fanzine "la moda y la televisión" - berardo

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LA MODA Y LA TELEVISION Publicación de la Cátedra “Gráfica”. Departamento de Ciencias de la Comunicación. Publicación de la Cátedra “Gráfica”. Departamento de Ciencias de la Comunicación. Río Cuarto 2010. Distribución libre y gratuita.

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Berardo - FanzineCatedra: GráficaDepartamento de Ciencias de la ComunicaciónFacultad de Ciencias HumanasUniversidad Nacional de Río Cuarto Rep. Argentina

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LA MODA Y LA

TELEVISION

Publicación de la Cátedra “Grá�ca”. Departamento de Ciencias de la Comunicación.Río Cuarto 2010. Distribución libre y gratuitaPublicación de la Cátedra “Gráfica”. Departamento de Ciencias de la Comunicación. Río Cuarto 2010. Distribución libre y gratuita.

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ÍINDICE* ¿Qué es la moda?

* Si mi gusto gustara del gusto que gusta tu gusto.

* La clase y el gusto.

* Televisión y moda: una lógica de la inconstancia o una problemática de distinción social.

* La moda: una tiranía legítima.

* Historia de la moda.

* Trancurso de la moda.

* Colecciones 2010.

* Moda primavera 2010.

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Neón

Los amarillos ácidos y las brillantes luces de neón, verdes y rosas esta-

rán por todas partes de las pasarelas, en todas las colecciones de la primavera 2010. Es definitivamente una elección atreverse a ir a la moda, con un buen cinturón brillante, o un accesorio para destacar esta tendencia.

Polainas impresas

La locura de legging sigue en marcha, y esta temporada la tendencia es cubrir lo psicodélico, y lo loco. Givenchy demues-tran que esta moda, será blanco y negro, y Pucci lanzara una moda multicolor, que también estará en las tiendas.

Corbatas

La Corbata no estará como un símbolo hippie y sino con un estilo mas “Art Nouveau”, para las tendencias de prima-

vera 2010.

Tribales

Los tribales todavía serán fuertes para la temporada de primavera 2010. Diane von Furstenberg mostró su versión en la pista de color naranja con estallidos de fucsia, pero las copias se harán en casi todos los colores.

Las opciones son varias, pero siempre depende del gusto personal que cada persona tiene y que según Bourdie, se condice con la clase social.Lo importante es sentirse bien con uno mismo. La comodidad es uno de los puntos más destacados en cuando a la elección de la vestimenta y que a su vez juega con la elegencia, el “estar a la moda” y depende de la situación en la que nos encontremos.Las épocas del año condicionan enorme-mente tanto la vestimenta, como las ganas de comprar. En verano uno siente la necesidad de llevar telas frescas, y en invierno se tiende a utilizar mucho mas la lana o géneros pesa-dos para curirnos del frio.

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EDITORIAL S

TAFF

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Desde la cátedra queremos darle lugar a la creación del Fanzine como pieza comunicacional y como un posible medio para fomentar la cultura independiente tratando de armar entre todos una fanzinoteca que aborde problemas relativos a la Comunicación. Para bordar la temática del fanzine, se tomaron como texto base notas editadas en la revista Temas y Problemas de Comunicación de nuestro Departamento.El contenido de las notas publicadas es responsabilidad de sus autores y no representa necesariamente la opinión de la cátedra.

Analía Angeli, María Marta Spinazzola, Carlos Pascual

Texto base: Adriana RizzoDiseño: Eloísa Berardo

Como siempre hay algo para todos los gustos, si tiene pelo largo, pelo corto, son de sexo masculino o feme-

nino, rizado o recto. El barrido lateral y las capas son cada vez más populares, pero este año, los cortes cortos están haciendo un gran regreso, así como tam-bién los colores como el rojo, el cobre y más tonos de rosado a rojo, el 2010 parece ser brillante. Accesorios para el cabello añaden un toque especial a cada estilo este año, por lo que al elegir algo brillante o de plástico, se actualizará su estilo con muy poco esfuerzo.

Moda primavera 2010

Otra temporada se almacena en las tien-das, lo que significa que es hora de hablar de la primavera 2010 y de las tendencias de la ropa. Aquí están las más populares de la moda:

Flores

Diminutas flores, estampas Liberty, flores ditsy - todas están describiendo el mismo tipo de estampado floral . Como se

ha visto en la pista de Ralph Lauren, estos looks florales, tienen un gran trabajo en los vestidos de primavera, pero también estarán apa-reciendo en las bolsas, accesorios para el cabello, en la mayoría de las prendas. Lencería Marcas como Christian Dior y Marc Jacobs, son amantes de la mirada de la ropa interior, incluso yendo tan lejos como para mostrar los sujetadores en la parte superior de las camisas. Aunque ciertamente no es recomendable que se vean, habrá un montón de camisetas y sedas, que se usaran debajo de las cha-quetas como punto clave de la tempora-da.

Look Militar

La tendencia militar vuelve a estas épocas, sobretodo para esta temporada, pero especialmente se vera en las cha-quetas con hombros esculpidos de la marca de Balmain. Victoria Beckham y Beyonce que son ya grandes fans, por lo que se puede esperar una idea guerrera en la moda.

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¿ Qué es la moda?

