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EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO Mt. 26, 26- 29 HERWIN DANILO ALMEIDA GONZÁLEZ 1

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Exégesis sobre la Institución de la Eucaristía

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Page 1: Exégesis Mt 26, 26-29

EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEOMt. 26, 26- 29

HERWIN DANILO ALMEIDA GONZÁLEZ

SEMINARIO CONCILIAR SAN CARLOSSECCIÓN DE TEOLOGÍA

SAN GIL2015

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EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEOMt. 26, 26- 29

HERWIN DANILO ALMEIDA GONZÁLEZ

Trabajo presentado como requisito para el examen final de Sinópticos II

ProfesorRAMIRO TRUJILLO SIERRA

Presbítero

SEMINARIO CONCILIAR SAN CARLOSSECCIÓN DE TEOLOGÍA

SAN GIL2015

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1. TEXTOINSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA(Mt 26, 26-29)

26. Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.»27. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos,28. porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados.29. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.

2. CONTEXTO

ESTRUCTURA GENERAL MATEO 26 SEGÚN W. TRILLING

Parte Cuarta del EvangelioMUERTE Y RESURRECCIÓN DEL MESÍAS Capítulos 26-28

I. EN VÍSPERAS DE LA MUERTE (26,1-56).1. ACUERDO DE MATAR A JESÚS (Mt 26, 1-5).2. UNCIÓN EN BETANIA (Mt 26, 6-13).3. LA TRAICIÓN DE JUDAS (Mt 26,14-16).4. ULTIMA CENA DE JESÚS (26, 17-29).

a) Preparativos para la cena pascual (Mt 26,17-19).b) Designación del traidor (Mt 26, 20-25).c) Institución de la eucaristía (Mt 26, 26-29).

5. JESÚS EN GETSEMANÍ (26,30-46).a) Predicción de las negaciones de Pedro (Mt 26, 30-35).b) Oración de Jesús en su agonía (Mt 26, 36-46).

6. PRENDIMIENTO DE JESÚS (Mt 26, 47-56).II. CONDENA DE JESUS (26,57-27,31).

1. JESUS ANTE EL SANEDRIN (Mt 26, 57-68).2. LAS NEGACIONES DE PEDRO (Mt 26, 69-75).

Según lo propuesto por Josef Schmid1 éste texto se encuentra en la tercera parte del Evangelio titulada “Los últimos días de Jesús en Jerusalén” (Cap. 21- 17); la

1 SCHMID, Josef. EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO. Herder: Barcelona, 1967. p. 519.

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cual a su vez se divide en dos secciones: últimas actividades públicas de Jesús (Cap. 21- 25) y La Pasión (Cap. 27- 27) donde se ubica la perícopa a estudiar.

En el contexto general, Jesús ha entrado triunfante a Jerusalén (Mt 21, 1-10), ha expulsado a los venderos y cambistas del templo (21, 12-17) y ha pronunciado una serie de parábolas sobre la proximidad del Reino de los Cielos. Ahora nos hallamos ante los sucesos previos a la Pasión y Muerte, ya el traidor y las autoridades judías han conspirado contra Jesús (26, 1-5. 14- 16) y está todo dispuesto para celebrar la cena con sus discípulos (26, 17- 19). En el contexto del anuncio de la traición por parte de Jesús (26, 20. 25) y mientras estaban comiendo acontece la Institución de la Eucaristía.

Los documentos eucarísticos de Mt 26,26-30; MC 14,22-26; LC 22,15-20; 1 COR 11,23-25) representan una tradición que viene desde mucho más atrás de la fecha de redacción de los evangelios. Se trata ya de textos litúrgicos que han conservado, en forma concisa y lapidaria, lo esencial de la cena de Jesús y han eliminado todo lo demás. Su origen, pues, se remonta a los gestos y a las palabras mismas del Maestro.

En la narración de la pasión de Jesús, Mateo sigue de cerca a Marcos, añadiendo algunas escenas de su propia tradición.

Salvador Carrillo2 advierte que en la cena pascual, las palabras del padre de familia daban todo su sentido a los gestos del rito pascual judío. En el caso de Jesús, que en la última cena hizo las veces del padre de familia, sus gestos y palabras deben revelarnos las intenciones que él tuvo al tomar y transformar el rito antiguo.

