erase una vez una hipotesis

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ERASE UNA VEZ UNA HIPOTESIS... Una revisión del concepto para su aplicación en la investigación clínica y psicosocial Dr. Javier Vicencio Guzmán, M.R.C.Psych.(U.K.), M.D. (Chile) 1 Resumen La terapia familiar es un campo de aplicación en el que el enfoque sistémico ha tenido una rápida y amplia difusión. Lo que proponemos aquí es una discusión teórica y metodológica de las condiciones de esta relación para precisar algunas ideas que nos parecen centrales en este campo de problemas. El concepto de hipótesis sistémica ha sido continuamente discutido por diferentes autores, y ha sido criticado últimamente por quienes se alinean estrictamente con el postmodernismo. Esta revisión, que plantea las bases para la construcción de un modelo integrador de tipo eco 1 Dr. Javier Alberto Vicencio Guzmán, Médico Psiquiatra (Royal College, Inglaterra). CRISOL, Centro de Investigaciones Psicosociales, A.C. Paseo del Conquistador # 611 Col. Lomas de Cortés, C.P. 62240. Cuernavaca, Morelos.Correspondencia con respecto a la publicación dirigirla a email: [email protected] , página web: www.institutocrisol.org. 1

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ERASE UNA VEZ UNA HIPOTESIS...

Una revisión del concepto para su aplicación en la investigación clínica

y psicosocial

Dr. Javier Vicencio Guzmán, M.R.C.Psych.(U.K.), M.D.(Chile)1

Resumen

La terapia familiar es un campo de aplicación en el que el enfoque sistémico ha tenido

una rápida y amplia difusión. Lo que proponemos aquí es una discusión teórica y

metodológica de las condiciones de esta relación para precisar algunas ideas que nos

parecen centrales en este campo de problemas.

El concepto de hipótesis sistémica ha sido continuamente discutido por diferentes

autores, y ha sido criticado últimamente por quienes se alinean estrictamente con el

postmodernismo. Esta revisión, que plantea las bases para la construcción de un modelo

integrador de tipo eco sistémico, puede resultar polémica e innecesaria, por lo tanto,

para algunos, pero confiamos que no suceda lo mismo con la mayoría de quienes, como

nosotros, no transitan tan fácilmente a una posición de “no saber”, sin antes recorrer un

largo camino para adquirir los conocimientos y las disciplinas que aproximan a esa

posición, que los chinos, en su filosofía, denominan de sabiduría.

Introducción.1 Dr. Javier Alberto Vicencio Guzmán, Médico Psiquiatra (Royal College, Inglaterra). CRISOL, Centro de Investigaciones Psicosociales, A.C. Paseo del Conquistador # 611 Col. Lomas de Cortés, C.P. 62240. Cuernavaca, Morelos.Correspondencia con respecto a la publicación dirigirla a email: [email protected] , página web: www.institutocrisol.org.

1

Las estructuraciones hipotéticas en la terapia.

La familia se presenta en la terapia con un problema como motivo de consulta. A pesar

de que regularmente el portador del problema o síntoma es uno de los miembros de la

familia, un individuo, la concurrencia del grupo supone una primera definición del

problema como psicosocial. Esta definición constituye el primer nivel hipotético, el

fenomenológico (Caillée), en que se trata de identificar la coherencia (Dell, 1982) entre

el síntoma y el sistema familiar para que, a partir de ese diagnóstico, se realicen

intervenciones que modifiquen la configuración de la familia y, por ende, el síntoma.

Sin embargo, la intervención del terapeuta plantea la necesidad de estructurar un

segundo campo hipotético que lo incluya, debido a que la familia, en tanto sistema,

posee un equilibrio que define su identidad y produce una inercia que atrae al sistema

terapéutico hacia una repetición de las pautas que le dan estabilidad. La inclusión del

terapeuta hace corresponder a este nivel de hipótesis con la llamada cibernética de

segundo orden (Andolfi, 1990).

Cuando, en conjunto, la familia y el terapeuta exploran las premisas que comparten en

la búsqueda de aquellos significados propios sobre los que se propone incidir para

cambiarlos, se constituye un tercer campo de hipótesis, en el que se co-construyen los

significados más generales que estructuran la visión o mapa del mundo y que

proporcionan los elementos que generan las propiedades auto reflexivas del sistema

terapéutico, porque generan un conjunto de explicaciones sobre el funcionamiento del

sistema familiar y terapéutico.

