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ESTRATEGIAS DEL ACTIVISMO EN FACEBOOK Freddy Quezada I. EL DIAGRAMA CLÁSICO Recibí gentilmente la invitación a este Foro por parte de la Red de Jóvenes Comunicadores. Les agradecí el gesto y empeñé mi palabra en asistir, bajo la condición que no podía presentar algo definitivo. Les dije, a los dos muchachos que se presentaron a mi despacho, para oír un adelanto de lo que hoy me atreveré a decir aquí, con carácter provisional y, quizás sin ser esa mi intención, provocador, que no podría entregar a la audiencia algo acabado y destinado a algún medio público.

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ESTRATEGIAS DEL ACTIVISMO EN FACEBOOK

Freddy Quezada

I. EL DIAGRAMA CLSICO

Recib gentilmente la invitacin a este Foro por parte de la Red de Jvenes Comunicadores. Les agradec el gesto y empe mi palabra en asistir, bajo la condicin que no poda presentar algo definitivo. Les dije, a los dos muchachos que se presentaron a mi despacho, para or un adelanto de lo que hoy me atrever a decir aqu, con carcter provisional y, quizs sin ser esa mi intencin, provocador, que no podra entregar a la audiencia algo acabado y destinado a algn medio pblico.

A veces creo que me dejo llevar por una suerte de alucinacin y que muchas cosas que pienso, pueden ser extravos y verdaderos desatinos que, al ms educado de los auditorios, no los movera a rer a carcajada batiente, y sera de recibo agradecerlo, pero s, es seguro, a desplegar una sonrisita piadosa, como esas que uno destina a los privados de cordura o, a los morosos haciendo fila en un banco.

Con la venia, pues, de una audiencia comprensiva, procedo a presentar algunas ideas sobre la agonstica en las redes sociales, en especial en Facebook.

Es ya un sentido comn, patrimonio de todas las ciencias y de la opinin pblica en general, el esquema bsico de la comunicacin que se compone, de modo relevante, sin ser los nicos componentes, aunque si los ms importantes de: emisor, mensaje y receptor.

La historia de la comunicacin y sus paradigmas han seguido un orden que empez con el autor/emisor y est cerrndose, al parecer en un crculo hermenutico, con el lector/receptor. Creo que tal paradigma sigue o es modelo, a su vez, para que lo sigan otros, de la carga que han llevado a su turno, en la economa y en la poltica, con el productor, la mercanca y los consumidores, aquella; y el Estado, la constitucin y los ciudadanos, esta.

La soberana del consumidor (economa), el poder de la sociedad civil (poltica) y las teora de la recepcin (semitica) han gozado, desde sus campos propios, de los que los tericos del caos llaman un enganchamiento de fases, algo que ellos explican de modo sencillo, y brutal para algunos espritus delicados, como cuando se descuartiza un pollo y, todas sus partes, vivas an, palpitan de un modo catico, hasta sincronizarse poco a poco y acompaarse entre ellas, a un mismo ritmo conjunto.

Hubo una poca, de la cual an hay indicios fuertes en muchas reas, del despotismo del autor o del emisor. Su palabra, sobre todo si era escrita, era casi emitida como una orden, cuya vigilancia corra a cargo de un cuerpo de intrpretes autorizados. La Biblia, la Ilada, El Capital, etc. eran los modelos. Autor era casi lo mismo que decir autoridad, de donde, por cierto, derivan ambas de la misma raz latina. Las vanguardias en poltica y economa y el intrprete autorizado en semitica, dominaron el escenario por mucho tiempo, contando con la colaboracin pasiva, a veces construidos por ellos mismos, de consumidores, masas y receptores, como cadenas cuantitativas obedientes a regmenes fuertes de verdades. En algunos de los casos, sobre todo los emancipadores, participativos, es cierto, pero no decisionales, ni controladores desde abajo. Podemos resumir diciendo lo siguiente del emisor:

Emisor: despotismo de autor, vanguardias profesionales, regmenes de verdades fuertes, certezas imperativas, liderazgos infalibles, violencia de fundamentos, etc.

