0 EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

El presente documento en un, relato breve

de, el libro El Amor en los Tiempos del

Cólera. Una novela escrita por Gabriel

García Márquez.

El Amor En

Los Tiempos

Del Cólera

Gabriel García Márquez

0 EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

1 EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

INTRODUCCIÓN [Año]

INTRODUCCIÓN

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL COLERA En adelanto van estos lugares:

Ya tienen su diosa coronada.

Leandro Díaz1

NO ES SENCILLO ANALIZAR UN AMOR QUE, A PESAR DE SER CONTRARIADO, SE BASA DESDE UNA DE LAS PARTES EN UN JURAMENTO DE AMOR Y FIDELIDAD LO SUFICIENTEMENTE FUERTE COMO PARA CONSERVARSE INTACTO DURANTE TODA UNA VIDA. TAL ES EL CASO DE FLORENTINO ARIZA. EN CAMBIO PARA FERMINA DAZA, EL AMOR NACIÓ DE LA SIMPLE CURIOSIDAD. FLORENTINO NO ERA EL TIPO DE HOMBRE QUE HUBIERA ESCOGIDO, Y A PESAR DE ELLO, SUSCITÓ EN ELLA UNA CURIOSIDAD DIFÍCIL DE RESISTIR; ELLA NUNCA IMAGINÓ QUE FUERA OTRA DE LAS TANTAS CELADAS DEL AMOR. ASÍ TERMINÓ PENSANDO EN FLORENTINO COMO NUNCA SE HUBIERA IMAGINADO QUE SE PODÍA PENSAR EN ALGUIEN, PRESINTIÉNDOLO DONDE NO ESTABA, DESEÁNDOLO DONDE NO PODÍA ESTAR, DESPERTANDO DE PRONTO CON LA SENSACIÓN FÍSICA DE QUE ÉL LA CONTEMPLABA EN LA OSCURIDAD MIENTRAS ELLA DORMÍA. NI EL UNO NI EL OTRO TENÍAN VIDA PARA NADA DISTINTO DE PENSAR EN EL OTRO, PARA SOÑAR CON EL OTRO, PARA ESPERAR CARTAS CON TANTA ANSIEDAD COMO LAS CONTESTABAN. NO OBSTANTE, DESDE QUE SE VIERON POR PRIMERA VEZ HASTA QUE ÉL LE REITERÓ SU DETERMINACIÓN MEDIO SIGLO MÁS TARDE, NO TUVIERON NUNCA UNA OPORTUNIDAD DE VERSE A SOLAS NI DE HABLAR DE SU AMOR. ES POR ELLO QUE NO SE PUEDE AFIRMAR QUE EL DE FERMINA Y FLORENTINO HALLA SIDO UN NOVIAZGO EN EL SENTIDO QUE COMÚNMENTE SE LE OTORGA A LA PALABRA, YA QUE LA RELACIÓN NO SE BASABA EN EL TRATO PERSONAL. CUANDO APARECE ESTE FACTOR EN LA RELACIÓN, MÁS PRECISAMENTE EN EL DÍA DEL REENCUENTRO LUEGO DEL VIAJE DEL OLVIDO, FERMINA CAE EN EL ABISMO DEL DESENCANTO, Y SE DA CUENTA DE QUE SU AMOR PLATÓNICO SE TRANSFORMA REPENTINAMENTE EN UNA ILUSIÓN, UNA QUIMERA, UN ESPEJISMO QUE SE DESVANECE. CON EL PASO DEL TIEMPO, FLORENTINO REPASA SUS AMORES DE OCASIÓN, LOS INCONTABLES

ESCOLLOS QUE TIENE QUE SORTEAR PARA ALCANZAR UN PUESTO DE MANDO, LOS INCIDENTES

SIN CUENTO QUE LE CAUSA SU DETERMINACIÓN ENCARNIZADA DE QUE FERMINA DAZA SEA SUYA,

Y ÉL DE ELLA POR ENCIMA DE TODO Y CONTRA TODO, Y CAE EN LA CUENTA DE QUE LA VIDA

COMIENZA A ESCURRÍRSELE ENTRE LOS DEDOS

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2 EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

ERA INEVITABLE [Año]

ERA INEVITABLE

EL OLOR EN LA HABITACIÓN RECORDABA EL DESTINO DE LOS AMORES CONTRARIADOS.

l doctor Juvenal Urbino lo percibió des de que entró en la casa todavía en penumbras, donde con

frecuencia acudía a jugar ajedrez con el refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de

guerra.2

Encontró el cadáver cubierto con una manta en el catre donde dormía, y amarrado de la pata del catre, echado en el suelo se encontraba un gran danés negro de pecho nevado, y junto a él las muletas que había utilizado el refugiado antillano. Un comisario de la policía se había adelantado junto con un estudiante de medicina forense que hacia sus prácticas en el dispensario municipal, al entrar el doctor Urbino en la habitación, lo saludaron con compasión ya que para nadie era desconocido que era amigo de Jeremiah de Saint-Amour. Des pues de que contemplara el cadáver y le diera un vistazo a la habitación, el doctor Jubenal se retiró no sin antes darle unas indicaciones al comisario, para que se encargara de los trámites necesarios para el entierro de su hasta entonces amigo y rival más aguerrido de ajedrez, le indico que revisara la casa en busca de dinero y que si no lo encontraba que no se preocupara, porque los gastos los cubriría el, pero quería que se realizara de la manera más discreta posible. Después de leer una carta que dejara escrita Jeremiah de Saint-Amour, donde señalaba su última voluntad. El doctor Juvenal Urbino completamente aturdido sale de la casa y le pide al cochero que lo lleve a un lugar que nunca antes avía visitado. Una vez que está de regreso en su casa, y recordando que tiene un compromiso muy importante, se

prepara para asistir a las bodas de plata de uno de sus colegas.