Un cuarto nivel hipotético incorpora el contexto cultural más amplio, que estructura las

creencias que definen los papeles como el género, la pertenencia a la comunidad, los

2

discursos y textos no escritos que quedan inscritos en las narrativas dominantes que

configuran a cada sujeto como miembro de la familia en tanto célula social.

Cuadro 1: resumen de niveles de estructuraciones hipotéticas

Estos cuatro niveles contienen y producen definiciones operativas que conectan

la construcción de datos con las teorías que los sustentan. Este es el campo en que

buscamos discutir la metodología de investigación clínica que adoptamos en CRISOL y

los instrumentos de medición que, en consecuencia, se han ido generando para evaluar

la práctica clínica y su efectividad.

Erase una vez una hipótesis....

3

LA PALABRA <<CONVERSAR>> VIENE DE LA UNIÓN DE 2 RAÍCES LATINAS:

CUM[ CON ]VERSARE[DAR VUELTAS CON EL OTRO]

* LA PREGUNTA SERÁ ENTONCES ¿QUE OCURRE EN EL DAR VUELTAS JUNTOS DE LOS QUE CONVERSAN, Y QUE PASA ALLÍ CON LAS EMOCIONES, EL LENGUAJE Y LA RAZÓN? (MATURANA)

GENERAN EL MAPA DEL MUNDO Y DE LA TERAPIA

HIPÓTESIS 1:LA FAMILIA COMO SISTEMA SE PRESENTA A LA TERAPIA CON UN PROBLEMA COMO MOTIVO DE CONSULTA. ESTE PROBLEMA, GENERALMENTE DE ÍNDOLE PSICOSOCIAL, SE INVESTIGA DE ACUERDO CON LA “FUNCIONALIDAD O DISFUNCIONALIDAD” DE LA FAMILIA, PARA REALIZAR INTERVENCIONES QUE MODIFIQUEN LA CONFIGURACIÓN DE ÉSTA Y, POR ENDE, EL SÍNTOMA: ES EL NIVEL FENOMENOLÓGICO DE LA HIPÓTESIS 1.

HIPÓTESIS 2 SIN EMBARGO, LA FAMILIA COMO CUALQUIER SISTEMA POSEE UN EQUILIBRIO QUE LE CONFIERE IDENTIDAD QUE DESEA CONSERVAR E INDUCE AL SISTEMA TERAPÉUTICO A UNA REPETICIÓN DE SUS PAUTAS DE ESTABILIDAD: ES EL NIVEL DE LA HIPÓTESIS 2, QUE POR LA INCLUSIÓN DEL TERAPEUTA SE CORRESPONDE CON LA CIBERNÉTICA DE SEGUNDO ORDEN.

HIPÓTESIS 3LA INDAGACIÓN SE PROFUNDIZA CUANDO AMBOS, FAMILIA Y TERAPEUTA SE PROPONEN ACCEDER AL MUNDO DE LAS PREMISAS QUE COMPARTEN EN LA BÚSQUEDA DE SIGNIFICADOS PROPIOS SOBRE LOS QUE LA REFLEXIÓN SE PROPONE INCIDIR PARA CAMBIARLOS: ES EL NIVEL DE LA HIPÓTESIS 3 O DE LOS SIGNIFICADOS DEL MAPA DEL MUNDO.

LAS DIFERENTES PREGUNTASLAS DIFERENTES PREGUNTASEN LA CONVERSACIÓNEN LA CONVERSACIÓN

HIPÓTESIS 4EL CONTEXTO CULTURAL QUE SE MANIFIESTA EN LAS CREENCIAS DE GÉNERO, DE COMUNIDAD, DE DISCURSO Y DE TEXTOS NO ESCRITOS PERO INSCRITOS EN LAS NARRATIVAS DOMINANTES QUE CONFIGURAN AL SUJETO COMO INTEGRANTE DE LA FAMILIA COMO CÉLULA SOCIAL ES EL NIVEL DE LA HIPÓTESIS 4, DE LA CULTURA COMO CONTEXTO.

La discusión que la terapia sistémica ha venido realizando en los últimos

tiempos cuestiona la vigencia de algunas hipótesis, de uso tanto descriptivo como

explicativo en la práctica clínica. Las reflexiones que esto suscita no se dirigen a su

validez como una construcción teórica sino que al uso que se hace de ellas, buscando la

base de certidumbres que alteran su propio carácter hipotético.

En efecto, la epistemología que orienta las teorías sistémicas, tanto de primer

como de segundo orden, consideran al proceso de continua formulación y reformulación

de hipótesis como el instrumento característico de la terapia sistémica, advirtiendo sin

embargo, la dificultad que implica la relativa a la circularidad del procedimiento, que

conduce a la producción de alteraciones en la estructura del discurso, buscando por esa

vía, cambios en la estructura de pensamiento.

