estudios segovianos

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CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE ESTUDIOS LOCALES CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE HISTORIA Y ARTE DE SAN QUIRCE ASOCIADA AL INSTITUTO DE ESPAÑA ESTUDIOS SEGOVIANOS SEPARATA DEL TOMO LV - NÚM. 112 2013 José Luis Mora García Universidad Autónoma de Madrid Gemma Gordo Piñar Universidad Autónoma de Madrid Soledad de Andrés Universidad Complutense de Madrid CORRESPONDENCIA: RUBÉN LANDA VAZ Y PABLO DE ANDRÉS COBOS (1929-1973). EN LA AMISTAD A UNAMUNO, GINER DE LOS RÍOS Y MANUEL BARTOLOMÉ COSSÍO

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CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE ESTUDIOS LOCALES

CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS

B O L E T Í N DE L A R E A L AC A DE M I A

DE HISTORIA Y ARTE DE SAN QUIRCE

ASOCIADA AL INSTITUTO DE ESPAÑA

ESTUDIOSSEGOVIANOS

SEPARATA DELTOMO LV - NÚM. 112

2013

José Luis Mora GarcíaUniversidad Autónoma de Madrid

Gemma Gordo Piñar Universidad Autónoma de Madrid

Soledad de AndrésUniversidad Complutense de Madrid

CORRESPONDENCIA: RUBÉN LANDA VAZ Y PABLO DE ANDRÉS COBOS (1929-1973). EN LA AMISTAD A

UNAMUNO, GINER DE LOS RÍOS Y MANUELBARTOLOMÉ COSSÍO

ESTUDIOS SEGOVIANOS (2013) Tomo LV, nº 112, pp. 479-533

José Luis Mora GarcíaUniversidad Autónoma de Madrid

[email protected] Gordo Piñar

Universidad Autónoma de Madrid

[email protected] de Andrés

Universidad Complutense de Madrid

[email protected]

CORRESPONDENCIA: RUBÉN LANDA VAZ Y PABLO DE ANDRÉS COBOS (1929-1973). EN LA AMISTAD A

UNAMUNO, GINER DE LOS RÍOS Y MANUELBARTOLOMÉ COSSÍO

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Resumen: Este artículo reúne las cartas que han podido ser conservadas de la correspondencia entre Rubén Landa y Pablo de Andrés Cobos. Para su compren-sión se aporta la información precisa del tiempo en que se conocieron durante el final de la dictadura primorriverista y la proclamación de la República en Segovia, los proyectos pedagógicos y políticos en los que colaboraron y los periódicos que apoyaron y en los que escribieron. Quedaron los recuerdos

Palabras clave: Educación, República, Institución Libre de Enseñanza, Exilio

Abstract: This article gets the letters between Ruben Landa and Pablo de Andrés Cobos. We have given the necessary information to understand its meaning. They were in Segovia for five years at the same time, so they got together pedagog-ical, political or journalism proyects. After, we had memories only.

Key words: Education, Republic, Institución Libre de Enseñanza, Exile

Recibido el 11 de marzo de 2013Aceptado el 4 de abril de 2013

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

A los maestros que leían a los filósofosA los filósofos que leían a los maestrosA un español exiliado en MéxicoA un español «expelido» en España

1. Las cartas que envió Rubén Landa Vaz a Pablo de Andrés Co-bos1 nos recuerdan tiempos en Segovia, pasados juntos desde la incor-poración del catedrático de origen extremeño al Instituto de Enseñanza Secundaria como profesor interino de inglés el día 11 de enero de 1927. Esta incorporación se realizó «sin retribución alguna hasta que se fije este en los Presupuestos del Estado y sin que el desempeño de dicho cargo suponga adquisición de derecho alguno», según reza el Acta de toma de posesión en la que se precisa que, una vez tomada posesión del cargo, lo hizo «quieta y pacíficamente». Señala Pablo de Andrés que habría llegado a la ciudad del acueducto mediante una permuta, fórmula usual en la época, con «Cardenal»2 que era catedrático de Filosofía. Con seguridad se refiere a Manuel Cardenal Iracheta que estuvo en Segovia los cursos 1924-1926, permutando con Landa al final de ese año, y trasladándose a Salamanca hasta 1932, ciudad de la que procedía el catedrático que ahora se incorporaba a Segovia.

De su periodo anterior nos quedan varias cartas a Unamuno a quien le unía gran amistad, si bien durante su estancia en Salamanca el cur-so 1925-1926 el «Rector» salmantino estaba en «su» destierro por lo que, claro está, no coincidieron en la ciudad del Tormes. Sin embargo, el contenido de las cartas muestra que Landa seguía a Unamuno en

1 Desafortunadamente solo se conserva una del propio Cobos a pesar de ser una per-sona cumplidora en este menester como hemos tenido ocasión de comprobar con otros corresponsales. Las pesquisas realizadas en México no han dado mejores resultados, quizá porque el Instituto «Luis Vives», del que fuera director Rubén Landa, ha visto desapare-cer su archivo histórico y porque su vinculación con el Ateneo Español en México apenas ha podido conservar uno de los libros publicados por Landa de su época anterior a la guerra civil. Las noticias sobre los cursos de historia de España son muy fragmentarios.

2 Andrés Cobos, P. de, Antonio Machado en Segovia. Vida y Obra, Madrid, Ínsu-la, 1973, p. 18. Los datos anteriores pertenecen al Acta de toma de posesión firmada en Madrid, 14 de diciembre de 1926, que se demoró hasta el mes siguiente.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

su peripecia académica, política y, también, en la intelectual. Lo hacía desde los distintos lugares en que completó su formación como becado por la Junta para Ampliación de Estudios, principalmente en París y Londres hasta los distintos lugares en que ejerció la docencia en España. Esto le proporcionó una formación cosmopolita que, seguramente, no fue siempre bien comprendida en las pequeñas capitales de provincia y, finalmente, hasta jugó en su contra.

Ese periplo viajero no se interrumpió tampoco durante su estancia en Segovia, desde donde mantuvo su relación con Miguel de Unamuno dándole cuenta de lo publicado por El Adelantado de Segovia. Así, el 15 de febrero de 1930, pocos días antes de que se produjera el estreno, a nivel nacional en el teatro Juan Bravo de Segovia, de la obra «Sombras de sueño», precedida por la obra de Arniches «La condesa está triste» que hizo de «telonera», le comentaba Landa: «El periódico de aquí, El Adelantado de Segovia, publica esta tarde lo que puede leer en el recor-te que le envío. Si efectivamente viene Ud. a Segovia agradecería mucho que uno de sus hijos (para que Ud. no pierda tiempo en eso) me pusiese unas líneas diciéndome cuándo llegaría Ud., el tiempo que pasaría aquí y si querría hablar en una reunión pública por si fuese posible organizar-la». No hay constancia de que, finalmente, Unamuno asistiera al estreno el 19 de ese mes que mereció una crónica larga, firmada por Francisco Martín Gómez3. En verdad, esta relación no se interrumpió hasta la

3 El Adelantado de Segovia, 20.2.1930. El firmante era licenciado en Derecho, llegado a Segovia desde su Valladolid natal, ejercía la crítica de arte en el periódico local. Fue, con posterioridad miembro de Acción Popular y propuesto como diputado para las elecciones de 1933, no resultó elegido.

La noticia, a la que se refería Landa en su carta, aparecía en el periódico del día 14 (ha-cía apenas unos cinco días que Unamuno había regresado del destierro) y se titulaba: «Los catedráticos solicitan la destitución del rector». Tras el titular daba cuenta de la reunión de los catedráticos, reunidos «para tratar de los actos que han de organizarse en honor del señor Unamuno.» Y cómo estos mostraron su disgusto porque la convocatoria hubiera partido del rector señor Esperabé, «pues dicho señor es el mismo que toleró impasible el confinamiento de don Miguel de Unamuno y todas las medidas contra él adoptadas por la Dictadura. Recordaba que a Esperabé se debía el doctorado «honoris causa» concedido por la Universidad al señor Primo de Rivera. La extensa noticia terminaba dando cuenta de las reivindicaciones de los catedráticos, entre ellas la reposición de Unamuno y su nombramiento, de nuevo, como Rector.

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

guerra civil4, y tras el fallecimiento de Unamuno, ya en el exilio ahora el propio Rubén Landa en México, siguió organizando actividades en recuerdo del rector salmantino. En vida de Landa hasta una docena de ellas se llevaron a cabo en el Ateneo Español de México, algunas de ellas a cargo de personas tan ilustres como Luis Santullano, Carlos Blanco, Max Aub, Francisco Giral, José Gaos, Ramón Xirau y Juan Marichal. Esta cercanía al Rector salmantino fue uno de los puentes que unió a este catedrático de Filosofía con Pablo de Andrés Cobos. El segundo fue, sin duda, la fuerte formación institucionista de Landa y la no menos fuerte vinculación que Cobos terminó adquiriendo con Manuel Barto-lomé Cossío.

Modesto Rangel ha estudiado minuciosamente la figura de Rubén Landa (1890-1978), su formación, los viajes por el extranjero y su gran labor como traductor, su compromiso con los ideales de la Institución Libre que trasladó a su docencia y su compromiso con la cultura repu-blicana que le valió un doloroso exilio. Precisamente, en su nuevo país emprendió nuevos proyectos educativos que solo interrumpió su falleci-miento en 19785.

En la introducción a las cartas nos limitamos a completar los detalles de su etapa segoviana que permiten entender la relación epis-tolar mantenida con Pablo de Andrés (1899-1973), discípulo de Blas

4 Todavía en 1935, desde la casa de veraneo en Guisano (La Coruña) le enviaba copia del manifiesto que preparaban «Los intelectuales de todo el mundo contra la guerra que prepara Musolini» por indicación de Bataillon pues «desean recibir muchas firmas espa-ñolas y de intelectuales de verdad, aunque algunas lleguen tarde» (Carta de septiembre de 1935).

Durante el destierro, Unamuno había recibido, al menos, dos visitas de Rubén Landa de las que da cuenta en cartas a Concha, su esposa. La primera está fechada el 7 de di-ciembre de 1928 cuando le dice: «Rubén Landa no ha llegado aún por aquí. ¡Lo que me alegraría verle! Es un excelente amigo»; la segunda es del 24 de junio de 1929 y le cuenta que «cuando pasó por aquí Rubén Landa me encontró encamado». Rabaté, Colette y Jean Claude, Miguel de Unamuno. Cartas del destierro, Universidad de Salamanca, 2011, pp. 281 y 310.

5 Para un estudio completo de la biografía y la obra de Rubén Landa es imprescindi-ble la monografía de Modesto Miguel Rangel Mayoral, Rubén Landa Vaz. Un Pedagogo extremeño de la Institución Libre de Enseñanza en México, Mérida, Editorial Regional de Extremadura, 2006.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

Zambrano, gran machadiano. Era Pablo, entonces, maestro en La Granja de San Ildefonso (sería nombrado Director de este Centro Escolar el 14 de mayo de 1930), la villa creada por Felipe V para las estancias veraniegas de la nobleza, cercana a la ciudad de Segovia, que, por esos años de la Dictadura de Primo de Rivera, desarrollaba una cierta conciencia reivindicativa gracias al aserradero de Valsaín, donde existía casi el único grupo de concentración obrera de la pro-vincia. En otros lugares ya hemos estudiado su figura y hemos puesto a disposición de los lectores la correspondencia que mantuvo con algunos de los exiliados, su importante función en la revista Ínsu-la y la relación con otros discípulos del padre de María Zambrano que impulsaron juntos importantes proyectos pedagógicos. Ha sido Fernando Hermida quien mejor se ha aproximado a la biografía de Cobos y a sus trabajos nos remitimos6.

El tercer eslabón, muy sólido, fue la figura de Antonio Machado que llegó a prendar a Cobos. Le dedicó varios de los libros que son objeto de comentario en las cartas que aquí publicamos y que han llevado a Fer-nando Hermida a calificarle con justicia de «machadiano». Por su parte, Landa mostraba cuán fuertes eran aún los recuerdos mantenidos cuando escribió, muchos años después, un detallado artículo titulado justamente así: «Mis recuerdos de don Antonio Machado»7. En él señalaba lo que sa-

6 Hermida de Blas, F., «Pablo de Andrés Cobos» en Mora García, J.L. y Moreno Yuste, J.M., Pensamiento y palabra. En recuerdo de María Zambrano (1904-1991), Valladolid, Junta de Castilla y León, 2005, pp.337-361; «Pablo de Andrés Cobos: Bio-grafía de un maestro machadiano» en Andrés, Soledad de y Mora García, J.L., De ley y de corazón.. Historia de una relación epistolar. María Zambrano Alarcón. Pablo de Andrés Cobos. Cartas (1957-1976), Madrid, Servicio de Publicaciones de la Universi-dad Autónoma de Madrid, 2011, pp. 33-70; Mora García, J.L. y Hermida de Blas, F., «En torno a Ortega y Gasset, Machado y Zubiri. Epistolario: Norberto Hernanz-Pablo de Andrés Cobos (1934-1971)», Revista de Hispanismo Filosófico, 16, 2011, pp. 95-144; Mora García, J.L.; Nogueroles Jové, M. y Andrés, Soledad de, «Encuentro en la persona y obra de Antonio Machado. Cartas de Pablo de Andrés Cobos y J.D. García Bacca» (En prensa en un volumen homenaje a Gonzalo Díaz coordinado por José Luis Villacañas y Antonio Rivera).

7 «Mis recuerdos de don Antonio Machado», Añil. Revista de Castilla La Mancha, n. 20, 2000, pp. 68-71. Rangel no da fecha de su redacción y se limita a señalar el carácter póstumo de su edición. Precisamente una de las cartas nos aporta algo de luz sobre la fecha de su redacción.

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bemos por esta y otras fuentes: «Don Antonio tenía en Segovia un grupo de amigos excelentes, gente joven interesante. Casi todos formaban parte de la Universidad Popular, y habían recibido el influjo del maestro señor Zambrano, padre de la escritora María Zambrano»8.