2 Página 9

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HABITACION EN PENUMBRAS 1 DETERMINACION DE AMOR 1 HABITACION EN PENUMBRAS 2

3 EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

ERA LO QUE PARECÍA [Año]

ERA LO QUE PARECÍA

UN ANCIANO SERVICIAL Y SERIO

u gentileza natural y sus maneras lánguidas cautivaban de in mediato, pero también detenían como dos virtudes sospechosas en un soltero empedernido. Había gastado mucho dinero, mucho

ingenio y mucha fuerza de voluntad para que no se le notaran los setenta y seis años de edad que había cumplido el ultimo marzo, y estaba convencido en la soledad de su alma de haber amado en silesio mucho más que nadie jamás en este tiempo.3

Florentino Ariza, no había dejado de pensar ni un solo instante en Fermina Daza que lo rechazo sin apelación después de unos amores largos y contrariados, y habían transcurrido desde entonces cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días. La había visto por primera vez una tarde en que Lotario Thugut le encargo que llevara un telegrama a al guíen sin domicilio conocido que se llamaba Lorenzo Daza Fue de ese modo inocente como Florentino Ariza inicio su vida de cazador solitario. Desde las siete de la mañana se sentaba solo en el castaño menos visible del parquecito, fingiendo leer un libro a la sombra de los almendros, has que veía pasar a la doncella imposible. Poco a poco fue idealizándola, atribuyéndole virtudes improbables, sentimientos imaginarios, y al cabo de dos semanas ya no pensaba más que en ella.

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S

EL AMOR NO TIENE EDAD 1 EL AMOR NO TIENE EDAD2

4 EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

ERA LO QUE PARECÍA [Año]

EL AMOR UNA EQUIVOCACIÓN CLÍNICA

ldoctor Juvenal Urbino, regresaba de una larga estancia en parís, donde curso los estudios

superiores de medicina y cirugía, volvió más elegante, y ninguno de sus compañeros parecía más

severo y sabio en su ciencia. Lo primero que hizo fue tomar posesión del consultorio de su padre,

después de haber hecho algunas modificaciones.-

Trato de imponer criterios novedosos en el hospital de la misericordia, pero no fue tan fácil como le

había parecido en su entusiasmo juvenil.

Su obsesión era el peligroso estado sanitario de la ciudad, la mayoría de las casas no tenía letrina por

lo que la gente hacia sus necesidades al aire libre, lucho en vano para que la basura no se botara en

los manglares, convertidos desde hacía siglos en

estanques de putrefacción. Era consciente de la

acechanza mortal de las aguas de beber. Quería

sanear la ciudad por que se sentía orgulloso de sus

reliquias, decía que como era de notable la ciudad que

habían pasado cuatrocientos años tratando de destruirla y

todavía no lo lograban. Estaban a punto cunado la

epidemia de cólera cobro sus primeras víctimas.

Después de proclamar el bando del cólera, en el

alcázar de la guarnición local se dispararon un cañonazo

cada cuarto de hora, de día y de noche, de acuerdo con la

superstición cívica de que la pólvora purificaba el

ambiente. El cólera fue mucho más encarnizado con

la población negra por ser más numerosa y pobre pero

en realidad no tuvo miramientos de color ni

linaje.

El doctor Marco Aurelio Urbino, padre de juvenal, fue un héroe civil de aquellas jornadas infaustas, y

también su víctima más notable. Por determinación oficial concibió y dirigió en persona las estrategias

sanitarias. Nadie puso entonces en duda el rigor sanitario del doctor Juvenal Urbino, se impuso la

cátedra obligatoria de cólera y fiebre amarilla en la escuela de medicina, se mandó a construir un

mercado dístate del muladar. Sin embargo el doctor Juvenal Urbino no se preocupó entonces por

reclamar su victoria, ni se sintió con ánimos para perseverar en sus misiones sociales, porque él

mismo estaba entonces con una ala rota, atolondrado y disperso por el relámpago de amor de fémina

daza. Fue en efecto el fruto de una equivocación clínica.

Un médico amigo que creyó vislumbrar los primeros síntomas premonitorios del cólera en una paciente de

dieciocho años, el pidió al doctor Juvenal Urbino que fuera a visitarla. Fue esa misma tarde , alarmado por la

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CUPIDO 1 CUPIDO3

posibilidad de que la peste hubiera entrado en el santuario de la ciudad vieja, pues todos los casos habían sido

en los barrios marginales, y casi todos en la población negra.

