ficha de lectura - antropología médica espacios propios, campos de nadie
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Ficha de lectura
Antonio Escorcia
El texto se va a referir a cómo habrá una ausencia de investigaciones sobre la
salud, enfermedad y atención (s/e/a) en el contexto mexicano que lo vuelve un
“espacio propio” para ser profundamente detallado y comprendido pero, dentro de
las ciencias sociales, más en la antropología médica, no hay una apropiación de
esos conceptos y de esos nuevos objetos de investigación por lo que los hace un
“campo de nadie” que está fértil pero sin ninguna producción académica.
A lo largo del artículo el autor toma varios ejemplos para hacer constatar la tesis
de la ausencia de los trabajos de campos y del objeto de estudio de la
antropología médica: su secundarización en los procesos investigativos
configurados por la dimensión disciplinaria, es decir el criterio para hablar de que
el tema s/e/a no corresponde al oficio del antropólogo o, en el otro caso, la radical
segmentación de las especialidades que convierten a este tópico como “trabajos
menores”.
Esos ejemplos pasan desde su propia experiencia de campo hasta las luces que
otros autores han hecho para identificar, de diversas maneras, el tema de s/e/a.
El siguiente punto que se hace visible en el artículo es la función de las relaciones
asimétricas, múltiples y microfísicas de la red del tema de salud para los diferentes
ámbitos de la realidad.
Esto quiere decir que tanto las producciones “ejemplares” del poder como las
moleculares y particulares van a llegar a permear a comunidades e incidir en su
accionar terapéutico dado a que están inmersos en una red institucional,
económica y política que construirá esas relaciones médicas y que involucra, por
el hecho de que es notorio la producción del aparato hegemónico de la salud
occidental en comunidades particulares y que, primariamente, involucra un trabajo
desde la antropología médica.
Entre otros puntos a tocar está el tema de cuáles, tanto de la biomedicina y el
estado, como las ciencias sociales y la antropología, son saberes médicos
“tradicionales” y cuáles no; a quién se le puede denominar “curandero” y a quién
no.
Esto en definitiva configura en el plano práctico una objetivación del saber local
puesto que queda de cara a lo que las categorizaciones del saber “especializado”
hacen de lo que es médico o no y, que extendiendo más allá del análisis del autor
en México, hace que se descontextualicen, en unos casos, o se reecontextualicen
sistemas médicos locales.
Lo anterior en otras palabras forma nuevas subalternidades y relaciones
asimétricas que desvinculan o tratan de desvincular a la antropología médica de
tales discusiones y crea, pues, que no se reconozca la particularidad y
multidimensionalidad que los saberes locales tienen entorno a sus prácticas
médicas.
Bibliografía
Menéndez, Eduardo L. (1997). Antropología médica: espacios propios, campos de
nadie. Nueva Antropología, vol. XV, núm. 51, pp. 83-103