entrevista a ana maria matute

6
Ana María MATUTE La niña encerrada en un cuerpo de adulto La escritora española Ana María Matute es toda una referen- cia dentro del panorama literario y a pesar de su edad sigue escribiendo. En octubre acudió a Jerez de la Frontera para asistir al congreso Caballero Bonald dedicado a los premios Cervantes. Fotografía y texto de Ángela García Nieto. ran las ocho de la tarde cuando llegué al Hotel Tryp de Jerez, lugar en el que había quedado con Ana María Matute.Y allí estaba ella, sen- tada en su silla de ruedas mientras res- pondía a las preguntas de una periodista en la que era su segunda en- trevista de la tarde. Su hijo, siempre pendiente, observa la escena desde cierta distancia.. Me acerco a él para comentarle a que había venido. “No te preocupes. Ya tienen que estar termi- nando”. Efectivamente, cinco minutos despúes acaba la entrevista de la otra periodista y me acerco a la escritora para empezar yo la mía. La verdad es que me da un poco de reparo entrevis- tar a aquella anciana de 88 años que tiene que estar cansada de tanta pre- gunta. Una vez que me siento con ella y la miro de cerca se me quita esa pre- ocupación al ver que en su rostro no hay signo alguno de hastío o agota- miento. Y es que aunque Ana María pueda parecer una abuelita entrañable de estas a las que entran ganas de abra- zar, vemos, una vez la miramos a los ojos, que no es para nada así. Al con- E

Upload: marcos-noheda-igualada

Post on 28-Jun-2015

559 views

Category:

Education


6 download

DESCRIPTION

Desde www.alestrellato.es entrevistamos a la famosa escritora Ana Maria Matute

TRANSCRIPT

Page 1: Entrevista a Ana Maria Matute

Ana MaríaMATUTE

La niña encerrada en un cuerpo de adulto

La escritora española Ana María Matute es toda una referen-

cia dentro del panorama literario y a pesar de su edad sigue

escribiendo. En octubre acudió a Jerez de la Frontera para

asistir al congreso Caballero Bonald dedicado a los premios

Cervantes. Fotografía y texto de Ángela García Nieto.

ran las ocho de la tarde cuandollegué al Hotel Tryp de Jerez,

lugar en el que había quedado con AnaMaría Matute.Y allí estaba ella, sen-tada en su silla de ruedas mientras res-pondía a las preguntas de unaperiodista en la que era su segunda en-trevista de la tarde. Su hijo, siemprependiente, observa la escena desdecierta distancia.. Me acerco a él paracomentarle a que había venido. “No tepreocupes. Ya tienen que estar termi-nando”. Efectivamente, cinco minutosdespúes acaba la entrevista de la otra

periodista y me acerco a la escritorapara empezar yo la mía. La verdad esque me da un poco de reparo entrevis-tar a aquella anciana de 88 años quetiene que estar cansada de tanta pre-gunta. Una vez que me siento con ellay la miro de cerca se me quita esa pre-ocupación al ver que en su rostro nohay signo alguno de hastío o agota-miento. Y es que aunque Ana Maríapueda parecer una abuelita entrañablede estas a las que entran ganas de abra-zar, vemos, una vez la miramos a losojos, que no es para nada así. Al con-

E

Page 2: Entrevista a Ana Maria Matute
Page 3: Entrevista a Ana Maria Matute

trario, su mirada está llena de frescuray energía, una energía de la que harágala durante toda la entrevista, acom-pañada a veces por un tono de malhumor cuando se le pregunta por algoque no entiende. Su hijo nos presentay nos acomoda en una de las mesas dela cafetería del hotel para despúes sen-tarse él en una mesa en la distanciadesde la que observar la escena. Unavez parece estar todo dispuesto para la

