Actualmente es posible decir que algunos productores colombianos son conscientes de la importancia de crear empresas que generen sostenibilidad ambiental, es decir crear rentabilidad económica, progreso social, conservación del medio ambiente y de sus recursos.

Porque tal como lo menciona el Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible CECODES en el 2011, empresas como Alpina, Argos, Bancolombia, Cerromatoso, Corona, Ecopetrol, EPM, Holcim, Isagen, Nutresa, Pavco, Seguros Bolívar, Syngenta y Telefónica, ya desarrollan algunas estrategias que generan sostenibilidad empresarial. Dichas empresas quieren lograr con sus acciones ubicarse en el ranking con mejores índices de sostenibilidad, las cuales no solo permiten mejorar los procesos productivos sino que además generan progreso social al vincular a toda la comunidad. Por ejemplo en el caso de Alpina, las acciones no solamente se centraron en cambiar sus operaciones propias, sino las de toda la cadena de valor, en conjunto con sus proveedores, tal es el caso de Empaque Carvajal quien provee los plásticos de empaque, quienes cambiaron la ubicación de la planta principal (Cundinamarca) a un lugar cercano a Alpina, con el fin de disminuir la huella de carbono ocasionada por el trasporte de dicha mercancía. Además, dicho cambio estratégico conllevo a la generación de nuevos empleos para la región.

Por otro lado está la empresa Argos, para la cual es importante que la alternativa de producción fuese una tecnología con un nivel de emisiones de CO2 neutro, asociada a fuentes de materia prima disponibles en sus geografías y con suficiente nivel de desarrollo. De entre las opciones esta Ceratech, que es la empresa que produce un cemento para concreto con 95% de Fly Ash (subproducto de combustión de carbono) y 5% de agente activante.

En el mismo sentido, Cerromatoso desarrolla con éxito y con los más altos estándares de seguridad industrial, salud ocupacional, cuidado del ambiente y responsabilidad social, la actividad de producción de Ferroníquel y cuenta con el programa de gestión del agua en que incluye un sistema de reciclaje de las aguas utilizadas en su proceso de producción con el fin de disminuir el uso de agua potable de la comunidad.

De esta manera es como estas y otras empresas de todo tipo de producción (alimentos, construcción, minería, energía, etc) con influencia en Colombia han empezado a generar hace algunos años impacto ambiental, tratando de acercarse a modelos de sostenibilidad internacionales exitosos y tener una ventaja competitiva en mercados que prefieren comprar productos ambientalmente amigables. Cabe resaltar que las acciones realizadas por las empresas están iniciando, que los aportes son pequeños y en compañía con socios, pero marcan de alguna manera el camino hacia la conservación ambiental sin limitar el crecimiento económico del país.

Queda claro entonces tal y como lo afirma Annie Leonard, en La historia de las cosas, que son posibles los cambios, que es posible que grandes empresas sean

responsables en la utilización de mejores materias primas, en la disminución de la huella de carbono, en el manejo de los residuos e innovación tecnológica, que aunque las acciones se centran por ahora a pequeños sectores del país, son un ejemplo de compromiso social con las nuevas generaciones, y que además demuestran la necesidad de una educación ambiental social, la cual este centrada en crear consciencia desde los hogares para el manejo de los residuos diarios y la disminución del consumo por moda.

Cabe resaltar que aunque la empresa privada este presente ya en los debates y agendas globales que buscan soluciones para la protección del Ambiente y la creación de empresas sostenibles económica, social y ambientalmente, esta se enfrentan a grandes problemáticas que están fuera de su alcance pero que afectan sus actividades, cuando deben generar rentabilidad, mejorar el ambiente y contribuir a la comunidad, ya que deben sortear sus procesos productivos, recursos naturales de la región, la comunidad que los rodea, legislación insuficiente o laxa. Esta última responsabilidad del gobierno, que debería garantizar la protección global del ambiente, desde las empresas, las importaciones, la construcción, los residuos urbanos, etc. Pero como ha sido publicado por medios de comunicación, existen algunas empresas ubicadas en territorio colombiano, que de una u otra manera realizan sus actividades sin control alguno en cuanto a protección y conservación ambiental, con poca o nula responsabilidad en crear procesos sostenibles, generando además de la producción excesiva de CO2, gases de efecto invernadero, contaminación de agua potable, explotación de recursos naturales no renovables, entre otros, la generación de pobreza y desplazamiento de las comunidades propias de dichas regiones, ya que la remuneración por dichos trabajos en poca y sin ninguna seguridad para la seguridad y salud en el trabajo

Para concluir sobre el camino en construcción que han marcado algunas de las empresas mencionadas, es importante resaltar la idea de la responsabilidad que tiene el ser humano frente a las situaciones socioambientales, es decir su capacidad para determinar el impacto y las consecuencias de sus acciones; lo que le otorga una responsabilidad política, económica, cultural y biológica en la construcción de territorios sostenibles. Es importante recordar que el territorio es el resultado de la relación entre la dinámica de las comunidades y por ello cuando esta relación se desequilibra, el territorio se vuelve insostenible. Nombrar como el mayor responsable al gobierno de proveer a las comunidades las herramientas económicas y educativas necesarias para llevar a cabo lo anterior; y controlar de manera rigurosa a aquellas empresas que aunque conocen a profundidad los daños provocados, no los tienen en cuenta por falta de moral y ética con la sociedad.

Bibliografía

Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible CECODES, 2011

Annie Leonard, La historia de las cosas.