estados unidos espio a españa durante la guerra mundial

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Relaciones internacionales

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ESTADOS UNIDOS ESPIO A ESPAA DURANTE LA GUERRA MUNDIAL

Florentino Rodao

La contrainteligencia norteamericana y EspaaRazones para el espionaje a neutrales y AliadosFuncionarios espaoles y cdigos secretosCitasDesde enero de este mismo ao se puede comprobar documentalmente lo que ya era posible intuir desde haca algn tiempo: Washington decodific durante la guerra mundial las comunicaciones de ms de 30 naciones, tanto enemigas como neutrales y aliadas.

Desde el ao 1978, con la apertura parcial al pblico de unos boletines llamados Magic Summaries o, mas tarde, Magic Diplomatic Summaries, se supo que EE.UU. haba descifrdo, sin apenas errores, las comunicaciones secretas enviadas y recibidas por los diplomticos japoneses durante la Guerra Mundial a lo largo del mundo. Esos Magic Summaries se editaban diariamente y eran una seleccin de las partes ms interesantes de los telegramas descifrados por el servicio de contrainteligencia norteamericano del Departamento de la Guerra. Tuvieron una importancia clave en el desarrollo de la guerra aunque el nmero de copias distribuidas no llegaba a 20.[1] Una carta del Jefe del Estado Mayor del Ejrcito, General Marshall sintetiza esa importancia:

"[...]La Batalla del Mar del Coral estuvo basada en los mensajes descifrados y por tanto nuestros pocos barcos estuvieron en el lugar apropiado en el momento justo. Adems, fuimos capaces de concentrar nuestra fuerzas limitadas para enfrentarnos con su avance naval sobre Midway, cuando de otra forma habramos estado casi seguramente unas 300 millas fuera del lugar[...] Las fuertes prdidas de las que se informa de tiempo en tiempo que ellos sufren a causa de nuestra accin submarina resultan principalmente del hecho que nosotros sabemos las fechas de partida y rutas de sus convoyes, y podemos notificar a nuestros submarinos que esperen en los lugares apropiados"[2]El revuelo propiciado al saberse la decodificacin de cdigos japoneses afect directamente a Espaa, puesto que sus diplomticos en Estados Unidos fueron acusados de espiar a favor de Japn. Ciertamente, uno de los descubrimientos ms llamativos fue conocer la existencia de una Red de espionaje, T (Oriente), compuesta por espaoles y dirigida desde Madrid, que recoga informacin para los japoneses, tanto desde Londres como desde Estados Unidos, pero slo un diplomtico form parte de esta red, Francisco de Kobbe Chinchilla, y adems desde territorio canadiense.[3]Palabras, lneas, prrafos y hasta pginas enteras siguieron censuradas en los Magic despus de 1978. En el caso de las palabras, la principal razn fue mantener oculta la identidad de personajes sin carcter oficial y, por ejemplo, el nombre del jefe de esta red T, ngel Alczar de Velasco, apareca siempre tachado, al contrario de los que ostentaban cargos pblicos, como en el caso de Ramn Serrano Suer. Sobre el censura de lneas, la razn principal fue el ocultamiento de cuestiones relativas al funcionamiento tcnico del contraespionaje, como eran las referencias a los mensajes decodificados completos.[4] En el caso de los prrafos y las pginas completas, por el contrario, la razn fue impedir que se supiera que la labor de contraespionaje no se haba limitado a los diplomticos japoneses y a los alemanes (sus mensajes aparecen tambin en ocasiones), sino que se hizo lo mismo con otros pases. Esta conclusin se poda intuir teniendo en cuenta algunos datos, como que la proporcin de partes tachadas en el boletn aumentaba segn avanzaba la guerra y se iban cerrando ms y ms legaciones diplomticas japonesas. Los boletines editados desde la primavera del ao 1945 ya aparecan censurados en gran parte, aumentando progresivamente hasta noviembre de 1945 (cuando Magic deja de editarse), en que las partes permitidas a la consulta son mnimas. No se pueden an consultar estos boletines desde el fin de la guerra mundial, pero es de suponer que, adems de las estrategias de los diplomticos japoneses ante su prxima entrega a los aliados, tambin incluiran noticias sobre las estrategias para la paz de muchos otros pases. Por otro lado, resultaba extrao entender porqu no constaba en los Magic ninguna comunicacin italiana interceptada; Mussolini y su gobierno no tienen fama de haber posedo una tecnologa especialmente avanzada en comunicaciones secretas.