entrevista, saco mi cuaderno de notaslleno hasta arriba de hojas desordena-das. Ana María me mira el cuadernoy sonríe. “Yo también tengo un cua-derno así, igual de desordenado” medice con una voz suave capaz de quitarcualquier cargo de conciencia portener el caos que tenía por libreta.“Siempre intento mantener un orden”,me sigue contando, “pero soy incapaz.Empiezo bien , pero a los tres días yalo tengo todo manga por hombro. Yme pasa igual con todo. Mi nuerasiempre me anda diciendo que cuandovuelva vamos a ordenar el cuarto y elarmario” La escena que me cuenta merecuerda a mi infancia, a las broncasde mi madre. Riñas muy parecidad alas de la nuera de Ana María Matute.Comprendo entonces que el sobre-nombre de ‘niña en cuerpo de adulto’del que hace gala no le viene sola-mente por su pasión por los cuentos dehada.Aprovechando lo distendido de la

conversación, empiezo a hacerle la en-trevista.

Bueno, cuénteme. ¿Por qué está tanpresente el universo infantil en suslibros?Porque la infancia me interesamucho. Es algo muy importante en laspersonas. Nos marca mucho. Haygente que no se da cuenta, o no seacuerda, o no ha tenido infancia, locual es tremendo. Es algo que nosmarca. No pasa así como así. Lo lle-vamos dentro y si hemos sido desgra-ciados nos marca. Yo he vivido unaguerra a los once años y no la olvidarénunca. Me marcó mucho. Eso y otrasmuchas cosas buenas que viví.

¿Cree que la guerra le quitó partede su infancia? La guerra no me quitó la infancia, me

quitó la confianza en las personas. Esosí me lo quitó. Yo, como todos losniños de mi época, de mi generación yde mi clase social, no sabíamos que laspersonas mayores eran tan malas y tancrueles. Lo leíamos en los cuentos,pero no a los extremos quevimos.Tuve esa desgracía y por otraparte la suerte, aunque suene mons-truoso decirlo, de poder conocerlo, dever lo que era capaz de hacer el hom-

bre con otro hombre. Loque los animales nohacen con otros anima-les,el ser humano lo hacecon el ser humano.

Entonces es verdad esoque dicen de que el hombre es unlobo para el hombre. Sí. No es elúnico, pero sí el más importante.

¿No consigue recuperar todavía laconfianza en los seres humanos?Demomento no me han dado ningunaoportunidad. ( Ana María suelta unacarcajada) Hombre, alguna vez sí.Pero fíjate en como está el mundo, elodio que hay en él. Si es que encuen-tras odio en todas partes.

La última frase la dice con una mezclade tristeza y enfado. Esta claro que en-todo el tiempo que ha vivido la escri-tora, que no es poco, el ser humanoapenas ha cambiado.

¿Para qué público prefiere escribir?¿Niños o adultos?Para personas.

¿Cree que la fantasía está infravalo-rada?Por los tontos. Por los incapa-ces. Todo el mundo tiene su parcela defantasía. Su propia fantasía. Lo quepasa es que unos llaman fantasía a unacosa y otros llaman fantasía a otra. Porejemplo, sé de personas que piensansolo en números y también tienen fan-tasías. Lo que pasa es que sus fantasíasson los números. Los números y enri-quecerse.

¿Cómo llevó eso de ser mujer y es-critora en la época franquista? Mal.Pero no solamente las escritoras, tam-bién los escritores. Era una profesiónmuy difícil, en si misma lo es porqueescribir es muy difícil. Además, enaquella época había una censura, unacensura ridícula. Censura hay siempre,siempre hay algo que no gusta o queno se quiere que salga a la luz. Pero enesa época era demasiado ridícula. Erauna censura sin pien ni cabeza. Bueno,

nunca es con pies y cabeza. Te censu-raban tonterías. Ni siquiera había uncriterio en el que basar la censura y enel que basarte tú para que no te censu-raran. Te salían con lo que menos tepodías imaginar. Además había unacantidad de ineptos y de ignorantesque censuraban cosas que ni siqueraentendían.

