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ENRIQUE DUSSEL

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  • ENRIQUE DUSSEL

  • E stas veinte tesis sobre poltica van dirigidas prime-ramente a los jvenes, a los que deben comprender que el noble oficio de la poltica es una tarea patritica, comunitaria, apasionante. Es verdad que la actividad po-ltica se ha corrompido en gran medida, en particular

    entre los pases poscoloniales, porque nuestras lites pol-

    ticas desde hace 500 aos han gobernado para cumplir

    con los intereses de las metrpolis de turno (Espaa, Por-

    tugal, Francia, Inglaterra y hoy Estados Unidos). Conside-

    rar a los de abajo, a la comunidad poltica nacional, al

    pueblo de los pobres, oprimidos y excluidos, es tarea que

    cuenta con poca prensa y prestigio.

    Por ello, ante la reciente experiencia

    latinoamericana de una cierta "Prima-

    vera poltica" que se viene dando des-

    de el nacimiento de muchos nuevos

    movimientos sociales (las "Madres de

    Plaza de Mayo", los "piqueteros''. los "Sin

    tierra", los "cocaleros", las movilizaciones indge-

    nas de Ecuador, Bolivia, Guatemala, etc.), reunidos en el

    Foro Social Mundial de Porto Alegre, y desde la eleccin

    de Nstor Kirchner, de Tabar Vzquez, de Luiz lnacio

    "Lula" da Silva, de Hugo Chvez, de Evo Morales, sin

    olvidarnos del EZLN y la figura emblemtica del Sub

    Marcos, entre tantos otros signos de esperanza, debe-

    mos comenzar a crear una nueva teora, una interpre-

    tacin coherente con la profunda transformacin que

    nuestros pueblos estn viviendo.

    Lo que viene es una nueva civilizacin transmoderna, y por ello transcapitalista, ms all del liberalismo y del so-cialismo real. El siglo xx1 exige gran creatividad. Es la hora de los pueblos, de los originarios y los excluidos. La pol-tica consiste en tener "cada maana un odo de discpu-

    . lo", para que los que "mandan manden obedeciendo".

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    20 TESIS DE POLITICA

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    ENRIQUE DUSSEL

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  • siglo xxi editores, s.a. de c.v. CERRO DEL AGUA 246, ROMERO DE TERREROS, 04310, MXICO, D.F.

    siglo xxi editores, s.a. TUCUMN 1621, 7 N, C1050AAG, BUENOS AIRES, ARGENTINA

    siglo xxi de espaa editores, s.a. PRiNCIPE DE VERGARA 76, 26006, MADRID, ESPANA

    JA71 D87 2006 Dussel, Enrique

    20 tesis de poltica / por Enrique DusseL -Mxico : Siglo XXI : Centro de Cooperacin Regional para la Educacin de Adultos en Amrica Latina y el Caribe, 2006,

    176 p. - (Sociologa y poltica) lSBN 968-23-2626-5

    L Ciencia poltica. 2. Poltica gubernamental l. t. IL Ser,

    portada de mara luisa mannez passarge

    primera edicin, 2006 C9 siglo xxi editores, s.a, de c.v. en coedicin con el centro de cooperacin regional para la educacin de adultos en am1ica Latina y el caribe ( crefal) isbn 968-23-262&-5

    derechos reservados confonne a la ley impreso y hecho en mxico/printed and made in mexico

  • PALABRAS PRELIMINARES

    Estas veinte tesis sobre poltica van dirigidas primeramente a los jvenes, a los que deben comprender que el noble oficio de la poltica es una tarea patritica, comunitaria, apasionante. Es verdad que la actividad poltica se ha corrompido en gran medida, en parti-cular entre los pases poscoloniales, porque nuestras lites pol-ticas desde hace 500 aos han gobernado para cumplir con los intereses de ]as metrpolis de turno (Espaa, Portugal, Francia, Inglaterra y hoy Estados U nidos). Considerar a los de abajo, a la comunidad poltica nacional, al pueblo de los pobres, oprimidos y excluidos, es tarea que cuenta con poca prensa y prestigio.

    Por ello, ante la reciente experiencia latinoamericana de una cierta "Primavera poltica" que se viene dando desde el nacimien-to de muchos nuevos movimientos sociales (como las "Madres de Plaza de Mayo" o Jos "piqueteros", los "Sin Tierra", los "cocale-ros", las movilizaciones indgenas de Ecuador, Bolivia, Guatemala, y tantos otros) reunidos en el Foro Social Mundial de Porto Ale-gre, y desde la inesperada eleccin de Nstor Kirchner, de 'fabar Vzquez, de Luiz Inacio "Lula" da Silva, de Hugo Chvez, de Evo Morales, y de la perenne y proverbial figura del "abuelo" Fidel Castro (que como el Viejo Vizcacha del Martn Fierro, y como el zorro, "ms sabe por viejo que por zorro"), entre los que no hay que olvidar la figura simblica del Sub Marcos, entre tantos otros signos de esperanza, debemos comenzar a crear una nueva teora, una interpretacin coherente con la profunda transformacin que nuestros pueblos estn viviendo.

    La nueva teora no puede responder a los supuestos de la mo-dernidad capitalista y colonialista de los 500 aos. No puede partir de los postulados burgueses, pero tampoco de los del socia-lismo real (con su imposible planificacin perfecta, con el crculo cuadrado del centralismo democrtico, con la irresponsabilidad ecolgica, con la burocratizacin de sus cuadros, con el dogma-tismo vanguardista de su teora y estrategia, etc.). Lo que viene es

    [7]

  • 8 PAI,ABRAS PRELIMINARES

    una nueva civilizacin transmoderna, y por ello transcapitalista, ms all del liberalismo y del socialismo real, donde el poder era un tipo de t;jercicio de la dominacin, y donde la poltica se redujo a una administracin burocrtica.

    La "izquierda" (aquel lugar ocupado por grupos progresistas en una de las asambleas de la Revolucin francesa) exige una com-pleta renm~acin tica, terica y prctica. La izquierda gobern desde los Comits centrales o como oposicin. Pasar a la respon-sabilidad democrtico poltica de ejercer un poder obediencia[ no es tarea fcil; es intrnsecamenteparticipativa; sin vanguardismos; habiendo aprendido del pueblo el respeto por su cultura milena-ria, por sus narrativas mticas dentro de las cuales ha desarrollado su propio pensamiento crtico, sus instituciones que deben inte-grarse a un nuevo proyecto.

    El siglo xx1 exige gran creatividad. Aun el socialismo, si toda-va tiene algn significado, deber desarrollarse como indica Evo Morales, tambin como una "revolucin cultural" (y no es ya para nada la de la China de 1966). Es la hora de los pueblos, de los originarios y los excluidos. La poltica consiste en tener "cada ma-ana un odo de discpulo", para que los que "mandan manden obedeciendo". El ejercicio delegado del poder obediencia[ es una vocacin a la que se convoca a lajuventud, sin clanes, sin corrientes que persiguen sus intereses corrompidos, y son corrompidos por luchar por intereses de grupos y no del todo (sea el partido, sea el pueblo, sea la patria, sea Amrica Latina, sea la humanidad).

    Adems, estas 20 tesis situadas en un nivel abstracto debern ir ganando, con su desarrollo posterior, mayor concrecin. As las te-sis 1 a 9 son las ms simples, abstractas y fundamentales, sobre las que se construye el resto. Como indicaba Marx, ''hay que ascender de lo abstracto a lo concreto". Las tesis 11 a 20 son ms complc:jas y concretas, ya que integran la contradiccin que supone que el pueblo toma la palabra y entra a la accin como un actor colec-tivo. En el futuro, nuevas tesis deberan situar estos niveles en un grado an mayor de complt:::jidad y concrecin, al tomar en cuen-ta la integracin del tema colonial, poscolonial, las metrpolis y el imperio, y la lucha de liberacin contra esas fuerzas internaciona-les. An cabran otras tesis, donde en un mximo de complejidad entren a jugar los procesos de dominacin y alienacin en todos

  • PALABRAS PRELIMINARES 9

    los niveles, y cuando los principios normativos pueden enfrentar-se y hay que elegir unos ante otros (dentro de la inevitable in-certidumbre), y esto porque los pueblos no actan como sttjetos puros, sino como bloques contradictorios, que frecuentemente en la historia traicionan sus reivindicaciones ms profundas. Cmo pudieron elegir pueblos enteros a Hitler, G.W. Bush o gobiernos como los de Menem o Fltjimori (porque el de Salinas no fue elec-to, sino que signific una vulgar usurpacin)?

    ENRIQUE DUSSEL

    CERCA DE ANENECUILCO, MORELOS,

    24 de marzo de 2006

  • INTRODUCCIN

    Ll.01] Para entender lo poltico (como concepto), la poltica (como actividad), es necesario detenerse en analizar sus momen-tos esenciales. En general el ciudadano, el poltico por profesin o vocacin, no han tenido posibilidad de meditar pacientemente el significado de su funcin y responsabilidad poltica. En esta Pri-mera parte se trata de estudiar los diversos momentos de lo poltico, sus niveles y esferas, y en especial en tiempo de tanta wrrupcn la cuestin de los principios normativos de la poltica. Una vez que hayamos dado cuenta en abstracto de los momentos mnimos de lo poltico, podremos ascender a un nivel ms concreto, conflicti-vo y crtico (que ser el tema de la Segunda parte).

    [11]

  • Tesis 1 lA CORRUPCIN DE LO POLTICO. EL "CAMPO POLTICO". LO PBLICO YLO PRIVADO

    [ 1.1] La corrupcin de /,o poltico

    [ 1.11] Habra que intentar en primer lugar debatir sobre lo que lo poltico "no es'', para despejar el campo positivo. Lo poltico no es exclusivamente ninguno de sus componentes, sino todos en conjunto. Una casa no es slo una puerta, ni slo una pared, ni un techo, etc. Decir que la poltica es uno de sus componentes aisladamente es una reduccin equivocada. Hay que saber descri-birla como totalidad. Pero adems, en totalidad, hay malas casas, casas que no permiten vivir bien, que son demasiado pequeas, o intiles, etc. De la misma manera en lo poltico.

    [1.12] Lo poltico como tal se corrompe como totalidad, cuando su funcin esencial queda distorsionada, destruida en su origen, en su fuente. Anticipando a lo que despus explicaremos [~5],1

    es necesario al que se inicia en la reflexin de lo que sea lo polti-co prestar atencin a su desvo inicial, que hara perder completa-mente el rumbo de toda accin o institucin poltica.

    [l.13] La corrupcin riginaria de lo poltico, que denominare-mos el fetichismo del poder, consiste en que el actor poltico (los miembros de la comunidad poltica, sea ciudadano o representan-te) cree poder afirmar a su propia subjetividad o a la institucin en la que cumple alguna funcin (de all que pueda denominarse "funcionario") -sea presidente, diputado, juez, gobernador, mi-litar, polica [ ~7-8]- como la sede o la fuente del poder poltico. De esta manera, por ejemplo, el Estado se afirma como soberano, ltima instancia del poder; en esto consistira el fetichismo del poder del Estado y la corrupcin de todos aquellos que pretendan

    1 La flecha [....,] indica el pargrafo de este trabajo en el que se explica el asunto.

    [13]

  • 14 INTRODUCCIN

    ejercer el poder estatal as definido. Si los miembros del gobier-no, por ejemplo, creen que ejercen el poder desde su autoridad autorreferente (es decir, referida a s mismos), su poder se ha co-rrompido.

