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Centro Diocesano de Pastoral

Morelos 34. A. P. 21Tel. (395) 785-0020 Fax. (395) 785-0171

Correo-E: [email protected]: [email protected]

47000 San Juan de los Lagos, Jal.

Responsable:

Comisión diocesana de Pastoral Familiar

Diócesis de San Juan de los Lagos.

SUMARIO:Presentación ...................................................................................................... 1

Presentación del temario................................................................................... 3

TEMARIO DE LA SEMANA DE LA FAMILA:

1.- ¡Qué onda con mi familia! .......................................................................... 5

2.- Tú a mí no me mandas .............................................................................. 12

3.- Amor eterno ............................................................................................... 20

4.- Hacer el bien nos hace bien ..................................................................... 26

5.- Hijos obedezcan a sus padres, padres no irriten a sus hijos ................... 32

Ética del Matrimonio y la Familia ................................................................... 36

Objetivo:

«Reflexionar en algunos aspectos de la dinámica de la vidaen la comunidad familiar, para que viviendo el mandamientode honrar a tu padre y madre, colaboremos en la construc-ción de la civilización del amor»

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MES DE LA FAMILIA

San Juan de los Lagos, Jal., 01 de septiembre de 2014.

A TODA LA FAMILIA DIOCESANA

Circular No. 15/14

ASUNTO: Convocación a la Semana de la Familia 2014.

Queridas familias que viven en la Diócesis o que tienen su origen en sus comunidades:Paz y bien.

El mes de octubre se dedica en nuestra Diócesis a reflexionar y buscar acciones para que lasfamilias sean sujeto prioritario de la Nueva Evangelización y se constituyan en el primer Nivel deIglesia en medio de las circunstancias cambiantes y dramáticas que vive el mundo. Este tiempofuerte de evangelización ha logrado establecer en todas las comunidades la «Semana de laFamilia», con cinco encuentros de reflexión y oración en los barrios, que algunos creativamentehan aprovechado para una Misión familiar.

El anuncio del Evangelio de la familia es parte integrante de la misión de la Iglesia, puesto quela revelación de Dios ilumina la realidad de la relación entre el hombre y la mujer, de su amor yde la fecundidad de su relación. La familia es la «escuela más rica de humanismo» en la que «lasdistintas generaciones coinciden y se ayudan mutuamente a conseguir una sabiduría humana máscompleta y componer convenientemente plenos derechos personales con los demás requisitos dela vida social» (GS 52).

En el tiempo actual, la difundida crisis cultural, social y espiritual constituye un desafío para laevangelización de la familia, núcleo vital de la sociedad y de la comunidad eclesial. Mo es fácil vivirel Evangelio de la familia cuando las condiciones del medio ambiente tienden a socavar incluso losmejores esfuerzos. Habrá qué motivar la belleza y la fecundidad de la fe en el carácter sacramentaldel matrimonio y en el poder curativo de la penitencia sacramental.

El Papa Francisco convocó la III Asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre eltema «Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la Nueva Evangelización» arealizarse del 5 al 9 de octubre de 2014. Enlaza el Sínodo sobre la Nueva Evangelización y laasamblea ordinaria prevista para el 2015 sobre orientaciones prácticas para la pastoral de la personahumana y de la familia.

Respondimos el cuestionario de 8 grupos de preguntas del Documento Preparatorio, con cuyosaportes se elaboró el Instrumento de Trabajo.

El 2 de febrero de este año el Papa Francisco dirigió una Carta a todas las familias del mundopidiendo oración por el Sínodo, debido a la inmensidad de la obligación, la urgencia de losproblemas y las expectativas demasiado grandes.

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En nuestra Diócesis, el Año de la Vida en Cristo y del comportamiento social cristiano marcaa las familias una línea de acción en el campo de la caridad: cercanía a las familias que vivenen situación de dificultades, necesidades y crisis; formar a los hijos en la solidaridad, laausteridad y el servicio generoso; diálogo y colaboración entre generaciones y sectoressociales; responder a las nuevas pobrezas que produce el sistema excluyente; participacióncívica; gestos de reconciliación y paz.

Los temas de la Semana de la Familia nos ayudan a profundizar en el aspecto ético de lasrelaciones familiares de acuerdo al Evangelio, comentando el 4° mandamiento de la Ley deDios. Anunciando el Evangelio de la paz, desde el punto focal de «Justicia, paz y fraternidadcristiana», llegarán a todas las culturas y subculturas de sus comunidades.

A la Santa Familia de Nazaret encomendamos el Mes de la Familia, con la oración del PapaFrancisco:

 Oración a la Santa Familia

Jesús, María y Joséen ustedes contemplamos

el esplendor del verdadero amor,a ustedes, confiados, nos dirigimos.

Santa Familia de Nazaret,hagan también de nuestras familias

lugar de comunión y cenáculo de oración,auténticas escuelas del Evangelioy pequeñas Iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret,que nunca más haya en las familias episodios

de violencia, de cerrazón y división;que quien haya sido herido o escandalizado

sea pronto consolado y curado.Santa Familia de Nazaret,

que el próximo Sínodo de los Obisposhaga tomar conciencia a todos

del carácter sagrado e inviolable de la familia,de su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José,escuchen, acojan nuestra súplica. Amén.

 

+ Felipe SALAZAR VILLAGRANA

Obispo de San Juan de los Lagos

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Este año la semana de la familia, siguiendo elcurso de acción de nuestro V Plan Diocesano depastoral, ofrece la temática en torno a la vida enCristo y al compromiso cristiano. De acuerdo aeste itinerario trazado en la Diócesis hemos ele-gido como tema general de la semana: «Familiavive tu fe, honra a tu padre y a tu madre». Es untema que quiere abordar algunos elementos en larelación padres e hijos, tomando como base elcuarto mandamiento. Las relaciones en la vidafamiliar son recíprocas; esto es todos al mismotiempo dan y reciben. Son relaciones cíclicas enlas que todos losmiembros se ven be-neficiados o afectadospor ellas. Lo que unmiembro de la familiahace, bien o mal, re-percute en todo el sis-tema. Padres e hijosdan y reciben, formany son formados, perocada uno desempe-ñando su propia voca-ción: como padre ocomo hijo.

El objetivo general de esta semana es:«Reflexionar en algunos aspectos de la diná-mica de la vida en la comunidad familiar, paraque viviendo el mandamiento de honrar a tupadre y madre, colaboremos en la construc-ción de la civilización del amor». Toda ladinámica familiar está impulsada y animada porlas relaciones al interior de la familia y es la formade relacionarse la que define a la propia familia.No pretendemos reflexionar en todos los aspectosde la dinámica familiar, sino en aquellos que seinspiran en el cuarto mandamiento. Estamos con-vencidos que al mejorar las relaciones familiaresestamos colaborando en sanear el tejido social,hoy tan deteriorado.

Presentación del Temario

La vida en Cristo, exige un comportamientoconcreto, coherente con la fe que profesamos. Elcuarto mandamiento nos ofrece algunas líneas deacción que facilitan la formación de la persona enel ámbito familiar. «Honra a tu padre y a tumadre», como dice mandamiento, contiene unaserie de elementos que iremos tratando en cadauno de los temas.

El primer tema es una llamada de atenciónpara adentrarnos a reflexionar en lo que pasa alinterior de la familia: ¡Que honda con mi familia!

El tema estará centra-do en analizar las re-laciones familiares enla honra y el amor. Elobjetivo del tema es:«Reflexionar en el va-lor de las relacioneshumanas en la comu-nidad familiar, paraque animadas por lahonra y el amor, for-talezcamos la comu-nicación entre padrese hijos».

Las relacionesintrafamiliares se van

diseñando con el desempeño de la autoridad quese ejerce en la casa. El tema segundo dice: «Tú amí no me mandas». Este tema tiene como objeti-vo: «Descubrir el valor de la autoridad en la vidafamiliar, para que padres e hijos reconozcan larelación entre mandar y obedecer que tiene unorigen divino y así fortalezcan las relacionesfamiliares». Es necesario tener bien claro quienostenta la autoridad en la casa y la forma como laejercen para favorecer una obediencia sana.

La honra y el respeto implican necesariamentela fidelidad. El tema tres es: «Amor eterno». Coneste tema se pretende «reflexionar en las caracte-rísticas de la alianza de Dios con su pueblo: amor

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y fidelidad, para que viviéndolas en la familia,colaboremos en fomentar la unidad y la integra-ción familiar». La fidelidad consiste en permane-cer unidos en el amor y a los compromisos adqui-ridos en la vida. La familia necesita educar en lafidelidad para poder garantizar la estabilidad ma-trimonial y familiar.

El principio de reciprocidad ofrece como be-neficio el enriquecimiento mutuo. El tema cuatroes: «Hacer el bien nos hace bien». Es un tema quenos lleva a reflexionar en el compromiso social.El objetivo es: «reflexionar como familia en elcompromiso social cristiano, para que descu-briendo que amar nos hace bien, nos comprome-tamos en la construcción de la civilización delamor». Hoy más que nunca necesitamos descu-brir que salir de nosotros mismos nos hace bien,que amar nos hace bien, que pensar en el bien delotro nos hace bien.

Finalmente en el tema número cinco ofrece-mos una lectio divina que se titula: «Hijos obe-dezcan a sus padres, padres no irriten a sus hijos».La lectio divina toma como reflexión el texto a losefesios, 6, 1-4. El objetivo de la lectio es: «medi-tar en los aspectos propios en las relaciones entrepadres e hijos propuestas por San Pablo, para queactuando como lo haría el Señor, se fortalezca lavida familiar. Nos detendremos en algunos as-pectos que favorecen la armonía y el orden social.La familia cristiana encuentra en este texto indi-caciones precisas para mantener relaciones sanasentre padres e hijos.

Con esta temática pretendemos ofrecer unaporte para que la familia fortalezca las relacio-nes entre padres e hijos y así puedan vivir la vidaen Cristo. Es una reflexión, que a partir del cuartomandamiento, hace hincapié en el ejercicio de laautoridad y en la educación para la fidelidad, quehan de estar inspiradas en Dios. Los creyentesviven la honra y el respeto inspirados en Diosmismo, como lo dice el apóstol: «como lo haría elSeñor».

Ofrecemos como en otros años, el folleto paracada familia. Este folleto será de gran ayuda parala profundización de los temas y para que cadafamilia pueda tener un espacio de reflexión sobrela vivencia del cuarto mandamiento. Los temasestán estructurados así: Título del tema y subtitu-lo, objetivo, oración inicial, experiencia de vida(corresponde al momento del ver la realidad),reflexión (corresponde al momento del pensarestructurada en tres partes: un análisis, una ideacentral y una aplicación a la familia), compromi-so (se sugiere invitar a matrimonios o familiasque compartan su testimonio de vida) y unaoración final.

Invitamos de manera particular a intensificarla oración por el Sínodo de obispos, que se realizaen Roma, con el tema sobre la familia. Pedimos aDios que este acontecimiento sea una oportuni-dad para delinear estrategias en la atención pasto-ral de la familia, dando respuesta a los grandesretos y desafíos que enfrentamos hoy.

Esperamos que estos temas sean un subsidioen la evangelización que realizamos en las parro-quias a favor de la familia. Invitamos a buscar lasformas y los modos de compartir estos temas conlas familias de la Diócesis. Hay parroquias querealizan la semana de la familia como tradicio-nalmente se ha hecho en los barrios, en pequeñosgrupos. Otras han optado por semanas masivas enel templo o en algún auditorio. Otras han compar-tido los temas con los padres de familia de losniños del catecismo, de manera particular paralos de primera comunión y confirmación. Otraslos imparten en las celebraciones eucarísticas.Otras han optado por llevar casa por casa unfolleto a cada familia de la parroquia. Otras ofre-cen los folletos los domingos al salir de las misas.Otras van a las escuelas y los imparten a los niños.Invitamos para que cada parroquia o comunidaddesarrolle su creatividad al realizar la semana dela familia. Ojalá podamos aprovechar las redessociales y así hacer llegar la reflexión a la mayorcantidad de personas y familias.

Comisión diocesana de Pastoral Familiar

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1.- Ubicación de la semana de la familia.Esta semana de la familia tiene como tema

central: «Familia, vive la fe: honra a tu padre y atu madre» (Sepuede comentar loque llama la aten-ción del poster dela semana de lafamilia)

El objetivo quenos hemos traza-do para esta se-mana es: «Re-flexionar en algu-nos aspectos de ladinámica de lavida en la comu-nidad familiar,para que viviendoel mandamiento de honrar a tu padre y madre,colaboremos en la construcción de la civilizacióndel amor». (Se pueden comentar los aspectos oideas que más llaman la atención. Además sepueden enumerar los temas que se tratarán a lolargo de la semana)

El Señor obispo don Felipe Salazar nos haenviado un mensaje para esta semana de la fami-lia, en el año de la celebración gozosa de la fe,escuchémoslo. (Se puede leer o escuchar en el cdel mensaje del Señor Obispo y después comentarlas ideas más importantes)

El tema que vamos a ver hoy se titula: ¡Quéonda con mi familia! El objetivo que queremosalcanzar es: «Reflexionar en el valor de las rela-ciones humanas en la comunidad familiar, paraque animadas por la honra y el amor, fortalezca-mos la comunicación entre padres e hijos».

2.- Oración inicial.Monitor: Iniciamos esta semana de reflexión

en torno a la familia. Reconocemos que nuestrafamilia es una de lostesoros más valiososque tenemos. Agra-decemos a Dios eltener una familia ypedimos que nosbendiga. El Señornos invita en el cuar-to mandamiento:«honrarás a tu padrey madre». Escucha-mos a los sabios delantiguo testamentoque invitan a vivireste mandamientopara alcanzar el per-

dón de los pecados y tener larga vida. Escuche-mos:

Texto:Eclesiástico 3, 1-8.

«Hijos míos, escúchenme que soy supadre; sigan mis consejos y se salvarán.Porque el Señor da más honor al padreque a los hijos, y confirma el derecho dela madre sobre ellos. El que honra a supadre alcanza el perdón de sus pecados,el que respeta a su madre amontonatesoros. El que honra a su padre recibi-rá alegría de sus hijos, y cuando oreserá escuchado. El que respeta a supadre tendrá una larga vida, quien obe-dece al Señor complace a su madre, ysirve al Señor sirviendo a sus padrescomo amos. De palabra y obra honra a

1.- ¡Qué onda con mi Familia!«LAS RELACIONES FAMILIARES EN LA HONRA Y EN EL AMOR»

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tu padre, para que su bendición descien-da sobre ti».

Palabra de Dios.Monitor: Presentamos la imagen de una fami-

lia, Señor te pedimos que bendigas nuestras fami-lias. (Se coloca al frente, mientras tanto se cantael Himno a la familia).

Canto: Himno a la familia.

Oración de los padres:

Señor, Padre todopoderoso, te damos gra-cias por habernos dado estos hijos. Esuna alegría para nosotros, y las preocu-paciones, temores y fatigas que nos cues-tan, las aceptamos con serenidad.

Ayúdanos a amarlos sinceramente. A travésnuestro has hecho surgir vida; desdetoda la eternidad tú los conocías y ama-bas.

Danos sabiduría para guiarlos pacienciapara instruirlos vigilancia para acostum-brarlos al bien mediante nuestro ejem-plo.

Fortaleces nuestro amor para corregirlos yhacerlos más buenos. Es tan difícil aveces comprenderlos ser como ellos nosdesean, ayudarlos a hacer su camino.

Enséñanos tú Padre bueno por los méritosde Jesús tu Hijo y Señor nuestro. Amén

3.- Experiencia de vida:

Un domingo familiar.

Don Bonifacio y doña Clara han establecidocelebrar en su familia el día familiar. Para estematrimonio es importante pasar tiempo enfamilia. Los hijos aunque algunos ya grandes,valoran estos momentos de convivencia. DonBonifacio cree que dedicar algún día a lasemana o al mes para estar en familia favorecela integración y la comunicación entre padres ehijos. Doña Clara siempre pide salir de casapara descansar de los quehaceres del hogar: nohacer comida y no tener que limpiar la casa. Elhijo mayor tiene novia y algunas veces ha pedido

llevar a su novia al día familiar, él dice que pocoa poco tiene que ir conociendo las costumbresy la forma de vivir de su familia. Ana es lasegunda hija, una universitaria, en alguna oca-sión no ha podido asistir al día familiar portener muchos compromisos y muchas tareasque hacer; ella dice que extraña no poder estarese día con la familia, pero sus hermanosmenores dicen que no les gusta estar con ellos,que prefiere irse con sus amigos; esta situaciónempieza a preocupar al matrimonio de donBonifacio y doña Clara.

