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RSELA ECONOMÍA VERDE

ENTREVISTA A FEDERICO MAYOR ZARAGOZA DIRECTOR DE LA FUNDACIÓN PARA LA

CULTURA DE PAZ

¿Qué es la Fundación para una Cultura de paz? ¿Y cuáles son sus objetivos?

Los objetivos son facilitar la transición de una cultura que viene desde los orígenes de los tiempos, de poder absoluto masculino basado siempre en la fuerza, se ha basado siempre en la violencia, en la imposición, en la guerra. Cambiar eso, que la verdad ha sido terrible, que ha hecho la historia de la humani-dad sea una historia ensangrentada donde la mujer nunca ha estado en el escenario. Sin embargo ahora llega el momen-to, en el que ya podemos decir “la transición desde esta cultura de fuerza a la cultura de la palabra, de la conversación, de la conciliación es posible”, por eso pensé sobre todo cuando estaba en la UNESCO (que tiene esta finalidad), que la mejor manera de expresarlo era pa-sar de una cultura de guerra a una de paz, donde los conflictos se pue-den solucionar con la mano tendi-da, hablando. Solo ésta inflexión que sería histórica llevaría a este nuevo comienzo que la gente joven se merece.¿Qué pasaría si en lugar de gastarnos 4.000 millones de euros al día en armas nos gastáramos, 1.000. Pues que nos seguirían quedando 3.000 millones para poder decir a todos los seres humanos, aquí tienen ustedes su ali-mentación, su servicios de salud, su agua, un medio am-biente… esto solo se resuelve pasando de una cultura de guerra a una cultura de paz.

Similitudes Fundación – UNESCO, ¿hay sinergias con la declaración de la UNESCO?.

Fundación Cultura de Paz fue el resultado de mi paso por la UNESCO. Desde el corazón de África, el conti-nente más herido, el peor tratado, igual que la humani-dad salió de allí, de allí debía salir la cultura de la paz, desde un programa que creamos en Costa de Marfil en el año 89. En los años 95 pensé que podía ser el momento de una declaración y plan de acción que llevé a las Nacio-

nes Unidas dándome la alegría en septiembre de 1999 de su aproba-ción unánime, es decir incluyendo los EE.UU. Esta declaración tiene aspectos educativos, de equidad de género, de libertad de expresión de desarrollo sostenible, todo esto es lo que contiene el plan de acción.

¿Cómo están respondiendo los países emergentes a esta cultura de paz?

Los emergentes magníficamen-te, hasta el punto de que algunos lo han puesto hasta en su propia constitución. Los que no hay ma-

nera de que hablen de paz son los países ricos, que son los que se están gastando este dineral inmenso en segu-ridad. Está tan justificado que se hable de una cultura de paz, como un nuevo comienzo. Esta es una frase que me gusta mucho porque figura en la Carta de la Tierra, uno de los documentos con mayor visión de futuro que se ha escrito nunca, y habla de eso, tenemos que llegar a un nuevo comienzo.¿Los países en vía de desarrollo tienen mucho que ense-ñar a los desarrollados? ¿Cuál es el país que más admira? Yo, África (en general). Siempre he dicho “qué negocio haría Europa si cambiara saberes por sabiduría. Los afri-

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canos, sobre todo las africanas, estas mujeres que sí que saben qué es inventar cada día para llegar a la noche y darle a su familia lo mínimo que necesitan para sobre-vivir… esto es sabiduría y nosotros lo que necesitamos es precisamente este intercambio, y a mí me ha impre-sionado muchísimo África en general aunque también otros países como la India. Y en estos momentos tras haber pasado la operación Cóndor América del Sur también ofrece unos destellos de los caminos del maña-na formidables. En resumen, los países emergentes y en vías de desarro-llo no ofrecen problemas. Los que ofrecen problemas son los grandes países, y además hemos creado también, por codicia, un enorme dragón todo poderoso, con una incoherencia, un país comunista que ha pasado a ser primer capitalista del mundo, y todo eso por qué, por-que nos ha interesado para ganar todavía más dinero, pero ojo porque la fábrica del mundo ahora se tiene que transformar en la fábrica para el mundo. Estos son los problemas, el de los países hegemónicos y que ahora hay que decirles, ojo que esto se ha acabado, el neoliberalismo se ha acabado, solo ha favorecido al 20% de la humanidad y ahora queremos más. Pero ojo a pesar de todo seguimos siendo unos privilegiados, por eso ahora tenemos que ir todos de la mano en busca de ese desarrollo sostenible.Cómo ves la función de la UCLM a través de su Fun-dación General en la organización de programas como Al-Mamún o Bicentenarios. Creo, que es de las cosas mejores que se pueden hacer, crear. La juventud es más solidaria que antes porque ahora conoce el conjunto. Nosotros tenemos que salir de esta óptica que nos ha guiado durante años, Kennedy decía que no hay ningún desafío humano que se situé más allá de la capacidad creadora de los seres humanos, pero para eso tenemos que tener tiempo, tenemos que tener una reapropiación del tiempo para pensar, para crear y además para hacerlo a tiempo porque hay cosas que pueden ser irreversibles, por ejemplo el medio am-biente, la educación de la gente…Mi propuesta es el multilateralismo democrático. Ron-dal Regan y Margaret Thatcher marginaron a Naciones Unidas, pues ahora vamos a ponerla en el centro de toda

decisión. En el momento que tengamos unas Naciones Unidas ponentes, sería imposible que hubiera problemas como el de Libia o el actual de Siria, ni hubiera pasado lo de Ruanda, ni lo de Camboya… si hay un interlocutor en nombre del mundo, con toda la fuerza del mundo, no hubiera pasado nada, pero ahora no tenemos unas Naciones Unidas fuertes.

¿Qué opinión le merecen estas jornadas sobre la econo-mía verde?

Pues me parece muy bien, y creo que una vez más que es un éxito de la UCLM y de su Fundación, porque te-nemos todos que darnos cuenta que es posible salir de la crisis, pero que esta posibilidad implica un cambio de paradigma, un cambio en la forma de pensar. Tenemos que vencer la inercia, decir de una vez, que fórmulas de ayer no pueden resolver los problemas del mañana, lo que tenemos que hacer es evolución, que evolución sig-nifica conservar, precisamente lo que hemos vendido, porque hemos venido nuestros valores, estos los tene-mos que conservar y en cambio tenemos que cambiar el resto, y esto se llama evolución. Si no hay evolución viene la revolución, y la revolución la diferencia es la R de responsabilidad.

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