estaban las tribus perdidas realmente

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 ¿Estaban las "Tribus Perdidas" Realmente Perdidas? Los términos exactos "Tribus Perdidas" que nosotros y otros usan para referirse a la cautividad y a la  posterior dispersión de las d iez tribus de la Casa del norte de Israel por l os asirios en el siglo octavo a. de M. no ocurre nunca en las Escrituras. Esto suscita una cuestión válida en cuanto a si nuestra investigación y nuestros esfuerzos por identificar a estos israelitas puede resultar ilegítimos, desde un punto de vista bíblico. Existen, efectivamente, aquellos que mantienen que las Diez Tribus del Norte nunca estuvieron pérdidas, y que forman actualmente parte de los israelitas a los que identificamos en la actualidad como el pueblo judío. Si es ese el caso, entonces todo el objetivo y propósito del Israel Unido de Jerusalén y estas páginas web es, sin duda, una mal informada pérdida de tiempo. De modo que, desde nuestro punto de vista, este tema es de vital interés para nosotros y para todos nuestros lectores. De hecho, desde un punto de vista profético, hay un sentido en el que esas tribus del norte de Israel, conocidas en los profetas como la Casa de Israel o por los nombres de Efraín o Yosef, no estuvieron nunca  perdidas, sin duda, no lo estuvieron p ara Elohim. YAHWEH declara acerca de la futura gran reunificación de todas las tribus de Israel que no tiene rival con el Shemot de Egipto, "mis ojos están sobre todos sus caminos, los cuales no se me ocultaron…" (Jer 16:14-18; Jer 3:11-18) El profeta Amós deja este hecho aún mas claro, dejando de nuevo constancia de las palabras mismas de YAHWEH: "He aquí los ojos de YAHWEH están contra el reino pecador [la Casa de Israel del norte], y yo los asolaré de la faz de la tierra, más no destruiré del todo la casa de Jacob dice YAHWEH. Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra." (Amós 9:8-9) La imagen consistente que captamos en los Profetas es que cuando llegue el momento de esta reunificación masiva estos israelitas estarán esparcidos por todo el mundo, mezclados entre las naciones de manera que resulten indistinguibles, pero a pesar de ello, puedan responder a una señal divina concreta o llamamiento en los tiempos del Mashiaj (Isa. 11:12; 10:20-22). En este artículo expondremos cinco aspectos de la evidencia para justificar nuestra contención respecto a que estas diez tribus del norte del antiguo Israel estaban es encialmente perdidas para la historia hasta nuestro tiempo y han permanecido, en gran medida, separadas de la tribu de Judá (el pueblo judío actual), y que su identificación y restauración es una parte esencial del plan divino para la redención del mundo. Realizaremos una inspección de los siguientes aspectos en este orden: lo bíblico, lo histórico-literario, lo arqueológico, lo rabínico y lo profético. El Registro Bíblico Comenzamos con los libros históricos del Tanaj mismo. 1 de Reyes 11 deja constancia de la división de las Doce Tribus del antiguo Israel en dos reinos diferentes o "casas" después de la muerte de Salomón en el siglo 10 a. de M. El profeta Ahías le dice a Jeroboam, que pertenecía a la tribu de Efraín y, por lo tanto, no pertenecía a la línea real de David, que YAHWEH iba a dividir el reino, dándole a él "diez piezas" o tribus, dejando una, la tribu de Judá (con porciones de Leví) en el sur, centrándose en Jerusalén.

