escolastica preguntas

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11111¿Cuándo surgió la escolástica? La escolástica, corriente filosófica característica de la Edad Media, tuco su primera expresión en las concepciones de la patrística, es decir, de los Padres de la Iglesia. Entre ellos se destacaron San Agustín (354-430), cuya obra fundamental fue La ciudad de Dios , y Boecio (480-524), autor de La consolación de la filosofía . Durante los siglos XI y XII, la escolástica adquirió un acentuado matiz dialéctico, y el debate entre los pensadores de esta corriente se concentró en el choque entre los nominalistas y los realistas. Los primeros pusieron el acento en la realidad de los conceptos, y los segundos, en la vinculación de éstos con los objetos sensibles. A lo largo del siglo XIII, las dos concepciones anteriores, de raíz aristotélica y platónica respectivamente, volvieron a chocar en el pensamiento de las escuelas franciscana y dominicana. Los principales maestros franciscanos fueron Alejandro de Hales (1180-1245), San Buenaventura (1221-1274) y Juan Duns Scoto (1266-1308). Los dominicos, de tendencia aristotélica, encontraron sus representantes más elocuentes en San Alberto Magno (1206-1280) y Santo Tomás de Aquino (1225-1274). ¿Tuvo influencia la escolástica sobre la literatura? Sí. El caso más notorio fue el de Dante Alighieri (1265-1321), quien, según afirma la crítica, escribió La divina comedia tomando como referencia el pensamiento d Santo Tomás de Aquino. Aunque la influencia de la escolástica se extendió a toda Europa, su principal centro de difusión fue la Universidad de París. En ella enseñó, entre otros, Santo Tomás de Aquino, quien con sus obras Summa contra gentiles y Summa theologica es considerado el mayor de los filósofos de la escolástica.

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ESCOLASTICA

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11111Cundo surgi la escolstica?La escolstica, corriente filosfica caracterstica de la Edad Media, tuco su primera expresin en las concepciones de la patrstica, es decir, de los Padres de la Iglesia. Entre ellos se destacaron San Agustn (354-430), cuya obra fundamental fue La ciudad de Dios , y Boecio (480-524), autor de La consolacin de la filosofa . Durante los siglos XI y XII, la escolstica adquiri un acentuado matiz dialctico, y el debate entre los pensadores de esta corriente se concentr en el choque entre los nominalistas y los realistas. Los primeros pusieron el acento en la realidad de los conceptos, y los segundos, en la vinculacin de stos con los objetos sensibles. A lo largo del siglo XIII, las dos concepciones anteriores, de raz aristotlica y platnica respectivamente, volvieron a chocar en el pensamiento de las escuelas franciscana y dominicana. Los principales maestros franciscanos fueron Alejandro de Hales (1180-1245), San Buenaventura (1221-1274) y Juan Duns Scoto (1266-1308). Los dominicos, de tendencia aristotlica, encontraron sus representantes ms elocuentes en San Alberto Magno (1206-1280) y Santo Toms de Aquino (1225-1274).

Tuvo influencia la escolstica sobre la literatura?S. El caso ms notorio fue el de Dante Alighieri (1265-1321), quien, segn afirma la crtica, escribi La divina comedia tomando como referencia el pensamiento d Santo Toms de Aquino. Aunque la influencia de la escolstica se extendi a toda Europa, su principal centro de difusin fue la Universidad de Pars. En ella ense, entre otros, Santo Toms de Aquino, quien con sus obras Summa contra gentiles y Summa theologica es considerado el mayor de los filsofos de la escolstica.

Cual es su Mtodo?