A continuacin, y todava hoy son dominantes, surgi la necesidad de descodificar los mensajes a travs de su coherencia interna y al margen de la intentio auctoris, de la intencin de los autores. Le debemos lo ms sofisticado de estos anlisis, a los estructuralistas y postestructuralistas franceses, y ms tarde, a los estadounidenses. De alguna manera, la obsesin por descubrir lo encerrado como un tesoro en las obras literarias primero y en los mensajes prosaicos despus, les lleg de la filosofa de la sospecha y/o del hermetismo, como sugiere Umberto Eco. La idea que detrs de una cosa hay algo oculto que obliga a la experticia a desocultarlo y que, a su vez, esa cosa no es definitiva sino que remite a otra y otra y otra, en un rehusarse perpetuo, en una metafsica de la presencia, ad infinitum. En manos de los deconstruccionistas, quienes irn muy lejos, esto significar una deriva y diseminacin del mensaje, hasta el grado de abrirse a cualquier interpretacin.

Quizs el reino del mensaje sea el que se abre, con ms flexibilidad que el del autor, a la diferencia. Pero ser una diferencia y una polmica entre expertos. Y los cdigos que llevarn la agonstica, es decir el arte de los combatientes, sern los de emancipacin o de mantenimiento del status quo. Es el reino de las obras sagradas en sus mensajes ocultos, slo publicitables y popularizables por expertos que batallan entre s por algunas interpretaciones que significarn estrategias de vida o muerte para las causas defendidas a conveniencia y solicitud de los poderes. Los peridicos, las obras cannicas, las constituciones, los programas de los partidos polticos, las obras de arte, las revistas especializadas, los anlisis de gran densidad, sern los ejes de este momento en el que los receptores siguen siendo excluidos y tenidos como teln de fondo pasivo y colaborador. Resumamos:

Mensaje: cdigos emancipadores, programas de desarrollo, textos liberadores, regmenes de verdades totalizantes, mensajes esenciales autorizados

Llamamos postmoderno a la entrada de las masas no a la Historia, como crean los marxistas, sino a los medios de comunicacin de masas, en especial la televisin que concentr su fuerza en el entretenimiento (films, deportes y msica) y en la informacin, que se la arrebat a la radio. Estos dos territorios (ver y or) prescindan de saber leer y escribir desde ellos, para situarse en el nivel de esperar ser educado y educar a su vez. El nmero y el peso de las audiencias, empezaron a inquietar el escenario de los intrpretes autorizados y sus textos sacros. Volva abrirse un viejo dilema no resuelto: la verdad es un rgimen de proposiciones a discrecin de una experticia o la mayora, como siempre se le ha dicho, lleva siempre la razn? Slo en un escenario donde el nmero de los usuarios empez a hablar por s mismo, o al menos desobedeciendo las voces autorizadas (pensadores e intelectuales), como es el de la INTERNET 3.0, las cosas se abrieron a otros modos de mirarlas. Asistimos as al reino de los receptores, usuarios, consumidores, movimientos sociales, amalgamados unos sobre otros con agendas cultas, bsqueda de relajamientos en cine, deportes, msica y archivos gigantescos, seguros, para echar mano de ellos en cualquier momento y para cualquier cosa. Se debilitaron en toda la lnea, los dos momentos anteriores que an continan, pero ya conjugados y como subalternos, arrastrados y subsumidos por la ley de los grandes nmeros.

En los jvenes cohabitan y se mezclan Gok con El Quijote; Coelho con Condorito; El Ch Guevara con "My Littel Ponys", Godzilla con Messi. Los usuarios jvenes de las redes mezclan todo. Para ellos sera algo natural que un jugador metiere un jonrn en una cancha. Lo que pareciera aberracin, para escndalo de espritus delicados y exquisitos, hay que informarles que muchos pensadores y artistas no estn lejos de haber efectuado algo parecido.

Tenemos pues, ahora, a unos receptores:

Receptor: desobedientes, activos, participativos, muchas veces decisionales y con grandes potencialidades horizontales de controlar desde abajo todas las iniciativa estratgicas, sin necesidad de hacer sentir liderazgos visibles ni permanentes.

