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Informe Mensual de Polity Consultores en Asuntos PúblicosTRANSCRIPT
Los escenarios de cara a las elecciones presidenciales de 2012. Página 3. John Magdaleno
La devaluación del Bolívar:
no, por ahora. Página 6. José Guerra
La Celac y la incombustible quimera integracionista (II parte). Página 9 Xavier Rodríguez Franco.
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Editorial:
n nuestra primera edición de ENTORNO presentamos los escenarios de POLITY de cara a las elecciones presidenciales de 2012 y anunciamos que, en la siguiente
edición, desarrollaríamos los guiones de cada uno de estos escenarios. Esta es precisamente la tarea que llevamos a cabo en esta oportunidad, entendiendo por guiones la posible secuencia de acontecimientos que se llega a producir en cada escenario, de cumplirse algunos supuestos explícitamente señalados (los valores específicos de las variables consideradas como “incertidumbres críticas”).
El propósito básico que buscamos con este ejercicio a ofrecerles a los lectores -que al final del día deben tomar decisiones en un entorno cambiante- una primera aproximación de los impactos asociados a la ocurrencia de alguno de los escenarios planteados.
Se preguntará el lector práctico: ¿cuál es la utilidad final de los guiones de los escenarios? Sirven para tener una visión de conjunto más completa acerca de los posibles cambios del entorno a los que se podría enfrentar su organización en el corto plazo o, dicho de otra manera, para contemplar la mayor suma de contingencias posibles frente a las cuales su organización se debe preparar. No son pronósticos. Son probabilidades. ¿Y qué se debe (y puede) hacer con los guiones? Examinarlos detenidamente, pues ellos sugieren algunas de las implicaciones que cada escenario puede llegar a tener sobre el sector en el que opera su organización.
El análisis de los guiones da pie a un ejercicio de reflexión estratégica en el que la pregunta de partida es: ¿qué impactos concretos tiene la ocurrencia de
alguno de los escenarios sobre mi organización? Una vez respondida esta pregunta en cada caso, el ejercicio de planificación estratégica podría ser guiado por las siguientes preguntas:
1) ¿Cuál es la estrategia que, desde diversas perspectivas, luce más conveniente y viable para la organización en cada uno de los escenarios?;
2) ¿Cuál es la estrategia que soporta con mayor fortaleza los posibles cambios del entorno, esto es, que resiste todos o casi todos los escenarios (o que funciona más eficazmente en ellos)?
3) ¿Cuál debería ser la estrategia dominante de la organización, examinados todos los cambios que se pueden producir en el término de un año?
En esta edición, contamos nuevamente con la colaboración del reconocido economista José Guerra, quien en esta oportunidad analizó el problema de la inflación, que está siendo registrado como el segundo o el tercer problema más importante del país, dependiendo de la encuestadora de que se trate.
Y cerramos la edición con un artículo de Xavier Rodríguez Franco, quien continúa profundizando su examen sobre el tema de la integración latinoamericana y en el que se interpela, en particular, por el destino final de los esfuerzos integracionistas concentrados en la configuración de un bloque regional que excluya a países como los Estados Unidos y Canadá, tal y como lo ha llegado a proponer el gobierno venezolano con la CELAC.
John Magdaleno Director Ejecutivo
Polity. Consultores en Asuntos Públicos. www.polityconsultores.com
E
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Los escenarios de cara a las elecciones presidenciales de 2012 (Parte II)
John Magdaleno (@johnmagdaleno)
En nuestro primer informe de ENTORNO, hablamos
sobre la utilidad de la técnica de escenarios como
herramienta de análisis y planificación estratégica de las
organizaciones para enfrentar entornos cambiantes, y
presentamos, en esa ocasión, los escenarios de POLITY
elaborados en el mes de agosto de este año.
El uso de la técnica de escenarios se ha extendido
notablemente en el mundo contemporáneo, al punto que
organizaciones como la ONU la han adoptado dentro del
repertorio de instrumentos de análisis con que cuentan. El
conocido “Proyecto Milenium”, para señalar un ejemplo,
echó mano de la técnica de escenarios. Otro ejemplo: Peter
Schwartz, el reconocido experto cuya metodología
utilizamos como base de los ejercicios de pensamiento
estratégico en POLITY, llevó a cabo un trabajo de
escenarios para el Pentágono en 2004.
Si se profundiza en el uso que le dieron los pioneros a la
técnica, encontraremos que Herman Kahn, quien inauguró
la reflexión sobre el “pensamiento estratégico por
escenarios”, la puso en práctica en algunos de los proyectos
que se llevaron adelante en la RAND Corporation. Y no
puede dejar de señalarse el emblemático trabajo de
escenarios de Pierre Wack en la Shell, entre las décadas de
los ‟60 y los „70, que le permitió a dicha empresa
convertirse, en aquélla fecha, en la primera petrolera del
mundo.
