entrevista a pablo echarri

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Entrevista a Pablo Echarri Pablo Echarri está de vuelta. Sí. Después de un año fuera de escena, y con el recuerdo todavía en la memoria colectiva de aquel exitazo que fue Resistiré, el sex-symbol nacional reapareció en la pantalla grande. De la mano de Marcelo Piñeyro, se luce en la coproducción española El Método, donde compite por un puesto de trabajo y su pinta es, literalmente, lo de menos. Como pasa con los buenos vinos, el paso de los años le está aportando matices a su carrera. El se hace cargo de su facha y actúa en consecuencia. Pero no quiere perderse nuevas búsquedas. Mucho de eso se verá, además de en El Método, en Pase Libre, Crónica de una Fuga, la última película de Adrián Caetano, donde sorprenderá en el rol de un torturador de la dictadura. O en Montecristo, el plato fuerte que Telefé reserva para el prime time y donde lo moverá la sed de venganza. Se viene con todo, Echarri. Hasta planea casarse cuanto antes con Nancy Dupláa, madre de su hijita Morena (2). De estas cosas, y tantas más, se dispone a hablar tranquilo en un rincón del Hotel Faena. "La película fue una experiencia inmejorable", abre el juego. Y sigue: "Marcelo tiene gran claridad a la hora de pedirme lo que me tiene que pedir, confía en mí, eso me lo hizo notar en Plata Quemada. Cuando el director demuestra que te eligió porque le gusta como actuás, estás dispuesto a darle todo. Y yo le di todo de mí". ¿Nunca pensaste en irte afuera a probar suerte? No podría, acá están mis afectos y yo soy muy apegado a ellos. Ni en el peor momento me hubiese ido. En la película, la mirada ajena condiciona a los personajes. ¿Qué mirada te importa más? La de quienes admiro. La primera que quise satisfacer fue la de mis padres. Y me sigue importando que estén orgullosos de mí. En lo laboral, me interesa saber qué opina Piñeyro de mí como actor, por ejemplo. ¿Y vos cómo ves tu futuro? Cada vez más a gusto con mi familia y con mis amigos. Y como actor, quiero estas cosas que me están empezando a pasar, personajes distintos a los que venía haciendo. Ya no me divierte ser el galán noble y bueno. Necesito hacer personajes creíbles. ¿Eso te acerca al público? Definitivamente. Pero no sólo me acerqué con mis personajes. Mi vida, y el deseo de la prensa de enfocarla, hizo que compartiera con la gente desde cuestiones amorosas hasta el secuestro de mi viejo (en 2002). Fue sin mi consentimiento, pero tampoco reniego de eso. Tal vez por eso se encariñaron conmigo. ¿Es cierto que casi no podés salir a la calle? Con Nancy no salimos mucho, porque es muy fuerte lo que se genera por los dos. Nos sienten tan familiares, que se nos acercan. Y mucho. Los excesos no son fáciles. Si salimos, estamos predispuestos a disfrutar con la gente. El tema de los chicos es la parte que más duele, porque les trasladás tu elección. También lo pienso desde la seguridad. Después de todo lo que pasó, estoy alerta.

