escuela francesa

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Marco Teórico: La Escuela Francesa de Sociología Urbana Marxista bebe, como dice su nombre, de los planteamientos acerca de la ciudad de pensadores trascendentales en la historia de la modernidad como lo fueron los alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, que si bien los autores más importantes de dicha escuela -Certeau, Castells, Lefebvre, Harvey- se alejan o más bien critican y precisan elementos y conceptos de dichos planteamientos, son la base para comprender los procesos de urbanidad dentro de la ciudad y por tanto se deben repasar los planteamientos esenciales de la Escuela Francesa de Sociología La escuela que tratamos surge luego de la segunda posguerra en Europa, en un contexto en que las ciudades estaban siendo reconstruidas y donde los conflictos sociales estaban por todos lados (Valencia, 2004: 5), por lo que algunos intelectuales comenzaron a aplicar el análisis marxista para explicar la configuración de las ciudades y los hechos conflictivos que de ella surgían. A diferencia de las previas escuelas urbanas, la marxista francesa pone énfasis en un análisis en que la praxis es un elemento central, en este sentido la investigación no es puramente instrumental y descriptiva sino que es dinámica y busca ahondar en los hechos sociales con el fin de hacerlos inteligibles, sobre todo en la concepción marxista de la contradicción propia del capitalismo. De la misma forma, la ciudad se comprende como una entidad histórica compleja en donde los distintos procesos de escala superior –globalización, modernidad, industrialización, etc.- se

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sociología urbana francesa

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Page 1: Escuela Francesa

Marco Teórico:

La Escuela Francesa de Sociología Urbana Marxista bebe, como dice su nombre, de los

planteamientos acerca de la ciudad de pensadores trascendentales en la historia de la modernidad

como lo fueron los alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, que si bien los autores más importantes

de dicha escuela -Certeau, Castells, Lefebvre, Harvey- se alejan o más bien critican y precisan

elementos y conceptos de dichos planteamientos, son la base para comprender los procesos de

urbanidad dentro de la ciudad y por tanto se deben repasar los planteamientos esenciales de la

Escuela Francesa de Sociología

La escuela que tratamos surge luego de la segunda posguerra en Europa, en un contexto en que

las ciudades estaban siendo reconstruidas y donde los conflictos sociales estaban por todos lados

(Valencia, 2004: 5), por lo que algunos intelectuales comenzaron a aplicar el análisis marxista para

explicar la configuración de las ciudades y los hechos conflictivos que de ella surgían. A diferencia

de las previas escuelas urbanas, la marxista francesa pone énfasis en un análisis en que la praxis es

un elemento central, en este sentido la investigación no es puramente instrumental y descriptiva

sino que es dinámica y busca ahondar en los hechos sociales con el fin de hacerlos inteligibles,

sobre todo en la concepción marxista de la contradicción propia del capitalismo.

De la misma forma, la ciudad se comprende como una entidad histórica compleja en donde los

distintos procesos de escala superior –globalización, modernidad, industrialización, etc.- se llevan

a cabo relacionándose con los de menor escala –las problemáticas sociales, las relaciones entre los

actores- produciendo y reproduciendo la lógica capitalista; así, la ciudad es una entidad

dependiente de la historia e inmersa en constantes cambios estructurales (Valencia, 2004: 7).

Bajo esta lógica en cuanto a entender la ciudad, los representantes de la Escuela Francesa de

Sociología Urbana Marxista se muestran críticos a la construcción histórica de las ciudades

capitalistas, a diferencia de las anteriores escuelas que veían a la ciudad como un desorden y no

como un producto capitalista, desarrollando, como Lefevbre, nociones de espacio como

constitutivo de las relaciones sociales junto al derecho a la ciudad; otros marxistas más ortodoxos

desarrollarían el dominio del capital sobre el Estado y, por ende, sobre los procesos urbanos.

Page 2: Escuela Francesa

Foucault desarrollaría el poder en las instituciones sociales y su relación de dominio para con la

vida urbana cotidiana, y los marxistas estructuralistas enmarcados por análisis de los movimientos

sociales en sistemas urbanos capitalistas (Castells, 1998: 2-3).

Sin duda, hay que tomar en cuenta las bases de todos estos estudios llevados a cabo por los

estudiosos de la escuela francesa, por lo que el punto de vista marxista de las ciudades es

importante, sobre todo de su mayor exponente, el mismo Marx. Según un estudio del Centro de

Opinión de la Universidad de Antioquia, los principales aportes del pensamiento marxista al

entendimiento de las ciudades modernas esta reflejado en los siguientes puntos (CEO, 2000:5):

“La ciudad es el territorio, el soporte por excelencia, de la producción industrial, de las fábricas,

las mismas que le imprimen un paisaje peculiar. Se crean en la ciudad las "condiciones materiales

generales de producción", al acercar los factores de la producción: Fuerza de trabajo y capital.”