¿Qué ha inducido la creciente utilización de los escenarios
en el mundo de los negocios? Para señalar algunas de las
razones más habituales: a) La velocidad con que se
producen los acontecimientos en la actualidad; b) la
volatilidad de algunos factores o variables de gran impacto
sobre cualquier organización, sea del sector público o del
sector privado; c) la imposibilidad, en muchas
oportunidades, de tener pronósticos exactos, en virtud de
la complejidad de los fenómenos sociales que analizamos,
y; d) la ausencia de información completa o rigurosa, que
suele presentarse más veces que lo deseable.
Así, estimado lector, que si su organización ha enfrentado
recurrentemente algunos de estos eventos y nunca ha
utilizado de manera formal la técnica de escenarios para
sus procesos de planificación, es hora de que la considere
dentro de su repertorio de herramientas gerenciales. La
mayor utilidad de la técnica es que permite contemplar
algunos de los cambios más relevantes que podrían
presentarse en el entorno que rodea su organización (y que
usted no puede controlar), con el objeto de prepararla para
estas diversas contingencias por intermedio del diseño y
ejecución de una estrategia más robusta que la que surge
de la planificación convencional.
Los escenarios de POLITY de Agosto 2011-Octubre
2012
Conforme al compromiso asumido en nuestro anterior
informe, nos corresponde en esta oportunidad desarrollar
los guiones de los escenarios presentados, que a
continuación recordamos.
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Para comprender la naturaleza, alcance y límites de los guiones recuérdese, en lo sucesivo, lo que señalamos en
nuestro anterior informe sobre la técnica de escenarios:
No es una técnica destinada a pronosticar ni a valorar lo beneficioso o perjudicial que pueden resultar algunos cambios
del entorno. Su objeto es considerar, con apoyo de un análisis informado de la realidad, aquellas variables de alto
impacto sobre el fenómeno en estudio que pueden experimentar cambios relevantes en el futuro y que desatan
desenlaces o resultados alternativos de un fenómeno o una tendencia en desarrollo.
Lo que sigue, entonces, son “baterías de posibilidades”, a las que se no se les puede asignar probabilidad estadística de
ocurrencia y que están asociadas a la lógica subyacente de cada escenario. No constituyen ni pronósticos ni
proyecciones. Son, se insiste, posibilidades.
Por otro lado, es necesario destacar que la interpretación de los nombres no debe ser literal sino metafórica, pues el
objeto de éstos es evocar situaciones o eventos posibles. Veamos:
Escenario 1: “Hasta la victoria siempre…”
Condiciones establecidas para que se produzca este escenario
(valores de las variables):
Chávez sigue siendo el Jefe de Estado en la práctica y compite en las elecciones de 2012 o, alternativamente, Chávez delega funciones de gobierno pero sigue siendo el símbolo del oficialismo y compite en 2012.
Estrategia ineficaz de la oposición: No se consolida la demanda de cambio político entre la mayoría.
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Estado real de la salud del Presidente Chávez/
Posibilidades reales de gobernar y competir
en las elecciones presidenciales de 2012
Estrategia
ineficaz: No se consolida la demanda de
cambio político entre la mayoría
Estrategia eficaz:
Se consolida la demanda de
cambio político
entre la mayoría
Chávez sigue siendo el Jefe de Estado en la
práctica y compite en las
elecciones de 2012
Chávez delega funciones de gobierno pero sigue siendo
el símbolo del oficialismo y
compite en 2012
Chávez delega diversas funciones de gobierno y
no puede competir en las
elecciones de 2012
“Hasta la victoria
siempre…”
Con las botas
puestas
La tormenta
roja
Tensión y cambio
político
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Desarrollo del guión del escenario:
Este escenario tiene dos variantes: a) el Presidente Chávez se recupera satisfactoriamente, o; b) el Presidente Chávez, aún con una reducción de sus capacidades físicas, proyecta la imagen de que gobierna y llega a competir en 2012.
En cualquiera de los casos, se mantiene el hermetismo oficial sobre los detalles de la enfermedad del Presidente Chávez y se proyecta la imagen de un hombre fuerte, con liderazgo. La FFAA lo respalda.
No obstante, al interior del oficialismo se producen inocultables disputas (que se filtran a los medios de comunicación), que incrementan las tensiones y le generan mala reputación, sobre todo en la variante b).
