fajnwarks - celan, heidegger, lacan. los lazos de un nudo

17
Paul Celan - Martin Heidegger - Jacques Lacan Los lazos de un nudo FABIAN FAJNWAKS Resumen: Se propone considerar aquí la convergencia entre la llamada vecindad del pensamiento y la poesía por Heidegger a partir de los años 50, las reflexiones del poeta Paul Celan sobre la poesía, en resonancia con la filosofía de Heidegger, y la teoría del lenguaje presente en la última enseñanza de Jacques Lacan. Esta convergencia se propone como un nudo y no como una analogía, teniendo como centro una reflexión acerca del Ser y del lenguaje. Palabras claves: Interpretación experiencia atravesamiento - sentido Un poeta, probablemente uno de los más grandes de lengua alemana del siglo XX junto a Rilke ; el filosofo que llevo a sus confines más lejanos la reflexión acerca del Ser y del lenguaje en una invocación de atravesamiento de todo pensar metafísico, y el psicoanalista que reinscribió la experiencia de lenguaje que es un psicoanálisis en sus coordenadas lingüísticas constituyen un nudo que tiene como centro la problemática del « hablar » y del « Ser ». Heidegger consideraba que un Pensar desembarazado del peso que la Metafísica había con el tiempo depositado en el lenguaje, debía forzosamente articularse a una nueva relación a la palabra y al lenguaje. Así no solo busco crear o recrear palabras que permitieran hacer advenir al Ser, más allá del velo que el lenguaje en su uso instrumental impone, sino que invocaba hacia el final de los años treinta lo que llamaba « la vecindad del pensamiento y la poesía », donde un decir poético constituía para él la sola manera de acceder al Ser más allá del ente. Por su parte, Paul Celan se intereso también en la obra del pensador de Friburgo, leyó sus libros,

Upload: sergiomoralesinga

Post on 08-Sep-2015

234 views

Category:

Documents


4 download

DESCRIPTION

Fajnwarks - Celan, Heidegger, Lacan. Los Lazos de Un Nudo

TRANSCRIPT

Paul Celan - Martin Heidegger - Jacques Lacan

Los lazos de un nudo

FABIAN FAJNWAKS

Resumen: Se propone considerar aqu la convergencia entre la llamada vecindad del pensamiento y la poesa por Heidegger a partir de los aos 50, las reflexiones del poeta Paul Celan sobre la poesa, en resonancia con la filosofa de Heidegger, y la teora del lenguaje presente en la ltima enseanza de Jacques Lacan. Esta convergencia se propone como un nudo y no como una analoga, teniendo como centro una reflexin acerca del Ser y del lenguaje.

Palabras claves: Interpretacin experiencia atravesamiento - sentido

Un poeta, probablemente uno de los ms grandes de lengua alemana del siglo XX junto a Rilke; el filosofo que llevo a sus confines ms lejanos la reflexin acerca del Ser y del lenguaje en una invocacin de atravesamiento de todo pensar metafsico, y el psicoanalista que reinscribi la experiencia de lenguaje que es un psicoanlisis en sus coordenadas lingsticas constituyen un nudo que tiene como centro la problemtica del hablar y del Ser. Heidegger consideraba que un Pensar desembarazado del peso que la Metafsica haba con el tiempo depositado en el lenguaje, deba forzosamente articularse a una nueva relacin a la palabra y al lenguaje. As no solo busco crear o recrear palabras que permitieran hacer advenir al Ser, ms all del velo que el lenguaje en su uso instrumental impone, sino que invocaba hacia el final de los aos treinta lo que llamaba la vecindad del pensamiento y la poesa, donde un decir potico constitua para l la sola manera de acceder al Ser ms all del ente. Por su parte, Paul Celan se intereso tambin en la obra del pensador de Friburgo, ley sus libros, los subrayo e hizo preciosas anotaciones al margen. Celan buscaba, por su parte, una equivalencia entre hablar y el Ser, una equivalencia para la cual haba empleado en una conversacin la palabra lengua de la existencia (Dasseinssprache). Lengua de la existencia, equivalencia entre Ser y hablar: el serhablante (parltre) de Lacan no dice otra cosa! El nico ser del que hablara Jacques Lacan en la ltima parte de su enseanza es del ser que se deduce de la palabra, all donde en sus primeros seminarios, como lo desarrollo Jacques-Alain Miller es de un ser en falta, un ser del sujeto dividido en tanto que deseante para lo que acunar no slo este neologismo del serhablante, sino tambin otros que tendrn tambin mucha importancia: lalalengua,en una sola palabra, para indicar el valor de satisfaccin propio a la lengua., as comolelangues, es decir una conjuncin del vocablo francs lan que significa el impulso, la fuerza, en su condensacin con las lenguas, es decir el impulso de las lenguas, su vida propia. Evoquemos simplemente que Roland Barthes se situara en esta direccin cuando en su leccin inaugural en el Collge de France, retomara la significacin desaveuret desavoir (sabor y saber) de la lengua, citando el trmino delalenguade J. Lacan. Convergencia entonces de los intereses del filsofo, del poeta y del psicoanalista.