    [l. 14] Por qu? Porque todo ejercicio del poder de toda ins-titucin (desde el presidente hasta el polica) o de toda funcin poltica (cuando, por ejemplo, el ciudadano se rene en cabildo abierto o elige un representante) tiene como referencia primera y ltima al poder de la comunidad poltica [-+3-4] (o del pueblo, en sen-tido estricto -+11). El no referir, el aislar, el cortar la relacin del ejercicio delegado del poder determinado de cada institucin polti-ca (flecha a del esquema 2.1) con el poder poltico de la comunidad (o pueblo) (flecha b) absolutiza, fetichiza, wrrompe el ejercicio del poder del representante en cualquier funcin.

    [ 1.15] La corrupcin es doble: del gobernante que se cree sede soberana del poder y de la comunidad poltica que se lo penni-te, que lo consiente, que se torna servil en vez de ser aclara de la construccin de lo poltico (acciones -+6, instituciones -+7-8, principios -+9-10). El representante wrrompido puede u.~ar un po-der fetichizado por el placer de t;jercer su voluntad, como vana-gloria ostentosa, como prepotencia desptica, como sadismo ante sus enemigos, como apropiacin indebida de bienes y riquezas. No importa cules aparentes beneficios se le otorguen al gober-nante corrompido, lo peor no son los bienes mal habidos, sino el desvo de su atencin como representante: de servidor o del ejercicio obediencial [-+4] del poder a favor de la comunidad se ha transformado en su esquilmador, su "chupasangre", su parsito, su debilitamiento, y hasta extincin como comunidad poltica. Toda lucha por sus propios intereses, de un individuo (el dictador), de una clase (como la burguesa), de una lite (como los criollos), de una "tribu" (herederos de antiguos compromisos polticos), son corrupcin poltica.

  • L\ CORRl'PClN DE LO POLTICO 15

    L 1.2] El campo poltiw

    [ l.21] Todo lo que denominamos poltico (acciones, instituciones, principios, etc.) tienen como espacio propio lo que llamaremos campo jJOltico. Cada actividad prctica (familiar, econmica, depor-ti\a, etc.) tiene tambin su campo respectivo, dentro del cual se cumplen las acciones, sistemas, instituciones propias de cada una de estas actividades.

    [ 1 .22] Usaremos el concepto de camj;o en un sentido aproxima-do al de Pierre Bourdieu.2 Esta categora nos permitir situar los diversos niveles o mbitos posibles de las acciones y las institucio-nes polticas, en las que el sujeto opera como actor de una funcin, como participante de mltiples horizontes prcticos, dentro de los cuales se encuentran estructurados adem'> numerosos sistemas v subsistemas-en un sentido semejante al de N. Luhmann.3 Estos mmpos se recortan dentro de la totalidad del "mundo de la vida cotidiana".4 Nos interesarn especialmente los campos prcticos.

    [1.23] El sujeto, entonces, se hace presente en dichos camjJOs situndose en cada uno de ellos funcionalmente de diversa ma-nera. El sujeto es la S del esquema 1.2, que aparece en los campos .\, E, C, D y N (corno hemos dicho, en un campo familiar, de la \ida de barrio o aldea, del horizonte urbano, o de los estratos so-ciales, de la existencia econmica, deportiva, intelectual, poltica, artstica, filosfica, y as indefinidamente). El mundo cotidiano no es la suma de todos los campos, ni los campos son la suma de los sistemas, sino que los primeros (el mundo, el campo) engloban y sobreabundan siempre a los segundos (los campos o sistemas), como la realidad siempre excede todos los posibles mundos, cam-pos o sistemas; porque al final, los tres, se abren y se constituyen

    2 Vase de Pierre Bourdieu sobre el "campo", Que.1tians dR. SociologiR- (Bomdieu, 1984); L'Ontologi.e poltqu.e dR. Marti11 Heidegger (Bourdieu, 1989); Les Rigks de l'Art. Gen}se et St:mct11.re du Charnp Littrare ( Bourdieu, 1992).

    3 Sobre Luhmann vanse sus obra~ Die Politik der Gesellw:haft (Luhmann, 2000) ~Poder (Luhmann, 1995).

    'El "mundo de la vida cotidiana" (Lebenswelt) no es el "en-donde" los sistemas colonizan, sino que es el todo dentro del cual hay sistemas componentes de la misma "vida cotidiana".

  • 16 INTRODUCCIN

    como dimensiones de la intersubjetividad. Y esto es as porque los sujetos estn inmersos ya desde siempre en redes intersubjetivas, en mltiples relaciones funcionales en las que juegan el lugar de nodoS' vivientes y materiales insustituibles.6 No hay campos ni siste-mas sin sujetos (aunque puede considerarse a un sistema analtica y abstractamente como si no tuviera sujeto).

    ESQUEMA 1.1

    DIVERSA EXTENSIN DE LAS CATEGORAS

    Mundo > Campo7 > Sistemas e > Accin

    existencial poltico institucioneJl estratgica

    Lgica onto- Lgica del Factibilidad Factibilidad

    lgica poder permanente contingente Lgica de la Lgica de lo entropa contingente

    (Nivel B) 9 (Nivel A)

    [l.24] Todo campo poltico es un mbito atravesado por fuerzas, por sujetos singulares con voluntad, y con cierto poder. Esas vo-luntades se estructuran en universos especficos. No son un simple agregado de individuos, sino de sujetos intersubjetivos, relaciona-dos ya desde siempre en estructuras de poder o instituciones de mayor o menor permanencia. Cada sujeto, como actores un agente que se define en relacin a los otros.

    5 Vase Manuel Castells, en el volumen 1: La sociedad md, de su obra La era de la informacin: Economa, sociedad y cultura (Castells, 2000).

    6 Vanse muchas definiciones sobre "subjetividad", "intersubjetividad", etc., en mi trabajo "Sobre el sujeto y la intersubjetividad", en Hacia unafilosojia poltica crtica (Dussel, 2001, pp. 319ss).

    7 Hay muchos campos en un mundo. 8 Hay muchos sistemas e instituciones en un campo. En esta obra un sistema

    podr incluir muchas instituciones. El sistema semnticamente tiene mayor am-plitud que lo meramente institucional Hablaremos, por ejemplo, de un sistema de instituciones (p.e. el Estado). La institucin puede ser un micro-sistema o un sub-sistema. A veces, sin embargo, usamos indistintamente "institucionalizacin" por "sistematizacin" (en este caso sistema e institucin seran semnticamente intercambiables).

    9 En nuestra terminologa el "Nivel C" ser el de los "principio implcitos" [-+ 9-10]. que rigen en los "Niveles A" y "B" [-+6-8].

  • LA CORRUPCIN DE LO POLTICO 17

    [ 1.25] El mundo de cada uno, o el nuestro, est compuesto por mltiples campos. Cada campo, por su parte, puede estar atravesado por otros; lo mismo que el campo por diversos sistemas. El s~jeto sabe cmo comportarse en todos ellos; tiene mapas cerebrales para cada uno de ellos lo cual le ha valido un largo aprendizaje del poder moverse sin cometer errores prcticos, de lo que no tiene senti-do desde del horizonte hermenutico que cada campo supone.

    [ 1.26] Cada camjJo tiene grupos de intereses, de jerarquizacin, de maniobras; con sus respectivas expresiones simblicas, imagi-narias, explicativas. Se puede efectuar entonces una topografa o mapa de las diversas fuerzas emplazadas, con respecto a las cuales el sujeto sabe actuar. Pero dicho campo no es slo un texto para ser ledo (como opinara P. Ricoeur), ni smbolos a ser decodificados, ni imaginarios para ser interpretados; son igualmente acciones puestas con finalidades, repetidas en instituciones, estructuradas en consensos, alianzas, enemistades. Son estructuras prcticas de poder de la voluntad y narrativas para ser conocidas por la razn prctica in tersu~jetiva.

    [1.27] El campo es ese esjJacio poltico de cooperacin, de coin-cidencias, de conflictos. No es entonces la estructura pasiva (del estructuralismo), sino un mbito de interacciones, que no slo se distingue de la lgica de la mecnica cartesiana, newtoniana o einsteiniana, sino que se aproxima ms a la lgica de la termodi-nmica de la teora de la complt:jidad, con relaciones bifurcadas (o plurifurcadas) de causa-efecto no Jineales sociales, polticas.

    [I.28] Todo campo est delimitado. Lo que queda fuera del cam-po es lo que no le compete; lo que queda dentro es lo definido como componente por las reglas que estructuran las prcticas permitidas dentro del campo. L-0s lmites definen la superficie que fija la esfera del cumplimiento normativo de su contenido, dife-renciando lo posible de lo imposible: 10 "Estamos obligados a decir que el objetivo poltico de la guerra est situado realmente fuera de la esfera de la guerra".11 De manera que tanto el campo poltico

    '"Lo "imposible" es aquello que supera el horizonte del campo y lo transforma en otra prctica.

    11 K. von Clausev.itz, De la guerra, L.I, cap. 2 (Clausewitz, 1999, p. 26).

    http:guerra".ll

  • 18 INTRODUCCIN

    como el de la guerra son diferentes, y sin embargo el actor puede cruzarse de uno a otro en un instante.

    [ 1.29) Todo campo tiene diversos sistemas. El campo poltico pue-de estar institucionalizado por un sistema liberal o socialista real, o por el sistema de participacin creciente (como lo intenta la Revo-lucin bolivariana de Venezuela o la de Evo Morales en Bolivia). A como los campos se cruzan (el campo econmico puede cruzar al poltico), los sistemas de cada campo pueden a su vez cru1.arse entre ellos (el sistema capitalista puede cruzarse con el sistema liberal o con un sistema poscolonial de lites formadas en la dependencia poltica). La burguesa, con la Revolucin inglesa del siglo xvn, cre un sistema poltico parlamentario que le permiti desarro-llar el sistema capitalista econmico hasta alcanzar la revolucin industrial (sistema tecnolgico subsumido materialmente dentro del sistema capitalista). Como puede verse estas distinciones son mucho ms adecuadas que la "instancia" de L. Althusser-psima interpretacin del marxismo standard.

    ESQUEMA 1.2

    EL SUJI

  • L>. CORRUPUN DE LO POLTICO 19

    [1.3] Lo privado y lo pblico

    [1.31] Lo privado-pblico12 son diversas posic10nes o modos del ejercicio de la intersubjetividad. La intersubjetividad contiene ante sus ojos a] la trama desde donde se desarrolla la objetir;idad de las acciones y las instituciones (como el contexto de la existen-cia y del sentido), y es tambin b] un a priori de la subjetividad (ya que siempre es un momento constitutivo anterior, gnesis pasiva). El matrimonio mongamo, por i::jemplo, es una institucin social objetiva (ante la conciencia como un objeto), y es al mismo tiempo (en referencia a la madre y el padre concretos de la sul~jetividad del hijo) Jo que est debajo y antes constituyendo la propia su~jetiYidad del nirio. La democracia es una institucin poltica objetiva, que origina al mismo la subjetividad tolerante de los ciudadanos desde la cuna, como supuesto subjetivo. Es decir, toda subjetividad es siempre intersubjetiwi.

