extraños en la noche intelectuales y usos políticos del conocimiento en la transición chilena

Upload: nesocratico

Post on 07-Aug-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    1/325

    Marcelo Mella(comp.)

    Extraños en la nocheIntelectuales y usos políticos del

    conocimiento durante la transición chilena

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    2/325

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    3/325RIL editores

    bibliodiversidad

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    4/325

    M M(.)

    Extraños en la nocheIntelectuales y usos políticos del

    conocimiento durante la transición chilena

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    5/325

    305.5 Mella, Marcelo (comp.)

    M Extraños en la noche. Intelectuales y usos

    políticos del conocimiento durante la transición

    chilena / Marcelo Mella. -- Santiago : RIL

    editores, 2011.

      324 p. ; 21 cm.

      ISBN: 978-956-284-806-0

      1  intelectuales-chile-historia 2

    intelectuales-actividad pólitica

    Extraños en la noche

    Primera edición: julio de 2011

    © Marcelo Mella, 2011Registro de Propiedad Intelectual

    Nº 202.298

    © RIL® editores, 2011

    Alférez Real 1464

    750-0960 Providencia

    Santiago de Chile

    Tel. (56-2) 2238100  2254269

     

    Composición, diseño de portada e impresión: RIL® editores

    Printed in Chile 

    ISBN 978-956-284-806-0

    Derechos reservados.

    mailto:%[email protected]://www.rileditores.com/http://www.rileditores.com/mailto:%[email protected]

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    6/325

    A mis Estudiantes,

    con quienes he podido crecer.

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    7/325

    Í

    P ..........................................................................................

    I. P

    El estudio de las élites: un estado del arteAlfredo Joignant Rondón .................................................................31

    La resiliencia del piloto automático. Dogmatismo y pragmatismoen los fundamentos teóricos de las políticaspúblicas en Chile, 1990-2010Alfonso Dingemans ...........................................................................49

    II. L

     Jaime Guzmán y la Unión Demócrata Independientedurante la transición. Una revisión de su aporte intelectual en los años ochentaPablo Rubio Apiolaza .......................................................................73

    Gran empresariado, poderes fácticos e imaginarios políticos.El caso de la transición democrática chilena (1990-2000)Rolando Álvarez Vallejos ...................................................................97

    III. L . (R )

    Los intelectuales de los centros académicos independientesy el surgimiento del concertacionismo

    Marcelo Mella Polanco ....................................................................153

    Pensar la transición a la democracia. Temas y análisis delos intelectuales en sur y 1976-1989Cristina Moyano Barahona .............................................................195

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    8/325

    Los centros de pensamiento (think tanks) en la Democracia Cristiana.¿Más política que políticas?Bernardo Navarrete Yáñez y Giovana Gómez Amigo ....................241

    IV. L

    El discurso comunista y la transición desde el plebiscito de 1988.(¿Interpela ese discurso comunista a sectores de la concertación?)Augusto Samaniego Mesías .............................................................287

    Las , la educación popular y la política en los años 80:el caso de , educación y comunicacionesMario Garcés Durán .......................................................................301

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    9/325

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    10/325

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    11/325

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    12/325

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    13/325

    Un hombre pidió a una hilandera hilos delgados. La

    hilandera tejió hilos delgados, pero el hombre dijo:

    Esos hilos no me valen; necesito hilos delgadísimos. 

    La hilandera dijo: Si para ti estos no son delgados, te

    daré estos otros, y le mostró el vacío. El dijo que no

    veía nada. La hilandera dijo: no los ves porque son

    muy delgados; tampoco los veo. El tonto se alegróy ordenó que le hiciera otros hilos como aquellos;

    y por esos hilos pagó dinero.

    Fábula «Los hilos delgados»

    León Tolstoi

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    14/325

    P

    L sobre los intelectuales chilenos ysu inuencia en el proceso político de las últimas décadas surgió

    con ocasión del proyecto «La contribución de los Centros Aca-démicos Independientes en la transición a la democracia en Chile(1980-1990)», nanciado por la Vicerrectoría de Investigación dela Universidad de Santiago de Chile (Proyecto 03-0852).Mediante este trabajo pude iniciar un plan exploratorio del papelde los intelectuales en la transición chilena y muy particularmente,su importancia en el origen de la Concertación de Partidos por laDemocracia, coalición que lideró la transición desde el régimenautoritario de Pinochet y constituyó gobierno en Chile por dosdécadas en forma ininterrumpida. Como resultado, publiqué desdeel año 2008 diversos artículos relativos al papel de los centrosde estudios en el origen de la Concertación, las inuencias inter-nacionales para el giro reformista en la izquierda chilena y dostrabajos acerca del pensamiento de los presidentes Eduardo FreiRuiz-Tagle y Ricardo Lagos Escobar. Próximamente serán publi-cados estudios referidos a las claves discursivas de los mandatariosPatricio Aylwin y Michelle Bachelet. Se encuentran también enpreparación nuevos artículos sobre composición de gabinetes yuso de la facultad presidencial de nombramiento de ministros ysubsecretarios durante los cuatro gobiernos de la Concertación.

    Todas estas publicaciones han tenido como norte analizar lafunción de intelectuales de tipo híbrido conocidos como transi-tólogos y technopols que surgieron en paralelo con el avance dela transición chilena y se consolidaron como actores claves en eldiseño de políticas durante los Gobiernos concertacionistas. Lostransitólogos fueron los creadores del pensamiento destinado a

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    15/325

    M M

    denir las condiciones estratégicas y orgánicas para producir elcambio de régimen desde el autoritarismo. Los technopols, por suparte, corresponden a expertos que en sus trayectorias y gramáti-

    cas disciplinares construyeron una síntesis entre la lógica técnica yla lógica política, subordinando la segunda a la primera.1 En amboscasos, el principal impacto de los nuevos intelectuales consistió enuna reelaboración de «lo posible» y de la relación «medios-nes»,desplazamientos en la racionalidad que, entre la primera mitad dela década de 1980 y 2010, imponen como condición para accederal juego político institucional la «racionalidad adaptativa» y la«ética de la responsabilidad».2 

    Sin embargo, desde hace algún tiempo, sostengo la convicciónde que este tema desborda el estudio de las trayectorias de intelec-tuales prominentes, la identicación de los expertos, el esclareci-miento de su papel en la oposición reformista chilena y el análisisde la composición de los gabinetes concertacionistas; incluso creoque el tema desborda el análisis de los usos gubernamentales delconocimiento. Se trata también de poner en perspectiva las «lu-chas internacionales por el poder» y los modos de penetración deciertas redes de intelectuales que adquirieron, en los años 70 y 80,inuencia internacional sobre los procesos regionales y locales.Por sobre todo, se trata de comprender las raíces del orden socialy político vigente, así como las condiciones de sobrevivencia oderogación del proyecto hegemónico establecido por el régimen dePinochet, más allá de las discontinuidades institucionales, cambiode actores en el Gobierno y mayor o menor intensidad en la cir-culación de las elites políticas. Se trata de comprender cómo se haproducido desde la década de 1980 la lucha por la construccióndel orden social, entendida como lucha por la nominación y elmantenimiento del sistema de dominación a partir de saberes queposeen una vinculación orgánica con la estructura institucional.¿Qué oportunidad existe para la construcción de una sociedad

    1  Domínguez, J. (1997). Technopols: Freeing Politics and markets in LatinAmerica in the 1990s. University Park: University Pennsylvania Press.

    2  Véase, Santiso, J. (2006). La economía política de lo posible. Banco Interame-ricano de Desarrollo. New York. Santiso, J. y Whitehead, L. (2006). «Ulysses,the Sirens and the Art of Navigation: Political and Technical Rationality inL i A i W ki P ° 256 d D l C

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    16/325

    P

    plural y democrática si no existen contrapoderes que expresenvisiones antagónicas de la sociedad? ¿Es posible esperar rupturasdel statu quo con saberes incrustados en el orden vigente? Por

    tanto, existen nuevos fundamentos para tratar el viejo tema de larelación entre producción de conocimiento y el ejercicio del poder.En especial, visualizamos dos fundamentos macro y uno micro.

    En primer lugar, es relevante estudiar los usos políticos delconocimiento en Chile en el período 1980-2010, porque al cons-tituir un «tema viejo» sería posible construir una mirada históricasobre la política chilena referida a la capacidad performativadel pensamiento y las ideas sobre la «política real». En palabrassimples, como ha ido cambiando longitudinalmente la inuenciade las ciencias sociales en los asuntos públicos. Sin embargo, apesar de ser un tema tratado con intensidad en los estudios dela durante la década de 1980, no existe una tradición deinvestigación fuerte de historia de las ideas políticas o teoría po-lítica en nuestro país, tal como si las ideas no fuesen un aspectoimportante en el desarrollo político. Lo anterior no signica quelas ideas sean en la actualidad un objeto completamente inexplo-rado. Efectivamente, existen estudios de historiadores y sociólo-gos chilenos sobre las ideas y los intelectuales, pero carentes deanálisis acerca de su impacto y aportes en el sistema político. Enestos análisis el estudio de las ideas posee un sesgo «culturalista»o «sociologizante» alejado del estudio de las coyunturas estruc-turantes de lo institucional, vale decir como «piezas de museo»o como subproductos de estructuras y relaciones de dominación.Por tanto, no existe mayor desarrollo de reexión formal sobreideas políticas elaboradas en lógicas de desviación o marginali-dad, ni tampoco un análisis sobre la performatividad diferencialde distintas tradiciones de pensamiento político chileno. De talsuerte, el estudio del pensamiento político y la historia de las ideasconstituirían áreas de investigación «jurásicas», las que generan

    en el presente solo una atención ingenua de parte del clero en lasciencias sociales.

