Historia de la Conservacion y Restauracion II-Cátedra Rosso

Estado de la Cuestión

Mosaicos de la Basílica de San Marcos Venecia.

Contexto Histórico

La actual Basílica de San Marcos fue comenzada a construir en el año 1063; dentro del contexto de lo que llamaríamos la Alta edad Media.

Esta época se caracterizó por un gran crecimiento y expansión demográfica. La sociedad esta jerarquizada por medio de los siguientes estratos sociales,

La nobleza: Dedicada a las tareas de la guerra y la caza, estaba obligada a servir al rey, mediante el juramento del vasallaje. Poseían grandes extensiones de terreno y riqueza.

El clero: Su labor era, fundamentalmente, adoctrinar a la gente y conservar y transmitir la cultura. Los monasterios fueron el lugar propicio para la conservación de dicha cultura y donde surgirían las primeras universidades. La iglesia ocupa un lugar destacado en la sociedad medieval. Los monasterios y catedrales fueron centros de devoción, influencia y cultura, hasta el punto de que todas las actividades de la vida estaban impregnadas del espíritu religioso.

El pueblo llano: Constituía la mayor parte de la población y se dedicaban a la agricultura, la ganadería o la artesanía. Carecían de derechos y muchos de ellos vivían casi en la esclavitud.

El feudalismo era la organización político-económica de la sociedad medieval. En esta organización existían dos componentes importantes:

El vasallaje, que consistía en la relación personal por la cual el vasallo había de ofrecer o cumplir unos servicios al señor a cambio de la protección de éste. El beneficio, que era el pago por dichos servicios, normalmente mediante la concesión de tierras.

La sociedad medieval era geocéntrica, en la que Dios era el centro de todo y la influencia de la iglesia era muy importante.

En esta etapa, el arte estaba impregnado de religiosidad, y por ende fue una época de arte esencialmente cristiano. Se construyeron Iglesias, Basílicas, catedrales, las cuales no se utilizaban solo para rendir culto a Dios, sino que eran también el centro de la vida social, escuela, teatro, hogar común de todos los vecinos.

Las artes plásticas, la escultura y la pintura, eran una auténtica pedagogía cristiana. La población medieval, analfabeta en su gran mayoría, no tenía acceso a los libros. Por eso, toda la catequesis era recibía a través del arte sacro.

En la península ibérica, esta época estará marcada, fundamentalmente, por la Reconquista y en toda Europa por las Cruzadas, las expediciones cristianas enviadas para rescatar los santos lugares. Con el avance de la reconquista, la nobleza alcanza en el S.XIII gran poder económico y político en todos los reinos. Además, la convivencia de tres culturas (cristiana, árabe y judía) creará una cultura sumamente rica.

Hacia el siglo XV, esta situación social cambia al surgir la burguesía, clase intermedia entre la nobleza y el pueblo, que se dedicaba al comercio y la industria; para esta nueva clase solo importaba el beneficio inmediato, son totalmente escépticos a los ideales caballerescos, solo el dinero es importante y lo ubican delante de todo.

Mosaicos.

Al pensar en la Basílica de San Marcos, las primeras imágenes que vienen a la mente de muchas personas son las de los mosaicos de oro y sus antecedentes. Más de 8000 metros cuadrados de mosaicos que cubren las paredes, bóvedas y cúpulas de la Basílica.Esencialmente bizantina en su arquitectura (planta de cruz griega con cinco naves y cinco cúpulas semiesféricas, cada una de las cuales descansa sobre cuatro grandes bóvedas cuyo peso es soportado por cuatro pilares), la basílica encuentra en la integración de los mosaicos su elemento natural. Las decoraciones de mosaico fueron desarrollados a través de unos ocho siglos de historia de la Basílica.

Representan historias de la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento), figuras alegóricas, los acontecimientos en la vida de Cristo, la Virgen María, San Marcos y otros santos.Los mosaicos, con sus colores cálidos, sobre todo de oro, decoran los amplios espacios de la Basílica, de 28 metros de ancho hasta 21 metros de altura. Al igual que en las iglesias de Oriente Medio, la interacción de la decoración con una tenue, pero siempre cambiante luz, de acuerdo a la hora del día, crea una serie de efectos evocadores e intensos.

En los mosaicos de la Basílica se encuentra la evidencia más importante de la historia de Venecia, la ambición, la fe, los idiomas y las tendencias que caracterizan la evolución de su arte. Desde su origen griego-bizantino a las expresiones artísticas locales y las capacidades para representar e interpretar otras influencias externas, hasta la moderna, y bastante difícil tarea de la conservación y restauración de estas obras preciosas y complicadas.

Repertorio Iconográfico 

 El complejo mosaico de la gira de San Marcos, toca determinados temas iconográficos. A pesar de las diferentes interpretaciones que se han hecho, se trata de un sistema teológico de los mosaicos distribuidos tanto fuera como dentro de todo el edificio. Sin embargo hay que reconocer que hay otras iconografías posteriores: uno para el atrio, otra para el exterior de las historias de San Marcos, un tercero para el baptisterio, un cuarto de la capilla de San Isidro, una quinta parte de la capilla y Mascoli sexto para el complejo de la sacristía. 

La decoración del mosaico de San Marcos tiene una superficie de más de 8000 metros cuadrados, principalmente ilustrando temas bíblicos del Antiguo Testamento en el atrio y el Nuevo Testamento dentro de la Iglesia. Los acontecimientos narrados en el Pentateuco (el nombre dado a los cinco primeros libros de la Biblia y atribuido a Moisés) se establecen en el atrio. El primer evento, representado en la cúpula, es la creación del mundo (el Hexamerón) y la historia de Adán y Eva. Es una de las obras maestras del arte mundial en la representación de las obras divinas en los 6 días de la creación. No seguir la historia de Caín y Abel, Noé, el Diluvio, la Torre de Babel, Abraham y las historias de José, que ocupa tres pequeñas cúpulas de la vertiente norte, y terminando con los principales acontecimientos de la vida de Moisés hasta el cruce del Mar Rojo. Este ciclo de mosaicos se inició en las primeras décadas del siglo XIII, tal vez en 1230, y completado en 1275. La serie está inspirada casi a la carta por las miniaturas de la "Biblia de algodón", que data del siglo V y el de los que hay algunos fragmentos en el Museo Británico. Se trata de un texto bíblico de finales del antiguo Egipto (más precisamente de Alejandría).

Los episodios del Nuevo Testamento en el interior del centro de la iglesia alrededor de los acontecimientos de la vida de Cristo como se dice en los Evangelios, los Hechos de los Apóstoles y el Libro del Apocalipsis. Los mosaicos se ocupan de la vida de la Virgen, situada en los extremos del crucero (transepto), de

influencia bizantina y en parte inspirada en el Evangelio apócrifo de principios de St. James, debe ser visto como la función de vincular los dos Testamentos. Sin embargo, los de la capilla Mascoli, de principios del siglo XV, son de carácter exclusivamente mariano, pueden considerarse como un ciclo en sí mismos, referidos a determinadas formas de adorar a la Virgen. 

