EVOLUCIÓN TECTÓNICA DE LA ISLA HISPANIOLA

Región de la Cordillera Septentrional y Península de Samaná

La falla de la Cordillera Septentrional aparece como una prominente escarpa de línea de falla con dirección NW-SE a lo largo del límite Sur de la Cordillera Septentrional. Al Este de San Francisco de Macorís la falla toma la forma de una serie de fallas de límite de graben y se nota la existencia de conglomerados, areniscas, lutitas y calizas de edad oligocena. Dicha falla puede ser extendida más hacia el Este hasta unirse con la falla inferida Norte de la Bahía de Samaná, que se extiende a lo largo de la Costa Sur de la Península de Samaná.

Los sondeos han probado la existencia de por lo menos 3400m de lutitas pliocénicas en el Valle del Cibao, demostrando que se trata de un graben. Esto sugiere que ha ocurrido un movimiento vertical de por lo menos 4600m a lo largo de la falla Septentrional desde el final del Mioceno, pues hay sedimentos mio-pliocénicos a 1000m de altura de la Cordillera Septentrional.

La Falla del Camú se extiende por unos 30km y separa las rocas miocénicas de las del olistostroma de San Marcos, de la formación Los Caños y de la Serpentinita. La falla es puesta en evidencia por los escarpes del flanco Norte de la Cordillera Septentrional y se puede observar desde Imbert hasta 2km al Este de la Carretera Luperón. El movimiento de la falla, en una localidad cerca de Imbert las rocas miocénicas descansan en disconformidad sobre la Formación Imbert y se hallan topográficamente más bajas que las rocas del mioceno al Sur de la misma línea. Esto sugiere que la falla del Camú estaba activa en los tiempos post-miocénicos y que el lado Norte descendió con relación al lado Sur. La extensión del movimiento es desconocida pero hay calizas marinas miocénicas a elevaciones de aproximadamente 900m de la Cordillera Septentrional.

10km al Norte de la falla del Camú existe otra falla con aproximadamente el mismo rumbo y el mismo movimiento relativo. Ella ha sido denominada falla Tamarindo. Se extiende por una distancia de 4km al este de la Bahía de Maimón, desapareciendo luego bajo aluviones recientes. La falla e evidencia mediante un escarpe, expresándose topográficamente con mayores elevaciones hacia el Sur y geológicamente mediante la brusca terminación de los afloramientos de serpentinitas y gabros frente a la Formación Los Caños, y

de la Formación Luperón frente a la serpentinita. Es posible que las fallas del Camú y Tamarindo hayan estado activas en el mismo tiempo.

Cordillera Central y Sierra de Yamasá

La Zona de Falla Hispaniola son una serie de fallas a lo largo del borde Norte de la Cordillera Central que separan las rocas metabásicas del Complejo Duarte al Sur, de las rocas metamórficas cuarzo-feldespáticas de la Formación Amina al Norte. Las mejores exposiciones de la falla se encuentran en las zonas de Monción, San José de las Matas y Jánico, en donde la zona de falla toma la forma de un estrecho de graben (llamado graben de San José de Las Matas). Dicho graben preserva sedimentos clásticos del oligoceno inferior del grupo Tavera y está limitado al Norte por la falla Amina y al Sur por la falla Inoa. El trazado de la falla Inoa sigue el margen Sur del valle del rio Inoa y está marcado por zonas de cizallamiento casi verticales en la caliza Maguá. La falla puede ser seguida hacia el Oeste hasta Gurabo-Las Mesetas, en donde está recubierta por conglomerados. Al Este de San Jose de Las Matas la falla se bifurca, con un ramal de rumbo Este llamado Falla Bao, y el otro ramal continua hacia el Sureste.

La Falla Amina esta inferida debido a que el plano de falla no ha sido encontrado expuesto, excepto donde aparece a lo largo del empinado plano de buzamiento del conglomerado Inoa.

Cerca de La Vega la falla Hispaniola se encorva hacia el Sureste formando la zona de falla a lo largo de la cual se ha emplazado la peridotita serpentinizada. Hoy en día se admite que sin dudas la peridotita tiene límites de falla, como también indican las deformaciones de las estructuras de la misma.

