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Page 1: Es Que Somos Muy Pobres Rulfo2

7/25/2019 Es Que Somos Muy Pobres Rulfo2

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Es que somos muy pobres[Cuento. Texto completo]

Juan Rulfo

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7/25/2019 Es Que Somos Muy Pobres Rulfo2

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Aquí todo va de mal en peor. La semana pasada se murió mi tía Jacinta, y elsábado, cuando ya la habíamos enterrado y comenzaba a bajársenos latristeza, comenzó a llover como nunca. A mi papá eso le dio coraje, porquetoda la cosecha de cebada estaba asoleándose en el solar. Y el auacerolleó de repente, en randes olas de aua, sin darnos tiempo ni siquiera aesconder aunque !uera un manojo" lo #nico que pudimos hacer, todos los demi casa, !ue estarnos arrimados debajo del tejabán, viendo cómo el aua !ríaque caía del cielo quemaba aquella cebada amarilla tan reci$n cortada.

 Y apenas ayer, cuando mi hermana %acha acababa de cumplir doce a&os,

supimos que la vaca que mi papá le realó para el día de su santo se lahabía llevado el río

'l río comenzó a crecer hace tres noches, a eso de la madruada. Yo estabamuy dormido y, sin embaro, el estruendo que traía el río al arrastrarse mehizo despertar en seuida y pear el brinco de la cama con mi cobija en lamano, como si hubiera creído que se estaba derrumbando el techo de micasa. (ero despu$s me volví a dormir, porque reconocí el sonido del río yporque ese sonido se !ue haciendo iual hasta traerme otra vez el sue&o.

)uando me levant$, la ma&ana estaba llena de nublazones y parecía que

había seuido lloviendo sin parar. *e notaba en que el ruido del río era más!uerte y se oía más cerca. *e olía, como se huele una quemazón, el olor apodrido del aua revuelta.

A la hora en que me !ui a asomar, el río ya había perdido sus orillas. +basubiendo poco a poco por la calle real, y estaba meti$ndose a toda prisa enla casa de esa mujer que le dicen la Tambora. 'l chapaleo del aua se oía alentrar por el corral y al salir en randes chorros por la puerta. La Tambora iba y venía caminando por lo que era ya un pedazo de río, echando a la callesus allinas para que se !ueran a esconder a al#n luar donde no leslleara la corriente.

 Y por el otro lado, por donde está el recodo, el río se debía de haber llevado,qui$n sabe desde cuándo, el tamarindo que estaba en el solar de mi tía Jacinta, porque ahora ya no se ve nin#n tamarindo. 'ra el #nico que habíaen el pueblo, y por eso nomás la ente se da cuenta de que la creciente estaque vemos es la más rande de todas las que ha bajado el río en muchosa&os.

i hermana y yo volvimos a ir por la tarde a mirar aquel amontonadero deaua que cada vez se hace más espesa y oscura y que pasa ya muy porencima de donde debe estar el puente. Allí nos estuvimos horas y horas sin

cansarnos viendo la cosa aquella. -espu$s nos subimos por la barranca,porque queríamos oír bien lo que decía la ente, pues abajo, junto al río, hayun ran ruidazal y sólo se ven las bocas de muchos que se abren y se cierrany como que quieren decir alo" pero no se oye nada. (or eso nos subimospor la barranca, donde tambi$n hay ente mirando el río y contando losperjuicios que ha hecho. Allí !ue donde supimos que el río se había llevado ala Serpentina, la vaca esa que era de mi hermana %acha porque mi papá sela realó para el día de su cumplea&os y que tenía una oreja blanca y otracolorada y muy bonitos ojos.

o acabo de saber por qu$ se le ocurriría a la Serpentina pasar el río este,

cuando sabía que no era el mismo río que ella conocía de a diario. LaSerpentina nunca !ue tan atarantada. Lo más seuro es que ha de haber