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  • contenido

    02 perfilVladimir Padrino Lpez

    04 el MenJUrJe Mancheta y dems

    08 MSicA Trino Mora sigue siendo l mismo

    11 MirAdAS Arte consumidor de gasolina

    20 SexodiverSidAd Unipersonal

    24 GAStronoMA Mezzogiorno peruano

    27 diArioPiedra de mar (XXI)

    32 cUentoSdel ArAero

    05 ciUdAd Los Caobos: reliquia caraquea

    10 MitoS Humboldt se enamor de Venezuela

    18 MinicrnicASSbete a mi moto

    21 entreviStAMiguel Gabriel pinta con los dedos

    26 crticA Y MediA Cine y televisin

    31 crUcicoMpActo

    conSeJo editoriAlJorge Rodrguez GmezFreddy ezFelipe SaldiviaGustavo Borges Revilla

    directorAMercedes Chacn

    editor JefeCarlos Cova

    directorA de ArteEdarlys Rodrguez

    coordinAdor de fotoGrAfAAsdrbal Briceo

    ASeSor editoriAlReinaldo Gonzlez

    redAccinRoco CazalMabe ChacnKay Yam HungGustavo Mrida

    diSeAdorAZonia Garca

    ilUStrAdorAlfredo Rajoy

    fotGrAfoSAmbrosio PlazaJonathan Mendoza

    correctorRodolfo Castillo

    loGSticAIdania BracamonteDaniela FernndezEdi Cordero

    colAborAn en eStA edicinClodovaldo Hernndez, Hctor Guevara, Domingo Moreno, Mauricio Snchez Daz, Jessica Mena, Oscar Hernndez, Nataly Sanoja y Melany Prez. Fotografa de portada: Ambrosio Plaza.

    iMpreSin Complejo Editorial Alfredo ManeiroEditorial Papirus Impresores 2004, C.A.

    [email protected]/@epaleccs

    Comercializacin y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114Distribucin: 0212-3686750 Depsito Legal: pp201202dc4166

    Una publicacin de la

    Premio Nacional de Periodismo Simn Bolvar, 2014.Premio Municipal de Periodismo Guillermo Garca Ponce, 2014.

    FE DE ERRATAEl ttulo correcto del mapa No 6 de la serie Mapas de Caracas, publicado en la edicin nmero 96, es Parroquias eclesisticas. Ofrecemos disculpas a nuestros lectores.

  • PERFIL02

  • Vladimir Padrino lPez:PEsadILLa dE La dEREcha

    POR cLodovaLdo hERnndEzILUSTRACIN aLFREdo RaJoY

    Con Cuatro soles en las Charreteras, impeCable for-maCin militar y buena labia, pareCe el sueo de los Calienta-orejas que merodean los Cuarteles, pero sus slidas ConviCCiones y su marCa de fbriCa per-teneCe a una Camada de ofiCiales que es heChura del Comandante Chvez lo tornaron en pesadilla de la ContrarrevoluCin

    Aunque no lo reconozca pblicamente, la derecha ha soado du-rante todos estos aos con un general como Vladimir Padrino L-pez. Como l, pero desde luego, contrarrevolucionario. De all que el sueo se les haya convertido en pesadilla, pues este oficial del Ejrcito se ha comportado, muy por el contrario, como un genuino representante de la nueva doctrina militar venezolana. Soldado bolivariano, decidido y convencido a seguir construyendo la patria socialista!, dice en su cuenta Twitter, en el espacio reservado a las autodefiniciones.

    El jefe del Comando Estratgico Operacional, un caraqueo de 51 aos que ha alcanzado el mximo rango, general en jefe, es el tipo de oficial que pudo haber resultado atractivo para quienes se espe-cializan en calentar orejas castrenses. Es evidente que tiene don de mando, formacin (tanto en lo estrictamente militar como en lo poltico) y buena labia. En suma, es un lder con cuatro soles en las charreteras. Anteriormente, la derecha se acercaba a este tipo de oficiales, les masajeaba los egos y generaba fenmenos como el de la plaza Altamira. Con los de la camada de Padrino Lpez (egresa-do de la Academia Militar en 1984) no han tenido esos resultados porque son hechuras del comandante Chvez. Ms nada.

    El periodista y militar retirado Tefilo Santaella, en un artculo en Aporrea.org, se pregunt a s mismo: Quin es este personaje?. Y pas a responderse lo siguiente: Desde hace tiempo vengo ob-servndolo: hace gala de un lenguaje limpio y preciso, su habla es pausada, guarda una postura de general, parece un general, es un gran general. Y lo es por los cuatro costados. Para completar su

    retrato escrito, Santaella dice que por donde se le mire, Padrino est bien formado y es chavista hasta la mdula.

    El lenguaje limpio y preciso impresion al propio Chvez, cuando Padrino habl en Los Prceres, durante el acto de celebracin del 201 aniversario de la Independencia, en 2012. Nadie debe extra-arse cuando hoy un soldado en Venezuela hable como ha hablado el general Padrino Lpez, porque la Revolucin Bolivariana nos ha trado de vuelta la Independencia nacional, dijo entonces Chvez.

    Las palabras pronunciadas por Padrino aquella tarde fueron sufi-cientes para enturbiar los sueos cuartelarios de la derecha. Para solo mostrar una frase, recordemos que Padrino expres que la Independencia lograda en 1811 por la generacin libertadora se fue desvaneciendo en el siglo XX por intereses mezquinos y aptridas que convirtieron a Venezuela en una colonia del nuevo imperio.

    Despus de demostrar sus dotes oratorias en ese acto (el ms im-portante del calendario regular de la Fuerza Armada Nacional Bo-livariana, el del 5 de Julio), Padrino Lpez lo ha hecho en terrenos netamente civiles, como importantes programa de opinin (inclu-yendo Jos Vicente Hoy) y nada menos que en la tribuna de honor de la Asamblea Nacional, otro 5 de Julio, el de este convulsionado 2014. Este ltimo discurso desat una epidemia de urticaria entre la dirigencia opositora y puso a echar espuma por la boca a los carcamales de cierta organizacin de altos mandos en retiro. Esa noche, de seguro, todos tuvieron pesadillas.

    03

    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PaLE ccsCaracas, 14 de septiembre de 2014.

  • EL MENJURJE04

    Caracas, 14 de septiembre de 2014. Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS

    Con motivo del Da Internacio-nal de la Preservacin de la Capa de Ozono se estar rodando la pelcula infantil La era del hielo. Funciones: Museo de Bellas Artes (MBA) a las 11:30 am y Celarg a las 3 pm.

    Festival Internacional de Cine de Caracas en el MBA. Hoy a las 2:30 pm, cortos de ccin; a las 4:30 pm, Disparen a matar, de Carlos Azprua; y a las 6:30 pm, Las aradas: masacre en seis actos, de Marcela Zamora.

    Tienes una cita en el Celarg a las 5 pm con el largometraje La con-desa de Hong Kong, de Charles Chaplin. No la embarques!

    Queda una semana para disfrutar del primer Festival Internacional de Cine de Caracas. Por solo 30 bolvares consigue tu entrada en los teatros Bolvar, Municipal, Catia, Teresa Carreo y los puntos de venta de Solotickets en los centros comerciales El Recreo, CCCT y Paseo Las Mercedes. Las funciones se llevan a cabo en diez salas: Manuelita Senz (Teatro Bolvar), La Previ-sora, Aquiles Nazoa, Junn, Margot Bena-cerraf, Cinemateca Nacional (Bellas Artes), Centro Cultural Parque Central, Catia, Alameda y Simn Rodrguez. Como dijo el alcalde Jorge Rodrguez: Dejen la oscuri-dad de los centros comerciales, vengan a nuestras plazas, a nuestras salas de cine.Tambin la plaza Diego Ibarra tendr su Ciudad Cine durante el Festival, la que con-tar con foros, exposiciones y la rumbita necesaria en las noches, para disfrutar al salir de las funciones.

    Palabras golpistas,

    odos sordos

    BOLETO: 30 BOLOS

    CINE

    Que subsista la reventa de pa-sajes en los terminales terres-tres. Ofrecer los boletos con anticipacin, personalizados e intransferibles, acabara con las mafias y las colas.

    tre

    menda vista

    ttrre

    mend

    Puedes hacer un paseo diferente el prximo sbado con Fundhea. Recorre la Ruta Paseo El Calvario y conoce la historia de este hermo-so parque, que posee uno de los mejores mi-radores de Caracas. Por 180 bolvares aparta tu cupo en la pgina de Facebook de Fundhea.

  • Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS

    05

    Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    CIUDAD

    LOS CAOBOS: RELiQUiA CARAQUEAANtes erA coNocido como pArque sucre, hoy dA sigue sieNdo el lugAr preferido por muchos pArA descoNec-tArse de lA urbe. ejercitArse, pAseAr, leer o prActicAr AlgN deporte soN AlguNos de los pAsAtiempos que se viveN diAriAmeNte eN este froNdoso espAcioPOR KAY YAM HUNG FOTOGRAFAs AMbroSIo PLAzA

  • 06

    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    Trovadores rendidos ante la Fuente Venezuela

    Caracas tiene entre sus gracias el hecho de reposar en un gran valle, con un gran pulmn natural al norte: el Waraira Repa-no. Adentro, varios parques menos de los que me gustara plenos de frondosos rboles ofrecen la posibilidad de disfrutar momentos de calidad a los visitantes.

    Los Caobos es conocido por ser uno de los ms antiguos de la capital. Dcadas atrs lo llamaban Parque Sucre.

    en un pequeo estacionamiento (para 40 carros aproximadamente) que se encuentra en la entrada de la avenida Bolvar.

    Al entrar se siente la calidez de las sombras de los enormes rboles que arropan casi todo el espacio. Es concurrido mayormen-te por los deportistas para caminar, trotar y hacer uso de las tres estaciones de ejerci-cios, con mquinas, barras paralelas y pe-sas. No tienes que ir a un gimnasio!

    No solo los atletas disfrutan de este agra-dable lugar. Las familias van a disfrutar los fines de semana o en poca de vacaciones. Aqu entre nosotros, sabe quin tambin va con sus hijos? Jorge Rodrguez, el alcalde Caracas.

    Juguetes, pelotas, frisbee, bates, comida, ca-rritos, todo lo que se pueda imaginar para pasar el da es lo que llevan las diversas fa-milias que concurren en el lugar. La seora Gabriela se sienta en uno de los bancos y le recuerda a sus hijos que tengan cuidado con las fuentes. Al preguntarle si va mucho al parque, responde: La verdad, no mu-cho, pero como son vacaciones traigo a los nios. Llegamos temprano, paseamos por los museos. Despus, llevamos a los cha-mos a jugar en el parque y, bueno, ya esta-mos a punto de irnos despus de recorrer las esculturas y fuentes. Sinceramente, este lugar me recuerda mucho mi infancia. Mi pap siempre me traa de nia.

    A m me encanta pasear por estos espacios. Llega a ser un lugar de paz y diversin. Ves desde un chamo hasta un abuelito leyen-do un libro o el peridico. El horario es de martes a domingo de 5 de la maana a 7 de la noche.

    MS QUE ESCULTUrASEran las 12 del medioda y encendieron la Fuente Venezuela. Para quienes no la conocen, es una enorme fuente que se encuentra en el medio del parque. Fue hecha inicialmente para adornar la redo-ma de Plaza Venezuela en 1952, a partir de un concurso que gan, entre los ms prestigiosos artistas del pas, el escultor Ernesto Maragall. Tiene forma radial y consta de cinco estatuas gigantes con sus

    Est ubicado en todo el centro geogrfico de la ciudad, entre Plaza Venezuela y el centro cultural formado por el Teatro Teresa Ca-rreo, la Unearte (antiguo Ateneo de Cara-cas) y los museos de Bellas Artes y Ciencias Naturales. Si va a pie, puede llegarle rpi-damente desde las estaciones del Metro de Bellas Artes y Colegio de Ingenieros o, ca-minando un poco ms, desde la estacin de Plaza Venezuela. Si posee vehculo, se pue-de estacionar en el Colegio de Ingenieros o

    La calidez del lugar invita a ejercitarse o simplemente dar un paseo

  • Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS

    07

    Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    Al fondo se encuentra la escultura caro de Felipe Herrera

    respectivos pedestales, que simbolizan re-giones geogrficas de Venezuela: El vila, Los Andes, Los Llanos, El Orinoco y El Ca-ribe. Hay tres anillos circulares formando un estanque de agua y una flor central. De-bido a una remodelacin vial de la zona, la fuente fue trasladada al parque Los Caobos el 12 de octubre de 1967, y desde entonces pertenece al lugar.

    Otras son las esculturas y estatuas que lo adornan: Teresa de la Parra, la famosa escri-tora venezolana; la copia del Efebo de Ma-

    ratn, La otra mejilla (Pensador), caro, En doble, Vuelo cruzado, Trompetilla para sor-dos, Encuentro apasionado y Pattico entre Teresa Carreo y Ludwing van Beethoven y como testigo El vila, o esculturas ms mo-dernas como la de Gaudi Est.

    La ltima en sumarse a la familia de obras del parque es el Elefante dorado, una impo-nente escultura de 3,40 metros de alto por 2,60 metros de ancho, que es una rplica de un elefante africano en tamao natural. Segn la placa descriptiva, es smbolo de

    perseverancia, de paz, longevidad, persis-tencia, fecundidad y prosperidad.

    SI No Lo CUIDAS T QUIN Lo HAr? Todo el parque est lleno de letreros que nos invitan a preservarlo. Aos atrs comenzaron a meterle mano, y es que anteriores gestiones lo tenan en el olvido. Que cada lunes lo some-tan a mantenimiento no significa que como visitante puedas deteriorarlo. Seamos cons-cientes, quien no cuida lo que tiene, a pedir se queda y el parque Los Caobos es de todos.

    Calistenia bajo la copa de los rboles

    Alternativas ldicas para los ms pequeos

  • 08

    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    MITOS

    HUMBOLdT se eNAMOrde VeNeZUeLA

    Vemos su nombre en universidades, calles, monumentos y ms, pero qu hizo Ale-jandro de Humboldt para merecer tantos honores en Venezuela?

    Ante todo es necesario saber que fue un explorador y botnico europeo que se en-carg de hacer un grupo de expediciones para determinar la fauna, flora, ros, suelos y fenmenos del que llamaban para ese en-tonces Nuevo Mundo.

    Pero, en principio, su viaje a tierras venezo-lanas no estaba planificado.

    Afirman que el 5 de junio de 1799 zarpa del puerto La Corua en la corbeta Pizarro rumbo a la isla de Cuba, donde hara su re-corrido e investigacin. Como consecuen-cia de una epidemia a bordo, que oblig al capitn de la nave a desembarcar los pasa-jeros en el puerto ms cercano, Humboldt toc tierra primero en Cuman, en la en-tonces Capitana General de Venezuela.

    Junto a su compaero Bonpland, fascina-dos por las bellezas naturales de las costas

    POR kAy yAM hungILUSTRACIN JESSICA MEnA

    venezolanas, deciden explorar Cuman y sus alrededores durante dos meses, para luego internarse tierra adentro hasta atra-vesar las faldas del Turimiquire y llegar al valle de Caripe. Fue tanta la diversidad que vio Humboldt que decidi quedarse ms tiempo y explorar gran parte del pas. Se enamor de estas tierras.

    No es un mito que Humboldt hizo impor-tantes descubrimientos y aportes al campo de las Ciencias Naturales desde Venezue-la. Uno de estos fue la exploracin de una cueva de 472 metros de profundidad (la famosa Cueva del Gucharo), accin que lo convirti en el precursor de la Espeleo-loga cientfica de Amrica Latina; adems de proporcionar una invalorable contribu-cin a la Ornitologa del continente ame-ricano al descubrir al Steatornis caripensis, gnero y especie nuevos del ave conocida como gucharo.

    Adems realiz experimentos sobre las descargas elctricas producidas por los pe-ces tembladores de los ros de Los Llanos venezolanos, que fueron de gran utilidad

    para el conocimiento de la electrofisiologa. Tambin registr en sus apuntes el asombro ante la presencia de toninas en un lugar tan lejano al mar.

    Humboldt fue el primero en trazar las l-neas isotermas, que actualmente se utili-zan en los mapas climticos que indican las temperaturas.

    Al no poseer una manera de fotografiar todo lo que vea y descubra, utilizaba una libreta y lpiz para dibujar detalladamente todo. Dicen que al caminar por el Camino de los Espaoles, sola sentarse en las ventas (posadas) y contemplar el mar y las grandes montaas mientras clasificaba y escriba sus hallazgos.

    Segn la historia, durante la dcada de 1820 sostuvo correspondencia con el Libertador Simn Bolvar, quien lo calific como Des-cubridor Cientfico del Nuevo Mundo.

    Dej claro en sus textos que Venezuela era y es un pas lleno de maravillas naturales, de punta a punta.