El domingo próximo tienen su día familiar y estánorganizándolo. Tienen dos alternativas: ir a uncentro comercial a ver una película y haceralgunas compras o ir de día de campo al cerro,llevar unas tortas, caminar un poco y llevaralgunos juegos de mesa.

Preguntas:

1.- ¿Qué le recomiendan a la familia de donBonifacio para celebrar su día familiar?

2.- ¿Qué se debe hacer en el día familiar?

3.- ¿Crees que es importante tener un díafamiliar? ¿Por qué?

4.- ¿Qué no se debe hacer en el día familiar?

4.- Reflexión.

1.- Los vínculos familiares se han debilitado.

En la actualidad la familia experimenta difi-cultades para integrarse y consolidarse. Hay, comodicen los Obispos latinoamericanos en el docu-mento de aparecida, «un fuerte individualismoque debilita los vínculos comunitarios» (DA 44).«El debilitamiento de la familia se experimentaen la dificultad para establecer vínculos establesy duraderos, carencia en la comunicación conyu-gal, aumento en la violencia intrafamiliar, infide-lidad, poca estabilidad conyugal, disfuncionalidady desintegración familiar, carencia en la forma-ción a la vida matrimonial y familiar, etc.» (VPDP 104).

El papa Francisco indica que «el individualis-mo posmoderno y globalizado favorece un estilode vida que debilita el desarrollo y la estabilidad

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de los vínculos entre las personas, y que desnatu-raliza los vínculos familiares» (EG 67). La fami-lia sufre fuertemente el acoso del individualismodonde la consecuencia inmediata es este debilita-miento de los vínculos familiares.

Podemos reconocer el debilitamiento de lafamilia en el aumento de matrimonios divorcia-dos o separados. Según el INEGI en el 2012 sedivorcian el 17% de los matrimonios. Ademáshay un porcentaje mayorde separaciones y un nú-mero elevado de matrimo-nios en unión libre. Pode-mos añadir a estos datos elfenómeno de la desinte-gración familiar y de lapoca comunicación entrepadres e hijos.

La comunicación y laconvivencia familiar estánsiendo bloqueadas por unestilo de vida donde cadamiembro de la familia viveinmerso en su mundo, don-de poco se comparte y poco se interesa por el otro.«El individualismo supone un uso de la libertadpor el cual el sujeto hace lo que quiere, estable-ciendo él mismo la verdad de lo que le gusta o leresulta útil. No admite que otro quiera o exija algode él en nombre de una verdad objetiva. No quieredar a otro basándose en la verdad; no quiereconvertirse en una entrega sincera» (Carta a lasfamilias, 1994, 14).

El Instrumentum laboris para el sínodo sobrela familia señala que: «Hay una gran convergen-cia de parte de las respuestas a la hora de subrayarla dificultad de relación y comunicación en fami-lia como uno de los nudos críticos relevantes. Sepone de relieve la insuficiencia e incluso la inca-pacidad de construir relaciones familiares quesuperen los conflictos y tensiones entre los cón-yuges, debido a la falta de confianza mutua y deintimidad, al dominio de un cónyuge sobre elotro, así como a los conflictos generacionalesentre padres e hijos. El drama que se vive en estassituaciones es la progresiva desaparición de la

posibilidad de diálogo, de tiempos y espacios derelación: la falta de comunicación, el no compar-tir las cosas, hace que cada uno afronte sus difi-cultades solo, sin ninguna experiencia de seramado y de amar a su vez» (Instrumentum laboris,64).

Este estilo de vida está llevando a la pérdida devalores propiamente familiares como son el res-peto, la ayuda mutua, la entrega mutua, la obe-

diencia, el ejercicio de laautoridad, la comunión,la solidaridad, la perte-nencia, el bien común,alegría, etc.

El imperio del indivi-dualismo resalta más losderechos de las personasen detrimento de los de-beres y de la mutua cola-boración. Hoy es más co-mún escuchar al interiorde la familia expresionestales como: Te odio, meestorbas, muérete, lárga-

te, etc. Hacer familia, donde los vínculos seanfuertes, es cada vez más complicado.

Este estilo de vida, además, va creando frustra-ción y sentimiento de fracaso en todos los miem-bros de la familia, buscando compensaciones queles ayuden a sentirse vivos y pertenecidos. Asímuchos caen en vicios o en el sinsentido de lavida. Por esto, «se afirma la necesidad de crear unespacio y un tiempo para estar juntos en familia yla necesidad de una comunicación abierta y sin-cera, en un diálogo constante» (Instrumentumlaboris, sínodo sobre la familia, 41).

2.- Honra a tu Padre y a tu Madre.«La familia es una comunidad de relaciones

interpersonales particularmente intensas: entreesposos, entre padres e hijos, entre generaciones.Es una comunidad que ha de ser especialmentegarantizada. Y Dios no encuentra garantía mejorque ésta: Honra» (Carta a las familias, 15). Elmandamiento dice: «Honra a tu padre y a tumadre». Es la honra la que garantiza relaciones

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familiares sanas y fortalece los vínculos entre laspersonas.

Honrar a los padres, «para que ellos sean parati, en cierto modo, los representantes de Dios,quienes te han dado la vida y te han introducido enla existencia humana: en una estirpe, nación ycultura. Después de Dios son ellos tus primerosbienhechores. Si Dios es el único bueno, más aún,el Bien mismo, los padres participan singular-mente de esta bondad suprema. Por tanto: ¡honraa tus padres! Hay aquí una cierta analogía con elculto debido a Dios» (Carta a las familias, 15).

La honra que se debe a los padres tiene seme-janza con la honra que damos a Dios. Honrar tienerelación con veneración, tiene un carácter sagra-do, es «una piedad filial» (Catic. 2215). La piedadfilial es expresión de gratitud a los padres por eldon de la vida. A los padres les debemos unacierta veneración. Hoy descubrimos que esta ve-neración está desapareciendo en nuestra socie-dad. Los hijos han perdido el respeto a sus padresy les cuesta trabajo tener gestos de veneraciónhacia ellos. No reconocemos a los padres comolos colaboradores de Dios en la trasmisión de lavida y en la educación de sus hijos. La perdida delo sagrado, hace que se pierda esta dimensiónsagrada de la honra a los propios padres.

Además de este carácter sagrado honrar signi-fica aceptación y entrega. «Honra quiere decir:reconoce, o sea, déjate guiar por el reconocimien-to convencido de la persona, de la del padre y dela madre ante todo, y también de la de todos losdemás miembros de la familia. La honra es unaactitud esencialmente desinteresada. Podría de-cirse que es «una entrega sincera de la persona ala persona» y, en este sentido, la honra convergecon el amor» (Carta a las familias 15). Honrar yamar van de la mano; se honra a quien se ama y seama a quien se honra. La familia puede subsistircomo comunidad de vida y amor en la medida en

que vive la honra, es decir, en lamedida en que reconoce al otroy se entrega a él.

La honra es recíproca, es de-cir, de ida y vuelta. Los hijosdeben honrar a sus padres, perotambién los padres deben hon-rar a sus hijos. «Si el cuartomandamiento exige honrar alpadre y a la madre, lo hace por elbien de la familia; pero precisa-mente por esto, presenta unasexigencias a los mismos padres.¡Padres –parece recordarles elprecepto divino-, actuad demodo que vuestro comporta-miento merezca la honra (y elamor) por parte de vuestros hi-

jos!» (Carta a las familias, 15).Los padres y los hijos se honran mutuamente

cuando fomentan esta actitud de veneración yrespeto; cuando las relaciones entre ellos estáninspiradas en lo sagrado. Hoy necesitamos des-pertar esta actitud de veneración a los padres y alos hijos. Una honra que favorece la veneraciónnos facilita vivir los valores familiares y lasrelaciones entre padres e hijos serán más sanas,más constructivas.

Fortalecer los vínculos familiares requierehonra entre todos los miembros de la familia.Requiere recuperar el carácter sagrado de la hon-ra para que las relaciones familiares estén inspi-radas en el respeto y en el amor.

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3.- Deberes de los padres y de los hijos.

La sociedad en la que vivimos, con su carácterindividualista, nos recalca demasiado los dere-chos que tenemos como hijos y como padres, perose olvida de subrayar los deberes. La sociedadhumana requiere un sano equilibrio entre dere-chos y deberes para un buen funcionamiento yuna sana armonía. Hablar de derechos y deberesen la familia es favorecer su funcionamiento,pero sobre todo lleva a fortalecer los vínculosfamiliares y estableceruna comunidad de viday de amor. La honra re-cíproca entre padres ehijos impone unos de-beres tanto de los pa-dres como de los hijospara que la familia ca-mine hacia la integra-ción plena.

Los deberes de loshijos se desprenden delmandato de honrar a sus padres. Principalmentelos hijos deben respetar a sus padres, este respeto«está hecho de gratitud para quienes nos han dadola vida» (Catic. 2215). Se respeta a los padres porel sentido de veneración, porque nos han dado lavida en colaboración con Dios. Ellos son los quepor naturaleza quienes tienen autoridad sobrecada uno de nosotros. La autoridad de los padresles viene del mismo Dios, que les ha regalado eldon de la paternidad, pues toda paternidad proce-de de Dios.

Otro deber de los hijos es la obediencia a suspadres. La obediencia tiene que ver con escuchar.Obedecer es escuchar atentamente, es escucharmás con el corazón que con el oído. Escucha conel corazón quien ama. La obediencia es reconoci-miento y aceptación del otro porque me ama. Loshijos obedecen a sus padres cuando desarrollanesta capacidad de escucha atenta y amorosa. Laobediencia nos recuerda este respeto filial, sagra-do. Quien obedece venera a sus propios padres.Jesucristo vivió su infancia sujeto a sus padres,obedeciéndoles: «Bajó con ellos a Nazaret, don-de vivió obedeciéndolos « (Lc. 2, 51). Hoy nos

cuesta obedecer, porque el individualismo noslleva a negar al otro y pensar sólo en nosotrosmismos.

Finalmente otro deber de los hijos para con suspadres es el cuidado. Honrar significa tambiéncuidar, atender, amar. El libro del eclesiásticodice: «Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en suvida no le causes tristeza. Aunque haya perdido lacabeza, sé indulgente, no le desprecies en la

plenitud de tu vi-gor. Pues el servi-cio hecho al padreno quedará en olvi-do, será para ti res-tauración en lugarde tus pecados. Eldía de tu tribulaciónse acordará El de ti;como hielo en buentiempo, se disolve-rán tus pecados»(Eclo. 3, 9-15).

Los deberes de los padres nacen del mismosacramento del matrimonio. Ser padre es engen-drar hijos para la vida y para Dios. Un primerdeber de los padres es recibir a los hijos con amor.Cada hijo es un don de Dios, dado a los padres.Los hijos no son propiedad de los padres sinodones de Dios a su paternidad. «Al hacerse pa-dres, los esposos reciben de Dios el don de unanueva responsabilidad. Su amor paterno está lla-mado a ser para los hijos singo visible del mismoamor de Dios, del que proviene toda paternidaden el cielo y en la tierra» (FC 14). Deber de lospadres es amar al hijo con el mismo amor de Dios,ser reflejo del amor de Dios para sus hijos, hay eneste amor una especie de veneración, de contem-plación sagrada por el don del los hijos.

Otro deber es el educativo. Los padres no sóloacogen al hijo con respeto y veneración, sino queproporcionan los medios adecuados para su cre-cimiento y desarrollo. Educar es conducir hacia lamadurez y la plenitud de vida. Los padres asumenla tarea de conducir a sus hijos por el camino dela vida, dando orientación y corrección. «El queama a su hijo, le corrige sin cesar… el que enseña

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a su hijo, sacará provecho de él» (Sir. 30, 1-2).Los esposos al participar de la obra creadora deDios; «ellos, engendrando en el amor y poramor una nueva persona, que tiene en sí lavocación al crecimiento y al desarrollo, asu-men por eso mismo la obligación de ayudarlaeficazmente a vivir una vida plenamente hu-mana» (FC 36). «El principio de honrar, esdecir, el reconocimiento y el respeto del hom-bre como hombre, es la condición fundamentalde todo proceso educativo auténtico» (Carta alas familias 16)

Un deber propio de los padres cristianos esla educación en la fe. «Por la gracia del sacra-mento, los padres han recibido la responsabili-dad y el privilegio de evangelizar a sus hijos»(Catic. 2225). Educar en la fe significa condu-cir a los hijos por los misterios de la fe, esintroducirlos en la vida de la Iglesia y en lavivencia de los sacramentos. Que aporte tanimportante dan los padres que acompañan a sushijos en su caminar en la iniciación cristiana ylos acompañan para la recepción de los sacra-mentos del bautismo, la primera comunión, laconfirmación. «La misión educativa de la fa-milia cristiana como un verdadero ministerio,por medio del cual se transmite e irradia elEvangelio, hasta el punto de que la misma vidade familia se hace itinerario de fe y, en ciertomodo, iniciación cristiana y escuela de losseguidores de Cristo» (FC 39).

5.- Compromiso.Se puede invitar a una familia para que

comparta su experiencia de un día familiar,sobre todo interesa lo que hacen para fortalecerlas relaciones entre padres e hijos y entre losesposos.

Preguntas:

1.- ¿Qué actitudes necesitamos cultivarpara honrarnos entre padres e hijos?

2.- ¿Qué necesitamos quitar para tenerespacios de convivencia y diálogo familiar?

3.- ¿Qué podemos hacer como familia paracumplir con los deberes de los padres y delos hijos?

Complemento:

Carta de un padre a su hijo.

Amado hijo:El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten

paciencia y compréndeme.Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide

como atarme mis zapatos, tenme paciencia.Recuerda las horas que pasé enseñándote ahacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito y repito lasmismas palabras y sabes de sobra como termina,no me interrumpas y escúchame. Cuando eraspequeño para que te durmieras, tuve que contar-te miles de veces el mismo cuento hasta quecerrabas los ojitos.

Cuando estemos reunidos y sin querer, haga misnecesidades, no te avergüences y comprende queno tengo la culpa de ello, pues ya no puedocontrolarlas. Piensa cuantas veces cuando niñote ayude y estuve pacientemente a tu ladoesperando a que terminaras lo que estabashaciendo.

No me reproches porque no quiera bañarme; no meregañes por ello. Recuerda los momentos que teperseguí y los mil pretextos que te inventaba parahacerte más agradable tu aseo.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todaslas cosas tecnológicas que ya no podré entender,te suplico que me des todo el tiempo que seanecesario para no lastimarme con tu sonrisaburlona.

Acuérdate que fui yo quien te enseño tantas cosas.Comer, vestirte y como enfrentar la vida tan biencomo lo haces, son producto de mi esfuerzo yperseverancia.

Cuando en algún momento, mientras conversamos,me llegue a olvidar de que estamos hablando,dame todo el tiempo que sea necesario hasta queyo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacien-tes; tal vez no era importante lo que hablaba y loúnico que quería era estar contigo y que meescucharas en ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sécuánto puedo y cuando no debo.

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MES DE LA FAMILIA

También comprende que con el tiempo, ya notengo dientes para morder ni gusto parasentir.

Cuando mis piernas fallen por estar cansadaspara andar... dame tu mano tierna para apoyar-me como lo hice yo cuando comenzaste acaminar con tus débiles piernitas.

Por último, cuando algún día me oigas decir queya no quiero vivir y solo quiero morir, no teenfades. Algún día entenderás que esto notiene que ver con tu cariño o cuanto te ame.

Trata de comprender que ya no vivo sino quesobrevivo, y eso no es vivir.

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado loscaminos que has debido recorrer.

Piensa entonces que con este paso que meadelanto a dar, estaré construyendo para tiotra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.

No te sientas triste, enojado o impotente porverme así. Dame tu corazón, compréndeme yapóyame como lo hice cuando empezaste a vivir.

De la misma manera como te he acompañado entu sendero, te ruego me acompañes a terminarel mío. Dame amor y paciencia, que te devolverégratitud y sonrisas con el inmenso amor quetengo por ti.

Atentamente.Tu viejo.

6.- Celebración.Monitor: Hoy hemos descubierto que nuestras

familias se fortalecen cuando nos honramosmutuamente: los hijos a los padres y los padresa los hijos. Agradezcamos a Dios el don de unafamilia digamos:

R.- Gracias, Señor por el amor de nuestros pa-dres.

Lector 1: Los padres son colaboradores con Diosal darnos la vida.

R.- Gracias, Señor por el amor de nuestros pa-dres.

Lector 2: Los padres entregan su vida en laformación de sus hijos.

R.- Gracias, Señor por el amor de nuestros pa-dres.

Lector 1: Los padres son los primeros responsa-bles en la educación de sus hijos.

R.- Gracias, Señor por el amor de nuestros pa-dres.