Hay también una vasta serie de mosaicos hagiográfico de la vida de los santos, en particular, sobre: 

San Marcos el evangelista en los dos coros, la pared oeste del brazo sur del crucero, la bóveda de la capilla Zen y en la fachada; Los apóstoles, a la izquierda de los dos grandes y tribunas a la derecha en el lado de la cúpula de Pentecostés; San Isidro en los mosaicos de la capilla del mismo nombre, un santo asociado, después de las cruzadas, con suerte, militares y políticos; San Leonardo, el santo popular de la Provenza, con una capilla dedicada a él, donde están representados los principales acontecimientos de su vida. Sus aspectos nobles sin embargo se destacan: la capilla quedó bajo el área de la iglesia que era estrictamente para el uso de los Dogos. Las historias de San Pedro y San Clemente, Papa, en la parte inferior de la tribuna izquierda y la derecha, al lado del presbiterio. La presencia de San Clemente tal vez se refiere a la importancia de su culto en Alejandría, que ya estaba vinculada al culto de San Marcos, a quien se dedica la gente marinera. En el atrio como en el interior, pero aquí mas evidenciado, los mosaicos también pueden leerse verticalmente desde arriba hacia abajo. Normalmente se trata en la parte superior con episodios del Nuevo Testamento y de la parte media, con figuras aisladas de profetas, el registro inferior de la banda se refiere a los indígenas y los santos patronos del panteón local, conforme a la costumbre bizantina, con la adición de los santos extranjeros con los que existían vínculos de piedad o que fueron venerados en países con los que la República tenía relaciones

comerciales. 

El Atrio

El paso de la plaza a la iglesia es por medio del atrio, un lugar que, iluminada por el oro brillante de sus mosaicos, pre-anuncia al visitante el carácter sagrado del espacio interior.El atrio fue decorado en el siglo XIII con los mosaicos de las cúpulas, bóvedas y las lunetas, la expresión madura de un taller de mosaicos venecianos por completo, y dan testimonio de la evolución estilística en los casi sesenta años que se tardó en terminar el trabajo (1215 -1280 aproximadamente). El programa iconográfico de este ciclo de mosaico es occidental en su manejo del tema bíblico del Antiguo Testamento, aunque el modelo formal es la Biblia de algodón, uno de los primeros textos cristianos iluminados de la zona de Alejandría. La riqueza de los mosaicos del atrio se encuentra principalmente en el mensaje espiritual asignado. Estos mosaicos "marcan" el tiempo de espera de llegada de Jesús, siguiendo el hilo que identifica las fases de la historia de la salvación, después de la caída del hombre y antes de su realización en Cristo, cuya vida y misterios se celebran en los mosaicos del interior.Una narración amplia de los grandes acontecimientos del Antiguo Testamento, seleccionados de los libros del Génesis y el Éxodo, se inicia desde la esquina sur-oeste de la derecha y se desarrolla a lo largo de los lados oeste y norteEl primero es la cúpula de la Creación, establecidas en tres franjas circulares concéntricas en torno a un centro de decoración de oro en escamas. La historia se divide en 26 escenas en América por encima de ellos. Las primeras palabras son: "En el principio Dios creó el cielo y la tierra. El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas". Siguen a continuación los días de la Creación. Cada uno viene con la figura de Dios el creador, identificado de conformidad con la iconografía oriental, como el Cristo joven con un halo cruzado y cruz procesional en una varilla. La Palabra viva del Padre, y con él desde el principio del tiempo creador del universo, como se lee en el comienzo del Evangelio de San Juan. Los seis días de la Creación son relatadas en las escenas de las dos tiras más interno: el primer día en que Dios separó la luz y la

oscuridad, el segundo en el que separó las aguas de la tierra emergió, la recopilación de las aguas altas en el cielo y la entre las tierras bajas, y la tercera en la que hizo todas las especies de plantas para crecer en la tierra, el cuarto en el que se puso el sol y la luna en el cielo de luz día y la noche, el quinto en que poblaron el mar con los peces, el cielo con las aves y creó a los animales de la tierra, aquí se muestra en pares: los leones en primer lugar, a continuación, tigres, leopardos, elefantes y animales de carga y todos los demás, y el sexto en el que Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza ". Por cada día a un ángel, de uno a seis, flancos de la obra del Creador. No es común en las representaciones de la Creación y por lo tanto de gran interés es el escenario de la Bendición del séptimo día. Sentado en un trono rodeado de los seis ángeles de los seis primeros días, como si de una corte real Dios pone la mano de bendición sobre el séptimo ángel, la figura del sábado, que Dios ha reservado para sí mismo. Por encima de él son las palabras bíblicas: "Y Dios bendijo el séptimo día".A continuación, la banda inferior de la cúpula de la celebración por la creación de Eva de la costilla de Adán, la tentación de la serpiente, la desobediencia de la orden de Dios por los progenitores y la expulsión del Paraíso Terrenal.

    Los querubines, creados por Dios, como custodios del paraíso terrenal, están representados en las enjutas de abajo. La historia bíblica continúa en los arcos que rodean y las lunetas cerca de la puerta de San Clemente con el nacimiento de Caín y Abel y el crimen de Caín. Sólo Noé, los justos, su familia y los animales que ha escogido para sobrevivir (la parte inferior del arco hacia el portal central). Las historias de Noé continúan en la parte inferior del arco más allá de la próxima puerta, la que también ilustra la construcción de la torre de Babel y la condena del orgullo del hombre.En el atrio de otras cúpulas de las escenas se desarrollan en una sola tira en la base sin interrupciones. La cúpula de la segunda y las lunetas cerca de la puerta de San Pedro, cuentan las historias de Abraham, padre de los descendientes, elegido por Dios para la salvación. Que Dios habla con Abraham está representado por una mano que sale de un segmento del cielo. La escena se repite cuatro veces, interrumpiendo la secuencia narrativa en cuatro partes.Los siguientes tres cúpulas, en el lado norte del atrio, están ocupadas por las historias de José, intérprete de los sueños, en posición vertical y el sufrimiento. Tras haber sido vendido como esclavo por sus hermanos y condenado injustamente por los egipcios, se encontró el favor de Faraón y se convirtió en el salvador del pueblo de Egipto y de los hermanos que lo habían traicionado.La conclusión de la espléndida decoración del atrio es la cúpula de Moisés, la obra maestra de la última generación del siglo XIII de mosaicos venecianos. Ellos cuentan la historia de Moisés, que, salvado de las aguas del Nilo, se convirtió en salvador y guía de su pueblo a través del desierto y el Mar Rojo a la tierra prometida. Moisés es figura de Jesús, Salvador de todos los hombres, presentes en los brazos de la Virgen

entre los evangelistas Marcos y Juan en la semi-cúpula de mosaico sobre la puerta cercana. 

Después de la preparación y las expectativas creadas por los mosaicos del atrio, entrando en la iglesia es una llegada simbólica de la "tierra prometida" de Abraham y de los antiguos patriarcas.Alrededor del portal en nichos de diversos tamaños se encuentran las figuras del mosaico de la Virgen y el Niño entre los ocho apóstoles (registro superior) y los 4 evangelistas (registro inferior). Estos son parte de los más antiguos mosaicos, que datan tal vez de fines del siglo XI cuando la gran puerta era la entrada externa de la iglesia, antes de que se construyera el atrio.  Al cruzar el portal y entrar en el espacio sagrado de la basílica, el aspecto más llamativo es, sin duda los mosaicos de oro que cubren la parte superior de la arquitectura: esto se debe a la unidad que le dan al interior y a la referencia oriental, del sentido simbólico del oro, que representa el color de la Divinidad.

