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EXTENSION Y EL PARO AGRARIO El paro, y particularmente el agrario, preo- cupa seriamente en España. No es cosa de ahora. Es un problema viejo, que la emigra- ción masiva había paliado en apariencia. La desfavorable evolución del turismo, la cons- trucción y la industria por la situación econó- mica general en Europa y España, han deter- minado el freno o el regreso de los emigran- tes. El problema se hace más vivo y acu- ciante. El medio rural necesita más empleo, más puestos de trabajo. Nosotros, que no debemos permanecer de espaldas a esta realidad del paro, ¿qué po- demos hacer para que la agricultura ocupe más mano de obra? No se trata de volver a métodos de cultivo arcaicos, frenando la mecanización o retrasando el empleo de her- bicidas, sino de utilizar correctamente las po- sibilidades que, en cada momento, ofrece el desarrollo tecnológico. Nuestra contribución a la solución del paro requiere un perfecto conocimiento de la co- marca, de las posibilidades de empleo que las posibles alternativas ofrecen en cada épo- ca del año. Hemos de conocer, igualmente, las épocas de máximo paro y aquéllas otras en que puede no haber mano de obra dispo- nible, determinar la rentabilidad de cada una de esas alternativas y hacerlas posibles, ayu- dando al agricultor a resolver los problemas técnicos, los problemas de mercado o los de infraestructura. Con frecuencia, más que introducir culti- vos nuevos, será necesario intensificar la pro- ducción de los que se conocen. Posibilitar el que esos cultivos que se establecían sólo 142 esporádicamente, por problemas técnicos, por baja producción, por problemas de mer- cado, puedan cultivarse en gran escala cu- briendo huecos en las épocas de paro, has- ta ser posible llegar a conseguir un máximo empleo estable a lo largo del año. Unas veces será la introducción de una nueva variedad de semilla, más productiva o menos sensible a deteminadas incidencias lo- cales (heladas, plagas, vientos, sequía, etc.). Otras veces será el empleo de alguna maqui- naria que facilite determinada operación (siem- bra directa, trasplante, tratamientos, reco- lección, etc.). En otras ocasiones será la Agrupación para comercializar en común o para utilizar determinada maquinaria lo que posibilitará el auge de un determinado cultivo. Incluso la sola existencia de un adecuado asesoramiento en cuanto al abonado y trata- mientos en momentos oportunos puede con- seguir incrementar sensiblemente la produc- ción de cultivos como el olivar o ciertos frutales en que, por requerir gran cantidad de mano de obra en recolección, el aumento de cosecha se traduce en un paralelo aumen- to del empleo. Todo ello, sin descartar, por ser bien co- nocidas, las extraordinarias posibilidades que en este aspecto ofrece la creación de nue-

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EXTENSIONY EL PAROAGRARIO

El paro, y particularmente el agrario, preo-cupa seriamente en España. No es cosa deahora. Es un problema viejo, que la emigra-ción masiva había paliado en apariencia. Ladesfavorable evolución del turismo, la cons-trucción y la industria por la situación econó-mica general en Europa y España, han deter-minado el freno o el regreso de los emigran-tes. El problema se hace más vivo y acu-ciante. El medio rural necesita más empleo,más puestos de trabajo.

Nosotros, que no debemos permanecer deespaldas a esta realidad del paro, ¿qué po-demos hacer para que la agricultura ocupemás mano de obra? No se trata de volvera métodos de cultivo arcaicos, frenando lamecanización o retrasando el empleo de her-bicidas, sino de utilizar correctamente las po-sibilidades que, en cada momento, ofrece eldesarrollo tecnológico.

Nuestra contribución a la solución del parorequiere un perfecto conocimiento de la co-marca, de las posibilidades de empleo quelas posibles alternativas ofrecen en cada épo-ca del año. Hemos de conocer, igualmente,las épocas de máximo paro y aquéllas otrasen que puede no haber mano de obra dispo-nible, determinar la rentabilidad de cada unade esas alternativas y hacerlas posibles, ayu-dando al agricultor a resolver los problemastécnicos, los problemas de mercado o los deinfraestructura.

Con frecuencia, más que introducir culti-vos nuevos, será necesario intensificar la pro-ducción de los que se conocen. Posibilitar elque esos cultivos que se establecían sólo

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esporádicamente, por problemas técnicos,por baja producción, por problemas de mer-cado, puedan cultivarse en gran escala cu-briendo huecos en las épocas de paro, has-ta ser posible llegar a conseguir un máximoempleo estable a lo largo del año.