    Recuerdo por el contrario, algunos trabajos que han ejercidouna inuencia determinante en mi investigación, haciendo posibleuna comprensión mas profunda de la importancia del pensamiento

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    17/325

    M M

    para el estudio de las estructuras de poder; especialmente el librode Norbert Lechner La conictiva y nunca acabada construccióndel orden deseado3. De estas lecturas extraje algunas ideas muy

    generales que me han resultado provocadoras para mi entradaa estos problemas: i) sugerir que para construir un determinadoorden político es necesario pensarlo o imaginarlo previamente y ii)entender que es posible establecer «puentes» entre la producciónde conocimiento y la toma de decisiones que fortalecen las basesde la democracia.

    En segundo lugar, examinar la relación entre el trabajo de losintelectuales y el ejercicio del poder permite comprender algunasclaves del inmovilismo institucional y la ausencia de sentido his-tórico para el desarrollo colectivo de nuestra sociedad desde larecuperación de la democracia en 1990. ¿En qué medida es posibleexplicar las continuidades pre y post 1990 sobre la base de lasconvergencias de trayectorias profesionales en el ámbito de losexpertos y los altos cargos en el poder ejecutivo? ¿Existe capturade ministerios, áreas de política o temas públicos por parte dedeterminadas profesiones? Al mismo tiempo, reabrir esta reexióntambién contribuye al debate sobre las alternativas posibles decambio político y social en nuestro país, más allá de los eslóganesde la comunicación y el marketing político. ¿Qué profesiones y quésaberes inuyeron sobre las lógicas decisionales de los Gobiernosde la Concertación? El minimalismo de los mapas cognitivos delos transitólogos chilenos no solo bloqueó la entrada de temasen la agenda de la transición (.. y modelo Económico), sinoque del mismo modo, acarreó una mayor dicultad para generarexpresiones efectivas de pluralismo y superar el diseño elitista-consociativo del proceso político. Consolidada la transición, noquedó más que aceptar el predominio de la comunicación políticao, como diría Antonio Cortés Terzi, el imperio de la «encuestola-tría» abocada a denir aquellos temas y estándares para evaluar

    la gestión de las autoridades públicas. «La gestión es la muertede la política» y se podría señalar algo semejante respecto de lasencuestas. Adam Przeworski en un reciente libro ha señalado

    3  Lechner, Norbert. La conictiva y nunca acabada construcción del ordend d S i 1984

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    18/325

    P

    acerca de este vacío normativo o aspiracional en las democraciasde postransición:

    Argentina, Brasil, Chile, Grecia y Uruguay tenían Go-

    biernos militares brutales; en España y Portugal, regímenesautoritarios seguían asesinando gente (…). En consecuenciacuando un grupo de estudiosos, muchos de ellos activistaspor la democracia en sus respectivos países, se reunió en elWilson Center en Washington, en 1979, con el propósitode analizar y buscar estrategias para detener esa barbarie,pensábamos en términos de «transición desde», es decir,desde el autoritarismo, y no «hacia» algo. La democracia

    era todo lo que no nos gustaba del autoritarismo. Por lotanto, estudiamos transiciones sin plantearnos preguntasacerca de esta (la democracia).4 

    Asimismo, es necesario volver a discutir sobre conocimientoy poder, porque permite cuestionar el estatus disciplinario de lahistoria política y la ciencia política frente a los asuntos públicos.No pretendo disimular la nota polémica de este propósito, pero

    luego de múltiples conversaciones con intelectuales opositores delos años más oscuros de la dictadura chilena, tengo la impresiónde que la fórmula de la institucionalización disciplinar como si-nónimo del academicismo podría tener efectos paradojales. Sobretodo si este academicismo es el camino único para el desarrollode las ciencias sociales y, a la postre, termina alejando a estossaberes de la problematización y análisis de los asuntos de fondo

    en nuestro país. Pienso, en especial, en el presente de la cienciapolítica en Chile y su peligrosa estrategia de institucionalizacióndisciplinar que combina una alta sosticación metodológica y unaevidente pobreza conceptual. En lo personal, me resulta llamativoque aquella ciencia política embrionaria de los años 70 y 80 hayaconseguido un alto nivel de inuencia en el proceso político y, sinembargo, en la actualidad esta misma disciplina sea escazamente

    consultada para dar respuesta a los desafíos que enfrenta el paísen política pública. Otro tanto ocurre si se observan los procesosde reclutamiento en el personal gubernamental y se le compara

    4  Przeworski, Adam. Qué esperar de la democracia. Límites y posibilidadesd l bi Si l 2010 B Ai 27

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    19/325

    M M

    con los primeros años del retorno a la democracia. ¿Falta derenovación en el clero disciplinar? ¿Pérdida de propósito de lasciencias sociales una vez agotada la transición? Lo cierto es que

    la reclusión del clero en los claustros universitarios podría serdisfuncional para el desarrollo de estos saberes y un factor dedesencuentro con los asuntos públicos; todo ello en un momentoen el que las universidades chilenas se encuentran severamenteinterrogadas por su misión. La expansión explosiva de los progra-mas de pregrado en estas áreas del conocimiento no dice muchorespecto de la institucionalización, profesionalización y calidadde la contribución de estos saberes.

    Sin embargo, nuestras motivaciones mas importantantesguardan relación con aspectos de contenido en el desarrollo de lasciencias sociales. Hacia inicios de los '90 Timothy Scully5, TomásMoulián6 y Manuel Antonio Garretón7 trataban de comparar loselementos que diferenciaban el sistema político chileno de pre yposdictadura. Posiblemente uno de los diagnósticos más compar-tidos en los años iniciales de la nueva democracia consistió en quela nueva conguración política, no implicaba, ni total continuidad,ni total ruptura con el orden precedente y se caracterizaba por unfenómeno de metamorfoseo de los actores políticos, de sus códigosde intercambio y de su dimensión aspiracional. Bajo la hipótesisde la diferenciación del sistema político de pre y posdictadura,Tomás Moulián, hacia mediados de la década de 1990, elaboróla noción del «encierro institucional» que intentaba explicar lareducción de historicidad de la nueva democracia:

    En el caso chileno la reproductibilidad (mantención conpequeños cambios de la política económica del gobiernomilitar) necesitaba de esa apariencia que era el consenso.Esto porque el cálculo político estaba determinado porlas restricciones institucionales existentes, para decidir

    5  Scully, Timothy. «La reconstrucción de la política de partidos en Chile». EnScully, Timothy y Mainwaring, Scott. La construcción de las institucionesdemocráticas. . 1996. Santiago de Chile.

    6  Moulián, Tomás. Chile Actual: anatomía de un mito. Lom. 1997. Santiago.7  Garretón, Manuel Antonio. La redemocratización política en Chile. Transi-

    ción, Inauguración y Evolución. Revista Estudios Públicos, No. 42, Otoño1991 S i

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    20/325

    P

    cualquier cambio que necesitara legalización. Esa situaciónde bloqueo era la resultante del encierro institucional ,de haber negociado la entrada en una  jaula de hierro, loque restringía absolutamente el campo de la historicidad.

    Como no había otra opción que la reproductibilidad eranecesario organizar esa operación de simulación que fue elconsenso. Digo simulación porque la nocion de consensoestaba destinada a conseguir, por parte de los trabajadoresy de la izquierda, la aceptación de la política de cambiosmínimos como si fueran un sacricio de la reinauguraciondemocrática, como una especie de tributo temporal . Perono era así. En el futuro, todo hace presagiar, que tampocoserá posible negociar reestructuraciones de las relacionescapital-trabajo. Operará la ley de hierro de la disputa porla competitividad, tal como es interpretada por los empre-sarios, el nuevo sujeto de la historia.8 

    De modo tal, este libro se propone dar cuenta de algunos deestos rasgos diferenciadores de la política chilena que se gestan desdela transición a la democracia y perduran en algunos casos hasta hoy.

    Estas nuevas tendencias observadas en los últimos veinticinco años,visibilizan la complejidad de la construcción del régimen político yde sus mecanismos de gestación y mantenimiento.

    Nuestro supuesto base es que el régimen autoritario y latransición fueron, en cierto sentido, gatilladoras de imaginaciónpolítica como factor que reorganizó los clivajes históricos y adaptóa los actores políticos a las nuevas condiciones. Esta mirada per-

    mite construir una opinión más comprensiva de la racionalidadde los actores del período que la típica distinción entre «duros» y«blandos» dominante en la literatura politológica institucionalista.En algunos casos, esta imaginación fue el resultado del deseo deprolongar el orden que creó la dictadura más allá de la vigenciade su régimen, bajo una creciente presión de la sociedad civil y lacomunidad internacional. En otros casos, la imaginación y la ca-

    pacidad de reinvención, se generó como resultado de la necesidadde huir de la brutalidad de la represión, de organizar la resistenciao de propiciar las condiciones ideológicas, estratégicas, orgánicasy culturales para recuperar la democracia. La experiencia del

    8 M liá T á O Ci 40 41

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    21/325

    M M

    exilio y los vínculos cosmopolitas de sectores de la oposición aPinochet también tuvo efectos profundos en los giros adaptati-vos del pensamiento del Partido Socialista y en las innovaciones

    orgánicas y estratégicas desarrolladas por la izquierda reformistachilena. Entre otros actores, la imaginación política se manifestódiseñando los caminos para recuperar la democracia sin legitimarlas reglas del juego implantadas por Pinochet. Como se podráentender, dependiendo de la situación de cada actor, esta imagi-nación política poseyó un carácter «fundacional», en otros casosun carácter «adaptativo» y en otros, la imaginación se manifestócomo puro pensamiento «contraadaptativo». Se podrá observaren este libro que un propósito del compilador ha sido analizar, enamplio espectro, los usos políticos del conocimiento, incluyendo eneste análisis a actores ligados al régimen autoritario en su calidadde instaladores de las directrices del modelo o «guardianes delorden», posiciones que permiten poner en perspectiva los proce-sos adaptativos y contraadaptativos en el mundo de la izquierdadurante los años 80.