LA CONTRAINTELIGENCIA NORTEAMERICANA Y ESPAA

La labor de censura de los boletines fue realizada por archivistas de forma muy profesional y resultaba difcil encontrar resquicios en las partes tachadas sobre qu razones haban llevado a censurar los prrafos. Algunas referencias cruzadas en boletines indicaban temas, pero no las razones concretas de la censura. Slo en dos ocasiones pudimos encontrar indicios que permitan suponer que tambin se incluan comunicaciones espaolas en los Magic, gracias a los encabezamientos de los bloques de noticias, que sealaban el lugar de procedencia del, o los, mensajes en relacin con un tema. En los boletines de 30-XII-1942 (p. 9) y de 15-XII-1943 (p. 8) se poda ver el lugar de procedencia de un prrafo tachado al aparecer: "Madrid; Washington". En el caso de la capital espaola era posible leer la informacin, firmada por Suma Yakichir (el nombre despus del apellido), Ministro nipn en Espaa; pero en el caso de Washington, todo el prrafo apareca censurado. Era difcil que ninguna agencia del Eje pudiera enviar informacin desde el mismo corazn de Estados Unidos, por lo que sera factible pensar que proviniera de un pas con representacin all. Siguiendo esa idea, la temtica sugera que esa otra informacin procedente de Estados Unidos poda provenir de la Embajada Espaola en Washington, precisamente porque Madrid estaba implicado en esos asuntos; en el primer caso la informacin era sobre la desaparicin de unas perlas enviadas desde Tokio, por medio de la valija diplomtica espaola, aparentemente con el objeto de pagar actividades de espionaje y en el segundo caso, la noticia era sobre el tratamiento a los detenidos japoneses en Estados Unidos, tarea que estaba encargada a Espaa como representante de los intereses japoneses en todo Amrica del Norte.

La principal prueba que poda demostrar que se conocan las comunicaciones diplomticas espaolas, no obstante, era un telegrama del Ministro espaol en Tokio, Santiago Mndez de Vigo, de 26 de octubre de 1943, que se refera a sus dificultades para seguir una normalidad durante la guerra y en el que mencionaba tambin una atmsfera derrotista en Japn, as como una fuerte insatisfaccin hacia el primer ministro, Tjo Hideki. Lo interesante de este telegrama es que se ley tanto en Londres como en Washington. En Magic de 16 de Octubre de 1943, apareca este telegrama de una forma extraa, quizs por eso salvando la censura del archivero: "El 7 de octubre el embajador norteamericano [Carlton H.] Hayes informa desde Madrid que el Ministro espaol en Japn [Mndez de Vigo] ha avisado a su gobierno de...", apareciendo despus varias pginas tachadas. El texto pudo haberse modificado para no parecer una interceptacin[5] o incluso alguien del Ministerio de Exteriores espaol poda haberlo entregado de motu propio, pero las sospechas van dirigidas a la interceptacin por parte de Estados Unidos, gracias al hecho que este mensaje se puede encontrar tambin en el Public Record Office de Londres, en donde aparece el mismo telegrama de Mndez Vigo, recibido por medio del Comit de Inteligencia Conjunto (Joint Intelligence Commitee).[6]A partir de 1993, estas sospechas sobre la cobertura del espionaje americano se pudieron comprobar gracias a Gar Alperowitz, investigador del Institute for Policy Studies de Washington, DC. Alperowitz present un pleito a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) bajo la Ley de Libertad de Informacin (Freedom of Information Act) argumentando que las consideraciones polticas fueron mucho mayores que las militares en la decisin de usar la bomba atmica. Para comprobar su hiptesis, alegaba, necesitaba poder consultar enteros los boletines del ao 1945. La NSA se neg durante tres aos afirmando que la difusin de esa informacin causara un "grave dao" a la seguridad nacional, hasta que tuvo que rendirse a la decisin de los tribunales y abrir al pblico sin censura los boletines Magic, desde enero de 1945 hasta el fin de la guerra mundial. As, a partir de Agosto de 1993 se pudo saber que Estados Unidos haba interceptado las comunicaciones de, al menos, 33 pases: Blgica, Bolivia, Bulgaria, Chile, China, Colombia, Dinamarca, Ecuador, Egipto, Finlandia, Francia, Grecia, Irn, Italia, Liberia, Luxemburgo, Mxico, Holanda, Noruega, Paraguay, Per, Polonia, Portugal, Arabia Saud, Espaa, Suiza, Siria, Turqua, Uruguay, Venezuela y Yugoslavia, as como las de Japn y Alemania.[7]Despus, a partir de enero de 1995, se ha facilitado la consulta de todo el boletn Magic, sin censura; desde su comienzo, en marzo de 1942, hasta el final de la guerra, aunque quedando an en penumbra esas partes censuradas desde el final de la guerra mundial hasta finales de noviembre de 1945. Gracias a ello se han podido leer completamente las partes censuradas del boletn, tanto los nombres anteriormente ocultos como los prrafos que, efectivamente, correspondan a telegramas procedentes de pases diferentes a Japn o Alemania.

