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UNIVERSIDAD PERUANA CAYETANO HEREDIA Facultad de Estomatología Roberto Beltrán Neira “DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE CARIES DENTAL EN NIÑOS DE 3 A 13 AÑOS DE EDAD, ATENDIDOS EN LA CLÍNICA ESTOMATOLÓGICA CENTRAL DE LA UNIVERSIDAD PERUANA CAYETANO HEREDIA, EN EL QUINQUENIO 1999-2003” TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE CIRUJANO DENTISTA KARINA CECILIA MAGALLANES AGUILAR LIMA – PERÚ 2005

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1

UNIVERSIDAD PERUANA CAYETANO HEREDIA

Facultad de Estomatología Roberto Beltrán Neira

“DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE CARIES

DENTAL EN NIÑOS DE 3 A 13 AÑOS DE EDAD,

ATENDIDOS EN LA CLÍNICA ESTOMATOLÓGICA

CENTRAL DE LA UNIVERSIDAD PERUANA

CAYETANO HEREDIA, EN EL QUINQUENIO 1999-2003”

TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE CIRUJANO DENTISTA

KARINA CECILIA MAGALLANES AGUILAR

LIMA – PERÚ

2005

2

ASESORA:

Dra. ADA PÉREZ LUYO

MIEMBROS DEL JURADO:

PRESIDENTE : Dr. Miguel Perea Paz

SECRETARIO : Dr. Jorge Way Rodríguez

MIEMBRO : Dr. Abraham Meneses López

FECHA DE SUSTENTACIÓN : 14 DE DICIEMBRE DEL 2005

CALIFICATIVO : APROBADO POR UNANIMIDAD

3

A mis padres, Víctor y Mirtha, por su amor

invalorable, a quienes les debo todo lo que soy.

A mi mejor amigo Raúl, quien me enseñó a creer en

mí misma, por su gran apoyo y amor todos estos

años.

A la Dra. Ada Pérez Luyo, por su apoyo

incondicional, sus enseñanzas, dedicación,

confianza y amistad.

A mi mamamama por su ternura y sabiduría.

A mi hermana y futura colega Viviana por su

cariño.

A Sarita por su amor y cuidados.

4

AGRADECIMIENTOS

• A Giselle Llerena, por su amistad sincera y colaboración en la elaboración de la

presentación para la sustentación de este trabajo. A ella y a Yael Joseph, mis

grandes amigas , por darme fuerza para seguir adelante todo este tiempo.

• Al Dr. Quintana, por su apoyo y consejos.

• Al Dr. Abraham Meneses por su colaboración y tiempo.

• Al Dr. Jorge Way por su paciencia y ayuda desinteresada.

• En general a todos los que hicieron posible la elaboración de este trabajo.

5

RESUMEN

Se evaluaron 1432 historias clínicas de pacientes de 3 a 13 años de edad que se

atendieron en la Clínica Estomatológica Central de la Facultad de Estomatología de la

Universidad Peruana Cayetano Heredia, en las asignaturas de pregrado a cargo del

Departamento Académico de Estomatología del Niño y del Adolescente, entre los

años 1999 y 2003.

En el presente estudio se halló que la prevalencia de caries dental fue del 89.4%,

encontrándose que la mayor prevalencia de lesiones de caries dental fue en el grupo

de 10 a 13 años en el sexo masculino y de 7 a 9 años en el sexo femenino. Por otro

lado, el ceod fue mayor a los 6 años mientras que el CPOD lo fue a los 13 años de

edad en ambos sexos. Se demostró que los dientes posteriores fueron los más

afectados y que la aplicación de selladores fue el tratamiento más realizado.

Palabras clave: Prevalencia, CPOD, ceod, edad, tipo de diente.

6

ÍNDICE

Pág.

I. INTRODUCCIÓN 01

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 02

III. MARCO REFERENCIAL 04

III.1. Caries Dental 04

III.2. Diagnóstico de Caries 06

III.3. Métodos de Detección 07

III.4. Tratamiento de las Lesiones 13

IV. OBJETIVOS 16

IV.1. Objetivos Generales 16

IV.2. Objetivos Específicos 16

V. MATERIAL Y MÉTODOS 17

V.1. Diseño del Estudio 17

V.2. Población de Estudio 17

V.3. Criterios de Inclusión 17

V.4. Definición y Operacionalización de las Variables 17

V.5. Covariables 18

V.6. Procedimientos y Técnicas 18

V.7. Análisis Estadístico 18

VI. RECURSOS 19

VI.1. Humanos 19

VI.2. Materiales 19

VII. RESULTADOS 20

VIII. DISCUSIÓN 35

7

IX. CONCLUSIONES 46

X. SUGERENCIAS 47

XI. REFERENCIAS 48

8

INDICE DE TABLAS Pág.

Tabla Nº 1: PREVALENCIA DE CARIES DENTAL SEGÚN EL

SEXO.

DAENA-UPCH. 1999-2003

23

Tabla Nº 2: DISTRIBUCIÓN DE LA PREVALENCIA DE CARIES

DENTAL SEGÚN LA EDAD.

DAENA-UPCH. 1999-2003

25

Tabla Nº 3: MEDIDAS DE ceod SEGÚN SEXO Y EDAD.

DAENA-UPCH.1999-2003.

27

Tabla Nº 4: MEDIDAS DE CPOD SEGÚN SEXO Y EDAD.

DAENA-UPCH.1999-2003

28

Tabla Nº 5: DISTRIBUCIÓN DE LA FRECUENCIA DE CARIES

DENTAL EN LA DENTICIÓN DECIDUA SEGÚN EL

TIPO DE DIENTE.

DAENA-UPCH. 1999-2003

29

Tabla Nº 6: DISTRIBUCIÓN DE LA FRCUENCIA DE CARIES

DENTAL EN LA DENTICIÓN PERMANENTE SEGÚN

EL TIPO DE DIENTE.

DAENA-UPCH.1999-2003

31

Tabla Nº 7: DISTRIBUCIÓN DE LOS TRATAMIENTOS

REALIZADOS EN DIENTES DECIDUOS.

DAENA-UPCH. 1999-2003

33

Tabla Nº 8: DISTRIBUCIÓN DE LOS TRATAMIENTOS

REALIZADOS EN DIENTES PERMANENTES

DAENA-UPCH.1999-2003

34

9

INDICE DE GRÁFICOS

Pág.

Gráfico Nº 1: PREVALENCIA DE CARIES DENTAL

DAENA, UPCH.1999-2003

22

Gráfico Nº 2: PREVALENCIA DE CARIES DENTAL SEGÚN EL

SEXO

DAENA-UPCH. 1999-2003

24

Gráfico Nº 3: DISTRIBUCIÓN DE LA PREVALENCIA DE CARIES

DENTAL SEGÚN LA EDAD.

DAENA-UPCH. 1999-2003.

26

Gráfico Nº 4: DISTRIBUCIÓN DE LA FRECUENCIA DE CARIES

DENTAL EN LA DENTICIÓN DECIDUA SEGÚN EL

TIPO DE DIENTE

DAENA-UPCH. 1999-2003

30

Gráfico Nº 5: DISTRIBUCIÓN DE LA FRECUENCIA DE CARIES

DENTAL EN LA DENTICIÓN PERMANENTE

SEGÚN EL TIPO DE DIENTE

DAENA-UPCH. 1999-2003

32

1

I. INTRODUCCIÓN

La caries dental continúa siendo una de las enfermedades que afecta a una gran parte

de la población mundial. En el Perú, esta enfermedad constituye una endemia.

Si bien el aporte de la investigación científica ha permitido comprender el inicio y

desarrollo de esta dolencia, así como los mecanismos para prevenir y tratar sus

secuelas, los aspectos relacionados al diagnóstico siguen siendo controversiales.

Entre los métodos empleados para la detección de las lesiones de caries dental, el

examen clínico y el examen radiográfico son los más utilizados por los odontólogos.

En el examen clínico, las lesiones de caries dental se detectan mediante la

visualización de algún grado de pérdida de estructura dentaria, tanto en las caras libres

como en las superficies proximales. En caso que la lesión se encuentre localizada en

una zona de difícil acceso visual, se emplea el examen radiográfico como método

adicional. La técnica radiográfica convencional más utilizada para detectar lesiones

proximales posteriores es la radiografía de aleta de mordida, también denominada

bite-wing.

Hoy en día, existen en el mercado numerosos métodos para la detección de lesiones

de caries; sin embargo, diferentes estudios muestran que ninguno de ellos ha sido

capaz de reemplazar al examen radiográfico convencional ni a la inspección clínica.

Aun cuando los investigadores refieren que el empleo simultáneo de los exámenes

clínico y radiográfico mejora la capacidad diagnóstica, en comparación con el uso

individual de cada uno de ellos, hay algunos factores, como la ausencia de una

superficie limpia y seca, la falta de una buena iluminación, una mala técnica en la

toma de las radiografías, o simplemente la falta de experiencia del observador, que

dificultan el diagnóstico certero.

Este trabajo pretendió determinar los diagnósticos de caries encontrados, empleando

los exámenes clínico y radiográfico, la experiencia de caries dental y los tratamientos

efectuados en los pacientes pediátricos atendidos en la Clínica Estomatológica

Central de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en el periodo 1999-2003.

2

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El diagnóstico de las lesiones de caries dental, sobre todo en sus estadios tempranos,

continúa siendo un problema frecuente, pese al desarrollo de numerosas e innovadoras

técnicas. El diagnóstico temprano de las lesiones de caries es visto actualmente como

una parte fundamental en el cuidado de la salud y la calidad del cuidado dental1.

Desde la introducción de las técnicas radiográficas en el examen dental, numerosas

investigaciones han confirmado su importancia como examen auxiliar.

Feldens y colaboradores2 concluyeron que, cuando el examen clínico es realizado

aisladamente, se detecta menos del 50% del total de lesiones proximales, mientras que

con el examen radiográfico se detecta aproximadamente el 90% del número total de

lesiones proximales .