    Carlos Altamirano, a la sazón, uno de los intelectuales queimpulsó la renovación socialista, recuerda de la siguiente manerasu experiencia del exilio y los fundamentos para la adaptación enla izquierda chilena:

    Para nosotros, la crisis comenzó antes de la caída delMuro de Berlín (lo nuestro fue en 1979), y se materializó

    con nuestra mudanza material, geográca y simbólica desdeel grisáceo Berlín comunista hasta el brillante Berlín social-demócrata (donde nos protegía Mitterrand) y el laboriosoRotterdam, socialdemócrata también (donde los holandesesnos habían instalado un centro de estudios). Tomandocomo eje París, por tanto, comencé a ensanchar mi vaga-bundaje político y mi seguidilla de diálogos reexivos conlos líderes del mundo moderno».9 (…) Estando todavía enAlemania, y viendo lo que ocurría allí –y en general detrásde la Cortina de Hierro– con el comunismo, llegamos alconvencimiento, junto con otros camaradas, de que no eraposible que el Partido Socialista continuara sosteniendo

    9  Salazar, Gabriel. Conversaciones con Carlos Altamirano. Random HouseM d d i S i 2010 408

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    22/325

    P

    una alianza única y preferencial con el Partido Comunistachileno, y que, además, nos deniéramos como partido mar-xista-leninista. Esa denición nos convertía en un partidocomunista más, lo que borroneaba por completo nuestras

    deniciones propias y originarias, con el agregado de queella nos amarraba, por un lado, al violentismo implícitoen el concepto (sovietizado) de dictadura del proletariado,y por otro, el paternalismo político de la Unión Soviética.El partido socialista –recordemos– había repudiado lainvasión soviética a Hungría, a Checoslovaquia, habíasimpatizado con la posición de Tito en Yugoslavia y hastacon la de Chou En-lai en China (…) ¿Cómo compaginaresas decisiones espontáneas de nuestra gente con nuestracreciente dependencia del bloque soviético? (…) Eso diolugar a intensas discusiones al interior de nuestro ComitéCentral, sobre todo con el grupo encabezado por mi ami-go Clodomiro Almeyda, un viejo marxista – leninista queestaba convencido en ese tiempo de que la Unión Sovié-tica y el movimiento comunista internacional continuaríaavanzando hasta triunfar sobre el capitalismo occidental.El pilar de apoyo estratégico de la unidad mundial para él,

    era la Unión Soviética, más que las fuerzas sociales y popu-lares de cada país. (…) Para nosotros, en cambio, la formadictatorial, visible entonces en todo el mundo comunista,revelaba que el socialismo real no está transformando ensustancia la sociedad, sino repitiendo algunos de los peoresvicios políticos del capitalismo occidental, sobre todo en eltercer mundo, donde abundaban las dictaduras.10 

    En consecuencia, el nombre de Extraños en la noche para estelibro recoge algo de la metáfora de Catacumbas de GuillermoO’Donnell11 en el sentido de revelar las precarias condiciones deltrabajo intelectual durante las dictaduras latinoamericanas, enla clandestinidad y en la resistencia frente a la represión. En estepunto, la paradojal combinación de represión y alta producción delas ciencias sociales es un rasgo común para Chile y Argentina. Lo

    que O’Donnell llamó catacumbas consistió en espacios formalese informales donde fue posible la producción intelectual; siendosu expresión más visible, la plataforma de Centros de Estudio con

    10  Ibíd., p. 405.11 O’D ll G ill C b P B Ai 2008

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    23/325

    M M

    nanciamiento internacional, articulados en redes de cooperacióna lo largo y ancho de América. Los casos más conocidos de estared de centros fueron el Wilson Center for Scholars (),

    (México, Chile y Argentina), (Chile), (Chile), (Chile), (Argentina), (Argentina) y (Brasil).Algunos de los «intelectuales-activistas» que pertenecieron a estared y que resultaron más inuyentes fueron: Manuel AntonioGarretón, Norbert Lechner, Ángel Flissch, José Joaquín Brun-ner, Eugenio Tironi, Guillermo O’Donnell, Marcelo Cavarozzi,Óscar Oszlak, Fernando Henrique Cardoso y el español LudolfoParamio, entre otros. Así, la condición de extraños estuvo dadapor el desgarramiento de los roles, vínculos, referentes y discursospreexistentes entre intelectuales y políticos profesionales, para darpaso a una política compleja y, en cierto sentido, bastarda, parado-jal y con lealtades circunscritas a necesidades de la coyuntura. Losactores, las relaciones y estructuras políticas irremediablementedejaron de ser lo que habían sido.

    A más de 20 años de recuperada la democracia en Chile,nuestra sociedad se percibe organizada mediante relacionesnaturalizadas, el cambio estructural es considerado por ampliossectores como una idea delirante, la política es controlada mono-pólicamente por la economía y la ciencia política es colonizadapor la ciencia económica, existe una nueva intelectualidad queno puede o no quiere (o ambas cosas) cuestionar el statu quo.Pensadores que huyen de cualquier posibilidad de «inación ideo-lógica», comprometidos con la sociedad de mercado, «expertosde palacio» con demasiados intereses creados y espacios institu-cionales divorciados de los asuntos públicos. La política en Chilese ha transformado en un campo plagado de extraños con susparadojas: rupturas de lugares, roles, valores, relatos y proyectos;nuevas síntesis ideológicas con pretensiones hegemónicas que hananiquilado no solo las formas orgánicas de la política partidista,

    sino más grave aún, sus referentes de signicado y las claves quehacen posible una representación compartida de la sociedad. Valedecir, existen extraños, porque hemos dejado de reconocernos enun solo «juego» a pesar de nuestras convergencias derivadas delas necesidades de la acción Lo que conere su extrañeza a los

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    24/325

    P

    sujetos, es el lugar de los agentes en el mercado de los intercam-bios simbólicos (vale decir, su posición), los valores atribuidos alos intercambios simbólicos (vale decir, los signicados sociales)

    y la forma de constitución de los proyectos históricos (o sea, lasconvergencias y articulaciones hegemónicas).Por otra parte, a «la noche» del disciplinamiento implemen-

    tado por la dictadura sobre políticos e intelectuales provistos depensamiento contraadaptativo durante los años 60 y 70 le siguela oscuridad derivada de la sobreadaptación concertacionista du-rante la década de 1990. Sobreadaptación que ha hecho posible, alfragor de la polémica política, hablar de un «partido transversal».Hablamos en consecuencia de «la noche» como metáfora en undoble sentido: por un lado, equivale a la pura represión; por otro,a la ausencia de alternativas de pensamiento capaces de modelarlas prácticas y darle sentido histórico al proceso político. En ambassituaciones supone la expansión de la incertidumbre como expe-riencia vital, la falta de control racional sobre el proceso históricoy una fuerte tendencia a producir «pensamiento único».

    Como se podrá apreciar, en cierto sentido, este libro colectivoes una expresión de decepción y malestar frente a la democraciachilena recuperada en 1990. Extensivamente, es parte de una pre-ocupación más general de la ciencia política sobre los resultadosy el desempeño institucional de las democracias contemporáneas.Respecto de estos puntos Adam Przeworski sostiene:

    El advenimiento de la democracia generó, inevitabley repetidamente, el desencanto. O’Donnell pintó el verdeprado de la democracia de todos colores, hasta el marrón:la democracia es compatible con la desigualdad, la irracio-nalidad, la injusticia, la aplicación particularista de las leyes,la mentira, la ofuscación, un estilo policial tecnocrático eincluso una dosis considerable de violencia arbitraria. Lavida cotidiana de la política democrática no es un espec-

    táculo que inspire admiración: una serie interminable depeleas por ambiciones mezquinas, una retórica pensadapara ocultar y mentir, conexiones oscuras entre el poder yel dinero, leyes que ni siquiera aspiran a la justicia, políticasque refuerzan el privilegio. No es ninguna sorpresa, por lotanto, que después de seguir la liberalización, la transición

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    25/325

    M M

    y la consolidación, hayamos descubierto que hay algo quemejorar: la democracia.12 

    Pero, por sobre todo lo anterior, este libro constituye una ma-nifestación de esperanza y no disimula su pretensión fundacional.A la tarea de analizar signicados, posiciones y articulaciones seagrega el propósito de constituir un primer esfuerzo por analizarcolectiva e interdisciplinariamente el problema de la transicióny la democracia chilena posterior a partir de sus fundamentosintelectuales. Constituye un propósito deliberado reunir a histo-riadores, economistas y cientistas políticos en torno a una temática

    común, a saber: el papel de los intelectuales y los usos políticosdel conocimiento en la transición desde el régimen autoritariohasta nes de los gobiernos concertacionistas. Suponemos que lacomplejidad y extensión del tema justica la convergencia inter-disciplinar, pero además, sostenemos que a través de este esfuerzocontribuiremos a desarrollar una historia politizada y con mayorinterés por la genética institucional. Asimismo, creemos que la

    reunión de especialistas de diferentes orígenes disciplinarios per-mitirá sentar los cimientos de una ciencia política con una fuertebase histórica y perspectiva de largo plazo. La convergencia de unahistoria politizada y una ciencia política historizada esperamoscatalice nuevas formas de hacer estudios políticos apoyados en unaperspectiva, a la vez, crítica e institucional y con alto compromisocon los asuntos públicos.

