exposición don segundo sombra

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Don Segundo Sombra Ricardo Güiraldes

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Presentación sobre análisis del texto.

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  • Don Segundo Sombra

    Ricardo Giraldes

  • Datos del autor

    Nace: 13 de febrero de 1886Padres: Manuel Giraldes y Dolores Goi1987: toda su familia se traslada a Pars1890: regresan a Argentina (en plena crisis, revolucin y cambio de gobierno)1904: se grada de bachiller e ingresa a la Facultad de ArquitecturaMuere: 1927 Nota: cerca de su tumba se encuentran los restos de don Segundo Ramrez
  • Contexto histrico

    -Ustedes son forasteros no? -inquiri el mandn.

    -S, seor.

    -Y en su pueblo se pasa galopiando por delante'e la comisara?

    -No, seor... pero como no vide bandera ni escudo...

    -Ande est la bandera? -pregunt el comisario al cabo.

    -La bandera, seor, se la hemoh'emprestao a la Intendencia pa la fiesta'e'el sbado.

    El comisario se volvi hacia nosotros:

    -De qu partido son?

    Como si no entendiera el carcter poltico de la pregunta, mi padrino contest sin pestaear:

    -Yo soy de Cristiano Muerto..., mi compaerito de Callejones (p. 79).

    Etapa radical y se haba establecido el sufragio directo y universal para los hombresGolpe de estado de Alvear
  • Gnero literario

    Y el cantor expres ternuras en tensas notas:

    Slo una escalerita de amor me falta.

    Slo una escalerita de amor me falta.

    Para llegar al cielo, mi vida, de tu garganta..

    El cuadro dio una vuelta, el cantor continuaba:

    Vuela la infeliz vuele, ay que me embarco

    en un barco pequeo, mi vida, pequeo barco (p. 60)

    -Aura va ha venir la polica a buscarlo a ese hombre. Ustedes son testigos todos de que yo lo he provocao.

    Antenor, a caballo, hua.

    Baado el vientre y las piernas en sangre, el forastero comenzaba a ponerse duro. Un paisano repeta furioso:

    -Porquera..., nos alabamos de ser cristianos y a lo ltimo somos como perros... S, como perros. (p. 147)

    Novela

    Novela regional

  • Paratextos y ediciones

    Editorial COLIHUEQuinta reimpresin de su primera edicinPrimera: edicin Proa (mes de julio)2000 primeros ejemplares5000 ejemplares en octubre
  • Espacio fsico

    Argentina-San Antonio de Areco:

    En las afueras del pueblo, a unas diez cuadras de la plaza cntrica, el puente viejo tiende su arco sobre el ro, uniendo las quintas al campo tranquilo. (p. 3)

    La pampa:

    Don Sixto Gaitn, vena dndonos, de a puchitos, datos sobre la estancia. Eran cuarenta leguas en forma de cuadro. Para el lado de la maana, estaba el mar, que solo la gente baqueana alcanzaba por entre los cangrejales. En direccin opuesta, tierra adentro, haba buen campo de pastoreo; pero eso estaba muy retirado del lugar en que nos encontrbamos (p. 84).

  • Lenguaje

    Cuando lo hube mirado suficientemente, atend a la conversacin. Don Segundo buscaba trabajo y el pulpero le daba datos seguros, pues su continuo trato con gente de campo, haca que supiera cuanto aconteca en las estancias.

    ...en lo de Galvn hay unas yeguas pa domar. Das pasaos estuvo aqu Valerio y me pregunt si conoca algn hombre del oficio que le pudiera recomendar, porque l tena [29] muchos animales que atender. Yo le habl del Mosco Pereira, pero si a usted le conviene...

    -Me est pareciendo que s. (p. 11)

    Pronto me vi envuelto en un asalto de bromas.

    -'Stan muy amontonaos pa contarlos -rea Pedro Barrales.

    -No, si est eligiendo la res pa ponerle el lazo -contestbale Horacio.

    -Mozo! -grit Valerio- si se me hace que ya lo veo atravesao sobre del recao y con las nalgas p'arriba pa que lah'alivee el fresco.

    -Me estn boliando parao, -retruqu- dejenm siquiera que corra un poco.

    La conversacin se haca a gritos, mientras, uno de aqu, otro de all, menudebamos porrazos a los rezagados que marcaban un intento de escapar para la querencia. (p. 36)

    Coloquial

    Regional

  • Lugares intratextuales

    Me pareca que mi existencia estaba ligada a la de don Segundo y, aunque me deca los mil y mil inconvenientes para seguirlo, tena la escondida esperanza de que todo se arreglara. Cmo?

