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  • 1 Un serio traductor de una prestigiosa editorial espaola me deca lo siguiente sobre el casoHeidegger: no slo seleccionan lo que se puede o no traducir, sino tambin cmo hay que traducirdeterminados trminos. Toda una guardia pretoriana.

    2 Edicin bilinge. Introduccin y traduccin de Vctor Farias. Barcelona. Anthropos-Ministerio deEducacin y Ciencia, 1991. Llamo la atencin sobre lo siguiente. Enmanuelle Faye acusa en 2005 que estaedicin de la Lgica no se encuentra en ninguna biblioteca de Francia, y que en doce aos no ha sidoobjeto de recensin alguna ni de comentario. Vase en Enmanuel Faye: Heidegger: lintroduction dunazisme dans la philosophie. Autour des sminaieres indits de 1933-1935. Bibliothque Albin MichelIdes. Paris, 2005, p. 146, nota 2.

    3 Martin Heidegger: Gesamtausgabe. I. Abteilung: Verffentlichte Schriften 1910-1976. Band 16. Redenund andere Zeugnisse eines Lebensweges. Vittorio Klostermann. Frankfurt Am Main, 2000.

    THMATA. REVISTA DE FILOSOFA. Nm. 40, 2008.

    FILOSOFA Y NAZISMO EN HEIDEGGER: LO QUE OLVIDA LA EXGESIS ORTODOXA ESPAOLA

    Julio Quesada. Universidad Autnoma de Madrid-UniversidadVeracruzana de Mxico)

    La cantidad de documentos de Heidegger -ya de carcter oficial, bien detono privado (cartas)- que van apareciendo o, simplemente, leyndose ysacados a la luz pblica para su conocimiento y discusin, son de tal canti-dad y calidad que necesitarn libros y libros para su estudio. En este apar-tado de nuestro trabajo slo sealaremos unos pocos datos firmementeasentados en la (incompleta) Obra Completa de Heidegger que producecomo Herausgegeben (y comisario de la Verdad) Hermann Heidegger1.Incompleta como lo demuestra el trabajo de investigacin historiogrfica deGuido Schneeberger, Nachlese zu Heidegger. Dokumente zu seinem Lebenund Denken (Bern, 1962), sepultado en el silencio a instancias del Heideg-ger autntico. Otro caso parecido tenemos en Espaa con el magnficotrabajo de investigacin y traduccin llevado a cabo por Vctor Faras con elpolticamente incorrecto Lgica. Lecciones de M. Heidegger (semestre verano1934) en el legado de Helen Weiss2).

    Dada la importancia que tiene en la directa implicacin de Heidegger-Rector en el rea del cuidado de la raza aria, es imprescindible sealar lacontribucin que acaba de hacer el profesor Enmanuel Faye quien ha sacadoa la luz los Seminarios inditos que Heidegger haba dado entre 1933 y1934. Todo un manual de Formacin del Espritu Nacional reservado paralos alumnos avanzados de la SA y SS. No podemos, claro est, remitirnosen este corto espacio que dedicamos a un artculo a la mdula de su investi-gacin; pero s queremos hacernos eco de algo realmente repugnante: 1) elflirteo filosfico de Heidegger con la eugenesia, y 2) la directa prohibicinque como Rector acciona contra los acadmicos que no sean arios a la horade participar en el volumen dedicado al homenaje-adhesin de la cienciaalemana al Fhrer.

    1) Faye nos ha rescatado del volumen 16 de la Gesamtausgabe (GA)3 labreve, pero intensa, charla que como Rector lleva a cabo a principios deagosto de 1933 en el Instituto de Anatoma patolgica de Friburgo: Aus derTischrede bei der Feier des Fnfzigjhrigen bestehens des Instituts frPathologische Anatomie an der Universitt Freiburg. Como filsofo -escribe Faye y esto es importante para los que sostenemos que no puede

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    4 Un ejemplo de esta difcil situacin hermenutica mediante la que ha sido recepcionado Heideggeren Espaa la encontramos en el Prlogo que el profesor Jos Luis Lpez Aranguren firma para el colectivoHeidegger. La voz en tiempos sombros, compilado por el profesor Flix Duque. Para quien -no slo pormotivos de la oposicin a Instituto- tuvo que estudiar con gusto su texto legendario tica y poltica, leresulta, como mnimo, extrao que Aranguren se alinee con los que piensan que el compromiso polticode Heidegger con el nazismo nada tiene que ver con su filosofa. Razn por la que el brillante ycomprometido trabajo de Patricio Pealver (Era neutral la ontologa fundamental de Heidegger?) eracriticado y puesto como ejemplo de aquellos trabajos que leen a Heidegger desde su tangencialencuentro con el NSDAP. Como si -aadimos nosotros- el ciudadano Pedro Cerezo en tanto senador conel PSOE de Granada nada tuviera que ver con los libros del catedrtico de filosofa de la Universidad deGranada, profesor Pedro Cerezo, sobre Antonio Machado, Ortega y Unamuno. F. Duque (compilador):Heidegger. La voz de tiempos sombros. Barcelona. Ediciones del Serbal, 1991. Gracias a esta excelsacapacidad de ventriloquia nuestros colegas del pas vecino haca tiempo que haban transformado aHeidegger en un filsofo francs de izquierdas. Frente a la desconstruccin los tozudos trabajos de AlainRenaut y Luc Ferry han mantenido una postura muy lcida: Lo que, en cambio, queda por comprender,es cmo, en una fraccin importante de nuestra inteligencia, poco sospechosa de complacencia haciaideologas como el nazismo, esta crtica de la modernidad ha podido, retraducida a un lenguaje mscontemporneo, suministrar, casi sin modificaciones, las armas tericas aparentemente indispensablespara el ejercicio de la funcin intelectual -hasta tal punto que la llamada a los estrechos lazos tejidos, enHeidegger, entre esta dimensin de su pensamiento y su compromiso poltico, haya podido aparecer comohasta tal punto insoportable. El caso Heidegger, en otro importante colectivo titulado Heidegger o elfinal de la filosofa. J. M. Navarro Cordn y Ramn Rodrguez (Compiladores). Editorial Complutense.Madrid, 1993. Traduce J. M. Navarro, p. 117. Nuestros seguidores incondicionales del claro del bosqueencuentran en la famosa decisin de Heidegger de dejar el Rectorado y el partido la clave de suresistencia espiritual contra los desmanes (porque en el fondo la revolucin nazi tena razn...) que seestaban llevando a cabo. Pero esto es completamente falso. Tanto Vctor Faras como Hugo Ott, entreotros, han demostrado que Heidegger dej el Rectorado porque no se sinti apoyado como l quera porlas instituciones; nunca porque se opusiera al partido, pues, como sabemos, no slo segua afiliado alNSDAP sino que en sus conferencias por el extranjero, y despus de haber dejado el Rectorado, mantenafirme la esvstica en su solapa mientras disertaba acerca de la poesa de Hlderlin en el Instituto alemnde Roma en 1936. Pero la ms reciente recepcin espaola ha dado otra vuelta de tuerca y ahora resultaque, en vez de empearse en no aceptar su nazismo, mejor se consigue hermenuticamente y para seguirfomentando desde la izquierda antiyankee un glorioso Heidegger antisistema (muy til, por cierto, paraalgn que otro Instituto de Humanidades), mejor considerar pero que muy afortunada la vieja idea deLothar-Kelke segn la cual debemos aceptar reflexivamente, positivamente, la relacin de Heidegger conel nazismo en tanto que este movimiento encerraba una buena crtica a lo que hoy denominamosglobalizacin. La crtica del Rector a la tcnica planetaria -acuada desde 1933: La amenaza que pesasobre la ciencia- es lo que une su pensamiento con el Hitler salvador de los pueblos originarios frente ala amenaza rusa y gringa, metafsicamente lo mismo. Eje diablico que destruye a los pueblos naturalesen beneficio de la Bolsa Internacional y la ciencia y tcnica modernas como sus fundamentos. Gracias aesto el profesor Arturo Leyte quiso arriesgar lo siguiente. Resulta, despus de todo, que le debemos darlas gracias a Heidegger por haber sido el nico, y a esa distancia!, de poner la Sorge al servicio de nuestroecosistema y defenderlo del nihilismo de la globalizacin tcnico-planetaria del Imperio USA, culpablede todo, especialmente de que Alemania perdiera la guerra por el ser. Es ms: se le debe a Heidegger noslo una estatua por su autntico humanismo, sino el reconocimiento de ser el autor de la verdaderarevisin crtica y salvadora del destino de la plis y de la autntica democracia porque al pensar el serpens en las diferencias; gracias a lo cual de una democracia de espacio vaco podemos estar en elcamino de la democracia de las diferencias dejando atrs esta democracia flaca de Ser pero gorda deconcurrencia universal que nos idiotiza en tanto verdad-y-arte-de-la-industria. Con el debido respetohacia nuestro colega, esta lectura, con todo lo que ya se sabe sobre Heidegger y el nazismo, parecerapattica si no fuera ridcula. Arturo Leyte: Heidegger. Madrid. Alianza. 2005. Eplogo: Heidegger y lapoltica. Esta forma de interpretar a Heidegger diferenciando su compromiso nazi, que no hay que teneren cuenta a la hora de hacer ontologa y poltica del Ser, tuvo en la desafortunada carta del profesor FlixDuque contra el gacetillero Vargas Llosa -El Pas, 12 de septiembre de 1993-, un ejemplo de lo que tanacertadamente Richard Wolin denomina la izquierda acadmica postmoderna. Richard Wolin: TheSeduction of Unreason: The Intellectual Romances whitz Fascism from Nietzsche to Postmodernism.Princenton. Princenton University Press, 2004. Esta autodenominada progresa es postmoderna por surelativismo moral: hay que pensar la relacin de Heidegger con el nazismo pero no desde el dolor humanoo el Holocausto judo, sino como si hubiera algo en el pensamiento en s mismo que, al margen decuestiones sociales, lo hiciera apetecible epistmicamente. Lo que importa no es la justicia, el sufrimiento,el asesinato en masa, la depuracin tnica; no, lo que importa es el Ser. Por esta razn (que no deja deser poltica) pueden separar la biografa nazi de Heidegger de la Werke u Obra del ontlogo Heidegger.Pero si esto es as, entonces tenemos que concluir con el propio Heidegger que debemos salvar esadiferencia moral porque en el nazismo hay algo importante que rescatar. Como si con los terroristas sepudiera, o hubiera algo, que dialogar. Por eso declaro, desde Espaa, con Richard Rorty que No hay nadaen lo que podamos sentirnos unidos a los nazis porque, y como ha escrito muy oportunamente Witold P.Wolny, hay algo en el ser humano que salva su moral relativa del relativismo: es lo que Rorty llama lahabilidad de simpatizar con el dolor del otro, un imperativo que crea obligaciones sobre otras personas(dar de comer al hambriento, destronar a los tiranos. Richard Rorty: Philosophy and Social Hope.London. Penguin Books, 1999, p. 14 y 15. Citado por Witold P. Wolny en Cosmovisin Postmoderna y