La moda (del francés, mode y éste del latín, modus, modo o medida) indica en su significado más amplio una elección o, mejor dicho, un mecanismo regulador de elecciones, realizadas en función de unos criterios de gusto.La moda son aquellas tendencias repetiti-vas, ya sea de ropa, accesorios, estilos de vida y maneras de comportarse, que marcan o modifican la conducta de una persona. La moda en términos de ropa, se define como aquellas tendencias y géneros en masa que la gente adopta o muere. La moda se refiere a las costum-bres que marcan alguna época o lugar específicos, en especial aquellas relacio-nadas con el vestir o adornar. Todas las personas tiene diferentes gustos de vestir, algunos usan ropa más reservada, otros más extrovertidos, más elegantes, etc., aunque siempre todo va a ir por épocas y dentro de cada época se van a deslindar diferentes tipos de modas como las antes mencionadas.La moda para muchos puede ser un estilo de vida como para los diseñadores y los modelos. Los estilos y tendencias deben ir de acuerdo con la persona que ocupa determinada prenda; las personas se tienen que ubicar en su edad, trabajo y/o gusto por la moda, para que alguien se pueda ver moderno, se tiene que ver bien no sólo es traer ropa de la tendencia que llegó al mercado si no tiene que buscar que vaya con su carácter, fisonomía, edad, pero sobre todo se tiene que sentir bien consigo mismo/a para que en reali-dad comunique esa moda que le atrae. Para ello es importante conocer que exis-ten diferentes tipos de cuerpo, y cada uno necesita algo específico para resaltar sus mejores atributos y esconder sus pequeños defectos.

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tales como algodón, camisa bor-dada camisa de lino, camisa de poliéster, camisa manga corta y

camisa de seda.

Faldas

La falda se utiliza para cubrir la parte infe-rior del cuerpo, hay faldas tubo que son generalmente en forma de cono. Diver-sos tejidos se utilizan para hacer las faldas, como el algodón, lino, rayón, seda, poliéster, nylon, lana, gamuza y satinado. Hay faldas de muchos tipos como falda de algodón, falda de jean, falda de encaje, falda larga, mini falda, rayón, falda de raso.

Pantalones Mujer

Los pantalones se utilizan para cubrir la parte inferior del cuerpo por debajo del abdomen. Cubren ambas piernas por separado. Existen varios tipos de panta-

lones de a

cuerdo a los diseñadores disponibles en el mercado. Están los pantalo-nes de algodón, pantalones formales, pantalones de cuero, de jean etc. común-mente utilizados para la elaboración de tejidos el algodón, poliéster, nylon, rayón, y lino.Hay prendas de vestir, que se llevan en especial en lugares como la playa o en natación. La ropa de playa se clasifica generalmente en dos tipos, de una sola pieza o de dos piezas. Los diversos tipos de ropa de playa o de baño son pantalo-nes, shorts de playa, pareo, traje de baño y pareos y un tipo de faldas envolvente, que se han convertido en moda entre los asis-tentes a la playa. Los tejidos utilizados en la toma de ropa de playa son, algodón, nylon. Los tejidos que se utilizan, no absor-ben mucha agua y dan el estiramiento y el ajuste perfecto. Normalmente son lisos o estampados florales y de vivos colores.

Peinados 2010

Los peinados 2010 tomarán un viaje por el carril de la memoria. En

1940 el retro era de moda popular, esto se refleja en

la peluquería. En las pasarelas se ha

visto mucha sofisticación, como por

aquella época, con elegantes torce-

duras en abundancia. Estos estilos toman trabajo y requieren algunos productos

para el cabello por supuesto, pero si gasta tiempo arreglando su

peinado no es un problema, no se pre-ocupe, es comprensible cuando se trata de cabellos con rizos esponja-dos, despeinados, incluso un poco Punk, así es la moda.

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LA MODA Y LA TELEVISION: MUCHO MAS QUE UN LUJO DE POCoS

“Si mi gusto gustara del gusto que gusta tu gusto...”

Una explicación del funcionamiento y sim-bolismo en las sociedades modernas debería considerar al fenómeno de la Moda, cuyas normas invaden diversas capas sociales y grupos de edad. La moda no implica sólo el vestido o el peinado, su órbita se extiende a distintas prácticas sociales reguladas por una simbolización que ella misma legitima. En este sentido, los medios de comunicación cumplen un papel difusor importante, pero entende-mos que en esta escena el actor destaca-do es la televisión. La moda forma parte de esos flujos que posibilitan el ingreso en la difusión colectiva de pautas y valores sociales de ciertos actores modelos que se instauran con la suficiente legitimidad como para ser imitados. La moda a través de la televisión se afianza en la confluen-cia entre sociedad e intimidad y, como un patrón legítimo, contribuye al desvaneci-miento de diferencias entre sectores y clases. Qué vestir, de qué y cómo hablar, qué valores defen-der, parecen ser prácticas

Una reflexión acerca de homogeneidad y diferencias, consumos masivos y distinguidos.

que en muchos casos la moda regula, la televisión difunde y el consumo masivo facilita.

La clase y el gusto.