    Primero pens que a don Segundo le pasaba otro percance y que yo, por segunda vez, lo adverta del peligro. Esto suceda en tres o cuatro distintas ocasiones, hasta que el hombre me aceptaba como amuleto. Despus era porque, nos descubramos algn parentesco y se haca mi protector. ltimamente porque me tomaba afecto, permitindome vivir a su lado, mitad como peoncito, mitad como hijo del desamparo. Por de pronto, encontr una solucin inmediata. Don Segundo iba a lo de Galvn? pues bien, yo ira antes. Llegado a esta altura. (p. 14-15)

    Despedida

    Resueltos as mis primeros pleitos, correspondientes a la situacin que una vida nueva me creaba, me propuse callar con empeo a fin de pensar. Pero, qu pensar!...

    Parece mentira, en lugar de alegrarme por las riquezas que me caan de manos del destino, me entristeca por las pobrezas que iba a dejar. (p. 156-157)

    El retorno

  • Movimientos hermenuticos

    -Me voy, me voy -deca casi en alta vozComo un turco me ech a la espalda recado y ropa. Medio dormido llegu al corraln, enfren mi petizo, lo ensill y, abriendo la gran puerta del fondo; gan la calle. (p. 15)

    Estrella

    Oh, no extraara seguramente nada de lo que dejaba, (p. 15)

    Lineal

  • Figuras literarias y retricas

    Pensaba. Pensaba en mis catorce aos de chico abandonado, de guacho, como seguramente diran por ah. (p. 3)

    Mi casa? Mis tas? Mi protector don Fabio Cceres? Por centsima vez aquellas preguntas se formulaban en m, con grande interrogante ansioso, y por centsima vez reconstru mi breve vida como nica contestacin posible, sabiendo que nada ganara con ello; pero era una obsesin tenaz. (p. 3)

    En una de esas manzanas, no ms lujosa ni pobre que otras, estaba la casa de mis presuntas tas, mi prisin. (p. 3)

    Cerca nuestro haba un rosal florecido y un perro overo me husmeaba las botas. Yo tena el chambergo en la mano y estaba contento, muy contento, pero triste. Por qu? Me haban sucedido cosas extraordinarias y senta casi como si fuera otro..., otro que haba ganado algo grande e indefinido, pero que tena asimismo una impresin de muerte. (105)

    Aliteracin

    Metfora

    Anttesis

  • Dimensiones de la geografa literaria

    La calle estaba an anegada por un reciente aguacero y tena yo que caminar cautelosamente, para no sumirme en el barro que se adhera con tenacidad a mis alpargatas, amenazando dejarme descalzo. (p. 7)

    El callejn, delante mo, se tenda oscuro. El cielo, an zarco de crepsculo, reflejbase en los charcos de forma irregular o en el agua guardada por las profundas huellas de alguna carreta, en cuyo surco tomaba aspecto de acero cuidadosamente recortado. (p. 8)

    Representacin de espacios fsicos

    Semantizacin de espacios fsicos

  • Representaciones literarias del espacio y concepciones espaciales extraliterarias de la poca

    l me ense los saberes del resero, las artimaas del domador, el manejo del lazo y las boleadoras, la difcil ciencia de formar un buen caballo para el aparte y las pechadas, el entablar una tropilla y hacerla parar a mano en el campo, hasta poder agarrar los animales dnde y cmo quisiera. Vindolo me hice listo para la preparacin de lonjas y tientos, con los que luego haca mis bozales, riendas, cinchones, encimeras, as como para ingerir lazos y colocar argollas y presillas. (p. 51-52)

    Sobre la tierra, de pronto oscurecida, asom un sol enorme y sent que era yo un hombre gozoso de vida. Un hombre que tena en s una voluntad, los haberes necesarios del buen gaucho y hasta una chinita querendona que llorara su partida. (p. 35)

  • Teoras de la geografa literaria

    Me pareca que mi existencia estaba ligada a la de don Segundo y, aunque me deca los mil y mil inconvenientes para seguirlo, tena la escondida esperanza de que todo se arreglara. Cmo?

    Primero pens que a don Segundo le pasaba otro percance y que yo, por segunda vez, lo adverta del peligro. Esto suceda en tres o cuatro distintas ocasiones, hasta que el hombre me aceptaba como amuleto. Despus era porque, nos descubramos algn parentesco y se haca mi protector. ltimamente porque me tomaba afecto, permitindome vivir a su lado, mitad como peoncito, mitad como hijo del desamparo. Por de pronto, encontr una solucin inmediata. Don Segundo iba a lo de Galvn? pues bien, yo ira antes.

