Análisis y reflexión sobre la práctica educativa escolar:

Escuela Primaria “Gabriela Mistral”, en el 3° Grado, Grupo “A”.

Actualmente el aula de clases es un lugar poco conocido y en ocasiones hasta

desconocido tanto para los padres, directores y hasta para los propios docentes.

De tal manera que lo que pasa allí está, hoy día, puesto como en una “caja negra”

que ocupa el lugar entre las “entradas” (alumnos, maestros, materiales,

infraestructura, entre otros) y las “salidas” (aprobación, reprobación, abandono

escolar, certificación, entre otros) de los procesos que se llevan a cabo en la

escuela, sin que se alcancen a apreciar los complejos fenómenos que tienen lugar

dentro de ella. Los docentes saben que hay que abrir esa “caja negra” de manera

oportuna, de tal forma que pueda entenderse la complejidad de lo que allí se

suscita, puesto que representa la parte esencial de su quehacer, sin la cual no es

posible comprenderlo.

Por su parte los maestros como tal saben que no pueden hacerse cargo de todo el

desempeño de sus estudiantes, en ocasiones habrá situaciones que pasen por

alto, porque su tarea no es nada fácil, pero de lo que deben estar conscientes es

de que sí tienen una responsabilidad y de que su labor marca una gran diferencia

en los aprendizajes de los alumnos. Porque el trabajo dentro de las aulas suele

ser muy diferente al que nos imaginamos, pensar que ser maestro es una tarea

muy fácil es un error, ya que el docente dentro del aula se enfrenta a un sinfín de

retos y obstáculos dentro y fuera de esta. No pretendo dejar al maestro como un

ser perfecto, porque la perfección no existe, ni usar excusas para enmendar sus

errores, y por eso también hay que mencionar que algunos docentes tienen

tropiezos, faltas que deben superar y reflexionar sobre su propia práctica.

“en pocas palabras las escuelas no son lugares neutrales y

consiguientemente tampoco los profesores pueden adoptar una postura

neutral…con esta perspectiva en mente quiero extraer la conclusión de

que, si los profesores han de educar a los estudiantes para ser ciudadanos

activos y críticos, deberían convertirse ellos mismos en intelectuales

transformativos” (Giroux, 1990).

Por su parte los planes y programas de estudio cada vez exigen más a los

docentes, pensado por aquellos que tienen el poder, aquellos que nos quieren

tener en cautiverio, pero que jamás han vivido ni vivirán la realidad de lo que pasa

día a día dentro de una escuela, si tan solo se adentraran realmente al verdadero

mundo de la institución escolar se darían cuenta de cuáles son las verdaderas

necesidades que presentan los alumnos, las demandas de la sociedad y en

general todo lo que con lleva ser docente, muchos pensaran en que me baso para

argumentar esto, sin darse cuenta que mi más grande argumento es mi

experiencia vivida dentro de un salón de clases durante mis observaciones que

comprendieron del 9 al 13 de junio del 2014 en la Escuela Primaria “Gabriela

Mistral” de Santa María Xadani, fueron cinco días sin embargo desde que tú te

adentras en la institución te das cuenta de lo que sucede. En donde como

experiencia personal fue un reto encontrarme con niños que hablan en gran

medida su lengua originaria el zapoteco. Al momento de ingresar al aula es algo

sorprendente la manera en que te hablan en su propia lengua, sabes que se están

comunicando contigo, aunque no puedas comprender lo que te están diciendo

para ellos es algo normal piensan que tú también entiendes y sabes de lo que

están hablando. Están insertados dentro de una sociedad que se comunica de

esta manera comparte la mismas costumbres creencias, valores etc…y por lo

tanto tienen una cultura en donde han construido sus propios significados. Por ello

es preciso citar a Ward Goodenough según el cual “la cultura (está situada) en el

entendimiento y en el corazón de los hombres”.