El gesto que Jesús hizo sobre el pan coincide con la bendición que el padre de familia recitaba sobre el pan ázimo antes de la manducación del cordero pascual. Jesús toma el pan y pronuncia la bendición. Esta bendición es un acto de acción de gracias a Dios, y, según el uso judío, pudo ser: “Bendito seas, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que nos has dado este pan, fruto de la tierra”.

2 CARIILLO, Alday, Salvador. EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO. Verbo Divino: Pamplona, 2009. p. 319.

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3. COMPARACIÓN SINÓPTICA3

Mc. 14, 22-25 Mt. 26, 26-29 Lc. 22, 19-202. Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo.»23. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella.24. Y les dijo: «Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos.25. Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.»

26. Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.»27. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos,28. porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados.29. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.

19. Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»20. De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.21. «Pero la mano del que me entrega está aquí conmigo sobre la mesa.

Semejanzas entre Mc y Mt.Semejanza entre Mc, Mt y Lc.Elemento propio de Mc.Elemento propio de Mt.Elemento propio de Lc.

La narración de la institución eucarística aparece relatada en los tres sinópticos reducida al mínimum: a lo esencial. La razón es que no era, a la hora de la composición de los evangelios, necesario un desarrollo amplio, ya que era por todos conocida y sabida, por vivírsela en la "fractio panis."

En los relatos de la institución se notan dos grupos afines, sustancialmente idénticos, pero con pequeñas variantes redaccionales: Mt-Mc y Lc-Pablo (1 Cor 11,17-34). El primer grupo posiblemente represente la tradición de alguna iglesia

3 Según la comparación sinóptica hecha por Manuel de Tuya, O. P. Disponible en: http://www.mercaba.org/Biblia/Comentada/evang_mateo_19-fin.htm#_Toc38078937

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palestina (Jerusalén), mientras que el segundo refleja más bien la tradición de una iglesia helenística (Antioquía o Corinto).

Para la cena pascual estaban “reclinados” (άναχειμοα) sobre lechos o esteras y apoyados sobre el brazo izquierdo. Según la Mishna no podían asistir menos de diez ni pasar de veinte comensales.

La institución eucarística se hace "mientras comían" (Mt-Mc). En cambio, Lc dirá, al consagrar el cáliz, que lo hace de igual manera, "después de haber comido." Esta aparente divergencia está en función del ritual rabínico. Según éste, la cena pascual propiamente dicha consistía en comer el cordero pascual, y luego se bebía un tercer cáliz ritual con vino. Mientras Mt-Mc dicen sólo, genéricamente, que la consagración se realiza durante la cena pascual, Lc precisa más el momento: fue precisamente después de la cena estricta, después de comer el cordero pascual. La realidad y el simbolismo se unían.

Luego lo “bendijo” (εύλογέω). En la cena pascual, lo mismo que en los usos judíos ordinarios, había abundantes bendiciones. Los rabinos exigían la bendición — invocaciones — del pan y explicación — haggadah — de la Pascua que se realizaba21. Cristo se amolda al uso ambiental, aunque con una bendición — invocación — nueva, sin duda en orden a la nueva Pascua sustitutiva que instituía.

Pero en la redacción hay divergencia. Mt-Mc ponen que lo bendijo (εύλογέω), pero Lc dice que “dio gracias” (εύχοφιστέω). Podría pensarse que Cristo había hecho ambas cosas y que cada grupo de evangelistas recogió una u otra. Pero en las dos multiplicaciones de los panes, Mt-Mc ponen, por la misma acción de Cristo, que lo "bendijo" (εύλογέω), y luego, en la segunda multiplicación, para decir lo mismo, Mt-Mc ponen que "dio gracias" (ευχάριστεω). Esta permutación indistinta de términos hace ver que los autores las usan como expresiones sinónimas.

Mt-Mc recogen la orden dada por Cristo: "Tomad" (Mt-Mc), "comed" (Mt). Esta orden tenía una triple finalidad: captar la atención, enseñarles lo que había que hacer con aquel rito nuevo, y con ello atreverse a recibir el cuerpo sacramental del Señor.