La luneta sobre la puerta principal de inmediato sugiere una mayor y más precisa clave interpretativa de este espacio.Las tres figuras recuerdan la planta clásica de una Deesis, (la oración de intercesión, que, en la iconografía oriental, presenta a Cristo Pantocrátor entre la Virgen Madre y Juan el bautista, dos grandes mediadores de la humanidad). Aquí la Deesis es de libre interpretación: el Bautista se sustituye por San Marcos, patrono de la iglesia y de la ciudad. Las palabras del capítulo 10 del Evangelio de San Juan en el libro mantiene abierto de Jesús: "Ego sum ostium por mí si quis introierit salvabitur et Pasqua inveniet - Yo soy la puerta - quien entra por mí, será alcanzado los pastos de la salvación”, nos lleva a la recuperación de los significados y los valores olvidados: la actual "puerta" que conduce a la salvación es el mismo Cristo, su Palabra nos comunica

por medio de su vida.

 El portal principal

El conjunto de mosaicos de las cúpulas, las bóvedas y las paredes deben leerse precisamente como un manuscrito iluminado del Evangelio. El núcleo central, que cuenta la historia de la salvación cristiana, oscila entre profecías mesiánicas de la segunda venida - Cristo, el Juez del fin del mundo - y sus puntos focales en las tres bóvedas de la nave.La orientación de la basílica, con el presbiterio mirando hacia el este y la puerta principal hacia el oeste, de acuerdo con la tradición, indica el eje, el curso del sol a lo largo del cual el núcleo principal de mosaicos antiguos debe ser seguido. Este itinerario nos permite leer la historia de la salvación traída por Jesús al hombre, un sol que nunca se pone.

La cúpula de los Profetas

La historia de la salvación comienza en la cúpula de los profetas con el anuncio por parte del Mesías de sus profecías hacia los profetas que se encuentran en torno a la Virgen.En el tazón de la bóveda del ábside, gran Cristo Pantocrátor, Señor del universo, es una reelaboración de los mosaicos originales Bizantinos, 1506 realizada por un maestro del renacimiento en el año 1506.El Pantocrátor, de la taza del ábside, la bóveda, envía a su Hijo al mundo. Él aparece en el centro de la cúpula en medio de miríadas de estrellas con el rollo de las leyes en sus manos. En la parte interior, se encuentran la Virgen y los profetas. La Virgen, con suntuosos vestidos orientales y las manos extendidas a la espera de la Palabra del señor, desde el centro de la cúpula está alineada con los trece profetas Isaías, Jeremías, Daniel, Abdías, Habacuc Oseas, Jonás, Sofonías, Ageo, Zacarías, Malaquías, Salomón y David. Cada uno lleva un pergamino en alusión a la Encarnación y la Resurrección de Cristo y el Juicio Final. En una posición central y en una actitud de oración Isaías, señalando a la joven imberbe en el centro de la cúpula, pronuncia las palabras: "He aquí que la virgen concebirá y dará a luz a un hijo que será llamado Emmanuel, Dios con nosotros ", y David, jefe de la dinastía real de Israel, vestido con la ropa suntuosa del emperador bizantino, proclama la naturaleza real del niño por nacer a ella:" el fruto de tus entrañas se coloco en mi trono ".En la base de la cúpula de las cuatro enjutas debajo son los símbolos de los cuatro evangelistas: el león (San Marcos), el buey (San Lucas), el ángel (San Mateo) y el águila (San Juan).El significado de su presencia se hace evidente por la inscripción que acompaña (“lo que se dijo de Cristo a través de alusiones oscuras (los profetas) se debe quedar claro por los evangelistas, ya través de ellos Dios se ha hecho conocida por la humanidad")

El mismo tema iconográfico del presbiterio se repite en las paredes de la nave: diez mosaicos colocados sobre un conjunto de mármoles preciosos, creados en el siglo XIII. En la pared derecha el retrato de la Virgen y en la izquierda de Cristo Emanuel, respectivamente, rodeado por cuatro profetas.  Una sucesión lógica y litúrgica se ve en el ciclo de la Epifanía en el arco por encima del iconostasio, que funciona como vínculo entre el presbiterio y la cúpula central de la Ascensión.Aquí profecías empiezan a hacerse realidad con escenas que ilustran el anuncio del ángel a María, la Adoración de los Magos. La Presentación en el Templo, el Bautismo de Jesús en el Jordán y de la Transfiguración. Estos mosaicos se recrearon a los dibujos animados de Jacobo Tintoretto en el final del siglo XVI. Hay otra versión medieval del Bautismo de Jesús en el baptisterio, que recuerda a la gran riqueza de los módulos de icono bizantino.

El crucero

En las paredes y las bóvedas de los dos brazos del crucero hay numerosas imágenes de las acciones de Cristo en confortar a los enfermos, los que sufren y los pecadores.Las historias del Evangelio de Cristo con respecto a los domingos después de Epifanía son más o menos completas en los mosaicos de los dos lados del crucero norte: Las bodas de Chaná, los profanadores del Templo, los diez leprosos, Cristo y la adúltera, la tormenta Calmado, el cojo sanado en la cubierta de sacrificio, el centurión Antes de Cristo, La mujer toca el borde de su manto, la curación del hidrópico, la curación del leproso, la pesca milagrosa en el Lago de Genezareth, La Resurrección de la viuda de Naím Hijo, Cristo y la mujer cananea. En los lados del sur (o izquierda), están, la multiplicación de los panes, Cristo y la Samaritana en el pozo, Cristo la curación del ciego de nacimiento el hombre, Cristo y Zaqueo, Cristo

curando a los cojo en la cama, de San Pedro caminando sobre el agua, la segunda multiplicación de los panes, Madre de Cristo la curación de Pedro, Cristo Demons Transferencia a los cerdos gadarenos, Cristo curando a la mujer jorobada. Muchas de estas escenas se recrearon en los siglos XVI y XVII.

Continuando con la cúpula central se encuentran los actos de clausura de la vida de Cristo con los ritos de la Semana Santa en la bóveda del Sur: las tentaciones de Cristo, la Entrada en Jerusalén, la Última Cena (mosaicos que datan de la primera mitad del siglo 12 y entre los mejor conservados) y el lavatorio de los pies. En la bóveda oeste el beso de Judas y el veredicto de Pilatos, la Crucifixión, la Mujer en el Sepulcro, el Descenso al limbo, la reunión con las mujeres y el encuentro con Tomás.

En la pared de la nave derecha hay un gran panel de la Oración en el Huerto de los Olivos. Es un añadido del siglo XIII y una de las obras maestras complejo entero de mosaicos. Las manos de los tres maestros son reconocibles. A cada uno se atribuye una de las tres escenas, dominado por un paisaje rocoso con árboles y flores de extraordinaria belleza, que narran la oración dolorosa y solitaria de Cristo, mientras que la indiferencia de sus amigos se expresa en el grupo de dormir a la izquierda.