Murray y Shaw3 mostraron la importancia de las radiografías bite-wing en el

diagnóstico de caries proximales en dientes posteriores. Encontraron que,

aproximadamente, el 57% de estas lesiones fueron diagnosticadas sólo

radiográficamente. Sin embargo, el examen clínico no debe ser ignorado ya que el

21% de las cavidades proximales fueron diagnosticadas clínicamente, pero no

radiográficamente. El estudio indica que cuando los exámenes clínico y radiográfico

son realizados, primero independientemente, y después las radiografías son

consultadas de acuerdo con los hallazgos clínicos, ninguna de las superficies deja de

ser evaluada porque los datos clínicos toman prioridad en caso de superposición o de

falta de definición de la imagen radiográfica .

Se ha determinado la gran importancia del diagnóstico de caries en las decisiones de

tratamiento. Un diagnóstico incorrecto puede resultar fácilmente en una decisión de

tratamiento incorrecta. Aparentemente, la detección temprana de una lesión de caries

podría facilitar el tratamiento y control de la enfermedad, beneficiando en gran

medida la salud oral del paciente1.

El objetivo de este estudio es determinar los diagnósticos de lesiones de caries,

empleando los exámenes clínico y radiográfico convencionales, y los tratamientos

3

efectuados, en los dientes deciduos y permanentes de los pacientes pediátricos

atendidos en la Clínica Estomatológica Central de la Universidad Peruana Cayetano

Heredia en el quinquenio 1999-2003.

La importancia de este estudio radica en determinar la tendencia actual de la

experiencia de caries en los pacientes pediátricos atendidos en la Clínica

Estomatológica Central, así como aspectos más específicos, como la condición, en

cuanto a caries dental y tratamientos efectuados según el tipo de diente.

4

III. MARCO REFERENCIAL

III.1. CARIES DENTAL

La etiopatogenia de la caries dental fue propuesta por Miller, en 1890, quien propuso

que el factor más importante en la patogenia de la enfermedad es la capacidad de un

gran número de bacterias orales de producir ácidos a partir de los hidratos de carbono

de la dieta. Esta hipótesis fue sustentada experimentalmente al aislar varios grupos de

microorganismos orales cariógenos. Keyes (1960) estableció, en forma teórica y

experimental, que la etiopatogenia de la caries dental obedece a la interacción

simultánea de tres elementos o factores principales: un factor “microorganismo”, que

en presencia de un factor “sustrato” logra afectar a un factor “huésped”. La

representación esquemática de esta propuesta se conoce como la triada de Keyes4,5.

Newbrun6 agregó a esta triada otro factor importante: el tiempo y, recientemente, se

ha sumado el factor edad .

La caries dental ha sido definida, tradicionalmente, como una enfermedad

infectocontagiosa de origen multifactorial que comprende la interacción de factores

del huésped (por ejemplo, las superficies dentales y la saliva), el sustrato y la

microbiota. Es considerada también como una enfermedad dieto-bacteriana ya que en

la ausencia de placa o de carbohidratos en la dieta, la caries dental no se desarrolla. Si

bien hay diversos términos para definir la caries dental, actualmente la definición más

aceptada se refiere a la interacción de factores genéticos y medioambientales, en la

que los componentes biológicos, sociales, conductuales y psicológicos se relacionan

de forma muy compleja 4.

Se ha determinado que los ácidos producidos por el metabolismo de la placa

bacteriana inducen a la desmineralización de la subsuperficie del esmalte. La

evolución inicial dependerá del equilibrio entre los factores físico-químicos, tales

como la solubilidad de los tejidos calcificados, el pH, la permeabilidad y la

concentración iónica en el medioambiente que rodea al diente. Sin embargo, este

fenómeno biológico está modulado por la calidad y cantidad de saliva presente. Por lo

tanto, parece ser que este fenómeno es un proceso complejo y muy dinámico 7 que no

puede ser definido solamente en términos de pérdida de sustancia 4.

5

Hasta 1970 se consideró a la enfermedad como un proceso de desmineralización

continuo, de rápido desarrollo, hasta llegar a la pulpa dental. Sin embargo, durante

1970 y 1980 se supo que la caries dental era un proceso que alternaba etapas de

desmineralización y remineralización, y que ésta última podría ser favorecida por

medio de una terapia preventiva 8,9. Otros la consideraron como una enfermedad

crónica, lentamente progresiva 1.

En presencia de fluoruros, las lesiones de caries progresan más lentamente y la

descalcificación ocurre tardíamente 10; además, el flúor es considerado el factor

predominante en la reducción de la prevalencia de caries 7,11. Asimismo, se ha

manifestado que la protección de la superficie del esmalte durante la

desmineralización depende de los fluidos que la rodean. En las décadas de 1960 y

1970, la prevalencia de caries tenía un incremento continuo y era vista como la norma

en los países desarrollados. Sin embargo, en los últimos años se ha reportado una

reducción en la prevalencia y severidad de caries en niños provenientes de dichos

países 11; ya sea por la exposición a los fluoruros o las modificaciones de los patrones

y cantidad de consumo de azúcar, asociados a la mejoría en las condiciones de vida

hay un mayor acceso a los servicios odontológicos y se han ampliado las acciones de

promoción y educación de la salud oral. Por otro lado, en la mayoría de los países

subdesarrollados, especialmente en África y Asia, se ha observado un aumento

dramático en la prevalencia y severidad de caries a partir de los años 60,

probablemente como resultado de un consumo creciente de azúcar y de la poca

disponibilidad a los fluoruros. En América Latina, la mayoría de los países ha

revelado altos índices de CPOD (OMS 1994). En Brasil, el primer estudio realizado a

nivel nacional reveló una alta prevalencia, en todas las edades, en el año 19862. Sin

embargo, en los últimos años, nuevos estudios epidemiológicos en Brasil han

encontrado una reducción en los índices de CPOD a nivel nacional, principalmente en

los estratos socioeconómicos más altos. Estos datos se asemejan a estudios realizados

en Argentina12 y México13. Se sugiere que esto es debido al agua fluorada que los

abastece, consumo de sal fluorada, el uso de enjuagatorios y dentífricos fluorados y a

un mayor acceso a los servicios odontológicos14. La reducción de la prevalencia de

caries no significa únicamente más niños libres de caries dental, sino también que el

daño es menos extenso y, por lo tanto, más difícil de diagnosticar 2.

6

III. 2. DIAGNÓSTICO DE CARIES

El diagnóstico de las lesiones de caries implica un proceso mental que debe llevar a

determinar si una lesión es activa, si progresa rápidamente o lentamente, o si es una

lesión detenida. Diagnosticar no es determinar el número de lesiones presentes; por el

contrario, se debe determinar sus características particulares y, sobre todo, evaluar el

riesgo de caries del paciente. Es muy importante realizar un diagnóstico correcto, lo

cual permitirá la elaboración de un plan de tratamiento más adecuado para la

resolución del problema 4.

La primera evidencia macroscópica de una lesión de caries es la mancha blanca 2, que

se inicia, a menudo, bajo una acumulación de placa que no ha sido removida durante

un periodo largo. La mancha blanca es un tipo de lesión reversible que puede ser

confundida, inicialmente, con los defectos de formación del esmalte, aunque éstos se

pueden diferenciar por su localización, alejada del margen gingival; su disposición, no

relacionada a la acumulación de placa, y su simetría, puesto que los defectos aparecen

también en los dientes contralaterales 10. El siguiente paso es la destrucción del

esmalte que puede ser observado a través de la cara oclusal. Esta característica no

aparece en la dentición primaria hasta los estadios avanzados de la lesión, debido a la

extensa área de contacto de los dientes adyacentes2,3.

Hay pocos estudios sobre la etiología de la caries dental en la dentición decidua; y si

muchos de los factores de riesgo son los mismos que para la dentición permanente,

existen diferencias potenciales 5. Algunos de estos factores son la presencia de placa

bacteriana cariogénica, la ingestión frecuente de alimentos ricos en carbohidratos

fermentables y la ausencia de bajas dosis regulares de fluoruros 10. Se sugiere que hay

una mayor cantidad de lesiones proximales en los dientes posteriores que en los

anteriores, que se debe a las áreas y puntos de contacto en estas piezas dentarias.

Sobre los patrones de caries dental en la dentición decidua, se considera que podría

haber una combinación de factores de riesgo y ser función del tiempo de exposición a

varios de estos factores. Entre otras peculiaridades que, en líneas generales, distinguen

a la dentición decidua, el esmalte está menos mineralizado que el de los dientes

permanentes, observándose más opaco, lo que indica mayor porosidad. Las razones

de la relativa menor cantidad de minerales en el esmalte de los dientes deciduos están

relacionadas con su poco tiempo de maduración y porque, además, está menos

7

organizado, ya que la proporción material orgánico/material inorgánico es mayor; su

permeabilidad también es mayor y, por lo tanto, presenta una mayor porosidad. Los

altos niveles de carbonato presentes cuando el diente erupciona disminuyen la

estabilidad de los cristales del esmalte y, en consecuencia, aumentan su solubilidad

que, a la vez, es influenciada por el tamaño, la forma y la proximidad de los cristales.

Todos estos factores hacen que la progresión de la caries dental sea mayor en la

dentición decidua que en la permanente y afianza la idea de que existen factores de

riesgo peculiares en la dentición decidua 5.

III.3. MÉTODOS DE DETECCIÓN

En la actualidad, la investigación y el desarrollo de nuevos instrumentos para la

detección de las lesiones iniciales de caries dental han crecido considerablemente.

Algunos de estos instrumentos son capaces no sólo de detectar la presencia de

lesiones, sino que además pueden cuantificar la pérdida de mineral. Sin embargo, no

todos pueden ser aplicables para las mismas situaciones clínicas, pues cada uno de

ellos tiene sus propias indicaciones y limitaciones 4.