En la variante b) se movilizan con fuerza las facciones internas que promueven pre-candidaturas alternativas a la de Chávez: Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Tarek El-Aissami, Jorge Rodríguez, etc. Se producen alianzas entre algunas de ellas.
Los números de las encuestas y la intensidad e impacto público de las disputas persuaden a la mayoría de las facciones de que Chávez es la opción más competitiva para las presidenciales y la única que puede garantizar la continuidad de la “revolución”.
La enfermedad del Presidente incrementa aún más los “apetitos políticos” en el seno de la oposición y algunas fuerzas y actores hacen una lectura errada del clima de opinión pública: “esto está casi listo”.
La oposición no logra articular ni comunicar masivamente un Proyecto de País atractivo para las mayorías. Los pre-candidatos de oposición proponen algunas medidas y políticas, pero no comunican ideas-fuerzas poderosas.
Se produce un debate público de muy bajo nivel entre los pre-candidatos opositores y hasta se ventilan en los medios algunas diferencias. El gobierno lo explota: graba y expone públicamente conversaciones telefónicas, documentos que comprometen a líderes políticos, etc.
La oposición no mejora su estrategia política y de comunicaciones para conectarse con los estratos bajos (sobre todo el estrato E) y Chávez permanece posicionado en las encuestas como el “Presidente que más se ha ocupado de los pobres”.
En las primarias resulta electo el candidato más atractivo para la “Oposición radical”, lo cual impide ulteriormente persuadir y atraer a una parte de los “No alineados” y del “Chavismo moderado”. La participación electoral ronda 2.500.000 electores. La campaña no es eficaz.
El gobierno hace concesiones frente a diversos sectores sociales descontentos, y anuncia e inaugura nuevas obras, proyectos y programas sociales. Los logros y las medidas tomadas vuelven verosímiles las promesas.
Escenario 2: Con las botas puestas
Condiciones establecidas para que se produzca
este escenario (valores de las variables):
Chávez sigue siendo el Jefe de Estado en la práctica y compite en las elecciones de 2012 o, alternativamente, Chávez delega funciones de gobierno pero sigue siendo el símbolo del oficialismo y compite en 2012.
Estrategia eficaz de la oposición: Se consolida la demanda de cambio político entre la mayoría.
Desarrollo del guión del escenario:
Se produce alguna de las variantes (a o b) comentadas en el escenario anterior. Las comunicaciones oficiales hacen un esfuerzo por proyectar la imagen de un líder fuerte. Chávez es el candidato en 2012.
No obstante, los tratamientos médicos reducen las capacidades físicas y psíquicas del Presidente. Chávez pierde eficacia como fijador de la agenda de debate. Las apariciones de Chávez no son tan frecuentes como antes y
esto contrasta con el desempeño del contendor de oposición.
Las facciones internas del oficialismo se desesperan y las disputas y presiones internas para elegir un candidato
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alternativo obligan a Chávez a invertir tiempo y energías en mantener la cohesión alrededor suyo.
Aunque los precios del petróleo le otorgan una vez más al gobierno la posibilidad de ejecutar múltiples obras y emprender nuevos proyectos, la corrupción, la impericia y la ineficacia son los principales obstáculos.
El Presidente Chávez debe, por tanto, invertir tiempo y energías en este “segundo frente de batalla” con el objeto de que el gobierno se aproxime a cumplir algunas promesas básicas, en especial la construcción de viviendas (aunque está consciente de que no alcanzará la meta de las 300.000 viviendas entre 2011 y 2012).
El gobierno debe distraer a la opinión pública: encuadra las comunicaciones en el marco del año Bicentenario, recrea el debate ideológico capitalismo versus socialismo y crea nuevas Misiones: otra sobre empleo.
La MUD, entre tanto, fortalece sus vínculos y relaciones con diversos sectores de la sociedad, y se abre a un diálogo respetuoso y tolerante con ellos. Empieza un período constructivo de la relación sociedad civil–partidos.
Tres (3) pre-candidatos de oposición logran articular un Proyecto de País atractivo para las mayorías y lo comunican masivamente. La competencia electoral de cara a las primarias se polariza entre dos opciones. Las
primarias se convierten en un issue relevante y diferenciador que beneficia a la oposición.
Se produce un debate público de alto nivel entre todos los pre-candidatos de oposición, centrado en las visiones futuras de país, los proyectos (la “tesis política”) y las propuestas de política pública para abordar materias concretas como combate contra la inseguridad, creación de empleos, combate contra la inflación y una robusta política social que toca las áreas de salud, educación, alimentación y vivienda. El mercadeo de imagen ocupa su lugar.
