Melilla, Ceuta y Canarias: 4,05 Euros

Nº 238 3,90 €

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EN BUSCA DE LOS

EN BUSCA DEL YETI

ESTUDIOS GENÉTICOS

APOCALIPSISESTOS SON LOS

EL REGRESO DE LOS OVNISNUEVOS CASOS SOBRE CENTRALES NUCLEARES

BRYAN SYKES (OXFORD) Y

EL OSO POLAR DE LOS HIMALAYAS

EL PARADOR ENCANTADOde Cardona (Barcelona)¿QUIÉN DUERME EN LA HABITACIÓN 712?

FINALES DEL MUNDO

SEGÚN LAS PROFECÍAS, LOS MENSAJES DE LA

VIRGEN, Y LA CIENCIA

OBJETOSSAGRADOSTemplarios, nazis… y la lucha por el poder eterno

Paseos NOCTURNOS. Visitamos la ruta de las casas encantadas de CÓRDOBA.

VÍDEOS FALSOS de misterio. ¿Quién hay detrás de los montajes más espectaculares?

II CONGRESODE MISTERIO

Y ENIGMAS DE LA HISTORIA

13, 14 Y 15 DE NOVIEMBREHOTEL MELIÁ BARAJAS

(MADRID)

Una cita ineludible con 13 de los principales divulgadores del mundo del misterio

Precio: 60 €Inscripciones: www.congresomisterio.es

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Con la colaboración de

ENRIQUE DE VICENTE

PALOMA NAVARRETE

LORENZO FDEZ. BUENO

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EDITORIAL

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Director LORENZO FERNÁNDEZ BUENOlfernandez@prismapublicaciones.com

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Colaboradores JESÚS ORTEGA (actualidad), BRUNO CARDEÑOSA (asesor), FRANCISCO CONTRERAS (documentación), CHRIS AUBECK, J.J. BENÍTEZ, MARIANO F. URRESTI, CARLOS FONT GAVIRA, MOISÉS GARRIDO, JOSÉ G. GONZÁLEZ, JOSEP GUIJARRO, JOSÉ MANUEL MORALES, J.J. REVENGA, TEO RODRÍGUEZ, ESTEBAN RUIZ A., J.J. SÁNCHEZ-ORO

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Quien tiene el PODER, con mayúsculas, tiene miedo a perderlo. Y para mantenerlo es capaz de cualquier cosa. Eso es lo que preten-demos demostrar en las páginas que siguen; esa es la historia de la humanidad, reciente y pasada. Porque en esta búsqueda intensa de los objetos de poder; a saber, el Arca de la Alianza, la espada de san Galgano, el Mjolnir, las cabezas de bronce, las pierdas guarin-gas, el Grial, etc… son muchos los hombres, y aún más los colec-tivos que, conocedores de su magia, los han buscado. Y quienes los han encontrado, cualquiera sabe si por ese cúmulo de casualidades caprichosas que a veces se dan, han disfrutado de ese poder del que supuestamente estaban revestidos.

En nuestro tiempo no se cree en ellos; es más fácil pensar que el hombre de un tiempo pasado era extraordinariamente supersticioso y por eso necesita-ba de este tipo de elementos para sentir que la fuerza le acompañaba; era una forma de insuflar valor a sus ejércitos y de combatir el miedo que provocaba el sonido de los aceros, la tierra temblando bajo sus pies cuando los caballos iniciaban la carga… Al fin y al ca-bo, de esta forma justificaban que los dioses estaban de su parte. Porque esos mismos dioses fueron los creadores de dichos objetos, que como juguetes del tiempo anterior permitían a quienes los poseían disfrutar de ellos y así pensar que estaban a la altura de esas mismas divinidades.

Llegados a este punto, cuando iniciamos un seguimiento a las biografías de quienes los han buscado, cuando pisamos los mismos lugares en los que nació la obsesión por encontrarlos, cuando at-endemos a que gente con una preparación más o menos formada dejaron todo por lanzarse al encuentro de estos objetos de poder,

es fácil caer en la tentación de pensar que, por qué no, pudieron existir. Porque independientemente de quienes los persiguieran, o del motivo más o menos retorcido de esas búsquedas, lo que es indudable es que la historia que hay detrás de todos y cada uno de ellos es simplemente fascinante. Nos lleva a un tiempo en el que se creía en la magia del sortilegio, una época en la que magos y hechiceros se aliaron con las fuerzas invisibles para lograr sus objetivos, fueran éstos los que fuesen. Porque esas personas sabían del misterio de determinados objetos y lo que es más impor-

tante: creían saber cómo activarlos. Y en esta lucha oculta hubo fuerzas luminosas, que optaron por protegerlos, pero también hubo oscuridad. Por eso en el reportaje de portada de este mes os ofrecemos un buen puñado de objetos; algunos existieron; otros forman parte de la leyenda más antigua; y otros, existen todavía y con sólo contemplarlos, creamos o no en el supuesto poder que atesoran, es más que suficiente para comprender que algo etéreo parece envolverlos, quién sabe si ese mismo poder por el que tantas lágrimas se han vertido…

POR LORENZO FERNÁNDEZ BUENO

Miedo a perder el poder

En el reportaje de portada de este mes os ofrecemos la apasionante historia de un buen puñado de objetos por los que se han vertido, a lo largo de la historia, demasiadas lágrimas…

SUMARIO

O3 EDITORIAL

06 EL MOMENTO DECISIVO Esteban Ruiz A.

36 ENTREVISTA

56 CIENCIA AL LÍMITEJuan José Sánchez–Oro

66 HISTORIAS MALDITASMariano Fernández Urresti

68 EL TÚNEL DEL TIEMPOÓscar Herradón Ameal

98 JJBENITEZ.COM

Nº 238 SEPTIEMBRE 2015

12OBJETOS DE PODERFueron perseguidos por reyes y emperadores, cazatesoros y por los nazis. Artilugios a los que se atribuyen poderes sobrenaturales. Vamos tras su pista.

06LA HABITACIÓN 712 (BARCELONA)Hablar del Parador de Cardona es

hacer mención a uno de los castillos

milenarios más bellos y mejor conser-

vados, pero también más encantados,

“habitado” por extrañas presencias.

24¿QUÉ SON LOS DROVNIS?Durante meses varias centrales nuclea-

res francesas han sido protagonistas del

extraño vuelo de objetos no identifica-

dos. ¿A qué nos enfrentamos?.

30FAKES Y NO IDENTIFICADOS Siguiendo con la fenomenología OVNI,

analizamos algunos de los más célebres

avistamientos –falsos– que circulan por

la Red. ¿Quién está detrás y por qué?

SECCIONES

Y ADEMÁS

REPORTAJE DE INVESTIGACIÓN

Los mensajes proféticos referentes a un colapso de la

civilización los encontramos en las culturas de todos los

tiempos. Nosotros en este reportaje de investigación

repasamos, no sólo esas profecías o los mensajes de la Virgen

al respecto; también atendemos a lo que dice la ciencia para

comprobar si hay probabilidades de que ese final… llegue.

58ASÍ SERÁN LOS PRÓXIMOS FINES DEL MUNDO

36 ENTREVISTA A STANTON FRIEDMAN Entrevistamos a uno de los físicos

nucleares más prestigiosos de los EEUU,

que lleva años investigando polémicos

sucesos ligados a los OVNIs.

48 EL YETI PODRÍA SER… UNA ESPECIE DE OSO

Son múltiples las teorías que se barajan

sobre el “hombre de las nieves”, pero en

los últimos tiempos ha tomado fuerza la

hipótesis de que se trate de… ¡un oso!

72 OOPARTS, OBJETOS FUERA DE SU TIEMPO

Continúan desconcertando a científicos

y arqueólogos. Son los ooparts, objetos

que no se corresponden a su época,

pero, que sin embargo, están ahí…

88 LA CASA DE LOS TRES FANTASMAS Un profesor y su aprendiz acuden a

un caserón en busca de pruebas de la

presencia de una “dama blanca”. Lo que

hallarán te pondrá los pelos de punta.

EL MOMENTODECISIVOEL MOMENTODECISIVO

LA HABITACIÓN712

TEXTO Esteban Ruiz A. / Imágenes cortesía del Parador de Cardona

HABLAR DEL PARADOR DE CARDONA, EN LA PROVINCIA DE BARCELONA, ES HACER MENCIÓN A UN CASTILLO MILENARIO, PERO TAMBIÉN A UNO DE LOS PARADORES NACIONALES MÁS BELLOS Y PRESTIGIOSOS DE CUANTOS JALONAN LAS TIERRAS

DE ESPAÑA, QUE ADEMÁS, ESTÁ ENCANTADO…

Cardona (Barcelona)

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MAS

Como todo sabemos, se dice que los viejos castillos guardan al menos un fantasma, y existe la tradición de que uno de ellos vive en el antiguo castillo de

Cardona, hoy parador de turismo. La antiquísima casa Bodegas Torres desarrolla una gran actividad cultural, y una noche organizó unas charlas para periodistas, en el parador de Cardona. Había mucha gente notable, entre ella el escri-tor Mauricio Wiesenthal.

Fueron muy amables y me asignaron una suite para mí solo. Todo era muy cómodo, pero hacia las dos de la madrugada empezaron a arrastrar muebles en la habitación de arriba. Era escandaloso: sillas, butacas, la cama… No me atreví a protestar en atención a la hora, pero a la mañana siguiente dije en dirección lo que había ocurrido y me quejé. ‘Es imposible, señor –me contestaron–. La habitación de arriba estaba vacía. Procuramos no alquilarla casi nunca…”.

EL MOMENTO DECISIVO

Francesc González Ledesma publicó una columna en El País, titulada “Usted no va a creer esto”, donde narraba los sucesos ocurridos a lo largo de una noche muy larga

EL MOMENTO DECISIVO

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AS

Se asegura que una joven fue emparedada por su padre en la conocida como torre Minyona

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MAS

Con estas palabras describía el periodista Francesc González Ledesma en su habitual columna de El País, la noche que pasó en la habitación que se encuentra bajo la controvertida habitación 712.

Y es que este castillo es, además, custodio de leyendas que parecen hacerse realidad conforme las sombras van toman-do las tierras colindantes. El investigador catalán Miguel Ángel Segura aseguraba años atrás que “el castillo de Cardo-na es una de las edificaciones medievales más importantes de España y la más prestigiosa de Cataluña para muchos historiadores. Se tiene constancia de que las primeras cons-trucciones del castillo datan del año 886 y fueron llevadas a cabo por parte de Wilfredo ‘el Velloso”. Posteriormente Ramón Berenguer IV realizó algunas edificaciones más. La Iglesia de Sant Viçents, que está en el interior de la fortifi-cación, justo en mitad del castillo, fue construida en el siglo XI, permaneciendo hoy en ella los féretros que contienen los restos del linaje de los Cardona. Como dato curioso, esta iglesia de estilo románico es la segunda más alta de España después de la de Santiago de Compostela. Ya en el XIII se construyeron las actuales murallas que rodean la fortaleza.

En el siglo XV, el castillo es habi-tado por una de las dinastías más importantes de Cataluña, la de los Conde-Duques de Cardona, linaje que supuestamente –según declaró Carlos Herrero, antiguo director del Parador, a un conocido programa televisivo– puede estar detrás de las apariciones, ya que se rumorea que el “fantasma” de la habitación 712 pue-de ser un miembro de esta familia.

Carlos Herrero dejó una carta a su sucesor. Herrero infor-mó de que el castillo estaba encantado, y que seguramente algún miembro de la familia Cardona sigue rondando por allí en forma de fantasma. En ella además describe una experiencia personal en la habitación 712, donde según la leyenda popular habita el ente. Aquel día había abandonado el Parador un conocido equipo de baloncesto que se alojó en él durante varias noches. Una de las señoras de la limpieza acudió a la habitación 712 para realizar sus tareas. Llamó a la puerta antes de entrar, aun sabiendo que no había nadie. En ese instante, una extraña voz respondió a su llamada:

‘Espere’. La empleada, confundida, ya que en su listado aparecía libre, llamó a recepción para que le confirmaran si estaba ocupada, mientras comentaba lo sucedido a otra compañera. En recepción les confirmaron que estaba vacía, por lo que las empleadas de planta introdujeron la llave. Pero algo ocurrió; no era posible abrir la puerta. Justo en ese instante apareció el director del parador y las empleadas le explicaron la extraña situación. Él mismo golpeó la puerta con sus nudillos y nuevamente esa voz tosca y grave dijo desde el interior, ‘espere’, dejando atónitos a los tres testigos.