La falla Hispaniola es una estructura fundamental de la isla que seguramente estuvo activa entre el cretácico superior y el oligoceno pues el contacto entre la formación Maguá y las rocas del grupo Tavera es discordante. Al sur de la vega la peridotita está en contacto de falla con los sedimentos del grupo Tavera.

El cabalgamiento de Hatillo está expuesto en el oeste de la sierra de Yamasá por 35km como mínimo. La falla buza aproximadamente 30° SW y lleva las rocas metamórficas de la formación maimón hacia el Noreste, sobre rocas del cretácico inferior, del cretácico superior y del terciario inferior.

La falla de Bonao forma la escarpa de falla más prominente de la isla. Puede ser seguida desde Manavao en la cordillera central, en dirección Este, hasta más al sur de Bonao en donde la falla cambia de dirección, de Este-Oeste a Norte-Sur, a lo largo de una gran curva con convexidad hacia el noreste.

Más hacia el Oeste es posible seguir el trazado de una falla conocida con el nombre de Falla La Guácara, a lo largo del borde septentrional del rio La Guácara, cerca de la Loma de la Guácara, directamente al sur de Monción, se presume que pertenezca al mismo sistema de la falla de Bonao.

La falla Bonao separa las rocas de la formación Tireo al sur de las rocas del complejo Duarte al norte. Las edades relativas de las formaciones Tireo y duarte y la foliación buzante hacia el norte sugerirían que la falla es inversa con alto ángulo que empuja las rocas Duarte hacia el sur sobre la formación Tireo.

Regiones suroccidentales

La Zona de Falla Las Pozas-San Juan es un rasgo fundamental en la Hispaniola y muy marcado que forma el límite entre las rocas del cretácico superior y las del terciario a lo largo de las estribaciones meridionales de la cordillera central y del macizo del norte. Toda la parte de la falla al noreste de San Juan de la Maguana no forma ninguna marca de escarpe de línea de falla, como sucede en el oeste, y por lo tanto es un rasgo inferido que separa las rocas del cretácico de las del terciario.

Los detalles de la geología regional sugieren que la falla, por lo menos en la zona del rio San Juan, es una falla inversa de alto ángulo a lo largo de la cual las rocas mesozoicas de la cordillera central han sido levantadas relativamente a las rocas terciarias situadas más al sur, posiblemente en el plioceno superior.

La sierra de Neiba es una serie de anticlinales y sinclinales cuyos ejes tienen rumbos WNW-ESE. Un rasgo prominente de posibles fallas corre de suroeste a noreste y casi divide la sierra en dos partes, antes de continuar a través del Valle de San Juan y en la cordillera central. Otro rasgo lineal que podría ser una falla aparece claramente entre las aldeas de Las Charcas de Martin Nova y de Cardón. Todavía otro lineamiento se aprecia en el centro de la sierra de Neiba y aparece separando las calizas eocénicas de las de edad oligocenicas.

En la zona al sur de la hoya de enriquillo y en la vertiente norte de la sierra del Bahoruco son notables las estructuras plegadas de las rocas terciarias, cuyo

rumbo general de N60W, salvo el anticlinal de la Loma de Sal y Yeso, con rumbo N35W, y el anticlinal de la laguna del Rincón, con rumbo N80W.

En la misma área, al sur de Puerto Escondido, una falla inversa se manifiesta mediante un gran escarpe, y sobrepone los estratos del Eoceno medio sobre los del Eoceno Superior y del Oligoceno. Pero en conjunto en toda la zona el fallamiento es abundante y complejo, aunque falten estudios de detalle que permitan precisar su disposición y sus características.

Regiones Orientales

El rasgo más conocido y quizás más abundante en esta parte de la Republica Dominicana es la gran falla del Rio Yabón, tal vez una de las mayores de la isla, la cual se extiende desde Boca de Yuma hasta la Bahía de Samaná, a unos kilómetros al oeste de la bahía de san Lorenzo, y de allí sigue debajo de la bahía de Samaná, hasta unirse a la falla norte de la bahía de Samaná.

Los pequeños cuerpos de peridotita al noroeste de Higúey parecen estar asociados con la línea de la falla del Yabón, lo que sugiere la posibilidad de que dicha falla podría estar relacionada a una extensa zona de subducción de un pequeño arco al Noreste de la misma.