La mayor parte de las investigaciones realizadas con los nuevos métodos de detección

han sido probadas en la dentición permanente, y son escasos los trabajos de

investigación –por lo general realizados in vitro– que evalúan su desempeño en los

dientes deciduos. Los métodos de detección tienen como finalidad determinar la

presencia de la enfermedad, permitir la elección del tratamiento, vigilar el curso de la

enfermedad y evaluar la efectividad del tratamiento 4,15.

Los métodos de detección de lesiones de caries se pueden clasificar en invasivos y no

invasivos. Entre los métodos invasivos se encuentra el examen táctil, que consiste en

el sondeo de una supuesta lesión de caries con la punta de un explorador. Se ha

determinado que este método presenta algunas desventajas, como la transferencia de

microorganismos de una fosa contaminada a otra que no lo está y el daño irreversible

de la superficie del esmalte 4, que puede convertir una lesión detenida en una cavidad

con una gran posibilidad de una destrucción progresiva. Además, no ofrece ventajas

sobre el método visual, que es el más recomendado10. Por lo tanto, el uso de este

método no es aceptado 16.

8

La ameloplastía es otro método que se emplea para detectar lesiones de caries en las

fosas y fisuras que no se hayan podido detectar con otros métodos. Consiste en la

remoción de la superficie de esmalte con fresas redondas muy pequeñas de alta

velocidad. Es una técnica sencilla, que no requiere instrumentos refinados, pero que

depende mucho de la destreza del profesional para no retirar tejido sano4.

El método del aire abrasivo, desarrollado en la década de 1940 como una alternativa

de los instrumentos rotatorios, resurgió en la década de l990, con nuevas ventajas 4.

Esta técnica ha ido cayendo en desuso debido al potencial daño que puede ocasionar a

la estructura dental debilitada, pero no cavitada, cambiando el diagnóstico real del

diente inspeccionado 5.

Entre los métodos de detección de caries no invasivos están el examen clínico y el

examen radiográfico. El examen clínico se basa en la inspección visual de las

superficies dentales, con el fin de detectar opacidades, cambios de coloración o la

presencia de una cavidad. Antes de ser meticulosamente examinada, la superficie

dental debe estar limpia, seca y bien iluminada 4,10. El examen de caries debe de ser

realizado cuando los dientes se encuentren libres de placa, preferiblemente

inmediatamente después de realizar el destartraje y el pulido dental 17, de manera que

se puedan apreciar las alteraciones iniciales del esmalte. Si estas condiciones no se

cumplen cabrá la probabilidad de no detectar algunas lesiones, y esto se determinará

cuando los resultados clínicos sean comparados con los radiográficos 16. Se acepta

que el examen clínico es incapaz de detectar lesiones pequeñas en áreas inaccesibles 10, por lo que se propuso el uso de colorantes que mejoren su desempeño. El contraste

de color, producido por el colorante, podría hacer que una lesión sea más fácilmente

visible4. Sin embargo, el uso de colorantes no es muy recomendable, ya que la tinción

de una superficie no indica, necesariamente, la presencia de una lesión de caries y, por

lo tanto, la necesidad de efectuar un tratamiento restaurador. Se ha determinado que el

uso de colorantes puede teñir los residuos de alimentos, la película del esmalte y otras

materias orgánicas atrapadas en las fisuras, dando resultados falsos positivos. No

existe una evidencia científica clara que apoye el uso de colorantes en el diagnóstico

de las lesiones de caries dental en fosas y fisuras 18.

9

El uso combinado del examen radiográfico con el examen visual da los mejores

resultados con respecto a la frecuencia de diagnósticos correctos, tanto para dientes

con lesiones en esmalte como en dentina 10,19,20.

Las superficies bucales y linguales son, teóricamente, las más accesibles para realizar

el examen clínico directo. Mientras que esto es cierto para los dientes anteriores es

muy fácil olvidar lesiones en los dientes posteriores, especialmente en la superficie

lingual de los molares inferiores y en la superficie bucal de los molares superiores.

Dos tipos de lesiones son los que afectan estas superficies. La primera es la lesión de

caries en la fisura de las superficies bucales de los molares inferiores y las linguales

de los superiores. Este tipo de lesiones se puede extender a las superficies oclusales,

mientras que en otros casos puede mantenerse aislado. Y, en segundo lugar, las

lesiones de caries de superficies lisas, en donde no se hallan fisuras 10.

Desafortunadamente, la disposición del esmalte en un típico sistema de fisuras

esconde la mayoría de los estadios tempranos del desarrollo de la lesión para el ojo

humano. Si la fisura está completamente limpia y seca es posible, en algunos casos,

ver la mancha blanca. En las lesiones proximales posteriores, la presencia de una

cavidad puede ser evaluada a través de la inspección visual, luego de realizar una

separación dental temporal. Esta técnica consiste en la colocación de un separador

elástico de ortodoncia alrededor del punto de contacto de las superficies que se quiere

examinar 4,16 con la ayuda de alicates especialmente diseñados para este propósito,

portagrapas (portaclamps) o hilo dental. Después de 3 a 7 días, se retira el separador

elástico y se observará que el espacio interproximal ha aumentado entre 0.5 y 1 mm.

Luego de limpiar las superficies con el hilo dental o cepillo interdental se procede a la

inspección visual. Esta técnica provee la única oportunidad de validar el diagnóstico

radiográfico en una situación in vivo de una manera atraumática y aceptable. Según

Rimmer y Pitts (1990), esta técnica ha demostrado ser un método clínico aceptable,

que permite la inspección visual directa de esas superficies proximales con contactos

anatómicos que sólo pueden ser examinados indirectamente o después de extraerlos.

Este método está siendo evaluado en la práctica general y ha ido brindando

información sobre el estado clínico y radiográfico de superficies proximales

posteriores incluyendo dientes primarios (para los que hay pocos datos reportados) 4.

10

No es un método altamente exacto, pero al igual que en los otros métodos de

diagnóstico depende del observador 8.

En el caso de los dientes anteriores, las lesiones proximales se pueden apreciar con

transiluminación, mediante reflexión de la luz de la lámpara dental sobre el espejo

bucal. La luz reflejada pasa por el punto de contacto y permite apreciar las

alteraciones de color y opacidad a través del esmalte. Esto es posible porque en estos

dientes el espesor del esmalte y la dentina son menores que los de los dientes

posteriores 4.

Como se observa, las lesiones de caries proximal presentan un problema particular

para la práctica dental. Existen dificultades para determinar la presencia o ausencia

de una lesión (sensibilidad y especificidad del examen), así como la velocidad de su

progresión 2.

El método comúnmente utilizado para estos fines es el radiográfico, el cual ha sido

usado en la práctica dental durante más de 90 años. La radiografía de aleta de mordida

se introdujo como el método auxiliar de diagnóstico por excelencia para la detección

de lesiones de caries dental a partir de 1925. Las radiografías bite-wing son

ampliamente usadas y universalmente reconocidas como una ayuda invalorable en el

diagnóstico de lesiones de caries de superficies posteriores en contacto 3,17,20,21;

además, son una ayuda importante para el control de las lesiones de caries ya

establecidas2,15 , tanto en los dientes deciduos como en los permanentes 9,16. Son

particularmente importantes para la detección de lesiones pequeñas, inclusive han

sido consideradas irreemplazables por su potencial de diagnóstico. En los estudios

realizados por Pitts y Kidd (1992)9 y Espelid y col. (1994)21 se considera que, pese a

estas características, no es inevitable obtener resultados falso-positivos (cuando se

registra una lesión de caries en un diente sano) o falso-negativos (cuando una lesión

de caries esta presente pero que no se ha descubierto) con esta técnica .

Últimamente se está reevaluando el papel de las radiografías de aleta de mordida y la

periodicidad de la toma, teniendo en cuenta que se constituyen como una fuente

significativa de exposición a radiación, además de otros problemas como su baja

absorción de la cantidad total de rayos X, procesado con el riesgo de perder

información, uso de productos químicos para el procesado, variaciones sensitivas por

11

dosis de exposición 5. Con el paso de los años las radiografías han sido mejoradas,

refinadas y perfeccionadas al grado que la radiación iónica necesaria de exposición ha

ido disminuyendo 16, 17. Además siempre ha estado asociada a un grado muy pequeño

de riesgo, ya que en todas las exposiciones la dosis de radiación debe de ser lo más

baja posible 15.

La actividad de caries es muy importante al interpretar imágenes radiográficas cuando

la inspección clínica directa es imposible. Las consecuencias clínicas de estos

hallazgos sólo pueden ser establecidos en otras investigaciones, en donde un factor

importante debe ser la definición de la actividad de caries 22.

En el estudio de Lunder y von der Fehr21 se menciona que la actividad de caries es un

factor que influye en la velocidad de formación de una cavidad. Los cálculos indican

que la posibilidad de que se desarrolle una cavidad se duplica en las lesiones que

mostraban una sombra ubicada a menos de 1 mm dentro de la dentina, en

comparación con las lesiones que se encontraban cerca o en la unión amelodentinaria.

Además, se determinó que la posibilidad de formación de una cavidad en el grupo

con lesiones de caries activa es tres veces mayor que en los de actividad moderada21.

Se ha afirmado también que la probabilidad de que una lesión proximal presente una

cavidad es mayor cuando la lesión compromete profundamente la dentina que cuando

las lesiones están limitadas al esmalte23; sin embargo, existe una considerable

incertidumbre para lesiones que se encuentran localizadas en la unión amelodentinaria 21. Además, se ha demostrado que las radiografías bite-wing pueden detectar algunas

lesiones iniciales 4,24. Pitts y Kidd (1992)9 señalan que el tiempo en que se demora una

lesión en esmalte, vista radiográficamente, para alcanzar la unión amelodentinaria es

de 3-4 años, en las primeras molares permanentes, en niños ; mientras que Maumopé

y Sheiham (1987)25, refieren un tiempo de 5-6 años. Mencionan, además, que otras

investigaciones estimaron que el 50% de las lesiones en esmalte no progresarían a

dentina después de 73 meses 22.