Vecindad entre pensamiento y poesa

El filosofo encontr por su lado a cada uno de los otros quienes vinieron a visitarle a Friburgo: al poeta dos veces luego de haber ledo detenidamente muchos de sus poemas, al psicoanalista en tres ocasiones, sin haberse detenido mucho, por lo que conocemos, en la lectura del grueso volumen de los Escritos,enviados en el momento de su publicacin en 1966. El poeta y el psicoanalista nunca se cruzaron aunque vivan ambos en Paris, y durante un corto periodo (1964-1969) ensearon en la misma casa, la Ecole Normale Suprieure de la rue dUlm, uno su lengua materna, el alemn, el otro haciendo semanalmente como lo haca desde aos, su seminario, enseanza que marcar el destino del psicoanlisis despus de su creador, S. Freud.

El inters de Heidegger en la poesa, luego deSer y Tiempo,concierne la posibilidad de encontrar un decir despojado del peso que la Metafsica ha impreso a los dichos, un modo de atrapar los reflejos del ser ms all del ente que viene a encubrir el ser, en nuestra poca en la que todas las cosmovisiones se han derribado y en la cualtodos los dioses han partido segn los versos de Hlderlin. Vecindad de laDichtungy delDenken,de la poesa y del pensamiento, all donde todos los conceptos de la Filosofa se revelan inscriptos en la forma de pensamiento metafsico. Heidegger establece el postulado de esta vecindad entre poesa y pensamiento a partir de su estudio sobreLos Himnos de Hlderlinen 1935-36. La poesa aparece en este seminario como aquello que viene en el lugar del decir filosfico y que reencuentra elDaseinfundamental histrico del hombre: Lo que acontece con el decir potico corresponde a lo que acontece con el decir del pensamiento filosfico. Afirma que la poesa constituye la esencia de la obra de arte en la medida en que la verdad contenida en toda obra de arte alcanza en el poema su realizacin ms acabada a travs de la expresin por el lenguaje, por la palabra. La Dicha (la palabra dicha) ser para Heidegger, tal como lo enuncia en una de sus conferencias de los aos cincuenta, el modo de apropiacin (Ereignis) de la verdad del ser a travs del lenguaje para aquel que habita en ladicha-mansin,juego de palabras que J. Lacan tomara prestado al filosofo.

En consecuencia, la poesa interesa a Heidegger ya que constituye una manera de abordar lo Real no metafsico, sin pasar por el concepto o la representacin que podra reintroducir el pensamiento en lo que este tiene de carga metafsica. En su conferencia Encaminamiento hacia la palabra de los aos 50 y en su no menos clebreHolzwege (Caminos que no llevan a ninguna parte),el filosofo haba ya explorado la relacin entre pensamiento, poesa y la metfora del camino o del encaminamiento:Wege-Unterwegs, Feldweg y Holzwege.El pensamiento en un sendero que va de Parmnides a Lao-Ts, aparece en la filosofa como un encaminamiento en el que se reanuda una reflexin sobre el Ser, la filosofa occidental encontrndose encantonada en la dialctica con el ente, llegando entonces por este sendero a tender un hilo que permite de anudar el Oriente y el Occidente.

