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FESTIVAL INTERNACIONAL DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO
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REVISTA DE LA EMIGRACIÓN CUBANANo. 204 Edición Digital Tercera Semana/
Diciembre 2017
Fundada en agosto de 1995. Publicación semanal adscrita a la Dirección de Asuntos
Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE), del Ministerio de
Relaciones Exteriores. República de Cuba.
CONSEJO DE DIRECCIÓNErnesto Soberón Guzmán,
Aimé Osoria Muñoa, Lianet Arias Sosa,
Jorge Petinaud Martínez
EDITORAYolanda Borges Bello
DISEÑORené Marrero Iglesias
CORRECCIÓNFrancisco A. Muñoz González
EDITADA PORVicepresidencia Editorial de Prensa Latina.Agencia Informativa Latinoamericana S.A.
Calle 21 No. 406, El Vedado, La Habana, Cuba
Telfs.: 7 8321495 y 7 8383649E-mail: [email protected] 18
LOS CHINOS Y LA
INDEPENDENCIA DE CUBA
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CELEBRAN EN CUBA
ANIVERSARIO 40 DE LA
BRIGADA ANTONIO MACEO
SUEÑOS DE PESCADORES
EN EL MALECÓN HABANERO
4Fernando González Llort.
El presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos
(ICAP), Fernando González Llort, resaltó la valentía de los emigrados cubanos que trabajan en la defensa de la soberanía nacional, en el aniversario 40 de la Brigada Antonio Maceo.
En un acto efectuado en la sede del ICAP, en La Habana, González destacó la labor de un grupo de emigrados de la Isla residentes en Estados Unidos, que “enfrentan al terrorismo justo en el mismo escenario donde conviven con los enemigos más acérrimos de nuestro pueblo —ese segmento de
Celebran en Cuba aniversario 40 de la Brigada Antonio MaceoPor MIGUEL FERNÁNDEZ
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Celebran en Cuba aniversario 40 de la Brigada Antonio Maceola derecha extremista de origen cubano en Miami—, que han causado incontables daños a nuestro país”.
En sus palabras, González rindió merecido homenaje al joven Carlos Muñiz Varela, miembro de esta brigada, asesinado en Puerto Rico el 28 de abril de 1979.
El también Héroe de la República de Cuba recordó que la Brigada “contribuyó a edificar una nueva relación entre el Gobierno revolucionario y su emigración”.
Subrayó que el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro
Periodistas e invitados en la conferencia de prensa de la Brigada Antonio Maceo, junto con miembros de diversas asociaciones de amigos de Cuba en los Estados Unidos.
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Ruz, “con su visión estratégica respecto a la emigración, ya en el año 1978 invitaba a los emigrados a un diálogo constructivo con el Gobierno, lo cual puso de manifiesto en conferencia de prensa con periodistas de origen cubano y norteamericanos, celebrada en La Habana en ese mismo año”.
“En tiempos de Revolución —dijo el Presidente del ICAP—, la emigración cubana, representada en gran medida por este grupo de hermanos que tenemos hoy aquí, ha demostrado que se puede contar con todos los cubanos de buena voluntad, aun cuando vivan por largo tiempo en otras latitudes, incluido Estados Unidos”.
Afirmó que “quienes integran la Brigada Antonio Maceo no son de los que se arrepienten ni de los que retroceden. Han sido —enfatizó—, al lado de su pueblo, protagonistas de muchas y difíciles batallas”.
“Esa voluntad patriótica que caracteriza a los cubanos de aquí y de allá ha sido el principal motor para el avance de nuestra Revolución. El futuro de nuestra Patria depende de todos los hombres y mujeres, dentro y fuera de Cuba, dispuestos a vivir y a morir por ella”, afirmó el presidente del ICAP.
En el acto, que estuvo presidido, además, por Josefina Vidal, directora general de la Dirección Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores; Jorge Arias Díaz, vicejefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y Ernesto Soberón, director de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior, usó de la palabra Andrés Gómez, presidente y fundador de la Brigada.
