evaluaciÓn del Éxito reproductivo de la paraba barba azul (ara glaucogularis), mediante la...

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA “GABRIEL RENÉ MORENO” Facultad de Ciencias Agrícolas Carrera de Biología EVALUACIÓN DEL ÉXITO REPRODUCTIVO DE LA PARABA BARBA AZUL (Ara glaucogularis), MEDIANTE LA INTRODUCCIÓN DE NIDOS ARTIFICIALES (PROV. MARBÀN, DPTO. BENI). Tesis de grado para optar al título de: LICENCIATURA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS Presentado por: Raúl Ernesto Rojas Llanos SANTA CRUZ DE LA SIERRA BOLIVIA 2007

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA

“GABRIEL RENÉ MORENO”

Facultad de Ciencias Agrícolas

Carrera de Biología

EVALUACIÓN DEL ÉXITO REPRODUCTIVO DE LA PARABA

BARBA AZUL (Ara glaucogularis), MEDIANTE LA INTRODUCCIÓN

DE NIDOS ARTIFICIALES (PROV. MARBÀN, DPTO. BENI).

Tesis de grado para optar al título de:

LICENCIATURA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS

Presentado por:

Raúl Ernesto Rojas Llanos

SANTA CRUZ DE LA SIERRA – BOLIVIA

2007

Dedicatoria

Dedicado a:

Ernesto Rojas, y María Luz Llanos……

Quienes con su ejemplo me enseñaron a sobreponerme a lo adverso, convertir las

desventajas en ventajas y traducir mi orgullo en logros…….

Papá, Mamá, espero ser digno hijo suyo…………………

Agradecimientos

Deseo expresar mis sinceros agradecimientos en las siguientes líneas a todas aquellas personas e instituciones que colaboraron con migo directa e indirectamente con la elaboración de este trabajo:

A mi esposa Paola Montenegro, que en todo momento estuvo a mi lado y nunca dejo caer, te Amo, y no lo haya logrado sin vos.

A mi hijo Lucas, y a mis hermanos Bruna, Arístides, Adalberto, y Mery,

quienes siempre fueron el motivo para superarme y demostrar que siempre se puede.

A mis abuelos Tito Rojas y Genoveva Llanos, por su cariño inagotable e

incondicional.

A mis amigos Hernán Vargas y Edwin Melgar, quienes me acompañaron en la dureza del trabajo de campo, y compartieron con migo la satisfacción de mis logros.

A Mauricio Herrera, un amigo personal, mi asesor de tesis, y una de las

personas que siempre ha confiado en mí.

A toda la comunidad del Santuario de Loreto, Doña Marque, Doña Edy, Don Mamerto, Don Moso, Cachupo, Guareco, Chacón, el Prof. Negro, y a todos en general, que me recibieron como uno mas de ellos y me hicieron sentir en casa.

A la mejor generación de la Carrera de Biología, Esdenka Pérez, Víctor

Sossa, Daniel Ramos, y Sandy Rojas, fue un honor compartir aula con ustedes.

Al Lic. Edgar Solìz, por su valiosa ayuda en la traducción de parte de la

información contenida en la presente Tesis.

A la Carrera de Biología de la U.A.G.R.M., y a los docentes que aún se esfuerzan por formar verdaderos profesionales.

A la Asociación Civil Armonía/Loro Parque Fundación y al Programa de

Conservación de la Paraba Barba Azul, quienes me dieron la oportunidad de realizar este trabajo.

APROBACION La tesis de grado: “EVALUACIÓN DEL ÉXITO REPRODUCTIVO DE LA PARABA

BARBA AZUL (Ara glaucogularis), MEDIANTE LA INTRODUCCIÓN DE NIDOS

ARTIFICIALES (PROV. MARBÀN, DPTO. BENI)”, preparada por el

Univ. Raúl Ernesto Rojas Llanos como requisito para optar al grado de

Licenciatura en Ciencias Biológicas y el Titulo de Biólogo: en la Facultad de

Ciencias Agrícolas de la Universidad Autónoma “Gabriel Rene Moreno”.

El trabajo fue revisado, corregido y aprobado por los siguientes tribunales:

………………………............. Tribunal

Dr. Fernando Calderón.

……………………………….. Tribunal

Lic. Msc. Rubén D. Azogue.

……………………………….. Tribunal

Lic. Abraham Rojas.

……………………………….. Jefa de Carrera de Biología

Lic. Ana María Mostacedo.

……………………………….. Decano de la Facultad de Ciencias Agrícolas

Ing. Msc. Nelson Rodríguez.

SANTA CRUZ – BOLIVIA

2007

CONTENIDO

Pág.

Dedicatoria ……………………i

Agradecimientos …………………..ii

Aprobación

………………….iii

Contenido ………………….iv

Lista de cuadros

…………………vii

Lista de figuras ..………………viii

Lista de gráficos ……………..…..ix

Lista de anexos

……………….…x

Resumen

………………….xi

1. INTRODUCCION

………………….1

2. OBJETIVOS

………………….4

2.1. Objetivo General

………………….4

2.2. Objetivos específicos

………………….4

3. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

…………………..5

3.1. Generalidades de los Psittacidos

………………….5

3.1.1. Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis)

………………….6

3.2. Los Psittacidos como prioridad de conservación en el Neotrópico

………………….8

3.3. Principales factores que inciden en el incremento poblacional de los Psittacidos

…………………10

3.3.1. Reducción de hábitat

………………...10

3.3.2. Falta de disponibilidad de agujeros naturales para anidar y competencia con otras especies

…………………13

3.3.3. Trafico ilegal de fauna

…………………13

3.3.4. Uso de plumaje para instrumentos y vestimentas indígenas

…………………15

3.4. Experiencias en conservación de Psittacidos usando nidos artificiales en países vecinos

…………………16

3.5. Los Llanos de Moxos

…………………19

3.5.1. Formaciones vegetales de los Llanos de Moxos

…………………19

3.5.2. Prácticas de uso humano en los Llanos de Moxos

…………………20

4. AREA DE ESTUDIO Y METODOS

…………………22

4.1. Área de estudio

…………………22

4.1.1. Ubicación general

…………………22

4.1.2. Clima y estacionalidad

…………………22

4.1.3. Vegetación

…………………23

4.2. Métodos

…………………23

5. RESULTADOS

…………………27

5.1. Diseño de las características de manufactura, colocación, y del monitoreo de los nidos artificiales

…………………27

5.1.1. Descripción de los nidos artificiales

…………………27

5.1.2. Criterios utilizados para la colocación de los nidos artificiales

…………………29

5.1.3. Descripción y criterios utilizados en los monitoreos de los nidos artificiales

…………………31

5.2. Demanda mostrada por los nidos artificiales

…………………31

5.3. Especies ocupantes de los nidos artificiales

…………………34

5.4. Proporciones de viabilidad y mortalidad de los huevos y pichones de las especies ocupantes de los nidos artificiales

…………………37

6. DISCUSIÓN

…………………40

6.1. Diseño de las características de manufactura, colocación, y del monitoreo de los nidos artificiales

…………………40

6.1.1. Descripción de los nidos artificiales

…………………40

6.1.2. Distribución y ubicación de los nidos artificiales

…………………41

6.1.3. Descripción y criterios utilizados en los monitoreos de los nidos artificiales

…………………43

6.2. Demanda mostrada por los nidos artificiales

…………………43

6.3. Especies ocupantes de los nidos artificiales

…………………44

6.4. Proporciones de viabilidad y mortalidad de los huevos y pichones de las especies ocupantes de los nidos artificiales

…………………45

7. CONCLUSIONES

…………………47

8. RECOMENDACIONES

…………………50

9. BIBLIOGRAFIA

…………………52

10. ANEXOS

LISTA DE CUADROS Pág.

Cuadro 1. Especies de Psittacidos amenazados de

Bolivia, según BirdLife International 2004.

6

Cuadro 2. Distribución proporcional de los nidos artificiales en las cinco estancias de estudio.

29

Cuadro 3. Ubicación de los nidos artificiales respecto a las islas de bosque.

29

Cuadro 4. Dimensiones de las especies arbóreas donde fueron colocados los nidos artificiales.

30

Cuadro 5. Demanda mostrada por los nidos artificiales durante los 10 monitoreos.

34

Cuadro 6. Cantidad de ocupación de los nidos por Ara glaucogularis y otras especies animales.

35

Cuadro 7. Proporciones de viabilidad y depredación de los huevos colocados en los nidos artificiales.

38

Cuadro 8. Proporciones de viabilidad y depredación de los Pichones nacidos en los nidos artificiales.

39

LISTA DE FIGURAS

Pág. Figura 1. Unidad vegeta de Bosque-palmar abierto de las

semialturas alcalinas de los Llanos de Moxos (Estancia La Esperancita).

20

Figura 2. Zonas de distribución conocida de La Paraba Barba Azul y Croquis del área donde se distribuyeron los nidos artificiales en la parte Sur de esta distribución.

22

Figura 3. Para lugares donde la accesibilidad en medios motorizados fue imposible, los nidos se transportaron a caballo o a pié.

24

Figura 4. Armado y colocación de los nidos artificiales.

24

Figura 5. Transporte de la escalera metálica de 5mt.durante los monitoreos a los nidos artificiales.

25

Figura 6. Toma de datos de los nidos artificiales.

26

Figura 7. Medidas de los nidos artificiales; A: Vista tridimensional, B: Parte posterior de la cara frontal, C: Cara lateral derecha, D: Altura del nido respecto al piso.

28

Figura 8. Nido 17 en el interior de una isla de bosque en la est. Asunta. Nido 4 colocado en el borde de una isla de bosque en la est. Santa Rosa.

31

Figura 9. Principales especies ocupantes de los nidos artificiales

37

LISTA DE GRAFICOS

Pág.

Grafico 1. Estado de uso de los nidos artificiales durante los 10 monitoreos.

34

Grafico 2. Ocupación de los nidos por Ara glaucogularis y otras especies animales.

36

Grafico 3. Especies que reocuparon nidos ya usados.

36

Grafico 4. Intensificación en la ocupación de los nidos artificiales por parte de las 3 especies que mostraron mayor presencia durante los 10 monitoreos.

36

Grafico 5. Viabilidad y depredación de los huevos puestos en los 20 nidos artificiales.

38

Grafico 6. Viabilidad y depredación de los Pichones nacidos en los nidos artificiales.

39

LISTA DE ANEXOS

Anexo 1. Ubicación geográfica, hacienda, fecha de postura e inicio de monitoreo de los nidos artificiales.

Anexo 2. Datos de viabilidad y mortalidad de las nidadas ocupantes de los 20 nidos artificiales durante los 10 monitoreos.

Anexo 3. Monitoreo y toma de datos de los nidos artificiales.

Anexo 4. Parejas de Paraba Amarilla (Ara ararauna), ocupantes de los nidos artificiales.

Anexo 5. Cronología de desarrollo de los pichones de Ara Ararauna nacidos en los nidos artificiales.

Anexo 6. Pichón volantín de Ara ararauna, junto a un padre.

Anexo 7. Aratinga leucophthalmus, ocupante de los nidos artificiales.

Anexo 8. Pato Putirí (Dendrocygna autumnalis), competidor por sitios de anidacion con la Paraba Barba Azul.

Anexo 9. Cascaron eclosionado de Pato Negro (Cairina moschata), en un nido artificial.

Anexo 10. Herpetotheres cachinnans, competidor por sitios de anidacion con la Paraba Barba Azul.

Anexo 11. Restos de un huevo depredado de Ara glaucogularis, durante el monitoreo a la época reproductiva 2005 – 2006.

RESUMEN

La Paraba Barba Azul, es un Psitácido endémico de Bolivia, cuya población silvestre estimativamente no sobrepasa los 200 individuos. Se ha determinado que una de las principales causas de su caída poblacional es la escasez de cavidades para el anidamiento y la alta competencia por las existentes. Colocamos 20 nidos artificiales en la zona sur de la distribución de la especie, y entre octubre del 2005 a mayo del 2006 se realizaron 10 monitoreos a cada uno de estos con intervalos de 15 días. 7 especies de aves (incluyendo a Ara glaucogularis), hicieron uso de los nidos. Ara ararauna y Dendrocygna autumnalis fueron las de mayor demanda. En total se colocaron 198 huevos, 25% pertenecientes a Psitácidos, que presentaron 40% de viabilidad. 156 Pichones nacieron en los nidos, 12% pertenecientes a Psitácidos, y de estos 13 pichones se convirtieron en volantones. La demanda por cavidades de anidamiento es muy alta, y la mayor oferta de estas diminuye la competencia por las mismas, brindando mayores posibilidades para la reproducción de Ara glaucogularis. Es necesario que esta acción continué en los años venideros, incrementando el número de nidos colocados, esto previo a un estudio de abundancia relativa de las especies de aves que han demostrado ser competidoras por sitios de anidación con la Paraba Barba Azul, para de esta forma tener una idea cabal del éxito reproductivo de esta paraba en los nidos artificiales disponibles.