Cabe hacer notar que las hipótesis, a veces pierden sus atributos de

provisoriedad como un efecto de la ideologización del método científico.

Originalmente, la palabra hipótesis tiene la acepción de conjetura, presunción,

suposición admitida provisionalmente como punto de partida de un proceso de

investigación. La separación de teoría y método, que hace del método un campo de

procedimientos, al mismo tiempo, independiza a la hipótesis como producto teórico.

Esto hace que lo que es relativo y provisorio en la ciencia se presente como absoluto en

el sentido común, constituyendo la base de una noción equivocada de objetividad de la

ciencia, en la que las hipótesis de trabajo de ésta se transforman en verdades absolutas.

4

Bateson2, (1972,1982) en su crítica a las consecuencias de este reduccionismo

derivado de una noción muy estricta de la objetividad en la ciencia, señalaba que la

disección en partes de la ecología que se opera a partir del mismo, constituye un peligro

para la supervivencia de la especie, por lo que hay que recuperar su idea de que la

ciencia, como la vida, fluye y se transforma y no sólo construye templos para que se

habiten de conocimientos. .

La terapia sistémica, desde su nacimiento, adopta las nociones de “totalidad”,

“interacción”, “recursividad múltiple”, “complejidad”, “información” y “fluctuaciones”,

como términos descriptivos del proceso de aprendizaje del cambio, las cuales dieron un

sello distintivo de modernidad a sus practicantes, casi sin que los mismos cayeran en

cuenta. La circularidad apareció de repente para instalarse en la evolución de las

disciplinas que orientan la práctica terapéutica sistémica, con la naturalidad del

movimiento de las olas en su incesante repetir de su declaración a la arena.

Al incluirse la terapia familiar entre las múltiples manifestaciones que

constituyen un cambio paradigmático en la ciencia contemporánea, se revela una

coincidencia que favorece su difusión, pero que obliga a preguntarse por ella, como a la

esfinge: desde los griegos se ha señalado que la respuesta más sabia nace de la pregunta

que asombra.

Las hipótesis que planteamos, por lo tanto, se aproximan más a las preguntas que

a las respuestas y abarcan diferentes dominios, de menor a mayor complejidad.

2 La epistemología cibernética, no concluida aún por Bateson antes de su muerte, le llevó a éste a una práctica ecologista radical en la que tuvo una participación destacada junto a grupos de intelectuales que denunciaron las consecuencias del reduccionismo de la ciencia para la vida en la biosfera. Sus ideas fueron retomadas por Keeney(1986) y Maturana(1995), especialmente en Estética del cambio y Biología del amor respectivamente.

5

La primera mirada se dirige a la configuración de un sistema.

El punto de partida en la ruta de la formación en terapia familiar se representa, para

quienes lo intentan como especialistas en Salud Mental, como si fuera parte de un

descubrimiento: la consideración de la familia como un sistema en el que la estructura

está determinada por las interacciones entre sus miembros y con el medio, desplaza a la

“ patología” del contexto individual al relacional. A partir de aquí comienzan a

desarrollarse las habilidades necesarias para una lectura fenomenológica de primer

orden. En el espacio terapéutico se despliegan una serie de movimientos, de significados

analógicos múltiples, que van constituyendo un campo más amplio de observación en el

que se va articulando la configuración estructural de la familia, la pareja e incluso el

individuo considerado como un sistema.

La descripción del funcionamiento de la familia como un sistema observado se

corresponde con la cibernética de primer orden, por lo cual las preguntas que el

terapeuta se formula se restringen al dominio organizado por los niveles interaccional

(Waszlawick, ), estructural (Minuchin), estratégico (Haley) y clínico general (Cancrini):

1) Nivel interaccional

¿Qué hace quién a quién, cuando, cómo y dónde?

¿Cuáles son los efectos del síntoma sobre el funcionamiento del sistema?

¿Cuál es la función del síntoma para el cambio o para el no cambio?

¿ Qué soluciones han sido intentadas previamente?

2) Nivel estructural .

¿Cómo está quién con quién?-

6

¿Cual es la etapa del ciclo vital, individual y familiar, y cuales son sus

repercusiones?

¿Cual es el "fit" o "ensamble” entre el paciente identificado, el síntoma y la

estructura de la familia?.

3) Nivel estratégico

¿Cual es el grado de rigidez y/o patología que presenta la familia?

