iexclEurekaCoacutemo una palabra puede cambiar el curso de nuestra historia Cristina Caacutenovas

Bantildeo de Arquiacutemedes Un grabado del s XVI Arriba

un retratto del investigador

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Son nada maacutes tres siacutelabas faacuteciles de pronunciar se escapan de nuestros labios sin el maacutes miacutenimo esfuerzo Y sin embargo lo que hay detraacutes lo que ha tenido que ocurrir hasta llegar al eureka a los eurekas que han marcado un antes y un despueacutes en nuestra historia es extremadamente difiacutecil Y admirable

Cuando se pronuncia la palabra eureka significa que hemos llegado a la resolucioacuten de un problema que antes no la teniacutea de repente la respuesta se ha vuelto clara y evidente y ante ello no podemos maacutes que realizar una exclamacioacuten de alegriacutea de sa-tisfaccioacuten

Este eacutextasis intelectual debioacute ser el que impulsoacute a Arquiacutemedes a salir corriendo a las calles de Sira-cusa gritando iexclEureka (lsquoiexclLo he descubiertorsquo) Y es que parece ser que su eureka le llegoacute en la bantildee-ra donde tras sumergirse y ver que se derramaba parte del agua llegoacute a la conclusioacuten de que el liacutequi-do que se desplazaba era igual al volumen de su cuerpo sumergido De esta forma comprendioacute que si introduciacutea un objeto dentro del agua y mediacutea la altura que alcanzaba eacutesta podriacutea determinar su volumen aunque se tratara de un cuerpo irregular lo que le permitioacute saber si la corona del rey Hie-roacuten II estaba hecha de oro puro No lo estaba El engantildeo del deshonesto orfebre fue destapado y asiacute nacioacute el Principio de Arquiacutemedes uno de los lega-dos maacutes importantes que nos dejaron los griegos

Puede parecer que la suerte estuvo del lado de este conocido personaje de la Antiguumledad Claacutesica que la casualidad fue la protagonista del magniacutefi-co hallazgo Sin embargo Arquiacutemedes no era un

simple mortal que se estaba dando un bantildeo Era fiacutesico ingeniero inventor astroacutenomo e incluso ma-temaacutetico parece ser que uno de los maacutes grandes de la historia Es decir era un gran pensador que dedicaba su vida a la ciencia

Y es que aunque los grandes eurekas son impre-visibles y pueden llegar en cualquier momento ndashen un laboratorio una bantildeera bajo un manzano- soacutelo las mentes brillantes y perseverantes aquellas de-dicadas por completo al ingenio a la observacioacuten a la experimentacioacuten a la resolucioacuten de hipoacutetesis

ldquoLa Teoriacutea Helioceacutentrica de Copeacuternico en la que negaba la centralidad de la Tierra

supuso un enfrentamiento con el poder y con las creencias

asentadasrdquo

soacutelo eacutestas llegan a revolucionar el conocimiento la ciencia la vida

No es un camino faacutecil Hace 500 antildeos una perso-na revolucionoacute la visioacuten del ser humano respecto a su lugar en el Cosmos La Teoriacutea Helioceacutentrica de Copeacuternico en la que negaba la centralidad de la Tierra (por cierto concepto anteriormente abra-zado por Aristarco de Samos en el siglo III aC) mostrando el Sistema Solar con eacutesta orbitando

Galileo ante el Santo oficio por Joseph-

Nicolas Robert-Fleury siglo XIX

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Son nada maacutes tres siacutelabas faacuteciles de pronunciar se escapan de nuestros labios sin el maacutes miacutenimo esfuerzo Y sin embargo lo que hay detraacutes lo que ha tenido que ocurrir hasta llegar al eureka a los eurekas que han marcado un antes y un despueacutes en nuestra historia es extremadamente difiacutecil Y admirable

Cuando se pronuncia la palabra eureka significa que hemos llegado a la resolucioacuten de un problema que antes no la teniacutea de repente la respuesta se ha vuelto clara y evidente y ante ello no podemos maacutes que realizar una exclamacioacuten de alegriacutea de sa-tisfaccioacuten