    Hemos organizado este trabajo en cuatro secciones, partiendopor una primera con interés metodológico para continuar conla revisión de tres posiciones que, a nuestro parecer, denen laproducción de conocimiento de las ciencias sociales y sus usospolíticos en Chile en el período 1980 a 2010. Nuestro criterio hasido agrupar los artículos (para el caso de las tres últimas seccio-nes) de acuerdo al grado de performatividad (capacidad de las

    ideas de inuir sobre las prácticas) de los procesos de producciónde conocimiento en cada caso, siguiendo una escala de mayor amenor performatividad. Para el presente estudio, consideramoscomo un primer uso político del conocimiento, la producción

    12 P ki Ad Ó i 27 28

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    26/325

    P

    intelectual de actores ligados con la implantación de un nuevoorden político, económico y social en Chile durante la dictadurade Pinochet. Se trata de aquellos actores que le coneren al ré-

    gimen autoritario su carácter fundacional. Un segundo uso polí-tico del conocimiento estaría representado por el trabajo de losintelectuales que consiguen el desplazamiento convergente haciaposiciones reformistas, tanto de la Democracia Cristiana, comode la izquierda chilena denida como marxista-leninista durantelos años 60 y 70. La tercera posición que dene un uso político yperformativo del conocimiento en las últimas décadas, conciernea la producción de pensamiento de actores de izquierda que seplantean en una lógica contraadaptativa frente al proceso de con-vergencia que hace posible la transición chilena. El estudio de estastres subjetividades, ciertamente, constituye una simplicación dela diversidad y riqueza de la reexión político-intelectual en Chileen el período 1980 a 2010, sin embargo, nos parece que permite,al menos, iniciar el camino para una reconstrucción de las basesconceptuales o ideológicas del «modelo chileno».

    En concordancia con lo anterior, la primera parte de estelibro, primordialmente metodológica, entrega elementos para ladenición de nuevos programas de investigación vinculados altema que nos ocupa. El trabajo de Alfredo Joignant, reconstruyeel estado del arte para el estudio de las élites, proponiendo unabordaje interdisciplinario y centrado en lo que llama –siguiendola tradición académica francesa– «ciencias del gobierno». Por suparte, Alfonso Dingemans analiza los niveles de dogmatismo ypragmatismo en las políticas públicas durante el período 1990 a2010. A juicio de este autor, las políticas públicas en los gobiernosde la Concertación se habrían caracterizado por altos niveles dedogmatismo, entendido como «rigidez teórica o ideológica» enlas fases de evaluación e introducción de ajustes.

    La segunda parte, muestra algunas claves de actores estraté-

    gicos que resultaron decisivos durante la transición en la tareade imponer nuevas reglas del juego y producir acatamiento entorno a ellas. Se trata, en este caso, de los actores que cumplen unpapel fundacional o contralor frente al modelo político chileno.El artículo de Pablo Rubio explora el aporte intelectual de Jaime

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    27/325

    M M

    Guzmán en el diseño de la transición chilena, destacándose sugradual aceptación de la democracia y su desplazamiento hacia unpensamiento de corte pragmático. En el estudio de Rolando Álva-

    rez se analiza el rol jugado por el gran empresariado en el retornoa la democracia y durante los primeros gobiernos de la Concerta-ción. Este autor se centra en tres aspectos que denen el carácterdel empresariado chileno entre 1990 y 2000: la descripción de suestructura y composición, el análisis de sus imaginarios políticosy su posicionamiento como actor institucional; aspectos tales queinhabilitan el concepto de «poder fáctico» asociado usualmenteal estudio de la función política de las élites económicas.

    Luego, en la tercera sección del libro, se analizan, desde di-ferentes ángulos, las condiciones históricas e institucionales parael surgimiento y la evolución del pensamiento concertacionista.El principal rasgo de este pensamiento que se encuentra en losorígenes de la oposición reformista a la dictadura consiste ensu lógica adaptativa. El artículo de Marcelo Mella analiza lasclaves del pensamiento concertacionista en su matriz originalidenticando como rasgos centrales de este: la revalorización dela democracia como objetivo de la acción política, las argumen-taciones estratégicas a favor de la convergencia y la concertaciónsocial, los diseños para constituir un «bloque por los cambios» yla elección de estrategias para búsqueda de un apoyo mayoritariopara el proyecto de la oposición reformista. El trabajo de CristinaMoyano referido a la producción de los intelectuales enSUR (integrado por intelectuales del Garretón) y (integrado por intelectuales del Obrero Campesino) cuyosejes temáticos se concentraron en analizar los efectos del golpede Estado, las transformaciones socio-políticas generadas por ladictadura, así como las opciones para la transición a la democracia.Por su parte, el trabajo de Bernardo Navarrete y Giovanna Gómez,aborda la evolución de los Centros de Pensamiento ligados a la

    Democracia Cristiana, concentrándose sobre todo en tres organi-zaciones; Corporación de Promoción Universitaria (), InstitutoChileno de Estudios Humanísticos (), Centro de Estudiospara el Desarrollo () y Corporación Ambiental Sur ().

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    28/325

    P

    Finalmente, en la cuarta parte del libro se abordarán algunasclaves del pensamiento contraadaptativo elaborado por aquellaparte de la izquierda chilena que durante el régimen autoritario

    adhirió a las tesis insurreccionales o a formas alternativas depolitización y lucha social. El artículo de Augusto Samaniegoreconstruye el debate político-estratégico del Partido Comunistaen la coyuntura del plebiscito de 1988, proyectando las leccionesde aquella coyuntura a los desafíos del momento actual. El artí-culo que cierra este volumen corresponde a Mario Garcés, quienexamina el origen, el campo de acción y los contenidos elaboradospor la Educación y Comunicaciones (), organizaciónorientada a potenciar procesos de rearticulación política en elmovimiento popular chileno a comienzos de la década de 1980.

    Como ocurre habitualmente, este libro solo es una expresiónacotada de un deseo más amplio del compilador orientado apensar con autonomía y compromiso el carácter de nuestra po-lítica, los fundamentos del orden social y la función de nuestroscampos de estudio disciplinares. En este plano debo agradeceral Departamento de Historia de la Universidad de Santiago porpermitirme trabajar en este tema con libertad y siempre en unambiente de camaradería y colaboración académica. Tambiénagradezco el apoyo de la Vicerrectoría de Investigación de lamisma Universidad por hacer posible la reunión de académicoscontenida en este libro en relación a asuntos de importancia parael futuro desarrollo de la historia, la ciencia política y las cienciassociales de nuestro país en general. Mis agradecimientos a EnriqueCorrea, Ángel Flissch y a Edgardo Boeninger (....) por sugentileza y apertura al brindarme tiempo para aclarar mis dudasen varias entrevistas que serán explotadas plenamente en próximostrabajos. En el mismo plano, quiero destacar la colaboración delos profesores argentinos Óscar Oszlack y Guillermo O’Donnellpor permitirme a través de generosas conversaciones en Buenos

    Aires una mejor compresión acerca del rol de los intelectuales enlos procesos transicionales latinoamericanos. En ningún caso, estelibro logra utilizar toda la información generada durante estostres años de investigación, sin embargo, nos parece que constitu-ye una aproximación inicial oportuna y necesaria al tema de la

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    29/325

    M M

    construcción intelectual del sistema político y los usos políticosdel conocimiento en Chile contemporáneo. A Alfredo Joignant leagradezco su permanente interés por mi trabajo y su disposición

    para permitirme participar como investigador asociado en elproyecto «Étatisation et professionnalisation du politiqueen France et au Chili, XIXème et XXème siècles». Mi aprecio alos colegas que acogieron el llamado para participar en este librocoral sin más guión previo que analizar las raíces conceptuales ointelectuales de nuestro sistema político con apertura y construirpuentes para el diálogo entre disciplinas y enfoques diversos. Ami amigo y colega Alejandro Olivares por su dedicación para leery releer este material y hacerme llegar siempre valiosas sugeren-cias. Agradezco también a mis ayudantes Loreto Massicot, GreyParraguez, Cristián Piña, Gonzalo Parra, Valeria Castillo, JavieraAvello y Camila Berríos, quienes participaron en la fase inicialde mi proyecto sobre la contribución de los Centros AcadémicosIndependientes en la transición chilena. A mis estudiantes del cursode Ciencia Política que imparto todos los años en la Universidadde Santiago de Chile para las carreras de Historia y Estudios In-ternacionales por mostrar aprecio y lucidez frente a estos temasque se han convertido con el tiempo también en mis obsesiones.Finalmente, en forma especial, quiero hacer llegar toda mi grati-tud y cariño a mi familia; a mi mujer Cecilia y a mis hijos Sofía,Diego y Camila, por aquellos días robados, por su alegría a todaprueba y por su tolerancia innita.

    M. M.

    Pichilemu, enero de 2011.

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    30/325

    I. P

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    31/325

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    32/325

    E :

    E :

    Alfredo Joignant RondónEscuela de Ciencia Política

    Universidad Diego Portales

    1. I

    ¿Quiénes nos gobiernan? Con esta simple pregunta podría resu-

    mirse el principal argumento de las investigaciones fundadorasde este campo de estudio, a nes del siglo y comienzos del .Es Pareto (1991 [1901]) quien consagra el uso sistemático de lanoción de «élite», compuesta por individuos excepcionales cuyoanálisis se logra a partir de algo parecido a una sociología de lasaptitudes, lo que equivale a señalar que se trata de un grupo for-mado por los miembros superiores de una sociedad. Es en virtud

    de este trasfondo de cualidades que tiene lugar la «circulaciónde las élites», la que según Pareto permite que individuos prove-nientes de las capas inferiores asciendan. El enfoque de Mosca(1939 [1896]) es diferente, en cuanto este autor asimila la élite auna auténtica clase social dominante, cerrada gracias a su modode estructuración, lo que no signica que sea un grupo homogé-neo y denitivamente unicado, al constar de un núcleo interno

    que se expresa en el liderazgo de unos pocos. En cualquier caso,Pareto y Mosca, a quienes cabe sumar a Michels (1971 [1911]) ysu célebre «ley de hierro de la oligarquía», se encontraron en elorigen de la escuela elitista italiana.

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    33/325

    A J R

    Tras estos tres tempranos e inuyentes trabajos, la literaturase dividió entre los autores que enfatizaban la unidad de la éliteen el poder (por ejemplo con Wright Mills, 1956), y aquellos que

    evidenciaban a escala local su diversidad, como por ejemplo conel análisis histórico de Dahl (1961) de los grupos dirigentes de laciudad de New Haven. Era el nacimiento de la duradera rivalidadde dos tradiciones de estudio: las escuelas unitaria y pluralista.