Si laBewegungheideggeriana (puesta en camino, encaminamiento) hacia una palabra que retome el ser del ente, en esta apropiacin de la palabra inclua la resonancia misma del silencio en el pensamiento. Paul Celan, en la experiencia singular de su poesa, pondr el acento en aquello que distingue la poesa del pensamiento, del ejercicio del pensamiento. La palabra potica supone un abrirse camino entre el silencio y el discurso, que el poeta designa con el trmino musicalStrette.En la Msica, Stretteindica la parte de una fuga que precede a la conclusin y en la cual el tema y la respuesta al tema dialogan a partir de entradas cada vez ms cortas, ms prximas. Celan desarrolla la trama del Strette en su conocido poemaTodesfugue(Fuga de la muerte).

En una alternancia entre palabra y silencio, lo que Celan intenta cernir en tanto poeta es el punto focal en el cual la palabra que traduce un momento, una imagen, o toda percepcin, finalmente, se deja atrapar en su contingencia, siempre titilante. Partiendo del principio heideggeriano que el Ser no se reduce al ente y que en consecuencia el Ser constituye una modalidad de lo irrepresentable, Celan concibe el acto potico como algo que se deja percibir, y no precisamente representar. El poema en Celan esta tornado hacialo que aparece, por lo que entonces no puede representarse completamente. En tanto poema, constituye la expresin de una verdad que deviene pensamiento de la presencia del presente, pensamiento de la actualidad del presente: pensamiento del Tiempo, podramos decir en resonancia con la Obra magna del filsofo. Se trata en l ms de revelar y de dar a ver, que de toda metaforizacin, segn la perspectiva potica clsica, y Celan subrayaba que el poema absoluto no existe, no puede existir, invitando(se) a l mismo tambin, a pensar a Mallarme hasta sus ltimas consecuencias en relacin al clebre verso mallarmeano: Un golpe de dados no abolir nunca el azar. Pensar Mallarme hasta sus ltimas consecuencias, un dicho hasta cierto punto enigmtico de Celan, al que han sido propuestas mltiples interpretaciones, implicara entonces que ningn poema absoluto podra decir lo que la lengua busca cernir del Ser, por definicin escurridizo, inatrapable en tanto que tal, pero al mismo tiempo en absoluto inefable. Se trata aqu de destellos, de centelleos de Lo real que el poema intenta cernir, en dichos siempre parciales y fragmentarios, por definicin y estructura. La poesa es cada vez dice Celan una sola vez el envo de su destino a la lengua. Tenemos as, en cuanto a este punto, una convergencia entre el poeta y el filosofo, en un registro en el que Lacan tambin est convocado, Lacan quien permiti pensar la triparticin de la experiencia de la palabra en general, y de un anlisis en particular, en trminos de Simblico, Imaginario y Real, entendiendo a este ltimo como aquel registro que no se deja cernir por el trabajo de la lengua.

En un trabajo fundamental del filosofo Paulo Barone presentado en un coloquio que tuvo como objeto la Filosofa y la poesa, se define a la alternancia entre palabra y silencio temporalidad,pulsacin podramos decir propia a la poesa de Celan como un "presente transitorio.

Este presente transitorio en Celan encontrara su expresin a travs de la palabra concebida como condensadora de toda la fuerza expresiva posible, a riesgo de eliminar el silencio que la ha producido. Una palabra condensada hasta tal punto, que podra resumirse segn Celan a una fecha, como lo dice enEl Meridiano, el discurso pronunciado cuando se le entregara el prestigioso premio Bchner y que resume su teora potica : Quizs se est en su derecho de afirmar que todo poema conserva inscripto en si, su 20 de Enero. Quizs lo que es nuevo en los poemas que se escriben hoy sea justamente este punto: el esfuerzo ms visible entre todos de conservar la memoria de las fechas. Por 20 de Enero Celan se refiere al personaje de Lenz, en la pieza dramticaLa Muerte de Danton, de Bchner, quien atravesaba los montes un 20 de Enero, pero esta fecha designa tambin, de manera metonmica, la fecha de laEndlsung,la solucin final del problema judo, el 20 de Enero de 1942.

De donde la pregunta fundamental que planteaba Theodor Adorno: Pueden escribirse poemas luego de Auschwitz? deviene bajo otro modo, la cuestin propia de Paul Celan. Preservar la memoria de las fechas implica no slo un modo singular de designar la funcin potica despus de Auschwitz, despus de este evento singular sin respuesta como lo deca Maurice Blanchot, sino tambin y ms bien an, lo que viene a responder al interrogante de Adorno.