Para el año 1927 la Universidad Popular de Segovia ya estaba en pleno funcionamiento pues había sido fundada a finales de 1919; Antonio Machado llevaba en Segovia los mismos años y algunos más la tertulia en torno a él mismo ya que había sido impulsada, con ante-rioridad, por Don Blas Zambrano. Por allí habían pasado ilustres con-ferenciantes9 y varios de los discípulos de Zambrano habían terminado sus estudios, ejercían como maestros y, en breve, concretarían varias iniciativas de tipo pedagógico y político, incluyendo su compromiso en empresas de carácter periodístico y en revistas que compartieron. Los Zambrano habían abandonado ya la ciudad de Segovia estableciendo su nueva residencia en Madrid donde María Zambrano comenzaría sus estudios de doctorado. El propio Rubén Landa sustituiría, como profesor, a Blas Zambrano en la Universidad Popular, nombrado el 13 de noviembre de 1925 (si bien había impartido varios cursos con ante-rioridad) que «cesó por ausencia el 3 de diciembre de 1926». El nom-bramiento del nuevo profesor, junto con Rufino Cano (que renunció el 8 de julio de 1930) y Fernando Arranz que no llegó a posesionarse del

8 Ib., p. 70. Para conocer con mayor detenimiento la presencia de Antonio Macha-do en Segovia, además del libro de Pablo de Andrés ya citado (nota 2), puede verse: Machado, a., Prosas dispersas (1893-1936) Ed. de Jordi Doménech, Madrid, Pági-nas de Espuma, 2001. Todo el apartado IV: Segovia (1919-1932), pp. 439-727. Hay información muy interesante sobre estos años segovianos en Ridruejo, D., Casi unas memorias, Barcelona, Península, 2012. Esta edición incluye las «Memorias literarias». En las dedicadas a Antonio Machado dice lo siguiente: «En torno a este centro [se refiere a la Universidad Popular] se constituyó una interesante tertulia en la que no faltaban jóvenes prometedores ni personalidades de relieve nacional como don Blas Zambrano y otros.», p. 461. Es la primera vez que veo se atribuye con justicia este carácter a la figura del padre de María Zambrano.

9 Mora García, J.L., «La difusión de la filosofía en la Universidad Popular de Segovia» en Albares, R.; Heredia, A. y Piñero, R., Filosofía Hispánica y diálogo intercultural, Salamanca, Universidad de Salamanca/Fundación Gustavo Bueno, 2000, pp. 347-359; «La familia Zambrano en Segovia» en Mora garcía, j. l. y Moreno yuste, j. m., Educa-ción y cultura en Segovia, 1910-1931, Segovia, Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, 2010, pp. 13-27.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

cargo por ausentarse de Segovia, tuvo lugar el 7 de febrero de 1927, es decir, apenas instalado en la ciudad10.

Así pues, serán esos años, coincidentes con la última etapa de la Dictadura primorriverista y la proclamación de la República, los que compartieron en Segovia. En 1931 Rubén Landa fue nombrado Con-sejero de Instrucción Pública y eso le obligaba a asistir miércoles y jue-ves a las correspondientes sesiones. Sería, al parecer en 1933, según Ricardo Riesco, Auxiliar de Letras, que testificó en contra de Landa, según consta en el expediente de depuración abierto durante la guerra civil, cuando, depuesto del cargo de consejero por el Gobierno Lerroux, levantó su casa de Segovia al empezar el curso 1933-34 por haber sido designado, en el verano de 1933, para la Dirección del Instituto de S. Lorenzo de El Escorial y, al mismo tiempo, para organizar el internado del mismo. Sería nombrado, de nuevo, consejero en febrero o marzo del año 1936. De ser fiable este testimonio, Rubén Landa habría mantenido su vinculación con Segovia de manera continuada hasta 1933 y no des-vinculado del todo hasta el comienzo de la guerra.

Así parece atestiguarlo que se le abriera expediente de depuración en Segovia:

Este es el expediente completo de depuración:

1936Catedrático del Instituto de Segovia. 17.11.1936. Suspendido de

empleo y sueldo (B.O.)1936

Comisión Depuradora c) de Madrid20.8.1936. Ratifica los acuerdos de 30.8.1936: baja gubernativa

en la provincia. 17.11.1936: Junta Técnica del Estado.

Por su oposición al Glorioso Movimiento Nacional.1937

10 Vera, J., Academia de Historia y Arte de San Quirce. Datos históricos, Segovia, 1980, pp. 80-81.

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

4.1.1937 Boletín Oficial de la Provincia de SegoviaComisión c) Depuradora el personal de Enseñanza.

Se le pide señale su domicilio actual. Catedrático del Instituto de 2ª Enseñanza de Segovia e interina-

mente Director del Instituto de El Escorial: D. Rubén Landa VazFdo. José Jiménez AlfaroGobernador Civil Interino

193722.1.1937

El Sr. Obispo: «D. Rubén Landa Vaz. Perniciosísimo en la ense-ñanza, como todo el mundo sabe».

Ricardo Riesco: Auxiliar de la Sección de Letras del Instituto de Segovia: «D. Rubén Landa Vaz, propietario de la de Filosofía, es repu-blicano de abolengo, amigo y partidario decidido del Sr. Azaña y, como tal, fue nombrado consejero de Instrucción Pública, a cuyas sesiones iba semanalmente desde esta ciudad, los miércoles y jueves. Es hom-bre descreído, a quien nunca se le ha visto en ningún acto religioso, lo mismo que a su esposa y sí acompañar a extranjeros que venían en calidad de turistas a esta ciudad. Procede de la ILE y a esto debe, según noticias, que reputo fidedignas, el haber sido catedrático, joven aún. Fue más tarde depuesto del cargo de consejero por el Gobierno Lerroux y nombrado de nuevo en febrero o marzo del último año. Levantó su casa de Segovia al empezar el curso 1933-1934 por haber sido designado en el verano de 1933 para la Dirección del Instituto de S. Lorenzo de El Escorial y al mismo tiempo para organizar el internado del mismo. Me consta que formaba parte del Frente Popular y que todos sus actos políticos anteriores al levantamiento del ejército salvador de la auténtica España, fueron de indudable izquierdismo. Como catedrático era algo frío y blando y aunque competente no se distinguía por su entusiasmo docente como tuve ocasión de observar en las convocatorias que con él formé parte de los tribunales de examen».

Firmado: Secretario y Presidente (firmas ilegibles con sello del Gobierno Civil)

1937Expediente

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

12.2.1937Fdo. Gobernador. Vocales: Daniel Fraga; María Mercedes Garri-

do; Frutos Manzanero. Secretario: Conforme: Mariano Puigdollers«Requiriendo al enjuiciado para que señale su domicilio –por resi-

dir en El Escorial- según consta en el B.O. de la provincia de Segovia, de 4 de enero, que se acompaña, sin haber obtenido resultado alguno, se le siguió el expediente reglamentario y recabado oportunamente los informes que se han estimado convenientes (…) resultan todos ellos absolutamente adversos al interesado y enteramente coincidentes con el juicio formado por la Comisión, por todo lo cual esta propone uná-nimemente la separación definitiva del servicio.

193720.5.1937 Junta Técnica del Estado comunica:

«A propuesta de la Comisión de cultura y Enseñanza y con arre-glo a lo dispuesto en el decreto de noviembre último y Orden del 10 del mismo mes y de 17 de febrero pasado para su aplicación; esta Pre-sidencia ha acordado: la separación definitiva del servicio de D. Rubén Landa Vaz, debiendo ser dado de baja de su escalafón.

Va dirigida al Sr. Director del Instituto Nacional de 2ª Enseñanza de Segovia.

193720.5.1937 Se dirige el mismo oficio al Excmo. Sr. Presidente de

la Comisión de Cultura y Enseñanza que copia el acuerdo de la Junta Técnica de Estado firmado en Burgos 20.5.1937

1938El 4 de junio del 38 3l Cuartel General del Generalísimo y del

Gabinete de Censura de Correspondencia Extranjera envía oficio dando algunos antecedentes sobre la protesta de este señor contra los

bombardeos de Barcelona y de adhesión calurosa al gobierno rojo.En «Peninsular Service. Inc. New York (16.4.1938)

1939Por O.M. de 29.7.1939 fu separado del servicio y dado de baja en

el escalafón.[Extremista activo propagandista]

1939

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

18.3.1939Vistos los Decretos nº 66 de 8.11.1936. Ley de febrero de 1939

Orden del 18.3.1939«La Comisión acuerda por unanimidad identificarse totalmente con

el criterio de la Junta Técnica del estado y de la Comisión de Segovia y proponer a la Superioridad la separación definitiva de D. Rubén Landa de su cargo como catedrático y Director del Instituto de Segunda Ense-ñanza de El Escorial y la baja en el escalafón correspondiente.

20.12.1941.Fdo. D. Álvarez. Juan del Álamo y otra firma ilegible.

1942Juzgado Superior de revisiones

16.3.1942 El juez ratifica: la separación definitiva del servicio y baja en el escalafón11.

Y lo mismo parece hacerlo este otro testimonio encontrado entre la documentación del expediente que también se abrió a Agustín Moreno con la presentación de cargos contra él, con fecha de 5 de marzo de 1937, que se resolvió con la «suspensión de empleo y sueldo durante el plazo de tres meses» y la inhabilitación «para el desempeño de cargos directivos y de confianza en Instituciones Culturales y de Enseñanza» (6 de diciembre de 1937). Este expediente no se levantó hasta el 20 de septiembre de 1943. Pues entre esa documentación relativa a quien fuera Catedrático de Historia Natural hay una nota atribuida a su hijo, Ismael Moreno Páramo, que avala si no la vinculación administrativa al Instituto segoviano de Rubén Landa hasta ese año 1936, al menos de que su recuerdo seguía muy presente para las autoridades de ese momen-to, y lo hace dando cuenta de un acuerdo que ha sido tenido como una especia de estigma:

El 12 de noviembre de 1936 se convocó a los Catedráticos del Ins-tituto de 2ª Enseñanza de Segovia a un Claustro Extraordinario para

11 Ficha de Rubén Landa (Expediente de depuración. AGA. Alcalá de Henares)IDD (05) 001.012 Caja 32/16762. Exp. 18477-43.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

en vista de las noticias por prensa y radio de las actuaciones rebeldes a favor de los comunistas y aun criminosas de algunos de ellos que fue-ron Catedráticos de este Instituto de Segovia: Antonio Machado Ruiz, Rubén Landa Vaz y Antonio Jaén Morente, declararlos compañeros in-deseables y considerar, como depresiva, la permanencia de sus nombres en escalafón al que se honraban en pertenecer. Acuerdo que fue tomado por unanimidad por todos los profesores de plantilla y encargados, sin excepción alguna, de todo lo cual consta testimonio en el Libro de Actas del Claustro12.

Se trata, sin duda, de un documento de mucho interés, aparte el con-tenido del mismo que muestra el talante cainita que inmediatamente se puso de manifiesto en el nuevo clima bélico, porque muestra que Rubén Landa no pasó por Segovia sin dejar huella profunda.

Por su parte, Pablo de Andrés fue nombrado, por concurso especial, maestro del Patronato escolar de Barcelona el 6 de febrero de 1931, tras haber realizado, con ayuda de la Diputación Provincial, viajes por las Escuelas de España (1926) y por Escuelas de Europa (1929); además, estas ausencias debieron incrementarse por su participación en las Mi-siones Pedagógicas, una vez aprobado el decreto por el Gobierno de la República. A su regreso de Barcelona se instalaría ya en Madrid hasta su procesamiento durante la guerra civil y su apartamiento definitivo de la enseñanza.

Así pues, su relación más continuada (salvo los viajes de Cobos y del propio Landa) tuvo lugar entre 1927 y los primeros meses de 1931,

12 Señala el propio Ismael Moreno que, con motivo de conmemorar las «Bodas de Oro» de la promoción (10 de septiembre de 1983), quienes habían cursado el último curso el año 1933-1934 quisieron recordar la figura de Antonio Machado y «tuvieron deseos de ver el libro de Actas de 1936». Y añade sobre esto: «El Director del, ya en-tonces Instituto Mariano Quintanilla, nos dijo que habían solicitado una fotocopia del acta de execración de Machado, pero que no fue posible pues alguien la había hecho desaparecer». Y añade, a continuación, una breve nota sobre Rubén Landa, Antonio Jaén y Antonio Machado a cuyos nombres une el de Concha Alfaya.

Mariano Gómez de Caso, por su parte, citando La ciudad y los campos (26 de noviem-bre de 1936), trascribe la noticia que esta revista publicó sobre tan ignominioso acuerdo bajo el epígrafe: «Una nota del Instituto Nacional de Segunda Enseñanza en Segovia». V. gómez de caso, mariano, Antonio Machado y Pilar de Valderrama en Segovia, Sego-via, Caja Segovia, 2007, p. 140.

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

pero ni uno ni otro se desvincularon de los proyectos segovianos y si-guieron colaborando en los años siguientes. En el caso de Cobos hasta el comienzo mismo de la guerra. Rubén Landa hasta los años iniciales de la República, cuando nombrado para el Instituto de El Escorial y una vez que Machado marchó a Madrid y los propios avatares fueron dispersando el grupo.

Tres fueron los proyectos que aproximaron a Rubén Landa y Pablo de Andrés durante aquellos años: 1. Su participación en la renovación pedagógica a través de los tres Congresos Provinciales que fueron la base de algunos artículos y textos de Landa y el embrión de la revista Escuelas de España, fundada en 1929 por el propio Cobos, Norberto Hernanz y David Bayón. La vida de esta publicación alcanzó tres etapas: Segovia, enero 1929-abril 1931; Barcelona, julio 1931-enero 1932 con carácter trimestral; y desde enero 1934 hasta julio 1936 ya en Madrid con carácter mensual. Desarrolló, sin duda, una labor de gran impor-tancia con la incorporación de firmas más que notables, sobre todo en la última fase y en torno al recuerdo de la vida y obra de Manuel Bartolomé Cossío al que dedicaron buena parte de los números del año 1936 hasta el cierre de la revista. Aparte, claro está, de la presencia constante de la Universidad Popular que estaba detrás de estos y otros proyectos, ade-más de mantener sus ciclos de conferencias13, de las colonias escolares, incluyendo la estancia de estudiantes alemanes en Riofrío, etc.

A falta de un estudio más detallado de lo que significaron estos congresos y los proyectos que ahí nacieron, tras los viajes pedagógicos y el desarrollo de los «Centros de colaboración pedagógica»14, pioneros en

13 Dueñas Díez, Carlos de y Grimau Martínez, Lola, La represión franquista de la enseñanza en Segovia, Valladolid, Ámbito, 2004. Dan cuenta los autores de los proyectos que surgieron en aquellos Congresos, de la propuesta de corrección de la for-mación de maestros según el Plan de 1914 y, en buena medida, cómo esas ideas se plas-man en la creación de la Sección de Pedagogía en las Facultades de Filosofía, ya durante el primer bienio republicano. Y recogen, también, la polémica, que no pasó desapercibida en las páginas de Escuelas de España, acerca de los esfuerzos por transformar el Hospicio Segoviano en un centro educativo público y que dejara de ser un centro de beneficencia eclesiástico. Pablo de Andrés viviría una situación muy parecida a su regreso a Madrid en 1933 en el Orfanato de El Pardo.

