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La Paz, octubre de 2017 Página Periódico mensual Noviembre 2017 Qollasuyu Bolivia Año 11 Número 135 Edición electrónica ESTADO NACION y pueblos indígenas: ser Estado es vocación de toda nación. Las «autonomías» coartan ese proyecto. ¿Cuál el papel del indígena en un Estado nación en Bolivia?

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La Paz, octubre de 2017 Página

Periódico mensualNoviembre 2017QollasuyuBoliviaAño 11Número 135

Ediciónelectrónica

ESTADO NACION y pueblosindígenas: ser Estado es vocación detoda nación. Las «autonomías»coartan ese proyecto. ¿Cuál el papeldel indígena en un Estado nación enBolivia?

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La Paz, octubre de 2017 Página 2

Depósito legal 4-3-116-05

e-mail:[email protected]

www.periodicopukara.com

Teléfonos: 7151904871280141

Calle México Nº 1554, Of. 5La Paz, Bolivia

Director:Pedro Portugal MollinedoComité de redacción:Nora Ramos SalazarDaniel Sirpa TamboCarlos Guillén

Colaboran en este número:José Luis SaavedraPedro Hinojosa PérezJulio Ríos CalderónHugo SalinasMauricio Mamani Pocoaca

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ILUSTRACIÓN DE LA TAPA: Diseño extractado de la obra de Huamán Poma de Ayala «Corónica y BuenGobierno».

¿Corrupción en elBanco Unión?

Novelas y posmodernismo

Nuevamente la opinión públicaha sido conmovida por un actode corrupción que involucra almundo financiero en su vincu-lación con el gobierno: el casode robo de dinero en el BancoUnión por parte de uno de susempleados, Juan Franz Pari.

El gobierno a través de susportavoces trató de minimizar elhecho. Para unos no se trataríade un caso de corrupción, paraotros se trataría solamente de un problema fortuito.

Si entendemos la corrupción como la «situación o circunstanciaen que los funcionarios públicos u otras autoridades públicas estáncorrompidos», y si por «corrompido» entendemos «quien cometemalas acciones o adquiera vicios, malas costumbres», evidentementese trata de un caso de corrupción.

Los personeros de gobierno que insisten en que no se trata decorrupción seguramente se sustentan en la definiciòn de corrupciónque la señala como «el acto de soborno para que alguien, en particularun funcionario o un empleado de gobierno, actúe al margen o encontra de la ley y falte a la moralidad de su cargo».

En ese sentido y hasta donde se sabe (y se sabe todavía pocosobre el asunto) no se trataría de corrupción. Sin embargo, atenernosa una definición, soslayando otras, para defender la credibilidadpolítica de una administración, es poco menos que risueño.

Y es doblemente divertido porque hasta ahora el gobierno ha sidodemasiado flexible con las definiciones y significados de los conceptosque utiliza. Considérese, por solo poner un ejemplo, el llamar«nacionalización» a la simple adecuación de contratos petroleros.

Sin embargo, en el asunto no se trata de divagaciones semánticas,sino de su significado político.

Este acto de corrupción se suma a varios otros que desde losprimeros años de la administración de Evo Morales han empañadoesa gestión. Recordemos solamente el caso de Santos Ramirez.

El proceso de cambio (concepto que en esta gestión reemplazóal de «revolución»), se definía a sí mismo como descolonizador. Sila corrupción administrativa es uno de los componentes lamentablesde esa situación, la descolonización es un evidente fiasco.

Pero no solamente la descolonización fracasa, sino el cambiosocial a secas. El asunto no es pues fortuito: inesperado o casual.

El gobierno utiliza abundantemente la faseología izquierdista paraganar consideración a su proyecto político; la utilización de la figuradel Che Guevara al respecto es elocuente. Recordemos que uno delos ejes del pensamiento guevarista era la exigencia del «HombreNuevo», una de cuyas facetas era que el incentivo moral debía sermotor fundamental del accionar social. Esa pretención suena ahoratan irreal cuando constatamos una administración en la que que elincentivo de sus funcionarios parece ser solo el dinero, asi seadolosa y fraudulentamente obtenido.

Este asunto nose trata solo de

divagacionessemánticas, sinode su significado

político.

Francisco Villena*La posmodernidad, creada y concebida para las sociedades europeas

y norteamericanas, muestra sus aporías en cuanto se la descontextualizade sus centros primordiales: las ciudades postindustriales. Resulta pro-blemático buscar la posmodernidad en los pueblos remotos de la Bavariagermana, del Yorkshire británico, o de la West Virginia estadounidense,al igual que parece laborioso buscar trazos de posmodernidad en losnúcleos locales de La Pampa o Chiapas. La posmodernidad se evidenciasobremanera en sus manifestaciones citadinas. Sin embargo, donde lleganlos medios de comunicación y el capitalismo contemporáneo las creenciasy los modos de actuación no permanecen intactos.

La nada cotidiana, Mamá, y Sueños digitales transcurren en ciudadeslatinoamericanas: La Habana, Buenos Aires, y Río Fugitivo (probablemen-te Cochabamba). Este hecho no es de extrañar por el tipo de poblamien-to que promovió la colonización española y portuguesa: crear grandescentros urbanos para optimizar el decurso económico. Las ciudades-puerto fueron clave en tal diseño. La población rural latinoamericana esinferior en términos porcentuales relativos a la población urbana. El tipode poblamiento es radicalmente diferente al de Europa, donde los núcleosrurales, semiurbanos y locales tienen muchísimo más peso demográfico.Uno de los aspectos de la posmodernidad en Europa se basa en laemigración de los pueblos a las ciudades, hacia mediados del siglo XX;esta característica es distinta en Latinoamérica y Estados Unidos dondeesta emigración ha sido de una naturaleza diferente en su historia:desde parámetros eurocéntricos el continente americano ha sidoposmoderno desde la llegada del capitalismo. Sirva este hecho comotoque de atención con respecto al peligro que adoptar patrones foráneospuede tener en el análisis de una materia.

Las tres novelas mencionadas anteriormente muestran su diálogo con lateoría de la posmodernidad desde perspectivas distintas, mostrando esce-nas del controvertido debate sobre la conveniencia de utilizar tal corpusteórico en relación con Latinoamérica. La nada cotidiana transcurre en LaHabana castrista de los noventa y muestra la parálisis y la inviabilidad delproyecto modernizador. La conyuntura económica ha desvinculado a la islade la modernidad al no entrar en diálogo el capitalismo global -que ha blo-queado su ‘desarrollo’-. Esta crisis de la modernidad es apreciable en otrospuntos de latinoamérica, hayan seguido o no los patrones del capitalismoexpansivo, al haber sido escenario de luchas armadas y conflictos socialesdimanados de su relación de dependencia y el desigual reparto de la riqueza.La modernidad muestra su crisis y se constituye en proyecto incompletoque, al entrar en las relaciones contemporáneas transnacionales toma lafigura errática de la posmodernidad, como señalaba Cornejo Polar. Sin embargo,esta crisis, como se muestra en Mamá, puede constituirse en los epígonosde la modernidad: dentro de la (i)lógica capitalista es normal que hayaépocas de crisis y productividad. De modo que la posmodernidad sería laotra cara de la modernidad, tal natural como la noche y el día. La llegada ala posmodernidad en los países latinoamericanos que experimentaron un altodesarrollo de la modernidad sería un proceso lógico, entonces. Por otro lado,Sueños digitales ofrece la actitud más ecuánime al respecto. Explícitamente,se muestra en la narración la incomprensión ante la ‘necesidad’ de tener queincluirle un ‘post-’ a lo que supone el devenir histórico, sea en patrones mi-cro o macrohistóricos, de la historia de una región, de un país, o en relacióncon la historia global de un continente, ya que la actual coyuntura es nece-sariamente transnacional por el impulso y los acuerdos en torno a la economía.

La perspectiva más sopesada en torno al debate de la posmodernidaden Latinoamérica debe hallarse en entender la realidad latinoamericana ylos patrones de la posmodernidad que asume. No se puede aplicar indis-criminadamente la perspectiva posmoderna de las ciudades postindustria-les europeas o norteamericanas porque el corpus teórico no muestra suoperatividad en este sentido, sino que ha de estudiarse la relación dedependencia que la existencia de estas ciudades y los núcleos del nuevocapitalismo tiene en Latinoamérica. Apuntaba acertadamente CornejoPolar en Escribir en el aire: Ensayo sobre la heterogeneidad socio culturalen las literaturas andinas, que “paradójicamente ‘la condición postmoderna’,expresión del capitalismo más avanzado, parecería no tener mejor modelohistórico que el tullido y deforme subcapitalismo del Tercer Mundo”. En lanueva coyuntura, la posmodernidad permea Latinoamérica con formasespecíficas y esta circunstancia no debe dejarse pasar en los estudiosde la posmodernidad aplicados a Latinoamérica. Las otras característicasque comentaba Hopenhayn, la discontinuidad del progreso (carente desincronía e imbuido en múltiples direcciones), la multirracionalidad de lahistoria, la integración modernizadora y la modernización integradora, yla visión multi-ideológica descalificante de utopías deben contextualizarsenecesariamente en la realidad de Latinoamérica, ya que esas característicasgenerales toman direcciones divergentes en distintos puntos del globo.* Extracto de La posmodernidad como problemática en la teoría cultural latinoamericana,que puede ser consultado en: http://webs.ucm.es/info/especulo/numero30/posmolat.html

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Entrevista a Miguel Ángel Crespo:

«...La sarten por el mango ladeben tener los consumidores»José Luis Saavedra*

Foto: José Luis Saavedra.

El pasado 16 de octubre, enel marco del día mundial de laalimentación, se ha desarrolla-do, en la ciudad de La Paz uninteresante y muy importanteSimposio denominado “El mo-delo actual de producción dealimentos: impactos y alterna-tivas”, en el que han participadonotables expertos nacionales einternacionales (de Brasil, Co-lombia, México y Uruguay) en elcampo de los patrones de pro-ducción de alimentos y la actualcrisis productiva y ambiental.

Las consecuentes temáticascríticas, que han sido abordadasen el referido Simposio, hancomprendido cuestiones muysignificativas, tales como los ro-les del agro-negocio y la agro-industria, los cambios en laspautas alimentarias, el uso delos plaguicidas y agroquímicosy sus efectos socioeconómicos,los cultivos transgénicos y susimpactos socio-ambientales, losavances de la frontera agrícola-ganadera y la deforestación, etc.Y entre las posibles alternativasse ha barruntado el desarrollosostenible y/o sustentable en losAndes y la Amazonia.

Si bien sería interesante referiraquí el sentido y contenido delas muy relevantes ponenciasexpuestas en el Simposio y laalta calidad de las mismas, nonos es posible hacerlo porque –entiendo- éstas van a ser publi-cadas por las instituciones aus-piciadoras de dicho Simposio, espor ello que –a la espera de supróxima publicación- por hoyvamos a limitarnos a referir unaentrevista, acerca de las princi-pales temáticas tratadas en elSimposio, con el principal ani-mador del mismo, don MiguelÁngel Crespo.P.- ¿Quién es Miguel ÁngelCrespo y cuáles son los trabajosque (usted) desarrolla?R.- Muchas gracias, mi nombrees Miguel Ángel Crespo, estoycomo director de PROBIOMA(Productividad, Biósfera y MedioAmbiente)1, que es una institu-

ción que tiene 27 años ya de vi-da, su base está en Santa Cruz.Probioma trabaja en el área debiotecnología, con control bioló-gico microbiano, habiendo llega-do a transferir más de medio mi-llón de hectáreas con este tipode biotecnología en todo el país.También trabajamos en el áreade agroecología, monitoreo so-cio-ambiental de megaproyec-tos, en gestión de áreas prote-gidas, y asimismo en lo que esla incidencia en lo que son laspolíticas públicas.