Lejos de toda conmemoracin ritualizada, y casi en sus antpodas, Preservar la memoria de las fechas supone celebrar el evento, siempre contingente en tanto evento, que conmemora el poema, ubicado ste en la poca. Vivimos escribir Celan en una bella carta a Hans Bender bajo cielos oscuros y hombres hay pocos. Es sin duda por eso tambin que hay tan pocos poemas. Pocos hombres que sepan reconocer lo que la poesa, la verdadera, nos impone: el evento contingente. Y por lo tanto, dice Celan, hay pocos poemas, mientras que quizs nunca se ha editado tanta Poesa como hoy, unos cuarenta aos luego que Celan haya escrito estas lneas. En poeta vive el hombre Escribe Hlderlin, pero podramos corregir con Celandiciendo: no todos los hombres. Pocos hombres, pocos poemas.

Heidegger se encuentra en la misma sintona: luego de la visita de Celan a Friburg, y de la recepcin del poema Todtnauberg, que celebra este encuentro, el filosofo enva una carta de agradecimiento a Celan que termina con estas frases Mis deseos? Que pueda a la hora propicia escuchar la palabra a travs la cual se dirige a usted lo que debe ser dicho en poema.

Un encuentro emblemtico

La aparicin del libro de Hadrien France Lenord, libro que retrata el contexto y el contenido de un encuentro tan emblemtico como fue el de Martin Heidegger, el pensador del lenguaje como morada del ser, con Paul Celan, poeta de lengua alemana, y adems judo, poeta en pocas de desamparo, hace unos aos en Francia, nos permitir de situar las coordenadas que permiten de incluir al psicoanlisis en este dialogo fundamental del pensador del ser-hablante con el poeta de despus de Auschwitz.

Muchas cosas han sido escritas sobre el encuentro entre Heidegger y Celan, sobre todo porque no se sabe bien qu se dijeron en las slo dos ocasiones que se encontraron en Alemania, en Friburgo, donde Celan hizo dos lecturas de poemas en 1967 y en 1969. Celan deba viajar an en el verano de 1970 , donde Heidegger lo iba a llevar a visitar la regin donde nace el Danubio, pero se suicid en abril de ese ao. Segn algunos amigos Celan iba a pedirle explicaciones al filosofo respecto a su compromiso con el rgimen nazi durante su ao de rectorado de la Universidad de Friburgo de 1933 a 1934, y sobre todo al hecho que nunca se explicara pblicamente respecto a su compromiso con el partido nazi. Como Celan lo escribe as en una carta a su mujer Gisle Lestrange unos das luego del encuentro, Nos vimos al otro da de mi lectura en la cabaa de Heidegger en la Selva negra. Luego, en el automvil, tuvimos un dilogo grave, con palabras claras de mi parte. El seor Neumann, que fue testigo de este dilogo, me dijo luego que para l esta conversacin tuvo un aspecto de poca. Espero que Heidegger tome su pluma y escriba algunas pginas hacindose eco, advirtiendo, del retorno del nazismo.

Heidegger, por su parte, escribir en una carta de 1968 a Celan, luego del encuentro y para agradecer el envo del poema Todtnauberg que evoca el encuentro entre ambos : La palabra del poeta fue un despertar y una exhortacion

Podemos pensar entonces que Heidegger no fue insensible a las palabras de Celan, y aunque respondiera en su pensamiento al poema no respondi, a la decepcin de Celan, en todas las letras al llamado del poeta en lo que concierne a su compromiso con el partido Nazi en los aos 30, su ao de Rectorado y lo que Celan interpretaba como un retorno del nazismo en la Alemania de post-guerra.

Se debe esta omisin a la indiferencia, a una negligencia de su parte, como lo plantea Laord en su libro? O se explica simplemente por un profundo sentimiento de vergenza? En una nota al pie de pgina, Laord cita en su libro una carta de Heidegger a Jaspers, en la cual se indica: Estimado Jaspers, si no he venido a su casa desde 1933, no es porque all viva una mujer juda, sino porque tena simplemente vergenza. Sealemos, sin embargo la denegacin presente en esta misiva. Y an, las ltimas lneas del texto Observaciones acerca de ciertas calumnias que no cesan de ser transmitidas: Cuando Husserl muri, me encontraba yo hundido en la cama por la enfermedad. No escrib sin embargo a la Sra. Husserl una vez restablecido, lo que fue sin duda una falta: la razn era el dolor y la vergenza ante lo que entretiempo mucho ms all de lo que haba causado los primeros decretos haba acontecido contra los judos y ante lo cual se encontraba reducido (uno) a la impotencia.