    -Me voy, me voy -deca casi en alta voz. (p. 14-15)

    Lugar y espacio-mapa y recorrido (Michel de Certeau)

    Pareja antinmica: campo/ciudad (Fernando Ansa)

    Nada, sin embargo, me daba la satisfaccin potente que encontraba en mi existencia rstica. (p. 165)

    A todo eso, poco a poco, me iba formando un nuevo carcter y nuevas aficiones. A mi andar cotidiano sumaba mis primeras inquietudes literarias. Buscaba instruirme con tesn. (p. 165)

    -Ms tarde me hago cargo del establecimiento; me cambeo de ropa pa vestirme como un seor; dentro a mandar a la gente y me hago servir como un manate..., no eh'as? (p. 158)

  • Extratextualidad e hipotextos

    TtuloUvietaMiseriaAutorCarmen LyraRicardo GiraldesTextos donde aparecen escritosCuentos de mi ta PanchitaDon Segundo SombraPublicacin19201926Nombre del personajeUvietaMiseriaContexto econmicoPobrezaPobrezaBuena accin por la que le dan los deseosReparti el pan que le quedaba a los tres personajes.Convirti plata en herradura para el equino.ContextoContemporneaTiempos de JesucristoPersonajes que necesitaban ayudaTres Divinas Personas: Jess, Mara y Jos.Jess y PedroPrimer deseoUn saco donde quepan las cosas que desea.Quien se siente en la silla, no pueda levantarse sin su permiso.Segundo deseoUn rbol de uvas del que no bajen las personas si l no lo desea.Quien se suba a sus nogales (fruto: nuez), no pueda bajarse si su permiso.Tercer deseoPoder morirse cuando quiera.Quien se meta a su tabaquera, no pueda salir sin su permiso.
  • Primera astuciaEl Seor enva a la muerte.Se presenta el diablo como Lili.La muerte es engaada por Uvieta y se sube al rbol de uvas y no puede bajar.Mientras Lili esperaba a Miseria, se sent en la silla y no puede levantarse.Consecuencia de la primera astuciaNadie mora, por lo que el Seor tuvo que enviar a tres Santos a recuperar la muerte.Lili tuvo que firmarle otro contrato por 20 aos ms y darle ms dinero para poder irse.Segunda astuciaLili regres acompaado.Miseria los convence de subir al nogal y no puede bajarse.Consecuencia de la segunda astuciaDeben firmarle otros 20 aos y darle ms dinero.Tercera astuciaEl Seor enva al diablo.El diablo fue con todo su ejrcito.Uvieta echa al diablo al saco.Miseria convence al diablo de demostrar su poder hacindose hormiga y metiendo a todos los diablos con l. Se aprovecha y los mete al tabaquera.Uvieta comienza a golpear al diablo.Miseria comienza a golpear al diablo y a todo su ejrcito.ConsecuenciaSe acabaron los pecados en el pueblo, por lo que abogados, mdicos jueces, ya no tenan trabajo y no tenan con qu comer.RescateEl diablo fue rescatado por Dios.El Gobernador y los habitantes del pueblo intermediaron por el diablo y su ejrcito.Muerte del protagonistaDios enva a la muerte nuevamente por Uvieta, esta llega por la noche y lo deja en el Cielo.Miseria se dej morir, vctima del cansancio, no volvi a comer ni a beber.
  • Llegada al CieloSan Pedro se santigua y lo echa del Paraso.San Pedro no lo deja entrar pues varias veces le aconsej que pidiera el Paraso.IntermedioLleg al purgatorio pero no poda quedarse debido a que era reservado para las almas que iban al cielo.Llegada al infiernoUvieta llega al infierno y toca la puerta diciendo Ave Mara Pursima, pero el diablo al verlo traba la puerta y no lo deja entrar.Llega al infierno pero no lo dejan entrar por los golpes que les dio. Le tienen miedo.IntermedioSe devuelve al cielo y le dice a San Pedro que l llamaba diciendo Ave Mara Pursima pero no le abren.La Virgen al orlo lo deja entrar.Antesala al finalAn con los tres deseos sigue siendo pobreDespus de la historia queda con dinero pero sin el cielo ni el infierno.ConclusinSe gana el Paraso por medio de la Virgen.Sin cielo ni infierno, Miseria queda en este mundo.