Evolución del área del caribe

Existen evidencias que surgieren que la placa del caribe es un fragmento de la placa original del pacifico la cual se había introducido entre norte y sur américa mientras que las dos masas se movían en forma divergente. En el mesozoico tardío la placa caribeña fue separada por ruptura de la placa del pacifico. Pero, hay autores que presumen que tal separación se efectuó solamente en el eoceno.

Durante el cretácico superior la masa caribeña en movimiento hacia noreste formaba una gran protuberancia de la placa de pacifico oriental, la cual se situaba entre los bloques norte y sur americanos que iban convergiendo lentamente. El límite septentrional de la protuberancia era un complicado sistema de fosas, cuya porción occidental yacía a lo largo del sistema de fallas de las villas en cuba y la porción oriental, desde el este de la hispaniola, a lo largo del rumbo actual de la fosa de puerto rico.

Durante las fases tempranas de a orogénesis laramidica a subducción de la corteza oceánica se realizó desde la parte suroeste de Méjico hacia el golfo de honduras. Se ha postulado que la intrusión de los grandes batolitos graníticos a

poca profundidad ha sido la expresión subsuperficial de la actividad volcánica sobre la zona de Benioff.

En los comienzos del terciario, el movimiento de la placa del pacifico oriental se torció más hacia el este. Este cambio de dirección añadió una componente de movimiento transcurrente a lo largo de Méjico meridional y sirvió para arrancar unos pedazos de la placa de norte américa.

La formación de la fosa de caymán a lo largo de una prolongación hacia el este de la fosa mejicana fue consecutiva con el inicio del movimiento hacia el este del bloque arrancado. El crecimiento de la fosa del caymán de oeste a este era acompañado por una compleja fracturación de la litosfera al sur de cuba.

El inicio del volcanismo de tipo andesitico en la parte meridional de américa central durante el eoceno fue el resultado de la extensión hacia el sureste de la fosa mejicana y centro-americana.

En los comienzos del oligoceno la placa del caribe llego a su total separación de la placa del pacifico oriental. La hispaniola en el oligoceno constituyo, de acuerdo con los esquemas anteriores, el extremo suroriental de cuba y desde entonces ha ido sufriendo una traslación constante hacia el este-noreste hasta alcanzar su emplazamiento actual.

Afloramiento los principales cuerpos rocosos:

Esquistos azules estos se presentan de 4 formas y afloran en los siguientes lugares1. Eclogita: ocurren como cuerposlenticulares concordantes en un mármol

muy deformado y en esquitos calcareomicaceos en la península de samana

2. Anfibolitas: Entre 5km y 10km al noreste de san francisco de Macorís se encuentra el afloramiento continuo más grande de anfibolita bandeada en el norte de la hispaniola.

3. Serpentinita: Cerca de Gaspar Hernández está expuesto un grupo de cuerpos de serpentinita que representa inclusiones de anfibolita, anfibolita glaucofanica y esquistos glaucofanicos.

4. Anfibolita Neisicas: En la región de puerto plata hay inclusiones de anfibolita neisica, esquistos glaucofanicos y mármol negro de edad desconocida en algunos cuerpos de serpentinita.

Esquistos y mármoles con intrusiones de rocas maficas y ultramaficas, diferentes tipos de micaesquistos, esquistos a granate y neises afloran en la península de Samaná.

Peridotita serpentinizada en loma de cabrera: esta se presenta en un cuerpo intrusivo casi continuo de 95 km, desde las lomas de sierra prieta,

15 km al norte de la ciudad de santo domingo hasta las montañas al suroeste de la vega.

Rocas maficas y ultramaficas del batolito de loma de cabrera: Se trata de un complejodel batolito tonalitico de loma de cabrera y se evidencian en tres montañas principales en esta zona.

Rocas Granitoides: la mayoría de ellos ocurren formando como un cinturan a lo largo del sistema macizodel norte de la cordillera central.

Cuerpos de diorita a piroxeno han sido señalados en la sierra de yamasa, en particular en la zona de hatillo de maimón.

Flujos de basalto álcali-olivinico y rocas relacionadas recubren la formación las matas, en el valle de san juan.