Lector 2: Los padres educan a los hijos con elejemplo diario.

R.- Gracias, Señor por el amor de nuestros pa-dres.

Lector 1: Los padres son imagen visible del amorde Dios por la humanidad.

R.- Gracias, Señor por el amor de nuestros pa-dres.

Lector 2: Los padres son los primeros mensaje-ros del Evangelio ante sus hijos.

R.- Gracias, Señor por el amor de nuestros pa-dres.

Oración a la Santa Familia:

Jesús, María y José

en vosotros contemplamos

el esplendor del verdadero amor,

a vosotros, confiados, nos dirigimos.

Santa Familia de Nazaret,

haz también de nuestras familias

lugar de comunión y cenáculo de oración,

auténticas escuelas del Evangelio

y pequeñas Iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret,

que nunca más haya en las familias episodios

de violencia, de cerrazón y división;

que quien haya sido herido o escandalizado

sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret,

que el próximo Sínodo de los Obispos

haga tomar conciencia a todos

del carácter sagrado e inviolable de la familia,

de su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José,

escuchad, acoged nuestra súplica. 

Amén.

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Objetivo:

Descubrir el valor de la auto-ridad en la vida familiar, paraque padres e hijos reconoz-can la relación entre mandary obedecer que tiene un ori-gen divino y así fortalezcanlas relaciones familiares.

1.- Oración inicial.Monitor: Hoy reflexionaremos en

la forma en que se ejerce laautoridad. Reconocemos quetoda autoridad viene de Dios,así lo ha expresado Jesús antePilato. Escuchemos.

Lectura:

Jn. 19, 9-11.«Pilato entro de nuevo en el palacio

y preguntó a Jesús: ¿De dónde eres tú?Pero Jesús no contestó. Pilato le dijo:¿Te niegas a contestarme? ¿Es que nosabes que yo tengo autoridad tanto paradejarte en libertad como para ordenarque te crucifiquen? Jesús le respondió:No tendrías autoridad alguna sobre mí,si no te la hubieran dado de lo alto».Palabra de Dios.

Monitor: Todos los seres humanos somos hijosde Dios, entre nosotros formamos una fraterni-dad; sin embargo reconocemos que necesita-mos de alguien que esté a la cabeza de lasociedad y de la familia. La autoridad estápuesta por Dios para ordenar la vida social yfamiliar. Preguntémonos ¿En qué descubri-mos que la autoridad viene de Dios? (Unos

momentos de silencio. Sepuede compartir la respues-ta a la pregunta).

Canto:

Padre estoyen tus manos.

Padre estoy en tus manos,Padre te entrego mi alma,

enséñame a amar.

Abba Padre del cielo,Padre del cielo, nuestro creador;

gloria, gloria a Tu nombre,gloria a tu nombre, gloria y honor.

Padre sea lo que sea, yo meabandono en ti;

gracias lo acepto todo, tu voluntad sea en mi.

Porque te amo, necesito darme, confiar sin medida,porque te amo, te amo, te amo, porque eres tu mi Padre.

Amén.

Oración por la familia.

Todos:

Oh, Dios, que en la Sagrada Familia nos dejasteun modelo perfecto de vida familiar vivida enla fe y la obediencia a tu voluntad. Ayúdanosa ser ejemplo de fe y amor a tus mandamien-tos. Socórrenos en nuestra misión de trans-mitir la fe a nuestros hijos. Abre su corazónpara que crezca en ellos la semilla de la feque recibieron en el bautismo. Fortalece lafe de nuestros jóvenes, para que crezcan enel conocimiento de Jesús. Aumenta el amory la fidelidad en todos los matrimonios,especialmente aquellos que pasan por mo-mentos de sufrimiento o dificultad. Unidos aJosé y María, te lo pedimos por Jesucristo tuHijo, nuestro Señor. Amén.

2.- Tú a mí no me Mandas«LA AUTORIDAD EN LA VIDA FAMILIAR»

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2.- Experiencia de vida:

Porque lo mando yo*.

Querido hijo:Mientras vivas en esta casa obedecerás las

reglas. Cuando tengas tu casa, establecerástus propias reglas. Aquí no gobierna la demo-cracia… no hice campaña electoral para ser tupadre. Tú no votaste por mí, somos padre e hijopor la gracia de Dios, y yo acepto respetuosa-mente el privilegio y la responsabilidad aterra-dora. Al aceptar, adquiero la obligación dedesempeñar el papel de padre. No soy tucuate… nuestras edades son muy diferentes.Podemos compar-tir muchas cosas,pero no somoscompañeros, soy tupadre y eso es cienveces más que uncuate. También soytu amigo, pero es-tamos en nivelescompletamentedistintos. En estacasa, harás lo queyo diga, y no debescuestionarme por-que todo lo que yoordene estará mo-tivado por elamor… te resulta-rá difícil compren-derlo hasta que tengas un hijo. Mientras tanto,confía en mí.

Tu Padre.*Tomada del libro: Porque lo mando yo.

Preguntas:

1.- ¿Qué te parece esta carta?2.- ¿En qué tiene razón el papá?3.- En la familia, ¿cómo se ejerce la autori-

dad?4.- ¿Qué ayudaría para que la autoridad se

ejerciera mejor en la casa?

3.- Reflexión.

1.- Crisis de autoridad.

La autoridad es la facultad o poder que ejerceuna persona sobre otra o sobre la sociedad. Lasociedad contemporánea cuestiona mucho el ejer-cicio de la autoridad, sobre todo cuando aparecenrasgos autoritarios. Hay corrientes de pensamien-to, como la ideología de género, que tratan deeliminar todo indicio de autoritarismo y para elloatacan frontalmente la autoridad. Una de las ins-tituciones más golpeadas ha sido la familia, tra-tando de quitar o debilitar la figura del padre y porconsecuencia también la de la madre. «La debili-dad de la figura del padre en muchas familias

genera fuertesdesequilibrios enel núcleo fami-liar e incertidum-bre sobre su iden-tidad en los hi-jos» (Sínodo so-bre la familia,Instrumentumlaboris 64). Es-tas acciones nosólo debilitan lafigura del padre,sino de toda lafamilia.

Ejercer la au-toridad es una

tarea complicada, el Papa Juan Pablo II reconoceesta dificultad en la familia: «las ambigüedadesacerca de la relación de autoridad entre padres ehijos» (FC 6). La autoridad es ambigua, es decirno tiene claridad, hay confusión en la forma deejercerla. Aparecen así algunas formas ambiguasde ejercer la autoridad:a) Autoritario: Donde la autoridad es ejercida en

forma vertical por los padres o por alguno deellos. En esta forma de ejercer la autoridad lospadres imponen sus normas de conducta a loshijos, sin lugar a la discusión; castigan lasconductas inadecuadas para así prevenir pro-blemas futuros, muchas veces sin dar una

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explicación del motivo del mismo. Los padrescreen que a los niños no se les han de dardemasiadas explicaciones, el castigo por símismo es suficiente para disuadir la conductadel niño. Los padres son exigentes en cuanto ala madurez de sus hijos y no suelen comunicar-se adecuadamente con ellos, puesto que consi-deran que el diálogo es superfluo. Lo queimporta para los padres es la obediencia. Lasmuestras de afecto son escasas o muy pobres,los padres no suelen expresar abiertamenteafecto a sus hijos y no tiene en cuenta losintereses y necesidades de sus hijos.Una autoridad así

genera en la actuali-dad muchos conflictosen la formación de loshijos. Los hijos de pa-dres autoritarios sonobedientes y sumisoscuando el control esexternos (provenientede los padres) pero enausencia de estos sonmucho más irrespon-sables y se muestranagresivos. Tienden asentirse culpables y de-primidos. Son hijoscon baja autoestima, y escaso control y desarro-llan pocas habilidades sociales.b) Permisivo: La autoridad se ejerce de manera

lineal, donde no hay claridad en la autoridad nien la forma de ejercerla. Los padres abando-nan el ejercicio de su autoridad y cada quienhace lo que quiere. En la relación entre padrese hijos hay altos grados de afecto y comunica-ción pero unido a una ausencia de control y deexigencias de madurez, son los intereses ydeseos del niño los que dirigen la relaciónentre el adulto y el niño. Los padres tratan deadaptarse a las necesidades del niño intervi-niendo lo menos posible para que el niñoacepte el esfuerzo y las exigencias. Son padresque exigen poco a sus hijos tanto en el cumpli-miento de normas como en madurez, conside-ran que no han de usarse ni premios ni castigos

en la educación. Los niños han de aprender enla vida lo que está bien y lo que está mal por símismos. Son padres afectuosos, pero no limi-tan ni orientan.Los hijos de padres permisivos se desorientan

fácilmente y se confunden fácilmente en su vida.A primera vista son entusiastas y vivaces pero sonmás inmaduros e incapaces de controlar sus im-pulsos, carecen de autocontrol y son poco persis-tentes en sus tareas.

Tanto el autoritarismo como el permisivismohan llevado a una crisis de autoridad, ninguno deestos estilos ayuda para favorecer la madurez de

los hijos, amboscrean conflictospara acatar las nor-mas y poner lími-tes claros, amboshacen perder elcontrol para unsano desarrollo.Hoy es necesarioimplementar un es-tilo de ejercer la au-toridad donde loshijos alcancen unamadurez que loslleve a integrarse ala sociedad, a la vez

que se desarrollan integralmente: física, mental yespiritualmente. La autoridad de los padres debeconvertirse en una guía para los hijos, capaz dellevarlos a la madurez. «La potencial riqueza,constituida por cada hombre que nace y crece enla familia, es asumida responsablemente de modoque no degenere ni se pierda, sino que se realiceen una humanidad cada vez más madura» (Cartaa las familias, 16).

2.- La autoridad hace crecer.El objetivo de la autoridad es formar a la

persona, es guiarla para que pueda desarrollarsehasta alcanzar la madurez. La familia de Nazaretnos muestra la forma en que debe ejercerse laautoridad:

«Bajó con ellos a Nazaret, donde vivió obe-deciéndolos. Su madre conservaba cuidadosa-

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mente todos estos recuerdos en su corazón. YJesús iba creciendo en sabiduría, en estatura yen aprecio ante Dios y ante los hombres» (Lc.2, 51-52).

Este texto de san Lucas nos muestra a Jesúscumpliendo el cuarto mandamiento, pues luegode que los padres angustiados lo han estado bus-cando y lo encuentran en el templo, nos dice queJesús bajó con ellos a Nazaret y vivió obedecién-dolos. Jesús reconoce la autoridad de María y deJosé, vivió sujeto a ellos. La obediencia de Jesúsmuestra la necesidad de reconocer la autoridad delos padres. María yJosé son autoridad enla vida de Jesús, perola forma de ejercer laautoridad permiteque Jesús crezca ensabiduría y en esta-tura delante de Diosy de los hombres, quese ocupe de las cosasque son de su Padre.

La autoridad bienejercitada permiteque la persona crez-ca, se desarrolle y llegue a la madurez. María yJosé se convierten en guías que llevan a Jesús alcrecimiento armónico e integral. Los padres defamilia han de «ejercer su autoridad irrenuncia-ble como un verdadero y propio ministerio, estoes, como un servicio ordenado al bien humano ycristiano de los hijos, y ordenado en particular ahacerles adquirir una libertad verdaderamenteresponsable, y también si los padres mantienenviva la conciencia del don que continuamentereciben de los hijos» (FC 21).

Los padres ejercen la autoridad con sus hijoscuando se convierten en referentes para toda lavida, se ponen al servicio de la humanización desus hijos. Ser referente significa que los hijos venen los padres el modelo de persona que quierenser. Los padres dan las referencias necesariaspara que el hijo pueda guiarse en el camino de lavida y lo conduzca a la realización plena, a lafelicidad. Los padres como educadores son guías

que conducen a sus hijos hacia la madurez, ayu-dándoles a desarrollarse integralmente. Los pa-dres no caminan por sus hijos ni los dejan caminarsolos, sino que en el servicio diario les guían paraque caminen hacia la felicidad. Los padres sonservidores del bien de sus hijos, ayudan para quesus hijos vivan en el bien y en la verdad.

Los padres como guías favorecen el creci-miento de sus hijos para que estos lleguen a lamadurez y favorezcan procesos de madurez conotras personas. «El proceso educativo lleva a lafase de la autoeducación, que se alcanza cuando,

gracias a un adecuadonivel de madurezpsicofísica, el hombreempieza a educarse élsolo» (Carta a las fami-lias, 16). En este pro-ceso los hijos alcanzanuna autonomía que loscapacita para conducir-se por la vida y ser re-ferentes, en el futuro,de sus propios hijos yde otras personas.

Los padres guías desus hijos desarrollan tres elementos característi-cos: saben poner límites a sus hijos, fomentan laautoestima y fundamentan la vida en los valores.Estas tres características de la autoridad paternaconducen con mayor facilidad a la madurez de loshijos. Cuando falta alguno de estos elementos haydificultades para un desarrollo armónico.a) Los límites. Para un sano desarrollo de la

persona es necesario tener límites claros yconocer las consecuencias al no respetarlos.Tener límites da seguridad y confianza, puesse sabe hacia dónde se camina. Los límitesorientan a la persona sobre lo que tiene quehacer y lo que no. Aprender a respetar límitesforja el carácter de las personas y les da segu-ridad para conducirse en la vida. No respetarlímites o no tenerlos confunde y desorienta alos hijos.Los límites no son caprichos de los padres,

sino orientaciones que forman y forjan persona-

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lidades más sanas y fuertes. Los límites no traumana los hijos sino que fomentan su autoestima.b) La autoestima. El desarrollo personal se basa

en una imagen positiva de sí mismo. Lospadres han de buscar que sus hijos expresen loque sienten y piensan, sin reprimir sus emocio-nes, para ayudarles a valorarse positivamente.Cuando los padres condenan las actitudes,comportamientos o sentimientos de sus hijosgeneran en ellos imágenes distorsionadas.La autoestima se favorece cuando los padres

motivan, corrigen y orientan a los hijos adecuada-mente. Hace mucho daño a los hijos que lospadres los juzguen negativamente y estén perma-nentemente señalando sus errores. Los padres nohan de ejercer la autoridad para justificar suscomportamientos o sus frustraciones descargan-do sobre ellos sus corajes o frustraciones. No sevale culpar de todo lo malo a los hijos.c) Los valores. Son ideales durables y abstractos

que se refieren a la conducta actual o al obje-tivo final de la existencia. Los valores sonpuntos de referencia que orientan la formaciónde los hijos. Los padres de familia han de tenerbien claros los valores que rigen su vida, sercongruentes con ellos y educar a los hijos enesos valores. Cuando los padres tienen unaescala de valores y se rigen por ellos adquierenautoridad ante sus hijos.Los valores dan a los hijos la herramienta con

la que contarán para enfrentarse a la vida y lograrsu propia madurez, son la fuerza con la que elloscontarán toda su vida para salir adelante, luz quelos guiará por un camino seguro, el fundamentoque les dará seguridad y confianza.

3.- Para tener autoridad en la casa.La autoridad los padres la tienen por el hecho

mismo de ser padres. La paternidad les da unaautoridad natural, significativa, simbólica sobrelos hijos encaminada a alcanzar una vida plena-mente humana. «La tarea educativa tiene susraíces en la vocación primordial de los esposos aparticipar en la obra creadora de Dios; ellos,engendrando en el amor y por amor una nuevapersona, que tiene en sí la vocación al crecimien-

to y al desarrollo, asumen por eso mismo laobligación de ayudarla eficazmente a vivir unavida plenamente humana» (FC 36).

La tarea de humanización la realizan los pa-dres con su presencia y acompañamiento diario.La paternidad da a los padres la autoridad pararealizar su tarea humanizadora. Para tener autori-dad los padres de familia necesitan fomentar dosactitudes básicas: ejemplo y diálogo.a) El ejemplo es la piedra angular del proceso

educativo y del principio de autoridad. Lospadres ejercen la autoridad más con el ejemploque con la palabra, pues no se puede ejercer laautoridad cuando los padres no dan ejemplo delo que piden a sus propios hijos. La tareaeducativa comienza con la propia forma devida. Para tener autoridad en la casa los padreshan de dar ejemplo, pues ellos mismos han detener límites y respetarlos, gozar de una sanaautoestima y la protegen y tienen claridad ensu escala de valores y son congruentes conellos. Lo que los padres piden a los hijos, ellostambién lo están viviendo. La palabra conven-ce, el ejemplo arrastra.

b) Otra actitud de los padres que garantiza laautoridad es el diálogo. Para ello los padreshan de fomentar un estilo de vida donde apren-dan a escuchar a sus hijos. Dialogar es entraren la comprensión del otro y de sus necesida-des, es desarrollar la capacidad de escuchaatenta y delicada. Los padres de familia com-prenden a sus hijos cuando son capaces deentrar en su crecimiento humano y espiritual,reconociendo cuáles son sus necesidades másapremiantes. Los padres que no tienen la capa-cidad de dialogar con sus hijos terminaránsiendo autoritarios o permisivos con sus hijosy como ya dijimos esto trae consecuencias enla formación de los hijos y en la relación con laautoridad. Los padres que dialogan con sushijos tienen mayor influencia sobre ellos ytienen más herramientas para guiarlos en elcamino de la vida.Los padres que fomentan el diálogo con sus

hijos les ayudan a ser más felices y más generososcon los demás; tienen más facilidad de compro-

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meterse en los proyectos familiares, desarrollanuna autoestima mejor, logran su autonomía y sonmás responsables. El diálogo entre padres e hijosayuda mucho al crecimiento de la persona yfacilita el desarrollo integral. Para tener autoridadsobre los hijos es necesario desarrollar la capaci-dad de diálogo.