El periodista y activista cubano residente en Miami destacó que esta organización “ha estado presente
La Brigada Antonio Maceo, encabezada por Andrés Gómez, y por cubanos residentes en los Estados Unidos sostuvieron un encuentro con estudiantes en la Universidad de La Habana, como parte de las
actividades por el aniversario 40 de esa organización.
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en todas las grandes batallas de nuestro pueblo; hemos sido claves en alcanzar una política migratoria mucho más justa, que en realidad logró, entre otras cosas, arrebatarle a la potencia imperial estadounidense la utilización de nuestra emigración contra nuestro pueblo”.
Dijo, además, que en estos 40 años la Brigada Antonio Maceo trabajó a favor de la defensa de un pueblo “que logró su verdadera independencia y sus plenas libertades como nación libre”.
También intervino Max Lesnik, presidente de la Alianza Martiana —coalición que agrupa a diferentes organizaciones de emigrados cubanos en Estados Unidos—, quien resaltó el arduo trabajo de la Brigada, “para mantener en alto la lucha por una Cuba lejana en la distancia, pero profundamente cercana en el corazón de los cubanos que salieron de la Isla por diversas razones”.
8Andrés Gómez hace entrega de la bandera a José Ramón Balaguer y Fernando González Llort.
Grupo de patriotas cubanos residentes en Estados Unidos que izaron la bandera nacional en el capitalino Parque Maceo.
Como parte del programa por el aniversario 40 de la Brigada
Antonio Maceo, un grupo de patriotas cubanos residentes en Estados Unidos izaron este 19 de diciembre, en ceremonia solemne, una bandera nacional en el parque capitalino que lleva su nombre.
Participaron representantes de esa agrupación y de partidos y organizaciones de solidaridad que en EE. UU. respaldan el derecho del pueblo cubano a su autodeterminación e independencia.
José Ramón Balaguer, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de su Departamento de Relaciones Internacionales, se encontraba presente, junto con el héroe Fernando González Llort, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
Andrés Gómez, presidente de la Antonio Maceo —que forma parte de la coalición Alianza Martiana, de Miami—, significó la relevancia de aquel primer viaje a la Isla hace cuatro décadas, trascendental para el desarrollo de las relaciones del Gobierno cubano con los nacionales que a través de los años han decidido vivir fuera de Cuba.
Comentó el reto que significa defender al pueblo cubano pese a las amenazas y los peligros engendrados en la ciudad floridana por la extrema derecha cubanoamericana y la agresividad del Gobierno estadounidense.
Reafirmó el orgullo de la brigada de llevar el nombre de Antonio Maceo y ser heredera de la historia revolucionaria de la emigración cubana en Estados Unidos, desde los tiempos de José Martí y del Movimiento 26 de Julio.
Emigrados cubanos izan bandera
en el Parque MaceoPor ILIANA GARCÍA
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Acto de tributo en el panteón de los emigrados cubanos en el cementerio de Colón.
También intervino el intelectual Ricardo Alarcón, quien indicó que ese apoyo se remonta incluso antes de la gesta martiana, pues existe una carta del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, dirigida a un club de cubanos emigrados y que fue conservada en Nueva York y posteriormente traída a La Habana.
La historia de la brigada Antonio Maceo y de la Alianza Martiana tiene raíces muy profundas, dijo Alarcón, poniendo de relieve la lucha que han librado en el seno del imperio para manifestar solidaridad con Cuba.
Los enemigos pretendieron presentar a la emigración cubana como contraria a la Revolución, y fue una gran mentira, fue un factor creado por el imperio, remarcó.
Los emigrados cubanos trajeron la bandera que fue izada en la ceremonia, que contó con la asistencia de Ernesto Soberón, director de la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior (Daccre); Max Lesnik, director de Radio Miami; Sandra Ramírez, directora en el ICAP, e invitados.
TRIBUTO EN EL CEMENTERIO DE COLÓN
“Este aniversario recuerda cuando a finales de la década del 70 del pasado siglo un grupo de jóvenes cubanos, comprometidos con su Patria, por invitación de la Revolución, se plantearon visitar su país de origen para emprender un diálogo sobre la base de valores compartidos y una identidad cultural propia”.
