entrevista a eva almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · el problema, por desgracia,...

33
Número 10 Julio-Diciembre 2018 Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento- NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605 Año III - Número 10 Julio-Diciembre 2018 Jefe de redacción y maquetación: Jesús Romero Moñivas. Directora de nuevas secciones: Cristina Domínguez Pérez Colaboran en este número: Eva Almagro, José María Romero, Lorena de la Fuente, Sandra Catalina, Cristina Aparicio, Pablo Ruíz, Rocío Monzón, Fco. Javier Barreno, Natalia Lajas. Revista Ubuntu es plural. Por ello, acepta las opiniones de lxs colaboradorxs sin que ni la revista ni los otrxs colaboradorxs tengan que estar de acuerdo con ellas. Edita: Asociación Interdisciplinar de Investigación Científica e Intervención social-UBUNTU ISSN: 2444-8605 - Año III - Número 10 - Año: 2018 - Ciudad: Madrid (España) Los que nos dedicamos a estudiar la sociedad y su historia tenemos un miedo especial a que se repitan todos aquellos procesos que han conducido a mo- mentos, etapas y épocas de horror. Por eso, lo que está sucediendo ahora en el mundo, y en concreto en España, debe hacernos pensar. Se han disparado los niveles de odio, fragmentación, división y violen- cia verbal y simbólica. Y no, no me refiero sólo a un partido concreto o a una ideología concreta, ni si- quiera a uno de los polos del espectro político: algu- nos hemos aprendido, con mucho esfuerzo, a mirar la realidad tratando de dejar a un lado nuestras pro- pias lentes, y a no ver las cosas en blanco y negro, amigo y enemigo. El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural, y exige, pues, de un esfuerzo por salirse de ella. Pero no: me asusta ver que niños, jóvenes, adultos y viejos, siguen hablando de amigos y enemigos, en una absurda dicotomización de la realidad que históricamente siempre ha conducido a lo mismo: violencia y guerra. Y esto trasciende lo político: es un problema social. Son las personas que viven a nuestro alrededor las que están atravesadas de odio, violencia verbal (y a veces también física) y conflicto. Lo veo cada día en la calle y en los medios, en las redes socia- les y en los movimientos sociales (de cualquier signo). Yo sólo pido una cosa: volver a la cordura. Me asusta que por menos en el pasado hubo guerras. / JRM. Entrevista a Gente UBUNTUVolver a la cordura Eva Almagro, el caótico y vibrante interior que se agita sin des- canso escondiéndose en un disfraz exterior que quiere ocultarlo Revista Ubuntu (RU): Dinos, si alguien te pre- guntara, ¿quién es Eva?, qué contestarías: Eva Almagro (EA): Eva es una persona poco normati- va, cuya imagen se aleja de lo establecido por los cáno- nes estéticos en una socie- dad que tiende a la unifor- mización de la apariencia y la mentalidad. Me considero única en el sentido de que todas las personas lo so- mos, y también en el senti- do de que me gusta demos- trarlo a través de la corpo- ralidad. Mi cuerpo es la ma- nifestación de mi yo más profundo al mundo externo, por ello todo lo que pienso, lo que opino, mis dudas y mis cambios lo expreso a través de él. También me gusta identificarme como dicotómica, no tengo nada claro y siempre que intento posicionarme en algún ex- tremo de la línea que con- forma la diversidad de opi- Eva Almagro Villar se intuye desde el principio como un torbellino de alegre tristeza, de tranquila pasión, de meditativa indiferencia. Busca y comienza de nuevo, llega y vuelve a la salida. Confundida por el mundo y suplicante de encontrar un sitio en él, es ternura desnuda hacia el animal que la elige y abnegada entrega al peludo que en soledad gime. ÍNDICE DE CONTENIDOS + Entrevista a Eva Almagro Villar (pp. 1-5) + Hoy escribo sobre ti: La vida ylas vidas (pp. 6-7) (José María Romero) + Hoy escribo sobre ti. Sección animal: (pp. 8-10) (Lorena de la Fuente) + Experiencias intervención: en Nicaragua (pp. 11-15) (Sandra Catalina) + Diálogo (im)pertinente (pp. 16-19) (Cristina Aparicio) + Deporte y Salud: inicio de un programa de entrenamiento (pp. 20-22) (Pablo Ruiz) + Centro de internamiento para extranjeros. (III) (pp. 23-26) (Rocío Monzón) + El dolor de la enfermedad en las familias (II) (p. 27-29) (Javier Barreno) + Relato: Almas Libres (p. 30-33) (Natalia Lajas) + Imágenes: David de Francisco Fernández (pp. 11 y 15)

Upload: others

Post on 25-Aug-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

Año III - Número 10 Julio-Diciembre 2018

Jefe de redacción y maquetación: Jesús Romero Moñivas. Directora de nuevas secciones: Cristina Domínguez Pérez Colaboran en este número: Eva Almagro, José María Romero, Lorena de la Fuente, Sandra Catalina, Cristina Aparicio, Pablo Ruíz, Rocío Monzón, Fco. Javier Barreno, Natalia Lajas. Revista Ubuntu es plural. Por ello, acepta las opiniones de lxs colaboradorxs sin que ni la revista ni los otrxs colaboradorxs tengan que estar de acuerdo con ellas. Edita: Asociación Interdisciplinar de Investigación Científica e Intervención social-UBUNTU ISSN: 2444-8605 - Año III - Número 10 - Año: 2018 - Ciudad: Madrid (España)

Los que nos dedicamos a estudiar la sociedad y su historia tenemos un miedo especial a que se repitan todos aquellos procesos que han conducido a mo-mentos, etapas y épocas de horror. Por eso, lo que está sucediendo ahora en el mundo, y en concreto en España, debe hacernos pensar. Se han disparado los niveles de odio, fragmentación, división y violen-cia verbal y simbólica. Y no, no me refiero sólo a un partido concreto o a una ideología concreta, ni si-quiera a uno de los polos del espectro político: algu-nos hemos aprendido, con mucho esfuerzo, a mirar la realidad tratando de dejar a un lado nuestras pro-pias lentes, y a no ver las cosas en blanco y negro, amigo y enemigo. El problema, por desgracia, es que

esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural, y exige, pues, de un esfuerzo por salirse de ella. Pero no: me asusta ver que niños, jóvenes, adultos y viejos, siguen hablando de amigos y enemigos, en una absurda dicotomización de la realidad que históricamente siempre ha conducido a lo mismo: violencia y guerra. Y esto trasciende lo político: es un problema social. Son las personas que viven a nuestro alrededor las que están atravesadas de odio, violencia verbal (y a veces también física) y conflicto. Lo veo cada día en la calle y en los medios, en las redes socia-les y en los movimientos sociales (de cualquier signo). Yo sólo pido una cosa: volver a la cordura. Me asusta que por menos en el pasado hubo guerras. / JRM.

Entrevista a “Gente UBUNTU”

Volver a la cordura

Eva Almagro, el caótico y vibrante interior que se agita sin des-canso escondiéndose en un disfraz exterior que quiere ocultarlo

Revista Ubuntu (RU): Dinos, si alguien te pre-guntara, ¿quién es Eva?, qué contestarías: Eva Almagro (EA): Eva es una persona poco normati-va, cuya imagen se aleja de lo establecido por los cáno-nes estéticos en una socie-dad que tiende a la unifor-

mización de la apariencia y la mentalidad. Me considero única en el sentido de que todas las personas lo so-mos, y también en el senti-do de que me gusta demos-trarlo a través de la corpo-ralidad. Mi cuerpo es la ma-nifestación de mi yo más profundo al mundo externo,

por ello todo lo que pienso, lo que opino, mis dudas y mis cambios lo expreso a través de él. También me gusta identificarme como dicotómica, no tengo nada claro y siempre que intento posicionarme en algún ex-tremo de la línea que con-forma la diversidad de opi-

Eva Almagro Villar se intuye desde el principio como un torbellino de alegre tristeza, de tranquila pasión, de meditativa indiferencia. Busca y comienza de nuevo, llega y vuelve a la salida. Confundida por el mundo y suplicante de encontrar un sitio en él, es ternura desnuda hacia el animal que la elige y abnegada entrega al peludo que en soledad gime.

ÍNDICE DE CONTENIDOS

+ Entrevista a Eva Almagro Villar (pp. 1-5) + Hoy escribo sobre ti: La vida y… las vidas (pp. 6-7) (José María Romero) + Hoy escribo sobre ti. Sección animal: (pp. 8-10) (Lorena de la Fuente) + Experiencias intervención: en Nicaragua (pp. 11-15) (Sandra Catalina) + Diálogo (im)pertinente (pp. 16-19) (Cristina Aparicio)

+ Deporte y Salud: inicio de un programa de entrenamiento (pp. 20-22) (Pablo Ruiz) + Centro de internamiento para extranjeros. (III) (pp. 23-26) (Rocío Monzón) + El dolor de la enfermedad en las familias (II) (p. 27-29) (Javier Barreno) + Relato: Almas Libres (p. 30-33) (Natalia Lajas) + Imágenes: David de Francisco Fernández (pp. 11 y 15)

Page 2: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

2

niones, hay algo que me tira por los suelos mi argu-mento, así que vuelvo a mitad de la raya y le doy una vuelta. Se me da fatal hablar en público, aunque es algo en lo que estoy tra-bajando, y amo los anima-les. He tenido mis errores; algunos los he reconocido, otros no podría aunque quisie-ra, y soy cons-ciente de que volveré a co-meterlos por-que así es la vida. RU: ¿Cuál es tu forma de vivir y de en-tender la vida? EA: Mi forma de vivir y entender la vida es un puto caos (espero que se pueda eliminar esa palabra). Pien-so una cosa, la defiendo y luego hago la contraria. Me pierdo yo misma al tratar de argumentar una opinión sobre un tema cualquiera porque no le termino de encontrar el significado y me siento agobiada, frus-trada y temerosa por el re-chazo o el ataque que pue-da sufrir por parte de la opinión contraria.

Para mí, la vida debería de ser como en una playa nudista: sin complejos ni

prohibiciones, sin amargu-ra, con mucho solecito y saboreando la vida con olor a salitre, el sonido de las olas y el tacto de la brisa del mar.

RU: Sé que tienes varios compromisos sociales

como edu-cadora so-cial: destaca los más im-portantes para ti y por qué lo son. EA: Compro-misos sociales tengo los que deberíamos de tener to-das las perso-nas: apoyar-

nos las unas a las otras, escucharnos sin atacar la opinión contraria, empatizar y valorar a las personas por lo que son, no por lo que esperamos que sean. Esto, sin embargo, no siempre es así. Si bien es cierto que, como educadora social, tengo compromisos que deben asumir todas las ca-racterísticas antes mencio-nadas, como persona me cuesta llevarlas a cabo por-que, en ocasiones, ni yo misma les veo coherencia. Todo parece muy bonito en la teoría, aunque llevado a la práctica supone romper con los esquemas que te

planteas y defiendes, y de-fraudarte una y otra vez con la visión que tenías an-tes de actuar. Mi compro-miso social, tanto en mi yo profesional como en mi yo personal, parte de cambiar yo misma y enfocar mi perspectiva de la realidad hacia un modelo de vida que fomente los valores previamente señalados (empatía, escucha activa, respeto…), un sin dejar de defraudarme por no conse-guir aplicarlos en todas las situaciones de mi vida. RU: Centrándonos en tu actividad en relación con los animales: ¿cuál es tu labor y dónde la desarrollas? EA: Yo, actualmente, soy voluntaria en una pro-tectora de animales desde hace ya 5 años. La protec-tora se llama APAP-Alcalá. Mi labor (y la de todas las compañeras que allí colabo-ramos) se reparte en dife-rentes tareas: limpieza de cheniles (que son los espa-cios donde viven los pe-rros), dar las dos tomas de comida diaria a todos los animales, así como la medi-cación correspondiente; forjar vínculos con los pelu-dos más miedosos para ha-cer factible su adopción de-finitiva por una familia que los entienda, apoye y sepa dar el espacio que necesite cada uno; así como realizar vídeos y eventos para di-fundir todas esas labores, la protectora y, por supuesto, los animales que allí convi-ven. RU: Los micro espacios de felicidad que defien-de la asociación Ubuntu incluyen el mundo ani-mal entre sus responsa-bilidades: ¿qué opinas? EA: La protectora de ani-males donde colaboro cons-tituye un micro espacio de felicidad muy importante en mi vida. No obstante, he de decir que esto es así por los animales que allí conviven,

“Mi cuerpo es la manifestación de mi yo

más profundo al mundo externo”

Page 3: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

3

con los que llevo años tra-bajando para conseguir ese vínculo ansiado. El punto en el que me encuentro ahora es, por decirlo de alguna manera, crítico pues me siento, en ocasiones, desorientada y vacía por la pérdida de una perrita muy importante en mi vida (Carla) y, en otras, cohibida y reprimida por propuestas u opiniones contrarias a las del resto de compañeras. No se si esto que llevo pen-sando y sintiendo desde hace un tiempo tiene cabi-da en esta pregunta o en esta entrevista, pero me gustaría añadirlo porque no todo es tan bonito como desearíamos: en la protec-tora soy muy feliz a la hora de compartir mi tiempo con los animales que allí viven; sin embargo, con las perso-nas no me es tan gratifican-te porque en algunos as-pectos somos muy dispares respecto a opi-niones que, tal vez, no debe-ríamos haber compartido nunca para no meter la pata y fastidiar una relación que era correcta en la protectora. Actualmente, si voy es por los animales, esto es el eslogan de varias compañeras en la protecto-ra. Lo que yo pienso al res-pecto es que esto no es del todo así: la principal moti-vación son los peludos, eso es obvio, pero también está el componente personal y de relación entre compañe-ras. No voy a ahondar más en esta cuestión, sólo que-ría plantearlo como un con-flicto actual que tengo res-pecto al voluntariado que realizo y que aún no he conseguido resolver. RU: ¿Crees que la socie-dad está concienciada

para un mejor trato a los animales? EA: Considero que esto es re-lativo al tipo de sociedad a la que se haga la pregunta. En España, hay ca-sos que apare-cen en las noti-cias donde, con-sidero, se vulne-ran los derechos de los animales

(en mi caso concreto, hablo de los perros), aunque no están aún reconocidos sus derechos por no ser consi-derados, de momento, co-mo seres con derechos sino como cosas u objetos (son regalos de Navidad, se de-vuelven si suponen un pro-blema, se los mata si no sirven para la caza, no se comprende el lenguaje que utilizan y un largo etc.). Y no me refiero únicamente a los pueblos de la España profunda donde los perros aún no son considerados como compañía, sino como útiles para la satisfacción del ser humano, del “dueño”. Me refiero tam-

bién a las protectoras de la misma capital, de Madrid, repletas de animales proce-dentes de desalojos, culpa-bles los unos (por tenerlos en esas condiciones deplo-rables), los otros (por com-prar animales de escapara-te en vez de adoptar por asumir que los animales de protectoras y perreras tie-nen “problemas” irresolu-bles), los de más allá (por adoptar y devolver como si fueran objetos con taras que ya no caben en sus vidas) y, de nuevo, un largo etc. RU: ¿Qué cosas crees que hacen falta aún pa-ra mejorar socialmente nuestro trato hacia los animales? EA: Considero que faltan varias cuestiones para me-jorar socialmente nuestro trato con los animales: por un lado, explicar las situa-ciones de las protectoras, las situaciones de los ani-males que allí viven y cómo una familia, con el simple hecho de tener un hogar para darle y tiempo para dedicarle (no me refiero a

“llamar a una protectora y decir

que quieres adoptar a un perro de

tamaño pequeño, cachorro y, a ser

posible, de raza no es adoptar”

Page 4: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

4

que el animal se quede solo en casa lo menos posible, ya que en el albergue pa-san casi todo el día en sole-dad, ni tampoco a casas enor-mes con jardi-nes inmensos) salva dos vidas: la del compañe-ro peludo que adopta y la de otro que entra en su lugar.

También, desde nuestra labor como voluntarias y asociación protectora de animales, involucrarnos más con la sociedad y no tanto cerrarnos en nuestro espacio seguro de reclusión para evitar sufrir daños y que, sobre todo, los sufran nuestros pequeños. Ofrecer visitas a nuestra protectora, charlas en institutos y cole-gios, apoyo y coordinación con entidades que estén dispuestas a asumir proyec-tos con intervención animal donde se respeten los dere-chos de ambas partes, etc.

RU: Si pudieras decir al-go al mundo entero ¿qué les dirías? EA: Que no confunda-

mos los de-seos con las buenas ac-ciones. Que llamar a una protectora y decir que quieres adoptar a un

perro de tamaño pequeño, cachorro y, a ser posible, de raza no es adoptar. Cuando adoptas vas al al-bergue, que ya es un paso enorme porque somos conscientes de la lejanía del mismo (en beneficio de los perros, ya que el campo es lugar medianamente seguro y tranquilo para ellos), mi-ras a los animales que allí hay y das información so-bre cómo es tu modo de vida (tranquilo, activo, se-dentario…) para encajar ese estilo de vida con la personalidad de varios pe-rros. Eliges uno y le das un

hogar definitivo, consciente de las responsabilidades que tienes para con el nue-vo compañero, sin importar la raza, el color o el tama-ño. Solo la coincidencia de personalidad y estilo de vi-da de ambos. RU: ¿Cómo te ves en un futuro? ¿Tienes algún objetivo personal y so-cial a medio plazo? EA: La verdad es que no lo sé. Esta pregunta no la puedo responder porque siempre que lo he hecho todo se ha torcido y ha vi-rado hacia un camino que no me esperaba, así que sólo me veo a mi misma avanzando día a día, sin obsesionarme demasiado con el “qué vendrá” pero teniendo en cuenta que a algún lado llegaré. En cuan-to a objetivos personales y sociales, quiero terminar la carrera, realizar un curso de monitora de ocio y tiem-po libre y dedicarme a las y los adolescentes, bien en

“en la protectora soy muy feliz a la hora de compartir mi tiempo

con los animales que allí viven”

Page 5: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

5

centros de protección a la infancia, en campamentos o atención a las familias. Dentro de todo ello, mi ob-jetivo (por llamarlo de alguna ma-nera) es cambiar, cambiar siempre para ir a mejor en el camino de la vida y tropezar las veces que sea necesario para sa-ber valorar la piedra que había en el camino, apren-der de ella y sortearla para encontrarme con muchas más y poder saber qué ha-cer o cómo actuar para que el daño sea el menor posi-ble. RU: Dime, para acabar, ¿Cuál es para ti el senti-do de la vida? ¿Crees que hay esperanza en un futuro mejor?