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  • Estaban las "Tribus Perdidas" Realmente Perdidas?Los trminos exactos "Tribus Perdidas" que nosotros y otros usan para referirse a la cautividad y a laposterior dispersin de las diez tribus de la Casa del norte de Israel por los asirios en el siglo octavo a. deM. no ocurre nunca en las Escrituras.Esto suscita una cuestin vlida en cuanto a si nuestra investigacin y nuestros esfuerzos por identificar aestos israelitas puede resultar ilegtimos, desde un punto de vista bblico.Existen, efectivamente, aquellos que mantienen que las Diez Tribus del Norte nunca estuvieron prdidas,y que forman actualmente parte de los israelitas a losque identificamos en la actualidad como el pueblo judo.Si es ese el caso, entonces todo el objetivo y propsito del Israel Unido de Jerusaln y estas pginas webes, sin duda, una mal informada prdida de tiempo.De modo que, desde nuestro punto de vista, este tema esde vital inters para nosotros y para todos nuestros lectores.De hecho, desde un punto de vista proftico, hay un sentido en el que esas tribus del norte de Israel,conocidas en los profetas como la Casa de Israel o por los nombres de Efran o Yosef, no estuvieron nuncaperdidas, sin duda, no lo estuvieron para Elohim.YAHWEH declara acerca de la futura gran reunificacin de todas las tribus de Israel que no tiene rival conel Shemot de Egipto, "mis ojos estn sobre todos sus caminos, los cuales no se me ocultaron"(Jer 16:14-18; Jer 3:11-18)El profeta Ams deja este hecho an mas claro, dejandode nuevo constancia de las palabras mismas de YAHWEH:"He aqu los ojos de YAHWEH estn contra el reino pecador [la Casa de Israel del norte], y yo los asolarde la faz de la tierra, ms no destruir del todo la casa de Jacob dice YAHWEH.Porque he aqu yo mandar y har que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como sezarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra."(Ams 9:8-9)La imagen consistente que captamos en los Profetas es que cuando llegue el momento de estareunificacin masiva estos israelitas estarn esparcidos por todo el mundo, mezclados entre las nacionesde manera que resulten indistinguibles, pero a pesar de ello, puedan responder a una seal divina concretao llamamiento en los tiempos del Mashiaj (Isa. 11:12; 10:20-22).En este artculo expondremos cinco aspectos de la evidencia para justificar nuestra contencin respecto aque estas diez tribus del norte del antiguo Israel estaban esencialmente perdidas para la historia hastanuestro tiempo y han permanecido, en gran medida, separadas de la tribu de Jud (el pueblo judo actual),y que su identificacin y restauracin es una parte esencial del plan divino para la redencin del mundo.Realizaremos una inspeccin de los siguientes aspectos en este orden: lo bblico, lo histrico-literario, loarqueolgico, lo rabnico y lo proftico.El Registro BblicoComenzamos con los libros histricos del Tanaj mismo.1 de Reyes 11 deja constancia de la divisin de las Doce Tribus del antiguo Israel en dos reinos diferenteso "casas" despus de la muerte de Salomn en el siglo 10 a. de M. El profeta Ahas le dice a Jeroboam,que perteneca a la tribu de Efran y, por lo tanto, no perteneca a la lnea real de David, que YAHWEHiba a dividir el reino, dndole a l "diez piezas" o tribus, dejando una, la tribu de Jud(con porciones de Lev) en el sur, centrndose en Jerusaln.