    haber separacin entre ciudadana y filosofa del ciudadano4- Heideg

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    Biorreligiosidad. Tesis Doctoral. Universidad de Sevilla, junio, 2007, p. 135 y 138. Todava en Espaa laizquierda postmoderna del PSOE cree que se puede dialogar con la ETA y que el apoyo al Pacto sobdela paz, en el marco de la Alianza de Civilizaciones, de gente de bien como Josu Ternera, Otegui y DeJuana, es un claro indicio (seguimos filosofando nosotros) de que una cosa es el tiro en la nuca y otra, peroque muy distinta, la rica fuente de ideas que estos asesinos pueden aportaernos para que dejen dematarnos a los que no pensamos como ellos. Ser fascinante que alguien tomara en serio esta macabrabroma para investigar por qu en ciertos crculos nacionalistas vascos cae tan bien la ontologahermenutica de Heidegger.

    5 Enmanuel Faye: Heidegger: lintroduction du nazisme dans la philosophie. Autour des sminaieresindits de 1933-1935, pp. 113-117. Traduccin del francs al espaol nuestra.

    ger quiso salir en defensa ante los mdicos que le escuchaban de lo que parael nazismo era sano y enfermo. Esta disertacin confirma tanto la puestaen prctica del gestarse de la ciencia mdica alemana (un ntido y emble-mtico ejemplo del giro hacia la finitud que deba tomar la ciencia en tantoesencia o verdad del Volk, puesta en prctica de lo que se anunciaba en elDiscurso de Rectorado) como el conocimiento por parte de Heidegger delcaptulo XI de la primera parte de Mi Lucha -Nacionalismo y Raza- cap-tulo de donde se saca, precisamente, el fundamento poltico y cultural delcontenido de la Higiene racial, asignatura obligatoria que se impone conlos nazis en la Universidad alemana. En el texto que aqu traducimospodemos ver que la diferencia entre sano y enfermo ya no est determi-nada en funcin del ser humano, sino en funcin (protoestructura tempo-ral, aadimos nosotros desde Kant y el problema de la metafsica) de supertenencia o no a tal pueblo. Heidegger -la voz...- deca lo siguiente anteaquellos futuros mdicos:

    Pues bien, lo que es decisivo y extraordinario, lo que es la esencia de lasalud de ninguna forma puede ser determinada de la misma manera entodos los tiempos y para cualquier pueblo.

    (...) Para los griegos, por ejemplo, sano no significa otra cosa queestar preparado y fuerte para actuar en el Estado. Para los que nocumplan con las condiciones de esta forma de comportamiento, elmdico no estaba autorizado para estar en su cabecera, tampoco en casode enfermedad.

    (...) Para lo que es sano y para lo que es enfermo, un pueblo y unapoca se dan a s mismos la ley en funcin de la grandeza interior y dela duracin de su existencia.

    El pueblo alemn est ahora en trance de reencontrar su esenciapropia y de restituir la dignidad de su gran destino. Adolf Hitler, nues-tro gran Fhrer y canciller, ha creado a travs de la revolucin nacional-socialista un Estado nuevo por el que el pueblo debe nuevamente asegu-rarse de una duracin y de una constancia de su historia. (...).

    Para todo pueblo, el primer garante de su autenticidad y de sugrandeza est en su sangre, su suelo y su crecimiento corporal. Si lpierde este bien o deja que se vaya debilitando, todo esfuerzo de lapoltica estatal, todo conocimiento econmico y tcnico, toda accinespiritual acabarn en nada y sin futuro.

    (GA, 16, 150-152)5.

    Recordemos la fecha, finales de agosto de 1933. La Ley que haba echadofuera de la administracin a los no-arios ya haba sido puesta en prctica;el caso de su maestro Husserl slo es el ejemplo ms doloroso. Pero un pocoms tarde, continua Faye, Heidegger no se encontraba lo suficientementesatisfecho con su aportacin filosfica como fiador en la eugenesia de la

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    6 E. Faye: oc, p. 115-116.7 Jacobo Muoz... [F*].8 E. Faye: oc, nota n 38, p. 116.9 Es mejor precisar: Eugen Fischer diriga el Instituto en donde se form Mengele; mientras que

    Heidegger aprovech su amistad con Fischer para eludir en 1944 la llamada a los reservistas de su edadal servicio de la defensa del Volksturm. Faye, oc, p. 116. Y no es razonable pensar que Heidegger, conestas amistades, tena que saber qu estaba ocurriendo en Auschwitz?