La Cúpula de la Ascensión

En el centro de la basílica, en la intersección con el crucero, la cúpula celebra el misterio final de la vida de Jesús: su Ascensión al cielo.La decoración de la cúpula de la Ascensión, que data de la segunda mitad del siglo XII, es la obra maestra del mosaico de San Marcos y el corazón del mensaje espiritual de la iglesia. Es considerada como la mejor expresión del mosaico en toda la iglesia por su estructura, calidad y preservación.En el círculo de estrellas del centro de Cristo, sentado en un arco iris, se señala al cielo por cuatro ángeles volando. A continuación, en un gran círculo concéntrico, la Virgen entre dos ángeles y los 12 apóstoles están mirando hacia arriba, alternando por las plantas de diversas formas y tamaños, lo que sugiere el medio ambiente mesiánico del Monte de los Olivos, donde Lucas sitúa el episodio de la Ascensión. Más abajo, entre las ventanas, hay dieciséis figuras femeninas en una secuencia de baile que personifican las virtudes y las Bienaventuranzas: Esperanza, Fe, Justicia, Fortaleza, templanza, prudencia, humildad, mansedumbre, el arrepentimiento, abstinencia, caridad, paciencia, la castidad, la modestia, la constancia y la Caridad, esta última coronada y en las prendas reales, "madre de todas las virtudes", como sugiere la inscripción alrededor de ella.Aquí tenemos las tres virtudes teologales (Fe, Esperanza y Caridad), las cuatro virtudes morales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) y luego otros nueve virtudes que son parte integrante, de conformidad con el concepto medieval de los cuatro moral virtudes. Si la escena de la Ascensión tiene un ilustre precedente bizantino en la cúpula de Santa Sofía en Salónica (siglo XI) el establecimiento de las 16 Virtudes es absolutamente veneciano (mucha luminosidad y colorido; para ellos, el espacio ha de estar conformado precisamente por luz y color).En las enjutas, los cuatro evangelistas están escribiendo el comienzo de su Evangelio: cada uno es esquematizado por el lado en su estudio, los cuatro símbolos ya vistos en las enjutas de la cúpula del presbiterio son insuficientes. Las dos cúpulas están relacionadas ya que en el presbiterio, los evangelistas sólo tienden a delinear la salvación, mientras que en la cúpula de la Ascensión se manifiestan abiertamente. Cada evangelista tiene su propio Evangelio abierto a las primeras palabras. Debajo, los cuatro ríos bíblicos - Guijón, Pisón, Tigris, Éufrates - vierten sus aguas en la comunidad de los fieles, también aquí con la simbología bautismal claro.El maestro griego que, con sus ayudantes, creó este ciclo ha sido definido como el maestro del estilo agitado. No podría haber una definición más adecuada de este mosaico que, en la creación de estas escenas de la muerte, resurrección y ascensión, expresa toda la tensión dramática y la renovación de la humanidad y del universo.  Los colores utilizados son los más preciosos, todos los obtenidos por mezcla de la pasta vítrea con lapislázuli, cobre, oro, plata o hierro, y cuando los colores y la luminosidad de los esmaltes no fueron suficientes para hacer inmaterial y transfigurar una imagen, fueron utilizados los colores oro, plata y blanco para lograr resaltarlas. Si bien los rostros humanos de los apóstoles se destacan en negro, los de Cristo, la Virgen y los ángeles tienen brillos que dan la sensación, de que una luz divina emana de los rostros en sí mismos.

La Cúpula de Pentecostés

La cúpula siguiente, el día de Pentecostés, celebra y glorifica el descenso del Espíritu Santo y el nacimiento de la Iglesia. En las dos cámaras a los costados, los martirios de los apóstoles: el de la derecha, sigue intacta en la versión medieval, mientras que el de la izquierda fue rehecha en el siglo XVII. Estos y otros reemplazos se fueron necesarios a causa de las caídas de los mosaicos producidas como consecuencia de diversas causas tales como, humedad, incendios, terremotos.Si bien la fijación de la cúpula de la Ascensión se resuelve en una unidad de motivos que convergen hacia Cristo, que se eleva al cielo en el pico, la cúpula de Pentecostés se resuelve en una emanación de doce rayos de luz de plata de la paloma del Espíritu Santo sobre el trono. Los rayos caen en forma de una llama roja en las cabezas de los doce apóstoles que están sentados en sillas.  En las cuatro enjutas debajo de la cúpula hay cuatro ángeles de incomparable belleza: la elegancia de sus formas muy estilizadas, creado por un complejo juego de líneas, y su delicadeza cromática, son características típicas de los maestros griegos más refinados.Los apóstoles se destacan por su monumentalidad, por el expresionismo de sus caras, por la riqueza decorativa de las telas y por la alternancia de colores en sus túnicas y capas.

El día de Pentecostés, que con la venida del Espíritu Santo realiza después de la Trinidad del Padre (Profetas) e hijo (Ascensión), es la obra maestra de otro gran artista que trabajo en San Marcos, en la cuarta y quinta décadas del siglo XII. A pesar de las restauraciones del siglo XV y el XIX la belleza de este ciclo se mantiene inalterado en la preciosidad de los materiales de sus mosaicos y en la originalidad de su diseño de composición que es absolutamente coherente con el de los otros dos: en el primero, los profetas, a la espera de la llegada del Hijo, en el segundo el movimiento convergente de los apóstoles a Cristo ascendente en la cima, y luego el movimiento hacia el exterior del centro en el que el Espíritu Santo, irradia su luz en el apóstoles.Unidad iconográfica y composición absoluta entonces, en un espacio estimado de tiempo de tres o, a lo sumo, cuatro décadas para la realización de este programa grandioso, fruto de la cooperación entre los tres principales maestros - con la colaboración de un equipo altamente calificado - que han desarrollado los diferentes aspectos de la cultura greco-bizantina, de acuerdo con la oportunidad iconográfica que les brindo el tema que debían representar. La Ascensión ofrece un medio para exhibir la habilidad del maestro para dar movimiento a las figuras, todos ellos abiertos y casi levitando hacia Cristo ascendiendo al cielo. El Pentecostés dio la oportunidad de crear efectos de luz (rayos de plata sobre un fondo dorado), de gran impacto y preciosidad, mientras que la espera de el hijo fue la oportunidad para crear las magnificas figuras de la inteligencia profética.Los mosaicos del siglo XII eran griegos, pero en el XIII hubo colaboración entre los maestros de Constantinopla y los que habían sido entrenados en Venecia. La conquista de Constantinopla, por parte del pueblo de Venecia, lograda con las cruzadas en el 1204 hizo que los señores debieran llevar el esplendor de la capilla ducal de acuerdo con su nuevo papel de gobernante de casi la mitad del Imperio.

El Apocalipsis y el Juicio Final

Sobre la entrada a las bóvedas del Apocalipsis y el Juicio Final (este último también visible desde el atrio a través de la "apertura de bien"), con mosaicos del renacimiento rehechos en el siglo 19, representan el punto de llegada de un mensaje espiritual con escenas de visiones apocalípticas de Juan y el Juicio Final.Las dos bóvedas, junto con otras zonas, fueron sujeto de un difícil trabajo de restauración, que se prolongó por algo más de un siglo, desde la primera mitad XIX a los 30 del XX.