Lo que nos ha traído a La Pazes parte de un programa (acercadel modelo de producción agrí-cola y sus impactos), que esta-mos organizando con el propó-sito de poder hacer conocer a lasociedad civil acerca de lo quesignifica el modelo de desarrolloagropecuario que se ha llevadoa cabo en Bolivia y en Américalatina durante (estos últimos)veinte años, cuáles han sido susaportes y los impactos socio-ambientales en la región y par-ticularmente en Bolivia, habidacuenta de que en Bolivia se han

introducido hace más de docea ñ o s l a s o y a t r a n s g é n i c a

2 y queahora se pretende introducir elmaíz y el algodón transgénico(también están hablando de lacaña de azúcar)3.

Justamente el objetivo ha sidoel de traer a La Paz a un grupode expertos de México, Colom-bia, Paraguay, Uruguay, Argenti-na y Brasil, que trabajan en es-tos ámbitos, actúan en el cam-po, que es lo más interesante,y conocen muy bien acerca delo que es la problemática de lostransgénicos y los agro-tóxicos,y de qué manera éstos estánafectando los suelos, la biodi-versidad, la economía, la saludde estos países, y compartir connosotros -también en Bolivia- loque está ocurriendo acá.

Se habla mucho del paradigmade los transgénicos, que va re-solver los problemas de la segu-ridad alimentaria, cuando ya es-tamos con 12 años de haber in-troducido la soya transgénica4

y ¡no hemos resuelto nada!, he-mos ido más bien para atrás,porque estamos ahora impor-

tando más de 150 alimentos queantes producíamos5, hemos cua-driplicado el uso de los agrotóxi-cos6, se ha desertificado más demedio millón de hectáreas7; pro-ducto del uso de los agrotóxi-cos casi el 45% del territorio delas aguas están contaminadas8,según la percepción de las co-munidades en el censo del 2013.Y estamos ocupando los últimoslugares en los temas de alimen-tación9, ya que el 24% de nues-tra población está en situaciónde subnutrición10, además deque Bolivia se ha convertido enuno de los mayores paísesdeforestadores del mundo11, conmás de 200.000 hectáreas poraño, en estos (últimos) cincoaños se han deforestado cercade tres millones de hectáreas12.

Obviamente esto muestra, entérminos de números, la impli-cancia que ha tenido el uso deeste modelo de desarrollo, basa-do en el agro-negocio y el usode transgénicos y agroquímicos,que no está resolviendo, ni va aresolver los problemas nuestros.En este marco estamos también

* Intelectual quechua, mi l i tantekatarista, profesor universitario yconsultor del IESAL/UNESCO.

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analizando la situación de laagroecología, que se está con-solidando en Bolivia, y en quémedida ésta es una de las pocasvías que tiene el país para (su-perar) su (sub)desarrollo.P.- Actualmente tenemos doscontextos muy problemáticos.Por una parte, el contexto inter-nacional caracterizado por laviolenta arremetida del agro-capitalismo y los agro-negociosprohijados por las empresas ycorporaciones transnacionales.Y por otra, la intensificación delas políticas extractivistas y de-predadoras de la Madre Tierraactivamente apadrinadas por elgobierno del hermano Evo.R.- El contexto global tiene unatendencia que es el tratar de ho-mogeneizar los alimentos y quesean unas cinco empresas lasque controlen -lo que ahora es-tá ocurriendo- y concentren lassemillas y los insumos13, en estecaso los agroquímicos, que sonlas que monopolizan y tienensus representantes en nuestropaís, por lo que no podríamos(aquí) hablar de seguridad y so-beranía alimentaria. Hoy esta-mos importando semillas y ade-más estamos importando tecno-logía si vale el término. Lo másgrave es que no estamos ali-mentando a nuestra población.

Y este es un modelo que yaha causado crisis, ya tiene uncolapso ineluctable, ya es un de-sastre, está en crisis terminal,en fin no es sostenible. Actual-mente en Bolivia se está usandocuatro veces más agro-tóxicos14

de los que se usaban hace 10años. Y estamos usando tresveces más agro-tóxicos porhectárea de lo que usábamoshace 15 años. Entonces esta-mos aplicando verdaderas bom-bas (de tiempo).

Pero, lo más interesante deesto es que a nivel global tam-bién está creciendo la tendenciaa la producción ecológica, de 11millones de hectáreas, que habíahace 10 años, ahora estamoscon 44 millones de hectáreas yel mundo está demandando ali-mentos sanos. Y también nues-tra población y -en este caso-los consumidores están empe-zando a tomar conciencia de lanecesidad de consumir sano,por los graves problemas queaparecen (actualmente) con eltema de la insuficiencia renal, elcáncer, el mal de Parkinson, elautismo, etc., que ya son enfer-medades muy comunes en nues-tro país, ¿quién no tiene un pa-riente, un amigo, un conocidoque tiene cáncer? Y esto deberíapreocuparnos, es un tema desalud pública, no es una cues-tión sólo de amor a la Madre Tie-

rra, que además -desde el puntode vista nuestro- no existe porparte de las autoridades, sinotambién es un tema de saludpública y de economía.

Es en ese marco que se plan-tea esa tendencia, pero ademásel hecho de que Bolivia ha sidoincorporada al capitalismo mun-dial muy tarde. Entonces, nues-tro país no va a ser fabricanteni de bolígrafos, porque los chi-nos ya lo hacen y cuestan 50centavos, un (peso) boliviano,porque ellos tienen mano deobra barata. Y la pregunta es¿qué tenemos nosotros y quéno tiene el mundo?, tenemosuna diversidad de recursos ge-néticos, somos (estamos) entrelos ocho países más ricos delplaneta en biodiversidad.

Y es ahí donde deberíamosapuntar nuestro modelo de desa-rrollo y no seguir como se siguehablando esa cantaleta de los500 años, bueno ¡500 años deextractivismo!, desde los inka,los españoles, la época republi-cana y ahora dizque proceso decambio, seguimos en lo mismo;es más –yo diría- estamos yen-do para atrás. Ya debemos dejarde ser un país proveedor de ma-terias primas y ser un estadoinnovador tecnológico de la bio-diversidad, tenemos una infini-dad de recursos genéticos, dealimentos, etc. Y mucho patri-monio genético que también pue-de aportar a la salud, a la cosme-tología, a la farmacología, a losalimentos, que es ahí donde sedeben establecer modelos dedesarrollo para generar empre-sas, industrias, pequeñas indus-trias, generar ingresos, empleos,investigación científica, generarconocimiento, cultura y teoría.

Esto supone un cambio radical,que no sabemos qué Estado lohará, porque la verdad -comovemos ahora- que no va, no hayluces de esperanza; pero sí esaes la tendencia y ahí es dondeBolivia debería aprovechar. Aho-ra, alguien dirá: esto no es posi-ble. ¿Ejemplos?, el más cercanoes el Perú, que produce alimen-tos, exporta alimentos, que sontradicionales, y tiene un ingresode al menos cuatro mil millonesde dólares, el doble de las ex-portaciones de gas de nosotrosen el mejor de los años (en losque teníamos buenos precios),y cuatro veces más de lo quegenera la soya en Bolivia. Ahíestá pues el ejemplo.

Entonces, creo que es cues-tión de voluntad política y espe-ramos que eso haya. Pero, tam-poco podemos tener muchasesperanzas, porque creo queahora el papel está en manosde los consumidores, en manos

de las redes, de los colectivossociales, y en manos también delsector académico, que –insisti-mos- se ponga las pilas, porquelas universidades han tenidohasta ahora unos treinta añosde oscurantismo, cuando no hanaportado nada, ¡absolutamentenada a la sociedad! Entonces,creo que es hora de que se sa-cudan (la herrumbre) las univer-sidades, los sectores académi-cos, y empiecen a generarconocimiento, porque ese es supapel. Creemos que ese es eldesafío hacia el futuro.P.- En este contexto, comén-tenos concisamente acerca desu ponencia: la cuestión de losagro-negocios.R.- Nuestra exposición ha esta-do basada en lo que es el con-texto global y nacional de la agri-cultura. Y hemos podido apuntarque -en el contexto global- enrealidad la agenda de las corpo-raciones es la agenda de la agro-industria boliviana, es decir ni si-quiera es una agenda nacional,es una receta que viene de afue-ra y que se la están imponiendoal gobierno, a pesar de que exis-te la CPE, las leyes, las normas,que impiden el ingreso de agro-químicos y más bien favorecen(esas leyes) la disminución gra-dual de los agroquímicos y ayu-dan a la consolidación de la agro-ecología, pero eso no ocurre,eso está en el papel, eso unpoco hemos mostrado. Asimis-mo hemos demostrado en quémedida estas tendencias influyenen que –ahora- tenemos másde 3.600.000 hectáreas sembra-das, tres millones son de agro-industria y sólo 600 mil es deagricultura familiar, pero de esastres millones casi un millón ymedio es soya15.

Todo esto ha desestructuradola agricultura al punto de queproducimos menos hortalizas,menos frutales, menos forrajes,menos energizantes, menos ce-reales, menos tubérculos. Y Bo-livia está más bien importandoalimentos16 para un valor -el añopasado- de cerca de 700 millo-nes de dólares. Y además losbolivianos tenemos los alimentosmás caros del continente, el63% de nuestros ingresos enese porcentaje, en esa propor-ción, lo destinamos a la comprade alimentos, siendo que Chile,Argentina y Brasil destinan el20% a lo mucho para la comprade alimentos. Esto está demos-trando que un país tan misera-ble como el nuestro, todavía seda el lujo de importar, y encimalos alimentos son caros parauna población cuyo ingreso pro-medio es muy bajo en relacióna otros países. Entonces, esta

es una situación que obviamentedebería preocuparnos.

Al mismo tiempo hemos de-mostrado la cantidad de recur-sos financieros que se usan parala importación de agro-tóxicos,aproximadamente cerca de 300millones de dólares y 700 millo-nes de dólares en la importaciónde alimentos, son mil millonesde dólares que podríamos muybien usar para producir nuestrospropios alimentos (sanos). Y endefinitiva si tenemos un exce-dente pues exportarlos y tendría-mos más ingresos que inclusolos (provenientes) de la soya.Ese es entonces el desafío.