    10 M. Heidegger: Lgica (semestre verano 1934) en el legado de Helen Wriss, p. 20-21.11 Cursivas en el original alemn. Le agradezco a mi colega, y amigo, Toms Polln este hallazgo que

    me regal.12 K. Lwith: Mi vida en Alemania. Un testimonio, p.

    medicina nazi; por lo que, como rector, l mismo obrara polticamenteexigiendo para la Universidad de Friburgo la dotacin de una plaza corres-pondiente6. El 13 de abril de 1934, oficio n 3079, y pocos das antes de sudimisin como rector7, escribe muy seriamente al ministro de Karlsruhe ministro de Kultus, Unterrichts und der Justiz- para exigir la creacin deuna plaza de profesor ordinario de doctrina racial y de biologa heredita-ria. El texto ntegro puede verse en GA, 16, 269. En esta carta Heideggerrecuerda que el encargado del curso Higiene racial, el profesor AlfredNissle, haba sido destituido en 1933 y que llevaba pidiendo esa plaza desdehaca varios meses. El inters de Heidegger tena nombre propio, puespersonalmente se haba interesado de forma perseverante por el consejerode medicina Pakheimer, jefe de distrito de la asociacin de mdicos nacio-nalsocialistas y que, con los billetes de tren pagados, haba aceptado venira Friburgo para ensear la visin del mundo nacionalsocialista y el pensa-miento de la raza8. En la contestacin a la carta de Heidegger, ser HeinzRiedel, miembro del NSDAP, antiguo director de la Oficina de la Raza de laSS de Friburgo y protegido de Eugen Fischer quien ser nombrado profesorordinario. No est de ms, como ha hecho Faye, sealar que Fischer esquien en la foto de Leipzig -portada del libro de Faras Heidegger y elnazismo- aparece junto a Heidegger y con el que tendr una buena relacindurante y despus de la guerra. Otro intelectual de la rbita de la medicinaracial y tambin apadrinado por Fischer fue Mengele, s, el tristementefamoso mdico de Auschwitz9.

    En el semestre de verano de 1934 Heidegger utiliza el trmino saluddel pueblo (Volkgesundheit) dentro de un ejemplo pedaggico muy sealadoen la poca: Pongamos ejemplos: canciones populares censo del pueblo(del que algo diremos ms adelante) salud del pueblo. El movimientovlkische quiere reconquistar la pureza racial de las estirpes10.

    A estos datos del propio pensamiento de Heidegger hay que aadir otrosdatos colaterales, pero realmente relevantes, como es la relacin que sepudo establecer entre la filosofa existenciaria de Ser y tiempo y la filosofade las prcticas mdicas nazis. En efecto, en el artculo de K. H. Roth titula-do Psychosomatic Medizin und Euthanasie: Der Fall Vctor von Weizs-cker, publicado en Zeitschrift fr Sozialgeschichte der 20. un 21. Jahrhun-derts, 1, 65, 1986, pp. 237-8, se informa de que el profesor von Weizscker,con ocasin de la publicacin de su Enthaucie und Menschenrersunche,declar en Heidelberg en 1947que su prctica mdica haba sido profunda-mente influida por los anlisis que Heidegger hizo en Sein und Zeit sobre laSorge y la Frsorge11. Esto concuerda con la lgica interna mediante la queel propio Heidegger haba explicado a Karl Lwith en Roma y en 1936 suafiliacin al NSDAP: el por qu de su acercamiento al nazismo haba quebuscarlo en Ser y tiempo.12

    2) Heidegger veta a los colegas judos en la carta del 13 de diciembre de

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    13 M. Heidegger: El estudiante alemn como trabajador. Prlogo, traduccin y notas de Julio Quesada.Er. Revista de filosofa. N 29. III/2000. Sevilla, 2000.

    14 A. Hitler: Mi lucha, II Parte, cap. 11, p. 162. Itlicas nuestras. Con Hitler volvemos a Carl Schmitty a la cita de Habermas con la que habamos comenzado este trabajo. Ahora podemos ver con msperspectiva que la lucha por el ser tena que ver con la inconmensurabilidad de las especies, con laautoafirmacin del pueblo alemn frente a los Derechos Universales del hombre.

    1933 que, como Rector, manda al Decano para pedirle a los docentes de laUniversidad de Friburgo dinero para una suscripcin de la publicacin delos trabajos conmemorando la manifestacin de la ciencia alemana del 11de noviembre de ese mismo ao celebrado, como habamos comentado antes,en la ciudad de Leipzig. Ah Heidegger no slo adopta la terminologaantisemita vlkisch de los tiempos sombros, sino que vuelve a poner demanifiesto su profunda afinidad antisemita con el Fhrungprinzip -elmismo principio que haba desterrado a su maestro Husserl de la Universi-dad como al resto de los docentes y administradores judos- mediante unaobservacin muy relevante: abstenerse los no arios . Documento que llevael nmero oficial de entrada 12.333 (GA, 16, 216-217).

    3) Un ejemplo de cmo el tiempo originario en tanto protoestructuradel Dasein se convierte, a travs del problema ontolgico de la historia entanto constitucin fundamental de la historicidad, en el guardin de laesencialidad del ser cuya unidad tiene el carcter de lo previo o lapresencia permanente de la raza, es decir, de la Sorge de la raza comoautntico destino del Volk alemn en calidad de nico pueblo espiritual deOccidente, guardin, pues, de la cultura superior, un ejemplo de esto sepatentiza en la alocucin del 22 de enero de 1934, en donde Heideggerafirmaba lo siguiente:

    No existe ms que un solo Estado de vida alemn. Este es el Estadodel trabajo enraizado en el fundamento portador del pueblo y libremen-te ordenado en la voluntad histrica del Estado, pues la huella estpreformada en el movimiento del partido nacionalsocialista de lostrabajadores alemanes. (GA, 16, 309. Traduccin nuestra).

    Se trata del Estado Total de Jnger, cuyo El Trabajador. Figura ydominio haba servido de base ms refinada -pero junto a Mein Kampf- parael ensayo filosfico-poltico de Heidegger El estudiante alemn como traba-jador13, cuyo concepto de libertad se fundamenta en la adhesin sin fisu-ras al bloque. La libertad es el trabajo. Libertad del trabajo ser la nuevaconcepcin aria de la libertad y de la cultura; una libertad nada moderna,ni ilustrada, ni democrtica o liberal porque para nada cuenta el sujeto o elindividuo o yo, sino la comunidad de pertenencia, y un concepto o teora dela cultura racista y en permanente lucha por su ser o raza contra la moder-nidad, identificada con los judos, de la ciencia y tcnica poltica al serviciodel egosmo individual internacionalizado que slo busca en su expansin -ora liberal, ya marxista- la desaparicin del ser, la desaparicin, escribaAdolf Hitler, de la circunscripcin territorial determinada de un Estado(que) supone en todo caso una concepcin idealista de la raza que lo consti-tuye y, ante todo, supone tener una nocin cabal del concepto trabajo14.Este nuevo concepto del trabajo se opone tanto a la concepcindemocrtico-liberal del trabajo como a la concepcin marxista del mismo. Niuna ni otra imagen del mundo se hace cargo de lo fundamental que estabaen peligro: el cuidado de la raza. Por esta razn el pueblo del trabajo nazi

