expectativas y profecias

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Expectativas y profecías Por Alfredo Zaiat Como la economía es un espacio de disputa de poder, la construcción de expectativas es una de las trincheras más importante donde participan diferentes actores económicos y políticos. No se trata de la definición de la ortodoxia sobre las “expectativas racionales”, que postula que todos los agentes poseen el mejor conocimiento del funcionamiento de la economía y toda la información necesaria para definir sus comportamientos. Esa teoría afirma que así pueden evaluar riesgos y decidir en consecuencia su conducta y por ese motivo es muy difícil confundir a los agentes económicos. Es una concepción fallida que la realidad económica ha sabido refutar en varias oportunidades, especialmente en los mercados financieros. Distinto es el montaje de la “profecía autocumplida”, que es una predicción que directa o indirectamente conduce a convertirse en realidad. Si se propaga que va a escasear determinado alimento o combustible, muchos probablemente corran a comprarlo. El previsible comportamiento de acopio contribuirá a que aquella sentencia se convierta en realidad. Es, en sus comienzos, una definición falsa de una situación que conduce a un nuevo comportamiento que convierte en “verdadera” la mención inicialmente falsa. La construcción de esas profecías está muy ligada al manejo de las expectativas sociales sobre acontecimientos económicos. Por eso en ese terreno intervienen con intensidad diferentes actores políticos y económicos. Funcionarios del área económica y hasta la propia presidenta CFK disputan ese espacio con la oposición, grandes medios y grupos económicos. En el juego de orientar las expectativas, un grupo numeroso de economistas tiene un papel estelar. El crecimiento espectacular de variadas plataformas de difusión de información, con el flujo al instante en Internet, la comunicación vía mail, la expansión de las redes sociales y los medios tradicionales, ha derivado en un canal impresionante de rápida distribución de todo tipo de análisis y especulaciones.

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Expectativa

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Expectativas y profecas Por Alfredo ZaiatComo la economa es un espacio de disputa de poder, la construccin de expectativas es una de las trincheras ms importante donde participan diferentes actores econmicos y polticos. No se trata de la definicin de la ortodoxia sobre las expectativas racionales, que postula que todos los agentes poseen el mejor conocimiento del funcionamiento de la economa y toda la informacin necesaria para definir sus comportamientos. Esa teora afirma que as pueden evaluar riesgos y decidir en consecuencia su conducta y por ese motivo es muy difcil confundir a los agentes econmicos. Es una concepcin fallida que la realidad econmica ha sabido refutar en varias oportunidades, especialmente en los mercados financieros. Distinto es el montaje de la profeca autocumplida, que es una prediccin que directa o indirectamente conduce a convertirse en realidad. Si se propaga que va a escasear determinado alimento o combustible, muchos probablemente corran a comprarlo. El previsible comportamiento de acopio contribuir a que aquella sentencia se convierta en realidad. Es, en sus comienzos, una definicin falsa de una situacin que conduce a un nuevo comportamiento que convierte en verdadera la mencin inicialmente falsa. La construccin de esas profecas est muy ligada al manejo de las expectativas sociales sobre acontecimientos econmicos. Por eso en ese terreno intervienen con intensidad diferentes actores polticos y econmicos. Funcionarios del rea econmica y hasta la propia presidenta CFK disputan ese espacio con la oposicin, grandes medios y grupos econmicos. En el juego de orientar las expectativas, un grupo numeroso de economistas tiene un papel estelar.

El crecimiento espectacular de variadas plataformas de difusin de informacin, con el flujo al instante en Internet, la comunicacin va mail, la expansin de las redes sociales y los medios tradicionales, ha derivado en un canal impresionante de rpida distribucin de todo tipo de anlisis y especulaciones. En ese amplio mapa de circulacin de noticias, la televisin sigue siendo uno de los principales modos de acceso a la informacin de quienes no leen diarios, apunt el Premio Nobel de Economa Joseph Stiglitz en la conferencia sobre la libertad de prensa en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia, en mayo del ao pasado. Stiglitz debera sumar la radio como una de esas vas masivas de conocer qu est pasando. Por ese motivo el ex economista jefe del Banco Mundial seal que en la televisin (y tambin en la radio) la concentracin puede ser ms perniciosa que en otras reas. Esa concentracin de los medios deriva en otra que tiene como protagonista a un elenco de economistas mediticos que circulan por estudios de televisin por cable y radios, adems de ser editorialistas y fuente de gran parte de los medios escritos.

Esa expansin de los medios de comunicacin en un mundo econmico dominado por la incertidumbre generada por las finanzas globales, lo que ha acelerado los ciclos de auge y crisis, exacerb esa excitacin por conocer la palabra de los denominados gures. Ese grupo de economistas del turno maana, tarde y noche de las pantallas y el micrfono son los delegados ms populares del poder econmico para la construccin de expectativas. Las controversias en materia econmica que se desarrollan en los medios son el paraso de los lobbies. Esos economistas son sus representantes ms destacados que se dedican a sealar qu es lo que se debe hacer en la economa. Sostienen un discurso que exponen como tcnico pero resulta fundamentalmente poltico e ideolgico, aspectos que no es cuestionable, pero s lo es cuando lo ocultan detrs de una falsa neutralidad.