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Entrevista a Pablo EcharriPablo Echarri está de vuelta. Sí. Después de un año fuera de escena, y con el recuerdo todavía en la memoria colectiva de aquel exitazo que fue Resistiré, el sex-symbol nacional reapareció en la pantalla grande. De la mano de Marcelo Piñeyro, se luce en la coproducción española El Método, donde compite por un puesto de trabajo y su pinta es, literalmente, lo de menos. Como pasa con los buenos vinos, el paso de los años le está aportando matices a su carrera. El se hace cargo de su facha y actúa en consecuencia. Pero no quiere perderse nuevas búsquedas. Mucho de eso se verá, además de en El Método, en Pase Libre, Crónica de una Fuga, la última película de Adrián Caetano, donde sorprenderá en el rol de un torturador de la dictadura. O en Montecristo, el plato fuerte que Telefé reserva para el prime time y donde lo moverá la sed de venganza. Se viene con todo, Echarri. Hasta planea casarse cuanto antes con Nancy Dupláa, madre de su hijita Morena (2). De estas cosas, y tantas más, se dispone a hablar tranquilo en un rincón del Hotel Faena."La película fue una experiencia inmejorable", abre el juego. Y sigue: "Marcelo tiene gran claridad a la hora de pedirme lo que me tiene que pedir, confía en mí, eso me lo hizo notar en Plata Quemada. Cuando el director demuestra que te eligió porque le gusta como actuás, estás dispuesto a darle todo. Y yo le di todo de mí".¿Nunca pensaste en irte afuera a probar suerte?No podría, acá están mis afectos y yo soy muy apegado a ellos. Ni en el peor momento me hubiese ido.En la película, la mirada ajena condiciona a los personajes. ¿Qué mirada te importa más?La de quienes admiro. La primera que quise satisfacer fue la de mis padres. Y me sigue importando que estén orgullosos de mí. En lo laboral, me interesa saber qué opina Piñeyro de mí como actor, por ejemplo.¿Y vos cómo ves tu futuro?Cada vez más a gusto con mi familia y con mis amigos. Y como actor, quiero estas cosas que me están empezando a pasar, personajes distintos a los que venía haciendo. Ya no me divierte ser el galán noble y bueno. Necesito hacer personajes creíbles.¿Eso te acerca al público?Definitivamente. Pero no sólo me acerqué con mis personajes. Mi vida, y el deseo de la prensa de enfocarla, hizo que compartiera con la gente desde cuestiones amorosas hasta el secuestro de mi viejo (en 2002). Fue sin mi consentimiento, pero tampoco reniego de eso. Tal vez por eso se encariñaron conmigo.¿Es cierto que casi no podés salir a la calle?Con Nancy no salimos mucho, porque es muy fuerte lo que se genera por los dos. Nos sienten tan familiares, que se nos acercan. Y mucho. Los excesos no son fáciles. Si salimos, estamos predispuestos a disfrutar con la gente. El tema de los chicos es la parte que más duele, porque les trasladás tu elección. También lo pienso desde la seguridad. Después de todo lo que pasó, estoy alerta.¿Suena muy fuerte.Es que mi vida no es normal. Con Nancy vamos aprendiendo a manejarlo para disfrutar. Es esquizofrénico, porque trabajás para que la gente te vea y, a la vez, no querés exponerte. La fama es compleja, aunque gracias a mi trabajo puedo vivir sensaciones inigualables, como lograr un personaje y tener buena devolución del público.¿Qué hiciste el año pasado, fuera de tele?Hubo mucho de estar en casa, y creo que está bueno que el espectador te desee un poco. También filmé la película de Caetano y participé en Mosca & Smith. Pareciera que si no estás en la televisión, no existís.Cómo sos en lo cotidiano?Hay temporadas en que, por trabajo, casi no estoy en casa. Y otras en que me instalo. Juego con "More" todo lo que puedo, y nos gusta ver películas juntos. Es muy parecida a la mamá, aunque algunas cositas mías le reconozco en su carita. Por supuesto que cambié pañales y esas cosas. Hasta ahora lo que me devuelve ella es bárbaro, así que debo estar haciendo bien las cosas.¿Le ponés límites?A veces Nancy ve que sucumbo a esto de la relación padre-hija y viene a socorrerme. Marcarle límites me causa mucho dolor. Pero nos ponemos de acuerdo y lo hacemos.Según una encuesta, sos el actor más sexy del país. Ahora es común verte en plan familiar. ¿Qué imagen tuya preferís?

Leí la encuesta, siempre me va bien en ese rubro (se ríe). Me gusta más la familiar, aunque a la otra también la disfruté en su momento. Si soy objetivo, (lo de sexy) es algo que sigue fogoneado mi carrera.¿Por eso buscás otro tipo de papeles en cine?No es tan premeditado. Más allá de hacer personajes que a la gente le guste, es muy atractivo jugarse.Los años deben influir en esa apuesta.Es que los mejores personajes vienen con los años. En lo personal, hay que aceptar el paso del tiempo y capitalizarlo.En la época de las escenas hot de "Resistiré" decían que a Nancy le molestaban. ¿Qué te pasa a vos cuando los besos son para ella? Encima, casi siempre vienen de Adrián Suar...(Suspira, sonríe y dice casi como un académico) No es especialmente con Suar el tema, pero cuando la persona que elegiste para tener a tu lado tiene un acercamiento físico con otro te sale algo muy básico, algo de instinto, de desagrado total. Esa sensación no se va nunca. Pero, a esta altura, hay que ser racionales y entender que es parte del trabajo.¿Qué te decidió a proponerle casamiento a Nancy?La certeza de haber encontrado a la persona con la que quiero pasar lo que venga.¿Va a ser este año?Es posible. Depende de nuestros trabajos. No estamos pendientes de las fechas. Me gustaría casarme y hacer un fiestón, para compartirlo con los que queremos. E irnos de luna de miel. Igual, no va a pasar mucho tiempo hasta que lo concretemos. Darle un marco legal a nuestras familias está bueno. Y que los chicos estén más grandes (Nancy también tiene un hijo, Luca, de su relación con Matías Martín) para compartirlo, también.¿Cómo es este modelo de familia ensamblada, que hoy es casi la familia tipo?Matías y Nancy son muy inteligentes, aman a su hijo y quieren lo mejor para él, y eso incluye la armonía. Yo adhiero a eso. Mas allá de que no tenga una relación estrecha con Matías, él es una buena persona y yo fomento esta postura para que Luca esté bien. También está Natalia (Graciano, la mujer de Matías). En ese sentido, es un chico feliz, y eso es gracias a sus padres. Años atrás, los chicos la pasaban muy diferente. Esto de las familias ensambladas es más entendible hoy para los hijos y para los padres.

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