    [l .32) Se denominar privado el accionar del sujeto en una po-sicin intersubjetiva tal que se encuentre protegido de la presen-cia, de la mirada, del ser agredido por los otros miembros de los mltiples sistemas intersu~jetivos de los que forma parte. Sera una prctica externa al campo poltico. En la relacin privada hay siempre participantes (al menos dos) que no hacen perder al otro el carcter de privada de la relacin. Son los participantes de la esfera de los "prximos'', de los "nuestros", de los "propios", de los "habituales", de Jos "familiares". Es por ello por lo que, sist-mico-institucionalmente, se habla frecuentemente de la familia, de los que se encuentran "para-adentro" de las paredes del hogar; paredes que nos separan de lo "extrao", "~jeno", "exterior": de los "elementos'', de lo "peligroso", que debi aterrorizar en los tiempos primitivos al ser humano.

    11 "Lo pblico" viene del latn. Publica significa las "rentas del Estado"; publica (como verbo), en cambio, es "confiscar adjudicando al fisco un tesoro comn"; publicum significa el tributo, el subsidio, y el lugar o territorio donde se pone lo comn del Estado. De all la respubliw (genitivo reipublirne) son "los bienes de la comunidad", en primer lugar; y, por extensin, todo lo comn a la comunidad, los lugares de las acciones comunitarias. En castellano lo "pblico" es "lo sabido y visto por todos" (Moliner, 1992, rnl. 2, p. 876).

  • 20 lNTRODUCCIN

    [1.33] Lo pblico, por el contrario, es el modo que el sujeto adopta como posicin intersubjetiva en un "campo con otros"; modo que permite la funcin de "actor", cuyos "papeles" o accio-nes se "represen tan" ante la mirada de todos los otros actores; papeles definidos desde el relato o narrativa fundante (el libreto comple-to) de un cierto sistema poltico. "Entrar" en la "esfera pblica" es "salir" de una esfera privada (privacidad donde dt;ja de darse la escenografa del "teatro", del ser actor y del cumplir papeles; aun-que los habr, de alguna manera, en la esfera privada). Hay en-tonces "limites", "lneas", umbrales, que continuamente se estn atravesando, sobrepasando, entrecruzando como cumplimiento de las reglas o como trasgresiones. Lo pblico es el mbito de lo ostensible, y por ello el lugar ms pblico imaginado posible es el de la asamblea poltica de los representantes -vistos y observados responsablemente por los representados, que juzgan con dere-cho si son correctamente representados en sus intereses. Desde el "gora" griega o el "magno consejo" de Venecia, la poltica es sinnimo de "lo pblico".

    [1.34] Lo obrado por el poltico (en cuanto tal) en la oscuri-dad no-pblica (que unos videos pueden poner pblicamente a la vista de todos) es corrupcin (en tanto oculta al representado, a la comunidad, actos no justificables a la luz pblica). Por su parte, la "opinin pblica" es el medio donde se alimenta lo pblico poltico.

  • PRIMERA PARTE EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    [2.01] En esta Primera parte se trata de describir los momentos ar-quitectnicos de todo orden poltico posible, exponiendo lo m-nimo suficiente, lo necesario. Todo lo aqu descrito forma como el fundamento que ser deconstrnido en la Segunda parte[--+ llss]. :\fo se nos acuse por anticipado de ser un mero pensamiento conservador, no conflictivo, pasivo. Se trata de tomar conciencia de los niveles y esferas de la arquitectnica poltica, que se des-pliegan en el campo poltico desde una nocin radical de poder poltico [-+2-4].

    [21]

  • Tesis 2 EL PODER POLTICO DE LA COMUNIDAD COMO POTEN11A

    [2.l] La "voluntad-de-vivir"

    [2.11] El ser humano es un ser viviente. 1 Todos Jos seres vivientes animales son gregarios; el ser humano es originariamente comu-nitario. En cuanto comunidades siempre acosadas en su vulne-rabilidad por la muerte, por la extincin, deben continuamente tener una ancestral tendencia, instinto, querer permanecer en la \ida. Este querer-vfoir de los seres humanos en comunidad se de-nomina voluntad. La voluntad-de-vida es la tendencia originaria de todos los seres humanos ----

  • 24 EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    [2.13] Para ello el viviente debe empuar o inventar medios de sobrevivencia para satisfacer sus necesidades. Necesidades que son negatividades (el hambre es falta de alimento, la sed falta de bebi-da, el fro falta de calor, la ignorancia falta de saber cultural, etc.) que deben ser negadas por satisfactores (el alimento niega el hambre: negacin de la previa negacin o afirmacin de la vida humana).

    [2.14] Poder empuar, usar, cumplir los medios para la sobrevi-vencia es ya el poder. El que no-puede le falta la capacidad o facultad de poder reproducir o aumentar su vida por el cumplimiento de sus mediaciones. Un esclavo no tiene poder, en el sentido que no-puede desde su propia voluntad (porque no es libre o autnomo) efectuar acciones o funciones institucionales en nombre propio y para su propio bien.

    [2.15] En este sentido, en cuanto al contenido y la motivacin del poder, la "voluntad-de-vida" de los miembros de la comunidad, o del pueblo, es ya la determinacin material fundamental de la definicin de poder poltico. Es decir, la poltica es una actividad que organiza y promueve la produccin, reproduccin y aumento de la vida de sus miembros. Y en cuanto tal podra denominarse "voluntad general" --en un sentido ms radical y preciso que el de J. J. Rousseau.

    [2.2] El "consenso racional"

    [2.21] Pero las voluntades de los miembros de la comunidad po-dran dispararse cada una en la consecucin de sus intereses pri-vados, mltiples, contrapuestos, y de esta manera la potencia o fuerza de la voluntad de uno anulara la del otro, y dara como resultado la impotencia. Por el contrario, si las voluntades pudieran aunar sus objetivos, sus propsitos, sus fines estratgicos, alcanza-ran (sumando orgnicamente sus fuerzas como una "voluntad-de-vivir-comn") mayor potencia.

    [2.22] La posibilidad de aunar la fuerza ciega de la voluntad es la funcin propia de la razn prctico-discursiva. La comuni-dad, como comunidad comunicativa, lingstica, es en la que sus miembros pueden darse razones unos a otros para llegar a acuer-dos. Mediante el uso de argumentos de los ms diversos tipos (que

  • EL PODER POLTICO DE LA COMUNIDAD COMO P011'1VTIA 25

    pueden ser relatos mticos, expresiones artsticas como el teatro, o hasta las ms ahstractas formulaciones explicativas cientficas) como expresin retrica pblica en referencia a la comunidad de Yoluntades, y cuando el ciudadano participa simtricamente, se puede llegar a consensos, a veces no intencionales sino aceptados por tradicin y no por ello menos vigentes, que producen la con-Yergencia de las voluntades hacia un bien comn. Esto es lo que podemos denominar propiamente "poder poltico''.

    [2.23] Ese consenso -consensus pojJuli lo llama Bartolom de Las Casas, defendiendo a los indgenas del Per contra los en-comenderos all por 1546-- no puede ser fruto de un acto de dominacin o 11iolencia, donde se obligara a las voluntades a negar su "querer-vivir-propio" a favor del "querer-vi\ir-del-soberano" (el Rey), como lo propona Th. Hobbes. En ese caso el poder polti-co quedaba debilitado al extremo de que slo contaba una sola voluntad activa, creadora, la del nico actor (el Rey como Estado, como Leviatn desptico), y cada ciudadano negaba su voluntad. Sin el fundamento de la voluntad decidida de los ciudadanos, de la comunidad poltica, del pueblo, el que ejerce el poder queda l mismo debilitado, como tomado de Ja brocha y sin la escalera que necesita el pintor. El consenso debe ser un acuerdo de todos ws par-ticipantes, como sujetos, libres, autnomos, racionales, con igual capacidad de intervencin retrica, para que la solidez de la unin de las voluntades tenga consistencia para resistir a Jos ataques y crear las instituciones que le den permanencia y gobernabilidad.

    [2.24] Es entonces, un "poder comunicativo" (aproximadamen-te como lo describe Hannah Arendt). Cuando ms participacin hay de los miembros singulares en Ja comunidad de vida, cuando ms se cumplen las reivindicaciones particulares y comunes, por conviccin razonada, el poder de la comunidad, el poder del pueblo, se transforma en una muralla que protege, y en un motor que produce e innova.

    [2.25] El liberalismo afirm la prioridad de este momento for-mal de autonoma y libertad de los ciudadanos (desde .J. Locke); las polticas de derecha afirmaron Ja primaca de la voluntad, un vitalismo ms o menos irracionalista (como en el caso de C. Sch-mitt). Hay que articular ambas determinaciones por mutua cons-titucin sin ltima instancia.

  • 26 El. ORDEN POLTICO VIGENTE

    [2.3] La factibilidad del poder

    [2.31] Pero las voluntades de los miembros de la comunidad uni-da consensualmente no son suficientes para terminar de describir el poder poltico. Es necesaria todava una ltima determinacin.

    [2.32] Para poseer la facultad del poder la comunidad debe po-der usar mediaciones, tcnico-instrumentales o estratgicas, que permitan empricamente ejercer la dicha voluntad-de-vivir desde el consenso comunitario (o popular). Si una comunidad poltica, por ejemplo, es atacada por otra, deber poder resistir el ataque del enemigo con instrumentos y estrategia militares. Si una co-munidad tiene una crisis de hambmna, deber poder desarrollar los sistemas agrcolas adecuados para proveer de alimentacin a la poblacin (como exiga Aristteles en su Poltica). Si descubre un grado bajo de recuerdo de sus tradiciones culturales, deber impulsar una poltica educativa, artstica, de investigaciones his-tricas para que la comunidad, el pueblo, recupere la conciencia de su identidad cultural (sub-esfera material central de la poltica, como veremos [-+7] ), momento igualmente esencial de la unidad de las voluntades como poder.

    [2.33] La factibilidad estratgica, es decir, la posibilidad de llevar a cabo con la razn instrumental y empricamente los propsitos de la vida humana y su aumento histrico, dentro del sistema de legitimacin que se haya desarrollado, y de las instituciones (mi-cro-sociales o macro-poltica~) que hacen por su parte posibles las otras dos esferas, es entonces la tercera determinacin constituti-va del poder poltico.

    [2.34] El poder poltico no se toma (como cuando se dice: "-In-tentaremos por una revolucin la toma del poder delE5tado"l). El po-der lo tiene siempre y solamente la comunidad poltica, el pueblo. Lo tiene siempre aunque sea debilitado, acosado, intimidado, de manera que no pueda expresarse. El que ostenta la pura fuerza, la violencia, el ejercicio del dominio desptico o aparentemente legtimo (como en la descripcin del poder en M. Weber), es un poder fetichizado, desnaturalizado, espurio [--+5], que aunque se llame poder consiste por el conlTario en una violencia destructora de lo poltico corno tal --el totalitarismo es un tipo de ejercicio de la fuerza por medios no polticos, policiacos o cua5i-militares, que no

  • ~L PODER POLTICO DE lJ\ COMLK!DAD COMO P07E\11A 27

    puede despertar en los ciudadanos la adhesin consensual fuerte de voluntades movidas por razones de libres que constituye pro-piamente el poder poltico.

    [2.35] Denominaremos entonces potentia al poder que tiene la comunidad como una facultad o capacidad que le es inherente a un pueblo en tanto ltima instancia de la soberana, de la auto-ridad, de la gobernabilidad, de lo poltico. Este poder como po-tentia, que como una red se despliega por todo el campo poltico siendo cada actor poltico un nodo (usando las categoras de M. Castells), se desarrolla en diversos niveles y esferas, constituyendo as la esencia y fundamento de todo lo poltico. Podra decirse que lo poltico es el desarrollo de! poder poltico en todos sus momentos.

