entrevista a federico sturzenegger,presidente del banco ciudad

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6 - SISTEMA FINANCIERO Entrevista a Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad En diálogo con NBS Bancos y Seguros, el titular del agente financiero de la Ciudad de Buenos Aires anticipó que tomarán acciones legales para impedir la pérdida de los fondos judiciales, una pata muy importante del fondeo de la entidad. Además, habló de la situación del sistema financiero nacional, al que calificó de “inexistente” , y de lo que espera que suceda con la econo- mía en los próximos meses. “Sacarnos los fondos judiciales es antifederal”

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“Sacarnos los fondos judiciales es antifederal”

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SISTEMA FINANCIERO

Entrevista a Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad

En diálogo con NBS Bancos y Seguros, el titular del agente financiero de la Ciudad de Buenos Aires anticipó que tomarán acciones legales para impedir la pérdida de los fondos judiciales, una pata muy importante del fondeo de la entidad. Además, habló de la situación del sistema financiero nacional, al que calificó de “inexistente”, y de lo que espera que suceda con la econo-mía en los próximos meses.

“Sacarnos los fondos judiciales es antifederal”

Opina: Federico Sturzenegger

“Esto no perjudica al gobierno de la ciudad porque el banco no le presta a éste sino que nuestros fondos van a los vecinos. Eso lo convierte en un proyecto antifederal, porque a través del Banco Nación los fondos de los vecinos irían a otros distritos. No se entiende que legisladores electos por los porteños atenten contra los intereses del distrito que los votó y que representan”.

Un proyecto de ley oficialista propone que los depósi-tos judiciales de los tribunales nacionales y federales comiencen a hacerse en el Banco Nación y no en el

Banco Ciudad, como ocurre desde 1965, y establece que esta última entidad tendrá que transferirle a la primera las cuentas correspondientes.

La norma establece que, “en cuanto el estado de la causa lo permita, el dinero, títulos y valores secuestrados se depo-sitarán, como pertenecientes a aquella, en el Banco Nación, sin perjuicio de disponerse, en cualquier estado de la causa, la entrega o transferencia de dichos bienes si procediere”.

La iniciativa impulsada por Diana Conti, diputada nacional por el Frente para la Victoria y titular de la Comisión de Asun-tos Constitucionales, es fuertemente resistida por los trabaja-dores del Banco Ciudad, ya que aseguran que, de aprobarse el texto, la entidad perderá el 30 % del total de depósitos que hoy posee. A este y a otros temas, se refirió el presidente de la entidad, Federico Sturzenegger, en una entrevista con NBS Bancos y Seguros.

¿Cómo viene avanzando el Gobierno con su intención de retirar los depósitos judiciales del banco?

El proyecto, básicamente, manda una conversión gradual hacia el Banco Nación de las nuevas causas. En realidad, no se entiende qué propósito tiene esta medida. Además, al tardar 3 años el proceso, los resultados los va a ver el gobierno que venga después de la gestión actual.

¿Cómo va a afectar al banco?

A nosotros nos genera una incertidumbre a mediano plazo y nos perjudica porque debilita una importante fuente de fon-deo que sostiene el crédito a largo plazo. El banco está muy comprometido con eso, y vamos a buscar fuentes alternati-vas. Por otro lado, esto no perjudica al Gobierno de la Ciudad porque el banco no le presta a este, sino que nuestros fondos van a los vecinos. Eso lo convierte en un proyecto antifederal, porque, a través del Banco Nación, los fondos de los vecinos irían a otros distritos. No se entiende que legisladores electos por los porteños atenten contra los intereses del distrito que los votó y que representan.

¿Por qué creen que el Gobierno tomó esta decisión?

Yo creo que alguien le dijo a la presidenta (Cristina Fernán-dez de Kirchner) que había una caja de $7000 millones. Des-pués se dieron cuenta de que no se podía transferir así como así y hubo que modificar el proyecto. Pero, ahora, nadie se ani-ma a decir que esto que hicieron no tiene ningún sentido.

Lo otro que yo encuentro paradójico es que este banco ha sido uno de los más progresistas y que más ha impulsado las políticas del Gobierno a través de diversas acciones: tenemos créditos para la vivienda, cuenta universal, crédito a largo pla-zo. Entonces, veo que lo que están tratando de hacer es dañar una institución de 134 años sin un fin claro.

¿Creen que van a poder evitarlo?

Estamos trabajando para revertir esta decisión. Hemos mo-vilizado a 4000 empleados del banco las dos veces que se tra-tó el proyecto: ellos están muy angustiados con la situación y volverán a movilizarse en agosto. Por otro lado, la Asociación Bancaria se pronunció en contra de esta medida, al igual que el Colegio Público de Abogados. También los taxistas nos han apoyado y han participado de las movilizaciones. Es que todos los sectores saben que somos un banco muy activo: el 57 % de nuestros activos está prestado.