La cara de abuelita entrañable de la es-critora cambía totalmente a otra quedenota enfado e indignación cuandoempieza a hablar de la censura. Hablacon un tono alto y enérgico, totalmentediferente a la voz suave y a veces casiinaudible que había empleado pararesponder las preguntas anteriores.Esta claro que ‘ineptos’ e ‘ignorantes’son los adjetivos más suaves que se leocurren para denominar a los censores.De hecho le llegaron a censurar austed el libro de ‘Luciernagas’ quemás tarde llegaría a ser PremioNovel. Ese fue uno de los que me cen-suraron, pero hubo muchos más.

¿Intentaba usted escribir de unamanera más calmada o distinta paraevitar la censura? Eso era lo peor,que al final acababas tú conviertién-dote en tu porpio censor. Eso era lomás triste de todo.

¿Tuvo algún apoyo a la hora de serescritora? ¿Alguien que le animaraa publicar? No. Yo quería hacerlo ylo hice. Fue mi vocación y mi amorpor la literatura lo que me animó a pu-blicar libros

¿Entonces le vino a la cabeza ser es-critora y publicar un libro y se lanzóa la piscina? Yo de pequeña tenía esaidea. Yo entré en la literatura con loscuentos de hadas. Primero me los con-taban, luego los pude leer y luego pasé a escribirlos.

¿Hay mucha diferencia entre losniños de antes y los niños de ahora?Externamente sí, internamente no. Ex-ternamente lo que ha cambiado son lascostumbures, las maneras de expre-sarse, las técnicas. Todos estos orde-nadores, televisores, consolas ymedios digitales. Eso en mi época noexistía pero teníamos otras cosas.Ahora los niños parecen más repipis ymás sabios ¿No? Son estas las formasexternas de las que hablo.

Sus libros tienen un marcado carác-

“LA GUERRA NO ME QUITÓ LAINFANCIA, ME QUITÓ LA

CONFIANZA EN LAS PERSONAS”

Page 4: Entrevista a Ana Maria Matute

ter pesimista ¿Es usted una personapesimista? No. Soy una persona obje-tiva que ve las cosas como son. Sindistorsionarlas.

¿Seguro? Ya sabe usted que muchascosas depende de si ve la botellallena o medio vacía. Bueno, yo la veomedio vacía siempre, pero no me con-sidero una persona demasiado pesi-mista. Lo que si me considero es unapersona objetiva. Bastante.

Quizás más de lo que le gustaría ser¿No le gustaría ver la vida con másalegría? Bueno, que yo tengo alegríasmuy inmensas en mi vida. No te creasque llevo una vida muy triste. Fíjate,tengo unos hijos, una familia y unosamigos maravillosos. Lo que nuncame he aburrido. He pasado momentosmalos y momentos buenos, pero nuncame ha dado tiempo a aburrirme.

El tono de la escritora adquirió untoque de indignación ante la preguntaque le había formulado. Parecía que nole había hecho mucha gracia la idea deque yo pensara que tenía una vida unpoco triste, pero después cambió total-mente al hablar de su familia y ami-

gos. Hablaba de ellos llena de orgulloy felicidad. Cuando acaba de respon-der una sonrisa de oreja a oreja ocupatoda su cara.

¿Qué siente cuando escribe?¿Sufre? ¿Lo pasa bien? Lasdos cosas. Cuando escribes haymomentos que se pasan bien yotros en los que se pasa fatal.

¿Podría ponerme algún ejemplo?Cuando no te sale como tú quieres.Hay días que no sabes que te pasa queno funciona. No te sale nada y empie-zas a llenar la papelera de folios arru-gados. En cambio, a lo mejor, al díasiguiente todo te sale de maravilla yentonces es cuando lo pasas bien es-cribiendo.

¿Cree que un escritor debe de estarcomprometido con la sociedad? De-pende.

Cree que debería haber libros detodo tipo ¿No? Libros tanto paraentretenerse como libros con ciertocaracter de denuncia. Yo prefiero loslibros que hacen pensar. Que entien-den lo que yo quiero decir, lo que yo

quiero puntualizar. ¿No? Yo librospara entretenerme no leo, aunque meparece bien que existan esos librostambién.