1. INTRODUCCION

Bolivia se caracteriza por ser un país mega diverso (Ibisch, 2003). Y uno de los

más ricos en la ornitofauna del Neotrópico, cuenta con casi 1400 especies de aves

de las cuales 50 son Psittácidos (Hennessey et al., 2003), de estas 50 están

nombradas en la lista CITES, 42 en el apéndice II, y 8 en el apéndice I

(Anodorhynchus hyacinthinus, Ara glaucogularis, Ara macao, Ara militaris, Ara

rubrogenys, Propyrrhura couloni, Amazona tucumana, y Amazona ochrocephala)

(CITES 2005).

Las parabas se encuentran entre las aves más espectaculares y veneradas del

mundo desafortunadamente están desapareciendo de muchas áreas de su

distribución. Por ejemplo, las subespecies de Guayaquil de la Paraba Verde Grande o

Buffon (Ara ambigua guayaquilensis) esta en peligro inminente de extinción (K. Berg,

2002). En Costa Rica, la Paraba Verde Grande (A. a. ambigua) ha sido eliminada del

80% de su distribución original y solo permanecen un estimado de 200 individuos

(Powell et al. 1999). Adicionalmente todas las parabas azules, del genero

Anodorhynchus, y Cyanopsitta spixii, están extintos o gravemente amenazados

(Collar 1997, Juniper y Parr, 1998). Otro ejemplo alarmante se encuentra en Bolivia,

donde la Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis) ha sido reducida a menos de 200

individuos en vida silvestre (Hesse, 1999).

Los últimos estudios acerca de la cuantificación de las poblaciones de Paraba

Barba Azul (Ara glaucogularis) realizadas por Hesse y Duffield (2000) estimaron

una población entera de 120 aves en una zona de hábitat adecuado de

aproximadamente 8.657 km2 basándose en recuentos efectuados en 1997-98. En

este estudio, el hábitat apropiado fue definido únicamente como “islas de

palmeras” en las pampas temporalmente inundadas del departamento del Beni.

Los estudios de campo más recientes realizados en 2002, cubriendo la misma

área de presencia anteriormente confirmada, reveló un número de ejemplares aún

más bajo (entre 23 a 30 individuos).

Una de las causas que esta amenazando a la mayoría de las especies de

Psittacidos es el tráfico de aves, que en Bolivia esta llevado al borde de la

extinción a la Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis). El tráfico de aves silvestres

ha sido, y todavía es en el país, una de las amenazas más serias para muchas

especies de loros que son particularmente vulnerables por la sobreexplotación.

Esta amenaza conjugada con la gran expansión agrícola y ganadera a la que

están siendo sometidas muchas áreas naturales, y a los usos culturales de ciertos

pueblos originarios e indígenas, conlleva a la extinción acelerada de muchas

especies de aves (Herrera, 2005). Según Hesse. 2003, la Paraba Barba Azul (Ara

glaucogularis) es un claro ejemplo de cómo estos tres factores antropogénicos

inciden directamente en la extinción progresiva de una especie silvestre.

Otro factor contribuyente al decrecimiento de las poblaciones de Paraba Barba

Azul (Ara glaucogularis) es la competición por sitios de anidamiento natural. En el

Beni, hay una variedad de especies que podrían actuar como competidores de la

Paraba Barba Azul; Podrían ser mamíferos que utilizan las cavidades para dormir,

pero que también son potenciales depredadores. Las abejas asilvestradas (Apis

mellifera) también pueden colonizar las cavidades y eficazmente excluir las

parabas. En el grupo de las aves, los competidores pueden ser tucanes, y en la

mayoría de las veces otros Psittacidos como Ara chloroptera y A. severa, pero

más frecuentemente, A. ararauna, han sido identificada en conflicto directo con la

Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis) en sitios de nidificacion existentes y

potenciales (Brace et al. 1995, Boussekey et al.1997, Birdlife International 2000,

Hesse y Duffield 2000, Armonía informes no publicados).

Medidas como la postura de nidos artificiales ha dado buenos resultados en la

reducción de la competencia interespecífica por sitios de anidacion, y la

recuperación poblacional de Psittacidos amenazados en Brasil, Perú, y otros

países. En Bolivia hasta ahora no se han implementado medidas abocadas

directamente al incremento poblacional de la Paraba Barba Azul, pero la crítica

situación que amenaza de extinción a esta especie a hecho urgente y prioritario la

tomas de medidas en pos de la conservación de este psitácido endémico de los

Llanos de Moxos de Bolivia.

En la actualidad se ha determinado que uno de los síntomas principales que

muestra que la Paraba Barba Azul, se encuentra en un estado critico de amenaza,

es precisamente la falta de sitios de anidacion, y la competencia interespecífica

por los sitios existentes; es por eso que la colocación de nidos artificiales

contribuirá al aumento de la población de esta especie, y paralelamente a esto se

obtendrá un conocimiento detallado de gran parte de los procesos reproductivos

no solo de esta especie, si no también de sus principales competidores, pudiendo

en base a esto tomar medidas mas depuradas para la reducción de esta

competencia.

2. OBJETIVOS

2.1. Objetivo General

Incrementar la población de Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis), mediante la

colocación de nidos artificiales experimentales, con el objeto de aumentar su

población silvestre.

2.2. Objetivos específicos

Los objetivos específicos del estudio fueron:

- Diseñar las características adecuadas de manufactura,

colocación, y monitoreo de los nidos artificiales, en base a las

observaciones previas del comportamiento silvestre de la

Paraba Barba Azul.

- Determinar la demanda de 20 nidos artificiales

experimentales, por parte de la Paraba Barba Azul u otras

especies competidoras con esta por sitios de anidamiento

naturales.

- Determinar cuales son las principales especies competidoras

por sitios naturales de anidamiento con la Paraba Barba Azul,

y si esta competencia es un factor que incide en la

disminución poblacional de de esta especie.

- Identificar los potenciales depredadores de huevos y pichones, que tiene la Paraba Barba Azul.

- Determinar los índices de viabilidad, mortalidad, y

depredación, de las nidadas ocupantes de los nidos artificiales

experimentales.

3. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

3.1. Generalidades de los Psitácidos

En el mundo existen 353 especies de loros, divididas en dos familias, la

Cacatuidae (Cacatúas), con 21 especies divididas en 6 géneros, y la Psittacidae

(Loros verdaderos), con 332 especies, agrupados en 83 géneros. Los

Psittaciformes se encuentran presentes en la India, en el sudeste Asia, y oeste

África (con una especies, ahora extinta), también se encuentran en los Estados

Unidos, donde el Periquito de Carolina fue introducido primero como mascota,

para posteriormente formar poblaciones asilvestradas; pero la mayor cantidad de

especies de loros se encuentra distribuido en las regiones tropicales de Australia,

Sudamérica y Centroamérica (Rosales, 2001).

Los Psittacidos (Loros, parabas, cotorras, mariquitas, etc.), poseen en general

miembros posteriores con tarsos cortos y gruesos, dedos con dirección oponible

con los que sujetan fuertemente el alimento y lo llevan hacia el pico que es macizo

y corto especializado para mascar y triturar alimentos duros, su mandíbula

superior es curvada y móvil, su lengua carnosa, y poseen una mezcla de colores

vistosos y crípticos, tienen además el grado mas elevado de cerebralización entre

las aves, y alimentan a sus pichones igual que los columbiformes (con una

secreción del la parte externa del buche), y con regurgitación de alimentos ya

triturados (Rojas, 2005).

Bolivia cuenta con 50 especies de loros registradas hasta la fecha (Hennessey et

al., 2003), de estas, tres son endémicas (Ara glaucogularis, Ara rubrogenys y

Myiopsitta luchsi), y siete se encuentran en alguna categoría de amenaza

incluyendo las categorías de extinción: En Peligro Critico (1), En Peligro (2),

Vulnerable (2), Cerca Amenazado (1) y Menos Importante (1) (BirdLife

International 2004).

Cuadro 1: Especies de Psittacidos amenazados de Bolivia, según BirdLife International 2004.

Especie Categoría de amenaza Nivel de endemismo

Ara glaucogularis En peligro critico Endémica

Ara rubrogenys En peligro Endémica

Anodorhinchus hyacinthinus En peligro

Ara militaris Vulnerable

Amazona xanthops Vulnerable

Amazona tucumana Cerca de la amenaza

Myiopsitta luchsi Endémica

3.1.1. Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis)

La Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis), es una especie endémica al

departamento del Beni en Bolivia (Stattersfield et al. 1998), se considera una de

las especies de aves más amenazadas del mundo (Birdlife International 2000) y

figura en la categoría En Peligro Crítico de la lista roja de la IUCN (Birdlife

International 2000, Hilton-Taylor 2000). A pesar de que la especie está bajo

protección de la legislación boliviana desde 1986 así como de la “Convention on

International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora” (CITES) del

que Bolivia es signataria desde 1979, su población ha disminuido

considerablemente desde su redescubrimiento en 1992 (Armonía, 2003).

La última cuantificación hecha a la población de la Paraba Barba Azul indica una

población de no más de 120 individuos en dos sub-poblaciones desconectadas,

una al norte y otra al sur de Trinidad, la capital del departamento del Beni. Al

contrario, la población cautiva en las instalaciones de cría en Europa y en EEUU,

llega a más de 1000 ejemplares registrados a nivel internacional (Armonía, 2003).

Las observaciones hechas a la Paraba Barba Azul en su entorno, da cuenta que

esta especie se diferencia de otras parabas grandes en algunos aspectos como el

hecho de que esta especie no acostumbra seguir rutas establecidas a diario para

alcanzar sitios de forraje preferidos, tal y como se conoce en otras especies del

mismo género, si no forrajea más bien de forma oportunista (Armonía 1993-2002).

En cuanto a su biología reproductiva se puede decir que de las diez especies

arbóreas identificadas como lugares de nidificación, tan sólo el Motacú (Attalea

phalerata), Totaí (Acrocomia aculeata), y Guayabochi (Calycophyllum

spruceanum), fueron confirmadas. Las cavidades fueron identificadas tanto como

huecos naturales así como excavaciones activas de las parabas. Las cavidades se

orientan o hacia el oeste, este o noreste, y su altura desde el suelo varía entre 5 a

20 mt. (Jordán y Munn, 1993; Boussekey et al., 1997 Yamashita y Barros, 1997;

Armonía, 2003).

En la actualidad se sabe con certeza por las observaciones hechas en campo, que

la época reproductiva de la Paraba Barba Azul empieza en los meses de octubre y

noviembre, y se extiende por tres meses, coincidentemente con el inicio de las

lluvias y la mayor disponibilidad de frutos alimenticios (Lanning, 1982; Hesse,

1996; Duffield & Hesse, 1997).

Con respecto al tamaño de las nidadas se sabe que el tamaño de puesta de las

parabas varía entre 1 y 2 huevos. No obstante, no existen datos sobre el promedio

del éxito de cría en vida silvestre, ni de la tasa de supervivencia de los pichones

(Lanning, 1982). Según algunos datos con lo que se cuenta el periodo de

incubación de los huevos en vida silvestre oscila entre 25 a 26 días, y los pichones

se independizan en promedio a los 90 días después de su nacimiento (Armonía,

2003).

Con respecto a posibles depredadores, hay una variedad de especies que podrían

actuar como competidores de la Paraba Barba Azul. Podrían ser mamíferos que

utilizan las cavidades para dormir, pero que también podrían actuar como

depredadores. No existen casos registrados de depredación sobre nidos o

pichones de Paraba Barba Azul, pero se a constatado la presencia de potenciales

depredadores en las islas de bosque donde anida esta especie (Ramphastos toco,

Pteroglossus castanotis, Cebus apella, Saimiri sciurus, Callicebus moloch, Nasua

nasua, y Eira barbara), (Armonía, 2003).

3.2. Los Psitácidos como prioridad de conservación en el neotrópico

Se define como Conservación al mantenimiento de los procesos biológicos y

ecológicos para asegurar la disponibilidad de los recursos naturales de manera

sostenible; y esto se logra mediante el desarrollo sostenible que es el proceso de

cambio para mejorar el bienestar de la población sin comprometer los recursos

naturales de generaciones futuras (www.fcbcinfo.org).

Los psitácidos (familia de los loros, pericos, Parabas, y cotorras) son un grupo de

aves amenazado a nivel mundial. Este grupo de aves está apenas empezando a

conocerse biológicamente por lo que es importante acrecentar nuestro

conocimiento para proveer estrategias de conservación (Enkerlin et al. 1999).

La familia Psittacidae contiene la más alta proporción de especies en peligro de

extinción que ninguna otra familia de aves (Bennett y Owens 1997, Nolsson y

Mack 1980). Los ejemplos más extremos de esto son la Paraba Spix’s

(Cyanopsitta spixii) que está extinto en estado silvestre pero hay más de 60

individuos en cautiverio y el loro Puerto Rico (Amazona vittata) con 24 individuos

en estado silvestre y 144 en cautiverio (Juniper 2002, USFWS 2002).