No fue hasta pasados unos minutos cuando consiguie-ron abrir la puerta. El cuarto de baño estaba lleno de vaho, el espejo empañado, una toalla húmeda, una huella en el suelo, el grifo abierto… pero allí no había nadie. Además era imposible que fuese una broma pesada, ya que la ventana de la habitación y el cuarto de baño son bastante altas como para saltar al exterior”.

Esto es tan sólo una pequeña porción de lo que allí ocurre, y que da comienzo con la aparición de una extraña dama durante las obras de rehabilitación en 1976. Pero hay más; un equipo de ENIGMAS viajó hasta allí, y en breve podrás ver todo lo que ocurrió en nuestra web. Porque ocurrieron muchas cosas…

EL MOMENTO DECISIVO

EN PORTADA

TEXTO Lorenzo Fernández Bueno

OBJETOS SAGRADOSEN BUSCA DE LOS

A LO LARGO DE ESTA COSA TAN INMENSA QUE ES LA HISTORIA, EL HOMBRE HA HECHO DE TODO CON TAL DE HALLAR AQUELLOS OBJETOS QUE PODÍAN OTORGARLE ESE PODER SOBRENATURAL, EN EL QUE NADIE CREE, PERO QUE SIN EMBARGO A TODOS NOS ATRAE. ESO ES LO QUE SE PLANTEA EN EL LIBRO TEMPLARIOS, NAZIS Y OBJETOS SAGRADOS EDITADO POR LUCIÉRNAGA.

Entre esta interesante caterva de buscadores, a veces anónimos, destacan colectivos que aparentemente nada tienen que ver entre sí, separados por los siglos y

por sus ideales respectivos, como los templarios, o ya en el si-glo XX, los nazis, guiados por la mano de un psicópata sin es-crúpulos, y por la mente de un loco cuya obsesión lo llevó más allá de su propia locura. El primero se llamaba Adolf Hitler; el segundo, Heinrich Himmler, sin duda alguna el que inoculó en su Fürher un veneno gracias al cual mantuvo la esperanza hasta el final y así propició que se enviara a la muerte a miles de jóvenes y niños en un delirio difícilmente explicable.

Porque Himmler, un iluminado que se creía la reencar-nación del rey sajón Enrique “el Pajarero”, orquestó decenas de expediciones por todo el mundo, en busca de esos objetos revestidos por el poder de Dios –al parecer en esto poco importaba que fuera el dios judío–, que se escondían por los cinco continentes. En ocasiones en manos de sociedades secretas que los habían protegido a lo largo de los siglos, herederos de otras más antiguas, como bien pudieron ser los citados caballeros del Temple; en otras, ocultos en sombrías cuevas o en lujosos museos, sin que aparentemente nadie les prestasen atención.

Por eso esta narración, tan cargada de tragedias, es fascinante. Porque por tenerlos se han cometido y justifica-do auténticos dislates. Todo por lograr el poder eterno que supuestamente conceden, sin importar demasiado cuánto de cierto hay en estas historias y cuánto de leyenda. Llegados a

OBJETOS SAGRADOS

este punto no sé si el poder que alcazaron diferentes colecti-vos a lo largo de los milenios se debió a que en un momento determinado lograron sus objetivos, que no eran otros que obtener el beneficio que propiciaban estas reliquias.

Sí parece ser que la maldición, esa otra cara de la moneda de la que pocas veces se habla, se cebó, en ocasiones para bien, con quienes a su vez se cegaron víctimas de sus ambi-ciones, y no respetaron las reglas que marcaba la tradición. Porque la tradición también impone sus reglas.

EL MARTILLO DE WOTAN Los mitos nórdicos y germánicos son extraordinarios; igual que todos y cada uno de sus personajes. Por eso Hitler se arrimó a ellos para argumentar muchas de sus esperpénti-cas teorías sobre la raza aria y el concepto de superhombre. Y claro está que si en ese pasado legendario hubo un ario con

las características propias de un titán, ese fue Thor, el dios del trueno, el hijo aventajado de Odín, señor del Asgard y dios de dioses.

Pues bien, no voy a entrar en lo que refieren las sagas nórdicas o islandesas, que para el caso hablan de los mismos dioses con distinto nombre, pero sí diré que éstas eran tan complejas que el ya citado Heinrich Himmler se vio obligado a crear dentro de la Ahnenerbe diferentes departa-mentos encargados de interpretarlas, de analizar su folclore, de estudiar su lingüística y simbología, de determinar dónde se hallaban los enclaves fundamentales de la geografía sagrada en la que se podían encontrar los “juguetes” con los que esas divinidades se dedicaban a castigar a los enemi-gos… En total cuarenta y tres oficinas para tal fin, lo que nos demuestra el interés superlativo que tenían los nazis por dichas sagas, y por los objetos que en ellas aparecían, porque

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En el caso que nos ocupa, las crónicas no son capaces de explicarnos si nos encontra-mos ante cabezas de bronce, de otro mate-rial, o se trataba directamente de cabezas humanas que fueron recubiertas con algún tipo de metal. En lo que sí coinciden unos y otros es en ubicarlas en plena Edad Media y en que servían de oráculo que todo, o casi todo, adivinaban. Incluso en determinados textos, grimorios en su mayoría, se facili-taban los pasos a seguir para construir una de éstas y las instrucciones de funciona-miento. Lo interesante es que al parecer actuaban como una especie de contenedor, o más bien de prisión, para un espíritu que que-daba encadenado desde ese momento al

servicio del dueño de la cabeza. Son pocos los datos que hay de la mismas, pero sí se sabe que entre los siglos XII y XIV; grandes sabios se dieron a la construcción de dichas cabezas por peti-ción expresa de los monarcas de aquel tiempo, que al parecer querían tener cierta ventaja respecto a los monarcas de otros reinos, adivinando el futuro que les aguar-daba.Antes de continuar, conviene remarcar que también son llamadas “cabezas de Orfeo”, recordando que en los mitos clásicos este

personaje fue decapitado, y aún así no paró de parlotear y cantar hasta que fue reclui-do en una cueva en la isla de Lesbos, donde, dicho sea de paso, a partir de entonces se empezó a producir una peregri-

nación extraordinaria por parte de quienes acudían al nuevo orá-

culo para que éste les desvelase por dónde transcurriría su destino.

Al parecer, a Apolo, el Dios, ésto le molestó mucho, ya que de repente el suyo de Delfos se empezó a vaciar de parroquia-nos y optó por cerrar de un plumazo la cueva y el oráculo, que quedaron sepulta-dos para siempre.

LAS CABEZAS DE BRONCE

Sobre estas líneas Odín, señor del Asgard, padre de Thor, dueño y señor del Mjolnir, el martillo con el que venció a los gigantes y que fue buscado por los nazis hasta la extenuación.

estaban convencidos, no sólo de que dichos elementos eran reales, sino que además su poder también lo era. Y si hubo uno que despertó especialmente su interés, ese fue el Mjolnir, el martillo de Thor, tallado en las minas de los enanos durante décadas, y cuyo objetivo era vencer a los perversos gigantes.

Durante un tiempo se pensó que el Bastón de Mando, el Simihuinqui de los comechingones, en realidad era el objeto que llevaba el fornido dios consigo. Por eso se enviaron expe-diciones a Argentina, todo ello además tras entender que los textos de los maestros provenzales no eran epopeyas, sino auténticos tratados de historia. Como el Parsifal lo citaba, o al menos eso interpretaron los místicos de la Ahnenerbe, para allá que se fueron. Y es que en las citadas crónicas islan-

desas se hablaba de un martillo cuyo poder era devastador, pero también de un hacha y hasta de una especie de garrote. Lo sorprendente es que cada vez que lo lanzaba, éste re-gresaba a sus manos, al punto de que importaba bien poco lo lejos que el martillo-garrote-hacha-boomerang llegara, porque siempre volvía con su legítimo dueño, eso sí, después de haber dejado el entorno como un erial.

Pero ahí no queda la cosa. Cuando el dios del Trueno se desprendía del Mjolnir, éste volvía al rojo vivo y Thor se veía obligado a ponerse un guante de hierro para evitar que la mano se le abrasara. Era el Larngreiper, al que hay que unir, como elemento más de este kit divino, el Megingjörd, una especie de cinturón mágico que permitía al dios que la fuerza de su lanzamiento y por ende la del propio martillo,

se multiplicase repentinamente por dos. El martillo, ya en las sagas germánicas, que

eran las que importaban a los nazis porque en ellas buscaban legitimar su glorioso pasado, pertenecía a Wotan –Odín–; pero en ambas el Mjolnir sirvió para crear un amuleto

poderoso en el que todos creían. No en vano fue representado en los lugares más insospechados, como

pieza de ornamento pero sobre todo como el objeto de poder

que era y en el que se creía. Por eso fue un importante icono del paganismo nórdico y germánico; y fue buscado porque poseía la fuerza de los dioses. Ahora bien, si fue encontrado, eso ya es harina de otro costal.

EL ARCA DEL PACTOEn el año 2013, el medio noticiacristiana.com se hizo eco de esta noticia, a la que, dicho sea de paso, pocos prestaron atención: “En un extenso informe elaborado por el diario británico The Telegraph, el rabino Chaim Richman –uno de los más influyentes en la actualidad debido a su proyecto de reconstrucción del Tercer Templo–, reveló algunos de sus secretos. En una de las salas donde se almacenan las partes principales del nuevo Templo, descansa el Arca del Pacto o Arca de la Alianza. ‘¿Ésta no es la verdadera Arca perdida?’, dice el periodista. ‘Ella está oculta a un kilómetro de aquí, en cámaras subterráneas, cavadas, en los días de Salomón’.

Otros estudiosos creen que fue llevada a África. Una vieja reivindicación de los cristianos ortodoxos de Etiopía afirma

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Pero la historia de la cabeza parlante ya había empezado a caminar…Ya en el siglo XX, al parecer una casa de subastas de Viena puso a la venta una de éstas, procedente de Alemania y con una antigüedad estimada de siete siglos. Lo que no sabemos es si su nuevo dueño la activó con el objetivo de que hiciera las veces de oráculo. Para ello la tradición advierte que hay que verter la propia sangre sobre la cabeza, de tal forma que cuantas más veces la consultemos, más sangre le habremos de ofrecer. Y esa misma tradición avisa que no es el primero que ha sucumbido víctima de la eficacia que al parecer manifiestan las cabezas de bronce…

Las tres versiones que tenemos del Grial nos hablan de la copa de la Última Cena, la esmeralda de Lucifer, y la Sangre Real

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que han sido los guardianes del Arca durante siglos. Hasta hoy se encuentra en la ciudad de Aksum conocida como la Capilla de las Tablas de la Ley”.

De momento quedémonos con las declaraciones de este señor, que asegura que está perfectamente localizada, y puesta a buen recaudo, esperando a que las puertas del Tercer Templo se abran de nuevo…

¿QUÉ ES EL ARCA DE LA ALIANZA?He estado en Jerusalén en dos ocasiones. Y es una ciudad que conmueve. Con más de siete milenios de antigüedad, sus empedrados son el recuerdo de un tiempo que en realidad transcurrió dos metros bajo el nivel actual del suelo, y aún así rezuma esa historia que sólo en lugares como éste, único sin duda, se puede paladear.