Mosaicos relacionados con las historias de San Marcos

 Las historias de San Marcos están bien representadas en la decoración de mosaicos de la iglesia, Interna y externamente los episodios sobre la vida del santo y su cuerpo se presentan en tres ciclos principales con diferentes versiones iconográficas.Él santo es retratado de forma aislada encima de la bóveda de entrada central. Este mosaico fue hecho en 1545, probablemente de acuerdo con las atribuciones de Tiziano. Se sustituye el Pantocrátor anterior en la primera mitad del siglo XVI. San Marcos, en los ornamentos litúrgicos, da la bienvenida a los fieles con los brazos abiertos. Entrando en la iglesia por la entrada principal hay numerosas referencias a San Marcos.  La imagen del santo en la parte superior del ábside central del presbiterio tiene un acento más político religioso. Con funciones de unión entre los santos, con San Pedro a la izquierda y San Ermagoras a la derecha. Él extiende una mano hacia San Pedro, en alusión al Evangelio recibido de él, y brinda el texto

evangélico de San Ermagoras que está en una actitud de respeto reverente. Aislado en la extrema izquierda es de San Nicolás de Bari, que también tiene un significado político.Estos primeros mosaicos del siglo XII son los más antiguos de la iglesia. El siglo de las luchas por la supremacía eclesiástica entre los dos patriarcados de Aquilea y Grado acababa de terminar con la victoria de este último, con el apoyo de la República. 

San Nicolás de Bari también entra en este diálogo, aunque en una perspectiva diferente; su cuerpo fue robado de Mira di Licia entre 1099 y 1100. Grandes discusiones se generaron cuando se decidió poner sus restos en San Marcos, junto a los del evangelista. Por lo tanto finalmente se decidió ponerlos en el Monasterio Lido, como sustituto, su imagen fue incluida en el mosaico. Además, en esta crisis histórica, parece que el patriarca de Grado tuvo que establecer su residencia permanente cerca de las reliquias de San Nicolás de Lido, donde el nuevo santo se convirtió en su símbolo. Coloca estos mosaicos al lado de los de San Marcos, símbolo indiscutible del poder de los Dogos, con la idea de demostrar a todos que el patriarca y el duque, convivían pacíficamente en la Basílica de los Dogos.

 El portal principal y el ábside central

Los valores políticos son más evidentes en el ciclo de grandes biográficos de San Marcos, que data de la primera mitad del siglo XII, situado en las capillas laterales de San Pedro a la izquierda y San Clemente a la derecha del presbiterio. Las diferencias son perceptibles en primer lugar en el lenguaje: en el presbiterio, los mosaicos tienen un acento señorial que se destaca bastante de la discursiva y popular de los mosaicos de la capilla zen.Los temas también son muy diferentes. En la capilla del presbiterio hay una insistencia en los orígenes apostólicos de ambos Aquilea y Alejandría, donde San Marcos se decía que había sido enviado por San Pedro a predicar y bautizar y donde murió, mientras que los mosaicos de la capilla de relieve Zen, más de y por encima de todo esto, los temas de la predestinación divina de San Marcos, patrono de Venecia. En ambos casos hay un acuerdo con respecto a la representación y la muerte del Santo, en Alejandría y su traslado a Venecia. Sin embargo, en el presbiterio, el acento de la capilla, está siempre en la corte y la ocasión de Estado: la recepción por todo el Episcopado de la zona de la laguna con el patriarca de Grado en el centro y los seis obispos (Caorle, Eraclea, Equilo, Malamocco, Olivolo, Torcello), los elementos no se encuentran en la historia de la traslatio. El Dogo mismo (Justiniano Particiaco) con su séquito recuerda el mosaico del emperador Justiniano en la Basílica de San Vital en Rávena.

Capilla de San Clemente

Otros mosaicos de San Marcos, que complementan la historia del presbiterio se encuentran en la bóveda de la sección de extrema derecha de la aurícula. Este es el punto donde el "camino sagrado" de la procesión ducal, llega desde el muelle, entra en la iglesia: la "puerta del mar". Fue sólo en los albores del siglo XVI que esta zona fue ocupada por la construcción de la capilla Zen, que cierra uno de los puntos de acceso más importantes.Los temas preferenciales acentuados en esta área fueron tomados de la leyenda de la predestinación de la Santa. El ángel se le aparece durante un naufragio cuando está navegando desde la laguna de Aquilea hacia Roma y desde allí hasta Alejandría. El buque estaba en el mar, en el sitio donde actualmente se encuentra la Iglesia de San Marcos. El ángel le dijo al evangelista que, después de su muerte, su cuerpo podría descansar. Los buques de Venecia al principio utilizados para atracar en el lugar donde el cuerpo del Santo fue desembarcado de Alejandría y en donde se construyó la iglesia. Era un lugar sagrado, un lugar en el que la sede del poder político, el Palacio Ducal, fue legitimado por la voluntad divina en el nombre del santo patrono del Estado, en nombre de San Marcos. Los episodios de martirio en la capilla Zen reflejan fielmente la historia de la pasión de Marcos (Torre de Alejandría, es decir, el Faro, el golpeado San y golpeado en las calles de la ciudad; decapitación en los prados de Boucolis, etc.), narrado en lenguaje popular. La gente entra aquí y lee las traducciones biográficas en los demás mosaicos de Piazza.

Capilla Zen

El último episodio es la Inventio, la página de mosaico enorme originalmente junto a la puerta del Tesoro. Representa el 1094 pidiendo oraciones y el ayuno del Señor, a instancias del Dogo Falier Vítale, con el fin de descubrir el paradero del cuerpo del santo y que, finalizada la construcción de la iglesia actual, eran aun desconocidos. En medio de las celebraciones aristocráticas y populares del obispo local y el Dogo, fue definitivamente colocado el cuerpo del santo bajo el altar mayor, donde permanece hoy en día. El gran mosaico, típicamente occidental, tanto en el lenguaje de estilo y tamaño, es un capítulo precioso de la historia de Venecia a finales del siglo XII, tanto para las costumbres litúrgicas (altar, las vestiduras sacerdotales y un retrato del obispo local Doménico Contarini) y hábitos ciudadanos ( Dogo Falier Vitale, los fiscales de San Marcos, hijos e hijas de la nobleza, los hombres y mujeres del pueblo) y por su representación de la iglesia con los dos púlpitos, las galerías de las mujeres y el recipiente interior en forma de cúpulas, antecedentes de las cúpulas externas de madera cubiertas de hojas de plomo.En el exterior de la fachada principal se encuentran los episodios finales sobre el Santo. Los mosaicos deben examinarse a partir de la parte inferior del primer arco por encima del derecho del portal, y muestran la recuperación del cadáver de San Marcos (alrededor de 1660) por los venecianos Buono Malamocco y Rustico de Torcello en el año 828 en Alejandría, donde el santo fue enterrado después de su martirio. A continuación, a la izquierda por encima de los portales de altura, se muestra la llegada del cuerpo de San Marcos a Venecia (aprox. 1660), la recepción por el Dogo de los Lores (aprox. 1728-29), y el traslado procesional del Santo a la Basílica, el único antiguo mosaico del siglo XIII, porque los otros, aunque se observa la iconografía antigua, fueron restaurados en los siglos XVII y XVIII. El registro inferior del mosaico celebra la presencia de las reliquias de San Marcos en Venecia y en la Iglesia.