RAZONES PARA EL ESPIONAJE A NEUTRALES Y ALIADOS

La lgica en la interceptaciones no dejaba de tener sentido dentro de su esfuerzo de guerra: Washington saba que los diplomticos aliados o neutrales podan dejar pasar informacin confidencial al enemigo, tanto inadvertidamente como a propsito. Durante la guerra, por ejemplo, los controles de las valijas diplomticas fueron normales a pesar de que tericamente deban de contener nicamente mensajes oficiales y tanto Espaa como Suiza, Suecia, Portugal y otros pases tuvieron que pasar la humillacin durante la guerra de tener que abrir su correspondencia oficial a la inspeccin militar. No iban descaminados estos controles; uno de los telegramas a los que nos hemos referido antes era sobre el intento de financiar la red de espionaje en Espaa por medio de unas perlas de la firma Mikimoto, las cuales fueron introducidas en la primera valija espaola que sali de Extremo Oriente durante la guerra, aparentemente sin saberlo los diplomticos hispanos.[8] En el caso de los mensajes, Estados Unidos desconfiaba que el Eje pudiera descifrar informaciones enviadas a sus gobiernos por representantes como el Mexicano.[9]Por otro lado, tanto en tiempos de guerra como en los de paz, las naciones tratan de conocer lo que piensan o planean los dems y los lmites para recoger informacin confidencial no estn en la tica, sino en la capacidad tecnolgica. El especialista norteamericano en inteligencia, Thomas Polgar, declaraba al New York Times: "T espas donde tienes intereses. El espionaje est limitado nicamente por la disponibilidad de los recursos. Si tienes recursos para hacerlo, lo haces" (11 de agosto de 1993) Los Estados Unidos ya haban reconocido anteriormente que no haban esperado al ataque a Pearl Harbor para intentar descifrar lo que pensaban y planeaban los que seran despus sus enemigos japoneses: al tiempo que se abri Magic fue publicado un informe realizado en 1944 sobre la informacin que posea Estados Unidos previa al comienzo de la Guerra del Pacfico, titulada The "Magic" Background of Pearl Harbor (Los antecedentes Magic de Pearl Harbor). Eran un total de cuatro volmenes de texto ms otros tres con comunicaciones diplomticas japonesas descifradas desde 1940 y en el prologo se seala que a partir de otoo de ese ao el contraespionaje norteamericano haban conseguido desentraar algunos de los sistemas criptogrficos de mayor nivel del Ministerio de Exteriores Japons o Giamush. Obviamente, Washington no haba esperado a que cayesen las bombas en Pearl Harbor para preocuparse por decodificar los mensajes japoneses. El nico dato nuevo sobre el comienzo de esta decodificacin a los japoneses es que hay que remontarse ms temprano, hasta 1934, fecha desde la que tambin se descifraron algunas comunicaciones diplomticas japonesas con la llamada Red Machine, que haba sido introducida por la Marina Japonesa en 1931 y cuyos fondos tambin se pueden consultar en los Archivos Nacionales de Estados Unidos desde 1994.[10]********

