experiencia n°1 la percepciÓn y la experiencia

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¿Cómo se relacionan experiencia y percepción? ¿En qué se relacionan experiencia y percepción, con nociones de forma? 1. Referencias epistemológicas y marco teórico. La construcción del mundo con la que interactuamos con los demás y con el universo tiene como base al cuerpo y sus modos de entretejerse, la forma es uno de esos tejidos, en ella se superponen aspectos psicológicos, semiológicos, antropológicos, políti- cos, sociales, científicos, artísticos. En esta ocasión haremos foco en la interrelación entre experiencia y percepción. Será importante poner en juego los conocimientos de cada integrante del colectivo, estudiantes y docentes, articulando con especifici- dades de la forma como campo de conocimiento, entretejiéndonos con la voz de diversos autores. Un aborda- je posible es el que realiza Simondón quien caracteriza la percepción dinámi- camente como una manera diferente en cada época de tomar posesión de lo real, es decir como dotada de una función singular en la relación de conocimiento. En este sentido, la percepción misma posee una historia, que la filosofía recoge y que remite en último análisis a la de los sujetos humanos en su relación vital con el medio. (1) Por otro lado, citamos a Katya Man- doki, quien desarrolla una teoría que dialoga desde aspectos cotidianos, pero desde una profunda sensibilidad que con-mueve El prendamiento estético puede ocurrir por medio del oído -que se agudiza más que cualquier otro sentido en el momen- to de prendarnos a la música- o por la vista, el olfato, el gusto o el tacto, o varios a la vez en cada caso. Hay cierta oralidad, por decirlo así, en la experiencia estética no considerada en las alternati- vas propuestas por otros autores al término de "contemplación" Me refiero al de "involucramiento" de Berleant, al de "actitud" de Stolnitz o al de "atención" de Dickie -que pueden aplicarse numerosas situaciones extra- estéticas al grado de perder su pertinencia específicamente estética. El término de "prendamiento", en cambio, trae asociadas connotacio- nes de fascinación, seducción, nutrición y apetencia, más afines al fenómeno que nos ocupa. Como la describió John Dewey hace más de medio siglo, la experiencia estética es una manera de estar singularmente alerta como organismo vivo y receptivo al medio, a sí mismo y a los demás con una agudeza mayor de los sentidos. Se desprende de la descripción deweyana que la experiencia estética o la aesthesia es exactamente lo contrario de la aneste- sia. Lo estético, por tanto, no se opone a lo feo sino al embotamiento de los senti- dos, incluida la mente. La sensibilidad implica una lucidez y agudeza somática o sensorial, afectiva y mental integradas. (2) Por otro lado, nos resulta imprescindi- ble abordar el concepto de experien- cia, con la que nos entretejeremos a lo largo de todo el cursado. Tal vez reivindicar la experiencia sea también reivindicar un modo de estar en el mundo, un modo de habitar el mundo, un modo de habitar, también, esos espa- cios y esos tiempos cada vez más hostiles que llamamos espacios y tiempos educa- tivos. Unos espacios que podemos habitar como expertos, como especialis- tas, como profesionales, como críticos. Pero que, sin duda, habitamos también como sujetos de experiencia. Abiertos, vulnerables, sensibles, temblorosos, de carne y hueso. Unos espacios en los que, a veces, sucede lo otro, lo imprevisto. Unos espacios en los que a veces vacilan nuestras palabras, nuestros saberes, nuestras técnicas, nuestros poderes, nuestras ideas, nuestras intenciones. Como en la vida misma. (3) Por último, nos interesa hacer referencia al concepto de reflexión desde el abordaje que John Dewey (Dewey, 1989) propone al respecto la reflexión es una operación en la que, por un lado los hechos, y por otro lado el significado, se van obteniendo a través de su constante interacción. Cada hecho de reciente descubrimiento desarrolla, verifica y modifica una idea, y toda nueva idea y toda nueva sombra de una idea conduce a una nueva investigación, la cual arroja luz sobre nuevos hechos y modifica así nuestra comprensión de los hechos anteriormente observados. (4) 2. Objetivos Reconocer territorios en que la forma se construye y manifiesta, haciendo consiente sus vinculacio- nes con lo perceptual. 3. Actividades PRIMERA PARTE 3.1 Dinámica de sueño lúcido ¨La vieja tienda¨ EXPERIENCIA N°1 LA PERCEPCIÓN Y LA EXPERIENCIA

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Page 1: EXPERIENCIA N°1 LA PERCEPCIÓN Y LA EXPERIENCIA

¿Cómo se relacionan experiencia y percepción?

¿En qué se relacionan experiencia y percepción, con nociones de forma?