Para tener autoridad en casa los hijos han dereconocer la autoridad de sus padres, dada porDios, dada por el hecho mismo de ser sus padres,de haberlos engendrado. Los hijos que reconocenla autoridad de sus padres han de obedecerlos yrespetarlos. Este es uno de los aspectos del cuartomandamiento. Honrarsignifica respetar yobedecer. Es el respe-to que nace de la vene-ración, de la piedad fi-lial; quien entiende asíla autoridad obedece,se deja guiar, se dejaconducir hacia el bien.La obediencia y el res-peto son necesariospara que haya autori-dad en la casa. Sin au-toridad en la casa sevuelve un desorden yun caos total. Alguientiene que ordenar y organizar la vida familiar, yeste papel corresponde a los padres, ayudados porsus propios hijos.

Complemento: 10 reglas de oro que ayuda-rán a tus hijos a respetar la autoridad.

Los límites son para los hijos y no para lospadres, cuanto antes se pongan reglas mejor,deben estar bien establecidos, su incumplimientodebe tener consecuencias. Poner límites requierede creatividad, no hay recetas de cocina, cadafamilia tiene su propia cultura familiar y necesi-dades. Lo que le funciona a uno no le funciona aotro. Pero podemos partir de algunas generalida-des:1. Recuerda que los límites y las reglas son para

los hijos, no para los padres. Ellos en ocasiones

piden que los padres sigan las mismas reglas.Si bien es cierto que la mejor manera deseguirlas es viendo un buen ejemplo, ocúpatede eso, pero no permitas que los hijos te pon-gan reglas similares a las de ellos. Quienesestán siendo educados son los hijos, no lospadres. Esto les ayudará a entender que laautoridad son los padres y no los hijos.

2. Las consecuencias establecidas para cada re-gla, además de ser lógicas y tener relación conla falta, deben poderse cumplir en el momento;no establezcas consecuencias que duren me-ses o sean permanentes, porque el chico, al

paso del tiempo, no sa-brá por qué está casti-gado, sólo se sentiráresentido.3. ¿En qué momentoempezar a poner re-glas? Cuando mástemprano inicies me-jor, no creas que por-que los niños son pe-queños no te entien-den. Podemos empe-zar desde muy tempra-no con los horarios desueño, de alimenta-ción y baño, y esto te

permitirá no sentirte tan agobiado con lasexigencias que implica cuidar un bebé.El iniciar a temprana edad, les permite a losniños ganar confianza, tener menos problemapara incorporarse a la escuela y adaptarserápidamente a las reglas de la misma.

4. Es importante que una vez establecida la reglano se las repitas cada rato, permite que ellos laincorporen y se hagan cargo de su conducta.

5. ¿Hasta qué edad debe seguir habiendo reglas?Mientras tus hijos vivan bajo el mismo techo ydependan de alguna manera de ti, deben existirreglas que faciliten una convivencia sana yrespetuosa. Cuando sean independientes yautosuficientes, establecerán las reglas de suspropias casas.

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6. Es importante que antes de poner límites esta-blezcas bien las reglas para que los niños sepanqué regla infringieron.

7. Con los adolescentes es importante que ellosparticipen en definir tanto las reglas como loslímites.

8. En donde más debes esforzarte es en ser cons-tante y consistente con las reglas. Si tú mismolas infringes, perderás credibilidad frente a tushijos.

9. Cuando tus hijos tengan visitas en casa debenexplicarle a sus amiguitos cuáles son las reglaspara que no haya malos entendidos. Si tú no lespermites a tus hijos brincar en los sillones, sonellos quienes deberán decirle a sus amigos queeso está prohibido en su casa.Por ejemplo: Si túno le permites a tuhijo adolescentebeber alcohol en tucasa, deberá cer-ciorarse de que susamigos sepan quela fiesta en su casaes sin alcohol. Estoles permitirá aellos invitar a susamigos con tran-quilidad y evitarmalas experien-cias.

10. Cuando vayas de visita recuérdales a tus hijoslas reglas fuera de casa, pero si los abuelos sonpermisivos y toleran cosas que quizás tu notolerarías, considera que ellos no son los res-ponsables de la educación; permite el apapachode los abuelos, pero retoma la regla en casa.Por ejemplo, si tú no les permites comer frentea la tele pero los abuelos les ofrecen palomitas,sólo recuérdales que será por esa vez porquelos abuelos lo permiten.Todas estas recomendaciones facilitarán el

ejercicio de la autoridad, vista ésta como unSERVICIO que los padres dan a los hijos.

4.- Compromiso.Se puede invitar a un matrimonio que compar-

ta la forma como ejercen la autoridad en su casa,señalar los aspectos que a ellos les han resultadopositivos y las actitudes que dificultan ejercer suautoridad con sus hijos. Pueden además ayudarlas siguientes preguntas.1.- ¿Qué actitudes o comportamientos dificul-

tan el ejercicio de la autoridad en la familia?2.- ¿Qué reglas de comportamiento deben

orientar la vida de familia?3.- ¿Qué necesitamos hacer para que el

ejercicio de la autoridad ayude a madurar alos hijos?

Canción:ESE NIÑO

José María Napoleón.

No, no, no ese niño no va ser lo que tú quierasNo, no, no a ese niño no le impongas tus maneras

Pues podría suceder que te forme un juicioQue te crea culpable al pasar los años

de tus necedadesPuedes sugerirle pero no imponerlePuedes enseñarle pero no gritarle

No, no, no ese niño no va hacer lo que deseasNo, no. no ese niño abrazara lo que prefiera a

Su gusto y parecer es cierto sus ojos son como los tuyoPero aunque no creas el mirar es suyo

Puedes inculcarle pero no forzarle y sentirla tuyoPero no engrillarle y aunque se te parezca

Aunque sea tu retrato tendrá sus propias alasNo podrás evitarlo y lastimara y se levantaraY aunque parezca cruel un día se marcharaEs una de tus ramas más no tu propiedad.

No, no, no ese niño no hablara como tu hablasNo, no, no ese niño pensara con sus palabrasCon su voz y a su entender tendrá sus ideas

Y si se equivoca escuchara el consejoQue a su puesta toca puedes levantarle

Pero no atenerle puedes zarandearle peroNo golpearle y aunque se te parezca aunque

Sea tu retrato tendrá sus propias alasNo podrás evitarlo y lastimara y se levantaraY aunque parezca cruel un día se marcharaEs una de tus ramas más no tu propiedad.

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5.- Celebración.Monitor: Reconocemos que la autoridad viene

de Dios y que los padres de familia participande la paternidad divina. Pedimos al Señor quesepamos reconocer la autoridad que ejercennuestros padres sobre nosotros y sepamos res-petarlos y obedecerlos. Decimos todos: Señor,que aprendamos a obedecer y respetar a nues-tros padres.

Lector: Los padres nos han dado la vida y estánllamados a llevarla a la madurez plena.

Todos: Señor, que aprendamos a obedecer yrespetar a nuestros padres.

Lector: Los padres han recibido de Dios la auto-ridad sobre sus hijos.

Todos: Señor, que aprendamos a obedecer yrespetar a nuestros padres.

Lector: Los padres acompañan a sus hijos a lamadurez con su ejemplo y con su palabra.

Todos: Señor, que aprendamos a obedecer yrespetar a nuestros padres.

Lector: Los padres son guías de sus hijos que nosconducen por el camino del bien.

Todos: Señor, que aprendamos a obedecer yrespetar a nuestros padres.

Lector: Los padres son quienes ponen las reglasde conducta y de comportamiento en la casa.

Todos: Señor, que aprendamos a obedecer yrespetar a nuestros padres.

Oración a la Santa Familia:

Jesús, María y Joséen vosotros contemplamosel esplendor del verdadero amor,a vosotros, confiados, nos dirigimos.Santa Familia de Nazaret,haz también de nuestras familiaslugar de comunión y cenáculo de oración,auténticas escuelas del Evangelioy pequeñas Iglesias domésticas.Santa Familia de Nazaret,que nunca más haya en las familias epi-

sodios

de violencia, de cerrazón y división;que quien haya sido herido o escandalizadosea pronto consolado y curado.Santa Familia de Nazaret,que el próximo Sínodo de los Obisposhaga tomar conciencia a todosdel carácter sagrado e inviolable de la fami-

lia,de su belleza en el proyecto de Dios.Jesús, María y José,escuchad, acoged nuestra súplica. Amén.

Canto:Familia de amor.

Juan Manuel Padilla Díaz.

Una familia de fe, una familia de amor,Familia que comunica, que ama, que ríe

En la verdad del amor.

Una familia de paz, familia de vocación.Familia que testifica, donde su modelo

de vida es Dios.

El mundo de hoy nos presenta una falsa realidad;no existen íntimos lazos, que den vida.

Todo se ha vuelto virtual.

No se exige sacrificio, responsable paternidad;se busca caminar, senderos fáciles;

hombres con debilidad.

Estribillo…

Las familias son más pequeñas, Se ha perdido suidentidad.

Se busca unificar, ser madre y padreSin un digno calor de hogar.

Se han desintegrado valores en esencia del ser;el cuerpo se ha convertido, en gozo

solo en fuente de placer.

Estribillo…

Para ser familias fuertes que vivan en el amor,se necesita de Cristo, de María

ser un hogar de oración.

Debemos emprender una lucha que de vida a la libertad,Donde las familias viviendo unidas,

logremos un mundo de paz.

Estribillo…

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Objetivo:

Reflexionar en las características de laalianza de Dios con su pueblo: amor yfidelidad, para que viviéndolas en lafamilia, colaboremos en fomentar la uni-dad y la integración familiar.

1.- Oración inicial.Monitor: En este tercer día queremos re-

flexionar en el valor de la fidelidad. Ser fiel esprometerse amor para siempre. En el antiguotestamento el Señor hizo una alianza con el pue-blo de Israel, que siempre fue infiel adorando aotros dioses; el Señor perdona sus infidelidades yestá dispuesto una y otra vez a perdonar a supueblo. El profeta Oseas nos presenta la fidelidaddivina utilizando el lenguaje de la vida del matri-monio, escuchamos:

Lectura:

Oseas, 2, 16.17.21-22.«Esto dice el Señor: Yo conduciré a

Israel, mi esposa infiel, al desierto y lehablaré al corazón. Ella me responderáallá, como cuando era joven, como eldía en que salió de Egipto. Israel, yo tedesposaré conmigo para siempre. Nosuniremos en la justicia y la rectitud, enel amor constante y la ternura; yo tedesposaré en la fidelidad, y entonces túconocerás al Señor».

Palabra de Dios.Monitor: El profeta habla de la relación del

Señor con su pueblo; el Señor va a establecer unanueva relación, una nueva alianza fundamentadaen el amor y en la fidelidad. Dios es siempre fielcon su pueblo, ¿por qué el pueblo es infiel a Dios?Pidamos la bendición de Dios sobre todos los

matrimonios que se han prometido amor paratodos los días de su vida.

Oración de bendiciónsobre los esposos:

Todos: Te alabamos y te bendecimos, Diosnuestro, creador de todas las cosas, que al princi-pio creaste al hombre y a la mujer para queformaran una unidad de vida y de amor; tambiénte damos gracias, porque te dignaste bendecir launión de familiar de tus hijos, para que fueranimagen de la unión de Cristo con la Iglesia; tú quelos has mantenido unidos por el amor en sus penasy alegrías, míralos hoy con bondad; renuevaconstantemente su alianza nupcial, acrecienta suamor, fortalece entre ellos el vínculo de la paz,para que gocen siempre de tu bendición. PorJesucristo, nuestro Señor. Amén.

Canto: Hasta mi final.Tu lugar es a mi lado hasta que lo quiera Dios

Hoy sabrán cuánto te amo cuando por fin seamos dosYo nunca estuve tan seguro de amar así sin condición

Mirándote, mi amor,te juro cuidar por siempre nuestra unión.

Hoy te prometo amor eternoSer para siempre tuyo en el bien y en el mal

Hoy te demuestro cuánto te quieroAmándote hasta mi final.

Lo mejor que me ha pasado fue verte por primera vezY estar así de mano en mano

es lo que, amor, siempre soñé.

Hoy te prometo amor eternoSer para siempre tuyo en el bien y en el mal

Y hoy te demuestro cuánto te quieroAmándote hasta mi final.

Hoy te prometo amor eternoSer para siempre tuyo en el bien y en el mal

Hoy te demuestro cuánto te quieroAmándote hasta mi final.

Hoy te prometo amor eternoAmándote hasta mi final.

3.- Amor Eterno«LA FIDELIDAD EN LA VIDA FAMILIAR»

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2.- Experiencia de vida:

Se prometieron amor para siempre, pero...Romelia y Julián, se conocieron cuando eran

estudiantes de la preparatoria, pronto sehicieron novios y entablaron una relación muybonita. Eran dos enamorados llenos de ilusio-nes y proyectos para su vida. Tomaron ladecisión de casarse y formar unmatrimonio y una familia, todo enellos era color de rosa. Organizaronsu matrimonio con mucho tiempo,planearon cada detalle, todo perfec-to. El vestido de la novia, sencillo,pero muy elegante. La boda estabalista: invitados, celebración, fiesta,viaje. Llegaron al altar y delante deDios y de la comunidad cristiana seprometieron amor para siempre.

Julián le dijo ese día a su queridaRomelia: Nunca me separaré de ti,siempre estaré a tu lado. Romelia sesentía la mujer más dichosa y felizdel mundo. Eran un matrimonio quereflejaba mucho amor, tuvieron dos hijos yparecía que la felicidad nunca se apartaría desu vida… Pero un día Julián tuvo un problemaeconómico fuerte, perdió su empleo donde ga-naba muy bien y comenzaron los problemas enla vida familiar. Julián buscó otro empleo yencontró uno en una maquiladora, no le paga-ban mucho pero ya era algo. Con el pretexto detrabajar horas extras y ganarse un dinerito demás, cada día llegaba más tarde a su casa.Romelia comenzó a desconfiar de él, cada díaestaba más molestaba con él y le reclamaba sutardanza y la falta de dinero, pues lo que Juliánle daba no era suficiente.

La comunicación entre Julián y Romelia fuedesapareciendo poco a poco hasta llegar a serdos extraños, que sólo se lastimaban cada díamás. Julián conoció a una muchacha a la cualcomenzó a platicarle sus problemas familiaresy conyugales, la relación entre ellos crecía más.Julián cambió las horas extras en la maquiladora,para pasar algún rato agradable con su com-pañera. Romelia comenzó a notar el desinterés

de su marido, lo notaba distante y cada díallegaba más tarde a casa. Un día decidió noesperarlo más y se fue a dormir a la recamarade los niños. Ahí los problemas empeoraron,Julián pensó que ya no valía la pena seguir conel matrimonio, ya no tenía tiempo ni de ver a losniños y se sentía cada vez más solo, comenzóa tomar alcohol y ya tomado gritaba y ofendía.

Romelia tenía miedo de que Juliánllegara a casa, ella decidió trabajarpor las mañanas y dejar a los niñoscon su mamá. Por las tardes buscabaalgún escape y salía con sus amigasa tomar un café. Algunos días ya noiba a dormir a su casa y se quedabacon su mamá. Cuando Julián y Romeliase encontraban era sólo para ofen-derse mutuamente. El amor que seprometieron parecía que había des-aparecido para siempre, sólo habíacoraje, resentimiento y odio.

Preguntas:

1.- ¿Qué te hace pensar estahistoria?

2.- ¿Se puede prometer un amor para siempre?¿Por qué si o por qué no?

3.- ¿Qué daños causa la infidelidad en lafamilia?

3.- Reflexión.

1.- Una cultura centrada en el individuo.