Ante la nueva documentacin surgen preguntas adicionales; Queda ms material para ser abierto a la investigacin? Porqu estuvo tanto tiempo funcionando Magic sin darse cuenta, aparentemente, los japoneses? Los espaoles saban que les estaban espiando sus comunicaciones? Cmo utiliz Estados Unidos esta arma con Espaa?. Sobre la documentacin que puede seguir esperando a la autorizacin para ser consultada, ha de ser bastante an, y esperemos que se haga lo antes posible. La apertura podra seguir con esos documentos que ya fueron incluidos en Magic cuando la paz estaba recin inaugurada. Tambin se podra permitir pronto la consulta de las comunicaciones de los militares japoneses (en Magic aparecen solo las de diplomticos) que, tal como nos muestra la carta del general Marshall, tambin fueron decodificadas. Su consulta puede ser menos emocionante, pero tambin puede ayudar a responder casos concretos, como la muerte del General Yamashita o la misma necesidad militar, o no, de utilizar la bomba atmica, tal como suponemos que Gar Alperowitz desea saber. Adems, es de desear que el mayor nmero posible de pases sigan el ejemplo de los Estados Unidos y de sus archiveros, que ahora parece planea autorizar la consulta de material en lengua alemana; Gran Bretaa ya ha dado el paso de permitir el acceso a documentos en los que tambin se puede comprobar que las comunicaciones espaolas tambin fueron interceptadas por su contraespionaje. Espaa, donde los Archivos militares an no se sabe oficialmente dnde estn localizados, podra tomar tambin alguna iniciativa.

Volviendo al espionaje durante la Guerra Mundial, habra que preguntarse si los actores de estas historias, y ms concretamente los diplomticos japoneses, eran conscientes del doble y triple vigilancia a la que se estaban sometidos. Evidentemente, era difcil saber hasta qu punto los Aliados saban sobre sus actividades; no obstante, una de las principales incgnitas que an quedan sobre la guerra es porqu los japoneses confiaron tan ciegamente en su sistema de comunicaciones y no cambiaron el sistema de cdigos durante casi siete aos (la Mquina Red fue sustituida gradualmente por la Magic a partir de 1938). No es lugar este estudio para extenderse en un tema tan complicado, pero si es remarcable sealar que a los nipones no les faltaron indicaciones para dudar de la fiabilidad de su sistema. Desde el verano de 1941, incluso, los alemanes ya les informaron que saban perfectamente sobre sus conversaciones secretas con Estados Unidos para evitar la entrada en la Guerra; tras enterarse del hecho, el Gaimush pregunt a su representacin en Washington y el propio Embajador, Nomura Kichisaburo, reconoci tras una investigacin que, efectivamente, haban sido descubiertos algunos cdigos, pero no se hizo nada. Despus, en 1943, Francisco Jos de Crdenas (embajador hispano en Washington, que deba tener una cierta simpata a Japn por haber sido destinado all con anterioridad) se lo coment a su colega Suma en una entrevista personal durante un viaje a Espaa; el japons relata que "por dos veces sus prpados bajaron y dijo meditadamente, considerando con un cuidado especial, en una voz suave y medio preguntndose: "Es extrao lo rpido que los Estados Unidos descubren sobre asuntos como ste [La interceptacin del envo de perlas por medio de la valija espaola]. Me pregunto si los cdigos japoneses son seguros"".[11] La contestacin vino a los pocos das, cuando desde Tokio respondi su Ministro, Shigemitsu Mamoru: "He estudiado el asunto desde diferentes puntos de vista, pero no puedo creer que esto sea el resultado de que ellos hayan descifrado nuestros cdigos".[12] Meses mas tarde, Morishima Morito, Ministro japons en Lisboa, envi un informe en el que se afirmaba: "Estados Unidos est usando unos 200 expertos en japons para preguntas a prisioneros de guerra y descifrar mensajes en cdigo".[13] Tampoco fue tomada medida alguna.