Aunque se puede leer en estas justificaciones algo de la estructura del argumento del caldero agujereado de la historia que Freud evoca en laTraumdeutung (cualquiera de los argumentos tomados separadamente alcanza para invalidar la excusa que se quiere hacer aceptar)es visible tambin cierto dolor del filosofo, que no deja de impactar. No excusan estas justificaciones en modo alguno su participacin al rgimen, aunque slo fuera por un ao, ni la denuncia que hiciera de colegas de origen judo en la Universidad durante ese ao, ni el hecho que nunca se explicara pblicamente ante estas acciones. Laord lo explica por no haber querido el pensador del Se dice contribuir por su explicacin a alimentar el rumor y el se dice, pero uno se queda meditabundo frente a la gravedad de esta colaboracin frente a su silencio.

No hay ninguna razn para no tomar en serio que la mencin que el filsofo hace en esta carta acerca de un despertar y una exhortacin como lo evoca Laord. Hans Georg Gadamer quien pudo discutir acerca de este encuentro con Heidegger confirma por su parte que el pensador tomaba muy a pecho el dilogo con Celan, y aun otro miembro del circulo, Otto Poggeler, en un libro acerca del encuentro entre Celan y Heidegger seala que Heidegger se ocupo intensamente de Celan, y que la razn de este inters era el holocausto.

El inters comn por la palabra en la era de la informtica (Al hombre como informacin, no puede ms que hacer frente el hombre como silencio dice el poeta enEl Meridiano, uno de los pocos lugares donde expone algunos de los fundamentos de su potica), y de los dispositivos que degradan el relieve de la palabra, la desaparicin del sujeto en esta misma degradacin, reforzada esta misma por el hecho que al arrebatarle la palabra al sujeto, la poca le arrebata tambin la muerte, al decir de Heidegger. Y en esto Celan no puede ser ms que enftico, ya que se lee en su poesa (en el poemaTodesfugue, por ejemplo, con la evocacin de lastumbas en el aire de los crematorios de los campos de exterminio) el recuerdo culpable de no encontrarse recostado de manera apretada en la muerte. La ausencia de angustia, seala Laord, responde al hecho que no haya ms tumba, ya que en los campos de concentracin fue destruida la relacin de todo ser humano a su propia muerte, privando as al hombre de su ser ms especifico, el ser-para-la-muerte. En una oracin que evoca la frmula de Jacques Lacan en el Seminario de la Angustia (A nivel del deseo, la angustia se produce por la falta de la falta), Heidegger se dirige su discpula Elizabeth Blochmann en 1934, diciendo que no es la angustia misma la ms peligrosa, en la medida en que la experiencia silenciosa de la urgencia de esta angustia constituye ya una experiencia del ser: es ms bien la ausencia de angustia ante la angustia de los Tiempos modernos lo ms inquietante. La angustia ante el cuestionamiento pesa sobre Occidente: ella empuja a los pueblos sobre vas que ya han sido recorridas y que estn permitidas y les hace encerrarse precipitadamente en sus caparazones agusanados.

Laord seala con cierto lamento, y uno no puede ms que sumarse al mismo, que Celan desconociera entre tantas obras que leyera de Heidegger, la conferencia que diera en el ao 1949 que se llama El Peligro, en la que evoca la muerte en los campos de concentracin, de manera puntual y que puede sorprender, y que no ha sido suficientemente subrayada: Murieron los sujetos en los campos de la muerte? Ms bien deberamos hablar de la fabricacin de cadveres de manera industrial en los campos de concentracin. Esta frmula, que ser retomada aos ms tarde por Hannah Arendt casi de manera idntica en su entrevista Slo queda la lengua materna va en el mismo sentido de la forma en que la muerte es aprehendida por dispositivos en el mundo moderno, para alejar el ser hablante de su ser para la muerte, dispositivos que contribuyen al olvido del ser en el ente. Cmo tomar esta frase: slo como una explicacin de lo all acontecido? La explicacin viene al lugar de la vergenza, o se origina en el hecho de haber colaborado con tal horror? Debera Heidegger haber remitido Celan a esta conferencia? La vergenza frente a este poeta en tiempos de angustia que fue Celan y que Heidegger seguramente reconoca como tal, y que vena adems a pedirle cuentas se lo impidi?