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    15 En 1792 Humboldt haba publicado Los lmites de la accin del Estado. Para hacernos una idea delalcance poltico de la crtica de Heidegger recuperamos estos dos pasajes, que leemos de atrs haciadelante. Pretender privar a la educacin pblica de que favorezca positivamente de tal o cual modo laformacin o pretender obligarla a que favorezca exclusivamente el propio desenvolvimiento de las fuerzasdel hombre es pretender algo irrealizable, pues lo que tiene una unidad de organizacin produce siempreuna cierta uniformidad en sus efectos y, en estas condiciones, no se ve qu utilidad pudiera reportar unaeducacin pblica. (...) Y, sin embargo, a la vista de todo Estado nuevo a m me parece que debierantenerse presentes siempre dos puntos, ninguno de los cules puede pasarse por alto, a mi juicio, sin granquebranto: uno es el de determinar la parte de la nacin llamada a mandar y la llamada a obedecer, ascomo todo lo que forma parte de la verdadera organizacin del gobierno; otro, el determinar los objetivosa que el gobierno, una vez instituido, debe extender, y al mismo tiempo circunscribir, sus actividades.Esto ltimo, que en rigor invade la vida privada de los ciudadanos y determina la medida en que stospueden actuar libremente y sin trabas, constituye, en realidad, el verdadero fin ltimo, pues lo primerono es ms que el medio necesario para alcanzar este fin. Estudio preliminar, traduccin y notas deJoaqun Abelln. Tecnos/Clsicos del pensamiento, n 53. Madrid, 2002, pp. 65 y 4 .

    coincide, en sus lineamientos geopolticos ms importantes, con el pueblometafsico, el pueblo espiritual, en fin, el pueblo histrico de Heideggerque entendi la revolucin antimoderna del movimiento nacionalsocialistaal hacer depender la Sorge, el cuidado de la raza, de este nuevo concepto deltrabajo puramente ario, puramente alemn. Y era por esta razn por loque el nuevo estudiante alemn era esencialmente un trabajador alservicio del III Reich. Pero dejemos que el propio Heidegger nos ilumine.

    Estudiantes y profesores alemanes!Queridos invitados!La matriculacin es la inscripcin de los estudiantes en el seno de

    la comunidad docente de la Universidad. El estudiante se vuelve assujeto de derecho en el seno de la Universidad. l adquiere derechos,entre otros, los siguientes: despus de haber pagado las tasas de ins-cripcin prescritas, de asistir a clases, de utilizar los institutos y lasclnicas de investigacin. l adquiere igualmente obligaciones: no slola de inscribirse, como mnimo, en algunos cursos, sino la de asistir aellos; la de vivir en la localidad universitaria; la de observar el regla-mento interno, etctera.

    Tanto los derechos y obligaciones de los estudiantes, as como elcarcter de unidad de la existencia estudiantil, tienen su origen en laforma en que la Universidad se fija sus propias metas, y de su rendi-miento informa al Estado. La tarea de la Universidad pasa por ser laenseanza cientfica, fundada sobre la investigacin cientfica, y puestaal servicio de la formacin cientfica en vista de los oficios liberales,oficios "superiores" que estn en relacin con el Estado. La relacin dela Escuela Superior con el Estado est definida por su carcter propio deinstitucin pblica. La interpretacin, todava muy extendida, delinforme de la Escuela Superior al Estado es la de Guillermo de Hum-boldt, quien la ha formulado cannicamente. Con motivo del trabajo alque l se entrega para fundar la Universidad de Berln -la Universidadmodelo para todo el siglo XIX- Guillermo de Humboldt, en calidad dejefe de instruccin pblica en Prusia, escribe un memorndum Sobre laorganizacin interna y externa de las instituciones cientficas en Berln(1810). Ah se puede leer: "El Estado no debe nunca perder de vista quel es una fuente de obstculos desde que se inmiscuye (en los asuntosuniversitarios), y que estos asuntos iran en si mismos infinitamentemejor sin l...15

    Pero, por otra parte, siempre segn Humboldt, el Estado tiene laobligacin de "procurar todos los medios para las instituciones acadmi-

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    16 Aber wie nun! Wenn der Staat in der vlligen Unwlzung begriffen ist? Wie nun! Wen dieWissenschaft sich von Grund aus wandelt? Und wie! Wen beides geschieht aus der Unaufhaltsamkeit desAndrangs einer neuen deutschen Wirklichkeit? Dann wird ja auch das Sein des deutschen Studenten einanderes. Das ndert auch die Immatrikulation ihren Sinn. Dieser Akt gerade -wenn anders wir ihnwissentliche vollziehen- zwingt uns vor die Frage: Wer ist das der Student in der neuen deutschenWirklichkeit? Gesamtausgabe, 16, p. 199. Debemos llamar la atencin sobre algo muy importante. Estequin es el estudiante alemn debe entenderse como una consecuencia de su premisa existencialontolgica: no qu es el Hombre, sino quin es el hombre que, a su vez, slo cabe contestarla, comoveremos en la Segunda Parte, desde la decisin del quines somos nosotros, es decir, qu es el Ser?o Por qu es el ente en cuanto ente y no ms bien la nada?.

    17 Se trata de la batalla de Langemarck del 10 de noviembre de 1914 en Blgica, al nordeste de Ypres.Aqu tuvo lugar una lucha encarnizada y el ejrcito alemn prob, por primera vez, el gas clorina; unos2.000 soldados canadienses murieron a consecuencia de ello .La aldea fue tomada por los aliados enagosto de 1917.Ahora bien, lo que Heidegger remarca como espriru de Langemarck es que losestudiantes voluntarios que formaban parte de la infantera alemana se lanzaron contra los expertosbritnicos. A su vez, cuenta la leyenda que mientras caan cantaban la primera estrofa -Deutschland,Deutschland, uber alles- de lo que posteriormente sera el himno nacional alemn. 3.000 soldadosestudiantes se encuentran enterrados en el cementario Ypres. La alusin por parte de Heidegger aLangemarck tena, pues, en 1933 unas claras y enfervorecidas notas tan imperialistas comoirresponsables; mxime cuando l mismo, la Segunda Guerra Mundial ya avanzada, se neg a dar un pasoal frente..

    cas". Es, entonces, a partir de los mbitos, como lo son la ciencia y el

    Estado, la forma en que se determina la esencia del estudiante alemn.Y la matriculacin, en cuanto tal, recibe de ah su sentido y carcter.

    Pero qu es, entonces, de l si nuestro Estado est inmerso dentrode un trastorno completo?! Qu es de l si la ciencia se modifica total-mente?! Y si estos dos procesos tienen lugar porque la nueva realidadalemana viene a nosotros con un irresistible impulso?! En ese caso, elser del estudiante alemn se transforma en otro. Y, entonces, la matri-culacin cambia igualmente de sentido.

    Por lo tanto, este acto mismo, -si es que lo realizamos a conciencia-nos impele a esta pregunta: quin es, pues, el estudiante de la nuevarealidad alemana?16

    Esta pregunta es tan esencial para nosotros que el desarrollarla nopuede por menos que dar lugar a una celebracin. La pregunta hace daral estudiante alemn un primer paso hacia un nuevo sacrificio, aunqueno violento, de manera que en el futuro colocaremos esta fiesta en larealidad y bajo el smbolo de Langemarck17.

    Qu es, pues, el nuevo estudiante alemn? Un "sujeto de derechosen el seno de la Universidad"?. Por supuesto que no. Pues el estudiantealemn pasa ahora por el servicio del trabajo; se pone al lado de la SA;es asiduo a las salidas sobre el terreno. Ciertamente, eso es algo nuevo.Y no deja de ser aprobado ampliamente, sobre todo tenindose en cuen-ta que, a pesar de todo, el estudiante no olvida "sus estudios". Estudios,por otra parte, que se llamarn en lo sucesivo "servicio del saber". En unfuturo prximo, l procurar que todos esos servicios concuerden.