Los pre-candidatos colocan publicidad en canales de TV y radio, y pautan en prensa. Se despierta el interés de los opositores, una porción de los “No alineados” y otra de los “Chavistas”, quienes se abren a escuchar.
El nivel de participación en las primarias opositoras es satisfactorio: participan entre 3.4 y 3.9 millones de electores inscritos en el REP.
En las primarias se elige al candidato más atractivo para la “Oposición moderada”, los “No alineados” y el “Chavismo moderado”. La campaña presidencial es eficaz (consolida una mayoría). Chávez pierde y, en medio de presiones, reconoce la derrota.
Escenario 3: La tormenta roja
Condiciones establecidas para que se produzca este escenario
(valores de las variables):
Chávez delega las funciones de gobierno y no puede competir en las elecciones de 2012.
Estrategia ineficaz de la oposición: No se consolida la demanda de cambio político entre la mayoría.
Desarrollo del guión del escenario:
La enfermedad del Presidente Chávez impide, en la práctica, que continúe al mando de la Jefatura del Estado, al margen de que las comunicaciones oficiales hacen un esfuerzo por proyectar lo contrario.
Se incrementan las presiones en el seno del oficialismo (específicamente en el gobierno y en el PSUV) para que se tome una decisión sobre quién será el Presidente encargado y quién el candidato del oficialismo en 2012.
Un ala del oficialismo sostiene la tesis de que es necesario seguir valiéndose de la imagen presidencial para evitar que se desaten las “tendencias centrífugas” mientras otra sostiene que hay que elegir de inmediato el “relevo”. Esta última ala ya venía considerando algunos nombres.
Diversas facciones del PSUV intentan promover, puertas adentro, nombres de líderes políticos oficialistas para ocupar el cargo de Vicepresidente. Surgen los nombres de Nicolás Maduro y José Vicente Rangel. Las facciones oficialistas se concentran en legitimar a su respectivo pre-candidato para el 2012.
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Finalmente, tras el incremento de las tensiones y las disputas internas en el seno del oficialismo, es el mismo Presidente Chávez el que decide anunciar públicamente el nombramiento de un nuevo Vicepresidente y, posteriormente, la delegación del poder en éste.
Las facciones internas del PSUV inician un proceso de negociaciones cuyo objeto es llegar a un acuerdo sobre la candidatura presidencial, pero los intentos fracasan. Se decide realizar unas primarias internas en el PSUV.
La renuncia del Presidente incrementa aún más los “apetitos políticos” en el seno de la oposición y algunas fuerzas y actores hacen una lectura errada del clima de opinión pública: “esto está casi listo”.
La oposición no logra articular ni comunicar masivamente un Proyecto de País atractivo para las mayorías. Los pre-candidatos de oposición proponen algunas medidas y políticas, pero no comunican ideas-fuerzas poderosas.
Se produce un debate público de muy bajo nivel entre los pre-candidatos opositores y hasta se ventilan en los
medios algunas diferencias. El gobierno lo explota: graba y expone públicamente conversaciones telefónicas, documentos que comprometen a líderes políticos, etc.
En las primarias resulta electo el candidato más atractivo para la “Oposición radical”, lo cual impide ulteriormente persuadir y atraer a una parte de los “No alineados” y del “Chavismo moderado”. La participación electoral ronda 2.500.000 electores. La campaña no es eficaz.
La coalición oficialista actúa como un bloque homogéneo y disciplinado tras la elección del candidato en las primarias internas del PSUV, mientras la campaña de la oposición no permite construir una nueva mayoría. Se utiliza la figura de Chávez como el eje central de la campaña. Y aunque éste se ve impedido, por razones de salud, de competir, la poca exposición pública que tiene (y el respaldo público que le da) ayuda al candidato oficialista.
Escenario 4: Tensión y cambio político.
Condiciones establecidas para que se produzca este escenario
(valores de las variables):
Chávez delega las funciones de gobierno y no puede competir en las elecciones de 2012.
Estrategia eficaz de la oposición: Se consolida la demanda de cambio político entre la mayoría.
Desarrollo del guión del escenario:
La enfermedad del Presidente Chávez impide, en la práctica, que continúe al mando de la Jefatura del Estado, al margen de que las comunicaciones oficiales hacen un esfuerzo por proyectar lo contrario.
Se incrementan las presiones en el seno del oficialismo y específicamente en el gobierno para que se tome una decisión sobre quién será el Presidente encargado y sobre quién será el candidato del oficialismo en 2012.
Un ala del oficialismo sostiene la tesis de que es necesario seguir valiéndose de la imagen presidencial para evitar que se desaten las “tendencias centrífugas” mientras otra sostiene que hay que elegir de inmediato el “relevo”. Esta última ala ya venía considerando algunos nombres.