Unas veces será la introducción de unanueva variedad de semilla, más productiva omenos sensible a deteminadas incidencias lo-cales (heladas, plagas, vientos, sequía, etc.).Otras veces será el empleo de alguna maqui-naria que facilite determinada operación (siem-bra directa, trasplante, tratamientos, reco-lección, etc.). En otras ocasiones será laAgrupación para comercializar en común opara utilizar determinada maquinaria lo queposibilitará el auge de un determinado cultivo.

Incluso la sola existencia de un adecuadoasesoramiento en cuanto al abonado y trata-mientos en momentos oportunos puede con-seguir incrementar sensiblemente la produc-ción de cultivos como el olivar o ciertosfrutales en que, por requerir gran cantidadde mano de obra en recolección, el aumentode cosecha se traduce en un paralelo aumen-to del empleo.

Todo ello, sin descartar, por ser bien co-nocidas, las extraordinarias posibilidades queen este aspecto ofrece la creación de nue-

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vos redadíos, la roturación de tierras baldías,el saneamiento de terrenos encharcados, larepoblación forestal, la expansión ganadera,etcétera, realizadas bien por agricultores ais-lados o por grupos de agricultores anima-dos, orientados y permanentemente asesora-dos por un Servicio de Extensión Agrariaeficaz, como debe ser el que hacemos no-sotros.

Cinco años de trabajo hacia elpleno empleo

En julio de 1972 abría sus puertas al públi-co la Agencia número 752, en Alameda, pue-blo malagueño de interior, ya en la confluen-cia con las provincias de Sevilla y Córdoba.

Una comarca típica del secano andaluz:22.050 ha. labradas, de las que, aparte otrosdiversos cultivos, 10.700 son de olivar, 7.600son tierras calmas de secano, 730 están deviñedos, 300 de almendro y 1.300 de regadío.Un total de 900 explotaciones, 12.171 habi-tantes y 4 Municipios con población entre2.000 y 5.000 habitantes.

Desde un principio se vio claro que el pro-blema fundamental de esta población radica-ba en el paro. En la falta de puestos detrabajo.

No fue difícil darse cuenta. Ya en septiem-bre sólo de Alameda marchaban a la vendi-mia francesa más de 700 personas, que a finde octubre regresaban con algún dinero paravivir hasta diciembre en que comenzaba larecolección de la aceituna de molino.

A fin de abril, la emigración era a la re-colección de espárrago en la Rioja.

La Agencia no podía perder de vista ensu actuación la meta final de creación depuestos de trabajo agrarios a fin de evitar,en lo posible, esas separaciones familiares,esa incomodidad que supone el trasiego hu-mano, esa inseguridad permanente en que vi-vía la mayor parte de la población.

Coherentemente con este planteamiento,los mayores esfuerzos estuvieron siempre di-rigidos a compaginar la consecución de una

máxima rentabilidad para el agricultor con lapotenciación de aquellas actividades agrariasque permitiesen dar empleo en las épocasde paro.

Desde un principio se tuvo conciencia deque había posibilidades, pese a la limitaciónque supone una escasa fertilidad del terreno,la baja pluviometría (400 litros anuales), laescasez de regadío y la falta de tradiciónhortícola en la comarca.

Había que intensificar los cultivos de se-cano y, dentro de éstos, los que permitíanmayores posibilidades de empleo: olivar y vi-ñedo.

Mejora del olivar

Sólo un 15-20 por 100 de las tierras seabonaban con 1 ó 2 kilogramos de sulfatoamónico por árbol y los tratamientos contralas plagas eran prácticamente desconocidos.El Prays destruía muchos años el 50 por 100de las cosechas. La mosca y el repilo eranproblemas que no se abordaban. El desánimocundió cuando en 1973 y 74 un fuerte ata-que de la cochinilla de la tizne hizo temerpor las plantaciones, llegando a plantearsela posibilidad de un arranque masivo del olivar.

De aquí partió básicamente la actuación dela Agencia en el camino de la mejora delolivar: asesoramiento en el tratamiento de lacochinilla con Sevín en la época adecuada;difusión de la importancia del abonado nitro-genado en olivar como primera medida paraalcanzar unas fuertes producciones; asesora-miento en tratamientos de Prays en flor y fru-to en las épocas adecuadas; seguimiento de

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la evolución de la mosca del olivo y fomentodel tratamiento de repilo.

Progresivamente y con firmeza, fue calan-do en los olivareros la necesidad de abonary de tratar. No bastaba con labrar.