¿Cuales son las reglas de jerarquía y de límites de la familia?

¿Quien o quienes son los encargados de traer a la familia a la consulta?

¿Cual es el poder del paciente sintomático para la mantención del equilibrio del

sistema familiar?

4)Nivel clínico general.

¿Cual es el conocimiento disponible acerca del motivo de consulta desde las

distintas perspectivas de la sicopatología?

¿Cuales son las características socioeconómicas y las conexiones de parentesco

que se presentan en esa familia en particular?

La denominación de “funcionamiento del sistema” se separa aquí de la

normatividad implícita en un enfoque funcionalista. Por razones prácticas nos

referiremos a él como "dominio de la hipótesis 1" y busca describir al sistema que

consulta en su misma configuración. Esta descripción se hace con criterios que se

asemejan a los planteados por Paul Dell(1982) cuando define la "coherencia" en

reemplazo de la homeostasis y a los de Maturana( ), cuando se refiere a la organización

de un sistema "autopoyético”3 .

3 La necesidad de sobrepasar el concepto de homeostasis y sistemas en equilibrio que había tenido importancia en la época de la primera cibernética hizo surgir propuestas que tuvieran relación con el desequilibrio dentro de las cuales destacó el concepto de "coherencia" o fit dinámico de la estructura con el síntoma, sin perder de vista que los sistemas vivos, como cualquier sistema biológico se configuran desde la autopoyesis, es decir desde la organización que se autogenera a si misma y que le proporciona al sistema su identidad. Ver referencias de Dell y Maturana en la bibliografía.

7

La utilización de un modelo estructural-estratégico e interaccional en la terapia

familiar conlleva el peligro de una aplicación mecánica, unívoca y rígida que introduzca

un lenguaje que defina el funcionamiento de la familia desde una supuesta normalidad,

construida por la ideología del terapeuta. Sin embargo, representa una primera

organización de los datos que debe ser tomada cautelosamente como provisoria,

entendiendo que este primer paso abre un doble camino simultáneo, de investigación y

tratamiento.

Una respuesta favorable producida por la utilización de estos modelos es atribuida

tanto a las habilidades clínicas del terapeuta (consideradas como dotes artísticas) como a

la flexibilidad de las familias que consultan. Una alternativa menos mecánica se abre a

partir del pasaje de las nociones de equilibrio y homeostasis de la primera cibernética, a

la dialéctica cambio-no cambio de la segunda cibernética, que permite establecer un

paralelismo con las concepciones que incorporan el desequilibrio como parte de los

mecanismos "normales" de evolución de los sistemas vivos. Esto permite ver las

"averías" desde una perspectiva menos mecánica. En la terapia, el autoritarismo

disfrazado de supuesta sabiduría, basado en el prejuicio de la existencia de una

normalidad, independiente de su contexto cultural y que define arbitrariamente lo que

entiende por “disfuncionalidad” es una fuente de errores frecuentes que pueden ser

importantes y perjudiciales para quienes nos consultan como pacientes o como futuros

terapeutas.

El sistema que consulta muestra otros rasgos.

La consideración de la terapia como consulta es el resultado de una serie de

factores, entre los cuales se incluye el intervalo más largo entre sesión y sesión, la

8

historia que la consulta ha generado, las características de la derivación, los integrantes

de la familia que acuden a la cita, las consultas realizadas previamente y sus resultados,

las motivaciones para el cambio y las expectativas de no cambio, el carácter voluntario

o forzado de la asistencia, etc.

La información que se produce acerca del contexto terapéutico la hemos

incluido en lo que denominamos "dominio de la hipótesis 2". En primera instancia, ésta

representa al programa oficial del sistema que consulta, el cual se presenta, como

advierte correctamente Andolfi4(1989), con una demanda paradójica, es decir, con la

intención de que sea el paciente (el individuo portador del síntoma) quien cambie su

conducta supuestamente patológica, sin que la terapia implique cambios más profundos

de la familia o del sistema que consulta. Se perfila así una estrategia no intencional para

que sea el terapeuta quien confirme y legitime el programa oficial de la familia y las

soluciones intentadas previamente desde una posición de guía con conocimiento de

causa. La representación un tanto ingenua de este papel por el terapeuta conduce a la

perpetuación del juego familiar y, por lo tanto, al mantenimiento del problema o al

fracaso terapéutico.

Las preguntas que orientan sobre este nivel se relacionan con la posición

estratégica que necesita la inclusión del observador (terapeuta) para facilitar la creación

de un sistema terapéutico, a partir de la construcción de un problema que permita un

abordaje clínico con posibilidades de soluciones , siguiendo las recomendaciones de K.