1. Referencias epistemológicas y marco teórico.

La construcción del mundo con la que interactuamos con los demás y con el universo tiene como base al cuerpo y sus modos de entretejerse, la forma es uno de esos tejidos, en ella se superponen aspectos psicológicos, semiológicos, antropológicos, políti-cos, sociales, científicos, artísticos.

En esta ocasión haremos foco en la interrelación entre experiencia y percepción. Será importante poner en juego los conocimientos de cada integrante del colectivo, estudiantes y docentes, articulando con especifici-dades de la forma como campo de conocimiento, entretejiéndonos con la voz de diversos autores. Un aborda-je posible es el que realiza Simondón quien caracteriza la percepción dinámi-camente como una manera diferente en cada época de tomar posesión de lo real, es decir como dotada de una función singular en la relación de conocimiento. En este sentido, la percepción misma

posee una historia, que la filosofía recoge y que remite en último análisis a la de los sujetos humanos en su relación vital con el medio. (1)

Por otro lado, citamos a Katya Man-doki, quien desarrolla una teoría que dialoga desde aspectos cotidianos, pero desde una profunda sensibilidad que con-mueve

El prendamiento estético puede ocurrir por medio del oído -que se agudiza más que cualquier otro sentido en el momen-to de prendarnos a la música- o por la vista, el olfato, el gusto o el tacto, o varios a la vez en cada caso. Hay cierta oralidad, por decirlo así, en la experiencia estética no considerada en las alternati-vas propuestas por otros autores al término de "contemplación" Me refiero al de "involucramiento" de Berleant, al de "actitud" de Stolnitz o al de "atención" de Dickie -que pueden aplicarse numerosas situaciones extra- estéticas al grado de perder su pertinencia específicamente estética. El término de "prendamiento", en cambio, trae asociadas connotacio-nes de fascinación, seducción, nutrición y apetencia, más afines al fenómeno que nos ocupa.

Como la describió John Dewey hace más de medio siglo, la experiencia estética es una manera de estar singularmente

alerta como organismo vivo y receptivo al medio, a sí mismo y a los demás con una agudeza mayor de los sentidos. Se desprende de la descripción deweyana que la experiencia estética o la aesthesia es exactamente lo contrario de la aneste-sia. Lo estético, por tanto, no se opone a lo feo sino al embotamiento de los senti-dos, incluida la mente. La sensibilidad implica una lucidez y agudeza somática o sensorial, afectiva y mental integradas. (2)

Por otro lado, nos resulta imprescindi-ble abordar el concepto de experien-cia, con la que nos entretejeremos a lo largo de todo el cursado.

Tal vez reivindicar la experiencia sea también reivindicar un modo de estar en el mundo, un modo de habitar el mundo, un modo de habitar, también, esos espa-cios y esos tiempos cada vez más hostiles que llamamos espacios y tiempos educa-tivos. Unos espacios que podemos habitar como expertos, como especialis-tas, como profesionales, como críticos. Pero que, sin duda, habitamos también como sujetos de experiencia. Abiertos, vulnerables, sensibles, temblorosos, de carne y hueso. Unos espacios en los que, a veces, sucede lo otro, lo imprevisto. Unos espacios en los que a veces vacilan nuestras palabras, nuestros saberes, nuestras técnicas, nuestros poderes,

nuestras ideas, nuestras intenciones. Como en la vida misma. (3)

Por último, nos interesa hacer referencia al concepto de reflexión desde el abordaje que John Dewey (Dewey, 1989) propone al respectola reflexión es una operación en la que, por un lado los hechos, y por otro lado el significado, se van obteniendo a través de su constante interacción. Cada hecho de reciente descubrimiento desarrolla, verifica y modifica una idea, y toda nueva idea y toda nueva sombra de una idea conduce a una nueva investigación, la cual arroja luz sobre nuevos hechos y modifica así nuestra comprensión de los hechos anteriormente observados. (4)

2. Objetivos

Reconocer territorios en que la forma se construye y manifiesta, haciendo consiente sus vinculacio-nes con lo perceptual.

3. Actividades

PRIMERA PARTE

3.1 Dinámica de sueño lúcido ¨La vieja tienda¨

3.1.1 IndividualCada estudiante de manera individual, redactará en forma de narración o relato el objeto elegido durante la dinámica de sueño lúcido en A4, evitando que los compañeros sepan de qué se trata. No se podrán emplear en el texto propuesto, aquellas palabras que aludan directamente a la forma analizada. Por ejemplo, si se trata de una esfera, no podremos usar ese término, sino masa redonda que gira en todas direcciones.