La mayoría de las parabas están desapareciendo de muchas áreas de su

distribución (Bravo et al. 2003), desafortunadamente, la biología básica de la

mayoría de estas especies ha sido poco estudiada lo que hace su conservación

más difícil (Juniper y Parr 1998, Snyder et al 2000, Wright et al 2001).

Guedes. (1993), afirma que: aproximadamente el 20% de las especies del

psitácidos que habitan en Brasil están amenazados de extinción. Pro Aves. 2003,

afirma que en Colombia un gran número de psitácidos enfrenta el peligro de

extinción, ya que dentro del grupo de las aves ha sido esta familia la que más

amenazas ha enfrentado. Ejemplos alarmantes de esto son: la Paraba Verde

Grande (Ara ambigua), que ha desaparecido de un 90% de su distribución

histórica en Costa Rica, con un estimado de solo 200 individuos en vida silvestre

(Powell et al, 1999; Chassot et al, 2002). A pesar de tener un rango de distribución

que va desde Panamá hasta Bolivia, la Paraba Azul y Amarilla (Ara ararauna), se

ha extinto localmente en muchos lugares de Perú, y Brasil, y su población se

encuentra en alarmante declive en muchos sitios de Panamá, Colombia, y

Ecuador (Juniper & Parr 1998). En Costa Rica, la Paraba Siete Colores (Ara

macao), fue abundante por las tierras bajas costeñas, pero ahora está cerca de la

extinción en el lado caribeño, y solo quedan unas pocas poblaciones aisladas al

lado del Pacífico (Styles and Skutch 1989, Vaughan et al 2003). En Brasil todo un

genero de parabas Anodorhynchus esta al borde de la desaparición, con apenas 3

especies: A. glaucus, ya extinta: A. leari, altamente amenazada, y A. hyacinthinus,

que esta igualmente amenazado por la captura para el comercio ilegal (Guedes,

1992). En Bolivia la población de la Paraba Barba Azul esta en niveles de crítica

amenaza de extinción, estudios poblacionales en 1993 y 1994, basándose en una

cantidad mínima de 54 individuos detectados en una zona de 2.000 km2, extrapoló

una población de 200 aves en una zona de 8.000 km2. (Yamashita y Barros

,1997); Pero estudios de campo más recientes realizados en el 2002, cubriendo la

misma área de presencia anteriormente confirmada, reveló un número de

ejemplares aún más bajo entre 23 a 30 individuos (ARMONÍA, 2002).

En Bolivia gracias la coordinación de la Asociación Civil Armonía, con el apoyo de

Loro Parque Fundación, y otras instituciones conservacionistas se llevan a cabo

en la actualidad, dos programas de conservación en psitácidos, el de la Paraba

Barba Azul (Ara glaucogularis), y el de la Paraba Frente Roja (Ara rubrogenys),

recientemente se a empezado con el proyecto de conservación del Loro Pinero

(Amazona tucumana), y se piensa comenzar prontamente los proyectos de

conservación para Ara couloni, y Amazona xanthops, todo esto con el norte de

buscar un futuro de supervivencia para estas especies, para que no corran la

suerte de Cyanopsitta spixii o Anodorhynchus glaucus, que solo pueden ser vistas

en cautiverio, o en algunas ilustraciones.

3.3. Principales factores que inciden en el incremento poblacional de los

Psitácidos

Las parabas son uno de los grupos de aves más espectaculares del neotrópico.

Sin embargo, la disminución progresiva de sus rangos de distribución y su

alarmante escasez son indicadores de lo que puede ocurrir a las especies cuando

los efectos de destrucción de hábitat se combinan con una fuerte demanda por

estas aves en el comercio internacional de mascotas (Martínez-Sánchez 1991).

En los bosques tropicales, la mayoría de poblaciones de parabas grandes están

en peligro o disminuyendo debido a una combinación de caza, pérdida de hábitat y

colecta para el mercado de mascotas (Juniper y Parr 1998, Snyder et al 2000,

Wright et al 2001). La Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis) es un claro ejemplo

de cómo estos tres factores antropogénicos inciden directamente en la extinción

progresiva de una especie silvestre (Hesse, 2003).

Armonía. (2003), sostiene que: una conjugación de factores biológicos y

medioambientales todavía no conocidos muy bien, como la influencia de la

competición inter-específica con otras especies de parabas, una tasa de fertilidad

reducida en algunas parejas reproductivas como resultado de endogamia que

ocurre dentro de las diminutas y fragmentadas sub-poblaciones, así como otros

factores de perturbación humana relacionados con prácticas de turismo

insostenible y medidas de protección mal concebidas, sumado al gran flujo de

especimenes para el comercio ilegal realizado en la década de los ochenta, han

llevado al declive a la población de la Paraba Barba Azul.

3.3.1. Reducción de hábitat

Reyes. (2005), afirma que la colonización hispánica conllevó a la destrucción del

hábitat de la mayoría de la especies de parabas para el desarrollo agrícola y la

expansión de asentamientos humanos que provocaron la relegación rápida de

estas especies a regiones en donde el ser humano no había intervenido su frágil

hábitat.

Guedes. (1993 y 1994), afirma que el incremento poblacional, las necesidades y

la pobreza humana, camina a velocidades alarmantes, mientras aumenta la

destrucción de muchos hábitats, y la sensibilidad y el poder de decisión de

muchos líderes continúan a pasos lentos. La extinción de las especies por causas

antropogénicas sigue su avance.

La pérdida de hábitat toma varias formas incluyendo la roza para agricultura,

ganadería y tala. La agricultura, la ganadería y el subsecuente establecimiento

humano eliminan la mayoría de la vegetación, pero en algunos casos pueden dejar

suficientes recursos para sustentar poblaciones al menos a un corto plazo. Las

operaciones de tala tropicales son usualmente muy selectivas, apuntando primero a

Ios ejemplares arbóreos más grandes y comerciales. Esto deja una gran cantidad de

vegetación en pie, Incluyendo muchos posibles árboles para alimentación. Las

parabas dependen de grandes cavidades preexistentes para anidar. En muchas

instancias los árboles que utilizan para anidar pueden tener cien años de antigüedad e

incluso en Ios bosques vírgenes la falta de árboles para anidacion adecuados limita

el número de parabas que pueden procrear cada ano (Munn et al. 1991).

Powell et al. (1999); Chassot et al. (2002), Atribuyen la condición de amenaza de

la Paraba Verde Grande (Ara ambigua), a la drástica reducción del hábitat en la

Zona Norte del país, provocada por la alta tasa de deforestación en la mayor parte

de las llanuras en el atlántico costarricense; y como consecuencia, una

disminución de las principales especies de árboles que conforman la dieta básica

de esta especie. Gran parte del hábitat de los psitácidos colombianos se

encuentra actualmente afectado por diferentes factores como la deforestación,

actividades agropecuarias, extracción de madera, cultivos ilícitos entre otros que

han contribuido a la disminución de la oferta de nidos naturales (Pro Aves, 2003).

En zonas accesibles como Iquitos y Pucallpa en Perú, la población de la Paraba

Azul y Amarillo (Ara ararauna) también está declinando habiéndose registrado

extinciones locales debido a la pérdida de hábitat y otros factores (Gonzales

1998). La Paraba Siete Colores (Ara macao) fue muy común anteriormente en

toda su distribución que va de México a Bolivia, pero la pérdida de su hábitat ha

llevado en la actualidad a la declinación de sus poblaciones en la mayor parte de

sus zonas de distribución (Forshaw 1989). En Bolivia las amenazas a las

poblaciones de Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis) son la conjugación de la

gran expansión agrícola y ganadera a la que están siendo sometidas muchas

áreas naturales en el departamento del Beni en este país (Herrera, 2005).

Antes de la introducción del ganado en las llanuras benianas de Bolivia y hasta

que se comenzó con la comercialización del mismo, el uso de tierra se limitaba a

los cultivos y al aprovechamiento de algunas plantas silvestres. Se sabe que el

ganado y otros animales fueron introducidos en esta región hace más de tres

siglos (Langstroth, 1999), y que, hoy día, la cría de estos animales representa la

práctica más aplicada de uso del terreno. En 1999, más de tres millones de reses

pastaron en las especies de forraje nativas, cifra que aumentó desde el año 1990

cuando eran 2,5 millones. La cantidad de ganado registrado en el Beni en 1999

representaba 46% de la cifra total que correspondía a toda Bolivia

(www.infoagro.gov.bo). La superficie del Beni es de 213,654 km2, por lo cual la

densidad mínima estimada de ganado es de 0.14 por hectárea, la capacidad límite

para ganado siendo entre 3 y 8 hectáreas por cabeza (Vera 2001). No obstante, el

impacto de esta actividad sobre la vegetación natural todavía no ha sido evaluado

sistemáticamente (Armonía, 2003).

En la mayoría de las especies de parabas las poblaciones pueden criar un número

suficiente de pichones para reemplazar la población adulta, superando las muertes

de individuos por causas naturales, por lo cual, la población tiene la capacidad de

incrementarse si existe hábitat en calidad y cantidad para sustentarla. No

obstante, a pesar de construirse cada año mayor número de nidos, los nidos

activos no han aumentado en la misma proporción, a causa de una reducción de

su hábitat (Monge et all, 2002).

3.3.2. Falta de disponibilidad de agujeros naturales para anidar y

competencia con otras especies

Las operaciones de tala que se dirigen a los árboles grandes causan daños insidiosos

a las poblaciones de parabas. Los bosques pueden verse saludables y aun contar

con poblaciones relativamente grandes, pero sin sitios de anidacion adecuados la

población de parabas esta destinada a la extinción (Munn et al. 1991).

Se ha determinado que la tasa de reproducción de las parabas en zonas no

disturbadas del norte de Perú es extremadamente baja. Esto es debido a tres

factores principales: 1) La densidad de cavidades disponibles para anidar es baja,

2) solo el 60% de los nidos son exitosos debidos a factores como depredación, 3)

los nidos exitosos usualmente producen un solo pichón de entre 3 o 4 huevos,

(Munn et al. 1991, Nycander et al.1995). En Brasil uno de los factores que limitan

la reproducción de Anodorhynchus hyacinthinus en el Pantanal es la escasez de

cavidades en los árboles. Además, en el mismo periodo de reproducción otras

especies de parabas están reproduciéndose y la disputa por los nidos es grande

(Guedes, 1999).La falta de cavidades es un factor que también incide en la

reproducción de la Paraba Roja (Ara chloroptera) en el Pantanal, se ha observado

que por ejemplo dos parejas se reprodujeron con éxito en un único nido con el

intervalo de una semana entre el vuelo de las primeras crías y la postura de

huevos de la segunda pareja (Guedes, 1993). En Bolivia se ha constatado la

disputa que existe por cavidades de anidamiento entre Ara glaucogularis, y otros

Psittacidos (principalmente Ara ararauna) (Armonía, 2005). Otros competidores de

la Paraba Barba Azul frecuentemente son las abejas silvestres Apis mellifera, y

entre los depredadores mas comunes se encuentra el tucanillo (Pteroglossus

castanotis) (Armonía, 2005).

3.3.3. Trafico ilegal de fauna

La colecta para el tráfico de mascotas es una gran amenaza para casi todas las

poblaciones de parabas (Juniper y Parr 1998). La mayoría de los Psittacidos son

atractivos, con plumajes coloridos, inteligentes y de adaptación fácil en cautividad.

Este hecho vuelve a la familia susceptible a la captura para el comercio ilegal,

amenazando de extinción a muchas especies (Guedes, 1993 y 1994).

Las técnicas de colecta son variadas y pueden apuntar a adultos o polluelos. Los

adultos son capturados de diversas formas, ya sea para alimentación, por sus

plumas o para ser vendidos como mascotas (J. Socola, 2002).

Cuando Ios juveniles son colectados son tomados de Ios nidos de varias formas. Los

recolectores generalmente trepan usando una combinación de cuerdas y escaleras

para llegar a Ios huecos de Ios nidos y obtener Ios polluelos. Cuando Ios recolectores

no pueden acceder a Ios nidos con frecuencia cortan todo el árbol para capturar los

pichones, pero la caída resulta en la muerte de hasta el 60% de Ios polluelos

(González 1999).

En Ecuador, Ios recolectores hacen fuegos en las bases de Ios nidos y el humo es

utilizado para hacer perder el conocimiento o matar Ios adultos (J. Socola, 2002). En

algunos casos se les dispara a Ios adultos en el ala mientras vuelan y son colectados

vivos. La colecta de juveniles para venta es más común que la colecta de adultos.

Esto se debe sobre todo a la mayor demanda de juveniles porque son mejores

mascotas. El número de parabas capturadas en estado salvaje puede ser

considerable, hay rumores de un solo cargamento de casi 200 parabas Barba Azul

que fueron sacadas de Bolivia; si esto es cierto, este único cargamento por si solo

contiene más aves que la población actual en estado salvaje (González 1999).