Diversos voceros del oficialismo y las comunicaciones oficiales del gobierno insisten públicamente en que el Presidente sigue siendo el Jefe de Estado y será el candidato presidencial de 2012, pero tal énfasis despierta aún más sospechas en la opinión pública venezolana.
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Finalmente, tras el incremento de las tensiones y las disputas internas en el seno del oficialismo, es el mismo Presidente Chávez el que decide anunciar públicamente el nombramiento de un nuevo Vicepresidente y, posteriormente, la delegación del poder en éste.
Las disputas internas en el seno del PSUV para la selección de la candidatura presidencial desprestigian a todo el oficialismo. Se celebran unas primarias internas a las que asisten alrededor de 4 millones de electores.
La MUD, entre tanto, fortalece sus vínculos y relaciones con diversos sectores de la sociedad, y se abre a un diálogo respetuoso y tolerante con ellos. Empieza un período constructivo de la relación sociedad civil–partidos.
Tres (3) pre-candidatos de oposición logran articular un Proyecto de País atractivo para las mayorías y lo comunican masivamente. El debate público logra ser encuadrado alrededor de las visiones futuras de país.
Los pre-candidatos colocan publicidad en canales de TV y radio, y pautan en prensa. Se despierta el interés de casi todos los “Opositores”, 40% de los “No alineados” y ¼ de los “Chavistas” por las primarias de ese bloque.
El debate de pre-campaña permite, nuevamente, que emerja con fuerza el relato del reencuentro y una oferta común latente: una sociedad que equilibre el trabajo y la productividad con la responsabilidad social.
Las primarias opositoras son un éxito: participan entre 4.3 y 4.75 millones de electores inscritos en el REP, con lo cual la oposición termina comunicando –en contraste con el oficialismo- capacidad de motivar y movilizar a un porcentaje relevante de los electores. La campaña electoral presidencial que sigue a las primarias es eficaz.
Se inicia, en privado, un proceso de diálogo entre sectores moderados de la oposición y del oficialismo para emprender una “transición” lo más pacífica posible. Aunque, naturalmente, habrán tensiones y conflictos. Serán años turbulentos.
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La devaluación del bolívar: no, por ahora
José Guerra (@joseaguerra)
La pregunta que ronda el sector privado venezolano es: ¿cuándo será la próxima devaluación del bolívar?, ¿será este 2011 o,
más bien, en 2012? Nuestra respuesta es: lo más probable es que no se produzca en ninguno de los dos. Las probabilidades
parecen elevarse, más bien, cuando pensamos en el año 2013. De allí que la pregunta evidente sea: ¿Qué factores influirán
en una nueva devaluación del bolívar? La respuesta, en buena medida, está contenida en el siguiente gráfico, en el que se
evidencian los diferenciales de inflación entre Venezuela y sus principales socios comerciales.
La política económica en Venezuela está atrapada en una especie de trampa: por una parte, se fija el tipo de cambio para
tratar de contener la inflación; y por la otra, como la inflación no cede, ello torna inviable el tipo de cambio fijo y el
resultado termina siendo un atraso cambiario que
destruye la competitividad de la economía, liquida a
los sectores agrícola e industrial, los llamados bienes
transables, y motiva la pérdida de empleos. El
producto final de esta secuencia ya es conocido por
todos: la economía crece menos o simplemente no
crece de forma armónica.
A esto se debe lo que se entiende por sobrevaluación
del bolívar: en otras palabras, el bolívar tiene más
poder de compra externo que interno, pues los
productos importados nos lucen sumamente baratos
a las tasas de Bs. 4,30 y Bs. 5,50 por US$, en tanto
que nuestras exportaciones se encarecen para
nuestros compradores.
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Existe otro factor que impulsaría la nueva devaluación y
ella reside en el hecho de que el ajuste del tipo de cambio
es, desde hace años, un instrumento que provee de
bolívares al gobierno para financiar el déficit fiscal. Esos
déficits en Venezuela se han saldado históricamente con
una mezcla de mayor endeudamiento y devaluaciones
significativas del bolívar y todo parece indicar que esta vez
no va a ser la excepción. Con unas cuentas fiscales que,
pese a contar con la bendición de los elevados precios
petroleros, siguen registrando desbalances fundamentales,
no hay que ser adivino para figurarse que inevitablemente
se producirá una devaluación.