No obstante, dirá Bourdieu, una clase no se define sólo por su posición en las rela-ciones de producción, existen «otras pro-piedades» -el sexo, la raza o la edad por ejemplo- que funcionan como principios de selección y de exclusión.A pesar de que el entrecruzamiento de los capitales económico, cultural y social determine o distinga a las clases, existen diferencias secundarias dentro de cada una de ellas que hacen a la separación de las diversas fracciones. Estas diferencias se deben, para Bourdieu, a dos factores fundamentales: a) la forma diferente en que ese capital global está distribuido en las diferentes especies de capital y b) la trayectoria del agente que determina ladi-ferencia entre capital de origen y de llega-da, por ejemplo, lo que distingue dentro de una misma clase a «los advenedizos» de

aquellos que no lo son. Así

*Adriana Rizzo

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Lencería

Se trata de ropa Mujer e incluyen ropa como corpiños, camisola, camisa, corsé,

faja, body, bombachas, bikinis, tangas. Los tejidos utilizados para la elaboración de estas prendas son lycra, nylon, poliés-ter, algodón, encajes, tejidos de seda. Estas prendas están destinadas a propor-cionar confort al usuario y no dañar la piel.El reciente incremento en la demanda de prendas de vestir de mujer es debido al aumento de la moda en todo el mundo. La industria de los zapatos 2010 aumentara gradualmente. La ropa de mujer constitu-ye la mayor parte de la cuota de la indus-tria de la moda.

Colecciones 2010

Las prendas de vestir para mujeres son generalmen- te

una expresión de la moda, tenden-cia, estilo de las colecciones 2010 y la gracia. La industria de la confec-ción para la mujer es una parte muy importante de la ropa de moda.

Camisa Mujer

La camisa se utiliza generalmente como una parte superior del cuerpo del vestido. Las camisas son de diferentes estilos basados en el tipo de mangas que tienen, el diseño de cuello y la forma en que están sujetos. Están disponibles en una variedad impresionante de diseños, colo-res y bellos modelos. Las camisas pueden usarse con equipos en conjunto con los jeans, piratas, faldas, etc Los tejidos mas utilizados son de algodón, lino, nylon, seda, poliéster etc Diferentes tipos de camisas están disponibles en el mercado,

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para Bourdieu, el Habitus en tanto «estructura estructurante» organiza las prácticas y la percepción de las

mismas. El estilo de vida es entonces la capacidad de producir determinadas prácticas enclasables y dediferenciar y apreciar prácticas y gustos. Desde esta perspectiva el Gusto es, para Bourdieu, lo que se encuentra a la base del estilo de vida como conjunto de preferen-cias distintivas. Es en las «elecciones» de objetos de con-sumo y de prácticas en las que se manifies-ta la «distinción» o la «vulgaridad», el gusto es aquello que permite agregar a las dife-rencias en el orden físico de los cuerpos, las diferencias en el orden simbólico de las distinciones significantes transformando las prácticas enclasadas en prácticas enclasantes. Es el habitus el que inclina a unas «elecciones» ajustadas a la condición de la que él mismo es producto.Es en este sentido que Bourdieu establece una diferencia entre Gustos de Necesidad y Gustos de Libertad. Es esta diferencia, el habitus, y no los mayores o menores ingre-sos, la que impone las prácticas ajustadas a esos recursos. De allí la diferencia entre consumos vulgares, fáciles y comunes que corresponden a los menos provistos de capital cultural y los consumos distinguidos que corresponden a los más provistos de dichos capitales.

Entre ambos tipos de consumo, Bourdieu ubica a ciertas prácticas condenadas como pretensiosas, por la discordancia entre ambición y posi-bilidad. Si bien los ingresos contribuyen a determinar la distancia con respecto a la necesidad, no explican como a ingresos iguales se observan consumos distintos.De allí que para Bourdieu el verdadero principio de las diferencias en el consumo debe bus-carse en la oposición entre lo que él llama «Gustos de Necesidad» y «Gustos de Liber-tad». El gusto es una elección forzada pro-ducida por condiciones de existencia que en las clases dominadas no deja otra alternati-va que el gusto por lo necesario.Desde esta perspectiva, el gusto por necesi-dad sólo puede engendrar un estilo de vida definido negativamente, como defecto, como privación respecto de los demás esti-los de vida. Los más desposeídos son los que «no saben vivir», los que más dinero dedican a los alimentos materiales y menos al vestido, a los cuidados corporales o a la estética. En síntesis, los que con sus «elec-ciones» confirman el racismo de clase y aquello de que «no tienen mas de lo que se merecen». En este sentido el Gusto de Necesidad se asocia al «estigma» y el Gusto de Libertad a los «emblemas electivos».El gusto de los agentes de los cuadros supe-riores se orienta hacia lo ligero y refinado por

oposición al gusto de lo pesado y grosero de los sectores populares; el

gusto del peque-ño burgués, por su parte, se rela-

ciona con las

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En la actualidad la moda se ha asociando y cambiando según las distintas tribus urbanas. Ellos distinguen la ropa según las marcas exclusivas, es decir, por llevar determinado logo o símbolo estampado, por algún accesorio o por vestirse de distintos colores claro. Los hombres tanto como las mujeres adoptan el chándal para todo tipo de trabajo u ocasión. Las mujeres usan borsegos, suecos o sanda-lias. Se volvio a los 80, esta de moda el estampado floreado. Aceptando asi los shorts, polleras, y pantalones tiro alto. Se usan tambien las cosas cortas, como por ejemplo minifaldas. Tambien de ultima moda salio las remeras cortas y abucho-nadas, dejando ver la panza al levantar los brazos. Mas que nada la usan las jovenes para ir a bailar. Se implemento el jean claro. Como chaquetas de jean y pantalones jeans rotos y desilchados. Se dejo de usar la zapatilla en la mujer. Las carteras son pequeñas y si es con flecos mejor. Se usa muchisimo la calza con remeras largas. Y el color que mas se usa en este verano es el zuela. Los hombres implementan el escote en V junto con pantalones chupines y zapatillas de

marca. Los pantalones blancos en los hombres son sensacion, tanto como las camisas abiertas con una remera debajo y arremangadas. Se usa la remera aden-tro de la parte de la ebilla del cinturon y lo demas afuera, mostrando asi una moda rebelde. Tambien es muy normal que al hombre se le vea la tira de arriba de los boxer. (2010).