Según Herrera. 2005, El tráfico de aves silvestres ha sido, y todavía es en Bolivia,

una de las amenazas más serias para muchas especies de loros que son

particularmente vulnerables hacia la sobreexplotación, y de alguna forma todas las

especies de Psittacidos de Bolivia aparentemente tienen presión de tráfico en

diferentes áreas de su distribución.

Se considera que la principal razón responsable del declive de la Paraba Barba

Azul en la naturaleza era y todavía es el tráfico con ejemplares vivos para el

mercado nacional e internacional (Armonía, 2003). Los estudios in-situ de la

Paraba Barba Azul, indican que existe un número poblacional bajo, así como una

tasa reducida de reclutamiento (Bucher 1992, Munn 1992 en Hesse y Duffield

2000). Por ello, esta especie es especialmente propensa a sufrir de una

sobreexplotación y a ser expuesta a un alto riesgo de extinción (Armonía, 2003).

La población silvestre de la Paraba Barba Azul ha declinado considerablemente

desde su redescubrimiento en la vida silvestre en 1992 (Hesse 2003). Traffic

WWF (USA) (1987) contabiliza 134 individuos de Paraba Barba Azul exportados

hacia los EEUU en el periodo de 1981 al 1985. Lanning (1982) documenta 90

individuos exportados en 1981, Nilsson, 1989 en Yamashita y Barros, (1997)

registró 112 parabas importadas en EEUU entre 1980-85 respectivamente.

Yamashita y Barros (1997) calcularon que la cifra de parabas que entraron al

mercado a nivel mundial en los 1980 rodea los 1200.

Los últimos recuentos realizados en 2002 sugirieron que la población de la Paraba

Barba Azul había disminuido aún más y que era preciso tomar medidas inmediatas

para evitar la extinción de esta especie (Armonía, Informe no publicado 2002), ya

que pese a la veda indefinida vigente en el país el tráfico con muchas especies de

parabas incluyendo la Barba Azul continua en pequeña escala (Hesse y Duffield

2000).

3.3.4. Uso de plumaje para instrumentos y vestimentas indígenas

La matanza de parabas para la confección de collares, y vestimentas en varias

tribus indígenas ha llevado a la disminución de muchas poblaciones, y en algunos

casos a extinciones locales (Guedes, 1999).

Herrera. 2005, afirma que: los usos culturales de ciertos pueblos indígenas,

conlleva a la extinción acelerada de muchas especies de aves en Bolivia y el

neotropico en general.

Existe una danza muy difundida e incluso emblemática en todo el Dpto. del Beni,

llamada “Macheteros” que se representa en todas las festividades del

Departamento, en cuyo atuendo característico utiliza un tocado hecho a base de

plumas de psitácidos principalmente parabas, las cuales para tales fines son

cazadas con armas de fuego de los alrededores de las diferentes comunidades sin

distinción de especie (S. Angulo, obs. pers., 2001). Existen dos reportes de

individuos de Ara glaucogularis cazados para utilizar su carne como carnada para

pesca, en los dos casos los cazadores desconocían totalmente que se trataba de

una especie endémica en extinción (Armonía 1993-2002). Según información

reciente (junio de 2003) procedente de miembro del grupo de danza de San

Ignacio de Moxos, la gente que fabrica los tocados frecuentemente compran las

plumas a pueblos indígenas que generalmente cazan las aves para comida

(Armonía, 2003).

3.4. Experiencias en conservación de Psittacidos usando nidos artificiales

en países vecinos

La familia de lo Psittacidos tiene la más alta proporción de especies en peligro de

extinción que ninguna otra familia de aves (Nolsson y Mack 1980), y la mayoría de

las parabas (los representantes mas grandes y coloridos de la familia) están

desapareciendo de muchas áreas de su distribución (Bravo et al. 2003).

Esta realidad no es ajena a la mayoría de los países vecinos, y desde hace algunos

años se vienen realizando esfuerzos en países como Perú, Colombia, y Brasil para

incrementar el rendimiento reproductivo de estas aves.

Una de las estrategias usadas para este propósito es la implementación de nidos

artificiales, que a la ves de aportar como sustitutos parciales de las cavidades de

anidacion naturales, facilitan y maximizan el registro de información referente a la

cronología reproductiva de las especies, éxito reproductivo, tasas de crecimiento,

enfermedades entre otras, a partir de lo cual se pueden formular estrategias mas

depuradas de conservación (Pro Aves, 2006).

En 1999 en el Centro de Investigación Tambopata - Perú, se implemento un

programa abocado el incremento poblacional de todas las especies de parabas de

la reserva; para esto se colocaron 12 nidos artificiales construidos en plástico PVC

en los alrededores del centro, estos nidos fueron monitoreados durante

aproximadamente tres meses ó 91 días (que fue el periodo en el que voló el ultimo

pichón), con una frecuencia de tres días entre cada monitoreo. Al cabo de este tiempo

los resultados fueron que de las nueve parejas usantes de los nidos se obtuvo un total

combinado de 30 huevos, de los cuales solo 10 fueron viables, y 16 no lo fueron; el

índice de depredación en huevos por pareja fue de 0.4, el índice de éxito reproductivo

fue 0.2 por pareja (ya que solo se produjeron dos volantones), y el índice de

mortalidad en los pichones fue de 0.9. Es de admitir que los resultados no fueron los

esperados, pero se cree que un factor incidente en estos fue la elevada temperatura

que se producía dentro de los nidos debido al material en el que estos fueron

construidos, (Bravo et all, 2003).

En Colombia a partir del 2004, se viene llevando adelante un programa de

implementación de nidos artificiales que ya lleva tres años, el propósito principal es el

incremento poblacional de especies de Psittacidos como Hapalopsittaca fuertesi,

Ognorhynchus icterotis, y Pyrrhura viridicata, todas endémicas de este país, y las

dos primeras en peligro critico de extincion. Los criterios que se utilizaron para la

manufactura de los nidos artificiales se apegan de forma detallosa a las características

de los nidos naturales de estas especies, por ejemplo para construirlos se utilizaron

materiales propios de las zonas de estudio, y en su colocación se tomo en cuenta

aspectos como altura, dimensiones de la entrada, profundidad, y tipo de sustrato

observados en la naturaleza. Hasta el momento se vienen colocando un total de 234

nidos artificiales basados en dos modelos principales, los nidos hexagonales, y los

nidos de forma rectangular de 1 mt. de largo, ambos modelos dotados de un

sustrato de aserrín como lecho del nido. Los nidos fueron colocados en ambientes

con distinto grado de perturbación (bosques primarios, intervenidos, en

recuperación y potreros), teniendo en cuenta distintas alturas de instalación que

oscilan entre los rangos observados en la naturaleza (4 a 20 mt.). Los monitoreos

se realizaron cada 15 días durante la época no reproductiva, y cada 3 a partir de la

postura de huevos. Los resultados hasta el momento han sido de gran aporte al

incremento poblacional de las especies amenazadas de Psittacidos este país, ya

que desde el inicio del proyecto 161 volantones han abandonado los nidos, y 139

de ellos pertenecieron a especies amenazadas, lo que significa que anualmente

mas de 46 individuos nacidos en nidos artificiales se integraron a la población

silvestre (Pro Aves, 2006).

Brasil es uno de los países con mayor diversidad de aves del mundo,

lastimosamente familias de aves como los psitácidos han comenzado a decrecer

de forma progresiva en los últimos treinta años. Es así que buscando detener la

desaparición de especies como la Paraba Azul o Jacinta (Anodorhynchus

hyacinthinus), se a acudido a estrategias de incremento poblacional, como la

colocación de nidos artificiales en la zona del Pantanal de este país; durante 1997,

se colocaron en esta zona 70 nidos artificiales, cifra que fue aumentada a 81 nidos

durante 1998. Los nidos fueron fabricados de forma rectangular, y en madera de

“ximbuva” (Enterolobium contortisiliqum), que es una especie arbórea muy

utilizada por la Paraba Azul para construir sus nidos naturales; los mismos fueron

colocados en árboles que sobresalían en el dosel del bosque. Durante el primer

año de monitoreo solo en 6 de los 70 nidos colocados se constato la postura de

huevos de Paraba Azul, y solo en dos de estos se produjeron volantones; durante

el segundo año los resultados no variaron mucho, ya que de los 81 nidos

monitoreados solo en 4 se evidencio la postura de huevos de la especie, y solo en

2 nidos se produjeron pichones volantones, que en promedio volaron en 107 días.

Entre todo lo observado es de hacer notar el alto porcentaje de depredación de

pichones (>70%), y la competencia que se evidencio por los nidos (25 nidos

ocupados por otras especies el primer año, y 17 en el segundo año). A pesar de

los resultados se cree que aunque el número de nidos artificiales ocupados por la

Paraba Azul no tubo el éxito esperado, la oferta de nidos sigue siendo una forma

de contribuir para la conservación a corto plazo, ya que otras aves que disputarían

los nidos naturales con esta especie ocuparon los nidos artificiales con éxito,

minimizando de esta forma la competencia interespecífica por estas cavidades

naturales entre la Paraba Azul y estas aves (Guedes, 1999).

3.5. Los Llanos de Moxos

3.5.1. Formaciones vegetales de los Llanos de Moxos

El sector biogeográfico de los Llanos de Moxos, se encuentra dentro de la

Provincia Biogeográfica del Beni este se caracteriza, por que se inunda

estacionalmente por el desbordamiento de los ríos, y por aguas de precipitaciones

locales; presenta un macrorelieve llano, al que se superponen numerosas formas

de microrelieves de origen fluvial; tiene un predominio de suelos jóvenes, con

presencia de suelos alcalinos en las semialturas; el bioclima es pluviestacional

húmedo, con un termotipo infratropical. La vegetación dominante, son las pampas

herbáceas y arboladas inundadas estacionalmente, con bosques semidesiduos

mal drenados o palmares en las semialturas, y selvas de Varzea con flora

amazónica, formando una franja a ambos lados de los ríos (Navarro y Maldonado,

2005).

Los Llanos de Moxos presentan cuatro principales unidades de vegetación:

bosques semihúmedos de las alturas, pampas arboladas y palmares de las

semialturas, bosque-palmar abierto de las semialturas alcalinas, y pampas

arboladas y bosques abiertos de las semialturas no alcalinas de los Llanos de

Moxos (Navarro y Maldonado, 2005).

Los Bosques semihúmedos de las alturas presenta una distribución al parecer

bastante restringida, limitándose al las partes mas altas de la llanura aluvial

antigua del rió Mamoré, estos bosques contactan en el paisaje con los montes

palmares y las sabanas arboladas de las semialturas, son bosques densos

afectados por el fuego, cuyo dosel esta entre 15 a 20 mt.; por otro lado las Pampas

arboladas y palmares de las semialturas están formadas por un conjunto de

bosques abiertos y semiabiertos, y sabanas arboladas que se desarrollan en la

semialtura de la gran llanura aluvial del rió Mamoré, y se hallan especialmente

extendidas al este del rió.; mientras que el Bosque-palmar abierto de las

semialturas alcalinas (una de las dos formaciones de los Llanos de Moxos que se

encuentra en el área de estudio), es una formación vegetal muy característica del

Beni, se desarrolla sobre suelos arcillosos alcalinos a neutros, y es

característicamente un bosque abierto con abundancia de Palma Blanca

(Copernicia alba), es un bosque muy afectado por el fuego que tiende abrir mas su

estructura, y es utilizado para el pastoreo de ganado, este bosque se anega

temporalmente alcanzando 40 a 60 cm. de profundidad en ocasionales

depresiones; así mismo las Pampas arboladas y bosques abiertos de las

semialturas no alcalinas, caracterizados por suelos muy empobrecidos en

minerales solubles, son suelos mas ácidos, y superficialmente presentan una

textura arenosa, aunque las capas siguientes son arcillosas, y floristicamente

carecen de muchos de los elementos de las semialturas alcalinas (Navarro y

Maldonado, 2005).

Fig. 1: Unidad vegeta de Bosque-palmar abierto de las semialturas alcalinas de los

Llanos de Moxos (Estancia La Esperancita).

3.5.2 Prácticas de uso humano en los Llanos de Moxos

Según Beck. en 1984, las tierras cultivadas cubrían menos del 1% de la superficie

total del Departamento del Beni. Centrando estos cultivos en superficies altas

protegidas de las inundaciones, de las cuales se ha eliminado el bosque por medio

del desmonte y la quema. Generalmente en estas islas altas se realizan cultivos

del tipo migratorio. Se cultiva con más frecuencia maíz, arroz, yuca y plátano, los

que sirven de alimento al hombre. Además se cultiva también caña de azúcar,

cítricos, mango, paltas, café, tabaco y últimamente también coca.

En los bosques aluviales se encuentran pequeños campos de cultivos aislados,

pertenecientes a tribus y colonizadores que habitan estas llanuras. Ellos cultivan

con preferencia en este lugar porque los bosques están formados por árboles de

madera blanda que se desmontan fácilmente y además, porque la tierra fértil

garantiza un crecimiento rápido. Si las inundaciones no se mantienen por mucho

tiempo, no ocasionan grandes perjuicios.