Este eacutextasis intelectual debioacute ser el que impulsoacute a Arquiacutemedes a salir corriendo a las calles de Sira-cusa gritando iexclEureka (lsquoiexclLo he descubiertorsquo) Y es que parece ser que su eureka le llegoacute en la bantildee-ra donde tras sumergirse y ver que se derramaba parte del agua llegoacute a la conclusioacuten de que el liacutequi-do que se desplazaba era igual al volumen de su cuerpo sumergido De esta forma comprendioacute que si introduciacutea un objeto dentro del agua y mediacutea la altura que alcanzaba eacutesta podriacutea determinar su volumen aunque se tratara de un cuerpo irregular lo que le permitioacute saber si la corona del rey Hie-roacuten II estaba hecha de oro puro No lo estaba El engantildeo del deshonesto orfebre fue destapado y asiacute nacioacute el Principio de Arquiacutemedes uno de los lega-dos maacutes importantes que nos dejaron los griegos

Puede parecer que la suerte estuvo del lado de este conocido personaje de la Antiguumledad Claacutesica que la casualidad fue la protagonista del magniacutefi-co hallazgo Sin embargo Arquiacutemedes no era un

simple mortal que se estaba dando un bantildeo Era fiacutesico ingeniero inventor astroacutenomo e incluso ma-temaacutetico parece ser que uno de los maacutes grandes de la historia Es decir era un gran pensador que dedicaba su vida a la ciencia

Y es que aunque los grandes eurekas son impre-visibles y pueden llegar en cualquier momento ndashen un laboratorio una bantildeera bajo un manzano- soacutelo las mentes brillantes y perseverantes aquellas de-dicadas por completo al ingenio a la observacioacuten a la experimentacioacuten a la resolucioacuten de hipoacutetesis

ldquoLa Teoriacutea Helioceacutentrica de Copeacuternico en la que negaba la centralidad de la Tierra

supuso un enfrentamiento con el poder y con las creencias

asentadasrdquo

soacutelo eacutestas llegan a revolucionar el conocimiento la ciencia la vida

No es un camino faacutecil Hace 500 antildeos una perso-na revolucionoacute la visioacuten del ser humano respecto a su lugar en el Cosmos La Teoriacutea Helioceacutentrica de Copeacuternico en la que negaba la centralidad de la Tierra (por cierto concepto anteriormente abra-zado por Aristarco de Samos en el siglo III aC) mostrando el Sistema Solar con eacutesta orbitando

Galileo ante el Santo oficio por Joseph-

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alrededor del Sol al igual que el resto de los planetas supuso un enfrentamiento con el poder y con las creencias asentadas con la misma Inquisicioacuten No es faacutecil arriesgarse a negar 2000 antildeos de pensamiento geocentrista Antildeos despueacutes Gali-leo fiel defensor de la ldquoherejiacuteardquo de Copeacuternico fue torturado y obligado a adjurar de sus creencias A pesar de la persecucioacuten su lucha continuoacute y finalmente des-armoacute la anterior visioacuten aristoteacutelica del asunto

En otras ocasiones a la crisis producida por los agentes externos se le uniacutea una guerra peor el conflicto con uno mismo la pugna interior entre la ciencia y la religioacuten Darwin el autor de la teoriacutea que revolucionoacute la idea del origen de la di-versidad de la vida daacutendole a la naturaleza un protagonismo antes soacutelo atribuido a Dios en realidad nunca fue capaz de negar la existencia de eacuteste Hijo de la es-tricta iglesia anglicana aunque criacutetico con ella eacutel mismo se calificaba de agnoacutestico no de ateo y jamaacutes llegoacute a alcanzar un paciacutefico diaacutelogo interior en su lucha por intentar resolver su conflicto con la fe En palabras del cientiacutefico ldquoestoy y siempre permanecereacute en una per-plejidad sin esperanzardquo

Y queacute decir de Marie y Pierre Curie cuya vida de extrema dedi-cacioacuten a la ciencia no soacutelo les valioacute la concesioacuten de dos Premios Nobel (el primero de Fiacutesica y el segundo de Quiacutemica este uacuteltimo concedido a Marie ya fallecido Pierre convir-tieacutendose en la primera persona en la historia galardonada en dos ocasiones con este Premio) sino que ademaacutes les costoacute su propia vida Gracias a ellos la Ciencia avanzaba mientras su organismo iba retrocediendo a consecuencia de la exposi-cioacuten a las muacuteltiples radiaciones

Arquiacutemedes Galileo Darwin Curie Eisntein hellippor suerte para todos noso-tros son un gran nuacutemero los visionarios que en un momento dado empujaron (empujan) los liacutemites del conocimiento para ofrecernos nuevas viacuteas de desarrollo y finalmente de bienestar