Tendencias 2010.

Ropa sport

Estas prendas son normalmente usados porque son muy cómodas y con estilo. Las camisetas y Piratas se las califica como ropa sport. Las camisetas están disponibles en una gama de diseños y colores. Pueden ser diferenciados sobre la base del cuello y manga. Los distintos tipos de camisetas de cuello redondo con manga corta etc. Los piratas son usados normalmente en verano. Los piratas están hechos de telas como el algodón, poliéster y nylon.

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censuras sociales, que prohíben Las infinitas maneras de concebir

y tener el cuerpo (cuidarlo, nutrirlo, mantenerlo) revela el habitus de clase

a través de las preferencias de consu-mo alimenticio y de los usos del cuerpo en

el trabajo y el ocio. A esto hay que agregar todas aquellas modificaciones que volunta-riamente se realizan sobre el cuerpo: la cos-mética, el vestuario, el peinado, etc., que al depender de medios económicos y cultura-les, constituyen también marcas sociales que funcionan como signos distintivos, enclasados y enclasantes. De este modo, el cuerpo-producto social, como portador y productor de signos expresa lo «vulgar» y lo «distinguido», lo naturalmente «natural» y lo naturalmente «cultivado».En la oposición Forma-Maneras/Función-Substancia Bourdieu asienta dos visiones antagónicas del mundo, dos modos de representación, dos estilos de vida: La prio-ridad otorgada a la Forma y a las Maneras en los cuadros superiores es considerada por Bourdieu como una Ascesis electiva y se evidencia en lo ceremonial, la aparien-cia, lo puramente simbólico, la falta de naturalidad, las hipocresías, el oropel, el juego de las estilizaciones, la dignidad ética y el refinamiento estético.Por el contrario, la Estesis define la pertinencia de la Subs-tancia y la Función en las clases populares y se pone de mani-fiesto en las p r á c t i c a s a l iment ic ias cuyo objetivo

es mantener el cuerpo y lafuerza; en la pertinencia de la naturaleza, el ser, la sencillez y las necesidades primarias. Se trata de la grosería ma-terial de los que se abandonan a las satisfacciones inmediatas en el consu-mo alimenticio.La Ascesis electiva y la Estesis, el gusto distinguido y el vulgar, se ponen de mani-fiesto también en el interés de las diferentes clases por la propia presentación.

Las clases populares hacen del vestido un uso realista y funcionalista, odian la forma

porque no da nada a cambio ignorando la preocupación burguesa por introducir la

etiqueta en el universo doméstico que es sede de la libertad.

La oportunidad de vivir el propio cuerpo bajo el modo de la gracia,

dirá Bourdieu, es mayor a medida que se asciende

en la escala social y cuanto más a la medida del reconoci-

miento está la capacidad corpo-ral; y a la inversa, sufrir el cuerpo e

Las clases populares marcan poco la distinción entre el ves-tuario exterior-visible y el interior-invisible-oculto, a dife-rencia de las clases medias que se inquietan por la apariencia exte-rior.

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En 1970, fue una década muy diversa, aquí se

produjo un furor hacia lo RETRO. Las flores fueron el

principal símbolo no solo en la ropa sino que también el

pelo y repre-sentaban la

i d e o l o g í a ilusoria que los guiaban a la llamada REVOLUCION DE LAS FLORES. Resaltaban los trajes y vestidos, que se lucieron con ajustados pantalones. El algo-dón fue remplazado por la lycra; usaban botas o zapatones de taco, tipo suecos.En 1980, la moda trajo cambios muy positivos. El nuevo estilo se caracteriza-ba por el uso de ropa interior visible, ya sea sobre una remera, debajo de una remera transparente o tirantes de encaje visibles. Esta nueva moda fue altamente controversial ya que esto nunca se había visto en el pasado; esto fue sinónimo de liberación para las mujeres, ya que anti-guamente usar la ropa interior así les daba aspecto de una mujer desarreglada. Gracias a esta tendencia, las mujeres de hoy pueden vestir remeras cómodas sin tener que preocuparse por las transpa-rencias o los tirantes de los corpiños.En 1991, en esta época se basaba en la variedad y no en una tendencia específi-ca y duradera. Trataban de ponerse lo que te hiciera sentir más cómodo, sin darle mucha importancia a la opinión de los demás o a las tendencias, porque la gente había llegado a la conclusión de que no se estaban expresando con liber-tad. Se vestían con la remera de The

Clash o podían dejarse el cabello suelto. La gran modificación de ellos fue la aparición de los pier-cings, tatuajes y pinturas de pelo.