14 Impulsados por el propio Norberto Hernanz y Lorenzo del Amo, maestros en-

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

España muchos años antes de que se pusieran en marcha los «Centros de Profesores», ya durante la democracia, nos remitimos ahora al libro de Carlos Dueñas y Lola Grimau, así como a algunos otros trabajos citados con anterioridad. Al menos, debemos dejar constancia aquí de que Rubén Landa pronunció, como representante de la Universidad Po-pular, una conferencia sobre «La escuela y la paz» en el II Congreso, en la que expuso ideas muy interesantes sobre el papel que las materias de Historia y Geografía deben desempeñar en la formación pacifista de los jóvenes. Asimismo, sobre la necesidad de fomentar el patriotismo muy en la línea del integracionismo, defendido por Ferrater Mora, pues solo se puede ser propio siendo internacional y viceversa. Así lo dijo Landa a sus oyentes: «no hay modo de llegar a conocer y sentir los problemas internacionales si no somos capaces de sentir los del país en que vivimos» (…) «Debemos esforzarnos por demostrar de qué modo la vida de todos los países, en el pasado como en el presente, es un acto de la cooperación humana que solo en la paz es posible»15. El testimonio de Rubén Landa adquiere fuerza viniendo de una persona conocedora de los principales países europeos, viajero constante, como lo eran algunos de los maestros de escuela que le escuchaban y, por su parte, traductor de importantes obras. Esta idea de la patria y la humanidad, seguramente muy enraizada en el pensamiento del institucionismo, explica muy bien el comporta-miento, durante esos años y en los posteriores, de estos intelectuales formados en aquel espíritu hoy casi olvidado.

Podemos afirmar que en la ciudad del acueducto se completaron buena parte de las ideas que sobre educación había adquirido durante sus años en la Institución. Y que estas se vieron concretadas en publicacio-nes, algunas de estos mismos años: así la traducción del libro de Findlay, La escuela. Introducción al estudio de la Educación16; «La enseñanza de las lenguas vivas» y «La segunda enseñanza francesa», publicados en

tonces en Torre Val de San Pedro y en La Salceda, dos aldeas de la provincia de Segovia.15 Heraldo Segoviano, 22/7/1928.16 Barcelona, Labor, 1928. Anterior a su estancia en Segovia es un folleto realmente

interesante, fruto de su viaje por las instituciones educativas de Portugal: «La enseñanza secundaria en Portugal», Madrid, Talleres Poligráficos, 1925.

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el bile17. Otras serían ya publicadas en México, por ejemplo, la Guía para enseñar a leer y escribir a los adultos cuando era director del Instituto Luis Vives (1942-1947), donde desempeñaría una importante labor a favor de la alfabetización. Hacia el final de su vida publicaría «Reflexiones sobre la educación en México»18. Con seguridad, esta sensi-bilidad, adquirida en la ILE, debió ser reforzada, como decíamos, en el contacto con este grupo segoviano en un momento de notable actividad, como puede comprobarse.

2. Su participación en el apoyo a la causa republicana, a través de la actividad política, tuvo una intensidad explícita y comprometida aunque no en primera línea. La organización del acto de presentación de la «Agrupación al Servicio de la República» en el teatro Juan Bravo de Segovia, el mismo en que había hablado Unamuno casi nueve años antes, sería el acto que más resonancia alcanzó, pero no fue el único, pues no dejó de intervenir en actos por los pueblos de la provincia. Fue Rubén Landa un hombre de «Acción Republicana». Sabemos por unas memorias, escritas y no publicadas, de Norberto Hernanz, el compa-ñero de Cobos en las empresas pedagógicas y también discípulo de don Blas, lo siguiente: «Por estas fechas, en los amenes de la dictadura de Primo de Rivera, se funda en Segovia el Partido Republicano. Domi-naba a la sazón el mito republicano, como después de Franco dominará el mito de la democracia. Todo el mundo se hacía republicano. Parecía que solo la palabra iba a resolver todas las cuestiones de manera má-gica. España, de la noche a la mañana, se convertía en republicana. Se hizo famosa la frase de Osorio y Gallardo diciendo que en su casa era republicano hasta el gato». Después de dejar constancia de su propio ingreso en el partido y de ser nombrado secretario del mismo, por lo cual debió jugar un importante papel en la organización del famoso acto en el que fue protagonista Ortega y Gasset y en el que habló también Landa, nos ha dejado constancia de sus ilustres afiliados pues

17 Fuente: Modesto Miguel Rangel, o. c., p. 302.18 Ib., p. 303.

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«junto a empleados, abogados, médicos, profesores y pocos obreros»: «figuraba en el partido D. Antonio Machado, si bien creo que nunca asistió a las reuniones. Otra persona distinguida que había ingresado en la organización era D. Mariano Quintanilla, muy conocido en la capital19, hombre de gran talento y altura, aunque demasiado intelec-tual y comodón para actuar en la política en primer plano. También Rubén Landa, profesor de filosofía en el Instituto, antiguo alumno de la Institución Libre de Enseñanza, buen animador, buen consejero, pero con reservas a la hora de actuar en el ruedo político.» Sobre su participación en política termina diciendo que «estábamos desconecta-dos con los demás partidos republicanos de España. Durante el tiempo que yo estuve en Segovia, fue nula la correspondencia que mantuvimos con ellos. El único acto de resonancia de partido fue el mitin del teatro Juan Bravo, en el que intervinieron Ortega y Gasset, Marañón y Pérez de Ayala»20. Sin embargo, Cobos atribuye a «las gestiones directas de Rubén Landa, el miembro más dinámico de la Agrupación segoviana, muy prestigioso profesor de Instituto, su celebración» y esto viene a matizar el juicio de Norberto Hernanz. Lo cierto es que nos han que-dado testimonios de un buen número de actos, escritos y declaraciones de Landa que lo aproximan bastante al juicio de Cobos quien, con seguridad, mantenía una notable afinidad con el catedrático institucio-nista que explica la existencia misma del epistolario.

El lunes 16, dos días después de celebrado el acto, El Adelantado de Segovia, periódico monárquico y conservador, daba cuenta del mis-mo, resumiendo los discursos, entre ellos la breve intervención de Lan-

19 Mora García, J.L., «Correspondencia entre María Zambrano y Mariano Quinta-nilla», Revista de Hispanismo Filosófico, 15, 2010, pp. 201-215

20 Hernanz, N., Memorias (inédito), pp. 121-124. En otro lugar Pablo de Andrés nos ofrece más detalles del acto (además de los que dio la prensa de aquellos días) señalan-do que «fui un asistente entusiasta. Estuve también en la cena con que obsequiamos a los oradores, aquel mismo día, en el Hotel Victoria. No sé qué recuerdos vivos quedarán por ahí de este acto, que fue importantísimo momento histórico, que pudo ser trascendental y que no tuvo futuro por la ineptitud organizativa de los tres colosos.» Andrés Cobos, p., «Ortega en mi recuerdo», Juicios y figuras, Madrid, Ancos, 1970, p. 34. Sobre el juicio que a Cobos merecía la figura de Ortega lo comentaremos más adelante a propósito de una de las cartas de Landa.

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da, quien se habría quejado por la inicial suspensión del acto, «con voz apocalíptica», si bien, más tarde, fue autorizado el mismo21 aunque, al parecer, los organizadores estaban dispuestos a celebrarlo en todo caso. Era el único periódico que se publicaba en Segovia en esos momentos o, por lo menos, de los conservados. El resto de crónicas pertenecen a periódicos de Madrid.

Otras actividades de carácter político llevó a cabo Rubén Landa en pueblos de la provincia, todas ellas defensoras del espíritu republicano. Cerca de una docena de mítines se celebraron en los meses siguientes a la proclamación de la República en los principales núcleos rurales que contaron con la intervención de Landa, al igual que la intervención de Besteiro durante el mes de agosto en el teatro Cervantes. En este acto también colaboró Landa. De bastantes de estos actos publicó crónicas el periódico Segovia Republicana, del que hablaremos más adelante. De todas estas actividades, sin duda la más visible y popular fue su presen-cia en la cabecera de la manifestación al proclamarse la República en la propia ciudad, según quedó reflejado en el periódico local, tal como ha sido recordado en la edición que Jordi Doménech hizo de Prosas dis-persas, ya citado: «Ayer a las ocho de la noche, se organizó en la Casa del Pueblo una manifestación numerosa, a cuya cabeza figuraban los señores don Rubén Landa, don Antonio Ballesteros y don Antonio Machado, pertenecientes al Servicio de la República, seguidos de las directivas de la Casa del Pueblo y de Alianza Republicana» 22.

Podemos deducir, por tanto,que no fue tan menor, -como indicaba Hernanz-, la actividad política de Landa en Segovia, sino más bien notable. Algunos otros nombres, además de los ya citados, estuvieron entre los más próximos en esta empresa política, y aparecerán en las cartas: así, algunos profesores del Instituto como Ángel Revilla, Ma-riano Quintanilla o Agustín Moreno23. Los podemos ver juntos en

21 Por Cobos sabemos que el mismo día 14 se había recibido un telegrama del Mi-nisterio de la Gobernación disponiendo la suspensión de todos los actos públicos. andrés cobos, p., Antonio Machado en Segovia… o. c., p. 103.

22 Doménech, J., o.c. (nota 8), p. 680.23 La figura de Ángel Revilla, catedrático de Literatura, está aún por estudiar. Su

biblioteca se conserva en la Casa Museo Antonio Machado, vinculada a la Real Academia

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varios mítines, en actividades de Acción Republicana o publicando en los mismos periódicos.

También algunos maestros: los ya mencionados: el propio Cobos, Norberto Hernanz y David Bayón, junto a Norberto Cerezo Marinero. No podemos extendernos aquí en la figura de este maestro, cabeza de lista de la candidatura socialista cuando Blas Zambrano era presidente de la agrupación socialista de Segovia (1920), maestro de Carrascal del Río hasta 1934 en que se trasladó a Canillas (Madrid), luego fusilado en 193624. Tenemos testimonios de su vida por Leopoldo Cerezo, su hijo. Por él sabemos que su hermana Carmen fue secretaria de Carlos Díez Fernández, quien fuera marido durante los años de la República de Ara-celi Zambrano y Director del Dispensario antituberculoso universitario

de Historia y Arte de San Quirce. Entre sus libros hay uno con prólogo de Miguel de Unamuno: José Gabriel y Galán. Su vida y sus obras, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1923; Mariano Quintanilla es una figura clave en la historia de la Segovia del siglo XX. Fundador de la Universidad Popular, sería catedrático de Filosofía, Gobernador Civil en Zamora en el primer bienio republicano a propuesta de Miguel Maura y luego represa-liado durante más de diez años. Todos los intelectuales de aquella época le consideran el centro por el que pasaban las principales iniciativas. Mantuvo una relación epistolar con María Zambrano que ya hemos recuperado: Mora García, J.L., «Correspondencia entre María Zambrano y Mariano Quintanilla», Revista de Hispanismo Filosófico, 15, 2010, pp. 201-215. Agustín Moreno fue catedrático de Historia Natural, de familia conserva-dora, apoyó la causa republicana junto con las personas de este entorno; luego derivaría hacia posiciones conservadoras lo que no evitó su depuración. Fue un gran estudioso de la figura de Andrés Laguna y sobre el médico renacentista dejó escrita una biografía no-velada que permanece inédita. Mora García, J.L., «Evocación de don Agustín Moreno», Estudios segovianos, t. xl, 97, 1998, pp. 363-39.

24 En el Informe emitido por la Comisión depuradora de Madrid, 12 de diciembre de 1940 puede leerse: «Reunida esta comisión para la depuración del maestro de Canillas D. Roberto Cerezo Marinero manifiesto que:

Resultando que se evacuaron los informes de Falange, Párroco, Guardia Civil y Te-niente Coronel de Artillería de Segovia. Resultando de estos informes que el maestro citado era persona izquierdista y que por su conducta fue fusilado por los Nacionales en un pueblo de Segovia.

Considerando que para los efectos pasivos, debe ser juzgado… esta Comisión por unani-midad, propone a la Superioridad Separación definitiva y baja en el Escalafón.

Dios guarde a V. muchos años.Madrid, 12 de diciembre de 1940. Firma: (ilegible)Dirigida: Excmo. Sr. Ministro de Educación Nacional

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de Madrid que estaba en la calle Andrés Mellado. También tenemos noticia de su hermana Pura quien, como tantas maestras, fue desplazada de su escuela, según relata emocionadamente el artículo de José María Azcárate25. Y, además, de Norberto Cerezo se conservan cinco cartas dirigidas a Pablo de Andrés Cobos, las cuatro últimas de los años 1933 y 1934. Por ellas hemos podido saber que dirigía una publicación: Ger-men. Semanario segoviano del proletariado y que colaboraba en otra de carácter republicano: La Voz. Desafortunadamente no hemos encon-trado ningún ejemplar, si bien hemos comprobado que este último lo cita Maximiliano Barrio en «Aproximación a las elecciones y a los partidos políticos en Segovia durante la Segunda República, 1931-1936»26.

Las cartas son de gran interés pues ponen de manifiesto las ten-siones que también había en el grupo, las diferencias en la estrategia política y la distancia entre los planteamientos intelectuales y la acción, según quienes fueran los intervinientes27. En general, el tono de las mis-mas es de dureza y, más allá del juicio que nos merezcan las valoraciones que sobre proyectos como las Misiones Pedagógicas hace Cerezo en las mismas, detectan corrientes de fondo muy profundas que no se desbor-daron esos años por la amistad y el respeto que entre ellos había, como

25 La Maniega, mayo-junio, 1993, p. 2426 Barrio, M., «Aproximación a las elecciones y a los partidos políticos en Segovia

durante la Segunda República, 1931-1936, Investigaciones históricas: Época moderna y contemporánea, 8, 1988, pp. 259-288

27 Baste aquí este testimonio que pertenece a la muy larga carta –como todas- en-viada a Cobos el día 2 de septiembre de 1933: «No pude esperar de ti ninguna clase de gubernamentalismo. Y te ha hecho estático y prudente y te ríes un poco –no lo niegues- de los que hemos espoleado nuestra rebeldía tras los primeros momentos de vigilante contemplación. Yo admití momentáneamente la república como un tránsito abierto a mayores empresas. Y la república lo único que ha hecho, con la complicidad venal de los dirigentes socialistas, ha sido cerrar todas las posibilidades, apuntalando el antiguo tinglado y aferrándose a él. No hay energía, ni sinceridad, ni orientación. No se ha derri-bado uno solo de los pilares del antiguo régimen. Hay respeto pánico o transigencia con el enemigo, al que se ha reanimado estúpidamente. Siguen en auge la incompetencia, el nepotismo y la inmoralidad. Continúa desmandado e impune el capitalismo. No se escu-chan los gritos de los atropellados. NO se reforma nada, ni se trabaja seriamente. Se ve la lenidad, se observa la corrupción, se palpa el falseamiento» (…) «Crees seriamente que puede salvarse la situación con las misiones pedagógicas y otras superficiales e insinceras zarandajas por el estilo?»