EA: El sentido de la vida yo creo que parte por escu-char para luego hablar. La vida es un camino largo de

múltiples direc-ciones que se bi-furcan gracias a las personas que forman, han for-mado y formarán parte de ti. La mayoría de las personas temen

el cambio porque creen que implica dar un paso hacia atrás en su perspectiva del mundo y la realidad. Sin embargo, y aunque cuesta, creo que el sentido de la vida también es ese, el asu-mir el cambio como algo innato, enriquecedor y eterno en el ser humano. La línea de la vida nos lo demuestra: sin todas esas fluctuaciones que van arri-ba y abajo y no cesan de cambiar y variar, nos en-contraríamos con una línea inalterable, fija, muerta. Sí

Cómo ve a Eva, Tamara, compañera de facultad:

“La primera vez que conocí a Eva pensé que no tendría nada en común con ella y, una vez más, los estereotipos se vinieron abajo. Con Eva se puede reflexionar, debatir de cual-quier tema... siempre te va a escuchar y va a intentar que lo mires desde todas las pers-pectivas posibles. Pero también es una persona con la que reír y llorar. Para mí, ha sido uno de los descubrimiento de tercero de Educación Social”.

Impresionantes e impresionados de sí mismos, mis-teriosos prestigiosos y prestigiándose avanzan len-tos y graves por los pasillos de la Universidad con libros extraños bajo el brazo (…). Crucificados entre el maravilloso devenir histórico y la abominable fábrica de papá, abnegados, indefensos y resigna-dos llevan su mala conciencia de señoritos como los cardenales su púrpura, a párpado caído humilde-mente, irradian un heroico resistencialismo familiar, una amarga malquerencia de padres acaudalados, un desprecio por cuñados y primos emprendedores y tías devotas en tanto que, paradójicamente, les envuelve un perfume salesiano de mimos de madre rica y de desayuno con natillas. (…) Empero tam-bién esto, lejos de perjudicarles, les favorece: así son mártires por partida doble, veteranos de dos frentes igualmente mitificados y decepcionantes. Pero la juventud muere cuando muere su voluntad de seducción, y cansado, aburrido de sí mismo, aquel esplendoroso fantasma del tormento se con-vertiría con el tiempo en el fantasma del ridículo personal, en un triste papagayo disecado, atiborra-do de alcohol y de carmín de niñas bien, en los mi

serables restos de lo que un día fue espíritu inmar-cesible de la contemporánea historia universitaria. Y la veleidad y variedad de voces en el coro, el orfeó-nico veredicto: alguien dijo que todo aquello no había sido más que un juego de niños con persecu-ciones, espías y pistolas de madera, una de las cua-les disparó de pronto una bala de verdad; otros se expresarían en términos más altisonantes y habla-rían de intento meritorio y digno de respeto; otros, en fin, dirían que los verdaderamente importantes no eran equellos que más habían brillado, sino otros que estaban en la sombra y muy por encima de todos y que había que respetar. De cualquier modo, salvando el noble impulso que engendró los hechos, lo ocurrido, esa confusión entre apariencia y realidad, nada tiene de extraño. ¿Qué otra cosa puede esperarse de los universitarios españoles, si hasta los hombres que dicen servir a la verdadera causa cultural y democrática de este país son hom-bres que arrastran su adolescencia mítica hasta los cuarenta años? Juan Marsé, Últimas tardes con Teresa, 1966

“hoy en día entiendo que el voluntariado

también está en el día a día, en cada casa, en cada momento”

que creo que hay esperanza en un futuro mejor ya que, de no ser así, sinceramente mejor suicidarse. No preten-do ser muy alarmista, pero sí que es cierto que con las noticias que vemos sobre las opiniones mayoritarias de la gente respecto a ideologías políticas que se alejan de los derechos humanos funda-mentales y que generan odio, rechazo y discrimina-ción a la otra persona por no considerarla como una igual, la esperanza en un futuro de paz, respeto y amor se di-suelve. Para que no pase esto, hay que mantenerse firmes y abrir ese paraguas que impida que la lluvia des-troce los sueños e ilusiones de generar un mundo mejor que perdure en el tiempo y donde no sean necesarias más guerras, tristeza, dolor y exclusión. Donde seamos personas, con todo lo que ello conlleva.

Page 6: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

6

guntas: qué puedo conocer, qué debo hacer y qué me cabe esperar. La respuesta a ellas determinará la respuesta a la gran pregunta por el ser hu-mano: qué es el hombre, en sentido genérico, sea mujer u

hombre. Y, en definitiva, qué es la vida humana. Es verdad que nuestro conoci-miento siempre será limitado —pero es un camino necesario para acercarnos a la verdad para todos (intersubjetiva)—. Pero lo que debe-

mos hacer nace de nuestra educación, y por tanto de una conciencia moral debidamente

No hay edad sin vida y la vida tiene su estática y su dinámica. Descubrir ambas consistirá el reto de cada vida. De hecho, la vida —afirma Schrodinger en ¿Qué es la vida?— es informa-ción. Desde el momento de nuestra concepción dos célu-las se unieron con una infor-mación determinada y fueron desarrollando el ser que somos cada uno de nosotros. Esta información se dio en un espa-cio y un tiempo determinados. Cuando espacio y tiempo desa-parecen queda la vida vivida, la realización de nuestra vida.

Por ello, nuestro don José Ortega y Gasset afirmaba, y creo que con acierto, que so-mos biografía, esto es, descrip-ción de la vida propia: las pri-meras fases explican las últi-mas y las últimas aclaran las primeras. En este sentido, la filosofía —escribió, y sobre todo vivió don Francisco Giner de los Ríos— es la ciencia y el arte para dirigir la vida. Ambos, Giner y Ortega, como maestro y discípulo y como amigos, enten-dieron que nues-tra vida posee una estructura a conocer, sentir y hacer.

En otro senti-do, el gran filóso-fo Manuel Kant, recogiendo lo mejor del movimiento ilustra-do, se hizo las siguientes pre-

formada que descubra dentro de sí los principios universales de acción. De la verdad, aun-que limitada, y de la aplicación de los principios universales de nuestra conducta dependerá la bondad de nuestra acción, es decir, la bondad es el senti-miento humano que nos define como seres humanos humani-zados.

En un sentido más básico, Aristóteles definía la vida como la capacidad para nacer, cre-cer, desarrollarse y morir. Y por ello, las edades de la vida son la infancia, la juventud, la madurez y la vejez.

Vivir es, pues, básico. Por ello, el artículo tres de la De-claración Universidad de Dere-chos Humanos afirma que todo individuo tiene derecho a la

Hoy escribo sobre ti...

Esta es una sección especial dedicada a todas aquellas personas que de alguna manera han pasado por nuestra vida, de-jándonos una huella difícil de borrar; una marca gracias a la que hoy somos como somos; un vestigio de lo que indudable-mente hoy es luz para nuestro camino; de

alguna manera hemos tenido la suerte de sentirnos abrigados por alguien especial en nuestra vida; esa persona a la que dar las gracias, y que mejor manera de poder plasmarlo en el papel.

Pensamientos sobre la vida y... las vidas

José María Romero Hernando / Madrid

Sane sicut lux se ipsam et tenebras mani-festat, sic veritas norma sui et falsi est. (Benito Espinoza, Etica, p.II, prop. 43). “Así como la luz se manifiesta a sí misma y

a la oscuridad, la verdad es la norma de sí misma y del error”. Esta es una reflexión escrita para todos, porque todos tenemos que vivir una vida con sentido.

“Las personas que atribuyen un sentido a

su existencia gozan de mejor salud

psíquica y se sienten más felices”

Page 7: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

7

quien afirmó que es la volun-tad para alcanzar el sentido de la vida la que tiene mayor fuerza en nuestro sistema de valores. Y los valores que tie-nen sentido tienen que ver con el futuro de la vida en la tierra de la que tienen dere-cho y deber las futuras gene-raciones. La felicidad se cons-truye con sentido (Joachim Retzbach). Las personas que atribuyen un sentido a su existencia gozan de mejor salud psíquica y se sienten más felices. Otorgar un signifi-cado a la propia vida resulta más beneficioso que la mera búsqueda de placer.

Ahora bien, cuales son las posibles fuentes del sentido de la vida:

A) Autotrascendencia verti-cal: religiosidad explícita, espi-ritualidad.

B) Autotrascendencia hori-zontal: generatividad, unión con la naturaleza, salud, impli-cación social, autoconocimien-to.

vida, a la libertad y a la seguri-dad de su persona. Pero, ¿conocemos las condiciones en que viven la mayoría de las personas mayores? ¿Qué accio-nes llevar a cabo para mejorar esas condiciones? Precisamen-te, la acción buena es Dios, afirmaba Vicente Ferrer, el pro-feta de la India.

Pero la vida es edad: y el reto de la edad consiste, a mi modesto entender, en perma-necer en la alegría de ser y participar de la vida a todos los niveles. Sabemos, sentimos y hacemos vida, participamos de ella, ella nos mantiene y nos da sentido. Todos podemos y de-bemos ser sus cuidadores.

No es casualidad que la pa-labra sentido provenga de la raíz indoeuropea sent-, que significa seguir un camino o tomar una dirección. Hoy este significado se toma como una orientación hacia un determina-do tipo de valores, los valores de la vida. Fue Viktor Frankl, seguidor de Freud y Adler,

C) Orden: moral, tradición, arraigo, sentido común.

D) Autorrealización: retos, desarrollo, rendimiento, liber-tad, conocimientos individualis-mo, poder, creatividad.

E) Sentimientos de identi-dad y bienestar: comunidad, armonía, cuidado, vida cons-ciente, diversión, bienestar, amor.

A fin de cuentas, el cerebro de las personas de edad avan-zada con un marcado sentido de la vida presenta una mayor reserva neuronal frente a la demencia. Lo que muestra la importancia del sentido incluso en la vejez. El amor al prójimo (ayudar a los demás, el volun-tariado) refuerza la sensación de que la existencia tiene un sentido, afirma Patricia Thivis-sen.

Por ello, no debemos olviar que el ser es eterno; que exis-ten leyes para conservar los tesoros de la vida, de las cua-les el Universo extrae su belle-za, como insistía Goethe.

Cómo citar este artículo: Romero Hernando, José María (2018). “Hoy escribo sobre ti: Pensamientos sobre la vida y… las vidas”, Revista Ubuntu 10: 6-7.

Page 8: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

8

madre llegó a tiempo y lo pudo evitar. Primero tuvo que tener-la un amigo para ver si salía adelante y... ¡salió! Cuando

llegó a mi casa era toda una adolescente, altiva y antipática, con cara de diva, que vivía du-rante el día en la calle y por la noche echa un ovillo en un co-

Aunque todo empezó mucho antes, con Jara es con la pri-mera que tengo recuerdos. Una perrita pequeña y feota que, pese a ser de mi vecina, se colaba en mi casa cuando le daba la gana. Una noche enfermó (mucho) y su dueña no quiso hacerse cargo de ella, así que fueron mis pa-dres los que, a las tantas de la madrugada, la llevaron al ve-terinario porque, como decía siempre mi abuelo “nadie te obliga a tener animales así que, si los tienes, es para te-nerlos bien”. Una vez estuvo recuperada, la perrita no vol-vió a cruzar el patio para vol-ver a su casa, supongo que asumió que en la mía se sen-tía más feliz. Su “dueña” nun-ca la reclamó.

Jara fue mi compañera de juegos de la niñez, aunque quien más consentida la tenía era mi abuelo, del que no se separaba nunca. Siempre sa-lían juntos a pasear. Ella se encargaba de que volviera a casa desde la esquina de la calle, cuando a él se le empe-zaron a olvidar un poquito las cosas, y a cambio, él la daba miguitas de pan a escondidas. También fue la primera vez que fui consciente de lo dolo-roso que es separarte de una compañera de cuatro patas.

Luego vino Niña, una gata con el cordón umbilical aún colgando. Unos chavales que-rían meterla en una hoguera “para ver que pasaba”, mi

jín del sofá. Enseguida se hizo con el control de la colonia de gatos que había en ese mo-mento por mi zona. Recuerdo verla en una ocasión sentada en el techo de un coche y cuatro o cinco gatos sentados alrededor mirando hacia arri-ba, como si estuvieran adorán-dola. No me dio tiempo a ha-cer una foto, pero se me que-dó grabado en la retina. Según fue haciéndose mayor empezó a salir menos y a pasar más tiempo dentro de casa, su acti-tud fue cambiando y se volvió más cariñosa, hasta el punto de tumbarse encima de ti cuando estabas en el sofá, algo impensable en su juven-tud. Después de diecisiete años, Niña se fue igual que

“El cariño por los animales está tan estre-chamente unido a la bondad del carácter que puede afirmarse con seguridad que todo aquel cruel para los animales no pue-de ser un hombre bueno” (Arthur Scho-penhauer)

De bichos y recuerdos

Lorena de la Fuente Díez / Madrid

Cuando hago un repaso de lo que ha sido mi vida hasta hoy, en la mayoría de los recuerdos que me vienen a la mente hay presente un animal y es que a mí, la pa-

sión por ellos me viene de familia. Desde muy pequeña me han enseñado, desde el ejemplo, a quererlos y respetarlos.

Hoy escribo sobre ti… SECCIÓN ANIMAL

Esta sección tiene los mismos objetivos que la anterior, con la diferencia de que en este caso los seres queridos sobre los que se escribe no son seres humanos, sino animales no humanos, a los que se quiere con semejante intensidad.

“nadie te obliga a tener animales así que, si los tienes, es para tenerlos

bien”

Page 9: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

9

fue el más feliz de su vida. Unos meses después de la

llegada de Lennon, el destino puso en mi ca-mino a Paola, una cachorra de algo más de un mes y con tanta personalidad que jamás pudi-mos sacarle el más mínimo parecido con ninguna raza conocida. Una mañana de sá-bado ella y su

hermana se quedaron sin can-guro, por lo que, de estar de acogida en una casa pasaban a estar en una jaula en el al-bergue. Durante la mañana nos pasamos a verlas y ya habían adoptado a su herma-na; en ese momento mi amiga y yo nos miramos sabiendo que, esa noche (y todas las demás), dormiría en mi casa. Paola era especial, dulce, pero protectora de su manada, una eterna cachorra, siempre con ganas de jugar, sobre todo cuando veía aparecer a mi hermana por la que tenía una clara debilidad.

Una vez superado ese mie-do a los perros me picó el gu-sanillo y empecé los cursos de auxiliar y asistente veterinaria, lo que me daba otro punto de vista respecto a los animales, quizá uno un poco más des-

vivió, como una diva. Después de un incidente

con un perro empecé a tener pavor a estar cerca de cualquiera que fuese mínimamente corpulento, pero tengo una amiga que es muy cabezo-ta y se empeñó en hacer voluntariado en una asociación y, como no quería ir sola, me lio para acompañarla (debo reconocer que, pese a mi miedo, no opu-se demasiada resistencia). Fue lo mejor que pude haber hecho en mi vida y es que encontré a Lennon, un perro paticorto y cabezón de año y medio con muy poquitas posibilidades de ser adoptado. Le habían traído de otro centro de Cáceres por-que allí no estaba teniendo suerte y resulta que al final la suerte la tuve yo. Lennon fue el amor perruno de mi vida, nos curamos los miedos mutua-mente, el mío a los perros y el suyo a los humanos y es que, al pobre mío, no le habían tra-tado nada bien, a juzgar por sus cicatrices. Mi Lenne era un bohemio, bastante indepen-diente, excepto conmigo, que siempre le tenía cerca, discre-tamente, sin hacer demasiado ruido, pero siempre conmigo. Yo creo que el día que descu-brió que podía subirse al sofá

agradecido. Estos cursos me llevaron a trabajar en la perre-ra de Madrid o, dicho de una forma más políticamente co-rrecta, en el Centro de Protec-ción Animal (CPA). Precisa-mente de aquí salieron mis terremotos, Yoko y Pelusa, dos cachorras de apenas dos días que recogimos una compañera y yo del aeropuerto, aún con el cordón umbilical, junto con tres cachorros más. Sabíamos que no podíamos llevarlas al CPA, así que nos hicimos las locas cuando nos preguntaron por ellas y mi compañera se las llevó a su casa donde con-siguió sacar adelante a toda la camada. A los tres machos los dio en adopción enseguida, pero con estas dos le estaba costando más y no podía te-nerlas más tiempo en su casa, así que me las traje a la mía de donde no salieron. De ca-chorras fueron dos huracanes que hacían las travesuras de dos en dos, rompieron zapati-llas, todo tipo de prendas de ropa, plantas, libros, revistas, y todo lo que os podáis imagi-nar. Pero crecieron y, con la edad, se fueron tranquilizando y fueron marcando sus perso-nalidades, Yoko era valiente, protectora, brava y noble; ade-más era divertidísimo jugar con ella porque cuando notaba que iba perdiendo, directa-mente, se iba y te dejaba con dos palmos de narices. Sin

“Cuando juego con animales, cuando aprendo de ellos y

con ellos o, simplemente,

rodeada de animales me siento

inmensamente feliz”

Page 10: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

10

te de ti cuando estás delante del ordenador y amasar un mono enorme de peluche que tengo en mi habitación: es la única forma de escucharle ronronear.

Acabando la carrera en-contré mi camino en la Tera-pia Asistida con Animales ya que me parecía la forma per-fecta de unir mis dos pasio-nes: los animales y la Educa-ción Social, así que empecé a buscar por Internet, sin dema-siado interés, de momento, algún cachorro que pudiese dar el perfil. Y entonces apa-reció Mía, una mestiza de Pas-tor Alemán con la que tuve flechazo inmediato. Estaba en una casa de acogida de la Protectora de Lugo y tuve que remover cielo y tierra para poder adoptarla ya que, al ser cachorra, no me la mandaban y yo, a priori, no podía viajar

a Galicia a por ella pero... ¡se obró el mila-gro! Y conseguí que me la tra-jera una amiga que iba de va-caciones para allá. Llegó a mi vida un 29 de abril con casi 5 meses y, desde

entonces, ha sido una locura. Esta también ha salido destro-zona, casi peor que las otras dos, porque las lía igual de grandes (o peor) pero de for-ma individual; aunque como Yoko y Pelusa, al ir haciéndo-se mayor, junto con la educa-ción que está recibiendo, se va tranquilizando y, por suer-te, llevamos una temporada que no monta ninguna gorda, ni tenemos que salir corriendo al médico. De momento, de su carácter puedo decir que es una loquita que se deshace con mi sobrina (donde está una, está la otra y, si no las oyes, malo), es noble, inteli-gente, simpática y le encanta, por encima de todo, que le presten atención. La llegada de Mía, además, le ha dado mucha alegría a Pelusa que, milagrosamente, a sus casi 12 años ha rejuvenecido para

embargo Pelusa es todo lo con-trario, tímida y temerosa (siempre estuvo protegida por Yoko, cuando pasaba algo iba corriendo a tumbarse a su la-do) poco dada a los juegos y a los mimos demasiado efusivos, aunque cuando quiere caricias, mete la cabeza debajo de tu mano y te mira con cara de buena para convencerte (y siempre lo consigue).

