extractos del libro de mircea eliade, lo sagrado y lo profano

5
Universidad de Chile Departamento de Pregrado Cursos de Formación General www.cfg.uchile.cl Curso: Arquitectura, mito y cosmovisión EXTRACTOS DEL LIBRO DE MIRCEA ELIADE, LO SAGRADO Y LO PROFANO. EDITORIAL LABOR. BARCELONA, 1988. INTRODUCCION Hierofanía: El acto de manifestación de lo sagrado. Solo implica que algo sagrado se nos muestra. …Para aquellos que tienen una experiencia religiosa, la Naturaleza en su totalidad es susceptible de revelarse como sacralidad cósmica. El Cosmos en su totalidad puede convertirse en una hierofanía. El hombre de las sociedades arcaicas tiene tendencia a vivir lo más posible en lo sagrado o en la intimidad de los objetos consagrados. La Sociedad Moderna habita un Mundo desacralizado CAPITULO I: EL ESPACIO SAGRADO Y LA SACRALIZCIÓN DEL MUNDO. HOMOGENEIDAD ESPACIAL E HIEROFANÍA. Para el hombre religioso el espacio no es homogéneo; presenta roturas, escisiones: hay porciones de espacio cualitativamente diferentes de las otras… Digamos que la experiencia religiosa de la no-homogeneidad del espacio constituye una experiencia primordial, equiparable a una “fundación de mundo”. Es la ruptura operada en el espacio lo que permite la constitución del mundo, pues es dicha ruptura lo que descubre el “punto fijo”, el eje central de toda orientación futura. En la extensión homogénea e infinita, donde no hay posibilidad de hallar demarcación alguna, en la que no se puede efectuar ninguna orientación, la hierofanía revela un “punto fijo” absoluto, un “Centro”. 1

Upload: alex-herrera

Post on 09-Dec-2014

119 views

Category:

Documents


8 download

TRANSCRIPT

Page 1: Extractos Del Libro de Mircea Eliade, Lo Sagrado y Lo Profano

Universidad de ChileDepartamento de PregradoCursos de Formación Generalwww.cfg.uchile.clCurso: Arquitectura, mito y cosmovisión

EXTRACTOS DEL LIBRO DE MIRCEA ELIADE, LO SAGRADO Y LO PROFANO. EDITORIAL LABOR. BARCELONA, 1988.

INTRODUCCION

Hierofanía: El acto de manifestación de lo sagrado. Solo implica que algo sagrado se nos muestra.

…Para aquellos que tienen una experiencia religiosa, la Naturaleza en su totalidad es susceptible de revelarse como sacralidad cósmica. El Cosmos en su totalidad puede convertirse en una hierofanía.

El hombre de las sociedades arcaicas tiene tendencia a vivir lo más posible en lo sagrado o en la intimidad de los objetos consagrados.

La Sociedad Moderna habita un Mundo desacralizado

CAPITULO I: EL ESPACIO SAGRADO Y LA SACRALIZCIÓN DEL MUNDO.

HOMOGENEIDAD ESPACIAL E HIEROFANÍA.

Para el hombre religioso el espacio no es homogéneo; presenta roturas, escisiones: hay porciones de espacio cualitativamente diferentes de las otras…

Digamos que la experiencia religiosa de la no-homogeneidad del espacio constituye una experiencia primordial, equiparable a una “fundación de mundo”.

Es la ruptura operada en el espacio lo que permite la constitución del mundo, pues es dicha ruptura lo que descubre el “punto fijo”, el eje central de toda orientación futura.

En la extensión homogénea e infinita, donde no hay posibilidad de hallar demarcación alguna, en la que no se puede efectuar ninguna orientación, la hierofanía revela un “punto fijo” absoluto, un “Centro”.

…nada puede comenzar, hacerse, sin una orientación previa, y toda orientación implica la adquisición de un punto fijo. Por esta razón el hombre religioso se ha esforzado por establecerse en el “Centro del Mundo”. Para vivir en el Mundo hay que fundarlo, y ningún mundo puede nacer en el “caos” de la homogeneidad y de la relatividad del espacio profano.