En un bello prefacio que Heidegger escribi al poema Todtnauberg, en el que se habla de la cabaa (en la montaa de Todtnauberg) abrigo parauna confianza restablecida y adems se puede leer:

Cundo es que las palabras se vuelven palabras?

Cuando dicen,

no cuando significan

no cuando califican.

Cuando dando a ver transportan

A los sitios

De la pura sideracion,

Hasta mantener en la orden

En donde viene

El soplo del silencio,

Y donde todo va, agregado a su ritmo

Adelantndose a la direccin

No es el psicoanlisis el heredero de este llamado? Lo que Heidegger llama y reclamaba para el pensamiento del Ser, su vecindad con la poesa, en tanto el pensamiento occidental, desde la antigua Grecia, deba situarse ya ms all de toda metafsica, y que probablemente Celan encarno para el pensador de Friburgo, a travs y a causa de la experiencia trgica de su propia vida, de su relacin a la lengua alemana, que se trataba de volver a humanizar, una vez que los verdugos la haban ensuciado con su jergn militar (La Lengua del Tercer Imperio, como la describe Victor Klemperer en su libro), no es la palabra que implica la verdad del sujeto tal como se sita en la experiencia analtica que responde a este llamadode une palabra que incluya al Sercontra todo olvido producido por la metafsica?

La primera parte de la enseanza de Lacan estuvo marcada por la invocacin de una palabra plena, que restableciera la relacin del Ser al lenguaje. El trmino deserhablanteresponde seguramente a lo que la experiencia analtica ensea, y se hace eco de lo que el sujeto puede recuperar como ser a travs de la palabra... Pero podemos pensar tambin que Lacan reformula el trmino de sujeto enserhablante,como una consecuencia de la formulacin que no hay metalenguaje, la que no deja deducir otro ser del sujeto que no sea la de la cadena discursiva, significante que el mismo articula. Y esta formulacin, no hay metalenguaje, hace eco seguramente a la reflexin heideggeriana del fin de la metafsica y a la exhortacin de pensar por fuera de lo que la historia de la metafsica a depositado a nivel del ente, hacindole olvidar el Ser.

Solo a partir de aqu se infiere en Heidegger, en el segundo Heidegger, el intento de pensar de manera potica, apoyndose en una palabra potica que apunte al Ser por fuera de la carga que la Metafsica, el pensar metafsico ha depositado en la palabra, de manera anloga a lo que en Lacan implica lalalengua, esdecir, la palabra asociada al goce que sta articula. Heidegger aspiraba a alcanzar a una lengua simple como lo confa a Roger Munier, en la cual el rigor consistira menos en el se dice de la aparente tecnicidad de la palabra, que en la desnudez absoluta de la expresin. Como lo seala Laord en su libro, esta bsqueda de la desnudez de la expresin no implica la bsqueda de una fantasmagrica pureza o virginidad de la lengua, de una lengua original perdida para siempre. Sino ms bien poder descargar, vaciar la lengua de los innumerables estratos de sentido con que la lengua se ha cargado a travs del tiempo, de modo que la lengua es ella misma histrica. Lo que hace decir a Heidegger enSer y Tiempo, que la lengua es historia, ya que en ella adviene cada vez un mundo. Y esto exige afirma Heidegger un nuevo cuidado de la lengua. No la invencin de nuevos trminos como lo he pensado en algn momento, sino ms bien retornar hacia lo que, en nuestra propia lengua, se encuentra siempre dispuesto a resplandecer, pero que se encuentra presa de un continuo languidecimiento. Cmo no pensar aqu lo que el trmino lacaniano de lalalenguaintenta capturar para un sujeto, de manera ciertamente particular y no en una perspectiva universal como lo aspiraba Heidegger para la lengua en general, en la relacin que el sujeto sostiene con la lengua, tal como lo define Lacan: una lengua entre otras no es nada ms que la integral de los equvocos que su historia ha dejado persistir en ella? Podemos decir que lo que Heidegger aspiraba para la lengua, el trmino de lalalenguade Lacan lo propone para un sujeto en singular, en tanto historia de sus equvocos, historia de los equvocos que el goce a depositado en dicha lengua? Los horizontes son comunes, slo vara el nivel de aprehensin de la historia en cuestin.