Mis “Cuatro Magníficos” es-tuvieron juntos mucho tiempo, hicieron manada enseguida y creo que, mientras vivieron en mi casa, fueron muy felices y, sobre todo, queridos y respeta-dos. Lennon, Paola y Yoko se fueron con muy poco tiempo de diferencia y quizá un poco antes de lo que les tocaba por distintas patologías. Aún hoy, pese a que ya ha pasado cierto tiempo, todavía me cuesta un poco ver fotos suyas o hablar de ellos sin que se me haga un nudo en la gargan-ta.

Hace poco más de un año, un do-mingo, me mandó mi hermana un mensaje di-ciéndome que tenía una sor-presa para mí, y yo, que lo vi en el descanso del trabajo, en-seguida empecé a darle vuel-tas a la cabeza sin imaginarme lo que me esperaba al llegar a casa. Un par de biberones, un bote con leche para gatos y una bola de pelo negra que me cabía en la palma de la mano, con unos pulmones portento-sos. Contra todo pronóstico, Moreno salió adelante y a día de hoy es un señor gato que disfruta haciendo la croqueta delante del radiador, cazándote los pies cuando pasas por de-lante de sus escondites y esca-pándose a la calle por cualquier resquicio inverosímil, aunque si llueve o hace frío enseguida viene a llamar a la ventana pa-ra que le abras. Otra cosa que le hace inmensamente feliz (a parte de comer sus latas de pollo) es pavonearse por delan-

jugar con ella a todas horas: ¡la ha hecho incluso correr! Y Moreno y ella se adoran, no es raro verles dormidos a los dos ocupando todo el sofá o tira-dos por el suelo dándose lame-tones mutuamente. Y lo más curioso de todo: el gato le trae regalos de la calle (que varían entre trozos de nido, pelusas grandes o trozos de muñeco de peluche) con los que luego juegan juntos durante un buen rato. Para que luego digan que el perro y el gato se llevan mal.

Esto sólo es un pequeño resumen de todos los animales que han pasado por mi vida: no quiero olvidarme de Guiller-mo, una chinchilla gris que me “regalaron” bajo la presión de “si no te la quedas tu, la dejo en una alcantarilla”. Agua, una gatita a la que curé de una infección enorme pero que finalmente no salió todo lo bien que me hubiese gustado; y muchos gatos de las infinitas colonias que hemos tenido siempre por mi zona, Lolita, Dora (la exploradora), Erizo, Faraón, Jamón (que resultó ser Jamona) y su inseparable ami-ga Minus, Mochita, Mr. Magoo y un largo etcétera que han ido yendo, viniendo y que to-davía rondan por aquí y, en algunos casos, son incluso más simpáticos que mi Moreno.

Cuando juego con anima-les, cuando aprendo de ellos y con ellos o, simplemente, ro-deada de animales me siento inmensamente feliz. Para mi son la nobleza hecha ser vivo y no entiendo como, a estas al-turas, todavía hay gente que no se da cuenta, que disfruten con su sufrimiento, que los maltraten o abandonen. Espe-ro poder cambiar (o ayudar al menos) la vida de personas gracias a mis perros; quiero cambiar, aunque sea mínima-mente, la vida de algunos pe-rros gracias a la educación y es que “nadie te obliga a tener animales así que, si los tienes, es para tenerlos bien”.

FIN

Cómo citar este artículo: De la Fuente Díez, Lorena (2018). “Hoy escribo sobre ti. Sec-ción animal: de bichos y recuerdos”, Revista Ubuntu 10: 8-10.

“Los animales para mi son la nobleza

hecha ser vivo”

Page 11: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

11

Había estado trabajando y ahorrando para poder irme, así que por qué no hacerlo a otro país, en el que poder conocer una cultura totalmente diferen-te. Y así fue como comenzó la aventura y un grupo de cuatro chicas y un chico nos dirigimos a Nicaragua para vivir allí, en principio tres meses, realizar nuestras prácticas y conocer el país.

Tras muchos meses siendo Nicaragua mi gran ilusión y mi motivación para muchas cosas, por fin llegó el gran día. Tenía una sensación extraña, pues no sentía que me fuera para “tanto tiempo” (había días en los que tres meses me parecía mucho y otros en los que no me parecía nada). Tras un via-je de unas veinticuatro horas entre vuelos y escalas, por fin llegamos a Nicaragua un sába-do: el diecisiete de febrero. Nada más salir del aeropuerto sentimos el calor húmedo y, por supuesto, no íbamos con la ropa de verano puesta, pues habíamos salido del frío de Madrid.

Siempre recordaré la prime-ra imagen de Nicaragua que tuvimos: los buses, tan ameri-canos, pasando por la carrete-ra que estaba al lado del aero-puerto. El taxista, quien nos esperó con un cartel, como en las películas, nos explicó algu-nas cosas del país y pudimos ir haciéndonos una idea general de él en la hora de trayecto hasta Granada, la ciudad en la que viviríamos. Durante esa hora, recuerdo que vi mucha basura a los lados de la carre-tera, que algunas personas iban descalzas, que el conduc-tor no llevaba el cinturón pues-to y no parecía darle importan-cia a que lo lleváramos noso-tros/as, que todo el mundo conducía “como locos” y la gente cruzaba por donde podía

ya que apenas había pasos de cebra ni semáforos.

Me impactó mucho todo lo que veíamos, pero en el buen sentido; me encantó el ambien-te, lo diferente que era todo a España. Esto último, lo sentí como una liberación, pues me apetecía vivir en un lugar distin-to al que he visto desde que nací. Por fin llegamos a Grana-da, pensando que ya íbamos a poder acomodarnos y visitar un poco la ciudad, pero qué equi-vocados/as estábamos.

Cuando llegamos a la casa, que era de la organización en la que realizaríamos las prácticas, a la que había que pagar un alquiler cada mes, nos recibió una voluntaria. Ella nos enseñó las dos habitaciones en las que nos teníamos que instalar, am-bas con tres camas. En una se suponía que ya no dormía na-die, pero había ropa interior y algunas cosas más por encima de las camas. En la otra, dormía ya una persona, pero tenía las tres camas ocupadas y no se sabía cuál era la suya realmen-

te. Esa persona estaba de viaje todo el fin de semana, por lo que no sabíamos muy bien qué dos camas podíamos usar para dormir. Nadie nos dijo dónde había sábanas lim-pias y los colchones son los peores que he visto nunca. No esperábamos ir con muchas comodidades o encontrarnos un lugar muy limpio, pero el panorama que nos encontra-mos nos desmotivó mucho. Nos daba asco hasta sacar las cosas de la maleta para bus-car la ropa de verano de lo sucio que estaba todo. De los baños mejor ni hablo.

Al principio, mientras la voluntaria nos enseñaba las habitaciones, me preguntaba si sería la única que no se es-peraba la casa así según las fotos que habíamos visto, pe-ro fue un alivio ver, cuando nos quedamos a solas, que el resto del grupo pensaba igual. Decidimos ponernos a buscar otro lugar para vivir. Así que ese día, sin conocer la ciudad, nos fuimos a comer y a ver

En Nicaragua: un viaje personal

Sandra Catalina Gil / Madrid

No me había planteado salir del país para hacer las prácticas de cuarto curso, aun-que sí pensaba marcharme a otra zona de España. Un día, unos/as compañeros/as, comenzaron a hablar sobre la posibilidad

de ir a Nicaragua a realizarlas. Yo al princi-pio, muy obcecada en mi idea principal, ni me lo planteé, pero después me di cuenta de que era una gran oportunidad.

Fotografía: David de Francisco Fernández

Page 12: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

12

casas y hostales que nos per-mitieran entrar ese mismo día y quedarnos tres meses a un precio menor o igual que el alquiler que pagábamos en la casa de voluntarios/as. Parecía una misión imposible, pero lo conseguimos. Ese mismo día, tras muchas vueltas (creo que es el día que más recorrimos Granda), pudimos instalarnos en un hostal en el que tenía-mos una habitación para los/as cinco, con baño y con una co-cina que solo se nos permitiría usar a nosotros/as. Además, tenía un jardín con sofás, me-sas, hamacas y muchas plan-tas. Fue maravilloso vivir ahí durante el tiempo que estuvi-mos. Casi nunca había otras personas hospedadas, por lo que nos movíamos por todo el hostal como si fuera nuestra propia casa. Era increíble po-der vivir y trabajar en un sitio tan bonito y tranquilo.

El lunes iniciamos nuestras prácticas. Tuvimos una reunión donde nos explicaron cuál sería nuestra función. Estaríamos en los centros de aprendizaje que había construido la propia or-ganización. Eran tres, y a mí me tocó, junto a otra compa-ñera, el centro Pancasán, el cual daba nombre al barrio en el que se encontraba. Cuando llegamos esa misma tarde al centro, guiadas por una nicara-güense que trabajaba en él, me sentí un poco perdida. Na-die se presentó al principio y yo no sabía muy bien qué ha-cer. La verdad es que la prime-ra impresión que tuve no fue muy positiva, pero eso cambió enseguida.

Era la inauguración de Pan-casán y, para ser el primer día, tanto mío como del centro, fue muy buena experiencia. Pude hablar mucho con la responsa-ble nicaragüense del área que elegí: arte. Me fui esa tarde con la sensación de que, solo por haber conocido a aquella chica, había merecido la pena la decisión de ir a allí. Fue muy especial hablar con ella y ten-go la suerte de poder decir que hoy, después de haber vuelto hace algunos meses a España, sigo en contacto con ella y tenemos la esperanza de vol-ver a vernos.

Fueron pasando las sema-nas y en el hostal fuimos co-giendo nuestras rutinas. Sabía-mos en qué orden nos levantá-

bamos, quién necesitaba más su espacio, qué día era el de la compra y dónde salía más ren-table comprar cada cosa, quién hablaba a qué horas con su fa-milia… Que, por cierto, no es tarea fácil hablar fluidamente con siete u ocho horas de dife-rencia a pesar de existir el WhatsApp.

Las semanas eran muy com-pletas, pues siempre había algo que hacer: los lunes, había cla-ses gratuitas de salsa; los mar-tes, había una reunión de to-dos/as los/as voluntarios/as en un bar, por lo que después siempre nos quedábamos to-mando algo; los miércoles tenía-mos un picnic en el centro, el cual consistía en que todo el mundo llevaba algo y se meren-daba mientras se hablaba de cómo funcionaba todo y de qué se podía cambiar o mejorar; los

jueves era el único día de diario en el que no había nada que hacer; los viernes había picnic en una de las casas de volunta-rios/as y luego se salía de fiesta. El fin de semana solíamos viajar o hacer excursiones más cerca-nas para conocer bien el país.

Respecto a Granada, ahora que ha pasado el tiempo, me he dado cuenta de que es la mejor ciudad que he conocido hasta el momento. El color de sus calles, la alegría y amabilidad de la gente, la sencillez... Era calma. Recuerdo la paz que sentía al llegar después de haber pasado el fin de semana en otro lugar. Sentía que era llegar a casa, y me encantaba tener esa sensa-ción. Las cervezas en el bar, los helados, los paseos, la fiesta. También recuerdo las tiendas, en las que, a veces, sonaba rock religioso, porque claro, es un país en el que la religión católica está muy presente. Mirando a todos lados o hablando con cualquier persona, encontrabas una referencia a Dios, aunque no era de la misma manera que en España, sino que se vivía desde una perspectiva más ale-gre.

Además de las tiendas y supermercados, en Granada también existe un mercado en el cual se venden todo tipo de productos. Es muy extenso y muy grande la cantidad de personas que trabajan en él. Abría todos los días; me en-cantaban las mañanas en las que paseábamos por él, pues siempre estaba lleno de vida.

Vivir en Nicaragua es mu-cho más barato que hacerlo en España. La comida de los supermercados era lo que tenía el precio más igualado, pero, por ejemplo, se podía pasar una noche en un hostal por un precio bastante menor del que se puede encontrar en España; lo mismo pasaba con el transporte y otros produc-tos.

Lo que menos me gusta de este país era el ir por la calle y que, continuamente, los hom-bres saluden o griten cosas a las mujeres. A las nicaragüen-ses no les dicen nada, pero sí a las turistas. Nos enteramos de que se les puede denunciar por este comportamiento, lo cual supongo que es la razón de por qué solo lo hacen con mujeres extranjeras, pues pensarán que no saben que pueden denunciar. El machis-mo es mucho más notable que en España en casi todos los aspectos; por ejemplo, las mujeres tienen como principal objetivo casarse y, para ello, piensan que tenían que coci-nar bien y ser una “buena mujer”.

Respecto a los viajes y excursiones que hicimos, no pudieron ser mejores. Primero fuimos a pasar el día a la la-guna de apoyo que estaba cerca de Granada. Era una laguna de grandes dimensio-nes, la cual pudimos disfrutar tanto con Sol como con lluvia, pues ese día cayó una de las pocas tormentas que vimos durante nuestra estancia, ya que viajamos en verano.

La segunda excursión, fue a las isletas del lago Cocibol-ca, el cual se encuentra en Granada y es el más grande de América Central con 8264 km². Cuando lo veíamos, nos daba la sensación de estar en el mar. La única diferencia era que, cuando te tragabas agua sin querer mientras te baña-bas, no sabía salada, sino dul-ce. Era una sensación extraña.

“Lo que menos me gusta de este país era el ir por la calle y que, continuamente, los

hombres saluden o griten cosas a las mujeres”

Page 13: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

13

Las isletas del lago (unas 400) fueron formadas debido a la erupción del volcán Momba-cho, uno de los muchos que existen en Nicaragua. Vimos solo un número reducido de ellas, pero eran diferentes unas de otras. Algunas eran pequeñas y no vivía nadie, mientras que en otras sí. Vi-mos mujeres lavando en la orilla y a los/as niños/as ba-ñándose y jugando; era una imagen muy bonita. Había otras más grandes, como en una en la cual paramos para subir al Fuerte San Pablo, des-de el cual había vistas de parte del lago y otras isletas. En otras, había bares, como en una que paramos a hacer otro descanso, el cual tenía hasta una piscina al lado de la orilla. Estar allí parecía el paraíso. Pero, sin duda, nuestra isla favorita fue la de los monos de cara blanca, en la que vivían tres animales de esta especie, quienes se subieron a la barca para que les diéramos comida.

La siguiente excursión fue al mirador de Catarina, el cual ofrecía vistas a la laguna de apoyo. Ese día, se cele-braba un concur-so de cocina con música y bailes típicos. Fue una tarde divertida, diferente, que nos permitió co-nocer un poco más de la cultura nicaragüen-se. Además, montamos en el primer transporte distinto al autobús o taxi, con los que nos habíamos movido hasta el mo-mento. Ese medio de transpor-te era un mototaxi, en la cual nos montamos siete personas intentando jugar al Tetris. En realidad, todavía no sé cómo entramos.

El primer viaje en el que salimos todo el fin de semana fue a León, una ciudad bastan-te importante en Nicaragua. La primera noche, conocimos a un chico joven que nos explicó que vivía en la calle y se dro-gaba inhalando pegamento, pues era su única manera de sobrevivir. No fue la única per-sona en el país que observa-mos que la consumía, ya que es una droga barata y de fácil acceso.

La primera visita fue a la

catedral de León; nos gustó mucho, pues pudimos andar descalzos/as por su tejado, en-tero pintado de blanco y con vistas a toda la ciudad. Un día entero pudimos disfrutar de una playa cercana, en la que estába-mos prácticamente solos/as, con unas vistas increíbles y en la que he visto, posiblemente, el atardecer más bonito de mi vi-da. Un día también pudimos visitar el museo de la Revolu-ción Sandinista, donde tuvimos la suerte de que nuestro guía fuera un guerrillero que partici-pó en dicha revolución, la cual duró desde 1979 hasta 1990. Nos explicó cómo se vivieron esos años en general y cómo los vivió él. Fue, sin duda, una de las personas más interesantes que conocimos, pues fue un honor poder conocer la historia no tan lejana de Nicaragua ex-plicada por alguien que la vivió en primera persona. Además, fuimos a un museo de mitos y leyendas, en el que pudimos conocer también cuáles son los personajes que atormentan a

las personas nicara-güenses. Algo a destacar de esta ciudad y que nos impactó mucho es que, a las siete de la mañana al día siguiente de llegar, estábamos buscando un lugar para desa-yunar cuando co-menzó a sonar una alarma muy fuerte.

Todos/as nos asustamos. Pare-cía la típica alarma de una pelí-cula tras la cual ocurre una ca-tástrofe. No vimos que nadie se alarmara y, tras su sonido, pa-reció que la ciudad despertaba. Preguntamos qué había sido y nos explicaron que esa alarma suena todos los días a las siete de la mañana y a las doce del mediodía, pues indica la hora de abrir los negocios y la hora de comer. Nunca había visto algo parecido.

En este viaje, comenzamos a hacer autostop. Algo que nos había dicho todo el mundo que era sencillo, y la verdad es que sí lo era bastante. Tras este descubrimiento, pudimos aho-rrarnos muchos autobuses. Era mucho más divertido y econó-mico intentar parar un coche (casi todos eran pick-up y eran los que nos cogían ya que po-díamos ir en la parte trasera) e

incluso camiones, como uno en el que fuimos encima de los sacos que trasportaba. Además, nos permitía mayor libertad de horarios, pues los del transporte en Nicaragua no estaban muy claros en nin-gún lugar.

La Semana Santa fue bas-tante completa, ya que no había clase en los centros de aprendizaje y pudimos disfru-tar de una semana de vaca-ciones para visitar los lugares más lejanos o que requerían más tiempo para ver. Primero, fuimos a la isla de Ometepe, mi excursión y lugar favorito de Nicaragua sin duda alguna. Es una isla que se encuentra dentro del ya nombrado lago Cocibolca y que contiene dos volcanes: Concepción y Made-ras. Hasta ella fuimos en lan-cha, la cual no fue muy cómo-da ya que nos mareamos casi todos/as y nos hizo decidir que, para la vuelta, cogería-mos mejor un ferry, pues es más estable. Una vez allí, fui-mos hasta la otra zona de la isla en autobús. Esa zona se llama Altagracia. En ella, fui-mos a una playa espectacular de tierra volcánica. Parecía también sacada de una pelícu-la, como otras tantas cosas de este maravilloso país.