En otras palabras, la actividad de caries debe ser considerada al menos tan importante

como la profundidad radiológica de la cavidad observada 22. Las lesiones proximales

pueden observarse en las radiografías bite-wing cuando la enfermedad ha progresado

hasta una profundidad significativa. Sin embargo, la profundidad exacta de

desmineralización o pérdida de sustancia dentaria no es bien representada en una

12

imagen radiográfica. El compromiso histológico es significativamente más profundo

de lo que se aprecia en las radiográficas17. Se menciona que los cambios radiográficos

observables tienen una asociación limitada con los cambios observados clínicamente.

Un estudio experimental demostró que la relación entre el tamaño de la radiolucidez

y la superficie clínica de la lesión había cambiado, ya que el desarrollo de una cavidad

ocurría mucho después, y que muchas de las imágenes radiolúcidas observadas en

dentina presentaban superficies intactas 17.

Por otro lado, se ha visto que los factores de riesgo que determinan la progresión de

las lesiones de caries son: la presencia de una cavidad, una dieta rica en carbohidratos,

higiene deficiente, disminución del flujo salival (por enfermedad o medicación) y una

baja capacidad buffer de la saliva, particularmente en personas adultas 22 .

Se ha determinado que las radiografías bite-wing son muy importantes en el

diagnóstico de caries de la dentición decidua. Las diferencias encontradas entre las

denticiones pueden reflejar el diferente modo de progresión a través de la fina capa de

esmalte de los dientes deciduos, o por la diferente morfología de sus extensas áreas

planas de contacto 4. Hay evidencias que muestran que los niños de cinco años y más

pueden tolerar óptimamente los procedimientos radiográficos. En algunos casos, los

exámenes radiográficos han sido indicados y desarrollados satisfactoriamente en

niños de tres años con experiencia de caries alta. Pero, generalmente, el momento

preciso entre el riesgo de tener lesiones de caries no detectables y una adecuada

colaboración empieza a la edad de cinco años 15.

En la dentición primaria, el examen radiográfico es capaz de detectar un 50% más de

lesiones que el examen clínico, mientras que con el examen radiológico se detectó

más del 90% del número total de lesiones proximales 2,15. Cuanto menos minucioso

sea el diagnóstico clínico más importante serán los hallazgos radiográficos 15.

Se consideró que las radiografías bite-wing eran de poca ayuda en la detección de

lesiones de caries localizadas en superficies oclusales 15, 21. Los dientes posteriores

presentan grandes volúmenes de esmalte sano cubriendo las cúspides bucales y

linguales, las cuales enmascaran desmineralizaciones incipientes de fisuras oclusales

en las radiografías 9,10. Además, en los últimos años se ha observado que el patrón de

desmineralización en lesiones de fosas y fisuras ha cambiado, ya que la lesión podía

13

progresar por debajo del esmalte intacto 9. Sin embargo, se considera que el empleo

de las radiografías bite-wing es una fuente segura para la detección de estas lesiones 9,20,26 y que también pueden ser utilizadas para controlar fisuras oclusales selladas, en

donde la detección de nuevas lesiones es difícil 9.

Aunque se dice que el método radiográfico presenta una baja sensibilidad para la

detección de pequeñas imágenes radiolúcidas de la subsuperficie, demostrando una

real incapacidad para detectar lesiones iniciales, Pitts (1987) hace referencia a que el

factor limitante no es el método radiográfico en sí, sino la habilidad del observador

para poder percibir cambios de intensidades muy sutiles 27.

Los estudios sugieren que los dentistas deben observar las radiografías con la ayuda

de lupas y una adecuada iluminación para, que de este modo, poder detectar lesiones

de caries dental en su estado inicial. Además, las placas radiográficas deben ser

colocadas adecuadamente durante la exposición para permitir una vista óptima de las

áreas proximales 17, ya que la superposición de imágenes y las superficies muy

oscuras imposibilitan la lectura radiográfica, representando una gran pérdida de

información para los datos finales 3, no debiendo ser aceptadas 17.

Además de detectar lesiones de caries dental, las radiografías bite-wing son capaces

de brindar información sobre el estado periodontal, como el nivel de hueso interdental

o la presencia de lesiones secundarias y cálculo subgingival. En niños puede brindar

información importante sobre la presencia y condición de los dientes permanentes aún

no erupcionados 9.

III.4. TRATAMIENTO DE LAS LESIONES

La progresión de las lesiones de caries iniciales depende del balance entre la

desmineralización y la remineralización, por lo tanto, se deben emplear criterios

apropiados para la detección, control y restauración de las lesiones radiográficamente

detectables. Existe evidencia sobre la lenta progresión, y en algunos casos reversión,

de las lesiones proximales limitadas a esmalte, por lo que se considera dejar de lado la

decisión de restaurar rutinariamente este tipo de lesiones. Existen grandes diferencias

entre los criterios de tratamiento y de diagnóstico al momento de evaluar las

radiografías. Se ha determinado la existencia de un gran desacuerdo en las

interpretaciones radiográficas y los subsecuentes planes de tratamiento para restaurar

14

están asociados, frecuentemente, a la formación de una cavidad, lo cual no es

necesariamente correcto. Algunos clínicos restauran lesiones antes de lo necesario.

Idealmente, el tratamiento restaurador debería realizarse solamente cuando la lesión

haya alcanzado cierta profundidad, frecuentemente situada en la unión

amelodentinaria, o cuando se descubre una rápida progresión25.

Akpata y cols. (1996)28 refieren que una lesión proximal, con la superficie del esmalte

intacta, es factible de remineralizar y que únicamente cuando la radiolucidez se

extiende hacia la parte interna de la dentina se indica el tratamiento restaurador, ya

que se ha observado la presencia de cavidad en este tipo de casos .

Wenzel y cols. (1993) reportaron que muchos pacientes no suelen recibir el

tratamiento necesario como respuesta a un resultado falso-negativo, mientras que, al

mismo tiempo, varios casos con resultados falso-positivos recibieron tratamiento

restaurador que realmente no necesitaban. Las lesiones limitadas al esmalte, o que

comprometen la unión esmalte-dentina, rara vez requieren tratamiento restaurador en

primera instancia, siempre y cuando éstas lesiones hayan sido detenidas al restaurarse

el balance entre la incidencia de caries y factores de resistencia. La detección de una

lesión proximal en dentina no es una indicación válida para instaurar un tratamiento

restaurador en niños con baja prevalencia de caries, ya que la probabilidad de una

rápida progresión y posterior cavitación es baja. Aún cuando las lesiones se hayan

extendido a más de la mitad de la dentina, la probabilidad de la presencia de una

cavidad continúa siendo menor del 50 %. Un control adecuado de estas lesiones,

combinado con un cuidado preventivo adecuado, podría asegurar que la pulpa no se

dañe. Los exámenes radiográficos con intervalos de 2-4 años son el método más

aceptable para controlar las lesiones dentinarias hasta que el riesgo de progresión se

haya vuelto lo suficientemente bajo. La restauración de una lesión proximal dentinaria

amplia, no cavitada, es considerada aún un tratamiento alternativo aceptado11.

En general, la decisión de restaurar o no restaurar no puede ser tomada de una manera

simple, ya que depende de las habilidades y los esfuerzos combinados del paciente y

del dentista para controlar satisfactoriamente la enfermedad 1.

Un correcto diagnóstico de caries dental es de fundamental importancia, porque puede

influir tanto positiva como negativamente en el pronóstico del caso, en la medida de

15

influir tanto positiva como negativamente en el pronóstico del caso, en la medida de

que la conducta terapéutica seleccionada podría ser de carácter irreversible. En una

revisión realizada por Oliveira y cols. (1999) se determinaron divergencias en el

diagnóstico entre profesores y estudiantes; y que estas mismas diferencias se

observaron entre los clínicos, incluyendo la toma de decisiones para el tratamiento.

Estas dificultades estarían asociadas a la morfología de la superficie oclusal,

encontrándose una tendencia predominantemente invasiva 7.

Muchos trabajos de investigación en esta área han demostrado la posibilidad de

controlar lesiones de caries en superficies oclusales por medio de terapias apropiadas

para la prevención y control de la progresión de la enfermedad, como también

mediante la educación intensiva sobre el cuidado de la salud oral, la limpieza

profesional, el uso de fluoruros, etc., actuando directamente en el proceso de

desmineralización/remineralización 7.

Por otro lado, a pesar de los avances en la investigación científica, existe divergencia

de opiniones entre los profesores de las facultades de odontología sobre el diagnóstico

y tratamiento sugeridos en las superficies oclusales. Esta situación se presenta

también entre los alumnos, en los que predomina la conducta terapéutica invasiva7.

Se ha encontrado divergencias, cuando se analiza la relación profesor/alumno, tanto

en el diagnóstico como en la conducta terapéutica. En el grupo de alumnos, se

encuentra un mayor porcentaje de diagnóstico de caries y tratamientos invasivos. Los

profesores universitarios, por ser responsables de la formación del cirujano-dentista,

tienen una gran responsabilidad en la práctica, pues de ellos depende la conducta del

futuro profesional7.

16

IV. OBJETIVOS

IV.1. OBJETIVO GENERAL

Determinar los diagnósticos de caries encontrados y tratamiento efectuado en

niños de 3 a 13 años de edad, atendidos en la Clínica Estomatológica Central

de la UPCH, entre 1999 y 2003.

IV.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Determinar la prevalencia de caries dental.

2. Determinar la prevalencia de caries dental según sexo.

3. Determinar la prevalencia de caries dental según edad.

4. Determinar la experiencia de caries dental según sexo y edad mediante los

índices de ceod y CPOD.

5. Determinar la experiencia de caries dental según tipo de dentición.

6. Determinar el diagnóstico de caries según tipo de diente.

7. Determinar el tipo de tratamiento efectuado según tipo de diente.

17

V. MATERIAL Y MÉTODOS

V.1. DISEÑO DEL ESTUDIO

Estudio retrospectivo, transversal y descriptivo.