  • 09

    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCSCaracas, 14 de septiembre de 2014.

    cuando el sptimo arte consumi gasolina

    MIRADAS

    POR RODOLFO CASTILLO

  • 10

    Hacia la dcada de los 30 el cine consti-tua una pieza fundamental dentro del engranaje recreativo, tanto del caraqueo como de cualquier otro citadino. Ir al cine, en ocasiones, ms que un divertimento ocasional representaba todo un aconteci-miento social, solo comparable a las gran-des galas que hace algunos aos tean un concierto en el Teatro Teresa Carreo. Un dato que da fe de la magnifi cencia de ir al cine es el siguiente: existan tiendas donde vendan, de manera exclusiva, vestimenta de etiqueta para asistir al teatro, encon-trndose entre los de ms prestigio el Aya-cucho, de Padre Sierra a La Bolsa. Incluso en los aos 60, para entrar al teatro Metro-politano a ver un concierto era necesario estar trajeado, de lo contrario, el acceso era vedado. Para la recreacin de las mayoras quedaban los cines de barrio.

    COn MI CLASE nO TE METASEn los aos 40, con el postgomecismo en pleno, Caracas comenz a sufrir una se-vera transformacin de su hbitat urbano que se acentu dramticamente en la dca-da siguiente. Aquella ciudad de los techos rojos con su organizacin cuadricular dara paso, en una dolorosa intervencin quirrgica a pecho abierto y sin anestesia, a una Caracas ms moderna, ms urbana, en la que faranicas arterias viales, entre otras colosales construcciones, modela-ran el nuevo arquetipo de nuestra capital. Puesto que la existencia del ro Guaire li-mita el crecimiento en sentido norte-sur, la expansin de la ciudad tuvo lugar en direccin oeste-este, tal como lo evidencia el recorrido de la Autopista del Este Fran-cisco Fajardo. En este sentido se iran per-fi lando nuevas urbanizaciones que seran depositarias de una reciente clase nacida en el crisol del goteo de la borrachera pe-trolera, al tiempo que las oleadas que ve-nan del interior del pas (el llamado xodo campesino a la ciudad) iban alimentando los cordones de miseria. En este contexto, el automvil, tanto medio de locomocin domstica como smbolo de estatus, se en-tronizara en la vida capitalina. En 1949, ao en que hace su aparicin el primer au-

    un RASGO FunDA-MEnTAL DE LA EX-PAnSIn DE LA CIu-DAD DE CARACAS, PRODuCTO DE Su MODERnIZACIn, FuE LA COnSTRuC-CIn DE MEGAES-TRuCTuRAS EnTRE LAS quE SE DESTA-CAROn LAS GRAn-DES AvEnIDAS Y AuTOPISTAS. LA OMnIPRESEnCIA DEL AuTOMvIL En LA nuEvA uRbE DIO LuGAR AL COnCEP-TO DEL DRIvE-In Y, DEnTRO DE ESTE, A LOS AuTOCInES

    tocine, poseer un vehculo obedeca ms a pertenecer a cierta clase que a una necesi-dad de transporte.

    A IMAGEn Y SEMEJAnZAParece una perogrullada, pero nunca est de ms decir que el american way of life perme y model las usanzas de las so-ciedades que habitan las grandes ciudades del siglo XX y ms all. En este orden de ideas, y dentro de la dinmica propia del sistema de produccin capitalista que a todo le saca punta y le encuentra lucro, as no lo tenga, la metrpoli llev al pa-roxismo el fenmeno de una sociedad ren-dida a los pies del automvil: la creacin del concepto del drive-in. El llame yaaaaaa de nuestra era tuvo su antecedente prehis-trico en haga todo desde la comodidad de su automvil. En EEUU, pas donde se origin, comenzaron a pulular de manera vertiginosa este tipo de establecimientos. El modus operandi no tardara en exten-derse al sptimo arte: el primer autocine

    Los Chaguaramos: pionero y ltimo reducto

  • 11

    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCSCaracas, 14 de septiembre de 2014.

    Inmensos, y econmicos, espacios baldos fueron presa del autocine en un mecanismo de engorde de terreno

    Con tal y salir de la rutina se soportaba la psima calidad del sonido

  • 12

    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    (drive-in theater) vera la luz en 1933 en el pas del norte. La primera rplica de estos locales de entretenimiento en nuestras la-titudes como siempre, subordinado a los designios de la usanza gringa tuvo lugar en Los Chaguaramos en 1949, valga decir, hacia donde estaba expandindose la ciu-dad; Bello Monte, Colinas de Bello Monte y Las Acacias (consumidores cautivos del recin inaugurado lugar) estaban habita-dos por una clase media conformada por profesionales, intelectuales y militares de rango medio sobre cuatro ruedas, por supuesto. Un dato curioso que revela lo exclusivo de la propuesta: en un anuncio de prensa de enero de 1952, la cartelera cinematogrfi ca, para referirse a este cine, ostentaba la leyenda: Autocine, a secas, puesto que era el nico en su tipo. Las su-cesivas apariciones de otros con el mismo estilo exigi que se reconociera su apelli-do: Los Chaguaramos.

    PAS AuTOMOTRIZCierta leyenda urbana que escuch de un militar retirado en una conferencia en una universidad del interior del pas, mencio-naba que la razn de ms peso, y que dio origen a la salida de Marcos Prez Jimnez

    Si el filme era censura A la familia en pleno, sin limitaciones, poda asistir a la funcin

    En 1949 se inicia la proyeccin a cielo abierto en Venezuela

  • En 1949, AO En quE hACE Su APARICIn EL PRIMER AuTOCInE, POSEER un vEhCuLO ObEDECA MS A PERTEnECER A CIERTA CLASE quE A unA nECESIDAD DE TRAnSPORTE

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCSCaracas, 14 de septiembre de 2014.

    En la dcada de los 60, y hasta 1972, ocurri la dispora: se inauguraron 13 de los 14 au-tocines con los que contara la ciudad

    del poder, fue su empecinamiento en la construccin de una red ferroviaria na-cional. En Washington se prendieron las alarmas: un pas productor de petrleo, al tener un sistema alternativo de transporte, potencialmente iba a comprar menos ve-hculos de lo que previ, por ejemplo, la Ford. Ms all de lo fidedigno o no de este dato, llama la atencin que Venezuela sea el nico pas de Suramrica que no posea una vasta red ferroviaria y que, a su vez, disfrute del mejor sistema de carreteras. A esto vale la pena agregar que, entre 1959 (diez aos despus de abrirse el primer au-tocine) y 1972, se inauguran en Caracas 13 de los 14 cinemviles con los que contara la ciudad para la dcada de los 70. Por su-puesto, a todo esto es menester agregar el desmadre que signific, en esa dcada, la Venezuela saudita en todo este contexto de la carrodependencia, o sea, cuando ra-mos felices y no lo sabamos.

    EChnDOSE AIRE EnUbiqumonos en aquella Caracas bucli-ca, lejos del maremgnum citadino que es hoy da. Aos 50: poco ms de un milln de habitantes y con una reciente expansin que extendi los lmites del aejo casco central. Ahora la ciudad, en un proceso de incontrolable fagocitosis, se ha anexa-do Chacao, Petare, Antmano, Baruta y La Trinidad, entre otros otrora suburbios. Aos 60: pocos se aventuraban a comprar terrenos en los linderos de la creciente ciu-dad, la inversin era poco atractiva. Una

    valla publicitaria de aquel entonces, en la que se ofertaban viviendas en La Trinidad, rezaba: Trabaje en la ciudad y viva en el campo. Sonaba como si se trabajara en el Foro Libertador y tu residencia quedara en Clarines: esa vaina es muy lejos! Peeee-ro para quienes tenan realitos y con los mismos queran atraer centavos sin, diga-mos y permtanme la coloquial licen-cia, joderse mucho, compraron todo el terreno que pudieron a precios de gallina flaca. Para algunos, en el clsico mecanis-mo de engorde y justificando la tenencia con cualquier uso, el negocio del autocine sirvi como la mampara perfecta para re-valorizar el terreno: mientras lo engorda-ban, se metan unos cobres exhibiendo pelculas a cielo abierto.