La cultura contemporánea promueve un estilode vida donde el individuo busca la satisfaccióninmediata de sus deseos y de sus necesidades; lavida gira en torno de sí, olvidándose de los demás.Es una cultura egocéntrica. «Esta cultura se ca-racteriza por la autorreferencia del individuo, queconduce a la indiferencia por el otro, a quien nonecesita ni del que tampoco se siente responsa-ble. Se prefiere vivir día a día, sin programas alargo plazo ni apegos personales, familiares ycomunitarios. Las relaciones humanas se consi-deran objeto de consumo, llevando a relacionesafectivas sin compromiso responsable y definiti-vo» (DA 46).

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En una cultura así es difícil presentar la vidamatrimonial como ideal de vida, un ideal quecomporta el «para siempre» del amor. Hoy losindividuos buscan vivir la aventura del momento,sin establecer relaciones estables y duraderas, sinasumir la responsabilidad del otro. En esta culturalos individuos ponen todo en referencia a lasatisfacción personal y a su propio bienestar. Asíhay quienes «consideran difícil o incluso imposi-ble vincularse a una persona por toda la vida ycuántos son arrastrados por una cultura que re-chaza la indisolubilidad del matrimonio y que semofa abiertamente del compromiso de los espo-sos a la fidelidad» (FC 20).

«El hombre moderno cree que la cuestión delamor tiene poco que ver con la verdad. El amor seconcibe hoy como una experiencia que perteneceal mundo de los sentimientos volubles y no a laverdad» (LF 27). Una relación basada sólo en lossentimientos termina por derrumbarse muy pron-to, pues los sentimientos son cambiantes y lesfalta la verdad del amor y de la persona para poderarraigarse y consolidarse.

La fidelidad, en esta cultura y en este estilo devida, se convierte más en ilusión que en realidad.Ser fiel y mantener una relación estable y duraderaes difícil y para muchos casi imposible. Dos egoís-mos no pueden convivir y establecer un matrimo-nio y una familia. Algunos factores que permitenque la infidelidad se siga manifestando cada vezcon más fuerza son: El aumento de la pornografía,las redes sociales, la sexualización de las relacio-nes humanas, el relativismo moral, el individualis-mo, el hedonismo, el consumismo, etc.

Hoy la vida afectiva y sexual se ha convertidoen un producto de consumo, donde se usa y se tira.Las relaciones humanas son un producto que hayque usar y dejar. Así se multiplican las experien-cias sexuales, cada vez a más temprana edad;aumentan los embarazos en adolescentes; incre-mento de las familias monoparentales; aumentode divorcios y separaciones; la infidelidad comoun hecho común y aceptado en un elevado núme-ro de sectores sociales; etc.

La infidelidad rompe con los vínculos afectivosy trastoca todo el ambiente familiar. La infideli-

dad es causa de inseguridad y desconfianza enambos cónyuges y en los hijos. La inseguridad yla desconfianza se manifiestan en celos, violen-cia, resentimiento, reclamos, reproches, etc. Lainfidelidad desordena la vida afectiva y relacionaldel matrimonio y de la familia. Recordemos comocae la desgracia en la casa de David, por suinfidelidad. La espada y la muerte entran a la casade David por su pecado con Betsabé. «Por tanto,la espada no se apartará nunca de tu casa, porhaberme despreciado y haberte apoderado de lamujer de Urías, el hitita» (2 Sam. 12, 10).

El catecismo de la Iglesia dice: «El adulterio esuna injusticia. El que lo comete falta a sus com-promisos. Lesiona el signo de la Alianza que es elvínculo matrimonial. Quebranta el derecho delotro cónyuge y atenta contra la institución delmatrimonio, violando el contrato que le da ori-gen. Compromete el bien de la generación huma-na y de los hijos, que necesitan la unión estable delos padres» (Catic. 2381).

2.- Prometo amarte y serte fiel durante todoslos días de mi vida.

En el rito del matrimonio los contrayentes seexpresan el uno al otro una promesa de amor yfidelidad para siempre, diciendo: «Yo… te acep-to a ti… como mi esposo (a) y prometo serte fielen las alegrías y en las tristezas, en la salud y enla enfermedad y amarte y respetarte todos los díasde mi vida». Es una promesa centrada en el amory que se expresa en la fidelidad.

Esta promesa de fidelidad está enraizada en elsacramento del matrimonio y se concretiza en launidad y en la indisolubilidad. Como dice Jesús alos fariseos: «Por eso dejará el hombre a su padrey a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dosuno sólo. De manera que ya no son dos, sino unosólo. Por tanto, lo que Dios unió, que no lo separeel hombre» (Mt. 19, 5-6). La unidad comporta laindisolubilidad.

Esta promesa, echa por los contrayentes, con-tiene la «perennidad del amor conyugal que tieneen Cristo su fundamento y su fuerza» (FC 20). Nopuede haber una promesa de amor que no impli-que el para siempre y la exclusividad. Aquí seencierran las notas propias del matrimonio: uni-

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dad e indisolubilidad. El matrimonio no se puededisolver porque hay una promesa de amor, quetiene su modelo en Cristo: «La indisolubilidad delmatrimonio halla su verdad última en el designioque Dios ha manifestado en su Revelación: Elquiere y da la indisolubilidad del matrimoniocomo fruto, signo y exigencia del amor absoluta-mente fiel que Dios tiene al hombre y que el SeñorJesús vive hacia su Iglesia» (FC 20).

Los esposos cristianos pueden prometerse unamor para siempre cuando arraigan su promesaen el amor que los libera del egoísmo: «El amorno se puede reducir a un sentimiento que va yviene. Tiene que ver ciertamente con nuestraafectividad, pero para abrirla a la persona amadae iniciar un camino, que consiste en salir delaislamiento del propio yo para encaminarse haciala otra persona, para construir una relación dura-dera; el amor tiende a la unión con la personaamada. Y así se puede ver en qué sentido el amortiene necesidad de verdad. Sólo en cuanto estáfundado en la verdad, el amor puede perdurar enel tiempo, superar la fugacidad del instante ypermanecer firme para dar consistencia a uncamino en común. Si el amor no tiene que ver conla verdad, está sujeto al vaivén de los sentimien-tos y no supera la prueba del tiempo. El amorverdadero, en cambio, unifica todos los elemen-tos de la persona y se convierte en una luz nuevahacia una vida grande y plena» (LF 27).

Los esposos cristianos pueden prometer unamor para siempre cuando ese amor tiene suorigen en Dios. «Fundados en este amor, hombrey mujer pueden prometerse amor mutuo con ungesto que compromete toda la vida y que recuerdatantos rasgos de la fe. Prometer un amor parasiempre es posible cuando se descubre un planque sobrepasa los propios proyectos, que nossostiene y nos permite entregar totalmente nues-tro futuro a la persona amada» (LF 52).

Prometer un amor para siempre es posiblecuando se ha puesto la fe en Dios, cuando se lepermite a Dios que se Él quien guíe la vida delmatrimonio y de la familia; cuando se buscaimitar la fidelidad de Dios para con su pueblo,cuando se experimenta el amor de Dios. «Sólo

gracias a ese encuentro con el amor de Dios, quese convierte en feliz amistad, somos rescatadosde nuestra conciencia aislada y de lautorreferencialidad. Llegamos a ser plenamentehumanos cuando somos más que humanos, cuan-do le permitimos a Dios que nos lleve más allá denosotros mismos para alcanzar nuestro ser másverdadero» (EG 8).

«Lo que los esposos se prometen recíproca-mente, es decir, ser «siempre fieles en las alegríasy en las penas, y amarse y respetarse todos los díasde la vida», sólo es posible en la dimensión del«amor hermoso». El hombre de hoy no puedeaprender esto de los contenidos de la modernacultura de masas. El «amor hermoso» se aprendesobre todo rezando» (Carta a las familias, 20). Lacultura moderna que es autorreferencial quitatoda posibilidad de amor eterno, de amor parasiempre. «El futuro de cada núcleo familiar de-pende de este «amor hermoso»: amor recíprocode los esposos, de los padres y de los hijos, amorde todas las generaciones. El amor es la verdaderafuente de unidad y fuerza de la familia» (Carta alas familias, 20).

3. Educar para la fidelidad en familia.

La parábola de los talentos nos presenta treshombres a quienes el Señor felicita por su fideli-dad: «Siervo bueno y fiel; como fuiste fiel en lopoco, te pondré al frente de lo mucho: compartela felicidad de tu señor» (Mt. 25, 21). El textoreconoce el valor de la fidelidad y aclara quequien es fiel en lo poco es fiel en lo mucho, el quees fiel en las cosas pequeñas lo será también en lasgrandes. La educación para la fidelidad comienzaen las cosas pequeñas. Quien no es capaz de serfiel en las cosas pequeñas no podrá serlo en lasgrandes.

Educar para vivir la fidelidad, en un amor quees para siempre, es necesario partir de las cosaspequeñas para poder llegar a ser fieles en lasgrandes exigencias. La educación para la fideli-dad comienza por educar en lo esencial de la vida:«En una sociedad sacudida y disgregada portensiones y conflictos a causa del choque entre losdiversos individualismos y egoísmos, los hijosdeben enriquecerse no sólo con el sentido de la

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verdadera justicia, que lleva al respeto de ladignidad personal de cada uno, sino también ymás aún del sentido del verdadero amor, comosolicitud sincera y servicio desinteresado hacialos demás, especialmente a los más pobres ynecesitados. La familia es la primera y funda-mental escuela de socialidad; como comunidadde amor, encuentra en el don de sí misma la leyque la rige y hace crecer. El don de sí, que inspirael amor mutuo de los esposos, se pone comomodelo y norma del don de sí que debe haber enlas relaciones entre hermanos y hermanas, y entrelas diversas generaciones que conviven en lafamilia. La comunión y la participación vividacotidianamente en la casa, en los momentos dealegría y de dificultad, representa la pedagogíamás concreta y eficaz para la inserción activa,responsable y fecunda de los hijos en el horizontemás amplio de la sociedad» (FC 37).

Educar para la fidelidad es educar para elamor. La educación para la fidelidad se realiza enel día a día, en cada momento de la convivenciafamiliar. Todo educa en la vida familiar.

Educar para la fidelidad es educar para laperseverancia. Perseverar en la palabra dada y enlos compromisos asumidos. Es mantenerse en lospropósitos a pesar de las dificultades.

Educar para la fidelidad es educar en el sacri-ficio y en la renuncia de sí. Hoy se rehúye elsacrificio y se busca lo más fácil. El esfuerzo y elsacrificio fortalecen la voluntad para mantenersede pie ante las dificultades que el mundo presen-ta; ofrecen las herramientas para vencer los obs-táculos de la vida.

Educar para la fidelidad es educar para elcompromiso y la responsabilidad. Fiel es el queresponde a sus comportamientos, el que aceptaencomiendas y se compromete con ellas. Hoy seevaden muy fácilmente los compromisos y hayuna tendencia a no hacerse responsable ni de susactos ni de las demás personas.

4.- Compromiso.Puede invitarse a un matrimonio que comparta

su experiencia en la educación de los hijos, sobretodo cómo los educan para que sean fieles a sus

trabajos, a sus responsabilidades, a sus estudios,a sus amigos, a sus compromisos. Puede además,ayudar las siguientes Preguntas:1.- ¿Qué necesita la familia para educar en la

fidelidad?2.- ¿Cómo podemos colaborar desde la familia,

en la preparación de los novios, para queformen un matrimonio estable y duradero?

3.- ¿Qué se necesita para poder prometer unamor para todos los días de la vida?Complemento.Como complemento de este tema se sugiere la

película a prueba de fuego con las 50 promesaspara un matrimonio feliz.

50 promesaspara un matrimonio feliz

1. Comenzar cada día con un beso.2. Usar siempre su anillo de bodas.3. Salir juntos una vez a la semana.4. Aceptar sus diferencias.5. Ser cortés.6. Ser bondadoso.7. Hacerse regalos.8. Sonreír con frecuencia.9. Tocarse.10. Hablar de los sueños.11. Elegir una canción para que sea nuestra can-

ción».12. Frotarse la espalda.13. Reír juntos.14. Enviarse cartas sin un motivo especial.15. Hacer lo que a la otra persona le gusta antes

que él o ella lo pida.16. Escucharse.17. Alentarse.18. Hacerlo a la manera de él o de ella.19. Saber las necesidades mutuas.20. Prepararle el desayuno a la otra persona.21. Elogiar dos veces por día.22. Llamarse durante el día.23. Calmarse.

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24. Tomarse de las manos.25. Mimarse.26. Preguntarle al otro su opinión.27. Mostrar respeto.28. Recibir al otro con alegría cuando vuelve a

casa.29. Mostrarse de la mejor forma.30. Guiñarse el ojo.31. Festejar los cumpleaños en gran manera.32. Pedir perdón.33. Perdonar.34. Organizar una escapada romántica.35. Preguntar: «¿Qué puedo hacer para que seas

más feliz?»36. Ser positivo.37. Ser amable.38. Ser accesible.39. Responder rápidamente a los pedidos del otro.40. Hablar de su amor.41. Recordar los momentos favoritos pasados

juntos.42. Tratar con cortesía a los amigos y familiares

del otro.43. Enviar flores para el día de San Valentín y

para el aniversario.44. Aceptar cuando se está equivocado.45. Ser sensible a los deseos sexuales del otro.46. Orar por el otro diariamente.47. Observar juntos las puestas de sol.48. Decir con frecuencia «te amo».49. Terminar el día con un abrazo.50. Buscar ayuda exterior cuando sea necesario.

5.- Celebración.Monitor: Dios es fiel cumple siempre sus prome-

sas y mantiene su fidelidad por siempre. Noso-tros acudimos a Él para pedir su ayuda ymantenernos fieles a sus mandamientos y fie-les a nuestras promesas. De Dios podemosrecibir la fortaleza para mantenernos firmes enel amor a Dios y a nuestros hermanos. De Diosreciben fortaleza los matrimonios para mante-

nerse fieles a la alianza que han sellado entreellos y con Dios. Pedimos al Señor nos ayudea vivir la fidelidad.

Todos: Señor, que seamos fieles a tu amor.Lector: Para que el amor de Dios siga manifes-

tándose en nuestro mundo.Todos: Señor, que seamos fieles a tu amor.Lector: Para que el amor de los esposos sea signo

del amor de Cristo y de la Iglesia.Todos: Señor, que seamos fieles a tu amor.Lector: Para que la familia sea una verdadera

comunidad de vida y de amor.Todos: Señor, que seamos fieles a tu amor.Lector: Para que los novios encuentren el verda-

dero amor y se preparen para formar un matri-monio fructuoso.

Todos: Señor, que seamos fieles a tu amor.

Oración a la Santa Familia:

Jesús, María y José

en vosotros contemplamos

el esplendor del verdadero amor,

a vosotros, confiados, nos dirigimos.Santa Familia de Nazaret,

haz también de nuestras familias

lugar de comunión y cenáculo de oración,

auténticas escuelas del Evangelio

y pequeñas Iglesias domésticas.Santa Familia de Nazaret,

que nunca más haya en las familias episodios

de violencia, de cerrazón y división;

que quien haya sido herido o escandalizado

sea pronto consolado y curado.Santa Familia de Nazaret,

que el próximo Sínodo de los Obispos

haga tomar conciencia a todos

del carácter sagrado e inviolable de la familia,

de su belleza en el proyecto de Dios.Jesús, María y José,

escuchad, acoged nuestra súplica. 

Amén.

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Objetivo:

Reflexionar como familia en el compro-miso social cristiano, para que descu-briendo que amar nos hace bien, noscomprometamos en la construcción dela civilización del amor.

1.- Oración.Monitor: En este cuar-

to día de reflexiones en tor-no a la familia queremosreflexionar en el compro-miso social cristina. Elprincipio de honrar partede la familia, y se extiendemás allá de la propia fami-lia. La honra implica tam-bién cuidar del otro, procu-rarle el bien, es hacerse pró-jimo del otro, es curar lasheridas con aceite y vino.Escuchemos la lectura delbuen samaritano.

Lectura: Lc. 10, 25-37.Se levantó entonces un experto en la

ley y le dijo para tenderle una trampa:Maestro, ¿qué debo hacer para obtenerla vida eterna? Jesús le contestó: ¿Quéestá escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?El maestro de la ley respondió: Amarásal Señor tu Dios con todo tu corazón,con toda tu alma, con todas tus fuerzasy con toda tu mente; y a tu prójimo comoa ti mismo. Jesús le dijo: Has respondi-do correctamente. Haz eso y vivirás.