    ESQUEMA 2.1

    DF. LA POTEJYI'/A A LA l'OTESTAS

    (negativa) Poder fetchizado

    d [Apariencia fenomnica]

    Potestas b (positiva) (como ejercicio delegado del poder) Poder

    El ente determinado (Oa-sein) "obediencia!"

    Podoc poT ;"'""""' /

    Potentia (como poder consensual, con auctoritas)

    El ser in-determinado (Sein) en-si [Fundamento]

    Aclaracin al El'querna. a. Disyuncin o desdoblamiento originario (ontolgi-

    co)3 del poder primero (potentia) de la comunidad poltica que instituye la

    3 Hegel hubiera llamado a este distanciamiento Ja Diremtion, Entzweiungo Expl-catio del Poder poltico. El poder 01iginario (poten tia) en cuanto tal es indetermi-nado (todava no-algo) y como tal sin "falta" alguna, pero tambin sin existencia real ni emprica. El simple paso a la mnima institucionalizacin u organizacin de alguna funcin heterognea de un miembro con respecto al otro produce ya una "determinacin" (el "ser-ah": el Do-sen) y comienza la posibilidad de la existencia real, pero, al mismo tiempo. la posibilidad de la "distancia" del representante al representado, de la institucin al institucionalizado, del ejercicio delegado del poder (potesta.1) que no es ya simplemente el poder consensual "de abajo" mismo (jJOlentia).

  • 28 EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    delegacin del ejercicio del poder por instituciones y representantes (fH1tes-tas) ("los que mandan"). b. Ejercicio positivo del poder como fortalecimiento de la 1otentia. c. Los que "mandan obedeciendo" (poder obediwndal). d. Feti-chiz.acin de la potestas (se afirma a s misrruJ corno origen soberano del poder sobre la potenlia). e. El poder se ejerce como dominacin o debilitamiento de la potena: los que "mandan mandando". a-b-c circulacin del poder como regeneracin. a-d-e: crculo corrupto del poder.

  • Tesis 3 EL PODER INSTITUCIONAL COMO POTE.STAS

    l 3. l ] El J1oder como ''l10testas"

    [3.11] El poder es una facultad, una caj1aciad., que se tiene no se tiene, pero con precisin nunca se toma. Los que pueden asaltarse, tomarse, dominarse son los instnunentos o las instituciones que consisten en las mediaciones de su ejercicio (como cuando se dice en la Revolu-cin francesa: "La toma de la Bastilla", que era una crcel, edificio de la institucin juridico-punitiva del Estado monrquico absolutista).

    [3.12] Por el contrario, el sujeto colectivo primero y ltimo del poder, y por ello soberano y con autoridad propia o fundamental, es siempre la comunidad poltica, el pueblo. No hay ningn otro sujeto del poder que el indicado. Ningn otro!

    [3.13] La fmtentia [-+2] es entonces el punto de partida. Pero el mero poder de la comunidad, aunque sea el fundamento ltimo, no tiene todava existencia real, objetiva, emprica. La mera volun-tad consensual factible de la comunidad permanece inicialmente indeterminada, en-s, es decir, es como la semilla, que poseyendo en potencia el rbol futuro, todava no es un rbol, ni tiene races, ni tallo, ni ramas, ni frutos. Podr tenerlos, pero todava no los tiene. La semilla es un rbol en-s, no habindose desplegado, realizado, crecido, aparecido a la luz del mundo. De la misma manera el poder como potentia (en su doble sentido de fuerza y de ser una posibilidad futura), aunque sea el fundamento de todo poder po-ltico, si no fuera actualizada (por medio de la accin poltica con poder) o institucionalizada (por medio de todas las mediaciones polticas para poder cumplir la5 funciones de lo poltico), queda-ra en potencia, como una mera posibilidad inexistente.

    [3.14] Si la potentia es el poder en-s, la potestas es el poder Juera-de-s (no necesariamente todava en fiara-s, como retorno). Esa escisin ontolgica originaria la hemos representado por la flecha a del esquema 2.1. El proceso de pa5~je de un momento funda-

    [29]

  • 30 EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    mental (potentia) a su constitucin como poder organizado (potes-tas), comienza cuando la comunidad poltica se afirma a s misma como poder instituyente (todava no instituido, como sugiere C. Castoriadis). Decide darse una organizacin heterognea de sus funciones para alcanzar fines diferenciados. En el clan primitivo (y ni an ah) poda haber una cierta indiferenciacin originaria: todos podan cumplir todas las funciones (ya que no exigan de-masiada experiencia tcnica, y haba pocos desarrollos). Ante la complt:jidad poltica del neoltico, con la aparicin de las ciuda-des se exigen inmensa cantidad de oficios, la poltica crea mlti-ples instituciones (aparece el poder como potestas).

    [3.15] La necesaria institucionalizacin del poder de la comu-nidad, del pueblo, constituye lo que denominaremos la potestas. La comunidad institucionalizada, es decir, habiendo creado media-ciones para su posible ejercicio, se escinde de la mera comunidad indiferenciada. Esta escisin entre fJ1>/entia y potestas (con B. Spino-za y A. Negri. pero al mismo tiempo ms all de ellos), entre a] el poder de la comunidad poltica como sede, origen y fundamento (el nivel oculto ontolgico) y b] la diferenciacin heterognea de funciones por medio de instituciones que permiten que el poder se haga real, emprico, factible, que aparezca en el campo poltico (como fenmeno) es necesaria, y marca la aparicin prstina de la poltica, siendo al mismo tiempo el peligro supremo como ori-gen de todas las injusticias y dominaciones. Gracias a esta escisin todo servicio poltico ser posible, pero tambin toda corrupcin u opresin inicia su carrera incontenible. El ser deviene el ente, y entra a la historia de la justicia y sus opuestos. El anarquista sue-a con el paraso perdido del poder indiferenciado en-s de la potentia (donde no hay posible ir~justicia); el conservador adora el poder fijado y dominado como potestas (y en tanto se t:ierce el poder institucionalizado como dominacin). Li. poltica ser la larga aventura del uso debido (o corrompido) de la potestas. El noble oficio de la poltica es una posibilidad que se abre desde esta escisin primera (indicada en la flecha a en direccin a la flecha b del esqunna 2.1); la otra posibilidad es el corrompido oficio idol-trico del poder como potestasautorreferente, que siempre termina por esquilmar al pueblo (en el proceso que inicia la flecha d y que culmina con la flecha e del mismo esquema).

  • EL PODER INSTITUCIONAL COMO POTE'T,4S 31

    [3.2] El ejercicio "dekgado" de poder

    [3.21] El poder lo tiene slo y siempre en potencia la comunidad poltica, el pueblo. Deviene real gradas a la institucionalizacin (potestas), mediando, claro est, la accin estratgica [ -+6] que como tal es el momento agente pero no el trmino estabilizador histrico. Es decir, el ejercicio del poder siempre es un momento de la potestas, o de las funciones fijadas por las insttuciones [ -+7], ya que cuando se acta, aun en el caso inicial de un poder constituyente (que es la potentia como poder instituyente en acto de querer darse una Constitucnjurdica), la accin poltica estratgica (de todo lo conducente a convocar a los representantes que se reunirn en la Asamblea constituyente) queda de alguna manera enmarca-da por la institucin natural democrtica -tal como la describa Francisco Surez-, porque, en efecto, cuando una comunidad acuerda darse un gobierno debe decidirlo comunitariamente y esto ya es un acto democrtico (algo as como la discursividad si-mtrica natural de la potentia en acto primero institucional). Po-dr decidirse despus si se institucionaliza la potestas como sistema monrquico o republicano, como repblica oligrquica o demo-crtica, etc. Una vez institucionalizada la potestas suficientemente, comienza el ejercicio normal delegado del poder en mano de los represen tan tes.

    [3.22] De hecho, sin embargo, todo ejercicio del poder es insti-tucional, porque el poder de la comunidad como potentia en-s no es un momento emprico inicial en el tiempo, sino un momento fundamental que permanece siempre en acto debajo de las institu-ciones y acciones (debajo de la potestas). Cuando se habla entonces de "ejercicio del poder" significa que se lo actualiza en alguna de sus posibilidades institucionales. Como toda mediacin es deter-minada heterogneamente. No es lo mismo ejercer el poder elec-toral como ciudadano, que ejercer el poder presidencial como jefe del gobierno. Ambos, sin embargo, son t;jercicio, actualizacin, aparicin fenomnica en el campo poltico de una accin, de una institucin cumpliendo una funcin por su operador. El ejercicio institucional, entonces, no es el poder como potentia. La comuni-dad tiene la facultad del poder ontolgico originario, pero cual-quier actualizacin es institucional y como tal dekgada. La consigna

  • 32 EL ORDEN POLTICO VIGE:>ITE

    "Todo el poder a los soviet~!" nos acerca a la democracia directa y plenamente participativa de la comunidad como poseyendo la pomta. De todas maneras era ya una mnima institucionalizacin. Sin embargo, por faltarle niveles esenciales de institucionalizacin suficit>nte (era una potentia que no quera alienarse como potestas) fracas rotundamente. Con el nacimiento del socialismo real en 1921 en la Unin Sovitica (de los "soviets" qued slo el nombre) la potestas se consolid ahora de manera excesiva, pasndose de una posicin cuasi-anarquista (que siempre idealizan la potentia) a una organizacin totalitaria de la potestas. Lo adecuado es ni una posicin (por defecto), ni la otra (por exceso).

    [3.23] Es decir, la comunidad no puede actuar como si fuera un actor colectivo sustantivo unnime en democracia directa perma-nente. Es el momento ideal del postulado, pero imposible empri-camente [-+ 15 y 19]. La comunidad acta por medio de cada uno de sus miembros diferenciadamente. Ya en la caza del paleoltico, uno daba la seal de comenzar la caza, otros espantaban la presa, otros blandan las armas en lugares apropiados, otros se especia-lizaban en usar las trampas, otro distribua el botn proporcional-mente entre los cazadores. La diferenciacin funcional del todo les permita alcanzar objetos complejos superiores. Lo mismo en el ejercicio dekgado del poder poltico.

    [3.24] Lo de dekgadoindica que acta en nombre del todo (uni-versalidad) en una funcin diferenciada (particularidad) empren-dida con atencin individual (singularidad). El e:jercicio singular (privado) de una accin es la que se realiza en nombre propio. El ejercicio dekgado (pblico) es la accin que se cumple en funcin del todo. El fundamento de dicho ejercicio es el poder de la co-munidad (como potentia). El que t;jcrce el poder lo hace por otro (en cuanto al origen), como mediacin (en cuanto al contenido), para el otro (como finalidad: flecha c del esquema 2.1).

    [3.3] La "potestas" como objetivacin, alienacin

    [3.31] En el campo econmico el trab~jo vivo del ua.bajador se objeti-va como valor en el producto. Dicha objetivacin (que al transformar-se en otra cosa se "aliena") es como un cogulo de sangre (si la sangre

  • :O'_ PODER IKSTITUCIONAL COMO POTKSHS 33

    bel smbolo de la vida en el pensamiento semita). Analgicamente, fn el campo poltico el poder del pueblo (potentia) se objetiva o alie-na en el sistema de instituciones polticas producidas histricamente durante milenios para el ejercicio de dicho poder (potestas).