    Desde entonces, la literatura cientíca se ha interesado de di-versos modos en las «élites», ensayando distintas denominaciones(«clase política», «clase dirigente», «tecnocracia», «burocracia

    política», etc.). Desde los estudios empíricos sobre el personalgubernamental, hasta la investigación acerca de grupos dirigentesespecícos (empresarios, militares, dirigentes partidarios, etc.) y delas redes que estos componen, pasando por una reexión sobre lasformas de experticia (Lascoumes, 2002; Nowotny, 2000; Collinsy Evans, 2002; Turner, 2001) de grupos particulares de individuosque reivindican conocimientos escasos y valorados (cientícos,

    profesiones particulares, etc.), la investigación muestra cómo losrecursos de estos grupos les permite incidir decisivamente sobrelas instituciones públicas o privadas, y, en primer lugar, sobre laconducción de los Estados o de sus políticas.

    En Chile, la escasa literatura disponible sobre las élites ha sidoel fruto de los historiadores, esencialmente mediante el empleo demetodologías biográcas y prosopográcas (destinadas a construir

    biografías «estructurales» o «colectivas» de grupos especícos:Levi, 1989; Daviet-Vincent, 2004; Dézalay y Garth, 2006, p. 312)a propósito de individuos notables (De Ramón, 1999); sobre elempresariado católico (Thumala, 2008); y más recientemente dehistoriadores y cientistas políticos interesados en caracterizar elpersonal político y parlamentario (Gazmuri, 2001; Joignant yNavia, 2003 y 2007; Cordero, 2005).

    La literatura internacional más interesante e inuyente sobreélites de los últimos 20 años se ha concentrado en cuatro grandestópicos, algunos de los cuales han sido parcialmente abordados en

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    34/325

    E :

    Chile, o tomando a determinados grupos elitarios chilenos comoobjeto de estudio.

    . L

    Un primer conjunto de estudios, liderado por sociólogos, es aquelque se aboca a poner en evidencia las determinaciones sociales queoperan sobre las élites gubernamentales, lo que explica la necesidadde recopilar la mayor información posible sobre los orígenes sociales,

    educativos, la posición social, los capitales, las trayectorias políticas yprofesionales, así como acerca de las «anidades electivas» (Weber)que prevalecen entre los individuos. Tras la duradera inuencia dePierre Bourdieu (1979, 1980 y 1989), son numerosos los estudiosfranceses longitudinales que ensayan esta estrategia de investigación(Gaxie, 1983; Mathiot y Sawicki, 1999a y 1999b), bajo el supuestoque la hipotética homogeneidad social de los miembros de la élite

    gubernamental explica –más allá de las divergencias políticas– las«anidades ideológicas», las «convergencias programáticas» y «loslímites de las rivalidades internas» (Gaxie, 1983, p. 456), en virtudde una «mano invisible de la competencia política» (Gaxie, 1983,p. 445). Reriéndose al destino gubernamental de muchos de losalumnos que salieron de la École nationale d’administration ()y del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po), Garrigou

    (2001, p. 77) señala en el mismo orden de ideas:

    La parte muy importante de alumnos provenientes delas clases superiores conrma que no son competenciasespecializadas las que se adquieren mediante el aprendizajeescolar, sino más bien títulos de legitimidad, un diploma yun concurso parcialmente ganado con cualidades de vir-tuosismo social. El capital (escolar) va al capital (social), y

    las especies de capital se conrman recíprocamente.

    En una parecida línea de investigación se inserta el importanteenfoque metodológico de Kadushin (1995) a propósito de la élitenanciera francesa, quien aboga por explicaciones más «estruc-

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    35/325

    A J R

    turales» que «individualistas» (p. 205), a partir de un análisis de«la amistad, la parentela y otros círculos sociales equivalentes» endonde se tejen las redes de conanza (p. 219). Al nal del camino,

    Kadushin logra identicar, a partir de una muestra de entrevistasa 67 personas, el «núcleo interno elitario» (inner circle) de estaélite (p. 204), esto es el pequeño grupo de personas en el que seconcentran todas las miradas y el poder nanciero.

    Muy distinta es la estrategia de investigación dominante enla ciencia política anglosajona, más interesada por comprender larelación entre tipos de élites («pluralistas», «totalitarias o ideoló-

    gicamente unicadas» y «divididas») y estabilidad política (Higleyy Burton, 1989; Higley y Pakulski, 2000; Suleiman y Mendras,1995; Xiao, 2003), concluyendo a partir de un enfoque comparadode las élites transicionales en los países de Europa del Este que«la condición sine qua non de un régimen democrático sólido» esla «unidad en la diversidad» de sus cúpulas gobernantes (Higleyy Pakulski, 2000, p. 657). Los autores sustentan esta conclusiónanalizando tanto los modos de competencia entre las élites comolas formas de circulación de las mismas, sin que sea necesariodisponer de información acerca de las características sociales desus miembros, dado que el énfasis recae en los intereses en disputa,en los «juegos de poder» entre los diversos actores elitarios y enla estabilidad de las instituciones gubernamentales.

    Finalmente, cabe destacar dos levantamientos de la literaturasobre este tema con especial énfasis en las diferencias que separanla investigación francesa de la norteamericana (Genieys, 2005 y2006), así como los estudios descriptivos del comportamientotolerante o intolerante de élites parlamentarias (Sullivan, Walshet ál., 1993), o autoritario de las élites gubernamentales, empre-sariales y de los medios de comunicación en países especícos,incluyendo a Chile (Stevens, Bishin y Barr, 2006).

    . L :

    Existe una importante literatura, monográca y comparada,que destaca el papel protagónico que han terminado por des

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    36/325

    E :

    empeñar los economistas en la conducción gubernamental delos países. Para esta literatura, la explicación no reside tanto enla ecacia intrínseca de las ideas económicas pro mercado y de

    las consiguientes razones de economía política (para una expli-cación de este tipo respecto de las reformas en América Latina,ver Rodrik, 1996; según Denord, 2002, p. 9, el éxito de las ideasneoliberales «no debe mucho a la sola fuerza de las ideas puras»;para un análisis de los determinantes institucionales, ver Biglaisery Brown, 2005), sino más bien en un patrón general que conducea los economistas a transitar desde las funciones de consejería delpríncipe al desempeño en posiciones centrales del poder guberna-mental. Naturalmente, no todos los países exhiben una idénticahegemonía de los economistas en el poder, diferencias que se ex-plican por el peso de las historias nacionales, la robustez de otrasprofesiones rivales (los juristas por ejemplo) y la profundidad delas conexiones con los pares que cultivan la economía matemáticaque triunfa en los Estados Unidos (Dézalay y Garth, 2002; paraun análisis de la difícil penetración de los economistas y del neo-liberalismo en Filipinas, India, Corea e Indonesia, ver Dézalay yGarth, 2006; y sobre el contraste con el papel desempeñado porlos juristas en Filipinas e Indonesia, ver Dézalay y Garth, 2008;para una crítica clásica de la retórica económica desde la propiadisciplina, McCloskey, 1983).

    Chile se transformó tempranamente en un caso de estudio,

    dada la documentada importancia que desempeñaron los espe-cialistas en las modernizaciones emprendidas bajo la dictadurade Pinochet, todos ellos formados en las principales universidadesnorteamericanas. A este respecto, destaca el trabajo de Valdés(1995) sobre los Chicago Boys, así como los de Silva (1991),Biglaiser (2002), Aslanbeigui y Montecinos (1998) y Fourcade-Gourinchas y Babb (2002), quienes se interesan en los modos de

    adquisición de una «jurisdicción intelectual» (Markoff y Monteci-nos, 1993, p. 58), en las políticas de becas y en el apoyo otorgadopor fundaciones y universidades estadounidenses (Aslanbeigui yMontecinos, 1998; Huneeus, 2000, quien preere hablar de «Ode-plan Boys», destacando la comunidad formativa y de experiencias

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    37/325

    A J R

    políticas entre gremialistas y equipo económico; Biglaiser, 2002;para una comparación con el caso brasileño, García, 2005). Elinterés de esta literatura es aún mayor cuando el papel de estos

    expertos latinoamericanos y chilenos es abordado en términoshistóricos, una tarea que es emprendida por Montecinos y Markoff(2001) desde la década del 30 hasta la del 2000, pasando por elperíodo de apogeo del pensamiento cepaliano, quienes muestranel «rol radicalmente cambiante de los economistas profesionales»a lo largo de 70 años: «mientras la crisis de los 30 remodeló laeconomía, la profesión económica remodeló la crisis de los 80»

    (p. 106), al punto de transformarse en «jugadores centrales»,mucho «más integrados a la élite política que sus predecesores»(p. 137). Al nal del camino, estos se transforman en «mánagersde la incertidumbre» (Markoff y Montecinos, 1993, p. 55), estoes una cualidad profesional avalada por credenciales de prestigioy que participa del ascenso de la profesión hasta las posicionesmás encumbradas del Estado y el Gobierno.