“La ciudad - al constituir y concentrar ese mercado de trabajo industrial - tiene que crear,

simultáneamente, las "condiciones materiales necesarias para la reproducción de la fuerza de

trabajo": los medios de consumos individuales y colectivos (reproducción simple y ampliada de la

fuerza de trabajo).”

“La ciudad, tiene que generar medios de circulación, servicios, etc., para garantizar los procesos

de reproducción social y material del capital.”

El énfasis de estas posturas está en entender el territorio de la ciudad como un espacio que

reproduce el orden capitalista, y cuya función es justamente esa, para eso fue creada. Por ende, la

ciudad es a la vez un hecho físico, económico y social, norma sobre las relaciones sociales y la

función de las instituciones, y se conforma como una estructura social y económica en tanto

norma las relaciones de producción y los modos y medios de producción. En este sentido, Marx y

Engels dirán que la burguesía, a través de su dominio de la ciudad, ha fraccionado a la población,

la propiedad y la producción con el fin de concentrarla en las manos de unos pocos (1969: 38-39).

Si bien estas son las bases de los trabajos de los representantes de la Escuela de Sociología Urbana

Francesa, existen diferencias, por lo que se abordarán algunos importantes autores de esta

Page 3: Escuela Francesa

escuela. Lefevbre es uno de los más teóricos de la escuela francesa y desarrollo una de las líneas

de pensamiento más reconocidas en este contexto.

Desde un ángulo culturalista y cargado de un humanismo crítico, Henri Lefebvre nos propone no

una ciencia de la ciudad, sino un conocimiento en curso de elaboración de la ciudad como proceso

global, para ver la ciudad como un objeto real, como un sistema de signos y símbolos, como una

concreción de valores, para de allí, poder concluir que la crisis de la realidad urbana actual es la

más importante, ya que en el devenir histórico, la ciudad perdió el carácter de valor de uso (de sus

calles, edificios, plazas y monumentos) para tornarse, esencialmente, en un valor de cambio, como

instrumento de reproducción del capital, mercancía que tiende a destruir y subordinar a la ciudad

misma y a la realidad urbana. Sólo una práctica urbana - la revolución urbana- nacida del análisis

de la evolución de las funciones, formas y estructuras, y no una receta empírica, permitirá captar o

reencontrar la sociedad urbana. (2005: 17-18)

Existen tres conceptos relevantes propuestos por el autor que son necesarios precisar. La función

urbana, estará definida por la (s) actividad (es) históricamente dominante (s) en el tiempo y el

espacio. Las funciones son las que "administran" tanto el territorio - cubriéndolo de redes - como

la ciudad, aunque su descripción se hace insuficiente, si no se les vincula con las organizaciones e

instituciones que las controlan y vinculan. Dichas funciones hacen surgir la Forma o formas

arquitectónicas y urbanísticas, con su respectiva disposición espacial (cuadrícula o radio -

concéntrica); a partir de ellas, se establece una Estructura del conjunto del espacio urbano, la cual

es, tanto morfológica (paisajes, edificios, calles, monumentos, plazas, alrededores y barrio) como

sociológica (distribución de la población, edades, sexo, categorías socio-profesionales, dirigentes y

dirigidos, etc.) (1974: 121-122).

Para Lefevbre la separación campo / ciudad, constituye la expresión del tránsito de la barbarie a la

civilización. Es la expresión de la contradicción entre dos sociedades, con intereses y

organizaciones diferentes, que se presentan en conflicto, que se torna más agudo, a medida que la

sociedad se hace más compleja. En la base, de estos procesos diferenciadores, dice Marx en la

IDEOLOGIA ALEMANA, encontramos la división social del trabajo y el contraste de intereses,

separación del trabajo agrícola, de un lado, y el trabajo industrial y comercial, de otro. En este

contexto, las contradicciones históricas Campo / Ciudad, se resuelven a través del avance del

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capital sobre el agro, y por tanto, la progresiva urbanización integral del territorio. Debe quedar

claro, que no se trata de que la división del trabajo social sea superada, o desaparezca, sino más

bien, que el tejido urbano comienza a extenderse sobre el espacio rural, sometiéndolo y

articulándolo (CEO: 2005). Así en palabras del sociólogo

“La ciudad y la realidad urbana son reveladoras de valor de uso. El valor de cambio, la

generalización de la mercancía por obra de la industrialización, tienden a destruir,

subordinándosela, la ciudad y la realidad urbana, refugios del valor de uso, gérmenes de un

predominio virtual y de una revalorización del uso” (1974: 20)

Para el autor, la burguesía ha sometido el campo al dominio de la ciudad. Ha creado urbes

inmensas; ha aumentado, enormemente, la población de las ciudades en comparación con la del

campo, substrayendo una gran parte de la población al idiotismo de la vida rural. Del mismo modo

que ha subordinado el campo a la ciudad, ha subordinado los países subdesarrollados a los países

civilizados, los pueblos campesinos a los pueblos burgueses, el Oriente al Occidente. Como dirían

los teóricos fundadores del marxismo:

"La burguesía suprime cada vez más el fraccionamiento de los medios de producción, de la

propiedad y de la población. Ha aglomerado la población, centralizado los medios de producción y

concentrado la propiedad en manos de unos pocos." (Marx y Engels, 1969: 38-39)

Para Castells, otro de los más importantes de dicha escuela, la postura de Lefevbre puede

sintetizarse en que entiende “el concepto de civilización urbana como una forma distintiva de

organización social; la importancia del espacio como constitutivo de las relaciones sociales y como

una expresión de la sociedad; el derecho a la ciudad, contra la exclusión social.” (1998:2).