Antes de la introducción del ganado en las llanuras benianas y hasta que se

comenzó con la comercialización del mismo, el uso de tierra se limitaba a los

cultivos y al aprovechamiento de algunas plantas silvestres. Se sabe que el

ganado y otros animales fueron introducidos en esta región hace más de tres

siglos (Langstroth, 1999), y que, hoy día, la cría de estos animales representa la

práctica más aplicada de uso del terreno.

4. AREA DE ESTUDIO Y METODOS

4.1. Área de estudio

El área de estudio se situó dentro del municipio de Loreto, en la Provincia Marbàn

del departamento del Beni.

Fig. 2: Zonas de distribución conocida de La Paraba Barba Azul y Croquis del área donde se

distribuyeron los nidos artificiales en la parte Sur de esta distribución.

4.1.1. Ubicación general

Las cinco estancias donde se realizó el estudio (La Esperancita, Las Trancas, La

Avenida, Santa Rosa de Justiniano, y La Asunta), se encuentran ubicadas

próximas al santuario de Loreto, que se encuentra aproximadamente a 60 km. al

sur de trinidad, y se sitúa entre las coordenadas UTM 0470195, 8309429 latitud

sur y 0421268, 2830020 longitud oeste, y los rangos altitudinales varían entre 132

a 174 msnm.

4.1.2. Clima y estacionalidad

No existen datos metereológicos exactos de la zona, sin embargo esta pertenece

al sector Biogeográfico de los Llanos de Moxos que se caracteriza por tener un

bioclima pluviestacional húmedo, con una estación lluviosa bien marcada que se

extiende entre los meses de octubre y febrero (Navarro y Maldonado, 2005). Los

datos meteorológicos mas próximos a esta zona provienen del observatorio de

Trinidad, que registra precipitaciones anuales promedio de 1912 mm.,

disminuyendo hasta 1600 mm., con una temperatura media anual de 25,6 °C.

4.1.3. Vegetación

Las 5 estancias presentan las formaciones vegetales típicas de la llanura de

Moxos caracterizadas por las sabanas inundadizas, con destacada presencia de

junco (Cyperus giganteus), manchones y cadenas de Palma Blanca (Copernicia

alba), que rodean frecuentemente estos bajíos, así mismo se encuentran las

pequeñas islas de bosques con presencia de Motacú (Attalea phalerata) y de

Curupaú (Anadenanthera macrocarpa). Las pampas arboladas se encuentran

dominados por el Japunaqui (Cordia glabrata) entremezclado con la Palma Blanca

(Copernica alba), Tajibo (Tabebuia impetiginosa), y Totaí (Acrocomia aculeata).

4.2. Métodos

El trabajo de campo se realizó durante los meses de octubre del 2005, hasta el

mes de mayo del 2006. Primeramente se realizó rastrillajes en cinco haciendas

próximas a Loreto, donde se tenia presencia confirmada de Paraba Barba Azul (La

Esperancita, Las Trancas, La Avenida, Santa Rosa de Justiniano y La Asunta),

durante estos rastrillajes se determinó los lugares y aquellos árboles que pudiesen

ser usados por esta especie como nidos, esto basándose en observaciones de

campo previas acerca de los hábitos de anidacion hechas en el 2004 por el equipo

de de investigación del programa Paraba Barba Azul.

Una vez determinados los veinte sitios para la colocación de los nidos artificiales,

estos fueron trasladados todavía desensamblados desde Loreto a cada uno de los

lugares el las cinco estancias, para esto se aprovechó que todavía a principios de

octubre la época de lluvia no había comenzado, y algunos caminos aun eran

accesibles por vía terrestre.

Fig. 3: Para lugares donde la accesibilidad en medios motorizados fue imposible, los nidos se

transportaron a caballo o a pié.

Los nidos fueron trasportados de diversas formas según la necesidad y la

disponibilidad de los medios (camioneta, motocicleta, caballos, y a pie). Una vez

distribuidos en los veinte sitios se procedió a la colocación de los mismos,

primeramente armándolos, y luego colgándolos mediante un sistema adaptado de

sogas y poleas.

Fig. 4: Armado y colocación de los nidos artificiales.

Una vez colocados los nidos artificiales estos fueron monitoreados entre octubre

del 2005 y mayo del 2006. Los intervalos entre monitoreo fueron de 15 días, y la

duración de estos vario entre 5 y 7 días. En total se realizaron 10 monitoreos a

cada nido.

Las distancias entre los nidos fueron recorridas casi en su integridad a caballo

(que es el medio de transporte más accesible y de mayor operabilidad en la zona).

Para acceder a los nidos artificiales se utilizo una escalera metálica de 5 mt. de

longitud, que en cada uno de los 10 monitoreos fue transportada de nido en nido

cubriendo distancias de hasta 20 km.

Fig. 5: Transporte de la escalera metálica de 5mt.durante los monitoreos a los nidos

artificiales.

Al inicio de los monitoreos se registraron datos como altura total del árbol donde

fue colocado el nido, altura del nido al inicio del follaje, diámetro a la altura del

pecho (D.A.P.), especie vegetal y ubicación respecto a la isla de bosque más

cercana de los árboles donde se colocaron los nidos artificiales. Al mismo tiempo

se georeferenció cada uno de los nidos colocados.

Durante los monitoreos se registraron datos referidos a la ocupación de los nidos

artificiales, alteraciones observables en el nido, vestigios que muestren si el nido

fue explorado o no por alguna especie de ave, o si hubiese alguna especie de ave

ocupante del nido.

Una vez confirmada la ocupación del nido artificial por una especie de ave

determinada, se tomaron datos del nivel de alteración del nido, número de huevos

presentes en el nido, número de pichones presentes en el nido, cambios

morfomètricos en los pichones, tiempo aproximado en el que las nidadas

abandonaron el nido y si el nido fue reocupado o no por la misma u otra especie

de ave.

Adicionalmente se tomaron datos de número de huevos inviables, indicios de

muerte de pichones en el nido, indicios de depredación de pichones en el nido,

desaparición de pichones sin dejar indicios, avistamientos de otras especies de

aves cercanas al nido y la situación en las que se las observo.

Nota.- durante el primer monitoreo solo se tomaron datos de 8 de los 20 nidos

artificiales, y durante el segundo monitoreo solo se tomaron datos de 15, esta

situación se debió mas que todo, a que la obtención de permiso de entrada, sobre

todo el la estancia “La Asunta”, fue dificultosa.

Fig. 6: Toma de datos de los nidos artificiales.

5. RESULTADOS

5.1. Diseño de las características de manufactura, colocación y del

monitoreo de los nidos artificiales

Los criterios utilizados se basaron en experiencias previas en otros países con

nidos artificiales y en las características observadas en los nidos naturales de

Paraba Barba Azul durante la época reproductiva en 2004; es así que los nidos

artificiales fueron construidos con Ochoó (Hura crepitans), que es una especie

maderable presente en la zona de distribución de la Paraba Barba Azul y que ha

sido identificada como parte de su dieta por algunos autores.

5.1.1. Descripción de los nidos artificiales

Las medidas con las que se elaboraron los nidos artificiales son las siguientes:

- Alto 100 cm.

- Largo 30 cm.

- Ancho 30 cm.

- Nivel al que se coloco la viruta de relleno 30-35 cm.

Nota: La viruta tenía el fin de brindar un sustrato relativamente blando y maleable

y que a su vez pudiese absorber la humedad, manteniendo la temperatura para

los huevos que se colocasen en el interior del nido.

El nido fué dotado de una puerta en el lado derecho para la observación durante

los monitoreos, esta fué colocada a 40 cm. de la base del nido, con las siguientes

medidas:

- Grosor 2.5cm.

- Alto 20cm.

- Largo 30cm.

En la parte frontal se construyo una entrada a 70 cm. de la base del nido, de forma

ovoidea, con las siguientes medidas:

- En la parte mas ensanchada 16 cm.

- en la parte mas alta 20 cm.

También los nidos estaban provistos tanto en la cara externa frontal como en la

parte interna de esta cara, de listones a modo de escalones de 2x2 cm. de grosor,

esto con el fin de facilitar tanto a las parejas reproductoras como a los pichones el

hecho de poder sujetarse al nido. En la parte externa el nido estaba provisto de 4

listones dispuestos en dos pares al lado de la entrada, con una separación vertical

entre cada uno de 15 cm; en la parte interna el nido estaba provisto de 10 listones

con una separación vertical de 10 cm. con el fin de brindar aun mayor facilidad

para sujetarse a los pichones cuando estos quisieran explorar en la entrada.

Fig. 7: Medidas de los nidos artificiales; A: Vista tridimensional, B: Parte posterior de la cara

frontal, C: Cara lateral derecha, D: Altura del nido respecto al piso.

5.1.2. Criterios utilizados para la colocación de los nidos artificiales

La distribución de los nidos artificiales en las cinco estancias no tuvo uniformidad

(cuadro 2), esto debido a que el criterio utilizado para la distribución de estos fue la

frecuencia de avistamientos de Paraba Barba Azul. Es así que en la estancia

donde mayor cantidad de nidos se colocaron fué La Asunta donde se tiene el

último registro de dos nidos naturales monitoreados en el año 2004.

Cuadro 2. Distribución proporcional de los nidos artificiales en las cinco estancias de estudio.

Estancia Cantidad

de nidos

colocados

Nidos

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Santa Rosa

de

Justiniano

4 x x x x

La

Avenida 4 x x x x

Las

Trancas 4 x x x x

La

Esperancit

a

3 x x x

La Asunta 5 x x x x x

Con respecto a la ubicación de los nidos artificiales en relación a las islas de

bosque, basándonos mas que todo en la frecuencia de avistamientos de la Paraba

Barba Azul, se colocó seis nidos (30%) en el interior de islas de bosque y catorce

nidos (70%) en bordes de isla de bosque o en lugares expuestos, de estos nidos

diecisiete (85%) fueron colocados en Totaí (Acrocomia aculeata), dos (10%)

fueron colocados en Palma Blanca (Copernicia alba), y solo uno (5%) en Motacú

(Attalea phalerata).

Cuadro 3. Ubicación de los nidos artificiales respecto a las islas de bosque.

Cantidad

de nidos

Ubicación

respecto

a las islas

de bosque

nidos

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

6 Dentro x x x x x x

14 Borde x x x x x x x x x x x x x x

Cuadro 4. Dimensiones de las especies arbóreas donde fueron colocados los nidos artificiales.

de

nido

Especie. Altura total.

(mt.)

Altura del nido

al follaje (mt.)

DAP

(cm.)

1 Acrocomia aculeata 14 9 70

2 Acrocomia aculeata 12 7 65

3 Acrocomia aculeata 7 2 65

4 Acrocomia aculeata 8 3 60

5 Acrocomia aculeata 12 7 60

6 Copernicia alba 12 7 62

7 Acrocomia aculeata 12 7 83

8 Acrocomia aculeata 13 8 70

9 Acrocomia aculeata 13 8 70

10 Copernicia alba 15 10 65

11 Acrocomia aculeata 7 2 70

12 Acrocomia aculeata 7 2 65

13 Acrocomia aculeata 14 8 63

14 Acrocomia aculeata 10 5 75

15 Acrocomia aculeata 12 7 60

16 Attalea phalerata 13 7 85

17 Acrocomia aculeata 15 10 87

18 Acrocomia aculeata 12 7 60

19 Acrocomia aculeata 12 7 72

20 Acrocomia aculeata 9 4 50

Todos los nidos fueron colocados a una altura de 5 mt., que es la altura mínima

registrada para un nido natural de Paraba Barba Azul, esto debido a lo dificultoso

del traslado de una escalera de mayor longitud de un nido a otro (ya que las

distancias entre estos llegaban hasta los 20 km.), y por lo riesgoso de la

colocación y monitoreo de los mismos a mayores alturas. La entrada se oriento

hacia el oeste, lo que se enmarca dentro de los parámetros observados en nidos

naturales de Ara glaucogularis; y que a nuestro parecer protegería a los pichones

de las lluvias de sur, y las horas mas candentes de luz solar.

Fig. 8: IZQ. Nido 17 en el interior de una isla de bosque en la est. Asunta.

DER. Nido 4 colocado en el borde de una isla de bosque en la est. Santa Rosa.

5.1.3. Descripción y criterios utilizados en los monitoreos de los nidos

artificiales

Los periodos entre monitoreos quedaron establecidos cada 15 días, esto debido a

que este lapso permitiría apreciar cambios significativos en las nidadas y

pichones. Otro factor considerado para la determinación de este lapso, es que

permitiría una organización logística adecuada para cada campaña de monitoreo.

Cada visita a los nidos demoró un tiempo inferior a los 10 minutos (tiempo que se

tardaba en colocar la escalera, subir, tomar fotografías y bajar), el resto de las

observaciones se las realizo a una distancia considerable y camuflados con

vegetación para evitar incomodar a los padres.