Recorrí el laberinto de callejas, atravesando galerías bajo las viejas casas, pasando cada dos por tres por detectores de metales ante la atenta mirada de los militares israelíes. Mi objetivo era llegar al Muro de las Lamentaciones y una vez allí acceder al túnel de los Asmoneos, lo poquito que queda del Segundo Templo. Y aquí, da igual que se crea o no, da igual la religión que profeses; algo en el interior dice que no es un enclave normal. Porque sobre estas piedras desgas-tadas y cargadas de sufrimiento, se cimentaron las tres religiones monoteístas más importantes de todo el planeta: judaísmo, cristianismo, e islamismo. Algo tendrá el agua cuando la bendicen…

De aquí salieron los objetos sagrados cuando en el 70 d.C al emperador Tito le dio por llegar hasta tierras hieroso-lomitanas y no sólo mató, sino que además saqueó. Y tras aquel saqueo llevó consigo la mesa de los panes del templo –más conocida como Mesa de Salomón–, la Menorah –o candelabro de siete brazos–, y el Arca de la Alianza. Ahora bien, ¿quedó alguna prueba, algún vestigio de que las legiones romanas se llevaron dichos objetos? En ocasiones es importante leer la piedra, porque como ya he dicho en otras ocasiones, ésta no deja de ser un testamento a contemplar, donde el hombre del pasado dejó escrito algún que otro secreto… Por eso mi siguiente parada fue Roma. Allí, muy cerca del gran circo, se alza, como una puerta milenaria a través de la cual se accede a la ciudad antigua, el Arco de las Siete Luminarias. Y ya se sabe que el romano levantaba arcos para conmemorar sus triunfos. Pues bien, en éste, a media altura, se puede apreciar una caterva de alterados soldados que llevan, claramente, el candelabro judío y unos centímetros más adelante otros que portan un gran arcón. Éste es el arco que Tito ordenó levantar tras la conquista de Jerusalén, y éstos son los objetos que se llevaron del templo. Por tanto, si está representada el Arca de la Alianza allí, ha-brá que concluir que es porque el Arca de la Alianza existió… Y si aceptamos dicha propuesta, ¿cuál sería su función? De momento veamos lo que al respecto nos dicen las Sagradas Escrituras, concretamente en Éxodo 25, 10-22, porque ésta es palabra de Dios… “Haz un arca de madera de acacia, que

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Las cabezas de bronce actuaban de oráculo de adivinación cuando su legítimo dueño vertía su sangre sobre las mismas

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mida un metro y diez centímetros de largo, sesenta y cinco centímetros de ancho, y sesenta y cinco centímetros de alto. Recúbrela de oro puro por dentro y por fuera, y ponle un ribete de oro alrededor. Hazle también cuatro argollas de oro, y pónselas en las cuatro patas, dos de un lado y dos del otro. Haz también travesaños de madera de acacia, recúbre-los de oro, y pásalos a través de las argollas que están a los costados del arca, para que pueda ser levantada con ellos, y ya no vuelvas a quitarlos; déjalos ahí, en las argollas del arca, y coloca en el arca la ley que te voy a dar”.

El texto continúa detallando los elementos para su cons-trucción, pero con estas líneas es evidente que un objeto que ha sido construido siguiendo las instrucciones de Dios, que supuestamente poseía tal poder que su energía destruía ejér-citos, o que incluso era capaz de cambiar el curso de los ríos, no es un objeto cualquiera. Por eso son muchos los que han planteado, no sin ciertas licencias, que se trataría de algo así como una especie de arma nuclear del pasado.

Pero hay más: el físico Maurice Denis-Papin en 1948 dejó clara su idea de que se trataba de una especie de conden-sador “capaz de producir descargas de hasta 700 voltios”. Otros, como el siempre polémico suizo Erich von Däniken sugirió que se trataba de algo así como un sistema de radio que utilizó Moisés para contactar con la divinidad. Sea como fuere lo que está claro es que poseía materiales con-ductores, como el oro, y aislantes, como la madera de acacia.

Hecha esta apreciación, es evidente que Arca y Moisés van de la mano, configurando la reliquia más sagrada del pueblo

hebreo; y también más poderosa. Y es que éste era tan des-comunal, que sólo podía ser manipulada por los levís, que a su vez eran los encargados de manejar los efod, una suerte de “maquinas adivinatorias”.

Pues bien, asegura mi amigo el escritor José Ignacio Car-mona, que, si bien es cierto que en su interior se contenían las “Tablas de la Ley, maná, y el báculo de Aarón (…) algunas fuentes hablan de que lo que habría en el interior del Arca pudieran ser 2 meteoritos (…). De lo que no hay duda, es de que el Arca servía frecuentemente como oráculo y daba consejos cruciales para la supervivencia de los israelitas a la manera de las estatuas parlantes de los egipcios, y a tenor de las fuentes, muy posiblemente atendiendo a las antiguas técnicas rituales teúrgicas heredadas de éstos”.

Otra parte muy interesante de su relato es la que advierte de las precauciones que se debían tomar cuando el Arca estaba presente, “pues al parecer su proximidad provocaba ciertas enfermedades no aclaradas, llegándose a la muerte, como en el caso de los dos hijos de Aarón, Nadab y Abiú, a los que según las Escrituras, del Arca ‘saltó una llama que los devoró’. (…) Sorprendentemente algunas fuentes talmú-dicas describen el material del que estarían fabricadas las Tablas del interior del Arca, aludiendo a dos piedras trans-parentes y maleables pero parecidas al zafiro de seis palmos de largo por seis de ancho, lo que ha excitado la imaginación de que se tratara tal vez de una fuente de alimentación. (…) También se nos dice que de entre los dos querubines salían dos chispas que eran como ‘llamas abrasadoras’, que en

Bajo estas líneas, Wilhelm

Canaris, el jefe de los servicios

secretos alemanes que

orquestó la Operación

Trompetas de Jericó, que los llevó hasta

España en busca del Arca

de la Alianza. A la izquierda,

Himmler con Wewelsburg al

fondo.

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Böhuslan (Suecia): Herman Wirth, primer presidente y cofundador de la Ahnenerbe, muy influido por el mito de la Atlántida, creía que su primordial escritura había sido inventada por los atlantes, los primeros nórdicos. Así que se puso al frente de varias expedicio-nes para demostrar que en el norte de Europa se hallaba la cuna de los prime-ros arios. En 1935 viajó hasta la remota región de Bohuslän, en la costa sueca y en julio de 1936 se puso al frente de una expedición a Escandinavia.

Lhasa (Tíbet): Heinrich Himmler finan-ció la expedición del zoólogo Ernst Schäfer al Tíbet en 1938. Éste, junto al antropólogo Bruno Beger, llegaron hasta la ciudad sagrada de Lhasa. Recolectaron semillas y especímenes de animales para llevar a Berlín, realizaron mediciones craneales de los tibetanos para demostrar que la etnia ancestral de los buthia podía ser de origen ario, e incluso el geofísico Karl Wienert intentó demostrar la teoría del “Hielo Cósmico”, hasta que estalló la guerra en 1939 y regresaron.

Karelia (Finlandia): El aristócrata fin-landés Yrjö von Grönhagen, experto en el Kalevala, el poema épico finés basado en la tradición oral, viajó hasta la remota región de Karelia para estudiar los mitos y grabar a los sacerdotes y brujas paganos de la zona. Éstos aún recitaban conjuros mágicos para invocar a los espíritus y que les permitiesen adivinar acontecimientos futuros, curar enfermedades o proteger a las gentes de cualquier mal. Pretendía hallar también conexiones lingüísticas entre los fineses y los antiguos arios.

El Languedoc (Francia)

España (Montserrat)

Tiahuanaco (Bolivia)

Heinrich Himmler

Edmund Kiss

Otto Rahn

Tiahuanaco (Bolivia):Una de las expediciones nazis más singulares fue la que organizó el arqueólogo de las SS Edmund Kiss. Obsesionado por demostrar la “Teoría de la Cosmogonía Glacial”, de Hanns Hörbiger, pretendía viajar hasta Tiahuanaco (Bolivia), y al lago Titicaca, en la creencia de que Tiahuanaco había sido la capital de un imperio de origen atlante y paleoario.

España (Montserrat): Heinrich Himmler, líder de las SS y la Gestapo, viajó a España en octubre de 1940 en una visita oficial. Se sabe que preguntó por la Mesa de Salomón en Toledo y que antes de regresar a Berlín visitó la abadía de Montserrat buscando pistas del Grial, aunque el padre Andreu Ripol no le permitió acceder a la cripta y a la biblioteca del monasterio.

El Languedoc (Francia): Hasta el mediodía francés viajó el medievalista alemán y SS Otto Rahn, con el fin de encontrar pistas sobre el Santo Grial en la más célebre de las expediciones finan-ciadas por los nazis. Recaló en Montségur, bastión de los últimos cátaros y realizó investigaciones que le lleva-ron a escribir célebres obras como Cruzada contra el Grial.

Behistún (Irán): Segundo presidente de la Ahnenerbe, el orientalista alemán Walter Wüst, fascinado con la llama-da “Inscripción de Bekistún”, que se hallaba al oeste de Irán y narraba la biografía del rey Darío I, al que consideraba de origen ario, pretendía enviar una expedición para estudiar la estela, en una cornisa a 30 m de altura, y culminar su traducción gracias a una nueva tecnología.

Karelia (Finlandia)

Böhuslan (Suecia)

Lhasa (Tíbet)Behistún (Irán)

Walter Wüst

Yrjö von Grönhagen

Ernst Schäfer

Herman Wirth

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ocasiones quemaban y destruían algunos objetos cercanos, lo que ha llevado a pensar en un mecanismo galvanizador. El propio Arca era cubierta con una capa aislante consis-tente en dos capas de tela y una de cuero y cabe recordar que el oro con que se recubría es de por si un metal noble no reactivo químicamente y excepcionalmente denso”.

Así pues, si realmente tenía esas cualidades destructoras, no es extraño que dicho objeto fuera llevado al frente de batalla, al punto de que cuando al fin era ubicada en el lugar oportuno, el jefe de los ejércitos levíticos advertía a los suyos que mantuviesen una oportuna distancia de dos mil codos entre ellos, para evitar sufrir daños a consecuencia del Arca.

Así pues, sea máquina de guerra que destruía poderosos ejércitos, o medio para contactar con la divinidad, ya hay quien advierte que los Templarios la tuvieron, e incluso puede que desplegaran su poder, hasta que en su huida de Tierra Santa se la trajeron para Europa. Evidentemente un artefacto de estas características, de ser real, resultaba muy interesante.

Ahora sólo faltan los nazis…

OPERACIÓN “TROMPETAS DE JERICÓ”Si a estas alturas os digo que antes de que diera comienzo la Segunda Guerra Mundial, un destacamento perteneciente a la Sociedad Ahnenerbe, anduvo por Toledo, recopilan-do entre la comunidad judía de la ciudad imperial datos acerca de la localización del Arca del Alianza, y que dichas pistas los condujo hasta Madrid, concretamente al Museo Arqueológico de Madrid, donde estaban convencidos de que se hallaba oculta entre varias piezas egipcias, seguro que no os extraña.

La obsesión por el poder, el poder eterno, era tal, que se puede decir que la Studiengesellschaft für Geistesurges-chichte Deutsches Ahnenerbe, la misteriosa “Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana”, fue fundada en Berlín el 1 de enero de 1935,

precisamente para cuestiones como ésta. Tal y como refleja el investigador Pedro María Fernández en un interesante ar-tículo en “Misterio del Hombre y del Universo”, los objetivos de este colectivo eran “fundamentalmente tres: investigar el alcance territorial y el espíritu de la raza germánica, rescatar y restituir las tradiciones alemanas, y difundir la cultura tradicional alemana entre la población”. En suma, lograr los argumentos suficientes para concluir que la raza aria era única, y de este modo justificar la terrible limpieza étnica que estaban a punto de poner en marcha.

No mucho tiempo después comenzaron las expediciones arqueológicas con las que pretendían consolidar la teoría, y para ello marcharon a lugares recónditos de los Himala-ya –por los mismo sitios por lo que supuestamente anduvo Jesús– y por supuesto en Latinoamérica, en países como Brasil, y la Argentina del simihuinqui.

Ahora bien, conviene recordar, tal y como asegura Fer-nández, que “Ahnenerbe no nació de la nada, sino que basó su estructura y la mayoría de sus ideas en una organización conocida como la Sociedad Thule. Este grupo, que estuvo

Sobre estas líneas, la iglesia de

Santa María de Aksum, en Etiopía,

donde según los creyentes del país

se custodia el Arca de la Alianza, que es sacada en procesión

cada 17 de enero.

La esmeralda de Lucifer: Otto Rahn, oficial nazi, estuvo buscando en Montségur, en el corazón del país cátaro francés, la esmeralda –sig-runa– que supuestamente se desprendió de la frente de Lucifer en su descenso a los infiernos, convencido de que ésta era la versión real del Santo Grial. La sangre real: Qué decir de Rénnes-le-Château… Es tanta la historia más o menos acertada que

se ha escrito de este enclave que no me voy a extender demasiado. Sí conviene recordar que en este pequeño pueblo del sur de Francia muchos han buscado las supuestas genealogías de la familia de Cristo. En este caso lo importante sería el contenido metafórico de la copa: la sangre real y sagrada, cuyos descendientes aparecerían en unos polémicos manuscritos. La copa de la Cena: Dejando metáforas a un lado, la versión de la copa ha sido la más buscada,

especialmente desde que tiene una importancia capital en las sagas artúricas medievales. En España tenemos dos: una “aceptada” por la Iglesia en Valencia; otra “aceptada” por los historiadores medie-valistas en León.

LOS TRES GRIALES

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operativo desde la primera década del siglo XX hasta la creación de la Ahnenerbe, destacó porque contaba con un líder que se autodenominaba el precursor del anticristo.

