Por: Leandro Acevedo

«FELICIDAD»

Principales:

Edward Smith

Alexander Smith

Liv Griffin

Alfred Stone

Secundarios:

Zoe Pride

PERSONAJES

Liv.- Que hermoso día, mas aun compartiéndolo contigo.

Edward.- Si, contigo es mucho mejor que estar solo.

Liv.- Recorramos el bosque.

Edward.- Vamos, pero trata de no perderte.

Liv.- ¡Vamos!

Alfred.- Mira a esos dos, felices recorriendo la espesura del bosque. Lastima

que esa felicidad deba terminarse.

(EXTERIOR, BOSQUE, DÍA)

Liv.- Mira, Edward, ¡un manzano! ¿Me traes una manzana, amor?

Edward.- Esta bien, ahora vuelvo.

Liv.- ¡EDWARD!

Alfred.- Mhm.

Edward.- Maldito… ¡¡DEJALA IR EN ESTE INSTANTE!!

Liv.- ¡AYUDAME, EDWARD!

Alfred.- ¡Silencio, mujer! Ah, y, Edward, por supuesto que no la dejare ir.

Edward.- ¿Quién diablos eres tu?

Alfred.- Ah, muy descortés de mi parte al no presentarme. Mi nombre es

Alfred Stone. Y, obviamente, te preguntaras porque la tengo a tu amada al filo

de mi espada.

Edward.- ¿Qué es lo que quieres?

Alfred.- ¡Brillante pregunta! Lo único que quiero en la vida, es acabar con la

felicidad de ustedes dos. Verlos tomados de la mano y diciendo cosas como:

“Amor mío”, “mi vida” o “te amo”. Por eso, si yo no soy feliz, nadie lo será.

¡Adiós!

Liv.- ¡Edward!

Edward.- ¡No! ¿Cómo pude haber dejado que se escapara? Ahora, lo único

importante, es rescatar a Liv.

Poner imagen

(INTERIOR, CASA SMITH, SALA,

TARDE)

Alexander.- Hijo, has vuelto… pero ¿Dónde esta Liv?

Edward.- La secuestro Alfred Stone. No descansare hasta recuperarla.

Alexander.- ¿Has dicho Alfred Stone?

Edward.- Si, ¿acaso lo conoces?

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Alexander.- Si, es una persona de corazón negro, aunque él no era así antes.

Desde que su esposa fue asesinada, no ha vuelto a ser el mismo. La amaba con

toda el alma.

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Edward.- Dime, padre, ¿Dónde vive?

Alexander.- Tal vez siga viviendo en ese pequeño castillo. Se alojó allí, para

alejarse del mundo. Esta al norte de aquí. Pero es un camino peligroso hasta

allá…

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Edward.- Gracias padre. Pero, necesito prepararme para afrontar esos peligros

de los que hablas.

Alexander.- Yo te preparare, hijo.

Edward.- De nuevo, gracias.

Alexander.- Vamos, si quieres recuperarla, tendrás que enfrentarte a Alfred,

también te enseñaré a luchar. ¡Vamos, cuanto antes terminemos, mas rápido

podrás recuperar a Liv!

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(INTERIOR, CASTILLO DE ALFRED,

MAZMORRA, NOCHE)

Liv.- ¡Déjame salir de aquí, desgraciado!

Alfred.- Jamás, ¿acaso no escuchaste lo que dije en el bosque?

Liv.- Pero, ¿Por qué nosotros? ¿Por qué arruinarles la vida a dos personas que

se aman?

Alfred.- Por eso mismo: porque se aman. Como una vez me lo hicieron a mí, a

él también le ocurrirá lo mismo.

Liv.- Pero… ¿Qué te han hecho?

Alfred.- … Te lo contare, ya que no se lo contaras a nadie nunca. Yo no era

así, era demasiado diferente, todo gracias a una persona: Zoe Pride.

Liv.- ¿Ella era…?

Alfred.- Si, ella era mi esposa. La amaba con todo el corazón. Íbamos juntos a

donde sea, nunca separados. Si ella se enfermaba, dejaba lo que hacía: trabajo,

arreglos en la casa, etc. Solo para cuidar de ella. Lo era todo para mí…

Liv.- ¿Acaso ella…?