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en la incomodidad es más frecuente cuando mayor es la des-proporción entre el cuerposoñado y

el propio. Es propio de la pequeña burguesía (aunque no exclusivamente) la

experiencia de la incomodidad, la vigilan-cia y la corrección. El pequeño burgués hace desesperadas tentativas para ser-para-el otro, para ser aprobado traicionán-dose tanto por su hipercorrección como por su encogimiento.

Televisión y Moda: una lógica de la inconstancia o una problemática de dis-tinción social

El fenómeno de la moda puede ser pensa-do a partir de la lucha o conciliación entre dos actitudes fundamentales a las que el «seguir la moda» nos lleva: a) ser recono-cidos por el grupo, por la sociedad (aceptación pública); o b) destacar nues-tra individualidad, nuestra personalidad (lo privado). Desde esta perspectiva, es lícito pensar que el «seguir la moda», como práctica imitativa, es un fenómeno constante en la historia. Los agentes se esfuerzan por apropiarse del reconocimiento de la distinción aunque más no sea bajo la imitación; esto obliga a los distinguidos a luchar contra la vulgarización buscando siempre algo nuevo que afirme su singu-laridad. Algunas clases, los privilegiados, no se pre-ocupan por el parecer, simplemente «son»; otras, los pequeños bur-gueses, se esfuerzan

Es evidente que para Bourdieu la elección, el gusto y el consumo

denuncian siempre el «origen», no pudiendo nunca los agentes desligarse

por su «ser-para-otro» e imitan para «hacer-se valer» frente a los demás; las clases populares no tienen esta preocupación pues están condenadas al silencio. Para Bourdieu, en cambio, la moda es siem-pre un factor de imposición de una clase sobre otra y constituye un modo de domina-ción simbólica que impone la visión de un mundo legítimo jerarquizando sujetos y grupos. Los agentes que imponen esa domi-nación simbólica son precisamente los que poseen legitimidad. El poder simbólico de imponer una visión de mundo se evidencia en la propensión de los más desposeídos por elegir aquello que resulte más conforme a la definición legítima, optando por las variables más económicas de los productos consumidos por las clases dominantes.

Nos preguntamos si hoy, en países como el nuestro, en

donde numerosos grupos de agentes poseen capital econó-mico y cultural de

corta data, es posible establecer tan taxati-vamente esta diferen-cia. Y si, suponiendo que pudiera estable-cerse, es pertinente en tanto es realmente lo que «distingue». No es difícil admitir que en nuestro país las identificaciones

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lleva-ba sola, pierde su vuelo. Usaban vestidos enteros con flecos y bolsitos pequeños. Se acor- ta-ron las prendas por encima del tobillo, y la década acaba con el corte de pelo “ETON”.En 1920, la ropa comenzaba a ser mucho más práctica. Nuevamente vuelve a cam-biar la silueta descendiendo la cintura a su posición anatómica, marcando el talle y ensanchando los hombros. Se populariza-ba el traje de chaqueta para calle y se fiesta se elegían los vestidos con grandes escotes en la espalda así como abrigos largos con pieles. En esta década se des-tacan las faldas cortas. Desaparecen los sombreros y se vuelven a dejar crecer el pelo.En 1930, esta es una década de guerra y eso perjudico a la moda. El look se militari-zo y los tejidos se volvieron pobres, debido a esto las chicas se vestían con uniforme de ciudad, es decir, trajes de chaqueta. El

largo se elevaba por debajo de las rodi-llas popularizando los pantys, aunque

fueron escasos. Usaban los zapatos topolino, de corcho y los gorritos

diminutos que eran muy senci-llos o simplemente pañuelos a la cabeza. En 1943, volvió

el esplendor, triunfo el nuevo look

de Cristian Dior. Otra vez se vuelve a forzar la silueta con una cintura estrecha y tomaron volúmenes sus hombros y pechos. Se aumentó el vuelo de sus faldas pero se mantenían por debajo de sus rodillas. Comenzó el culto por la belleza por que las mujeres estaban hartas del estilo masculino y es por eso que volvieron las curvas. Los zapatos se estilizaron haciéndolos mas puntiagudos, usaban abrigos de paño, bolsitos al codo y los más elegantes sombrerosEn 1950, esta década se destaca por la revolución. Se utilizaba ropa COMODA dando lugar a la ropa juvenil, dejando atrás el lujo Borges. Se había puesto de moda la ropa extravagante. Los estampa-dos eran de mariposas y de flores. Las siluetas volvieron hacer más lisas y se comenzaron a imponer rápidamente por todo el mundo las minifaldas.En 1960, en esta década los adolescen-tes se pudieron expresar libremente. Aquí surgió el concepto de la ropa diferente, original, divertida y extravagante. El cabe-llo se usaba corto y con cortes geométri-cos. Tanto los hombres como las muje-res comenzaron a usar pantalones de campana y se imponieron las blusas de algodón.