Pero él, queriendo justificarse, pre-guntó a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

Jesús le respondió: Un hombre bajabade Jerusalén a Jericó y cayó en manos deunos asaltantes que, después de despo-jarlo y golpearlo sin piedad, se alejarondejándolo medio muerto. Un sacerdotebajaba casualmente por aquel caminoy, al verlo, se desvió y pasó de largo.Pero un samaritano que iba de viaje, al

llegar junto a él yverlo, sintió lásti-ma. Se le acercó y levendó las heridasdespués dehabérselas limpia-do con aceite y vino;luego lo montó ensu cabalgadura, lollevó a una posaday cuidó de él. Al díasiguiente, sacó unasmonedas y se las dioal encargado, di-ciendo: Cuida de él,y lo que gastes de

más te lo pagaré a mi regreso. ¿Quiénde los tres te parece que fue prójimo delque cayó en manos de los asaltantes? Elotro contestó: El que tuvo compasión deél. Jesús le dijo: Vete y haz tú lo mismo».

Palabra del Señor.Dejamos un momento de silencio para releer

el texto. Nos preguntamos: ¿qué nos dice el texto?¿Qué nos llama la atención? Se pueden compartiralgunos comentarios.

Monitor: Jesús es el buen samaritano que seacerca a nosotros para curar nuestras heridas, noslleva sobre la cabalgadura, se hace cargo denosotros y finalmente pide al mesonero que cuide

4.- Hacer elBien nos hace Bien«LA EDUCACIÓN EN EL COMPROMISO SOCIAL»

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de nosotros. El buen samaritano hace el bien ypide a los demás que hagan el bien cuidando de suhermano caído, herido y maltratado.

Canto:AMAR ES ENTREGARSE

Amar es entregarse,olvidándose de sí,

buscando lo que al otropueda hacer feliz (bis).

Que lindo es vivir, para amar.Que grande es tener, para dar.

Dar alegría y felicidad,darse uno mismo, eso es amar (bis).

Si amas como a tí mismoy te entregas a los demás,verás que no hay egoísmo

que no puedas superar (bis).

Oración de compromiso:Todos: Queremos, Señor, ser tus testigos, luz

en medio del mundo, sal que sazone la tierra. Sertus testigos para llevar a los hombres tu amor, tuesperanza verdadera, tu gozo de ser amor enmedio de los hombres. Haznos testimonios de unamor que nunca pasa de moda, de una luz en unmundo a oscuras, de una paz en una tierra enguerra. Sabemos, Señor, y por eso pedimos tuayuda, que ser testigo es tener tus sentimientos, estomarse en serio tu evangelio, es sembrar loscaminos de tu amor.

Gracias, Señor, por tantos testigos como he-mos conocido y que nos hacen continuar en latarea, aun en medio de las dificultades, sabiendorecoger la antorcha y llevándola por las calles denuestro mundo. Amén.

2.- Experiencia de vida:

Nuestro apostolado en Caritas.

Mi nombre es Clemente, de joven me gustabaparticipar en el grupo juvenil de mi parroquia.Ahí conocí a Rosario, era una mujer muyhermosa, pero sobre todo me llamaba la aten-ción que siempre tenía iniciativas para el grupo:nos organizaba paseos, nos invitaba a visitar alos viejitos del asilo, organizaba los maratonesde caridad, etc.

Nos casamos muy ilusionados y hemos seguidoparticipando dentro de la Iglesia en las activi-dades parroquiales. Cuando teníamos 7 añosde casados, con tres hijos, el párroco nos invitóa coordinar la caridad en la parroquia. Depronto nos negamos, pensando en que tenía-mos tres niños a quien cuidar y que no tendría-mos ni el tiempo ni la preparación. Luegopensamos que para hacer la caridad no estor-ban los hijos, al contrario así los educaríamos.Aceptamos la encomienda y tenemos cerca de15 años colaborando en este apostolado.

Para mí ha sido una experiencia que ha marcadola vida matrimonial y familiar. Hoy tenemos 5 defamilia y nunca han sido una dificultad paraseguir participando en las actividades de cari-dad. Cuando estaban pequeños, ellos nos acom-pañaban a repartir las despensas en las casasde las familias, recuerdo que preguntaban ¿porqué les traemos comida a esta familia? Yo lesrespondía que tenían necesidad y que era buenoaprender a compartir. Ellos ayudaban a prepa-rar las despensas y luego a llevarlas. Así fuimoseducando a nuestros hijos, ellos saben quehacer caridad es parte importante en la vida.

Yo soy Rosario, estar en el grupo de Cáritas, hatraído enormes bendiciones para la familia.Nuestros hijos ven como muy normal ayudar aotros y convivir con todo tipo de personas.Cuando organizábamos las convivencias conlos viejitos del asilo, ellos participaban, baila-ban o cantaban. Actualmente nuestra hija

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mayor es psicóloga y le gusta ayudar laspersonas, nuestro hijo mayor está en el semi-nario, los otros están estudiando. El mayorgusto que me da es que cuando pueden siguenparticipando con nosotros en los eventos decaridad que organizamos. Le doy gracias a Diospor estos hijos, por mi esposo y por formarparte de ésta parroquia que nos ha abiertopuertas para poder participar en las activida-des de caridad.

Ahora nos preguntamos:

1.- ¿Qué te parece la historia de esta familia?2.- ¿Por qué crees que a los hijos les gusta

participar en las actividades de caridad?3.- ¿Qué beneficios encuentras en la caridad,

para la educación de los hijos?

3.- Reflexionamos.

1.- Crisis del com-promiso comunitario.

La cultura contempo-ránea presenta un estilode vida caracterizadopor el afán de tener y deposeer, sin espacio paraver al otro y compartircon él. «El gran riesgodel mundo actual, consu múltiple y abruma-dora oferta de consumo,es una tristeza indivi-dualista que brota delcorazón cómodo y ava-ro, de la búsqueda en-fermiza de placeres su-perficiales, de la conciencia aislada. Cuando lavida interior se clausura en los propios intereses,ya no hay espacio para los demás, ya no entran lospobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no segoza la dulce alegría de su amor, ya no palpita elentusiasmo por hacer el bien» (EG 2).

Los obispos Latinoamericanos en el docu-mento de Aparecida señalaban que «elconsumismo hedonista e individualista, que ponela vida humana en función de un placer inmediato

y sin límites, oscurece el sentido de la vida y ladegrada» (DA 357). Es este consumismo quebusca la satisfacción inmediata de las necesida-des del individuo la que nos hace olvidarnos delotro, perdiendo la capacidad para descubrir lanecesidad del otro y el entusiasmo por hacer elbien.

La crisis del compromiso comunitario como lollama el Papa Francisco en el capítulo segundo deEvangelii Gaudium, tiene varias manifestacionesque «si no son bien resueltas, pueden desencade-nar procesos de deshumanización difíciles derevertir más adelante» (EG 51). En la descripciónque el Papa realiza afirma que: «La cultura delbienestar nos anestesia y perdemos la calma si elmercado ofrece algo que todavía no hemos com-prado, mientras todas esas vidas truncadas porfalta de posibilidades nos parece un mero espec-

táculo que deninguna mane-ra nos altera»(EG 54).

Este es un fe-nómeno que lla-ma poderosa-mente la aten-ción pues los se-res humanos seangustian cuan-do no puedensatisfacer lasdemandas delmercado y delconsumo y per-manecen indife-rentes ante elsufrimiento de

muchos de nuestros hermanos. La pobreza, lamarginación, la explotación, la muerte y el sufri-miento ya no son realidades que muevan nuestravoluntad para pensar en soluciones para ellos ypara nuestra sociedad. La cultura de hoy esanestesiada y vive en una absoluta indiferenciaante el otro.

En esta cultura el compromiso comunitariovoluntario es muy difícil, pues priva el pensa-miento que para toda acción tiene que haber un

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beneficio. Los individuos se encierran en sí mis-mos y en sus intereses egoístas. «Salir de símismos para unirse a otros hace bien. Encerrarseen sí mismo es probar el amargo veneno de lainmanencia, y la humanidad saldrá perdiendo concada opción egoísta que hagamos» (EG 87). ElPapa señala los dos movimientos del ser humano:encerrarse o abrirse a los demás. Encerrarse enmorir, abrirse hace bien.

Hoy la familia vive muy replegada sobre símisma, encerrándose en sus propios intereses yproblemas. La cultura del consumismo y delbienestar individual y familiar nos ha llevado aperder la posibilidad de pensar en el otro y decomprometernos con sus necesidades. Aún más,al interior de la familia, se observan muchasactitudes y comportamientos donde los indivi-duos sólo buscan la satisfacción de sus propiasnecesidades, perdiendo la posibilidad de pensaren los demás. Compartir espacios y tiempos sehace cada vez más difícil, cada quien tiene lo suyoy hace con ello lo que le venga en gana. Se tienemucho y se comparte poco.

2.- Amar nos hace bien.

Jesús en el evangelio nos ofrece un manda-miento nuevo, un mandamiento que tiene suorigen en el diseño primero del hombre: «Amarasa tu prójimo como a timismo». El amor tieneuna medida que se en-cuentra en el mismohombre: como a ti mis-mo y tiene un modelo:Cristo: «como yo loshe amado». El amor,que tiene su modelo enDios, es posible sólocuando es capaz de sa-lir de sí y se entrega alos demás. Cristo, asu-mió la naturaleza hu-mana y se entregó to-talmente para ofrecer-nos salvación, es la entrega total la muestra delamor de Dios al ser humano. En el amor donde elser humano alcanza la plenitud de su ser.

Amar es la única acción que lleva al hombre asu plena realización, amar nos hace bien siempre.«La vida se acrecienta dándola y se debilita en elaislamiento y la comodidad. De hecho, los quemás disfrutan la vida son los que dejan la seguri-dad de la orilla y se apasionan en la misión decomunicar vida a los demás. El Evangelio nosayuda a descubrir que un cuidado enfermizo de lapropia vida atenta contra la calidad humana ycristiana de esa misma vida. Se vive mucho mejorcuando tenemos libertad interior para darlo todo:«Quien aprecie su vida terrena, la perderá» (Jn12,25). Aquí descubrimos otra ley profunda de larealidad: que la vida se alcanza y madura amedida que se la entrega para dar vida a los otros.Eso es en definitiva la misión» (DA 360).

El amor es la nota distintiva de todo serhumano: hemos sido creados por amor y paraamar. Aquí está una de las verdades más fuertesdel mismo hombre. «La aceptación del primeranuncio, que invita a dejarse amar por Dios y aamarlo con el amor que Él mismo nos comuni-ca, provoca en la vida de la persona y en susacciones una primera y fundamental reacción:desear, buscar y cuidar el bien de los demás»(EG 178). El amor nos lleva a procurar el biena los demás, no podemos permanecer indife-rentes; quien ha experimentado el amor, no

puede más que amar.El matrimonio en-

tra en la ley nueva delamor y en ella encuen-tra su plena realiza-ción. «En continuidadcon el bautismo deagua y del Espíritu, elmatrimonio proponede nuevo la ley evan-gélica del amor, y conel don del Espíritu lagraba más profunda-mente en el corazónde los cónyuges cris-tianos. Su amor, puri-

ficado y salvado, es fruto del Espíritu que actúacomo el mandamiento fundamental de la vidamoral que es una exigencia de su libertad respon-

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sable» (FC 63). Es en el amor donde los esposocristianos encuentran la realización de su propioser y de su propio matrimonio. Amarse les hacemucho bien, tanto a sus personas, como a sumatrimonio y a su familia.

La familia como comunidad intima de vida yde amor está llamada y animada por el amor: «elprincipio interior, la fuerza permanente y la metaúltima del cometido de la familia como comuni-dad de personas, es el amor: así como sin el amorla familia no es una comunidad de personas, asítambién sin el amor la familia no puede vivir,crecer y perfeccionarse como comunidad de per-sonas» (FC 17). Es el amor el que favorece lavida, el crecimientoy la perfección de lafamilia.

La familia se per-fecciona en el amory está «llamada a vi-vir su servicio deamor a Dios y a loshermanos» (FC 63).La familia se bene-ficia de su capaci-dad de amor, ellacrece y se perfeccio-na. La familia cum-ple el servicio deamor al interior dela familia y en bene-ficio de la pareja y de la familia «mediante elcotidiano empeño en promover una auténticacomunidad de personas, fundada y alimentadapor la comunión interior de amor» (FC 64). Peroel servicio de amor se prolonga más allá de lafamilia y de los propios hermanos en la fe adop-tando un estilo de relaciones más humano yfraterno. «La caridad va más allá de los propioshermanos en la fe, ya que cada hombre es mihermano; en cada uno, sobre todo si es pobre,débil, si sufre o es tratado injustamente, la caridadsabe descubrir el rostro de Cristo y un hermano aamar y servir» (FC 64).

Hoy nos urge vivir el amor descubrir el rostrode Cristo en los hermanos para amar y servirlo

porque amando nos hacemos mucho bien y lehacemos bien a la familia y a la sociedad. Lacivilización del amor es posible cuando somoscapaces de implementar relaciones más huma-nas, cuando hay verdadero interés por el otro,cuando hacemos el bien. Ante los signos quedisgregan a la familia urge reconocer en el amorcomo el mayor bien que podemos encontrar parareestructurar el tejido social.

3.- Educar en el principio de la mutualidad.La familia encuentra hoy un reto educativo,

formar a los hombres en el compromiso social yen la vivencia de la caridad. «El proceso educati-vo lleva a la fase de la autoeducación que se

alcanza cuando, gra-cias a un adecuado ni-vel de madurezpsicofísico, el hombreempieza a educarse élsolo» (Carta a las fa-milias, 16). Educar quees tarea propia de lospadres, tenderá comofin la autoeducación,donde el individuo asu-me su propio desarro-llo. En esta tarea lospadres ponen las basesnecesarias para ayudara sus hijos en su propiaformación.

Una de las herramientas más favorables quellevan a la autoeducación es el principio de lamutualidad; es decir, cuando la persona se hacebien haciendo el bien a otros. La persona se formaayudando a otros a formarse. Por ello los padresaprenden de sus hijos al estarlos formando, ahíestá de fondo el principio de honrar del cuartomandamiento. «El mandamiento del Decálogoexige al hijo que honre a su padre y a su madre;pero, como ya se ha dicho, el mismo mandamien-to impone a los padres un deber en cierto modosimétrico. Ellos también deben honrar a sus pro-pios hijos, sean pequeños o grandes, y esta actitudes indispensable durante todo el proceso educati-vo, incluido el escolar» (Carta a las familias, 16).

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Aquí encontramos una de las tareas más no-bles de la familia, formar a la persona. «Otrocometido de la familias es el de formar los hom-bres al amor y practicar el amor en toda relaciónhumana con los demás, de tal modo que ella no seencierre en sí misma, sino que permanezca abier-ta a la comunidad, inspirándose en un sentido dejusticia y de solicitud hacia los otros, conscientede la propia responsabilidad hacia toda la socie-dad» (FC 64). Aquí encontramos una de las tareasprimeras de la familia: educar para el amor, parahacer el bien a los otros. Los hijos se educaneducando a otros.

5.- Compromiso.Se puede invitar a una familia comprometida

en alguna acción social de la comunidad y pedirleque comparta cómo les ayuda esto en la forma-ción de sus hijos. Puede ayudar que respondan lassiguientes preguntas.1.- ¿Qué necesitamos para comprometernos

en alguna acción en bien de la comunidad?2.- ¿Qué podemos hacer en la familia para

educarnos en el compromiso social?

5.- Celebración.Monitor: Jesús dice en el Evangelio lleva el

mandato del amor hasta el extremo: «Ustedesamen a sus enemigos, hagan el bien y prestensin esperar nada a cambio; así su recompensaserá grande, y serán hijos del Altísimo. Porqueél es bueno con los ingratos y malos. Seanmisericordiosos como su Padre es misericor-dioso» (Lc 6, 35-36). Hoy pedimos a Dios quenos ayude a hacer el bien siempre porque asínos hace mucho bien.

Todos: Señor que hagamos siempre el bien.Lector: El amor de Dios se ha manifestado en

Cristo Jesús.Todos: Señor que hagamos siempre el bien.Lector: Un mandamiento nuevo les doy, que se

amen los unos a los otros como yo los heamado.

Todos: Señor que hagamos siempre el bien.

Lector: No hay amor más grande que el que da lavida por sus amigos y ustedes son mis amigossi hacen lo que yo les mando.

Todos: Señor que hagamos siempre el bien.Lector: Muéstrame tu fe con obras, que yo con

mis obras te mostrare mi fe.Todos: Señor que hagamos siempre el bien.Lector: Nuestro mundo está necesitado de amor,

de ternura y de paz.Todos: Señor que hagamos siempre el bien.Lector: Muchos matrimonios y familias sufren

desintegración por falta de amor.Todos: Señor que hagamos siempre el bien.