    . L , ,

    Es precisamente el análisis de la integración política de loseconomistas y, junto a ellos, de otros cientistas sociales, a lo

    que se aboca la literatura consagrada a un estamento especícode agentes: los denominados «technopols» (Williamson, 1994;Domínguez, 1997), un grupo de actores muy distinto a lo que sesuele entender por «tecnocracia». Mientras esta última puede serdenida como «la dominación administrativa y política de unasociedad por una élite estatal e instituciones aliadas que buscanimponer un único y exclusivo paradigma de política basado en la

    aplicación de técnicas instrumentalmente racionales» (Centeno,1993, p. 314; ver también Silva, 1997; para un análisis históricode la tecnocracia en Chile, Silva, 2006), en virtud de una «ideo-logía del método» (Centeno, 1993, p. 312), los technopols cons-tituyen una variante de la «tecnocracia». En este caso, se trata de

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    38/325

    E :

    individuos que, además de esgrimir credenciales que certican laadquisición de saberes disciplinarios escasos en universidades deprestigio mundial (especialmente en Estados Unidos, en su gran

    mayoría de la Ivy League), poseen una importante inuencia enla vida política y partidaria de sus países, antes de desempeñar-se en funciones ministeriales, y a fortiori presidenciales (paraun análisis de la génesis de este grupo de agentes en Chile, verPuryear, 1994; Mella, 2008; Brunner, 1985; para un examen delas relaciones entre technopols  e «instituciones cognitivas» enChile, Perú y Uruguay, ver Santiso y Whitehead, 2006). Así, «lostechnopols temen mucho menos a la política», ya que para ellos«una política racional no es solo técnicamente correcta, sino tam-bién políticamente duradera» (Domínguez, 1997, p. 7). Cuatroejemplos clásicos de technopols que fueron analizados en el trabajodirigido por Domínguez (1997) son Pedro Aspe (México), Fernan-do Henrique Cardoso (Brasil), Domingo Cavallo (Argentina) yAlejandro Foxley (Chile), tres de ellos ministros y uno Presidentede la República, «quienes ganaron poder gracias a su asociacióncon partidos políticos» (p. 29). Según Montecinos (2001, p. 188),el grupo chileno de technopols habría sido capaz de «eclipsar a lospolíticos tradicionales que no parecían preparados para enfrentarlos desafíos de una nueva era».

    No muy distinto es el enfoque de Hira (2007), quien examinael equipamiento educativo de los gobernantes de varios países delmundo entre 1960 y 2005, concluyendo que «en el mundo endesarrollo ha habido una notable elevación de la economía comobackground  para los líderes en América Latina, África y Asia» (p.326), aun cuando su desempeño –mirado desde los «resultadoseconómicos»– es sumamente desigual. Sin embargo, la literaturamuestra que los technopols pueden también provenir de otrasdisciplinas (sociología, derecho y ciencia política), además de unaparte del propio mundo político que, si bien carece de credenciales

    académicas, logró familiarizarse con los principales debates cien-tícos, con lo cual terminaban compartiendo «el mismo universomental» (Montecinos y Markoff, 2001, p. 138; Garth y Dézalay,2002; Joignant, 2005).

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    39/325

    A J R

    Como se puede apreciar, la literatura tanto sobre élites comoaquella referida a los technopols se centra en las modalidades deadquisición de conocimientos escasos y de sus usos políticos, lo

    que constituye a los individuos, en su relación con la ideas, en laprincipal unidad de análisis. Es así como Dézalay (1995) se intere-só en «el rol de las profesiones en las estrategias de reproducciónde las élites», y en el impacto de la «apertura de las fronteras» enla «reconversión de las élites nacionales en élite transnacional»(p. 336), un programa de investigación que presupone privilegiara los individuos de tal o cual profesión en unidad principal deanálisis (para una crítica al carácter excesivamente caricatural de laglobalización y de las élites transnacionales «americanizadas» porBourdieu, ver Friedman, 2000). Prosiguiendo con dicho programa,Dézalay y Garth (2001) se interrogan sobre las modalidades deimportación de las ideas solicitando la función de intermediacióndesempeñada por un cierto tipo de agente, el que será denominado«élite compradora»: al igual que «los indígenas que servían deintermediarios a los comerciantes coloniales», «los herederos delos notables locales, formados en las escuelas de derecho europeas,desempeñaron un rol similar en el plano político, tanto en Asiacomo en América Latina» (p. 70), y tras ellos los economistaslocales que transitaron por las principales universidades estado-unidenses (para un análisis de las «estrategias de doble juego»,de naturaleza «cosmopolita», que permiten conciliar el interésnacional reivindicando «valores universales», Dézalay, 2004, p. 7).

    Sin embargo, no es posible descuidar el papel de las ideasen la trayectoria que conduce a sus portadores a desempeñarseduraderamente como élites. En tal sentido, no es una casualidadsi las transformaciones de la economía que fueron provocadaspor la Segunda Guerra Mundial permitieron la creación de «he-rramientas económicas mayores», como por ejemplo «el análisisinput -output   de Leontieff, la programación lineal, la teoría dejuegos de von Neuman, los sistemas de contabilidad nacional»(Steiner, 2001, p. 455, nota 11), en el sentido que este instrumentalconstituyó el material sobre el cual se articuló un nuevo pensa-miento económico, y tras él, una nueva generación de economistas

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    40/325

    E :

    con importantes ramicaciones en los países periféricos. Estoobliga a tomar en serio la pregunta acerca del rol de las ideas enla fabricación de políticas, y por tanto respecto de sus modos de

    producción, difusión y circulación.Es a esto que se aboca la revisión de la literatura emprendidapor Dobbin, Simmons y Garrett (2007), quienes abordan las cuatro«teorías rivales de la difusión» (p. 450), y sobre todo por Campbell(2002), quien detecta varios problemas en la investigación cientí-ca. Uno de ellos nos interesa principalmente: ¿en qué consisten«los mecanismos causales mediante los cuales diferentes tipos de

    ideas afectan el policy making » (p. 30), y por tanto sus cultores?El autor identica dos pistas: la primera, escasamente estudiada,es la de los «canales informales», mientras que la segunda, vas-tamente explorada, es la de las «comunidades epistémicas» (p.30) y sus conexiones con el espacio gubernamental productor depolíticas públicas. Según Campbell, la pista de investigación másprometedora y fructífera es comprender «cómo las ideas y losintereses interactúan» (p. 33), con lo cual lo que se arma es quelas ideas importan poco si estas no se concilian o armonizan conlos intereses no solo de quienes las promueven, sino también dequienes las transforman en políticas.

    El estudio de las «comunidades epistémicas», así como la de-nominación, fueron popularizadas por Haas (1992), un autor quelas dene como «una red de profesionales de reconocida experticiay competencia en un ámbito particular», quienes reivindican laautoridad de un «conocimiento relevante de política al interiorde aquel ámbito o área temática», a partir de una «creencia o fecompartida en la verdad y aplicabilidad de formas particularesde conocimiento o de verdades especícas» (p. 3, nota 4). Asíentendidas, las comunidades epistémicas deben ser diferenciadasde las profesiones. A modo de ejemplo, «mientras los economistascomo conjunto constituyen una profesión, los miembros de unsubgrupo particular de economistas», pongamos por caso los ke-ynesianos, «pueden constituir una comunidad epistémica» (p. 19).La relación de estas comunidades con el policy making  se originaen que las «creencias causales» de sus miembros derivan de «su

    áli i d l á ti t ib il t l tit

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    41/325

    A J R

    problemas, y que «sirven entonces como base para dilucidar losmúltiples vínculos entre acciones posibles de política y resultadosdeseados» (p. 3). Lo esencial de este enfoque es que se centra en el

    «proceso a través del cual el consenso es alcanzado al interior deun ámbito dado de experticia, y a través del cual el conocimientoconsensual es difundido y transportado por otros actores», conlo que la principal preocupación se reere a «la inuencia políticaque una comunidad epistémica puede tener en el  policy making  colectivo, más que en el carácter correcto del consejo otorgado»(p. 23). Así, la condición para la inuencia política reside en la«lealtad epistémica» (Maranta et ál., 2003, p. 162) al interior dela comunidad, para desde allí colonizar agencias centrales delGobierno. Según Haas (1992), se trata por lo general de un grupo«relativamente pequeño» de personas, en donde lo importantees «la inltración política de una comunidad epistémica en lasinstituciones de Gobierno» (p. 27).

    La explicación del éxito de las ideas y de los paradigmasasí difundidos no reside tanto en sus características racionalesintrínsecas, sino más bien en su función de «mapas de ruta» queterminan haciendo sentido entre los  policy makers. Es por estarazón que, «lejos de ser puramente cognitivos, los paradigmas soninherentemente normativos y programáticos» (Beland, 2005, p. 8).Si bien la literatura suele privilegiar a los paradigmas económicoscomo ejemplos evidentes de cómo estos circulan e ingresan alespacio del Gobierno, el rol político de las ideas dista mucho decircunscribirse a la economía. En efecto, no es el fruto del azar sila «transitología», entendida como cuerpo coherente de investi-gaciones sobre las transiciones a la democracia por parte de cien-tistas políticos y sociólogos norteamericanos y latinoamericanosa partir de metodologías comparadas y cada vez más inspiradasen el rational choice y la teoría de juegos (O’Donnell y Schmitter,1988; Przeworski, 1991), constituyó el equipamiento intelectual

    que sería posteriormente empleado por los technopols en la re-gión, y sobre todo en Chile (Joignant, 2005): así, la transitologíadevino en «una ciencia de las cosas por venir y de los cambiosinminentes (…), transformándose en una empresa de prediccióndel futuro político» (Santiso 1996 p 48) Este ejemplo al igual

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    42/325

    E :

    que el de las ideas jurídicas y económicas, permite entonces asentarla hipótesis de ideas cientícas que participan de la emergenciade nuevas élites gubernamentales, a partir de usos políticos del

    conocimiento cuya función de legitimación de sus cultores pareceindesmentible.

    . L : « »

    Tras el estudio de los modos de difusión y circulación de lasideas y su contribución a la emergencia de nuevas clases de élitesgubernamentales, incidiendo directa o indirectamente en los policymakers, un nuevo programa de investigación comienza a apareceren la década del 2000: el de las «ciencias del gobierno». Lejos detratarse de una corriente homogénea y unicada, a lo que se aludemediante este programa es a un conjunto de trabajos –de mayoríafranceses– que se interesan en dar cuenta muy en concreto de losusos políticos y gubernamentales de las ideas.