4 La escuela de Roma fue la primera en advertir el carácter paradójico de la demanda terapéutica de las familias rígidas porque solicitaban la desaparición del síntoma sin que estuvieran dispuestos a realizar cambios dentro de la familia. Este concepto dio origen a la inclusión del terapeuta en el sistema de significados que posteriormente se retomaría en la cibernética de segundo orden. El planteamiento más actual consiste en invertir los términos iniciales: Del sistema que crea el problema al problema que crea al sistema (Hoffman,1993).

9

Tomm5 (1987,1988) que la fundamenta en la cibernética de segundo orden y, por ende,

en el acoplamiento estructural.

Ejemplos de este nivel de preguntas son los siguientes:

I. ¿Cuales son los integrantes del sistema que se comprometen con la búsqueda de

nuevas alternativas?

II. ¿Cual es el programa oficial con respecto al problema por el que consultan que

quisieran instrumentar por medio del terapeuta?

III. ¿A quienes es necesario incluir en la terapia para prevenir un fracaso?

IV. ¿Si la interacción o el juego del sistema se identifica correctamente - con quien

será más fácil cooperar para cambiarlo?

V. ¿Cual es la posición en la cual ha sido situado el terapeuta en el sistema que se

ha creado a partir del problema?

VI. ¿Cual es la participación de los integrantes del sistema que ha sido creado a

partir de tal problema?

VII. ¿Como definir la terapia y el contexto terapéutico para no perpetuar el programa

oficial del sistema que consulta?

Estas preguntas ilustran la posición reflexiva en su versión estratégica. En esto

consiste el distanciamiento epistemológico y práctico que separa a los niveles 1 y 2 en

la construcción de hipótesis: la familia o el sistema que consulta como lo observable

versus el sistema terapéutico que se auto observa a si mismo . Estas preguntas se

utilizan para la segunda y la tercera consulta y en la supervisión, cuando se intenta

5 El análisis del cuestionamiento circular reflexivo hecho por K. Tomm destacando la formulación de preguntas que favorezcan el cambio marca un hito en la terapia de segundo orden porque desmenuza las preguntas del modelo de Milán y formaliza la influencia de Maturana en la conversación terapéutica.

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comprender, desde una perspectiva diferente y más amplia, la ausencia a la terapia de

alguno de los integrantes o la deserción temprana, con el objeto de diseñar un

procedimiento de rescate o de alta que evite las recaídas, o que facilite la construcción

de un problema que sirva de guía para la terapia.

La ingratitud de la postura que implica responsabilizar al terapeuta que comienza

en su entrenamiento, por la inasistencia de la familia a la siguiente cita, es una señal que

indica que no se obra correctamente cuando se le otorga a éste una centralidad sin

contrapeso, que no se compadece con el nivel elemental de su preparación. Se trata, más

bien de no haber dado un paso más allá en la construcción de un problema que defina la

relación terapéutica como estratégica y de colaboración mutua.

La utilidad de la hipótesis 2 y sus diferencias con la hipótesis 1 en el

procedimiento de construcción, a la inversa de la anterior y, por lo tanto, desde el

problema hacia el sistema que se crea en consecuencia, incluyendo así a la totalidad del

contexto terapéutico, se manifiesta con particular claridad cuando se trabaja con parejas,

en las que cada uno de los cónyuges intenta inducir su programa oficial al terapeuta para

que éste lo implemente con mayor autoridad , descalificando al cónyuge, en una

maniobra de alianza más que de cambio.

La complementariedad entre la hipótesis 1 y 2 es tan evidente como la que existe

entre el yin y el yang: giran en sentidos opuestos, desde el sistema que crea el problema

( hipotesis1) hasta el problema que crea al sistema (hipótesis 2), y si se coordinan en

conjunto, ordenan los datos con una precisión que ayuda para comprender las

complejidades que se originan a partir de las acciones que se expresan, más tarde, en

11

contratos y encuadres de procedimientos y en la construcción de problemas que definan

la dirección de la terapia.

La utilidad de esta complementariedad se refleja en la cantidad y calidad de

elementos que proporciona para reencuadrar el problema que servirá como punto de

partida para la terapia, como eje para el diseño de intervenciones o de preguntas que

induzcan el cambio vía las perturbaciones del mismo. Cada vez que una terapia no

avanza, es preciso redefinir nuevamente el problema para no seguir adelante por un

camino eventualmente improductivo.

La mirada se dirige a los significados.