  • Este reino del sur continuara la monarqua de David, cumpliendo la promesa que le hizo Elohim a la lneade David que no perecera jams y de ella surgira posteriormente el Mashiaj(1 Reyes 11:26-35; Salmos 89).En el resto del libro de 1 Reyes y tambin en todo 2 Reyes, leemos la historia detallada de toda la historiaseparada de lo que se llama el "Reino Dividido", es decir, el de la Casa de Israel en el norte y el de la Casade Jud en el sur, con sus distintivas dinastas gobernantes.Todos los profetas, desde Oseas hasta Ezequiel, mantienen de manera consistente la distincin y dedicansus mensajes o bien al reino de Israel o al de Jud (o en ocasiones a ambos).Existe entre los exilios de estos dos reinos, de manera respectiva, una diferencia de 135 aos, los primerospor los asirios (en el siglo octavo a. de M.) y el segundo por los babilonios (en el siglo sexto a. de M.).Con el tiempo, el reino del norte se volvi a la peor clase de idolatra y sus reyes, como puedan ser elinfame Acab, juntamente con su malvada esposa Jezabel, abandonaron por completo el servicio deYAHWEH y su pacto con el pueblo de Israel, basado en la Torh, (1 Reyes 16:30-33). 2 Reyes17 ofrece un resumen escalofriante de 200 aos de apostasa y declara que el Exilio del norte de Israel desu tierra por los asirios a finales del siglo 8 a. de M. fue el castigo de Elohim por sus pecados.El escritor de Reyes lo expresa de una manera muy concisa: YAHWEH, por lo tanto se air en granmanera contra Israel, y los quit de delante de su rostro, y no qued sino slo la tribu de Jud."(2 Reyes 17:18)La devastacin del reino del norte de Israel se produjo por medio de una serie de campaas militares porparte de los asirios, primero bajo Tiglaz pileser (c. 730 a. de M.)y posteriormente por Salmanases V y Sargn II (722 a. de M.).La poltica asiria era, de hecho, deportar a las poblaciones en las regiones que conquistaban, volviendo aestablecer la tierra con personas que no eran nativas (2 Reyes 15:29; 17:6, 24).Estos nuevos residentes del norte de Israel acabaron por ser conocidos como los samaritanos.El escritor de Reyes dice:En el ao nueve de Oseas, el rey de Asiria tom Samaria y llev a Israel cautivo aAsiria, y los puso en Halah, en Habor, junto al ro Gozan, y en las ciudades de los medos.(2 Reyes 17:6 & 18:11)(La traduccin de la ltima parte de este versculo es difcil.Posiblemente pueda significar tambin: "Los estableci en el Habor, el ro de Gozan" (ver NRSV, NIV).El relato paralelo en 1 Crnicas 5:26 nombra "Halah, Habor, Hara, y el ro Gozan," indicando que elnombre del ro es Gozan, no el Habor, un subafluente que fluye para introducirse en el Eufrates.)La mayora de los eruditos sitan estos lugares en la regin del nortey del oeste de Nnive, entre los ros Tigris y Eufrates.Es digno de mencin que tanto el escritor de Reyes como el cronista dicen:"Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy."(2 Reyes 17:23; 1 Cr. 5:26)( Immanuel Velikovsky mantuvo que las tribus fueron llevadas mucho ms al norte, ms all del Cucaso,a las estepas de los ros Don y Volga, una regin que argumenta, a la que llegaron los asirios.Identifica al ro "Gozan" con el Volga, y a los Khazares con los antiguos israelitas(The Assyrian Conquest, Vol. II of the Ages in Chaos series))Puesto que las Crnicas fueron escritas a finales del siglo quinto a. de M., despus del regreso de Jud delExilio Babilnico, est claro que el escritor (tradicionalmente Esdras) saba que estas diez tribus del nortepermanecieron en el Exilio en su da, es decir, despus del tiempo