    MATADERO ECOnMICOCon los protocolos de antao superados (vestimenta adecuada, dejar a los nios en casa al cuidado de terceros, pberes en fun-cin de matin y adultos en horario noctur-no), el caraqueo acuda a estos palacios con bases de barro para hacer cualquier cosa ex-cepto ver la pelcula (cosa apenas compren-sible, dada la psima calidad tanto de la ima-gen como del sonido). Era la oportunidad para que la familia en pleno incluyendo la mascota asistiera a un divertimento en ho-ras nocturnas y as escapar, aunque sea por espacio de unas pocas horas, de la acechante cotidianidad. Mientras duraba la funcin se poda comer dentro del carro, al tiempo que los nios corran a sus anchas por el estacio-

  • ACTuALMEnTE, LA nICA OPORTunIDAD DE DISFRuTAR un CInE A CIELO AbIERTO LA PROPORCIOnAR EL FESTIvAL InTERnACIOnAL DE CInE DE CARACAS... En CMODAS SILLAS

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    namiento. Aquellos que tenan vehculo y es-taban en la plenitud de sus apetitos sexuales, encontraban en los autocines desahogos a su fuero interno por el mdico precio de tan solo diez bolvares! Mi amor, al estilo americano?, fifty-fifty?, Coo, chico, t s que eres agallo! Pero bueno (con mi-rada y sonrisa picarona), dale pues!. Estos ltimos, por supuesto, eran quienes menos vean la pelcula. Y si, por casualidad, el ve-hculo en cuestin era un volkswagen esca-rabajo y la pelcula proyectada era Cupido motorizado, los tortolitos accedan gratis a la

    pista. El dueo del autocine Los Cortijos no anduvo con miramientos ni prejuicios

    de orden moral: el 1 de julio de 1975, en funciones de 6:45, 8:45 y 10:45

    exhibe El hospital del amor, censura D (mayores de 21 aos), en lo que

    sera un audaz antecesor de los canales porno de la televisin por cable en los hoteles actua-les. En este caso, aunque sea a ratos, s se dedicaban a ver la pelcula.

    SnIF, SnIFTeniendo como fondo

    musical la hermosa banda sonora com-

    puesta por Ennio Morricone para el

    clsico filme Ci-nema Paradiso,

    asumimos que la memoria del corazn eli-mina los malos recuerdos y magnifica los buenos y por esa misma memoria, a travs de sus hendijas, se dejan colar las nostalgias en cuyas trampas solemos caer con pavo-rosa facilidad. As, nos deslizamos por el ahto lugar comn: Todo tiempo pasado fue mejor. Y es que los autocines solo sern un lejano recuerdo de una Caracas que cre-ci en tiempo gerundio: ciudando. Puesto que el sistema de produccin capitalista es como Saturno, que se come a sus hijos, la voracidad comercial por los terrenos dej tambin para las nostalgias estas, ms ra-cionales que las primeras los espacios de

    La marabunta de concreto devorando los espacios dejados por los autocines

    los suburbios a locha el metro. En una ciu-dad donde cada milmetro cuenta, no para su aprovechamiento como espacio pblico sino para la inefable proliferacin de los malls, era difcil no sucumbir al tamao de la oferta por los terrenos que ocupaban los autocines, como si se tratase de Vito Cor-leone dicindole al tentativo vendedor, en el mtico filme El padrino de Francis Ford Coppola: Le har una propuesta que no podr rechazar, solo que esta ocasin, en lugar de pistola en mano, era chequera en mano (si usted, amable lector, consigue la diferencia, hgamela saber!). Nunca se sabe hasta dnde pueden llegar los avances tecnolgicos y de qu forma estos pueden ser aplicados al cine, pero haciendo un an-lisis bastante bsico, es poco probable que disfrutar de una pelcula a cielo abierto, desde la comodidad de su vehculo y en una ciudad como Caracas, pueda arribar a buen puerto. Ms all de la limitante espa-cial obvia, las alternativas de confort, tanto de imagen como de sonido, suministradas por las actuales salas hacen poco menos que imposible el retorno de la exhibicin bajo la noche capitalina. El cine a cielo abierto al que podemos aspirar, como mximo, ser como el que ofrecer el Festival Internacio-nal de Cine de Caracas: desde la comodidad de su silla, en un espacio recuperado y con una estacin del Metro lo ms cercana posible. El otro, el autocine, es econmica-mente inviable.

  • A

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCSCaracas, 14 de septiembre de 2014.

    SERIE MAPAS DE CARACAS

    CARTA DEL DISTRITO FEDERAL

    INTERPRETACIN DE LA CARTALa Carta Topogr ca del Distrito Federal, de escala 1:100.000, fue ela-borada en el ao 1947 por el personal profesional y tcnico del Depar-tamento de Cartografa Nacional.

    En ella se pueden apreciar las siguientes parroquias en el Departa-mento Libertador: La Pastora, Altagracia, San Jos, Catedral, San Juan, Santa Teresa, Santa Rosala, San Agustn, Candelaria, El Re-creo, El Valle, Sucre, Antmano, La Vega; y en el Departamento Vargas se aprecian las siguientes: Maiqueta, Macuto, Caraballeda, Naiguat y Caruao.

    En la esquina inferior derecha del mapa se observa un recuadro de la ciudad de Caracas, escala 1:25.000, que solo muestra las parroquias del Departamento Libertador.

    ASPECTOS GEOGRFICOS E HISTRICOSEl Distrito Federal se encuentra atravesado por el tramo central de la Cordillera de la Costa, lo que in uye notablemente en la con- guracin de una topografa accidentada con altas pendientes y valles intramontanos, como el valle de Caracas.

    Fue creado bajo la Constitucin de 1881, durante el gobierno del general Antonio Guzmn Blanco, y estuvo vigente hasta 1999.

    En la Constitucin de 1901 se estableci que los estados deban ceder al Distrito Federal la ciudad de Caracas y las parroquias forneas de El Valle, El Recreo, Antmano, Macarao, La Guaira, Maiqueta y Macuto.

    En 1909 se dispuso que el Distrito Federal estuviera conformado por el Departamento Libertador y el Departamento Vargas.

    En 1986 se promulga la Ley Orgnica del Distrito Capital, en la que se dispone que el Distrito Federal comprende dos municipios: Libertador y Vargas.

    En 1998 se crea el Estado Vargas con el territorio que le correspon-da al municipio Vargas, quedando el territorio del Distrito Federal reducido al municipio Libertador.

    En la Reforma Constitucional propuesta por el presidente Hugo Chvez en 2007 y modi cada por la Asamblea Nacional, se con-templaba la reaparicin del Distrito Federal en sustitucin del Dis-trito Capital.

    MAPA N 7

    CCS 1947

    POR HCTOR GUEVARA

  • FUENTE: INSTITUTO GEOGRFICO DE VENEZUELA SIMN BOLVAR

    CARTA TOPOGRFICA DEL DISTRITO FEDERAL (1947)

  • CARTA TOPOGRFICA DEL DISTRITO FEDERAL (1947)

  • MSICA

    TRINO MORA SIGUE SIENDO L MISMOAlgo AquejAdo de sAlud, se mAntiene vigente trAs 50 Aos de cArrerA ArtsticA, componiendo y presentn-dose en shows en vivo. est terminAndo unA produc-cin discogrficA que denomin plenilunio

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    POR ngEL MndEzFOTOGRAFAS AMbroSIo PLAzA

    Cuando se aproximaba la hora de salida, yo me sentaba en el quicio de la reja que impeda la entrada de curiosos al liceo La Repblica, en El Paraso (ahora Unidad Educacional Pa-raso). Ella se llamaba Marianela Contreras, demasiado hermosa, demasiado amor impo-sible para m, sala de clases primero que todos nosotros. Ella saba que afuera la esperaba el tipo ese, uno que a cuenta de cantante tena embrujadas a todas las nias de la institucin. Ella saba que yo la vea, pero nunca, nunca se fij en m, y si lo hizo yo no lo supe. Ella solo tena ojos para el tal Trino, que se pre-sentaba como fulgurante estrella en el Club del Clan de los hermanos Herd (apcope sobrado

    y psicodlico de Hernndez). l, muy galante y meloso, la asa por el brazo femenino cu-bierto de un suter verde, entremezclndolo con su brazo marrn de un pulver tejido a lo Csar Costa. Era la moda de esa poca, im-puesta por quienes seguan la msica del Rey Elvis Presley. Aqu, los que mandaban eran Los Tres Tristes Tigres, Ivo, Los Dart, La Pavi (qu se hara?), Los 007, Los Dionis, Los Im-pala y Trino Mora Ese era el tipo!

    De ms est decir que intent emular a Tri-no, pero no pas la audicin para cantar en el Trampoln a la fama del Club del Clan, por-que el futuro Popy, Diony Lpez, acab con

    mis aspiraciones al escucharme horrorizado en mi audicin. Me dio una palmadita en el hombro y prometi llamarme. Popy nunca me llam y por eso acun una larga arrechera.