Igualmente, hemos demostra-do una serie de alternativas queya se están empleando en elpaís, como es el caso de la agro-ecología, cultivos producidosbajo control biológico y hemosdemostrado las ferias agroecoló-gicas, que ya están siendo unarealidad en La Paz, en Cocha-bamba, en Santa Cruz, a travésde la Plataforma agroecológicadel oriente y del trópico (“Plata-forma agroecológica del Trópico,Sub-trópico y Chaco”), queestán aportando cientos de pro-ductos que la gente ya está con-sumiendo. Y también el creci-miento cada vez mayor de loshuertos ecológicos urbanos, enlos que la gente se ha anotadomuy fuertemente para poderproducir sus propios alimentos,(porque) ya está preocupada decomer tomate o lechuga conta-minada. Entonces, ese ha sidoun poco el sentido y el contenidode mi exposición.P.- A propósito, me ha alarmadola exposición acerca de los altísi-mos niveles de deforestación quetenemos en Bolivia (“Avance dela frontera agrícola ganadera yla deforestación en Bolivia” deNataly Ascarrunz), que obvia-mente atenta contra la seguridady la soberanía alimentaria…

R.- Yo creo que en La Paz yCochabamba, Oruro y Potosí, lagente y los consumidores debenempezar a levantarse (movilizar-se), porque la crisis del agua queha vivido La Paz, Cochabamba yEl Alto, no ha sido porque dosfuncionarios han manejado maluna empresa, eso ha tenido quever, pero fundamentalmente seha debido a lo que ha sido el te-ma de la deforestación de tresmillones de hectáreas17, que haroto el ciclo hidrológico de laslluvias, que vienen del trópico,de la chiquitania y de la amazoniaboliviana, al deforestar tres mi-llones se ha cortado ese ciclohidrológico, no ha llovido en lasalturas, y por lo tanto no se hanllenado las represas18.

Continúa en la página 7

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Economía:

Los Vulnerables en AméricaLatina: el caso de Bolivia

Reproducimos por suinterés el prólogo y la

introducción del recientelibro"Los vulnerables en

América Latina: el caso deBolivia" de Pedro Hinojosa

Pérez.

PresentaciónRealizada Por: Silvano P.Biondi Frangi; Asistente deCoordinación PROMEC;Facultad de CienciasEconómicas – UMSS:El conjunto de artículos escri-

tos y reunidos en el libro de Pe-dro Hinojosa Pérez nos permitereflexionar, una vez más, en tor-no a la temática del desarrollo.A través de un abanico de ele-mentos complementarios y, amenudo, interrelacionados entresí y que son revisados en losdiferentes artículos, logramostomar conciencia de la precarie-dad de nuestro sistema de vida(que es cada vez menos “vulne-rabilidad de pocos”). Llego a laconclusión que, todo cuanto seexpresa en el libro, fruto de laminuciosa investigación y sensi-ble reflexión del autor, cuestionano sólo nuestra forma de pensarla economía del país y de AméricaLatina en general sino, más am-pliamente, también reflexionaalrededor de nuestra manera de“estar en el mundo” y de ocuparun espacio colectivo del mismo.Con la sana impresión, que po-dríamos hacerlo de mejor mane-ra (y los elementos abordadospor el autor podrían darnos bue-nas pautas al respecto).

La riqueza o la pobreza de gru-pos de personas, que son partede una misma colectividad, yaempiezan a ser reflejo de unamanera de vivir nuestra expe-riencia existencial en relación conlos demás y fruto de visionessociales, políticas y administra-tivas con respecto al manejo dela “cosa pública” (los bienes detodos y para todos) de las quela economía no deja de estar alservicio, buscando y realizandolas mejores opciones para cum-plir con su tarea de administrar

lo poco o mucho que se tieneen beneficio de la Comunidad.

Hasta el día de hoy, sigorebelándome ante la idea de queentre compatriotas que compar-ten un sentido de destino co-mún (la nación), puedan existirfranjas consistentes de pobla-ción que deban vivir (como sifuera algo premeditado o resul-tado del mandato de una volun-tad exterior o, peor, de un dise-ño divino) por debajo de la líneade pobreza, mientras pocos pri-vilegiados accedan a beneficiosque les permiten sobrellevar susdías muy por encima de la cali-dad de vida reservada a las ma-yorías. Y empeora más el esce-nario nacional, saber que, comolamentablemente en el resto delos países latinoamericanos, elquintil más rico de la poblaciónde la nación tiene acceso a gran-des porcentajes de recursosque, sistemáticamente, casi lesson negados al quintil poblacio-nal más pobre. En esta situa-ción, entonces, todavía nosqueda bastante por preocupar-nos de una redistribución másecuánime de la riqueza que segenera en el país, con un pensa-miento claro: todos somos artí-fices y responsables de producirbienes y servicios de necesidadpara todos y no para unos cuan-tos (en el país, todavía se venlos procesos de reducción de lapobreza como concesiones des-de la cumbre del poder de lospocos a la base ancha de los nu-merosos desposeídos y nocomo legitimidades de ciudada-nía que no son más que dere-chos cívicos que correspondena ciudadanos maduros cons-cientes que “para recibir hay quetambién estar dispuestos adar”).

Es indudable que en los últi-mos años se ha avanzado en elcamino, pero pensar que estiempo de descansar y dejar deandar, sería un craso error. Faltaaún mucho para consolidar elproyecto de país que los habi-tantes necesitamos y merece-mos. Lo que sería más alcanza-ble a partir de una visión y unsentido de “propósito superior”

que supere la inmediatez en labúsqueda de resultados a cortoplazo y motive a los ciudadanosa empeñarse “patrióticamente”en su construcción. En este en-tendido, apuntar a una visión desólido bienestar colectivo repre-senta la voluntad ciudadanadefinitiva de aunar esfuerzospara lograr un desarrollo nacio-nal fuerte y duradero, no paraque un grupo (o una clase) debeneficio reducido esté bien,sino para que todos lo estén.Esto, compartiendo valores yprincipios que ese ideal de “pro-pósito superior” —que ayuda aver más allá del círculo de los“pequeños e inmediatos intere-ses personales o de tipo corpo-rativo reflejados en las aspiracio-nes de agrupaciones de distintaíndole”— motiva individualmenteen las personas. Se supone quelas personas que abrazan elconcepto de “propósito supe-rior” en sus vidas, practican unamayor disponibilidad al sacrificiopara el bien de todos, la renuncia(que se torna ética) para queotros también vivan mejor y elsentido de profunda responsabi-lidad en la construcción de un

destino común. Definitivamente:otra visión de país donde las as-piraciones del individuo se reco-nocen en la satisfacción de nece-sidades de todos y el sentidosano de pertenencia a la naciónnos rebautizaría como auténti-cos ciudadanos bolivianos (másallá de la celebración del naci-miento en suelo patrio o porsimple descendencia de parte deambos o uno de los padres).

En este ámbito, considero queel desarrollo de un país no puedelimitarse a planificaciones coyun-turales pertenecientes a cadagobierno de turno: creo que sedebe pensar en planes a media-no y largo término a los que cadagestión gubernamental aporta-ría en el plazo de su duración.Por esa razón, dichos planesdeben ser consensuados (y nosujetos simplemente a la volun-tad de quienes gobiernan alpaís): el progreso nacional sehace más sostenible en el tiempocuando responde realmente auna visión de país anhelado y alas necesidades de las personasque desean ese desarrollo y, apartir de allí, lo proyectan, loasumen y lo construyen, Ya no

Pedro Hinojosa Pérez, autor del libro Los Vulnerables en América Latina: elcaso de Bolivia. Fuente foto:http://pentian.com/book/fund/4636

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es suficiente contar con las visio-nes de pocos clarividentes quefinalmente, en nombre del desa-rrollo, son presentadas a losgobernantes para que ellos lasejecuten como parte de los pla-nes de gobierno (y los ciudada-nos las asuman como si fueranla anhelada panacea universal desus posibles males). Vale la penarepetirlo y subrayarlo: las deci-siones que se toman en funciónde encaminar el desarrollo de unpaís son de mucha responsabi-lidad para evitar resultados pocoduraderos en el tiempo y, sobretodo, desencantos y debaclesen la población.

Lo expone y aclara muy bien,en los artículos del presente li-bro, Pedro Hinojosa Pérez que,primero que nada, hace una sa-ludable diferencia entre los tér-minos de desarrollo y crecimien-to. Advierte (y nos hace enten-der) que si bien el crecimientode la última década —considera-da de auge económico latino-americano principalmente porlos buenos precios de las mate-rias primas y la implementaciónde una serie de políticas socialesinteresantes— ha sido posibleforjador de una evidente reduc-ción de la pobreza (sacando aun número considerable de per-sonas de la vida por debajo dela línea de pobreza, aquéllas quese la arreglaban, según el BancoMundial, con un ingreso de 2 dó-lares estadounidenses al día), depor sí, no es garantía para quese mantenga en el tiempo dichasituación favorable. El crecimien-to económico constante y el pro-greso ilimitado —en un sistemafinito— ya son parte de un mitoque ya pocos se lo creen.

Aparecen los vulnerables —asumar en las ya detectadas ca-tegorías socioeconómicas de“ricos”, “pobres” y “clase me-dia”—, personas que, potencial-

mente, ya no son pobres (porel simple dato de ganar de 4 a10 dólares estadounidenses aldía) pero que no alcanzan ingre-sos, en términos monetarios,para ser consideradas parte dela clase media tipificada con uningreso diario de 10 a 50 dólaresestadounidenses. Llama la aten-ción que el grupo de las perso-nas vulnerables representa el38% de los latinoamericanos,mientras que los pobres repre-sentan un 24% y la clase mediaun 35%. El autor de los artículosde este libro nos alerta indicandoque la desaceleración económicaque se vive en la región podríaafectar de manera significativaal grupo de las personas vulne-rables, particularmente por sucapacidad disminuida para anti-ciparse, tomar recaudos, hacerfrente y resistir a los efectos deuna embestida económica. Deallí, la necesaria sensibilidad de(pre)ocuparnos de los vulnera-bles. Para el bien de todos.

Es así que, gracias a PedroHinojosa Pérez, a través del pre-sente libro nos introducimos enel mundo del grupo poblacionalde los vulnerables, principal-mente desde una perspectivaeconómica (pero no sólo). Paracomprender el porqué de la exis-tencia de esta franja de vulne-rables en el seno de la poblacióny su situación, el autor pone anuestra consideración aspectosrelativos a la dinámica de nuestrodesarrollo regional, la trampa delingreso medio que afecta a todaAmérica Latina, el actual dramade la insostenible relación entreeconomía y medio ambiente (conmanifestaciones de cambio cli-mático y calentamiento globalcada vez más evidentes que, derepente, nos van haciendo a to-dos vulnerables), los efectos dela migración interna, la desigual-dad y la pobreza, la informalidad

que caracteriza elempleo en nuestroámbito de trabajo,las consecuenciasdel imparable pro-ceso de urbaniza-ción y la importan-cia de la agriculturacomo base econó-mica de las regio-nes rurales. Parti-cularmente llama-tivo resulta ser elanálisis realizadopor Pedro Hinojo-sa Pérez de los re-sultados mostra-dos a partir delgráfico de la deno-minada curva delelefante.

Un corolario deprofundizaciones de parte delautor que vale la pena leer.¡Buena lectura!