    [3.32] Hablar de objetivacin de una subjetividad colectiva, como la de la comunidad poltica, indica necesariamente un cier-to alejamiento, una prdida de la identidad inmediata que pasa hacia una diferenciacin mediada. La mediacin es necesaria (sin instituciones y sistema'> la reproduccin de la "ida es imposible, ta-}e5 como la agricultura y el pastoreo; sin acuerdos intersubjetivos ninguna legitimidad puede ser aceptada; y sin estos requisitos no hav poder poltico posible), pero al mismo tiempo es opaca, no es transparente, como la representacin (necesaria pero ambigua) o como toda institucin [ _... 7].

    [3.33] Como toda mediacin la potestas (como suma institu-cional) es entonces ambigua. Su sentido normativo de justicia o uso cnico de la fuerza como violencia, se encuentran como en estado originario donde la disciplina exigida es siempre una cierta compulsin del placer y por lo tanto puede ser interpre-tada como represin. Sin embargo, por su naturaleza y en los momentos primeros de su creacin, las instituciones por lo general responden a algunas reivindicaciones populares. Bien pronto, aunque pueden ser siglos, las instituciones dan prueba de cansancio, de un proceso entrpico, de desgaste y, por otra

    1 parte, de la fetichizacin inevitable que la burocracia produce al usufructuar la institucin (la potestas) para la sobrevivencia de la

    , burocracia autorreferente. Cuando esto acontece la mediacin [ inventada para la vida y la democracia, y su aumento, comienza i a ser un camino hacia la muerte, la represin, la dominacin. El ! poltico crtico o que tiene una actitud de realisrno crtico deber emprender el camino del que pretende ser crtico, o de "izquier-

    da" -que hoy, adems de que no es de derecha, ha dejado de indicar su contenido poltico concreto.

    [3.34] En este caso, la alienacin como mera objetivacin se convierte en negacin del t;jercicio delegado del poder, es decir, en ejercicio fetichizado de dicho poder.

  • Tesis 4 EL PODER OBEDIANCJAL

    1 4 ] J L P l , . "m ,r; . , " " . " . . . a o ztzca como r.o1 eszon o como vocaczon

    [ 4.11] Max Weber tiene un corto trabajo sobre La poltica como profesin/vocacin. 1 En efecto, el oficio poltico puede ser interpre-tado y vivido existencial y biogrficamente por el sujeto como una "profesin" burocrtica, en ciertos casos muy lucrativa, o como una "vocacin" motivada por ideales, valores, normas de conte-nidos normativos que movilizan la subjetividad del poltico a una responsabil1dad a favor del otro, del pueblo. En el comienzo del siglo xxr los polticos (representantes electos para el ejercicio del poder institucionalizado, la /wtestas) han constituido grupos eli-tistas que se han ido corrompiendo, despus del enorme desgaste de las revoluciones del siglo xx, del fracaso de muchos movimien-tos polticos alentados por grandes ideales, de la crisis econmi-ca, y del aumento de dificultades en la juventud para encontrar lugares de ocupacin asalariada ~ja (por el desempleo creciente estructural).

    [4.12] Imposible es motivar a lajuventud que decide empren-der el oficio de poltico (o los que ya lo eligieron en su juventud hace tiempo) por virtudes de antao, o por valores abstractos de una sociedad aristocrtica en decadencia. El joven, bombardeado por la mediocracia, por la moda, por la totalidad del mundo coti-diano inmerso dentro del horizonte de una sociedad capitalista, que impone por el mercado sus ideales de ostentacin, superfi-cialidad, difcilmente puede superar las exigencias de aumentar su riqueza para poder comprar y mostrar esos signos caros (mo-netariamente) de diferencia (dira J. Baudrillard). No es enton-ces imposible imaginar que el que elige la profesin de poltico

    1 En alemn Beruf, puede significar "profesin" (lleruf o "vocacin" (Beru-fimg), es una palahra equvoca. Wehcrjuega sohre esta amhigedad.

    [34]

  • n. PODER OBFI>IENCIAL 35

    rpidamente acepte las propuestas de Fausto y "venda su alma al demonio" de la fetichizacin usando el ejercicio del poder para sus propios fines, personales o de grupo. A~ nace la poltica como -profesin" y los partidos polticos como "maquinarias electora-les" que imponen sus candidatos burocratizados en beneficio del propio partido. Es la fetichizacin del poder mediante la corrup-cin de la suqjetivdad del poltico.

    [ 4.13] Por el contrario, habr que luchar para el nacimiento y crecimienlo de una nueva generacin de patriotas, de jvenes que se decidan a reinventar la polica, la "otra poltica", como Espar-taco,Juana de Arco, G. Washington, M. Hidalgo o S. Bolvar, hasta un "Che" Guevara, Fidel Ca~tro o Evo Morales. Todos ellos no fue-ron polticos de "profesin". Eran esclavos, pastoras, hacendados, cura o intelectuales, mdicos, abogados o sindicalistas, pero por responsabilidad tica se transformaron en servidores de sus comu-nidades, de sus pueblos, en muchos casos hasta la muerte. Qu puede ofrecerse ms que la vida? En los otros casos una fidelidad incorruptible en el ejercicio delegado del poder a favor de sus pueblos. No ostentaron la autoridad delegada para aumentar su prestigio o su riqueza. Su gloria, ms an al ser perseguidos por los enemigos del pueblo que liberaban, consisti en el permane-cer fieles hasta el final en la perseverancia a su "vocacin".

    [ 4.14J "Vocacin" significa "ser-llamado" (del verbo vocare) a cumplir una misin. El que "llama" es la comunidad, el pueblo. El llamado es el que se siente "convocado" a asumir la responsabili-dad del servicio. Feliz el que cumpla fielmente su vocacin! Mal-dito el que la traicione porque ser juzgado en su tiempo o por la historia! Augusto Pinochet pareca ser el 11 de septiembre de 1973 un hroe demirgico intocable. Los humillados gobernantes populares y democrticos, como Salvador Allende, moran en sus manos blindadas. En el 2006 es oqjeto de juicio, no slo por dic-tador, sino hasta por ladrn del pueblo, y con l es condenada su mttjer y sus hijos! Quin lo hubiera sospechado en el momento del golpe de Estado, cuando era apoyado por Henry Kissinger y todos los poderosos de Occidente? Los Carlos Menem y los Carlos Salinas de Gortari corrern la misma suerte.

  • 36 EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    L 4.2] El poder como "ob-ediencia"

    [ 4.21] El que manda es el representante que debe cumplir una funcin de la pote.itas. Es elegido para ejercer delegadamente el po-der de la comunidad; debe hacerlo en funcin de las exigencias, reivindicaciones, necesidades de la comunidad. Cuando desde Chiapas se nos ensea que "los que mandan deben2 mandar obe-deciendo" se indica con extrema precisin esta funcin de servi-cio del funcionario (el que cumple una "funcin") poltico, que ejerce como delegado el poder obediencia! (flecha b del esquema 2.1).

    [4.22] Tenemos as un crculo categorial todava positivo (es decir, sin haber todava cado en la corrupcin fetichizante del poder corno dominacin). El poder de la comunidad (potentia) se da instituciones polticas (pote.itas) (flecha a del indicado esquema 2. J) que son i::jcrcida5 delegadarnentc por representantes elegidos (jlecha b) para cumplir con las exigencia~ de la vida plena de los ciudadanos (esfera material [ -t 7]), con las exigencias del siste-ma de legitimidad (esfera formal [-t8]), dentro de lo estratgica-mente factible. Al representante se le atrifmyeuna cierta autoridad (porque la sede de la auctoritas no es el gobierno, sino siempre en ltima instancia la comunidad poltica, aunque no lo precisa G. Agarnben) para que cumpla ms satisfactoriamente en nombre del todo (de la comunidad) los encargos de su oficio; no acta desde s como fuente de soberana y autoridad ltima sino corno delegado, y en cuanto a sus o~jetivos (flecha c del esquema 2.1) de-ber obrar siempre en favor de la comunidad, escuchando sus exi-gencias y reclamos. "Escuchar al que se tiene delantc",3 es decir: obediencia, es la posicin su~jetiva primera que debe poseer el representante, el gobemantc,1 el que cumple alguna funcin de una institucin poltica.

    2 Veremos que este "deben" tiene un carcter normatvo [ -.91 '.' En latn, ob significa el tener algo o alguien "delante": aurrr: or. escuchar,

    prestar atencin. "Ob-ediencia"' tiene como contenido el acto de "saber escuchar al otro".

    4 "Gobierno" viene del verbo griego gobemao, que significa pilotear un barco. Los "gobernantes" son los pilot.os electos -no el cuerpo administrativo o burorr-tico de la sociedad poltica [ -.s 1.

  • EL PODER OJU,JJIENCIAL 37

    [ 4.23] El poder obediencia! sera as el i::iercicio delegado del po-der de toda autoridad que cumple con la pretensin poltica de justicia;5 de otra manera, del poltico recto que puede a~pirar al ejercicio del poder por tener la posicin subjetiva necesaria para luchar en favor de la felicidad empricamente posible de una co-munidad poltica, de un pueblo.

    [ 4.24] Ese crculo (indicado por las flechas a, by c del esquema 2.1) es un proceso que produce, reproduce y aumenta la vida de la comunidad y de cada uno de sus miembros, cumpliendo los re-querimientos de la legitimidad democrtica, dentro del horizonte del realismo crtico de una factibilidad estratgica e instrumental, siempre al mismo tiempo normativa [--+ 10].

    [ 4.25] De esta manera habramos intentado describir el po-der, en su sentido propio, positivamente (y no meramente como dominacin), como la fuerza, la voluntad consensual que opera acciones y se da instituciones a favor de la comunidad poltica. Cada una de las instituciones, desde las micro-instituciones de la sociedad civil (a la~ que tanta atencin presta M. Foucault [ --+8]) como las macro-instituciones de la sociedad poltica (a la que tan-to critica M. Bakunin [ --+8]), tienen un cierto t:iercicio del poder, en estructuras diseminadas en todo el campo poltico, dentro de sistemas especficos, de manera que en cada una de ellas se pue-de cumplir ese carcter obediencia!. El campo poltico, en sentido estricto, no es un espacio vaco, sino que es como un campo mina-do, lleno de redes, nodos prestos a explotar a partir de conflictos por reivindicaciones incumplidas (sabiendo que de manera per-fecta nunca se puede cumplir con todas).

    [ 4.3] Representacin y "servicio"

    [ 4.31] El representante, como su nombre lo indica, ~representa" al ciudadano miembro de la comunidad poltica, que al elegir el representante se constituye como "representado" (una cierta pa-

    5 La "pretensin poltica de justicia" es en la poltica lo que la "pretensin de bondad" en la tica. Es la intencin houesta del que cumple el noble oficio de la /Jo ltica.

  • 38 EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    sividad inevitable pero que tiene su riesgo). El riesgo consiste en que, aunque la delegacin del poder originario (el de la comuni-dad, la potentia) es necesaria (contra el e5pontanesmo de un cierto populismo o anarquismo), y aunque deba ser continuamente re-generada desde la asamblea de la comunidad cara-a-cara direc-ta (debajo del municipio, corno asambleas de barrio, comunas, comunidades de base, etc.), sin embargo puede fetichizarse; es decir, la representacin puede volverse sobre s y autoafirmarse como la ltima instancia del poder.