Aunque la intención de Bateson6 de construir una epistemología cibernética a

partir de la información como una diferencia que produce una diferencia no se

cumpliera completamente, su importancia fue redescubierta por el equipo de Milán7( )

en su practica de la terapia conversacional, especialmente cuando se interesaron por las

premisas, las atribuciones de género, los mitos, las creencias que dan cuenta de la

identidad del sistema en su singularidad.

La indagación sobre la multiplicidad de significados en su incesante recursividad

sólo adquiere sentido en la medida que la mirada se desplaza desde la descripción hacia

la explicación de los sistemas observantes y, por lo tanto, a la inclusión del terapeuta en

la construcción permanente de significados cambiantes: la versión de la realidad no sólo

6 La relectura de los escritos de Bateson que realiza el equipo de Milán les permite fundamentar su terapia de significados en el mundo de las premisas y de la ecología de las ideas.

7 La segunda época del equipo de Milán, ahora formado por Ceccin y Boscolo evoluciona hacia nuevas guías como la curiosidad, la irreverencia y la importancia del tiempo para producir perturbaciones en los significados de tal manera que sea posible la coconstrucción de una historia terapéutica sobre la cual se van tejiendo variaciones y alternativas.

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es múltiple sino que tiene vigencia en la medida que retroalimenta al observador quien,

por medio del lenguaje, construye hipótesis que le guían en la formulación de preguntas

que configuran la historia terapéutica, llena de temas significativos.

La noción de que la realidad es una construcción social que depende del

observador más que de los objetos o sucesos que existen afuera ha dado cabida e

inclusión a las ideas, creencias, mitos, valores, fantasías y otras producciones "internas"

de la mente, que habían quedado por un tiempo en el olvido. La búsqueda de un mito o

de una premisa que mantenga atadas a las conductas vinculadas con un problema se

convierte en un objetivo fundamental para acceder al mapa del mundo del sistema que

consulta y, modificarlo o cuestionarlo, en la actividad terapéutica esencial. Lo que se

intenta es un cambio en la premisa, en el mundo de los significados. A este nivel lo

denominamos el "dominio de la hipótesis 3

Las preguntas de este nivel se agrupan genéricamente dentro del cuestionamiento

circular, aunque su aplicación como una técnica de entrevista lo empobrece porque no

distingue adecuadamente el dominio en el cual se aplica como instrumento terapéutico:

la coconstrucción de significados que sirvan de explicaciones a las descripciones del

sistema familiar: el nivel del mapa del mundo o de la hipótesis 3. Su formulación

incluye el lenguaje singular del terapeuta en su operar en la conversación reflexiva que

confía en la perturbación del sistema de significados como instrumento de cambio

fundamental.

Es obvio que sería muy improbable que las preguntas que a continuación sirven

de ejemplo, se utilicen en una terapia sistémica pero su inclusión sirve como analogía,

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porque da cuenta (de una manera metafórica), de como surgen las ideas y el lenguaje de

las mismas, de las singularidades del sistema de creencias del autor, chileno al fin y al

cabo, y con influencias de Neruda y en este caso, de su libro póstumo “sobre las

preguntas”.

¿A quién es mejor preguntarle qué vine a hacer a este mundo?

¿Por que será que el suicidio es lo que sigue a las hojas cuando se ponen

amarillas?

¿Cómo es que duele el viento si se lleva al amor por la ventana?

¿Cómo le encuentro la gracia a las nubes cuando se ponen contentas en un

amanecer sin nostalgias?

. ¿De qué estará hecha la risa de las mariposas cuando se van a la cama sin que un

pijama les cubra por la mañana?

Las preguntas generadas por la conversación terapéutica reflexiva van perdiendo

intencionalidad y fluyen naturalmente cuando se desarrolla la facultad para

comprenderlas desde una mirada poética. Recién entonces, la terapia proporciona la

posibilidad de incorporar la dimensión estética en la que el lenguaje despliega sus alas y

sus múltiples valores simbólicos.

La experiencia del acoplamiento estructural entre el observador y lo observado a

partir de una palabra clave o apertura que, para ambos está cargada de múltiples

significados posibles, es equivalente al insight del psicoanálisis, aunque en nuestro caso,

sólo sirve de punto de partida para la elaboración de otras preguntas sobre las versiones

de la "novela familiar" que se irá desarrollando tras el rastreo del inconsciente relacional

14

intergeneracional que se va bordando con delicadeza, a partir de la conversación que

les da su forma.