Si para mí todo esto significó un gran reto imaginémonos que representa para el

docente, que día a día se encuentra trabajado con los alumnos. Y él lo hace

evidente al decir “las clases la mayor parte son en zapoteco porque les gusta más

aunque a veces me trabo”, sin duda reconoce que tiene dificultades y que además

tuvo que aprender de manera autónoma el zapoteco para poderse comunicar con

los alumnos. Ya adentrados en el aula y en el trabajo docente me percate que al

momento de explicar la clase se dirige a los alumnos en español y cuando un

alumno no comprende la actividad él se acerca para explicársela en zapoteco, a

pesar de ello muchos alumnos presentan ciertas dificultades en sus aprendizajes y

esto se hace más evidente en la clase de español debido a que los alumnos en su

mayoría no saben leer ni escribir. De esta manera tuve la necesidad de

preguntárselo al docente y el por su parte respondió que sus alumnos tienen este

grave conflicto debido a que muchas veces por la situación económica que

presentan sus padres se van a trabajar por temporadas a otros estados y muchas

veces se llevan a los niños o los dejan al cuidado de otras personas y estas por su

parte no le prestan la atención necesaria en la actividades escolares. Entonces es

donde tú te preguntas ¿qué pasa con los padres? ¿Dónde queda su la

responsabilidad? ¿Qué hacer en estos casos como docente? Es algo que

reflexionas como persona y tratas intervenir de acercarte a esos padres de

reforzar la relación entre tú como docente, los padres y los alumnos, para que

estos últimos pierdan el miedo a relacionarse con el profesorado y traten de

romper esa barrera que los separa, para construir el dialogo y que se pueda

trabajar en favor de los aprendizajes de los alumnos. Aunque un aspecto que me

pareció muy importante y lamentable es que durante las entrevistas al preguntarle

a un alumno que si quería seguir estudiando el contesto que no, prefería irse a

trabajar y tener novia, como lidiar con todo esto, lograr que tus alumnos se

motiven para tener otras expectativas de vida en el futuro.

De esta manera debemos de hacer que los alumnos sepan trabajar en una

comunidad de aprendizaje compartiendo intereses comunes, aprendan a

solucionar problemas y a compartir y crear conocimientos de forma colaborativa.

Como bien lo dice Claudia Romero hacer de una escuela una buena escuela, y

que mejor si comienzas dando el ejemplo desde el salón de clases, rompiendo esa

idea de que la escuela solo sirve para guardar a los niños, tal como lo menciona

Juan Delval.

Además no debemos olvidar que dentro de nuestros objetivos por hacer una mejor

escuela está el contextualizar los contenidos, el maestro en mi caso mostro el

dominio en los temas al abordar, por ejemplo en una clase de matemáticas con

respecto a las reparticiones, trata de que los problemas que los niños resuelvan

sean conforme a su contexto utilizando ciertos materiales, que desde su

perspectiva le sirvan como motivación en sus alumnos. Además de relacionar los

conceptos nuevos con los que han visto en otras asignaturas. Sin olvidar y que es

preciso señalar la importancia de las evaluaciones, debido a que muchos

maestros han desarrollado una técnica muy tradicionalista, tal como lo menciona

ángel Díaz barriga que en su libro el docente y los programas escolares en donde

hace referencia el concepto que fue adquiriendo este término desde hace tiempo y

era considerado como una manera de control, al pasar a ser una manera de medir

conocimientos. Y si hacemos esta comparación en la escuela que visite el grupo

de 3° el docente generaliza en el área de español para el quinto bloque con que

los niños sepan leer y escribir. Sin embargo como evalúas tú, que los niños que

aún no saben leer totalmente lo puedan hacer en menos de dos meses. Volvemos

a recaer en lo mismo no podemos dejar a un lado todo esto, tal vez para el

docente sea una manera de que sus alumnos aprendan y mejoren y les sirva

como un estímulo e interés. Y además para que los padres que se involucren

hasta cierto punto en el interés de sus hijos. Pero hay que saber qué tipo de

evaluaciones emplear, en que momentos, porque dentro del salón de clases el

docente no es el único, se deben tomar en cuenta los demás actores que

intervienen y como estos pueden ser de gran utilidad para la construcción de los

aprendizajes.

En general como pudimos notar la práctica dentro de las aulas es muy diferente a

como se pinta, enfrentamos muchas cosas y se nos reconoce poco. Con todo esto

es importante decir que, la “caja negra” que es el aula se abre de manera

significativa para que sea un asunto central en la planeación pedagógica que se

hace en la escuela, y que los docentes incorporen, dentro de su horizonte de

trabajo, la transformación responsable de su práctica, al reconocer que su labor

marca una diferencia significativa en los aprendizajes de los alumnos.