La casa, a la sombra de los almendros del parque de los evangelios, parecía desde fuera tan destruida

como las otras del recinto colonial, pero adentro había un orden de belleza y una luz atónita que

parecía de otra edad del mundo.

Estremecido por la certidumbre de la presencia física de dios, el doctor Juvenal Urbino pensó que una

casa como aquella era inmune a la peste. Pero la enferma no lo pudo recibir porque su padre no

estaba en la casa.

Así que volvió a las cinco de la tarde, de acuerdo con la indicación de la criada, y Lorenzo Daza en

persona le abrió el portón y le condujo hasta el dormitorio de la hija. Permaneció sentado en la

penumbra del rincón, mientras duro el examen médico. No era fácil saber quién estaba más cohibido,

si el medico con su tacto público o la enferma con su recato de virgen dentro del camisón de ceda.

El doctor Juvenal Urbino solía contar que no experimento ninguna emoción cuando conoció a la mujer

con quien había de vivir hasta el día de la muerte. Recordaba el camisón celeste con bordes de

encaje, los ojos febriles, el largo cabellos suelto sobre los hombros, pero estaba tan obnubilado por la

irrupción de la peste en el recinto colonial, que no se fijó de los mucho que ella tenía de adolecente

floral.

6 EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

DETERMINACIÓN DE AMOR [Año]

DETERMINACIÓN DE AMOR

l día que Florentino Ariza vio a Fermina Daza en el atrio de la catedral, encinta de seis meses y

con pleno dominio de una mujer de mundo, tomo la determinación feroz de ganar nombre y

fortuna para merecerla. Ni siquiera se puso a pensar en el inconveniente de que fuera casada, porque

al mismo tiempo decidió como si dependiera de él, que el doctor Juvenal Urbino tenía que morir. No

sabía ni cuándo ni cómo, pero se lo planteó como un acontecimiento ineluctable, que estaba resuelto

a esperar sin prisas ni arrebatos, así fuera hasta el fin de los siglos.

Empezó por el principio. Se presentó sin anuncio en la oficina de su tío león xii, presidente de la junta

directiva y director general de la compañía del caribe, y le manifestó la disposición de someterse a sus

designios. Lo nombraron escribano de la dirección general, que parecía un oficio inventado sobre

medida para él.

Florentino Ariza escribía cualquier cosa con tanta

pasión, que hasta los documentos oficiales

parecían de amor. El drama de Florentino Ariza

mientras fue calígrafo de la compañía fluvial del

caribe, era que no podía eludir su lirismo porque

no dejaba de pensar en FerminaDaza, y nunca

aprendió a escribir sin pensar en ella. Después

cuando lo pasaron a otro cargo, le sobraba tanto

amor por dentro que no sabía qué hacer con él, y

se los regalaba a los enamorados implumes

escribiendo para ellos cartas de amor gratuitas

en los portales de los escribanos. Florentino

Ariza tenía que atender entonces tantos

compromisos al mismo

tiempo, pero nunca le

flanquearon los ánimos para acrecentar sus negocios de cazador furtivo.

Mientras Florentino Ariza esperaba el día en que los amores de Fermina Daza fueran suyos, el

buscaba con desesperación olvidarla por un instante con las muchas viudas que le ayudaban a aliviar

su tormento. Por más que lo intento termino por convencerse de que Fermina Daza era un amor

imposible de olvidar, así que continuo asechándola, confundiéndose entre la gente, con la

determinación de cazador solitario que había tenido desde siempre.

En la plenitud de su nueva vida Fermina Daza veía a Florentino Ariza en diversas ocasiones públicas, y

con tanta más frecuencia cuanto más ascendía en su trabajo, pero aprendió a verlo con tanta

naturalidad que más de una vez se olvidó de saludarlo por distracción.

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DETERMINACION DE AMOR 4

7 EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

DETERMINACIÓN DE AMOR [Año]

HABITACION EN PENUMBRAS1 ................................................................................................................................2

EL AMOR NO TIENEDAD 2 ........................................................................................................................................3

CUPIDO 3 ..................................................................................................................................................................4

DETERMINACION DE AMOR 4 .............................................................................................................................................. 6

8 EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

CONTENIDO [Año]

Bibliografía Márquez, G. G. (s.f.). El amor en los tiempos del cólera.

Tabla de contenido INTRODUCCIÓN .....................................................................................................................................................1

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL COLERA ..............................................................................................................1

ERA INEVITABLE ........................................................................................................................................................2

EL OLOR EN LA HABITACIÓN RECORDABA EL DESTINO DE LOS AMORES CONTRARIADOS. .........2

ERA LO QUE PARECÍA ...............................................................................................................................................3

UN ANCIANO SERVICIAL Y SERIO ..........................................................................................................................3

EL AMOR UNA EQUIVOCACIÓN CLÍNICA ..................................................................................................................4

DETERMINACIÓNDE AMOR ..................................................................................................................................6

Bibliografía ................................................................................................................................................................8

(Márquez)