Por otra parte, vamos a hacer una presentación en la justi-cia, porque nuestro abogado constitucionalista nos dijo que esta ley es totalmente inconstitucional. Cuando el Congreso de la Nación aprobó que los depósitos judiciales fuesen al Banco Ciudad, lo hizo en su carácter de legislatura local, antes de que se creara la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en la “Ley Cafiero”, hay un artículo que dice que se transfiere todo su paquete legislativo, desde su rol de legislatura local, a la nueva legislatura local. Entonces, el Congreso no tiene atribu-ciones para legislar sobre esta materia. Asimismo, está el tema de que cada traspaso de funciones entre cualquier distrito y la Nación debe tener un acuerdo previo de la legislatura lo-cal. Eso fue lo que ocurrió con los subtes, que es uno de los grandes fracasos de Cristina Kirchner. No pudo avanzar con la transferencia porque necesitaba el acuerdo de los legislado-res de la ciudad.

De hecho, Jorge Yoma, presidente de la Cámara de Asuntos Constitucionales de la cámara de diputados, que trató el tema, está en desacuerdo porque considera que esto viola la autonomía del Poder Judicial. Pero el oficialismo tiene 29 miembros en las dos comisiones que trataron este tema, y 28 firmaron el dictámen. Otra cosa que nos perjudicó fue que la oposición, en lugar de alinearse en un solo dictamen con Yoma, se dividió en 5 dictámenes.

“La Argentina, para su nivel de ingresos económicos, debería tener un sistema financie-ro muchísimo más grande. Pero no están dadas las condiciones macroeconómicas en este momento para que así sea. Como consecuencia de esto, el sistema financiero ar-

gentino no existe: es un séptimo del sistema financiero chileno, relativo a su economía. Es muy chiquito y transaccional y se vuelve cada vez más pequeño”.

Al margen de este asunto, ¿cómo les está yendo con las distintas iniciativas que vienen lanzando?

Estamos muy contentos con los resultados de nuestras inicia-tivas. Nosotros somos muy innovadores en la oferta de créditos hipotecarios. Tenemos nuestra línea habitual que es a 20 años con tasa fija. También tenemos una a tasa subsidiada al 14 % para la zona sur de la ciudad, que es una manera de dar res-puestas a las necesidades de la clase media. El año pasado, lan-zamos el crédito hipotecario social, destinado especialmente a la compra de terrenos y prefabricadas. Con esta línea, estamos sacando a la gente de las villas, ofreciéndoles la posibilidad de tener su primera casa. Este año, presentamos el crédito hipote-cario con tasa variable escalonada. Este préstamo pivotea so-bre la tasa variable, pero genera un descuento importante en los primeros años. Esto hace que se pueda acceder a un monto mayor de crédito con ingresos más bajos. Otro lanzamiento es el préstamo “Mi Primera Casa”, que son solo $1000 millones, al-rededor de 4000 créditos, y a una tasa muy subsidiada —del 7 % y escalona al 14 %—. El Jefe de Gobierno nos pidió que, como se trata de un dinero muy barato, debemos asegurarnos de que, realmente, llegue a las familias más necesitadas de la ciudad. Entonces, trabajamos con el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) con un sistema de scoring muy eficiente. Tuvimos una reacción muy buena, con 70.000 inscriptos, y ya estamos analizando los perfiles. Por otro lado, lanzamos nuestro servicio de pago de taxis con tarjeta, que está aún en etapa de prue-ba. Es una oferta bastante innovadora en materia de pagos y tenemos buenas expectativas al respecto. Apunta, en especial, al tema de la seguridad y de la comodidad. Y, en lo que es ban-carización, venimos siendo pioneros. Somos el único banco con cajas de ahorro gratuitas para todos los clientes. Estamos yendo a las villas: tenemos una sucursal en Piletones y planeamos ir a la villa 20. Ya hace dos años que tenemos todos los pagos a jubilados bancarizados, con un gran esfuerzo de parte nuestra porque no teníamos la apoyatura legal para hacerlo. Y lo mismo sucede con los pagos judiciales, con respecto a los cuales, hoy, tenemos un 95 % bancarizado. También venimos siendo inno-vadores con los préstamos a largo plazo a empresas. Por ejem-plo, hace unas semanas la Presidenta inauguró una fábrica en Chivilcoy financiada por nosotros. Todo esto lo podemos hacer gracias a los depósitos judiciales, por supuesto.

¿Como ve la situación actual del sistema financiero?

En otro país con menor inflación, sería posible expandir el sistema financiero. La Argentina, para su nivel de ingresos

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económicos, debería tener un sistema financiero muchísi-mo más grande. Pero no están dadas las condiciones ma-croeconómicas en este momento para que así sea. Como consecuencia de esto, el sistema financiero argentino no existe: es un séptimo del sistema financiero chileno, rela-tivo a su economía. Es muy chiquito y transaccional, y se vuelve cada vez más pequeño. Encima, ahora, tenemos una salida de los depósitos en dólares que hace aún peor la si-tuación. Nosotros, en este momento, estamos trabajando sobre un escenario en el que todos los depósitos en dólares minoristas se van a ir.