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Son élites comunicacionales y no la alta burguesía las que legitiman los temas de los que se habla y los modos de hablarlos (giros, modismos, expresiones nuevas), las prácticas que se ejercen (deportes, gimna-sio, control mental, etc.), los alimentos que se consumen, la manera de vestirse-maquillarse peinarse, los valores que se sustentan, los principios morales que se privilegian, etc. Si nos preguntamos «¿quién impone?», Bourdieu dirá «las clases dominantes»; nosotros podríamos agregar que son esas élites mediáticas que tienen derecho a la verbalización pública.Advertimos, retomando esta idea, que la televisión desempeña el rol de agente dotado de un fuerte capital simbólico en tanto es percibida y apreciada como legíti-ma. Esa legitimación se cristaliza en los agentes que la misma instituye: conducto-res, actrices, modelos, invitados, etc.Los personajes de la televisión son «suje-tos a la moda», si aparecen por televisión están a la moda porque es moda lo que ella muestra y son entonces «imitables» si el deseo es «seguir la moda».Si tomamos por ejemplo el caso del ejerci-cio físico y el mantenimiento del cuerpo, la “nueva gimnasia” constituye para Bourdieu el “auge” de una moral terapéutica ligada a un cuerpo de profesionales (psicoanalistas, sexólogos, psicólogos, periodistas espe-cializados, etc.) que pretenden el monopo-lio de la definición legítima de la competen-cia pedagógica o sexual legítimas. Estas profesiones son las que tratan de «dar», o “vender”, en ejemplo, su propio arte de vivir. Es obvio que, en este caso, Bourdieu está haciendo hincapié en algunos aspec-tos que necesariamente tienen que ver con la Moda entendida como un «auge», como aquello que surge «nuevo» y se impone. Pero creemos que la legitimidad de estos profesionales no se asienta solamente en la posesión de un capital cultural específico,

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la juventud no tardó en imitar. Hoy día, la situación apenas ha cambiado. Los anunciantes se valen eficazmente de desfiles de modelos, atractivas revistas de papel satinado, carteleras, escaparates y anuncios televisivos para crear una demanda de prendas nuevas.

Transcurso de la moda.

La moda comienza en el año 1900 con la llamada silueta S, debido al corsé que empujaba los pechos hacia arriba, estrechando la cintu-ra y sus faldas ajustadas a la cadera ensanchándolas en forma de campana al llegar al suelo. En el mundo laboral se

empieza a incorporar los trajes sastre y el corte con influencia mas-

culina para las mujeres. Los vestidos eran largos, cubrían los zapatos,

las plumas y los encajes hacían furor, destacando los grandes sombreros con infinidad de adornos y ornamentos. La moda

prácticamente solo fue seguida por las clases altas alemanas.

En 1908, la silueta fue mucho más recta, sin marcar tanto la cintura. Radi-

calmente cambio la ropa interior; se dejó de usar el corsé a cambio del sujetador, las faldas se estrechaban tanto en su vuelo

que casi no dejaban andar, los sombreros eran muy anchos, la silueta era un triángulo invertido, haciendo surgir el escote en V. Antes de la guerra se añade a la silueta una sobrefalda con más vuelo por la rodilla. Los sombreros se redujeron para comenzar a usar la ropa deportiva, en distintos deportes que se practicaban en la época.En 1910, la silueta de la mujer se hizo completamente lisa por la parte supe-rior, de forma que el look unisexo u andrógino se generaliza. Se elimi-na completamente la falda larga de la década ante- rior y la sobrefalda que se

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misma.extiende e influye a la moda en general al margen del espíritu de pro-testa que la originó. Otro ejemplo es el de la moda Hippie, derivada del movi-miento del mismo nombre, que expresa la protesta contra el modo de vestir burgués y contra cualquier expresión exterior que mani-fieste el conformismo con el sistema gene-rando una moda vestimentaria que se extien-de primero a otros grupos con ánimo rebelde y luego a la juventud en general. Algo similar ocurre, años después, con el movimiento Punk. Pareciera que hoy ese fenómeno se inclina por una influencia de la juventud en general, sin considerar la variable contestataria desde una perspectiva filosófica o política, sino más bien como una rebeldía hacia todo lo que implique «años». Para nosotros el fenómeno es similar hoy, en tanto resulta difícil distinguir a un adolescen-te de una clase social de otro de una clase diferente, incluso se vuelve complicado, a veces, diferenciar un joven de una joven. La moda parece querer distinguir más las edades (valor sobrevalorado) que la clase social, el oficio, las virtudes morales o el sexo.A pesar de que para Bourdieu los motivos de la moda son más sociales que individuales, entendemos que la moda aparece en nues-tros días menos como una creación clasista que como un imperativo comercial, industrial y de renovación productiva para mantener niveles de consumo Al respecto, resulta ilus-trativa la llamada “moda harapo” de los años 80, la “moda pobre” y el auge por el vestido reciclado o usado que seduce a la juventud “posmo” de los 90 o la música de “cuartetos” que encanta a la alta burguesía porteña en la primera mitad de esta década.El «cuerpo soñado» de Bourdieu no es el cuerpo de la clase dominan-te, sino que es un «cuerpo a la moda». Pensemos, por ejem-plo, en la diferente semantiza-ción que la moda hizo del

sino que es su presencia televisiva y el acceso a una verbalización mediática lo que legitima todo aquello que dicen. Si aparecen por televisión es porque son legítimos y son legítimos porque aparecen por televisión. Su legitimidad dependerá má de su mayor o menor posesión de un capital que podemos definir como de «reconocimiento televisi-vo».El «habitus de clase» del que hablara Bour-dieu se ve deslucido, opacado por este nuevo «habitus» que regula e impone la moda a través de la televisión.La moda impone gustos y estilos como los únicos concebibles en un determinado mo-mento y genera prácticas individuales cuyo fin no es tanto la necesidad de enclasarse en una clase reconocida sino identificarse con la moda por la moda

Las clases populares marcan poco la distinción entre el vestuario exterior-visible y el interior-invisible-oculto, a diferencia de las clases medias que se inquietan por la apa-riencia exterior.