Lalalenguano implica as hacerse poeta en el anlisis o por el anlisis producir enunciados poticos, sino que apunta ms bien al lugar de la enunciacin, a una enunciacin que se profiere desde un lugar donde no hay ya un Otro, y donde el slo referente del discurso es la articulacin misma del discurso, sin Otro. La poesa, el decir potico, es un decir sin Otro, un decir donde la palabra se reenva a s misma, a partir del resto que queda en el lenguaje una vez que el decir se ha separado del Otro que parasitaba este decir.

De esta soledad, Celan testimonia Estoy muy solo con mis poemas conmigo mismo y mis poemas, lo que para m es la misma cosa escribe Celan a Theodor Adorno. Pero si para Heidegger la obra es la vida misma (evoca a Aristteles al comienzo de su curso sobre el gran filosofo diciendo En lo respecto a la personalidad de un filsofo, slo una cosa nos interesa: naci en tal o cual momento, trabajo y muri. Nada se dir aqu de la persona que fue el filosofo o cosas anlogas), para Celan las cosas se articulan de otro modo, no menos intenso, entre la vida y la obra, ya que la vida es la que deviene una obra para el poeta. La vida personal, y el hecho mismo de estar en vida deviene la substancia primera de su poesa, a tal punto que su persona se hace cuerpo, casi de manera literal, con la poesa. Vivir en poeta deca Heidegger en una de sus conferencias, y Celan parece haber encarnado este imperativo heideggeriano, lo que explica, para nosotros, el inters del filsofo por su poesa, as como por otro gran poeta, del que devino ms cercano an: Ren Char. La misma pregunta, qu relacin entre la vida y la obra podra plantearse para el psicoanalista

Queda el poema, que es segn Celan: el envo de su destino a la lengua cada vez, una sola vez , en una temporalidad que evoca fuertemente la temporalidad del inconsciente, su latido como apertura y cierre, tal como Lacan lo sita en el Seminario XI. Laord seala que el hecho que este envo acontezca una vez, cada vez y slo una vez resuena fuertemente con la conceptualizacin heideggeriana del evento (Ereignis), tal como lo formula enIdentidad y diferencia: Qu relacin tiene el evento con la identidad? Ninguna () Lo que el evento nombra adviene solamente en la singularidad Continua Celan: El poema habla siempre en su nombre propio, siempre y solamente a este ttulo (.) Pero pienso que desde siempre es una esperanza del poema que hablando de este modo, habla tambin en nombre de Lo Extranjero, que hablando en su nombre propio, habla tambin en nombre del Otro, quien sabe, en nombre de un todo Otro. Esta alteridad que sita Celan aqu le impide, sin embargo, hablar del poema absoluto: Hablo del poema que no existe. El poema absoluto no existe, no puede existir.

Este Otro del poema sita el lugar donde este radica: Otro implica ni lo lejano, ni lo ms cercano, sino que un Otro es pensable, siempre y aun pensable () El poema se encuentra en lo ms fuerte de s, cuando est en el borde de s mismo. Para poder sostenerse ese llamado y retorna sin cesar en su ya ms (dj plus) y su an todava (encore toujours). Es entonces una pulsacin, la que como la del mar (metfora que Celan utiliza en uno de sus poemas, como figura, el molino del mar) vuelve y vuelve siempre, como el lenguaje, depositando en la orilla lo que el lenguaje depone: poemas. Sealemos aqu la analoga con la erosin de los ros sobre la tierra, que Lacan observa desde la ventanilla en su avin hacia Japn, del que habla enLituraterre, comparndola a la relacin del significante con el goce.

Esta temporalidad no permite de formular ni un Yo ni un sujeto. Es acfala, como la pulsin de Freud. Yo no escribe versos, dice la poeta rusa Marina Tsvtaieva. Celan adhera a la fenomenologa heideggeriana que eliminaba, justamente, toda perspectiva de sujetamiento par un sujeto de la experiencia, del evento (Ereignis), y en una de sus notas, Celan escribe, oponindolos el Yo lrico / la fenomenologa, y segn algunos de los presentes al encuentro de Celan con Heidegger el 25 de julio de 1967, stos habran hablado, entre otras cosas, del exceso de la subjetividad en el poema. El poema es Epifana de la palabra en el molino del lenguaje.