    Con Trino la cosa fue distinta, porque l ha sido siempre un buen tipo. De eso me percat en los pasillos de Venezolana de Televisin al salir de la audicin. l estaba all cuando yo cant aquella cancin de Palito Ortega

    Qu nos sucede vida que, ltimamente, ya nos miramos, indiferentes. Y todo aquello que hasta ayer nos quemaba, hoy el hasto ya le dio sabor a naaada, vidaaaa

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCSCaracas, 14 de septiembre de 2014.

    en todos estos shows en vivo; lo que pasa es que aqu hay una mafia disquera que ha tra-tado de impedir el avance de muchos de no-sotros, aparte de que no hay un programa de televisin que d a conocer los nuevos talen-tos. Mira, en mis inicios, muchos cantantes de cartn eran promocionados hasta el can-sancio, porque los dueos de esas compa-as tenan televisoras, peridicos y cadenas de radio. Los artistas que hacan lo que ellos queran eran promocionados y otros, entre los que yo me cuento, ramos marginados. Nos impusimos a fuerza de calidad, porque a la gente le gustaba lo que hacamos. Dn-de estn esos cantantes prefabricados? Algu-nos andan de psiclogos. Esa es la realidad. Yo soy un sobreviviente.

    no SE ConoCEn tuS nuEvAS ProduCCIonESPorque no hay la difusin. Si investigas, si te vas a mi blog, vers que en 1990 hicimos un trabajo llamado Volvamos a empezar, luego una produccin navidea; otro llamado Ope-ning y uno que titul LSD. Actualmente estoy trabajando en un disco llamado Plenilunio, una produccin grabada en espaol e ingls.

    tE MoLEStA quE tE LLAMEn PAvoSArIo o IvotrIno?A m me da igual. Yo compuse y grab una cancin llamada S t mismo y soy el mismo!

    Las pavas de ms de 50 aos comenzaban a exaltarse en La Estancia, donde dialogamos con Trino. El hombre escucha los acordes de su agrupacin y no se hace esperar. Se aparta con los dedos la incipiente cabelle-ra pintada de negro y avanza firme hacia la tarima. Va forrado de negro, exhibiendo la chaqueta de motociclista que casi de inme-diato se quitar, porque hace mucho ca-lor en esta vaina y ya ustedes saben que no estoy bien de salud. Los aplausos no son mezquinos y la mirada del dolo se pierde entre las chicas de ahora, las carajitas de entonces, que junto con l entonan el him-no de Trino Mora.

    Hay personas que creen que estn en algo y no estn en nada.

    Y si ests en algo, recuerda que la revolucin empieza de adentro S t mismo.

    y cuando nos cruzamos en el pasillo me dijo: Oye, lo hiciste bien. Tienes que estudiar un poco, pero sigue por ese camino. Por eso, a 50 aos de haber escuchado esa men-tira piadosa, es satisfactorio encontrrmelo de nuevo, con sus canciones de entonces y hasta con la misma pinta de aquellos tiempos. So-mos duros, Trino somos duros!

    unA trAYECtorIA dE oroNo podra ser esta una buena crnica si no in-currimos en la perogrullada de decir que Tri-no Jos Mora Garca naci en Caracas el 27 de abril de 1946 y que est a tirito de cumplir 50 aos como cantante. Adorador a pies juntillas de Elvis Presley y uno de los principales difu-sores de esa msica que se gest entre galpo-nes y establos de los Estados Unidos.

    En su blog trinomoraoficial.blogspot.com, Trino confiesa que en la dcada de los 60 lo enviaron a estudiar a los Estados Unidos, donde entr en contacto con la msica de El-vis Presley, Little Richard y otros pioneros del rock como movimiento musical.

    Al regresar al pas comenc a desarrollar ese estilo musical y mi dominio del ingls me per-miti incursionar con xito como intrprete en Los Duendes. Eso fue en 1965, porque ya en el 67, en medio de aquel terremoto telrico y musical, inici mi carrera como solista con el lbum El sol no brillar nunca jams. Le siguen a este otras producciones como Trino Mora, La voz juvenil de Venezuela, Trino Mora a color, El tremendo romntico y Hombre for-mal (donde se incluyen las canciones S t mismo y Libera tu mente) en el 70. En 1973 grab Mi continuacin.

    CuL hA SIdo tu MAYor xIto MuSICAL A Lo LArgo dE EStoS 50 AoS?Ms que musical, mi mayor satisfaccin como ser humano es haber trascendido en este pas y haber visto que el rbol que sembr ha dado buenos frutos.

    A juzgAr Por EL PbLICo quE tE SIguE En LoS ESPECtCuLoS, SE notA quE SIguES vIgEntE, quE LA gEntE tE quIErE.Y yo los quiero igual. Sigo vigente porque no he parado de trabajar. Porque no consu-mo drogas y me mantengo haciendo pro-ducciones, componiendo, presentndome

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    SOBERANAS SEXUALES

    Con la misma distrada exaltacin con la que espera los ases para armar las escaleras de naipes, desabrocha los botones de la camisa. De la ducha se escapa el vapor que anuncia la proximidad del bao tibio, y la cama est tendida con sbanas limpias, particularmente suaves para esa noche.

    Sentido ascendente o descendente, como en el juego de cartas, en este otro divertimento en solitario, da igual. Con las yemas de los dedos aca-ricia los labios lubricados medio por el agua, medio por el placer, y el ritmo va in crescendo acompasado con el movimiento de las caderas, hasta que el hambre clama adentro y el dedo ndice junto al medio hur-gan hasta encontrar la membrana que desata el orgasmo dilatado a gusto y eleccin del propio cuerpo.

    Se cruza un umbral cuando se descubre el placer unipersonal. Sin impor-tar la existencia o ausencia de amantes, la masturbacin es ese sempiterno reducto donde no hace falta pose de seduccin del otro, no sobran o es-casean los gemidos que van marcando el camino indicado y la depilacin entera o a la mitad se vuelve absolutamente prescindible. Ejercicio pleno y soberano que algunos an reservan solo para pocas de soledad carnal.

    La autoestimulacin como paliativo de la carencia sustrae el potencial ritual y liberador de recorrerse de acuerdo a la cartografa del deseo en su faceta ms egosta, descarnada, visceral, inoportuna, normativa o no; desear cmo, cundo y dnde d la gana. Especialmente a las mujeres, construidas como sujetas de gnero para minimizar las posi-bilidades de soledad real ser siempre para y con otros, nos cuesta asumir ese resquicio de entera individualidad como va para darnos goce a nosotras mismas.

    Nos han enseado (a las mujeres) a tener miedo a la soledad, y a todo lo que puede hacerse en ese tiempo () Cuando comprendamos la sole-dad como un tiempo de necesario crecimiento, expansin y de proveerse cosas a una misma, seremos mucho ms libres, escribi esa decimon-nica maestra feminista Marcela Lagarde.

    Como quien se inicia con algn instrumento, conoc las teclas que con-ducan al clmax seguro cuando empec a cerrar el pestillo de mi puerta y a juguetear entre las sbanas, no solo con el sur de mi cuerpo sino tambin con mis pechos. Pude entonces pedir, solicitar, orientar a las manos ajenas para crear msica, pero celebr tambin la generosidad de la naturaleza que nos dot de la capacidad de estallar en cuantos orgas-mos queramos gracias a nuestras propias manos.

    Su cruza un umbral. Descubr entonces que mi placer no estar nunca emplazado en la necesidad de otro y tambin fui generosa al proveer a los ojos de esos otros la imagen de mi cltoris floreciendo, henchido, latente, luego de ser tocado con la justa presin circular que me gusta. Cuando esos otros tambin me mostraron sus rituales unipersonales, juntos tambin cruzamos un umbral.

    POR MARiANNy SNChEzILUSTRACIN JESSiCA MENA

    Unipersonal

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCSCaracas, 14 de septiembre de 2014.

    ENTREVISTA

    Es ms sabroso pintar con los dEdosViVe en la casa de su mecenas. con colores en la risa, tener una conVersacin con el pintor es pasar un rato extraordinario. es un tipo buena gente comoPOR guSTAVo mRIdAFOtOgRaFas CAmILLE bRICEo

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    mIguEL gAbRIEL, CuNTo CuESTA uN CuAdRo? QuIN LE PoNE PRECIo?El precio se lo ponen los crticos. Por lo menos Pern Erminy habla de m.

    QuIN?Pern Erminy.

    Miguel Gabriel, entre un mecenas y un crtico de arte, ha logrado vivir de sus pinturas

    ES uN CRTICo?Un crtico de arte. l me tabula los cua-dros y los precios oscilan entre diez y quin-ce mil bolvares.

    Y CAdA CuNTo VENdES uN CuAdRo? SI VENdES uN CuAdRo dIARIo, Coo!

    Quedamos, la fotgrafa y yo, en encontrar-nos en la estacin del Metro Prez Bonalde, al medioda de un martes 13. Nos dimos cuenta de que la preposicin en, cuan-do se trata de lugares, puede ser ambigua. Luego del tardo encuentro y de un par de perros (imposible entrevistar con hambre), subimos al apartamento donde vive Miguel Gabriel, el pintor. Al verlo, record a Pan-cho Massiani. Sus frentes se parecen. El ac-cidente de Massiani fue en La Florida y l no iba manejando; el de Miguel Gabriel en Los Teques, porque manejaba sin cinturn de seguridad. Hablamos con una suave m-sica de fondo. Nac en el 57, en Caracas.

    dESdE CuNdo ERES PINToR?Toda mi vida. Mi padre era orfebre, era dibujante y l me ense.