EVOLUCIÓN TECTÓNICA DE LA ISLA HISPANIOLA

Región de la Cordillera Septentrional y Península de Samaná

La falla de la Cordillera Septentrional aparece como una prominente escarpa de línea de falla con dirección NW-SE a lo largo del límite Sur de la Cordillera Septentrional. Al Este de San Francisco de Macorís la falla toma la forma de una serie de fallas de límite de graben y se nota la existencia de conglomerados, areniscas, lutitas y calizas de edad oligocena. Dicha falla puede ser extendida más hacia el Este hasta unirse con la falla inferida Norte de la Bahía de Samaná, que se extiende a lo largo de la Costa Sur de la Península de Samaná.

Los sondeos han probado la existencia de por lo menos 3400m de lutitas pliocénicas en el Valle del Cibao, demostrando que se trata de un graben. Esto sugiere que ha ocurrido un movimiento vertical de por lo menos 4600m a lo largo de la falla Septentrional desde el final del Mioceno, pues hay sedimentos mio-pliocénicos a 1000m de altura de la Cordillera Septentrional.

La Falla del Camú se extiende por unos 30km y separa las rocas miocénicas de las del olistostroma de San Marcos, de la formación Los Caños y de la Serpentinita. La falla es puesta en evidencia por los escarpes del flanco Norte de la Cordillera Septentrional y se puede observar desde Imbert hasta 2km al Este de la Carretera Luperón. El movimiento de la falla, en una localidad cerca de Imbert las rocas miocénicas descansan en disconformidad sobre la Formación Imbert y se hallan topográficamente más bajas que las rocas del mioceno al Sur de la misma línea. Esto sugiere que la falla del Camú estaba activa en los tiempos post-miocénicos y que el lado Norte descendió con relación al lado Sur. La extensión del movimiento es desconocida pero hay calizas marinas miocénicas a elevaciones de aproximadamente 900m de la Cordillera Septentrional.

10km al Norte de la falla del Camú existe otra falla con aproximadamente el mismo rumbo y el mismo movimiento relativo. Ella ha sido denominada falla Tamarindo. Se extiende por una distancia de 4km al este de la Bahía de Maimón, desapareciendo luego bajo aluviones recientes. La falla e evidencia mediante un escarpe, expresándose topográficamente con mayores elevaciones hacia el Sur y geológicamente mediante la brusca terminación de los afloramientos de serpentinitas y gabros frente a la Formación Los Caños, y

de la Formación Luperón frente a la serpentinita. Es posible que las fallas del Camú y Tamarindo hayan estado activas en el mismo tiempo.

Cordillera Central y Sierra de Yamasá

La Zona de Falla Hispaniola son una serie de fallas a lo largo del borde Norte de la Cordillera Central que separan las rocas metabásicas del Complejo Duarte al Sur, de las rocas metamórficas cuarzo-feldespáticas de la Formación Amina al Norte. Las mejores exposiciones de la falla se encuentran en las zonas de Monción, San José de las Matas y Jánico, en donde la zona de falla toma la forma de un estrecho de graben (llamado graben de San José de Las Matas). Dicho graben preserva sedimentos clásticos del oligoceno inferior del grupo Tavera y está limitado al Norte por la falla Amina y al Sur por la falla Inoa. El trazado de la falla Inoa sigue el margen Sur del valle del rio Inoa y está marcado por zonas de cizallamiento casi verticales en la caliza Maguá. La falla puede ser seguida hacia el Oeste hasta Gurabo-Las Mesetas, en donde está recubierta por conglomerados. Al Este de San Jose de Las Matas la falla se bifurca, con un ramal de rumbo Este llamado Falla Bao, y el otro ramal continua hacia el Sureste.

La Falla Amina esta inferida debido a que el plano de falla no ha sido encontrado expuesto, excepto donde aparece a lo largo del empinado plano de buzamiento del conglomerado Inoa.

Cerca de La Vega la falla Hispaniola se encorva hacia el Sureste formando la zona de falla a lo largo de la cual se ha emplazado la peridotita serpentinizada. Hoy en día se admite que sin dudas la peridotita tiene límites de falla, como también indican las deformaciones de las estructuras de la misma.