A diferencia de la forma de tesis con que la neoscolstica estructura las materias a ensear y de su organizacin abstracta y poco hermenutica de las mismas, la enseanza escolstica de la edad media constaba primaria y fundamentalmente de la lectura de textos autnticos, tomados sobre todo de la Biblia. La lectura escolstica se distingua esencialmente de la que se haca en los monasterios, no slo por el hecho de que la segunda era cultivada principalmente por monjes, sino tambin porque el transcurso y la interpretacin teolgica de la misma tenan su lugar en la ordenacin monstica de la vida y del da, en el contexto de la institucin monacal y de su actividad litrgica y espiritual. En virtud de su propio principio, la teologa monstica acenta la santidad inviolable de la palabra de Dios, que ningn mtodo lgico puede alcanzar o penetrar. Dicha teologa est convencida de que el evangelio no puede analizarse cientficamente ni someterse a una construccin especulativa. Para los monjes la teologa es sabidura y no ciencia. Los escolsticos, en cambio, intentan penetrar lgica y racionalmente en el texto ledo, con una tcnica adecuada a la enseanza. Sin embargo, la lectura de la Escritura de ningn modo tenda exclusivamente a fundamentar con citas y argumentos bblicos los principios y tesis teolgicos, sino que, de acuerdo con las exigencias del tiempo, ella tambin era entendida genuinamente como una entrega del hombre entero a las exigencias del evangelio como fundamento comunitario de la vida creyente. El asentimiento a la palabra de Dios es el acto fundamental de la originaria teologa escolstica. Pero, evidentemente, con ello a la teologa escolstica se le plantea el problema de cul es ms exactamente el evangelio contenido en la -->palabra de Dios y de cmo l est expresado en los escritos del Antiguo y del Nuevo Testamento y en la restante tradicin autntica. Precisamente de cara al asentimiento a la palabra de Dios la teologa escolstica pone en juego el as llamado mtodo dialctico, al principio para resolver incongruencias filolgicas y gramaticales en la inteligencia del sentido literal del texto. Con la lgica del sic et non se intenta armonizar las afirmaciones del texto que se contradicen; las preguntas que quedan y las respuestas correspondientes son tratadas en anotaciones interpuestas (glossa interlinearea), o dan lugar a ms largas aclaraciones y exposiciones (glossa ordinaria = marginalia). El mtodo escolstico llega a su madurez en esta actividad de explicacin por glosas. El escolstico como intrprete del texto pregunta en medida creciente, durante la alta edad media recurriendo a toda la fuerza especulativa, ms all de las concretas dificultades del texto, y llega as a los problemas fundamentales de la fe y de la vida cristiana, que l, finalmente, intenta entender en su unidad con los medios del nuevo procedimiento lgico y demostrativo de la metafsica aristotlica, para lograr una ordenacin conjunta y sistemtica de la sacra doctrina. La interrogacin e interpretacin del texto adopta una forma que al final queda estereotipada en la secuencia de pregunta (utrum), esbozo de respuesta (videtur quod), objecin (sed contra) y respuesta definitiva (respondeo). Esta tcnica de enseanza e interpretacin exige en el discpulo, no slo un escuchar creyente, sino tambin una reflexin y argumentacin aunque la decisin de la cuestin normalmente es asunto del maestro. Sin embargo, por este mtodo los maestros han de rendirse cuentas a s mismos de lo enseado y las rinden tambin ante sus colegas en la disputatio. Aqu proponen sus quaestiones y dirigen una discusin estrictamente reglamentada y altamente crtica.

En virtud de esta tcnica de ensear y aprender se desarrollan nuevos gneros literarios. De las glosas de los textos surgen las sentencias, que se compendian en colecciones. Luego, las sentencias son llamadas generalmente comentarios, cuando las anotaciones y los pensamientos particulares pasan a formar un conjunto ordenado, en el cual cada sentencia recibe su lugar lgico. De las disputaciones ordinarias surgen las quaestiones disputatae, y de las extraordinarias, en las que cualquiera puede proponer cuestiones, nacen los quodlibeta. Las cuestiones, que al principio guardan una relacin muy estrecha con la lectura, pero ms tarde se separan de ella y se convierten en tratados independientes, hallan su gran forma en la summa quaestionum, cuyos articuli son una quaestio disputata reducida a su esquema esencial; a ese gnero literario se debe el que la e. sea calificada como poca de las summas.

La autoconcepcin genuina de la e. se representa en los grandes comentarios y sumas, con su procedimiento literario-analtico y metafsico-especulativo, y con su articulacin ordenada a base de puntos de vista cientficos.