Al día siguiente, fuimos a unas piscinas naturales, llama-das Ojo de Agua o “fuente de la juventud”. Fuimos tem-prano y pudimos bañarnos en ellas sin nadie más. Fue un momento de total tranquili-dad, un momento de esos en los que nada más importa. Además, dentro del recinto, pudimos hacer una ruta entre la naturaleza. Al salir, visita-mos otra playa enorme en la que estábamos, una vez más, solos/as.

Nos trasladamos a la otra zona de la isla, llamada Moyo-galpa. Esa tarde la aprovecha-mos yendo a un lugar llamado Punta Jesús María, la cual es el extremo oeste de la isla y, como su nombre indica, tiene forma de punta y las olas se forman a ambos lados. Esa tarde pudimos disfrutar de la arena, del Sol, de la cerveza de Nicaragua y de otro espec-tacular atardecer.

La última excursión que hicimos dentro de esta isla fue a Charco Verde, un área pro-tegida que se encuentra entre

“Aprendí a darle menos importancia a

algunas cosas que creemos

imprescindibles y realmente no lo son

tanto”

Page 14: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

14

los dos volcanes. Fue una bo-nito y tranquila ruta entre la naturaleza, incluyendo un ma-riposario en el que vimos espe-cies de mariposas y flores pre-ciosas y una playa en la que, otra vez, estábamos práctica-mente solos/as.

La segunda excursión que hicimos en Semana Santa fue al volcán de Masaya, al que subimos para ver la lava. Pen-sé que iba a ser más especta-cular, que me iba a impresio-nar más, pero, aun así, no to-do el mundo puede decir que ha visto, de más o menos cer-ca, parte del interior de un volcán.

La tercera excursión fue a San Juan del Sur, un sitio más turístico, típico al que la gente va a la playa. Lo mejor de este lugar fueron las playas que tenía a su alrededor, pues eran todas paradisiacas. Pudimos visitar solo dos de ellas, y fue-ron increíbles. Y así, finalizó la Semana Santa y volvimos a la rutina. Una rutina de la que a veces nos quejábamos un po-co, pero que ahora echo mu-cho de menos.

Al centro de aprendizaje llegábamos sobre las doce y media, tras media hora de ca-mino en el que pasábamos mucho calor. Caminábamos por zonas que se salían del centro de la ciudad, que eran de un aspecto mucho más ru-ral, en las que paseábamos al lado de animales como patos o caballos, por calles sin asfaltar. Las casas eran mucho más pequeñas que las del centro e incluso, algunas, con aspecto de chabolas.

Una vez allí, limpiábamos todo el polvo que se acumula-ba de un día a otro hasta la una, cuando comenzaban a entrar los/as niños/as. Había tres turnos, de una hora cada uno, por lo que estábamos allí hasta las cuatro si no había nada más que hacer ni ningu-na reunión. Los/as niños/as podían venir al turno que qui-sieran, e incluso a los tres, con la condición de no ir en dos a la misma área, las cuales eran: matemáticas, español, table-tas, computadoras, lectura y arte.

Al principio, yo estaba en el área de arte, como ya he dicho antes. Me gustaba estar ahí y ver cómo los/as niños/as ha-cían la misma manualidad, pe-

ro cada uno/a a su modo. Más tarde, se realizaron algunos cambios y pasé a estar en el área de lectura. Había una es-tructura que pertenecía única-mente a esta área, con suelo de madera y una estantería llena de cuentos y libros. Me sentaba o tumbaba con los/as menores en el suelo y les leía cuentos. Eran momentos muy especiales cuando los veía a todos/as mi-rándome atentos/as mientras yo leía. También hacíamos algunos juegos y canciones. Sin duda alguna, a pesar de gustarme mucho arte, esta área fue mi favorita.

Los/as niños/as eran muy cariñosos/as. Siempre que te veían, te daban un abrazo. In-cluso los/as más tímidos/as se aceraban poco a poco. Además, eran muy curiosos y nos pre-guntaban muchas cosas sobre nuestro país o nuestra familia.

Respecto a la organización del centro, a veces hacía que nos desesperásemos un poco mi compañera y yo, por la desorga-nización o por falta de ayuda por parte de otros/as compañe-ros/as, pero realmente esos momentos apenas los recuerdo, pues al final siempre te quedas con lo bueno.

El trato con las personas nicaragüenses que trabajaban en el centro fue muy bueno. Excepto con la responsable de arte, de quien ya he hablado, con el resto me costó un poco más comenzar a hablar o tener relación, pero también con ellos/as hice mucha amistad.

Con el resto de voluntarios/as, al menos con la mayoría, fue más fácil, pues estábamos to-dos/as en la misma situación. Salíamos juntos/as de fiesta, e incluso un noruego se apuntó con nosotros/as a algunas ex-cursiones. Me encantó conocer personas de diferentes países, con diferentes creencias y cos-tumbres, pero tan abiertas de mente que podían comprender perfectamente los puntos de vista del resto de personas o, si no lo hacían, al menos los res-petaban.

Otra experiencia que nos permitió conocer una parte muy auténtica de Nicaragua fue la visita a un barrio llamado Panta-nal. Gracias a preguntar al ma-trimonio que llevaba el negocio de la visita a las isletas que rea-lizamos, pudimos ponernos en contacto con una mujer del ba-

rrio ya nombrado, ya que que-ríamos dar algunas cosas de las que llevamos (ropa, mate-rial escolar y deportivo, li-bros…) directamente a perso-nas que lo necesitaran, no solamente a la organización en la que realizamos nuestras prácticas.

Esta mujer nos enseñó el barrio y nos llevó hasta la ca-sa de las familias que más necesitaban el material que ofrecíamos. Todas las familias estuvieron muy agradecidas. Además, dicha mujer nos transmitió muchísima energía positiva, pues, a pesar de las dificultades del barrio, nos explicó cómo estaban tratando de sacarlo adelante y cómo se había construido un centro en el que se impartían clases. Nos explicó que, en las épocas de lluvia, hasta hacía poco tiempo tenían que cruzar una calle la cual se inundaba de tal manera que el agua les llegaba hasta las rodillas. A pesar de todas las dificulta-des, se veía que era feliz, que sacaba lo bueno de todo; fue una gran inspiración. Con ella, nos acompañó también una chica joven que jugaba al ki-ckball y nos invitó a un partido de su equipo. Fuimos esa mis-ma semana, y nos encantó. Todas las chicas que forma-ban el equipo eran de ese barrio y estaban muy unidas y entregadas a él.

Hasta aquí, el viaje fue fantástico. Con sus días mejo-res y peores, con días en los que echabas más de menos España, a tu familia, a tus amigos/as, y otros en los que pensabas en que cada vez quedaba menos para volver y no querías ni pensarlo, porque querías permanecer allí mucho más tiempo, porque te sentías feliz. Incluso la convivencia de cinco personas en una misma habitación estaba yendo mu-cho mejor de lo que cualquie-ra podría esperar. Hasta el resto de voluntarios/as se sor-prendían al ver que, a pesar de estar 24h juntos/as los/as cinco, cuando estábamos por ahí, seguíamos teniendo de qué hablar y estábamos bien.

El 19 de abril, un jueves, todo empeoró; quedaba prác-ticamente un mes para que se acabara nuestro viaje. Este día, comenzaron manifestacio-nes pacifistas en contra de, en

Page 15: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

15

principio, una ley nueva, pero, en realidad, contra el Gobierno de Daniel Ortega. Al día si-guiente, nos enviaron un co-rreo diciéndonos que los cen-tros cerraban por precaución. Esa misma noche, comenzaron revueltas en el país. Tengo esos días un poco confusos, pues fueron días extraños, de tensión, de no saber qué ha-cer. La noche del sábado, pa-samos miedo quienes nos des-pertamos con los sonidos de disparos que procedían de la calle. Ya habíamos visto que habían estado tirando piedras e incluso habíamos olido a ga-solina y temimos que fueran a incendiar el hostal o alguna casa. Esa misma noche, a las cuatro de la mañana, decidi-mos coger el siguiente avión de vuelta a España, pues nos daba miedo el cómo podía evolucionar la situación e inclu-so que cerraran el aeropuerto. El siguiente avión era el miér-coles.

Esos días, como he dicho, pasaron raros. Cuando nos levantábamos por la mañana, parecía todo como siempre. Se podía pasear por el mercado, se podía ir al supermercado a comprar, se podía hacer vida normal. Aprovechamos para hacer las últimas cosas que teníamos pendientes por hacer dentro de la ciudad de Grana-da, como por ejemplo ir a la biblioteca, la cual era muy dife-rente a las de aquí, con un

gran jardín para leer, por lo que nos encantó. Pero, cuando lle-gaba la tarde, nos decían que no saliéramos de casa a partir de las tres. Era agobiante estar encerrada en un sitio, sin poder salir, sabiendo lo que pasaba afuera solo por la red social de Instagram, donde la gente nica-ragüense iba publicando todos los ataques.

Dentro de lo malo de la si-tuación, pudimos despedirnos de los/as niños/as. Temíamos que los centros no se volverían a abrir esa semana, pero la si-tuación se calmó un poco y el martes, nuestro último día en Nicaragua, pudimos ir a los cen-tros a despedirnos de los/as menores. No puedo estar más agradecida de haber tenido la oportunidad de despedirme. No fueron todos/as los/as niños/as ese día al centro debido a la situación que se estaba y está pasando, pero al menos no me fui con tan mala sensación. Gra-cias a poder despedirnos el últi-mo día de todo el mundo, por-que no era solo de los/as niños/as, sino también de todos/as los voluntarios/as y las personas nicaragüenses con las que tra-bajamos, vine feliz a pesar de lo duro de la situación.

Vine pensando que al menos había cerrado el viaje en condi-ciones, pero ese sentimiento duró pocos días. Creo que no fui solo yo la que estuvo un tiempo como metida en una burbuja. No fui consciente hasta unos

días después de estar en Es-paña de que realmente había vuelto, de repente, sin prepa-rarme para ello, sin quererlo, por una situación que estaba afectando a personas con las que había hecho mucha amis-tad; una situación que no se sabía cómo iba a evolucionar y hoy en día, a mediados de agosto, ha dejado ya alrede-dor de cuatrocientos muertos, miles de heridos y cientos de desaparecidos.

Me dolió que las personas que me habían dicho que có-mo iba a aquel país durante tanto tiempo, como si fuera un país peligroso en el día a día, sintieran que llevaban razón. Hasta que ocurrió esto, no me sentí insegura en nin-gún momento. Repetiría la experiencia sin lugar a duda y quiero volver alguna vez en mi vida. De hecho, todos/as los/as que fuimos, queremos vol-ver. Fueron dos meses y me-dio de felicidad a pesar de algunos momentos difíciles.

Aprendí mucho de esta cultura tan diferente. Aprendí a darle menos importancia a algunas cosas que creemos imprescindibles y realmente no lo son tanto. También aprendí a vivir de manera más calmada. Al principio, nos cos-taba convivir con la tranquili-dad de las personas de Nica-ragua para hacer ciertas ac-ciones, pero nos acostumbra-mos a ello. Además, aprendí a valorar otras cosas, como el simple hecho de tener una habitación para mí sola en casa, donde me puedo meter cuando necesito soledad, o el que no se acabe el agua para ducharme o simplemente tirar de la cadena, como pasaba algunas veces en el hostal.

Albert Espinosa tiene un libro llamado “El Mundo Ama-rillo”, en el cual habla del con-cepto de personas amarillas, las cuales son aquellas que marcan tu vida, hayas estado con ellas solo cinco segundos o durante años. Creo que en este viaje he conocido a varias personas así, pues me han permitido aprender mucho de ellas, aunque haya sido en poco tiempo, y sé que son enseñanzas que nunca olvida-ré.

Cómo citar este artículo: Catalina Gil, Sandra (2018). ”Experiencias de intervención: en Nicaragua. Un viaje personal”, Revista Ubuntu 10: 11-15.

Fotografía: David de Francisco Fernández

Page 16: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

16

Érase un día que al hemisferio derecho le dio por conversar con el izquierdo, el demonio y el ángel o el ángel y el demo-nio, si preferimos llamarlo así. El cerebro, en un intento por resolver sus dudas, pidió consejo a estos dos. Uno de ellos empezó diciendo:

—De verdad, no entiendo por qué te preguntas tantas veces lo mismo, ¿qué diablos te preocupa? ¡Mira qué hemos te-nido conversaciones largas y distendidas, pero veo que no son suficientes! Así que, voy a dejar lo políticamente correcto a un lado, para que te enteres bien del asunto.

—¿Es que alguna vez has sido correcto? —Shhhhh, ¡cállate y no me interrum-

pas! (Carraspea antes de continuar). Bueno, hace poco realicé una lista enume-rada, a modo de diez mandamientos, para dejar resumido el nuevo credo a seguir, y que ya es tendencia. Espero que te ayude a esclarecer tus ideas y que la utilices de guía cuando tus inquietudes vuelvan a aparecer: 1º Amarás al Sistema sobre to-das las cosas. (Éste te trata muy bien, es maternal, encantador y sonriente).

—Sí, por supuesto, te pone la pastilla mientras te clava la inyección —pensó pa-ra sí el otro, que intenta ser educado y no molestar.

—2º No usarás el nombre Neoliberalis-mo en vano. (Aunque reniegues de él, diri-ge tu vida. Así pues, ahórrate disgustos y uníos). 3º Santificarás los fines de sema-na. (Esos son tuyos, aprovéchalos. Hay miles de parques temáticos donde busca-mos calentones que se pueden desahogar fácilmente. Eres amo de tu placer, ¿no es esto auténticamente maravilloso?). 4º Honrarás a la tarifa plana y a la conexión perpetua. (Sin ellas el fenómeno de la glo-balización no hubiera sido posible).

—¿Conexión perpetua? Yo diría cadena perpetua, nos encontramos en línea conti-nua, sin desengancharnos —vuelve a razo-nar.

—A partir de este punto, el formato va-ría: 5º Evita los tiempos muertos. (El siste-ma está en continuo cambio, lo que hoy es novedad, mañana estará olvidado. Por ello, no te quedes atrás, llena todos los espacios de tu vida y renuévate). 6º Hazte dueño de tu destino. (No hay mayor liber-tad que huir de la fatalidad, de lo no elegi-

do. Desarraigarse de todo aquello que te oprime desde tu origen es la mejor forma de escapar).

—Si Zenón el Estoico levantara la cabe-za... —se lamenta.

—7º Sé lo que quieras, pero sé algo. (Éste es un valor de mercado muy impor-tante: puedes ser puta, monja, sacerdote o terrorista, pero no te quedes fuera, en la nada. Cada uno tendrá su lugar, aquí no se excluye a nadie). 8º No creas en el compromiso. (No te cases ni con nada ni con nadie, "somos de usar y tirar", y de-bes reconocerlo para evitar más sufrimien-to). 9º La producción tiene que ser tu for-ma de vida. (La propia sociedad produce sociedad, productores y consumidores, lazo y existencia social, ¿ves cómo afecta a todos? No lo ignores). 10º No pienses en tu agujero. (Poco a poco, como si fueran capas de cebolla, lo vamos ocultando. Al-gunos afirman que existe, yo maldigo su existencia: ¿por qué la gente cree en algo que no ve?).

(Da a entender que su discurso ha ter-minado. El cerebro aplaude y él hace una reverencia).

—¡Gracias, amigo! —exclamó el cere-bro, profundamente satisfecho—. Sin ti no sé lo que haría.

—¡Para!, no te emociones demasiado rápido. Esto es pura demagogia.

—¿Demogogia? (Con aire pícaro) He tenido a un buen maestro.

—Ehhh ¿no estarás insinuando nada, verdad? (Muy enfadado) ¡Pero cómo te atreves!

Diálogo (im)pertinente

Cristina Aparicio Ponce / Madrid

MIGAJAS FILOSÓFICAS MODERNAS

Page 17: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

17

—Jajajaja, ¡me encanta verte enfadado! No te puedes imaginar cómo lo disfruto.

—Eres un... (Se asusta y se calla de inmediato).

—¡Basta ya! —les recrimina el cere-bro—. ¡Si es que al final sois los dos igua-les!

(Después de un silencio largo, y con la voz entrecortada)

—¿Pu... pu...puedo yo también (Traga saliva) expresarte mi opinión?

—Claro, pero lo único que os pido es que no empecéis a discutir —manifiesta en tono conciliador el cerebro—. A veces, me ponéis más dolor de cabeza del que ya tengo.

—Bueno, bueno... pues yo me voy a echar un sueño (Hace como que bosteza). (Se muerde los labios y el alma para no protestar). Voy a intentar ir al grano y sin preámbulos:

El sistema, ¿qué es el sistema?, ¿dónde empieza y dónde termina? Es algo difuso. De hecho, existen todavía formas de vida dentro de él que tienen poco que ver con lo que llamamos "sistema". Dado esto, es necesario tener, al menos, un pie fuera de él, sea cual sea ese sistema. El capitalista, en concreto, funciona con el miedo. El miedo a pensar por cuenta propia sin ser-virnos de los últimos datos o estadísticas. Los datos (todos ellos discutibles) nos difi-cultan crear algo nuevo, particular de cada uno, porque les atribuimos demasiada im-portancia, como si fueran la única verdad. Tenemos que darnos cuenta que esto no es así. Cada uno tiene un daimon, voz in-terior, que ha de ser escuchado. No sólo es conveniente transmitir conocimientos, sino despertar lo latente (dormido) en el ser humano. Esa máxima socrática no vie-ne a describir más de lo que he ido dicien-do: "Conócete a ti mismo".

Si nos remontamos, tampoco hace mu-cho, en el tiempo podemos percatarnos de que el poder era más autoritario y severo. Obviamente, es también dañino, pero el de ahora es incluso más perverso, subsiste gracias a ese rumor que expande hacia nosotros: "yo tengo lo que tú necesitas". Por ello, nos sentimos tan seducidos, mal-decimos a la madre que lo parió, pero no podríamos vivir sin él. Esta relación de amor-odio es imprescindible para que se sostenga. Ejemplo: te sube el I.V.A. mien-tras que te concede las becas del Ministe-rio o te bombardea en televisión con la posibilidad de que ocurra un atentado en cualquier lugar, mientras que te advierte de que las medidas de seguridad son casi absolutas. Miedo, pero a la vez protección. El miedo nos paraliza, no nos deja actuar,

nos secuestra a nosotros mismos. El poder era limitado, es decir, se sabía

quien lo poseía y donde estaba. Si en el sistema capitalista el amo se encuentra escondido, no llegaremos nunca a derri-barlo. ¿Por qué se esconde? Por ese dicho que afirma: "si pones la cara te la pueden partir". Y la verdad es no es nada ingenuo. Ahora es más difícil saber quién es el enemigo, y aún más si está protegido.

