Espionaje dirigido a los empleados

El hermano mayor lo está observando. Algunas corporaciones han estado espiando a los empleados en el trabajo, y aun en momentos en que no están en el trabajo. Sheraton Hotels lo está haciendo. Así también Kmart. Francklin Etienne y Brad Fair se encuentran entre las docenas de empleados del Sheraton que fueron videograbados en secreto en el trabajo (y no sólo mientras estaban haciendo sus trabajos). Brad, por ejemplo, fue video grabado desvistiéndose en el cuarto-de guardarropa de los empleados. Francklin fue "atrapado" leyendo un libro durante su descanso programado para el almuerzo. Los funcionarios de Sheraton defendieron sus actos diciendo que videograbar en secreto dio como resultado el arresto de un empleado traficante de drogas. Sin embargo, Etienne, un inmigrante haitiano, no puede conciliar esta acción de su patrón con la preocupación de Esta-dos Unidos por la libertad. Él dice: "Cuando descubrí que estaba grabado en cinta, pensé: ¿dónde está la intimidad de la que los estadounidenses siempre están hablan-do? ¿Dónde está la libertad sobre la cual ellos siempre están hablando? La experiencia de Lew Hubble en el almacén de Kmart fue más personal. Él supo que dos compañeros con quienes había trabado amistad eran realmente investigadores privados contratados por Kmart para reunir informes sobre los empleados yendo a los bares locales con ellos, visitándolos en sus casas y cosas parecidas. Estos reportes contenían información que poco o nada tenían que ver con los puestos de los empleados. Por ejemplo, en un informe se leía que un empleado había procreado al niño de otro empleado, y se identificaba a los empleados por su nombre. La gerencia de Kmart no hablaría acerca de estas acciones como una evidencia, pero los gerentes defendieron su uso de los investigadores privados señalando que fueron contratados para ayudar a dividir un círculo "interno" de robo. Un empleado del almacén dijo: "Lo que toma lugar en el almacén, tienen derecho a saberlo. Pero no tienen derecho a saber lo que pasa en mi recámara, ni en mi sala." Éstos no son ejemplos aislados. Se ha estimado que cuando menos seis millones de trabajadores estadounidenses son espiados en el trabajo cada año. Este espionaje adopta varias formas: escuchar las llamadas telefónicas, grabar en video las áreas de trabajo, revisar las entradas de las computadoras y monitorear el correo electrónico, y hay poco que los empleados puedan hacer para impedir que la gerencia los espíe, dentro o fuera de la propiedad de la compañía. En Estados Unidos hay una ley federal que prohíbe que los patrones escuchen las llamadas personales de sus trabajadores, pero aparte de eso, casi no hay protección contra los ojos curiosos en el trabajo.

Preguntas 1. ¿Cuándo el espionaje cruza la línea de los controles reales de la gerencia para invadir la intimidad del empleado? 2. ¿Su percepción de la gerencia de Sheraton o de Kmart es que hubiera sido mejor que éstas le hubieran dicho a los empleados que podrían ser graba-dos en video en cualquier lado o que se habían contratado a investigadores privados para vigilar actividades ilegales de los empleados? Discuta sobre este punto. 3. ¿Piensa usted que el descenso de la moral y el deterioro de la confianza como resultado de estas prácticas de espionaje está compensado por la reducción en las pérdidas de propiedad y ganancias en la productividad (por ejemplo, al identificar y despedir empleados que roban o usan drogas ilegales)? 4. Los asistentes digitales personales, las computadoras en red y nuevas tecnologías similares sólo harán más fácil para los patrones observar a los empleados. ¿Qué opina al respecto de esto? ¿Qué controles, de haberlos, es-pera que su patrón ponga en práctica para proteger su intimidad y sus libertades?