  • de que Jud y Jerusaln haban sido restaurados.Este es el ltimo rastro que tenemos de las Diez Tribus del Norteen las porciones histricas de las Escrituras hebreas.Los libros de Esdras y de Nehemas, as como los de Crnicas, dejan constancia del regreso de la tribu deJud (con partes de Benjamn y de Lev) del Exilio Babilnico entre los aos 539 y 520 a. de M. Algunoshan entendido equivocadamente referencias en estos textos que tienen que ver con algunas de las tribusadicionales, distintas a la de Jud, o a las doce tribus, como implicando que las tribus del norte,deportadas por los asirios, tambin regresaron a la Tierraen masa durante este periodo en respuesta al decreto de Ciro.Esto carece totalmente de base. Sabemos que incluso durante los reinados de Ezequas y de Josas, reyesde Jud, ms de cien aos antes, partes de las tribus del norte (Efran, Manases, Aser, Zabuln e Isacar)fueron a Jerusaln para Pesaj, aunque el grueso de la poblacin haba sido deportada a Asiria(2 Cro. 30:1-18; 34:6-9).Esto indica que los asirios no se llevaron a toda la poblacin, ya que un reducido nmero de estosisraelitas del norte quedaron atrs en la tierra, especialmenteaquellos que estaban unidos con Jud en Jerusaln.Esto era especialmente el caso en lo que se refiere a la pequea tribu de Benjamn y muchos levitas.En el siglo 6 a. de M., bajo Esdras y Nehemas, sucedi lo mismo.Haba algunos israelitas del norte que regresaron con Jud, pero las listas de los nombres y las familiasdejan claro que la abrumadora mayora de los 42.000 que regresaron eran de Jud, Benjamn y Lev. Laslistas detalladas se ofrecen con la afiliacin tribal (Esdras 2; Nehemas 7 y especialmente el captulo 11).Como es natural, estos valientes pioneros estaban llenos de fe en que las grandes promesas de sus Profetaspara una restauracin total y definitiva de todo Israel estaba cercana.Por consiguiente, cuando se reconstruy el Templo, se ofrecieron sacrificios, como sera de esperar, portodas las doce tribus de Israel (Esdras 6:13-18).A pesar de todo, los textos de las Escrituras son inequvocos.La gran mayora de los israelitas del norte fueron deportados por los asirios y "slo qued Jud"(2 Reyes 17:18) y el escritor mismo de Crnicas deja constancia de que permanecieron en el exilio en elnorte incluso hasta hoy (1 Cr. 5:26).No debemos dar por hecho que aquellos que regresaron a Judea y a Jerusaln no eran conscientes de sushermanos y hermanas de las tribus del norte.Existen claras indicaciones en las ltimas porciones profticas de las Escrituras de que los de Judea sabanexactamente dnde se encontraban las otras tribus.Por ejemplo, los nombres de los lugares en Isaas 66:19 (Lidia, Tubal y Grecia) muestran claramente queestas tribus ya haban emigrado en direccin noroeste, hacia Asia Menor y Europa.Esta evidencia concuerda exactamente con lo que aprendemosgracias a las inscripciones asirias, como veremos.Referencias Histricas y LiterariasLa literatura juda que ha sobrevivido a los periodos persa, griego y romano testifica de manera unnimedel hecho de que las Diez Tribus del norte de Israel permanecieronen el Exilio muy al norte, dispersas entre los gentiles.Existen muchas referencias pero una pequea muestra ser suficiente para este artculo.Primero, estn aquellos textos que los eruditos conocen como la Apcrifa y Pseudoepgrafa, lamayora de los cuales fueron escritos desde el 300 a. de M. hasta el siglo 1 de nuestra era.

  • El Testamento de Moshe dice:Entonces algunos de las tribus ascendern y llegarn a sus lugares destinados y de nuevo rodearn el lugarde murallas [refirindose al regreso a Babilonia en el ao 539 a. de M.].Y las dos tribus continuarn en la fe que les fue concedida Y las diez tribus fructificarn y aumentarnentre los gentiles durante el tiempo de su cautividad (4:7-9; cf. 2:5).Aqu uno ve la clara distincin que se hace entre las dos (Jud y probablemente Levi) y las otras diez.2 Esdras es an ms explcito, afirmando que estos que haban sido exiliados por los asirios fueronprimeramente llevados cruzando el Eufrates, pero posteriormente emigraron ms all.Pero formaron este plan para s mismos, que dejaran a la multitud de naciones y se marcharan a unaregin ms distanteun viaje de un ao y medio, y ese pas se llama Arzareth[que significa, Otra Tierra] (13:39-45).Textos como Ben Siraj (36:11-15), los Salmos de Salomn (17:28-31) y el Testamento de los DocePatriarcas implican una dispersin por el estilo, mucho despus del regreso babilnico.Josefo, el historiador del primer siglo, deja constancia de lo mismo:Por lo cual, solo existen dos tribus [las conocidas como judos] en Asia y en Europa sometidas a losromanos, mientras que las diez tribus se encuentran ms all del Eufrates hasta hoy y una inmensamuchedumbre que no se puede calcular en nmeros (Antigedades 11:133).Este testimonio de Josefo es de especial valor en que es el descendiente directo de una familia desacerdotes que regresaron bajo Esdras y que podan seguir el rastro a su genealoga hasta aquel tiempo.En su historia de la nacin juda hizo uso de todas las fuentes disponibles en su poca.De haber existido un entendimiento general de que las Tribus del norte haban regresado a la Tierra en elsiglo 6 a. de M. no cabe duda alguna de que hubiese dejado constancia de ese hecho.La Evidencia ArqueolgicaEs al llegar a este punto que la evidencia arqueolgica se vuelve ms de vital importancia para seguir lahistoria subsiguiente de estos israelitas del exilio emigrando.Durante el ltimo siglo se ha literalmente excavado una cantidad masiva de evidencia en forma deinscripciones, que documentan la historia de los periodos asirio y babilnico.Esto incluye monumentos, relieves y literalmente cientos de miles de tabletas de arcilla, muchas de lascuales han sido publicadas en los aos recientes.No slo es que ahora contamos con relatos contemporneos de la destruccin y la deportacin del norte deIsrael, sino que podemos por primera vez, de hecho, seguirle la pista a las migraciones de los cautivosisraelitas en las regiones del norte del Caucaso y cruzando el estrecho del Bsforo hasta el sur de Europa.En los ms antiguos monumentos asirios se refieren a los israelitas como la "Casa de Omri"(Bit Khumri" nombrada por Omri, rey de Israel y padre del malvado Acab, del siglo 9 a. de M. Hasobrevivido incluso correspondencia de la corte de Senaquerib y Sargn y es precisamente en estosmateriales que podemos empezar a recoger referencias sobre los israelitas, a los que se referan comogamira o gamera, y finalmente como cimerios, que vivanen las regiones donde fueron llevados los deportados israelitas.La historia ulterior de los cimerios, sus migraciones al Asia Menor y al sur de Europa, as como surelacin con los escitas, est ms all del alcance de este artculo, pero ha sido documentado a fondo.Baste con decir al llegar a este punto que este aspecto de nuestra evidencia, en combinacin con la bblica,la literaria y la proftica, es parte de un todo, y forma una impresionante demostracin que se acercaconsiderablemente a la certeza histrica.( Para los lectores que deseen seguir este curso en mayor detalle, mencionamos dos publicaciones, una

  • popular y otra mas erudita: E. Raymond Capt, Missing Links Discovered in Assyrian Tablets (ArtisanSales, P. O. Box 1497, Thousand Oaks, CA 91360) and Anne Kristensen, Who Were The Cimmerians andWhere Did They Come From? (Copenhagen: Royal Danish Academy of Sciences and Letters, 1988))La Actitud RabnicaLos rabinos tienen mucho que decir acerca de la Diez Tribus "Perdidas" y las discusiones acerca de suparadero y su eventual regreso a la Tierra de Israel abundan en los medios judos.(Un buen resumen publicado es el que se encuentra en el Rabino Rafael Eisenberg, A Matter of Return(Jerusalem: Feldheim, 1980).La principal discusin rabnica se encuentra en el Talmud Babilnico, Tractate Sanhedrin 110b.)Es interesante darse cuenta de que la principal discusin en la Mishnah comienza con la afirmacin de que"las Diez Tribus no regresarn" (b. Sanhedrin 110b).En otras palabras, la idea de que las Diez Tribus haban sido asimiladas juntamente con Jud, el pueblojudo, o que de lo contrario haban regresado a la Tierra, ni siquiera se contempla. Toda la discusin, quetodos los rabinos aceptan, da por hecho que estas tribus estn "pedidas" o en el