Alfred.- Ella… fue asesinada. Estábamos dando un paseo, hasta que 5

hombres aparecieron, reclamando que les diéramos nuestro dinero y nos

negamos. Dos de ellos la tomaron de los brazos y me dijeron que si no les

daba lo que querían, la matarían. Accedí, les di el dinero. Pero, uno de ellos le

clavo un puñal en el estomago y salió huyendo. Los otros lo siguieron,

escuchaba a los lejos que le preguntaban porque lo había hecho, pero nunca

obtuve una respuesta. Desde es día me prometí a mí mismo que: si yo no era

feliz, nadie más lo seria.

Liv.- Pero, Zoe, seguramente, no hubiera querido que jamás fueses así.

Alfred.- Ella ya no está. Nadie puede decirme que hacer y como ser.

Liv.- ¿Qué me harás? Tengo esa gran duda.

Alfred.- ¿No es obvio? Quiero que él sea infeliz, al igual que yo lo soy. Lo que

haré será, matarte, enfrente de sus ojos. Como me quitaron a Zoe, yo le

quitare a Edward su amor.

(EXTERIOR, CASA SMITH, DÍA)

Alexander.- Muy bien, hijo, ahora te daré unos consejos para estar atento a los

peligros de los cuales debes estar preparado.

Edward.- ¡Vamos, padre, cuéntame!

Alexander.- Paciencia, Edward, para el aprendizaje jamás debe de haber apuro.

Edward.- Discúlpame, padre, escucho.

Alexander.- Bien, comencemos. Primero: sentidos bien alerta, incluso en

campo abierto, debes de mantenerte atento a lo que pasa tu alrededor.

Segundo: Más vale maña que fuerza. Siempre piensa antes de actuar. La fuerza

de una mente audaz, le gana a la fuerza de los músculos.

Tercero y muy importante: No te dejes llevar por lo que digan, controla tus

impulsos. A palabras necias, oídos sordos.

Edward.- Como siempre padre, tu sabiduría será bien aprovechada. Muchas

gracias.

Alexander.- Ahora, hijo mío, te enseñare a luchar. Te lo advierto, no solo soy

un simple campesino.

Edward.- Vamos allá.

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(EXTERIOR, CASA SMITH, PARTE

TRASERA, DÍA)

Edward.- Ugh, uff…

Alexander.- ¿Qué pasa hijo? ¿Ya estas cansado?

Edward.- Si, algo. Pero, continuemos.

Alexander.- ¿Sabes qué? Estas preparado.

Edward.- Pero, creo que no hemos entrenado lo suficiente.

Alexander.- Si, tienes un gran potencial, no sé de donde has sacado tanta

fuerza, pero tienes mucha.

Edward.- Muy bien, padre, entonces, iré a buscar a Liv.

Alexander.- Ven, hijo, quiero darte algo.

Alexander.- Toma, hijo, esta espada ha pertenecido a mi padre, y a su padre y a

su padre. De generación en generación, esta espada ha traído gloria a la familia

Smith durante siglos. Ahora es tuya.

Edward.- Muchas gracias, padre. Ahora, iré a buscar a mi amada.

Alexander.- Recuerda, hijo, todo lo que te he enseñado.

Edward.- Sí, padre. Si no regreso…

Alexander.- No digas más, hijo, ve.

(INTERIOR, CASA SMITH, CUARTO

DE ALEXANDER, DÍA)

Alfred.- … Mi querida Zoe… te arrancaron de mí en un instante.

(INTERIOR, CASTILLO DE ALFRED,

SALÓN COMEDOR, DÍA)

Eso mismo le pasara a ese. Quiero que el mundo sienta lo infeliz que soy, que

sienta todo mi dolor. Y así será.

Edward.- Muy bien, siguiendo derecho de aquí, podre llegar al castillo de

Alfred. Corriendo será mucho mejor, paso acelerado pero constante, no quiero

estar cansado si debo enfrentarme a un obstáculo.

(EXTERIOR, PLANICIES, DÍA)

Edward.- Woah, un lobo. Calmado, Edward, tu sabes que hacer. YARGH!