5.2. Demanda mostrada por los nidos artificiales

Entre octubre del 2005 y mayo del 2006 se realizaron un total de 10 monitoreos a

los 20 nidos artificiales colocados en la provincia Marbàn del departamento del

Beni. Por la dificultad de conseguir la autorización de ingreso a la estancia La

Asunta, el primer y segundo monitoreo no fueron realizados a la totalidad de los

nidos (8 y 15 nidos monitoreados respectivamente), pero estos monitoreos se

regularizaron para los 20 nidos a partir del tercer monitoreo, con intervalos de 15

días.

Durante los dos primeros monitoreos entre los meses de octubre y principios de

noviembre del 2005, la proporción de nidos artificiales que no mostraron ningún

signo de exploración fue superior a los que si lo hicieron, 62.5% (5) y 66.6% (10)

de nidos sin vestigios de exploración respectivamente para cada monitoreo; a

partir del tercer monitoreo a finales de noviembre, esta situación se invierte, y la

mayor proporción de nidos artificiales corresponde a aquellos que presentan

signos de exploración 50% (10), mientras que los nidos que permanecen sin ser

explorados disminuyen al 40% (8), en este tercer monitoreo aparecen los

primeros nidos ocupados ya sea con huevos o pichones que equivalen al 10% (2)

del total; durante el cuarto monitoreo en la segunda quincena de diciembre los

nidos revisados que no han sido explorados, y los que solo muestran signos de

exploración, disminuyen de gran forma 20% (4) y 25% (5) respectivamente, sin

embargo los nidos ocupados por huevos o pichones se incrementan al 55% (11)

del total; durante el quinto monitoreo a principios de enero del 2006, la proporción

de nidos sin vestigios de exploración, y los que solo muestran vestigios de haber

sido explorados hacienden al 20% (4) y 20% (4) respectivamente, mientras que los

nidos con muestras de ocupación disminuyen al 40% (8), pero adicionalmente a

esto aparecen los primeros nidos abandonados por las nidadas que contenían (ya

sea por el vuelo de los pichones, o por depredación del nido), los que equivalen al

20% (4) del total de nidos monitoreados; en el sexto monitoreo a finales de enero

del 2006, la proporción de nidos con ocupación ya sea con presencia de huevos o

pichones se eleva al 70% (14), mientras que la proporción de nidos sin vestigios

de exploración, y los que solo muestran vestigios de haber sido explorados

disminuyen al 10% (2) y 5% (1) respectivamente, también los nidos vacíos por

abandono de nidadas disminuyen al 15% (3), pero a la ves aparecen los primeros

nidos reocupados por parejas distintas a los primeros usantes de los nidos, y estos

hacienden al 21.4% (3) de los nidos con signos de ocupación durante ese

monitoreo; durante el séptimo monitoreo a mediados de febrero del 2006, la

proporción de nidos ocupados por huevos o pichones alcanza el máximo valor

mostrado durante los monitoreos 85% (17), mientras que los nidos no explorados,

y los que solo muestran algunos signos de exploración se reducen al 5% (1) y 5%

(1) respectivamente, así mismo los nidos abandonados disminuyen de igual forma

al 5% (1), mientras que los nidos reocupados equivalen al 17.6% (3) de los nidos

ocupados en ese monitoreo; en el octavo monitoreo, a principios de marzo, los

nidos no explorados, y los que solo muestran algunos signos de exploración se

mantienen en 5% (1) y 5% (1) respectivamente, mientras que los nidos vacíos por

abandono ascienden al 15% (3) del total, el porcentaje de ocupación de los nidos

durante este monitoreo disminuye al 75% (15), de los cuales el 6.6% (1) son nidos

reocupados; durante el noveno monitoreo a principios de abril del 2006, el

porcentaje de ocupación de los nidos sigue decreciendo alcanzando el 55% (11)

del total, de los cuales el 9% (1) son nidos reocupados, la proporción de nidos sin

ningún signo de exploración desaparece 0% (0), y los nidos que solo presentan

signos de haber sido explorados se mantiene en 5% (1), lo destacable en este

monitoreo es que los nidos abandonados alcanzan el 40% (8) del total

monitoreado; durante el décimo y ultimo monitoreo entre finales de abril y

principios de mayo, la proporción de los nidos sin signos de exploración, así como

los que solo mostraban signos de haber sido explorados disminuyen a 0% (0) y

0% (0), así mismo los nidos ocupados disminuyen al 20% (4), y no se registra

ninguna nueva reocupación, sin embargo el porcentaje de nidos abandonados

sigue su aumento progresivo alcanzando el 80% (16) del total de nidos

monitoreados.

Cuadro 5. Demanda mostrada por los nidos artificiales durante los 10 monitoreos.

Nº de

monitoreo.

S/ ningún

signo de

exploración.

Solo con

signos de

exploración.

Presenta

ocupación.

Vació por

abandono.

Reocupación

del nido.

1 5 3 0 0 0

2 10 4 0 0 0

3 8 10 2 0 0

4 4 5 11 0 0

5 4 4 8 4 0

6 2 1 14 3 3

7 1 1 17 1 3

8 1 1 15 3 1

9 0 1 11 8 1

10 0 0 4 16 0

Graf. 1: Estado de uso de los nidos artificiales durante los 10 monitoreos.

5.3. Especies ocupantes de los nidos artificiales

Durante los 10 monitoreos realizados entre octubre del 2005 y mayo del 2006, se

constato que los nidos artificiales fueron utilizados por 8 especies distintas; la

Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis), ocupó uno solo de los nidos (nido 1), sin

que otra especie haya hecho uso de este nido con anterioridad; Ara ararauna, hizo

uso de los nidos en 12 ocasiones (nidos 1, 2, 4, 5, 7, 9, 10, 16, 18, y 19), de estas

4 fueron por reocupación de nidos (nidos 1, 2, 5, y 10); Ara severa, solo realizo la

ocupación de un nido (nido 15), sin que ninguna otra especie haya hecho uso de

este con anterioridad; Aratinga leucohpthalmus, hizo uso de los nidos en 4

oportunidades (nidos 13, 14, y 17), de estas solo una fue por reocupación (nido

17); Cairina moschata, realizo el uso de 2 nidos (nidos 3, y 5), sin que ninguna otra

especie haya hecho uso de estos con anterioridad; Dendrocygna autumnalis, hizo

uso de los nidos en 7 ocasiones (3, 5, 6, 8, y 15), de estas 4 fueron reocupaciones

(nidos 3, 5, 6, y 15), y una de estas reocupaciones fue por el desalojo del

ocupante del nido 5; Herpetotheres cachinnans, ocupó uno solo de los nidos (nido

12), sin que ninguna otra especie haya hecho uso de este nido con anterioridad; y

por ultimo las colmenas de abejas Apis mellifera, ocuparon 2 nidos (12, y 20),

desalojando del nido 12 al anterior usante.

Cuadro 6. Cantidad de ocupación de los nidos por Ara glaucogularis y otras especies animales.

Especie Nº de

ocupaciones

Nidos

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Ag 1 x

Aa 12 x x x x x x x x x x

As 1 x

Al 4 x x x

Cm 2 x x

Da 7 x x x x x

Hc 1 x

Am 2 x x

Graf.2: Ocupación de los nidos por Ara glaucogularis y otras especies animales.

Ag = Ara glaucogularis, Aa = Ara ararauna, As = Ara severa, Al = Aratinga leucohpthalmusm

Cm = Cairina moschata, Da = Dendrocygna autumnalis, Hc = Herpetotheres cachinnans, Am =

Apis mellifera.

Graf. 3: Especies que reocuparon nidos ya usados.

Graf. 4: Intensificación en la ocupación de los nidos artificiales por parte

de las 3 especies que mostraron mayor presencia durante los 10 monitoreos.

Fig. 9: Principales especies ocupantes de los nidos artificiales

5.4. Proporciones de viabilidad y mortalidad de los huevos y pichones de

las especies ocupantes de los nidos artificiales

Entre octubre del 2005 y mayo del 2006, se realizaron 10 monitoreos a los 20

nidos artificiales, durante este periodo se constato la postura de un total de 198

huevos en los distintos nidos pertenecientes a 31 nidadas de 8 especies distintas

que hicieron uso de los nidos, del total de huevos puestos 2 pertenecieron a Ara

glaucogularis, 32 a Ara ararauna, 1 a Ara severa, 15 a Aratinga leucohpthalmusm,

14 a Cairina moschata, 133 a Dendrocygna autumnalis, y 1 a Herpetotheres

cachinnans. De este total de huevos 23 (11%) fueron inviables, de los cuales 8

pertenecieron a Ara ararauna, 5 a Aratinga leucohpthalmus, 9 a Dendrocygna

autumnalis, y 1 a Herpetotheres cachinnans. Otra situación presentada en los

huevos monitoreados fue la depredación de estos, constatándose un total de 19

(10%) huevos depredados, de los cuales 2 pertenecieron a Ara glaucogularis, 7 a

Ara ararauna, 1 a Ara severa, 7 a Aratinga leucohpthalmusm, y 2 Dendrocygna

autumnalis. Al final de los monitoreos la proporción de huevos viables fue de 156

(79%), de los cuales 17 pertenecieron a Ara ararauna, 3 a Aratinga

leucohpthalmusm, 14 a Cairina moschata, y 122 a Dendrocygna autumnalis.

Cuadro 7. Proporciones de viabilidad y depredación de los huevos colocados en los nidos

artificiales.

Especie Huevos puestos Huevos

inviables

Huevos

depredados

Huevos

viables

Ara

glaucogularis 2 2

Ara ararauna 32 8 7 17

Ara severa 1 1

Aratinga

leucohpthalmus 15 5 7 3

Cairina

moschata 14 14

Dendrocygna

autumnalis 133 9 2 122

Herpetotheres

cachinnans 1 1

Total 198 23 19 156

Graf. 5: Viabilidad y depredación de los huevos puestos en los 20 nidos artificiales.

La proporción de huevos viables fue equivalente a la de pichones nacidos (156),

de estos pichones nacidos 150 (96%) se convirtieron en volantones de los cuales

12 pertenecieron a Ara ararauna, 2 a Aratinga leucohpthalmusm, 14 a Cairina

moschata, y 122 a Dendrocygna autumnalis. Los pichones encontrados muertos

en el nido fueron 2 (1%) pertenecientes a Ara ararauna; y los pichones que

desaparecieron del nido sin dejar rastro fueron 4 (3%), de los cuales 3

pertenecieron a Ara ararauna, y 1 a Aratinga leucohpthalmusm.

Cuadro 8. Proporciones de viabilidad y depredación de los Pichones nacidos en los nidos

artificiales.

Especie Pichones volantones Pichones muertos

en el nido

Pichones

desaparecidos del nido

Ara glaucogularis

Ara ararauna 12 2 3

Ara severa

Aratinga

leucohpthalmus 2 1

Cairina moschata 14

Dendrocygna

autumnalis 122

Herpetotheres

cachinnans

Total 150 2 4

Graf. 6: Viabilidad y depredación de los Pichones nacidos en los nidos artificiales.

6. DISCUSIÓN 6.1. Diseño de las características de manufactura, colocación y del

monitoreo de los nidos artificiales

Los criterios utilizados se basaron en experiencias previas en países como Perú,

Brasil, y Colombia en el uso y construcción de nidos artificiales, y en las

características observadas en los nidos naturales de Paraba Barba Azul; es así

que para nuestro estudio los nidos artificiales fueron construidos de Ochoó (Ura

crepitans), que es una especie maderable presente en la zona de distribución de

esta especie y que a sido identificada como parte de la dieta de la Paraba Barba

Azul; esto coincide con los criterios adoptados en el Pantanal de Brasil por

Guedes (1999), quien realizó la construcción de 70 nidos artificiales usando

Ximbuva (Enterolobium contortisiliquum), que es una especie arbórea típica del

entorno de la Paraba Azul (Anodorhynchus hyancinthinus); por su parte en

Colombia Pro Aves ( 2006), utilizó modelos de nidos naturales y madera de

especies vegetales comunes al hábitat de los Psittacidos objeto de investigación

para la elaborar mas de 234 nidos artificiales; contrariamente a los criterios

utilizados en Brasil y Colombia, en Perú Bravo et all (2003), utilizo material sintético

de PVC para la elaboración de 12 nidos artificiales, lo que incidió directamente en la

elevada temperatura generada al interior de los nidos, y consecuentemente en el

elevado índice de mortalidad presentado durante su investigación (según las

afirmaciones del propio investigador antes citado).