La ciudad moderna, la ciudad capitalista, produce y reproduce - incorporando también sus crisis -

las condiciones generales de la producción, las que podemos resumir, siguiendo a Castells así:

“Conjunto de infraestructuras físicas necesarias para la producción y el transporte de

mercancías.”

Page 5: Escuela Francesa

“Conjunto de empresas capitalistas privadas en los sectores productivos y de circulación,

cuya cooperación y proximidad en el espacio aumenta la productividad.”

“Conjunto de infraestructura física necesaria para que la fuerza de trabajo se reproduzca,

son: los equipamientos colectivos de consumo, viviendas, parques, recreaciones”. (2005: 9)

Ciertamente, el argumento del autor que analizamos reposa en lo que los análisis marxistas que

vimos hace poco expresan, la organización social de las ciudades esta dada por un modelo

capitalista centrado en la producción de muchos elementos, desde las relaciones sociales hasta los

bienes de consumo. Lo que hace Lefevbre es tomar esta idea de producción y sostener que lo que

ocurre en las sociedades capitalistas es la producción no en el espacio, sino del espacio, entendido

como territorio geográfico, geométrico y matemático (1974:1). En este espacio, dominado como

bien de consumo o entendido como propiedad privada por los capitalistas, se dan ahora las

relaciones sociales en una lógica dialéctica en que “el espacio entero lo que se ha definido como

algo dominante y dominado, lo que introduce un movimiento dialéctico muy nuevo: el espacio

dominante y el espacio dominado.” (1974: 3). En este sentido, el espacio sería una de las bases del

capitalismo, incluso más que el mercado y las empresas, ya que es en él en donde se reproducen

las relaciones sociales propias del modelo de libre mercado y se tiende el puente para la

continuidad de este proyecto organizativo de la vida en sociedad. Acompañado del Estado y su

planificación espacial instrumental, que no toma en cuenta las relaciones sociales que reproducen

en los espacios, se sostiene que esta forma de comprenderlo produce y reproduce las

contradicciones propias del capitalismo, un crecimiento geográfico desigual que tiende a la

homogenización, la jerarquización y la fragmentación (2004: 5).

En tanto, el autor se aleja de las posturas marxistas estructurales (aunque suele utilizar la idea de

estructura en cuanto a las instituciones, el Estado y la cultura) que olvidan a los sujetos y sus

particularidades y pone su foco en como estos ocupan y viven los espacios, desarrollando la

diferencia entre lo urbano y la ciudad misma. Básicamente, comprende que el espacio se desdobla

en dos realidades, una sensible y concreta del espacio como compuesta de hechos, imágenes y en

continua transformación que denomina ciudad, y otra en que el espacio se ocupa de manera

simbólica en como se vive llena de signos y símbolos, costumbres y conocimientos, que denomina

como lo urbano. Así, sostiene que “distingamos entre morfología material y morfología social.

Quizá convendría que introdujéramos aquí una distinción entre la ciudad, realidad presente,

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inmediata, dato práctico sensible, arquitectónico, y, por otra parte, lo urbano, realidad social

compuesta por relaciones a concebir, a construir o reconstruir por el pensamiento.” (1973, 67).

Bibliografía.

Valencia, Marco. 2004.

Escuelas y Paradigmas Sobre La Ciudad Moderna. Breve Recorrido por los Principales Discursos en

el Siglo XX. Centro de Estudios Urbanísticos, arquitectónicos y de Paisaje. Santiago. Disponible en:

http://www.ucentral.cl/fid/pdf/nuevos_territorios_dt2.pdf

Centro de Estudios de Opinión. 2000 (No tiene Autores)

La Escuela Francesa de Sociología Urbana. Universidad de Antioquia, Facultad de Ciencias Sociales

y Humanas. Disponible en:

http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/ceo/article/viewFile/1602/1255

Lefevbre, Henry. 1974

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id=369519123148817&eid=ASuSyXmnd6i9AC7J8G60q23E7JBBrVsBMU7LUKHkYw849DOqEyEbEkU

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Lefevbre, Henry. 1973.

El Derecho a la Ciudad. Ediciones Península. Barcelona.

Castells, Manuel. 1998.

La Sociología Urbana en la Sociedad de redes: De Vuelta al Futuro. Disponible en:

http://www.urbanauapp.org/wp-content/uploads/Urbana-Spring-2002-Volume-VII-Number-1-

Manuel-Castells.pdf

Marx C. y Engels F. (1969) OBRAS ESCOGIDAS, Ed. Progreso, Moscú, URSS.