La filosofa e. es fundamentalmentee creyente frente a la autoridad infalible, sobre todo frente a la palabra de Dios (lectio) y se sabe obligada esencialmente a la tradicin cristiana (auctoritas), y precisamente por esto pone en juego una fuerza intelectiva que configura la fe con claridad intelectual y por primera vez fundamenta la teologa como ciencia, elaborando adems pensamientos filosficos con valor permanente. Cuando en la e. tarda comenz a escindirse esta unin (apenas sometida a una reflexin hermenutica, pero realizada con mayor o menor genialidad) entre los tres elementos: lectio, auctoritas y quaestio, tuvo que decaer la genuina fuerza creadora y la vigorosa autocomprensin de la e. La falta de discrecin en la interpretacin filolgica, el formalismo lgico y el nominalismo, la abstraccin desconectada de la tradicin, lo mismo que la ingenua tendencia empirista a lo concreto, las sutilezas dialcticas y la coaccin de un orden formal, fueron las consecuencias de dicha escisin. Con ello se iniciaron las diversas fases de movimientos antiescolsticos empezando por la devotio moderna, pasando por la reforma, hasta llegar a las modernas corrientes humanistas, filosficas e incluso teolgicas.

Que es PRESCOLSTICA?

Con el concepto de p. la historia de la -+ teologa designa la ciencia filosfica y teolgica en la poca que va desde el siglo VII al xi. Esa poca linda hacia atrs con la teologa de los -->padres griegos y latinos (cf. tambin -> patrologa) y hacia adelante con la e. primitiva (cf. luego en C). Se trata de diversas corrientes espirituales cuyo denominador comn puede verse en la aspiracin a poner a servicio de la fe la cultura antigua, dominada imperfectamente todava, pero dejando a salvo la peculiaridad del conocimiento religioso.

En la mayora de los pases occidentales de Europa los siglos VII y VIII son tiempos de decadencia cultural. Las escuelas romanas y con ellas la formacin clsica del mundo antiguo han desaparecido casi por completo; el nmero de los que saben escribir es escaso. Casi exclusivamente los monasterios son centro de conservacin y transmisin del saber. A este respecto fue importante el influjo de los monjes irlandeses, escoceses y anglosajones. En efecto, en los centros culturales de su patria se transmita un buen conocimiento de la lengua latina, y ellos se caracterizaban por el amor a la erudicin. En los nuevos monasterios ,se creaban las bibliotecas indispensables para la actividad cientfica. El maestro ms importante de la poca fue Beda el Venerable, un laborioso compilador, que estudi las obras de numerosos doctores de la Iglesia, formulando a la vez sus propias preguntas y dndoles soluciones autnomas.

El renacimiento carolingio da nueva vitalidad a los estudios (-+ reforma carolingia). La meta de este florecimiento cultural es religiosa, pues la formacin se considera como parte integrante de la cultura y la vida religiosa (del culto). Esto aparece sobre todo en la estima de la cultura lingstica como condicin previa de todo trabajo de formacin. Tomando como base la lectura de textos antiguos se aprende de nuevo a escribir un latn correcto. Con el idioma penetra tambin en el reino de los francos la formacin general, el conocimiento de la historia de la naturaleza y del mundo elaborada en la antigedad. A la vista de la relacin entre -->helenismo y cristianismo, estos estudios son considerados como un estadio previo para el saber creyente y se recomiendan al clero.

Las artes liberales ocupan un puesto importante en el programa de la enseanza escolar. Se espera de ellas el fomento de las facultades intelectuales necesarias para la inteligencia perfecta de la fe. Los manuales de Marciano Capella, Donato y Prisciano, as como las traducciones, los comentarios y las obras teolgicas de Boecio, son estudiados detenidamente. Ya en las obras de Alcuino, uno de los ms importantes organizadores de los estudios en Francia, hallamos ciertos esbozos de ejercitaciones escolares, p. ej., la disputa erudita (disputatio), que en la e. primitiva y en la alta e. tendr gran importancia. Alcuino pretende que el contenido de la revelacin se trate dialcticamente, y l mismo se esfuerza por exponer mediante un mtodo dialctico la doctrina de la Trinidad, de la encarnacin, de la creacin y del fin del mundo, en lo que sin duda fue decisivo el ejemplo de Agustn y de Boecio (In top. Cic.: PL 64, 1047).

