expandiendo el rol de la arqueología
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Expandiendo el rol de la arqueología: Nuevas perspectivas en tafonomia forense
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INTRODUCCION
Atilio Nasti, Departamento de Historia, Universidad Católica Argentina, Instituto de Ciencias
Forenses, [email protected]
En los últimos treinta años, la
investigación sobre el paradero de tumbas clandestinas y la identificación de restos
humanos como parte de los abusos contra los derechos humanos ha estimulado el
desarrollo de la arqueología y la antropología forense dentro del campo académico de la
medicina legal.(Hochrein 1997; Mondini y Muñoz 1996; Nasti 2008, Reverte Coma 1999). Si
bien estas disciplinas se han incorporado en forma muy lenta, en muchos países, los
arqueólogos y antropólogos forenses trabajan en relación interdisciplinaria con los médicos y
técnicos forenses, tanto dentro de los estrados judiciales como para los departamentos
policiales y como consultores externos (Haglund y Sorg 1997). En el contexto de las
Ciencias Forenses, las técnicas arqueológicas de recuperación de la evidencia, podrían
parecer una novedad metodológica, sin embargo, los arqueólogos vienen utilizando estas
técnicas desde hace, al menos 100 años, tanto en la excavación de tumbas prehistóricas,
como relevando los restos de los primeros homínido en la línea evolutiva que lleva al hombre
(Behrensmeyer y Hill 1980).
Una de las líneas de desarrollo mas prometedoras surgidas a fines de los setenta y
comienzos de los ochenta, es la tafonomia. El termino tafonomia deriva del latín ‘tafo’ (=
enterramiento) y ‘nomos’ (= leyes): o sea el estudio de las leyes del enterramiento.
Originalmente desarrollado en paleontología para explicar como los animales se fosilizan y
se preservan en el registro geológico, fue implementado por la arqueología como
herramienta de análisis y evaluación de las alteraciones e historias de los depósitos de
restos óseos, tanto animales (contexto zooarqueologico) como humano (enterratorios y
paleopatología) ( Fisher 1995; Nasti 1998, 2008).
El presente trabajo tiene el objetivo de ilustrar como la tafonomia puede utilizarse
como herramienta analítica en las disciplinas forenses. Veremos como la información que
suministra esta disciplina, puede ser muy valiosa al momento de requerir datos sobre las
alteraciones post mortem y el contexto y tiempo de depositación de lo restos óseos
humanos.
TAFONOMIA: LA HISTORIA DE VIDA DE LOS HUESOS.
Los restos esqueléticos tuvieron siempre una actitud provocativa para los
arqueólogos. Desde los primeros estudios prehistóricos los arqueólogos se han cuestionado
como diferenciar en los huesos el producto de actividades culturales, es decir producidas por
el hombre, de aquellos fenómenos producidos por el medioambiente (Behrensmeyer 1983;
Binford 1981; Bunn 1981; Capaldo y Peters 1995, entre otros).
El término tafonomía fue definido por A. Efremov, un investigador de origen
soviético, especialista en paleontología de vertebrados, en 1940. Significa literalmente las
“leyes del enterramiento” y abarca formalmente a todos los aspectos del pasaje de los restos
óseos desde la biosfera (medioambiente donde tiene lugar la vida del organismo) a la
litosfera (lugar donde se sedimentan) (Efremov 1940; citado por Olson 1980:3).
Durante los primeros años, la investigación se volcó a una rápida y organizada
búsqueda de patrones de diferenciación entre los agentes que podían producir alteraciones
en los huesos. Con el avance de las observaciones el esfuerzo tomo una nueva dirección: la
formulación de modelos tafonómicos para explicar la acción y el efecto de las modificaciones
o alteraciones de los restos esqueléticos y su aporte a la información sobre el
medioambiente del pasado (Blumenschine 1987; Blumenschine, Cavallo y Capaldo 1994;
Coe 1980; Vrba 1980).
La tafonomía, ha sistematizado como debemos relevar, desarrollar e interpretar la
información del pasado a través de los restos óseos, y es en este sentido, donde ha
brindado un marco teórico y metodológico para comprender cómo los procesos, geológicos,
animales, vegetales y antrópico han afectado los conjuntos óseos (Lyman 1994; Reverte
Coma 1999). En suma, la gran contribución de la tafonomía a las arqueología forense, es
haber desarrollado los medios para identificar y explicar los múltiples factores alternativos
que deben de tenerse en consideración cuando formulamos reconstrucciones acerca de un
hecho criminal (Nasti 2008).
De esta manera, los restos óseos bajo estudio son una verdadera “ventana al
pasado”, y es aquí donde la tafonomia ha venido a integrar este concepto en las Ciencias
Forenses y, especialmente en la Antropología Forense, esto es, la relación entre los restos
humanos y su evolución después de la muerte (Nasti 2007). Ciertamente, existe gran
cantidad de fenómenos locales que pueden atacar la integridad de los conjuntos de los
cuales la acción de carnívoros, el pisoteo animal, los insectos, e incluso la acción del agua y
el viento son solo algunos ejemplos (Andrews y Cook 1985; Brain 1967, 1981; Marshall
1989; Wood y Johnson 1978).