“Esto es mi cuerpo.” La forma “esto” (τούτο), lo mismo puede representar un valor neutro absoluto que estar en esta forma por la atracción del sustantivo al que afecta. De ahí poder traducirse lo mismo por "esto es mi cuerpo," forma indeterminada de lo que se tiene en la mano, el pan; que por "éste es mi cuerpo," es decir, el que al término de la consagración está en el pan.

En arameo, el verbo ser no suele usarse. En el texto griego, éste se explícita.

Los sinópticos ponen unánimes la palabra "cuerpo" (σώμα). Jn, al hablar de la promesa eucarística, usa "carne" (σαρξ). Así lo usan, a propósito de la Eucaristía,

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San Ignacio de Antioquía y San Justino. La palabra original probablemente fue "carne". Ya que, ambientalmente, esta palabra tiene por correlativa "sangre." Así, "carne y sangre" es la fórmula hecha para expresar la persona.

Hecha la consagración del pan, Mt trae la consagración del vino. Cristo tomó un cáliz. El judaísmo no conoció el uso de una copa en los banquetes religiosos hasta después del siglo IX d.C. En los banquetes ordinarios admitían, a veces, beber de la misma copa, pero se ignora si a título excepcional admitían esto en el banquete pascual. Al dar la orden de que bebiesen todos de él, o se amoldó a un uso o instituyó uno nuevo. Convenía que no hubiese confusiones con el contenido de otras copas.

"Y dando gracias," con una fórmula de alabanza al Padre por la consagración que iba a hacer de su sangre en el vino, se lo dio, diciendo: "Esta es mi sangre." Y se realizó la consagración.

Pero esta sangre es la "de la Nueva Alianza" (διαθήχμ). Esta expresión lo mismo puede significar "testamento" que "alianza" o "pacto." Más, en todo caso, la evocación es contraponerla a la escena del Sinaí (Ex 24, 3-8), en donde se hizo la "alianza" entre Yahvé y el pueblo mediante el sacrificio y aspersión de la sangre. La sangre de Cristo establece la "Nueva Alianza." Por eso la idea de "alianza" está puesta en relación con la sangre y no con la fórmula de la consagración del cuerpo.

También se destaca que es "derramada" por "muchos." La primera expresión, "derramada," está puesta en griego en participio de presente (έκχυννόμενον). Parecía que se estaba derramando ya ahora, por lo que se probaría, por ello, que la Eucaristía era un sacrificio.

Los que van a recibir este provecho en Mt-Mc son "muchos." Pero esta expresión no es restrictiva a algunos, sino equivalente en diversos pasajes bíblicos a la totalidad o universalidad (Mt 20, 28, par.). Así, en el poema del "Siervo de Yahvé," de Isaías, que probablemente influye en esta redacción, el Mesías sufriente obtiene el mérito para "multitudes" (rabbím), que son toda la obra redentiva (Is 53,12). Y en el hebreo postbíblico, rabbím no significa muchos, sino la multitud en general, el pueblo, es decir, todos los seres humanos sin distinción.

Mt termina el relato con un pasaje en el que Cristo dice que no beberá más el vino hasta que beba un vino nuevo con ellos "en el reino de mi Padre" (v.29).Lc le da otra situación literaria antes de la institución eucarística y con un sentido algún tanto distinto. Tampoco tiene una conexión necesaria con la institución eucarística. El reino de Dios es presentado frecuentemente por un banquete; era metáfora normal judía para esto.

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Cristo anuncia su muerte y también su reunión con los apóstoles en el reino de su Padre. Es la concepción "escatológica" del reino. Esa bebida "nueva" no es más que parte de la metáfora del banquete, símbolo del nuevo orden de cosas que regirá en aquel mundo escatológico (1 Cor 11,26).

4. ESTRUCTURA Mt. 26, 26- 29.

Contexto- Ambiente: Mientras estaban comiendo. v.26a.Acciones con el pan: Toma, Bendice, lo parte y lo da. (v. 26a)Palabras sobre el pan (v. 26b) Acciones sobre la copa: Toma, da gracias y lo da. (v. 27a) Palabra sobre la copa. (v. 27b- 28)Nuevo anuncio de la cena en el Reino del Padre. (v. 29)

5. EXPLICACIÓN4

V. 26a MIENTRAS ESTABAN COMIENDO, En los versículos anteriores vimos que Jesús se sentó a la mesa con sus discípulos para comer la Cena de Pascua (ver Mt 26, 17-20).