Así se manifestó Ernesto Soberón, director de la Daccre, al intervenir en un acto de tributo en el panteón de los emigrados cubanos en el cementerio de Colón, efectuado minutos después del encuentro con reporteros nacionales y extranjeros en el Centro de Prensa Internacional.
Rendimos homenaje a aquellos iniciadores, en especial a sus
mártires Carlos Muñiz Varela y Eulalio José Negrín Santos, a casi cuatro décadas del Diálogo del 78, dijo Soberón.
A partir de aquel momento se comenzaron a dar pasos decisivos e irreversibles que han permitido fortalecer los vínculos de los cubanos residentes en el exterior con su Patria, como parte de la voluntad de la máxima dirección de la Revolución, cuyo principal artífice fue el líder histórico, Fidel Castro Ruz, línea seguida invariablemente por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, expresó.
Activistas que desafían y denuncian el terrorismo contra Cuba, los representantes de la Alianza Martiana también rindieron homenaje en la necrópolis de Colón al General Máximo Gómez y a las víctimas de la atroz voladura, cerca de Barbados, de un avión de Cubana, en 1976.
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El 39 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano sustentó en La Habana la
necesidad de contar con narrativas propias que ahonden en la historia de los pueblos y las identidades de este continente.
Del 8 al 17 de diciembre, especialistas de varios países evaluaron 19 largometrajes de ficción, 18 cortos y mediometrajes, 18 óperas primas, 23 documentales, 16 animados, 20 guiones inéditos y 24 carteles, con el propósito de elegir favoritos.
Las piezas expusieron, en su mayoría, problemas aún latentes en el continente, como la violencia, la corrupción hasta altas instancias oficiales, el machismo, el predominio de un esquema social patriarcal, la urgencia de aferrarnos a la memoria de los países, las huellas de las dictaduras y la pobreza.
Pero también mostraron la megadiversidad de Latinoamérica, la vigencia de lenguas propias en algunos pueblos, la alegría y el optimismo, las costumbres culinarias y culturales, la importancia de los sueños y las alianzas interpersonales.
La edición 39 del evento rindió homenaje al director estadounidense James Ivory, quien viajó a La Habana
Festival de Cine Latinoamericano prueba utilidad de narrativas propias
Por MARTHA SÁNCHEZ La jornada inaugural del 39 Festival Internacional de Cine Latinoamericano.
Documental puertorriqueño expone realidad boricua en el festival.
Héctor Noas, protagonista de la cinta Sergio & Serguéi.
La actriz Yuliet Cruz, coprotagonista de la cinta Sergio & Serguéi.
Ron Perlman, actor estadounidense.
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para presentar nueve películas propias de ficción, dos de ellas con guiones en los cuales destaca la mano del novelista japonés Kazuo Ishiguro, Premio Nobel de Literatura 2017.
El aclamado realizador, de 89 años de edad, sostuvo un encuentro con especialistas y seguidores en el hotel Nacional de Cuba, donde compartió detalles acerca de su larga y fructífera carrera.
La fiesta más importante del cine en esta capital cumplió con el propósito defendido por su director, Iván Giroud, de tributar al intelecto y abordar temas latentes en las realidades de los países latinoamericanos, entre ellos las migraciones y
la memoria, entendida como el rescate crítico de la historia.
A su vez, Giroud celebró que el 34 por ciento de las películas en concurso fueran dirigidas por mujeres
y seleccionadas por méritos propios, sin buscar representatividad en ningún aspecto.
Para mayor regocijo, de los 34 premios entregados en el certamen, 25 fueron a manos de damas y, precisamente, varios profesionales
llamaron la atención sobre el protagonismo de la
La actriz Yuliet Cruz, coprotagonista de la cinta Sergio & Serguéi.
Ron Perlman, actor estadounidense.
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mujer en los relatos de varias de las piezas exhibidas durante la cita.
