Pasión en el Enamoramiento

Aunque Sansón fue escogido por Dios antes de su concepción y por ello recibiera una

educación cuidadosa con buenos hábitos en los principios divinos, fue un ser humano como

cualquier otro.

Cuando tuvo poder de elección, influido por las amistades paganas que había escogido,

eligió a una mujer con la simple de excusa “por que agrado a mis deseos”.

No podemos escapar de la herencia que está en nuestros genes, somos atraídos por el sexo

opuesto, y la relación de lo que sentimos y pensamos debe estar sujeta por el dominio

propio, cimentada en nuestros valores y principios.

Enamorarse es un proceso biológico y natural, Sánchez-Aragón (2007) definió el

enamoramiento, como el deseo intenso por explorar, tocar y relacionarse sexualmente, en

donde el fantasear e inquietarse por la posibilidad de ver a la persona estimulan la

sensualidad y el antojo.

Este sentimiento que se apodera de nuestro ser biológico, en la mayoría de las ocasiones no

nos permite pensar racionalmente; el sistema de recompensa de nuestro cerebro disfruta al

estar con esa persona, y no admitimos consejos, reglas, o planteamientos en contra del ser

amado, ya que existe un gusto desmedido por estar con la persona que se quiere. Nuestros

principios y valores, y creencias mas profundas se ve afectadas considerablemente en este

momento de placer.

Sansón había sido cuidadosamente preparado para ser el libertador de su pueblo, pero sus

creencias, sus hábitos, su llamado quedó a un lado, ya que cedió a la pasión producto del

enamoramiento. Al ceder una vez y quebrar sus principios, le fue mas fácil luego seguir

haciéndolo, a tal punto de estar con una ramera y de probar vino, cuando explícitamente lo

tenia prohibido por Dios aun antes de su nacimiento. Fue violando poco apoco las

condiciones de su sagrada vocación.

El dar rienda suelta a la pasión y a los deseos de nuestra naturaleza provoca desorden en la

vida y falta de control. De ser el hombre más fuerte de la tierra pasó a ser el más débil, y esa

emoción intensa y fuerte que sentía hacia las mujeres fue su propia destrucción. La

sensación que produce la pasión esta asociada al peligro, a lo desconocido, y es por esto que

excita nuestros sentidos, ya que es impredecible e intensa. Sansón estaba tan cegado por

esta pasión, que reveló sin racionalizar cual era el origen de su fuerza sobrenatural, aun

sabiendo que los filisteos procuraban hacerle daño.

Quien se deja dominar por sus pasiones es un hombre débil. El creador nos ha dotado de

dominio propio, que si bien somos seres emocionales, nuestra razón, basada en los

principios de su santa ley, debe permear nuestro entendimiento en toda circunstancias.

Sansón fue complaciendo cada día sus propios placeres y por esto fue presa fácil de su

misma pasión.

Dios ofrece darnos su protección, y con su ayuda podemos desarrollar el dominio propio

que nos permita tomar las mejores decisiones. Pero si nos colocamos en el terreno de la

pasión, e intentamos jugar con ella, así como Sansón, sucumbiremos ante ella.

Bibliografía Consultada

Sánchez Aragón, Rozzana. (2009). Efectos diferenciales del bienestar subjetivo, autorrealización y celos en las fases del amor pasional. Enseñanza e Investigación en Psicología, Enero-Junio, 5-21.

Historia de los Patriarcas y Profetas. Elena G. De White