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las propias cartas ponen de manifiesto, pero lo harían poco después. En la última de las cartas (22 de enero de 1934) da cuenta de haber recibido el número de Escuelas de España en el que se incluían las respuestas de Ferrater Mora y María Zambrano a la encuesta que estaba realizando la revista28 y con este motivo señala, a propósito de Zambrano: «Muy abstrusa y evasiva la contestación de María Zambrano. La he encontrado siempre más clara, concreta y sincera. La veo ahora intoxicada de alta filosofía, y es lástima. Hay que ponerse más a flor de tierra y de huma-nidad.» Es, pues, esta figura de Cerezo, que publica con asiduidad en los mismos periódicos, un contrapunto ineludible para advertir los dos planos en que se dirimía la política: las ideas, por un lado, y la práctica en ámbitos rurales o en ciudades pequeñas, por otro, donde las relacio-nes del poder y la organización de la propiedad poco habían cambiado. Cuando Cobos publique su defensa de la cultura de la aldea, Cerezo será muy crítico al igual que lo será Blas Zambrano, seguramente por este motivo. En torno a esa cuestión se plasmaron dos visiones que marcaron la distancia que va entre quienes confiaban mucho en la educación y quienes comenzaban a ver que la estrategia pedagógica era insuficiente para cambiar estructuras injustas. Ahora bien, esta distancia que Cerezo mantiene con Cobos es similar a la que este mantendrá con Ortega y Gasset, representante de la intelectualidad en su grado más elevado. Así pues, todos estos testimonios ponen de manifiesto la complejidad latente en las relaciones de quienes apostaron por el proyecto republicano y la crisis suscitada poco a poco, oscilante entre la amistad y el respeto, de un lado, y los recelos ante la resistencia de los poderes más conservadores que ralentizaban las reformas y ponían en cuestión la estrategia de los grupos que habían apoyado a la República, de otro.

3. El tercero de los proyectos en los que coincidieron Rubén Landa y Pablo de Andrés, durante esta etapa segoviana, fue la puesta en marcha

28 Escuelas de España, II época, 1, Madrid, enero, 1934, pp. 10-11. Las preguntas que se formulaban eran estas: «¿de veras hemos perdido los hombres a Dios? ¿Hay de verdad un arte nuevo? ¿Y Rusia?».

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de publicaciones y su colaboración asidua en las mismas. Desafortunada-mente se han perdido varias de las muchas que nacieron y que tuvieron una vida breve o muy local, como ya hemos apuntado. Por consiguiente, hay artículos escritos por ambos o referencias sobre su actividad y, con seguridad, lo mismo puede decirse de los demás nombres (incluido Blas Zambrano), recordadas aquí, que son ya irrecuperables. Carlos Martín, cuya figura como editor ocupa un lugar relevante, menciona en una en-trevista de 1935 casi una decena de publicaciones que habría salido en los años veinte y treinta de su imprenta. Apenas se han podido conservar tres: Heraldo Segoviano, semanario nacido un poco antes de la llegada de Landa a Segovia, que tuvo dos épocas: 1926-1930 y 1935 hasta julio de 193629; manantial [así con minúscula] (1928-1929), revista edita-da por la Universidad Popular y puesta en pie por Marceliano Álvarez Cerón y Julián María Otero; y, finalmente, Segovia Republicana que dirigió Rubén Landa, tras Alfredo Marqueríe, redactor jefe, entre mayo y noviembre de 1931.

Unos veinticinco artículos publicó Cobos en Heraldo Segoviano30, el semanario que dedicaba una sección a la enseñanza, aprovechada por estos maestros para defender un modelo de educación que luego se ha atribuido a la República pero que, puede constatarse por estas publica-ciones de provincias, estaba claramente vinculado al modelo de la Insti-tución y era, pues, anterior. En ella daban cuenta de las polémicas que surgían en la ciudad entre los sectores más conservadores y los defenso-res del republicanismo, como la que surgió en torno a Antonio Balleste-ros, Inspector de Primera Enseñanza que luego tendría cargos en el Mi-nisterio durante la República y fue uno de los introductores del método Decroly en España; defendían el regionalismo castellano con la pluma de Carral y Celso Arévalo, y comentaban las novedades bibliográficas del ámbito de la enseñanza: así, Memoria de las Escuelas de España

29 Pablo de Andrés señala que la primera época iría desde el 1 de agosto de 1926 hasta mayo de 1931. Sin embargo los ejemplares que se guardan en el Archivo Municipal de Segovia terminan el 17 de agosto de 1930.

30 El último de ellos el mismo día 19 de julio de 1936 al cerrar el periódico. Su título: «Cosas evidentes» en el que recriminaba los actos de violencia.

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y El maestro, la escuela y la aldea31 del propio Cobos y La historia natural de España, libros a los dedicaron columna Juan Monge, Ma-riano Grau (al igual que casi los miembros de este grupo discípulos de Blas Zambrano) y Mariano Quintanilla, respectivamente; o impulsaban publicaciones, la principal de ellas Nuevos Horizontes, antología de los artículos de Blas Zambrano que salvó del olvido muchos de ellos32.

Los hay también de carácter político, los menos, pero sí uno es-pecialmente lúcido: «La guerra», que se refiere no a la guerra española sino a la europea y mundial que comenzaría cuatro años después33. De los demás artículos publicados por Cobos, debemos recordar los dedicados a intelectuales o escritores: Azorín, Luis Bello, Alejandro Casona y, especialmente, uno que tiene relación directa con la opinión vertida por Landa sobre Ortega y Gasset en una de las cartas (número 10, casi con seguridad de 1970) y que Cobos compartía desde muchos años atrás. Se trata del firmado el 14 de abril de 1929 bajo el título «El filósofo elegante» y muestra cómo, en fecha temprana, anterior in-cluso a la presencia de Ortega en Segovia, ya Cobos tenía una opinión

31 Mereció también una larga reseña escrita por Blas Zambrano en La Escuela Mo-derna, 1929, pp. 122.131. Recogida en Zambrano, Blas j., Escritos, Relatos y Otros escritos, Ed. de José Luis Mora, Diputación de Badajoz, 1998, pp. 348-356

32 «Los discípulos de D. Blas Zambrano van a editar un libro recopilando sus trabajos periodísticos. «Firman: Mariano Ferrari, Mariano Quintanilla, Ignacio Carral, Francisco Cáceres, Norberto Cerezo, Luis Ferrari, Pablo de Andrés Cobos. Heraldo de Segovia, 13/1/1935. El 14 de abril de ese año aparecía ya la noticia de la publicación del libro, editado en la imprenta de Carlos Martín, director del periódico. Sabemos, no obstante, que la iniciativa había nacido al menos dos años antes pues en carta de Cerezo a Cobos de 2 de septiembre de 1933 le dice lo siguiente: «Ahora mismo, después de que por indica-ción tuya, lancé la iniciativa del libro de Zambrano, sin que nadie la apoyase, sé que estáis haciendo la selección y preparando la salida, sin haberme dicho una palabra. Claro que ello no será obstáculo para que yo contribuya económicamente con mis pobres medios. Pero no dejan de dolerme este y otros olvidos.» Y así debió ser pues su firma figura al lado del resto de promotores.

33 «La mayor dificultad de la guerra radica en dos circunstancias: el pánico enorme que se siente y la guerra civil que existe en todos los pueblos. Para evitar la guerra civil quiere Alemania la guerra; por miedo a la guerra civil huyen de la guerra Inglaterra y Francia. Son dos actitudes. Creemos que se puede hacer esta profecía: si se declara la guerra tendrá manifestaciones universales, en cuanto a la extensión y en cuanto a la condición. Afectará a todos los pueblos organizados y abarcará todos los frentes, los de las fronteras y los del interior de cada país.» Heraldo Segoviano, 31 de marzo de 1935.

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formada. Cuando publique «Ortega en mi recuerdo», escrito muchos años después, tras los acontecimientos históricos de todos conocidos y cuando él mismo había sido oyente en las conferencias del Instituto de Humanidades, la opinión apenas difiere: «soy un descontento de Orte-ga, aunque también soy un agradecido» (…) «es claro que mi desconten-to no viene de la obra, tan amplia y tan fecunda, sino de la persona» (…) «La razón de mi descontento ante Ortega está en que, siempre, siem-pre, me interesa más el hombre que la obra y busco en la obra quien la hace, la produce, la crea, y siempre también Ortega se me evade» (…) «De manera que a Ortega, si no le salva la persona, le salva la obra, de la manera que a Miguel de Cervantes, según el otro Miguel, le salva DON QUIJOTE» 34. Así pues, este artículo de Heraldo Segoviano tiene especial relevancia, merecería ser trascrito en su integridad. Lo haremos, al menos, de estos tres párrafos:

«La característica de sus ideas es la elegancia, un gusto exquisi-to para elegir el vestido. Si a las ideas de Ortega y Gasset las dejá-ramos desnudas, perderían mucho. «La claridad es la cortesía de los filósofos». ¡Qué soberbia frase elegantísima! Pero nada más que frase para cascabelear continuamente en el recuerdo de los que han oído las dos últimas conferencias, la del curso «in partibus infidelium» y la del curso que ha comenzado. Esto no se puede desnudar, porque solo es vestido. No pretende otra cosa. Pero mirad esto otro de la generación y la caravana. Quitad la caravana que es el traje y quitáis lo más hermoso. Lo de generación solo, desnudo, se ve en pecado de pobreza.

Es quizá que yo me fío muy poco de los filósofos elegantes con muy probable error. O es que dudo de la armonía entre la elegancia aparente y la verdadera., entre la armonía del cuerpo y del alma. O que no acierto a verla. Porque tiene indudables grandes ventajas leer a filósofos que escriben bien y escucharles palabras sencillas sobre cosas complicadas. Muchas veces simplifican la complicación.

34 En Juicios y figuras, o. c., pp. 33, 45, 47. Contamos también los testimonios de sus cartas a Norberto Hernanz y María Zambrano (V. nota 6).

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Ortega y Gasset ha querido elegantizar la misma filosofía aproxi-mándola un poco, o mucho, a las normas d ela vieja aristocracia de la sangre azul. Acaso el error está en haber tomado una vieja aristocracia demasiado nueva. Me explico así que haya producido una corriente de aproximación y otra de desvío hacia el filósofo entre la juventud. Y creo que no logrará ya discípulos demasiado fervorosos. Los mejores los tendrá entre hombres de edad madura (sin que falten las mujeres), entre los que sepan resistir el momento de la desilusión que produce, sin duda alguna, nuestro gran filósofo»35.

De Landa, fueron publicadas sus intervenciones en los Congresos Pedagógicos como la conferencia de julio de 1928, de la que nos ha que-dado el resumen publicado en Heraldo Segoviano (22 de julio de 1928) que ya mencionamos; también su labor en las colonias escolares y su participación en las actividades de la propia Universidad Popular entre las que contaban las visitas a pueblos en los que solía dar una conferencia sobre cuestiones educativas.

La revista Manantial nos permite tener constancia de una de las facetas más importantes de Rubén Landa: su labor como traductor. Según Rangel, durante su estancia en Segovia habría publicado tres traducciones: Cauca (Coca) una ciudad de los celtíberos de Adolf Schulten36; Teoría del conocimiento de Max Wencher37; y La escuela. Introducción al estudio de la Educación de J.J. Findlay38. La revista manantial, además de reproducir la traducción del artículo de Schulten con dedicatoria «Al Excmo. Marqués de Lozoya. Recuerdo»39, incluía la otra traducción bajo el título: «San Juan de la Cruz en Segovia según M.

35 Este artículo, al igual que los posteriores juicios, muestran que Pablo de Andrés estaba al tanto de lo publicado y dicho por Ortega, es decir, que le leía y escuchaba. Concretamente este artículo parece estar escrito entre la IV y la V lección del curso Qué es filosofía que Ortega impartió, primero en la universidad y luego en dos teatros de la capital, a su regreso de Argentina.

36 Publicada en la misma editorial del periódico, Imprenta Heraldo Segoviano, 1927.

37 Barcelona, Labor, 1927.38 Barcelona, Labor, 1928.39 VI, octubre 1928, pp. 8-10

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Jean Baruzzi»40. De Cobos, la revista publicó su comentario a las Poe-sías Completas de Antonio Machado, lo que significaba un anticipo de su devoción posterior por el poeta sevillano41; en la misma sección se in-cluía también un comentario al libro de A. Ballesteros: La cooperación en la escuela, su otra gran pasión –la educación escolar- que habría de quedar inconclusa, desde la guerra civil. Unos meses después publicaría un artículo titulado «La muerte de Apolodoro», diálogo con Miguel de Unamuno, sus personajes y sus obsesiones en una reflexión sutil sobre la literatura y la educación con Amor y pedagogía al fondo42.

Sin duda, el proyecto que mas se identificó con la etapa segoviana de la vida de Rubén Landa fue la dirección de Segovia Republicana, perió-dico que vio la luz el 5 de mayo de 1931 y llegó con gran esfuerzo hasta el 7 de noviembre de ese año, precisamente el día en que Landa desvelaba sus credenciales como director del periódico. Es verdad que hasta ese día sus páginas habían dado cuenta de sus actividades políticas a favor de la conjunción republicano-socialista en Riofrío, en Cuéllar, en Lastras, en Segovia, en Cantalejo, etc. pero no había aparecido su firma excepto en una ocasión (Segovia Republicana, 21/6/1931) en que su nombre figu-

40 Ib., p. 7. Se trata de un fragmento de San Juan de la Cruz y el problema de la experiencia mística.

41 I, abril, 1928 en la sección «Antena».42 VI, septiembre-octubre, 1928, p. 5 La revista, como es conocido, publicó un primerizo pero estupendo artículo de María

Zambrano: «Ciudad ausente» (III, junio, 1928, p. 16) que se une al de firmas como las de Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Giménez Caballero (en su época de La Gaceta Literaria,) y Gómez de la Serna junto a poetas locales y una selección de repro-ducciones de obras de Emiliano Barral e ilustradores de gran categoría, Daba cuenta de publicaciones españolas y extranjeras e incluyó, muy significativamente, un capítulo del libro de Waldo Frank, Virgin Spain, «El acueducto», traducido por León Felipe y editado el año anterior (1927) por Revista de Occidente. María Zambrano, años después, mantendría un interesante intercambio epistolar con este escritor americano: Elizalde, M., «Dieciséis cartas inéditas de María Zambrano a Waldo Frank», Revista de Hispanis-mo Filosófico, 17, 2012, pp. 115-139. Da ello cuenta del enorme interés que tuvo este grupo de intelectuales que coincidió en Segovia durante estas dos décadas anteriores a la guerra civil. Para un estudio de la revista: Otero, F., «La revista manantial (1928-1929) y la vida literaria de Segovia en el primer tercio del siglo XX», Ed. facsímil de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial, Segovia, Caja de Ahorros, 1982.