V.2. POBLACIÓN DE ESTUDIO

La población de estudio estuvo constituida por 1432 historias clínicas de

pacientes de 3 a 13 años de edad que se atendieron en la Clínica

Estomatológica Central de la Facultad de Estomatología de la Universidad

Peruana Cayetano Heredia, en las asignaturas de pregrado a cargo del

Departamento Académico de Estomatología del Niño y del Adolescente, entre

1999 y 2003 que cumplieron con los siguientes criterios de inclusión:

V.3. CRITERIOS DE INCLUSIÓN

• Historias clínicas completas, en las que se haya registrado el diagnóstico de

caries y el tratamiento del paciente.

• Historias clínicas de pacientes en aparente buen estado general y nutricional.

V.4. DEFINICIÓN Y OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES

• Diagnóstico de caries

Variable cualitativa dicotómica, medida en escala nominal, definida como la

presencia o ausencia de pigmentaciones, cambios de color o cavidades en

los dientes al realizar el examen por el método de inspección a simple vista.

Presencia o ausencia de imagen radiolúcida en los dientes al realizar el examen

radiográfico convencional.

• Tratamiento de caries

Variable cualitativa politómica, medida en escala nominal, definida como la

intervención realizada en el diente de acuerdo al resultado del diagnóstico de

caries.

18

• Experiencia de caries dental

Variable cuantitativa discreta, medida en escala de razón, definida como la

suma de las historias presentes (lesiones de caries dental) y pasada (obturadas

y perdidas) de caries dental en la dentición decidua y permanente de cada

individuo. Para este efecto se utilizaron los índices ceod (dientes deciduos) y

CPOD (dientes permanentes). Esta variable se evaluará solamente a través de

la unidad diente.

V.5. COVARIABLES

• Sexo: variable cualitativa medida en escala nominal, definida de acuerdo con

las características físicas externas de cada individuo, registrada como

masculino (m) o femenino (f).

• Edad: variable cuantitativa medida en escala de razón, agrupada en rangos (3-

6, 7-9, 10-13).

• Tipo de diente: variable cualitativa, medida en escala nominal, evaluada

según sea un diente deciduo (ant/post) o permanente (ant/post) ya sea superior

o inferior.

V.6. PROCEDIMIENTOS Y TÉCNICAS

La información del presente estudio se obtuvo de una base de datos de la

Facultad de Estomatología Roberto Beltrán Neira de la Universidad Peruana

Cayetano Heredia, que comprende los datos contenidos en las historias

clínicas de los niños atendidos en las asignaturas del DAENA, entre 1999 y

2003.

V.7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Se realizó un análisis univariado para describir los datos en la frecuencia de la

caries dental y tipo de tratamiento según la edad, sexo y tipo de diente.

19

VI. RECURSOS

VI.1 HUMANOS

• Investigadora

• Asesor

VI.2 MATERIALES

• Base de datos de la Facultad de Estomatología de la Universidad Peruana

Cayetano Heredia.

• Programa SPSS, versión 11.0

20

VII. RESULTADOS

El presente estudio evaluó el diagnóstico de caries y los tipos de tratamientos

efectuados en pacientes pediátricos atendidos en la Clínica Estomatológica Central de

la Universidad Peruana Cayetano Heredia atendidos en el periodo 1999-2003. La

información se obtuvo de la revisión de 1432 historias clínicas, de las cuales, 676

(47.21%) correspondieron a pacientes de sexo masculino y 756 (52.79%) al femenino.

El rango de edad fue de 3 a 13 años.

La prevalencia de caries dental fue del 89.4% (Gráfico 1). En el sexo masculino la

prevalencia fue del 90.7% y, en el femenino, del 88.2% (Tabla N°1, Gráfico N°2).

Según la edad, la mayor prevalencia de la enfermedad para el sexo masculino se

encontró en el grupo de 10-13 años de edad (94.19%), mientras que para el sexo

femenino la mayor prevalencia fue en el grupo de edad de 7-9 años de edad (93,54%)

(Tabla N°2, Gráfico N°3).

La experiencia de caries dental en la dentición decidua (ceod promedio) fue de 5.24;

en el sexo masculino fue de 5.52 y, en el femenino, de 4.96. Este índice aumentó

gradualmente, desde los 3 hasta los 6 años de edad, con valores de 5.50 a 6.97, en el

sexo masculino, y de 3.36 a 6.71, para el sexo femenino. Entre los 7 y los 12 años de

edad, los valores de ceod disminuyeron gradualmente, de 6.40 a 0.86, en el sexo

masculino; en el sexo femenino, el cpod disminuyó de 5.62 a 1.40, entre los 7 y 13

años de edad (Tabla N°3).

En dientes permanentes, la experiencia de caries dental (CPOD promedio) fue de 3.8;

en el sexo masculino fue de 3.62 y, en el femenino, de 3.97. Este índice aumentó

gradualmente desde los 5 hasta los 13 años de edad, con valores de 1.64 a 11.96 en el

sexo masculino, y de 2.37 a 10.25, para el sexo femenino (Tabla N°4).

La prevalencia de caries dental en los dientes deciduos fue del 25.43%. En dientes

anteriores, fue del 8.02%, mientras que en los posteriores, fue del 51.53% (Tabla N°5

y Gráfico N°4).

21

La prevalencia de caries dental fue de 4.24%. (anterior/posterior), de un total de

17184 dientes anteriores, sólo el 0.59% presentó caries dental mientras que de un total

de 22912 dientes posteriores el 6.97% presentó la enfermedad (Tabla N°6, Gráfico

N°5).

De un total de 8442 dientes deciduos, el 44.25% no requirió tratamiento alguno; el

12.05% tuvo la indicación de exploración de la fisura. La aplicación de selladores fue

el tratamiento más realizado (13.59%), de los cuales 1044 fueron dientes posteriores.

El segundo tratamiento más realizado fue de restauraciones con ionómero,

encontrándose 843 (9.99%) dientes tratados con este material, de los cuales 538

fueron dientes posteriores y 305 dientes anteriores. Los tratamientos realizados con

resina compuesta fueron aplicados en 370 (4.38%) dientes, 250 de éstos correspondió

a dientes anteriores y 120 a dientes posteriores. Los tratamientos con coronas

preformadas se realizaron en 128 dientes (1.52%). Se realizaron exodoncias de 387

(4.58%) dientes, 170 dientes anteriores y 217 posteriores. Los tratamientos con

amalgama fueron los menos realizados, siendo que de un total de 3 (0.04%) dientes, 2

de ellos fueron dientes posteriores. Se encontró un total de 7 (0.08%) dientes con otro

tipo de tratamiento. Finalmente en 804 (9.52%) dientes no se registró tratamiento

alguno. (En la tabla N° 7)

En la tabla N°8 se muestra la distribución de los tratamientos realizados en la

dentición permanente. De un total de 8045 dientes permanentes, 3117 (38.74%)

dientes no requirieron tratamiento. 1572 (19.54%) tuvieron la indicación de

exploración de fisura. El tratamiento más realizado fue la aplicación de selladores en

2571 dientes (31.96%), de los cuales 2481 fueron dientes posteriores. El segundo

tratamiento más realizado fue las restauraciones con resina compuesta, encontrándose

410 (5.1%) dientes tratados, de los cuales 47 fueron dientes anteriores y 363

posteriores. Los tratamientos realizados con ionómero de vidrio fueron realizados en

31 (0.39%) dientes, de los cuales 26 fueron realizados en el sector posterior. Se

realizó tratamientos con amalgama sólo en 5 (0.06%) dientes, todos en el sector

posterior. A 2 (0.02%) dientes se les realizó el tratamiento de exodoncia. No se

realizó ningún tratamiento con coronas preformadas. 3 (0.04%) dientes permanentes

tuvieron otro tipo de tratamiento. Y no se registró tratamiento alguno en 334 (4.15%)

dientes permanentes.

22

Gráfico Nº 1.- PREVALENCIA DE CARIES DENTAL

DAENA, UPCH.1999-2003

89,40%

10,60%

Sin caries Con caries

23

Tabla Nº 1.- PREVALENCIA DE CARIES DENTAL SEGÚN EL SEXO

DAENA-UPCH. 1999-2003

SEXO Masculino Femenino

Total CONDICIÓN

n % N % n % Sin caries 63 9.3 89 11.8 152 10.6 Con caries 613 90.7 667 88.2 1280 89.4 Total 676 100 756 100 1432 100

24

Gráfico Nº 2.- PREVALENCIA DE CARIES DENTAL SEGÚN EL SEXO

DAENA-UPCH. 1999-2003

90%

80% 70% 60% 50% 40% 30%

9,30%

90,70%

11,80%

88,20%

0%

10%

20%

100%

Masculino Femenino

Sin caries Con caries

25

Tabla Nº 2: DISTRIBUCIÓN DE LA PREVALENCIA DE CARIES DENTAL

SEGÚN LA EDAD.

DAENA-UPCH. 1999-2003

Masculino Femenino

Edad Caries No caries

Prevalencia Caries

Caries No Caries

Prevalencia Caries

3 – 6 años 261 38 87.29% 276 58 82.63%

7 – 9 años 271 20 93.13% 304 21 93.54%

10 – 13 años 81 5 94.19% 87 10 89.69%

26

Gráfico Nº 3: DISTRIBUCIÓN DE LA PREVALENCIA DE CARIES DENTAL

SEGÚN LA EDAD.

DAENA-UPCH. 1999-2003.

87.29%

93.13%94.19%

82.63%

93.54%

89.69%

75%

80%

85%

90%

95%

Masculino Femenino

3-6 años 7-9 años 10-13 años

27

Tabla Nº 3: MEDIDAS DE ceod SEGÚN SEXO Y EDAD.

DAENA-UPCH.1999-2003.

MASCULINO FEMENINO EDAD

Media n Desviación Estándar Media n Desviación

Estándar

3 5.50 28 4.550 3.36 58 3.587

4 6.10 70 4.604 5.53 81 3.972

5 6.21 92 4.254 6.52 84 3.772

6 6.97 105 3.362 6.71 106 3.762

7 6.40 113 3.408 5.62 113 2.986

8 5.56 103 2.806 4.66 105 3.009

9 3.67 72 2.461 3.36 96 2.336

10 1.50 40 1.633 1.41 37 2.020

11 1.13 8 1.126 1.50 6 1.049

12 0.86 7 1.864 - - -

13 - - - 1.40 5 0.669

TOTAL 5.52 638 3.777 4.96 691 3.595

28

Tabla Nº 4: MEDIDAS DE CPOD SEGÚN SEXO Y EDAD.