Mosaicos relacionados con las historias de la Virgen María 

   El tema de María, se anuncia en la decoración exterior de la iglesia. En la fachada sur, hacia el muelle, entre los arcos de coronación, el mosaico de la Virgen Orar ha sido objeto de gran veneración popular, con dos lámparas encendidas por la noche, desde que un comerciante que sobrevivió a un naufragio mientras navegaba de Chioggia a Venecia, expresó el reconocimiento de la Virgen a quien había invocado. Desde entonces, ha sido considerado protector de las aguas. Los retratos externos son preparatorios para ver el interior, donde la imagen de la Virgen se encuentra en un gran número de relieves, bajorrelieves y estatuas. También hay dos capillas dedicadas a ella, la Mascoli, con un grupo espléndido de mármol en el altar y los mosaicos de la bóveda, y la Nikopeia, el más venerado por los venecianos. Los mosaicos están basados bastante fielmente en el Evangelio apócrifo de Santiago y del Pseudo-Mateo. Aquí se muestran las historias de María desde el anuncio de su nacimiento hasta su muerte. María es considerada como el único ser humano digno de representado en el mismo nivel frente a Jesús. Las dos vidas de Jesús y su madre, tienen un punto de encuentro que derivan de la promesa hecha por Dios a Adán y que tiene sus raíces en Jese. En la pared del fondo del transepto norte se encuentra el Árbol de Jesé, en la parte superior de las cuales es la Virgen María sosteniendo al niño, un mosaico que data de mediados el siglo XVI. 

Transepto norte

De nuevo, en el centro del pórtico sobre la puerta principal, la Virgen y el Niño con los apóstoles y evangelistas, invita a todos los cristianos a cruzar el umbral del edificio santo. María está representad de pie, de frente con respecto a Cristo. Su mano derecha toca el pecho de Cristo y la otra está muy cerca de su pierna izquierda, pero sin tocarlo. Su mano derecha se levanta en un gesto de bendición, mientras que su mano izquierda sostiene un pergamino de descanso en su rodilla izquierda. Esta representación de la Virgen es puramente bizantina. El Nikopeia es el anuncio de Emmanuel a la Virgen, por lo que el icono representa la encarnación. Configurar los acontecimientos de la vida de la Virgen en el crucero hasta la Dormición en el pórtico no es raro en un contexto bizantino. El itinerario sigue el esquema iconográfico del año litúrgico bizantino, que comenzó en septiembre con la natividad de María (en el crucero sur) y concluyó en agosto con su muerte (en el pórtico). 

Mosaicos de las Capillas

La Capilla Mascoli

La Capilla de la Virgen del Mascoli está más allá del final de la nave donde se encuentra la entrada a la Capilla de San Isidro. Desde 1618 ha pertenecido a una cofradía de adoradores exclusivamente masculino establecido en San Marcos, en el siglo XII y se basa primero en la cripta, a continuación, en el altar de San Juan, ahora de la Virgen Nikopeia.Hay un ciclo importante de mosaico en la bóveda de la capilla, iniciada en la primera mitad del siglo XV por el veneciano Miguel Giambono. La decoración fue inspirada por la dedicación original de la capilla de la Virgen.De hecho, los episodios de su vida canónica se muestran en una secuencia empezando por la izquierda: el Nacimiento, la Presentación en el Templo, la Anunciación, la Visitación y de la muerte.La Anunciación, en la luneta de la parte posterior da muestras de la gracia y la dulzura típicamente gótica con un encanto correspondiente en signo y color. El nacimiento de la Virgen y la presentación en el Templo están dominados por la arquitectura gótica de belleza cristalina, mientras que las figuras se caracterizan por la elaboración de modelos y colores suaves y delicados. La visita, en la pared derecha de la capilla parece pertenecer al periodo gótico tardío, al menos la parte inferior, mientras que la parte superior, está dominado por un entorno humanista y típicamente renacentista. En la Dormición sólo los Apóstoles de la derecha pertenecen a la decoración de estilo gótico, mientras que los otros Apóstoles, la Virgen y la arquitectura se configuran en el lenguaje más típico de Andrea del Castagno: esto puede ser visto no sólo en el expresionismo de los rostros y las elaboración de modelos de plástico de las figuras envueltas en paños hinchada y con corte de perfiles, sino también en las losas de mármol rojo Tesalia cubriendo los pilares del arco inmenso y espacioso de acuerdo a los preceptos clásicos, que actúan como telón de fondo a las figuras de los apóstoles que están rigurosamente separadas de la misma.

La Capilla de Zen

La entrada a la Capilla de Zen es el baptisterio o el atrio, donde hay una fina puerta de bronce arqueada, probablemente ejecutada entre los siglos V y VI, con materiales llevados a Venecia desde Constantinopla.Esta esquina sur-oeste que una vez fue el vestíbulo de la puerta del mar; pero en el año 1501, cuando murió el Cardenal Giovanni Battista Zen se construyo en su honor una capilla funeraria.La bóveda tiene dos órdenes con 12 escenas de eventos en la vida de San Marcos. En la semi-cúpula sobre el portal es la Virgen con el Niño entre dos ángeles en la veneración. Este mosaico fue completamente restaurado en el siglo XIX siguiendo los conceptos de la edad bizantina. Más abajo hay ocho profetas, cuatro esculturas de mármol y cuatro mosaicos.

La Capilla de San Isidro

Los restos de este santo griego fueron llevados a Venecia desde Chíos en 1125 a instancias del duque Doménico Michael cuya devoción por San Isidro, le recordaba su devoción a San Marcos. La pequeña capilla dedicada al santo se accede desde el transepto norte. Estos mosaicos son un importante ciclo de arte veneciano que ha llegado hasta nosotros casi inmunes a la restauración. La simplicidad de su ejecución muestra un notable relato del carácter propio de la escuela veneciana de pintura.La bóveda de mosaicos narra, en dos órdenes, uno sobre el otro, los episodios de la vida de San Isidro en la isla de Quíos y el transporte del cuerpo del santo a Venecia.En la luneta sobre el altar: Cristo entre San Marcos y San Isidro, en la de la pared opuesta a la Virgen entre San Juan Bautista y San Nicolás.Los dos mosaicos de la luneta se vinculan más a la tradición iconográfica bizantina, mientras que las narraciones realistas de las historias de San Isidro, se notan algo más abiertos a las influencias occidentales.

Mosaicos de la Sacristía

La sacristía se alcanza por medio de la capilla de San Pedro. Es independiente del resto del edificio original y

fue construido en 1486 por el director de obras de Giorgio Spavento. Desde 1524 los artistas más célebres de la época trabajaron en su embellecimiento.La bóveda y los mosaicos de la pared luneta forman un grupo homogéneo de decoración que data de la primera mitad del siglo XVI (1524-1530.

