Guerra de Malvinas en el siglo
pasado, más allá de los resultados.
Luce todavía sin superar su valiosa e imprescindible
intervención en el descubrimiento, desarrollo y organización de la
energía nacional y también en la creación y existencia de una
importante industria nacional para fines pacíficos y bélicos.
Un General argentino ha sido pionero en la implementación
anticipada, respecto de muchos lugares del mundo, del voto femenino,
los derechos sociales, las vacaciones y el descanso regulado en el
trabajo, pero tampoco se puede obviar el patético rol que se les
encomendó como guardia pretoriana de golpes cívico militares
impulsados por intereses ajenos a la Nación Argentina.
No debe soslayarse su participación en la guerra
contrarrevolucionaria, absolutamente deslegitimada por las
dictaduras denominadas “Revolución Argentina” y “Proceso de
Reorganización Nacional” que amparadas en la experiencia del
ejército francés en Argelia y trasmitida a la Escuela de las Américas
ubicadas en la zona del Canal de Panamá, dieron lugar a una terrible
represión implementada contra sus propios nacionales al margen de
la Constitución Nacional y la Justicia que ella establece.
Así transcurridos más de 30 años, prácticamente no quedan
en sus filas miembros a quienes puedan serle reprochadas esas
conductas vergonzantes, pues el oficial más antiguo de las fuerzas
armadas apenas ostentaba en el comienza de esta era democrática,
presidido por Dr. Raúl Alfonsín, el grado de Teniente.
Ministerio Público de la Nación
97
Las instituciones que aún conservan personal militar de
jerarquía entre sus miembros son ajenas a la estructura funcional de
las Fuerzas Armadas, por ejemplo, el Círculo Militar.
Es ineludible recordar honestamente que una parte de la
dirigencia y de la sociedad civil impulsó, cobijó, apañó y encubrió tales
funciones clandestinas e inconstitucionales.
Sin embargo, desde el año 1883 en adelante se han convertido
en un pilar esencial y valioso de la democracia de la Nación
Argentina.
Su existencia, consideración, mantenimiento, capacitación,
modernización hacen al futuro mismo de la Nación Argentina.
SEPTIEMBRE 2018
FISCALIA FEDERAL NRO. 1
FISCAL JORGE DI LELLO
SECRETARIO HERNAN MOGNI
INSTRUCTOR SANTIAGO BAREA