6.1.1. Descripción de los nidos artificiales

Las dimensiones de construcción de los nidos artificiales (Alto 100 cm, Largo 30 cm,

Ancho 30 cm) y las restantes características, fueron tomadas de observaciones de

campo hechas a nidos naturales de Paraba Barba Azul durante la época

reproductiva de 1994; estas morfología de nidos artificial es coincidentes con los

nidos rectangulares utilizados por Guedes (1999), quien utilizó proporciones de

60x50x40 cm.; si bien estas proporciones son mayores a las utilizadas en los

nidos de Paraba Barba Azul, los criterios se enmarcan dentro del análisis realizado

para esta especie, esto tomando en cuenta que la Paraba Azul (Anodorhynchus

hyacinthinus) es el Psitácido más grande del neotrópico, pudiendo alcanzar hasta

1 mt. de longitud (Reichle et all. 2003). Por su parte Pro Aves (2006), utiliza una

morfometría idéntica a la utilizada con la Paraba Barba Azul (100, 30, 30 cm.), solo

diferenciándose en la colocación horizontal de estos nidos respecto a la superficie

del suelo; esta coincidencia en el dimencionamiento de los nidos artificiales

responde a la similitud de envergaduras entre las especies Hapalopsittaca fuertesi,

Ognorhynchus icterotis y Pyrrhura viridicata, con la Paraba Barba Azul (Ara

glaucogularis) que es una especie menuda en relación a otras parabas (85 cm.

aproximadamente) (Armonía 2003); por su parte Bravo et all (2003), opta por un

modelo cilíndrico oscilante entre 30 - 35 cm. de diámetro, y 1,5 - 2,6 m de largo,

forradas internamente con mallas de cable de acero galvanizado de 5 cm. de

diámetro, este ultimo detalle tiene por función servir de sustento para que los

pichones y padres una ves dentro escalen hacia la entrada del nido. Una función

análoga cumplen los listones de 2 x 2 cm. colocados con un espaciamiento de 10 cm.

en el interior de los nidos de Paraba Barba Azul, que a diferencia del modelo usado

en Perú, por la blandeza de la madera de Ochoó, cumplió la función paralela de servir

como moldeador y ejercitador de los picos de los pichones nacidos en los nidos

artificiales.

6.1.2. Distribución y ubicación de los nidos artificiales

Los criterios utilizados para la colocación de los nidos artificiales de Paraba Barba

Azul, fueron la colocación de estos en sitios con mayor cantidad de avistamientos

de la especie, es de aclarar que este criterio es netamente experimental, ya que

aun no se a determinado un patrón que siga esta especie para la ubicación de sus

nidos naturales; estos criterios disienten claramente de los utilizados por Guedes

(1999), para la reproducción de la Paraba Azul (Anodorhynchus hyacinthinus),

quien distribuyo los nidos en base a la ubicación de árboles sobresalientes en el

dosel del bosque, esto se basa en observaciones de campo que muestran a este

criterio como patrón de anidamiento en vida silvestre para esta especie, habito no

observado en la Paraba Barba Azul; por su parte Pro Aves (2006) tropieza con

una problemática análoga a la ocurrida con la Paraba Barba Azul, careciendo de

patrones de elección de sitios de anidación natural para las especies

Hapalopsittaca fuertesi, Ognorhynchus icterotis y Pyrrhura viridicata lo que los

llevo a tomar, al igual que en el caso de estudio que me asiste un criterio

experimental, optando por colocar sus nidos artificiales en sitios con distinto grado

de intervención antropogénica; en cambio Bravo et all (2003) al no focalizar su

estudio en una o unas especies de Psittacidos en particular, no utilizó ningún patrón

en la distribución de sus nidos artificiales, y los coloco aleatoriamente alrededor del

centro de investigación Tambopata, a alturas superiores a los 15 mt..

La colocación de los nidos artificiales para Paraba Barba Azul en relación a la

posición de las islas de bosque dependió igualmente de la frecuencia de

avistamientos de la especie, es así que se dispuso que el 30% de estos se

colocasen en el interior de las islas de bosque y el 70% fuera de las islas; estos

criterios no fueron considerados en la implementación de los nidos artificiales de

Guedes (1999), Pro Aves (2006),y Bravo et all (2003) ya que ellos consideraron

que este no es un factor incidente en la Biología reproductiva de las especies que

buscan conservar.

La altura a la que fueron colocados los nidos artificiales fue de 5 mt., que es el rango

mínimo en el que ha sido registrado un nido natural de Paraba Barba Azul (debido a

las razones ya explicadas en los resultados), esto discrepa del criterio utilizado por

Guedes (1999), y Pro Aves (2006), quienes distribuyeron la colocación de sus

nidos artificiales entre varios valores de altura que se enmarcaban dentro de los

rangos máximos y mínimos de la altura de los nidos naturales registrados para las

especies objeto de su investigación; por su parte Bravo et all (2003) coloca

arbitrariamente la totalidad de sus nidos a alturas superiores a los 15 mt., basándose

más que todo en el análisis de que la falta de sitios naturales de anidamiento orillará

a las especies de Psittacidos presentes en la zona a la ocupación de estos nidos.

6.1.3. Descripción y criterios utilizados en los monitoreos de los nidos

artificiales

Los tiempos entre monitoreos utilizados para los nidos de Paraba Barba Azul

fueron uniformemente de 15 días, esto debido a que este lapso permitiría apreciar

cambios significativos en las nidadas y pichones, además este tiempo permitiría

una organización logística adecuada para cada campaña de monitoreo. Un criterio

similar utilizó Pro Aves (2006) con los lapsos de monitoreos para los nidos

artificiales de Hapalopsittaca fuertesi, Ognorhynchus icterotis, y Pyrrhura viridicata

que fue igualmente de 15 días, con la diferencia que ellos acortaron los intervalos

entre días a 3 a partir de la postura de huevos en los nidos, contraponiéndose a

esto Guedes (1999), realizó monitoreos irregulares a los nidos artificiales de

Anodorhynchus hyacinthinus, con lapsos hasta de un mes, esto debido a que el

número de nidos artificiales colocados fue grande (70) en relación a los colocados

en este estudio con Paraba Barba Azul (20); por su parte Bravo et all (2003)

realizó monitoreos a los nidos ocupados por los Psittacidos de la reserva Tambopata

con una frecuencia de 3 días, esto mas que todo debido a la facilidad que ofrecía la

proximidad entre nidos artificiales, y lo inespecífico del estudio.

6.2. Demanda mostrada por los nidos artificiales

La demanda observada por los nidos artificiales para Paraba Barba Azul a lo largo

de los 10 monitoreos, muestra que durante los primeros 2, la cantidad de nidos sin

ningún signo de ocupación fue predominante (entre finales de septiembre y

principios de octubre), posterior a esto y solo durante el tercer monitoreo la

cantidad de nidos que solo presentan signos de ocupación se impone (a finales de

noviembre y principios de diciembre), a partir del cuarto monitoreo la proporción de

nidos ocupados ya sea con huevos o pichones es superior a la de nidos

desocupados, o a la de nidos que solo presentan signos de exploración. Esta

tendencia se mantiene hasta el noveno monitoreo (desde finales de diciembre,

hasta principios de abril), y solo durante el décimo monitoreo el numero de nidos

vacíos por abandono es superior a todas las otras proporciones (a finales de abril

y principios de mayo). A diferencia de este estudio ni Guedes (1999), ni Bravo et all

(2003), y menos Pro Aves (2006) aportan con datos de la variación de la demanda

por sus nidos artificiales durante las épocas de monitoreo realizadas, aunque se

cree que estos datos son primordiales para el caso que nos asiste, ya que nos da

la noción de la época del año en que la Paraba Barba Azul enfrenta mayor

competencia inter e intra específica por cavidades de anidamiento.

6.3. Especies ocupantes de los nidos artificiales

En total se registraron 8 especies ocupante de los 20 nidos artificiales, incluyendo

a las abejas (Apis mallifera), de estas especies la Paraba Amarilla (Ara ararauna),

fue la que ocupó los nidos mayor cantidad de veces, seguida del Pato Putirí

(Dendrocygna autumnalis) y el Loro Guayabero (Aratinga leucohpthalmus);

Guedes (1999), registra a 15 especies como ocupantes de los 70 nidos artificiales

colocados en el Pantanal de Brasil durante la época reproductiva de 1998, entre

ellas se encuentran Anodorhynchus hyacinnthinus, Ara chloroptera, Apis mellifera,

Cairina moschata, Micrastur semitorquatus, Busarellus nigricollis, Falco sparverius,

Falco rufigulalaris, Brotogeris chiriri, Amazona aestiva, Nandayus nenday,

Ramphastos tucanus, Ramphastos toco, Dendrocygna autumnalis, Gnorimopsar

chopi, de las cuales la especie que demando mayor cantidad de veces la

ocupación de los nidos artificiales en el Pantanal brasilero fue el Pato Negro

(Cairina moschata); Bravo et all (2003), solo registra a la Paraba Siete Colores (Ara

macao) como ocupante de los 12 nidos artificiales colocados en la reserva de

Tambopata en Perú; y finalmente Pro Aves (2006), indica que 86% de 234 nidos

artificiales colocados en Colombia, fueron ocupados por las especies amenazadas

Hapalopsittaca fuertesi, Ognorhynchus icterotis y Pyrrhura viridicata, dejando

entrever que solo el restante 14% fué ocupado por otras especies animales,

siendo este el índice de ocupación mas exitoso registrado para nidos artificiales

colocados como medida de recuperación para especies de Psitácidos en peligro

en América latina, incluyendo el presente trabajo con la Paraba Barba Azul.

También es de hacer notar que en la mayoría de los estudios realizados en

América latina con nidos artificiales Bravo et all (2003), Pro Aves (2006), Guedes

(1999), y el presente, sobre todo en dos de los que se incluyen a especies muy

amenazadas como Anodorhynchus hyacinthinus, y Ara glaucogularis, es notorio

el alto porcentaje de ocupación de los nidos por especies identificadas

previamente como competidoras por sitios naturales de anidamiento, lo que

aparentemente deja ver que la falta de sitios naturales de anidamiento es un

limitante para la reproducción de estas especies, y que el hecho de proporcionar

mayor cantidad de sitios de anidamiento reduce la competencia por estos Guedes

(1999).

6.4. Proporciones de viabilidad y mortalidad de los huevos y pichones de las

especies ocupantes de los nidos artificiales

Durante los 10 monitoreos realizados se constato la postura de un total de 198

huevos en los distintos nidos pertenecientes a 31 nidadas de 8 especies distintas

que hicieron uso de los nidos artificiales; de este total solo 2 huevos pertenecieron

a Ara glaucogularis, 48 a otros Psittacidos (Ara ararauna, Ara severa y Aratinga

leucohpthalmusm) registrados como competidores por sitios de anidamiento con la

Paraba Barba Azul (Armonía 2003) y los restantes 148 huevos, pertenecieron a

los Antidos Cairina moschata y Dendrocygna autumnalis (este ultimo con la mayor

proporción registrada de huevos puestos en la totalidad de los nidos) y al

Falconiforme Herpetotheres cachinnans. De este total de huevos 23 (11%) fueron

inviables, 19 huevos (10%), fueron depredados (incluyendo lo 2 huevos de Paraba

Barba Azul), y los restantes 156 (79%), fueron viables. A pesar de que el

porcentaje de viabilidad para los huevos de Paraba Barba Azul fue del 0%, debido

al que el 100% de estos fueron depredados, los porcentajes de viabilidad,

inviabilidad y depredación que sufrieron las nidadas de las otras especies es una

muestra de la presión, que al igual que estas especies sufre la Paraba Barba Azul;

por ejemplo Guedes (1999), registra un porcentaje de depredación para la Paraba

Azul (Anodorhynchus hyacinthinus), una especie amenazada pero con una

población mucho mayor que la de Ara glaucogularis, superior al 70%, lo que es un

indicativo (al igual que en el caso que nos asiste), que estas especies

amenazadas, adicionalmente a la competencia por nidos, también son vulnerables

debido al alto grado de depredación de sus nidadas.

La proporción de huevos viables de los nidos artificiales para Paraba Barba Azul,

fue equivalente a la de pichones nacidos (156), de estos pichones nacidos 150

(96%) se convirtieron en volantones; 2 pichones (1%), fueron encontrados muertos

en el nido; y 4 pichones (3%), desaparecieron del nido sin dejar rastro. De toda la

proporción de pichones nacidos el 91% pertenecen a los Anatidos Cairina

moschata y Dendrocygna autumnalis, especies que presentan movimientos

estaciónales y no compiten con la Paraba Barba Azul por alimento, y solo el 9%

pertenecen a Psittacidos residentes permanentes en la zona y posibles

competidores por alimento (aun que uno de los principales recursos alimenticios

de la Paraba Barba Azul, el Motacú (Atalea phalerata) (Armonía, 2003), abunda en

la zona. Si observamos los resultados en los demás estudios con nidos artificiales

realizados en Latinoamérica, el único que puede catalogarse de haber tenido un

aporte directo al incremento poblacional de especies amenazadas es el realizado

por Pro Aves (2006), ya que el 86% de los volantones producidos en los nidos

artificiales fueron pertenecientes a especies amenazadas (Hapalopsittaca fuertesi,

Ognorhynchus icterotis, y Pyrrhura viridicata); contrariamente a esto Bravo et all

(2003), a pesar de tener un estudio no especificado para una especie en particular

solo alcanzo un 30% de volantones del total de pichones nacidos en los nidos

artificiales; por ultimo Guedes (1999), no muestra un resultado mas alentador, ya

que de 81 nidos monitoreados solo en 4 se evidencio la postura de huevos de

Paraba Azul, y solo en 2 nidos se produjeron pichones volantones.