    [ 4.32] Repitiendo. Se "delega" a alguien el poder para que "re-presente" en el nivel del ejercicio institucional del poder a la comuni-dad, al pueblo. Esto es necesario pero al mismo tiempo es ambiguo. Es necesario, porque la democracia directa es imposible en las insti-tuciones polticas que involucran a millones de ciudadanos. Pero es ambiguo porque el representante puede olvidar que el poder que ejerce es por delegacin, en nombre "de otro", corno el que se "pre-senta" en un nivel institucional (potestas) en referencia ("re-") al po-der de la comunidad (potentia). Es entonces obediencia.

    [ 4.33] En su sentido pleno, poltico, originario, la representa-cin es una delegacin del poder para que sea ejercido o cumpli-do en "servicio" de los representados que lo han elegido como su representante porque sin diferenciacin de funciones hetero-gneas no es posible la reproduccin y aumento de la "ida de la comunidad, ni el t;jercicio de las instituciones de legitimacin ni alcanzar eficacia. Si en la caza del paleoltico todos cumplieran la misma funcin (dar el grito de alerta) nadie cazara; o si se dejara al puro azar el que cada uno cumpliera la funcin que le pluguie-ra, sera el caos y nunca cazaran a la veloz liebre o al fiero len. Moriran de hambre. La representacin, de nuevo, es necesaria pero es ambigua. No por ambigua se la puede eliminar; hay que definirla, reglamentarla, imbuirla de norrnatividad para que sea til, eficaz, justa, obediente a la comunidad.

    [ 4.34] Despus de lo dicho, y como trnsito a la siguiente tesis podemos ahora comprender que el poder se escinde de nuevo. No ya entre poten tia (poder en-s) y potestas (poder como media-cin), sino de nueva manera.

    [ 4.35] En primer lugar, positivamente, como poder obediencia! [esta tesis 4] (del que "manda obedeciendo"), que en conocido

  • H PODER O!IED!ENCIAL 39

    texto indica: ''El que quiera ser autoridad hgase sernidor6 [ ... ] ser-dor de todos" 7 (flecha b del esquema 2.1). En este caso el ejercicio de!Rgado del poder se cumple por vocacin y compromiso con la co-munidad poltica, con el pueblo.

    [ 4.36] En segundo lugar, negativamente, como poder Jetichizado [-+5] (del que "manda mandando") que es condenado, bajo la advertencia de que son "aquellos que se considera gobernantes, [cuanto] dominan a los pueblos como si fueran sus patrones, [ ... son] los poderosos que hacen sentir su auloridarf'8 [flecha d del rsquema indicado arriba]. En este caso el ~jercicio autorreferente del poder se cumple para beneficio del gobernante, de su grupo, de su "tribu", de su sector, de la clase burguesa. El representante sera un burcrata corrompido que da la espalda y oprime a la comu-nidad poltica, al pueblo.

    "En griego fmcouc;: diakons (en hebreo ,JJJ: hebed), el servidor. 7 ,warcos 1 O. 43-44. El fundador del cristianismo corrige fuertemente el espritu

    de corrupcin de sus discpulos con esta palabras. 'Marr:os 10, 42.

  • Tesis 5 FETICHJZACIN DEL PODER

    [ 5 .1] Qu es fetichismo?

    [5.11] La extrafla palabra "fetichismo" viene del portugus. En esta lenguafet~o significa ~hecho" (la ~h" se transforma frecuente-mente en "f', por ejemplo en ~fechora"; o "hermosa" en "Formo-sa", la isla del Pacfico). Los "hechos por la mano de los hombres" son los dolos. Fetichismo e idolatra es semejante. Es un hacer "dioses" como producto de la imaginacin dominadora del ser humano; dioses "hechos'', que luego se los adora como lo divino, lo absoluto, lo que origina el resto. Por ello, el joven Marx escri-bi, cuando la libertad de prensa era restringida por el carcter desptico del rey prusiano, y criticando ese gobierno dominador, un texto magnfico:

    En una palabra, haremos lo que nos venga en gana [dice el gobierno]. Sic

    olo. sic 11heo, stat pro ratme voluntas.1 Es en todo y por todo el lenguaje deJ dominador (Herrsr:hersprache) [ ... ] Es cierto que la provincia tiene el

    derecho de crearse, en ciertas circunstancias prescritas, estos dioses, 2 pero,

    una Yez que los ha creado, olvidarse como el adorador de los fetches,

    que se tratan de dioses salidos de sus mano>~ [ ... ] Nos encontramos aqu con

    el curioso espectculo, basado tal vez en la esencia misma de la Dieta,4

    1 Traduccin: "As lo quiero y as lo ordeno [dice el gobierno]; pues la volun-rad es la razn"; es decir, lo que decido debe cumplirse en razn de que lo quiero. "Mi querer" es el fundamento (la razn) de lo que se obliga al dudadano.

    2 Es decir, el gobierno puede atreverse a dictar leyes, pero al menos deben guardar el carcter de decisiones que pueden modificarse.

    Marx hace referencia al texto semita del Salrrw 115, 4-6: "Sus dolos, en cam-bio, son plata y oro, herhos por las m.anos de los hombres, tienen boca y no hablan, ojos y no ven, orejas y no oyen."

    4 rganos electivos que estn subordinados al Rey.

    [40]

  • FETICHIZACIN DEL PODER 41

    de que las provincias, en vez de luchar por medio de quienes los representan,

    tengan que luchar en contra de ellos.5

    [5.12] Este texto poltico de Marx nos muestra que el fetichis-mo en poltica tiene que ver con la absolutizacin de la "voluntad" del representante ("as lo quiero, as lo ordeno; la voluntad [del gobernante] es el fundamento [la razn]"), que deja de responder, de fundarse, de articularse a la "voluntad general" de la comuni-dad poltica que dice representar. La conexin de fundamenta-

    [ cin de la potestas (el poder que deba ser ejercido delegadamente)

    , se desconecta de la potentia (el poder del pueblo mismo), y por ello se absolutiza, pretende fundarse en s mismo, autorreflexiva o autorreferencialmente.

    l [5.13] En la economa Marx explic ms ampliamente esta in- ;.1ersin que formulaba como "personificacin de una cosa y cosifi-i cacin de una persona",6 cuando escribe: i

    1 Tan pronto se inicia el proceso del trabajo, el trabajo vivo [ ... ] se incorpo-

    1 ra al capital como actividad perteneciente a ste [ ... ] De este modo, la fuerza

    1 productiva del trabajo social y las formas especficas que adopta se apare-

    : cen ahora como fuerzas productivas y formas del capital [ ... ] Volvemos a ' ; encontrar aqu la inversin de los trminos que, al estudiar la esencia del dinero, hemos calificado como el fetichismo de la mercanca. 7

    [5.14] Esta inversin consiste en que siendo el "trabajo vivo" (o la subjetividad corporal viviente del trabajador: la "persona") el

    fundamento de todo valor (y el capital no es sino "valorizacin acumulada de valor"), es decir del capital (la "cosa"); ahora, por el contrario, el producto csico del trabajo vivo (el capital) se tor-na "persona" o sujeto apariencia!, y el trabajador se transforma en una "cosa" (instrumento) al servicio del aumento del capital.

    5 "Los debates de la VI Dieta re nana" (en K. Marx, 1982, Obras fundamentaks, vol. 1, pp. 186-187; ed. alemana 1956, MEW, vol. 1 [1981], p. 42)

    6 "Personifizienmg der Sache und Versachlichung der Person" (Segunda re-daccin de El capital, 1861-1863), Cuaderno XXI (Teura del plusvallYT, 1980, vol. 1, p. 363; en alemn, 1975, MEGA [1982] ll, 3, vol. 6, p. 2161).

    7 lbid., p. 362; p. 2160.

  • 42 H. ORDEN POLTICO VIGENTE

    Fetichismo es esta inversin espectral: lo fundado aparece como fundamento y el fundamento como fundado. ste es el "misterio fetichista del capital", es decir, un modo de ocultamiento que dis-torsiona la interpretacin, el conocimiento de la realidad invir-tindola.

    [5.15] De la misma manera en la poltica, la potestas o el poder institucionalizado, que es un ejercicio delegado del poder origina-rio de la comunidad o del pueblo (la potentia), disyuncin esque-matizada por la flecha a del esquema 2.1, potestas que est fundada en dicho poder del pueblo, se afirma ahora como la sede, como el fundamento, como el ser, como el poder poltco propiamente dicho. La "voluntad" del gobernante, del representante, de las instituciones, del Estado, que Marx expresa correctamente en "la voluntad es la razn",8 se torna el lugar del poder poltico en nombre del mismo gobierno o gobernante. "Los que mandan mandan mandando." Y mandan a obedientes (como exige M. Weber). La potentia ha sido des-potenciada y se ha tornado una masa pasiva que recibe rde-nes del poder poltico (las clases dominantes, las lites del poder, las instituciones polticas, el Estado, el Leviatn). La potestas se ha divinizado; se ha separado de su origen (indicada por la flecha a del esquema 2.1), y se ha vuelto sobre s misma, autorreferencial-mente (la flecha b esquematiza este movimiento fetichista).

    [5.16] Una vez fetichizado el poder (que es la concepcin del poder de la Modernidad colonialista y del Imperio, desde Th. Hobbes hemos dicho), la accin del representante, del gobernan-te (sea un Rey, un parlamento liberal, un Estado, etc.), inevitable-mente, es una accin dominadora, y no un tjercicio delegado del poder de la comunidad. Es el ejercicio autorreferente de la autori-dad desptica (aunque se haya hecho elegir proccdimentalmente con la apariencia de haber cumplido con instituciones como la eleccin popular de representantes). La misma representacin se corrompe. Se elige a los dominadores. Toda la poltica ha sido invertida, fetichzada.

    "En el texto latino citado por Marx: sial pro ratione vafontas, si se entiende que "razn" -como cuando se dice: "tienes razn", es decir. has expresado el fun-damrnla racional requerido en la ocasin- es el fundamento. La "voluntad" del representante es ahora el "fundamento", la "razn suficiente" de M. Heidegger.

  • 1-ETICHIZACIN DEL PODER 43

    [.5.2] Fetichizacin del poder

    [5.21] El fetichismo comienza por el envilecimiento sul~jetivo del representante singular, que tiene el gusto, el placer, el deseo, la pulsin sdica del ejercicio omnipotente del poder fetichizado sobre los ciudadanos disciplinados y obedientes (ya que los no obedientes son ol~jeto de la represin policial, definicin de la poltica como legalidad coactiva del Estado externo liberal de Kant, que por ello no exige la adhesin su~jetiva de la moralidad, lo que con acierto C. Schmitt indica como destruccin radical del conte-nido de la poltica, o que J. Habermas explica como falta de fun-damentacin suficiente de la legimidad). Ese ~jercicio es siempre dominacin. Acto del Seor ante el esclavo romano, ante el siervo feudal, ante el ciudadano que soporta este e:jercicio desptico del poder estoicamente, cultivando virtudes en esta vida y esperando para la prxima la merecida felicidad (como enseaba Kant, el maestro de Knigsberg, miembro de la Hansa).

    [5.22] Cuando el poder se define institucional, o~jetiva o sist-micamente como dominacin, en el mejor de los casos proclamado como poder delpueblo,9 fmre1 pueblo, 10 y para el pueblo11 (como en el caso del "centralismo democrtico" del Comit Central del

    ''Ya que el pueblo habiendo elegido a los representantes cree (he aqu eJ efec-to de la interpretacin equvoca del fetichismo como mecanismo fenomnico de inversin semntica) que es "suyo" y se siente responsable de sus actos.