Para entrar se debía facilitar una fotografía que el Gran Maestre examinaba para descubrir en los rasgos antro-pométricos huellas de sangre extranjera. Asimismo, tenían que jurar pureza de sangre hasta la tercera generación”.

Pues bien, entre dichas operaciones orquestadas por los secuaces de Himmler y por tanto, por los miembros de Ahnenerbe, se encuentra una enigmática “Operación Trompetas de Jericó”. Y digo enigmática porque son muy pocas las referencias que se encuentran al respecto. Según éstas el objetivo no era otro que encontrar el Arca. Evidente-mente si había servido para que el pueblo israelí mantuviese el poder sobre la Tierra Prometida, a Hitler y a quienes le acompañaban en su locura, un arma así venía muy bien. La cuestión es que por esas mismas fechas liberaron a un sabio cabalista judío –y a su familia– de una muerte segura en Austwitz, que al parecer fue puesto a disposición del oficial Otto von Kessler. Lo verdaderamente interesante es que hay documentos que parecen certificar, tal y como asegura Pablo Jiménez en su trabajo La estrategia de Hitler, que dicho personaje no sólo aceptó, a sabiendas de que en ello le iba la vida, sino que además anduvo por España acompañado de varios oficiales de las SS, buscando una de las claves: el “nombre secreto de Dios”, que era necesario para que, de en-contrar el Arca, ésta finalmente se activase. Y estuvieron en España, concretamente en Toledo, porque al parecer dicho conocimiento lo guardaron los judíos de esta ciudad durante

generaciones. Un detalle más: dicho nombre se encontraba grabado sobre otro de los objetos sagrados del Templo de Sa-lomón: la Mesa de los Panes. Así que, como vemos, estaban todos interconectados.

Pues bien, como comenté líneas atrás, dicha pista los llevó al Museo Arqueológico Nacional de Madrid, donde el al-mirante Wilhelm Canaris, jefe por entonces de los servicios secretos alemanes –el Abwerh–, estuvo buscando algo en las salas donde se encontraban las piezas procedentes de Egipto.

Hay que decir que dichas visitas –realmente fueron dos– se produjeron, ya que quedaron registradas en los informes redactados posteriormente por los agentes del SIM –“Ser-vicio de Inteligencia Militar” español– que lo acompañaron durante su estancia en España. Cuenta mi amigo el escritor José Lesta en su libro El esoterismo nazi, que “Canaris abrió una vieja carpeta de cuero y pidió una serie de piezas traídas en 1871 desde Egipto por la fragata española Arapiles. Se llamó a un fotógrafo y las piezas desaparecieron del museo.

Curiosamente, semanas más tarde comenzaron las excavaciones en busca del Arca de la Alianza en Egipto. Al frente de las mismas estaba Herbert Braum, un arqueólogo de la Ahnenerbe. Era el año 1938, la guerra estaba a punto de comenzar, y es justo ahí que perdemos el rastro de esta inquietante información”.

LAS PIEDRAS GUARINGASSi has visto Indiana Jones y el templo maldito, ya sabes de qué estoy hablando. Hay una escena en la que Jones ascien-de a duras penas por una liana –que es lo que ha quedado de

Sobre estas líneas, el

Muro de las Lamentaciones,

lo que queda del Segundo Templo arrasado por Tito

en el 70 d.C., de donde se llevó

objetos sagrados como la Menorah

(Izquierda).

Cada año es sacada en procesión el Arca de la Alianza y cada iglesia de Etiopía tiene su pequeña réplica, recordando que para ellos el objeto sagrado está allí

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un puente colgante– mientras al otro lado varios sacerdo-tes de una vieja religión muy mal encarados no paran de lanzarle flechas. En ese instante la bolsa que cuelga de su hombro se abre y caen al vacío varias piedras con forma de habichuela gigante. Pues bien, son piedras guaringas, obje-tos de poder que se utilizan en América como “arma” que los chamanes tienen para llevar a cabo sus magias.

Y si hay un lugar en el que éstas cobran aún mayor impor-tancia ese es la localidad peruana de Salas, ciudad de fronte-ra que se debate entre las llanuras desérticas de la costa y la exuberante vegetación de la ceja de selva. Es un punto cono-cido en toda la geografía sagrada de este continente, porque allí no sólo se encuentra el mayor número de chamanes por metro cuadrado, sino que además son poderosos y efectivos. No en vano no es difícil oír en voz de sus habitantes que aquí era habitual ver a personajes famosos como el ex presidente Fujimori con su chamán particular, un anciano que seguía la tradición de los grandes hombres de poder.

Pues bien, en 1613, el cronista indígena Juan Santa Cruz Pachacuti Yanqui escribía en su obra Relación de anti-güedades deste reyno del Pirú, que se habían hallado unas extrañas piedras grabadas, a las que los nativos atribuían cualidades mágicas. Éstas eran desenterradas en las inme-diaciones de la localidad de Chimchayunga, especialmente de las tumbas de los antiguos que eran destrozadas por los huaqueros. Éstos sabían del poder de las piedras, pero igualmente las temían, así que como no eran de oro ni de otro material precioso, aprovechaban el valor que le daban otros para venderlas baratas y así quitárselas de encima. También en 1626, el jesuita fray Pedro Simón relataba en Noticias historiables la existencia de unas piedras singulares que presentaban motivos diversos, que él y los miembros de su congregación identificaron como una revelación de que el Señor había estado recorriendo estos mismos pagos antes de la llegada de los españoles, por lo que su labor evangelizado-

ra estaba yendo por los senderos correctos. Es una inter-pretación torticera de dichas piedras, pero no deja de ser la reacción de toda religión ante el objeto sagrado de una muy diferente: se adapta a las creencias propias y se lo convierte en una reliquia más.

Ya en el siglo XX, el periodista Herman Buse hablaba de su presencia en Introducción a Perú, donde además aporta-ba un dato novedoso: en el año 1961 el río Ica se desbordó, parte del cauce se secó y salieron a la luz restos de enterra-mientos; cerámicas y piedras de diversos tamaños grabadas en el pasado por artistas anónimos; pasado además remoto, porque nadie se aventuraba a interpretar el tiempo que permanecieron bajo las aguas, cubiertas de lodo.

Por tanto no hay duda de que existen. Yo mismo he estado en rituales en las que estaban presentes, como parte de esas armas que utiliza el chamán para abrir el puente que une lo visible con lo invisible. Y puedo dar fe de que, más allá de la sugestión, la sensación que me llevé es que funcionan…

ESPADAS QUE MARCARON SU TIEMPOEn ellas también parecía contenerse el poder de los maestros herreros del pasado. Y ese extremo es algo que los primeros que creyeron en él fueron quienes las enarbolaron en el frente de la batalla. Baste decir que Atila estaba convencido de que su éxito en la guerra –porque lo cierto es que ganó unas cuantas– derivaba del poder que poseía su espada, que había pertenecido ni más ni menos que al dios Marte. El en-cuentro con ella fue algo más prosaico, porque al parecer se la llevó un pastor que previamente había visto como una de sus ovejas se cortaba con la misma mientras pastaba por el campo. Al buen hombre le debió de parecer tan bonita que decidió llevársela al huno, que rápidamente fue asesorado por sus profetas, quienes no dudaron a la hora de confirmar-le que se trataba de una señal procedente de los dioses y que mediante dicha arma lograría muchas conquistas.

Sobre estas líneas, Himmler durante su visita a España, contemplando la Dama de Elche en el Arqueológico Nacional. Abajo, piedras guaringas utilizadas por los chamanes, dado el poder que atesoran.

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> PARA SABER MÁSEn el libro de Lorenzo Fernández Bueno Templarios, nazis y objetos sagrados, recientemente editado por Luciérnaga, encontrarás mucha más información.

Otra de esas espadas que trajeron de cabeza a Hitler y los suyos fue la del emperador de Sacro Imperio Romano Germánico Federico I Barbarroja. Y es éste un ejemplo muy palpable de la locura que afectó a los líderes nazis, a la hora de mezclar elementos de la mitología, con la historia real.

Esa misma historia nos cuenta que en el siglo XII, el emperador alemán marchó a los Santos Lugares en la tercera de las cruzadas, acompañado de Felipe II de Francia y Ricardo I de Inglaterra, para de una vez por todas expulsar a Saladino y los suyos de Jerusalén. El hombre debía de ir muy dispuesto a lomos de su caballo, pero el destino quiso que al cruzar el río Selaph, en Anatolia y en el mes de junio de 1190, se cayera de su caballo y se ahogó. Seguramente la armadura que llevaba pesaba lo suyo, pero también es probable que los setenta años que ya tenía por entonces no ayudaran demasiado a que el monarca se levantara entre las bravas aguas del Selaph.

Hasta aquí la historia oficial. Y puesto que no se sabe dón-de fue a parar el cuerpo, la leyenda nos dice que su espíritu permanece en el interior de una estatua de piedra, dentro a su vez de una cueva en las montañas de Turingia. Al parecer, su seña de identidad, la poblada barba roja, no ha dejado de crecer. Pues bien, el emperador de piedra permanece senta-do, con su espada bien ceñida al cinturón y enfrente de una mesa, aguardando a que al fin llegue ese superhombre que merezca enarbolar la citada espada, y comande los designios de la nación alemana hasta auparla al lugar que se merece.

Os suena, ¿verdad? Pues a Hitler esta historia hizo que los ojos se le abrieran haciendo chiribitas, porque era evidente, o al menos así lo creyó, que el superhombre al que hacía refe-rencia la tradición no era otro que él. Por tanto le hacía falta localizar la cueva de Turingia y con ella la espada poderosa, para guiar al pueblo alemán.

Ahora bien, si hay una espada que surge de entre las bru-mas de la leyenda, esa es la más célebre de todas: Excálibur, la espada del rey Arturo. La cuestión es que al parecer nunca existió. O al menos no cómo pensamos. De ella decía mi amigo el escritor Jesús Callejo que “fue forjada en Avalon y que descansa junto con el rey aguardando el día de su regreso. ¿Pero todo es fruto de la fantasía de unos poetas medievales? No del todo. En el corazón de la Toscana, a unos 40 kilómetros de Siena, se encuentra sobre la colina de Montesiepi una pequeña capilla en forma circular en cuyo interior se custodia una de las reliquias más fascinantes de toda Italia: la espada de san Galgano. El caballero Galgano Guidotto existió y, en una crisis de fe, alzó su espada e inten-tó clavarla en la roca para mostrar cómo la hoja se rompía. En vez de eso, la espada se incrustó hasta casi la empuñadu-ra, fundiéndose en la roca.

Él se hizo santo y la espada se convirtió en un objeto de peregrinación y allí sigue, clavada en la piedra desde 1180 y casi con total seguridad dio origen a la posterior leyenda de Excálibur”.

Ahí queda eso.

Cuentan que un judío cabalista descendiente de sefardíes fue llevado a Toledo, y una vez allí anduvo buscando la Mesa de Salomón; en sus patas estaba el nombre de Dios que activaba el poder del Arca

OVNIS

TEXTO Josep Guijarro

DURANTE CUATRO LARGOS MESES, 13 DE LAS 19 CENTRALES NUCLEARES FRANCESAS HAN SIDO ESCENARIO DE EXTRAÑOS VUELOS DE “NO IDENTIFICADOS”. LAS AUTORIDADES HABLAN DE AVIONES NO TRIPULADOS PERO, A PESAR DE LA INVESTIGACIÓN OFICIAL Y DE UNA COMISIÓN PARLAMENTARIA, SIGUEN SIN PRODUCIRSE DETENCIONES. ¿Y SI FUERAN OVNIS?

¿Qué sobrevuela las centrales nucleares?

El pasado 25 de junio, la Corte Administrativa Federal de Alemania puso fin a un

litigio de varios años relativo a la des-clasificación de documentos secretos sobre OVNIs. De acuerdo con la sentencia, a partir de ahora, cualquier persona podrá acceder a la llamada Acta de OVNIs del Bundestag, un informe de 20 páginas que podría arrojar algo de luz –entre otros– al incidente que tuvo lugar a principios de año en Bremen, ciudad del norte de Alemania, cuando varios vuelos tuvieron que ser cancelados y el tráfico aéreo del aeropuerto desviado ante la presencia de un extraño objeto no identificado que fue captado por los radares.

La versión oficial de este inci-dente –resuelto por las autoridades en menos de 48 horas– atribuyó el suceso a un dron, la nueva moda en explicaciones a la presencia OVNI, a pesar de que no se produjo detención alguna. Y digo detención porque, ¿quién diablos puede permitirse el lujo de hacer volar un dron a una al-tura que pone en riesgo la integridad del tráfico aéreo sin consecuencias civiles o penales?