De hecho, ya ocurrió en 2009 y 2010. Los dos últimos
episodios de devaluación estuvieron precedidos por
desajustes fiscales importantes, como se evidencia en el
gráfico que sigue. Así, en enero de 2009 se anunció una
devaluación promedio cercana al 30%, al pasar el dólar de
Bs. 2,15 por US$ a Bs 2,60 por US$, al tiempo que se
estableció una nueva tasa de Bs.4,30 por US$. En el caso
de la devaluación de diciembre de 2010 se unificó la tasa de
cambio en Bs. 4,30 y se eliminó el tipo de cambio de Bs.
2,60 por US$.
Tanto en 2009 como en 2010 el ministro Jorge Giordani
dijo, semanas antes de adoptar la medida, que el bolívar no
se iba a devaluar. Pero ocurrió. Las presiones fiscales
fueron determinantes. En 2011, las cuentas fiscales
cerrarán con un déficit importante, preparando así el
terreno para la inevitable devaluación que, conforme a lo
que sugieren muchas variables, no será en 2012 sino en
2013, pues el año que viene hay campaña electoral
presidencial.
Déficit fiscal como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB)
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La Celac y la incombustible quimera integracionista (Parte II):
Puentes, traductores y personalismos
Por Xavier Rodríguez Franco @xfranco22
Veíamos en nuestra entrega anterior cómo la integración formaba parte de la socialización política latinoamericana más
primaria, fundamentada en nuestra cercanía geográfica y en los parentescos culturales. También comentábamos cómo el
carácter discursivo, entre otras circunstancias adversas, obstruían su consolidación en los procesos de integración que ha
intentado la región a la fecha.
Estos deseos compartidos, requieren de aspectos operativos que van desde la inversión directa en infraestructura hasta el
flujo migratorio intra-regional. Lo cual permita una mayor proximidad socio-cultural entre nuestras sociedades y
trascender en la práctica la volatilidad presidencialista, la cartografía ideológico-partidista y la contingencia de los
calendarios electorales.
Puentes
Dicho de otro modo: la integración vista como un puente y no como una
coartada retórica para conseguir inversionistas cercanos y alejar aún más a los
distantes. Por ello, cuando hablamos de puentes, queremos significar tanto la
responsabilidad política de los Estados en el cumplimiento de los compromisos
internacionalmente asumidos, como la inversión en infraestructura de vialidad,
puertos, trenes, aeropuertos, convenios de intercambio de ciudadanos y demás
concreciones que hagan de la integración una realidad tangible (Rueda
Junquera, 2003). En este marco situacional, es necesario señalar que los
sistemáticos incumplimientos, los zigzags de acusaciones mutuas y el
incontrolable espíritu de “refundación permanente” ante los errores de los
intentos integracionistas del pasado, han ido debilitando los puentes ya
existentes y que simplemente requieren regularidad en el cumplimiento y
compromiso para su mantenimiento.
A tales efectos, nos preguntamos: ¿se remedian los problemas de la
integración limitando la interlocución política con los principales socios
comerciales de la región? La evidencia empírica del bilateralismo indica todo
lo contrario. De momento, lo único claro que se tiene con el proyecto de la
CELAC es que será una instancia política que, alentada con el espíritu del “Movimiento de los Países No Alineados”1, aspira
el fortalecimiento internacional de la región sin los Estados Unidos de América ni Canadá.
1 Organización aún vigente desde la Conferencia de Bandung en 1955 y que a la fecha no tiene un documento normativo que regule su funcionamiento institucional.
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Un objetivo hemisférico que con toda certeza no será sencillo, pues esta postura contradice la apreciación de otros
mandatarios de la región. Algunos de ellos consideran que deben fortalecerse las relaciones de complementariedad
intra-regional para poder mejorar las capacidades de negociación extra-regional, también recalcan la
inconveniencia de prescindir de un espacio de interacción con los Estados Unidos; lo cual básicamente niega
posibilidades de resguardo de otros intereses económicos y políticos (por ejemplo, la Unión Europea y Asia).
Traductores
Es innegable el peso gravitacional que ejerce la presencia de los EE.UU. en
la estructura comercial del hemisferio, pero nos preguntamos: ¿resultaría
atinado para nuestros países construir un foro donde los puentes
institucionales sean delegados exclusivamente a los traductores que
trabajan en las embajadas estadounidenses? ¿Es enfatizando nuestras
divergencias políticas, idiomáticas e idiosincráticas con los EEUU que
América Latina consigue equilibrar las relaciones norte-sur? Las
demostraciones hechas desde los países emergentes hacia los países del
llamado “centro”, en el marco de la actual crisis financiera, ofrecen
argumentos de sobra para asegurar todo lo contrario.