La película argentina Alanis, de la directora Anahí Berneri, conquistó el Premio Coral al Mejor Largometraje de Ficción en este festival, y su protagonista, Sofía Gala, se alzó con el lauro de Actuación Femenina, compartido con la chilena Daniela Vega, en el filme Una mujer fantástica.
Esta última creación de Sebastián Lelio obtuvo además el Premio Especial del Jurado en Ficción,
mientras que el galardón de Actuación Masculina lo ganó el dominicano Jean Jean, por su desempeño en Carpinteros.
La directora argentina Lucrecia Martel alcanzó el Coral de Dirección por Zama, película que triunfó en cantidad, pues se llevó, además, el Premio Fipresci (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica) y los Corales de Mejor Sonido (Guido Berenblum) y Dirección Artística (Renata Pinheiro).
El público del 39 Festival concedió su galardón a la cubana
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Sergio & Serguéi, de Ernesto Daranas. El lauro de Ópera Prima lo alcanzó La novia del desierto (Argentina), de Valeria Pivaro y María Cecilia Atán, en tanto el Premio Especial del Jurado de Ópera Prima lo logró la colombiana Matar a Jesús, de Laura Mora.
Dicha cinta fue distinguida igualmente con los premios colaterales de Casa de las Américas y el Glauber Rocha, de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
En la ceremonia inaugural, se le concedió el Coral de Honor a una de las figuras distintivas del Cinema Novo brasileño, Carlos Diegues, quien a su vez fue uno de los productores de La película de mi vida, largometraje de su compatriota Selton Mello, que abrió el Festival.
Para Giroud, la presente edición marca el inicio de una nueva época por la calidad de las obras y, pese a los contratiempos —visibles o invisibles—, la cita
cumplió sus propósitos. Según adelantó el director, el 40 Festival
Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano estará dedicado al cineasta cubano Tomás Gutiérrez Alea (1928-1996), apodado Titón.
La edición 39 colmó los principales cines de la capital cubana durante 10 días, con diversas
ofertas, no solo latinas, sino también de países como Alemania, España, Estados Unidos, Canadá,
Gran Bretaña, Italia, Japón y Francia; cada uno brindó muestras de gran eficacia estética y estructural.
Varios filmes expusieron, en general, el azote de los prejuicios sociales arrastrados durante décadas o siglos hasta el presente; las secuelas de la emigración; los traumas de las dictaduras y otras formas de represión, así como la diversidad y las mejores cualidades del continente.
Algunas películas sin muchos recursos técnicos, pero repletas de calidad humana y gran sensibilidad artística, representan una esperanza para los países o realizadores de escasos recursos, para naciones y segmentos del continente que precisan luchar contra el olvido y la ignorancia.
Entregan premios colaterales en el 39 Festival de Cine.
Cinta colombiana de Laura Mora recibe Premio Especial.
La cinta argentina Alanis recibe Premio Coral al Mejor Largometraje de Ficción.
La cinta Sergio & Serguéi recibe galardón del público del 39 Festival.
Premio Glauber Rocha.
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El Malecón de La Habana es un cofre de secretos. Muchos
de ellos guardados por mujeres y hombres que acuden a su muro para conversar en soliloquio, sin testigos, mientras a su alrededor afloran amantes de momento o para siempre; músicos sin escuela que arrullan la noche con guitarras desvencijadas. Muchos personajes hay en el gran asiento. Van y vienen. Pero siempre, en procesión nocturna están los pescadores, los de siempre, los eternos, los que
Por LÍDICE VALENZUELA
jamás abandonan ese espacio único en busca de mejores sitios donde atrapar sus piezas.
Por el Malecón, cuyo primer nombre fue Avenida del Golfo, desfila de manera interminable, desde las primeras horas de la mañana, una multitud de personas, solas o acompañadas, por necesidad o por placer.
Cuando amanece, ya hay ciudadanos cubanos y extranjeros corriendo por la amplia acera donde se prolonga el muro en busca de salud y un físico atractivo; vendedores de chucherías; enamorados que amanecen luego de una noche a escondidas en los recovecos que mitigan las olas; limpiadores de calles. El Malecón comienza a moverse temprano.