IntroducciónRealizada por Pedro HinojosaPérez:Son varias las razones del por-

qué interesan los distintoscapítulos presentados en el libroy que la vulnerabilidad es trans-versal a todos los temas comola pobreza, la informalidad, eldesempleo, la clase media, etc.:

De acuerdo a lo manifestadoen BBC Mundo “El crecimientode la última década permitió unareducción a casi la mitad de lapobreza en América Latina, perocreó también una poblaciónextremadamente vulnerable a laactual desaceleración económicaregional.

El estudio más reciente sobreel tema del Programa de Nacio-nes Unidas para el Desarrollo(PNUD), que abarca a 18 paísesde la región, señala que el 38%de la población se encuentra en

este limbo social de vulnera-bilidad.

Se trata de unos 200 millonesde personas que no son pobres,pero tampoco ingresaron a laclase media y corren peligro deperder sus conquistas de la últi-ma década.

«Hay dos noticias una buenay otra mala», afirma AlfredoGonzález, especialista enPobreza y Desarrollo Humanodel Departamento de AméricaLatina del PNUD.

«Las buenas son el aumentode la clase media y la disminuciónde la pobreza. La mala es queaumentó el número de personasvulnerables a caer nuevamenteen la pobreza”.

Dado que el estudio es de 18países, equivalente a un 90% dela población total de AméricaLatina, hay variaciones en eldesempeño 2000-2012 que elPNUD enmarca en tres sectores:*Perú y Bolivia lideran a las na-

ciones que más redujeron lapobreza en este período. EnPerú buena parte de este sec-tor que abandonó la pobrezapasó a la clase media. Boliviaregistró la mayor reducción dela pobreza de la región, peroal mismo tiempo tuvo el mayoraumento de población vulne-rable.

*Un segundo grupo de paísesson los que no registraroncambios en niveles de pobrezacomo Honduras y RepúblicaDominicana, o la pobreza au-mentó, como Guatemala, don-de se produjo un crecimientode casi siete puntos de la po-breza.

* El tercer grupo son países queal mismo tiempo redujeron lapobreza y la vulnerabilidad,como Argentina, Chile, Costa

2005-2015: Clases medias emergentes; clases medias vulnerables.Fuente ilustración: http://images.slideplayer.es/17/5400017/slides/slide_8.jpg

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Rica y, en menor medida,Uruguay.Y, ¿porque se denomina los

vulnerables?Se utiliza dicho término para

identificar a las personas que noson pobres (su ingreso o con-sumo diario supera los 4 dó-lares) pero tienen una proba-bilidad relativamente alta de serpobres en el futuro. Ciertos es-tudios recientes han reveladoque la probabilidad de llegar aser pobre es inferior al 10% siel ingreso diario de la personasupera los 10 dólares; de modoque el sector vulnerable sedefine como aquellos cuyo in-greso diario varía entre 4 y 10dólares.

A medida que crece la econo-mía de los países pobres, no hayduda de que la reducción de laincidencia de la pobreza seráacompañada, primeramente,por una expansión de la clasevulnerable, y posteriormente,por una expansión de la clasemedia.

En Bolivia la clase media re-presenta el 56% del total de lapoblación boliviana, es decir,equivale a 5 millones de perso-nas y de las cuales el 70% viveen las áreas urbanas y solo el30% aproximadamente vive enel área rural. Acá radica la impor-tancia de la clase media: movilizael mercado interno y provee defuentes de trabajo en la infor-malidad y de esa manera disfra-za el desempleo. Técnicamenteno son pobres pero tampocoestán bien consolidados comotal y que cualquier fenómenoeconómico les afecta directa-mente. Entonces es pertinentetocar con un poco de profun-didad una serie de temas queestán correlacionados entre sí.No es suficiente explicar ladesigualdad o la pobrezatomando un solo aspecto. Parael efecto se asume una serie devariables como por ejemplo lacurva del elefante que explicamuy bien los distintos puntosde vista que tiene la economía,seguramente unos intentaranexplicar tocando la trompaporque les conviene política-mente y otra los otros inte-ntaran refutar la misma tocadola cola.

En resumidas cuentas llega-mos a la conclusión de quetodos de una u otra manerasomos vulnerables!!!

Entonces, el primer causal deeso (la sequía) es la deforesta-ción salvaje que se ha hecho enel oriente, y muy activamentepromovida por el gobierno. Y ensegundo lugar ha sido la irres-ponsabilidad en la gestión deuna empresa, de funcionariosque no sabían dónde estabanparados. Y el tercer aspecto hasido el tema del cambio climático,en orden de importancia, esosson los culpables y no así enprimer orden el cambio climático,éste es el último.

Y ahí nos está mostrando cla-ramente que La Paz ya no puedetener otra vez la amenaza de se-quía, de una escasez hídrica, ypor esa cuestión todos los fenó-menos están interrelacionados.Y creo que -en ese sentido- lasredes sociales, la sociedad civilya deben empezar a movilizarse,porque el tema de la deforesta-ción no es un tema que atinjasólo al oriente, (todo esto) tieneque ver mucho: allá se deforestay aquí no va a haber agua, niacá, ni en Cochabamba, ni enLa Paz, ni Oruro, ni en El Alto.Esta es la situación dramática.P.- Para terminar, entiendo quela iniciativa –usted decía- ya nosólo está en los productoressino también en los consumi-dores…R.- El desafío está en los con-sumidores. Yo creo que la sarténpor el mango la tienen los con-sumidores, no ya los produc-tores, éstos van a producir enfunción de sus intereses, perolos consumidores son los quetienen que exigir y ahí es dondeel productor se tiene que ade-cuar a la demanda del consumi-dor, éste es el que ahora manda.Entonces creo que es ahí dondetenemos que apuntar a travésde las informaciones y todo eso.

Muchas gracias.1 PROBIOMA, Productividad Biosfera Me-dio Ambiente, es una institución privadade desarrollo social con sede en SantaCruz, Bolivia. Fundada en 1990, cuentacon amplia experiencia en las áreas deagroecología, manejo de la biodiversidad,biotecnología, fortalecimiento de capaci-dades de organizaciones locales, forma-ción de monitores socio-ambientales, in-cidencia política e información ciudadana.Véase: http://web.probioma.org.bo/2 Cfr. Somos Sur, “Los transgénicos enBolivia: algo de historia” (http://somossur.net/bolivia/economia/agro-y-seguridad-alimentaria/710-los-transgenicos-en-bolivia-algo-de-historia.html) y Molina,Patricia, “Transgénicos por encargo: antela falta de políticas agropecuarias enBolivia» (Fobomade, 17 junio 2011).3 Véase el blog “Bolivia Libre de Transgé-nicos” (http://bolivialibredetransgenicos.blogspot.com/2015_04_19_archive.html).4 Cfr. Bolivia: Decreto Supremo Nº 28225del 1 de julio de 2005 y Sena/Fobomade,“Bolivia por la ruta de los transgénicos”(La Gaceta Jurídica, 15 marzo 2013).5 Cfr. “Bolivia importa alimentos por cercade $US 50 MM” (Los Tiempos, 5 octubre2016); “Se importa el 71% de los alimen-tos” (El Día, 19 noviembre 2016), “Argenti-na y Perú proveen el 71% de las importa-

ciones de alimentos de Bolivia” (ANF, 17noviembre 2016) y “Bolivia importa cadavez más alimentos básicos” (El Diario, 8junio 2017).6 Cfr. “Agro-tóxicos inundan tierra yalimentos producidos en Bolivia” (El País,29 marzo 2015); “La importación deplaguicidas se sextuplicó en Bolivia” (LaPública, 25 agosto 2015) y “Se pasó de12 a 36 kilogramos por hectárea. Setriplica uso de agroquímicos en cultivos.Señalan que malezas, insectos y demásenfermedades han desarrolladoresistencia por la excesiva aplicación deagroquímicos” (El Día, 24 abril 2017).7 Potosí, Cochabamba, Chuquisaca,Santa Cruz, La Paz, Oruro y Tarija sonlos departamentos afectados por el pro-ceso de degradación. Cfr. “La desertifi-cación afecta casi la mitad del territorionacional” (Jornada, 19 julio 2008) y “Ladesertificación afecta al 51% del territorioboliviano” (La Razón, 28 agosto 2016).8 Cfr. “Aguas contaminadas provocan el80 % de enfermedades en Bolivia” (LaPatria, 19 julio 2012); “Bolivia recuerdael día del agua con lagunas secas y ríoscontaminados” (Correo del Sur, 22 marzo2016) y “Cinco motivos por los que Boliviaatraviesa su peor crisis de agua en 25años y por qué puede empeorar” (BBCMundo, 21 noviembre 2016).9 Cfr. “Crisis de alimentos: un año difícilpara Bolivia” (Los Tiempos, 20 febrero2011); “Alertan de crisis del agro e identi-fican cuatro causas” (Los Tiempos, 28marzo 2016) y “Bolivia se apresta a sor-tear otro año complicado en alimentos”(Los Tiempos, 4 enero 2017).10 Cfr. “Bolivia con niveles de desnutricióncrónica, según el PMA” (El Día, 15 enero2017) y “PMA: La desnutrición crónica enBolivia, encima de media regional”(Página Siete, 16 enero 2017) y “Bolivia,con niveles de desnutrición crónica” (ElDeber, 16 enero 2017).11 Cfr. “Bolivia, uno de los países conmayor deforestación” (La Razón, 18noviembre 2013) y “En Bolivia,deforestación llega a 350.000 hectáreasal año” (El Diario, 22 marzo 2016).12 “Bolivia y su deforestación alarmante”

Viene de la página 4 (Los Tiempos, 29 mayo 2016).13 Cfr. “Controlan 10 empresas 95 porciento del mercado mundial de semillas”(La Jornada, 6 febrero 2007); “El hambrecomo negocio: las multinacionales y lapropiedad de la tierra” (Crónica Popular,17 febrero 2014) y “Monsanto hacia lafusión con Syngenta, oligopolio del agro-negocio” (Anred, 26 de enero de 2016).14 Sólo entre 2013 a 2016, Bolivia importó162.000 toneladas de plaguicidas. Cfr.“En Bolivia hay 550 toneladas de plagui-cidas obsoletos y tóxicos” (Página Siete,29 abril 2014); “200.000 personas falle-cen al año por uso de agroquímicos” (ElDiario, 12 abril 2017) y Ascarrunz, Nataly,“Los organismos genéticamente modi-ficados y los agro-tóxicos (El Deber, 11octubre de 2017).15 Cfr. “Superficie cultivada de soya alcan-za un nuevo récord” (Cambio, 21 abril2016) y “Siembra de soya de verano 2016-2017 concluyó con un millón de hectáreas”(Noticias Bolivia rural, 25 enero 2017).16 Cfr. “IBCE: Bolivia importa 300 produc-tos de canasta familiar” (Erbol, 16 octubre2013); “Importación de alimentos casise duplica en los últimos cinco años” (LaRazón, 19 julio 2015) y “Bolivia importacada vez más alimentos básicos” (ElDiario, 8 junio 2017).18 Son varias las causas de la deforestación,entre las principales están: agroindustria,petróleo y gas, incendios, minería, ‘made-reo’ y megaproyectos. Cfr. “Bolivia pierde1,8 millones de hectáreas de bosques pordeforestación” (Opinión, 4 marzo 2013);“En 2014 se quemaron casi dos millonesde hectáreas de superficie” (Página Siete,27 junio 2015) y Solón, Pablo, “¿Los bos-ques correrán la misma suerte que el lagoPoopó?” (Los Tiempos, 10 enero 2016).18 Cfr. “Cinco motivos por los que Boliviaatraviesa su peor crisis de agua en 25 añosy por qué puede empeorar” (BBC Mundo,21 noviembre 2016); “‘No puedo dejar depensar en el agua’: Bolivia enfrenta su peorsequía en décadas” (El Boletín de The NewYork Times en Español, 2 diciembre 2016)y “Crisis del agua: La Paz sufre la peorsequía en cuarto siglo” (Página Siete, 19diciembre 2016).