Desde una perspectiva actual es difcil comprender porqu no cambi Tokio el sistema de comunicaciones tras estos avisos, pero es necesario quizs situarse en esos momentos y en esa situacin. Para explicar de una forma racional el comportamiento japons habra que tener en cuenta el costo que deba suponer poner en marcha un nuevo sistema de comunicaciones, as como las tretas que hicieran los norteamericanos para mantenerlos engaados (Tokio, por su parte, parece que tambin intercept algunos documentos secretos de Washington).[14] Sin embargo, para comprenderlo mejor hay que remitirse a la mentalidad nipona de entonces (y de ahora, de alguna forma) que consideraba tan difcil que un extranjero pudiera conocer bien el japons; un occidental que habla bien su idioma es un henna gaijin o extranjero extrao. Esta idea de la imposibilidad de descifrar sus cdigos y de conocer su lenguaje perfectamente tuvo que estar en el fondo de los escasos esfuerzos por rehacer el sistema de comunicaciones, adems de ser escasamente comprensible en el ambiente ultranacionalista del Tokio de la guerra que japoneses viviendo en Estados Unidos pudieran servir de motu propio en la lucha contra "su propio Imperio". El ambiente xenfobo del pas en aquellos tiempos haba de ayudar a dudar de afirmaciones que ahora nos pareceran palpables.

FUNCIONARIOS ESPAOLES Y CDIGOS SECRETOSLos diplomticos espaoles, por el contrario, bien hubieron de saber que sus comunicaciones podan acabar tambin en Washington, Berln o Londres. Ya desde antes de la Guerra del Pacfico, el Ministro en Tokio, por ejemplo, aada a lpiz los comentarios ms interesantes de sus despachos y Crdenas, en Washington, bien haba de saber que sus pasos eran considerados sospechosos. En marzo de 1942 ya salieron unas informaciones en la prensa afirmando que la Embajada de Japn en Madrid era un centro de propaganda para difundir noticias tendenciosas por los Estados Unidos.[15] Despus, esa desconfianza hacia la legalidad de las actividades gobierno de Franco la hizo pblica el propio Secretario de Estado, Summer Welles, al afirmar, en un discurso celebrado en Boston en octubre de 1942, que agentes de Eje en Chile y Argentina estaban enviando informacin por medio de Cuba y Barcelona.[16] En los archivos del Ministerio de Exteriores se pueden tambin encontrar referencias a la fragilidad en las comunicaciones; en el caso de Tokio, el propio Agregado Militar, enviado en 1943, solicit se le enviaran nuevas cdigos secretos: "indispensable sustituir [la] clave [de la] legacin [de Espaa en Tokio, que] seguramente [es] conocida [por lo que] no ofrece garanta".[17] La respuesta fue que no era posible por razones tcnicas, entre otras la imposibilidad de enviar otra persona ms de Japn a Espaa en plena guerra, y por tanto se le instruy a "decir discretamente cuanto crea oportuno y no resulte comprometido para el ejercicio de su misin all, si los despachos fueran descifrados."[18]

Por ltimo, sera interesante saber cmo utiliz Washington esa presunta ventaja sobre Espaa (quizs el gobierno franquista tambin fue capaz de descifrar alguna comunicacin de Washington, aunque parece difcil que llegara a tal nivel). Obviamente, el principal perjudicado haba de ser el funcionamiento de la Red de Espionaje y todo traspaso de informacin confidencial a Japn; desde fines del mes de junio de 1942, aunque an no se conoca la existencia de la Red T, ya se saba en Washington detalladamente cmo los japoneses recogan informacin en Espaa por medio de los telegramas y despachos de los diplomticos espaoles, de los informes del servicio secreto espaol desde Inglaterra y de cualquier otra informacin confidencial que le llega a Suer. Saber por adelantado lo que opinaban los espaoles e incluso las notas que se les iba a presentar oficialmente, obviamente, tena que ser una ventaja para Washington en todo tipo de negociaciones con Madrid. A pesar de ello, en ocasiones se envaneca el Embajador Crdenas de sorprender a los americanos.

