Son los cambios que sufren las especies en periodos de tiempo relativamente cortos y que pueden deberse a las modificaciones drásticas (muy rápidas del ambiente donde se desarrollen.

Uno de los ejemplos con los que se cuenta para ilustrar los cambios adaptativos contemporáneos, es el caso del melanismo industrial.

Este fenómeno que se observó en las polillas de cierta especie de Inglaterra, consiste en el cambio de color que han experimentado estos organismos.

Dicha modificación se ha presentado en los últimos 100 años, durante los cuales algunas de las poblaciones de estas mariposas han cambiado de color en las regiones industriales.

Las modificaciones contemporáneas se pueden deber también, al uso excesivo de algunos agroquímicos, tales como el DDT, al cual se han hecho resistentes gran cantidad de insectos entre ellos las moscas domésticas.

La primera evidencia estructural es la célula ya que está presente en todos los seres vivos.

Las estructuras y órganos análogos los que en diferentes individuos tienen la misma función, pero estructura y origen muy diferentes.

Esto sucede, por ejemplo, entre las alas de los insectos (mariposas, abejas, moscas, etc.) y las aves; en ambos casos estos órganos son utilizados para volar.

Tienen la misma estructura básica; así como la misma relación respecto a otros órganos y en general, el mismo patrón de desarrollo embrionario, aunque su función pueda ser distinta.

Algunas estructuras que parecen no tener uso en algunas especies son vestigiales (vestigium = huella o traza). En cambio las mismas estructuras pueden ser fundamentales para organismos de otras especies.

En el hombre el coxis es un órgano vestigial, que no tienen ninguna función, pero en muchos mamíferos, esos mismos huesos se prolongan para formar la cola.