    Su pap, caraqueo; y su mam, de San Cristbal.

    CuNTAmE dE TIBueno, yo estuve en Europa en el ao 81. Francia, Londres y Espaa.

    HACIENdo Qu?Pintando! Es parte de mi currculo. He expuesto unas 50 veces ya.

    VIVES dE LA PINTuRA?Vivo de la pintura, s. El doctor Brito es mi mecenas. Me patrocina.

    Brito entra en accin.

    Cmo Lo PATRoCINAS?Un patrocinante ayuda al pintor, cubre sus necesidades bsicas: comida, ropa, hos-pedaje. l vive aqu.

    A CAmbIo dE Qu?Bueno, prcticamente yo lo hago por me-cenas. Los cuadros estn aqu y, si se ven-den, casi todo es de l. Yo agarro una pe-quea comisin.

    Miguel Gabriel escucha atento. Veo sus pin-turas recostadas en todas las paredes del apartamento.

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCSCaracas, 14 de septiembre de 2014.

    (Risas) No, se venden en exposiciones. Yo ms que todo expongo.

    Miguel Gabriel me ensea un cuadro de Marilyn Monroe. Le pregunto el precio y me dice 10.000. Me lamento: Coo!, no tengo. Y Miguel Gabriel se caga de la risa. El arte no tiene precio, es circunstancial.

    Cmo VES A LA REVoLuCIN?Es un cambio. Estamos a la expectativa.

    Miguel Gabriel no es famoso, pero le gus-tara. Cunto te tardas en hacer un cua-dro? Depende. De repente hago un cua-dro en un par de das o me tardo un mes. Voy, me tomo unos traguitos, y vuelvo.

    Qu TomAS?Swing.

    La risa de Miguel Gabriel es contagiosa y fcil. Me dice que en las entrevistas siem-pre sacan su misma fotografa. Vuelve a rer. Brito interviene, ante mi insistencia: Bue-no, un mecenas es una persona filantrpica que ayuda a los artistas. Hay un gran acua-rio en construccin y muchas cornetas en el apartamento. Sucede que Brito tambin patrocina a unos jvenes que hacen regue-tn. Sbito, Miguel Gabriel empieza a asu-mir el rol de entrevistador. De qu parte eres? De aqu de Caracas le respondo. Pareces andino. Eres amigo de Reinaldo?

    Se refiere a Reinaldo Gonzlez, el asesor editorial de la revista. Me pongo las pilas y sigo trabajando.

    Cmo CoNoCISTE A REINALdo?Bueno, yo lo conoc en la Plaza Bolvar, sentado en una mata ah.

    QuIN ESTAbA SENTAdo?, T o L?l estaba sentado en una mata. Entonces pas Luis Daniel, que es pintor, y me dijo: l es el coordinador de cultura y Reinaldo me dijo que le gustara entrevistarme. l es muy amigo mo y buena persona.

    S, ES buENA gENTE. No SE mETE CoN NAdIES, s, s, muy buena gente. Yo siempre lo encuentro en los mtines que hacen.

    Miguel y Gabriel son los nombres de dos arcngeles. El pintor estudi Filosofa y Le-tras, pero no se gradu por el viaje a Euro-pa. Habla un poco de francs, ingls y latn. Otra vez, sbito, dijo una oracin larga en latn y otra vez sonri. Luego la tradujo. Despus, hablamos de pintar con los dedos. Sientes la tela, el color

    ALgo mS QuE QuIERAS dECIRBueno, que quiero mucho a Venezuela y deseo lo mejor del mundo para nuestro pueblo.

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    GASTRONOMA

    mezzogiorno peruanoPOR REiNALdO GONzLEz d.FOTOGRAFAs jONAThAN MENdOzA

    PICHONES DE SIBARITA

    En eso de conseguir lugares donde sirvan mucha comida por poco dinero, nuestro compaero de seccin y corrector, Rodolfo Castillo, no tiene padrote. Su capacidad para hurgar en los tugurios de la ciudad es insu-perable. Sobrehumana. Si usted consiguiera uno de 100, Rodolfo lo humillara con uno de 80 o menos. Demasiada gente se ha que-dado en el intento, triste y vaca. Es como pretender superar a Muhammad Al, a pro-psito de la victoria que seguramente obtuvo anoche Floyd Mayweather Jr. ante Marcos Maidana, el argentino. Invicto no mata clase.

    Para evitar frustraciones innecesarias, acepto la realidad: soy inferior. Lo asumo. Fjense: por la avenida Casanova, entre las calles San Antonio y El Colegio, hay un restaurante don-de se puede comer burreao, como dira un guaro, pero el men ejecutivo cuesta 200 bolvares. Fuera del men, los precios aumen-tan. En esta seccin hay de todo y para todos.

    Se llama Mezzogiorno, medioda en italia-no, nombre que le pusieron sus creadores, pero es ms conocido como los peruanos, por el origen del chef y de su actual duea, Gladys Poema. Ac tenemos platos peruanos

    e italianos. A veces ofrecemos mexicanos y, por supuesto, comida venezolana. Es co-cina internacional, gourmet.

    Me decid por unos vermicelli peruanos, que sirven con trozos de carne y vegeta-les salteados en salsa de soya. La racin result tan grande que la compart con Jo-nathan, el fotgrafo, quien ya haba pedido pollo en salsa verde, elaborada a base de albahaca, con vegetales al vapor y tajadas de contornos. Terminamos compartiendo ambas rdenes. Muy rico todo. Lo que se dice de la sazn peruana, ac se cumple.

    Hay otras opciones de seco para el men ejecutivo, como plumitas cuatro quesos con pollo, pabelln criollo, ensalada mixta con pollo, salteado de pollo thai, bistec en-cebollado, chuletas ahumadas con pias y risotto de championes.

    En el lado oscuro de la carta hallar plu-mitas con camarones y vieiras, risotto de hongos y queso tentacin, cebiche de salmn ahumado, escalope de lomito ca-zadora, medallones de lomito a la mos-taza, pechuga de pollo con championes,

    Ambiente

    Precio

    Calidad

    Atencin

    A su r

    iesgo

    Se pu

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    Impe

    lable

    RestauranteMezzogiorno

    Calle San Antonio

    Av. Casanova

    Calle

    El C

    oleg

    io

    Bulevar de Sabana Grande

    petti de pollo a la siciliana, filet de curvina al champn y lomo de salmn oriental. Es-tos platos van de 290 a 350 bolvares.

    La seora Gladys cuenta que el espacio tie-ne alrededor de 18 aos funcionando, pero apenas seis abierto al pblico. Anteriormen-te solo hacan comida por encargo. Abren de lunes a sbado, de 11 am a 3 pm, pero pron-to ampliarn el horario y el local para servir desayunos y atender a la creciente clientela.

    Si se acaban los jugos naturales que incluye el men, no le quedar otra opcin que tomar refresco. La entrada, por tratarse de sendas ensaladas de frutas, la dejamos de salida.

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCSCaracas, 14 de septiembre de 2014.

  • CRTICA Y MEDIA26

    Caracas, 14 de septiembre de 2014. Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS

    Cinenrollos

    LOS INVISIBLES. "Hay dos maneras de pro-ducir invisibilidad en los pobres:1. considerndolos brutos, animales, o sea, seres inferiores, sin importancia;2. considerando peligrosos a los pobres (cri-minalizacin de la pobreza)".Hace pocos das un compadre public un post en un grupo de Facebook dedicado al cine sobre un documental brasilero, Bus174 (nibus 174, de Jos Padilha), de donde se desprende la cita mencionada. La pelcula trata sobre la toma de rehenes en un bus, en Ro de Janeiro, hecho protagonizado en el ao 2000 por un joven marginal, pobre, de nombre Sergio, quien haba sido vctima, previamente, de la Masacre de La Candela-ria, en la que seis nios perdieron la vida a manos de los cuerpos de seguridad de Brasil. El secuestro del autobs desnud uno de los grandes problemas de criminalidad en ese pas y, a su vez, una de las mayores causas de este fenmeno: la invisibilizacin.Mientras vea horrorizado este documental, adems del terror que deben haber vivido quienes estuvieron secuestrados, pensaba en la pobreza, los excluidos, los rebotados, los invisibles: era ver a Venezuela, a la Venezue-la "bonita" de los aos 70, 80 y 90; era una fotografa de la Cuarta, en la que los pobres y humildes no tenan voz, voto ni derecho alguno. Si bien falta demasiado camino por andar, voltear pa'trs es siempre un referente fresco del porqu este proceso no lo podemos perder. A muchos de los y las camaradas les digo esto, muy responsablemente: djense de gevonadas de que no hay harina ni aceite; en este pas los pobres y el pueblo en general comen y viven como nunca antes lo hicieron en la historia, y si quieren paz social, igualdad social, de derechos, de deberes, esto que llamamos socialismo es la nica va para conseguirlo. La invisibilizacin debe ser un recuerdo de esa historia que jams debemos olvidar y que debemos tener siempre presen-te para nunca ms volver atrs.