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Ideología:

Estado nacióny pueblos indígenasPedro Portugal Mollinedo*

Cuando Felipe Quispe fue capturado por los servicios de seguridad del Estado en Bolivia, la periodista Amalia Pando lecustiona las razones por las que eligió la lucha guerrillera. La respuesta del Mallku es histórica: Para que mi hija no sea

su sirvienta. Fuente ilustración: https://www.youtube.com/watch?v=rlyHHG6ayf0

Este asunto es muy importan-te porque tocamos el tema po-lítico. La política en nuestro me-dio está actualmente desvalori-zada; muchos aceptan la opinióndel dramaturgo francés LouisDumur: “La política es el arte deservirse de los hombres hacién-doles creer que se les sirve aellos” y olvidan lo que indicó laantropóloga Margaret Mead —yque se aplica perfectamente a laacción política—: “Nunca dudesque un pequeño grupo de ciuda-danos reflexivos y comprome-tidos puede cambiar el mundo.De hecho, son los únicos que lohan logrado”.

El recelo a la política confundelo malo de un proceso con loque éste debería ser realmente.Tenemos una necesidad de cam-bio en Bolivia. Las frustracionesal respecto solo ponen de relieveesta urgencia. Por ello, es im-prescindible deslindar aspectosteóricos sobre los pueblos in-dígenas y el Estado nación, rela-cionándolos con el tema políticoy la descolonización.

Debemos entender la políticacomo la administración del poder.No es sentimiento ni sola ideo-logía. No podemos creer que ungobierno sea “indígena” si ésteno está en la administraciónpública también como directivo,y no solo como portero o recep-cionista, o como elemento co-rrupto —como ocurre actual-mente—, lo que sirve solo paradesmerecer nuestra causa.Surgimiento del Estadonación

Para entender el Estado naciónen relación a lo indígena previa-mente debemos precisar algu-nas definiciones. El conceptoEstado nación está conformadopor dos términos, el primero espolítico-jurídico, el Estado; elsegundo es histórico, étnico,

cultural: la nación.Estamos en momentos en que

en la academia y en ámbitospolíticos se difama el significadodel Estado nación. En nuestrocaso, esa difamación se escudaen la propuesta plurinacional.

El Estado nación hace parte deun proceso que puede calificarsede universal. El Estado naciónes una forma de organizaciónpolítica que se caracteriza portener un territorio claramentedelimitado, una población rela-tivamente constante, y un go-bierno. Lo que da sentido a esaforma de organización política essu viabilidad.

El Estado nación surgió pararesolver problemas de admi-nistración política en contextoscada vez más amplios y hete-rogéneos. Cuando ese procesono se culmina surgen casoscomo España, donde regionescomo Cataluña y el país Vascoestán en permanente procesode disociación. Lo de España esun caso de Estado nación fallido

que contrasta con la situaciónde sus vecinos, por ejemploFrancia, que señala un casoexitoso de Estado nación. ElEstado es, pues, una adminis-tración que para ser viable ne-cesita una base estructural, quees la nación.

Existen otros componentes.Pueblo es el sujeto político en elque reside la soberanía consti-tuyente de un Estado. El puebloes el portador de mitos comunesa través de una memoria his-tórica, de comportamiento ge-neralmente solidario. Otro con-cepto es la patria, que en senti-do estricto es el país o lugar enel que se ha nacido o al que sepertenece por vínculos históri-cos o jurídicos, lo que implicauna vinculación de carácterafectivo.

Un pueblo automáticamenteno es Estado, pues ello implicaun proceso político a través dela nación. La nación es una uni-dad compleja de varios elemen-tos: conjunto de individuos uni-

dos por un lazo común y porun lazo de conciencia que lespermite una convivencia agru-pada.

En Bolivia se ha popularizadoel término nación para justificarel apelativo “plurinacional” delactual Estado. Sin embargo, unacaracterística vital de la naciónes la conciencia de ser tal, lo queestá ausente en la mayoría delas “naciones” que conforman laactual plurinacionalidad boliviana.

De esa ausencia surge la ins-trumentalización política. Losmiembros de esas supuestasnaciones hacen el servicio militarboliviano, reverencian sus héroesy mitos fundadores y expresanculto patriótico a sus símbolos.El único pueblo en el que sevislumbra un sentimiento na-cional real y fundamentado esel aymara, aunque es más fácilpercibir nacionalismo ideológicoen algunos de sus intelectualesurbanos que en ese pueblo pro-piamente dicho.

Se ha banalizado —influencia

* El presente artículo es la transcripción,editada por el autor, de su conferenciamagistral en el 1º Congreso de HistoriaIndígena organizado por la Carrera deHistoria de la UPEA. y el Centro deInvestigaciones y Estudios HistóricosLARAMA , el viernes 13 de octubre 2017en el Salón Akapana de la UniversidadPública de El Alto.

Pedro Portugal Mollinedo, en ocasión de su conferencia magistral «Estado nación y pueblos indígenas», en el 1º Congresode Historia Indígena organizado por la Carrera de Historia de la UPEA. y el Centro de Investigaciones y Estudios

Históricos LARAMA. Foto: Hugo Salinas.

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del muticulturalismo posmoder-no— la dimensión de la nación ydenigrado al Estado nación. Laplurinacionalidad es, empero,artificial y sin real manifestaciónsocial. La ausencia de plurina-cionalidad ha querido ser subsa-nada con sobredosis de ideolo-gía, lo que es el pachamamismo.Sin embargo, los verdaderos es-tados de conciencia no devienendel implante de ideologías, sinoque son reflejo de condicionesmateriales.

Así, se llama nación a cualquiermanifestación, cuando en reali-dad la nación es algo concreto yevidenciable. La nación es —para utilizar los términos deErnest Renan— un “plebiscitocotidiano”.

¿Cuáles son las condicionesmateriales de la conciencia na-cional y del Estado nación? Pararesponder, detengámonos unpoco en la historia del Estadonación, que señala esa construc-ción no como solución existen-cial o resultado de procesosemotivos, sino como expedientepolítico desarrollado primero enEuropa.

El concepto de Estado fue utili-zado por primera vez por el ita-liano Nicolás Maquiavelo —lostato— para designar la orga-nización política. Que Maquiavelolo haya utilizado es revelador,pues para él por la naturalezadel hombre solo una organi-zación fuerte puede garantizarun orden social adecuado.

Históricamente, el Estado na-ción es consecuencia del tratadode Westfalia, al final de un largoperíodo de guerras en el sigloXVII. Este tratado acaba con elantiguo orden feudal generandonuevas organizaciones territo-riales y de población. Se estable-cen límites espaciales y se ponenen marcha mecanismos institu-cionales que configurarán gra-dualmente esta nueva realidad.Los dislatespachamamistas

El éxito de esta forma políticalo universaliza. Su repetición enotros contextos no se debe úni-camente a la perversidad colo-nial, sino a que inquietudessimilares a problemas análogostienden a generar respuestascomparables. La deformacióncolonial se expresa en la impo-sición del colonizador y en la ani-quilación de la iniciativa delcolonizado.

Indico ello porque se ha vul-garizado una interpretación dela descolonización según la cuallos modelos y formas adminis-trativas propugnadas para lospueblos indígenas tienen queser esencialmente diferentes a

los de otras partes del mundo.Así, referirse a cualquier expe-riencia europea es rápidamentemotejada de “eurocentrismo”,proponiéndo como alternativaesquemas y modelos “genuinos”,pero fantasiosos e ilusorios.

Esta posición es nueva y notuvo lugar en la descolonizaciónque a partir de los años 60 cam-bió el mapa político mundial. Nofue preocupación de los iraníes,por ejemplo, retornar a los de-talles culturales de la antiguaPersia ni reivindicar la religión deZoroastro, sino que su lucha sela realizó bajo la identidad religio-sa del Islam que, en definitiva,es una religión conquistadoracomo lo fue para nosotros elcristianismo.

El desenvolvimiento de los pue-blos tiene sentido en un procesoque abarca toda la humanidad.Esa “globalización” explica queaun cuando no se sea parte deuna determinada civilización quecoyunturalmente encabeza elproceso mundial, cualquier pue-blo puede legítimamente asumirsus logros y mecanismos, en lamedida que les sean funcionalesa su propio desenvolvimiento ya su específica coherencia.

Recientemente, el intento dealejar a los pueblos indígenas delcontexto general ha adquiridocaracterísticas sorprendentes alenclaustrar la reflexión sobre ladescolonización, como si se tra-tará de recuperar saberes, co-nocimientos y formas de organi-zación propias que, necesaria y“epistémicamente”, tienen queser diferentes a las globales.

Ese posicionamiento es estra-falario y contraproducente, puestiende a mantener la coloniza-ción en vez de superarla. Enefecto, la corriente culturalistaposmoderna que ha degeneradoen el pachamamismo tiene suorigen en el Occidente y sirve asus intereses. Cuando pensa-dores o activistas indígenasrepiten esas pachotadas esen-cialistas se inhiben de asumir elrol básico de la descolonización,que es el tema del poder.

Ese sin sentido es particular-mente grotesco en el marco teó-rico. Lo ilustraré con ejemplos:Es común creer que existe unavisión lineal de la historia, quesería la occidental, mientras lanuestra sería cíclica. Esa visiónlineal se la ejemplifica con lasucesión de etapas, tan cara almarxismo, mientras que la indí-gena es graficada con abundan-cia de términos exóticos usual-mente en lenguas nativas e ilus-traciones que resaltan ciclos ce-rrados o procesos en los quesobresale un “progresivo retor-

no atrás”.En realidad, la noción de histo-

ria cíclica es también occidental.Pongamos el caso de Arnold J.Toynbee y sus estudios sobrela historia. Es sabido que la cien-cia necesita de instrumentosconceptuales para interpretar larealidad y en ese campo cuandose propone una teoría no se lohace como reivindicación étnicao como cruzada ideológica, sinocomo propuesta instrumental deconocimiento. Sin embargo, pa-ra muchos la concepción cíclicade la historia es étnicamentenuestra, desconociendo su ca-rácter científico occidental y, porello, vinculándose más con elesoterismo ocultista “ciclístico”,también occidental.

De la misma manera, la noción“occidental” de historia lineal tie-ne poco que ver con su caricatu-ra. No es una flecha disparadaal vacío, sino un proceso quegeneralmente toma la forma deespiral y que interpreta tambiénel “retorno atrás”.Pertinencia del Estadonación para los indígenas

Progresivamente, el modelo deEstado nación se consolida enEuropa y el mundo. Las institu-ciones políticas del Estado nación

maduraran en 1789 (Revoluciónfrancesa) y se plasman en laDeclaración de Independencia delos Estados Unidos (4 de juliode 1776) y el texto de su Cons-titución de 1787.