El ejemplo de los primeros agricultores ani-mó a los demás y aquello se perfeccionó.Subió la dosis de abonado. Se comenzó arecomendar el empleo de abonos foliares. Sedifundieron los foliares más primarios: ureacristalizada y nitrato potásico a dósis altas:al 1 por 100.

Comenzaron a cambiar los conceptos. Yano se está tan convencido de que el olivotenga por qué ser vecero. La vecería pareceproceder del agotamiento producido tras unafuerte cosecha en el árbol. Si el árbol semantiene en perfecto estado de vegetación, sise efectúa una poda correcta, si la recolec-ción no se retrasa excesivamente y, sobretodo, si se abona temprano y se da un trata-miento de recuperación del olivar con ureacristalizada a primeros de abril, es bastantefactible conseguir cosechas medias todos losaños.

Difusión del verdeo

Verdear se llama a coger la aceituna enverde, en octubre y noviembre, antes de quese ponga morada, preparándola para el con-sumo de mesa. Son meses en que tradicio-nalmente había un rabioso paro. Eran de len-ta espera hasta el 15 de diciembre, en quecomienza la recolección de aceituna paramolturar. De diciembre a abril había otro pro-blema: no había personal para recoger todala aceituna.

Ahora, cuando se verdea más del 25 por100 de la aceituna, el panorama ha cambia-do fundamentalmente: de octubre a abril hayun empleo prácticamente estable y el proble-ma de falta de mano de obra en el períodopunta del invierno se ha suavizado al quitarparte del fruto tres meses antes.

Acelerar este proceso ha sido una lentatarea de la Agencia. Fomentando la obten-

ción de un fruto sano y con buen tamañogracias al empleo de foliares ricos en pota-sa, de podas anuales y procurando romperla vecería a fin de que cosechas medias per-mitan mayor tamaño de fruto, y fomentandola práctica del verdeo justificado ante el agri-cultor por su rentabilidad, por sus excelentesefectos sobre el árbol, porque reduce el pro-blema de personal en la recolección y porqueevita la posibilidad de que se hiele el frutoen las zonas más frías.

Este proceso sólo era posible cuando elagricultor tuviese una garantía de compra delfruto en verde a precio razonable, lo que nosiempre ocurría, ni tenía por qué suceder, yaque quien compra fruto tiene muchas zonasen que poder comprar. Había que eliminarintermediarios. Había que luchar contra eldeseo de excesivo beneficio de los indus-triales.

Todo ello sólo era posible realizando lospropios agricultores el proceso de transfor-mación, montando una Planta de Aderezoque diese seguridad de que un fruto cuidado,mimado casi, iba a poder utilizarse para con-sumo de mesa, en vez de tener que moler-se por el interés de algunos compradores.

Tras una lenta labor de promoción, en sep-tiembre de 1975 comenzaron las primeras

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Socios de la Coope-rativa Aceitunera

Malagueña.

gestiones para la creación de una Coopera-tiva con el fin de realizar el aderezo y co-mercialización de la aceituna.

Pese a la dificultad que suponía el alcan-zar el volumen mínimo de 2.000 Tm. de frutopara poder acceder a la calificación comoAgrupación de Productores Agrarios, dadoque en Alameda sólo se venía vendiendopara aderezo unas 400 Tm., la Agencia in-formó a los promotores sobre las posibili-dades que podía ofrecerles el acceso al régi-men de A.P.A.

Considerando que valía la pena intentarlo,la Agencia y los promotores en colaboracióndieron todos los pasos precisos, y en octubrede 1976, con mil dificultades, pero con eseempuje que la Rectora había mantenido, secomenzó a recibir fruto para realizar una pe-queña campaña de aderezo de 500 Tm. a finde adquirir experiencia para 1977, en que yaserán 2.000 Tm. lo que se aderece.

Esta labor, sólo en recolección del fruto,supondrá 25.000 jornales en época de paro.Más los que se deriven de la transformación,clasificación y envasado del fruto, y el consi-derable incremento en el empleo de mano deobra que supone una intensificación del cul-tivo de poda, abonado, labores y tratamientos.

Ahora se estudian las gestiones necesariaspara conseguir la Carta de Exportador. Los59 socios iniciales se han incrementado. Hoyson 140. Y antes de ultimar todas las ins-talaciones, ya se ve necesario el ampliar otras1.000 Tm., lo que resultará fácil por estarprevisto.