II. FUNCIONES DE LOS MEDIOS EDUCAR, DIVERTIR INFORMAR

Antes de entrar a las estrategias en Facebook, unas pocas palabras sobre las tres funciones de los medios de masas.

Educar, informar y entretener fueron funciones jerarquizadas epistmicamente por el mundo de Gutemberg para los medios de comunicacin masivos. Los medios, a partir de la Ilustracin europea, deban educar a las masas desde los registros de la alta cultura que siempre ha supuesto energas, sacrifico, disciplina y trabajos pacientes y de frutos no siempre visibles de modo inmediato. Es la prensa escrita, y ms tarde la radio, las que al introducir secciones en sus cuerpos y programas, irn separando la informacin y la diversin, del papel de universidades de bolsillo asignados a los peridicos. El cine, la TV y las redes sociales (el mundo de Mac Luhan) unirn a todas, a veces en desorden y amalgama, bajo el imperio del entretenimiento (convertido en industria), dotndole de ese aire frvolo y superficial que ha servido a sus crticos para descalificarlo. La pelota, incluida como aspecto terico (desde las interpretaciones finitas de Eco hasta las diseminaciones de Derrida, pasando por el uso en Rorty), est ahora en la cancha de los receptores. Pero es desde ah, en unin con el dominio que le ha impuesto a autores y textos, donde se ejercen poderes, a veces inconscientes de s mismos, que nos permiten entrar a una dimensin insospechada de las luchas polticas y el activismo en las redes sociales, en virtud del poder del nmero, para bien o para mal.

III. ESTRATEGIAS

Las redes sociales, al menos las dos ms populares en Nicaragua, Facebook y Twitter, tienen sus diferencias, para lo que tiene que ver con estrategias de activismo social. Veamos brevemente. Facebook es un anillo de amigos, con candados cada ciertos tramos de la cadena, que hace rpido, multiplicador y eficaz, entre conocidos, un mensaje. Es apta para construir convocatorias y conspiraciones (permite grupos cerrados de discusin), ms o menos seguras, entre amigos muy cercanos. Es la televisin interactiva de nuestros tiempos. En cambio, Twitter, es la radio, ms rpida y sin candados por conglomerados. Es menos interactiva y ms abierta. Sirve, entre otras cosas, para sincronizaciones de campaas mundiales, a travs de temticas presididas por el signo de numeral, llamadas hashtags.

Para nadie es un secreto que las luchas ms representativas de los ltimos aos (Primavera rabe, Indignados, Ocuppy Wall Street, el caso de los estudiantes en Venezuela, Chile, el de la clase media en Brasil, el #BringBackOurGirls, la abdicacin del Rey en Espaa, etc), han sido desplegadas en las redes sociales, reflejando de un modo co-participativo el fenmeno en el mundo euclidiano, real, sea como informacin instantnea, a travs usualmente de Twitter, o a travs de foros speros y rudos, muchas veces, y estrategias de convocatorias para conspirar directamente en marchas y contramarchas, apoyos o censuras, como en Facebook.

Probablemente las redes sociales sean los nidos ms activos de militancia social blanda de nuestra era. Pero lo que en ellas domina no es solamente los regmenes de discursos clsicos, sino tambin el nmero de seguidores de personalidades de reconocimiento internacional, como artistas, atletas y presentadores de televisin, cuyas expresiones, por muy frvolas o desaliadas que sean, muchas veces hacen tambalear las hiptesis ms fatigosas y las explicaciones ms doctorales que, por lo comn, presentan tambin en las redes, intelectuales y expertos.