Exilio, y la preguntapertinente era si volviesen alguna vez, dado el extremo estado de apostasa.El Rabino Akiba afirmaba que no regresaran, mientras que el Rabino Eleizer afirmaba que s que loharan. Ambas interpretaciones se basan en diferentes interpretaciones de la profeca bblica y en si laspromesas de la restauracin eran condicionales o incondicionales.La halajah (una decisin autoritativa) era que las Diez Tribus volveran (Tosefta Sanhedrin 13).De hecho, algunas autoridades rabnicas afirmaban que el regresode las Diez Tribus era un componente esencial de la Redencin.El Yalkut Shimoni afirma que incluso aquellos de las tribus que han perdido su identidad regresarn en losdas del Mashiaj, cuando sus orgenes y sus afiliaciones tribales se revelarn.Segn los "sabios rabnicos", las Diez Tribus emigraron de Asiria, mas all del Ro Sambation.Informan que este misterioso ro fluye seis das a la semana, pero deja de hacerlo el shabbat(Bereshit Rabba 11:5).Muchos han considerado que esta es una referencia legendaria, sin embargo, John Hulley ha argumentadoque la tradicin se refiere, de hecho, al estrecho del Bsforo, entre el Mar Negro y el Egeo, donde lacorriente realmente se hace mas lenta o incluso se invierte por promedio una vez a la semana.(El estrecho del Bsforo, c. 20 mi (30 km) de largo y c. 2,100 ft (640 m) de ancho en su parte msestrecha, que separa la Turqua europea de la asitica.El estrecho fortificado conecta el Mar Negro con el Mar de Marmara.Como parte (con las DARDANELLAS) de un pasaje que une el MAR MUERTO Y ELMEDITERRANEO, es una ruta martima de vital importancia para Rusia y Ukrania. Un puente (3,524ft/1,074 m largo) va sobre el Bsforo en Estambul, cerca de la punta sur del estrecho.)Presenta evidencia lingstica que el mismo trmino Sambationprocede de "yam Bithyon" o "mar de los bitinios."(Ver el fascinante artculo "Did Any of the Lost Tribes go North?"en BOr HaTorah 6 (1987): 127-33.)De ser este el caso, tenemos una sorprendente correlacin con la evidencia de las migraciones de loscimerios, que indica que partes significativas de los deportados israelitas se dirigieron hacia el norte, aAsia Menor y posteriormente hacia Europa.La Palabra Segura de la ProfecaPara aquellos que creen que las palabras de los profetas hebreos son inspiradas por Elohim, tal vez la ms

  • poderosa evidencia de que las Diez Tribus no regresaron nunca, que no se encuentran entre el pueblo judoactual, pero que al final se identificarn y sern restauradas, se encuentran aqu, en la Biblia misma.El problema es que muchos, si no la mayora, de los estudiantes de la Biblia, tanto cristianos como judos,leen pasando por encima pasaje tras pasaje que se refiere claramente a las Diez Tribus como si seestuviese refiriendo a la Casa de Jud o a aquellos que actualmente conocemos como el pueblo judo.Como hemos visto, el pueblo judo de hoy contiene, de hecho, alguna mezcla de las otras tribus, pero sonpredominantemente de Jud, Lev y Benjamn.Cuando los profetas hablan acerca de Yosef o Efran, algo que hacen muchas veces, sta no es claramenteuna referencia al pueblo judo y con frecuencia se encuentra en el mismo contexto que alguna afirmacinexplcita que contrasta acerca de Jud (los judos).Aqu hay dos puntos principales que es preciso enfatizar.Primero, los Profetas declararon de manera muy explcita que la restauracin final de las Diez Tribus y suunin con Jud tendr lugar en "los ltimos das", coincidiendocon la aparicin de la figura davdica mesinica.Se describe ese tiempo de tal manera que deja claro que no poda referirse de ningn modo al regreso deJud del Exilio Babilnico en el siglo 6 a. de M. Por ejemplo, Jeremas 30-31, una de las profecasms explcitas de la Biblia, que trata acerca de las Tribus, viene enmarcada con la afirmacin:"en el fin de los das entenderis esto"(Jer. 30:24)En caso de que uno se pregunte o argumente el significado exacto de esta frase "los ltimos das",Jeremas deja claro