fábula del regalo afinando la comunicación

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FÁBULA DEL REGALO: AFINANDO LA COMUNICACIÓN Cierta vez, un empleado que había sido destinado a un lúgubre y frío país del Este, decidió enviar un regalo de cumpleaños a su directora, con la intención de que no se olvidaran de él, ya que se sentía perdido en los confines del mundo. Como sabía que la jefa había perdido sus gafas de sol, optó por comprarle unas de diseñador. La vendedora se las envolvió, y al pagar la cuenta, por equivocación, cogió un paquete de apariencia similar, que pertenecía a otra clienta y que contenía unas pantaletas. Envió el paquete a través de la mensajería interna de la em- presa con una nota: Estimada Sra. Martín: Espero que le guste el regalo que le envío, sobre todo por la falta que le hacen. Sé que llevaba tiempo con las otras que tenía, pero estas son cosas que se agradece cambiar de vez en cuando. Espero también haber acertado en el modelo. La dependienta me dijo que era la última moda y amablemente me enseñó las suyas, que eran iguales. Entonces yo, para ver si eran ligeras y cómodas, me las probé allí mismo. No sabe cómo se rió la dependienta, porque esos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos y más a mí, que ya sabe que tengo unos rasgos muy prominentes. Una chica que había allí me las pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo pudiera ver el efecto en ella. Le queda- ban estupendas, así que me decidí y las compré. Póngaselas y enséñelas a toda la oficina, a ver qué le dicen. Al principio se sentirá muy rara, acostumbrada a ir con las viejas y más ahora que ha estado un tiempo sin llevar ningunas.

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Cierta vez, un empleado que había sido destinado a un lúgubre y frío país del Este, decidió enviar un regalo de cumpleaños a su directora, con la intención de que no se olvidaran de él, ya que se sentía perdido en los confines del mundo.

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Page 1: Fábula Del Regalo Afinando La Comunicación

FÁBULA DEL REGALO: AFINANDO LA COMUNICACIÓN

Cierta vez, un empleado que había sido destinado a un lúgubre y frío país del Este, decidió enviar un regalo de cumpleaños a su directora, con la intención de que no se olvidaran de él, ya que se sentía perdido en los confines del mundo.

Como sabía que la jefa había perdido sus gafas de sol, optó por comprarle unas de diseñador. La vendedora se las envolvió, y al pagar la cuenta, por equivocación, cogió un paquete de apariencia similar, que pertenecía a otra clienta y que contenía unas pantaletas.

Envió el paquete a través de la mensajería interna de la empresa con una nota:

Estimada Sra. Martín:

Espero que le guste el regalo que le envío, sobre todo por la falta que le hacen. Sé que llevaba tiempo con las otras que tenía, pero estas son cosas que se agradece cambiar de vez en cuando.

Espero también haber acertado en el modelo. La dependienta me dijo que era la última moda y amablemente me enseñó las suyas, que eran iguales. Entonces yo, para ver si eran ligeras y cómodas, me las probé allí mismo. No sabe cómo se rió la dependienta, porque esos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos y más a mí, que ya sabe que tengo unos rasgos muy prominentes.

Una chica que había allí me las pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo pudiera ver el efecto en ella. Le quedaban estupendas, así que me decidí y las compré.

Póngaselas y enséñelas a toda la oficina, a ver qué le dicen. Al principio se sentirá muy rara, acostumbrada a ir con las viejas y más ahora que ha estado un tiempo sin llevar ningunas.

Si le quedan muy pequeñas me lo dice, porque le pueden dejar marcas cuando se las quite. Tenga cuidado también de que no le queden grandes, no sea que vaya caminando y se le caigan y las vuelva a perder, ya que tiene la costumbre de quitárselas en cualquier sitio para que todos vean sus encantos.

En fin, no le digo nada más. Deseoso de volver a España.

Atentamente Miguel Correa.

La fuente de los malos entendidos

Muchos de los conflictos personales que surgen en las escuelas pueden tener su origen en simples malentendidos, que repetidos sistemáticamente, enturbian el entendimiento para una relación sana. A veces pensamos que no nos afectan tanto los continuos malos entendidos y les quitamos importancia, pero a la larga dejan su marca, principalmente en las relaciones personales.

Un mal entendido se produce cuando entendemos algo diferente a lo que se ha querido realmente transmitir, generado por una deformación tanto del emisor como del receptor.

Page 2: Fábula Del Regalo Afinando La Comunicación

Desafortunadamente, estamos sumergidos en un estado de alerta intensa donde es común ver gigantes amenazadores donde solamente hay molinos de viento.

Tanto el que expresa como el que escucha tienen que ejercitar la responsabilidad de calibrar la eficacia de la transmisión de los mensajes.

A veces, por temor a las consecuencias, o por comodidad, nos abstenemos de esclarecer un mal entendido. Es sumamente importante intentar aclarar un embrollo comunicativo por más inofensivo que pueda parecer, esforzándonos a salir de nuestra zona de confort y enfrentándonos a la situación antes de que desemboque en consecuencias mayores.

Mientras investigábamos el material para este capítulo del libro, un comerciante nos comentó que vivió en primera persona cómo alguien en la cafetería lo atacaba con saña, acusándolo de mal compañero y de falta de ética. Atónito, él intentaba entender a qué se debían esos insultos tan graves, y el otro le contestaba: “Tú sabes muy bien de lo que estoy hablando”. La situación se intensificó tanto que decidió retirarse, esperando a que la tormenta se calmara. Las siguientes reuniones comerciales fueron un suplicio de miradas hirientes y ataques injustificados, hasta que finalmente el responsable de ventas aclaró que le habían asignado un cliente, que antes era del otro comerciante, sin previamente comunicárselo. Finalmente, se pidió perdón por los insultos, pero el daño ya estaba hecho y había dejado sus secuelas.