Se trata innegablemente deaportes que pueden ser útilesen cualquier contexto, a condi-ción de poseer libertad y capaci-dad de innovarlos. Los pueblosindígenas por la situación colo-nial no disponen esa posibilidady se les propone la receta deodiar al derecho romano y al có-digo napoleónico y reemplazar-los con la justicia comunitaria.Esa fórmula es inculcada a losindígenas por las ONGs, la aca-demia y actualmente el Estadoplurinacional. Se propone unimaginario romántico de la jus-ticia comunitaria, cuando la ver-dadera referencia —para los in-dígenas de Bolivia y de otros paí-ses— es el complejo código civily penal del Tawantinsuyu, el cualestaba en transición de expre-sarse en términos de DerechoPositivo.

En la consolidación del Estadonación intervinieron los pueblosindígenas de las Américas comorecursos de inspiración para losdiferentes teóricos de este pro-ceso. Los textos de Colón sobre

Bajo la impostura de «saber» índígena se han impuesto especulaciones sobre laidentidad indígena que perjudican el empoderamiento de nuestros pueblos. De

esa manera se quiere hacer creer que los indígenas tienen una cosmovisiónhistórica diferente a la de otros países, cuando en realidad se copia la

especulación occidental, y no en sus vertientes científicas, sino esotéricas. Elresultado de esas maniobras se ve en los resultados políticos. Con el

pachamamismo el indígena está como exótico y marginal, sin ningunainfluencia en el curso de los acontecimientos sociales y políticos.

Fuente ilustración: diversos recursos web

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las comunidades precolombinasen las Antillas alimentaron el mitodel Buen Salvaje; los relatos so-bre El Dorado nutrieron no soloel imaginario de especuladores,sino también las reflexionessobre modelos de sociedad; elTawantinsuyu fue referencia dequienes discurrían sobre la justaadministración estatal y el mo-delo de los Hau De No Sau Nee,la confederación de Seis Nacio-nes Iroquesas, influenció gran-demente el sistema federal nor-teamericano.

Los pueblos indígenas del Ta-wantinsuyu no pudieron hacerlo propio. El proceso colonialdestruyó su Estado, les impidióla actualización de sus formasadministrativas y de su pensa-miento creador.

Es claro, entonces, que el temacentral es el de la nación indígenay su relación con el Estado. Alser coloniales los actuales Esta-dos y al resultar éstos inviables,la responsabilidad de los pueblosindígenas es de constituir un realEstado. Sin embargo, su formu-lación llega a ser compleja pordiversas razones, en particularpor la especificidad colonial queviven nuestros pueblos.Precisar el concepto«descolonización»

Es pues necesario detenernosen el proceso colonial y la des-colonización, entendida ésta noen términos culturalistas pos-modernos, sino como la urgenciade Estado para estas naciones.

La colonización en nuestros si-tuación reprodujo la clásica pirá-mide colonial, en la que la cúspi-de la ocupa el colono y la baseel indígena. Pero también imple-mentó otro mecanismo, segúnel cual los indígenas ejercencierto poder autónomo, mientrasla administración central la de-sempeñan los colonos. Al pro-ducirse la independencia de losactuales países latinoamerica-nos, esos esquemas no varia-ron, sino que se actualizaron.

Ambos mecanismos imple-mentaron y justificaron la explo-tación económica, la opresiónsocial y la discriminación racial.Curiosamente, al segundo re-curso —aislar a las poblacionesindígenas otorgándoles ciertaautonomía— se le ha otorgadoahora nobleza y legitimidadcomo “autonomías indígenas”.Sin embargo, la mayor conse-cuencia de estos mecanismosfue haber impedido la concreciónde un Estado nación viable enesta región.

Curiosamente, el sistema deautonomías indígenas se pareceal de los Bantustan en Sudáfrica.Empero, mientras estos últimos

fueron objeto de repudio inter-nacional, a los primeros se lesotorga respetuosa considera-ción, creyéndoles erroneamentereivindicación propia de los indí-genas.

Es bajo esta consideración quese desarrolla la justificación teó-rica de la plurinacionalidad enBolivia. Se cree que se está in-novando, cuando en realidad sereproduce el «desarrollo separa-do» que imperó en estas tierrasdurante la colonia.

Evidentemente, sobre esasbases el criollo no pudo fundarEstado nación alguno.

Se debe descartar, entonces,el uso posmoderno —eminente-mente culturalista— del concep-to descolonización y vincularlo,más bien, al ambiente histórico,económico y social. En ese con-texto tendremos un panoramamás complejo, pero más realista.La primera complejidad viene delhecho de que, existiendo al inte-rior de estos países relacionesde tipo colonial, ya sucedió enun acontecimiento histórico detipo descolonizador: la indepen-dencia de los países latinoame-ricanos.

Descolonización no consiste,entonces, en expulsar a los crio-llos a su “madre patria”, puesen realidad ya no la tienen en loque fue la Metrópoli. Muchomenos descolonización es en-cerrarse en supuestas autono-mías y recuperar “saberes”. Ladescolonización señala plasmarla tarea incumplida por el crio-llaje: construir el Estado nación.

La segunda complejidad se re-fiere a los términos de ese Es-tado nación. Un Estado naciónno puede ser sino contemporá-neo. No podemos pensar ejecu-tar un Estado nacional en cir-cunstancias en que a nivel mun-dial la realidad del Estado mis-mo sufre mutaciones.

Entendemos a Estado nacionalcomo la culminación de una solanación en Estado. En realidad,los casos históricos son de Esta-do nación, en el que se crea unarealidad nueva cuyo motor na-cional puede ser uno de sus in-tegrantes sin que ello impliquela desaparición o sujeción de losotros componentes. Se trata,en realidad de una nueva iden-tidad nacional.La constitución dela Alemania actual involucró ladesaparición de más de 300estados independientes, sin queclaramente se pueda discerniruna preponderancia definida. Elcaso de Francia es más elocuen-te: No hubo la “imposición na-cional” de una Francia pre-existente hacia las otras “et-nias”. No hubo recuperación

milenaria, pues el mismo nombrede ese país se refiere a losfrancos, quienes fueron elemen-tos germánicos invasores.

El Estado nación en términosde descolonización es pues unacreación y no una recuperación,restauración o asunto parecido.Y se construye con materialesreales, existentes. Y eso noslleva a la tercera complejidad.No puede haber naciónsin Estado

La tercera complejidad se refie-re a la naturaleza de la participa-ción indígena en ese proceso.

Si convenimos en que el Esta-do nación es producto de la vo-luntad política, ello no significavoluntarismo, sino acción sobresituaciones y condiciones con-cretas. El criollo ha fracasado ensu responsabilidad de crear unpaís para todos, de constituir unEstado viable. La parte indígenaes el reguardo histórico para eseemprendimiento.

El indígena constituye la partede la población que puede en-cauzar y realizar la descoloniza-ción forjando una nueva realidady creando el país para todos.

La experiencia que vivimos, elintento “de cambio” del MAS, seha soldado por un fracaso en elterreno descolonizador. Las au-tonomías son pura fachada, de-sestimada por los propios indí-genas. La impostura en los plan-teamientos del gobierno ha ge-nerado una corriente entre gru-pos de jóvenes indígenas urba-nos bajo la consigna de “na-cionalismo aymara”. Evidente-mente, los aymaras son el pue-blo con mayor aproximaciónentre los indígenas para recla-mar los atributos de nación. Sinembargo, no se puede pensarnación sin contemplar el Estado.

Ese aspecto todavía no es teo-rizado y menos desarrollado po-líticamente. De no hacerlo ade-cuadamente, esa corriente correel riesgo de volverse marginal eirrelevante.

El nacionalismo tiene razón sicontempla la noción de Estado,y si al hacerlo se la incluye enun contexto global, en el quenecesariamente se deben cono-cer las nuevas formas de Estadoque, paradójicamente en la ac-tualidad, no están fundamen-tadas en el nacionalismo. Esa esla última complejidad a la queme refiero en esta ocasión

En el caso de Bolivia ello implicaque el aymara no se mire solo así mismo, sino al conjunto de lapoblación y al mundo entero.Un término está ya en circula-ción, el de hegemonía qolla.Qolla expresa la raíz de la ay-maridad que puede tener la

virtud de integrar a la poblaciónen términos históricos y noesencialistas. Sin embargo, lapalabra que la acompaña —hegemonía— no es inmediata-mente tan prometedora, a noser que sea felizmente formulada

Hegemonía puede indicar lasupremacía de un estado o pue-blo sobre otro. Puede señalartambién la dirección o conduc-ción política que un pueblo pre-tende para guiar a otros haciafines comunes. En este últimocaso, el pueblo aymara —através de una determinadaorganización política— puedepretender la construcción delEstado nación en Bolivia y nonecesariamente solo de unEstado nacional.

Esta perspectiva exige visionesglobales a partir de un enfoquenacional particular. Si se partedel nacionalismo aymara es por-que existen tareas incumplidasen Bolivia, no por tribalismo. Lastareas incumplidas deben serresueltas, así sea como parte deproyectos que al final la rebasen.Soslayar ello es, precisamente,mantener la estructura colonialy la situación subordinado de lospueblos indígenas.

Acometer la construcción delEstado nación implica discernirde qué manera se vincula elactual activismo indígena con la“memoria histórica”, no la quimé-rica pachamamista, sino la his-tórica indianista y katarista.También, cómo se pone términocabal a las tensiones del pro-yecto indígena con la republicanaBolivia. Ya Fausto Reinaga escri-bía: «De la Bolivia mestiza y dela Bolivia india hay que hacer unasola Bolivia; una sola nación. Yque el Estado no sea, como has-ta ahora, el opresor del indio, sinosu real personificación jurídica».

Resulta anecdótico que el ori-gen de la actual bandera bolivia-na haya sido la wiphala a franjas(que procede de la observacióndel arco iris). Curiosamente, es-te símbolo después sería anta-gonizado con la emergencia dela wiphala a cuadros. Ahora lasdos banderas son símbolo de lapostiza coexistencia plurinacio-nal. Como nación, deberíamostener una sola bandera.

Para concluir reiteramos: Nin-guna reflexión política sobre lanación tiene relevancia si no seencara la administración de lamisma, que solo puede ser através del Estado nación. Anto-nio Negri lo expresa de maneraclara: “…si la nación se haconvertido en realidad, si lafuerza soberana ha dado origena la nación, solo ha sido a partirdel concepto de Estado-nación”.

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La Paz, octubre de 2017 Página 11

Polémica:

50 añosde la muerte del «Che»Julio Ríos Calderón*

*Julio Ríos Calderón, es periodista yescritor.

El artículo «Che Guevara asesino deaymaras» de Franco Limber

publicado en el Pukara Nº 134 hamotivado varios comentarios de

nuestros lectores. Publicamos dosnotas para completar esa discu-

sión: Un relato sobre el guerrileroargentino y una opinión sobre lasrazones de la postura anti Che (y,

en general, anti izquierda) de partede los indianistas kataristas.

n.d.r.Yo tenía 10 años de edad cuando

apareció la guerrilla en Bolivia, yme tocó vivir desde la muertedel Che un proceso de mistificaciónpuesto de relieve por los alumnosadolescentes del entonces colegioSan Calixto “Seguencoma”. 

