esa franquicia llamada podemos

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  • ESA FRANQUICIA LLAMADA PODEMOS?

    Por Diego Alarcn

    En la ltima entrevista de Csar Hildrebrandt para Panorama, hubo un momento en

    que, hablando sobre el escenario del 2016, Csar se pregunt por qu no podamos tener

    aqu algo como Podemos. Es, despus de todo, una idea que a no pocos les fascina. Desde

    luego, el anhelo, ms que por las ideas de Pablo Iglesias o igo Errejn (que bien las podran

    escuchar en boca de cualquier izquierdista peruano de clase media-alta), es por el xito que

    han alcanzado. Imaginan la cara de (insertar miembro del Frente Amplio) ante una Plaza

    San Martn con el mismo nmero de gente que llev Podemos a su Marcha por el Cambio?

    Los que se preguntan de dnde, cmo as, qu hicieron los de Podemos para lograr lo

    que han logrado (o sea, ser una opcin presidencial ms que viable) slo tienen que remitirse

    a lo que han escrito sus miembros, porque Podemos es, ante todo, un partido de profesores

    universitarios. Lo son, por lo menos, tres de sus caras ms visibles: Pablo Iglesias, igo

    Errejn y Juan Carlos Monedero. En el anlisis de todo ese material acadmico, sin embargo,

    no encontraremos nuevos descubrimientos sobre marketing poltico. Lo que encontraremos,

    por el contrario, son las ideas de Gramsci, comentadas, subrayadas, debatidas y adecuadas

    a la realidad espaola. Encontraremos, en definitiva, populismo. Si, como creo, pusieron cara

    de asquito al escuchar esa palabra, habra que aclarar que el populismo no es una ideologa,

    ni siquiera un consenso en trminos de manejo econmico: el populismo es una forma de

    construir lo poltico, o, como dira Errejn, de armar el tablero. La aclaracin no es

    gratuita. Podemos reivindica esta forma de hacer poltica incluso ante la propia izquierda

    espaola. En una entrevista, para Pblico, Pablo Iglesias les dijo esto: Os avergonzis de

    vuestro pas y de vuestro pueblo. Consideris que la gente es idiota, que ve televisin basura

    y que no s qu y que vosotros sois muy cultos y os encanta recoceros en esa especie de

    cultura de la derrota. Porque populismo, al fin y al cabo, es devolver la poltica a la masa,

    anular las particularidades en pro de un movimiento que sobrepasa a sus propios miembros.

    Pero aqu

    Como sabemos, la izquierda peruana tiene una cierta vocacin por desintegrarse. De

    ah que no le sorprenda a uno que ya tengamos como tres o cuatros movimientos: el MAS de

    Goyo Santos, Tierra y Dignidad, el CEPUFI (en serio no se dieron cuenta de la musicalidad

    de esas siglas?) y Merecemos Ms. Este ltimo dice no ser un movimiento con intenciones

    partidarias, sino, Sergio Tejada dixit, una campaa de concientizacin. Del video que

    difundieron hace poco se pueden resaltar muchas cosas: por ejemplo, la atmsfera de

    improvisacin (un poquito ms de luz aunque sea) y la poca originalidad (les suena el video

    "Claro que Podemos"?). Pero lo que ms salta a la vista es la cantidad de palabras, ideas y

    consignas que intentaron vender en un video de poco menos de un minuto. Ideas dispares

    sin, digamos, armona discursiva: una serie de lugares comunes sin mayor impacto.

    Que el tono de lo que estoy diciendo no se malentienda. Me parece fenomenal,

    grandioso que la izquierda (sobre todo la izquierda categora 85 en adelante) quiera

    participar, tener voz, hacer algo, ms aun cuando al otro lado tenemos a Alan y Keiko con

    ms de la mitad del electorado. Pero hay un tema que no se est entendiendo: Conseguir un

    nivel de aceptacin como el de Podemos no se logra slo copiando el formato de los videos o

    los colores de los smbolos (s, Julio Guzmn, nadie se dio cuenta). Hay una chamba ms

  • importante. Todas esas formas (los colores, la msica, se han preguntado por qu hay una

    preminencia de los crculos en los smbolos de Podemos?) derivan de una construccin

    discursiva ms profunda, un discurso que no se vanagloria en su propia superioridad moral

    sino que proyecta sus horizontes de la forma ms aglutinadora posible (por eso los votantes

    de Podemos son "la gente" y los otros, "la casta"). Y, a juzgar por la campaa pasada de

    Susana Villarn, esa chamba, aqu, no se ha hecho. No resulta surreal cmo la candidatura

    de Susana termin siendo, para la gente, casi lo que la candidatura de Esperanza Aguirre a

    Madrid, con la salvedad que Esperanza representa a la derecha espaola ms rancia? Por

    ah podemos empezar.