La OEA debe dejar de ser una de las últimas de las prioridades
diplomáticas de los países del hemisferio. En la actualidad, la mayoría de
sus representantes son embajadores cercanos a su jubilación y sus
resoluciones tienen cada vez menos pertinencia y margen de influencia, en
unas circunstancias globales cada vez más inciertas, amenazantes y donde
los unilateralismos tienen ya poco asidero práctico.
Ya otras organizaciones multilaterales de la región han emprendido
importantes reformas internas, como ha ocurrido con la Corporación
Andina de Fomento (CAF) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
por nombrar sólo dos. Organizaciones denostadas por la retórica anti-
neoliberal y que hoy mantienen una sólida presencia en importantes
proyectos de infraestructura, en un plano de equilibrio constructivo con
las autoridades de buena parte de los Estados latinoamericanos.
Es por ello que tener un espacio diplomático donde poder reunirse con
países aliados, neutrales y adversarios, es mucho más provechoso que no
tenerlo, más aún en momentos cuando la región diversifica sus relaciones
con otros países como China o con bloques regionales tan importantes como la Unión Europea.
No es casual que esta línea reformista y de necesaria modernización de las estructuras democráticas en la región,
sea el tema a debatir de la pasada Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, celebrada recientemente en La
Asunción, Paraguay.2
2 Celebrada el pasado fin de semana, 28 y 29 de octubre, con el título de la declaración “Transformación del Estado y Desarrollo”.
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Personalismos
A comienzos del pasado año 2010 se realizó una Cumbre
en Cancún en la que, además de las habituales reyertas
entre mandatarios3, quedó patente la deliberada intención
de crear este organismo regional sin la presencia de los
EE.UU. y Canadá. Una iniciativa con implicaciones
geopolíticas de hondo calado, aprobada por los presidentes
asistentes sin mayores miramientos sobre su
institucionalidad y eventual soporte normativo. Espacio
muy propicio para el “dibujo libre” de los personalismos
más beligerantes de la región.
Precisamente, Venezuela asumiría para el año
“bicentenario” la iniciativa de proponer las directrices de
esta nueva institucionalidad regional. Sin embargo,
circunstancias estrechamente relacionadas al estado de
salud del Presidente Chávez, obligaron su diferimiento
para el mes de diciembre de este mismo año. Situación que
sugiere el rótulo personalista de la cita regional y la
potencialmente permeable institucionalidad por proponer.
Cabe destacar que si la decisión no se toma en Venezuela se
resolverá en el 2012 en Brasil, lo cual pudiera apresurar al
gobierno venezolano a asumir compromisos regionales
para dejar su impronta en la naciente organización;
circunstancia que llega en el preámbulo de uno de los
procesos electorales nacionales más inciertos que el partido
de gobierno haya tenido que afrontar.
Ahora bien, reiteramos un año y medio después: ¿qué
creamos en Cancún? La interrogante queda abierta aún,
especialmente cuando nos referimos a los procedimientos.
En el documento suscrito no se plantea con certeza alguna
lo que será este organismo desde el punto de vista
institucional. No se define periodicidad, ni jefatura, ni de
los países signatarios. Se afirma principalmente la
motivación: la región precisa de una instancia de
concertación política de 32 países con igual representación
aunque de disímil participación, pero que a su vez sea una
institución ligera, que no represente más cargas financieras
para los países, con flexibilidad en sus competencias. Una
declaración de intención que despierta aún muchas dudas
si tomamos en cuenta la realidad reciente ya reportada4.
Lo que efectivamente observamos es una enorme
preocupación de nuestros gobiernos (sobre todo de los
autodenominados "progresistas") sobre qué tan unidos,
soberanos y autárquicos nos perciben en el resto del
3 Entre las cuales destaca la reclamación argentina a la exploración y posterior explotación petrolífera en las islas Malvinas, así como el cruce de palabras entre el saliente Presidente Álvaro Uribe y su homólogo Hugo Chávez. 4 Solo entre 2007 y 2008 han habido 40 Cumbres, 857 puntos de acuerdos y centenares de discursos (algunos de ellos muy emocionales aunque pronto olvidados).
mundo, pero sin ocuparse por circunstancias tan básicas
como el intercambio socio-demográfico, el seguimiento a
los acuerdos comerciales y la protección de inversiones,
entre muchos otros factores ya conocidos.
Pareciera que la historia la seguimos empleando como un
compendio de motivaciones de autoayuda, como un asunto
de permanente actualidad para reforzar y revelar nuestros
complejos de inferioridad, y no como una bitácora para
aprender de nuestros errores de cara a las oportunidades
que nos ofrece el futuro. Al igual que la democracia, todos
asumen levantar con decisión sus banderas, pero pocos
aceptan de buena gana los rigores de sus procedimientos,
la vulnerabilidad de sus instituciones o la lentitud de su
ritmo en el tránsito para su apropiación cultural (Aron;
1999).