¿QUÉ ES UN DRON?Los drones son aeronaves que vuelan sin tripulación. Pueden ser teledirigi-dos desde el suelo o computarizados y guiados por software y GPS hasta su destino. Técnicamente, los drones

OVNIS

de uso civil se conocen como VANT –“vehículo aéreo no tripulado”– mien-tras que los empleados por el ejército reciben el nombre de UCAV, siglas en inglés de “vehículo aéreo de com-bate no tripulado”. Las diferencias entre unos y otros son notables. Los primeros suelen disponer de rotores para poder permanecer estáticos y así obtener fotografías, imágenes de vídeo, o transportar pequeños paque-tes, mientras que los militares tienen mayor envergadura y, normalmente, poseen forma de avión, lo que les permite planear.

Como vehículo aéreo, los drones pueden tener diferentes formas según su uso; bien tipo avión, tipo helicóp-tero, o incluso formas más curiosas, aunque todos deben cumplir con la normativa aeronáutica, especial-mente en lo relativo a las luces de navegación. También los precios son diferentes, desde los 60 euros de los más sencillos a los millones de dólares del material militar más sofisticado.

Por tanto, la primera conclusión, es que un dron que pueda volar por encima de los 200 metros de altura y con suficiente envergadura para poder ser registrado por los radares, no está al alcance de ningún bromista que quiera grabar un vídeo para ser subido a YouTube. En consecuencia, ¿qué interés podrían tener los milita-res –si es que fueron ellos– en hacer volar un dron en los alrededores de un aeropuerto civil y a 300 metros de la vertical del Weserstadion, el campo de fútbol del Werder Bremen? No me negarás que es raro, raro.

Más extraño aún es constatar cómo, a pesar de las tres horas que duró la observación del “OVNI” de Bremen, las únicas imágenes que han trascendido del misterioso objeto corresponden, en realidad, a un avistamiento registrado en Kansas (EEUU) en diciembre de 2012, como si una interesada cortina de humo planeara sobre el asunto.

Parece que la “hipótesis dron” tiene por objeto hacer desaparecer de escena a los “tradicionales” OVNIs y, lo que es peor, los ufólogos han

comulgado con las explicaciones oficiales a pesar de atentar contra el sentido común. No cabe duda de que el escepticismo de los últimos tiempos ha medrado entre los investigadores.

ALERTA MÁXIMAUna oleada “drovni” sin precedentes tuvo lugar también en Francia a fina-les de 2014 y principios de 2015. En apenas cuatro meses, dos tercios de las 19 plantas nucleares francesas fue-ron sobrevoladas una o varias veces por misteriosos objetos no identifica-dos. A falta de una explicación más convincente, la prensa dio por buena la tesis oficial que, de nuevo, hablaba de drones.

También la armada francesa fue “espiada” por estos “objetos no tripulados”. Durante la noche del 26

y 27 de enero, en la base militar de Île Longue, radicada en el puerto de Brest, donde fondean cuatro sub-marinos nucleares, fue reportada la presencia de uno de estos misteriosos objetos que puso en estado de alerta a los militares. La justicia abrió enton-ces –diligentemente– una investiga-ción por “vuelo de aeronave en zona prohibida”, un delito que puede ser castigado hasta con un año de prisión y 75.000 € de multa pero, a pesar del despliegue de medios, policía militar, recursos y equipo de respuesta de la Gendarmería de los Transportes Aéreos (GTA) no se han producido detenciones hasta la fecha.

Y todo esto en un escenario amena-zado por el terrorismo. Recordemos que, en octubre de 2014, el Estado Islámico lanzó una campaña masiva

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Bajo esta líneas un dron militar, cuya enverga-dura y forma es completamente diferente a los que –en la otra página– estamos acostumbrados a ver.

para reclutar lobos solitarios en Fran-cia. Después vendrían los “drovnis” y, poco después, tendrían lugar los atentados contra el semanario Charlie Hebdo y el supermercado kósher; posteriormente, en junio de 2015 un hombre moriría a manos de un yiha-dista en Isère, cerca de Lyon.

¿Podrían los terroristas disponer de drones para realizar observacio-nes frente a futuros objetivos? No es una cuestión baladí. De hecho, sólo una semana después de los terribles atentados que golpearon París, un

“dron” sobrevoló el Palacio del Elíseo “durante algunos segundos”. La simultaneidad en una vasta extensión de territorio supone una organización y logística impecable que no está al alcance de bromistas o drones equi-pados comercialmente.

Las autoridades estiman que no se trata de simples aficionados, ya que los vuelos nocturnos requieren cierto grado de especialización. No evocan abiertamente la pista terrorista, aun-que tampoco la descartan. Algunos apuntan a militantes ecologistas, que

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En los últimos tiempos son muchos los testigos que aseguran haber visto extraños “no identificados” sobrevolando varias centrales nucleares

A la izquierda, reactor de

una central nuclear francesa sobre la que han

sobrevolado dichos objetos

no identificados. Incluso varios directores de estos centros

han salido a los medios pidiendo

explicaciones.

en el pasado han sobrevolado centra-les nucleares. Hay que hacer notar, en este sentido, que Greenpeace ha desmentido cualquier participación en estos acontecimientos. El misterio continúa.

COMISIÓN PARLAMENTARIALa oleada ha motivado una comisión parlamentaria para analizar los he-chos. El secretario general de Defensa y Seguridad Nacional, Louis Gautier, declaró ante los diputados que “nues-tros medios de vigilancia aérea y la cobertura de nuestro sistema de radar no permiten detectar con facilidad este tipo de artefactos a causa de la altitud de los vuelos y de la debilidad de su ‘firma’”.

La “firma”, es decir, el calor y el ruido producidos por estos peque-ños artefactos, es muy débil para ser localizada con los radares actuales, por lo que la Agencia Nacional de Investigación lleva a cabo un proyecto tecnológico dotado de un millón de euros para poder detectar y neutrali-zar estos aparatos furtivos.

Pero debemos preguntarnos, ade-más, ¿cuál es el propósito? Volar un avión no tripulado sobre una central

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eléctrica para filmar las instalaciones es, aparte de temerario, poco útil, ya que Google Earth dispone de mejores imágenes que proporcionan informa-ción útil sobre la configuración física de la central, ¿no?

Llaman la atención, en este sentido, las declaraciones efectuadas el 20 de enero por Pascal Pezzani, director de la planta de energía nuclear del Blayais, una de las 13 afectadas: “Aquí drones no hemos visto –dijo a los periodistas–. Vimos un OVNI y no hubo ningún impacto en la seguridad de nuestra planta. Nuestra posición es clara: si algo sobrevuela la planta, informamos sobre ello”.

Curioso que quien pone los puntos sobre las íes sea el director de una planta nuclear y no los ufólogos. Sor-prende, además, que siendo Francia uno de los pocos países del mundo que dispone de un organismo estatal para el estudio del fenómeno OVNI, el GEIPAN –“Grupo de Estudios e Información sobre fenómenos Aeroespaciales no identificados”– dependiente del CNES –“Centro Nacional de Estudios del Espacio”–, en Toulouse, no haya intervenido en el asunto. La razón, según expli-can, es que el tema depende de los

a las que tradicionalmente han sido descritas en los informes OVNI.

No es la primera vez, además, que estos objetos misteriosos se manifies-tan en los alrededores de centrales nucleares y silos de misiles. El 26 de abril 1986, los técnicos de la central nuclear de Chernóbil informaron haber observado una esfera de fuego, de color similar al latón, a unos 300 metros de distancia del reactor nú-mero 4, unas tres horas después de la principal explosión. También la base aérea Warren en Wyoming, EEUU, perdió el control de 50 misiles nuclea-res intercontinentales en octubre de 2010, coincidiendo con el avistamien-to de varias luces no identificadas. La presencia de estos objetos fue relacionada por los investigadores de la MUFON con un posterior apagón de una hora de duración.

El asunto no puede ser más inquie-tante. Si se descartan las hipótesis convencionales, una tecnología frente a la que no podemos hacer nada puede estar espiando y controlando nuestras fuentes de energía más sensibles. Urge, pues, un protocolo, medios para identificar estos objetos y determinar si pueden o no constituir un peligro para los ciudadanos.

gendarmes y la EDF –“Electricidad de Francia”–, que hablaron siempre de aviones no tripulados.

VOLVIÓ A OCURRIRApenas un mes después de los inci-dentes en las centrales nucleares de Francia, habrían tenido lugar otros cinco nuevos avistamientos sobre París en dos noches consecutivas. Pequeños ingenios –¿teledirigidos?– fueron observados a lo largo del río Sena, alrededor de los Invalides, de la Torre Eiffel o en Saint-Cloud –suroes-te de París– y Clignancourt –norte–, según fuentes de la gendarmería.

Paradójicamente no han trans-cendido imágenes de estos objetos, a pesar de volar zonas densamente po-bladas. ¿No resulta increíble que na-die captara con la cámara de su móvil una imagen? ¿Es que no hay rastro de radar, no hay anomalías captadas por una cámara de vigilancia?

Los testigos –que sí los hay– hablan de tamaños que oscilan entre los 2 y los 7,5 m de envergadura, que vuelan en silencio –los drones civiles, por cierto, producen ruido por la hélice–, que se mueven a baja velocidad y son capaces de girar sobre sí mismos. Maniobras, por cierto, muy parecidas

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AbcPruebas militares: Recientemente los medios se han hecho eco de los documentos desclasificados por el gobierno de los EEUU, donde se hace referencia a las pruebas con armamento secre-to en el Área 51, que fue encubierto a conciencia tras la máscara de los OVNIs.

Paul Bennewitz: Este ingeniero norteamericano fue víctima de un montaje aterrador, del que supimos tras su muerte en 2003. Durante décadas pensó estar recibiendo mensajes de extraterrestres, a los que además “veía” en sus naves. Bennewitz fue testigo, sí, pero de las prue-bas que estaban realizando los militares en Dulce (Nuevo México), y para desacreditarlo le hicieron creer, mensajes incluidos, que estaba contactan-do con una civi-lización de otro planeta.

La hipótesis de que se trate de drones ha sido esbozada hasta la saciedad por los sectores más críticos

arenysam / Shutterstock.com

OVNIS

TEXTO David Mulé Rebecchi

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS HAN SIDO CARGADOS EN INTERNET MILES DE VÍDEOS SOBRE OVNIS. ESTAS “PRUEBAS” DE SU PRESENCIA, SE DILUYEN ENTRE FRAUDES, CAMPAÑAS PUBLICITARIAS, Y BROMAS. ¿CÓMO SEPARAR EL GRANO DE LA PAJA?

NOESOVNITODO LO QUE RELUCE

TEXTO Josep Guijarro

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P rueba tú mismo. Teclea “OVNI” en YouTube y la búsqueda arrojará no menos

de medio millón de resultados. Más de 500.000 vídeos que tratan de “convencernos” de la realidad de la presencia extraterrestre en la Tierra. Poca broma.

Pero, hasta no hace tanto tiempo, las evidencias gráficas escaseaban. Los ufólogos disponían de imágenes desenfocadas y películas de dudosa credibilidad. ¿Qué ha cambiado entonces?

La irrupción en el mercado, primero de las cámaras digitales y después, de los smartphones, saturó la red de fotografías y vídeos a los que los investigadores no pueden dar respuesta. Y no pueden, básicamente, por su volumen.

Resulta paradójico. Antes por la ca-lidad, ahora por la cantidad, la aproxi-mación desapasionada a los vídeos de la Red resulta decepcionante. ¿Cómo distinguir el grano de la paja?

Decía Antonio Ribera que los investigadores no estudian OVNIs sino informes sobre OVNIs. Y no le faltaba razón al decano de los ufólo-gos españoles. La primera cuestión a tener en cuenta, pues, es saber quién está detrás del vídeo o fotografía en cuestión. No hay caso sin testigos. Una filmación es una prueba de cargo para soportar un testimonio y no una evidencia o un fenómeno en sí mismo. Éste es nuestro primer y más importante consejo.