La mayoría portaba la imagenplastificada del Che en su cartapa-cio. En el Conservatorio Nacionalde Música, asomaban alumnos quellevaban la imagen del guerrilleroen el estuche de su violín y, así enotro orden de admiración, postersde Guevara en sus dormitorios. 

La promoción del colegio y la uni-versidad lo refería como quien podíaser “el hombre nuevo”. Confie-so que si había alguien en contrade este panorama de ver al “Che”como un héroe, podía inclusive sufrirun ataque pugilístico de parte denuestros propios compañeros. 

Nadie puede predecir qué rolhubiera desempeñado el Che sihubiera vivido para verlo. El Che ysus seguidores o murieron en losinútiles combates guerrilleros o noestaban lo suficientemente prepa-rados para estas rebeliones. 

El “Che” no fue un santo. Fue unrevolucionario y merece ser tratadocomo tal. Me remito a dos expre-siones de los entonces Cnl. LuisReque Terán, Comandante de laCuarta División y, del Cap. GaryPrado Salmón (quien capturó al“Ché” en la quebrada “Del Churo”).Ambos destacaron lo siguiente: “Miopinión, sobre el “Ché”, es derespeto por un hombre que luchapor sus ideas y muere por ellas”. 

El “Ché” fue ejecutado a la edadde 39 años en 1967. 

Arribó a Bolivia en noviembre de1966 bajo la identidad falsa de uneconomista uruguayo llamadoAdolfo Mena González y, se instalócon veinticuatro hombres, nuevede ellos bolivianos, en una granfinca adquirida por Roberto Peredo

Leigue (Coco), conocida como la“Casa de Calamina” en el límite deldepartamento de Santa Cruz. Ellugar no era bueno. Estaba ubicadoen una zona casi deshabitada. 

El diciembre llegó al campamentoguerrillero de Ñancahuazú MarioMonje, secretario general del Parti-do Comunista Boliviano. La entrevis-ta de Monje y Guevara tuvo resulta-do negativo, ya que Monje reclamópara sí la conducción, ante la termi-nante oposición del Guevara. Monjeautorizó a sólo cuatro integrantesdel Partido Comunista a permaneceren el grupo guerrillero: Jorge Vaz-quez Viaña (Loro), Rodolfo Saldaña,Julio Luis Méndez Korne (Ñato) yRoberto Peredo Leigue (Coco).Monje se retiró del campamento ynunca más volvió a mantener con-tacto con los guerrilleros. 

Simultáneamente Tamara Bunke(Tania), el francés Régis Debray, elargentino Ciro Bustos (Pelado-Carlos) y el peruano Juan PabloChang (Chino) habían llegado alcampamento. Estos últimos volvie-ron a partir unos días después paraorganizar grupos de apoyo. 

El 23 de marzo del 1967 los guerri-lleros emboscaron una unidad militar,mató siete soldados, tomó veintiúnprisioneros y obtuvieron una copiadel plan del ejército para combatirlos. 

Pero ya el ejército boliviano sehabía organizado. Los Rangers, en-tre ellos Prado, fueron entrenadospor los «Boinas Verdes», militaresde USA. 

Después de las primeras embos-cadas exitosas que se dieron entrelos meses de marzo y abril, los gue-rrilleros no volvieron a tener vic-torias significativas. Se separaronen tres grupos y nunca más volvie-ron a juntarse. 

Para entonces el grupo se hallabacompletamente aislado y el Cheafectado gravemente por el asmay sin medicamentos. El grupo aban-donó entonces la zona del ríoÑancahuazú para escalar los altoscordones montañosos ubicados aloeste y dirigirse hacia la zona deLa Higuera. La tropa de Joaquín fueexterminada en la zona de Vado deYeso, por delación del campesinoHonorato Rojas, quien había sidoguía y dado albergue la nocheanterior al grupo de combatientes. 

Poco antes, el 11 de marzo, dosbolivianos desertaron y fueron de-tenidos tres días después. Confesa-

ron que se trataba de un grupo gue-rrillero dirigido por el Che Guevara.El ejército boliviano recibió apoyode fuerzas de alto nivel bajo la su-pervisión del Cnl. «Papi» Shelton. 

Se nombró Comandante de laCuarta División al entonces Cnl. LuisReque Terán y, comandante de laOctava División al entonces Cnl.Joaquín Zenteno Anaya. Era Co-mandante del Ejército, el Gral.David Lafuente, y Jefe de la zonade operaciones militares, el Cnl.Samuél Alcoreza. 

Al entrar en la Quebrada del Chu-ro, el Che ordenó dividir el grupoen dos, enviando a los enfermosdelante y quedándose con el restoa enfrentar las tropas del gobierno. 

En el combate Guevara fue heridode bala en su pierna izquierda yhecho prisionero. El entonces Cap.Gary Prado Salmón, lo identificó, leató las manos a la espalda y mandóun radiograma a Vallegrande, querecibió el teniente coronel AndrésSelich, subjefe del Regimiento deingenieros militares con sede enVallegrande, Selich se dirigió inme-diatamente a la zona de combatey ordenó el traslado de los prisio-neros a La Higuera, donde fueronrecluidos en las dos aulas de la es-cuela, un precario rancho de adobecon piso de tierra. 

Los militares bolivianos encontra-ron en poder del Che varios docu-mentos entre ellos su Diario. Esedía Selich mantuvo varias conver-saciones, no muy extensas, conGuevara. 

“Saludos a Papá”, fue la señaltransmitida al Cap. Prado, que que-

ría decir, “ejecuten al Ché”. Laorden se la dió después de unareunión del Presidente Gral. RenéBarrientos Ortuño, el Comandantede las FF.AA., Gral. Alfredo OvandoCandia, y el Jefe del Estado Mayor,Gral. Juan José Tórrez Gonzáles. 

El final. ¿Quién lo ejecutó? Sedesignó al Sargento Mario Teránpara cumplir la orden de matarlo. 

“Dudé 40 minutos antes de eje-cutar la orden -dijo Terán-. Me fui aver al coronel Pérez con la esperanzade que la hubiera anulado. Pero elcoronel se puso furioso. Así es quefui. Ése fue el peor momento de mivida. Cuando llegué, el Che estabasentado en un banco. Al verme dijo:“Usted ha venido a matarme”. Yo mesentí cohibido y bajé la cabeza sinresponder. Entonces me preguntó:“¿Qué han dicho los otros?” Lerespondí que no habían dicho nada yél contestó: “¡Eran unos valientes!”.Yo no me atreví a disparar. En esemomento vi al Che grande, muygrande, enorme. Sus ojos brillabanintensamente. Sentía que se echabaencima y cuando me miró fijamente,me dio un mareo. Pensé que con unmovimiento rápido el Che podríaquitarme el arma. “¡Póngase sereno—me dijo— y apunte bien! ¡Va amatar a un hombre!”. Entonces di unpaso atrás, hacia el umbral de lapuerta, cerré los ojos y disparé laprimera ráfaga. El Che, con las piernasdestrozadas, cayó al suelo, secontorsionó y empezó a regarmuchísima sangre. Yo recobré elánimo y disparé la segunda ráfaga,que lo alcanzó en un brazo, en elhombro y en el corazón”. 

El cadáver del Ché Guevara. Foto: Fredy Alborta Trigo.

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La Paz, octubre de 2017 Página 12

Polémica:

A propósito del Che: ¿aymarasde derecha o de izquierda?Daniel Sirpa Tambo

Se señala que la mejor manerapara que una población se vuelvade «derecha», es que haya estadoadministrada por un gobierno deizquierda, y eso parece tenermucha verdad.

La distancia entre lo que seproclamaba y lo que se realiza, lacreación de nuevas clases arrima-das al poder, que se estrellan apro-vechando un aparato burocráticocontra la población, y la no erradi-cación de la miseria, mientras losnuevos gobernantes hacen osten-tación de lujo, son razones sufi-cientes para que las masas sesientan abusadas y comiencen aenaltecer, ennoblecer y añoraraquello que antes repudiaban ycombatía: el poder de oligarquíasde derecha.

Algo parecido sucede actual-mente en Bolivia, y eso que nisiquiera tenemos aquí verdaderosocialismo. Por ello que la dere-chización, si vamos a utilizar esadenominación, se manifiesta ade-más a nivel de los símbolos.

En un ampliado de Achacachi,cuando esa población batallabavalerosamente por la renuncia desu alcalde corrupto (que dicho seade paso, se mantiene en funcionespor el apoyo del gobierno), sedecidió no usar más en las marchasde protesta la wiphala, la banderade lucha aymara, porque ésta hallegado a ser símbolo del partidogobernante, del MAS.

También se refleja el ocaso desímbolos que utiliza el gobierno enel fenómeno de odio que está des-pertando entre activistas indianis-tas y kataristas la figura del CheGuevara, eso lo demuestra el artí-culo de Franco Limber titulado«Che Guevara, asesino de ayma-ras» que comentaré y publicadoen Pukara del anterior mes.

La opinión de Franco Limber noes ajena a la realidad. No compartosus conclusiones, como lo expon-dré más adelante, pero su reflexiónno está sin asidero en el sentirpopular aymara. Se asienta en unaprotesta que provino de los sec-tores populares y de intelectualesaymaras cuando se inauguró elmonumento al Che en la Ceja deEl Alto el año 2008.

Pukara se hizo eco también deesos criterios. En el Pukara Nº 33

del 7 de julio-7 de agosto de 2008,el historiador Roberto Choque Can-qui señalaba: «¿cómo entender aesas personas o instituciones quedesconociendo nuestra historia delpueblo alteño, el 24 de junio de2008 se han atrevido a colocaruna figura extraña como una formade humillación al pueblo aymarade El Alto y a los descendientesde Túpak Katari que hoy estamosasentados precisamente en esoslugares donde estuvieron miles decombatientes en 1781 contra elsistema colonial? Por tanto, anombre de mis hermanos aymarasprotesto enérgicamente por eseatrevimiento que resulta ser otrabofetada a Túpak Katari y Barto-lina Sisa".

En el Pukara Nº 34 del 7 de agos-to-7 de septiembre del 2008, elsociólogo Pablo Mamani Ramírez enun artículo titulado «Un monumen-to que insulta nuestra memoriahistórica» señalaba: «La imposiciónarbitraria del colachs de hierro delmonumento del Che en la Ceja,nos habla de este abuso de la me-moria que, como se lee visualmen-te, tiene la finalidad expresa en eltiempo de destruir la memoria delos caídos de octubre (2003) y dellíder aymara Julián Apaza».

Desde los inicios hubo rechazoa ese monumento. Sin embargoahora, del rechazo a algo arbitrariose pasa a un repudio a la ideologíay todo lo que simboliza el Che.