La falla Hispaniola es una estructura fundamental de la isla que seguramente estuvo activa entre el cretácico superior y el oligoceno pues el contacto entre la formación Maguá y las rocas del grupo Tavera es discordante. Al sur de la vega la peridotita está en contacto de falla con los sedimentos del grupo Tavera.

El cabalgamiento de Hatillo está expuesto en el oeste de la sierra de Yamasá por 35km como mínimo. La falla buza aproximadamente 30° SW y lleva las rocas metamórficas de la formación maimón hacia el Noreste, sobre rocas del cretácico inferior, del cretácico superior y del terciario inferior.

La falla de Bonao forma la escarpa de falla más prominente de la isla. Puede ser seguida desde Manavao en la cordillera central, en dirección Este, hasta más al sur de Bonao en donde la falla cambia de dirección, de Este-Oeste a Norte-Sur, a lo largo de una gran curva con convexidad hacia el noreste.

Más hacia el Oeste es posible seguir el trazado de una falla conocida con el nombre de Falla La Guácara, a lo largo del borde septentrional del rio La Guácara, cerca de la Loma de la Guácara, directamente al sur de Monción, se presume que pertenezca al mismo sistema de la falla de Bonao.

La falla Bonao separa las rocas de la formación Tireo al sur de las rocas del complejo Duarte al norte. Las edades relativas de las formaciones Tireo y duarte y la foliación buzante hacia el norte sugerirían que la falla es inversa con alto ángulo que empuja las rocas Duarte hacia el sur sobre la formación Tireo.

Regiones suroccidentales

La Zona de Falla Las Pozas-San Juan es un rasgo fundamental en la Hispaniola y muy marcado que forma el límite entre las rocas del cretácico superior y las del terciario a lo largo de las estribaciones meridionales de la cordillera central y del macizo del norte. Toda la parte de la falla al noreste de San Juan de la Maguana no forma ninguna marca de escarpe de línea de falla, como sucede en el oeste, y por lo tanto es un rasgo inferido que separa las rocas del cretácico de las del terciario.

Los detalles de la geología regional sugieren que la falla, por lo menos en la zona del rio San Juan, es una falla inversa de alto ángulo a lo largo de la cual las rocas mesozoicas de la cordillera central han sido levantadas relativamente a las rocas terciarias situadas más al sur, posiblemente en el plioceno superior.

La sierra de Neiba es una serie de anticlinales y sinclinales cuyos ejes tienen rumbos WNW-ESE. Un rasgo prominente de posibles fallas corre de suroeste a noreste y casi divide la sierra en dos partes, antes de continuar a través del Valle de San Juan y en la cordillera central. Otro rasgo lineal que podría ser una falla aparece claramente entre las aldeas de Las Charcas de Martin Nova y de Cardón. Todavía otro lineamiento se aprecia en el centro de la sierra de Neiba y aparece separando las calizas eocénicas de las de edad oligocenicas.

En la zona al sur de la hoya de enriquillo y en la vertiente norte de la sierra del Bahoruco son notables las estructuras plegadas de las rocas terciarias, cuyo

rumbo general de N60W, salvo el anticlinal de la Loma de Sal y Yeso, con rumbo N35W, y el anticlinal de la laguna del Rincón, con rumbo N80W.

En la misma área, al sur de Puerto Escondido, una falla inversa se manifiesta mediante un gran escarpe, y sobrepone los estratos del Eoceno medio sobre los del Eoceno Superior y del Oligoceno. Pero en conjunto en toda la zona el fallamiento es abundante y complejo, aunque falten estudios de detalle que permitan precisar su disposición y sus características.

Regiones Orientales

El rasgo más conocido y quizás más abundante en esta parte de la Republica Dominicana es la gran falla del Rio Yabón, tal vez una de las mayores de la isla, la cual se extiende desde Boca de Yuma hasta la Bahía de Samaná, a unos kilómetros al oeste de la bahía de san Lorenzo, y de allí sigue debajo de la bahía de Samaná, hasta unirse a la falla norte de la bahía de Samaná.

Los pequeños cuerpos de peridotita al noroeste de Higúey parecen estar asociados con la línea de la falla del Yabón, lo que sugiere la posibilidad de que dicha falla podría estar relacionada a una extensa zona de subducción de un pequeño arco al Noreste de la misma.