V. 26ª TOMÓ JESÚS PAN Y LO BENDIJO, LO PARTIÓ Y, DÁNDOSELO A SUS DISCÍPULOS, DIJO:

Parte del ritual de la Cena de Pascua consistía en tomar el pan ázimo y pronunciar una bendición, partirlo y repartirlo. Jesús cumple este ritual, pero le da un nuevo sentido. Este pan ya no va a ser solamente el recuerdo de aquel pan al que no hubo tiempo de ponerle levadura porque el pueblo judío salió precipitadamente de Egipto la noche en que Dios lo liberó. “Este pan pascual va a quedar ahora relacionado con el cuerpo de Cristo en la cruz, con Su Pasión y Su muerte (Cfr 1Cor. 11, 26).

V. 26b DIJO: “TOMAD, COMED, ÉSTE ES MI CUERPO”. TOMAD, COMED Para actualizar el memorial, es decir, para participar del acontecimiento salvador de la Pascua, los comensales debían participar del Cordero y del Vino. Jesús es el

4 Según “Curso sobre el Evangelio de San Mateo” clase 132. Disponible en: http://www.ediciones72.com/curso_SanMateo/clase132.pdf

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nuevo Cordero Pascual, así que en este caso, los invita a participar del pan que Él va a transformar en su Cuerpo. Jesús dijo que su Cuerpo era “verdadera comida” (Jn 6, 55), y los verbos que emplea no dejan duda de lo que los invita a hacer: tomar el pan y comerlo. “Jesús se pone al centro de la cena pascual. Desde ese momento en adelante, el cordero pascual, cuya carne debía ser comida durante la cena (ver Ex 12,8), ya no será el foco de atención. Ahora es el Cuerpo de Cristo, el que Él invita a comer. El Mesías es el verdadero Cordero Pascual (ver Jn 1,29; 1Cor 5, 7-8), que se hace realmente presente en la liturgia pascual de la Eucaristía (ver Jn 6, 52-58; 1Cor 10,16)...”

ÉSTE Se refiere al pan ázimo que ha tomado en sus manos, bendecido, partido y repartido entre sus discípulos. ES Jesús está afirmando que este pan “es” ya su Cuerpo. No que será, no que fue, no que parece, sino que es.

MI CUERPO “Algunas personas escuchan esto del “cuerpo” y esperan leer a continuación que el pan se puso color carne y le salieron poros o vellos, y como esto no es así, dan por hecho que lo de “cuerpo” es un símbolo y nada más. Pero no es ni una cosa ni otra. Esperar que el pan se vuelva un trozo de carne humana es no comprender el significado del término “cuerpo”. En nuestra cultura occidental entendemos por “cuerpo” solamente el conjunto de piel, músculos, esqueleto, nervios, venas, etc. que llamamos “organismo”. En cambio en la cultura oriental la manera de entender lo de “cuerpo” va más allá de lo puramente físico y lo supera: el cuerpo eres tú, con todo lo que eres, con todo lo que te identifica, con lo que te permite entrar en relación con otros y estar presente ante ellos.

Para el hombre oriental uno no “tiene” un cuerpo sino que uno “es” un cuerpo. Así, cuando Jesús habla de su Cuerpo se refiere a toda su Persona, a su Presencia real, a lo que nos permite entrar en relación con Él, en comunión con Él. Jesús está significando: Este pan se transforma en Mi cuerpo, aquí estoy todo Yo, todo lo que soy, toda mi Persona. Puedes relacionarte conmigo, entrar en comunión íntima conmigo.

El pan consagrado se transforma en Él. A partir de ese momento, deja de ser pan, aunque mantiene su misma apariencia; en su lugar está ya la presencia real de Cristo”.

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V. 27 TOMÓ LUEGO UNA COPA Y, DADAS LAS GRACIAS, SE LA DIO DICIENDO: “BEBED DE ELLA TODOS, Nuevamente Jesús retoma el ritual de la Cena Pascual, toma una copa y pronuncia la acción de gracias, pero nuevamente, como con el pan, le da un nuevo sentido a esto. DADAS LAS GRACIAS “El verbo empleado es “εὐχαριστ”, cuyo sustantivo “εὐχαριστήσας” -acción de gracias- ha sido adoptado por el lenguaje cristiano para designar la Sagrada Cena”.