Resumiendo esta labor de mejora del oli-

var, baste dar las cifras de incremento deproducción en el último trienio, respecto alquinquenio anterior en las Cooperativas Acei-teras de la comarca, incluyendo el fruto quese ha destinado a aderezo y restando el pro-cedente de la incorporación de nuevos so-cios. Ha sido en Alameda de un 60 por 100 yen Fuente Piedra de un 80 por 100, sobre laproducción del quinquenio anterior.

Difusión del viñedo

El viñedo es, pese a sus altibajos de pre-cios, el cultivo más rentable en secano en lacomarca, incluida en la zona de Denomina-ción de Origen de Vino de Málaga.

Y es un cultivo capaz de proporcionar em-pleo en las épocas de paro en olivar.

La Agencia se planteó desde un principiola conveniencia del establecimiento de nue-vas plantaciones de viñedo con un criterioracional que sirviesen de Demostración deResultados en pequeños agricultores de oli-var-calma, los que podrían alcanzar una via-bilidad aceptable plantando sus tierras cal-mas de viñedo.

En enero de 1974 ocho agricultores plan-taron 83 ha. con planta importada de Franciapor un vivero establecido en Cataluña.

Ha sido una excelente Demostración, yaque son nueve parcelas en tres términosmunicipales, que marchan excelentemente yque ya en 1976 tuvieron alguna uva. Esteaño, en una parcela se espera obtener másde 3.000 kg./ha.

El proceso de Nuevas Plantaciones se viofrenado por el brusco descenso del precio

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del vino en el bienio 74-75, que desaconsejó,por impopular, la difusión de plantaciones,aún cuando su rentabilidad continuara siendosuperior a la de los restantes cultivos.

En 1976 se ha prohibido la plantación deviñedo en toda España. Si, como es previsible,en el futuro vuelven a autorizarse las plan-taciones en la zona, la Agencia tendrá uncamino recorrido con el ejemplo de estasplantaciones que pueden provocar una co-rriente de implantación de viñedos, máximetras haberse conseguido al fin en 1977 laconstitución de una Cooperativa que tiene enconstrucción su propio lagar y bodega, con-fiándose reciba ya la uva en septiembre deeste año.

Ya cada hectárea de viñedo supone unos20 jornales más por año que una hectáreade cereal, la mitad de ellos en septiembre,época de paro.

Otras actuaciones en relación al paro

a) Cooperativa de confección en Alameda

Con total asesoramiento y apoyo de laAgencia, se promovió en agosto-septiembrede 1976. Se constituyó en septiembre. Co-menzaron a trabajar 30 socios (mujeres y jó-venes) el 5 de noviembre. Hoy son 37. Hanamortizado 1.500.000 pesetas además de ha-

ber percibido salarios iniciales de 5.000 pese-tas mensuales, que en junio fueron de 6.500y en julio de 10.000.

b) Guarderías Infantiles Laborales

Ante su necesidad, para que las madrespuedan salir a trabajar y tener debidamenteatendidos a sus hijos, se colaboró en la pro-moción de este tipo de guarderías con dosinstituciones religiosas.

En Alameda, tras las obras necesarias yuna vez calificada, la guardería comenzó atrabajar en diciembre de 1976 con 100 niños.La promovieron las Madres Mercedarias.

En Mollina, las Madres Terciarias Francis-canas ya tienen calificada otra Guardería La-boral para 100 niños que abrirá sus puertasen septiembre.

c) Cursillos para promoción de obreros ycapacitación de pequeños agricultores

Estos cursos tienen el propósito de elevarel nivel de cualificación profesional, para quelos obreros puedan dedicarse a realizar acti-vidades especializadas y mejor retribuidas.

En los cinco años se han realizado un to-tal de 6 Cursillos de Tractoristas con 180alumnos, de los que han obtenido el Permi-so B-Agrícola 153. También un Curso de Po-da de almendro con 10 alumnos y dos Cur-sillos sobre cultivo del viñedo con un totalde 48 alumnos.

CONCLUSION

El bienestar de la población rural de unacomarca, pasa, en muchos casos, por la exis-tencia de puestos de trabajo para todos. Laagricultura no siempre puede crear un volu-men de empleo que elimine el paro, pero sitiene ciertas posibilidades de reducirlo. LaAgencia de Alameda partiendo de las expe-riencias relatadas tiene el propósito de seguircontribuyendo al progreso de la agriculturacomarcal, utilizando al máximo las posibili-dades de desarrollo agrario.

Francisco Barea Barea

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