    10 Como causa eficiente: el pueblo pasivo elige los candidatos que le presenta la lite en t'l poder.

    11 Ya que el poder fetichizado, de la lite o el Estado liberal o imperial, dice estar al "servicio" del pueblo, pero siempre a travs del cumplimiento primero de sus propios intereses. Como cuando G. W. Bush baja los impuestos a los ricos para que puedan crear ms puestos de trabajo, espejismo ele un "Estado mnimo" que ni puede ayudar a los afroamericanos de Nueva Orlens, porque esas tarea~ ele sal-vataje son propias ele la iniciativa privada y no ele un Estado mnimo no-benefactoi: Un republicanismo irwmido. que (xige un debilitamiento del Estado en nombre de la comunidad, pero en verdad es un debilitamiento del Estado y la comunidad a favor de los m5 ricos. El gran negocio de la burguesa es explotar a los pobres y al Estado. Esto ltimo se puede lograr, por ejemplo, haciendo una guerra y des-truyendo un pas (como lraq), y despus exigir al propio Estado norteame1icano a reconstruirlo por las transnacionales prxima~ al poder (fetichizado, y adems nepotista como en el caso del vicepresidente, que para deshonra de su pueblo semita es judo) que hacen grandes negocios,

  • 44 EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    socialismo real, o en el liberalismo, donde las clases burguesas -que por definicin siempre son minoritarias- logran la mayo-ra con procedimientos electorales encubridores ante las masas obnubiladas por los mecanismos fechistas de la mediocracia), las reivindicaciones populares nunca podrn ser cumplidas, porque el poder funciona como una instancia separada, extrnseca, domi-nadora "desde arriba" sobre el pueblo. En efecto, primeramente ha expropiado a la comunidad, al pueblo, su poder originario (prr tentia), y despus proclama servirlo como desde .fuera, desde arriba como el aguila, 1 ~ como un Monstruo, como el Le\'iatn, que hace exclamar a los pueblos: "Pero no aprendern los malhechores que devoran al pueblo como pan" (Salmo 14, 4, narrativa muy re-currida por K Marx, de familia de rabinos judos de Trveris).

    [5.3] Derivaciones de la fetichizacn del poder

    [5.31) En primer lugar, la fetichizacin del poder, como hemos visto, consiste en una "Voluntad-de-Poder" como dominio sobre el pueblo, sobre los ms, sobre los dbiles, sobre los pobres. Toda otra definicin es descalificada como idealista, no realista, moralista, ineficaz. La poltica es en este caso el arte del t:iercicio del poder sobre antagonistas a los que, en el mejor de los casos hegemnica-mente, se los somete a la voluntad de las instituciones fetichizadas en favor de algunos miembros particulares de la comunidad, o, en el caso de los pases poscoloniales (como los latinoamericanos), a Estados metropolitanos. El propio poder fetichizado, al no poder fundarse en la fuerza del pueblo, debe apoyarse sobre grupos que violentamente someten al pueblo -cuando el consenso dominan-te ha perdido efecti\'idad para producir la obediencia de las masas, es decir, cuando los tipos de legitimidad de Weber dc;jan de tener aceptacin-, o en poderes metropolitanos o imperiales. Los Car-los Menem o Carlos Salinas de Gortari gozaban de un juicio muy

    12 El guila, smbolo de los imperios, del romano, del nazi, del norteame1i-cano, es el rey de las aves, cae como un rayo desde arriba, y atrapa con sus garras mortferas al pueblo, a la tierra fecunda, a la serpiente, la Coatlicue, la mujer de los pueblos agrcolas dominados por el imperio azteca (tambin un guila).

  • FETICHIZACIN DEL PODER 45

    farnrable en Estados Unidos y en el BM y el FMI. Son gobernantes despticos hacia abajo y sumisos y viles hacia arriba. Son "virre-yes", ni siquiera "reyes".

    [5.32] En segundo lugar, para poder ejercer un poder autorre-ferente, fetichizacin de la potestas, es necesario antes y continua-mente debilitar el poder poltico originario de la comunidad (la potenta). La potestas destmye la potenta (flecha e del esquema 2.1). Es decir, desune la comunidad, impide el consenso "desde abajo" del pueblo; crea conflictos. "Dividir para reinar" dice el adagio fetichis-ta. El poder autorreferente slo puede triunfar si destruye el poder originario y normativo de toda poltica: el poder de la comunidad poltica. Por ello los dictadores (como Hitler o Pinochet por una parte, y Stalin por otra, guardando las enormes diferencias) re-primen a los ciudadanos, a la sociedad civil, a la comunidad po-ltica, al pueblo. Nada ni nadie puede fundamentar una accin antidemocrtica [--+8 y 10]. El poder fetichizado es esencialmen-re antidemocrtico, como veremos, porque se autofundamcnta en su propia voluntad desptica.

    [5.33] En tercer lugar, el poder fctichizado espera recompen-sas. En el mundo feudal, por ejemplo, el honor reconocido pbli-camente era el fruto del ejercicio desptico del poder del Seor feudal sobre los siervos y las ciudades. Su "Voluntad-de-Poder" se saciaba con el reconocimiento poltico y eclesial de su dominio. En la sociedad capitalista, en cambio, siendo el capital el valor su-premo, el triunfo se mide por el enriquecimiento de los ciudada-nos. El pago del que entrega su vida en la profesin de la poltic.a (como miembro conspicuo de un partido o como representante en un Congreso), cuando el poder se ha corrompido, es decir se ha fetichizado, es el enriquecimiento. Y como los salarios, aunque fueran altos no son nunca suficientes (para la avaricia desmedida del que se regodea en el placer del ejercicio del poder sin limi-tacin alguna), la acumulacin de riqueza por medios no legti-mos se presenta rpido como posible. La cormpcin del robo del bien pblico (por enriquecimiento ilegal, como por ejemplo el descubrimiento de 60 millones de dlares en un banco de Suiza por parte de un poltico allegado al poder nepotista: corrupcin como robo al pueblo), y tambin la voluntad de dominio que su-brepticiamente se desliza hacia la dominacin ertica de la mujer

  • 46 EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    subalterna. Se trata de una confusin subjetiva inconsciente en la que se entrecruzan la lbidoo placer del c:jercicio desptico del po-der sobre el otro, con la avaricia en la acumulacin de sus bienes, y en el dominio ertico de sus cuerpos.

    [5.34] En cuarto lugar, se corrompen las burocracias polticas de los partidos cuando usan para sus fines la mediacin nece-saria del ejercicio del poder. Dejan de ser representantes que actan por def_egacin, y se transforman en dspotas que exigen al pueblo a rendir pleitesa a su autoridad. Se ha repetido la inver-sin. El pueblo en vez de ser servido por el representante, se torna su servidor. Aparecen las lites o la clase poltica como autorrefe-rentes sin responder ms a la comunidad poltica.

    [5.35] En quinto lugar, en el interior de los partidos las diversas "corrientes~ (llamadas vulgarmente "tribus") luchan por su "cuota de poder", por tener candidatos para las elecciones de represen-tantes (en definitiva compiten para que la mayora de sus miem-bros ocupen un lugar en el sistema de la institucin poltica del Estado, y con ello un sueldo asegurado). Ello indica que se han corrompido, porque han olvidado su responsabilidad, como ac-tores que deben prepararse y efectuar, de ser representantes, un ejercicio del.egado u obedi,encial del poder con respecto a la potentia del mismo pueblo. En la medida que no les importa la honorabi-lidad de su propio partido, el bien comn de la comunidad, prac-ticando medidas violentas, deshonestas, torcidas o fraudulenta~ para llegar a ser representantes rentados, expresan profunda co-rrupcin. El pueblo desconfa de candidatos o autoridades cuya coherencia tica (en su familia, en su bolsillo, en su conducta en el partido, en la calle, etc.) muestra contradicciones. Un partido moderno no es un mecanismo electoral, sino un cuerpo de seni-dores pblicos, con una ideologa decantada, producida, estudia-da, llevada a cabo en acciones polticas siempre pblicas.

    [5.36] En sexto lugar, puede haber corrupcin entre grupos populares. Por ~jemplo, el corporativismo es la bsqueda del cum-plimiento de intereses privados (por ejemplo, de un sindicato pe-trolero que intenta su provecho con prebendas en desmedro del bien de todo el pueblo para no mo\ilizar a los obreros contra la privatizacin del petrleo), por medio de la colaboracin con el poder fetichizado de los que gobiernan. Muchos se "prenden de la

  • ETICHIZACIN DEL PODER 47

    brocha", desde arriba, para beneficiarse de las migajas del poder corrompido, hacindolo posible. Aunque toda la sociedad fuera parte de alguna corporacin que lucha por sus intereses particu-lares no se habra cumplido con las reivindicaciones del pueblo; simplemente habria muchas bandas de ladrones luchando entre ellos sin poder concertar un acuerdo mnimo que pudiera tener el nombre de poder poltico "desde ab~jo", desde el pueblo, como potentia. Las reglas internas de una banda de ladrones nada tiene que ver con la nonnatividad poltica.

    [5.37] En sptimo lugar, pueden tambin corromperse aun pueblos enteros, como cuando la poblacin del Imperio guarda silencio, mira hacia otro lado, ante la inmolacin de pueblos ino-centes como los de Afganistn, Iraq o Palestina, como el pueblo alemn en su inmensa mayora "no se enter" del exterminio de los judos en el Holocausto. 13

    13 Pero la historia pedir cuenta del maltrato injusto que estn sufriendo los ':palestinos, como \'ene aconteciendo bajo una poltica de Liena arrasada, de ex-; Uncin de poblaciones emeras y de aplicacin del "ojo por ojo", regla brbara ~y salvaje que se aplicaba antes del surgi,miento de fos cdices jurdicos de Babilonia, .antes de la existencia de jueces v para evitar el hacerse justicia "con sus propias manos".

    http:Holocausto.13

  • Tesis 6 LA ACCIN POLTICA ESTRi~TGICA

    [6.01] El poder se despliega por todo el campo poltico, ocupn-dolo con una red de relaciones de fuerza con nodos (cada ciu-dadano, cada representante, cada institucin son estos "nudos"). Queremos sin embargo, para dar ms claridad a la exposicin, proponer tres niveles dentro de los cuales trataremos todos los mo-mentos en los que consiste la poltica. El primer nivel (A) son las acciones estratgicas [--+6, 15-16]. El segundo nivel (B) de lo pol-tico son las instituciones [--+ 7- 8, 1 7-20] que constituyen un orden poltico. El tercer nivel (C) que cruza a los dos anteriores, son los principios normativos implcitos de todo orden poltico vigente o por transformarse --+ 9-1 O, 13-14]. Procedamos a indicar el con-tenidos de estos tres niveles arquitectnicos de toda poltica. Los niveles By C tendrn, por su parte, tres esferas [--+ 7 .Ol]

    ESQUEMA 6.1 LOSTRES.\7VELESDELOPOTICO,YLASTRESE~FUlASDELOINSTJTUCIONAL

    O ~ORMATIVO

    M L F B

    Arlaracin al esquema 6.1. A: nivel de la accin estratgica. B: nivel de las ins-tituciones. C: nivel de los principios normativos. M: esfera material en B o principio matrial en C. L: esfera del sistema de legitimaci'Jn o democrtico

    [48]

  • LA ACCIN POLTICA ESTRATGICA 49

    en B, o principio dt'mocrtico en C. F: t'Sfera de factibilidad en B, o principio de factibilidad estratgica tn C.