Sin embargo no todos los eurekas tienen nombre y apellido y otros aunque los tienen no han sido suficientemente valorados Aparte de los personajes ceacutele-

Mujeres cientiacuteficas De arriba a abajo y de izquierda a derecha Josefina Castellviacute Marga-rita Salas Lise Meitner Jane Goodall Margaret Hamilton Ada Lovelace Grace Hopper Cecilia Payne Emmy Noether Sophie Germain Margaret Burbidge Margaret Dayhoff

ldquoA los investigadores que no se hacen famosos

hay que agradecerles sus imprescindibles

aportaciones Una gran mayoriacutea de estas lsquomentes olvidadasrsquo son mujeresrdquo

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bres de los nombres de cabecera existen muchos otros que en numerosas ocasiones incluso han sido artiacutefices de grandes descubrimientos que no han obtenido reconocimiento De los que nunca salieron a la luz soacutelo nos queda agradecerles en si-lencio sus importantes aportaciones cualesquiera que fueran Y de los que siacute se tiene conocimiento afortunadamente cada vez son mayores los esfuer-zos por reconocer sus trabajos meritorios porque aparezcan en las listas de Google cuando escribes en el buscador ldquocientiacuteficos o cientiacuteficas de la his-

toriardquo Esta uacuteltima puntualizacioacuten es importante porque no seriacutea justo obviar que una gran mayoriacutea de estas ldquomentes olvidadasrdquo son mujeres Astroacuteno-mas matemaacuteticas dibujantes de fauna y flora fiacutesicas quiacutemicashellipmujeres brillantes a las que les era muy difiacutecil brillar y que en un aacutembito eminentemente masculino muchas se casaban con cientiacuteficos para poder hacer ciencia Que se lo digan por ejemplo a Rosalind Franklin la gran cientiacutefica cuyos aportes fueron fundamentales para que Watson y Crick formularan en 1953 el modelo de doble heacutelice que describe la estructura del ADN uno de los hitos de la Biologiacutea del siglo XX Coacutemo no nunca reconocieron su extraordinaria colaboracioacuten Algo parecido le ocurrioacute a Barbara McClintock quien realizoacute el descubrimiento maacutes importante en ge-neacutetica desde Mendel o a Jocelyn Bell que elaboroacute la teoriacutea de la existencia de los puacutelsares (un tipo

ldquoSoacutelo las mentes brillantes y perseverantes llegan a

revolucionar el conocimiento la ciencia la vidardquo

ldquoLos cientiacuteficos espantildeoles continuacutean su labor pero aunque

ya no existe la Inquisicioacuten la apatiacutea gubernamental y

la falta de fondos dificultan sobremanera su trabajordquo

de astros)hellipuno de tantos ejemplos de ldquojaque a la damardquo que hay que ir sacando del olvido

Por cierto este antildeo coincidiendo con el cente-nario del Transbordador del Niaacutegara se celebra el Antildeo Torres Quevedo Leonardo Torres Quevedo inventor de ese telefeacuterico (el primero para pasaje-ros en Norteameacuterica) fue un ingeniero espantildeol a quien Maurice drsquoOcagne presidente de la Sociedad Matemaacutetica Francesa definioacute como ldquoel maacutes prodi-gioso inventor de su tiempordquo Y es que nuestro paiacutes tambieacuten presenta una larga lista de brillantes cientiacuteficos e inventores Mujeres y hombres que han ocupado y ocupan en la actualidad un lugar excepcional en la historia de la ciencia y de la teacutec-nica con numerosos descubrimientos inventos y patentes algunos de los cuales se anticiparon a su tiempo Y hoy en diacutea su imprescindible labor sigue sin ser faacutecil pues aunque no existe la Inquisicioacuten la apatiacutea gubernamental y la falta de fondos dificultan sobremanera su trabajo

Isaac Peral Narciso Monturiol Fidel Pageacutes Ra-moacuten y Cajal Juan de la Cierva Emilio Herrera Sara Borrell Josefa Molera Margarita Salas Celia Saacuten-chez-Ramos Emiliano AguirrehellipQuizaacutes algunos de estos nombres no les suenen buacutesquenlos n

Quinto congreso Solvay Bruselas (1927) Una de las la fotografiacuteas maacutes famosas de la historia de la ciencia Ben-jamin Couprie Institut International de Physique de Solvay

Heliocentrismo de Copeacuternico (1660)