El artículo de Franco Limber em-pieza así: «Es importante develara la izquierda marxoide y su ver-dadero rostro anti-aymara, lo hagosin temor a su odio, a su despre-cio...». Existe una gran diferenciacon las anteriores protestas, éstase quiere una contestación ideo-lógica a toda la izquierda «mar-xoide» poniendo el caso del Checomo simple expediente y que-riendo interpretar que el verdaderoaymara sería un anti izquierdistay anti marxista y, por ende, unidentificado con la derecha y lasideologías de corte liberal.

Desde ya esa posición, con todolo legítima que puede ser comoopinión, es incorrecta si se quiereinterpretarla como inscrita en latradición histórica de los movi-mientos indianistas y kataristas.Quienes hemos vivido ese periódosabemos que la raíz de la identidad

política katarista fue su articu-lación con la izquierda boliviana deentonces, que después cuandoesa corriente periclitó sus sobre-vivientes hayan hecho pactos conla derecha y así llegaron algunosa ser diputados o incluso vice-presidente, es otra historia, quedemuestra que la inconsistenciapersonal y el transfugio no esexclusivo de los criollos.

El indianismo, por el contrario,antagonizó con esa izquierda, apesar de que los orígenes ideo-lógicos e incluso orgánicos de susfundadores y activistas fue la iz-quierda, tal como lo demuestra ellibro «El indianismo katarista. Unamirada crítica»1. Pero ese antago-nismo no significó irse con la de-recha, sino proclamar la necesidadde una propuesta propia.

Sin embargo, se percibe a travésde la lectura del artículo de FrancoLimber una adhesión a la derechay una abyección a todo lo que esizquierda y marxismo. Ya no existeun distinción entre el «socialismocomunitario», como decían los delMITKA y la payasada de socialismomarxistoide que querían hacer loscriollos. Ahora, Limber dobla larodilla ante la derecha y de maneraostentosa. Y lo hace aparente-mente por malogradas y dolorosasexperiencias. Él escribe: «el q’arade derecha no es tan peligrosocomo el q’ara de izquierda, porqueel q’ara de derecha se muestra talcomo es: racista, anti-aymara;pero el q’ara de izquierda ofrecesu amistad, se brinda en lucharpor la liberación del puebloaymara, pero al menor descuidoestos te apuñalan por la espalda».

Esa dolorosa experiencia, segu-ramente personal, revela una reali-dad que hay que analizar, pero queno es suficiente para justificar elsometimiento al «q’ara de dere-cha». Limber elogia a Pappy Shel-ton, el norteamericano que adies-tró a los soldados aymaras que seenfrentaron al Che, pues él habríaadiestrado a esos soldados no a“patadas” sino a “amistad since-ra”. Limber escribe: «(Shelton) Nosolo que conoció, sino sintió yresolvió sus necesidades y pro-blemas personales de cada uno deellos; sino que llegó a solucionarlos problemas y las necesidadesde sus familias en sus lejanos ayllusdel altiplano aymara kheswa».Mayor elogio vergonzoso al pater-nalismo no es posible.

¿Qué conclusiones sacar? Ladescolonización histórica fue posi-ble por la alianza de los puebloscon las fuerzas progresistas. Aquíno fue posible porque el criollo mo-nopolizó todo, incluso al progresis-mo. Un gobierno que se hunde enel descrédito por la corrupción,como lo muestra el reciente casode Juan Pari y el Banco Unión, ne-cesita apoyarse en símbolos paraenmascarar su vacío, lo hace conla wiphala, pero lo hace tambiéncon el Che. Sería un error que elindígena de ello saque conclusio-nes erronéas. Es más bien opor-tunidad para la clarificación ideo-lógica y no para la constataciónsentimentaloide de las trastadasque hasta ahora debemos sufrirde parte de los criollos.1 Se puede descargar ingresando a:http://www.per iodicopukara.com/archivos/el-indianismo-katarista.pdf

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La Paz, octubre de 2017 Página

Análisis:

El turismo internacionaly la pobrezaMauricio MamaniPocoaca

Mientras exista disparidad económica, el turismo a los países pobres, así sea«solidario», será siempre opresivo. Fuente caricatura:

http://www.youphil.com/fr/article/01853-tourisme-solidaire-une-lecon-de-vie?ypcli=ano

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En el nivel económico en que vi-vimos en el mundo, existen dos ex-tremos perfectamente definidosdentro de los seres humanos: unosviven en el jolgorio y otros en lamiseria. La madre tierra ha cobijadosiempre esa dualidad social: ricosy pobres. ¿Por qué de esta diferen-cia tan distante entre los seres hu-manos? Será que unos nacen conestrella y otros estrellados? La reali-dad universal en el sistema en quevivimos, también nos demuestrauna diferenciación dual en la con-ducta y comportamiento de suspobladores: unos son ágiles y otrosson flojos en la ejecución de cual-quier actividad. Vivos que se apro-vechan de sus congéneres y otrossobreviven de su trabajo. Unos sonbuscavidas y otros son conformis-tas, finalmente existen ladrones yhonestos. Sin embargo, lo quemanda en todas partes del planetaTierra es el maldito dinero, unostienen para panfletear y otros notienen ni para su penicilina. A estadiferenciación influye de gran mane-ra la educación; los que no tuvieronla oportunidad de estudiar siempreestarán predestinados a la pobrezay los que cursaron estudios univer-sitarios siempre estarán listos paradefenderse y viajar por donde quie-ran como turistas; pero para serun buen turista es necesario serpolíglota para no tener problemasde comunicación en especial a nivelinternacional. ¿Existirá alguna ma-nera de solucionar estos extremosen la vida real y época en que vivi-mos? Lamentablemente en estemundo globalizado es difícil y com-plicado encontrar una solución. Acontinuación trataré de analizar elturismo nacional e internacional yla extrema pobreza en nuestro país.

El Turismo.- Según el Diccionariode Real Academia Española, la pala-bra turismo (del ing. Turism m. defi-ne como afición a viajar por placer).En ese entendido los turistas seríanlas personas que recorren un paíspor distracción o recreo. General-mente los turistas que recorrennuestro país son de Estados Unidos,Europa y de países asiáticos. Y vi-ceversa, de Latinoamérica muy po-cos. La realidad es bastante com-pleja, existen diferentes motivos ocausas para realizar un viaje, tododepende del turista para tomar susdecisiones. Todo viaje requiere de

un presupuesto; pero, los mochile-ros que llegan a nuestros país sonpobres en sus tierras de origen;por el cambio de la moneda, con eldinero que pueden vivir un mes ensu tierra natal, en Bolivia cómoda-mente puede vivir dos meses; eneste sentido, para los mochilerosel turismo es un ahorro fuera de ladistracción y el cambio de ambien-te. El turismo de Latinoamérica aotros continentes oriente y occi-dente es muy costoso, razón por-que son pocos los que toman esasdecisiones en especial de Bolivia.En los últimos años en nuestro país,los únicos turistas internacionalesson los de la élite del Estado Pluri-nacional, viajan a todas partes delmundo con y sin razón.

Últimamente nos sorprendió cómolos del Gobierno Central viajaroncon 60 dirigentes a Caracas, Vene-zuela abusando de los recursosdel Tesoro Nacional; una gran dele-gación a la reunión de Panamá, al-gunos inútiles a Holanda con motivode defensa de la demanda marítima.Otro turista fue Álvaro García Lineraa Japón, los resultados: ninguno.¿Qué podemos explicar nosotros alos japoneses sobre Bolivia? Alcontrario, si visitamos a la Universi-dad Internacional de Tokio nos en-contraríamos con profesores o es-tudiantes universitarios quienes alrecibirnos amablemente nos habla-rían en aymara o en quechua. Noso-tros monolingües ni inglés ni japo-nés; en aquellas tierras del sol na-ciente existen estudiosos ya profe-sionales con especialidades en egip-tología de Egipto, bolivianología deBolivia y sinólogo de China y asíde otras disciplinas humanísticas.

Para los pobladores de las comu-nidades indígenas es imposible reali-zar un viaje. Ellos no tienen posibi-lidades económicas ni para salir desus comunidades y visitar los cen-tros poblados de su misma provinciay peor, visitar ciudades a nivel de-partamental, nacional e internacio-nal. Excepto los dirigentes MASis-tas. Los pobladores de las comuni-dades indígenas parecen ser habi-tantes de una reservación, por lapobreza en que se encuentran nopueden salir de sus comunidades.De los aymaras quizás debo ser unaexcepción al haber dado casi lavuelta al mundo. Desde los sieteaños de edad aprendí estudiar, tra-bajar, ahorrar y gozar a acuerdo a

mis posibilidades casi sin ningunaayuda. En 1963 de lunes a viernesestudiaba Cooperativismo en la His-tadrut –Israel, sábados y domingostrabajaba en un kibutz y otras ve-ces en un moshav y finalmente apastar cabras con los beduinos deldesierto de Niguev y utilizando misahorros para gastar en el turismo.

En Japón, de lunes a viernes estu-diaba en la Universidad de Doshisade Kioto, sábados y domingos salíaa trabajar a la cosecha de arroz, oa una granja de vacunos. Recorríotras ciudades como Seúl-Corea delSur, países europeos, Estados Uni-dos y siempre hacía lo mismo.Cuando vivía en Europa, en Amster-dam, era difícil participar en las ac-tividades agrícolas, en allí casi todoestá robotizado, entonces la alter-nativa era trabajar en las granjasde ovejas a trasquilar la lana y luegoquemar. En esa cultura la lana noservía para nada, y en Bolivia toda-vía era muy importante: servía paratodo. En los últimos años la lanaen nuestra país ha perdido su valor,ya no tiene mercado; por la mismarazón hoy resulta antieconómicadedicarse a la crianza de ovinos.

Pobreza.- Palabra que provienede latín pauper, compuesta de pau-(paucum) que significa poco, per(pario) que significa engendrar, pro-ducir. Pobre es así aquel o aquelloque “produce poco” lo contrarioserá el rico, de alto poder econó-mico. En Sudamérica Bolivia, es unode los países más pobres, simple-mente somos receptores de turis-

tas y casi nunca cruzamos nuestrasfronteras con fines turísticos, notenemos posibilidades económicasy, además, somos menos comuni-cadores, no mantenemos contac-tos, ni amistad con ciudadanos deotros continentes ni por internet.La pobreza no solamente está enel área rural, lo que nunca tambiénen centros urbanos, aumentaron losmendigos de tercera edad y lo mástriste es ver a los jóvenes limosne-ros, según ellos afirman que no en-cuentran trabajo.

En países de Asia, Europa y Esta-dos Unidos sus pobladores enfren-tan a la vida que es muy dura conestudio y trabajo. El que no corre,no come. En cambio nuestro proce-der es lo contrario, parecemos serde la cultura de la llama: caminamosdespacio perdiendo el tiempo, sola-mente somos expertos en bailardesde el gobierno central. En losúltimos años el caudillismo ha dila-pidado la esperanza popular con lademagogia y la mentira, hemos lle-gado a ser una población domesti-cada esperando regalos, ’ayuda’,que es modo de producción capi-talista y propia de los colonialistas.

Bolivia, es un país potencialmentemás rico con pobladores corruptosy pobres. Conste, somos herede-ros de una cultura de abundanciay como tales debemos levantar elhonor de nuestra patria con estudioy trabajo, salir de la pobreza y noesperar regalos ni asistir bailandoa lo que llaman «entrega de obras».