En el nivel 3, lo que se construye es una hipótesis de trabajo que sirve de guía

para la indagación y la co-construcción de significados. Su belleza radica en que va

mejorando durante la entrevista, en la medida en que varios segmentos parciales

confluyen en una sola explicación o versión de la realidad, desde la coparticipación en

el sistema observante o terapéutico.

No es ajena a la búsqueda del tema central de Peggy Papp(1996), del dilema tan

preciso de Olga Silvertein (Keeney,1988), de la curiosidad paradójica de Ceccin(1987),

de la narrativa transformadora de Sluski(), de la complejidad de las preguntas de Tomm

(1988)y de la primera época, más sistémica de White ( 1993,1994)8.

8 En el mapa de las influencias principales del modelo que se utiliza en la enseñanza por CRISOL, A.C. se detallan en distintos círculos concéntricos la ubicación de éstos de acuerdo con su modalidad terapéutica. Ver cuadro.

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CONTEXTUAL CONVERSACIONALJERÁRQUICO

WHITE

REFLEXIVO NARRATIVO

MAPA DE INFLUENCIAS PRINCIPALES

CUADRO 2.- MAPA DE TERAPEUTAS Y ENFOQUES QUE INFLUYEN EN LA TERAPIA DE CRISOL

Existe un peligro, que se manifiesta cuando su pretensión de validez es tal, que no

hay lugar para el distanciamiento necesario para que del asombro surjan nuevas

preguntas. La interpretación resulta entonces tan tentadora que, para quienes la usan, la

explicación se restringe a una interpretación “psicoanalítica” de lo sistémico.

El secreto consiste en conversar desde una posición reflexiva, con preguntas

hipotéticas y sobre el futuro posible, que sigan aperturas que abren el camino hacia lo

desconocido, manteniendo el respeto por la legitimidad del otro.

“Cuando la idea se transforma en una historia,

En una descripción de la realidad de quien la está contando,

La palabra se rescata a sí misma,

En el gozo de su danza en el espacio”.

La pregunta por el sujeto.

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ESTRATEGICO

PITTMAN

WHITAKER

FALICOV

IMBER BLACK

SILVERSTEINANDOLFI

CECCINHOFFMAN

ERIKSON

TOMM

SLUSKI

WATZLAWICK

HALEY

MINUCHIN

CARPENTERESTRUCTURAL

INTERACCIONAL

PARADÓJICO

METÁFORICO

De Shazer

PAKMAN

PAPPANDERSEN

La importancia de la pregunta que Foucault(1966,1970) 9 se hiciera hace 20 años

con respecto al sujeto - " ¿quienes somos hoy?” (Martiarena, 1995)- se ha puesto de

moda por la enorme complejidad que la tecnología de la información nos ha traído a la

vida, afortunadamente no tan post moderna, de México y Latinoamérica a principios de

este siglo.

La influencia de factores socioculturales como son: género, etnia, religión,

ideología, nacionalidad, valores, etc., han conseguido un lugar de preferencia en la

construcción del sujeto como un resultado de su participación en la cultura que le crea

su historia personal y oficial por medio del lenguaje. La terapia narrativa se ha

encargado de mostramos que si buscamos descubrir una historia alternativa, menos

saturada de problemas que la historia dominante, liberamos al sujeto o al sistema del

problema.

Aunque su incursión en la terapia de la psicosis sea menos afortunada que cuando

se trata de problemas infantiles, su uso se ha generalizado tanto que crea la ilusión de

ser una alternativa más que un complemento. Su mayor validez es conceptual por el

énfasis que pone en los textos no escritos derivados de la ínter subjetividad cultural que,

en su múltiples discursos, nos construyen día con día.

Hemos llamado "dominio de la hipótesis 4" al que proporciona el soporte cultural

a la historia oficial y que representa el suplemento del discurso a deconstruir por medio

de la conversación terapéutica. La incursión terapéutica con los modelos narrativo-

reflexivos en los problemas psicosociales como son: el abuso sexual, violencia,

adicciones, e incluso su aplicación psicoeducativa, representa para nosotros una opción

9 La importancia de las narrativas de poder descritas por Foucault en diferentes periodos históricos e instituciones con la utilización de su método "arqueológico" consiste en que descubre a un sujeto "sujetado" a distintos textos no escritos que determinan su trama intersubjetiva. La recuperación del postestructuralismo francés se comenzó a notar en la terapia familiar por la inclusión del feminismo y la sensibilidad al género.