LAS DIAPOSITIVAS DE UN ¿EXTRATERRESTRE?Ha quedado patente recientemente en México con la presentación multitu-dinaria de dos diapositivas desenfo-cadas que mostraban a un presunto alienígena. El promotor de este evento, Jaime Maussan, reunió en Distrito Federal a un amplio elenco de investigadores que tratarían de probar que el ser que mostraban dos viejas fotografías halladas en 1998 en una casa de Arizona, pertenecían a uno de los seres estrellados en Roswell,

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El “OVNI” perseguido por un caza del ejército español en aguas gallegas se convirtió en viral; la campaña publicitaria de una importante compañía fue muy efectiva

* ASÍ SE RODÓ EL OVNI GALLEGO

Nuevo México, en 1947. Pero no había caso. No había testigos. No había nada que permitiera relacionar las dos borrosas imágenes con Roswell salvo en la imaginación de su descubri-dor, Thomas J. Carey… Y sucedió lo inevitable.

Varios detalles de las imágenes permitieron identificar al “alienígena”, que resultó ser, no un astronauta de Z Retículi, sino la momia de un niño de la tribu anasazi expuesta, a finales de los cuarenta, en el museo Chapin de Mesa Verde.

Queda por saber si quienes promo-vieron la naturaleza extraterrestre de este ser actuaron de buena o mala fe. La discreción con la que filtraron la información a la opinión pública no buscaba, desde luego, la verdad sino crear expectación para vender entra-das para el evento de presentación… que era de pago.

Ya vivimos una estrategia similar en los noventa cuando Ray Santilli hizo lo mismo para vender a las televisiones de medio mundo otra fil-

mación que mostraba la autopsia –o muñecopsia– a uno de los supuestos extraterrestres estrellados en Roswell.

En ambos casos el móvil que se dibuja es de tipo lucrativo, pero, ¿qué ocurre con los vídeos de YouTube? ¿Qué finalidad persiguen?

LA VIRALIDAD DE INTERNETLas redes sociales han cambiado nuestra forma de relacionarnos y tam-bién el modo en que nos informamos. El misterio en general y los OVNIs en particular, resultan tremendamente atractivos para los publicistas por su viralidad.

En 2009, una conocida plataforma web, divulgó a través de la red una filmación obtenida por unos pesca-dores de O Grove, en Galicia, donde un extraño artefacto era derribado en alta mar por varios cazas del ejército español. El vídeo, en realidad, forma-ba parte de una campaña publicitaria que se extendió como la pólvora por la red. Sus creativos querían homenajear de este modo a Orson Welles, que fue el primero en poner en práctica estas técnicas de engaño colectivo con su Guerra de los mundos para captar la atención del público. Y lo consiguie-ron. El vídeo dio el salto a los infor-mativos de televisión, a los periódicos y abrió un debate entre los propios investigadores. Objetivo conseguido.

Pero las campañas publicitarias tienen fecha de caducidad y por lo general, las empresas presumen de sus resultados para “enganchar” nuevos clientes y en la Red hay miles de vídeos, algunos espectaculares, que siguen sin respuesta. ¿Quién los realiza y por qué? ¿Puede tratarse de un experimento sociológico? ¿Tal vez un arma de desinformación masiva?

GET THE WHOLE STORYO lo que es lo mismo… “conocer toda la historia”. Con ese lema se promo-cionó antes de los atentados del 11-S el canal de televisión SyFy mediante una campaña viral relacionada con los OVNIs en el WTC de Nueva York. Una periodista –obviamente

una actriz– se halla a bordo de un helicóptero cuando divisa detrás de las torres gemelas un OVNI que se aproxima hacia la aeronave y después, desaparece a gran velocidad dejando tras de sí una estela. El clip emplea una premisa clásica de los fake, la de mantener el mínimo foco posible sobre el misterioso objeto. El efecto es prodigioso. Pero, ¿alguien más vio el fenómeno? No. ¿Crees que un OVNI puede sobrevolar el centro de Nueva York en pleno día sin ser observado por cientos de transeúntes? Atenta contra el sentido común.

Más controvertidos son los vídeos que muestran a un presunto OVNI sobre la Cúpula de la Roca, en el Monte del Templo de Jerusalén. Fueron obtenidos alrededor de la una de la madrugada del 28 de enero de 2011, cuando varios testigos de diferentes nacionalidades filmaron con sus teléfonos móviles, desde hasta tres localizaciones diferentes, una luz de pequeño tamaño suspendida sobre este lugar sagrado cuando, repenti-namente, se situó a pocos metros de la Cúpula de la Roca, permaneció ahí unos segundos –parpadeando sobre el edificio– y desapareció. Lo que llama la atención es que, a pesar de tratarse de un lugar concurrido, nadie informara a los medios de comunicación, ni a la policía. Que ninguno de los soldados israelíes que hacen guardia en el acceso al Muro de las Lamentaciones fuera testigo del acontecimiento y que ninguna de las livecam que monitorean este lugar sagrado percibiera la presencia de ningún OVNI. Algo olía mal. Huele peor cuando constatamos que todos los vídeos fueron subidos a YouTube por la misma persona: Eligael Ge-dalyovich. Si hubieras obtenido uno de los registros más sorprendentes del mundo, ¿por qué difundirlo en Internet de forma anónima en lugar de someterlo a un análisis profesional, o incluso ganar dinero vendiéndolo a una televisión? Sospechoso.

El análisis profesional demostró que el escenario era, en realidad, una

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Si escaneas estos códigos, podrás acceder a impactantes

vídeos tomados como auténticos por algunos in-vestigadores;

pero al final, se demostró

su naturaleza fraudulenta. Aún

así, merece la pena verlos.

descubre

Un caza persigue un objeto, la tripulación del barco no da crédito… La grabación era espectacular; tanto, que despertó recelos

entre los investigadores de estos temas, que finalmente revelaron qué había detrás.

OVNIS

fotografía fija sacada de wikimedia.org –llama la atención la ventana con la luz abierta de la parte inferior en el segundo 27– y que el objeto era un CGI –Computer Generated Image–, una imagen generada por ordenador. Lo que no está claro es el propósi-to del engaño, aunque los casi dos millones y medio de reproducciones pueden generar algún dinerillo en publicidad, ¿no?

UTILICEMOS EL SENTIDO COMÚNYa casi nadie utiliza maquetas e hilos. Por eso, el tratamiento digital de los vídeos dificulta sobremanera la tarea de los especialistas. La integración de

After Effects y Photoshop con aplica-ciones 3D hace que las posibilidades creativas sean prácticamente infini-tas, y lo que es más importante, con muy pocos medios. Sólo hace falta tiempo y talento. Casi veinte millones de visualizaciones tiene el vídeo origi-nal aliens in México, aunque también aparece como OVNIs Haiti u OVNIs Hawaii. Es una película sin testigos, sin historia, pero verdaderamente espectacular. Hoy sabemos que este clip fue creado por un especialista francés en animación 3D como parte de un experimento sociológico. Un análisis profesional detecta que se han clonado palmeras en la escena para dar mayor credibilidad a las máqui-nas que sobrevuelan a la persona que supuestamente está tomando las imágenes. Pocos recursos y mucha creatividad.

Otro vídeo similar muestra un OVNI destruyendo un campo talibán durante la guerra de Afganistán. ¿De veras crees que una filmación de estas características obtenida por el ejército estaría en la Red sin que la opinión pública mundial pidiera explicacio-nes? Debemos emplear el sentido común.

OBJETOS INIDENTIFICABLESMás difíciles de detectar son aquellas

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DÉCALOGO PARA DETECTAR FAKES1. Espíritu crítico. Creer en OVNIs no sig-nifica que todo lo que brilla en el cielo sea extraterrestre.2. Desconfía del anonimato. Si alguien ha tenido una experiencia, ¿qué sentido tiene subir un vídeo a la Red y no ofrecer datos o informaciones relevantes que convenzan al propio testigo de la realidad de su aventura? 3. Utiliza el sentido común. Junto a vídeos de gran calidad hay otros que saltan a la legua que son fraudes. Descártalos de inmediato.4. Observa de cerca. Utiliza el zoom. Aproxímate a la imagen y observa los bor-des para saber si se trata de un modelo que se mueve mediante cables o plataformas.5. Escucha. No es fácil ser actor. Los comentarios en vivo que se perciben en la grabación pueden delatar el fraude.6. Los detalles son importantes. La profundidad de campo suele delatar al OVNI real del creado por ordenador. Busca som-bras, reflejos, e incluso, si hay duplicados en el fondo.7. Utiliza la lógica inversa. Si sabes cómo realizar vídeos falsos será más fácil detec-tarlos.8. Busca en Internet, considera si el objeto te recuerda a algo. En ocasiones, los falsificadores emplean modelos de películas u objetos convencionales. Entra en foros de debate; conocer las dos caras de la moneda ayudará a formarte una opinión.9. Huye de la perfección. Si el objeto está filmado muy bien desconfía. Si alguien tiene la oportunidad de ver un OVNI es poco probable que su inesperada filmación quede “perfecta” porque le habrá pillado despre-venido y además, suelen ser avistamientos fugaces.10. Cómo desaparece el objeto. Los tes-tigos reales a menudo hablan de giros ines-perados y aceleraciones extraordinarias. La mayoría de vídeos falsos se desvanecen… Es una buena forma de pillarlos.

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> PARA SABER MÁSEn nuestra web revistaenig­mas.com puedes acceder a un interesante dossier de vídeos que hemos preparado. Eso sí, todos falsos.

filmaciones que contienen un objeto real, aunque no de procedencia desconocida. Es el caso de una compañía aérea que se promocio-nó en Florida (EEUU) mediante un globo aerostático en forma de platillo volante. Numerosos auto-movilistas acreditaron la presencia del “objeto” y las filmaciones siguen siendo estremecedoras aunque, si hubieran permanecido un buen rato observando, habrían detecta-do el quemador y los movimientos de la “nave”, que en este caso eran convencionales. En la última década también han proliferado los drones. Y es que una cosa son los “no identificados” y otra bien distinta los “objetos no identificables”. En

2007, por ejemplo, un internauta apodado Raji afirmó no sólo haber observado OVNIs, sino también haber tomado imágenes de alta calidad, ya que el objeto pasó sobre él y sobre algunas líneas eléctricas. Las imágenes fueron obtenidas en la ciudad de Capitola, en California. Las fotografías se colgaron en la red y Raji desapareció poco después. A continuación, otros usuarios publi-caron sus propias imágenes de naves similares avistadas en California. Al final resultó ser una campaña del canal FOX para promocional la serie Terminator: The Sarah Connor Chronicles, pero la huelga de guio-nistas dilapidó la campaña y la serie no se estrenó hasta febrero de 2008,

por lo que los drones utilizados no salieron del anonimato hasta un año más tarde.

Estos ejemplos ponen de ma-nifiesto la necesidad de volver a la investigación de campo, a la localización de testigos, a desconfiar de fotografías y vídeos anónimos subidos a la Red. No se trata de conspiraciones, de desinformación o de espionaje; se trata de bromistas, publicistas, escépticos y aprovecha-dos que quieren obtener su minuto de gloria a costa de la credulidad de mucha gente, incluidos los investi-gadores OVNI.

Porque llegados a este punto, y aunque lo sepamos, hay que recordar que no es OVNI todo lo que reluce.

La grabación fue realizada por varios teléfonos móviles desde

diferentes flancos; el montaje estaba demasiado bien elaborado

En muchas ocasiones, los drones han sido confundidos con objetos de procedencia algo más lejana. Hace unos meses los compañeros de la televisióin peruana, en directo, grabaron las evoluciones de uno de estos aparatos, provocando una auténtica conmoción en el país. A la izquierda, la Cúpula de la Roca, el lugar sobre el que se “grabó” uno de los montajes más elaborados.

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"Vivimos en un Watergate cósmico"

>STANTON FRIEDMAN<

F riedman es una referencia indis-cutible dentro la ufología nortea-mericana, un veterano y lúcido

orador que en muchas ocasiones ha tenido que batirse en duelo con las beligerantes or-ganizaciones pseudo-escépticas que operan en los Estados Unidos. Para ellos, y por su condición de físico nuclear abierto a conside-rar la hipótesis extraterrestre, la ocultación gubernamental y la presencia de cierta dosis de misterio en el tema OVNI, siempre ha sido una pieza de caza mayor, un objetivo al que intentar acorralar y desacreditar. A sus 81 años, con cinco libros publicados, un archivo con más de 700 testigos investiga-dos y cientos de conferencias impartidas por una quincena de países, desde su refugio canadiense de Fredericton afirma estar de vuelta de tales intrigas. Hace casi sesenta años cayó en sus manos el Report on Uni-dentified Flying Objects, obra del oficial de la USAF Edward J. Ruppelt, figura clave a quien se atribuye haber acuñado el termino Unidentified Flying Object. Leyó con avidez todo lo que caía en sus manos descubriendo la política de ocultación que se imponía desde las instancias militares. “Fue algo que me enfadó mucho ya que el secretario de las Fuerzas Aéreas mentía”, asevera al comienzo de la jugosa conversación que mantuvo con ENIGMAS.