Pero en el centro de la erudicin se halla la Escritura; la formacin y las artes son apreciadas por su utilidad para entender la Escritura. En consecuencia, la mayor parte de las obras de este perodo son comentarios bblicos; los ms conocidos intrpretes de la Escritura son los procedentes de las Islas Britnicas: Smaragdo, Sedulio Escoto y Juan Escoto Ergena; los lioneses Agobardo y Floro; los alemanes Rabano Mauro y Walahfrido Strabo: a la abada de Corbie pertenecen Pascasio Radberto, y en la abada de St-Germain de Auxerre actan Dunchadh, Heiricus, Remigio y Haimo. Esta literatura exegtica est fuertemente vinculada a la tradicin. Los autores no se atreven a exponer una doctrina propia; ellos quieren simplemente descubrir de nuevo a amplios crculos la sabidura de la antigedad cristiana. Las fuentes son los padres latinos, sobre todo Agustn; pero tambin se conocen algunos escritores eclesisticos griegos, p. ej., Dionisio Areopagita (por mediacin de Juan Escoto Ergena e Hilduino de St-Denis). Pero en la eleccin de material, en el resumen de la doctrina patrstica y en su aplicacin a nuevas cuestiones aparece tambin un trabajo intelectual autnomo, sobre todo en la discusin de algunos problemas teolgicos que despiertan el inters general. Esas discusiones se refieren al adopcionismo, latente en algunas frmulas cristolgicas de la Iglesia mozrabe (-> cristologa), y a la ->predestinacin (afirmada por Gotescalco de Orbais en forma de una positiva reprobacin condicionada; y explicada a base de la praescientia periturorum por Rabano Mauro, Hincmaro de Reims y Juan Escoto Ergena). En la primera disputa medieval sobre la eucarista, Rabano Mauro, Pascasio Radberto, Ratramno e igualmente Gotescalco intentaron determinar la esencia de la presencia eucarstica. La disputa sobre las -->imgenes se encendi en occidente a consecuencia del decreto del segundo concilio de Nicea acerca de la veneracin de las mismas, que haba sido rechazada por los Libri Carolini.

La confusin poltica al descomponerse el imperio carolingio produjo tambin una decadencia de dicho renacimiento cultural. En la segunda mitad del siglo X y a principios del XI no surge ninguna obra de importancia. Un tiempo _ en que tienen xito los escritos de Rotsvita de Gandersheim y es compartido el inters de Gerberto de Aurillac (luego Silvestre ir) por las matemticas y las ciencias naturales, no carece de formacin a pesar de todo, y sera por tanto una exageracin el hablar de un saeculum obscurum. Las artes son conocidas y estimadas cada vez ms. Maestros ambulantes recorren Europa occidental, De todos los pases cultos de occidente llegan estudiantes a Chartres para aprender de la erudicin eclesistica de Fulberto de Chartres, versado en artes liberales, en ciencia bblica y en teologa patrstica.

En la segunda mitad del siglo XI la actividad docente de Landfranco de Pava y Anselmo de Canterbury atrae estudiantes hacia Bec. Los eclesisticos cientficamente interesados cultivan un intenso intercambio epistolar. Fulberto de Chartres contina su actividad docente a travs de la correspondencia; y ciertas declaraciones escandalosas de Berengario de Tours en relacin con la disputa sobre la eucarista provocan una tormenta de cartas de protesta (con participacin de Adelmano de Lieja, Durando de Troarn, Guitmund de Aversa, Hugo de Breteuil, Landfranco de Pava). La -->reforma gregoriana con su lucha contra la simona y por la recta investidura fomenta una intensa actividad cientfica: a la luz crtica de la disputa literaria, los autores se ven forzados a examinar cuidadosamente los textos bblicos y patrsticos que ellos aducen; por la contradiccin de los adversarios, juristas y telogos tienen que acreditar la validez de sus argumentos.