V. 28a PORQUE ÉSTA ES MI SANGRE DE LA ALIANZA, SANGRE.Para el judío la sangre era considerada la sede de la vida (ver Lev 17,14). Considera lo que significa que Aquel que es la Vida (Cfr. Jn 14,6) nos entregue Su Sangre, es decir, ¡la Vida nos da su Vida!, recibimos aquí, por decirlo de algún modo, ¡la esencia misma de lo que nos hace vivir! DE LA ALIANZA Era común que cuando los pueblos establecían una alianza, mataran un animal y se rociaran mutuamente con su sangre para significar que merecerían una muerte semejante si violaban la alianza.

Jesús hace referencia a la antigua alianza que Dios había pactado con Su pueblo a través de Abraham (Cfr. Ex 24, 3-8). Cuando el pueblo fue infiel a Dios y no cumplió su parte de la alianza, Dios le tuvo misericordia y le prometió que un día sellaría con él una alianza nueva y eterna (Cfr. Jer 31,31; 2Cor 3,14). Esta alianza la sella Jesús con Su propia sangre”. Lo de la alianza evoca lo que dijo Dios por boca del profeta Isaías (Cfr. Is 49. 8). V. 28b QUE ES DERRAMADA POR MUCHOS PARA PERDÓN DE LOS PECADOS. DERRAMADA “Derramada por muchos en remisión de los pecados”. Esta palabra de Jesús alude y lleva a su perfecto cumplimiento la profecía del Siervo de Yahveh (Is 53,3-12). En varias ocasiones, Jesús había dado a entender que él era el Siervo anunciado

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por Isaías (Mt 8,17; 11,4-6; 12,18-21). Ahora está a punto de derramar su sangre, una sangre de alianza para redención espiritual de “muchos” (Mt 20,28). Este pronombre, de origen semítico, designa “multitud”, sin excluir a nadie.

POR MUCHOS Por tanto, la misión del Siervo de Yahveh, que Jesús va a realizar, abarca los horizontes sin término de toda la humanidad (Is 49,6). Jesús es el redentor de la humanidad entera mediante el derramamiento de su sangre, ofrecida al Padre. Se entrega a Dios en sacrificio de expiación y de reconciliación en favor del mundo. La muerte de Jesús no fue sólo por nuestros pecados, sino que fue una muerte vicaria en lugar nuestro.

PARA PERDÓN DE LOS PECADOS “Jesús derrama Su sangre en la cruz para el perdón de todos. Cumple lo que anunció por medio del profeta: “los amaré aunque no lo merezcan” (Os 14,5). Dice San Pablo: “apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; más la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos salvados por Él!” (Rom 5,7-9)”.

V. 29 Y OS DIGO QUE DESDE AHORA NO BEBERÉ DE ESTE PRODUCTO DE LA VID HASTA EL DÍA AQUEL EN QUE LO BEBA CON VOSOTROS, NUEVO, EN EL REINO DE MI PADRE. HASTA...QUE LO BEBA CON VOSOTROS, NUEVO... Esta palabra de Jesús, llamada “la palabra escatológica”, no debe interpretarse como un voto de abstinencia de no comer ni beber, sino que Jesús, al decir esas palabras, quiere significar que ésa será la última vez que él gozará con sus discípulos de esa convivencia íntima y familiar. Es un momento decisivo en el curso de su vida.

Pero Jesús ve, más allá de su muerte, la realización plena de unión y de amistad simbolizada en el banquete mesiánico anunciado para el Reino de los Cielos (Is 25,6; Mt 8,11; Lc 14,15; 22,29-30; Ap 19,9). Además, esta “palabra escatológica”, de corte típicamente semítico, descubre el sentido fundamental y profundo que va a tener el rito nuevo que Jesús ha realizado. Él es consciente de que su pasión y muerte son inminentes. Este ambiente de dolor y de sacrificio en el que se desenvolvió la última cena fue percibido desde el principio y lo encontramos consignado explícitamente en las expresiones del relato de Pablo (1 Cor 11,23b.26).