    El nuevo estudiante contesta a todo aquello: No!, esta no es nuestrarealidad sino solamente la antigua, un poco completada y retocada,recubierta de pintura fresca, la antigua realidad que da a da va per-diendo cada vez ms su consistencia.

    Debido a que los elementos que describen la situacin son fragmen-tarios, es absolutamente imposible aprender a explicar quienes somosnosotros. El nuevo estudiante no se encuentra simplemente de repenteah delante. l no ha hecho ms que comenzar su marcha de aproxima-cin. En tanto que nuevo, no est hecho an del todo y, por lo tanto, notiene ninguna razn para darse por lo que no es. Grave error! El nuevo

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    estudiante es -y esta marcha de aproximacin, que siempre va pordelante, da al ser de este estudiante su luz. Este ser no emerge decualquier sitio, arbitrariamente y de golpe. l aparece bajo la autoridadde la nueva realidad alemana.

    Slo cuando nosotros aprendamos, cuando comencemos a compren-der lo que acontece (geschieht) en esta realidad, slo entonces seremosllevados a saber quin es el nuevo estudiante alemn.

    Qu es lo que acontece? Los Alemanes devienen un pueblo histrico(Die Deustchen werden ein geschichtliches Volk). Quiere esto decir queellos no tenan ya una larga historia llena de acontecimientos? Porsupuesto -pero tener Historia (Geschichte) no significa aun ser histri-co (geschichtlich sein); pues ser histrico quiere decir: saber comopueblo ( als Volk wissen) que la historia no es lo que ya ha pasado, y anmenos lo que est, aparece, como presente; por el contrario, es empren-der y soportar, de forma que el tiempo presente sea tomado desde elprincipio a partir de un futuro que no deja de estar en todo el impulso desu venida. El futuro de un pueblo no consiste de ningn modo en lo queno es todava. l no es sino como lo que ha llegado a ser. l est encamino. Viniendo de esta manera es como l est, aqu, en el corazn dela decisin sabedora por la cual el pueblo se lo recuerda a s mismo, y deeste modo se conduce extticamente desde el seno del impulso, graciasa lo que el destino se encamina hacia l.

    Ser histrico quiere decir: saber emprender a partir de una antici-pacin que se lanza al corazn de lo que viene, y proceder de maneraque, dentro de lo que ha acontecido, se libere la fuerza que persiste ennosotros como obligacin, y que sea salvaguardada la grandeza anllena de transformaciones. Pues ese saber llega a su realizacin almismo tiempo que un pueblo encuentra la forma de su Estado; estesaber es el Estado. Este ltimo es -despertar al mismo tiempo quealianza- la articulacin en el seno de la cual el pueblo que ah se disponese ve expuesto a todas las grandes potencias que sealan el ser de loshombres. El Estado es, l deviene, en la medida en que proyecta estaspotencias en la existencia del pueblo y ah las impone.

    As, por ejemplo, la naturaleza se manifiesta como espacio de unpueblo, como paisaje y patria, como fundamento y suelo. La naturalezase libera en tanto que poder y ley de esta transmisin velada de laherencia de las disposiciones y tendencias instintivas esenciales. Lanaturaleza se convierte en regla normativa en tanto que salud. Cuantoms libremente reina la naturaleza, tanto ms es posible poner a suservicio, de la forma ms grandiosa y ms capaz, el poder formativo decrear formas de la autntica tcnica. Es por su relacin profunda con lanaturaleza, inclinada por ella, influenciada y limitada por ella, como serealiza la historia de un pueblo. Esta es la lucha que consiste en trazarel camino en su esencia propia, y como se garantiza la duracin que elpueblo quiere darse a s mismo a travs del crecimiento de su constitu-cin estatal. En la lucha, consistente en representarse la posibilidad desu grandeza y de su destino como verdad esencial, [el pueblo] se presen-ta adecuadamente en el arte. ste slo se alcanza con el gran estilo,impreso en la huella de su esencia de la existencia del pueblo.

    Qu est ocurriendo, entonces, para que el pueblo se haga Estado?Estos poderes, la naturaleza, la historia, el arte, la tcnica, el Estadomismo, han sido impuestos, y por esta imposicin estn confinados ensus lmites. Y es as como ha llegado a revelarse eso mismo que hace a

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    un pueblo seguro de s mismo, radiante y fuerte. Ahora bien, el carcterrevelado de estos poderes no es otra cosa que la esencia de la verdad(Die Offenbarkeit dieser Mchte aber ist das Wesen der Wahrheit).

    Imponindose estos poderes es como el Estado, que se est hacien-do, devuelve al pueblo a los lmites de su verdad real. Es desde estaverdad como se eleva la autntica posibilidad de saber, el deber de sabery la voluntad de saber. Saber, sin embargo, quiere decir: dominar en laclaridad de la esencia de las cosas, y por la fuerza de este poder estarresuelto para la accin (Wissen aber heisst: des Wesens der Dinge inKlarheit mchting und kraft dieser Macht zur Tat entschlossen sein).

    En cuanto a la exigencia de este modo de saber, resulta, mientrastanto, que los grandes poderes del ser de los hombres ya se estn impo-niendo, que ella misma se transforma en el poder dentro del Estado.Esta exigencia del saber es la que nos impone la medida para todo loque es digno de ser sabido y para lo que no lo es. Lo que es digno de sersabido traza los lmites, en cuyo seno el cuestionamiento autnticopuede encontrar sus razones ltimas y dar prueba de sus aptitudes.

    En cualquier caso, la ciencia no puede engendrar desde ella mismaeste saber originario que nicamente los poderes de la existencia delpueblo llevan en su seno. La ciencia slo puede llevar este saber a supleno desarrollo; ella lo fortalece y prepara su realizacin en la supre-maca de un concepto que est a su altura.

    Presupuesto de toda ciencia es, entonces, que est en guardia y quese haya impuesto el poder de una verdadera exigencia del saber. El queesta exigencia se imponga y, por lo tanto, que dicho presupuesto se hagaefectivo, es lo que acontece en cuanto nuestro Estado llega a ser.

    Cmo y donde se realiza el Estado? Segn toda evidencia nica-mente all en donde el pueblo original (Volk unverbraucht), no desgasta-do, llegue a hundirse hasta las races de su existencia, all donde, audaz-mente, l va siempre hacia s mismo -con la juventud alemana. Ella notiene ninguna eleccin. Es necesario que ella haga lo que tiene quehacer. Sabe -en su forma de saber- que est comprometida con la metade este objetivo: imponer la nueva exigencia del saber en el devenir delEstado.

    Comprometerse abiertamente en la tarea de este fin: esto es lo quepara nosotros significa ser un estudiante alemn.

    Quin es, pues, el nuevo estudiante? Un sujeto de derechos en elseno de la Universidad? Nosotros, ya no tenemos el nimo de pronun-ciar tal frmula.

    Pero, cmo el estudiante puede encargarse de una tarea que toda-va est lejos de ser obvia, la de imponer la nueva exigencia del saber?No tiene primero que aprender? Cundo dejaremos, entonces, detomar a la juventud demasiado en serio y de atribuirle una importanciaexcesiva? Conocemos bien la realidad de las cosas. De toda la vida se hacriticado que los estudiantes no estaban pulidos; ahora se les acusa deser simplemente primitivos.