7. CONCLUSIONES

La competencia que tiene la Paraba Barba Azul por cavidades de anidamiento, y

los índices de depredación de huevos y pichones en su zona de reproducción son

altos, ya que el total de huevos, del único nido del que hizo uso esta especie,

fueron depredados.

La única estancia donde se registro un anidamiento de Paraba Barba Azul, fue en

la estancia Santa Rosa de Justiniano, donde una pareja de esta especie coloco 2

huevos en el nido 1, los mismos que fueron depredados antes del quinto

monitoreo.

Durante el total de monitoreos se constato la postura de un total de 198 huevos

como sumatoria de todas las especies ocupantes de los nidos, de este total el

25% perteneció a especies Psittacidas, el 67% a Dendrocygna autumnalis, y el

restante 8% a las demás especies; de este 25% de huevos perteneciente a los

Psittacidos ocupantes de los nidos, el 60% fueron inviables o depredados, lo que

deja un porcentaje de viabilidad para estas especies solo del 40%, por otro lado

del 67% de huevos puestos por Dendrocygna autumnalis, solo el 9% fueron

inviables o depredados, lo que muestra por un lado que Dendrocygna autumnalis

es la especie competidora por cavidades de anidamiento con la Paraba Barba

Azul que muestra mayor porcentaje reproductivo en la zona, y que el porcentaje

de viabilidad para lo huevos de los Psittacidos es bajo.

En total 156 pichones nacieron en los nidos, pertenecientes solo a 4 especies Ara

ararauna, Aratinga leucohpthalmusm, Cairina moschata y a Dendrocygna

autumnalis; de estos el 78% pertenecieron este ultimo, y solo el 12% a los

Psttacidos Ara ararauna y Aratinga leucohpthalmus, de este 12% total de pichones

de Psittacidos el 70% se convirtieron en volantones, mientras que el porcentaje de

volantones de Dendrocygna autumnalis fue el 100%; lo que muestra que para

todas las especies de Psitácidos ocupantes de las cavidades de anidamiento en la

zona de reproducción de la Paraba Barba Azul, el mayor grado de amenaza para

el éxito de sus nidadas se centra en la etapa de incubación de los huevos, y no así

a la etapa entre el nacimiento y vuelo de los pichones.

El material y las dimensiones utilizadas en la construcción de los nidos artificiales

fueron los adecuados, ya que se constató la aceptación de uno de los nidos

artificiales por parte de una pareja de Paraba Barba Azul; y por otro lado las 8

especies que utilizaron estos nidos son competidores por sitios de anidación

natural con Ara glaucogularis, lo que presuntamente disminuiría la competencia

por cavidades de anidación natural.

No existió un patrón definido acerca de la preferencia de una especie ocupante de

un nido artificial, referido a la especie arbórea donde estaba colocado este; sin

embargo fue notoria la preferencia sobre todo de Ara Ararauna, en los nidos

colocados en los bordes de las islas de bosque y de Aratinga leucohpthalmus en

los colocados en el interior de estas, a diferencia de las demás especies

ocupantes de estos nidos que no mostraron un patrón de preferencia referido a la

ubicación del nido artificial con respecto a las islas de bosque.

La demanda por la ocupación de cavidades para anidamiento, se extiende entre

los meses de noviembre a mayo, alcanzando esta demanda sus mayores índices

en el mes de febrero, en nuestro caso particular se evidencio la ocupación de 17

nidos durante este mes.

De las 8 especies que hicieron uso de los nidos artificiales Ara ararauna, fue la

que mayor demanda presento por estos, con 12 ocupaciones, seguida de

Dendrocygna autumnalis con 7 ocupaciones, alcanzando entre ambas especies el

61% de las ocupaciones registradas, mostrándose así como las dos principales

especies competidoras con la Paraba Barba Azul por cavidades de anidamiento.

Ara ararauna muestra un incremento en el porcentaje de ocupación entre el

monitoreo 3 al 7, decayendo a cero al final del monitoreo 10, sin embargo

Dendrocygna autumnalis muestra presencia de ocupación en los nidos artificiales

a partir del monitoreo 6, manteniéndose sin mucha variación incluso finalizado el

ultimo monitoreo, mostrando así que ya sea por una u otra especie, la presión de

competencia por sitios de anidamiento con la Paraba Barba Azul se mantiene

constante durante todo su periodo reproductivo anual.

8. RECOMENDACIONES

En base a los datos obtenidos, se sugieren algunas recomendaciones, para se las

tome en cuenta en futuras acciones que busquen el incremento de la población

silvestre de la Paraba Barba Azul:

Dados los resultados obtenidos, proseguir con la investigación durante los años

venideros, y extender esta acción a las restantes zonas de distribución conocida

para la Paraba Barba Azul, y de esta forma disminuir la competitividad por nidos

en toda la economía de la distribución de la especie.

Para tener una noción cabal del aporte al éxito reproductivo de los nidos artificiales

para la Paraba Barba Azul, es necesario realizar un estudio de la abundancia

relativa de todas las especies que hicieron uso de los nidos.

Colocar los nidos a mayor altura, ya que este puede ser un factor determinante a

la hora de la elección de un sitio de anidación para la Paraba Barba Azul.

Incrementar la longitud vertical de los nidos artificiales, para de esta forma

disminuir aun más el riesgo de depredación de huevos y pichones.

Colocar mayor cantidad de nidos en el centro de islas de bosque, ya que gran

parte de la literatura que cita a la Paraba Barba Azul, sugiere a este medio como

el preferido por la especie para anidar.

Construir observatorios próximos a los nidos artificiales, para facilitar la

observación estos sin perturbar a las especies ocupantes.

Realizar los monitoreos durante un año completo, ya que esto sumado al

incremento del número de nidos artificiales, nos dará una visión mas clara de la

biología y cronología reproductiva no solo de la Paraba Barba Azul, sino de todas

las potenciales especies competidoras por cavidades naturales de anidamiento

con esta.

En caso del anidamiento de la Paraba Barba Azul en algún nido artificial, realizar

el anillamiento de los pichones para futuros monitoreos; y la toma de muestras de

material genético y ectoparásitos, para incrementar el conocimiento sobre la

especie, y poder utilizar este para posteriores acciones en pos de la conservación

de esta.

Realizar Talleres informativos para las Autoridades y público en general, que den

a conocer la relevancia de esta clase de trabajo que busca la recuperación de las

poblaciones de una especie endémica y críticamente amenazada de Bolivia, como

lo es la Paraba Barba Azul.

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ANEXOS

Anexo 1.- Ubicación geográfica, hacienda, fecha de postura e inicio de monitoreo de los nidos artificiales. hacienda Numero de

nido Coordenadas geográficas Altura

m.s.n.m Fecha de postura

Santa Rosa 1 15º 18,’1.70’’ S 6437.57’54.7’’WO 169 16 / IX / 05 Santa Rosa 2 15º 17’ 49.9’’ S 64º 38’ 51.7’’ WO 160 17 / IX / 05 Santa Rosa 3 15º 17’ 29.8’’ S 64º 38’ 50.5’’ WO 171 17 / IX / 05 Santa Rosa 4 15º 17’ 25.2’’ S 64º 38’ 49.8’’ WO 165 17 / IX / 05 La avenida 5 15º 17’ 18.8’’ S 64º 39’ 50.9’’ WO 168 20 / IX / 05 La avenida 6 15º 17’ 36.5’’ S 64º 40’ 39.9’’ WO 157 20 / IX / 05 La avenida 7 15º 16’ 03.3’’ S 64º 41’ 03.9’’ WO 160 21 / IX / 05 La avenida 8 15º 15’ 55.6’’ S 64º 41’ 00.9’’ WO 158 21 / IX / 05 Las trancas 9 15º 15’ 19.1’’ S 64º 41’ 42.2’’ WO 174 15 / X / 05 Las trancas 10 15º 14’ 52.5’’ S 64º 42’ 08.6’’ WO 163 15 / X / 05 Las trancas 11 15º 13’ 03.8’’ S 64º 42’ 10.3’’ WO 172 15 / X / 05 Las trancas 12 15º 12’ 30.3’’ S 64º 43’ 12.5’’ WO 136 15 / X / 05 Esperancita 13 15º 11’ 42.8’’ S 64º 43’ 23.3’’ WO 132 18 / X / 05 Esperancita 14 15º 11’ 31.9’’ S 64º 43’ 10.2’’ WO 143 18 / X / 05 Esperancita 15 15º 11’ 29.9’’ S 64º 43’ 08.2’’ WO 145 18 / X / 05 Asunta 16 15º 15’ 02.2’’ S 64º 45’ 05.6’’ WO 165 17 / X / 05 Asunta 17 15º 15’ 29.1’’ S 64º 45’ 26.8’’ WO 157 17 / X / 05 Asunta 18 15º 16’ 50.1’’ S 64º 45’ 57.7’’ WO 157 17 / X / 05 Asunta 19 15º 15’ 56.6’’ S 64º 46’ 05.3’’ WO 158 17 / X / 05 Asunta 20 15º 15’ 14.5’’ S 64º 45’ 58.4’’ WO 166 17 / X / 05

Anexo 2. Datos de viabilidad y mortalidad de las nidadas ocupantes de los 20 nidos artificiales durante los 10 monitoreos.

Especie Pichones nacidos Total

Nidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Ag 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Aa 2 0 0 1 0 0 2 0 2 4 0 0 0 0 0 2 0 2 2 0 17

As 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Al 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 1 0 0 0 0 0 0 3

Cm 0 0 10 0 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 14

Da 0 0 5 0 60 46 0 3 0 0 0 0 0 0 8 0 0 0 0 0 122

Hc 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Am 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Total 2 0 15 1 64 46 2 3 2 4 0 0 2 1 8 2 0 2 2 0 156

Especie Huevos puestos Total

Nidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Ag 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2

Aa 2 6 0 2 2 0 2 0 3 6 0 0 0 0 0 3 0 3 3 0 32

As 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1

Al 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 6 2 0 0 7 0 0 0 15

Cm 0 0 10 0 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 14

Da 0 0 9 0 60 50 0 4 0 0 0 0 0 0 10 0 0 0 0 0 133

Hc 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1

Am 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Total 4 6 19 2 66 50 2 4 3 6 0 1 6 2 11 3 7 3 3 0 198

Especie Huevos inviables Total

Nidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Ag 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Aa 0 1 0 1 0 0 0 0 1 2 0 0 0 0 0 1 0 1 1 0 8

As 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Al 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 4 1 0 0 0 0 0 0 5

Cm 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Da 0 0 2 0 0 4 0 1 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 9

Hc 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1

Am 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Total 0 1 2 1 0 4 0 1 1 2 0 1 4 1 2 1 0 1 1 0 23

Especie Huevos depredados Total

Nidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Ag 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2

Aa 0 5 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 7

As 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1

Al 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 7 0 0 0 7

Cm 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Da 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2

Hc 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Am 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Total 2 5 2 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 7 0 0 0 19

Especie volantones Total

Nidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Ag 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Aa 2 0 0 1 0 0 2 0 2 0 0 0 0 0 0 2 0 1 2 0 12

As 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Al 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 2

Cm 0 0 10 0 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 14

Da 0 0 5 0 60 46 0 3 0 0 0 0 0 0 8 0 0 0 0 0 122

Hc 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Am 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Total 2 0 15 1 64 46 2 3 2 0 0 0 2 0 8 2 0 1 2 0 150

Especie Pichones muertos en el nido Total

Nidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Ag 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Aa 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2

As 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Al 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Cm 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Da 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Hc 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Am 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Total 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2

Especie Pichones desaparecidos del nidos Total

Nidos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Ag 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Aa 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 3

As 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Al 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1

Cm 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Da 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Hc 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Am 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Total 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 4

Ag = Ara glaucogularis, Aa = Ara ararauna, As = Ara severa, Al = Aratinga

leucohpthalmusm Cm = Cairina moschata, Da = Dendrocygna autumnalis, Hc =

Herpetotheres cachinnans, Am = Apis mellifera.

Anexo 3.- Monitoreo y toma de datos de los nidos artificiales.

Anexo 4.- Parejas de Paraba Amarilla (Ara ararauna), ocupantes de los nidos artificiales.

Anexo 5.- Cronología de desarrollo de los pichones de Ara Ararauna nacidos en los nidos artificiales.

Anexo 6.- Pichón volantín de Ara ararauna, junto a un padre.

Anexo 7.- Aratinga leucophthalmus, ocupante de los nidos artificiales.

Anexo 8.- Pato Putirí (Dendrocygna autumnalis), competidor por sitios de anidacion con la Paraba Barba Azul.

Anexo 9.- Cascaron eclosionado de Pato Negro (Cairina moschata), en un nido artificial.

Anexo 10.- Herpetotheres cachinnans, competidor por sitios de anidacion con la Paraba Barba Azul.

Anexo 11.- Restos de un huevo depredado de Ara glaucogularis, durante el monitoreo a la época reproductiva 2005 – 2006.