Asimismo, pensemos dónde se sitúa el control en nuestros días. Actualmente, el trabajo está/se lleva a todas partes, en los móviles inteligentes, en el campus virtual, en el correo, etc. que imposibilita la desco-nexión. Parece que el tiempo sólo se basa en el trabajo con ciertos momentos libres (recordemos los calentones de los fines de semana), y esto hace que no descanse-mos.

¿Por qué en un país llamado del primer mundo se sufren tantas depresiones?, ¿algo estamos haciendo mal, verdad? Y es

que parte de responsabilidad es nuestra, ya que "el amo social se vuelve interior".

Los individuos narcisistas, que sólo ne-cesitan al mundo para reafirmarse a sí mismos, están agotados, fatigados de sí mismos. Esforzándose continuamente, la cultura del rendimiento no permite pau-sas. Somos una cadena que no concluye, como te estanques los demás te empuja-rán y continuarán sin ti. Siempre, y esto es lo que más me fastidia del sistema, abocados a un mañana que nos impide ver el hoy. No estamos a la altura del fa-moso "Carpe Diem" (con todas las implica-ciones que tiene) que tanto nos gusta y nos queremos tatuar. Qué curioso.

Los ánimos tremendos por establecer una sociedad de lo igual hacen que se pierda la alteridad, al otro. Todos "pasamos por el aro" del discurso, siendo mercancías y consumidores. Esto hace que el amor sea también narcisista. El otro no es el otro, es yo, buscando el placer sin dolor. Todo compromiso, esfuerzo o sacri-ficio implica una renuncia, una pequeña muerte, que nos produce angustia. Ence-rrados en la fantasía o enganchados a un otro que representa nuestro yo, es decir, lo que anhelamos, no experimentamos otra relación más que con nosotros mis-

“Todo compromiso, esfuerzo o sacrificio implica

una renuncia, una pequeña muerte, que nos produce angustia.”

Page 18: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

18

mos, ¿no te parece agotador? Poner en juego la falta puede doler, si finalmente no es correspondida o no se satisface. Di-cen que de las catástrofes ocurridas nace todo pensamiento, de ellas hemos apren-dido todo lo que sabemos. Entonces, ¿no es necesaria una pequeña muerte para volver a nacer? Esta pregunta me la hago por una frase escuchada en una clase de filosofía: "Asumir la muerte es la condición para que la vida siga su camino".

Esta movilización tan rápida de nuestra vida, como una autopista hacia algún lu-gar (no sabemos cuál) hace que estemos perdiendo la posibilidad de dialogar con nuestras sombras, al fin y al cabo, con el vacío propio del ser que nunca puede lle-gar a estar colmado del todo. Yo creo que por ello tenemos la imperiosa necesidad de escapar, de tender hacia lo intermina-ble, lo que no se encuentra limitado y que puede variar constantemente. ¿A qué me estoy refiriendo con esto? Al entendimien-to de la libertad como una huida de la fa-talidad, de aquello que no hemos elegido.

En realidad, ¿qué soy? Todo lo que me ha atravesado: canciones infantiles, trau-mas, ecos, papá y mamá, etc. Soy un entre, es decir, pendo entre un símbolo que remite a otro sucesivamente. Entre yo y yo, por así decir-lo, hay cientos de cosas que me han marcado, me han criado, me han generado. A esas cosas, desde lo que nos pueda parecer más banal hasta lo más transcendental, podemos darle forma. Todo lo traumático puede ser utili-zado para crear una fuerza nueva, si tenemos la suficiente voluntad de reparar en ello y prestarle atención. A causa de esto, se dice que poner a hablar, a dialogar a los sujetos, es mucho más potente que cualquier ideología que se quiera imponer. Pero, claro, en esta socie-dad excesivamente ilustrada donde se le concede a la razón la luz que ilumina, todo aquello clandestino, que sea invisible y que requiera de tiempo no interesa.

En mi opinión, (como voz de un cerebro pensante) el lugar que "ocupemos" en el sistema: como amo, como programa, co-mo mercancía o como consumidor, no nos otorga ninguna diferencia. La neutraliza-ción de la identidad provoca la brutal indi-ferencia, todos somos iguales seamos lo que seamos —siendo esclavos del amo o amos del esclavo—.

Todos nos sentimos muy bien en la zo-na de confort, la comodidad es una de las

máximas de este siglo. Realmente, no es-tamos preparados para dejar retornar a los rumores, ese coro en la cabeza pobla-do de ecos que todos tenemos, por ello, cuando nos inquietan, pedimos ayuda al psicoanalista, al terapeuta y, en algunos casos, hasta al confesor. No estoy des-prestigiando a ninguno de los tres, porque son muy necesarios. Los necesitamos en-carecidamente. La labor que ejercen es la que no sabemos realizar por nosotros mis-mos: conseguir una buena relación con nuestros demonios. La virtud, al margen del éxito social, reside en reemprender una y otra vez la búsqueda de un saber que siempre se nos esfuma. Esto es lo que le sucede al agujero, a los discursos o re-laciones sociales, a la vida misma; no lle-gan a la satisfacción plena.

¿Cuál es la función del ser humano? Buscar el ideal que llene nuestro vacío en medio de este escenario mortal.

Después de haber terminado, el cerebro se encuentra colapsado, demasiado aturdi-do para articular alguna palabra con senti-do. Se da un tiempo, en el cual los otros dos empiezan a hablar.

—Pues me he dormido de ver-dad (Se estira desde la cabeza hasta los pies). ¡Si es que no te das cuenta de que siempre dices lo mismo! Que si el siste-ma no sé qué, que si el siste-ma no sé cuántos... qué abu-rrido. Siempre reprochando (Hace que piensa). Seguro que si tu sistema ideal fuera el so-cial construirías una nueva cri-tica, no lo dudo. —(Parece agotado y sin ganas) Sí... bueno, pero el ser hu-

mano tiende a analizar la realidad en la que vive. Tampoco creo que yo sea una excepción de la vida. (Se ríe por no llorar).

—Mira, yo no soy tan gilipollas para no darme cuenta de que esta moral nos está deshumanizando. Todo lo antropológico y a la vez tan propio del ser nos lo estamos cargando. El pensamiento del hombre se despliega hacia el infinito y no logra nunca satisfacer su apetito. Claramente, él es finito.

—Me dejas sin palabras. —¿Ves?, ¿creías que no me daba cuen-

ta de las cosas? Intento relativizar sobre el asunto. Imagínate el cerebro con dos co-mo tú... (Pone los ojos en blanco). Yo for-mulo una opinión y tú otra, y entre las dos se debate el ser. De ahí que el saber esté siempre en construcción y no podamos llegar a una conclusión definitiva. Hemos puesto el cerebro a trabajar; éste ha pues-

“La neutralización de la identidad provoca la

brutal indiferencia, todos somos iguales seamos lo

que seamos —siendo esclavos del amo o amos

del esclavo—”

Page 19: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

19

to en juego una falta, ha expresado sus dudas, y su temores, ha hecho sostener y hacer caer ideales.

—Ese es el discurso... —Subversivo o del psicoanálisis —se

adelanta a decir. —¿Pero se no me toca decirlo a mí? —Hijo mío, somos producto de la imagi-

nación del cerebro, una fantasía que no es palpable. El cerebro hace y deshace a su antojo.

—Entonces, ¿ahora quién soy? (Se ras-ca la cabeza concienzudamente).

—Ahh, no sé. Pregunta al cerebro. —(Hace ademán de preguntar pero se

contiene). Creo que está muy cansado, no está interviniendo en esta conversación. Dejémosle su tiempo.

—Cierto, hoy ha sido un día duro. (Respira hondamente y cierra los ojos).

—Oye, ¿te puedo hacer una pregunta? —¿Otra? (Con las manos entrecruza-

das). ¡Dios mío, llévame pronto! —Ay, no empieces a rezar otra vez.

Venga, allá va: si somos producto de la imaginación del cerebro, ¿existimos o no existimos?, es el cerebro el que nos crea, ¿verdad? O sea, que una vez que el cere-bro quiera, nosotros dejaremos de hablar, ¿no?

—Así es —afirma. —Pues que así sea —dice el cerebro. —¡Madre mía! ¿en qué hora he pedido

yo que estos dos me ayudaran a hacer un trabajo para psicología? Me hace gracia cuando empiezan a hablar creyendo que no les oigo, qué ilusos (Se ríe con una car-cajada maléfica). Son los dos tal para cual, la parejita perfecta. En el fondo, no po-drían vivir el uno sin el otro... (Chasca los dedos y se le enciende la bombilla) ¡Eureka! ¡El compromiso, claro! era uno de los..., ¡sí, hombre! ¿Cómo no me voy a acordar? Era un tema importante y tal... —no recuerda nada y empieza a vocear a alguien. Cris, Cristinaaa... ¿estás ahí?

El cerebro va tomando forma hacia una chica que se encuentra en su habitación escribiendo en un ordenador. Parece más grande que él.

—¿Qué quieres? —menciona con des-dén.

—Que no me he enterado de lo que ocurre con el compromiso, al final. Es que cada uno dice una cosa y me lían (Se ca-brea como un niño). ¡Jopetas!

—A ver, tú eres mi cerebro, si no te en-teras tú... (Refunfuña).

El silencio se podría cortar. —Y el cerebro también, ya de paso.

¡Ay!, perdóname, narrador omnisciente. Es que mi cerebro me saca de quicio. Puff... ¿le pregunto otra vez?, ¿volvemos a em-pezar de nuevo?

Cómo citar este artículo: Aparicio Ponce, Cristina (2018). ”Migajas filosóficas moder-nas: Diálogo (im)pertinente”, Revista Ubuntu 10: 16-19.

La colección de Cuadernos monográficos Ubuntu tiene el objetivo de crear pequeños cuadernillos sobre temas teóricos fundamentales, cuestiones de actualidad, fenómenos históricos, etc., en un tono asequible y divulgativo, con la intención de que sean de ac-ceso fácil a las personas que quieren conocer más sobre el mundo y comprender los pro-cesos complejos que vivimos. Para ellos, la Asociación Ubuntu ofrece los Cuadernos en tres formatos distintos: en formato PDF de forma gratuita, y en formato Ebook y en for-mato impreso a bajo coste.

Page 20: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

20

Definiendo el punto de destino Empezaremos hablando sobre cómo entrenar, de forma que asentemos las bases para que a la hora de comenzar una rutina de ejercicios —sea des-tinado a la mejora de salud cardiovascular o enfocado a mantener o mejorar la estéti-ca— sepamos que mapa se-guir y cuales pueden ser las rutas que nos lleven a nuestro destino.

Por ello, lo más importante es tener el des-tino, es decir, qué queremos conseguir con el entrenamiento que estamos haciendo. Parece que es una pre-gunta obvia, pero estoy segu-ro de que si se lo preguntáis a la mayoría de las personas que realizan alguna actividad no os van a saber dar una respuesta concreta.

Por ejemplo, vamos a escu-char respuestas cómo: quiero perder peso, quiero poder aguantar unas carreras con un amigo/a, o quiero ser más fuerte. Muy bien, tenemos respuestas amplias que abar-can varias posibilidades, la respuesta adecuada sería: quiero perder 5kg de grasa corporal en 5 meses, quiero correr durante 30 minutos se-guidos sin calambres en 3 me-ses, o quiero levantar 60kg en sentadilla para final de año.

Esto es la base para poder empezar a entrenar, ya que de esta forma tenemos un objeti-

vo marcado, para el cual podre-mos, con la ayuda de un profe-sional o asesoramiento del mis-mo, realizar el plan a seguir para consumar la meta estable-cida.

El punto de partida Una vez definamos el objetivo, tenemos que tener claro cuál es nuestra línea de partida, es de-cir, realizar una evaluación ini-cial para saber en qué punto del camino nos encontramos, de forma que establezcamos el

tiempo que nos va a llevar conse-guir lo que nos hemos propues-to. Este paso es fun-damental, ya que sino tenemos conciencia de dónde partimos ¿cómo sabemos lo que estamos mejorando o em-

peorando? O si el plan estable-cido es malo o inadecuado. No solo la evaluación inicial va a ser parte importante de nuestro plan, sino también son necesa-rias evaluaciones periódicas que no influyan en nuestra prepara-ción para conocer la progresión que estamos llevando a cabo. Objetivos a corto plazo y medio plazo Establecidos el punto de partida y la meta, vamos a proponer una serie de paradas de avitua-llamiento, a las que vamos a denominar objetivos a corto y medio plazo, que nos van a fa-cilitar la llegada a la meta final.

Siguiendo con el primer ejemplo de perder peso, si la

meta son 5kg o 10kg, las pa-radas de avituallamiento se-rán por tanto pequeñas pérdi-das de peso a lo largo del trayecto, es decir, perder 1kg al mes o 1kg cada dos sema-nas serían micro objetivos acordes al objetivo final.

Esta forma de llegar a la meta nos sirve para mantener la motivación durante más tiempo, ya que si establece-mos objetivos a largo plazo sin control, posiblemente no le demos mucha importancia al comienzo del entrenamien-to bajo el pretexto de que falta mucho tiempo para lo-grarlo. Lo más probable en-tonces es que nos entren las prisas al final, tengamos que sufrir para intentar llegar al objetivo o haya que hacer modificaciones en nuestro plan de entrenamiento y se-guramente, no lleguemos al objetivo establecido.

Aspectos básicos de la planificación

Para realizar ejercicio físico por cuenta propia, debemos tener en cuenta unos aspec-tos básicos en la planificación del entrenamiento a seguir:

(1) La frecuencia del en-trenamiento: se mide sema-nalmente, siendo el número de días a la semana que reali-zo actividad física.

(2) El volumen de entrena-miento: comprendido cómo la distancia total recorrida en caso de que sea un ejercicio cardiovascular, o el número de series realizadas en caso de ser un entrenamiento de fuerza o de amplitud de movi-miento.

¿Cómo iniciarse en un programa de ejercicio?

Pablo Ruíz Blas

Estudiante de CAFYD Universidad Autónoma de Madrid

“si establecemos

objetivos a largo plazo sin control, posible-mente no le demos

mucha importancia al comienzo del entrena-

miento”

La filosofía de la Asociación UBUNTU está anclada en cuatro apoyos irrenunciables: la investigación y reflexión intelectual, la micro-intervención social, la naturaleza y el deporte. Por ello, esta Sección de De-porte y Salud pretende dar consejos y pis-tas a los lectores para que puedan inte-grar los beneficios del deporte y del ejer-

cicio físico en su vida, con todas las garan-tías de que lo harán bien, con cabeza y co-nocimiento. El ser humano es cuerpo y tie-ne sus exigencias que necesitan ser satis-fechas. El deporte es en sí mismo un modo de vida que puede ayudarnos a vivir una vida más equilibrada con el resto de di-mensiones que constituyen el ser humano.

Page 21: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

21

(3) La intensidad del entre-namiento: que representa el esfuerzo que supone realizar dicho programa de entrena-miento, pudiendo ser medido de forma subjetiva (mediante la escala de esfuerzo de Borg de 6-20, o la escala de Borg modificada de 1-10, a esta for-ma de medir la intensidad tam-bién se le denomina RPE) o de forma más objetiva, mediante pulsómetros, velocidades mar-cadas según la evaluación ini-cial, rangos en el porcentaje respecto a la máxima carga levantada o a la velocidad mí-nima levantada.

Test de esfuerzo inicial A continuación, os traigo una serie de test enfocados a la salud que os servirán de ayuda en la programación y evalua-ción de vuestro entrenamiento. Mi recomendación es que os baséis en vuestras propias me-diciones sin tener en cuenta al resto de la población; es decir, que partáis de vuestro estado actual y veáis el progreso res-pecto a vosotros/as mismos/as sin entrar en comparativas con otras personas.

Para medir la resistencia

cardiovascular al esfuerzo se puede aplicar el índice de Ruf-fier, que consiste en realizar 30 medias sentadillas —descender flexionando las ro-dillas hasta que el muslo esté en paralelo con el suelo, de forma que lleguemos a tocar el suelo con las manos— en un tiempo de 45 segundos. Antes de realizar dicha prueba, nos tomaremos el pulso en reposo, nada más terminar la prueba nos volveremos a to-mar el pulso, que será el pulso post ejercicio y que nos dará información sobre el esfuerzo que nos ha conllevado la reali-zación de la prueba; y por últi-mo tomaremos el pulso 1 mi-nuto después de haber realiza-do la prueba.

Para tomaros el pulso no hará falta un pulsómetro, po-déis colocar los dedos índice y corazón en la carótida, en la axila, en la ingle o en la zona radial, entre otras; una vez que os encontréis el pulso, lo mediremos durante 15 segun-dos y lo multiplicaremos por 4, de forma que obtengamos la frecuencia cardiaca por minu-to.

Ejemplo: antes de empezar

me tomo las pulsaciones (reposo), obtengo 17 en 15 segundos, por tanto, al minuto tengo 68 pulsaciones; realizo las 30 medias sentadillas en 45 segundos; nada más terminar me tomo las pulsaciones y me salen 30 pulsaciones en 15 segundos, por tanto, tengo 120 pulsaciones por minuto post ejercicio. Una vez trans-curridos 1 minuto de la prueba o 45 segundos desde que medí mis últimas pulsaciones lo realizo de nuevo para conocer mi capacidad de recuperación post esfuerzo: ahora obtengo 20 en 15 segundos, por tanto, 80 pulsaciones al minuto.