La cuestin abre la relacin que guardan el poder del nmero y los regmenes de verdad. El peso de las opiniones por su muchedumbre, o doxas, contra las virtudes demostrativas de un grupo pequeo de ilustrados. Los muchos contra los pocos. Por ejemplo, qu relacin podra guardar la demostracin del poder de los medios en el asunto venezolano, por parte de Ignacio Ramonet en contra de lo que opina otro de sus iguales, pero de signo opuesto como, pongamos por caso, Ibsen Martnez y ambos intelectulaes, frente a lo que dice Rihana, Paris Hilton, las Kardashians, Madonna o Jared Letto. El nmero de seguidores ya habla por s mismo, a travs de dirigencias indolentes y permisivas. Y si bien, en trminos de nmero de seguidores, los Ramonet o los Born, por muchos libros que escriban, no pueden derrotar a las estrellas y sus boutades, sus excentricidades, s, al menos, le ofrecen resistencia otros de sus iguales, aunque de signos opuestos, con tanto peso como los adversarios, pongamos por caso, los Oliver Stone, Michael Moore, Sean Penn, Danny Glover y Antonio Banderas.

Y este es el nudo gordiano que nos tiene reunidos hoy alrededor de estas ideas igual de explosivas y caticas que su objeto. Hoy ms que nunca la poltica es una ciencia porque calcula, un arte, porque crea oportunidades que se deben aprovechar a fondo y un juego, sobre todo un juego, porque nos procura un placer que nos hace olvidar la bondad de los fines a los que nos obligamos, muchas veces con crueldad y ceguera. Qu estrategias pueden derivarse de tales escenarios? Cmo pueden pequeos grupos de activistas en Facebook triunfar, neutralizar o reducir los costos de una derrota ante quienes se basan a su vez en el poder del nmero y en un comportamiento de oleadas sucesivas de opiniones, o de apoyo en millones de like, a lo que dicen con indolencia y muchas veces sin conocimiento de causas, lderes superficiales de opinin? Pueden ayudar en estos nuevos escenarios regmenes de verdades basadas en densidades y cdigos difciles? Los fines ya no se refinan y complejizan, sino que basta publicitarlos un par de veces para asegurar su certeza y proceder a disear estrategias agonsticas que oscilan entre el baile y la guerra. A ratos nos permite creer que su hechizo responde al juego por el juego mismo. Al nmero contra el nmero; a Antonio Banderas contra Madonna, curiosamente quines representaron, esa vez como aliados, juntos, en una pelcula reciente, a Evita Pern y al Ch Guevara.

A manera de cierre:

1. Hemos pasado sucesivamente de la tirana del emisor, al hermetismo de los mensajes y a la muchedumbre de los usuarios, reunidos a travs del infoentretenimiento. Este es el gran paso adelante, que parece retroceso, de Internet, que rebaj la educacin a una informacin ms, al alcance de cualquiera y tal cosa no la pueden perdonar los intelectuales y es la que tiene desesperadas a las Universidades. El infoentretenimiento es el formato que se nos ha impuesto a todos, anudando los 3 momentos del diagrama comunicacional de un modo no lineal. Algo que terminar por devorar hasta los modos clsicos de citar fuentes bibliogrficas.

2. El entretenimiento, el dominio que subsumi a los dems, como formato, condiciona todo despliegue de activismo social y poltico en las redes, al grado que hace cargar a las estrategias de un aire de juego que lo une al baile, en colaboracin con el propio fondo que domina a las redes, en particular Facebook, y hace olvidar por momentos sus fines cohabitables con frivolidades, intrascendencias e insignificancias.

3. Las nuevas estrategias se estn basando sobre el poder del nmero y cmo arrastrar literalmente a millones de personas detrs de un proyecto sin lderes carismticos, un poco como V, personaje que precisamente se usa para enmascarar el anonimato. Para ello, se debe enviar a retaguardia o a logstica, a los intelectuales y dar paso a los creativos, a los activistas annimos que saltan de un lado a otro por el puro placer de desaparecer, a los que se hundan en el gozo de los juegos, a los que amen apostar y hacer de las derrotas un desafo.

4. Para combatir y fabricar consenso, siempre frgiles, cambiantes y voltiles sobre masas de opiniones favorables, siempre hay que oponerle a una persona seguida por muchos, otra persona con parecido nmero, pero de signo contrario y, detrs de ella, fabricar oportunidades para aprovecharlas a fondo, como suele ser parte del registro poltico de todos los tiempos. Para qu fines? Para el que elijan los jugadores.

Muchas gracias, muchachos y muchachas.