Evolución del área del caribe

Existen evidencias que surgieren que la placa del caribe es un fragmento de la placa original del pacifico la cual se había introducido entre norte y sur américa mientras que las dos masas se movían en forma divergente. En el mesozoico tardío la placa caribeña fue separada por ruptura de la placa del pacifico. Pero, hay autores que presumen que tal separación se efectuó solamente en el eoceno.

Durante el cretácico superior la masa caribeña en movimiento hacia noreste formaba una gran protuberancia de la placa de pacifico oriental, la cual se situaba entre los bloques norte y sur americanos que iban convergiendo lentamente. El límite septentrional de la protuberancia era un complicado sistema de fosas, cuya porción occidental yacía a lo largo del sistema de fallas de las villas en cuba y la porción oriental, desde el este de la hispaniola, a lo largo del rumbo actual de la fosa de puerto rico.

Durante las fases tempranas de a orogénesis laramidica a subducción de la corteza oceánica se realizó desde la parte suroeste de Méjico hacia el golfo de honduras. Se ha postulado que la intrusión de los grandes batolitos graníticos a

poca profundidad ha sido la expresión subsuperficial de la actividad volcánica sobre la zona de Benioff.

En los comienzos del terciario, el movimiento de la placa del pacifico oriental se torció más hacia el este. Este cambio de dirección añadió una componente de movimiento transcurrente a lo largo de Méjico meridional y sirvió para arrancar unos pedazos de la placa de norte américa.

La formación de la fosa de caymán a lo largo de una prolongación hacia el este de la fosa mejicana fue consecutiva con el inicio del movimiento hacia el este del bloque arrancado. El crecimiento de la fosa del caymán de oeste a este era acompañado por una compleja fracturación de la litosfera al sur de cuba.

El inicio del volcanismo de tipo andesitico en la parte meridional de américa central durante el eoceno fue el resultado de la extensión hacia el sureste de la fosa mejicana y centro-americana.

En los comienzos del oligoceno la placa del caribe llego a su total separación de la placa del pacifico oriental. La hispaniola en el oligoceno constituyo, de acuerdo con los esquemas anteriores, el extremo suroriental de cuba y desde entonces ha ido sufriendo una traslación constante hacia el este-noreste hasta alcanzar su emplazamiento actual.

Afloramiento los principales cuerpos rocosos:

Esquistos azules estos se presentan de 4 formas y afloran en los siguientes lugares5. Eclogita: ocurren como cuerposlenticulares concordantes en un mármol

muy deformado y en esquitos calcareomicaceos en la península de samana

6. Anfibolitas: Entre 5km y 10km al noreste de san francisco de Macorís se encuentra el afloramiento continuo más grande de anfibolita bandeada en el norte de la hispaniola.

7. Serpentinita: Cerca de Gaspar Hernández está expuesto un grupo de cuerpos de serpentinita que representa inclusiones de anfibolita, anfibolita glaucofanica y esquistos glaucofanicos.

8. Anfibolita Neisicas: En la región de puerto plata hay inclusiones de anfibolita neisica, esquistos glaucofanicos y mármol negro de edad desconocida en algunos cuerpos de serpentinita.

Esquistos y mármoles con intrusiones de rocas maficas y ultramaficas, diferentes tipos de micaesquistos, esquistos a granate y neises afloran en la península de Samaná.

Peridotita serpentinizada en loma de cabrera: esta se presenta en un cuerpo intrusivo casi continuo de 95 km, desde las lomas de sierra prieta, 15 km al norte de la ciudad de santo domingo hasta las montañas al suroeste de la vega.

Rocas maficas y ultramaficas del batolito de loma de cabrera: Se trata de un complejodel batolito tonalitico de loma de cabrera y se evidencian en tres montañas principales en esta zona.

Rocas Granitoides: la mayoría de ellos ocurren formando como un cinturan a lo largo del sistema macizodel norte de la cordillera central.

Cuerpos de diorita a piroxeno han sido señalados en la sierra de yamasa, en particular en la zona de hatillo de maimón.

Flujos de basalto álcali-olivinico y rocas relacionadas recubren la formación las matas, en el valle de san juan.