Esta sería una de las for-mas empleadas desde un pun-to de vista clínico para conocer nuestro estado cardiovascular, pero no es la única: podemos realizar una prueba inventada por nosotros mismos en fun-ción del objetivo propuesto. Es decir, mi meta es aumentar la distancia que hago corriendo o la duración; por tanto, tomo como marca inicial la distancia o duración del primer día que he entrenado, para posterior-mente, tras 1 mes —normalmente se debe dejar un

Las temidas agujetas

La palabra El término sólo existe en castellano. Su significado inclina a pensar que tiene que ver con agujas clavadas en nuestros músculos y por eso nos duelen cuando hemos realizado un entrenamiento. Pero hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre: el dolor que sentimos 8h-72h después de haber realizado ejercicio físico, se llama dolor muscular post ejercicio, DOMS (Delayed Onset Muscle Soreness) o Muscle Soreness. ¿Qué son? Se tiende a pensar que las agujetas son producidas por el ácido láctico ocasionado en el entrenamiento. Sin embar-go, no es la causal principal. El ácido láctico es un producto de desecho producido en el organismo de forma habitual con el ejercicio pero que se ve aumentando a partir de intensidades medio-altas. Por ello, la teoría más amplia-mente aceptada, es que el DOMS son microrroturas que se producen en las miofibrillas musculares, de las que está compuesta, en parte, la célula o fibra muscular. Estas mi-crorroturas se producen con entrenamientos para los que el cuerpo no está adaptado, siendo un agente estresor para nuestro organismo. Cuanto mayor haya sido ese agente estresor mayor será el DOMS. ¿Cómo puedo prevenir el DOMS? Hay que tener en cuenta que es una parte del entrena-miento, no hay que buscarlo, pero tampoco hay que des-preciarlo, es decir, ante estímulos nuevos lo habitual es que este fenómeno se produzca, teniendo nuestro organis-mo el deber de adaptarse a este nuevo estímulo para evi-tar que ese agente estresor provoque tanto desequilibrio. De manera resumida a este concepto se le denomina sín-drome general de adaptación, concepto que es mucho más amplio, pero aplicable en esta situación. Por tanto, ante ese estímulo que a nuestro organismo le ha creado des-equilibrio, creará o al menos intentará crear miofibrillas

adaptadas a dicho estímulo. En consecuencia, no se pue-de prevenir el DOMS, simplemente si realizamos el mismo ejercicio de manera habitual, ese desequilibrio, ya no supondrá tanto estrés para nuestro organismo dado que ya estamos adaptados a él. ¿Cómo me recupero del DOMS? Teniendo en cuenta el impacto que haya ocasionado en nuestro organismo el agente estresor, tardaremos más o menos tiempo en recuperarnos de ello. Existen diferentes formas de intentar mejorar la recuperación. Partiendo de la base de que se produce en el músculo, al músculo le llegan nutrientes a partir de la sangre; por ello si nuestro organismo no ingiere la suficiente cantidad de alimentos tardaremos más tiempo en recuperarnos. Dietas altas en proteínas favorecen la regeneración muscular, sabiendo que más no significa mejor, sino que una aportación ade-cuada de proteínas —alrededor de 1,6-2,2 gr por kg de peso corporal— sería suficiente. La otra parte la deben complementar los hidratos de carbono, dado que hay que regenerar los depósitos de glucógeno que se encuentran en el musculo. Siendo necesario un aporte aproximado de 3gr por kg de peso corporal.

A parte de estrategias nutricionales y complementes alimenticios, en los que no voy a entrar, métodos como duchas de contraste entre agua fría y agua caliente favo-recen la recuperación al permitir una mayor circulación de la sangre. Aumentar nuestra actividad física diaria favore-ce la regeneración puesto que al aumentar el flujo sanguí-neo con el ejercicio llegarán más rápido los nutrientes a las miofibrillas que si estamos sentados en reposo. Los estiramientos activos favorecen la recuperación por la consiguiente movilización de los músculos, no así el esti-ramiento pasivo, que creará una tensión extra sobre la zona dañada, ocasionando, dependiendo de la intensidad del estiramiento, mayor dolor muscular.

Page 22: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

22

margen de 3 meses para valo-rar objetivamente los resulta-dos del entrenamiento—, vol-ver a realizar dicho test y ob-servar el progreso.

En el caso de querer medir la fuerza muscular, se puede optar por ver cuánto peso so-mos capaces de levantar en un determinado ejercicio, lo que nos indicaría nuestra repetición máxima o nuestro 1RM. Sin embargo, esta prueba la des-aconsejo totalmente por el alto riesgo a lesión que conlleva levantar una carga que supon-ga tanto estrés a nuestro cuer-po. Otra opción es levantar un peso con el que podamos ha-cer entre 5 y 10 repeticiones hasta el fallo; sin embargo, también tiene su riesgo por el estrés que supone para nues-tro cuerpo.

La opción más eficiente sería medir el tiempo de des-plazamiento de un peso a la máxima velocidad posible, ya que existe una correlación di-recta entre el peso que podría-mos levantar y la velocidad a la cual es levantado, pero esta opción supone la aplicación de medidores de velocidad o apli-caciones móviles con la opción

de grabación a cámara lenta, por lo que es complicado.

Por ello, yo recomiendo emplear el método de esfuerzo subjetivo o “rpe”: conocer el grado de esfuerzo que nos ha conllevado realizar el ejercicio, anotando tanto el peso como las repeticiones realizadas pa-ra compararlo más adelante, no sólo eso, sino que es de vital importancia aproximarnos al número de repeticiones que creemos nos han quedado por hacer, es decir, el número de repeticiones que hemos guar-dado en la recámara, también conocido como “rir”. Por ejem-plo: levanto 60kg en sentadilla 7 veces, me ha supuesto un esfuerzo, según la escala mo-dificada de Borg, de 7, y he dejado en la recámara 3 repe-ticiones por hacer.

Para terminar con los tres ejemplos de objetivos pro-puestos, el último es el de pér-dida de grasa corporal. Para ello, la forma más simple, y también la menos válida sería usar una báscula, observar el peso en el momento actual y compararlo después de tres meses de entrenamiento. Opino que no es óptimo em-

plear este método, ya que úni-camente mide el peso corporal total, siendo de vital importan-cia conocer nuestra masa libre de grasa y nuestra masa gra-sa, que es lo que determinará en gran parte nuestra salud física. Por ejemplo, si descen-demos nuestro peso corporal total y desconocemos de dón-de proviene dicho descenso, es probable que se haya produci-do un descenso de masa ma-gra, algo que está lejos de ser positivo para nuestra salud.

Uno de los métodos más empleados es la plicometría, o medición de pliegues cutá-neos, los cuales, mediante la toma de una serie de pliegues del cuerpo y el uso de algunas ecuaciones obtendremos el porcentaje de masa grasa. Existen otras formas como la bioimpedancia, el uso de má-quinas DEXA o el pesaje hi-drostático.

Hasta aquí una serie de pautas básicas sobre cómo iniciarse de manera eficiente en un programa de ejercicio, más adelante seguiremos ha-blando sobre cómo mejorar.

Cómo citar este artículo: Ruíz Blas, Pablo. (2018) “Deporte y Salud: ¿Cómo iniciarse en un programa de ejercicio?”, Revista Ubuntu 10: 20-22.

Page 23: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

23

Introducción Desde que los CIE comenzaron a funcionar, a mediados de los años ochenta, se ha ido articu-lando un movimiento social en contra de su existencia que ha conseguido aglutinar no solo a organizaciones de apoyo a las personas migrantes, sino tam-bién a grupos heterogéneos de la sociedad que considera la existencia de estos centros incompatibles con el Estado de Derecho.

El objetivo es lograr el cie-rre definitivo de todos estos cen-tros a través de la visibilización de la injusta si-tuación que vi-ven las personas que se encuen-tra recluidas en ellos y la denun-cia de las conti-nuas vulneraciones a los dere-chos humanos que se produ-cen desde que son detenidos.

En Valencia se constituyó la Campaña por el Cierre de los CIE en enero del año 2010, a raíz de la divulgación del Infor-me de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), donde se constató la práctica de malos tratos y torturas en varios de los CIE en territorio español. Tras esta denuncia, el CEAR recibió por parte del go-bierno una campaña de des-mentido y descalificaciones, por lo que más de una trente-na de asociaciones valencianas tomaron la decisión de organi-zarse para exigir el cierre del CIE Zapadores y oponerse a

las medidas represivas contra la población migrante.

Para ello se desarrolló un trabajo jurídico de incidencia política y movilización social.

A raíz de estos primeros pa-sos, surgieron los primeros con-flictos entre las asociaciones y la dirección de los CIE, así co-mo con la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras. Se crea la campaña ¿Cuál es el delito? A favor del cierre de los centros de internamiento, redactando

un informe sobre la situación de vulnerabilidad y exclusión que las personas migran-tes tienen que soportar durante su encierro en dichos centros. Como podemos observar, en los Centros de Inter-namiento de Ex-

tranjeros son lugares en los que la tortura y discriminación no está de lado, pasando desde el propio encierro de las personas por una falta administrativa, como es no tener los papeles en regla, hasta las repatriacio-nes forzosas.

Por lo tanto, la intervención socioeducativa en estos centros se hace difícil de imaginar, ade-más la principal institución que gestiona los CIE es el Cuerpo de Policía Nacional. Aun así, la única Organización No Guber-namental que realiza una asis-tencia social y humanitaria en el interior de los CIE es Cruz Roja Española, en Barcelona, Madrid, Algeciras, Valencia y Murcia; estos tres últimos han abierto

convenio con el Ministerio de Interior hace unos años. Esta iniciativa, promovida por el Defensor del Pueblo, se ha llevado a cabo para intentar evaluar la gestión interna de los CIE, así como que la cus-todia policial se realice en el exterior de los centros y la asignación de la gestión de la convivencia en el interior por parte de programas de inter-vención social.

Con este intento de paliar la situación de los CIE, y po-der dar respuesta a las nece-sidades planteadas por las personas retenidas dentro de este, el Ministerio de Interior ha aumentado las subvencio-nes de los CIE, este dinero irá destinado a Cruz Roja Espa-ñola para que realice su asis-tencia social y humanitaria. Además este convenio permi-tirá la intervención tanto de organizaciones gubernamen-tales como no gubernamenta-les, nacionales o internaciona-les de protección de las per-sonas migrantes.

Dicha subvención va desti-nada a las siguientes actua-ciones:

(1) Intervención de todas las personas internas, especí-ficamente en la interpretación de lenguas y relación de fami-liares con el exterior o la tra-mitación de los documentos.

(2) Enlazar la relación en-tre la familia que se encuen-tra en España con los de sus países de origen.

(3) Mediación social, dan-do lugar al diálogo y com-prensión mutua entre las per-

Los centros de internamiento

para extranjeros (CIE). Y III. Red de apoyo social

Rocío Monzón Salvador

/ Madrid

“la intervención socioeducativa en

estos centros se hace difícil de imaginar”

Los CIE son centros de internamiento en los que se encierra a las personas extran-jeras que se encuentran dentro de territo-rio español sin autorización administrati-va legal de estancia y permanencia, y su objetivo prioritario es ejecutar la expul-sión o devolución de estas personas a su país de origen. En el Real Decreto 162/2014 de 14 de marzo, los define co-

mo “espacios de internamiento”, haciendo hincapié en su carácter “no penitenciario” y cuya finalidad es preventiva y cautelar persiguiendo garantizar la presencia de la persona ciudadana extranjera durante la sustanciación de un expediente adminis-trativo y la ejecución de la medida de ex-pulsión.

Page 24: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

24

sonas detenidas y las autorida-des que gestionan el centro.

(4) Facilitar la información si se da el caso de protección internacional.

(5) Crear agentes colabora-dores en la planificación y desarrollo de actividades den-tro de los CIE.

En cuanto a Cruz Roja Es-pañola las premisas que llevan a cabo en el interior de los Centros de Internamiento de Extranjeros se caracterizan por seguir estos ítems: retorno voluntario (para aquellas per-sonas que desean volver a su país de origen), asistencia bá-sica, actuación de emergencia (realizando labores de emer-gencia para las personas mi-grantes que llegan a las cos-tas), atención a trabajadores temporeros, acogida a perso-nas migrantes, ayuda a la inte-gración social (formación ocu-pacional, actividades educativo culturales,…), atención a me-nores no acompañados (ofreciendo casas de acogida y pisos tutelados, así como aten-ción escolar), intervención psi-cológica, sensibilización y re-agrupación familiar.

Por lo que se puede obser-var en la labor socioeducativa de Cruz Roja Española en ma-teria de migración es general y amplia, no concretando su la-bor dentro de los CIE. Su tra-bajo en el interior de los CIE no se especifica, en algunos de los puntos, llegando a ser, des-de nuestro punto de vista, in-coherente para la acción socio-

educativa y la inclusión de las personas migrantes.

Diversidad de organizaciones En este sentido existen diver-sas organizaciones, fundacio-nes, asociaciones y colectivos sensibilizados y preocupados por la situación interna de los CIE, todas ellas actúan bajo un denominador común: el cierre de los Centros de Inter-namiento de Extranjeros y la lucha contra el racismo. Se comprende que estas luchas son muy generales, por lo que a continuación se explica qué labores realizan estas organi-zaciones y que actividades llevan a cabo en relación con la interculturalidad.

—SOS Racismo: Su labor principal es la eliminación de la discriminación por razones de color de piel, nacionalidad, culturales o religiosas. Persi-guen la igualdad a través de la aprobación de políticas y leyes que garanticen la no discrimi-nación racista y xenófoba, así como la educación y sensibili-zación de la sociedad. Las agresiones racistas pueden venir de personas o de institu-ciones, en este último caso se habla del racismo institucional. En España el racismo institu-cional queda patente en las redadas racistas y en los CIE. Casi todos los esfuerzos que llevan a cabo son con el obje-tivo del cierre de los CIE, pero no olvidan la atención indivi-dualizada hacia las víctimas de

agresiones racistas, siendo fundamentalmente asistencia de carácter jurídico y atención psicológica.

Además, realizan acompa-ñamientos a personas extran-jeras detenidas en el CIE, per-mitiéndoles conocer la situa-ción de estos mismos y las necesidades de las personas que allí se encuentran y de sus familiares. En el campo de la sensibilización llevan a cabo programas para la eliminación de estereotipos y prejuicios, mediante actividades intercul-turales y dirigidas a la socie-dad.

—Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Hu-manos: Ante las redadas siste-máticas y racistas por parte de la policía hacia extranjeros re-sidentes en España, la Brigada Vecinal ha decidido actuar compartiendo estas inquietu-des con las vecinas, reivindi-cando una construcción colec-tiva y participativa de las calles y los barrios. Denunciando estas fronteras de fuera desde la convicción racional en la ética universalidad de los dere-chos humanos, en la igualdad de derechos de todas las per-sonas y en el convencimiento de que una sociedad que dis-crimina, se degrada y envilece propiciando los conflictos so-ciales. Las brigadas vecinales trabajan con los siguientes objetivos:

(a) Observar todo tipo de actuación discriminatoria por raza, etnia, origen, género y orientación sexual.

Page 25: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

25

(b) Documentar detallada-mente estas situaciones para poder trasladarlas a la opinión pública y a las instituciones políticas y judiciales oportunas.

(c) Visibilizar todas las si-tuaciones para poder trasladar-las a la opinión pública y las instituciones políticas y judicia-les oportunas.

(d) Visibilizar todas las si-tuaciones de vulneración de derechos y libertades básicas y difundir material sobre dere-chos y recursos de atención jurídica.

(e)Romper con la indiferen-cia y promover el apoyo mutuo y la solidaridad en nuestros barrios, frente a los discursos y acciones xenófobas que dificul-tan que nos relacionemos en igualdad y confianza.

—Ferrocarril clandestino: El ferrocarril es una red de apoyo y acción en común. Parte de la idea de que la Ley de Extranjería es-pañola y la política migratoria europea son injustas por-que niegan los derechos funda-mentales a quie-nes inmigran y les colocan en situa-ciones de extrema vulnerabilidad.

La campaña “CIES’s NO”, Campaña por el cierre de Centros de Interna-miento de Extranjeros (CIE), es un espacio donde confluyen varias personas, organizacio-nes de defensa de los Dere-chos Humanos, de lucha con-tra el racismo y la xenofobia, colectivos sociales y asociacio-nes vecinales. Esta campaña tiene como objetivo primordial el cierre incondicional de los CIE’s en el Estado Español y Europa y la defensa de los De-rechos Humanos.

—ENAR. Red de Lucha Contra el Racismo es una pla-taforma de internet de carácter europeo, que lucha contra el racismo. Creada en 1998 por diversos activistas los cuales el objetivo común era y es hacer progresos por la igualdad ra-cial.

Actividades Por lo tanto, estas organizacio-nes, además de la lucha contra el racismo y la xenofobia y el

cierre de los CIE, realizan al-gunas actividades relacionadas con el desarrollo de la intercul-turalidad, algunas de ellas son las siguientes, la gran mayoría de ellas llevadas a cabo por la Fundación SOS Racismo.

—Jornadas antirracistas: se llevan a cabo desde el 21 de Marzo del 2001, día que se declaró como Día Internacio-nal contra el Racismo y la Xe-nofobia por las Naciones Uni-das. Durante el trascurso de esta semana se realizan dife-rentes actividades en distintos lugares, algunas de ellas son proyecciones de cortometra-jes, exposiciones, cuentacuen-tos, mesas redondas… Todas ellas bajo una misma temática y realidad como es el racismo, la xenofobia, la inmigración, la interculturalidad y la conviven-cia.

—Sensibilización: desde SOS Racismo se llevan a cabo diversas actividades que fomenten la integración y la conviven-cia intercultu-ral. Común-mente utilizan la vía del len-guaje del arte y la cultura,

como son teatros, cuentos, proyecciones…., así permitien-do llegar de manera diversa a distintos colectivos y a la so-ciedad en general.

—SOS en el Aula. Talleres de sensibilización: llamados por la misma organización “talleres de sensibilización contra el racismo”, enfocados hacia el alumnado, aunque también se podría contar con adultos, como madres, padres, docentes, asociaciones o cur-sos formativos. Se realizan con el objetivo de fomentar la re-flexión personal y del grupo, mediante el visionado de imá-genes que pueden llegar a sorprender, y que se relaciona con las percepciones que se tiene de las personas que nos parecen distintas. Con este taller intenta fomentar la em-patía, hasta el punto de situar-se en la “piel” de los que sien-tes la diferencia, así pudiendo sacar conclusiones sobre la atención y el respeto a las di-ferencias que nos son comu-

nes en todos los seres huma-nos.

Otras actividades llevadas a cabo en materia de intercul-turalidad son:

—Atención jurídica: SOS Racismo cuenta con una Ofici-na de Información y Denuncias (OID), en la que se asesoran a personas víctimas de discrimi-nación y racismo en los dife-rentes ámbitos, dependiendo de la situación se llevarán por vía penal, denuncia pública, comunicación al Defensor del Pueblo,… En cuanto a la rela-ción con el racismo institucio-nal, comprenden que la propia normativa de extranjería y sus prácticas son discriminatorias, por lo que la denuncia de es-tos casos es mediante la de-nuncia pública, escritos a la administración, etc.

—Talleres monográficos de extranjería: Son talleres dirigi-dos a personas interesadas en la vulneración de derechos que se producen en la administra-ción y en la aplicación de la normativa. Se llevan a cabo talleres, como por ejemplo sobre el procedimiento sancio-nador, reagrupación familiar, procedimientos de expulsión, ciudadanía comunitaria, legis-lación.

—Atención psicológica: Las personas migrantes se encuen-tran en muchas ocasiones en una situación de vulnerabili-dad, llevando un proceso de adaptación a una nueva cultu-ra, valores y signos y significa-dos. Además muchos de estas personas sufren agresiones racistas y/o xenófobas por par-te de personas individuales, grupos e incluso instituciones. Este tipo de violencias tiene consecuencias en todas las personas, especialmente emo-cionales que les impiden desenvolverse en el entorno con autonomía y llevar a cabo plenamente sus derechos so-ciales, económicos y cultura-les.