Los americanos fueron los que pudieron sacar mejor partido al "elemento sorpresa", gracias a esta calidad de sus fuentes de informacin, puesto que no puede haber fuente de inforacin confidencial mas fiable que las propias comunicaciones secretas de los otros pases. El ejemplo ms claro de utilizacin norteamericana del contraespionaje en su relacin con Espaa, quizs, fue con el llamado Incidente Laurel, durante el que se vivieron los momentos ms tensos en las relaciones hispano-estadounidenses durante la II Guerra Mundial. El Incidente se origin en octubre de 1943, cuando Jos P. Laurel, Jefe del Gobierno filipino apoyado por los japoneses, envi un telegrama informando de la proclamacin de la independencia. Fue contestado despus de varios das con un texto muy diplomtico en el que no se reconoca explcitamente la independencia, pero que iba dirigido a "Jos Laurel, Presidente de la Repblica de Filipinas". El Eje utiliz el telegrama propagandsticamente y despus de ello, pasados unos das, el Departamento de Estado mostr una dureza inusitada ante Madrid: prohibi a su Embajador Hayes que conversase con el Ministro de Exteriores, Jordana y en Washington impidi que Crdenas pudiera visitar a ningn funcionario con responsabilidades, mientras que la prensa renovaba sus acusaciones al gobierno de Franco y se disparaban los rumores sobre un posible desembarco aliado en Espaa. Todo ello, en un momento especialmente tenso para Espaa por la celebracin de la Conferencia de Tehern entre los Aliados y no saberse an qu se haba decidido. La reaccin de Washington no estuvo motivada solamente por ese presunto reconocimiento (los propios americanos tuvieron claro desde un comienzo que ese telegrama estaba redactado de tal forma que no incurra a Espaa a hacer nada; de hecho, los ingleses tambin conocieron el envo del telegrama, pero no hicieron nada), sino por haber captado un telegrama de Suma Yakichir a su ministro en Tokio en la que informaba de una advertencia del Jefe de Inteligencia del Ministerio de Exteriores, el Marqus de Rialp, para que el telegrama no se utilizara de forma propagandstica: El telegrama [a Laurel] "muestra la real preocupacin de los funcionarios espaoles y la poblacin sobre las Filipinas, por lo que les aconsejo a ustedes japoneses que vayan con tiento".[19]Conocer las dudas del gobierno espaol hubo de ser crucial para que inmediatamente despus de decodificarlo estallara el Incidente (diez das despus del telegrama de Jordana) con la orden a Hayes para evitar todo contacto con el Ministerio de Exteriores. El "Incidente Laurel" consigui poner al rgimen franquista contra las cuerdas y minarle la moral para acceder a la celebracin de unas conversaciones que acabaran, casi medio ao ms tarde, con la aceptacin por Espaa de no vender mas wolframio a Alemania. Visto desde la lejana, el aprovechamiento del Incidente, aparentemente gracias a la intercepcin de mensajes, fue excelente: las fuertes tensiones ya existentes entre Espaa y Japn, que los americanos conocan -tanto por los mensajes descifrados como por las conversaciones de Hayes con Franco y Jordana- fueron traspasadas a las relaciones entre Espaa y Alemania, algo que interesaba mucho ms a los aliados. As, una vez que Madrid accedi a comenzar estas negociaciones, despus de dos semanas de tensin, el presunto enfado norteamericano por ese telegrama a Laurel se diluy inmediatamente y Washington contribuy a echar tierra sobre l. El objetivo se haba conseguido.