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-. Por su carácter de medio de comunicación masivo, la televisión establece una dialéctica entre distin-

ción e igualación. Siendo la moda lo que distingue y la juventud y los actores me-diáticos lo legítimo, la lógica clasista parece entonces desvanecerse como patrón.Para terminar, no quisiéramos que esta reflexión -en su afán por brindar una mirada alternativa a los planteos bourdia-nos- proponga repensar prácticas imitati-vas reguladas por la lógica de la oda igno-rando particularidades de esta problemá-tica que evidencian que, aún “siguiendo la moda”, los actores pueden distinguirse según su clase. Estos casos no constitu-yen el motivo central de nuestros plan-teos, de allí que sólo los mencionemos tangencialmente. . En este sentido, debe-ríamos contrastarlo desarrollado en este trabajo con algu-nas cuestiones que parecen dar cuenta de estilemas de clase (por ejemplo, la diferencia entre lo sobrio/lo recargado o lo

clásico/lo barroco). Quizá una comparación

de esta naturaleza enriquecería la propuesta al tiempo que relajaría el cuestionamiento que, a partir de esta temática, se hace de las posturas de Bourdieu y sus discípulos, pero una explicación tal excede sin dudas elobjeti-vo de este artículo.

Historia de la moda.Durante cientos de años fueron los mo-narcas y los nobles los que marcaron las pautas de la moda. En el siglo XVII, Luis XIII, rey de Francia, decidió ocultar su calvicie con una peluca. Al poco tiempo, los nobles europeos comenzaron a afei-tarse la cabeza y seguir su ejemplo, imponiendo un estilo que duró más de un centuria.En el siglo XIX, las revistas femeninas comenzaron a promocionar las nuevas tendencias e incluso a ofrecer patrones

económicos para que las mujeres pudieran con-

feccionarse su propia ropa. Con la llegada del siglo XX y la popularidad del cine y la televi-sión, las estrellas de la pantalla se convirtieron en ídolos internacio-nales y empeza-ron a imponer la moda. Lo mismo sucedió con los músicos famosos, los cuales pusie-ron en boga esti-los radicales que

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Resulta útil para nosotros retomar esta reflexión, en tanto la citada

estandarización de los consumos populares por efecto de la difusión

masiva no es a nuestro entender privativa de las clases más bajas. Si bien la dife-rencia de clases es una realidad indiscuti-ble, cualquier sujeto que consuma televi-sión, no importa su clase, es testigo y pro-tagonista de una moda que la misma pro-picia y que favorece el consumo de deter-minados objetos y el ejercicio de prácticas particulares tendiendo a confundir esa división de clases. En un sentido similar, coincidimos con Grignon en que no se deben analizar los consumos desde una sociología de la cultura alta que hace ver a los consumos populares como desven-taja, como «privación». Es claro que la estilización y lo simbólico también se corresponden con estas clases. Pero nuestra diferencia con Grignon radica en que su modo de concebir el consumo, al igual que Bourdieu, se enmarca en una lógica clasista. Para nosotros sería impor-tante salir de esta lógica, de este esque-ma, y entrar en una lógica distinta: la de la moda, para poder así entender mejor los modos de consumo de todas las clases. La moda que legitima y hace circular la cultura electrónica es precisamente aque-llo que se «reproduce».Actores de diversas clases adoptan prác-ticas imitativas de modosmodas legítimos que la televisión difunde. La “necesidad” de estar a la moda se enlaza así a prácti-cas legitimadas y legitimantes que llevan a los actores de las clases dominantes y dominadas a “no distinguirse” sino a “pa-recerse” lo más posible a los actores-modelos, sujetos legítimos, que la televi-sión hace visibles.

De este modo, la televisión funciona como matriz de distinción para algu-

nos actores -las élites comunicacio-nales- y como facilitadora de un

proceso de igualación para otros -el público-

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misma.El auge de esta moda vestimentaria

se extiende e influye a la moda en general al margen del espíritu de

protesta que la originó. Otro ejemplo es el de la moda Hippie, derivada del movi-miento del mismo nombre, que expresa la protesta contra el modo de vestir burgués y contra cualquier expresión exterior que manifieste el conformismo con el sistema generando una moda vestimentaria que se extiende primero a otros grupos con ánimo rebelde y luego a la juventud en general. Algo similar ocurre, años después, con el movimiento Punk. Pareciera que hoy ese fenómeno se inclina por una influencia de la juventud en gene-ral, sin considerar la variable contestataria desde una perspectiva filosófica o política, sino más bien como una rebeldía hacia todo lo que implique «años». Para nosotros el fenómeno es similar hoy, en tanto resulta difícil distinguir a un ado-lescente de una clase social de otro de una clase diferente, incluso se vuelve compli-cado, a veces, diferenciar un joven de una joven. La moda parece querer distinguir más las edades (valor sobrevalorado) que la clase social, el oficio, las virtudes mo-rales o el sexo.A pesar de que para B o u r d i e u los motivos de la moda son más socia-les que individuales,

entendemos que la moda aparece en nues-tros días menos como una creación clasista que como un imperativo comercial, indus-trial y de renovación pro-ductiva para mantener

niveles de consumoLa moda se impone a través de la televisión y su fuerza normativa trasciende las barreras de clase pues se sigue la moda para «estar a la moda». La televisión como divulgadora de moda funcionaría en este sentido como aquello que permite la integración de las perso-nas privadas en el reconocido y legitima-do ámbito de lo público-social, «distinguir-se» pero como sujetos a la moda y cuanto más a la moda mejor. Los agentes perte-necientes a las más diversas clases están sometidos a un «Gusto de Necesidad» de estar a la moda que impone siempre «censuras» y cuidados, tanto en clases dominantes o como dominadas. Aún las clases populares tendrían una visión de mundo adaptativa a aquello que la televi-sión divulga y que la moda propugna, aunque las posibilidades de adaptar a esta visión su consumo se vean limitadas por sus condiciones materiales. Así el