La exageracin de determinadas situaciones de tensin econmica colabora para consolidar la presencia en los medios de esos hombres de negocios dedicados a la comercializacin de informacin econmica. La incertidumbre la van acentuando con el constante mensaje de una crisis inminente. Esos economistas son parte importante de la construccin de la sociedad del miedo, que convierte a las mayoras en una masa ansiosa por saber qu va a pasar en un mundo lleno de incertidumbre. Ellos se presentan como los portadores del saber. Diseminar temores facilita su tarea de disciplinar a una sociedad para que acepte situaciones que seran rechazadas si fueran ofrecidas en un marco normal. El miedo es el vehculo para condicionar el comportamiento colectivo. En una era de incertidumbre global, la meta es imponer de ese modo polticas impopulares.

Esa prdica es permanente pero adquiere ms penetracin cuando irrumpe algn acontecimiento econmico que provoca incertidumbre, y en especial miedo por lo que puede suceder. Capturan la atencin emitiendo mensajes que advierten acerca de que algo malo puede suceder. Avisan sobre un peligro potencial de consecuencias desastrosas para la economa y por lo tanto para el bienestar de la poblacin. No importa si predicen desastres donde no los hay y posteriormente no se verifican, puesto que luego no son interpelados por la catstrofe que no fue. Esa eventual desgracia vara segn el momento. Hoy es el default que no es.

Esta evaluacin cualitativa sobre el rol de los economistas mediticos no tena hasta ahora un anlisis cuantitativo conocido para mostrar la capacidad de construccin de expectativas, y a la vez para comprobar el predominio en el espacio pblico del pensamiento econmico conservador en la interpretacin de diversos acontecimientos. Era evidente esa preeminencia en los medios con slo hacer zapping, pero no haba un estudio de acceso pblico con cifras y nombres. Ese ilustrativo trabajo lo realiz Ejes de Comunicacin, empresa dedicada, entre otras tareas, al monitoreo de medios, archivo de audios, videos y recortes de prensa escrita. Realiz un ranking de economistas en base a su posicionamiento meditico en los meses de julio y agosto pasados, perodo de debate econmico agitado por el bloqueo de cobro a los bonistas del canje ordenado por el juez Thomas Griesa.

La cobertura fue realizada sobre canales de televisin abierta y cable y radios AM y FM registrando la cantidad de entrevistas a economistas. Las consultas ms que se duplicaron desde abril pasado cuando anotaron 193, hasta julio que alcanzaron las 408. El ranking de los primeros diez en el bimestre julio-agosto estuvo liderado por Carlos Melconian, con 40 apariciones. En orden descendente se ubicaron Agustn DAtellis (31), Jos Luis Espert (22), Daniel Artana (22), Orlando Ferreres (19), Aldo Pignanelli (17), Ricardo Delgado (16), Matas Tombolini (16), Martn Tetaz (16), Guillermo Nielsen (12) y Nicols Dujovne (12). Las apariciones en la radio estuvieron concentradas en las emisoras El Mundo y Mitre, con el 21 y 15 por ciento, respectivamente. En otras AM la presencia fue menor, reuniendo Radio 10 y Continental, 7 por ciento cada una, y La Red, el 5 por ciento del total de irrupciones mediticas de esos economistas. En televisin, los estudios de 26TV fueron los ms transitados con el 32 por ciento, seguido por Amrica 24 y TN-Grupo Clarn, con el 30 y 11 por ciento, respectivamente. Ms atrs se ubicaron Canal 7, con el 7 por ciento, y CN23 y C5N, con el 6 por ciento cada uno.

El relevamiento tambin incluy un anlisis cualitativo sobre las caractersticas y rea laboral de cada uno de esos economistas, aspectos poco relevantes y que no agregan ms detalles de los conocidos. Lo que s se deriva de ese anlisis, aunque no est explicitado en el documento, es el pronunciado sesgo ideolgico hacia posiciones conservadoras de esos protagonistas. En el caso especfico del conflicto con los fondos buitre y el juicio desarrollado en el juzgado de Griesa, nueve de esos diez economistas proponen, con ms o menos matices o vehemencia, que la posicin argentina est equivocada, que hay que negociar con los buitres (sin considerar la existencia de la clusula RUFO) y que se debe pagar del modo que lo pide el juez del distrito sur de Manhattan. Tambin que Argentina est en default.

Una sentencia declarada verdadera pese a que no lo sea puede influir lo suficiente sobre la conducta de los agentes econmicos, ya sea por miedo o confusin, de modo que sus reacciones convierten finalmente el hecho o sus efectos en verdaderos. Una vez que una persona se convence a s misma de que una situacin tiene un cierto significado, y al margen de que realmente lo tenga o no, adecuar su comportamiento a esa percepcin, con consecuencias en el mundo real. De ese modo se van moldeando las expectativas sociales, hoy con el default, ayer con la inflacin, maana con el empleo y siempre con el dlar.