    En efecto! Tienen ese lado primitivo -y es una suerte! Porque serprimitivo no significa solamente: disponer de una cantidad notable-mente ms pequea de conocimientos que los doctos, y saber utilizarmucho peor los mtodos que stos ltimos manejan con la habilidad queconfiere un largo hbito. Ser primitivo, no quiere decir ms bien:quedarse all en donde lo que est en cuestin se encuentra en su ori-gen, estar al lado de lo que es primero y elemental, ser llevado por su

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    18 Wie hlst Du es mit der Natur, wo und wie bricht in Deinem forschenden Tun die Macht der Naturuns entgegen?. Oc, 203. Heidegger toma como refrencia de estas preguntas la figura del Poeta en elPreludio en el teatro del Fausto de Goethe: Anda a buscarte otro criado. No faltaba ms que, porcomplacerte a ti, el poeta olvidara ampliamente el ms sublime derecho, el derecho humano que leconcedi la Naturaleza! Cmo mueve todos los corazones? Por qu medios domina todos los elementos?No es por la armona que brota de su pecho y reconstruye el universo en su corazn? Cuando laNaturaleza, retorcindolo con indiferencia, sujeta al huso el hilo sin fin; cuando la inarmnica multitudde seres deja or una ingrata mescolanza de sonidos, quin divide el curso de esta siempre uniformesucesin, vivificndola para que se mueva de un modo ritmico? Quien llama lo particular a laconsagracin universal, donde vibra en magnficos acordes? Quin hace desatarse furiosa la tormentade las pasiones? Quin hace brillar los arreboles vespertinos en el alma austera? Quin esparce todaslas bellas flores primaverales por las sendas de la mujer amada? Quin teje con insignificantes hojasverdes las honorficas coronas para todo linaje de mritos? Quin sostiene el Olimpo y rene los dioses?El poder del hombre revelado en el Poeta. Johann Wolgang Goethe: Fausto. Traduccin de Jos RoviraltaBorrell. Prlogo y revisin de Francisco Ayala. Alianza Editorial, Madrid, 2006, p. 28.

    fuerza y recibir de ella el impulso? Este estudiante es primitivo, y estaes la razn por la que tiene vocacin de imponer la nueva exigencia delsaber.

    Bien! Admitamos que el nuevo estudiante sea efectivamente pri-mitivo -pero no es menos cierto que l est aqu para estudiar. Dednde vamos a tomar lo que da a esta actividad su determinacin?

    Estudiar consiste en la aplicacin del buen alumno encaminadoa realizar bien los exmenes, sin sorpresas, ajustados de antemano -loque llamamos el trabajo escolar? Se trata de este buen trabajo anodi-no, propio de los que estn dotados aunque, incapaces de liberarse de laestrecha sujecin de los libros, de las argucias y de las discusioneseruditas, nunca llegan a las cosas mismas?

    Estudiar es la actividad de los estudiantes. Efectivamente. Pero loque el estudiante hace se determina a partir de lo que l es. Y l es loque se pone en dificultad para llegar a ser cuando se sabe comprometidobajo la autoridad de la nueva realidad alemana para que se imponga lanueva exigencia del saber.

    Cmo se pone el estudiante al servicio de esta tarea?: Cmo impo-ner la nueva exigencia del saber? l lanza (greift) su ofensiva y nospregunta (fragt): cul es tu actitud ante la naturaleza? Dnde y como,en el seno de las investigaciones que propones, el poder de la naturalezaviene a nuestro encuentro para manifestarse?18 El estudiante lanza suofensiva y nos pregunta: cul es tu opinin sobre la filosofa de Kant?No es cierto que el chino de Knisberg, o su obra, ha ocasionado unaconmocin en la existencia del ser humano? Respecto de este estremeci-miento, an sentimos nosotros el choque?

    El estudiante lanza su ofensiva y nos pregunta: cul es tu posicinen relacin al Estado? Nuestro deber consiste simplemente en apren-dernos todas las opiniones que hasta aqu se ha enseado sobre elEstado? Necesita la realidad de nuestro Estado que sea ocultada porun caamazo de conceptos atrofiados?

    El estudiante lanza su ofensiva y nos pregunta: cul es, ante todo,vuestra relacin con los poderes de vuestras ciencias? No se tratasolamente de sectores de una investigacin especializada extremada-mente puntual, o bien de la capacidad para sintetizar toda la literaturaque concierne a un sujeto? No se trata, por el contrario, de lo quealgunas veces, ustedes mismos, de pasada, como de golpe, aaden paradar a conocer que ella es, a ttulo privado, vuestra visin del mundo, yque de hecho es la fuente informativa de lo esencial que nos coloca bajo

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    su constreimiento y os obliga a decidir? Imperturbable, incansablemente, el estudiante venidero, por la

    agresin en la que consiste este cuestionamiento, mantiene despierta lanueva exigencia del saber: una nueva modalidad de querer-saber sealael horizonte. En ese movimiento agresivo, la voluntad de la juventud seha abierto a los poderes que configuran el Estado.

    En la agresin ella sigue la gua (Fhrung) de su firme voluntad. Enesta camaradera, el individuo ya no se concibe como un individuoaislado -l ha entregado su propia voluntad a los poderes. Y cualquiera,colocado en el lugar donde experimentar esta agresin, es ya solidariode un estudiante de este tipo.

    Es la disposicin a dejarse guiar lo que crea la camaradera y no alrevs. Este tipo de camaradera es lo que educa a los dirigentes anni-mos y sin ttulo, quienes van por delante porque se endurecen muchoms y se sacrifican mucho ms.

    La camaradera marca al individuo con una huella que lo lleva msall de s mismo, y l imprime la marca de un sello propio para todos losjvenes hombres de tropa. Nosotros conocemos la seguridad de losrasgos de sus caras, la severa claridad de su mirada, el carcter decididoen el apretn de manos, la firmeza sin concesiones de su discurso.

    El solitario exaltado tanto como la masa sin orden ni direccin,sern aniquilados por la fuerza del sello de esta cepa de hombres jve-nes. Esta raza de estudiantes no estudia ms, es decir, ya no se quedaah sentado, al abrigo de algn rincn, contentndose con vagas aspira-ciones. Esta nueva raza de los que quieren saber estn continuamenteen camino. El estudiante se ha convertido en un trabajador.

    Pero, bien considerado, no lo ha sido ya desde siempre? Trabajares lo mismo que decir ocuparse y sufrir. Y estudiar, no es fatigarla cabeza? As, la moda actual es hablar de los trabajadores intelectua-les, a los que se les hace alcanzar el rango de los trabajadores manua-les. Trabajador -acaso se trata de aglutinar, como sea, bajo estetrmino unas realidades heterogneas? Y el hecho de estar hablando detrabajadores intelectuales, no es algo meramente circunstancial, unaconcesin que se le hace a los compatriotas que hasta ahora se lessealaba en bloque como los trabajadores, como la capa social msbaja del pueblo? No ser, ms bien, que con la nueva realidad alemanaigualmente, y muy especialmente, tambin ha cambiado la esencia deltrabajo y la del trabajador?

    Indudablemente! El absurdo concepto del trabajo, este concepto queno viene del pueblo y que slo tiene un efecto destructor sobre l, esteconcepto ha recibido un tiro de gracia. El trabajador estaba rebajado,segn tal determinacin, a la categora de simple objeto de explotacin,obligado a constituir la clase de los desheredados, destinada a ser absor-bida por la lucha de clases. Incluso esta otra concepcin del trabajosegn la cual el trabajador slo tiene una realidad econmica en tantoproduccin de bienes y medio para la adquisicin del salario, est endesuso. El trabajo ha dejado de ser un concepto corporativo que permiteoponer los trabajadores a las otras categoras sociales. Menos an setrata de tomar el trabajo culturalmente, bajo el sentido en el que eltrabajador pueda ser visto como un ser humano que an no ha podidodisfrutar de lo que nosotros llamamos los beneficios de una culturasuperior.