Oración a la Santa Familia:

Jesús, María y José

en vosotros contemplamos

el esplendor del verdadero amor,

a vosotros, confiados, nos dirigimos.

Santa Familia de Nazaret,

haz también de nuestras familias

lugar de comunión y cenáculo de oración,

auténticas escuelas del Evangelio

y pequeñas Iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret,

que nunca más haya en las familias episo-dios

de violencia, de cerrazón y división;

que quien haya sido herido o escandalizado

sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret,

que el próximo Sínodo de los Obispos

haga tomar conciencia a todos

del carácter sagrado e inviolable de la fami-lia,

de su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José,

escuchad, acoged nuestra súplica. 

Amén.

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MES DE LA FAMILIA

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Objetivo:

Meditar en los aspectos propios en lasrelaciones entre padres e hijos propues-tas por San Pablo, para que actuandocomo lo haría el Señor, se fortalezca lavida familiar.

Oración al Espíritu Santo.

Ven, oh Espíritu Santo, atiéndenos,

Espíritu del Padre, vivifícanos,

Espíritu del Hijo, sálvanos.

Oh Amor eterno, llénanos,

Con tu fuego, inflámanos,

Con tu luz, ilumínanos.

Fuente viva, sácianos,

De nuestros pecados, lávanos.

Por tu unción, fortalécenos.

Por tu consuelo, confórtanos.

Por tu gracia, guíanos.

Por tus ángeles, protégenos.

No permitas jamás que nos separemos de Ti,

Dios Espíritu Santo, escúchanos.

Con el dedo de tu gracia, tócanos.

Vierte en nosotros el torrente de la virtud.

Fortalécenos con tus dones,

Y con tus frutos, refrigéranos.

Líbranos del maligno enemigo,

En la última batalla, úngenos,

A la hora de la muerte, defiéndenos.

Entonces llámanos hacia Ti,

Para que con todos los santos

Alabemos al Padre, al Hijo y a Ti,

Consolador piadoso y eterno. Amén

1.- LECTURA:(Ef 6, 1-4)

«Hijos, obedezcan a sus padres comoes justo que lo hagan los creyentes.Honra a tu padre y a tu madre; tal es elprimer mandamiento que lleva consigouna promesa, a saber: para que seasfeliz y goces de larga vida en la tierra. Yustedes, padres, no irriten a sus hijos,sino edúquenlos, corríjanlos y enséñen-les tal como lo haría el Señor».

Palabra de Dios.

Preguntas:

1.- ¿Qué me llama la atención del texto?2.- ¿Dónde se fundamenta la relación entre

padres e hijos según san Pablo?

2.- ¿QUÉ DICE EL TEXTO?El texto de San Pablo se ubica en la sección

conocida como normas de conducta. El apóstolpresenta primero los deberes conyugales y luegoen este pasaje trata de los deberes de padres ehijos. La familia en tiempo de San Pablo es elnúcleo compuesto por esposo, esposa, hijos, es-clavos y todos los que viven en el espacio fami-liar. Este pasaje va dirigido a los hijos y a lospadres, buscando el orden social y relacionesarmoniosas al interior de la familia.

La motivación que utiliza el apóstol para ex-hortar a los hijos y a los padres en sus relacionesdiarias tiene un origen sagrado, divino. A los hijosles dice: «Como es justo que lo hagan los creyen-tes» y luego cita textualmente el cuarto manda-miento. A los padres les dice: «Como lo haría elSeñor. La relación entre padres e hijos ha de estaranimada por la fe y tiene como modelo la relaciónde Dios con nosotros. La vida familiar creada por

5.- Hijos obedezcan a sus Padres,Padres no irriten a sus Hijos

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Dios en el principio fue trastocada por el pecado,pero ahora en el Señor ha empezado la nuevasociedad de Dios en que las relaciones han sidotransformadas donde los hijos aprenden a obede-cer con agrado (Col. 3, 20) como lo hizo el mismoJesús (Lc. 2, 51). Tanto la obediencia de los hijoscomo la autoridad de los padres tienen su inspira-ción en la forma como Dios se relaciona connosotros.

Hijos obedezcan a sus padres.En la relación de los hijos con los padres, el

apóstol le señala el deber de obedecer. «Hijosobedezcan a sus padrescomo es justo que lohagan los creyentes»(Ef. 6,1). El términoobedecer viene del la-tín «oboudire» y este asu vez de «ob audire» ysignifica «escucharbien». Para San Pabloobedecer está directa-mente relacionado coneducar, pues da a lospadres la indicaciónclara de: «No irriten asus hijos sino edúquen-los». En San Pablo la obediencia de los hijos estaen relación con el deber de los padres de educar asus hijos. Obediencia y educación están íntima-mente relacionadas, se necesitan mutuamente; elhijo que escucha no puede ser educado; de lamisma forma si el padre no educa no es obedecidopor el hijo.

¿Por qué los hijos deben obedecer a sus pa-dres? El apóstol señala tres fundamentos: comoes justo que lo hagan los creyentes, honra a tupadre y a tu madre y por una promesa de bendi-ción.1. Porque es lo justo. El principio de justicia hace

referencia al hecho de que los padres hancolaborado con Dios en dar la vida a los hijos.La obediencia es una norma de conducta ins-crita en la naturaleza misma de la filiación, elpadre por ser padre tiene autoridad sobre elhijo. Hay que obedecer a los padres por el

hecho de que son padres, de haber engendradoa los hijos, como parte de la naturaleza de lascosas. Es una obediencia filial, es decir con uncarácter sagrado. La desobediencia de los hi-jos es signo de una sociedad decadente, situa-ción que San Pablo veía en la cultura de sutiempo.

2. Por ser un mandato divino: «Honrarás a tupadre y madre». La obediencia de los hijos nopertenece solamente a la ley natural, sino tam-bién a la ley revelada que Dios dio a Moisés. Elcuarto mandamiento es el primer mandamien-to en relación al prójimo. Los más próximos

son los padres y los hi-jos, el legislador deldecálogo pide la hon-ra, de los hijos a lospadres y de los padresa los hijos, es una hon-ra recíproca. La obe-diencia de los hijos estásustentada en esta hon-ra mutua. La obedien-cia es una muestra dela honra entre padres ehijos, es una muestrade respeto y amor. Los

padres gozan de una autoridad dada por Dios.3. Porque conlleva una promesa: «que seas feliz

y goces de larga vida en la tierra». El apóstolrefuerza el mandamiento con esta promesa.Esta promesa era un claro signo de la bendi-ción de Dios a quien cumplía sus mandatos. Elapóstol recuerda la promesa que el libro deDeuteronomio señala (Dt. 5, 16). La llamadaque el Señor hace a Abrán incluía la tierra:«Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tupadre, y veta a la tierra que yo te indicaré» (Gn.12, 1). El apóstol concentra la promesa en lafelicidad y en una larga vida, no solo en poseerla tierra prometida, la bendición es para todos.Los hijos que obedecen a sus padres seránbendecidos por Dios.

Preguntas:

1.- ¿Qué motivaciones necesitan los hijoshoy para obedecer a sus padres?

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Padres no irriten a sus hijos.

En el ejercicio de la autoridad de los padres, elapóstol presenta limitaciones; no tienen una auto-ridad absoluta. En los tiempos de San Pablo el«pater familias» ejercía una autoridad soberanasobre todos los miembros de la familia, ya quetenía derecho comple-to de disponer de sushijos, como de sus es-clavos y cosas. Para elapóstol el padre cris-tiano es completamen-te diferente, ya quedebe cuidar a su fami-lia como Dios y Padrecuida de la suya. Laindicación que señalaSan Pablo, no va diri-gida sólo al padre sinoa ambos, padre y ma-dre. Las indicacionesque les da son para los dos. ¿Cómo deben ejercerla autoridad los padres con los hijos? ¿Qué tipo derelación debe establecerse entre los padres y loshijos? San Pablo da las siguientes indicaciones:1. La primera indicación es una prohibición: «No

irriten a sus hijos». La indicación expresa unejercicio de la autoridad donde los padres nohagan mal uso de ella, exigiendo comporta-mientos o actividades irrazonables; exigiendocon dureza y crueldad o con favoritismos yexcesos indulgentes. Tal forma de ejercer laautoridad humillan o anulan la voluntad de loshijos. Una autoridad así genera enojo y resen-timientos en los hijos. Con ello el apóstolinvita a los padres a tener un comportamientorazonable, a ejercer la autoridad siendo com-prensivos y amorosos, pues al final les da laindicación de que lo hagan «como lo haría elSeñor».

2. Luego el apóstol hace a los padres una invita-ción triple: edúquenlos, corríjanlos y enséñen-les. El apóstol presenta un itinerario breve deformación para los hijos: educación, correc-ción y enseñanza. La educación es una tareaprimordial de los padres, es un derecho deber

original; los padres ejercen este derecho deberal conducir a sus hijos a la madurez. En estecamino, donde los padres acompañan a sushijos, el apóstol señala que es necesaria lacorrección, recordando el antiguo proverbio:«El que no usa el castigo, odia a su hijo; el que

lo ama, lo corrige»(Prov. 13, 24). Lacorrección se ins-pira en Dios, puesel corrige a los queama. «Hijo mío, norechaces la instruc-ción del Señor ni teenojes por su co-rrección, pues elSeñor corrige aquien ama, comoun padre a su hijopredilecto» (Prov.3, 11-12). La co-

rrección es parte importante en el procesoeducativo de los hijos. Finalmente San Pablopide a los padres que enseñen a sus hijos. Laenseñanza es otro aspecto importante en elproceso educativo; la enseñanza se da sobretodo con la palabra y con el ejemplo, ambasayudan a los hijos a conseguir el objetivo de suvida, la madurez. Jesús mismo enseña a susdiscípulos, por eso el apóstol termina indican-do que lo hagan como lo haría el Señor.

Pregunta:

1.- ¿Cómo deben los padres ejercer la auto-ridad con sus hijos?

3.- ¿Qué me dice el texto?Para San Pablo el obedecer y el mandar tienen

su origen en Dios. Cuando el mandar y obedecerse unen, el resultado es la armonía, la paz, lafelicidad, el desarrollo pleno, la madurez de lapersona. En la Familia de Nazaret se da estaunidad entre el mandar y obedecer: «Bajó conellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos. Sumadre conservaba cuidadosamente todos estosrecuerdos en su corazón. Y Jesús iba creciendo ensabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y

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ante lo hombres» (Lc. 2, 51-52). Hijos obedezcana sus padres, padres no irriten a sus hijos es unainvitación a favorecer el desarrollo de todas laspersonas en la vida familiar. Padres e hijos reali-zan aquello que les corresponde para el buenfuncionamiento de la familia.

Hoy hay «una grave ambigüedad acerca de larelación de autoridad entre padres e hijos» (FC 6).Es pues necesario buscar formas que ayuden amejorar estas relaciones. San Pablo nos ha dadoindicaciones concretas que pueden ayudar al buenfuncionamiento de la vida familiar.

Preguntas:

1.- ¿Qué nos dice el texto de San Pablo quehemos leído y reflexionado?

2.- ¿Qué actitudes deben asumir los padres defamilia en el trato con sus hijos?

3.- ¿Qué cualidades deben cultivar los hijos enla relación con sus padres?

4.- ¿Cómo mejorar las relaciones familiares?

4.- ¿Qué le quiero decir a Dios?

San Pablo insiste que las relaciones entre pa-dres e hijos tienen su modelo en Dios, «como loharía el Señor». Después de reflexionar en estetexto que le quiero decir a Dios.

(Un momento de silencio, luego se pueden compartir algunasoraciones espontáneas).

Monitor: Invocamos a nuestro Dios que no sólonos ha creado, sino que ha establecido con supueblo una alianza nueva y eterna en su hijoJesucristo. Decimos:

Todos: De Ti Señor, procede toda paternidad enel cielo y en la tierra.

Lector: Señor Dios, tú eres un padre rico enbondad y misericordia.

Todos: De Ti Señor, procede toda paternidad enel cielo y en la tierra.

Lector: Señor Dios, en ti encontramos el modelode vida para nuestras familias.

Todos: De Ti Señor, procede toda paternidad enel cielo y en la tierra.

Lector: Señor Dios, que nuestras familias seanun reflejo de tu amor.

Todos: De Ti Señor, procede toda paternidad enel cielo y en la tierra.

Lector: Señor, que los hijos sepamos obedecer anuestros padres.

Todos: De Ti Señor, procede toda paternidad enel cielo y en la tierra.

Lector: Señor, que los padres no seamos duros yexigentes con nuestros hijos.

Todos: De Ti Señor, procede toda paternidad enel cielo y en la tierra.

Lector: Señor, Dios clemente y compasivo, ben-dice nuestras familias.

Todos: De Ti Señor, procede toda paternidad enel cielo y en la tierra.

Oración a la Santa Familia:

Jesús, María y José

en vosotros contemplamos

el esplendor del verdadero amor,

a vosotros, confiados, nos dirigimos.

Santa Familia de Nazaret,

haz también de nuestras familias

lugar de comunión y cenáculo de oración,

auténticas escuelas del Evangelio

y pequeñas Iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret,

que nunca más haya en las familias episodios

de violencia, de cerrazón y división;

que quien haya sido herido o escandalizado

sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret,

que el próximo Sínodo de los Obispos

haga tomar conciencia a todos

del carácter sagrado e inviolable de la familia,

de su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José,

escuchad, acoged nuestra súplica. 

Amén.

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1. ¿De qué modo el pecado afecta al matrimo-nio?Siendo el matrimonio la comunión íntima de

amor y de vida entre los esposos intrínsecamenteordenada al bien de ellos mismos, delos hijos y de la sociedad, cuyo pri-mer y principal fundamento de talcomunidad es Dios, pues es su crea-dor y providente administrador, ne-cesitará en todo momento de su ayu-da para madurar en la caridad conyu-gal. Así, el pecado, ha de considerar-se como una clara contradicción delamor humano, del amor que los es-posos se han prometido y buscadoproteger y hacer crecer. El pecadoafecta de manera directa a la base delmatrimonio, en formas de egoísmo,faltas a la caridad, poca o nula generosidad,alejamiento de Dios y sus medios de santifica-ción, infidelidades al amor prometido y debido,descuido de la castidad, etc. (cf. GS, 48).2. ¿Cuáles son los pecados graves contrarios al

sacramento del matrimonio?Sabiendo que los conyugues han sido llama-

dos antes que a la vida matrimonial, a la vida desantidad por su bautismo, hemos de considerarque se afectaría gravemente a esta alianzasacramental:

Mediante el alejamiento de los sacramentos yla oración. La gracia de Dios que se ha derramadoa través del sacramento del Matrimonio, requieredel alimento que ofrecen los sacramentos de laEucaristía y la Reconciliación, de la oración cons-tante, personal y matrimonial.

Mediante las faltas de caridad, que desdicendel amor prometido y debidamente protegido enla comunión conyugal.

Mediante la poca o ausente dedicación al cul-tivo de las virtudes indispensables en el matrimo-nio, como serían: la mutua sinceridad, la castidad,la templanza, la comprensión, la empatia, el res-

peto, el sentido común, la justicia, la humildad, lalealtad, la fidelidad, la debida y profunda comu-nicación, la paciencia, la fortaleza, la generosi-dad y la gratitud, entre otras.3. ¿Por qué las relaciones prematrimoniales y

extramatrimonia!es son pecado?En cuanto a las relaciones prematrimoniales

son pecado por la propia finalidad que tiene larelación matrimonial (objetiva). La relación sexo-genital es una manifestación de la plena y exclu-siva conyugalidad, la cual no existe aún en losnovios, aunque se ordenen a ella y se estén prepa-rando para ella. Es en la relación íntima de losesposos un modo particular de manifestar que son«una sola carne» que ha surgido de «un soloespíritu».

El lenguaje corporal que se expresa en estarelación matrimonial tiene un significado único eirrepetible, por lo mismo se excluye en la relaciónde noviazgo, y, en consecuencia, de cualquier

Ética del Matrimonioy la Familia

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relación humana que no incluya el matrimonio,por ende también la relación extramatrimonial.Así pues, entre los esposos existe una donacióntotal, pues se ofrece y se recibe lo corporal,espiritual, afectivo, actual y futuro; hay una en-trega exclusiva, pues a la donación personal mu-tua de los esposos se excluye cualquiera quepueda darse, de esa manera, a otra persona; yademás, el consentimiento matrimonial se reali-za de forma definitiva, para toda la vida.4. Quienes viven en unión libre, ¿qué conse-

cuencias tienen en la Iglesia para los padresy para los hijos?En cuanto a los padres de aquellos que viven en

unión libre, tienen la responsabilidad de animar-les con el consejo y manifestarles con su ejemplo,la necesidad de buscar la vida de gracia. Lospadres deben procurar que los hijos frecuentenconscientemente los sacramentos, ayudando, for-mando y respetando la conciencia de los hijos (cf.P. Consejo para la Familia, Orientaciones educa-tivas en familia, 74). Si los padres, atendiendo atal responsabilidad, observan cómo los hijos des-afortunadamente deciden en contra, deberán coninsistencia orar y procurar todo bien espiritualpara la familia.