    Mauricio Snchez [email protected]

    Hoy en da, si algo aoran las audiencias de seal abierta nacional son las llamadas series de televisin, gnero que contribuy a dar al medio la profundidad intelectual y creativa que le hurtaban el resto de los for-matos televisivos. En el tiempo, esta necesi-dad insatisfecha no ha afectado solo a quie-nes consumimos el producto del lado ac de la pantalla, sino tambin a los concesio-narios y programadores no norteamerica-nos quienes, movidos por un crematstico afn de independencia, llevan aos tratan-do de emular esa frmula audiovisual.

    En este 2014, en la pennsula Ibrica o mejor sera decir, en uno de sus antiguos dominios de ultramar ha tenido lugar un logro importante con la serie El prn-cipe, transmitida all por Telecinco y, ac, por el canal OnDirectv. Se trata de un po-licial de altsima factura, ambientado en el barrio Prncipe Alfonso, en la ciudad de Ceuta, adonde el agente de inteligencia Javier Morey ha llegado para desmontar una clula de extremistas musulmanes. La primera temporada de 13 captulos per-

    miti adentrarnos en una historia cons-truida sobre basas de enorme atractivo dramtico que, partiendo del vertebral meollo amoroso, conectan con aspectos culturales, polticos y religiosos de este extico confn africano donde la morali-dad alcanza variedad de matices. Y para no decir como la vida misma, lo diremos como uno de sus personajes: En un ba-rrio donde todo acaba en agua salada: en el mar o en las lgrimas.

    Ms all del xito que la serie ha alcanzado, vale destacar el hecho de que los espaoles han nalmente echado el lazo al formato serial de TV. Al evaluar hitos como Aqu no hay quien viva y Los hombres de Paco, lo que con gura un hecho indito si bien hay arte y genialidad en sus guiones es el nivel de produccin que ostenta la serie de principio a n. Mediaset, la producto-ra, ha recreado una seccin importante del barrio en Madrid, a ms de 500 kilmetros de distancia y en otro continente.

    Por Carlos Cova

    A GOLPE DE CONTROL

    CON TODAS LAS DE LA LEY

    Caracas, 14 de septiembre de 2014. Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS

  • minicrnicas

    Era la cancin que estaba en la voz de todas las nias del pas por aquellos aos 80. Furor general. Escenas surrealistas a las puertas de la extinta RCTV. A mi cargo procurar que los cuatro carajitos pudieran articular algo ms que open la gindou pa que la mosca flai(tal cual) valindome del apuntador electrnico y, adems, compartiendo escena con ellos. Reinaldo Lancaster diriga, a su pesar, y cada arrechera que coga!

    Lo que quiero es horadar la memoria de las hoy cuarentonas que pudieran leer esto y rernos juntos.

    Es por amor fue una segunda parte graba-da ntegramente en Curazao. Pall iban a

    Sbete a mi moto ENVE SU MINICRNICA [email protected]

    parar familias enteras, en viaje exclusivo, para perseguir a los dolos del momento. Las puertas del hotel invadidas de adoles-centes que llegaban al desmayo ante la sola posibilidad de verlos. Este grupo Menudo marc los aos mozos de gran cantidad de las hoy abuelas, quienes corran tras ellos en un pas que desde siempre ha sido farama-llero y que no pierde ocasin de empatarse en una moda con la condicin de exaltar la vanidad. La situacin econmica favorable tal vez contribua a eso.

    Una seora muy encopetada lleg a ofrecer-me dos mil bolvares y me los gan por sacarle fotos a los chicos en el estudio de grabacin y el correspondiente autgrafo.

    Tronco e negocio, llave!

    Lstima que no se repiti. O tal vez no tuve otra opcin, ante las rogativas de llanto de aquella mujer y su niita, por lo que no frag ningn negocio.

    No eran los tiempos de la conspiracin lo que animaba a los directivos del canal. Se hacan cosas. Se trabajaba como desespera-dos contra el tiempo en loca carrera por el aprender haciendo.

    Muchos recordarn lo hecho y muchos es-tamos a la espera de lo por hacer.

    POR DOMINGO MORENO

    27

    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PaLE ccsCaracas, 14 de septiembre de 2014.

  • NOVELA28

    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    Piedra de mar (XXi)POR FRANCISCO MASSIANIIlustRacIOnes OSCAR HERNNDEZ

  • 29

    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCSCaracas, 14 de septiembre de 2014.

    Ya saben que no puedo hablar cuando me siento muy mal. Me levant y me fui hasta el cuarto del pap de Jos. Ah dej Jos la pistola. La saqu de la gaveta de noche y me la puse en el pecho y me dije:

    Bueno. Por qu no te matas de una vez?

    Claro. Ya s. Ustedes van a pensar que es puro cuento. Pero palabra que quera ma-tarme. Cmo les explico? Me senta tan mal que me dio fl ojera apretar el revlver.

    Recuerdo que apagu la luz y me sent. Quera saber qu diablos me ocurra. De pronto alegre. De pronto mal. Qu me sucede? Por qu tantas cosas al mismo tiempo? Cog el revlver nuevamente y me lo coloqu en el pecho. Estaba temblando. Recuerdo que me dije:

    Por qu no quieres vivir?

    Y no supe cmo responderme.

    De pronto sent ruidos y una sombra de mujer: Kika. Kika espindome. Me dijo. Me habl muy suavemente:

    Corcho...

    Me asust.

    Corcho deca. Qu te pasa, vale? Por qu haces eso?

    Tampoco le respond. Kika se sent junto a m.

    Dame el revlver.

    Para qu?

    Dmelo. Dame esa pistola.

    Se la di. Kika la guard en la gaveta de la mesa de noche. Despus volvi a sentarse a mi lado, y me dijo:

    Por qu haces eso?

    Yo no poda responderte Kika. No poda hablar. Quera morir. Quiz te parezca es-tpido, pero es verdad. Tampoco es verdad. O sea que no s. Yo me deca:

    Quieres vivir?

    Y me responda:

    No.

    Y despus:

    Quieres matarte?

    No. Tampoco.

    Comprendes? Ni siquiera saba si quera vivir o no. Estaba peor que nunca y volv a llorar. Kika se levant de la cama y prendi la luz. Vi que tambin lloraba y le pregunt:

    Oye. Kika... por qu lloras?

    Y me dijo, as mismo:

    Qu s yo!

    Eso fue todo. Despus se fue del cuarto, y me qued solo. En mi vida creo que yo me he sen-tido peor. No tena fuerzas para nada. Estaba como desinfl ado. Sin msculos. Sin nada. Me fui al cuarto de Jos, y despus de tres horas, cuando se fueron todos, me ech en la cama y ah, en la oscuridad, me mordi el diablo.

    Hoy al levantarme me detestaba. No quera moverme. No poda mover la pierna. Estaba

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    muerto. En serio. Cuando vi que Jos dorma volv a cerrar los ojos pero no pude dormir. Le tengo miedo al sueo: a veces sueo con mujeres tan bellas, tan buenas conmigo, que cuando abro los ojos todo apesta. Tambin re-cord lo de la fi esta, y fue peor: algo as como vergenza cida se me junt en la lengua. Era horrible. Por fi n, me fui al bao, y busqu la pasta de dientes, pero no la hall. Olvid por completo lo del disfraz de indio. As que ven-go y despierto a Jos. Nada. No quera levan-tarse. Estuve como media hora que si:

    Jos. Jos... Levntate, vale!

    Y nada. Bueno. Aja. Entonces se me ocurri ponerle un vaso de agua bajo la cama y le met su mano adentro. Me han dicho que la gente se orina, pero no es cierto. Jos se-gua roncando. Entonces cog y le met un cigarro entre los labios. Despus me fui a la sala, y me sent en el silln. Ah me qued un ratote sin saber de m.

    Como a los quince minutos, o quiz menos, Jos apareci en la sala y me grit:

    Coo!... cmo se te ocurre quemarme la boca!

    Si lo hubieran visto. Estaba que lloraba de rabia.