Desde ese muralla de cemento, asimétrica, situada en la zona norte de la capital, cómodamente sentada, la gente puede observar, a un lado, la amplia avenida Malecón; del otro, el mar infinito, algunas veces bravío, otras en calma. Comienza donde nace el castillo de La Punta, frente al castillo de El Morro, y termina en el castillo de La Chorrera, en la desembocadura del río Almendares, a la entrada del túnel que une los municipios de Plaza de la Revolución y Playa.
de pescadores en el Malecón habanero
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Cincuenta años tuvieron que esperar los habaneros para ver listo su malecón de ocho kilómetros de extensión, cuya construcción comenzó en 1901 para detener la furia del mar costero en invierno, que penetraba en las edificaciones. La zona se convertía entonces en un infierno para los vecinos, situación que empeoraba en época de huracanes. Era imprescindible un valladar de contención.
Pero desde que se erigió el primer tramo apareció una figura que hasta hoy perdura: el pescador, ese hombre que surge en lontananza, cuando el sol naranja va penetrando en el mar, acompañado
de sus útiles de pesca, sus pomos de agua, su cafecito y hasta de una botellita de ron, sobre todo en época invernal.
En el verano, apenas lleva un corto pantalón, unas chancletas en los pies, una camiseta sin mangas y una gorra en la cabeza, elegante en su atavío de noche de farras. Si hay frío se abriga lo mínimo, pues poco le importa la temperatura baja o un salpicón de agua salada.
Pescar para estas personas es una filosofía de vida. No importa que el trabajo del día le muela los huesos o triture la mente. El Malecón en su amplitud y la caña con carnada adecuada son la salvación para ser feliz; la más cercana, la más barata, la más agradable.
Esas horas de la noche habanera son las de los momentos de la conversación con el amigo de estreno —o el ya habitual—, que comparte alegrías, sueños y tristezas en un espacio en las piedras filosas donde se estrella el
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agua. Es ese el momento mágico de la espera, el instante de dar o pedir un consejo; de conversar sobre lo que se mueve en La Habana; de discutir sobre la mejor carnada, de béisbol, de si habrá suerte o no esa noche.
Para estos pescadores de orilla llevarse un pescado al hogar no es lo más importante, aunque lo parezca. A lo largo del muro, tanto en sus tramos más altos como en los más bajos, pueden observarse centenares de marineros sin barco —imagen preciosa en las noches de luna—, a quienes, si les preguntan, dirán: “Aquí, esperando, pero si no pican no hay problema”.
Hay quien tiene suerte y pesca piezas grandes, que pueden incrementar la cena o ser vendidas a buen precio.
Aunque hay quienes prefieren los pequeños botes alumbrados con faroles antiguos, o aparece otro con un pomposamente llamado catamarán (que no es más que dos cuadrados de espuma de goma donde se sienta a esperar la buena suerte), la mayoría de los habaneros prefiere lidiar en los arrecifes o acomodarse con toda la paciencia del mundo en el respaldo del murallón.
La ciencia de la pesca les absorbe las noches. Poco les importa que por la vía adjunta desfilen carrozas y comparsas en el mes de carnavales. La soledad del pescador es íntima y nada ni nadie la perturba, aunque le estén hablando junto al oído.
Cuando la madrugada despunta, con peces o no, comienza a moverse la multitud en reversa. Unos han tenido suerte —quizás donde las aguas son más profundas— y se llevan a casa un pargote, una barracuda, o tal vez hasta un serrucho.
Como quien despierta de un sueño, contemplan La Habana, donde el sol comienza a
enseñorearse. La ciudad inicia otro día de rutinas seguras. Y ellos, los de siempre, dan gracias a sus vidas, sencillas y humildes, por las prodigiosas aguas marinas concedidas por la naturaleza y adaptadas por el hombre para dar rienda suelta a una felicidad pequeña, espiritual, muy propia de cada pescador.