TEOFANÍA Y SIGNOS.

El umbral que separa los dos espacios indica al propio tiempo la distancia entre los dos modos de ser: Profano y religioso. El umbral es a la vez hito, la frontera, que distingue y

1

Page 2: Extractos Del Libro de Mircea Eliade, Lo Sagrado y Lo Profano

opone dos mundos y el lugar paradójico donde dichos mundos se comunican, donde se puede efectuar el tránsito del mundo profano al mundo sagrado.

…En el recinto sagrado queda trascendido el mundo profano. En los niveles más arcaicos de cultura esta posibilidad de trascendencia se expresa por las diferentes imágenes de una abertura: allí, en el recinto sagrado, se hace posible la comunicación con los dioses; por consiguiente, deba existir una “puerta” hacia lo alto por la que puedan los dioses descender a la Tierra y subir el hombre simbólicamente al Cielo.

Todo espacio sagrado implica una hierofanía, una irrupción de lo sagrado que tiene por efecto destacar un territorio del medio cósmico circundante y el de hacerlo cualitativamente diferente.

El simbolismo contenido en la expresión “Puertas de los Cielos” es rico por el hecho mismo de hacerlo “abierto” hacia lo alto, es decir, comunicante con el Cielo, punto paradójico de tránsito de un modo de ser a otro.

Y es que el signo portador de significación religiosa introduce un elemento absoluto y pone fin a la relatividad y a la confusión. Algo que no pertenece a este mundo se manifiesta de manera apodíctica y, al hacerlo así, señala una orientación o decide una conducta.

Cuando no se manifiesta ningún signo en los alrededores, se provoca su aparición. Se practica, por ejemplo, una especie de evocatio sirviéndose de animales: son ellos los que muestran qué lugar es susceptible de acoger al santuario o al pueblo. Se trata, en suma, de una evocación de fuerzas o figuras sagradas, que tiene como fin inmediato la orientación en la homogeneidad del espacio… …En todo caso son los animales los que revelan la sacralidad del lugar: los hombres, según eso, no tienen libertad para el emplazamiento sagrado. No hacen sino buscarlo y descubrirlo mediante la ayuda de signos misteriosos.

…las hirofanías anulan la homogeneidad del espacio y revelan un “punto fijo”… Según hemos visto, lo sagrado es lo real por excelencia, y a la vez potencia, eficiencia, fuente de vida y de fecundidad. El deseo del hombre religioso de vivir en lo sagrado equivale, de hecho, a su afán de situarse en la realidad objetiva, de no dejarse paralizar por la realidad sin fin de las experiencias puramente subjetivas, de vivir en un mundo real y eficiente y no en una ilusión…

…Esta es la razón que ha conducido a elaborar técnicas de orientación, las cuales, propiamente hablando, son técnicas de construcción del espacio sagrado. Mas no se debe creer que se trata de un trabajo humano, que es su propio esfuerzo lo que permite al hombre consagrar un espacio. En realidad, el ritual por el cual construye un espacio sagrado es eficiente en la medida que reproduce la obra de los dioses.

CAOS Y COSMOS

Cosmos

Mundo, “Nuestro mundo”; territorio habitado y organizado, por tanto “cosmizado”

Si todo territorio habitado es un cosmos, lo es precisamente por haber sido consagrado previamente, por ser, de un modo u otro, obra de los dioses, o por comunicar con el mundo de estos.