¿Cuenta en sus libros cosas que a lomejor de otra manera no se atreve-ría a contar? Yo escribiendo meatrevo con todo. En la vida es dife-rente, pero escribiendo no.

Dicen que muchas veces un librodesnuda al escritor. Muchas vecesno. Siempre.

Ana María suelta una gran carcajadaal acabar la frase. En ese momento, al-guien abre la puerta del comedor delhotel y un ruido enorme ocupa la saladonde nos encontrabamos. La entre-vista se torna difícil debido a aqueljaleo. La escandalera tapa la voz me-nuda de la escritora que a veces mecostaba oir y le impide a ella escucharmis preguntas, por lo que tengo que re-

“HOY EN DÍA HAY MÁS ESCRITORES PORQUE HAYMÁS LIBERTAD”

Page 5: Entrevista a Ana Maria Matute

petírselas varias veces.

Usted que ha vivido tanto. ¿Cómocree que ha ido evolucionando el pa-norama literario? No sé. No me loplanteo. Yo creo que hoy en día haymás escritores porque hay más liber-tad. Al haber más libertad, la gente seexpresa más y por lo tanto escribemás. Sobretodo gente joven. Despuéshay mucha gente que se pone a escribirpensando que (la novelista suelta unarisa despectiva antes de acabar lafrase) van a ganar dinero ganando elPremio Planeta y cosas así. Que sedesengañen y se hagan financieros.Hombre, se gana para vivir, pero nopara hacer fortuna. Puedes tener ungolpe de suerte y que te den un Novelo un Cervantes, o que se vendan mu-chos libros tuyos. Entonces sí, pero sino...

A Matute no le hace falta acabar lafrase para dejar claro que el oficio delescritor no es tan fácil como muchaspersonas creen.

Entonces usted es una persona conbastante suerte ¿No? Tiene el Cer-vantes, el Nadal... Bueno yo no lollamo suerte. He trabajado mucho parapoder llegar a donde estoy. Bueno, tra-bajo y un poquito de talento.

¿Cree en el trabajo sin talento?Hombre si te esfuerzas puedes llegar aalgo. Lo que no da ningún fruto esestar tumbado rascandote la barriga.Eso no lleva nada, aunque tengas ta-lento.

Bueno y ahora que estamos ha-blando de los premios ¿Que opinade la consideración que tienenestos? De eso yo no entiendo.

La escritora me contesta con un tonofuerte e intenta desentenderse de lapregunta. No tiene mucho interés enhablar de la concesión de premios, unmundo que, según ella, desconoce, apesar de tener en su poder algunos tanimportantes como el Cervantes.

¿No tiene ninguna opinión sobre lospremios comerciales como el Pla-neta, en los que se sabe ya quien vaa ganar antes incluso de que loanuncien? También son necesariosesos premios. Las editoriales tienenque hacer caja también.

¿Entonces usted ve bien la existen-

cia de premios comerciales que sir-ven más para hacer caja que paracompensar el talento literario? No.Para compensar el talento literario no.Yo no he dicho eso. El talento literarionunca se puede compensar. Pero paraayudar al bolsillo sí.

Ana María acaba la respuesta con unapequeña carcajada, dejando de lado eltono de enfado con el que empezó acontestar.

Hablemos de las editoriales. ¿Quéopina de...? A mí no me preguntes deeditoriales que yo de eso no entiendo.Que una cosa es ser escritor y otra edi-tor. Pregúntele a los editores.

Ana María no me dejó que acabara dehacerle la pregunta. No le hace graciaque le pregunten cosas de las que noentiende.

¿Cómo ve el panorama del libro?Sobretodo ahora con los soportes di-gitales. Yo creo que pueden convivir.

