No seas incrdulo, sino hombre de fe

Comentario al Evangelio del Domingo. II Domingo de Pascua - Jn 20, 24-31

12 de abril de 2015

Toms, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando lleg Jess. Los otros discpulos le dijeron: "Hemos visto al Seor!". El les respondi: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creer". Ocho das ms tarde, estaban de nuevo los discpulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Toms. Entonces apareci Jess, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "La paz est con ustedes!". Luego dijo a Toms: "Trae aqu tu dedo: aqu estn mis manos. Acerca tu mano: Mtela en mi costado. En adelante no seas incrdulo, sino hombre de fe". Tomas respondi: "Seor mo y Dios mo!. Jess le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. Felices los que creen sin haber visto!". Jess realiz adems muchos otros signos en presencia de sus discpulos, que no se encuentran relatados en este Libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jess es el Mesas, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.

Palabra del Seor. Gloria a Ti, Seor Jess.

Actualmente, en nuestro pas, enfrentamos una fuerte crisis de desconfianza en las instituciones polticas, educacionales, religiosas,

ser que la actitud que prima ante el otro, es la actitud de defensa; como si a priori el otro quisiese sacar provecho de m. Surge entonces, no slo la desconfianza, sino una actitud hostil a la otra persona, al que es distinto, al que es diverso. La medida de todo, pasa a ser el propio punto de vista que se otorga el derecho a cuestionar a quin es posibilidad de interpelacin y de humanizacin, es decir, el otro. Toms se encuentra en esa posicin. No puede aceptar que los otros manifiesten la verdad de la Resurreccin de Jess. Adems, cuando todo acontece, no est con la comunidad, est afuera, en otra cosa. Se encuentra distanciado. Pide tener experiencia de la presencia de Jess para poder creer en su Resurreccin. Pone sus condiciones, al igual que muchos hombres y mujeres de hoy, para poder creer. En el fondo, quiere creer, pero su fe est condicionada precisamente por la necesidad de la exper ienc ia. Necesita comprobar el mismo, que aquel que fue crucificado es el mismo que se presenta resucitado.

Jess, que conoce el corazn de todos nosotros, le otorga precisamente esa experiencia concreta de su Resurreccin. Le habla en su lenguaje, lo interpela, le invita a tomar contacto con l, precisamente a travs de sus marcas, de sus heridas. No seas incrdulo, sino cree! Es la i n t e r p e l a c i n d e J e s s . Interpelacin que nos hace hoy t a m b i n a n o s o t r o s . Cuestionamiento a nuestra forma de mirar la realidad, a percibir la opinin del otro, a nuestra forma de vivir la experiencia de la fe, de

Jess no desecha la posibilidad de creer en l, por medio de la experiencia personal y singular. El mismo acepta mediar la fe de Toms de esta manera. No obstante, ensalza la fe en l, que se obtiene por el testimonio de la comunidad que hace experiencia de l, tambin de forma concreta, pero en grupo, no de forma aislada. La experiencia personal en cuanto a la Fe, no est por sobre la experiencia de la comunidad que transmite la experiencia del Resucitado. Permito que mi fe aumente por la experiencia comunitaria, de Iglesia?

P. Erick Oate Jorquera, sdb