3.1.2 GrupalCada estudiante compartirá con el resto del grupo dicho texto, éstos deberán adivinar de qué objeto se trata. Evitando que el resto de los grupos escuchen. Posteriormente deberán seleccionar entre todos, uno de los textos elaborados, el mismo puede ser modificado con el aporte de los compañeros. Justificar selección.

3.1.3 ColectivoCada grupo compartirá con el resto del curso el texto seleccionado, éstos deberán adivinar de qué objeto se trata.

SEGUNDA PARTE

3.2 GrupalSe abordará la lectura del texto ¨La experiencia¨ de Larrosa. Sintetizar y registrar las ideas principales.

3.3 ColectivoConversatorio y debate respecto del texto abordado y la experiencia realizada en la primera parte de la sesión y su relación a nociones de forma.

3.4 Reflexión individual en bitácoraReflexionar respecto de lo abordado durante la clase, poniendo el foco en la relación entre lo experienciado en la dinámica del Sueño Lúcido y el texto abordado de Larrosa. Registre a modo de texto en la bitácora.

Modo de presentación.

Individual: 3.1.1 Narración o relato. Formato A4

Grupal: 3.1.2 Texto seleccionado, Justificación. Formato A4

Grupal: 3.2 Síntesis y registro de ideas principales. Formato A3

Individual: 3.5 (Bitácora)

EXPERIENCIA N°1LA PERCEPCIÓN Y LA EXPERIENCIA

Bilbiografía

(1) RENAUD Barbaras Profesor de Filosofía Contemporánea en la Universi-dad París I. Prefacio al texto de Simondón Gilbert. (2012) Curso sobre la percep-ción. 1ª Edición en Argentina) E. Cactus.

(2) MANDOKI Katya (2001) “ANÁLISIS PARALELO EN LA POÉTICA Y LA PROSAICA; Un modelo de estética aplicada”. AISTHESIS N° 34, Universidad Autónoma Metropolitana, México

(3) LARROSA BONDÍA, Jorge (2006) “Sobre la experiencia” Publicado en Aloma Revistes Catalanes amb Accés Obert (RACO)

(4) DEWEY, J. (1989). CÓMO PENSA-MOS. Nueva exposición de la relación entre el pensamiento reflexivo y proceso educativo . Buenos Aires: Editorial Paidós, SAICF

Page 2: EXPERIENCIA N°1 LA PERCEPCIÓN Y LA EXPERIENCIA

¿Cómo se relacionan experiencia y percepción?

¿En qué se relacionan experiencia y percepción, con nociones de forma?

1. Referencias epistemológicas y marco teórico.

La construcción del mundo con la que interactuamos con los demás y con el universo tiene como base al cuerpo y sus modos de entretejerse, la forma es uno de esos tejidos, en ella se superponen aspectos psicológicos, semiológicos, antropológicos, políti-cos, sociales, científicos, artísticos.

En esta ocasión haremos foco en la interrelación entre experiencia y percepción. Será importante poner en juego los conocimientos de cada integrante del colectivo, estudiantes y docentes, articulando con especifici-dades de la forma como campo de conocimiento, entretejiéndonos con la voz de diversos autores. Un aborda-je posible es el que realiza Simondón quien caracteriza la percepción dinámi-camente como una manera diferente en cada época de tomar posesión de lo real, es decir como dotada de una función singular en la relación de conocimiento. En este sentido, la percepción misma

posee una historia, que la filosofía recoge y que remite en último análisis a la de los sujetos humanos en su relación vital con el medio. (1)

Por otro lado, citamos a Katya Man-doki, quien desarrolla una teoría que dialoga desde aspectos cotidianos, pero desde una profunda sensibilidad que con-mueve

El prendamiento estético puede ocurrir por medio del oído -que se agudiza más que cualquier otro sentido en el momen-to de prendarnos a la música- o por la vista, el olfato, el gusto o el tacto, o varios a la vez en cada caso. Hay cierta oralidad, por decirlo así, en la experiencia estética no considerada en las alternati-vas propuestas por otros autores al término de "contemplación" Me refiero al de "involucramiento" de Berleant, al de "actitud" de Stolnitz o al de "atención" de Dickie -que pueden aplicarse numerosas situaciones extra- estéticas al grado de perder su pertinencia específicamente estética. El término de "prendamiento", en cambio, trae asociadas connotacio-nes de fascinación, seducción, nutrición y apetencia, más afines al fenómeno que nos ocupa.