    Te vas inmediatamente de casa!

    As que cog un cuaderno, porque me dio fl ojera traerme el resto de las cosas, y me fui. Creo que me traje el cuaderno para te-ner qu hacer. A veces mato el tiempo dibu-jando caras y escribiendo poemas de amor.

    Y bueno. Me fui, no? Como una hora despus, llegu a Castellino. Me daba asco todo. Tena la garganta pastosa. Me dola la cabeza. Tena hambre. Los dientes inmun-

    dos... palabra que me senta malsimo. Por fi n se me ocurri llamar a Kika.

    Bueno. Lleg como a las dos de la tarde y me recogi. Yo era un cadver. No poda ms. Me acuerdo que le ped que me compra-ra un jugo y algn sandwich, y ella me los brind. Eres la muchacha ms maravillosa del mundo, Kika. Te lo agradezco muchsi-mo. Salimos de Castellino y nos pusimos a andar por la ciudad: Kika le pidi prestado el carro a Julia. Y recorrimos Sabana Gran-de, Altamira, y todo eso. Me acuerdo que me provoc subir al vila y le dije:

    Kika, por favor.

    No? Llvame al telefrico. Quiero respirar aire fresco, y etctera, porque me senta demasiado mal. Y Kika me dijo:

    S. Okey.

    Y subimos. En el funicular estbamos ca-lladitos. No nos hablbamos. Yo miraba la ciudad que se alejaba, que se empequee-ca, y de vez en cuando la miraba a ella. An-tes de llegar al terminal, me dijo:

    Corcho... qu te pasaba ayer?

    Y no le respond. Tampoco poda hablar. Que-ra mirar solamente. Quera olvidar todo. Mi-rar los rboles. El cielo. Las nubes. Quera des-cansar sobre la hierba. Ver las fl ores y cerrar los ojos para siempre, amn... No. En serio. No hablo en broma. Quera estar al menos un rato en paz. Por fi n llegamos arriba, y nos busca-mos un lugar plano. O sea, que caminamos por el camino que llega al Hotel Humboldt, y nos echamos a un lado del cerro.

    Contina la prxima semana.

  • SO

    LU

    CI

    N D

    EL

    AN

    TE

    RIO

    R

    1 2 3

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    6

    El humor es la verdad dicha con la mayor economa de medios, vale decir, con la mayor eficacia, y eso aterra a todo el mundo.

    Luis Britto Garca

    [email protected]

    COMEDIANTES VENEZOLANOS

    POR NATALY SANOJA

    Figura 3

    Argentina: voz juvenil para saludar

    (inv.)

    Agente fsico

    que hace visibles los

    objetos

    Piezas para la

    boca de las caba-

    llerias

    Andar, marchar

    Recto, conforme a la moral

    Tirar, arrastrar

    (inv.)

    Es en ingls

    Disposi-tivo que amplifica extraor-dinaria-

    mente un haz de

    luz

    Figura 6

    Partculas desagre-gadas de las rocas

    Punto cardinal

    Haga mal de ojo (inv.)

    Figura central

    Soldados rusos (inv.)

    Portones, escotillas Prometo (inv.) Ro de Italia

    Figura 5 Empleas

    Charco, lodazal

    Dios maor

    Que ven-de uvas

    Web para Ecuador

    Labre, surque

    De esa manera Figura 2

    Voz para indicar

    risa

    Alabasen, blaso-nasen

    Compe-tente, idnea (inv.)

    ltima porcin del intestino

    Bvido salvaje

    Fiesta, baile

    4ta vocal (pl.)

    Relativo al ano

    Flamee, enarbole

    Carcaja-das

    Funcin, recepcin

    Parador, taberna

    Llenar de charcos

    Artculo neutro

    Figura 1 Medalla, relicario

    Veneno en las flechas

    de los indios (inv.)

    Piedra verde

    Retraso teleco-munica-cional Diarios,

    libretas

    Repre-sentacin religiosaNeuro-

    transmisor

    Toma de medicina que se da al enfer-

    mo cada vez

    Voz para atender el tel-fono

    Smbolo qumico del osmio

    Voz de risa Aficin o

    inclina-cin hacia

    alguien

    Sistema operativo de AppelCarta de la baraja Papel (inv.)

    Recurran, acudan De Iberia

    (inv.)

    Curo, conservo,

    condi-mento

    Lquido seroso sin elementos

    de pus

    Infor-mtica: archivo de com-presin Lengua

    provenzal

    Mantn, pao Ro de Rusia

    Escuela budistaArriba en

    ingls

    Fallecer, fenecer Univer-sidad

    de Los Andes

    Apcope de santo

    Negacin

    Emanacin de teji-dos inflamados

    Web para Espaa

    3,1416

    Incurr, incid, pequ

    Visitante, pasante Smbolo

    qumico del litio17

    va consonante del ABC

    Ro de Espaa

    Apcope de uno Figura 4

    Cloruro de sodio

    Entender, compren-

    der

    Trabilla, bota, botn

    Nota musical

    T O M J O B I M A F R O S M

    R I E L E R O C A E T A N O

    M E A N L A F A L D A I D

    I G I L B E R T O N E T O

    L O I D O G U A P A L I S

    T I M B A B O I R A P I D A

    O R R A P A S O S

    N C E A S O I R

    T O S T O E S E P

    O T U N S G O L

    E Q U I N O I M I T A

    C U R E B A N O N

    I N S T A A R C A R O

    E N O R U N F R A S E G

    A H V I N I C I U S P A Z

    R O D E O M E N E A R A R A

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    Edicin Nmero Noventa y siete. Ao 02. PALE CCS Caracas, 14 de septiembre de 2014.

    CUENTOS DEL ARAERO

    SANTOS LUZARDO

    Fjate que acabo de conseguirme a uno de mis ahijados: Santos Lu-zardo se llama. Imagnate t qu nombre. Es un indgena cuiba, de las costas del Capanaparo y de todas estas tierras. Yo nunca lo bautic en una iglesia, pero es mi ahijado. Luis Jicuture, quera que yo fuera su padrino. Conoc a Santos Luzardo en las riberas del Ca-panaparo, all en Carabal, barranco yopaleo, en 1986. Recuerdo que me lo llev con mis soldados y los amigos que andaban en un bongo, navegando el Capanaparo. Desde entonces es mi ahijado del corazn, como uno tiene tantos. Ms nunca haba visto a San-tos Luzardo, desde 1986. Cuntos aos?, 14 aos. Nunca he olvi-dado a ese muchachito cuiba. Tanto, y yo no saba que iba a verlo hoy. No saba y me lo consigo apenas llegando aqu.

    Y anoche, en uno de esos ratos que le robo al huracn a veces uno le roba al huracn, invit a mi hijo Hugo a cenar y fuimos a un restaurante chino en Caracas. Los dos, sin escolta, sin para-fernalia, y nos sentamos a hablar. Y anoche lo recordamos duran-te dos horas de conversacin, de amigo a amigo, de padre a hijo, oyndole sus angustias, sus dudas, y yo tratando de ser padre y de ser amigo en medio de este huracn. Yo le recordaba a Hugo su vida, desde que naci; y, por supuesto, el tiempo que estuvimos aqu en Elorza, con su madre, con Rosa y Mara.

    Entonces, l record a Santos Luzardo. Porque l se hizo amigo de Santos Luzardo, son de la misma edad. Hugo tena una bicicleta vieja que alguna vez le compr por all por el Ipsfa, seguramente a precios mdicos, a crdito, y l se la trajo. Pero ese ao le compr otra, muy modesta pero nueva, as que l tena la vieja por all en un cuarto. Aqu mismo, estamos a media cuadra del sitio donde nosotros vivimos tres aos, compartiendo las races de este pueblo tan querido. Y un da lleg Luis con su mujer, siempre andan por ah mis hermanos los cuibas y los yaruros, y con ellos tenemos un compromiso vital, tambin existencial, de devolverles la vida, la dignidad. Lo hicimos un poco, hasta donde podamos, en aque-llos aos que aqu estuvimos. Recuerdo que Huguito le mand la bicicleta a Santos Luzardo de regalo. Esa bicicleta debe estar por all en alguna ribera del Capanaparo. He visto de nuevo a Santos Luzardo, le doy la bendicin. Tuvo un problema en un ojo, y ah est mi compadre Luis Jicuture. Me cuenta que Santos Luzardo es-taba lanzando echas y alguna echa que lanz otro nio le dio en el ojo; ha perdido la vista de un ojo. Tenemos que llevarnos a ese muchacho, vamos a hacerle un estudio en el ojito a Santos Luzardo y a todos los nios que haya que atender.

    POR HUGO CHVEZ FRAS ILUSTRACIN MELANY PREZ