Para todo esto, SOS Racis-mo, de manera voluntaria cuenta con psicólogas y psicó-logos que ofrecen diversas ayudas como la atención psico-lógica a víctima de agresiones, acompañamiento psicosocial individual o a familias implica-das dentro de la problemática de los CIE o ante las redadas policiales realizadas a extranje-

“el racismo es un problema que nos

afecta a todas, no solo a las personas

migrantes”

Page 26: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

26

ros por sus rasgos físicos. También cuentan con estudios de investigación transcultural.

Para fomentar la conviven-cia entre las diversas cultural, es decir, la interculturalidad, es necesario la coordinación de los diferentes colectivos y or-ganizaciones que realizan acti-vidades y programas en mate-ria de la interculturalidad. Exis-te un trabajo en red de estas organizaciones con el objetivo de mejorar la eficiencia en las acciones llevadas a cabo y las diferentes actividades de de-nuncia, sensibilización y análi-sis.

Conclusiones finales Bajo el nombre de centros de internamiento de extranjeros se esconde una realidad carce-laria difícil de ocultar. Son ver-daderas cárceles encubiertas, prisiones camufladas, sin “garantías penitenciarias” para personas que no han cometido ningún delito. Esta serie de tres artículos es un grito reivin-dicativo ante la existencia del CIE pues aunque he hablado del maltrato y las torturas que se ejercen, considero que la existencia del CIES en si mis-ma vulnera los derechos fun-damentales: no se garantiza la presencia de intérpretes y tra-ductores, mediadores, y se vulnera el derecho a estar in-formado de su situación o de su expediente, no se garantiza el derecho a asistencia jurídica, se vulnera el derecho a la inti-midad, se vulnera el derecho a la seguridad e intimidad, se vulnera el derecho a la confi-dencialidad y no hay procedi-mientos adecuados ni con ga-rantías de tramitar quejas o reclamaciones ante abusos dentro del centro por parte del personal que lo custodia.

Creo que es necesario dar a conocer está realidad y, pese a que soy contraria a la existen-cia misma de estos centros, como educadora social consi-dero necesaria nuestra inter-vención, junto con la de otros profesionales (psicólogas, tra-bajadoras sociales, mediadoras interculturales...) que puedan ofrecer un apoyo integral fren-te al personal no cualificado

(funcionarios del cuerpo nacio-nal de policía) que en la actua-lidad custodia estos centros.

De la misma manera y para completar nuestra visión alter-nativa al funcionamiento de estos centros, planteo una serie de cambios que conside-ro imprescindibles para que se cumplan en ellos un mínimo de derechos fundamentales cuya implantación serviría co-mo avanzadilla a los Centro de Apoyo a las Personas Inmi-grantes que yo planteo:

1. Que se prohíban expre-samente los lugares de deten-ción de las personas extranje-ras que no cumplan con la consideración legal pertinente: Es decir que conste en el re-glamento de manera expresa la prohibición de habilitar, aunque sea de manera provi-sional o por motivos de urgen-cia, establecimientos que no cumplan con los requisitos de habitabilidad o servicios míni-mos con los que debe dotarse este tipo de centros.

2. Acceso a toda la pobla-ción y las organizaciones so-ciales a los Centros de Inter-namiento de forma regular y estandarizada. Es decir que las organizaciones para la defensa de los inmigrantes y los orga-nismos internacionales perti-nentes podrán visitar los cen-tros de internamiento.

3. Reconocimiento de la figura de mediador social co-mo agente facilitador en la construcción de una conviven-cia inclusiva.

4. Comunicación con el exterior: Garantizado con la existencia de teléfonos públi-cos, además del libre acceso a los que sean propiedad de los propios internos.

5. Asistencia médica y so-cial independiente. Los CIE deben contar con una asisten-cia médica independiente, con libre acceso a la misma de los extranjeros internados. Éstos, deben así mismo poder acce-der a los servicios de la sani-dad pública. Otro tanto cabe decir de los servicios de asis-tencia social.

6. Visitas y comunicacio-nes. Se debe garantizar el ejercicio del derecho a las visi-

tas familiares, y de quienes lo pidan las personas encerradas, en condiciones de dignidad e intimidad. Los horarios de visi-ta deben tener en cuenta la conciliación familiar y laboral estableciéndose visitas en ho-rarios de mañana y tarde.

7. La comunicación de las letradas con sus clientes debe realizarse en lugares especial-mente habilitados para preser-var la confidencialidad.

8. Mecanismos para prever malos tratos. Garantizando el respeto a la intimidad personal se debe prever la existencia obligatoria de cámaras de gra-bación que eviten la comisión de malos tratos y torturas, y, en su caso, su sanción, tanto en los propios CIE como en los desplazamientos al aeropuerto u otros lugares desde los que se ejecuten las expulsiones.

9. Transparencia y control. Se debe informar a la sociedad civil sobre la situación en los CIE, existiendo total transpa-rencia sobre su gestión y situa-ción.

10. El juez encargado de autorizar el inicio, seguimiento y control de la detención admi-nistrativa, deberá autorizar cualquier modificación del régi-men que afecte a la persona internada, incorporándose tan-to al expediente administrativo como al judicial.

Para concluir me gustaría recalcar que el racismo es un problema que nos afecta a todas, no solo a las personas migrantes, y que la existencia de Centros de Internamiento para Extranjeros es una prue-ba de lo normalizado e institu-cionalizado que está este pro-blema.

La posición de Gobierno y policía legitima una situación que atenta contra la dignidad mínima de cualquier ser hu-mano. Como educadora social y, ante todo, como persona, pienso que este tipo de institu-ciones deberían desaparecer y para ello es indispensable el hacer visible a la población esta realidad.

FIN SERIE DE ARTÍCULOS

Cómo citar este artículo: Monzón Salvador, Rocío. (2018) “Los centros de interna-miento para extranjeros (CIE). III. Red de apoyo social”, Revista Ubuntu 10: 23-26.

Page 27: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

27

Recorrido del enfermo por el hospital Solano Ruiz y Siles González (2005), establecen dos fases temporales por las que pasan los familiares que tienen estas vivencias: el del ingreso y el de la estancia.

“En el primer periodo, las vivencias están marcadas por las experiencias anteriores vividas: aceptación del ingre-so, estereotipos de la unidad, ne-gatividad absolu-ta, confianza en los profesionales y la tecnología, etc. En el segun-do período, el familiar percibe que el tiempo transcurre muy lentamente y se favorece la refle-xión: justificación de la enfermedad, recuerdos, añoranza familiar, esperanza en la curación, reflexiones so-bre la muerte, etc. (Granero Molina y Asiain, 2001)”.

Durante este periodo, estas personas experimentan cierta impotencia porque se enfren-tan a algo que no puede con-trolar. El cuerpo, la salud, la vida del otro e incluso sus emociones están bajo el con-trol de otras personas (Fernández Molina, 2006), lo que puede provocar que sien-tan cierto nerviosismo y ansie-dad en algunos momentos. Además, la falta de indepen-dencia causa la disminución de su autoestima.

Por su parte, a la hora de salir de la UCI, el miedo y la angustia son emociones que normalmente suelen sentir

estas personas, debido a que piensan que la atención y el cuidado que se le va a brindar a su ser querido no va a ser el mismo que en la UCI; otros, en cambio, lo ven como algo posi-tivo, como una “explosión de vida” (Alarcón Morales, 2006).

Una vez que se está en plan-ta, el apoyo social supone una motivación para estas personas y hace que el afrontamiento

hacia la enfer-medad se viven-cie desde otra perspectiva. Es en ese momen-to, cuando los individuos in-teriorizan y sien-ten la importan-cia de tener una red social que le ayude y le acompañe en este duro trance.

Durante todo el proceso del ingreso, se comienza a aceptar las consecuencias que se va a tener a partir de ese momento en su día a día a causa de la enfermedad.

Esta situación puede provo-car que estas personas reaccio-nen de dos maneras: por un lado, a través de la aceptación y, por otro, a través de la nega-ción. En la primera, estas per-sonas aceptan “lo que les viene dado” y asimilan que debe adaptar sus necesidades y ex-pectativas a la nueva forma de vida que han de llevar a partir de ese momento. Y en la se-gunda, estas personas en algu-nas ocasiones se encuentran susceptibles y nerviosas, por lo que rechazan cualquier tipo de cambio en su vida porque, in-conscientemente, todavía no ha

asimilado la situación tan de cerca, lo que puede derivar en una depresión. En definiti-va, considero que como edu-cadores sociales es mucho más importante que trabaje-mos más este pensamiento negativista.

Fors, Quesada y Pena (1999) opinan que es posible ejercer cierta influencia en estas personas a la hora de que éstas interpreten los estí-mulos e informaciones que perciben, de manera que se puedan reforzar los aspectos más agradables y disminuir los desagradables. El secreto se encuentra en no dejarse influenciar excesivamente por los condicionantes externos para poder, de ese modo, llevar a cabo estrategias para enfrentar la enfermedad de forma más positiva. Para lo-grarlo, en primer lugar, estas personas tienen que estar receptivas y, en segundo lu-gar, tendrán que desarrollar sus capacidades de autorre-gulación y autonomía emocio-nal, ya que son factores esen-ciales para su desarrollo per-sonal y para su bienestar.

El afrontamiento que se haga ante su condición de familiar es vital para poder anticipar el impacto que pue-da ocasionar la enfermedad en la persona, ya que la salud incide en el desarrollo emo-cional de la misma. Esto se debe a que el individuo está experimentando una situación que, hasta ese momento, le era del todo desconocida, debido normalmente a que el ser humano teme lo descono-cido, al dolor, a la pérdida de autonomía, etc.

El dolor de la enfermedad en las familias II. Afrontamiento y vivencia

de la enfermedad en el familiar

Fco. Javier Barreno Alves / Madrid

“El afrontamiento que

se haga ante su condición de familiar es vital para poder anticipar el impacto que pueda ocasionar la enfermedad en la

persona”

Algunos familiares ven el hospital como un lugar seguro donde van a ofrecerle apoyo, alivio y va a obtener cuidados para paliar los síntomas. Por el contrario, hay personas que ven el hospital como un lu-gar impersonal, que de forma indirecta representa la palabra “enfermedad” y “muerte”, lo que puede provocar un au-

mento de la ansiedad y pensamientos ne-gativos ante el tratamiento. ¿Es esto culpa de los medios de comunicación? Este tipo de pensamiento hay que intentar cambiar-lo y hacer que estas personas se sientan “a gusto” durante su estancia en el hospi-tal.

Page 28: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

28

Lazarus y Folkman (1986) consideran el afrontamiento como los esfuerzos cognitivos y conductuales que tiene que alcanzar el sujeto, dominar, reducir o tolerar basándose en las demandas internas y/o ex-ternas causadas por el cáncer y que hacen que excedan las capacidades del individuo. Un solo educador social no puede trabajar todo esto.

Por su parte, estos autores clasifican las respuestas de afrontamiento en dos grupos:

estrategias de afrontamiento y estilos de afrontamiento. El primero, son aquellos intentos cognitivos y/o conductuales usados que debería trabajar el educador para enfrentarse al factor estresante, transformán-dose en función de las particu-laridades del evento y los fac-tores de éste. El segundo, son las tendencias generales, habi-tuales y preferenciales que se presentan con mayor fuerza entre los individuos sin impor-tar las características o las de-

mandas que impone el evento. A su vez, estos tienden a ser comparados con los rasgos de personalidad del sujeto, ya que determinan el modo de actuar. Sin embargo, suelen ser más específicos dado que se circunscriben y aparecen sólo ante la presencia del es-trés (Aldwin, 2000).

El afrontamiento es lo que las persona ponen en marcha para resolver una situación, para atender una serie de de-mandas que los pone el am-biente. Además, son estrate-gias que pueden dar resulta-dos deseados o no, pero la cosa está en lo que las perso-nas (en este caso educadores) hacemos por estas personas. Normalmente, los estilos de afrontamiento suelen tener que ver con cómo es el sujeto, con las características de su personalidad y también con sus vivencias previas. El fami-liar siempre tiende a tener un cierto piloto automático que hace afrontar los problemas de una manera más o menos similar, ya que a lo mejor esa manera de afrontarlo en otros momentos de su vida le ha servido. Por eso, trabajar el afrontamiento es muy impor-tante. Debe ser variado y tiene que ver con la historia de vida del enfermo; lo importante es que pueda haber cierta flexibi-lidad, es decir, no hay que seguir unos patrones rígidos, sino ir modificando/mejorando aquellas estrategias que se

estén utilizando con la perso-na.

Estilos de afrontamiento Los estilos de afrontamiento que considero que se deberían trabajar para solucionar estos problemas son:

1) La lucha: hacer ver a estas personas que este pro-blema no es una dificultad, sino algo a lo que hay que ha-cer frente y por tanto, vencer.

2) La evitación o negación: la persona tiende a ver la en-fermedad como algo dramáti-co. Debemos trabajar con ella en primera persona dicho pro-blema, ya que un afrontamien-to con evitación carece de sen-tido.

3) El fatalismo: la idea de que no hay nada que hacer, de que no tengo estrategias o recursos para no hacer nada y por tanto no poder ejercer nin-gún control bajo esta situación es necesario cambiarla.

4) La indefensión o deses-peranza: estas personas sue-len poner el control de lo que está pasando en manos de otras personas, en estos casos suelen ser los profesionales. Debemos hacerles ver que ellos son los protagonistas principales y que ellos mismos deben reforzarse de esperanza e ilusión para seguir adelante. El resto debemos hacer la fun-ción de bastón, es decir, ayu-dar y ofrecer estrategias que ayuden a estas personas a no perder su rumbo y sus ganas de afrontar la situación.

5) La preocupación ansiosa: ocurre cuando la amenaza se siente como algo muy peligro-so y el familiar trata de preo-cuparse, es decir, de elaborar muchas teorías: pensar, antici-par, como una manera de in-tentar controlar la situación. Estrategias como el conoci-miento de otros casos ayuda-rán a estas personas a no ver todo tan negro y a pararse a pensar antes de hacer juicios sobre su futuro de vida. Aun así, el apoyo social resulta de-cisivo y puede contribuir a me-jorar la calidad de vida de los afectados a través de la acep-tación de la enfermedad.

Variables de personalidad asociadas al cáncer

“es necesario trabajar la autoconfianza de la

persona y la confianza que esa persona pueda

tener con nosotros Mismos”

Page 29: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

29

A estas personas en líneas ge-nerales se les puede catalogar como familiares de ánimo va-riable. Cuando estas personas acuden a los profesionales de la salud y de lo social están en un polo constante de tristeza, ya que inevitablemente el cán-cer produce un estado de áni-mo de esa categoría. En situa-ciones de la vida diaria, situa-ciones que no tienen que ver con la consulta o con la enfer-medad, la característica de esas personalidades es la osci-lación, ya que pueden ir desde el ánimo alegre a lo contrario, lo que se conoce como defensa maníaca.

Este tipo de defensa tiene que ver con ciertas actitudes de descalificación de la reali-dad, de triunfo o de omnipo-tencia. Por su parte, todo esto puede ayudar a superar situa-ciones abruptas, ya que la ne-gación puede ser a veces parte de la defensa maníaca, ya que ayuda a sobrellevar una situa-ción muy dramática. Sin em-bargo, estas personas también pueden caer en el estado de-presivo, en el desaliento. Los familiares cuando acuden al hospital suelen mostrar unos rasgos de decaimiento cons-tante. Tienen una falla en la autoestima y constantemente están pidiendo al otro (profesionales) que les ayuden a mantener esta autoestima perdida. Por su parte, estas son personas que miran, piden y necesitan que algo pase como para que puedan afianzarse y sentir que esta autoestima perdida pueda volver a crecer y a estar pre-sente.

Todo esto es difícil de tratar y noso-tros como educadores sociales tenemos que saber que esta es la carac-terística de estas personas; es decir, no debemos responder exageradamente con ningún tipo de promesas ni despertar

ilusiones de forma gratuita. Para ello como digo es necesa-rio trabajar la autoconfianza de la persona y la confianza que esa persona pueda tener con nosotros mismos, ya que en líneas generales al ser per-sonas descalificadoras (nada sale bien, todo es negativo, nada me va a ayudar) es una tarea difícil de contrarrestar.

Es importante decir tam-bién que hay mucha investiga-ción sobre todo esto y cada vez se hace más al respecto. Los expertos no concluyen que haya una relación causa-efecto de variables de personalidad asociadas a estas personas. Como he dicho anteriormente, el cáncer es una enfermedad multidimensional y evidente-mente biológica, entonces a partir de aquí la incidencia de factores psicológicos y sociales se producen más después del diagnóstico que la incidencia como causa-efecto.

Dicho esto, me parece que es importante resaltar que hay investigaciones que indican que hay variables de persona-lidad o emociones negativas que pueden sufrir las personas a lo largo del tiempo cronifica-do, vulnerabilizando al familiar por completo. Existe una vul-nerabilidad física y por supues-to emocional de los familiares al enterarse de que un familiar ha enfermado de cáncer.

Por su parte, existen inves-tigaciones en cuanto a varia-

bles moduladoras de la salud, y cuando hablamos de una enferme-dad como el cán-cer y en un conti-nuo como es salud-enfermedad hay variables modula-doras. Estas varia-bles no son otras que las relaciona-das con el au-tocuidado: van desde el estrés

(tiene componente físico y emocional) a otras como la alimentación. El estrés como variable moduladora incide en que quiebra a la persona, la deja debilitada física y emocio-

nalmente (es en este periodo donde la persona tiene más posibilidades a caer en una depresión). El ser humano está preparado para un momento puntual, ya sea por sí mismo o atendiendo a los profesionales de acompañamiento (educadores sociales).

Por último, es necesario tener en cuenta el término de la verdad soportable, ya que existe una variable fundamen-tal en cualquier familiar que está sufriendo, la esperanza. Pero esta esperanza no es una esperanza en la que se consiga cuatro meses de vida para su familiar enfermo, pero sí una esperanza en el día a día y en la cual vamos a acompañarle para conseguir que ese día sea realmente vida.

Referencias ALDWIN, C. M. (2000). Stress, coping and development. An inte-grative perspective. Nueva York: GuilfordPress. ALARCÓN MORALES, S. (2006).”Como un tren que te arro-lla. Relato de un transplantado”, Arch Memoria 3. FERNÁNDEZ MOLINA, N. (2006). “Necesidades de las personas ingresadas en UCI”, Metas En-ferm 9(5):19-26. FORS, M., QUESADA, M. Y PE-NA, D. (1999). “La psiconeuroin-munología, una nueva ciencia en el tratamiento de enfermedades”, Revista Cubana Investigación Biomédica 1:18: 49-53. LAZARUS, RS y FOLKMAN, S (1986). Estrés y procesos cogniti-vos. Barcelona: Martínez Roca. SOLANO RUIZ, MC; GONZÁLEZ SILES, J. (2005). “Las vivencias del paciente coronario en la uni-dad de cuidados críticos”, Inde-xEnferm XIV (51), 29-33.