A mí no me parece mal lo de los librosdigitales. Lo importante es que hayque leer. ¿Qué mas da que se hagasobre papel o sobre plástico? Es igual.La cuestión es que se lea. Aunque yosiempre preferiré el papel. Yo he na-cido en ese mundo y eso de oler los li-bros y pasar las páginas me encanta.Yo soy muy antigua ya como para em-pezar a usar ahora libros digitales, perono los rechazo. Son cosas nuevas quesurgen en la vida.

Intento preguntarle por la piratería,pero de nuevo me interrumpe. Cadavez que no entiende algo, cambia sucarácter amable de abuelita entrañablepor otro enérgico, fuerte y un pocomalhumorado. “Hombre es que pareceque por ser escritor tenemos que saberde todo y no es así. Siempre se nospregunta de todo y no tenemos quesaber de todo. Tu sabes de tu oficio, detus libros, de tu mundo. El resto yo quesé” Hablemos de su oficio entonces¿Qué es más? ¿Poeta o escritora?¿Olas dos cosas? Nunca, jamás en mivida he escrito un poema y mira queme gustan. Una cosa es ser escritor yotra cosa es ser poeta. Aunque para sernovelista haya que ser escritor, sepuede ser escritor sin ser novelista.

El hijo de Ana María se nos acerca ynos avisa de que la entrevista tiene queir finalizando. El congreso CaballeroBonald en dentro de una hora y tienenque marcharse.

¿Algún consejo que le quiera dar aun escritor novel? Yo no doy conse-jos (el tono de la escritora es claro yfirme en la respuesta) No hay cosa queme fastidie más que dar un consejopara que al final no se siga como siem-pre pasa. (Se ríe) A mí no me gustapedir consejo. Nunca he pedido unconsejo

Ya para acabar ¿No nos puede darun adelanto de su nuevo libro? No.

La respuesta de la escritora es tajanteen ese tema.

Secreto todo ¿No? Secreto todo no.Lo que pasa es que no me permiten ha-blar de ello.

Bueno la novela se llama ‘DemoniosFamiliares’. Supongo que el títuloadelanta ya algo de lo que irá. No,no. No te creas.

Ana María Matute, una

escritora veterana

Nació en Barcelona en 1926 y a día

de hoy, a sus 88 años, sigue escri-

biendo. Se dio a conocer en el pano-

rama literario español con su novela

‘Los Abel’, aunque su primera no-

vela, ‘Pequeño Teatro, que escribió

con 17 años no se publicó hasta ocho

años después.

Es miembro de la Real Academia

Española y ha ganado varios premios

literarios, como el Planeta, el Nadal y

el Cervantes. Además fue propuesta

en 1976 como candidata al Novel de

Literatura.

Actualmente está trabajando en su

nuevo libro, ‘Demonios Familiares’,

del que se niega tajantemente a dar-

nos un adelanto.

Page 6: Entrevista a Ana Maria Matute

El hijo nos vuelve a dar un toque deatención. “Oye siento mucho no poderdedicarte más tiempo, pero me tengoque ir”se disculpa con tono amable. Lepido que me firme un ejemplar de ‘Ol-vidado rey Gudú’, una de sus obrasmás conocidas. Me lo firma encan-tada. “Lo siento pero sin gafas y con88 años la letra la tengo fatal” Pareceser que Ana María Matute, al igual queotros genios literarios como JuanRamón Jimenez cumple con ese tópicode escritor desordenado y con malaletra. Nos despedimos y el hijo em-pieza a empujar la silla de su madrehacia la puerta. Antes de que se vayanlanzo una última pregunta:

Supongo que le quedarán energíaspara escribir un par de libros más¿No? Uy, hija. Tengo 88 años ya. Aveces me pregunto que hago escri-biendo todavía, pero no tengo ganas dejubilarme aún.

Finalmente madre e hijo salen delhotel y montan en un coche adaptadopara la silla que les espera en la puerta,preparado para llevarles al CongresoCaballero Bonald en el que Ana MaríaMatute seguirá hablando de literatura.