Celan acentuaba por su parte, en distintos lugares, el carcter no metafrico de su poesa, y los trabajos de preparacin de El Meridiano implican un debate implcito con Benveniste y Saussure, que Celan haba ledo de joven, en el cual Celan acenta que el poema es el lugar en que cesa toda metfora, donde los tropismos y todo lo que es impropio est llevado hasta el absurdo, el poema, incluso en los lugares en los que cuenta con ms imgenes, posee un carcter antimetafrico; la imagen posee un carcter fenomenolgico reconocible a travs de la intuicin. La imagen es una visin y no una metfora. Laord seala la relacin con la reflexin de Heidegger acerca de los poemas de Hlderlin: El ser de la imagen es dar a ver algo, frase que Celan haba subrayado en su ejemplar personal. Adems Celan sealaba que el uso de la parataxis, esta figura retrica que permite de juntar palabras en detrimento del sentido, aseguraba en su poesa este carcter antimetafrico, apuntando adesgermanizarel alemn, o como lo dice un prestigioso comentador de Celan, Jean Bollack, acircuncidarel alemn, la lengua de los verdugos. Es lo que hace tan difcil la lectura de la poesa de Celan, y ha dado lugar a toda una querella de interpretaciones de sus diferentes poemas: tratar el alemn como un Otro que se trata de agujerear, de circuncidar para poder alojarse en esta lengua como sujeto. Celan testimonia de este aspecto, esta relacin singular a la lengua en estos trminos: Accesible, cercana y no perdida quedaba en medio de todas las prdidas slo esto: la lengua. Pero ella deba atravesar sus propias ausencias de respuestas, atravesar un terrible mutismo, atravesar las mil tinieblas de palabras portadoras de muerte. La lengua las atraves y no cedi ninguna palabra a lo que lleg: pero esto mismo que llegaba, ella lo atraves. Lo atraves y pudo volver a emerger al da enriquecido de todo esto. En esta lengua intent durante aos, y los aos que siguieron escribir poemas: para hablar, para orientarme, para saber dnde me situaba, y hacia que estaba yo llamado, para proyectar una realidad adelante mo. Hasta cierto punto podemos pensar que se trata en la poesa de Celan de tratar el elemento traumtico de la lengua: el alemn, lengua materna del poeta se ha vuelto la lengua de la muerte. Se trata entonces de transformar esta lengua en una lengua vivible. Escribir es crear vida a partir de la muerte deca Francine Beddock,

Extraamente Celan tuvo una reaccin muy similar a Lacan en relacin a Heidegger de manera tarda. Entre sus papeles de su escritorio, despus de su muerte, se encontr un esbozo de carta fechada en la primavera de 1970 donde se lee:

Heidegger

que por su comportamiento debilita usted

de manera decisiva la potica, y me animo a sospecharlo

lo filosfico en la seria voluntad de

responsabilidad que pertenece a ambos

Recordemos el flechazo que Lacan enva al pensador de manera explcita en su Edicin alemana de los Escritos:

que la metafsica no ha sido nunca otra cosa

que el tapn que viene a obturar el agujero de la poltica.

Cmo entender estos reproches: en un caso a su comportamiento, que debilitara a su potica y a su filosofa, en el otro a su pensamiento que habra servido a obturar el agujero de la poltica, como dificultad a poder pensar lo poltico? Son ambos reproches simtricos? Podemos pensarlos como la traduccin de cierta ambivalencia existente de manera paralela a la admiracin y al respeto del filosofo del Ser de parte de Celan y de Lacan, o en todo caso del hecho que la admiracin no impide el reproche.

Los lazos de este nudo no han sido aun completamente recorridos y harn falta seguramente hacer varias vueltas ms para situar aquello a lo que nos llama: al imperativo tico de estar a la altura de lo que la poca nos impone decir, a la manera de la exhortacin lacaniana de no retroceder frente a los impasses crecientes del malestar en la Cultura. Que sea la poesa lo que convoco a Heidegger, Celan y a Lacan, y aunque este ltimo deca no ser suficientemente poeta, implica dar al sujeto y a lo que lo constituye estructuralmente, la palabra, todo su relieve, en la era de la informtica y de la palabra degradada en los dispositivos de la Tcnica.

*******