Tras décadas dedicadas a la investiga-ción del fenómeno OVNI, con cientos de

de un proceso de encubrimiento. La tercera conclusión es que no existen argumentos en contra de las dos primeras. Y una cuarta es que este encubrimiento se ha dado de manera exitosa desde 1947 ya que entonces se obtuvieron las mejores pruebas, los restos de una nave, así como los cuerpos de sus tripulantes alienígenas… Esa es la grandísi-ma historia encubierta; estamos listos para enviar naves a Plutón pero no para tratar las pruebas relacionadas con los OVNIs, algo realmente extraño.

Usted es físico, y el fenómeno OVNI muchas veces parece vulnerar nuestras leyes de la física. ¿Es una cuestión de tecnología avanzada o de leyes científi-cas equivocadas o incompletas?Bueno un poco de ambas… Está claro que los OVNIs desafían las leyes de la física y yo he estudiado todas las pruebas de manera concienzuda. En esto hay algo realmente importante. Los que tratan de desmontar los OVNIs, al desconocer los aspectos clave, simplemente opinan que algo así no puede ser real, y eso no tiene sentido. He escrito un libro junto a Kathleen Marden titulado La ciencia se equivoca, con 14 capítulos motiva-dos por cosas estúpidas que han sido dichas por gente muy inteligente, muchas veces in-volucrando argumentos que desafían las le-yes de la física: astrónomos vaticinando que el ser humano jamás construiría artefactos voladores, para asistir unos meses después a

testigos entrevistados, acceso a infor-mación muchas veces reservada, ¿qué opinión tiene con respecto al fenómeno OVNI? ¿Tiene conclusiones que poda-mos definir como “definitivas”?En líneas generales he podido llegar a cuatro conclusiones bastante importantes. La pri-mera, que las pruebas son rotundas respecto a la noción de que el planeta Tierra ha sido visitado por naves extraterrestres contro-ladas de manera inteligente… La segunda conclusión es que estamos tratando con un “Watergate cósmico”, ya que algunos pocos individuos de los gobiernos estadounidense y canadiense, además de estamentos de otros países, han sabido que la Tierra ha sido visitada por naves controladas de manera in-teligente por extraterrestres, formando parte

TEXTO José Gregorio González Gustavo Sánchez Romero

LA HISTORIA DEL FENÓMENO OVNI NO SE ENTENDERÍA SIN EL PAPEL DESEMPEÑADO EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS POR STANTON FRIEDMAN, FÍSICO NUCLEAR FASCINADO POR LOS “NO IDENTIFICADOS” QUE HA SEGUIDO LA PISTA DE ICONOS UFOLÓGICOS TAN NOTABLES COMO EL INCIDENTE ROSWELL…

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cómo los hermanos Wright volaban con los primeros aeroplanos; en 1956 un astrónomo británico diría que los viajes espaciales eran imposibles, apenas un año antes del lanza-miento del Sputnik… Ha habido todo tipo de noticias estúpidas similares, afirmaciones realizadas por gente muy inteligente.

Desde los años cuarenta del siglo pasado predomina la idea, la hipótesis, de que tras el fenómeno OVNI hay una tecnología extrate-rrestre, mucho más avanzada que la nuestra. El ser humano no ha estado en el planeta de-masiado tiempo y hemos usado la tecnología tan sólo unos pocos miles de años, frente a un planeta que tiene una edad de unos 4 mil millones de años. ¿Por qué debemos pensar que somos los más avanzados? Quizás en realidad no estemos tan adelantados. En 1901 se logran las primeras ondas de radio de largo alcance y no volamos hasta 1903. Si eres de los que piensa que el mundo se creó en el año 1400 a.C. no está mal.

¿Cómo podemos interpretar que siendo tan avanzados, cuando llegan a nuestro planeta dejan marcas de trenes de ate-rrizaje en el terreno o sus tripulantes se comportan de forma absurda?Bueno yo no creo que se comporten de ma-nera absurda, sobre todo no en los casos más relevantes. Hacen sus cosas, al parecer toman muestras, como un pescador que coge un pez y luego lo suelta… Quizás sean estudiantes de postgrado haciendo todo tipo de tesis sobre nuestra primitiva sociedad cuya actividad principal es la guerra entre tribus. No lleva-mos mucho tiempo en la Tierra y tampoco es que seamos realmente brillantes. Lo digo porque, por ejemplo, en la II Guerra Mundial sólo matamos 50 millones de personas, destruimos 1.700 ciudades… En cierto modo somos una sociedad primitiva cuya actividad principal, como dije, es la guerra entre distin-tos grupos. ¿Por qué deberían comportarse con nosotros de otra forma? ¡Esperemos que nunca lo hagan!

Usted ha investigado a fondo casos asombrosos, como el supuesto encuentro del matrimonio Hill en 1961 con una nave y sus tripulantes. ¿Cómo recuerda a los testigos y aquel caso?Conocí a ambos y los entrevisté en varias

ocasiones, recogiendo todo en mi libro Capturados: la experiencia OVNI de Barney y Betty Hill, coescrito con la sobrina de ambos, Kathleen Marden, quien redactó el 85% del mismo y tuvo acceso a todos los detalles al día siguiente de lo sucedido. Fui de los primeros autores que publicó datos sobre el mapa estelar mencionado por Betty en sus recuerdos hipnóticos y que al parecer indicaba la procedencia de los tripulantes. Es un buen ejemplo de lo cuestionables que son ciertas cosas que la gente suele decir, como lo lejanos que estamos a otras galaxias… Pues bien, las estrellas que Betty pudo observar en el mencionado mapa, como demostra-ría Margaret Fish, están a unos 40 años luz de aquí, es decir, muy cerca… Nosotros tardaríamos unos 100.000 años luz en cruzar nuestra galaxia. Magallanes navegó alrededor de la Tierra en 3 años y la Estación Espacial lo hace en 95 minutos. Vemos que la tecnología, como el tiempo, avanza, de manera que no es algo descabellado. He podido escuchar también algunas de las

UFO COVER UP Expresión relativa al supuesto encubrimiento sistemático realizado por determinadas agencias de Estados Unidos y otros gobiernos sobre el tema OVNI. Las estrategias en este sentido serían muy diversas, desde filtrar falsos informes para contaminar a los expertos, a la prensa y a la opinión pública, hasta negar la existencia de cualquier información al respecto, pasando por la compra de “investigadores” para que generen o fomenten confusión o posicionamientos escépticos desde dentro de la filas ufológicas. En algunos casos extremos se ha llegado a insinuar que en su afán de ocultación han terminado con la vida de algunas personas clave.

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grabaciones sobre las sesiones de hipnosis a las que se sometieron y la verdad es que son muy reveladoras, impresionantes, así como los alienígenas descritos en ellas.

A su juicio, ¿qué fue lo más extraño de aquel incidente?Una de las cosas más raras fue que todo un experto en psicología post traumática y desórdenes similares, el Dr. Benjamín Simon, que estaba al cargo en su hospital de más de 3.000 veteranos traumatizados tras la II Guerra Mundial –la mayoría había visto cosas horribles durante los combates, algo que afecta de manera profunda tu personali-dad y carácter–, declarase incluso por escrito

que la intensidad emocional trasmitida por Betty y Barney a lo largo de las 20 sesiones hipnóticas individuales, era comparable a la desplegada por los veteranos de guerra que él había tratado de manera continua. Viniendo de él eso claramente significa algo.

El incidente Roswell ha sido otra de sus grandes obsesiones, siendo considerado uno de los mayores expertos del mundo. ¿Tiene alguna opinión formada sobre las diapositivas presentadas recientemente en México por Jaime Maussan?Me invitaron a participar en el evento pero al final no pude asistir. La verdad es que no veo conexión alguna entre esas diapositivas y

Roswell. Tengo problemas con los que tratan de mostrar, o casi más bien exhibir, un ente extraterrestre, vivo o muerto, y menos de esa manera, como en un expositor, sin ningún método de preservación o conservación.

¿Considera que pueden formar parte de un nuevo intento por desacreditar el caso, como la filmación de Ray Santilli en los años noventa?Bueno, creo que Santilli trataba de ganar dinero, así como Maussan, así que creo que no, no se trata de desacreditar Roswell. Opino que simplemente trataban de mostrar algo que pensaban era importante, quizás arriesgándose a ser criticados o considerados como investigadores poco fiables.

Usted fue uno de los receptores de los controvertidos documentos del Majestic 12. Con el paso de los años, ¿qué valora-ción hace de aquella historia? ¿Fue una estrategia de contaminación o se trató de una filtración real que reveló la existen-cia de un grupo secreto que conocía la verdad del fenómeno?Pude acceder a esos documentos en diciem-bre de 1984 cuando mis colegas Bill Morris y Jamie Shandera me pasaron ese material tan polémico. Inicialmente pensé que aquellos papeles deberían de ser falsos, ya que una de las personas pertenecientes al Majestic 12 era el Dr. Donald Menzel, un profesor de astronomía de Harvard que era totalmente contrario al fenómeno OVNI, habiendo pu-blicado tres libros en esa línea, ¿Cómo podía ser Menzel miembro de ese grupo secreto que sabía lo de Roswell, los cuerpos extra-terrestres, las naves, etc? Aún así mi deber como científico es centrarme en los hechos y en los datos por lo que me dispuse a anali-zarlo todo, accediendo a material de Menzel y algunas publicaciones suyas de Harvard. Averigüé que le había confiado a Jack Kene-ddy que había tenido una larga y continuada asociación con la Agencia Nacional de Segu-ridad y la Marina, durante más de 30 años y que podía contarle mucho sobre ambas, lo que hizo que me interesara por él. Menzel era uno de los mejores criptógrafos del planeta, creaba y deshacía códigos, estando involu-crado en todo tipo de temas clasificados de los que nadie sabía casi nada. Hay varios

“Están aquí ocupándose de sus asuntos. Uno puede ser el tenernos en cuarentena, vigilados. ¿Quién nos querría ahí fuera? No somos buena gente…”

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números de revistas astronómicas dedicadas a él y en ninguno de esos exhaustivos artícu-los, conmemorando su nacimiento y muerte, se menciona ninguna actividad posterior a la II Guerra Mundial que lo asocie con estas actividades y agencias; y sin embargo lo estuvo, lo que para mí fue una revelación. De todos modos y tras un profundo análisis creo que hay unos cuatro documentos que pue-den considerarse como genuinos, de entre muchos que son con seguridad basura y a los que no les presto ninguna atención, puestos ahí seguramente para distraer. Por ello creo que el grupo, o la operación Majestic 12 exis-tió de verdad, prueba de ello son los libros y artículos que he publicado al respecto. Creo que la clave radica en investigar y no en reclamar, he visitado más de 20 archivos nacionales dedicándole mucho tiempo al material allí alojado. Un ejemplo clásico es el del investigador escéptico Philip Klass; él dijo que uno de los documentos considerado como real tenía que ser falso ya que había un error en la tipografía debido al tipo de máquina de escribir usada para elaborar el documento.

La Agencia de Seguridad Nacional siem-pre empleaba las del tipo “elite”, de manera que ahí estaba el fallo. Yendo al grano, él nunca visitó la Biblioteca Eisenhower, donde yo pasé semanas consultando todo el material, más de 15 documentos y escritos que Klass quería contrastar. Al final me llegó a pagar unos 1.000 dólares por mi asistencia, no logrando probar lo que quería demostrar, algo que representa los mecanismos de los pseudo-investigadores contrarios al fenóme-no OVNI.