El pensamiento de este tiempo est ocupado sobre todo con el problema de la medida en que la forma metdica del pensamiento humano aprendida de la antigedad, la dialctica, es utilizable para la inteligencia de la fe. Todos los autores importantes, incluso los antidialcticos, se sirven de l en medida ms alta que los escritores de la poca carolingia. Anselmo de Canterbury escribi de propio una obra, la cual muestra cmo l ejercitaba a los jvenes monjes en el mtodo dialctico (De grammatico). Sobre la base de una fe firme, se investigaban con todos los medios de la razn humana la importancia, la conexin y el valor de las verdades de fe. La dificultad comenz cuando algunos pensadores, a base de conclusiones, llegaron a sostener afirmaciones que no estaban conformes con la doctrina de la Escritura y de los padres (Berengario de Tours, quiz Roscelino de Compigne), o trataron las verdades de fe sin reverencia religiosa. Como reaccin contra tales abusos, sobre mediados del siglo xi surgi un movimiento antidialctico que, si bien no afirm que el uso de la dialctica fuera ilcito o careciera de valor, sin embargo, seal a sta sus lmites (Gerardo de Csand, Othloh de St. Emmeram, Manegold de Lautenbach, Pedro Damin). Para los representantes de este movimiento, las leyes de la naturaleza y del pensamiento no ofrecen una seguridad tan absoluta que puedan fundamentar la negacin de una afirmacin creyente. Los conceptos logrados por la experiencia humana no pueden aplicarse indistintamente a Dios. Adems, el esfuerzo intelectual ha de aspirar, no a un mero saber, sino a una visin salvfica de la fe. Brevemente: las ciencias mundanas deben ponerse a servicio de la sabidura cristiana.

Que idea plantea este representante, San Agustn y la escolstica?1. Dios es el ser supremo y en l residen las ideas eternas e inmutables que condicionan el orden existente en el mundo.1. El mundo no es homogneo, sino una escalera no interrumpida de seres que ascienden hacia el Creador; en ella el hombre es sntesis de plantas y animales, posee un alma racional, libre albedro y ocupa lugar especial, el microcosmos.1. Por la predestinacin Dios elige a unos hombres para salvacin y a otros para las torturas en el Infierno, de esta manera se forman dos reinos opuestos, el divino y el terrenal.

ARTE Y ESCOLSTICA

LOS ESCOLSTICOS Y LA TEOR? DEL ARTE

Los escol?icos no han escrito tratado alguno especial intitulado Filosof?del Arte. Ello es, sin duda, consecuencia de la ruda disciplina pedag?a a que estaban sometidos los fil?os de la Edad Media; ocupados en ahondar y hurgar en todos sentidos los problemas de la Escuela, poco o nada les inquietaba el dejar, entre esos profund?mos pozos de mina, regiones inexploradas Sin embargo se encuentra en ellos una teor?del arte muy profunda, pero, hemos de buscarla en las disertaciones austeras sobre alg?roblema de l?a -"de si la L?a es un arte liberal"-, o de teolog?moral -"c?la virtud de la Prudencia, virtud a la vez intelectual y moral, se distingue del Arte, que es una virtud intelectual?".

En estas disertaciones, en las cuales la naturaleza del arte s?es estudiada con ocasi?e otra cosa, se considera el Arte en general, desde el arte del Fabricante de nav? hasta el arte del Gram?co y del L?o, y no se hace cuesti?e las bellas artes en particular, pues su consideraci?o interesa "formalmente" al problema debatido. A la Metaf?ca de los antiguos hemos de recurrir para saber qu?ensaban de lo Bello, y desde ah?emos de avanzar al encuentro del Arte, y ver qu?s lo que resulta de la uni?e estos dos t?inos. Semejante procedimiento, si bien nos desconcierta, nos trae al menos una ense?a ? al ponernos de manifiesto el error de la "Est?ca" de los fil?os modernos que, al considerar en el arte s?las bellas artes, y al no tratar de lo bello sino en funci?el arte, corre el riesgo de viciar a la vez la noci?e Arte y la de Belleza.

Ser?pues posible, si reuni?mos y volvi?mos a trabajar los materiales preparados por los escol?icos, componer con ellos una rica y completa teor?del Arte. S?quisi?mos indicar aqu?lgunos de los rasgos de tal teor? pidiendo disculpas por el tono dogm?co impuesto as? nuestro ensayo, y esperando que, a pesar de su insuficiencia, estas reflexiones a prop?o de y en torno a m?mas escol?icas podr?atraer la atenci?obre la utilidad de un recurso a la sabidur?antigua, as?omo sobre el inter?posible de una conversaci?ntre fil?os y artistas, en una ?ca en la que todos sienten la necesidad de salir de la inmensa desaz?ntelectual heredada del siglo XIV y de volver a hallar las condiciones espirituales de una labor honesta.