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6. MENSAJE5

A) v. 26 —Tomó Jesús el pan... — Quiso el Señor, dice San Agustín, utilizar para la consagración de su Cuerpo y Sangre aquellas cosas que llegan a ser algo especial por la reunión de muchas otras: como el pan, que es pan por la concurrencia de muchos granos de trigo; y el vino, que es tal por ser producto de muchos granos de uva. Para que aprendamos a ver en este Sacramento el misterio de la paz y de la unidad. Porque, como dice el Apóstol «muchos somos un cuerpo en Cristo» (Rm 12 5)

B) v 26 —Esto es mi cuerpo —No dice Jesús «Aquí está mi cuerpo», o: «Esto es el signo de mi cuerpo»; sino: «Esto es mi cuerpo» en verdad según la realidad, según su substancia dice el Tridentino. Antes de la consagración, el pan es pan dice San Agustín después, ya es el cuerpo de Cristo. Comámoslo no sólo sacramentalmente dice el mismo Santo, lo cual hacen también muchos malos al comulgar sacrílegamente, sino también espiritualmente, uniéndonos a Él por la candad, de la que el sacramento es signo y alimento

c) v 27 — Tomando el cáliz dio gracias — Dio gracias, dice el Crisóstomo para que aprendamos cómo debemos celebrar este misterio, y para que sepamos que vino a la muerte no forzado sino libremente y dando por ello gracias al Padre. Asimismo nos enseña a recibir el cáliz de las tribulaciones con la debida acción de gracias

D) v 28 — Esta es mi sangre de la Nueva Alianza— ¡Cuán grande la dignidad del cristiano! Pertenece a una sociedad, la santa Iglesia no sólo adquirida con el precio de la sangre de Jesús que es la sangre de Dios, sino unida a Jesús con pacto eterno sellado con la misma sangre divina. Como en el pueblo de Dios, en la ley antigua todo estaba marcado con la sangre de los animales, según el Apóstol, así en la Iglesia todo lleva la marca de la Sangre de Dios, sin ella no hay sacrificio, ni sacramentos, ni remisión de pecados, ni ascensión de virtudes. En verdad que pertenecemos a una raza de dioses, a un pueblo que Dios adquirió para sí a alto precio. Pero es más: no sólo la Iglesia, sino cada uno de nosotros llevamos la marca de la sangre de nuestro Redentor Jesús, de ella ha derivado para nosotros

5 Según obra del Cardenal Gomá. “El Evangelio Explicado” Vol. IV. p. 193.

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la gracia, en todas sus formas, y la gloria. Dios no reconocerá en el cielo sino a aquellos que están marcados con la sangre del Cordero. Llevemos con suma dignidad de vida la suma dignidad de estar marcados con la sangre del Hijo de Dios.

E): v 29. — Hasta el día aquel en que lo beba nuevo... — Ya no beberá Jesús más vino de vid en la tierra. Como se despiden los amigos, levantando la copa y haciendo votos para volver a juntarse en íntimo ágape, después de larga ausencia, así se despide ahora Jesús de sus discípulos. Al tiempo que les recuerda la próxima muerte, inminente ya, entreabre a sus queridos los horizontes de la vida eterna, cuando se juntarán en el celestial banquete de la visión de Dios y se embriagarán de las delicias de la casa de Dios. No será ya entonces vino de cepa; sino un vino «nuevo», que preparará Dios en «el cielo nuevo y en la tierra nueva», que será la bienaventuranza eterna (Ap. 21, 1).

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BIBLIOGRAFÍA

CARRILLO, Alday, Salvador. El Evangelio Según San Mateo, Verbo Divino: Pamplona, 2009. 367 p.

GOMÁ Y TOMÁS, Isidoro. El Evangelio Explicado. Casulleras: Barcelona, 1949. Vol. IV. 569 p.

SCHMID, Josef. El Evangelio Según San Mateo, Herder: Barcelona, 1967. 571 p.

BIBLIOGRAFÍA VIRTUAL

http://www.ediciones72.com/curso_SanMateo/clase132.pdf

http://www.mercaba.org/Biblia/Comentada/evang_mateo_19-fin.htm#_Toc38078937

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