Son la obra de Alberto Zio, Marco Rizzo y Luciano Francesco Zuccato, grandes maestros del mosaico. La decoración del mosaico de la parte superior de las paredes se ajusta y da unidad a la pureza del renacimiento de la arquitectura. Algunos atribuyen el diseño a Tiziano.El plan cristológico tiene su centro en el techo abovedado, con su gran cruz de Cristo y con los cuatro evangelistas. A su alrededor están los profetas que habían anunciado la venida de Cristo. En las lunetas de los dos muros principales de los Doce Apóstoles con San Marcos y San Pablo, que había dado testimonio de él en el mundo, un trabajo realizado para una caricatura de Tiziano.Por encima de la puerta, el Padre Eterno en la gloria. En el lado oeste de la Virgen con el Niño, flanqueada por San Jorge y San Teodoro. Los estudiosos reconocen que los mosaicos de la bóveda son los de más alta calidad.

Mosaicos del Baptisterio 

El Baptisterio, conocido como la iglesia de los niños, ocupa un espacio al sur de la basílica que fue una vez parte de la aurícula y abierta hacia el muelle. Ahora se accede desde la iglesia, pero inicialmente la entrada de la plaza que mejor identifica los tres espacios en los que la capilla está dividida: la Antecámara Baptisterio donde esperaban los catecúmenos el rito del bautismo, el Baptisterio adecuada y el presbiterio.  En cuanto a la transformación deseada por Dándolo, en la primera mitad del siglo XIV, algunos estudiosos han observado recientemente, que la intención del Dogo, además de dar a la Iglesia un nuevo baptisterio con decoración de mosaicos, debe haber sido para celebrar su propia persona y su familia: el Dogo es presentado como una oferente a los pies de la gran crucifixión. Los mosaicos del Baptisterio son la última expresión de la escuela veneciana-bizantino, empezando ya a mostrar algunas características góticas. La decoración de estos mosaicos gira en torno a dos temas: la figura de Juan el Bautista y el sacramento del bautismo, un medio de salvación traída por Cristo a los hombres. En la bóveda de techo Antecámara barril Baptisterio se encuentran las figuras de los profetas del Antiguo Testamento. En las paredes abajo hay episodios de la infancia de Jesús entrelazados con los de la vida de Juan el Bautista. La imagen frente a la puerta muestra el Bautismo de Jesús en el Jordán, inspirado en los cánones bizantinos iconográfico. Estos mosaicos tienen por objetivo, claramente instruir a los fieles que se encontraban allí en espera del bautizo.

Restauración de mosaicos     Los mosaicos datan de entre mediados del siglo XI y fines del siglo XIX. Hoy en día son una combinación de piezas originales y piezas modificadas en diferentes épocas. Las partes de los mosaicos greco-bizantina, terminadas en el siglo XIII han sido en casi totalmente sustituidos. 

En la restauración llevada a cabo antes de finales del siglo XIII, el carácter y concepto original de los mosaicos fue respetado, mientras que el retoque de los fondos de oro y el rehacer de las partes individuales en épocas posteriores muestran a través de algunas de las intervenciones, evidencia de haber sido realizadas en la época del renacimiento (Cellini tenia una postura respecto a la restauración que bien pudo haber sido la utilizada en la intervención de estos mosaicos, el prevalecía la instancia estética a la histórica, es decir todo lo que considera incompleto lo completa y en caso de considerarlo necesario lo resignifica, los materiales que utilizaba tampoco eran lo originales, luego de intervenido el bien se lograba una integración con otras técnicas) . Los mosaicos del siglo XIV (Baptisterio y la Capilla de San Isidro) son de la escuela

veneciana en la que las enseñanzas de los maestros griegos fueron transformadas mediante el desarrollo de temas iconográficos y técnicas vinculadas a la producción de materiales para mosaicos que desde entonces han sido proporcionada por las fabricas de vidrio de Murano.

En el siglo XV artistas toscanos introdujeron el uso de la caricatura para transferir el diseño a la pared (Capilla Mascoli y sacristía). Lo que queda del antiguo palimpsesto, también en términos de calidad y la técnica de ejecución, garantiza la estabilidad de las últimas restauraciones estructurales de los últimos cien años. Desde el siglo XVI y el final de la restauración siglo XVII se renovaron las superficies arruinadas, aprovechándose de los daños, que no eran muchos, para renovar totalmente las grandes áreas de imágenes. La influencia de los grandes pintores de la época prevalecía sobre los artistas de mosaico, que se convierten así en ejecutores de los grandes lienzos de los dibujantes más importantes, entre los cuales se encontraban Tiziano, Tintoretto y Veronese.  En el siglo XVIII una revalorización cultural de los mosaicos antiguos, comenzó, en detrimento de los nuevos que a menudo eran considerados inferiores. Leopoldo Dal Pozzo hizo grandes innovaciones respecto a las técnicas y la utilización de los esmaltes en la luneta y la espléndida bóveda del portal a la izquierda de la historieta central, operando son sumo cuidado para recuperar los antiguos mosaicos. Después de él, hubo un rápido deterioro. Después de la caída de Venecia, Austria heredó en 1814, de Napoleón, una iglesia que había sido abandonado durante años. El estado veneciano había muerto, y con ella su capilla. Fue Napoleón, quien separó a la basílica ducal de un gobierno que ya no existía y se la dio a la Iglesia. En el siglo XIX, debido a la falta de mantenimiento durante unos veinte años, desde el cambio de siglo, y las condiciones estáticas cada vez más precarias, hicieron necesaria la restauración de grandes superficies. Esto se llevó a cabo hasta la década de 1860, con la sustitución de partes separadas, pero con la intención de reproducir las figuras preexistentes. Las restauraciones posteriores fueron cada vez más refinadas y poniendo el énfasis en la preservación.

En la primera mitad del siglo XIX se llevo a cabo un programa de consolidación, en el que se encontraban comprometidos los mosaicos a gran escala; la segunda mitad del siglo se caracterizo, por el compromiso del director de las obras de restauración, Pietro Saccardo que respondieron a los principios de John Ruskin (Quien postula el no intervencionismo, valorando el carácter artesanal, y la autenticidad estética y moral de la obra; afirmaba que el valor verdadero de un bien estaba en su historicidad, era partidario de la conservación in situ, con esta parte se su teoría estoy de acuerdo, y en desacuerdo con su postura de no intervencionismo, ya que la considero un poco obtusa, porque de ese modo, con el transcurso del tiempo la no intervención, genera el total deterioro y perdida del bien), y Alvise Zorzi motivados por el riguroso respeto de la historia. Las piezas dañadas fueron restauradas, las intervenciones críticas modificadas y las técnicas para trabajar fueron enriquecidos y dando un resultado más adecuado.  El gran período de la restauración de los mosaicos que corre desde el siglo XIX hasta la primera mitad del XX tenía el mismo valor que el de los orígenes en los siglos XII y XII. En este nuevo período de vida fue entregada a un organismo moribundo. Esa acción de gran furia se debió a la necesidad urgente de hacer frente a un estado general de gran deterioro en los comienzos del siglo XIX, cuando lo primordial era garantizar la integridad física del monumento, descuidándose los mosaicos. Esta nueva actitud cultural condujo a la búsqueda de técnicas más modernas, y en el espacio de setenta años, desde 1880 en adelante, cúpulas, bóvedas y las paredes fueron restauradas adoptando un criterio muy diferente al de la antigüedad, sin destruirse o sustituir nada. 