DAENA-UPCH.1999-2003

MASCULINO FEMENINO EDAD Media n Desviación

Estándar Media n Desviación Estándar

5 1.64 11 1.120 2.37 19 1.461

6 2.10 51 1.526 2.25 59 1.515

7 2.41 101 1.544 2.33 97 1.638

8 2.81 89 1.936 3.13 98 2.190

9 3.60 65 2.480 4.33 89 3.140

10 5.50 42 3.423 6.33 40 3.899

11 6.69 13 4.191 6.33 21 4.363

12 9.16 19 5.025 9.54 13 5.158

13 11.96 9 4.003 10.25 20 5.581

TOTAL 3.62 400 3.227 3.97 456 3.552

29

Tabla Nº 5: DISTRIBUCIÓN DE LA FRECUENCIA DE CARIES DENTAL EN

LA DENTICIÓN DECIDUA SEGÚN EL TIPO DE DIENTE

DAENA-UPCH. 1999-2003

TIPO DE DIENTE

Anterior Posterior Total CONDICIÓN n % n % n %

Sin caries 15805 91.98 5553 48.47 21358 74.57

Con caries 1379 8.02 5903 51.53 7282 25.43

Total 17184 100 11456 100 28640 100

30

Gráfico Nº4: DISTRIBUCIÓN DE LA FRECUENCIA DE CARIES DENTAL EN

LA DENTICIÓN DECIDUA SEGÚN EL TIPO DE DIENTE

DAENA-UPCH. 1999-2003

91,98%

8,02%

48,47% 51,53%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Anterior Posterior

Sin caries Con caries

31

Tabla Nº 6: DISTRIBUCIÓN DE LA FRCUENCIA DE CARIES DENTAL EN

LA DENTICIÓN PERMANENTE SEGÚN EL TIPO DE DIENTE

DAENA-UPCH.1999-2003

TIPO DE DIENTE Anterior Posterior Total CONDICIÓN

n % n % n % Sin caries 17083 99.41 21314 93.03 38397 95.76

Con caries 101 0.59 1598 6.97 1699 4.24

Total 17184 100 22912 100 40096 100

32

Gráfico Nº 5: DISTRIBUCIÓN DE LA FRECUENCIA DE CARIES DENTAL EN

LA DENTICIÓN PERMANENTE SEGÚN EL TIPO DE DIENTE

DAENA-UPCH. 1999-2003

90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10%

99,41%

0,59%

93,03%

6,97%

0%

100%

Anterior Posterior

Sin caries Con caries

33

Tabla Nº 7: DISTRIBUCIÓN DE LOS TRATAMIENTOS REALIZADOS EN

DIENTES DECIDUOS

DAENA-UPCH. 1999-2003

TIPO DE DIENTE Anterior Posterior Total CONDICIÓN

n % n % n % 0 2375 62.71 1361 29.24 3736 44.25

1 278 7.34 739 15.88 1017 12.05

2 103 2.72 1044 22.43 1147 13.59

3 250 6.6 120 2.58 370 4.38

4 305 8.05 538 11.56 843 9.99

5 1 0.03 2 0.04 3 0.04

6 3 0.08 125 2.69 128 1.52

7 170 4.49 217 4.66 387 4.58

8 3 0.08 4 0.09 7 0.08

9 299 7.9 505 10.85 804 9.52

Total 3787 100 4655 100 8442 100

0 = No requiere 1 = Exploración de la fisura 2 = Selladores 3 = Resina compuesta 4 = Ionómero vítreo 5 = Amalgama 6 = Corona preformada 7 = Exodoncia 8 = Otro 9 = No registrado

34

Tabla Nº 8: DISTRIBUCIÓN DE LOS TRATAMIENTOS REALIZADOS EN

DIENTES PERMANENTES

DAENA-UPCH.1999-2003

TIPO DE DIENTE

Anterior Posterior Total CONDICIÓN n % N % n %

0 1503 85.25 1614 25.69 3117 38.74

1 85 4.82 1487 23.67 1572 19.54

2 90 5.1 2481 39.49 2571 31.96

3 47 2.67 363 5.78 410 5.1

4 5 0.28 26 0.41 31 0.39

5 - - 5 0.08 5 0.06

6 - - - - - -

7 - - 2 0.03 2 0.02

8 - - 3 0.05 3 0.04

9 33 1.87 301 4.79 334 4.15

Total 1763 100 6282 100 8045 100

0 = No requiere 1 = Exploración de la fisura 2 = Selladores 3 = Resina compuesta 4 = Ionómero vítreo 5 = Amalgama 6 = Corona preformada 7 = Exodoncia 8 = Otro 9 = No registrado

35

VIII. DISCUSIÓN

Antes de discutir los resultados obtenidos, es necesario mencionar las características

del sistema de la CEC de la UPCH, para la captación de pacientes. Al ser la CEC de

carácter docente-asistencial, los alumnos en su mayoría deben conseguir los pacientes

por sus propios medios, por lo que a la CEC acuden niños de diferentes estratos

socioeconómicos y que son preseleccionados de acuerdo a la necesidad de tratamiento

tanto preventivo como restaurador requeridos para la formación profesional del

estudiante. Por lo tanto, los datos obtenidos de las historias clínicas de esta Institución

han sido elaborados por alumnos de pregrado, quienes en su condición de estudiantes

en proceso de formación son supervisados por los docentes de las áreas de

Odontopediatría (diagnóstico clínico y tratamiento) y Radiología (diagnóstico

radiográfico).

Otro factor importante, es que los criterios para el registro de los datos pudieron haber

tenido mucha variación, ya que los exámenes fueron realizados por diversos

operadores y supervisados por distintos docentes.

En el presente estudio se ha descrito los diagnósticos de caries encontrados y los

tratamientos realizados en los pacientes de 3 a 13 años de edad, atendidos en el

Departamento Académico de Estomatología del Niño y del Adolescente (DAENA) de

la Clínica Estomatológica Central (CEC) de la Universidad Peruana Cayetano Heredia

del año 1999 al 2003.

La prevalencia de caries dental en la población estudiada fue del 89.4%. Alto en

ambos sexos, del total de pacientes del sexo masculino el 90.7% (676) presentó caries

dental y del total de pacientes del sexo femenino el 88.2% (756) presentó la

enfermedad. Estos resultados son similares a los hallados por Franco29, el cual

evaluó la prevalencia de caries en pacientes de 3 a 13 años de edad atendidos en la

CEC, en el quinquenio 1994 a 1998. En el estudio el investigador encontró una

prevalencia de caries dental de 85.70%. Los valores hallados para el sexo masculino

fueron de 85.17% y para el femenino de 86.18%.

36

Sin embargo, los resultados del estudio realizado por Traebert30 quien comparó la

prevalencia y severidad de la caries dental y la necesidad de tratamiento entre niños

escolares de dos ciudades brasileñas, difieren con nuestros resultados. En este estudio

se encontró que la prevalencia de caries en niños entre los 6 a 12 años de edad fue de

62.1% en la ciudad de Sao Joao do Sul y 63.6% en Treviso.

Los resultados encontrados en el presente estudio reafirman la posición de Matias14,

quien refiere que en algunos países subdesarrollados de Asia, África y América Latina

la prevalencia y la severidad de caries va en aumento, mientras que la prevalencia de

caries en los países desarrollados va disminuyendo, según lo refieren Wenzel y

Pitts11,31. Existe de evidencia que apoya la segunda premisa pero las causas en los

países en vías de desarrollo no se encuentran claras aún31.

Según Peterson32, los factores socio-culturales tienen influencia en el desarrollo de

ciertas enfermedades orales tal como la caries dental. La sociedad y la cultura por

ejemplo están inclinadas a ciertos patrones de comportamiento o de estilo de vida, lo

cual influencia en los procesos psicológicos de cada persona.

A lo largo del tiempo un gran número de investigaciones ha mostrado que la caries

dental está asociada a factores sociales y de comportamiento32.

Se ha determinado la presencia de asociación entre los niveles socio-económicos,

sistemas de salud en diferentes países y la prevalencia de caries dental, siendo estos

factores indicadores importantes para determinar el riesgo de desarrollar esta

enfermedad. Asimismo, el nivel educacional también demostró ser un factor de

asociación32.

La mayor parte de estudios que evalúan la relación entre el consumo de azúcar y la

caries dental, realizados en países industrializados donde además la población está

expuesta en gran medida a los fluoruros, mostraron efectos moderados o leves en la

incidencia de caries dental o en la prevalencia. En varios países en vías de desarrollo

de África o Asia, la exposición a fluoruros es baja y los recientes estudios sociales y

de comportamiento en poblaciones infantiles en estas regiones muestran que el

consumo del azúcar juega un rol muy importante en el riesgo de caries dental32.

37

Por otro lado, en los países en vías de desarrollo, los servicios de salud oral no están

generalmente disponibles al nivel de la comunidad local. Además en algunas

comunidades la población tiene pobre acceso al agua de beber pura, a servicios

sanitarios y a la higiene oral. En contraste con la mayoría de países industrializados,

en los países subdesarrollados generalmente la población accede a los servicios de

salud oral cuando tienen experiencia de dolor para recibir en muchos casos

procedimientos mutiladores como son las exodoncias; por estas razones los

porcentajes de caries dental y de dientes perdidos es generalmente mayor entre los

que acuden regularmente a los servicios odontológicos32.

Ya que el Perú pertenece al grupo de países subdesarrollados todos los factores arriba

mencionados explicarían los elevados porcentajes hallados en este estudio, además de

experimentar cíclicamente grandes crisis económicas y el apoyo deficiente del Estado

ante las necesidades de salud.