Muy bien, continuemos.

(EXTERIOR, PLANICIES, TARDE)

Edward.- Mal, esta obscureciendo y estoy en el medio del bosque. Ahora,

recuerda lo que dijo padre, sentidos bien alerta. Uuuf… ¿qué es ese ruido?

Mejor trepo a los arboles. Lobos, que bueno que los escuche venir. Se fueron,

sigamos.

(EXTERIOR, BOSQUE, NOCHE)

Edward.- ¿Unas ruinas? Bueno, debo cruzar a través de ellas. ¡Diablos!... phew,

por poco quedo aplastado. Sin retroceder, ya voy mi amor.

(EXTERIOR, RUINAS, NOCHE)

Edward.- ¡Puaj! Ese olor es horrible, mejor me cubro la boca y la nariz. Un

lagarto, mejor me voy sin molestarlo.

(EXTERIOR, PANTANO, MADRUGADA)

Edward.- He llegado, al fin. ¡ALFRED!

Alfred.- Vaya, vaya. Te ama demasiado, hum, dejémoslo pasar.

(EXTERIOR, CASTILLO DE ALFRED,

ENTRADA, DÍA)

Edward.- ¿¡Dónde esta ella!? ¡Dímelo!

Alfred.- No te preocupes, allí esta, sana y salva… por ahora.

Liv.- ¡Edward! Sabría que vendrías. ¡SÁLVAME!

Edward.- ¡Libérala en este instante!

(EXTERIOR, CASTILLO DE ALFRED,

PATIO, DÍA)

Alfred.- Si, se ve que la amas demasiado.

Edward.- Si es necesario pelear por ella, peleemos, ahora mismo.

Alfred.- Mmmmmm… Muy bien, entonces, la que sufrirá será tu amada y no

tu, será un gran giro, pero el efecto será el mismo.

Muy bien, prepárate.

Edward.- Estoy listo.

Alfred.- Ugh, uff, argh… ¡MALDICIÓN! *tosiendo* ¡NO PUEDE SER!

Edward.- Estas equivocado, si puede ser y allí estas, tirado en el suelo.

Alfred.- No pude… cumplir… mi come… tido… *tose*

Edward.- Y tampoco lo podrás cumplir, nunca más.

Liv.- Edward, muchas gracias, gracias amor.

Edward.- Vamos, salgamos de aquí.

Alfred.- *tosiendo* mal… dición… ¿Por… qué?

¿Zoe?... ¿Eres tu… mi amor?... Ja, ¿Quién… lo diría?... La muerte… no es

horrible… como todos… dicen… Una vez… más… volveré a… ser… feliz…

Zoe… te… amo…

[YA, CON LO QUE LE QUEDA DE

VIDA]

Edward.- Ya veo, eso fue lo que le paso. Esa infelicidad se convirtió en un

gran peligro para varias personas.

Bueno, ahora, podrá rencontrarse con su esposa… y podrá ser feliz… por

siempre.

Liv.- Si. ¡Ahí esta nuestro hogar!

(EXTERIOR, PLANICIES, DÍA)

Alexander.- ¡Hijo! ¡Liv! ¡Están con vida!

Edward.- ¡Padre! Como siempre, tu sabiduría fue bien empleada.

Alexander.- Ya veo, ¿Qué paso con Alfred?

Liv.- Esta con su esposa. No volverá a ser infeliz de nuevo.

Alexander.- Que en paz descanse.

Edward.- Si. Por suerte, estamos bien. Ahora, podremos seguir con nuestra vida.

Liv.- Edward, te amo, amor.

Edward.- Yo también mi vida.

Alexander.- Vamos, a recolectar para el almuerzo.

Edward y Liv.- Vamos.

(EXTERIOR, CASA SMITH, PARTE

DELANTERA, DÍA)

Escrito por Leandro Acevedo Imágenes por Leandro Acevedo

Y TODO LO QUE HAYA DE MAS por Leandro Acevedo.

Mr.Necroxxx Producciones.

«No importa donde y cuando,

siempre encontraremos la felicidad con una persona muy

especial» Leandro Acevedo.

FELICIDAD.