Ejemplo: Ritual védico de toma de posesión

2

Page 3: Extractos Del Libro de Mircea Eliade, Lo Sagrado y Lo Profano

La posesión adquiere validez legal por la erección de un altar del fuego consagrado a Agni: “Se dice que está instalado cuando se ha construido un altar de fuego (garha-patya), y todos los que construyen el altar del fuego quedan legalmente establecidos” (Catapatha Brâhamana, VI, I, I, 1-4). Por la erección del altar del fuego, Agni se hace presente y la comunicación con el mundo de los dioses queda asegurada: el espacio del altar se convierte en un espacio sagrado. Con todo, la significación del ritual es mucho más compleja, y si se tienen en cuenta todas sus articulaciones, se comprende el porqué la consagración de un territorio equivale a su cosmización. En efecto, la erección de un altar a Agni no es sino la reproducción, a escala microcósmica, de la Creación. El agua en la que se amasa la arcilla se asimila al Agua primordial; la arcilla que sirve de base al altar simboliza la Tierra; las paredes laterales representan la Atmósfera, etc. Y la construcción se acompaña de cánticos que proclaman explícitamente qué región cósmica se acaba de crear (Catapatha Brâhamana, I, IX, 2, 29, etc.). En una palabra: la erección de un altar del fuego, lo único que da validez a la toma de posesión de un territorio, equivale a una cosmogonía.

Caos.

El espacio desconocido e indeterminado que rodea el espacio habitado; especie de “otro mundo”, un espacio extraño y caótico, poblado de larvas, de demonios, de “extranjeros”; espacio desconocido que se extiende allende sus fronteras.

Un territorio desconocido… al ocuparlo y, sobre todo, al instalarse en él, el hombre lo transforma simbólicamente en Cosmos por una repetición ritual de la cosmogonía. Lo que ha de convertirse en “nuestro mundo” tiene que haber sido “creado” previamente, y toda creación tiene un modelo ejemplar: la Creación del Universo por los dioses.

No puede hacer uno “suyo” un territorio si no lo crea de nuevo, es decir, si no le consagra.

CONSAGRACIÓN DE UN LUGAR: REPETICIÓN DE LA COSMOGONÍA.

…La existencia humana sólo es posible gracias a esa comunicación permanente con el Cielo.

Instalarse en un territorio viene a ser en ultima instancia, el consagrarlo… ”Situarse” en un lugar, organizarlo, habitarlo son acciones que presuponen una elección existencial: la elección del Universo que se está dispuesto a asumir al “crearlo”.

Imagen cosmológica: los pilares cósmicos que sostienen el Cielo a la vez que abren el camino hacia el mundo de los dioses.

EL “CENTRO DEL MUNDO”

Allí en donde por medio de una hierofanía se efectúa la ruptura de niveles se opera al mismo tiempo una “abertura” por lo alto (el mundo divino) o por lo bajo (las regiones

3

Page 4: Extractos Del Libro de Mircea Eliade, Lo Sagrado y Lo Profano

infernales, el mundo de los muertos). Los tres niveles cósmicos –Tierra, Cielo, regiones infernales- se ponen en comunicación. Como acabamos de ver, la comunidad se expresa a veces con la imagen de una columna universal, Axis mundi, que une, a la vez que lo sostiene, el Cielo con la Tierra, y cuya base está hundida en el mundo de abajo (el llamado “infierno”). Columna cósmica de semejante índole tan solo puede situarse en el centro mismo del Universo, ya que la totalidad del mundo habitable se extiende alrededor suyo. Nos hallamos, pues, frente a un encadenamiento de concepciones religiosas y de imágenes cosmológicas que son solidarias y se articulan en un “sistema”, al que se puede calificar de “sistema del mundo” de las sociedades tradicionales:

a. Un lugar sagrado constituye una ruptura en la homogeneidad del espacio;

b. Simboliza esta ruptura una “aberturas”, merced a la cual se posibilita el tránsito de una región cósmica a otra (del Cielo a la Tierra, y viceversa: de la Tierra al mundo inferior);

c. La comunicación con el Cielo se expresa indiferentemente por cierto número de imágenes relativas en su totalidad al Axis mundi: pilar (cf. la universalis columna), escala (cf. la escala de Jacob), montaña, árbol, liana, etc.;

d. Alrededor de este eje cósmico se extiende el “Mundo” (= “nuestro mundo”); por consiguiente, el eje se encuentra en el “medio”, en el “Ombligo de la Tierra”, es el Centro del Mundo.

4