Entorno |N° 2. Noviembre 2011 | Derechos Reservados © Polity. Consultores en Asuntos Públicos
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Reseñas bibliográficas.
Culture Matters (La cultura importa) es el trabajo editado por Samuel Huntington y Lawrence Harrison en el año 2000 (publicado por Basic Books), que recoge diversos e interesantes artículos de expertos internacionalmente reconocidos entre los cuales destacan Michael Porter, Jeffrey Sachs, Carlos Alberto Montaner, Ronald Inglehart, Francis Fukuyama y Seymour Martin Lipset, para señalar algunos de los más destacados.
Es el resultado de un simposio organizado por la Harvard University´s Academy for International and Area Studies, que contó con el respaldo institucional del Harvard´s Weatherhead Center for International Affairs.
El libro pone el acento en la creciente importancia que han adquirido los factores culturales en la investigación de las ciencias sociales para explicar fenómenos tan diversos y
complejos como la modernización, la democratización política, la estrategia militar, el comportamiento de grupos étnicos y los alineamientos y antagonismos entre países.
En parte, el libro es una respuesta académica de peso al creciente escepticismo y las críticas que desde finales de la década de los ‟90 se vienen formulando en algunas publicaciones que han terminado subestimado el impacto de los factores culturales. De allí que los editores y colaboradores del libro se hayan formulado dos preguntas cruciales, a saber: 1) ¿En qué medida los factores culturales moldean el desarrollo económico y político?, y; 2) Y si lo hacen, ¿cómo pueden ser removidos o cambiados los obstáculos culturales al desarrollo económico y político de modo de facilitar el progreso?
Tal y como señala Huntington en la introducción, el lugar de la cultura en los asuntos humanos fue definido por Daniel Patrick Moynihan del siguiente modo: “La verdad conservadora central es que es la cultura, no la política, la que determina el éxito de una sociedad. La verdad liberal central es que la política puede cambiar una cultura y salvarla de sí misma”.
Caleidoscopio de la innovación democrática en América Latina. De reciente publicación (2011) Laurence Whitehead y Yanina Welp, han realizado una formidable compilación de estudios, que examinan todas las novedosas formas institucionales que se han implementado en los sistemas políticos de la región en los últimos años. Gobernantes, instituciones y ciudadanos han planteado nuevos términos de relación sobre lo político, lo judicial, lo económico; sobre lo público a fin de cuentas. Situación que nos habla de un creciente activismo crítico de la ciudadanía, y con ello, de los nuevos desafíos para la gobernanza.
Desde la Defensoría de los Habitantes (Costa Rica), los referendos revocatorios, la Comisión de Legislación Participativa, los Presupuestos Participativos (Brasil) hasta las instituciones cívicas de transparencia en la gestión pública (México), son procesos no articulados, potencialmente democratizadores, que merecen la atención de estudiosos de la política contemporánea. Se trata de procesos que, a pesar de su carácter experimental e inconcluso, refrendan un renovado interés -de las élites políticas y los ciudadanos- de replantear la calidad de la democracia y sus instituciones.
Si la época de los ochenta se denominó de “transición” y la de los noventa de “consolidación”, la primera década del siglo XXI pudiera ser la de la insatisfacción popular (o “indignación” en algunos casos). En este sentido, la búsqueda por formas de representación gubernamental más eficientes y próximas al escrutinio de los ciudadanos, si bien es un tema de connotaciones globales ha conseguido en América Latina un espacio de especial de realización y re-significación socio-cultural.
Instituciones alternativas, que además de desafiar las estructuras convencionales de los Estados latinoamericanos, también confronta la arquitectura teórico-conceptual de la ciencia política tradicional. Aquella que persiste en examinar en términos dicotómicos (con lo cual se sugiere la imposibilidad de coexistencia) entre la democracia representativa y los mecanismos de democracia directa; así como la mirada descontextualizada que ha ofrecido al establecer un estándar para el estudio de todos los procesos de democratización de la región, en el marco de las “transiciones” y la “consolidación” democrática.
En este libro, se hace una revisión de éxitos y fracasos de procesos político-institucionales, que reivindica el carácter
multifactorial y perfectible de la construcción democrática. De igual manera, destaca que la democracia representa un proceso “de
largo alcance histórico, sin una trayectoria única o predeterminada (…) abierto a la renegociación y a la reconceptualización
(…) sujeto a impugnación y a la apropiación parcial” (Whitehead; 2011: 16).