La OMS indicó que el factor común en todos los países con reducciones en la

prevalencia de caries fueron los fluoruros, tanto en agua fluorada como en pasta

dental31, otras razones referidas en el estudio de Matias y cols14. son la gran difusión

de las medidas preventivo-promocionales de salud oral, y el fomento de actitudes

dietéticas y de higiene oral adecuadas, además de un mayor acceso a los servicios

odontológicos.

En relación a la prevalencia de caries dental, en el sexo masculino fue

incrementándose gradualmente, el mayor valor se encontró en el grupo de edad de 10

a 13 , resultados similares a los de Franco29 , quien encuentró que la mayor

prevalencia de caries se presenta entre las edades de 10 – 13 años, valor que inicia su

incremento a partir de los 7 años de edad y que lo atribuye a que conforme va

aumentando la edad también aumenta el número de dientes presentes en la cavidad

oral por lo tanto existe una mayor probabilidad de adquirir la enfermedad. Mientras

que en el sexo femenino , la mayor prevalencia de caries se halló en los niños de 7 a 9

años de edad.

Se sabe que en edades menores los padres cumplen una función fundamental en la

higiene oral de sus niños. Tal y como manifiestan Granath y Widenheim33, en un

estudio realizado en Suecia, en 1994, consideran que la motivación de los padres o

apoderados es la base de la educación y el futuro de la salud oral de sus niños.

38

La experiencia de caries dental en la dentición decidua presentó el promedio más alto

de dientes cariados, extraídos, obturados a la edad de 6 años, para el sexo masculino,

con un valor promedio de 6.97 dientes siendo el más bajo a los 12 años, con un

promedio de 0.86 dientes afectados. En el sexo femenino el valor más alto fue de 6.71

dientes a la edad de 6 años y el más bajo a los 13 años, con un ceod de1.4.

Estos resultados difieren de estudios realizados en diferentes países. Por ejemplo, en

un estudio en donde se evaluó el nivel de caries dental en la ciudad de Blumenau

(Brasil) el índice de ceod encontrado a los 6 años de edad fue de 2.42. Sin embargo,

se menciona que la comparación de los resultados en las edades de 5 y 6 años debe ser

cautelosa, porque a los 6 años el índice ceod tiende a ser más bajo debido a la reciente

erupción de los dientes permanentes o a la disminución de dientes deciduos

examinados34.

Se podría atribuir que en las edades donde aún se encuentran los dientes deciduos,

éstos ya llevan varios años en boca, estando expuestos a un tiempo suficiente con los

factores de riesgo para adquirir una lesión de caries dental. Además, conforme va

aumentando la edad también va cambiando el tipo de dentición, empiezan a

erupcionar los dientes permanentes los cuales tienen una estructura diferente y

también habría que considerar la influencia de los factores socioeconómicos,

culturales, nutricionales o geográficos, que no fueron controlados en el presente

estudio.

La experiencia de caries dental en la dentición permanente presentó el promedio más

alto de dientes cariados, perdidos, obturados, a la edad de 13 años, para el sexo

masculino, con un valor promedio de 11.96 dientes y siendo el más bajo a la edad de

5 años, con un valor promedio de 1.64 dientes afectados. En el sexo femenino el

promedio más alto también se encontró a los 13 años de edad con un promedio de

10.25 dientes y el promedio más bajo fue de 2.37 dientes a la edad de 5 años.

Estos valores difieren a los hallados por Traebert 34 y cols. en un estudio realizado en

la ciudad de Blumenau (Brasil) donde encuentra una reducción marcada en el índice

CPOD en los niños de 12 años entre los años de 1976 y 2001. Los índices a la edad de

12 años fueron 9.89, 7.01, 3.97, 4.13 y 1.53 en 1976, 1984, 1990, 1995 y 2001,

respectivamente. Pese a que la prevalencia de caries y las necesidades de tratamiento

39

entre niños escolares de Blumenau fueron bajas, hubo una prevalencia y severidad

estadísticamente significativa alta en niños de 6 años en escuelas públicas

En el mismo estudio realizado por Traebert y cols.34 al comparar los diferentes grupos

de escolares muestra que la población de 6 años de edad de escuelas privadas es

menos afectada por a caries en comparación a los niños de escuelas públicas. Las

escuelas son consideradas también como un indicador socioeconómico, ya que en su

mayoría las personas de estrato socioeconómico medio o alto asisten a escuelas

privadas mientras que las personas de estrato bajo acuden a las escuelas públicas.

En el presente estudio realizado cabe mencionar que los niños que acuden a la CEC

proceden de diferentes niveles socio-económicos ya que en mucho de estos niños son

traídos por los propios alumnos y no necesariamente son pacientes que viven en la

zona de influencia de la Clínica Dental.

Los resultados de una primera encuesta epidemiológica nacional realizada en Brasil

en el año 1986 mostraron que las personas de estratos socioeconómicos bajos tenían

más caries dental que las personas de estratos medios o altos31.

Los resultados encontrados en Brasil que indican una reducción significativa en la

prevalencia de caries dental y un gran incremento de niños de 12 años de edad con

dientes permanentes sanos, es debido al consumo de agua fluorada y al extenso uso

de pastas fluoradas. Además, de iniciar, en 1999, un programa con el objetivo de

educar niños, padres y profesores, así como promover la salud oral en niños pre-

escolares y escolares. Además, en el año 2000 se incrementaron en 27 escuelas

nacionales consultorios dentales, en donde se realizaban tratamientos preventivos y

restauradores31.

En otro estudio, de Luna Maldonado y col.35, se describen los resultados de un estudio

epidemiológico del estado de la salud bucal en escolares de nivel primario (6 y 12

años) matriculados en establecimientos municipales, provinciales y privados de la

Ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba, Argentina. En los niños de 6 años de

escuelas municipales, la prevalencia de caries en la dentición decidua fue de

moderada a alta, resultando baja para los escolares provinciales y privados (ceo-d =

4,44, 2,31 y 1,27, respectivamente). La proporción de niños sin caries activa fue de

13,6% en las escuelas municipales, 52,2% en las provinciales y 76,9% en las privadas.

40

En los escolares de 12 años, la prevalencia de caries en dentición permanente resultó

baja y comparable en los tres grupos de escuelas, registrándose un índice CPO-D que

osciló entre 1,85 (municipales) y 2,59 (privados). Para ambas edades, las necesidades

de tratamiento odontológico fueron elevadas en las tres poblaciones escolares. Se

concluye que los niveles de salud dental alcanzados por los escolares municipales y

provinciales a la edad de 12 años deben atribuirse principalmente al impacto

producido por la aplicación de medidas preventivas, cuya eficiencia podría ser

aumentada si se orientaran a atender edades más tempranas, sobre todo en las

poblaciones de mayor riesgo.

Dornelles y cols.36, en el 2002, determinaron la prevalencia y severidad de caries

dental entre los niños de 12 a 13 años que asistían a una escuela pública en

Florianópolis, Santa Catarina, Brasil comparándolos con los resultados encontrados,

en la misma escuela, en estudios previos realizados en los años 1971 y 1997. Los

valores de prevalencia de caries dental fueron de 98%, 80% y 57.4% en 1971, 1997 y

2002, respectivamente. El promedio de CPOD fue de 9.2 en 1971, 3.0 en 1997 y de

1.4 en 2002 en niños con edades de12 y 13 años.

En cuanto a la prevalencia de lesiones de caries dental en la dentición decidua según

el tipo de diente, ya sea anterior o posterior, el valor encontrado fue de 25.43% (7282)

dientes con lesiones de caries, de los cuales 1379 (8.02%) fueron anteriores y 5903

(51.53%) fueron posteriores. Por otro lado, 21358 (74.57%) dientes estuvieron libres

de caries. Por lo tanto, se puede mencionar que en la dentición decidua la mayoría de

dientes está libre de caries dental siendo los dientes del sector anterior los menos

afectados, por el contrario, el valor más alto de caries dental se encontró en los dientes

posteriores.

En relación a la prevalencia de lesiones de caries dental en la dentición permanente

según el tipo de diente, ya sea anterior o posterior, el valor encontrado fue de 4.24%

(1699) dientes con lesiones de caries, de los cuales 101 (0.59%) dientes fueron

anteriores y 1598 (6.97%) posteriores. Por otro lado, 38397 (95.76%).dientes

estuvieron libres de caries y al igual que en la dentición decidua los dientes que

estuvieron principalmente afectados por caries fueron los dientes del sector posterior.

41

No habiéndose encontrado trabajos similares en este aspecto fue imposible hacer un

análisis comparativo con otros estudios.

Una explicación de la menor frecuencia de caries dental en la dentición permanente

en comparación con la dentición decidua es que el contenido mineral tanto del

esmalte como de la dentina decidua es menor que el de la dentición permanente 4.

Además, la permeabilidad del esmalte de los dientes deciduos es mayor que la del

esmalte de los permanentes. Los estudios que comparan la remineralización de los

esmaltes deciduo y permanente, muestran que el esmalte deciduo absorbe mejor el

flúor, debido a su alta permeabilidad4. Estas son las características por las que los

dientes deciduos son más propensos a desarrollar lesiones de caries dental, además de

otros factores como los hábitos alimenticios, los niveles socioeconómicos, etc.

En cuanto a que son los dientes deciduos y permanentes posteriores los más afectados

por caries, esto se debe a que los dientes del sector posterior presentan una anatomía

más compleja que los dientes anteriores y se encuentran en una ubicación de difícil

acceso para la higiene 4.

La susceptibilidad a desarrollar una lesión de caries sobre las diferentes superficies

dentales varía en gran medida. Los molares tienen un riesgo de caries más elevado,

mientras que los dientes anteroinferiores tiene un riesgo menor. Una explicación de

esta diferencia en la susceptibilidad está relacionada con el proceso de aclaración

salival del sustrato (sacarosa), que presenta patrones diferentes en distintos sitios de la

cavidad oral4.