17

clínica y de 'investigación, que avanza cada vez más( MacNamee,1996). La polémica

desatada entre el contructivismo y el construccionismo (Gergen,1991))como posiciones

opuestas, nos parece correcta en cuanto a las diferencias de sus postulados teóricos

aunque estéril en el desempeño terapéutico, porque finalmente ambas se complementan

cuando se trata de "des- sujetar" al sujeto de su historia para co-construir una narrativa

alternativa convincente.

El énfasis en el lenguaje, tal y como se emplea en la consulta y, especialmente

cuando sirve de base para las reflexiones posteriores, de acuerdo a las recomendaciones

tan precisas con respecto a la ética del escuchar correctamente de T. Andersen (1995),

con o sin equipo reflexivo, marca una pauta en la práctica a la que nos apegamos con

cuidado, para evitar la tentación de “deconstruir”( White,1994) el discurso de un sujeto,

siguiendo el curso del texto propio, en manifiesta consonancia con el terapeuta y no

necesariamente con el paciente.

A continuación, aunque sea de manera auto reflexiva y teórica, se enumeran

algunas preguntas, como ejemplos, que ilustran sobre este nivel que se refiere al sujeto

inserto en el lenguaje y sus discursos:

¿Cuáles serán las historias que llenan el círculo de lo que no se expresa con el silencio o con la palabra llena de significados?

¿Cómo se llega a la ligereza del cuerpo con el lenguaje, para que su docilidad forme un pliegue con la cultura a la que el sujeto pertenece?

¿Quiénes son los integrantes de la red comunitaria personal con quienes el sujeto establece un dialogo interno?

Un intento de conclusión.

La distinción de diferentes dominios operacionales dentro de la terapia sistémica

ha sido el resultado de una praxis que busca renovarse constantemente, sin dejar atrás lo 18

que ha dado buenos resultados a nivel de teorías, técnicas y modelos de intervención.

Considerar entonces el progreso evolutivo de la terapia familiar y la manera en que se

ha ido consolidando como una alternativa válida para el abordaje de los problemas de

salud mental de índole psiquiatrico, psicológico y psicosocial, por medio de los modelos

estructural- estratégicos, conversacionales y reflexivo-narrativos, favorece el recorrido

conceptual para situarse en el paradigma que varios autores han denominado como lo

que concierne al dominio de la complejidad y de la integración ecosistémica.

La inquietud por la investigación clínica y psicosocial y por el registro de los

datos que proporcionen la información necesaria para contrastar y evaluar la eficacia de

la práctica clínica en estos distintos rubros, es una motivación adicional para condensar

estas ideas para esta publicación. En efecto, como resultado de esta integración teórica,

en Crisol se ha elaborado un expediente clínico que ordena la información obtenida y co

construída durante las consultas, siguiendo el orden de los diferentes niveles hipotéticos

enunciados (niveles lógicos, según acostumbrada repetir Bateson, cuando recurría a

una de sus metáforas conceptuales preferidas) y facilita una práctica clínica que, al

mismo tiempo, se convierte en una investigación que se realiza en conjunto con quienes

nos consultan. Además, es necesario destacar la utilidad de este instrumento en la

docencia y el aprendizaje de los alumnos en formación y en la supervisión, que serán el

motivo de un análisis más detallado en un futuro próximo.

Lo más importante, sin embargo, es que así como este mapa para la terapia nos

permite transitar de un nivel a otro de acuerdo con el caso y la preparación del

terapeuta, es también una manera de acceder a la posición del “no – saber”, que como

los chinos dicen con razón, se relaciona con la sabiduría. No en vano, como lo plantea el

budismo, se necesita de un largo recorrido, conocimiento y disciplina para acercarse a

esta posición y de ahí se deriva su insistencia y precaución para no habitarla como si ya

se hubiera conquistado sino que acercarse a ella con delicadeza y compasión, sin caer en

la ilusión de una ética autocomplaciente.

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Ahora sí que podemos decir con cierta propiedad - " Érase una vez una

hipótesis"…….

“Si se confundiera esta manera de ver

Con una Verdad Absoluta,

Se podría llegar al absurdo místico de

sujetar a Dios, con la palma de la mano...

por más grande que ésta fuera...”

No está por demás, en este momento, recordar a Lao Tse como escribe en el Tao te Ching:

El Tao engendra el UnoEl Uno engendra el DosEl Dos engendra el TresEl Tres engendra todas las Cosas.Todas las Cosas se apoyan en el Yin y las circunda el Yang.Un hálito cálido les inunda de Armonía.

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Publicada en:

Revista del Instituto Chileno de Terapia Familiar“De Familias y Terapia Familiar”Año 12, No. 19, Diciembre de 2004

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