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raba como miembro del «Consejo ejecutivo» de Acción Republicana del que formaba parte como catedrático junto a Concepción Alfaya, profe-sora de la Normal; Antonio Machado, Catedrático; Segundo de Andrés, médico; y Tomás del Gómez Parada, Geómetra. A continuación venía una lista de los afiliados con nombres muy significativos del mundo in-telectual, empresarial y profesional de Segovia. Todos ellos firmaban en nombre de «La delegación local del partido de Acción Republicana un manifiesto a la opinión de Segovia que comenzaba así: «Considera que es preciso despertar a Castilla, e incorporar a nuestras gentes del campo a la conciencia ciudadana de los Estados modernos. Señala la importancia de acentuar las entidades geográficas e históricas, y destaca la función preeminente que corresponderá a Segovia y su provincia». Se trata de un texto muy largo que, según confiesa Landa a Cobos en la carta n. 17 de febrero de 1972, fue escrito por él. Por consiguiente es un testimonio muy importante para conocer su pensamiento político:

«La República como necesidad en EspañaHa venido llevando el estado español una vida de ficción. La na-

ción española se había convertido de un estado patrimonial al servicio de unas cuantas personas, más concretamente, a los caprichos y avari-cias del último Borbón, de sus amigos y testaferros.

Hubiera bastado a la naciente República española enarbolar la bandera de las responsabilidades para justificar la necesidad imperiosa del cambio de régimen pero, además, la República española, al afán de justicia, de moralidad, de libertad y respeto, une también horizontes esperanzadores de ventura y progreso.

Se ha implantado en España por el único camino jurídico que señalan las democracias modernas. Nacida en las urnas lleva desde su origen la sanción legitimadora del pueblo.

Las organizaciones republicanasTodos los estados constitucionales del mundo muestran como rea-

lidades insustituibles la existencia de partidos políticos. Al lado de las manifestaciones espontáneas de los pueblos son necesarias orga-nizaciones políticas que las conviertan en acción reflexiva. El partido

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

político proporciona el primer instrumento para coordinar y expresar la voluntad general de los ciudadanos de un Estado.

Las agrupaciones y partidos políticos que han de estructurarse como fuerzas de la República, cumplirán como en los demás Estados, la enorme tarea de servir de excitadores de la opinión púbica, de condensar-la en aspiraciones concretas, y sobre todo, de saber encauzarla y dirigirla.

Acción republicanaPara conseguir, pues, una fuerza política organizada que excite,

recoja y encauce la opinión pública de la provincia de Segovia, para formar una agrupación política capaz de conquistar posiciones de go-bierno, e intervenir y cooperar en la vida oficial de nuestro Estado, provincia y municipios, ello todo se constituye en Segovia el partido de Acción Republicana.

Sus caracteres y fundamentos«Cada hora tiene su afán y cada pueblo su vida». Por eso la es-

tructuración de los partidos políticos ha de basarse sobre la propia contextura de la comarca, igualmente sobre la peculiar psicología del habitante, y siempre en armonía con el sentido histórico del momento.

Consideración del habitanteEl campesino de Castilla ha venido viviendo como siervo de la

gleba. Fue monárquico con la monarquía y sería republicano con la República; pero los pueblos no se forjan en la mansa e inconsciente postura gubernamental.

Es preciso despertar a Castilla. Caeríamos en insensatez si a nuestras gentes del campo les hiciéramos creer (adulándoles) que se encuentran en pleno desarrollo de educación política. Lo sincero es reconocer su atraso, y lo humanitario, lograr por todos los medios incorporarles a la conciencia ciudadana de los modernos Estados.

La limpia conciencia de los hombres de la tierra de Segovia se levanta frente a un pasado de vergüenzas. Su inocencia política no puede ser materia de explotación ni por nada ni por nadie. La plenitud de su intervención en la vida del estado debe buscarla el campesino de Castilla en su propio esfuerzo.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

Consideración geográfica“La relevancia que el factor regional alcanza en los periodos cons-

tituyentes es consideración de gran peso. La importancia que han de adquirir las entidades geográficas, es preciso recogerla en cualquier programa, destacando por nuestra parte la función preeminente que corresponderá sin duda a Segovia y su provincia”. “Apoyamos una estructuración nacional que sobre la base de una amplísima autonomía de los municipios, reconozca la personalidad jurídica de las regiones.”

Consideración históricaVamos a construir una potente y genuina organización con solu-

ción adecuada y progresiva de todos nuestros problemas. Al mismo tiempo nuestro entronque con la fuerte organización nacional Acción Republicana, nos da medios de influir y cooperar en la política del Estado a través de su completo programa.

Preconizamos una política absolutamente pacifista, de desarme y conciliación entre los pueblos. Reducción al mínimo de las insti-tuciones militares, que tan admirablemente está efectuando el señor ministro de la Guerra (señor Azaña) y miembro de nuestro partido.

Desgravamiento de los impuestos que agobian el trabajo. Respeto a las conciencias. Democratización de la justicia.

Extensión e intensión de la cultura abriendo las puertas del saber a todo ciudadano capaz.

Estudio del problema agrícola. Enfoque del servicio catastral como base del progreso, desvirtuando su finalidad fiscal. Multiplica-ción de los seguros sociales. Fomento de obras públicas, etc. etc. y, so-bre todo, exigencia severa de las responsabilidades en que incurrieron la monarquía y sus gobiernos.

Estudio de las necesidades de la provincia, intervención en la política del estado, amplitud de miras políticas, moralidad… son bases específica-mente recogidas en el programa de Acción Republicana.

Por todo ello segovianos de la ciudad y del campo, afiliaos a nues-tro partido.

Así al menos os lo pide vuestro deber de ciudadanos».

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

Siguen las firmas antes indicadas43.El periódico, de acuerdo con esta orientación, apostó por una línea

fuertemente regionalista a favor de Castilla, imprescindible hoy para co-nocer sus bases: Ignacio Carral, Luis Carretero Nieva44 y otros firman aquí artículos, algunos de ellos bajo el título de «Fijando principios». Incluso no falta un artículo de María Zambrano de título algo críptico: «Castilla a solas consigo misma»45. Figura en el lugar dedicado al edito-rial y concluye con estas palabras:

«Y antes de comenzar nueva vida ha de purificarse de cuerpo y alma. Purifíquese Castilla de soberbia y pereza y vaya a la reconquista de la perdida misión.

Mas han cambiado los tiempos: ya no hay países que descubrir, ni reformas que ahogar. Y más que regiones y provincias, hay hom-bres y problemas (Hombres del infierno andaluz, para ellos también la unidad.

No son hoy las regiones, son las clases sociales las que hondamen-te están en disgregación y guerra, es la economía, el régimen capitalis-ta que mundialmente está en crisis.

¿Castilla? ¿Cataluña? No está ahí la médula hoy. Son esos hom-bres hambrientos y desesperanzados, es el destino de España –de Es-paña íntegra- que intenta por segunda vez cuajarse en la historia».

Por su parte, Pablo de Andrés contribuyó con una veintena de tex-tos que estuvieron mediatizados por la polémica mantenida con el go-bernador de la provincia y otra que envolvió al propio Antonio Balles-teros. De todos ellos merece ser tenido en cuenta el dedicado a Ortega

43 Segoviana Republicana, 21/6/1931, pp. 1 y 2. En esa lista figuraba Agustín Moreno, que fuera profesor de María Zambrano, ya mencionado anteriormente (V. nota 23) . En el periódico del día 15 de octubre se da cuenta de que Rubén Landa ocupa la vicepresidencia del partido en la provincia.

44 Padre de Anselmo Carretero Jiménez (1908-2002), exiliado en México y autor de libros como Las nacionalidades españolas (1952), La personalidad de Castilla en el conjunto de los pueblos hispánicos (1962) y otros en esta misma línea.

45 Publicado el 29 de julio de 1931.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

y Gasset bajo el título «El pesadísimo fardo del yo»46. Vuelve en él, de nuevo, sobre algunas ideas ya comentadas sobre el filósofo, por esos días también parlamentario, que habían adquirido, ya por entonces, el carác-ter de permanentes.

El periódico había publicado, a toda página47, un reportaje bajo el título: «Don José Ortega y Gasset, al final del debate político, pronuncia un magistral y trascendentalísimo discurso que marcará el rumbo de la política española». Además de un amplio resumen del mismo, incluía las opiniones de Ossorio y Gallardo, Melquiades Álvarez, Marañón, Unamuno, Alcalá Zamora, Maura y Besteiro, todas ellas cargadas de emoción y muy elogiosas. A partir de ese momento el nombre de Orte-ga sonaba para ministro, incluso como presidente del Gobierno o de la República. Cobos mostraba, pocos días después, su escepticismo sobre esa posibilidad y sobre el papel que Ortega pudiera jugar pues no le consideraba el arquitecto que el Estado necesitaba:

«A España le hace falta continuamente el pensamiento agudo y brillante de Ortega y Gasset. Pero nada más. Porque lo que conviene es que cada uno dé lo mejor de lo que tiene. Don José debe seguir pensando, hablando y escribiendo y hará bien si se mantiene austero en las tareas parlamentarias, porque allí hace mucha falta la libertad de movimientos y el yo no le dejará holgura a don José Ortega».

Es significativo que fuera Norberto Cerezo, del que ya hemos ha-blado con anterioridad, quien tuviera una presencia más continuada en el periódico de Rubén Landa a pesar de que, con seguridad, había entre ellos diferencias notables sobre todo en cuanto a la estrategia, quizá me-nos en el ámbito ideológico. Cerca de treinta artículos o referencias se encuentran en la corta vida del mismo con el nombre de este maestro, socialista, de pensamiento más radical el 7 de julio escribía bajo el titulo de una «República deseable» lo siguiente:

46 Publicado el día 8 de agosto.47 31/7/1931

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

«Yo aspiro, y muchos conmigo, en tanto llega la razonada oportu-nidad para el advenimiento de mi ideal socialista, a una República que borre todos los privilegios y destruya todas las ventajas, que tienda a la supresión del ejército permanente; que haga desaparecer el presu-puesto de culto y clero, que reduzca los trámites covachuelistas; que no silencie las gestiones diplomáticas; que pode la fronda oficinesca, hasta crear una burocracia limitada, laboriosa y bien retribuida; que conceda una justicia serena, rápida y gratuita; que ofrezca también la educación gratuita y accesible en todos sus grados a los más capaces; que cree el impuesto progresivo sobre la renta, coarte los inhumanos derechos de la propiedad y nacionalice las minas, los trasportes…; que organice la previsión social.

Quiero, en fin, una República de trabajadores útiles, en que desa-parezca el parasitarismo más o menos encubierto y donde haya de ser grato para todos el cumplimiento del deber».

Fue el último día del periódico cuando, con sus siglas R.L., firmaba, a modo de editorial, «El último número» para afirmar lo siguiente:

«El barco se hunde, pero la tabla está ganada. ¿Qué era Segovia hace un año, qué era España y qué son ahora? Nuestro barco se hunde, mas, por doloroso que sea para todos nosotros, solo es un episodio en la lucha. Nuestro ideal se ha impuesto; los nuestros avanzan; son los que dominan.

Nuestra nave se hunde. Yo siento orgullo por ver la tripulación fir-me, en su puesto, hasta el último momento. Y cuando ya no hay nada que hacer, formada sobre cubierta, canta lenta, solemnemente el himno de la España republicana. Después un silencio. Después apagada, pero firmemente, como dicho, no para los demás, sino para lo profundo de la propia conciencia, un viva a la República española, a nuestra Repú-blica, la de la verdad, la de la justicia. Después…»48.

48 En la columna de al lado de la primera página publicaba Alfredo Marqueríe «A pie forzado» que concluía con estas palabras: «Ahora una vez cumplido el adiós de las postrimerías vigorosas voy a empezar, porque cada vez corre más prisa, a decirme a mi mismo las verdades, como los niños y los locos, en calidad y en condición de enterrado en

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

Y debajo, en un pequeño recuadro, con su nombre completo, dejaba el «Testamento Político» de Segovia Republicana:

«A los republicanos de Segovia quiero dejarles dicho lo siguiente:El partido republicano de Segovia es fuerte; cada partido repu-

blicano de Segovia es débil. El partido republicano de Segovia puede triunfar en otras elecciones; ningún partido republicano de Segovia puede, por sí solo, sacar un diputado. Aprovechad para lo porvenir la experiencia del pasado: el resultado de las elecciones últimas prueba que la mayoría de los votos segovianos son para los republicanos autén-ticos y que si los republicanos hubiesen luchado unidos, la Conjunción republicano-socialista habría sacado tres diputados: el candidato socia-lista, el doctor Tapia y otro diputado. La actitud de dos partidos, el de la derecha liberal republicana y el radical socialista, no lo hizo posible. Eso les debe la República. Si Segovia tiene hoy un diputado agrario, es decir, cacique, es decir, monárquico, de ellos es la culpa. Caiga sobre su conciencia. Ojalá les sirva de lección para otra vez.

En otras provincias de opinión pública más despierta, los partidos republicanos pueden actuar separadamente; en Segovia no. Aquí han de tener presente que su deber primero es desarraigar el viejo caciquis-mo y eso solo unidos podrán hacerlo.

Doy fe».

Valgan estas palabras para comprobar las corrientes que convivían en el periódico que terminó sus días en el otoño del mismo año de pro-clamación de la República. Algunos de los que iniciaron el proyecto de Segovia Republicana iniciaron otra etapa fuera de Segovia. Rubén Landa tuvo un cargo gubernamental y eso le fue alejando de la política provincial con la que, como hemos visto, estuvo comprometido teniendo siempre un horizonte nacional, de Estado, y, no menos, internacional por su formación cosmopolita. Su vida terminó, como es bien sabido, lejos del acueducto como recordaría Machado en carta a María Zambrano

vida». Poco deben comentarse conociendo la posterior trayectoria de Alfredo Marqueríe (1907-1974).

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

en la carta de 1937: aquel monumento que era «el único amigo que nos queda hoy en Segovia»49.

Estos maestros buscaron su rumbo en Barcelona y, en el caso de Co-bos, luego en Madrid, al igual que el propio Cerezo hasta que fue asesi-nado. Cobos estuvo preso y luego «expelido», según su propia expresión. Norberto Hernanz pasó sus propias penalidades en tierras catalanas. La convivencia y colaboración de aquellos intensos años, que coincidie-ron con la presencia Rubén Landa en el Instituto segoviano, se fueron convirtiendo en recuerdo, amargo recuerdo, y aunque la guerra terminó por convertir la separación en definitiva, fue incapaz, afortunadamente, de anular esos recuerdos, de raíces intelectuales pero envueltos en senti-mientos casi indestructibles.