    [ 6. 1 J La accin eslrat~f.!;ica

    [6.ll] La accin poltica, a la que N. Maquiavelo le dedica su li-brito El prncipe, es la actualidad del actor poltico en el campo po-ltico. Por la accin el ciudadano se hace presente pblicamente en el c:jercicio de algn momento del poder. Esa accin es lo con-tingente e incierto por excelencia. La fortuna (para Maquiavelo) expresaba lo imprevisible de lo que acontece en este mbito. Es como el agua torrencial que todo puede destruir; por ello es nece-sario fabricar diques para conducirla (que l denominaba virt). El problema a resolver entonces es encontrarle a la accin alguna lgica, alguna manera de poder llevarla a buen trmino, y de ma-nera empricamente eficaz y posible (lo lgica e idealmente posible puedt> ser emprcarnente imposible, lo que est fuera del horizonte del campo poltico, aunque algunos lo intentan tercamente).

    [6.12] La accin poltica es estratg:a, no meramente instnnnen-tal (como la accin tcnica que transfonna la naturaleza), ya que se dirige a otros sttjetos humanos que como actores ocupan espacios prcticos, se jerarquizan, ofrecen resistencia o coadyuvan en la ac-cin de unos y otros, en un campo de fuerzas que constituyen lo que hemos denominado poder. Por ello, la voluntad consensual da a la accin colectiva fuerza, unidad, poder de alcanzar los propsitos.

    [ 6.13] Exige la participacin de la razn prctica, que los clsi-cos denominaban prudencia (frnesis). El viejo tratado de la guerra de los chinos, el Sunzi, explica:

    El hbil guerrero busca la victoria estudiando el potencial estratgico (shi)

    La naturaleza de troncos y piedras hace qu

  • 50 EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    [6.14] El "potencial estratgico" es la estructura prctica que se organiza de hecho ante el actor poltico. Es la situacin coyuntu-ral compleja de todas las fuerzas de sus aliados y antagonistas que hay que saber ponderar para saber utilizarlas hacia los o~jetivos propuestos. Frecuentemente no hacer nada es lo ms eficaz.

    [6.13] Para \.fax Weber la accin poltica es en ltimo trmino dominacin:

    Debe entenderse por dominacin (He'!Tschajt) [ ... ] la probabilidad de en-

    contrar obediencia dentro de un gn1po determinado para mandatos es-

    pecficos [ ... ] Un determinado mnimo de voluntad de obediencia, o sea

    de inters (externo o interno) en obedecer, es esencial en toda relacin

    autntica de autoridad.2

    [6.161 Como hemos mostrado, el poder es voluntad consensual de la comunidad o el pueblo, que exige obediencia de la autori-dad (en primer lugar).3 \Veher ha invertido la cuestin. Es la insti-wcin la sede del poder como dominacin que exige la obediencia de la sociedad.

    [6.17] Por su parte Carl Schmitt, luchando contra el vaciamien-to formal o legalista del individualismo liberal, propone que la esencia de la accin poltica se juega en la dialctica "amigo-ene-migo". Con acierto distingue entre a] un "enemigo" privado o el rival (en griego ekhthrs) b] del "enemigo" pblico o el antagonis-ta (en latn hostis), y c] del "enemigo" total, al que se le da muerte en la guerra ( inimicvs en sentido amplio; polimos en griego). Lo determinante es que el criterio de la diferencia entre el "enemi-go" b l y el c] consiste, en definitiva, que una cierta fraternidad (lo piensaJ. Derrida) 4 que rene a los amigos y antagonistas polticos (al final son todos miembros de una misma comunidad o pue-

    2 Economa y sociedad, l, i, 16 (Weber, l 9H, p. 43). 3 En un segundo momento, el "poder obedienciaf' del gobernante demandar a

    la comunidad que se obedezca a s misma (por cuanto ha dictado las leyes y ha ele-gido a los representantes, lo que no significa que no sean revocables) cumpliendo lasjmtas decisiones de los que ejercen defRgadamenteel poder institucional.

    4 Vase J. Derrida, Poli tiques de l'amitif (Derrida, 1994).

  • L\ ACCIN POLTICA ESTRATGICA

    blo) y los separa de "los otros" (ms all de la organizacin nacio-nal). Sin embargo, de nuevo, si nos situamos en el horizonte de la humanidad (que Schmitt intenta negar desde un nacionalismo eurocntrico), habra una fraternidad univenalque es la que Kant postula (para alcanzar algn da la paz perpetua). Esto mostrara que la accin poltica se funda ms en la fraternidad (un valor positivo) que en la pura enemistad, que aunque exista debe disci-plinarse para llegar a ser una relacin fJOltica (lo de polftico de la accin es justamente lo que promueve la amistad ciudadana y no la oposicin destructiva).;

    [ 6.2] La accin hegemnica

    [ 6.21] La accin propiamente poltica, que no es por su natura-leza violenta o dominadora (porque destruira en su esencia al poder poltico y debilitara la potestas dejndola sin fundamento) ni puede intentar tampoco una democracia directa siempre de unanimidad, 6 es en el mejor de los casos "hegemnica" (por el consenso de la mayora determinante). El consenso, que une las

    ' rnluntades y ata al poder como fuerza conjunta, se puede alean-, zar pero nunca de manera perferla (perfeccin de acuerdos sera, nuevamente, unanimidad). La pregunta es entonces: cmo una comunidad poltica, o el pueblo, alcanzan un consenso suficiente para hacer gobernable el ejercicio del poder y la participacin ciudadana?

    [6.22] La accin de cada sector social. de la sociedad civil o aun del mbito puramente social [ --+7], tiene reivindicaciones parti-culares. El feminismo lucha por el respeto de los derechos feme-ninos ante el patriarcalismo machista; los movimientos antirracistas se esfuerzan por eliminar la discriminacin de las razas no-blan-

    "Para.J. Rancit~re es la relacin poliliqui'y no meramente policial (que sera una relacin de dominacin).

    ii La unanimidad de la democracia directa es un postulado de la razn polti-ca: ideal o lgicamente pensable. pero empricamente imposi/;l;c. Fue posible en sociedades pequeas, en pane en Fenicia o Grecia, en Venecia o en la Ginebra de Calvino; pero es faccblemente imposible en comunidades de millones de ciuda-danos. Esto no niega la organizacin crecience de la participacin [-+ 19 y 20].

  • 52 EL ORDEN POLTICO VIGENTE

    cas; el movimiento de los ancianos o adultos mayores se moviliza igualmente por sus reivindicaciones; as como los marginales y vendedores informales, la clsica clase obrera, la campesina, los indgenas, los ecologistas, etc. Todos estos movimientos diferen-ciales en el mbito de un pas, que se renen en el Foro Mundial Social de Porto Alegre, no pueden permanecer en la pura oposi-cin de sus reivindicaciones contradictorias o incomunicables.

    [6.23] Hegemnica sera una demanda (o la estructura co-herente de un gmpo de demandas) que logra unificar en una propuesta ms global toda5 las reivindicaciones, o al menos las ms urgentes para todos.7 Las luchas reivindicativas son acciones polticas. Si las acciones alcanzan ese nivel de unidad [--+ 11], po-demos decir que Ja accin deviene hegemnica. Esto no significa que no hava grupos antagonistas, minoras opuestas, cuyas reivin-dicaciones muy probablemente debern ser atendidas en el futu-ro. Lo cierto es que la accin poltica deber estar muy atenta en obse1Tar, respetar e incluir, si es posible, el inters de cada uno de los grupos, secrores, movimientos. Cuando una accin se torna hegemnica opera la movilizacin del poder de la comunidad, o del pueblo (de la potentia), y las acciones de los representantes flu-ven apoyadas en la fuerza y motivacin de todos, o al menos de las mayoras significativas, hacia sus objetivos. La accin hegemnica es el ejercicio delegado pleno del poder (potestas), y cuenta con el consenso, la fraternidad y el fundamento del poder del pueblo. En el siglo xx latinoamericano, gobernantes como G. Vargas en Brasil (1930-1954), L. Crdenas en Mxico (1934-1940),J D. Pern en A..rgentina (1946-1955), y muchos otros lderes llamados "popu-listas" (hastaJacobo Arbenz, cuyo derrocamiento perpetrado en 1954 desde el Departamento de Estado norteamericano con la dictadura de Castillo Armas signific el fin de esta etapa histrica, coincidente con el golpe de Estado contra Sukarno en Indonesia y la cada posterior de G. A Nasser en Egipto), fueron ~jemplo de este tipo de accin hegemnica.

    [6.24] En armona con esta concepcin de la hegemona, Han-nah Arendt recuerda que:

    ; Vase Ernesto Ladau, La razim populi5ta (L1clau, 2005).

  • L\ ACCIN POLTICA ESTRAT-:GJCA 53

    El poder es siempre un poder potencial y no una intercambiable, mensu-

    rable y confiable entidad como la fuerza [fsica]. Mientras que sta es la cualidad natural de un individuo visto en aislamiento, el poder surge en-

    tre los seres humanos cuando actan juntos y desaparece en el momento

    en que se dispersan.8

    [6.25] Slo la accin hegemnica, entre la violencia y la una-; nimidad polticamente imposible (aunque factible tcnicamente 'en los totalitarismos), permite que aparezca fenomnicamente en el campo poltico la esencia del poder poltico. Los otros tipos de acciones son su negacin.

    [6.3] La accin colectiva: d "bloque hist.rico en el poder"

    [6.31] Antonio Gramsci, escriba desde la crcel, con extrema cla-ridad:

    Si la clase dominante ha perdido el consenso, no es ms dirigente, es ni-

    camente dominante, detenta la pura fuerza coercitiva (forza coercitiva), lo

    que indica que las grandes masas se han alejado de la ideologa tradicio-

    nal, no creyendo en lo que antes crean.9

    [6.32] El gran pensador italiano expresa en estas cortas lneas todo el problema que deseamos sugerir. En un momento hist-rico hay una cierta organizacin social de sectores, de clases, de grupos que en alianza se transforman en un "bloque histrico en el poder". Pensemos cada expresin.

    [6.33] En primer lugar, es un bloque, lo que indica una unidad inestable, que puede rpidamente disolverse y recomponerse.

    [6.34] En segundo lugar, es histriw, coyuntural, eventual en el tiempo: hoy puede darse y maana disolverse. El bloque de los grupos que realizaron la Emancipacin latinoamericana en torno a 1810 contra Espaa, fue liderada por criollos blancos, en unidad estratgica y hegemnica con algunos espaoles empobrecidos, los

    " La condicin humana, V, 28 (Arendt. 1998, p. 222). u Quademi 3, 34 (Grarnsci, l 975. vol. 1. p. 311).

    http:dispersan.ll

  • 54 t:L ORDEN POLTICO VlGENTE

    mestizos, los indgenas, los esclavos y otros, bajo el proyecto hege-mnico de la "libertad" (cada uno le daba un matiz particular a este valor: el esclavo como liberacin de la esclavitud, el indgena como recuperacin de su tierra y derechos comunitarios, los mestizos como plena participacin social, los criollos como separacin de la dependencia colonial de Espaila). Una vez concluida la gesta li-bertaria (aproximadamente en el decenio de 182()..1830), el bloque histrico se disolvi, y los criollos pasaron a ocupar aproximada-mente el lugar de las burocracias hispnicas en Amrica. El bloque se construye coyunturalmente, y de la misma manera se disuelve.

    [6.35] En tercer lugar, est en el poder. Se encuentra entonces en el lugar del poder institucionalizado (potestas), y por lo tanto es el grupo de gobernantes o re