    Por qu tenemos razn en rechazar todas esas representaciones?

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    19 Das Wort Arbeit ist zweideutig. Es meint einmal das Arbeiten als Vollzug eines Verhaltens. Esdedeutet sodam das Erarbeitete als Erzeugnis, Ergebnis, Erfolg jenes Vollzugs. Nach dieser weiten undgedoppelten Beduetung ist jedes menschliche Verhalten -sofern es darin um etwas geht- Arbeit undSorge. Oc, 205. Cursivas de Heidegger.

    20 La influencia de Jnger sobre Heidegger es tan grande que, aunque de forma apretada, vamos asealar algunas lneas maestras de El trabajador con la intencin de ofrecer tanto un paisaje de la pocacomo la sintona filosfica que haba entre ambos autores. 1) se anuncia el final de un sistema milenariode relaciones y la destruccin de los "bienes culturales" tal y como los entiende el cristianismo y laburguesa: "libertad" y "autonoma" (p. 189, 191, 197). 2) Esto es necesario porque se impone un "nuevoorden" basado en la "responsabilidad" hacia la "fuerza primordial", tanto "forma" como "esencia", de "laengendradora tierra materna del Estado". Esta responsabilidad es el nuevo "metro de medir" lossacrificios y por eso a Alemania nunca estar falta de "buena tropa". No hay ms espritu profundo queel del soldado que cay en el Somme o Flandes (193). Y lo que importa es ser "cnico, espartano, prusiano,bolchevique", es decir, el modelo Monje-Soldado tal y como se ha dado en el Ejrcito prusiano y en laCompaa de Jess (194). 3) El "rango metafsico" de la jerarqua se identifica con la forma o expresinde su esencia: el Trabajador como "tipo" y "raza", figura de lo alemn desde la esencia de la "fuerzaproductiva"alemana (194). Slo en este sentido el arte juega el papel configurador del mundo de trabajo.4) Para la nivelacin total entre las "fuerzas mecnicas" y las "fuerzas orgnicas" es necesaria "unaslida reserva de analfabetismo" (196); pues la tarea fundamental consiste en la "construccin orgnica"que conlleva el "ocaso", la "disolucin" del individuo y de toda "cultura general" (197-200). 5) "Voluntad"significa "unidad profunda de todas las fuerzas tcnicas, sociales y metafsicas"; esta forzosa "renunciaa la individualidad" es una consecuencia del rango metafsico en donde lo esencial no es la "criaturasingular" sino el "modelado tpico", el "ejemplar" (211 y 216). 6) Se trata de "la modificacin del serhumano" que perseguir (216) tanto a "los conceptos universales" como al "pensamiento abstracto" entanto "traicin a la patria" (217). Revolucin nacionalista del trabajo en donde "democracia" y "trabajo"dejan de significar lo que la debilidad burguesa, debilidad respecto al "instinto del valor" (191), queraimponer como forma de "hundir al Reich" (216). Estos trminos se han transformado "cuando el suelo

    Porque estas no ataen al corazn de lo que es el trabajo sino que, msbien, suscitan determinaciones subordinadas e, incluso, levantan falsifi-caciones que pasan por contenido esencial de ese concepto.

    La palabra trabajo tiene un doble sentido: en principio designa elhecho de trabajar, es decir, el hecho de llevar algo a cabo, de cumplir conun comportamiento; seguidamente designa lo que se obtiene trabajando,el producto, el resultado, el xito que tiene lugar cuando se lleva algohasta su fin. Si se sigue este significado amplio y aumentado, todocomportamiento humano -en la medida en que se ocupa y preocupa decualquier cosa- es tanto trabajo como cuidado19.

    Aunque, bien considerado, lo fundamental de la esencia del trabajono se encuentra ni en la realizacin de una manera de comportarse nien su resultado. Se encuentra en lo que, hacindose, tiene lugar propia-mente ah. Por lo tanto, lo que ah est teniendo lugar propiamente esque el ser humano se coloca, en tanto que ser del trabajo, en el corazndel debate con la realidad entera. En este debate, en el que el ser huma-no se expone, tiene lugar, en lo concerniente a los poderes configurado-res del mundo, que han sido mencionados anteriormente, poderes queestn alcanzando su mximo poder, que acaban, por tanto, por imponer-se pero que al mismo tiempo sufren una reorganizacin y afortunada-mente acaban siendo dominados.

    La esencia del trabajo, as entendida, es lo que, a partir de ahora, dala forma determinada al fundamento de la existencia de los hombres.Nuestra existencia est a punto de desplazar su centro de gravedadhacia otro modo de ser del que, desde hace algn tiempo, ya se ha desve-lado el carcter bajo el nombre de cuidado (Sorge). Lo que los filsofosde oficio se han apresurado a recusar unnimemente. Ernst Jnger, encambio, partiendo de una comprensin inventiva y fecunda del pensa-miento de Nietzsche, y apoyndose en la experiencia del material quehizo por s mismo durante la Guerra Mundial, ha podido presagiar elmodo de ser del hombre del siglo prximo mediante la figura nica deltrabajador20.

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    materno del pueblo aparece como el portador de una raza" (275). 7) Esta revolucin no slo modifica alser humano sino al tiempo: "hemos de percatarnos de que, en aquellos puntos donde somos fuertes,estamos necesitados no tanto de una crtica a nuestro tiempo cuanto de una crtica a los tiempos, de unaordenacin distanciada y rigurosa del trasfondo histrico" (195). Ordenacin que tanto se asemeja a laordenacin de Heidegger de toda la Historia del Pensamiento. 8) "Conclusin": No sin profunda emocinpuede contemplarse al ser humano, contemplar cmo est ocupado, en medio de unas zonas caticas, entemplar las armas y los corazones y ver cmo sabe renunciar al expediente de la felicidad" (275). La"figura nica" del Trabajador significa "participacin y servicio" en la "planificacin y movilizacin total"de la vida como "energa", como "potencia de la vida" y como "totalidad" (207). Tan slo hay otra imagende esa figura nica en la que Alemania va a transformarse y, con ella, todo el planeta: "La imagen quehoy hemos de hacernos del Estado no se asemeja a un vapor de pasajeros o a un buque mercante; separece, antes bien, a un navo de guerra en el cual rigen una simplicidad y economa supremas y todoslos movimientos se efectan con una seguridad instintiva" (192).

    21 M. Heidegger: Gesamtausgabe, 16, p. 205-206.

    El trabajo transforma al pueblo y lo pone en el campo de accin detodas las fuerzas esenciales del ser. El resultado armnico de la existen-cia entendida nacionalmente, es decir, lo que se configura dentro deltrabajo y como trabajo, no es otra cosa sino el propio Estado. El Estadodel nacionalsocialismo es el Estado del trabajo. (Die Arbeit versetzt undfgt das Volk in das Wirkungsfeld aller wesentlichen Mchte des Seins.Das in der Arbeit und als Arbeit sich gestaltende Gefge des vlkischenDaseins ist der Staat. Der nationalsozialistische Staat ist der Arbeits-staat).21

    El nuevo estudiante se sabe expuesto para que se imponga la exi-gencia del saber referida al pueblo; esta es la razn por la que l es untrabajador. El estudiante de antes es nicamente trabajador porqueestudia y lo realiza. El nuevo estudiante estudia porque l es untrabajador. Estar estudiando significa ahora: desarrollar la voluntadde querer ser sabio con el fin de afirmar y reforzar el saber gracias a loque nuestro pueblo llegar a ser algn da un pueblo histrico.