En cuanto a los hijos de quienes viven en uniónlibre podrán recibir los medios de santificaciónque la Iglesia ofrece, como la participación en lossacramentos, la oración comunitaria, la forma-ción catequética indispensable, etc.. Naturalmen-te, se verán limitados en la falta de ejemplo porparte de sus padres, pero deberán rogar a Dios porel bien espiritual y temporal de ellos.5. ¿Por qué casarnos si podemos vivir como

novios con derechos?Lamentablemente se escucha entre algunos

novios no solo la exclusiónde la vida matrimonial, sinola posibilidad de vivir el no-viazgo con un pseudo com-promiso. Entre sus causas,llama la atención el grave ale-jamiento de la vida de fe y decualquier medio espiritualque le permita valorar su dig-

nidad de hijo de Dios, así como la reducción delamor al sexo, del mismo sexo a la genitalidad, lafacilidad del recurso a los medios anticonceptivos,la pérdida del sentido de la virtud de la castidad,la falta de aceptación por la una vida establepersonal, matrimonial, familiar y social estables.6. Si un hijo no se casa por la Iglesia y vive en

unión libre, ¿los papas pueden recibir lossacramentos?Desde el aspecto moral, una persona puede

quedar excluida de los sacramentos por habercometido un pecado mortal, el cual se da alcometer un acto de «materia grave... con plenoconocimiento y deliberado consentimiento» (RP,17). Por lo tanto, si los padres están de acuerdo,consienten, o peor aún, aconsejan, para que unhijo viva en unión libre, no pueden acercarse arecibir los sacramentos. De lo contrario, si lospadres insisten para que los hijos vivan según lafe y la moral cristianas, pueden y deben orar paraque Dios les llame desde el interior de sus con-ciencias a una conversión continua.7. ¿Una madre soltera puede comulgar?

Considerando que una madre soltera es aque-lla mujer joven o adulta que ha procreado un hijofuera del vínculo matrimonial, puede y debeacercarse a los sacramentos. Inicialmente la Re-conciliación de modo que el proceso de conver-sión se vaya arraigando en su vida de fe, despuésen la Eucaristía puesto que la misión de madreque llevará a cabo será arduo y la oración demanera que unida íntimamente a Dios forme a suhijo y considere un posible futuro sacramentomatrimonial (cf. FC, 71).8. ¿Una mujer o un hombre divorciados vueltos

a casar pueden ser padrinos en algúnsacramento?

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Por supuesto que no, dado que padrino es aquelque procura que la persona, a la que acompañó enalgún sacramento, lleve una vida cristiana con-gruente con la fe cristiana (cf. CIC, 872). ¿Cómopuede sugerir tal congruencia cuando él mismo seve impedido por su situación irregular?

En casos muy particulares y analizando pru-dente y cuidadosamente la situación, cabe laposibilidad, como es el caso señalado en la exhor-tación apostólica Familiaris Consortio: Cuandoel hombre y la mujer, divorciados y vueltos acasar, «por motivos serios, -como, por ejemplo, laeducación de los hijos- no pueden cumplir laobligación de la separación, ‘asumen el compro-miso de vivir en plena continencia, o sea deabstenerse de los actos propios de los esposos’»(n. 84), evitando atentamente caer en cualquierescándalo. De esta manera podrán acercarse a laSagrada Comunión y por ende llevar una prácticasacramental ordinaria.9. ¿Es permitida en algunos casos la esterili-

zación de hombres o mujeres?Conviene diferenciar entre la esterilización

permanente, temporal y curativa. La esteriliza-ción permanente es aquella intervención quirúr-gica que tiene como finalidad la supresión defini-tiva de la procreación, pues tanto en las mujerescomo en los varones bloquea el paso de losgametos en el proceso normal de la concepción.Existen en nuestro tiempo procedimientos médi-cos que por un tiempo determinado evitan el pasonormal del óvulo y el espermatozoide en orden ala fecundación; por lo después del plazo pretendi-do, las funciones reproductivas pueden volver adarse con normalidad.

Finalmente existe la esterilización curativa oindirecta, la cual se realiza debido a la interven-ción médica, terapéutica o quirúrgica en los órga-nos reproductivos afectados del hombre o de lamujer, traen como consecuencia la eliminaciónde la capacidad generadora. La esterilización noes querida, sino tolerada con el fin de no dañarotros órganos de la persona o a la persona en sutotalidad. En la historia de la Teología Moral seha sostenido el principio de totalidad, el cualestablece que: «es moralmente aceptable la inter-

vención lesiva de la parte, que por motivos variosse hace indispensable para el bien del todo» (PíoXII).10. ¿Por qué confesarse con un sacerdote que

es humano y pecador como nosotros?

Como todo sacramento requiere de ser signosensible, capaz de ser percibido y comprendidopor los hombres. Es el sacerdote un instrumentode la misericordia de Dios, por su medio Diosofrece la gracia de su amistad. «La absoluciónque el sacerdote, ministro del perdón -aunque élmismo sea pecador- concede al penitente, es elsigno eficaz de la intervención del Padre en cadaabsolución y de la resurrección tras la muerteespiritual, que se renueva cada vez que se celebrael Sacramento de la Penitencia. Solamente la fepuede asegurar que en aquel momento todo peca-do es perdonado y borrado por la misteriosaintervención del Salvador» (RP, 31).11. ¿Puede un sacerdote dar permiso de

comulgar a una pareja que vive en uniónlibre?El sacerdote no puede modificar, o suspender

temporalmente -por así decirlo-, lo que por supropia naturaleza está equivocado o es pecami-noso. Todo bautizado que pretenda el amor con-yugal y la formación de una familia, sabe que paratales finalidades requiere del sacramento matri-monial sin excepción. Los sacerdotes, siendoagentes de la pastoral familiar, «... su enseñanzay sus consejos deben estar siempre en plenaconsonancia con el Magisterio auténtico de laIglesia de modo que ayude al pueblo de Dios a

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formarse un recto sentido de la fe, que ha deaplicarse luego en la vida concreta. Esta fidelidadal Magisterio permitirá también a los sacerdoteslograr una perfecta unidad de criterios con el finde evitar ansiedades de conciencia en los fieles»(RP, 73).12. ¿Las personas separadas o divorciadas

vueltas a casar en qué pueden participardentro de la Iglesia?Mencionaba el Papa Juan Pablo II: «En unión

con el Sínodo exhorto vivamente a los pastores ya toda la comunidad de los fieles para que ayudena los divorciados, procurando con solícita caridadque no se consideren separados de la Iglesia,pudiendo y aun debiendo, en cuanto bautizados,participar en su vida. Se les exhorte a escuchar laPalabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de laMisa, a perseverar en la oración, a incrementarlas obras de caridad y las iniciativas de la comu-nidad en favor de la justicia, a educar a los hijosen la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obrasde penitencia para implorar de este modo, día adía, la gracia de Dios. La Iglesia rece por ellos, losanime, se presente como madre misericordiosa yasí los sostenga en la fe y en la esperanza» (FC,84)13. ¿Por qué los divorciados vueltos a casar no

pueden comulgar?Enseña el Catecismo de la Iglesia Católica que

actualmente son numerosos «los católicos querecurren al divorcio según las leyes civiles y quecontraen también civilmente una nueva unión. LaIglesia mantiene, por fidelidad a la palabra deJesucristo (Quien repudie a su mujer y se case conotra, comete adulterio contra aquélla; y si ellarepudia a su marido y se casa con otro, cómeteadulterio: Mc 10, 11-12), que no puede reconocercomo válida esta nueva unión, si era válido elprimer matrimonio. Si los divorciados se vuelvena casar civilmente, se ponen en una situación quecontradice objetivamente a la ley de Dios. Por locual no pueden acceder a la comunión eucarísticamientras persista esta situación, y por la mismarazón no pueden ejercer ciertas responsabilida-des eclesiales. La reconciliación mediante el sa-cramento de la penitencia no puede ser concedida

más que aquellos que se arrepientan de haberviolado el signo de la Alianza y de la fidelidad aCristo y que se comprometan a vivir en totalcontinencia» (n. 1650).14. ¿Por qué los que viven en unión libre,

separados o divorciados vueltos a casar nopueden ser padrinos?

Cf. Respuesta de la pregunta 8

15. ¿Cuáles son los métodos de planificación dela natalidad permitidos por la Iglesia?La Iglesia ha considerado que es lícito, cuando

existan razones suficientes, tener en cuenta losritmos naturales inmanentes a las funciones ge-neradores para usar del matrimonio sólo en losperíodos infecundos, con el fin de regular lanatalidad (cf. HV, 16). Entre tales métodos, lla-mados naturales, son más comunes los siguien-tes:

1. Método de la ovulación, también llamadoBillings. En este método, se determinan losdías justo antes y justo después de la ovulaciónrevisando el moco cervical de la mujer. Elmoco cervical es claro, se estira y es finocuando la mujer tiene mayor probabilidad dequedar en embarazo. Algunos afirman que elmoco cervical en tal período se parece a la

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clara de un huevo natural.2. Método sintotérmico. La mujer deberá tomarse

la temperatura cada día con un termómetroespecial y anotarla en una gráfica. En el tiempode la ovulación, la temperatura aumenta lige-ramente. La mujer puede ayudarse con el mé-todo de la ovulación, controlando la consisten-cia del moco cervical. Se han de considerartambién que durante este período existe uncierto dolor en el área de los ovarios, hayhinchazón, dolor en la parte baja de la espalday sensibilidad al tacto en los senos.

3. Método del ritmo. La mujer se basa en loscálculos hechos con el calendario, respecto alos ciclos menstruales anteriores. Este métodono tiene en cuenta los cambios normales queocurren y son comunes en el ciclo menstrual.Las mujeres que no tienen ninguna variaciónen la duración de sus ciclos menstruales pue-den usar el método del ritmo para saber cuándoestán ovulando; catorce días antes de que lesempiece el período.

16. Una pareja que se realizó la salpingoclasiao la vasectomía, puede confesarse y comul-gar?La salpingoclasia y la vasectomía son métodos

anticonceptivos, generalmente permanentes, porlo que es necesario recordar lo que la enseñanzade la Iglesia ha definido en esta materia: Laanticoncepción permanente es una acción intrín-secamente mala, porque no solamente busca queel acto conyugal realizado sea intencionalmenteinfecundo, sino que se ha realizado a través deuna intervención quirúrgica que literalmente con-siste en la mutilación orgánica (cf. HV, 14).

En los casos en que tal medio quirúrgico seairreversible y la persona, que habiendo consenti-do tal intervención, se encuentre realmente arre-pentida de esta acción pecaminosa, podrá acer-carse al sacramento de la Reconciliación y conello a la Eucaristía. Pero, si aún después de haberconsentido tal mutilación, persiste en una actitud-por así decirlo- contra la concepción, la transmi-sión de la vida, la procreación, aconsejando in-cluso a otros de usar tales medios anticonceptivos,no podrá, por razones obvias, acercarse a los

sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaris-tía, pues no ha habido realmente un arrepenti-miento ni propósito de enmienda, en caso de serposible.17. Quienes viven en una situación irregular

¿están excomulgados?La excomunión en este ámbito sólo está con-

siderada para quien procura el aborto de maneradirecta e intencional, así como para toda personaque sin su ayuda no se hubiera realizado tal delito(cf. CIC, 1398). Por lo que, cualquier situaciónirregular que se dé en las personas porque estén enun unión libre, en los separados o divorciadosvueltos a casar, o casos similares, no conllevaalguna de pena de excomunión; cierto es que nopueden en tales casos acercarse a los sacramen-tos, pero ello no implica que se hubiera incurridoen la pena de excomunión.18. ¿Por qué los anticonceptivos son pecado?

Los actos conyugales, según, no solamente laenseñanza de la Iglesia, sino principalmente lavoluntad divina, deben mantener la estrecharelación entre sus dos fines propios: el significa-do unitivo, a través del cual los esposos seentregan y son una sola carne, y el significadoprocreador, por el cual se abren a la vida y a laprocreación. Cualquier medio que vaya en con-tra de ambos fines, ha sido considerado anticon-ceptivo: sea éste mecánico, farmacológico oquirúrgico (cf. HV, 12).19. ¿En caso de violación, es permitido el

aborto?Es conveniente que se confirmen dos puntos,

el primero: la violación sexual es la aberranteagresividad contra la mujer, obligándola a teneruna relación sexogenital que se ha de rechazarcon firme determinación; el segundo: una vez quese ha realizado la fecundación de un óvulo por elespermatozoide, se ha iniciado el proceso degestación de un nuevo ser humano; existe ya enproceso de crecimiento una persona distinta delos progenitores, independientemente de la vo-luntad de procrear de ambos; alguien que poseederechos propios e inalienables, que no por de-pender de la intervención directa de la madre ensu desarrollo, dependa de ella en su proceso

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interno de perfeccionamiento por leyes naturalesbien determinadas. El derecho a la vida que lapersona tiene, no puede ser discutido, desatendi-do y, mucho menos, suprimido. Tal derecho nodepende la situación propia de la madre, de lafamilia o de la sociedad. Una persona desde suconcepción posee la impronta de la imagen ysemejanza de Dios y, por lo mismo, cualquieratentado contra la persona es una grave ofensacontra el Creador.20. ¿Se puede iniciar una relación con una

persona que está casada?De ninguna manera se puede

ignorar o ser indiferente ante unarelación que pública, oficial ysolemnemente en la fe se ha ad-quirido. Se faltaría a la fidelidaddebida al sacramento matrimo-nial. Mientras no se demuestre yse declare por medio del tribunalEclesiástico lo contrario, todomatrimonio es válido hasta lamuerte de alguno de loscónyugues.21. ¿Puede comulgar una persona divorciada

que su esposo (a), ya se casó por lo civil ytiene familia?El cónyuge divorciado o separado que no pre-

tende ningún tipo de relación periódica o estable,en unión libre o por registro civil, puede acercarsea los sacramentos de la Reconciliación y la Euca-ristía, pues no ha cometido falta alguna contra elmatrimonio contraído, aunque su esposo (a), porel contrario, hubiera ya buscado una unión dehecho o contrato civil matrimonial.22. ¿Cómo lograr relaciones sexuales armonio-

sas y adecuadas en el matrimonio?En la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA

Familiaris Consortio (n. 66) se señalan diferen-tes aspectos que conviene subrayar:1. Es, cada vez más indispensable, la debida

preparación de los jóvenes al matrimonio y a lavida familiar. La Iglesia, junto con las familiasy la sociedad entera, se ven comprometidas enel esfuerzo por formar convenientemente a losjóvenes para un estilo de vida, considerada

vocación, a esta alianza de amor, cuyas exi-gencias y verdaderas satisfacciones no sonpocas.

2. La preparación es remota porque comienzadesde la infancia, cuando la vida familiar es unmedio propicio para formar a los hijos en la fey en el amor que generosamente se dona parael bien personal y de los demás, cuando sefortalece el carácter que impulsa en la madu-rez de las virtudes humanas y cristianas.

3. La preparación próxima que considera unaprofundización en lafe del misterio cris-tiano que se habrá deasumir en el sacra-mento del matrimo-nio, en la formaciónhumana que orienta-rá y fortalecerá en elestablecimiento deuna nueva comuniónhumana diferente dela familia de ambos yen la disposición a de-

jarse conducir por el mutuo y correcto acuer-do, así como por el consejo de personas pru-dentes.

4. La vivencia concreta e histórica del matrimo-nio como una vocación y misión divinas, enestrecha unidad con los medios de santifica-ción y el mejor de los esfuerzos personales deambos.

23. ¿Puedo comulgar y después confesarme?Enseña la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA

Reconciliatio et Paenitentia (n. 27): «A quiendesea comulgar debe recordársele... el precepto:Examínese, pues, el hombre a sí mismo (1Cor.11,28). Y la costumbre de la Iglesia muestra quetal prueba es necesaria, para que nadie, conscien-te de estar en pecado mortal, aunque se considerearrepentido, se acerque a la santa Eucaristía sinhacer previamente la confesión sacramental».Que, si se encuentra en caso de necesidad y notiene manera de confesarse, debe antes hacer unacto de contrición perfecta» (S. Congregación deRitos, Instruc. Eucaristicum mysterium, 35)

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