finales de peones. ajedrez

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  • 7/29/2019 Finales de Peones. Ajedrez.

    1/1

    Ajedrez UTN - Finales de peones

    2 de julio de 2013

    Instructor: Ezequiel Krumrick Pgina 1

    Continuamos con los finales de peones.

    Ejemplo 3: Dos peones y Rey contra pen y Rey

    En esta posicin las blancas no llegan a la consecucin

    del triunfo jugando 1.f5. La mejor respuesta de su

    adversario sera entonces g6, que dara tablas

    (comprobar de tarea!). Tampoco se gana por medio

    de 1.g5, dado que con g6 las negras empataran,

    aplicando la regla de la oposicin, que es fundamental

    para este final, como tambin para los finales de

    peones que ya hemos visto.

    Las blancas pueden ganar, sin embargo, jugando en

    esta forma:

    1.Re4 Re6.

    Si 1...g6 2.Rd4 Re6 3.Rc5 Rf6 4.Rd6 Rf7 5.g5 Rg7 6.Re7

    Rg8 7.Rf6 Rh7 8.Rf7 y las blancas ganan el pen.

    2.f5+ Rf6 3.Rf4 g6.

    Si este pen se mantiene retrasado llegaremos al final

    demostrado en el ejemplo 2 de la clase anterior.

    4.g5+ Rf7 5.f6 Re6 6.Re4 Rf7 7.Re5 Rf8.

    Las blancas no pueden coronar su pen alfil (bsquese

    la razn), pero con la entrega de su pen podrn ganar

    el otro y tambin la partida. Por ejemplo:

    8.f7 Rxf7 9.Rd6 Rf8 10.Re6 Rg7 11.Re7 Rg8 12.Rf6 Rh7

    13.Rf7 Rh8 14.Rxg6 Rg8.

    Las negras pueden todava resistir en esta posicin. La

    verdad es que la nica forma de obtener la victoria en

    la que aqu se ejemplifica, como puede observarse

    fcilmente en la prctica.

    15.Rh6

    Si 15.Rf6 Rh7; y aqu, para obtener el triunfo, las

    blancas tienen que maniobrar nuevamente hasta llegar

    a la actual posicin, puesto que a la jugada 16.g6+ Rh8

    dara tablas.

    15... Rh8 16.g6 Rg8 17.g7 Rf7 18.Rh7

    Y las blancas promovern su pen, ganando con toda

    facilidad. Este final, que en apariencia es tan simple,

    ensea al estudiante las enormes dificultades quedeben ser superadas en una partida, cuando se

    enfrenta a un adversario que sabe emplear

    perfectamente los recursos que encierra la posicin

    defensiva de sus piezas, y debe demostrarle, asimismo,

    la imprescindible necesidad de dedicar toda su

    atencin a estos detalles elementales que, en realidad

    constituyen el verdadero andamiaje en que se sustenta

    la maestra ajedrecstica.