En cuanto a los tratamientos realizados, se puede mencionar que si bien dentro de

ellos se consideró a la exploración de la fisura como tal, este procedimiento no es en

sí un tratamiento sino más bien un paso previo para la colocación de un material

restaurador. En la dentición decidua se observa un valor porcentual mayor para los

dientes que no requirieron tratamiento, tanto en anteriores como en posteriores

(44.25%). Así mismo, la aplicación de selladores fue el tratamiento odontológico más

realizado en la dentición decidua, representando un 13.59%, seguido de los ionómeros

(9,99%), exodoncias (4.58%), resinas compuestas (4.38%), coronas preformadas

(1.52%), amalgamas (0.04%), otro tipo de tratamiento (0.08%) y tratamientos no

registrados representó el 9.52%.

42

En cuanto a la dentición permanente, la aplicación de selladores también tuvo el valor

porcentual más alto con un 31.96%, seguido de las resinas compuestas (5.1%),

ionómeros (0.39%), amalgamas (0.06%) y exodoncias (0.02%), no se realizó ningún

tipo de tratamiento con coronas preformadas, otro tipo de tratamiento tuvo un valor de

(0.04%) y los no registrados representaron el 4.15%.

En la dentición permanente, al igual que para la dentición decidua, se observa también

que el tratamiento más realizado fue la aplicación de selladores, lo cual corrobora la

tendencia preventiva que estamos ejecutando. Sin embargo, para la dentición

permanente el segundo tratamiento frecuentemente realizado fue la aplicación de las

resinas compuestas y no por los ionómeros que eran el segundo tipo de tratamiento

realizado en la dentición decidua.

Resultados similares se encuentran en el estudio de Jorge37 realizado en pacientes

pediátricos atendidos en la CEC de la UPCH entre los años 1994-1998, el cual mostró

resultados generales de los tratamientos odontológicos efectuados. Se halló que la

aplicación de selladores fue el tratamiento más realizado (48%). Sin embargo, fue

seguido por tratamientos con amalgama (15.9%), resinas compuestas (14.2%),

ionómeros de vidrio (8.4%), exodoncias (6.5%), y coronas preformadas (0.6%).

Mientras que, en los datos encontrados por Espinoza38 y Linares39, en los años 1990 y

1999, respectivamente donde también se evaluó los tipos de tratamientos realizados

en diferentes escuelas de diferentes estratos socioeconómicos, en ambos estudios se

encontró que la amalgama fue el material más frecuentemente utilizado.

Los resultados del presente estudio mostraron que la aplicación de selladores fue el

tratamiento más realizado, para ambas denticiones, lo cual muestra que el objetivo de

la Odontología actual es la prevención y control de la caries dental mediante el uso de

medidas preventivas adecuadas.

Los tratamientos de caries dental deben ser realizados de acuerdo a las necesidades

propias del paciente, basados en el riesgo a desarrollar esta enfermedad. Las

decisiones de tratamientos restaurativos para la dentición decidua se basan en

objetivos y expectativas que difieren para la dentición permanente40. Estudios

realizados en Brasil y en otros países han mostrado que los pacientes son sometidos a

demasiados tratamientos restauradores. En clínicas dentales privadas existe gran

43

evidencia que los dientes son restaurados por razones no relacionadas con la salud del

paciente41.

Es muy importante realizar un diagnóstico correcto, lo cual permitirá la elaboración

de un plan de tratamiento más adecuado para la resolución del problema. Esto

significa que no se debe contabilizar el número de lesiones de caries, sino que además

se debe de observar su localización y apariencia. Se debe de evaluar el riesgo de

caries del paciente y determinar los factores y condiciones que puedan potenciar la

enfermedad4.

El mayor empleo de los cementos de ionómero de vidrio indicado en la atención del

paciente pediátrico en la Facultad de Estomatología de la UPCH se viene dando desde

los inicios de la aparición de este material en el mercado. Por otro lado, un avance

importante en la tecnología del ionómero vítreo, que ha influenciado en el avance de

la odontología para niños, ha sido el desarrollo de los sistemas de ionómero de vidrio

modificados con resina, los cuales poseen mayor resistencia a la fractura, y mayor

resistencia al uso. A parte de las conocidas ventajas que poseen los ionómeros vítreos

(hidrodinámica del ión fluoruro, biocompatibilidad, expansión térmica favorable y

propiedades de contracción además de la adhesión físicoquímica a la estructura

dental)42.

Se hace referencia a que los selladores aplicados por personal dental, apropiadamente

preparado, son seguros y efectivos para prevenir el desarrollo de caries en fosas y

fisuras de riesgo o en superficies con lesiones incipientes de caries. La aplicación de

selladores sobre caries en esmalte ha mostrado ser efectiva, inhibiendo la progresión

de la lesión. La efectividad se incrementa con el uso de una buena técnica, controles

apropiados y la reaplicación si fuese necesario43.

Las resinas compuestas están siendo mayormente usadas en la restauración de

lesiones posteriores. Sin embargo, estos materiales requieren de una técnica sensible y

el éxito clínico dependerá de la selección del caso y de la habilidad del operador. La

ventaja de este material es que permite al operador controlar el tiempo de colocación

del material, no requiere ser mezclada, tienen mayor resistencia a la fractura, mayor

estabilidad en el color y mayor estética43.

44

Basado en las consideraciones, para lesiones oclusales pequeñas, es mejor realizar

una restauración preventiva y conservadora de resina, utilizando compuestos o

compómeros conjuntamente con selladores, esto es más apropiado que las clásicas

preparaciones de amalgama clase I, siempre y cuando se pueda aislar

adecuadamente40.

Para lesiones proximales, la amalgama estaría indicada para preparaciones clase II

que no se extiendan de las líneas del ángulo. Esta recomendación no es muy

apropiada para restaurar dientes primarios de niños de 4 años de edad o menores.

Primero, porque las molares deciduas son pequeñas, y las paredes bucales y linguales

de la caja proximal se vuelven muy delgadas y débiles con poco soporte en la dentina,

llevando con frecuencia al fracaso. Si la lesión de caries es extensa y/o es en más de 2

superficies, estaría indicada la colocación de coronas preformadas aún en niños

mayores de 4 años40.

La literatura dental apoya la seguridad y eficacia de la amalgama dental, en todos los

segmentos de la población. La amalgama dental puede ser recomendada para

restauraciones clase I en dientes deciduos y permanentes, restauraciones clase II de

dos superficies en molares deciduas en donde la preparación no se extiende de las

líneas de los ángulos proximales, restauraciones clase II en molares permanentes y

premolares y en restauraciones clase V en dientes posteriores deciduos y

permanentes40.

Se puede apreciar claramente el cambio en cuanto a la tendencia de uso del material

restaurador. Hace algunos años, el material odontológico más utilizado era la

amalgama por ser el menos sensible a la técnica, el de más bajo costo y de mayor

longevidad. Sin embargo, poseía el mayor porcentaje de caries recurrente y

fracturas40. En la actualidad, las resinas compuestas y los ionómeros están siendo

utilizados cada vez con mayor frecuencia como tratamientos de elección en

restauraciones posteriores por diversos motivos como son los de conservar la

estructura dentaria y de aprovechar la ventaja de la adhesión42,43,44.

Finalmente, una apreciación interesante que se observa de los resultados mostrados en

las tablas N° 7 y N°8, correspondientes a las denticiones decidua y permanente,

respectivamente es que si se suman los valores porcentuales de las categorías 1 y 2 ó

45

0, 1 y 2, el valor obtenido estaría indicando que la severidad de las lesiones de caries

en los pacientes niños y adolescentes atendidos estaría limitada solamente a esmalte.

Por lo que, se podría pensar que si bien la prevalencia de caries mantiene valores

elevados, la manifestación clínica parecería ser menos severa.

46

IX. CONCLUSIONES

1. La prevalencia de caries dental en los niños de 3 a 13 años de edad, atendidos en

la CEC de la UPCH, en el quinquenio 1999-2003 fue del 89.4%

2. La prevalencia de caries dental en el sexo masculino fue del 90.7%, mientras que

en l sexo femenino, fue del 88.2%.

3. Se encontró mayor prevalencia de caries dental en el grupo de 10-13 años

(94.19%) en el sexo masculino y de 7 – 9 años (93.54%) en el sexo femenino.

4. La experiencia de caries dental en la dentición decidua fue mayor a los 6 años

tanto en hombres (ceod: 6.97) como en mujeres (ceod: 6.71).

5. La experiencia de caries dental en la dentición permanente fue mayor a los 13

años de edad tanto en hombres (CPOD: 11.96) como en mujeres (CPOD: 10.25).

6. De acuerdo a la distribución de lesiones de caries en la dentición decidua según

tipo de diente, el mayor porcentaje correspondió a los dientes posteriores

(51.53%).

7. De acuerdo a la distribución de lesiones de caries dental en la dentición

permanente según tipo de diente, el mayor porcentaje correspondió a los dientes

posteriores (6.97%).

8. En cuanto a los tratamientos realizados en la dentición decidua, la aplicación de

selladores fue el tratamiento más efectuado (13.59%), seguido de los ionómeros

vítreos 9.99%. Los dientes posteriores recibieron mayor tratamiento.

9. En cuanto a los tratamientos realizados en la dentición permanente, la aplicación

de selladores también tuvo el porcentaje más alto (31.96%), seguido de las

resinas compuestas (5.1%). Los dientes posteriores recibieron mayor tratamiento.

47

X. SUGERENCIAS

1. Cambiar en la base de datos el código 1, correspondiente a la exploración de la

fisura, ya que éste es un procedimiento invasivo previo a un tratamiento

restaurador propiamente dicho. Asimismo, especificar los otros tipos de

tratamiento a los que se refiere el código 8.

2. Realizar estudios sobre la procedencia y nivel socioeconómico de los niños y

adolescentes que vienen a recibir atención en la CEC, considerando datos que

puedan servir como indicadores socioeconómicos y de estilo de vida.

3. Considerar el índice CPOS y ceos para futuros trabajos de investigación ya

que se observa con mayor detalle las características de la enfermedad.

48

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