Citas

[1] Su acceso, obviamente, fue muy limitado, hasta el punto de prohibirse mencionar su existencia por telfono y de evitar el envo de copias fuera del pas; solamente tenemos constancia de un telegrama interceptado que es remitido a Espaa. Ver en Archivos Nacionales de Estados Unidos en Washington (en adelante, NARS). Record Group 226. Entry 119. Box 22. London X2pts72. Folder 162. Actualmente se puede consultar la copia original de los Magic en los mismos archivos, Record Group 457. SRS, Magic Diplomatic Summaries. Los textos completos de los telegramas interceptados a Japn estn bajo el epgrafe SRDJ, en el mismo grupo documental. Los Magic Summaries son un total de 15 cajas y los SRDJ unas 165, ordenados los telegramas por el da en que fueron interceptados e independientemente del lugar de procedencia. [2] George Marshall a Thomas E. Dewey (Candidato del Partido Republicano a la Presidencia), Washington, 27-IX-1944. NARS, File SRH 043. Modern Military Section. En Matthews, Tony.- Shadows Dancing. Japanese Espionage Against the West, 1939-1945. New York, St. Martin's Press, 1994, p. 66-67. [3] En Estados Unidos apareci en primera pgina,por ejemplo, en The Washington Post, 10IX1978: Spanish Diplomats Spied on U.S. for Japan in WWII; en Japn fue objeto de un documental en la televisin estatal japonesa, NHK, Watashiwa nihon no supai datta. Himitsuchuin berasuko (Yo fui espa de Japn. Velasco, Agente Secreto), 20IX1982, adems de algn libro; en Gran Bretaa, ver The Times, 21-X-1978. En Espaa el inters se agot pronto, ver Antonio Marquina Barrio, "TO", Espias de verbena, en Historia16, vol. 32, 1978, pp. 1118; El Pas, 20 y 21X1978 y Jos Luis Gutirrez, Madrid, lleno de espas, en Cambio16, 356 (1978), pp. 458468. [4] Ver Magic Summaries (en adelante, MS) de 30-IV-1942, pgs 1 y 2. Aparecan tachadas las referencias a los nmeros y cdigos asignados a los telegramas tras ser decodificados. [5] La redaccin en Magic poda ser modificada para no mostrar que era un mensaje interceptado a un pas diferente de los enemigos. Ver MS no censurado de 8-V-1942, en una anotacin al margen: "Debera mostrar que es un mensaje japons" (p. 2) [6] Londres tambin decodific comunicaciones diplomticas espaolas durante la II Guerra Mundial, recientemente se han abierto a la consulta. Para el telegrama, ver Foreign Office, Serie 371, Exp. 35952, Carta 269/31/43 de 26 de octubre de 1943 desde Washington. F5838/403/23. [7] Yomiuri Shimbun, 2VIII1993 y New York Times, 11VIII1993. [8] MS de 2, 5, 15 y 30 de 1942. [9] Ver, por ejemplo, sobre la "casi segura" cifra militar mexicana MS de 6-V-1942. [10] Son dos cajas en total y estn tambin en el Record Group 457 (NSA). [11] MS de 22-V-1943. [12] MS de 1-VI-1943. [13] MS de 14-IV-1943. [14] MS de 29-V-1942. [15] Evening Star, Jap embassy in Spain declared center for antius propaganda; New York Times, M'leish accuses japanese in Spain y New York Herald tribune Tokio [sic] embassy in Spain center of plots on US. [16] The Times, 17XI1942. [17] Tel 74 de 11IV1994. 17361327a [18] Alto Estado Mayor a Ministro de Asuntos Exteriores, Madrid, 5V1944, retransmitido a Tokio el 11V. AMAE, Leg. 1737, exp. 13. [19] Telegrama enviado el 24, interceptado el 26, traducido el 27 (en SRDJ, Box. 53, pp. 44784-5) y editado en MS de 28-X-1943.