Como la describió John Dewey hace más de medio siglo, la experiencia estética es una manera de estar singularmente

alerta como organismo vivo y receptivo al medio, a sí mismo y a los demás con una agudeza mayor de los sentidos. Se desprende de la descripción deweyana que la experiencia estética o la aesthesia es exactamente lo contrario de la aneste-sia. Lo estético, por tanto, no se opone a lo feo sino al embotamiento de los senti-dos, incluida la mente. La sensibilidad implica una lucidez y agudeza somática o sensorial, afectiva y mental integradas. (2)

Por otro lado, nos resulta imprescindi-ble abordar el concepto de experien-cia, con la que nos entretejeremos a lo largo de todo el cursado.

Tal vez reivindicar la experiencia sea también reivindicar un modo de estar en el mundo, un modo de habitar el mundo, un modo de habitar, también, esos espa-cios y esos tiempos cada vez más hostiles que llamamos espacios y tiempos educa-tivos. Unos espacios que podemos habitar como expertos, como especialis-tas, como profesionales, como críticos. Pero que, sin duda, habitamos también como sujetos de experiencia. Abiertos, vulnerables, sensibles, temblorosos, de carne y hueso. Unos espacios en los que, a veces, sucede lo otro, lo imprevisto. Unos espacios en los que a veces vacilan nuestras palabras, nuestros saberes, nuestras técnicas, nuestros poderes,

nuestras ideas, nuestras intenciones. Como en la vida misma. (3)

Por último, nos interesa hacer referencia al concepto de reflexión desde el abordaje que John Dewey (Dewey, 1989) propone al respectola reflexión es una operación en la que, por un lado los hechos, y por otro lado el significado, se van obteniendo a través de su constante interacción. Cada hecho de reciente descubrimiento desarrolla, verifica y modifica una idea, y toda nueva idea y toda nueva sombra de una idea conduce a una nueva investigación, la cual arroja luz sobre nuevos hechos y modifica así nuestra comprensión de los hechos anteriormente observados. (4)

2. Objetivos

Reconocer territorios en que la forma se construye y manifiesta, haciendo consiente sus vinculacio-nes con lo perceptual.

3. Actividades

PRIMERA PARTE

3.1 Dinámica de sueño lúcido ¨La vieja tienda¨

3.1.1 IndividualCada estudiante de manera individual, redactará en forma de narración o relato el objeto elegido durante la dinámica de sueño lúcido en A4, evitando que los compañeros sepan de qué se trata. No se podrán emplear en el texto propuesto, aquellas palabras que aludan directamente a la forma analizada. Por ejemplo, si se trata de una esfera, no podremos usar ese término, sino masa redonda que gira en todas direcciones.

3.1.2 GrupalCada estudiante compartirá con el resto del grupo dicho texto, éstos deberán adivinar de qué objeto se trata. Evitando que el resto de los grupos escuchen. Posteriormente deberán seleccionar entre todos, uno de los textos elaborados, el mismo puede ser modificado con el aporte de los compañeros. Justificar selección.

3.1.3 ColectivoCada grupo compartirá con el resto del curso el texto seleccionado, éstos deberán adivinar de qué objeto se trata.

SEGUNDA PARTE

3.2 GrupalSe abordará la lectura del texto ¨La experiencia¨ de Larrosa. Sintetizar y registrar las ideas principales.

3.3 ColectivoConversatorio y debate respecto del texto abordado y la experiencia realizada en la primera parte de la sesión y su relación a nociones de forma.

3.4 Reflexión individual en bitácoraReflexionar respecto de lo abordado durante la clase, poniendo el foco en la relación entre lo experienciado en la dinámica del Sueño Lúcido y el texto abordado de Larrosa. Registre a modo de texto en la bitácora.

Modo de presentación.

Individual: 3.1.1 Narración o relato. Formato A4

Grupal: 3.1.2 Texto seleccionado, Justificación. Formato A4

Grupal: 3.2 Síntesis y registro de ideas principales. Formato A3

Individual: 3.5 (Bitácora)

Bilbiografía

(1) RENAUD Barbaras Profesor de Filosofía Contemporánea en la Universi-dad París I. Prefacio al texto de Simondón Gilbert. (2012) Curso sobre la percep-ción. 1ª Edición en Argentina) E. Cactus.

(2) MANDOKI Katya (2001) “ANÁLISIS PARALELO EN LA POÉTICA Y LA PROSAICA; Un modelo de estética aplicada”. AISTHESIS N° 34, Universidad Autónoma Metropolitana, México

(3) LARROSA BONDÍA, Jorge (2006) “Sobre la experiencia” Publicado en Aloma Revistes Catalanes amb Accés Obert (RACO)

(4) DEWEY, J. (1989). CÓMO PENSA-MOS. Nueva exposición de la relación entre el pensamiento reflexivo y proceso educativo . Buenos Aires: Editorial Paidós, SAICF

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