¿A qué atribuye este comportamiento?

Esta tendencia comenzó con el desdoblamiento cambiario y se profundizó con las restricciones a la compra de dólares. La gente no tiene miedo de los bancos, pero piensa que el Gobierno puede llegar a hacer cualquier cosa con los depó-sitos. Por eso, intenta salir del sistema financiero como pueda y sacar liquidez del mercado para que el dinero vaya bajo el colchón. Esto es lo peor que puede hacer el Gobierno, porque así se frena la actividad económica de manera directa.

¿Está de acuerdo con la decisión del Gobierno de obligar a los bancos a prestar el 5 % de sus depósitos para financiar proyectos de inversión?

Yo creo que esto es parte de lo que llamo la “Morenización” del sistema financiero. Y creo que pasamos la puerta de una dinámica en la que las libertades económicas están cada vez más controladas. Entonces, no sabés cuando va a terminar esto. En el caso de los bancos, la regulación bancaria ha me-jorado mucho en la Argentina, y algo que aprendimos mucho en la década de 1990 es que hay que cuidar el descalce de los bancos. Entonces, acá están empezando a jugar con los ban-cos. Se los obliga a dar créditos a tres años a tasa fija. Si la tasa Badlar se va a 19 %, se quedan con tres años al 15 %. Creo que es un retroceso muy fuerte respecto a la legislación bancaria que estábamos teniendo y que generaba un sector financiero con bajo descalce y menos riesgo.

¿Qué espera que suceda en el 2012 con el crecimiento económico, la inflación, las cuentas públicas y la balan-za comercial?

Yo creo que no va a pasar nada en 2012. Esto significa que vamos hacia un escenario cada vez más parecido al de Vene-zuela, con una ampliación de la brecha cambiaria y una dis-rupción creciente del proceso productivo. También vemos como posible la existencia de regímenes cambiarios desdo-blados, donde se cobre más caro el tipo de cambio que lo que se le paga al agro. Eso genera un impuesto implícito al agro y permitiría seguir sosteniendo la situación fiscal cada vez más deficitaria en la Argentina.

La situación externa es fenomenal para la Argentina. Se dice que se nos cayó el mundo encima, pero nunca tuvimos una situación tan favorable. La tasa de interés internacional nun-ca estuvo tan baja, la soja nunca estuvo tan alta, y Brasil está rebotando en este momento. Esos son tres elementos que ge-

neran un escenario inmejorable para nosotros y, por eso, nos estamos manteniendo a flote.

¿Cree que el Gobierno va a insistir con este rumbo que ya está provocando efectos negativos sobre la actividad económica?

Yo veo que todo eso se va a mantener e, inclusive, a profun-dizar. Estamos yendo a un país con menos importaciones y menos exportaciones. Todo esto genera una caída persistente en el nivel de vida. Vamos a tener un fuerte desempleo, sobre todo, en el interior, y eso va a generar un disgusto muy gran-de. Veremos cuántos puntos necesita caer la Presidenta en po-pularidad para que reaccione. El Gobierno viene de 10 años de muy buen desempeño económico, y es difícil que acepte que es necesario cambiar el rumbo.

“Yo veo que todo eso se va a mantener e, inclusi-ve, a profundizar. Vamos a tener un fuerte desem-pleo, sobre todo, en el interior, y eso va a generar un disgusto muy grande. Veremos cuántos pun-tos necesita caer la Presidenta en popularidad para que reaccione. El Gobierno viene de 10 años de muy buen desempeño económico y es difícil que acepte que es necesario cambiar el rumbo”.

¿Cuáles deberían ser las prioridades en materia económi-ca del Gobierno?

La Argentina ya tiene una situación fiscal mucho más com-plicada que hace unos años, un comercio exterior deprimido, una situación de tarifas inexplicable, con todas las empresas de energía en situación de default, no se sabe qué va a hacer con esto el Gobierno. Tenemos también un atraso cambiario terrible. Y todo ese cóctel cada vez genera más desequilibrio. A medida que avanza esta situación, se va haciendo cada vez más necesario volver a la realidad. Por eso, cuando la gente habla de un nuevo Rodrigazo se refiere a una vuelta a la reali-dad brusca, y las condiciones se están creando para que esto suceda. Yo pienso que esta situación se hubiera encaminado con ajustes menores en octubre o diciembre del año pasado. Hoy también se podría hacer con ajustes pequeños, pero no hay voluntad y además, para hacerlo, se requiere credibilidad, algo que tampoco hay.

Los principales desafíos serían: unificar el mercado cambia-rio, una política monetaria más contractiva y, ya con buenos precios para la industria, reactivar la actividad económica. El resto es una buena gestión pública. Hasta la elección presi-dencial veíamos la situación fiscal más manejable, pero la verdad es que la cosa se ha complicado mucho. Y el sector energético también se ha desbalanceado mucho más.

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