    En tal sentido, se trata de un programa que no solo se com-promete en la génesis de las ideas, sino también en sus usos, en el«cruce de la historia y de la losofía de las ciencias», a partir deun enfoque «resueltamente empirista que apunta a aprehender nosolo matrices cognitivas, sino más bien ‘ideas en acción’, vale decirdispositivos prácticos y usos concretos» (Ihl et ál., 2003, p. 12).Para tal efecto, se privilegia el estudio de los «posibles laborato-

    rios» de estas ideas en acción, en donde no solo se desempeñan lossabios y eruditos: estos laboratorios deben ser entendidos como«lugares y objetos intermedios en donde se entremezclan saber ypoder, cientícos (savants) y gobernantes» (Payre y Vanneuville,2003, p. 198), vale decir espacios híbridos en donde el conocimien-to no solo se emplea para comprender la realidad, sino tambiénpara actuar sobre ella y gobernar en consecuencia. Para gracar el

    argumento, vale la pena detenerse en cómo una pregunta teórica(por ejemplo de la «transitología»), se transforma en una preguntade corte práctico: mientras que la primera se interroga acerca de«las condiciones bajo las cuales los regímenes son susceptibles detornarse más o menos vulnerables ante los desafíos provenientes

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    43/325

    A J R

    de grupos políticos rivales», la segunda indaga sobre «la proba-bilidad que el régimen político titular (incumbent ) en un país Xse derrumbe» (Druckman, 2000, p. 1568). Otro ejemplo es el uso

    gubernamental del New Public Management  (Suleiman, 2003).De lo anterior se puede inferir un «análisis cognitivo de laspolíticas públicas», en donde lo esencial reside en los «juegos deactores» de la más diversa índole, quienes participan colectivay competitivamente en «la construcción de marcos cognitivos ynormativos» de la acción pública (Muller, 2005, p. 155). De estaconstrucción colectiva, de carácter «circular» –en tanto es «almismo tiempo producida por actores y se impone a ellos comoun marco de interpretación del mundo» (p. 161)–, surgirán deter-minadas ideas dominantes, lo que Muller llama «referenciales».Lejos de ser únicamente ideas basadas en razones, algunos refe-renciales triunfan sobre otros en virtud de la confrontación entreintereses, caso típico de una «situación de hiperelección», esto esde una «elección entre opciones que no remiten al mismo espaciode sentido»: por ejemplo, «¿hay que prohibir la publicidad delvino en nombre de imperativos de lucha contra el alcoholismo,o autorizarla en nombre de la preservación del empleo y del pa-trimonio económico rural?» (p. 162). Es inútil señalar que paraambas alternativas existen buenas razones, siempre sustentadasen juicios de expertos. Siendo así, «el campo político es entoncesel único lugar en donde se realiza esta operación de ‘elecciónimposible’» (p. 162), un lugar en donde se confrontan interesesa partir de ideas, lo que signica que «las ideas no existen sinlos intereses (los referenciales expresan la visión del mundo delos grupos dominantes), del mismo modo que los intereses soloexisten en tanto se expresan a través de matrices cognitivas ynormativas que explican el mundo y dicen cómo este debe ser»(p. 170). Es de este modo, por consiguiente, que las ideas van aincidir en los policy makers, y que «ciertas soluciones van a im-

    ponerse a través del proceso de policy making » (p. 169), ya seamediante funciones de experticia, o a través de «mediadores» (p.183), y en todos los casos en virtud de usos gubernamentales delas ideas o de la ciencia.

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    44/325

    E :

    Así, las ideas que son objeto de usos gubernamentales son dela más diversa índole: «nanzas públicas, derecho parlamentario,cartografía, técnicas comerciales, legislación comparada», vale

    decir «las primeras ‘ciencias’ de la acción gubernamental quelos siglos y van a profundizar y especializar poniéndolasal servicio de la burocracia de Estado» (Ihl et ál., 2003, p. 15).Pero también la psiquiatría para tratar las neurosis de guerra enAlemania tras la Primera Guerra Mundial (Kaufmann, 1999), lageografía y la cartografía en tanto saberes que participan de laconstrucción del Estado (Neocleous, 2003), entre tantas otrasformas de conocimiento.

    Lo relevante de este programa de investigación cientíca esque las élites dejan de ser consideradas como grupos de agentesvírgenes de todo contacto con las ideas.

    B

    A, N. y Montecinos, V. (1998). «Foreign Students in U.S.

    Doctoral Programs», The Journal of Economic Perspectives, vol.12, nº 3, pp. 171-182.

    B, D. (2005). «Ideas and Social Policy: an Institutionalist Perspec-tive», Social Policy & Administration, vol. 39, n°1, febrero, pp.1-18.

    B, G. (2002). «The Internationalization of Chicago’s Economicsin Latin America», Economic Development and Cultural Change,vol. 50, nº 2, enero, pp. 269-286.

    ______ y Brown, D. S. (2005). «The Determinants of Economic Liberal-ization in Latin America», Political Research Quarterly, vol. 58,nº 4, diciembre, pp. 671-680.

    B, P. (1979). La distinction. Critique sociale du jugement , París:Minuit.

    ______ (1980). Le sens pratique, París. Minuit.______ (1989). La noblesse d’Etat. Grandes écoles et esprit de corps,

    París: Minuit.B, J. J. (1985). «La participación de los Centros Académicos

    Privados», Estudios públicos, nº 19, invierno, pp. 1-12.C, J. L. (2002).«Ideas, Politics, and Public Policy», Annual

    Review of Sociology, nº 28, pp. 21-38.C, M. Á. (1993). «The New Leviathan: The Dynamics and Limits

    of Technocracy», Theory and Society, nº 22, pp. 307-335.

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    45/325

    A J R

    C, H. M. y Evans, R. (2002). «The Third Wave of Science Studies:Studies of Expertise and Experience», Social Studies of Science,32 (2). abril, pp. 235-296.

    C, R. (2005). «La composición social de la nueva cámara de

    diputados: cambios y continuidades en perspectiva histórica(1961-2010)», Santiago, Documento de trabajo: ICSO-Univer-sidad Diego Portales.

    D, R. (1961). «Who Governs? Democracy and Power in an AmericanCity». New Haven: Yale University Press.

    D-V, M.-B. (2004). «La prise en compte de plusieurs gé-nérations dans la méthode prosopographique: l’exemple deshauts fonctionnaires prussiens sous l’Empire et la république deWeimar», Genèses. Sciences sociales et histoire, nº 56, septiembre,pp. 117-130.

    D R, A. (1999). Biografías de chilenos. Miembros de los poderesejecutivo, legislativo y judicial, Santiago: Ediciones de la PonticiaUniversidad Católica de Chile, 4 tomos.

    D, F. (2002). «Le prophète, le pèlerin et le missionnaire. La cir-culation internationale du néo-libéralisme et ses acteurs», Actesde la recherche en sciences sociales, nº 145, pp. 9-20.

    D, Yves (1995). «‘Turf Battles’ or ‘Class Struggles’: the Inter-

    nationalization of the Market for Expertise in the ‘ProfessionalSociety’», Accounting, Organizations and Society, vol. 20, nº 5,p. 331-344

    ______ y Garth, B. (2001). «La construction juridique d’une politiquede notables. Le double jeu des patriciens du barreau indien sur lemarché de la vertu civique», Genèses. Sciences sociales et histoire,nº 45, diciembre, pp. 69-90.

    ______ y Garth, B. (2002). La mondialisation des guerres de palais.La restructuration du pouvoir d’Etat en Amérique latine, entrenotables du droit et «»Chicago Boys», París: Seuil.

    ______ (2004). «Les courtiers de l’international. Héritiers cosmopolites,mercenaires de l’impérialisme et missionnaires de l’universel»,Actes de la recherche en sciences sociales, nº 151 y 152, pp. 5-35.

    ______ y Garth, B. (2006). «Les usages nationaux d’une science ‘globale’:la diffusion de nouveaux paradigmes économiques comme straté-gie hégémonique et enjeu domestique dans les champs nationauxde reproduction des élites d’Etat», Sociologie du travail , nº 48,

    pp. 308-329._____ y Garth, B. (2008). «L’impérialisme moral. Les juristes et

    l’impérialisme américain (Philippines, Indonésie)», Actes de larecherche en sciences sociales, nº 171 y 172, pp. 40-55.

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    46/325

    E :

    D, F.; Simmons, B. y Garrett, G. (2007). «The Global Diffusionof Public Policies: Social Construction, Coercion, Competition,or Learning?». Annual Review of Sociology, n° 33, pp. 449-472.

    D, J. I. (edit.). (1997). «Technopols. Freeing Politics and

    Markets in Latin America in the 1990s», Pennsylvania: ThePennsylvania State University Press-University Park.

    D, D. (2000). «The Social Scientist as Consultant», AmericanBehavioral Scientist , vol. 43, agosto, pp. 1565-1577.

    F-G, M. y Babb, S. L. (2002). «The Rebirth of theLiberal Creed: Paths to Neoliberalism in Four Countries», TheAmerican Journal of Sociology, vol. 108, nº 3, noviembre, pp.533-579.

    F, J. (2000). «American Again, or the New Age of ImperialReason? Global Elite Formation, its Identity and Ideological Dis-courses», Theory, Culture and Society, vol. 17, nº 1, pp. 139-146.

    G, A. (2005). «Circulation internationale et formation d’une‘école de pensée’ latino-américaine (1945-2000)», Social ScienceInformation, vol. 44, n° 2 y 3, pp. 521-555.

    G, A. (2001). «Les élites contre la république». Sciences Po etl’ENA, París: La Découverte.

    G, D. (1983). «Les facteurs sociaux de la carrière gouvernementale

    sous la Cinquième République de 1959 à 1981», Revue françaisede sociologie, vol. 24, nº 3, julio-septiembre, pp. 441-465.

    G, C. (2001). «Notas sobre las élites chilenas, 1930-1999»,Santiago, Documento de Trabajo nº 3, diciembre.

    G, W. (2005). «The Sociology of Political Elites in France: theEnd of an Exception?», International Political Science Review,vol. 26, nº 4, octubre, pp. 413-430.

    ______ (2006). «Nouveaux regards sur les élites du politique», Revuefrançaise de science politique, vol. 56, nº 1, febrero, pp. 121-147.