que es el tiempo cuando YAHWEH elimine el yugo de la dominacin extranjera ylevante al descendiente davdico para que sea el rey en Israel (30:9).Esto corresponde con un tiempo en que Jerusaln ser reconstruida,no ser arrancada ni destruida ms para siempre (Jer. 31:37-40).Teniendo en cuenta que Jerusaln qued completamente destruida por los romanos en el ao 70 de la E.C.,posteriormente al regreso del Exilio Babilnico bajo Esdras y Nehemas, esta unin particular y larestauracin de todo Israel, incluyendo la de la Tierra, la Ciudad y el Templo, deben de estar todava en elfuturo, en los das del Reino Mesinico.Ams presenta el mismo punto al final de su profeca.El Reino del Norte ser destruido, disperso, pero no perdido (9:8-9), pero en un tiempo posterior el"tabernculo" davdico ser restaurado (9:11) e Israel ser plantada de nuevo en su propia tierra para "noser nunca mas arrancada" (9:15).Puesto que Jud fue arrancada de nuevo por los romanos despus de regresar de Babilonia y teniendo encuenta que la dinasta davdica no fue restaurada durante el tiempo de ese Retorno, esta profeca, como lade Jeremas 30-31, debe de referirse a un tiempo posterior.Ezequiel 37 habla tanto del valle de los huesos secos comode la unin de los dos palos (o "rboles") y Jud.Esta importante profeca est evidentemente situada en el mismo periodo de tiempo mesinico, una que esclara, pero futura en lo que a nosotros se refiere, y no pudo cumplirse en los tiempos del segundo Templo(quinto siglo a. de M. hasta el primer siglo de la E.C.).Los ltimos versculos del captulo dejan esto claro.La unin de los dos palos tiene lugar en una poca en que aparece la figura davdica mesinica y elSantuario sagrado o el Templo es restaurado de manera permanente (37:24-28).Por otro lado, como muestran los prximos dos captulos, esto es justo antes de la guerra de Gog y Magog.

  • El aplicar Ezequiel 37 a cualquier tiempo en el pasado es privarle de cualquier sentido sensato.Isaas 11 es tal vez la nica profeca mas clara que absolutamente puntualiza el tiempo de la unin de lasDiez Tribus con la Casa de Jud.Tiene lugar en el tiempo en que la Rama mesinica de David gobernar la tierra.En ese tiempo YAHWEH por medio de este agente mesinico, extender Su mano por segunda vez [no ladel Regreso Babilnico] para recuperar a los exiliados tanto de Israel como de Jud (versculos 10 a 12).Estas Escrituras: Jeremas 30-31; Ams 8; Ezequiel 37 e Isaas 11, son representativas de toda una mallade textos relacionados, que estn todos ellos perfectamente relacionados los unos con los otros.Los Profetas nos ofrecen una imagen increblemente grfica de los ltimos Das y de manera central enesa visin est la prxima unin de las tribus "perdidas" de Yosef y sus compaeros, con los queactualmente conocemos como el pueblo judo.El segundo punto en importancia que se destaca de manera ms evidente en los Profetas es el alcanceabsolutamente asombroso de la futura Restauracin de todas las Tribus, que habr de rivalizar con elxodo de Egipto, segn Jeremas:No obstante, he aqu vienen das, dice YAHWEH en que no se dir mas: Vive YAHWEH que hizo subir alos hijos de Israel de la tierra de Egipto; sino: Vive YAHWEH que hizo subir a los hijos de la tierra delnorte, y de todas las tierras a donde los haba arrojado, y los volver a su tierra, la cual di a sus padres.(Jer. 16:14-15)En caso de que alguien pueda poner en duda el contexto, este pasaje se repite en Jeremas 23:7-8 dondeest fuertemente unido al Mashiaj davdico y a su reinado (versculos 5-6).El lenguaje no poda ser mas claro.Jeremas 3:11-18 tambin aade mas detalles respecto a la prxima Restauracin.En aquel entonces Jerusaln se convertir en el centro del gobierno mundial, al cual todas las nacionesacudirn masivamente, precisamente cuando "la casa de Jud seuna a la Casa de Israel y juntos vendrn de la tierra del norte".Este texto a su vez est relacionado ntimamente con Isaas 2:2-4 que nos habla de un tiempo de