evaluación integradora 1 ro a escuela n 52
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Evaluación Integradora 1 ro A Escuela N° 52
1) Dar la definición de lo que es un adjetivo y agregar los adjetivos en los espacios
en blanco.
Y retiemble en sus centros la tierra, de Gonzalo Celorio.
Qué maravilla que sus párpados _________________ caigan como un telón sobre el
espectacular escenario de sus ojos _________________, que no han perdido el
_________________ brillo; que sus cachetes _________________ cuelguen un
poquito sobre las comisuras de la boca, que no se han comido la sonrisa
_________________; que su cuello _________________ tenga, como las palmeras
reales en su tronco, el registro de los años, sin haber sacrificado la altivez.
2) Dar una definición de lo que es un Sustantivo y marcar los sustantivos que aparecen en
«Los colonizadores», de Ray Bradbury.
«Los colonizadores» (Ray Bradbury)
AGOSTO DE 2001
Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, porque eran felices o desdichados,
porque se sentían como los Peregrinos, o porque no se sentían como los Peregrinos. Cada
uno de ellos tenía una razón diferente. Abandonaban mujeres odiosas, trabajos odiosos o
ciudades odiosas; venían para encontrar algo, dejar algo o conseguir algo; para desenterrar
algo, enterrar algo o alejarse de algo. Venían con sueños ridículos, con sueños nobles o sin
sueños. El dedo del gobierno señalaba desde letreros a cuatro colores, en innumerables
ciudades: HAY TRABAJO PARA USTED EN EL CIELO. ¡VISITE MARTE! Y los
hombres se lanzaban al espacio. Al principio sólo unos pocos, unas docenas, porque casi
todos se sentían enfermos aun antes que el cohete dejara la Tierra. Y a esta enfermedad la
llamaban la soledad, porque cuando uno ve que su casa se reduce hasta tener el tamaño de
un puño, de una nuez, de una cabeza de alfiler, y luego desaparece detrás de una estela de
fuego, uno siente que nunca ha nacido, que no hay ciudades, que uno no está en ninguna
parte, y sólo hay espacio alrededor, sin nada familiar, sólo otros hombres extraños. Y
cuando los estados de Illinois, lowa, Missouri o Montana desaparecen en un mar de nubes,
y más aún, cuando los Estados Unidos son sólo una isla envuelta en nieblas y todo el
planeta parece una pelota embarrada lanzada a lo lejos, entonces uno se siente
verdaderamente solo, errando por las llanuras del espacio, en busca de un mundo que es
imposible imaginar.
No era raro, por lo tanto, que los primeros hombres fueran pocos. Crecieron y crecieron en
número hasta superar a los hombres que ya se encontraban en Marte. Los números eran
alentadores. Pero los primeros solitarios no tuvieron ese consuelo.
3) Dar una definición de lo que es un Verbo y Subraya los verbos que aparecen en el
texto.
Toni es un niño muy simpático y siempre está jugando con sus amigos al futbol, ya que es
su deporte preferido. Le encanta nadar en la piscina y en la playa, aunque a veces el sol le
molesta y se tiene que poner una gorra y mucha crema protectora. Su padre siempre le
prepara un bocadillo de salchichón para merendar y Toni se lo come con sus amigos muy
contento.
4) Explicar con tus palabras, lo que es un Mito y Leyenda y en que se diferencian.
5) ¿Fabula y Cuento son lo mismo? Justificar la respuesta.
6) Explicar cúal es la enseñanza que deja esta historia.
Hace muchos años vivía un rey que era comedido en todo excepto en una cosa: se
preocupaba mucho por su vestuario. Un día escuchó a dos charlatanes llamados Guido y
Luigi Farabutto decir que podían fabricar la tela más suave y delicada que pudiera
imaginar. Esta prenda, añadieron, tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier
estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna sino que los pícaros
hacían lucir que trabajaban en la ropa, pero estos se quedaban con los ricos materiales que
solicitaban para tal fin. Sintiéndose algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver
la prenda o no, el emperador envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo.
Evidentemente, ninguno de los dos admitieron que eran incapaces de ver la prenda y
comenzaron a alabar a la misma. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y
estaba deseando comprobar cuán estúpido era su vecino. Los estafadores hicieron como que
le ayudaban a ponerse la inexistente prenda y el emperador salió con ella en un desfile sin
admitir que era demasiado inepto o estúpido como para poder verla.
Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el traje temerosos de que sus vecinos se
dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo:
«¡Pero si va desnudo!»
La gente empezó a cuchichear la frase hasta que toda la multitud gritó que el emperador iba
desnudo. El emperador lo escuchó y supo que tenían razón, pero levantó la cabeza y
terminó el desfile.