«cuerpo alienado», incómodo no es sólo el cuerpo del pequeño-burgués, las clases populares y las altas también se restringen y censuran para adaptarse a la

moda.

La Moda: una tiranía legítima

El punto de vista Etnocentrista en los estudios de la cultura

generaron una reacción cuyo fin era el de hacer un «acto de justicia descriptiva» respecto del derecho a

un sentido propio para las culturas populares

Aparece así el Relativismo Cultural con su esfuerzo

por «autonomizar» a estas culturas tratándo-

las, no por cierto como culturas

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como Necesidad y no Liber-tad. Ahora bien, si intentamos

acercarnos a los temas que nos pre-ocupan, y ver el fenómeno de la televi-

sión y la moda, estamos obligados no sólo a distanciarnos de Bourdieu, tal lo plantea-do anteriormente, sino a establecer tam-bién ciertas diferencias respecto de sus discípulos.Por un lado, no creemos que necesaria-mente la «estilización» y «lo simbólico» deban asociarse a la «libertad». Al pensar en la moda y en la televisión como su difu-sora, debemos salirnos en parte de la lógica clasista porque resulta bastante lícito pensar en encadenamientos en los cuales la Necesidad «de estar a la moda» admite ser vista al mismo tiempo como una falta de libertad y como estilización.La moda inclina a los actores a un gusto por el consumo de objetos y por el ejercicio de prácticas que de ningún modo son libres y que de hecho imponen privaciones e incomodidades. El consumo televisivo propicia la «necesidad» de acercamiento a

una moda impuesta que atañe tanto a lo que se come como a lo que se piensa, al margen de la clase social a la que el agente per-tenezca. Los estilemas que la moda pro-pone a través de la televisión no provie-nen exclusivamente de la clase dominan-te; de allí que estos sistemas de valores no deban ser vistos únicamente bajo una óptica regida por la lógica de las clases. Si bien Grignon y Passeron intentan atenuar y poner en duda la postura legitimista de Bourdieu, para quien los únicos que pueden hacer migrar estilemas culturales son las élites; no se detienen en conside-rar a esta migración de estilemas fuera de la lógica de las clases.Ver la estilización, la libertad y lo simbólico en los consumos populares lleva Grignon a considerar necesariamente la estandari-zación de los estilos de vida de las clases p o - pulares como consecuencia

de la difusión masiva. Esta uniformidad simbó-lica no puede dejar de ser percibida como una NoLibertad. De allí que

Grignon dirá que la pro-ducción masiva sus-

cita las clases y las luchas de clases pero que el consu-mo masivo lasconfunde.

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dominantes, pero sí otorgándoles hipotéti-

camente lo que éstas poseen. Surge entonces lo que J. C. Passe-

ron (1991) llama una segunda ruptura que es la que cuestiona la posibilidad de la autonomía absoluta y que por respeto al «realismo sociológico» prohibe obviar las relaciones de fuerza y la interacción des-igual entre las diferentes clases. Se trata precisamente del Legitimismo Cultural que postula entonces un «orden cultural legíti-mo» en una sociedad de clases y según el cual, el Relativismo en su afán por ser justo -respecto de las clases populares- frente a la injusticia del Etnocentrismo, comete una injusticia parecida al olvidar los efectos de la dominación.Frente a esto, Passeron estima necesario plantear una Tercera Ruptura que intro-duzca, en el estudio sociológico, una Arti-culación entre el Legitimismo y el Relativis-mo Cultural. Esta toma de posición implica asumir una diferencia respecto del Legiti-mismo de Bourdieu.A nuestro parecer, resulta bastante obvia la intención, tanto de C. Grignon (1991) como de J. C. Passeron, de proponer una mirada crítica sobre la teoría de P. Bour-dieu; no obstante, sus propuestas no se alejan demasiado de la problemática que el propio Bourdieu plantea y aquello por lo que se preguntan da vueltas irremediable-mente alrededor de las categorías bour-dianas. Grignon y Passeron (1991) se oponen a la visión legitimista de Bourdieu que ve a las culturas populares como pura privación: «no hay gusto popular», tratan-

do al mismo tiempo de no caer en un Relativismo Cultural

a ultranza que desconozca los efectos de la dominación.

.

Conside- ran entonces necesario ver «la estilización» y «lo simbólico» también en los consu-mos populares, intentando así distan-ciarse de las clásicas asociaciones bourdianas entre Libertad, Estilización, prácticas desinteresadas y lo Simbólico por oposición a Necesidad, Privación, prácticas utilitarias y la Naturaleza. A tal efecto Grignon establece cruces entre los términos, de manera tal que no deban verse las prácticas de lasclases dominadas necesariamente pretendemos

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