pazuniversal cuando todas las naciones vendrn a Jerusalnpara aprender el Camino de la Torh de YAHWEH.Claramente entonces, cuando regresen las Diez Tribus, y a ellasse una el pueblo judo, el mundo entero ser transformado.No es posible, ni dando rienda suelta al lenguaje ni a la imaginacin, que nadie espere que estos textos seapliquen al esperado, pero limitado regreso de los judos de Babilonia en el ao 586 a. de M.Ha sido nuestra experiencia que aquellos que afirman que el pueblo judo actual representa elcumplimiento de las profecas bblicas respecto a la restauracin de TODO Israel normalmente no hanledo detenidamente las muchas porciones de las Escrituras que tratan acerca de la Restauracin.(Ver los artculos "An Everlasting Love" y "Searching for the Ten Lost Tribes of IsraelSeparating Factfrom Fantasy," donde se abarcan muchos de los textos clave.)Estos textos dejan muy claro que an nos espera un gran despertar, uno que introducir la Era Mesinica.Las "Tribus Perdidas" y el RacismoDesde el principio mismo, estas pginas Web dejaron muy claro a nuestros lectores que el Israel Unido deJerusaln rechaza cualquier tipo de enfoque racista en sus esfuerzos por identificar a las Tribus Perdidas.No afirmamos que ningn pas en la actualidad, como pueda ser los Estados Unidos o la Gran Bretaa,sean israelitas o que las naciones modernas deban de identificarse con ciertas tribus,como puedan ser las de Manases o Efran.

  • Como hemos enfatizado repetidamente, la investigacin que estamos empezando a presentar sobre lasTribus Perdidas, ser histricamente responsable de modo que pueda soportar el escrutinio msacadmicamente riguroso.Demasiados de los grupos que adoptan el mensaje de la "identidad de Israel" producen supuestamentellamadas "pruebas" o "evidencia" que resulta ridcula para lingistas competentes, para los etngrafos ehistoriadores y, lo que es peor an, con frecuencia tienden a ser sutilmente, o aunque no sea sutilmente,racistas en su enfoque de esta cuestin de identificar a las Tribus Perdidas.Esta claro que las poblaciones de Gran Bretaa, los Estados Unidosy la Europa del noroeste estn muy mezcladas.Lo que mantenemos es que existen porciones significativasde antiguos israelitas que acabaron en esas regiones.El identificarles, en estos momentos, no es cientficamente posible.Evidentemente mantenemos que la semilla de Abraham, la ascendenciamisma por medio de Isaac y Jacob, es significativa.Los textos bblicos dejan claro que sern verdaderamente estos descendientes de los antiguos israelitas losque regresarn a la Tierra de Israel y los que darn paso a la Era Mesinica.Sin embargo, en trminos de identificacin real, por ahora por lo menos,ES UNA CUESTION DE CORAZON!Aceptamos que esto suena altamente subjetivo e impreciso.Sin embargo, las experiencias de miles de creyentes bblicamente orientados, principalmente protestantes,proveen un testimonio convincente en este sentido.Hemos empezado, en estas pginas web, a presentar alguna asombrosa evidencia de la afinidad que tienenestas personas especiales con el Elohim de Israel, la Biblia y el pueblo judo(ver "A Coincidental Historical Parallel?")Hay mucha ms evidencia que presentar y continuaremos hacindolo de una manera sistemtica.Hemos vivido para presenciar en nuestros propios das un tremendo REGRESO por parte de miles decristianos que quieren recuperar sus races hebraicas de la fe.Muchos lo encuentran absolutamente irresistible. Hay un motivo para que as sea!Es realmente una cuestin del corazn, pero los profetas han pronosticado que sucedera exactamente esto,anunciando cmo uno procedente de una ciudad y dos deuna familia, sern trados de regreso a Sin en los ltimos das.Somos muy privilegiados de ser testigos no slo del nacimiento del moderno estado de Israel en nuestrosiglo, sino de la identificacin y comienzos de la restauracin de las Tribus Perdidas.De la pgina Web www.unitedisrael.org

    Por Sholiach Moshe Yoseph Koniuchowsky