49 Andrés, Soledad de y Mora García, J. L., De ley y de corazón, o. c., p. 286

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

ANEXO DOCUMENTAL

1. Rubén Landa. Tarjeta de visita.

RUBÉN LANDA saluda afectuosamente á su distinguido amigo D. Pablo de A. Cobos, le da muchas gracias por el ejemplar que ha tenido la bondad de enviarle / [vº] de su ultimo libro, el cual ha leído con mucho interés y le felicita por él muy sinceramente.

7 Febr. 1929.CALLE DE S. MILLÁN, 3 SEGOVIA

2. Cuartilla mecanografiada, tinta negra, por ambas caras.

Sr. D. Pablo de A. Cobos [escrito a mano]Querido amigo: le escribo a V. para enterarle de la situación de «Se-

govia Republicana»50. Lo creo un deber dado lo muchísimo que V. hace por el periódico. Lo hago también para pedirle consejo y cualquier otra ayuda que V. pueda proporcionarnos.- Yo creo que el periódico ha sido un éxito: porque está muy bien escrito, porque se ha logrado que sea in-dependiente y porque quizá sea un caso único en Segovia por el número de suscripciones que ha alcanzado en pocos meses. Sin embargo, estas no bastan todavía para cubrir gastos, y agotadas las reservas de capital el periódico está pasando por momentos muy difíciles luchando contra las maniobras de los enemigos y la pasividad de quienes debieran apoyarle. Ya todo el mundo ha hablado de la desaparición del periódico. Pero esto, a mi ver, no podemos consentirlo. Para evitarlo hemos trabajado enor-memente estos días. Y hasta hecho desembolsos importantes. Pero todo lo damos por bien empleado, pues en la política de la provincia no creo que haya ahora ningún asunto de tanta trascendencia como este del periódico,

50 El periódico iba dando cuenta de sus penurias hasta pocos días antes de cerrar y de ello deja constancia esta carta de Landa a un Pablo de Andrés Cobos que estaba ya en Barcelona.

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

ya que de él dependen todos los demás. Los partidos políticos han ayu-dado muy poco y los que deben a «Segovia Republicana» los que menos.

Remedios: 1º- Hacer propaganda para aumentar el número de suscripciones. Para ello hemos pedido la ayuda de los partidos de iz-quierda, llamándoles la atención acerca de lo que supondría para ellos la desaparición del periódico. Y difundiremos esa Circular firmada por los diputados, candidatos y representantes de esos partidos.-2º- Como tememos que ni aún así se logre antes de noviembre llegar al número de suscritores necesario para cubrir gastos, hemos abierto una suscripción entre los más adictos al periódico para que, durante seis meses, aporten mensualmente una cantidad determinada, [pág. 1 vº]/ con objeto de cubrir el déficit de 1.300 pesetas al mes, ahora existente. Y es de esperar que transcurridos los seis meses ya hayan aumentado las suscripciones lo necesario para que desaparezca el déficit. Anoche se inició la suscripción y ya hay una persona que se ha suscrito por cien pesetas (el Sr. Zorrilla), otra por 80, otras por 25.20, etc. Supongo que la cuota mínima será de 5 ó 10 pesetas.

A V. no acudimos para esto, que ya hace bastante por el periódi-co. Lo que sí nos permitimos pedirle, es que contribuya lo que pueda a la propaganda del periódico y nos proporcione las direcciones que se le ocurran para enviar esta circular.

No sabe V. los elogios que oigo hacer de sus artículos. Lo justo sería que fueran pagados como se merecen.

Un saludo muy afectuoso de su amigo, [manuscrito el resto] Rubén Landa

Segovia 5 Oct. 1931

Le agradeceré que entere de esta carta á Hernanz y á Bayón51. Es también para ellos. ¿Cómo no envían algo para el periódico?

51 Se trata de los otros fundadores (con Pablo de Andrés) de Escuelas de España, mencionados en páginas anteriores: Norberto Hernanz y David Bayón. Ambos habían publicado varios artículos en Heraldo Segoviano si bien parece que su vinculación a Segovia Republicana fue menor a pesar de ostentar Hernanz la secretaría del partido republicano en Segovia.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

3. Rubén Landa. Carta. Una cuartilla en papel de luto, escrita a mano por ambas caras

S. Millán, 3 Segovia, 26 Oct. 1931Sr. D. Pablo de A. CobosQuerido amigo: ¡Hombre de mal genio! ¡Si soy yo quien debía

enfadarme con V. porque hace días que quiero escribirle y no he podido hacerlo porque V. no pone su dirección en sus cartas y tengo que echarme por el mundo de Dios á preguntar dónde vive V.! Le quería escribir precisamente para enviarle esa copia de la carta que escribí al Gobernador. Y no me he limitado a eso. Cuando nos vea-mos le contaré á V. No conozco bien lo que ha sucedido; pero es muy probable que al Sr. Gz. Parrado52 le haya costado el gobierno lo que ha hecho con V. /[pág. 1 vº] Ya ve V. que «Segovia Republicana» no le ha olvidado. Y haré con el gobernador nuevo cuando venga lo que yo pueda para que levante la multa.

No tengo tiempo para contestar á su carta anterior, que le agra-decí mucho, y para contestarla de palabra mejor, si es que viene V. pronto por aquí. Conforme con casi todo lo que V. dice. Todos tene-mos buenas y malas cualidades. Y á Marqueríe53 hay que reconocerle que ha trabajado muchísimo. Y que vale mucho. Lo cual no quiere decir que sea perfecto, naturalmente.

Ha faltado un director y es un error pensar que yo pueda serlo

52 Cobos mantuvo una polémica agria con el gobernador a cuenta de un litigio rela-cionado con el agua, su distribución y aprovechamiento eléctrico. Lo ha explicado Fer-nando Hermida con detalle en el estudio biográfico citado (nota 6). Tuvo lugar a lo largo del mes de septiembre de 1931. Todavía el 26 de septiembre Hipólito Gómez Parrado con una breve nota titulada: «Por última vez me ocupo del señor Cobos» vertía veladas amenazas sobre Cobos. Sin embargo, Cobos se defendió y quedó absuelto.

53 Desafortunadamente nos faltan varias cartas de Cobos quien, al aparecer debía dudar de la fidelidad de Alfredo Marqueríe. Ciertamente, su trayectoria política poste-rior parecería avalar esas sospechas de Cobos. Sin embargo, no parecería ser así durante el tiempo que estuvo al frente del periódico aunque fuera como redactor jefe, bajo la dirección de Landa. Francisco Otero ofrece una semblanza de Marqueríe en el «Estudio crítico» que precede a la edición facsímil de manantial, o. c., p. 20.

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

efectivamente nunca.En fin, ya hablaremos.El mes próximo será decisivo para el periódico. No sé lo que pa-

sará. Tengo pocas esperanzas, pero estoy luchando todo lo que puedo.Un saludo muy afectuoso de su amigo

Rubén Landa

4. Recibo de suscripción a ESCUELAS DE ESPAÑA, Revis-ta Pedagógica Mensual54, Águila, 3.- Madrid

[Manuscrito arriba a la derecha: Director Instituto El Escorial]D. Rubén Landa ha satisfecho la cantidad de doce pesetas por la

suscripción a «Escuelas de España» durante un año que finaliza el próximo diciembre.

Madrid, 15 de setiembre de 1935Firmado [Enriqueta] Castellanos

5. Nota manuscrita sin fecha, por encargo de Don Rubén Landa

Don Pablo de CobosCalle del Prado nº 8Remite María Ortiz por encargo de Don Rubén Landa – Cres-

tón 112 México 20 D. F. – (República de Méjico). [sic]

6. Carta manuscrita por la esposa de Rubén Landa, tinta azul, en una holandesa doblada, estando escritas las cuatro paginillas. Fechada en Set. 10- 1965.

54 La revista había iniciado en enero de 1934 una segunda época que llegaría hasta julio de 1936.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

Crestón 112Jardines del PedregalMéxico 20 D.F. Sr. D. Pablo de A. CobosQuerido amigo: Muchísimo le agradezco su libro sobre D. An-

tonio55. En seguida me puse a leerlo y leí todo lo referente a Segovia, que tantos recuerdos buenos tiene para mí. Por estar ahora ocupa-dísimo con lo de D. Francisco56, no he podido seguir la lectura de su libro y tengo ahora que ser muy breve en esta carta. Tengo mi correspondencia muy atrasada. Mi buen amigo Ángel / [pág. 2] Revilla57, después de muchos años de incomunicación, me dio la alegría de escribirme en Enero, hablándome mucho de Segovia, y no le contesté hasta ayer. Repito aquí un encargo que le daba a Revilla para Quintanilla58. Es lo siguiente: adosado a una fachada lateral de la Catedral de Morelia he visto un bajo relieve moderno sin nom-bre de autor, que me recuerda mucho esculturas del pobre Barral, por ejemplo, a la que hay en el cementerio de Segovia. ¿Saben Vs. si ese bajo relieve es efectivamente de Barral? Asistí al entierro / [pág. 3] de Barral59, aunque en aquellos momentos no tenía un momento

55 Es difícil saber a qué libro se refiere porque el dedicado a Machado y Segovia: Antonio Machado en Segovia. Vida y obra, fue publicado (tras la muerte de su autor) por Ínsula en 1973, como ya indicamos Si embargo, el publicado en 1964 por Ínsula: Humor y pensamiento de Antonio Machado en la metafísica poética (este libro tendría una segunda edición en 1972), confiesa haberlo recibido con posterioridad salvo que el orden real de las cartas fuera otro, difícil de fijar con exactitud al no estar fechadas. Pablo de Andrés Cobos publicó en Estudios Segovianos un artículo titulado «Antonio Machado y Mariano Quintanilla», t. XXII, 1970, tras el fallecimiento de su amigo Quintanilla, pero es también de fecha posterior a la carta.

56 Sobre don Francisco Giner. Con una carta inédita, México, Cuaderno America-nos, 1966. En la biblioteca de Pablo de Andrés se conserva un ejemplar de este libro con la firma de Rubén Landa.

57 Ya hemos indicado que se trata del catedrático de Literatura, compañero, pues, del Instituto en Segovia.

58 Se refiere a Mariano Quintanilla, uno de esos hombres «esenciales» como les deno-minaba Cobos. Entre ellos incluía a Manuel Bartolomé Cossío. Fundador de la Universi-dad Popular Segoviana, fue profesor en Instituto de Segovia, sacó la cátedra de Filosofía en 1928, desempeñándola en varios Institutos. V. notas 19 y 23.

59 V. Pérez Segura, J., «Proyección europea de Segovia. La presencia de sus artistas

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

libre, pero para eso me dieron un permiso muy excepcional! Otro encargo para Quintanilla: que escriba, que escriba, que escriba; sus recuerdos de D. Antonio o lo que él quiera.

Me ha parecido muy bien el número de «Ínsula» dedicado a D. Francisco60. Creo que José Luis Cano61 era muy buen amigo de Emilio Prados. Si le interesa le mandaría un artículo que escribí hace tiempo sobre Prados como maestro, aspecto poco conocido de él. Emilio Prados era para mí como un hermano.

Le agradezco a V. mucho / [pág. 4] su ofrecimiento referente al Boletín de la Institución. Me será utilísimo. He conseguido que me envíen el sumario de los números que faltan en Washington. Tengo en Madrid persona que me copiará los artículos interesantes para mi objeto, pero hay algo que V. podría decirme mejor que ella, y es decirme los textos que son de interés para lo que yo preparo. Sobre esto escribiré otro día, cuando disponga de más tiempo.

Un saludo muy cordial de su amigo[Desde la firma hasta el final, de letra del propio Rubén Lan-

da]: Rubén Landa. Le diré por qué dicto las cartas a mi mujer. Sobre todo porque a mi edad escribo muy despacio, y con peor letra que antes. Por la mañana temprano algo mejor. Como muestra le mando esta posdata. La escribo a las 4 ½ de la mañana. Me gusta despertarme temprano. Es la hora en que trabajo me- / [continúa en el espacio en blanco que quedó en la primera página]: mejor, después de dormir bien. Mi salud excelente.- Me alegra que escriba V. sus recuerdos de Cossío. No recuerdo si le he dicho que por aho-

en la Exposición Internacional de París de 1937» en Mora García, J. L., y Moreno Yuste, j. m., Educación y cultura…o. c., pp. 117-125. Formaba parte de este grupo en Segovia y es autor de importantes obras escultóricas. Heraldo Segoviano dio cuenta del encargo del monumento a Barral (1896-1936) del monumento a Pablo Iglesias. Moriría en noviembre de 1936.

60 Se trata del número de marzo de ese mismo años. Aunque no es un número mono-gráfico sí está dedicado en buena parte al fundador de la ILE. En general la revista Ínsula dedicó gran espacio a la tradición institucionista.

61 Mora García, J.L., «El significado de Ínsula en la cultura y la filosofía españolas de la segunda mitad del siglo XX (1946-2000). Un puente con el exilio. www.cervan-tesvirtual.com

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

ra se pondrá a la venta mi libro D. Vasco de Quiroga (Editorial Grijalbo, Barcelona)62.

7. Carta manuscrita por la esposa de Rubén Landa, tinta azul, en una holandesa doblada, estando escritas las cuatro paginillas. Sin fecha, suponemos que corresponde al año 1965.

Crestón 112Jardines del PedregalMéxico 20 D.F.MéxicoSr. D. Pablo de A. CobosQuerido amigo. No sabe cuánto le agradezco su carta y cuánto

me he alegrado saber de V. La he leído con emoción. Precisamente en esta última temporada me he preguntado qué sería de V. Aunque por mi parte no tenga mérito alguno, casualmente me di cuenta de que en las obras completas de mi mejor maestro no se habían publicado todos sus escritos, y pronto tuve la suerte de poder / [pág. 2] pasar mes y medio en Washington, porque sabía que allí, en la biblioteca del Con-greso, tenían la colección casi completa del «Boletín»63. En ella tuve la suerte de encontrar materiales para tres libros, dos con escritos del Maestro64, que ya han terminado de imprimirlos, uno en España y

62 Landa, Rubén, Vasco de Quiroga, México-Barcelona, Biografías Gandesa (Bar-celona, Grijalbo), 1965. El libro está dedicado «A México». El libro se conserva en la biblioteca de Pablo de Andrés Cobos. Presumiblemente comprado en España. Como dice en la Advertencia: «Don Vasco de Quiroga es una gran personalidad, sobre todo desde el punto de vista ético; pero, fuera de México, apenas conocida, no ya del gran público, incluso muchos intelectuales saben poco de él. Su contemporáneo fray Bartolomé de las Casas es universalmente conocido y se le ha levantado una estatua en una ciudad cosmo-polita como es la de México, todo ello muy merecido. No sucede así con Don Vasco de Quiroga, defensor también de los indios y de no menos valer, acaso más; superior desde luego en ciertas cualidades.» p. 9. Sobre estas ideas insiste en la carta siguiente.