Si bien el concepto de tafonomia en el contexto de las ciencias forenses abarca todo
lo relacionado con la descomposición, transformación, conservación, transporte, desgaste e
infiltración de los restos humanos, desde la muerte biológica hasta su total desintegración o
conservación natural o artificial, o hasta su fosilización (Reverte Comas 1999), deberíamos
realizar una diferenciación muy importante entre el campo de la tafonomia forense y la
tanatología. Esta ultima esta bien definida y trata la evolución de las transformaciones que
como un proceso natural, llevan adelante los organismos biológicos (Ortner, David y
Robinson 1972). La tafonomia forense ha desarrollado una metodología y una técnica a
partir del estudio de los restos óseos. Por lo tanto la Tafonomia Forense se ocupa de los
huesos en todas las fases en donde se producen estas alteraciones o cambios de
estructuras y aspecto de los restos humanos. En resumidas cuentas es algo así como la
historia y momentos por los que han pasado los restos óseos humanos desde la muerte
biológica hasta que llegan a nuestras manos para su investigación. (Reverte Coma 1999;
Shipman 1981).
La Biotafonomia examina los restos desde la muerte hasta la total esqueletizacion y/o
destrucción. Puede ser dividida en tres categorías (Nawrocki 1995):
• Factores Naturales Son variables externas, como clima (abiótico) y animal (biótico).huellas
y marcas. y Factores Individuales aquellos relacionados con los procesos del propio cuerpo
como tamaño, peso y edad.
• Factores Culturales o de comportamiento: Característicos de la conducta humana como
tratamiento de los cuerpos, autopsias, cremación, e incluso cualquier tratamiento de los
restos humanos para ocultar la evidencia del hecho. etc..
Mientras que la Geotafonomia es el estudio de como, y cuando los restos se sedimentan en
relación al contexto de depositación sea geológico, botánico o animal.
• Alteración por niveles de pH.
• Alteración del suelo, incluye, compactación, erosión, alteración de niveles estratigráficos,
• alteración por erosión por agua drenaje.
La meteorización es la destrucción de los huesos como parte normal de
los procesos biodegradables del suelo, y las diferentes alternativas de preservarse o
destruirse, muchas veces dependen de las posibilidades de ser enterrados antes de la
destrucción total (Behrensmeyer 1978).En este sentido, el Arqueólogo Forense debe
evaluar estos factores cuando se enfrenta a un conjunto de restos óseos. Debe comprender
y explicar que procesos o combinación de ellos fueron responsables de las alteraciones,
distribución, cambios en sus relaciones espaciales, morfología y estructura de los restos
esqueléticos (Gilbert 1990). La pregunta es: ¿cuál es la naturaleza del registro óseos que
estoy abordando y que factores actuaron sobre el? La respuesta a estas preguntas es, sin
más, la historia de lo sucedido con esos restos óseos, es decir la tafonomia y es la clave en
las ciencias forenses.
En las próximas líneas presentaremos algunos de los fenómenos más comunes
que afectan los conjuntos óseos. Veremos como son identificados, y clasificados por los
especialistas y como esa información puede ser muy útil al momento de reconstruir un
hecho criminal. Debemos aclarar que, si bien la tafonomia ha nacido dentro del ámbito de la
paleontología, fueron los arqueólogos quienes la comenzaron a utilizar para interpretar los
restos esqueléticos humanos antiguos, tanto históricos como prehistóricos y son los que en
la actualidad intentan llevar a cabo la aplicación de esta disciplina en las ciencias forenses
(Nasti 2007).
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CONCLUSION
Durante algún tiempo la interpretación de las modificaciones
sobre los huesos estaba basada en la intuición y no poseía una línea de
evidencia que sea lo suficientemente segura. Algunos conjuntos pueden
parecer culturales en su origen simplemente porque fueron recolectados en
sitios con restos culturales, al tiempo que muchos fenómenos entre ellos
los carnívoros, pudieron modificar los restos una vez abandonados por el
hombre (Binford 1981, 1984; Bunn 1981; Hill 1976, 1980; Potts 1986;
Shipman 1983; Shipman y Rose 1984).
La estrecha relación entre la tafonomia y la arqueología,
continúa produciendo avances en la compresión de las transformaciones
pos mortem para evaluar los procesos que actuaron desde la muerte y
depositación hasta la recuperación de la evidencia. Queda mucho por
hacer: mejores métodos, afinar una sistemática coherente y más analogía
para construir teorías de medio y bajo nivel. No hay otro campo de estudio,
dentro de la arqueología que haya colaborado tanto a reconocer los
productos de la conducta humana y diferenciarlos de lo producido por otros
agentes (Borrero 1988; Brain 1981; Bonnichsen 1979; Bunn 1981, 1982;
Shipman 1989; Tappen 1995; Capaldo y Peters 1995).
La tafonomía es un campo multidisciplinario que intenta
comprender cómo se forman, distribuyen y modifican los conjuntos óseos.
Aunque la tafonomía ha avanzado en la última década en la construcción
de modelos más sofisticados, necesita intensificar y aplicar investigación en
todos los niveles (Bonnichsen 1989; Hedges Robert y Millard 1995).
Sabemos que nuestros estudios deben considerar la movilidad de los
materiales, la asociación de los restos orgánicos, las relaciones entre los
elementos orgánicos e inorgánicos de los depósitos, la sedimentación y las
relaciones entre los diferentes tipos de sedimentos y la naturaleza biológica
de los materiales.
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