    El nuevo estudiante es un trabajador. Pero en dnde vamos aencontrar a ese estudiante? Puede que haya media docena en cadaUniversidad; puede que an sean menos -en cualquier caso, ni siquieralos siete con los que el Fhrer puso manos a la obra, el Fhrer que hoyda ya est mucho ms all de este ao 1933, mucho ms all de todosnosotros, porque gracias a l los Estados del mundo se han puesto denuevo en movimiento.

    Que sea solamente en diez aos, o en una generacin, el caso es queesta nuevo tipo de estudiante alemn ser hecho maestro de la EscuelaSuperior. Pues, al mismo tiempo, habr tomado el relevo y avanzado enlos rangos de este frente del trabajo que es el nuevo cuerpo de docentes.

    Mientras tanto, nosotros volvemos a tomar conciencia: el peligro(Gefahr) que amenaza a la Universidad alemana, lo que no significa quevenga a derrumbarse el nivel que hasta aqu ha tenido la ciencia, o quese abisme en lo que podemos imaginar como una barbarie. El peligroreside en que, consciente o inconscientemente, nosotros bamos a servirde obstculo frente a lo que se impone como nueva exigencia del saber.

    No lo que hoy tenemos a la vista, objeto de todas las pruebas posi-bles, sino la dimensin de las tareas an no resueltas y la dificultad delas preguntas an insuficientemente desarrolladas, es lo que da elpatrn con el que medir si la existencia de los estudiantes (studentis-chen Daseins) venideros es de buena ley y da la talla.

    Nosotros, profesores, nos quedamos a la altura de esta existencia(Dasein) en tanto sabemos qu quiere decir preguntar: para nosotros,preguntar no consiste en el juego gratuito de la curiosidad (Neugier).

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    22 El examen para un estudiante nazi est en el origen y en su procedencia: quin esautnticamente alemn? -he ah el principio del fin.

    23 Schlageter haba abandonado los estudios para combatir en la guerra del 14. Tras la derrota se unia los grupos armados de la resistencia contra la ocupacin francesa de .los territorios del Rin. Despusde un atentado contra el ferrocarril, fue hecho prisionero, juzgado y fusilado en Dsseldorf el 26 de mayode 1923. Su cadver fue robado por Vktor Lutze, Staasschef de las SA, quien junto con Goebbels, Gring,Himmler y Darr fue uno de los primeros compaeros de Hitler. El culto de Schlageter se convirti enclave para la agitacin y propaganda de la extrema derecha y los estudiantes nazis. Cada ao secelebraba un homenaje en su tierra natal, pero en 1933 se le hizo un homenaje por todo el Reich encalidad de "el primer soldado nacionalsocialista alemn". Vctor Faras: Heidegger y el nazismo, p. 146-7.Respecto del Discurso pronunciado por Heidegger en memoria de Schlageter, tanto Faras como Safranskicoinciden en afirmar que con la muerte de este hroe Heidegger consigue transformar la "muerte propia","ser irreductible" e "imposiblede fundar", tal y como apareca en Ser y tiempo, en la muerte modlica parael III Reich. Se trata, pues, en palabras de Safranski, de otro claro ejemplo de la utilizacin que haceHeidegger de su filosofa de la propiedad en aras de la causa nazi, esta vez mediante la "estilizacin delterrorista". Un maestro en Alemania. Heidegger y su tiempo, p. 286-287. El patetismo de Heidegger quedreflejado en el breve Discurso que dio en la Universidad de Friburgo: "De dnde sac esa firmeza devoluntad, capaz de poner delante del alma lo ms grande y lo ms lejano? ( Estudiante de Friburgo! (Estudiante alemn! Es preciso que lo sepas, que lo experimentes, cuando llegues a los bosques y los vallesde la Selva Negra, al pas natal de este hroe: los montes en los que creci este joven hijo de campesino estn

    Tampoco se trata de la testarudez de la duda a cualquier precio. Pre-guntar significa para nosotros: exponerse a la sublimidad de las cosas yde sus leyes; significa para nosotros: no cerrarse al sobresalto del pavorante lo incontenible, ni a la turbacin que nos oprime frente a lo som-bro. Adems, poder preguntar as es como presentamos nuestras pre-guntas, razn por la que nosotros no estamos al servicio de los que hanacabado por cansarse y de su apacible necesidad de respuestas baratas.Nosotros lo sabemos: el coraje, con nuestras preguntas, para bordear losabismos de la existencia (Abgrnde des Daseins) sin ceder nunca jamsal vrtigo, este valor conlleva en s mismo una respuesta mucho msimportante que cualquier informacin aportada demasiado rpidamentepor sistemas conceptuales artificialmente construidos.

    El nuevo estudiante, como tal, se moviliza e integra el nuevo ordende la existencia estatal y de sus conocimientos nacionales (und seinesvlkischen Wissens) -y, de tal modo, que le es forzoso tomar su parte deltrabajo para darle figura a este nuevo orden. La matriculacin ya noconsiste en la simple admisin dentro de un cuerpo estudiantil que seencuentra ah. Ella deviene una decisin. El examen, para el nuevoestudiante, ya no se encuentra al final (Ende) de sus aos de estudio,sino al comienzo (Anfang). Y esta prueba (Prfung) lo sita en el reto deo bien poder mostrar que ha entendido su propia existencia, o bien ir aperderse en medio de representaciones y costumbres de un mundo quese est derrumbando22.

    La matriculacin es una decisin. Cada decisin de buena ley llevaal corazn de la inmediatez que consiste en el hecho de tener que acome-ter una resolucin en el marco de una situacin y de una circunstanciadeterminadas.

    Estudiantes alemanes! Os habis decidido por la Universidad deFriburgo. Esta ciudad, su tierra y el carcter de su gente, estn impreg-nados y dominados por la Selva Negra. Pero ella tambin ha visto, bajola autoridad de la nueva realidad alemana, cambiar su esencia para elestudiante alemn. La Selva Negra ya no es solamente ese territorioestimulante para los deportes de invierno y ese magnfico terreno paraexcursiones y deportes de verano. Nosotros, que somos de la Universi-dad de Friburgo, tenemos por delante la experiencia de la Selva Negraa travs de los montes, los bosques y los valles que son el pas natal deAlbert Leo Schlageter23.

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    tallados en granito, en la piedra originaria (Urgestein). Tiempo ha que estas piedras moldean esa firmeza devoluntad". Citado por Vctor Faras en oc, p. 149.

    24 Cinco das despus de este discurso, Heidegger pronuncia en Constanza una conferencia muysimilar con el ttulo La Universidad en el Estado Nacionalsocialista (30 de noviembre de 1933). Al dasiguiente sali en el Tbinger Chronik una larga y enjundiosa resea que sigue indita en espaol. Quse pensaba de Heidegger en relacin al NSDAP? En GA, 16, 765 puede leerse que el Rector de laUniversidad de Friburgo, Profesor Dr. Martn Heidegger, es uno de los pioneros ms fuertes delnacionalsocialismo entre los sabios alemanes.

    (Matriculacin)Y ahora ruego al asistente obreroestudiante (Werkstudenten) [estu-

    diante de filosofa Fischer] que avance y tome partido en el nombre detodos ustedes:

    Yo os comprometo en el respeto a la voluntad y la obra de nuestroFhrer Adolf Hitler. Yo os vinculo a la ley de la existencia del nuevoestudiante alemn. Yo os exijo disciplina y seriedad, y dureza haciavosotros mismos. Yo os demando voluntad de sacrificio y ejemplaridaddigna (Haltung) para todos los camaradas del pueblo alemn.

    Heil Hitler!24

    * * * Julio Quesada

    Departamento de FilosofaUniversidad Autnoma de Madrid

    C.U. de Cantoblanco28049 Madrid