63 Se refiere al BILE: Boletín de la Institución Libre de Enseñanza.64 Debe tratarse del ya citado que se publicaría en 1966; y de Francisco Giner de los

Ríos (1839-1915), México, Cuadernos Americanos, 1965. Reimpresión del autor del contenido de la edición española de «Forjadores del mundo moderno» por Lou Unterma-

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

el otro aquí. El tercer libro estoy terminando de prepararlo. Es muy probable que lo publique la Universidad de aquí. Lo forman artículos y otros escritos sobre el maestro muy poco conocidos porque casi nin-guno se había publicado hasta ahora en libro65. Entre ellos quiero in-cluir un / [pág. 3] artículo de V., y ahora le pido autorización para hacerlo. Así que los dos nos hemos recordado mutuamente al mismo tiempo.- Mucho le agradezco el envío de su libro. ¡Ya lo creo que me gustará leerlo! Le agradeceré a V. diga de mi parte a nuestro buen amigo Quintanilla que debe escribir sus recuerdos de D. Antonio, que estoy seguro que para él son tan entrañables como para mí. Dígale que me he alegrado mucho saber de él por la carta de V. y por otra de Revilla.- Yo, que nunca había pensado escribir un libro, he escrito uno sobre D. Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán. Es de vulgarización, /[pág. 4] que es lo que hago en mis clases. Están terminando de imprimirlo en España y el editor (Grijalbo) me dice que se pondrá a la venta en Junio. He escrito este libro pensando sobre todo en el buen nombre de España, con la que han sido tan injustos los historiadores extranjeros. Para mí D. Vasco es una de las glorias más puras de España, y, fuera de México, menos conocido de lo que merece.- No deje V. de escribir sus recuerdos de mi otro gran maes-tro, que fue como un padre para mí. Hágalo también por España.- No tengo hoy tiempo para más. ¡Aunque tendría mucho que decir y preguntar!- Un cordial abrazo de su viejo amigo

Rubén Landa [la firma es del propio Landa]Mi mujer, a quien dicto esta carta, le envía sus saludos. Se

acuerda de V. y de sus hijos.[En la primera página, arriba, de letra del propio Landa: Ad-

miro el temple de su espíritu. Y en el margen derecho: Le dieron mi dirección con dos pequeñas equivocaciones. Corrijo: CRESTON 112 México 20 D.F. Ha marcado con rojo la O de Crestón y la F.]

yer, Barcelona, Grijalbo, 1957. Con anterioridad había publicado Don Francisco Giner como educador, México, Cuadernos Americanos, 1963. Ambos pueden consultarse en la Biblioteca de la Universidad de Alcalá de Henares.

65 Nota preliminar a Francisco Giner de Los Ríos: Ensayos y cartas, México, FCE, 1965.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

8. Carta manuscrita por la esposa de Rubén Landa, tinta azul, en una holandesa, están escritas dos paginillas, s/f, suponemos que corres-ponde al año 1965.

Crestón 112.México 20 D. F.MéxicoSr. D. Pablo CobosQuerido amigo: Le escribo muy deprisa. No sé si ya le dije

que estoy preocupado temiendo que me falte tiempo para terminar lo que estoy preparando sobre el Sr. Cossío.– Al fin tengo en mis manos su libro «Humor y Pensamiento de Antonio Machado»66. Inesperadamente ha aparecido entre otros papeles. El paquete estaba sin abrir. Ahora lo he ojeado y he leído un poco. Me ha emociona-do: Machado, su casa, Segovia, sus amigos: Quintanilla, Otero67, Barral…– Adjunto un artículo sobre el libro de V. publicado en el suplemento literario del periódico «Excelsior» de aquí.– Mucho le agradezco [a] V. el interés que pone en mis cosas. No recibí ese proyecto de contrato. Deseo que esto no le ocasione pérdida / [pág. 2] de su tiempo. – Creo que nunca le he dicho la relación de mi mu-jer (a quien dicto esta carta) con el Sr. Cossío. La Sra. de Cossío era hermana de la madre de mi mujer. Estaban muy unidas y los veranos vivían juntas las dos familias (y D. Francisco Giner) en una casa de Campo de Galicia68.

Perdone que no le dedique más tiempo. Le reitero mi agradeci-miento y le envío un saludo muy cordial. Su viejo amigo

66 V. nota 51.67 Se trata de Julián María Otero (1887-1930), impulsor y director de manantial.

Heraldo Segoviano le dedicó un número (2/3/1930). En el escribieron los compañeros de tertulia. En 1915 había escrito un texto deslumbrante: Itinerario sentimental de la ciudad de Segovia o sea un paseo por sus calles en una noche de luna, Segovia, por An-tonio Martín, 1915. Ed. facsímil, Segovia, Caja de Ahorros, 2002. V. Otero, Francisco, «Estudio crítico» a manantial, o .c., p. 29.

68 Algunas de las cartas enviadas a Unamuno están fechadas en esta casa de Betanzos (6 de septiembre de 1921); o San Fiz. Guisamo, La Coruña (26 de septiembre, 1932 y otra del mismo mes, en 1935).

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

R. Landa [la firma manuscrita por el propio Landa]¿Qué ha sido de Herranz [sic.69]? ¿Y de Revilla?

9. Carta de PAC a Rubén Landa. Fechada en Madrid, 2 octubre 970. Se trata de una holandesa, copia mecanografiada, sin firma, tinta negra.

Calle del Prado, 8Don Rubén LandaMéjico [sic]Mi buen amigo: Carta interesada esta vez.Ayer tuve una larga conversación con José Esteban Gonzalo,

asesor responsable de la Editorial HELIOS, que inicia una colec-ción con el título de HECHOS Y PALABRAS. Están vivamente interesados por publicaciones que traigan a la actualidad la vida española de anteguerra.

Este amigo mío de ÍNSULA estuvo viendo el Boletín de la Ins-titución, las Memorias de Misiones [Pedagógicas], nuestra Revista [Escuelas de España]… y GINER VISTO…70 Me hizo el encargo concreto de que le pida a usted autorización para editar aquí este volumen, con reserva a favor de usted de los derechos de autor, el 10 por 100. La edición sería de dos a tres mil ejemplares.

También querríamos que nos dijera usted si nos autorizaría, al Sr. Esteban y a mí, para incorporar algunos artículos no recogidos y que figuran en el Boletín.

Creo que hoy ya, precisamente hoy, no nos po[n]dría dificultades la Censura de Prensa, que ahora se llama consulta bibliográfica.

Yo estoy animando cuanto puedo a estos valientes en este buen deseo de mostrar a las gentes de ahora, las juventudes, lo que antes del 36 había.

69 Sin duda se refiere a Norberto Hernanz.70 Giner visto por Galdós, Unamuno, A. Machado, J. Ramón Jiménez, Alfonso

Reyes. Selección y notas de Rubén Landa, México, Colegio español de México, 1969. Para un estudio detallado, obra por obra de Rubén Landa, V. Rangel Mayoral, M., o. c., pp. 175-297.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

Y nada más que estas líneas de «negocios». Un abrazo[Al tratarse de una copia, falta la firma]Madrid, 2 octubre [1]970

10. Carta de Rubén Landa. Se trata de una holandesa, manuscrita por la esposa de Rubén Landa, doblada por la mitad. Aparecen escritas sola-mente dos paginillas. Carece de fecha, pero la suponemos escrita en 1970.

Crestón 112México 20 D. F. Querido amigo Cobos: Después de escribirle mi carta anterior

recibí su libro71. No sabe cuánto se lo agradezco. Me puse en seguida a leerlo, empezando por el capítulo sobre el Sr. Cossío. Mucho me ha gustado y creo que es de lo mejor que se ha escrito sobre él. Volveré a leerlo muy pronto. A mi mujer (a quien dicto esta carta) también le ha gustado mucho y su juicio en este caso es de peso, pues desde muy niña le tuvo siempre gran cariño. Mi madre política era hermana de la Sra. de Cossío. Lo más importante es que desde muy niña con-vivió largas temporadas con el Sr. Cossío y varias veces cuidó de su tía temporadas en que esta estuvo enferma.─ Doy mucha importancia / [pág. 2] también al artículo sobre Ortega. Asunto muy difícil a mi parecer. V. le trata con mucho respeto, pero además señala sus defectos, cosa que hasta donde llegan mis limitados conocimientos, nadie lo había dicho hasta ahora. Estoy conforme con V. en que era un retórico, de muchísimo talento, por supuesto. Y no sentía la democracia. En política se equivocaba. Escribió su «Delenda es Mo-narquía» cuando casi todo el mundo estaba ya al cabo de la calle. Y me consta que el año 36, en tertulia de amigos, dijo que él esperaría en Madrid la entrada de Franco. Un buen amigo le aconsejó que se marchase si no quería que por lo menos lo detuviesen.– El Sr. Cossío

71 Se trata, sin duda, de Juicios y Figuras, Madrid, ancos, 1970. Dedica a Cossío uno de los tres capítulos de los «Hombres esenciales». Los otros dos son el maestro Ángel Llorca (Director del Grupo escolar Cervantes de Madrid) y el Doctor Teófilo Hernando (Catedrático de Farmacología en la Universidad Central de Madrid).

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

era un aristócrata, en el buen sentido de la palabra, partidario de la democracia. Ortega [desde aquí, la última línea y la siguiente en el margen izquierdo, manuscritas por el propio R. Landa] ni lo uno ni lo otro– Hoy no puedo seguir. Quiero escribirle pronto otra vez. Un abrazo de su a[migo] R. Landa

11. Carta de Rubén Landa. Se trata de una holandesa manuscrita por su esposa, tinta azul, doblada por la mitad; solamente ocupa la pri-mera paginilla y dos líneas de la segunda. Lleva fecha del 8- 10 -70. Se conserva el sobre de CORREO AÉREO.

Crestón 112México 20 D. F. Querido amigo Cobos: Ayer día 7 recibí su carta del día 2 y an-

tes de ayer día 6 recibí la del 30 de Septiembre. Mucho, muchísimo le agradezco las dos y su interés por mis cosas. Contesto primero a la última, para no hacer esperar a terceras personas. La contestación a la primera requiere más tiempo de lo que dispongo hoy.

Acepto el ofrecimiento de su amigo de publicar ahí otra edición del libro «Giner visto por…». No tengo hoy tiempo para más. Pronto le escribiré más extensamente.

/ [pág. 2] Le repito las gracias.Un fuerte abrazo de su amigoR. Landa [La firma es autógrafa del propio Landa, tinta negra]

12. Carta de Rubén Landa. Se trata de una holandesa manuscrita por su esposa, tinta azul, doblada por la mitad. El texto ocupa tres pagi-nillas y media. Lleva fecha del 19/10/70.

Crestón 112México 20 D. F. 19 – 10 – 70Querido amigo Cobos: Tengo que escribir a V. más deprisa de lo

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

que yo quisiera por estar muy ocupado con un trabajo que creo le va a interesar a V.: publicar más escritos de mis maestros y sobre ellos.

– No puede V. hablar de frustración tratándose de V.; todo lo contrario: es un triunfo doloroso, pero magnífico, que V. se haya mantenido firme frente a tanta adversidad. - Ya en otra carta le hablé a V. del querido Quintanilla. Era sencillamente admirable. El mejor discípulo de D. Antonio Machado, espíritu muy fino, sin vanidad ni ambición alguna. Era sobre todo bueno y su inteligente ironía no he-ría a nadie. Me gustaría leer lo que escriban sobre él.– Sí, recordamos muy bien a Norberto Hernanz. Le estimaba mucho; milagrosamente tengo aquí su libro72.v El caso de V. es tan intere- / [pág. 2]sante, que debía V. escribirlo. – No sabe cuánto le agradezco y cuánto me estimula lo que V. me dice acerca de lo que he publicado. Como ya le he dicho continúo ocupado en publicar escritos de mis maestros o sobre ellos. Creo que le interesará a V. mucho. No creo que yo sea el más competente para hacerlo, pero veo que si yo no lo hago, no se hace. Es una gran responsabilidad para mí.– No he recibido su libro «Hu-morismo de Antonio Machado en sus Apócrifos»73.– Gracias por los datos que V. ha hecho el favor de mandarme y que faltan en mi libro. Sí, había pensado que este fuese más extenso; pero por varias razones he tenido que reducirlo, entre otras por razones económicas. Para mí, que tengo muy poco dinero, ha significado gastos considerables, pero los hago con gusto. También encuentro dificultades para su venta.

/ [pág. 3] Para V. y para su amigo D. José Esteban Gonzalo

72 Norberto Hernanz dejó escritos varios artículos en Heraldo Segoviano y después en Escuelas de España. Escribió un diario bajo el título Memorias distribuido en tres partes: la primera de carácter biográfico, muy interesante porque da cuenta de sus vi-vencias junto a personajes relevantes de todos estos años, antes y después de la guerra; la segunda está formada por fragmentos, «Comentarios a lecturas» de filósofos y escritores que muestran lo que leían estos maestros «de escuela» y que nos hace sentir envidia; y la tercera, que se titula «Mi filosofía», es un esbozo de sus propias ideas sobre los principales temas de la historia de la filosofía. En total 381 páginas. Este texto permanece inédito y es casi imposible que Landa pueda referirse a él. Debe hacerlo al que apareció reseñado en Escuelas de España, 20, agosto 1935 por David Bayón: Hernanz, N., Los clásicos en la Escuela con Dibujos de Viusá, alumno de Baixeras. Madrid, Escuelas de España, 1935.

73 Madrid, Ancos, 1970.

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

(a quien estoy muy agradecido): les llamo la atención sobre algo que dice Bernaldo de Quirós74 en la página 85 del libro «Giner visto por…», párrafo primero y nota nº 2. Yo preferiría no suprimir esos dos pasajes, pero si fuese necesario hacerlo querría pedir antes per-miso a los hijos de Bernaldo de Quirós, que viven aquí.– He pedido autorización para reproducir muchos de los artículos, pero no todos. Para evitar reclamaciones puse la nota en la página V. Aunque el libro lleva sólo mis iniciales, si Vs. quieren hacer alguna adición les agradecería que me lo dijesen.

Y nada más por hoy, por falta de tiempo; otro día le hablaré de que hace unos años escribí «Mis recuerdos de D. Antonio Machado»75.

/ [pág. 3] Tengo casi terminados mis recuerdos de D. Miguel de Unamuno y empezados mis recuerdos del Sr. Cossío76.

De mi esposa (a quien dicto esta carta) y míos saludos muy cor-diales. Su viejo amigo

[la firma, en tinta negra, del propio R. L.] R. LandaHe dado a leer su libro a varias personas.

13. Carta de Rubén Landa, manuscrita por su esposa, tinta negra. Se trata de media holandesa, escrita solamente por una cara. Lleva fecha de 17/XII/70.