Las técnicas utilizadas

El principal daño sufrido por los mosaicos se produjo a causa de desprendimientos en la mampostería, la caída de teselas, la alteración estructural y la desintegración de las capas de base que garanticen la adherencia de los mismos. Estos efectos provocados por la agresión de la atmósfera y la humedad ascendente deterioraron la superficie de las teselas y la ruptura de la capa de mortero de base de las mismas, provocando en el primer caso, que las teselas se desmoronen y en el segundo se caen, individualmente o en pequeños tramos.

 Algunas situaciones se deben a dos causas. En el caso del desprendimiento, la evaluación de la deformación estructural en curso o previsible, es de gran ayuda en la identificación de las zonas donde la cubierta pudiera estar dañada. A tal fin, una mirada a los acontecimientos que sucedieron en la estructura de la iglesia durante el transcurso de los años puede ser de gran ayuda. El Magna Gesta, construida en 1063, (la iglesia actual), sustituyo la construida en el año 828 para preservar el cuerpo de San Marcos. Su creación implico, probablemente la reutilización de de la construcción existente, dirigida y diseñada por arquitectos griegos con el máximo rigor, pero que no habían tenido en cuenta la adición posterior de cúpulas cubiertas de plomo, los mármoles coronando las cubiertas, el atrio y el Baptisterio alterando significativamente el peso de la construcción, la cual hizo disminuir de manera muy diferente a la imaginada en la antigüedad, la base de arcilla arenosa del subsuelo, sobre la cual se erige la Basílica. Otros sucesos que debilitaron notablemente la estructura fueron, que los cuatro primeros siglos desde su creación, la construcción debió soportar, terremotos e incendios que acentuaron aun más el estado de desequilibrio de la iglesia. Los marcos exteriores de los lados norte y sur requirieron una atención continua con la adición de contrafuertes, tirantes y apuntalamiento de las paredes. Ninguna parte estuvo exenta de las operaciones de sustitución, en algún caso solo parcial, pero, las partes mas comprometidas fueron las bóvedas y los muros perimetrales, y con ellos los mosaicos que más de una vez se desprendieron de las paredes, lo que obligo a la Fiscalía a tomar acción al respecto.Hoy en día no hay grandes zonas de mayor o menor calidad en términos de conservación del mosaico. Incluso los errores de modificaciones y alteraciones de originales efectuados en el pasado, son respetados, dando testimonio de los distintos períodos de la historia de la iglesia. Para verificar que partes se encuentran comprometidas se utilizan desde técnicas súper básica como golpear con los nudillos hasta ubicar las áreas con diferencias de sonido que indican las partes flojas; hasta técnicas mas sofisticadas como la emisión de ondas que provocan una respuesta vibratoria en el mosaico que da las pautas del estado de conservación en que se encuentra. La consolidación de las partes separadas se lleva a cabo por medio de un mortero líquido obtenido de la mezcla de leche de cal y mármol finamente pulverizada, y poco a poco según sea necesario se añade una resina acrílica - Primal - que no es más que el 50% del total, pero se utiliza normalmente como una tercera parte de la mezcla. En general, y especialmente en los casos de desprendimiento, hay 4 fases de la operación: 1. documentación fotográfica extensa, estudios gráficos y, en caso necesario, algunos trazos realizados sobre el terreno; 2. de identificación de las superficies con la delimitación de los contornos de los diferentes tipos de desprendimiento; 3. las diversas fases de consolidación; 4. de lavado, limpieza de superficies y la documentación cuando se concluye el trabajo. 

Cuando el daño se debe al derrumbe de las teselas de mortero de fijación, la operación es mucho más difícil, ya que la consolidación del mortero a veces es casi imposible, dado que puede estar empapado con las sales y la humedad del ambiente, y por lo tanto se vuelve intratable con agentes químicos. En estos pocos casos, si la superficie tiene que ser removida y el área es pequeña, se limpia y las capas de base de mortero deteriorado se sustituyen. 

El deterioro de la superficie de las teselas, por otra parte, exige que se preste mucha atención a las modificaciones o aumentos de la humedad o acidez del ambiente. Cualquier sustitución de teselas individuales, debe ser evaluada de acuerdo con su posición en el trabajo. La integración de las teselas en la estructura del mosaico, a diferencia de las pinturas o frescos, constituye una protección adecuada de la base y, sobre todo, garantiza la continuidad de la concatenación de la estructura de mosaicos. En estas restauraciones las teselas antiguas son ofrecidas en las tiendas de la Fiscalía; las teselas sustituidas, son marcadas con un punto de esmalte de color visible sólo desde muy cerca. Es más sencillo trabajar en mosaicos que no hayan sido objeto de restauración durante los últimos cien años, porque las antiguas técnicas siguen siendo las mismas desde el principio, y son bien conocidos, con la variante de mosaicos romanos en la aplicación de las teselas de estuco. En estos aún se encuentra una de las áreas de sistemas de fijación del mosaico a la mampostería que dan testimonio de intervenciones

anteriores (clavos, arandelas, etc.) y las operaciones de integración de la crudeza en particular, como para reparar las grietas estructurales. 

El conocimiento histórico de las obras, más allá de los daños, proporciona una base muy útil, para una mejor

definición de las intervenciones. Con el establecimiento del estudio Mosaico en 1881, Saccardo recogió,

documento y publicó las principales actividades en este sector. La escuela de San Marcos, totalmente orientada hacia los mosaicos, en este siglo, ha garantizado la disponibilidad de los artesanos y permite el estudio en profundidad de los problemas implicados en la restauración de los mismos.

Conclusión

Los mosaicos de San Marcos como esta especificado dentro del texto recorrieron muchísimos años dentro de la historia de Venecia, en sus comienzos, sobrevalorados, ya que eran el reflejo del poder del estado y la Iglesia; con el transcurso del tiempo, este poder decayó y con el la importancia de la Basílica, si bien, siguió considerándose como un símbolo de la Ciudad, no lo era tanto como en sus inicios, y por ende se descuido en cuanto sus su estado de conservación. Paso por diferentes épocas y tendencias relacionadas con la restauración, los primeros  criterios tenidos en cuenta deduzco por la documentación recopilada,  eran los de Cellini, con el cual no estoy acuerdo, si creo que es era necesaria un intervención en los mosaicos, los cuales debido a los diferentes factores se iban deteriorando, pero me parece mas acertada una postura de intervención, pero manteniendo la significación y estética que  las piezas tenían cuando fueron creadas.

Otras intervenciones realizadas y con las cuales tampoco estoy totalmente de acuerdo ya que me parecen una tanto drásticas, son las realizadas en la primer mitad del siglo XIX por P. Saccardo, que siguió la teoría de Ruskin.

Considero que las intervenciones posteriores, fueron mas acertadas, protegiendo la integridad de los mosaicos, tratando a la vez de no modificar su historia.

  

Bibliografía

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*AUTOR PICARD, CHRISTOPHER; ZIMMERMANN, MICHAEL, Edad media Siglos IV-X, Granada, Editorial Universidad de Granada, 2004.