Cómo citar este artículo: Barreno Alves, Fc. Javier (2018) “El dolor de la enfermedad en las familias II. Afrontamiento y vivencia de la enfermedad en el familiar”, Revista Ubuntu 10: 27-29.

“el individuo está experimentando una si-tuación que […] le era del todo desconocida,

[…] el ser humano teme lo desconocido, al dolor, a la pérdida de autono-

mía, etc. “

Page 30: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

30

P uedes pensar… maña-na, mañana veré el amanecer, el atarde-cer, la luna… lo

"sustituyo" por otro, pero… es que no va haber otro igual, no se va a volver a producir nin-guno de ello con cada una y todas las circunstancias vividas en el mundo, con todas y cada una de las mini-partículas de tiempo de este infinito a am-bos lados.

En ocasiones, no dedicar un momento, un instante, un sus-piro a leer la letra pequeña. No dedicar tiempo en ver… en lugar de mirar… Todo ello acompañado de los “juicios libres...". Puede crear… "algo".... "alguien" más exclu-sivos que esos juicios libres en forma de palabras, insultos, actos, persecuciones.

Con tan poquitos amanece-res de vida recibiste… tanto, tantos "juicios libres" acompa-ñados de colores grises oscu-ros, de palabras desmotivado-ra, de pensamientos y expec-tativas que se podían encon-trar a varios niveles pero de la mano del sigo menos delante… y todo esto con una misma banda sonora… que desembo-caba en la tristeza.

—Pero… ya pasó, fue un sueño, no fue hermoso, pero un sueño que te ha hecho transformar y que te ha ayuda-do a tener los colores que tie-nes hoy y que no pasa para nada desapercibidos.

—Puede que tengas razón querida amiga… pero toda esa atención, cuidados y halagos… con mis llamativos y definidos colores son muy fáciles y sen-cillo de decir, demostrar todo ello mediante actos o palabras.

Te confieso; te hago saber que estos colores me han acompañado desde mi primer suspiro entre las delicadas, humildes e inocentes hojas cálidas en las que nací, las

cuáles después de haber vívido 10950 amaneceres puedo decir que esas hojas… son mágicas.

—¿Mágicas? —Sí, mágicas.

Después de tantos, tantos amaneceres...

Tantos vuelos, algunos más altos, ¿otros?... otros no tan altos, no he visto belleza pare-cida que la de mis queridas hojas, pero ¿sabes...? Al igual que los demás no podían ver mi paisaje, el paisaje de mi corazón, yo tampoco podía ver la magia de estas hojas, no la veía… imagino que era difícil verlo, sentir tan grandes pode-res, pues… estaban rodeadas de un montón de cardos secos y recuerdo que para aprender a volar… tuve que enfrentarme a todos y a cada uno de los cardos.

—Pero, ¿cómo lo hiciste? ¿Y las hojas?

—Si te soy sincera, no sé, no recuerdo como lo hice. No te puedo decir amiga: períme-tro = a+b+c.

Solo sé que son las únicas que tienen el “poder” de acom-pañarme en mis distintos vue-los en la distancia y que no sé cómo lo hacen, pero te hacen sentir su apoyo, su pureza, su amor.

Las hojas se encuentran en su paisaje, en el que hicieron su vida, paisaje del que no necesito tener ningún mapa para poder llegar a tesoro de tan valor incalculable.

Han pasado… unos cuántos…muchos amaneceres, en esos momentos no tenía ni alas, ni los colores que puedes ver hoy. No te lo voy a negar, salí rozando muchos cardos, salí arañada, salí herida, me llevé por delante más de un car-do...y terminé saliendo sin fuerza alguna.

—Y… ¿qué sucedió? —Sucedió que emprendí un

nuevo camino, hasta enton-

ces… desconocido para mí. Lo realicé de una manera

diferente de cómo lo había estado haciendo… con unas alas ahora, podía volar, pero… Me cansaba volar, me encon-traba fatigada, abatida y mis pequeñas y frágiles alas se encontraban debilitadas por el esfuerzo realizado ante los diferentes cardos con diferen-tes pinchos y tamaños. Tú ...patito feo. Tú ...polilla. Tú ...monstruo. Tú...torpe. Tú …despojo. Tú...perseguida. Tú ...incomprendida. Tú ...invisible. Tú ...aterrorizada. Tú ...débil. Tú con garantía de juicios li-bres sin saber, sin conocer nada de ti. Juicios libres, jui-cios libres que no se conocen el gran impacto masivo que puede ocasionar en la natura-leza, en la naturaleza de tu corazón, en donde habita … tu pequeña e inocente alma.

Se atrevieron a darles voz, volumen y forma mediante paseos inocentes, practicar alguna actividad al aire libre e incluso en algunas ocasionan-do males mayores de forma consciente… al parecer… no estaba lo suficientemen-te "destruido" y todo aquello no era… lo suficientemente devastador para ese paisaje desconsolador.

No se pararon en ningún momento a ver una puesta de sol desde ese lugar, un ama-necer, escuchar el canto de un pájaro, ver las distintas flores y los diferentes animales...Pero es que todo eso implicaba pa-rarse un momento, respirar hondo, y… ver, no mirar, ver más allá…

¿Cuántas veces no has visto

Almas libres

Texto: Mª Natalia Lajas Manzano

Page 31: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

31

un amanecer? ¿Un atardecer? ¿Una luna llena?... con el pen-samiento de… otro amanecer, otro atardecer, otra luna…

Y de repente un día, estás, estás "más fuera" de este mundo de prisas, de impacien-cia, de este mundo acelerado.

Y no lo miras, lo ves… ves más allá… y ese amanecer, atardecer o luna, que vistes más allá, qué leíste la letra pequeña, lo descubres, le has dedicado tiempo, no le has juzgado porqué sus rayos de sol no te caliente lo suficiente o porqué la luna no ha crecido para poder verse lo suficiente-mente hermosa y no puede iluminar tu camino de noche.

*

U n día, paré de batir mis alas… —¿Y qué sucedió? —Aunque parecía que

quería seguir engañando con mi vuelo, con el mismo cuer-po ,la misma piel, las mismas alas aparentemente, los mis-mos con su aspecto exterior… pero no, ya no era la misma, en el bosque de su corazón comenzó haber cambios, se arrancaron las raíces más lar-gas y que se encontraban aga-rrados a la tierra, esas raíces qué parecía que no se podían arrancar.

Las ramas más viejas y de-terioradas comenzaron a caer-se permitiendo así que entrase los rayos de sol. Sol que ya brillaba porque las nubes más grandes y grises que formaban un gran manto… se desvane-cieron.

¿No lo sabes? ¿Nunca has escuchado que los fenómenos más grandes y más bellos no tienen definición, ni explica-ción?

Un recuerdo, una lágrima, ese juez que nos acompaña en todo momento, los pasos más fuertes dentro de ese bosque melancólico que existió en los primeros amaneceres… descal-za… fue la llave para poder ver como se hacen realidad los sueños, de las mejores póci-mas para ver cómo se hacen realidad.

Durante todo ese proceso, llegó un día en el que cambié la forma de medir el tiempo, te cuento:

Treinta, 30, ya lo puedes

escribir con todas y cada una de las letras, letras que com-ponen ese número o simple-mente con los dos únicos nú-mero que forman esa cifra… independientemente de cada una de las formas, las dos, las dos formas es para preguntarlo ¿30? ¿Treinta? Y te puedes pasar todo lo que queda de noche, de día, de semana, de mes, de año… que creo que no encontraría respuesta para esa pregunta.

Y es que últimamente… está la vida caprichosa… te está regalando, ofreciendo, ahora, día sí y día también aquello por lo que tanto sufris-te y careciste de 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 24, 28 años, aque-llo que ibas buscando dentro de aquel bosque desolador en algunas ocasiones de manera consciente, otras no tan cons-ciente, aquello que vivías den-tro del mismo bosque pero en diferentes lugares y con distin-tos actores, se representaba una y otra vez el mismo guion y es ahora… cuando ese guion ha cambiado…

Y todo aquello que por aquel entonces parecía que no existía, que no tenías… "derecho" que con los juicios libres… rompieron esa peque-ña posibilidad, sientes que ha cambiado y todo aquello que me preguntaba ¿por qué no lo recibo? ¿Qué se sentirá?... En este amanecer lo recibo, lo siento.

Y.... no sé cómo aceptarlo, me abruma, me sobrepasa… imagino que es lo que sucede

cuando andas tantos kilóme-tros descalza en ese entorno tan sombrío de hace unos amaneceres, qué aunque te pongas unas zapatillas, aunque sean las más bonitas, las más cómodas, al principio te puede ocasionar heridas el roce.

Y en medio de toda esa transformación un día me per-dí, me perdí en uno de los rin-cones más recónditos que ja-más pude imaginar, en ese mundo en el que aparente-mente vivimos, se llama mira-da, corazón, alma.

Me perdí sin querer, llevaba un largo camino sobrevolando con mis alas, en esos momen-tos recién estrenados colores, con tan largo camino sobrevo-lado, junto la transformación de todos y cada uno de los distintos elementos; sentía una gran sensación de sed, pero con tantos cambios, seguía igual de tímida, con muchas ganas de volar, de ver, de co-nocer…pero junto a todas esas ilusiones vivía también el mie-do…

Pase varios días por delante de… ( ) tenía una forma dife-rente, tenía un aroma que ca-laba entre mis alas, tenía una fuerza… indescriptible, no sa-bía definir, nunca había visto “algo “parecido, o yo nunca… me habría fijado en ello, pero únicamente lo veía, sin saber que además de poder calmar mi gran sed conseguiría poner mi mundo patas arriba, ello, y no el más alocado, fuerte y rápido revoloteo de mis alas.

Un anochecer, en medio de

Page 32: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

32

un silencio arrollador escuché un bello sonido, suave, tran-quilo, calmado, noble, pero al mismo tiempo fuerte, enérgico, envolvente y como si del más salvaje huracán se tratase me abrazo fuerte y me ayudo a realizar mi vuelo hacia ese be-llo sonido.

Después de realizar ese pequeño vuelo en el que me dejé llevar, llegué a ese paisaje en donde se encontraba lo que durante tantos amaneceres permanecí mirando, pero con una diferencia… corría por él una gran cascada de agua, agua limpia, clara, dulce, sua-ve, ligera, transparente… de repente me llamó muchísimo la atención, sentía unas grandes ganas de beber de esa cascada de agua… pero a medida que me fui acercando “revoloteando” con mis tímidas alas, descubrí si cabe aspectos más hermosos, esa agua, esa gran cascada… desem-bocaba en un manantial.

Y… me atreví, me atreví, arriesgué… bebí, probé esa agua… bebí de esa agua en el que una vez probé… todas las formas anteriores de definirlo se volvieron invisibles, pues no encontraba o pensaba que no existía forma alguna de llamar cada uno y uno por uno los sorbos de ese hermoso ma-nantial.

Un sorbo… era una mirada

que penetraba por mis colores verdes.

Un sorbo…era un “apretón de mano” que escondía en su interior “estoy aquí”.

Un sorbo… era un abrazo que se tatuaba en ambos cuer-pos “puedes contar conmigo”.

Un sorbo… era un lazo de nuestros cuerpos mediante el cual nuestras almas se recono-cían.

Y me convertí en adicta… iba queriendo y queriendo más… aunque no tuviese sed, ¿qué tenía ese manantial? ¿Qué era? ¿Quién era? Pero en los momentos de sorbo era como si me hubiese conocido con mis viejas ramas, raíces, hojas de mi corazón… y no, nunca supo de la existencia de

ese asustadizo bosque… por ello cada vez que bebía de ese ma-nantial nos envol-vía un huracán, un hermoso hu-racán que remo-vía tanta pasión, tanto amor… que

en esa escena sin guion… no tenía cabida ningún especta-dor, de la hermosa película trasparente que los envolvía ese huracán, formada por res-peto, cariño, apoyo, fuerza, bondad, humildad, conexión.

*

L legó un día en el que no pude volver a beber de ese manantial, no pude volver a sentir todas las

emociones, ese huracán que me hacía sentir en cada uno de los sorbos en los que sí ca-be a medida que bebía más… eran más intensos.

Tuve la sensación de aho-go, y eso que no tenía ninguna gota de agua a mi alrededor, pero mucho menos cualquier pequeña gota suya.

Me sentí perdida, no escu-chaba su bello sonido, ni olía su tranquilizante aroma para poder llegar hasta él.

Me sentí… frágil, ahora no podía beber. Ya que cuando bebía era como si mis alas multiplicaran por mil su aleteo.

Y ahora… no sabía cómo llegar hasta ese lugar, hasta ese manantial. Y poco a poco me fui alejando del lugar en dónde lo podía encontrar.

A medida que me alejaba… cada aleteo era destinado para intentar descifrar su desapari-ción. Intentar resolver el mis-terio, el misterio no era resol-ver cómo lo encontré, sino co-mo olvidarle.

Y es que cuando quieres… cuando amas… no existen con-tratos, ni trueques caros o ba-ratos, ni condiciones para con-vertirte en adicta de esos be-sos de miel. Porque no hay mayor acto de amor… que la libertad, que en definitiva; son las voces de nuestras almas.

Continué mi camino, mi vuelo y de repente… un suspi-ro, ese suspiro que sabes que es más que un baile de “inspiración” con “espiración”, eres consciente de que ese paisaje por el cual estás ale-teando sin rumbo definido… es conocido, muy conocido; son las calles “Virtudes” y “Santa Felicidad” y recuerdas aquellos colores que por aquel entonces te engalanaban, mejor dicho, que no te engalanaban y es que en esas calles, tu vuelo era todavía débil.

Sigues con tu vuelo… y ya tienes otro color más, todavía no tienen nombre… pero ahora mismo no importa. Y llega, llega otro suspiro y… recono-ces ese antiguo bosque tan “demacrado” pero que hoy no se muestra ni de forma pareci-da a aquella tristeza, siguen ahí, los mismos actores, pero

“Y es que cuando quieres… cuando amas… no existen contratos, ni

trueques caros o baratos”

Page 33: Entrevista a Eva Almagro, el caótico y vibrante interior ...€¦ · El problema, por desgracia, es que esa forma de comprender la realidad está inscrita en nuestra evolución natural,

Número 10 • Julio-Diciembre 2018

Los contenidos de la Revista UBUNTU están protegidos bajo la licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional ISSN: 2444-8605

33

con diferente guion y escena-rio.

Ese paisaje, dónde sabes encontrar perfectamente ese alcornoque, donde mana los valores a los que te agarras y los que pides todos los días que no dejen de acompañarte. Ese alcornoque de color vivo, fuerte y robusto, que aguantó viento y aguaceros, pero que al mismo tiempo a su alrede-dor sembró amor, cariño, res-peto, humildad, sinceridad…y que después de 335 amanece-res de su pérdida sigue siendo un gran regalo su amparo de-cano. ¿Pero? Un momento, ¿quién dijo que ese sentimien-to era, fue… amor?

Una vez que vives unos amaneceres alejada, sientes todos esos sentimientos que nacían desde lo más profundo de ti…como un espejismo, be-llo sí, pero espejismo. Pero no un espejismo de esos que se plasman en las películas; un pequeño oasis formado por una pequeña cantidad de agua y una solitaria palmera.

Descubrí, que ese manan-

tial, esa cascada… con su soni-do suave, calmado, tranquilo… en verdad, estaba sonando más fuerte que nunca, más fuerte que cualquiera de mis aleteos dentro del bello bosque de mí corazón.

Y que en verdad, lo que era esa agua que no cesaba de correr era un espejo, un espe-jo en el cual pude conocer, llamar por su nombre a todos y cada uno de los colores de los que tanto escuchaba ha-blar, ahora, ahora los empiezas a ver y a reconocer en tus alas, en tu corazón y en tu alma. A la vez que los senti-mientos y emociones, acepta-dos, vividos y sentidos como el mayor de los ”orgasmos” ja-más vivido. Era mi propio reen-cuentro, fue mi propio reen-cuentro, el conocer por fin a esa persona que llevaba tanto tiempo dormida, con miedo de despertar, sin ganas de vivir sin miedos…

Y es ahí… en el “caos” de tan intensos recuerdos y tan grandes descubrimientos don-de se produce aquello que echabas tanto de menos.

Ese huracán que a lo lejos se podía divisar y sentir como una leve y cálida brisa.

Ese huracán, que no sentía que iba a llegar.

Ese huracán que me hace bailar.

Ese huracán que no para de susurrar.

Ese huracán que al miedo hizo parar.

Ese huracán que dentro del

bosque de tu corazón…te hace amar.

Solo necesité una leve mi-rada hacia atrás y los vi, vi todos los miedos, todos mis miedos vencidos, como si se tratase de la escena de una de las batallas más devastadoras de la historia. En esa batalla, “la gran batalla” los vencidos fueron los miedos, los miedos de un alma, de un bosque de-solador… En ningún momento otras almas fueron las venci-das, todas ellas bellas, bellas porqué todas han, están o li-brarán su propia batalla. El mejor regalo que se puede otorgar a veces, por no decir; siempre, es: no juzgar otras almas, aunque estas ya no se encuentren a nuestro lado.

Calle Virtudes y Santa Feli-cidad, hace unos amaneceres parecía una pequeña intuición, ahora tiene sentido. “Virtudes” porque tiempo después empe-zarías a ver tus virtudes y “Santa Felicidad” porque cada amanecer consigues momen-tos de felicidad por tu propio vuelo y descubrimiento de pai-sajes nuevos.

Si realizamos un simple giro y “vemos” “buscamos” en nuestro camino, en nuestros suspiros pasados, todas las peleas, dudas, decisiones, de-seos, contradicciones plantea-das en algún momento, por aquel entonces era imposible dar respuestas… Pero ahora tu vuelo te ha llevado de regreso. Y es que desde que naciste, desde que nacemos, nos acompaña de forma constante y no opaca el mejor de los jue-ces, el tiempo. En tu historia con nombre de “amanecer”, “atardecer”, “anochecer” y… te enfadas, porque en tus últimos amaneceres, atardeceres, ano-checer no encuentras el final de esta historia, de tu historia, entonces es cuando “ves” y “ves” que sigue de tu mano “el tiempo”.

—Y… ¿ahora? —¿Ahora? Ahora, hay una

frase que no deja de hacer “eco” que proviene de un alma de un paisaje nuevo: “Pase lo que pase, no pierdas el ritmo”

FIN

“Solo necesité una leve mirada hacia atrás y los vi, vi todos los miedos,

todos mis miedos vencidos”