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Por CIRO BIANCHI
y la independencia de CubaCombatieron a las órdenes de Ignacio Agramonte,
Francisco Carrillo, Julio Sanguily, Carlos Roloff y Calixto García. Merecieron, por su valor y firmeza, el reconocimiento de esos caudillos y también el de Máximo Gómez, tan parco en elogios.
En 1892, Gonzalo de Quesada, en un largo artículo que incluiría en su libro Mi primera ofrenda, hace un sucinto recuento de la participación de los chinos en la Guerra de los Diez Años y en la llamada Guerra Chiquita.
Llegaron a Cuba como esclavos y comprendieron que la gesta del 10 de octubre de 1868 significaba su libertad. Quesada menciona acciones en las que se derrochó heroísmo y recuerda —hasta donde puede en función del espacio— el nombre ya castellanizado de sus protagonistas: aquel temerario teniente Pío Cabrera, siempre en la primera línea del combate; ese modelo de patriotismo y lealtad que fue el chino Liborio, ayudante del general Modesto Díaz; el capitán Juan Díaz, quien murió besando la bandera cubana, o Tancredo, capturado malherido y que, al oírse llamar con desprecio “chino manila”, ripostó —mirando a
los ojos de su enemigo— que él era un teniente del Ejército Libertador y pidió que lo fusilaran.
Frente al sanguinario Valmaseda, los chinos dieron muestra de su valor en Oriente. En Las Villas se distinguieron de manera notable. En Camagüey, al mando de oficiales chinos, estuvieron en todas las batallas y, luego de la caída de Agramonte, en Jimaguayú, atacaron a las fuerzas españolas en soberbia línea de batalla.
Apunta Quesada: “¡Qué bien le pagaron al General! Agramonte, por su parte, los tuvo siempre en alta estima”.
Fue precisamente Quesada, en aquellas páginas de 1892, quien habló antes que nadie de erigir un
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rellenosAjíes
Por SILVIA M. GÓMEZ
Son muchas las variedades de ajíes que se emplean en la cocina: pimiento, cachucha, chay o de piquillo. Ahora les
propongo para el ají chay un relleno diferente, sumamente agradable al paladar; su mezcla de sabores lo hace exquisito.
INGREDIENTES:24 ajíes chay4 plátanos maduros1 taza de queso rallado½ taza de queso crema4 cucharadas de aceite
PREPARACIÓN:Lave el ají y corte con cuidado su parte superior para
utilizarla como tapa; consérvela. Limpie con cuidado el interior del mismo y resérvelo.
Pele los plátanos, píquelos a la mitad y luego cada una en cuatro y vuelva a hacerlo hasta que queden dados pequeños.
Ponga una sartén a la candela con el aceite y fría los daditos; cuando estén, apártelos y póngalos en un tazón. Agregue el queso rallado, el queso crema y mézclelo todo bien.
Tome cada ají y rellénelo con la mezcla, póngale la tapa y manténgalos en una fuente hasta que tenga todos preparados.
En la misma sartén que ya utilizó, coloque los ajíes y póngalos a freír. Voltéelos para que no se peguen y queden crujientes. Apártelos del fuego y sírvalos de inmediato. Repita la operación las veces necesarias.
monumento que honrara el patriotismo de los chinos que lucharon por la independencia de Cuba.
Se inauguró, al fin, el 10 de octubre de 1931, en Línea y L, en El Vedado: una columna de granito pulido a brillo de espejo, obra del escultor Fritz Weigel —como una forma de honrar a los que compartieron con el esclavo negro y el esclavo blanco largos años de victoria y sufrimiento—, en la que se leerían las sentidas palabras de “¡No hubo un chino cubano desertor; no hubo un chino cubano traidor!”, que el imaginario popular atribuye erróneamente a Máximo Gómez, que bien pudo haberlas dicho, pero cuya autoría, no reconocida en el monumento, corresponde a Quesada.
“¡No hubo un chino cubano desertor; no hubo un chino cubano traidor!”, refleja la tarja del monumento.
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