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74 Constancio Bernaldo de Quirós, Profesor del Instituto de Estudios Penales y de Escuela Social de Madrid. Publicó en Escuelas de España un artículo titulado «Manuel Bartolomé Cossío y la escuela de criminología», III año, junio 1936, pp. 242-245. El libro al que se refiere Landa incluye: «Recuerdos y enseñanzas de don Francisco Giner. El descubrimiento de la sierra de Guadarrama» y «A Don Francisco Giner».

75 Por esta carta sabemos que el artículo publicado después de morir Landa (1978), «Mis recuerdos de Antonio Machado» (V. nota 7) en realidad llevaba escrito más de diez años.

76 No parece que llegara a publicar el libro sobre Unamuno. Sí lo hizo sobre Cossío: Manuel B. Cossío. Cartas inéditas, necrológicas y otros escritos. Selección y notas de Ru-bén Landa, México, Instituto Luis Vives/Colegio Español de México, 1973. Se conserva en la Biblioteca de la Universidad de La Laguna.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

México 20 D. F. MéxicoSr. D. Pablo CobosQuerido amigo: recibo hoy su carta del día 14 y me apresuro a

contestarle para decirle que no he recibido el contrato. Acaso distraí-damente lo mandasen por correo ordinario. Bueno sería que además de enviarlo por correo aéreo lo mandasen con sello de entrega inme-diata y certificado.

Estos días estaba pensando escribir a V. para otro asunto. Es-pero hacerlo pronto.

Si conviene que mande más ejemplares del libro «Giner visto por…» lo haría, por supuesto, sin cobrar nada.

Gracias por todas las molestias que se toma en beneficio mío.Un afectuoso saludo de su amigo[Firma manuscrita por el propio Landa, tinta negra:] R. Landa

14. Carta de Rubén Landa, manuscrita por su esposa, tinta negra. Al comienzo, en tinta azul, la dirección habitual y la fecha, 12/I/71. Se trata de una cuartilla del mismo papel ligero, el exigido en aquellos años para el correo aéreo, que las holandesas habituales.

Crestón 112México 20 D. E. 12 – I – 71Querido amigo Cobos: Contra mi costumbre contesto su carta casi

a vuelta de correo. Mucho se la agradezco y todo el interés que pone en mis cosas.– Ayer mismo le envié por correo un paquete con tres ejem-plares del libro. Pronto le mandaré más libros. Lo hago conforme a las normas que me han dado personas que parecen bien informadas. Lo económico es lo de menos. Cuando V. lo crea conveniente, regale el libro. Pienso mandar seis libros en total, a no ser que V. me pida más. – Del que V. llama «Asunto nuevo», le hablaré otro día.– Me habla V. de García Salinero77. Con la edad voy perdiendo la memo-

77 Pudiera referirse a Fernando García Salinero, autor de importantes ediciones de

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

ria; pero quiero recordar que fue alumno mío en Segovia y que yo le estimaba mucho. Cuénteme V. algo de él y dígame su dirección. Me gustaría escribirle y mandarle algún libro.–Gracias otra / [pág. 2] vez y un afectuoso saludo de su viejo amigo [la firma, tinta negra, manuscrita por el propio R. L.:] R. Landa.

15. Carta de Rubén Landa, manuscrita por su esposa, tinta negra. Se trata de una holandesa doblada, estando escritas solamente dos de las cuatro paginillas. Lleva fecha 27/2/71.

Crestón 112 27- 2 - 71Jardines del PedregalMéxico 20 D. F. Sr. D. Pablo A. CobosQuerido amigo: Acabo de recibir su libro «Humorismo de Anto-

nio Machado en sus Apócrifos»78. Muy de veras se lo agradezco. Me interesa mucho por el autor y por el asunto. Hoy no tengo tiempo más que de acusarle recibo, porque estoy muy ocupado con un trabajo urgente. Sin embargo, mi impaciencia me ha llevado a leer las pri-meras páginas. En ellas se refiere V. a que alguien ha hablado del «Escándalo del examen de metafísica». Me parece mal que se emplee esta expresión tratándose de dos perso- / [pág. 2] nas tan respetables como Don Antonio Machado y Ortega y Gasset79. Da la casualidad

la edición de El Quijote de Alonso Fernández de Avellaneda (la primera de 1971); de El viaje a Turquía; y de trabajos sobre léxico de los siglos XVI y XVII. Publicó en el diario El País (18/11/1976) un artículo sobre «El futuro del castellano en Estados Unidos.

78 Se trata de la primera edición: Madrid, Ínsula, 1970.79 Se matiza aquí el juicio sobre Ortega que pudimos leer en la carta n. 10. Los jui-

cios sobre Ortega que emiten tanto Cobos como Landa son proporcionales al respeto que le tenían y a lo que esperaban de él. Seguramente, también a la decepción que sintieron con decisiones del propio Ortega y Gasset en momentos cruciales. Norberto Hernanz sin-tonizó más con el filósofo madrileño. Así lo prueba el epistolario con Cobos ya publicado (V. nota 6). En su diario, con motivo del fallecimiento del filósofo, dejó escrito lo siguien-te: «El maestro de mi generación, uno de los que mayor influjo ha ejercido en la España contemporánea. Su excelso magisterio vino ejerciéndose desde la plazuela del periódico hasta la cátedra de la universidad, pasando por la revista, el libro y la sala de conferencias.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

que de ese examen estoy muy enterado, porque lo presencié, pues yo también me examiné de Metafísica entonces, en ese día. Lo cuento en un escrito mío inédito titulado: «Mis recuerdos de Don Antonio Machado»80. Yo estaba presente porque me examiné a continuación de Don Antonio.

Espero que pronto, en cuanto se publique, le enviaré a V. lo que estoy preparando ahora.

Un abrazo de su agradecido amigo [la firma, manuscrita en tinta negra, por el propio Landa:] R. Landa.

16. Carta de Rubén Landa, muy bien mecanografiada a doble espa-cio, posiblemente por una secretaria, tinta negra. Se trata de una holan-desa, escrita solamente una página. Está fechada el 3 de noviembre 1971.

Crestón 112 3 de nov. 1971México, 20 D. F.Sr. D. Pablo de A. CobosQuerido amigo: Muchas, muchas gracias por su libro «El Pen-

samiento de Antonio Machado en Juan de Mairena»81. Llegó hace dos o tres días, y como estaba impaciente por conocerlo, el mismo día que llegó leí dos o tres capítulos del comienzo y otro tanto del final. Un bien, por lo menos, que le debo a usted. Las poesías de Machado las he leído y releído, y sigo leyéndolas; pero de lo que escribió en prosa he leído poco, y ahora, con lo que usted dice quiero leerlo todo. Usted dice, de dos filósofos eminentes, que leyeron poco la prosa de

Y si su palabra fue maravillosa, su prosa escrita fue magistral, tanto en la forma como en el contenido: claridad, armonía , elegancia. ¡Cuántos goces le debemos los que tuvimos la dicha de escucharle o de leerle!» Seguramente este juicio es menos incompatible de lo que pudiera parecer con el anterior de Landa en o los que ya conocemos de Cobos. Son planos de aproximación a Ortega sobre el que tuvieron ambos sentimientos que se refieren a la persona y a la obra. Y sobre una base: lo conocían y lo leían. Tenían derecho no solo a mostrar admiración sino también a decepcionarse cuando los acontecimientos se precipitaron.

80 V. nota 69.81 Madrid, Ínsula, 1971.

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

Machado. A mí, que soy un «mínimo» profesor de Filosofía Ele-mental, me pasa lo mismo.

Porque estoy impaciente por terminar lo que tengo entre manos y porque ando mal de memoria, creo que no le he acusado a usted recibo de su carta del 14 de septiembre. También se la he agradecido mucho. Me alegró saber de Hernanz, siempre lo he estimado muy de veras. Si tiene usted ocasión, dele usted recuerdos míos. Por casua-lidad, tengo su libro sobre literatura española82. Supongo que estará contento por tener un hijo catedrático.

Ahora estamos pasando una mala temporada, porque mi mujer, a causa de una caída, lleva ya tres meses en un sanatorio. Ya está mejor, y espero que dentro de pocos días la tendré en casa.

Con el afecto de siempre le saluda su viejo amigoR. Landa [la firma manuscrita por el propio autor, tinta negra]¿Piensa usted publicar algo más? Muy interesante sería que es-

cribiese usted sus memorias. Recuerdo siempre con profundo dolor a tantos buenos maestros de la provincia de Segovia que fusilaron al comienzo de la guerra en España.

17. Carta de Rubén Landa, manuscrita por su esposa. Se trata de una holandesa, doblada por la mitad, en la que se utilizan las páginas 1, 3 y 4. Está fechada, al final, por el autor, en febrero de 1972.

Crestón 112México 20 D. F. Sr. D. Pablo CobosQuerido amigo: Gracias por su carta que fue recibida, aun antes

de abrirla, con el agrado de siempre.– Veo por su carta que se ha per-dido una mía en la que acusaba recibo de su último libro sobre Ma-chado83, y que como se trataba de algo muy interesante para mí, leí el mismo día que llegó dos capítulos del principio, dos del final y otro

82 Ya lo mencionaba en la carta 12.83 Debe ser Sobre la muerte en Antonio Machado, Madrid, Ínsula, 1972.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

tanto de la parte central.– Aunque V. no me pide tanto, le envío en paquete aparte todo lo que escribí hace ya tiempo sobre Machado. Es mucho menos de lo que él se merece. Le agradeceré que me lo devuelva certificado cuando V. no lo necesite. No corre prisa. Ese retrato de / [pág. 3. La página 2 está en blanco] Don Antonio es bueno. Se lo hizo el pintor Don Cristóbal Ruiz que fue para esto a Segovia. Aho-ra está en el Ateneo Español de México. Si V. desea una fotografía de esta pintura supongo que podría adquirirla dirigiéndose al secretario del Ateneo, Don José Luis de la Loma, secretario del Ateneo Español de México, Avenida Morelos 26, México D. F.

Yo dicto, no escribo esta carta, porque a causa de la edad me tiembla el pulso. Le dicto a mi mujer, aunque no está muy bien de la vista. Los dos pasamos más de los 80.

/ [pág. 4] Supongo que mis recuerdos de Machado no se podrán publicar en España.

Repito que debía V. escribir sus memorias. ¡Cuántos maestros buenos de Segovia fueron muertos a principios de la guerra!

Muy importante para mí: ¿Le sería a V. fácil encontrar en los periódicos de Segovia un manifiesto que del partido republicano de la Capital mandó a los pueblos, creo que al proclamarse la República?84 Lo escribí yo.

¿Tiene V. la dirección de Salinero?Afectuosos saludos de mi mujer y míosSu viejo amigo [Firmada y fechada por el propio Landa, tinta

negra:] R. Landa Febrero 1972.

18. Carta de Rubén Landa, manuscrita por su esposa, tinta azul. El texto ocupa las paginillas 1 y 3, quedando en blanco la 2 y la 4. Está fechada el 8 Junio 72.

Crestón 112 8 Junio 72

84 Creemos que se refiere al que publicamos en la introducción a estas cartas, inclui-do en Segovia Republicana, 21/6/1931, una semana antes de las elecciones que dieron el triunfo a la coalición republicano socialista.

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José Luis Mora García, Gemma Gordo Piñar y Soledad de Andrés

México 20 D. F.MéxicoSr. D. Pablo de A. CobosQuerido amigo: Hace días recibí su libro «Humor y pensamiento

de A. Machado en sus apócrifos»(2ª edición). Muy de veras se lo agradezco; ya el mismo día que llegó leí algo de él. Ya siendo yo muy joven leí y releí las poesías de A. Machado y sigo haciéndolo; pero de su prosa he leído poco. Gracias a V. pienso leerla toda. Supongo que a muchas personas le pasará lo mismo. Ya eso sólo, aparte de otros méritos, da valor grande a la obra de V.

No le estrañe [sic] que le escriba poco, es que realmente no puedo / [pág. 3, estando la pág. 2 en blanco] hacerlo.

Tengo de A. Machado el libro titulado «Abel Martín. Cancionero de Juan de Mairena» (Editorial Losada). Si V. lo sabe, y si no es demasiada molestia, le agradecería me dijese si los dos primeros capítulos en prosa de este libro se publicaron antes de morir D. An-tonio. No me corre prisa, así que puede V. decírmelo cuando me escriba V. para otra cosa.

Un saludo muy cordial de su agradecido amigo[la firma del autor manuscrita, tinta negra:] Rubén LandaInsisto: debe V. escribir los recuerdos de su vida.

19. Tarjeta, sin fecha, manuscrita por el propio Landa. Dos líneas, tinta negra. Las dos últimas, tinta azul.

Muy sentido pésame R. LandaDos días después que la esquela recibí el libro con autógrafo de

mi buenísimo amigo.

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Correspondencia: Rubén Landa Vaz y Pablo de Andrés Cobos (1929-1973)

20. Carta de pésame de Rubén Landa a Enriqueta Castellanos, Vda. de A. Cobos, fechada el 7 Agosto 1973. Se trata de media holandesa, manuscrita por ambas caras por la esposa de Rubén Landa, tinta negra.

México 7 Agosto 1973Sra. Dª Enriqueta CastellanosVda. de A. CobosMuy señora mía y distinguida amiga: Recibí antes de ayer la

atenta tarjeta de V. con el libro titulado «Antonio Machado en Sego-via»85 de su inolvidable esposo. Mucho, mucho se lo agradezco. Me interesaba tanto que empecé a leerlo en cuanto lo tuve en mis manos; lo he leído de un tirón, por ser de quien es y porque tengo muchos buenos recuerdos de Segovia. Mi excelente amigo tuvo / [pág. 2] la bondad de citarme en su libro varias veces.

En el ejemplar que V. tuvo la bondad de mandarme faltan va-rias páginas, desde la 17 a la 32, ambas inclusive. No se moleste V. en enviarme otro ejemplar, porque ya le he encargado uno a un amigo mío librero de Madrid.

Le reitera las gracias y con afectuosos saludos para V. y los su-yos, téngame por s.s.

[Rubén Landa añade a mano, tinta azul:] y amigo Rubén Landa.

Rubén Landa cita en su carta del 3-11-1971 una carta de PAC del 14 septiembre 1971.

La mayoría de las cartas de Rubén Landa llevan el signo que utilizaba Cobos para indicar que habían sido contestadas.

85 Se trata efectivamente del libro póstumo: Antonio Machado en Segovia. Vida y Obra, Madrid, Ínsula, 1973, ya citado varias veces y que ha sido un testimonio impres-cindible para el conocimiento de esta época en que coincidieron tantos y tan buenos in-telectuales en la ciudad de Segovia. La proximidad a Madrid lo favoreció. Ellos hicieron lo demás. Pablo de Andrés Cobos falleció en los primeros días de enero de 1973. Rubén Landa cinco años más tarde.