7) Indicar a que genero pertenece y que tipo de narrador aparece en el Cuento “Los
Fantasmas No Se Dejan Retratar “
Cuando recogió las fotos no notó nada raro, todas estaban bien, si acaso la última no; no se
había fijado que cuando la tomó pasaba alguien, no se veía quién porque iba caminando y
la foto estaba movida. Ni modo, habría que tomarla otra vez, se trataba de tomar el pie de la
escalera y lo que alcanzara del patio desde ahí, por entre las columnas. Nunca había tomado
ese ángulo y días antes, al bajar la escalera, pensó que sería una buena toma. Volvió a
tomarla, para ello se paró en el descanso de la escalera, incluso corrigió un poco el ángulo
y, por supuesto, se cercioró de que no pasara nadie. Las llevó a revelar y dos horas después
fue a recogerlas. ¡Qué raro!, otra vez se veía una persona en la foto, en el mismo lugar, pero
como estaba movida no se veía quién era. Parecía una figura borrosa, difuminada, un poco
transparente. “¡Pero…!” Era de veras raro, ella estaba segura de que no había pasado nadie.
Tuvo que tomarla otra vez, la tercera. Ahora la acompañó un colega para vigilar que no se
atravesara ningún turista o empleado del museo. Nadie pasó por ahí, era seguro. Al revelar
el rollo ahí estaba otra vez: esa sombra blanca de contornos imprecisos, en verdad parecía
una persona que se hubiera cruzado y la fotografía estuviera movida. Pero el hecho es que
estaba segura de que no había pasado nadie, y además tenía un testigo. El asunto se
convirtió en una especie de reto: ni modo que la foto pudiera más que ella, tendría que
volverla a tomar, pero la revelaría ella misma para que no hubiera dudas. No fuera a ser que
los muchachos del estudio, como tenían tiempo de conocerla y sabían que trabajaba en ese
viejo edificio, donde ella misma les había contado que se hablaba de fantasmas y
apariciones, hubieran decidido jugarle una broma un poco pesada. Sacó la foto y pidió a un
amigo permiso de hacer el revelado en su laboratorio. Con todo cuidado fue haciéndolo,
paso por paso. Cuando llegó el momento mágico de que la imagen brotara del papel hasta
le ardían los ojos por la tensión. Fijos, muy fijos los ojos sobre el papel, vio aparecer la
imagen de la escalera y los arcos, y al fantasma también. No había pasado nadie, no había
ninguna persona cuando tomó la foto, pero ahí estaba: en el mismo lugar y en la misma
posición que en las otras tres, la sombra blanca, una silueta desdibujada. Sólo se distinguían
claramente unas botas pesadas y oscuras, pero ¿quién podría ser…?
Esa muchacha, ¿por qué tendría que empeñarse tanto en tomar la foto de ese lugar?
Precisamente de ese lugar, teniendo todo el edificio, tan grande, para tomarle fotos, tenía
que ser de ahí, de mi lugar. Porque ha sido mi lugar desde hace doscientos años, desde que
me trajeron malherido, cargando en hombros entre dos amigos. Ahí expiré, al pie de la
escalera, antes de subir. Cuando llegamos arriba, cuando entramos a la sala, yo ya estaba
muerto. Flotando cerca del techo pude ver cómo el médico revisó mi cuerpo y dijo que ya
no había nada que hacer; oí llorar a mis amigos, luego me envolvieron en un sudario y me
enterraron. Desde entonces he estado ahí, parado en ese lugar, esperando poder vengarme
del traidor que me dio la cuchillada. He visto pasar a mucha gente, pero al miserable,
nunca. Cuando el patio estaba tan lleno de gente pensé que ahí estaría el malnacido traidor,
pero me equivoqué. Y ahora… ahora me han descubierto. Vendrán a tomar más fotos, a
curiosear, tal vez echen agua bendita. Tendré que irme para siempre. Lo peor es que ya no
podré vengarme. Nadie le creía. Las fotos estaban trucadas, manipuladas, para que pensaran
que ahí había un fantasma. Pero los fantasmas no existen. Y eso de su amigo… ¡Bah!,
estaba de acuerdo con ella, era obvio. ¿Y por qué…? Por alarmistas, o tal vez pensaban
hacer negocio con la foto, venderla a alguna revista de parapsicología o algo así. O atraer
mayor cantidad de visitantes al museo. Cuando se lo dijeron ella se indignó. Tenía que
demostrarlo, así que tomó una última foto y la reveló delante de un testigo imparcial: no
había nada. Una de dos: o ella era una embustera, o… los fantasmas no se dejan retratar.
8) Analizar las siguientes oraciones.
Los niños van alegres.
A sus sobrinos, les compraron caramelos.
Agradecimos la visita de toda la familia.
Luis le entregó una carta.
La verdad se sabrá pronto.