    H, P. M. (1992). «Introduction: Epistemic Communities and Inter-national Policy Coordination», International Organization vol.46, n° 1, pp. 1-35.

    H, J. y Burton, M. G. (1989). «The Elite Variable in DemocraticTransitions and Breakdowns», American Sociological Review,vol. 54, nº 1, febrero, pp. 17-32.

    ______ y Pakulski, J. (2000). «Jeux de pouvoir des élites et consolidationde la démocratie en Europe centrale et orientale»,Revue française

    de science politique, vol. 50, nº 4, pp. 657-678.H, A. (2007). «Should Economists Rule the World? Trends and

    Implications of Leadership Patterns in the Developing World,1960-2005», International Political Science Review, vol. 28, nº3, pp. 325-360.

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    47/325

    A J R

    H, C. (2000). «Technocrats and Politicians in an AuthoritarianRegime. The ‘ Boys’ and the ‘Gremialists’ in Pinochet’sChile», Journal of Latin American Studies, vol. 32, nº 2, mayo,pp. 461-501.

    I, O., Kaluszynski, M. y Pollet, G. (dirs.). (2003). «Les sciences dugouvernement», Economica, París.

     J, A. y Navia, P. (2003). «De la política de individuos a loshombres del partido. Socialización, competencia política y pene-tración electoral de la (1989-2001)», Estudios públicos, n°89, verano, pp. 129-171.

    ______ (2005). «La politique des ‘transitologues’: luttes politiques, en-jeux théoriques et disputes intellectuelles au cours de la transitionchilienne à la démocratie», Politique et sociétés, vol. 24, nº 2 y3, pp. 33-59.

    ______ y Navia, P. (2007). «From Politics by Individuals to Party Mili-tancy: Socialization, Political Competition and Electoral Growthof Chilean UDI», en Lawson, K. y Merkl, P. (edits.). When PoliticalParties Prosper: the Uses of Electoral Success, Boulder: LynneRienner.

    K, Ch. (1995). «Friendship Among the French Financial Elite»,American Sociological Review, vol. 60, nº 2, abril, pp. 202-221.

    K, D. (1999). «Science as Cultural Practice: Psychiatry in theFirst World War and Weimar Germany», Journal of ContemporaryHistory, vol. 34, n° 1, pp. 125-144.

    L, P. (2002). «L’expertise, de la recherche d’une action ra-tionnelle à la démocratisation des connaissances et des choix»,Revue française d’administration publique, n° 103, pp. 369-377.

    ______ y Le Galès, P. (2007). Sociologie de l’action publique, París Ar-mand Colin Armand Colin.

    L, G. (1989). «Les usages de la biographie», Annales ESC, noviembre-diciembre, nº 6, pp. 1325-1336.

    M, A., Guggenheim, M., Gisler, P. y Pohl, Ch. (2003). «The Realityof Experts and the Imagined Lay Person», Acta Sociológica, vol.46, n° 2, pp. 150-165.

    M, J. y Montecinos, V. (1993). «The Ubiquitous Rise of Econo-mists», Journal of Public Policy, vol. 13, nº 1, enero-marzo, pp.37-68.

    M, P. y Sawicki, F. (1999a). «Les membres des cabinets ministériels

    socialistes en France (1981-1993): recrutement et reconversion.Premièr partie: Caractéristiques sociales et lières de recrutement»,Revue française de science politique, vol. 49, n° 1, pp. 3-30.

    ______ y Sawicki, F. (1999b). «Les membres des cabinets ministérielssocialistes en France: recrutement et reconversion. Deuxième

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    48/325

    E :

    partie: Passage en cabinet et trajectoires professionnelles», Revuefrançaise de science politique, vol. 49, n° 2, pp. 231-264.

    MC, D. N. (1983). «The Rhetoric of Economics», Journal ofEconomic Literature, vol. 21, nº 2, junio, pp. 481-517.

    M, Marcelo (2008). «Los intelectuales de los centros académicosindependientes y el surgimiento del concertacionismo», Revistade historia social y de las mentalidades: sociedad, política, cultura,Universidad de Santiago, año XII, vol. 1, pp. 83-121.

    M, R. (1971). Les partis politiques. Essai sur les tendances oli- garchiques de la démocratie, París: Flammarion.

    M, W. (1956). The Power Elite, New York: Oxford University Press.M, V. (2001). «Feminists and Technocrats in the Demo-

    cratization of Latin America: a Prolegomenon», International Journal of Politics, Culture and Society, vol. 15, nº 1, septiembre,pp. 175-199.

    ______ y Markoff, J. (2001). «From the Power of Economic Ideas tothe Power of Economists», en Centeno, M. Á. y López-Alves, F.(edits.). The Other Mirror. Grand Theory Through the Lens ofLatin America, Princeton, New Jersey: Princeton University Press,pp. 105-150.

    M, G. (1939). The Ruling Class, Westport, (1ª edición en italiano

    1896): Greenwood Press.M, P. (2005). «Esquisse d’une théorie du changement dans l’action

    publique. Structures, acteurs et cadres cognitifs», Revue françaisede science politique, vol. 55, nº 1, febrero, pp. 155-187.

    N, M. (2003). «Off the Map: On Violence and Cartography»,European Journal of Social Theory, vol. 6, n° 4, pp. 409-425.

    N, H. (2000). «Transgressive Competence. The Narrative of Ex-pertise», European Journal of Social Theory, vol. 3, n° 1, pp. 5-21.

    O’D, G. y Schmitter, P. C. (1988). Transiciones desde un gobiernoautoritario, , 4 tomos, Buenos Aires: Paidós.

    P, V. (1991). The Rise and Fall of the Elites. An Application ofTheoretical Sociology, (1ª edición en italiano 1901). New Brun-swick, New Jersey: Transaction Publishers.

    P, R. y Vanneuville, R. (2003). «‘Les habits savants du politique’. Desmises en forme savante du politique à la formation des sciencesde gouvernement», Revue française de science politique, vol. 53,n° 2, abril, pp. 195-200.

    P, A. (1991). Democracia y mercado, Madrid: CambridgeUniversity Press.

    P, J. M. (1994). Thinking Politics. Intellectuals and Democracyin Chile, 1973-1988, Baltimore y Londres: The Johns HopkinsUniversity Press.

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    49/325

    A J R

    R, D. (1996). «Understanding Economic Policy Reform», Journalof Economic Literature, vol. 34, nº 1, marzo, pp. 9-41.

    S, J. (1996). «De la condition historique des transitologues enAmérique latine et Europe centrale et orientale», Revue interna-

    tionale de politique comparée, vol. 3, nº 1, pp. 41-68.______ y Whitehead, L. (2006). «Ulysses, the Sirens and the Art of Na-

    vigation: Political and Technical Rationality in Latin America»,Working Paper nº 256, septiembre, París, OECD.

    S, P. (1991). «Technocrats and Politics in Chile: From the ChicagoBoys to the CIEPLAN Monks», Journal of Latin American Studies,vol. 23, nº 2, mayo, pp. 385-410.

    ______ (1997). «Ascenso tecnocrático y democracia en América Latina»,Nueva Sociedad , nº 152, noviembre-diciembre, pp. 68-77.

    ______ (2006). «Los tecnócratas y la política en Chile: pasado y presen-te», Revista de ciencia política, vol. 26, n° 2, pp. 175-190.

    S, P. (2001). «The Sociology of Economic Knowledge», European Journal of Social Theory, vol. 4, n° 4, pp. 443-458.

    S, D., Bishin, B. G. y Barr, R. R. (2006). «Authoritarian Attitu-des, Democracy, and Policy Preferences among Latin AmericanElites», American Journal of Political Science, vol. 50, nº 3, julio,pp. 606-620.

    S, E. y Mendras, H. (dirs.). (1995). Le recrutement des élites enEurope, París: La Découverte.

    ______ (2003). Dismantling Democratic States, Princeton and Oxford :Princeton University Press.

    S, J. L.; Walsh, P.; Shamir, M.; Barnum, D. G.; Gibson, J. L.(1993). «Why Politicians are More Tolerant: Selective Recruitmentand Socialization among Political Elites in Britain, Israel, NewZealand and the United States», British Journal of Political Science,vol. 23, nº 1, enero, pp. 51-76.

    T, M. A. (2008). Riqueza y piedad. El catolicismo de la éliteeconómica chilena, Santiago: Debate.

    T, S. (2001). «What is the Problem with Experts?». Social Studiesof Science, vol. 31, n° 1, febrero, pp. 123-149.

    V, J. G. (1995). Pinochet’s Economists: The Chicago School ofEconomics in Chile, Cambridge: Cambridge University Press.

    W, J. (editor). (1994). The Political Economy of Policy Re-form, Washington, D. C.: Institute for International Economics.

    X, G. (2003). «The Rise of Technocrats», Journal of Democracy, vol.14, n° 1, enero, pp. 60-65.

  • 8/20/2019 Extraños en La Noche Intelectuales y Usos políticos del conocimiento en la transición chilena

    50/325

    L .D

    ,-

    Alfonso DingemansInstituto de Estudios AvanzadosUniversidad de Santiago de Chile

    I

    Las políticas públicas son las herramientas que se proponen parasortear problemas concretos que enfrentan Gobiernos y entes delsector sin nes de lucro (Ellwood y Smolensky, 2001, p. 12563).En ese sentido, el ciclo de las políticas públicas consiste en (1) eldiseño de una política (a menudo inspirado por un modelo teó-rico o una ideología), (2) la implementación de una política (lapuesta en práctica), (3) la evaluación de aquella política (puesto

    que los resultados esperados y obtenidos rara vez coinciden), y(4) los ajustes introducidos a la política original (para mejorar laeciencia y ecacia de la política).

    El nexo entre la teoría y la puesta en práctica de una políticapública concreta es estrecha y crucial, si es que creemos en la fuerzadel path dependence o la inercia de los sistemas sociales propuestapor David (2000). El primer paso restringe las trayectorias posibles

    de evolución y, por e