La biblioteca mencionada antes aloja unas 250.000 páginas destinadas a asuntos de seguridad nacional, por lo que considero absurdo generalizar a partir de la consulta de 8 o 9 páginas estudiadas…

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¿Qué valoración le merece el fenómeno de los “contactados por extraterrestres”?Respecto a este asunto creo que casi todo ha sido creado por los contactados; casi ningún caso me ha impresionado. Creo que ha habido ciertos contactos, pero las situaciones han sido forzadas o recreadas. Mira, yo no hablo con las ardillas de mi jardín… Que los extraterrestres lancen mensajes especiales a ciertos individuos que ostentan algún tipo de estatus me parece bastante forzado y tam-poco creo que estas personas hayan viajado a lugares distantes como Venus o Marte, lo siento…

¿Y qué opinión le merecen los procesos de desclasificación OVNI?El material altamente clasificado, top secret, no ha visto realmente la luz. Gracias a la Ley de Libertad de Información hemos obtenido más de 600 páginas provenientes de los archivos de la CIA relacionados con el fenó-meno OVNI, pero ninguna clasificada como

secreto. Tras más de tres años de contactos obtuve algo de material top secret provenien-te de esa agencia, demostrando que los go-biernos se reservan lo mejor, evitando su di-fusión. Casi todos siguen este patrón. Alguna excepciones pueden ser Brasil o Chile, que trabajan de manera conjunta con científicos para dar a conocer ciertos datos, pero como digo, casi todas las demás naciones, como el Reino Unido, mantienen los archivos “ca-lientes” bajo secreto y no difunden los casos más espectaculares, algo que tampoco me sorprende demasiado. Otras naciones serían Rusia, Francia o China, potencias mundiales vinculadas al armamento nuclear, algo que creo es importante considerar si tenemos en cuenta que este potencial te da casi de manera automática la posibilidad de viajar en el espacio, una fuente de energía increíble, una de las más potentes del Universo… No hablamos de viajar a galaxias o constela-ciones; date cuenta que existen unas 2.000 estrellas a escasos 54 años luz de distancia

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> PARA SABER MÁSEn su libro Flying Saucers & Science, nuestro entrevistado muestra casos e hipótesis de trabajo muy interesantes.

MAJESTIC 12Bajo este nombre en clave, o con sus siglas MJ-12, se conoce desde los años ochenta del siglo pasado a un supuesto grupo secreto constituido por militares, científicos y personalidades del más alto nivel, creado inicialmente por el presidente de los EEUU Harry Truman para gestionar el Incidente Roswell. Su vida se prolongaría durante años, contando entre sus presuntos presidentes como el mismísimo Albert Einstein. El secreto de su existencia se destapó en 1982 a través del documentalista y ufólogo Jamie Shandera, a quien le fueron filtrados, logrando ser conocidos por el gran público a raíz de su divulgación de la mano del ufólogo Timothy Good.

“Somos una sociedad primitiva cuya actividad principal es la guerra. ¿Por qué deberían comportarse de otra forma?”

de la Tierra, algo que puede considerarse la vuelta de la esquina. La mayor fuente de energía para toda estrella es la fusión nuclear, lo mismo que hace funcionar una bomba de Hidrógeno, así que si quieres viajar hacia las estrellas, mediante la fusión puedes lograrlo. Escupiendo partículas a través de un cohete de fusión puedes obtener una energía 10 millones superior, por partícula, a la que obtendrías usando un cohete de combusti-ble químico. Esto nos demuestra dos cosas: primero, que las estrellas están a nuestro al-cance si quisiéramos gastarnos esa cantidad de dinero y segundo, que podríamos llegar a preocupar de alguna manera a los aliení-genas debido a que en el fondo somos una sociedad primitiva cuya principal actividad es la guerra. Esto creo que es crucial, ya que hay un montón de gente que va diciendo que no podemos alcanzar tales distancias. Qui-zás en una bicicleta o en un barco. Sería tan absurdo como decir que como Magallanes tardó tres años en circunvalar la Tierra, esa es la cantidad de tiempo que lleva rodear el planeta desde el espacio, y como he dicho la estación espacial lo hace en 95 minutos.

¿Por qué entonces tanta ocultación? Creo que es algo que ha sido exagerado y que existen personas que no entienden las implicaciones relacionadas con seguridad y OVNIs. No todo lo relacionado con platillos volantes debería ser desclasificado, ya que representan preocupaciones legítimas aso-ciadas a la seguridad de Estado. Puesto con

otras palabras, la seguridad es algo muy preo-cupante para toda nación. Trabajé en ese ám-bito durante más de 14 años y pude observar ciertos encubrimientos realizados de manera torpe, pero reitero, es algo crucial para todos los países del planeta. Este año se gastarán trillones de dólares en armamento mientras millones de niños mueren de hambre. Hace unos años el Washington Post declaraba que el presupuesto global de los EEUU para armas e inteligencia eran 52.6 billones de dólares… ¡para un solo año! Es una cantidad desorbi-tada de dinero solo para tal fin, y aún así, creo tampoco deberíamos mostrar todas nuestras cartas.

Pensemos en que tras el fenómeno OVNI hay una intención, una inteligencia. De acuerdo con sus investigaciones, ¿qué pre-tenden? ¿Por qué esa manera tan evasiva de manifestarse?Bueno creo que a veces vienen por aquí para hacer sus cosas, a lo que se dediquen y no son iguales que nosotros; están mucho más avan-zados… Quizás haya reglas en la oficina central de inteligencia galáctica federal (sonríe). Debes observar, pero evitar interactuar, a menos que seas atacado. ¿Por qué querrá la gente que aterricen en el jardín de la Casa Blanca? Eso es absurdo. ¡El presidente de los EEUU no representa a siete mil millones de terráqueos! Están aquí ocupándose de sus asuntos. Uno de ellos puede ser el tenernos en cuarentena, vigilados. ¿Quién nos querría ahí fuera? No somos buena gente…

TEXTO José Manuel Morales

Córdoba es una urbe milenaria y fascinante. Pero más allá de sus reclamos turísticos convencionales, recorriendo su callejero nos encontramos con palacios olvidados y edificios oficiales habitados por extrañas presencias que no acaban de mostrarse…

Córdoba es una urbe milenaria y fascinante. Pero más allá de sus reclamos turísticos convencionales, recorriendo su callejero nos encontramos con palacios olvidados y edificios oficiales habitados por extrañas presencias que no acaban de mostrarse…

P roponemos al viajero amante de lo desconocido que nos acom-pañe por este paseo, preferiblemente nocturno, por algunos de los rincones más enigmáticos y misteriosos de la ciudad califal.

Desde la antigüedad, las sombras han morado en algunos de los edificios más insignes de la ciudad andaluza. Es ese el caso de su Mezqui-ta-Catedral, construida sobre los cimientos de un templo visigótico, o el que ahora nos ocupa, su Alcázar. La fortaleza,, cargada de historia, sirvió como residencia a los Reyes Católicos, al rey Pedro I “el cruel”, o al Tribunal del Santo Oficio. Concretamente, fue un religioso perteneciente a esta institución el protagonista de nuestra primera parada, pues cuenta la leyenda que el inquisidor Alonso de Tamarón mantenía relaciones secre-tas con María de Medina, la encargada del área de mujeres de la prisión inquisitorial. Cuando se cansó de ella, por miedo a que la mujer revelara su secreto y que ello le costase su buena reputación y posición dentro del

Tribunal, contrató un buen número de falsos testimonios que acabaron acusando a María de criptojudaísmo. Aunque todos sabían que el auto de fe no era más que una gran farsa con la que cubrir las espaldas a Tamarón, nadie habló por miedo al influyente inquisidor, convirtiéndose la hoguera en el inevitable final de la pobre mujer. Mientras la quemaban viva, entre gritos desgarradores María lanzó su última maldición: “¡Volveré Tamarón! ¡Te juro que volveré!”.

Varios meses después, en una noche de Luna llena, el inquisidor se en-contraba solo en un salón del Alcázar, escribiendo con su pluma, cuando repentinamente notó algo muy caliente apoyarse sobre su hombro. Al girarse, comprobó horrorizado cómo estaba de pie junto a él la mismísima María de Medina, con toda la piel negra cual carbón y la cara totalmente desfigurada. Horrorizado por aquella tenebrosa visión, Tamarón murió en el acto de un infarto fulminante, y cuentan que desde entonces, ambos

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espectros deambulan por los hermosos salones del edificio, alumbrados por la luz del plenilunio.

LA SANTA COMPAÑA CORDOBESAA la hora de abordar el siguiente misterio, resulta inevitable acordarse de esa popular creencia de la mitología gallega, según la cual a partir de las doce de la noche una procesión de ánimas errantes recorre los caminos rurales acompañada por una densa niebla. En Córdoba, la visión podría no ser tan lúgubre, pero no menos inquietante para quien sufra la desventura de cruzarse con ella, puesto que los testigos hablan de una turbadora comitiva de espectros compuesta por hermosas vírgenes vestidas de blanco, que vagan a modo de fantasmagórica procesión por las inmediaciones del lugar en el que fueron víctimas de la barbarie.Según la leyenda, todo comenzó en tiempos de Almanzor, en la antigua basílica de San Cipriano, donde vivían

unas tres decenas de hijas de padres moros que eligieron la fe cristiana frente a la de Mahoma. El caudillo del califato permitía a la población elegir sus creencias, una benevolencia que le hizo perder primero el apoyo de los más fanáticos y progresivamente el de todo su pueblo, hasta el día en que su poderoso ejército cayó en Calatañazor. La noticia de su derrota llegó a Córdoba y la muchedumbre, revolucionada y azuzada por los detractores de Almanzor, pagó la frustración desatando toda su furia contra los cristianos de la ciudad, desencadenándose un auténtico infierno en las calles. Las vírgenes bloquearon todas las entradas a la basílica, rogándole a la Virgen que las protegiera. Bruscamente la puerta exterior del convento cayó destrozada. Veinte fornidos jóvenes soltaron el tronco con el que habían derribado el por-tón de madera, buscando doblegar la débil cancela de hierro. Las vírgenes se apelotonaron en un rincón de la capilla. Mientras tanto, los hombres volvían a usar el tronco para intentar torcer la cancela. Las chicas huyeron aterro-

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rizadas hacia el patio interior, donde ya no había salida. La débil barrera finalmente cedió. Rápidamente las siguieron hasta el patio, y cuál sería su sorpresa al encontrarse éste completa-mente desierto. Tan sólo encontraron los candiles encendidos alrededor del pozo, cuyas paredes estaban teñidas de sangre. Desde entonces, varios cordobeses han sido sorprendidos, en diferentes épocas, por una bruma de origen desconocido de la que han surgi-do dos hileras de hermosas jóvenes que han avanzado sin tocar el suelo, para desvanecerse en el mismo lugar donde se encontraba aquel pozo en el que prefirieron quitarse la vida a sacrificar su pureza.

EL SÓTANO SECRETOCerca del Ayuntamiento nos encontra-mos con una coqueta plaza, llamada de San Andrés, en la que existe una de esas casas que atraen la mirada de cuantos pasean por la zona. Se trata del Palacio de los Luna, y dicen los vecinos que en él se escuchan gritos y lamentos que provienen del suelo. El origen de estos testimonios podría estar en la leyenda que asegura que en este in-mueble vivió junto a su hija un hombre conocido por prestar dinero a los que lo necesitaban, a cambio de unos intere-ses abusivos. Era un personaje mezqui-no, obsesionado con amasar una gran fortuna. Su único entretenimiento era sentarse cada noche en una vieja silla y contar el dinero que había ganado; luego bajaba por una trampilla secreta al sótano, en el que había construido un inmenso y complicado laberinto del que sólo él conocía la salida, y allí amontonaba el dinero junto al resto de sus tesoros. Todos los vecinos le odiaban, puesto que no tenía piedad a la hora de reclamar los intereses.

Pero una noche, tras una fructuo-sa jornada recaudatoria, su espalda crujió mientras bajaba cargando un pesado saco de monedas. Totalmente impedido, pidió a su hija que bajara ella la recaudación y la pusiera a salvo. Así, mientras él se recuperaba en el salón, la hija cogió un candil y cargó el saco de monedas. Siguiendo las indicaciones

de su progenitor logró atravesar sin problemas el laberinto y depositar el dinero junto al resto de tesoros. Pero justo cuando se disponía a deshacer sus pasos, un ratoncillo tropezó con el can-dil y la luz se apagó. Asustada, la niña empezó a gritar y comenzó a deshacer el camino tocando las paredes, pero pronto se desorientó. Mientras, en el salón, el padre esperaba intranquilo. En cuanto pudo ponerse en pie no dudó en bajar al laberinto y recorrer con agi-lidad los pasadizos, pero no encontró ni rastro de su niña. Así que empezó a llamarla, a lo que ella respondía con gritos desgarradores “¡papá, papá!”. El eco jugaba malas pasadas, y cuando creía estar tras la pista correcta, siempre volvía a perderla. Pasó toda la noche recorriendo el subsuelo del palacio, y la voz de su hija cada vez se hizo menos perceptible, hasta que se desvaneció del todo. Derrotado, volvió a subir por la

trampilla y regresó al salón. Dicen que el resto de sus días los pasó sentado en esa misma silla, con la mirada perdida y atormentado hasta su muerte por esos desgarradores gritos de auxilio que todavía hoy algunos dicen escuchar cuando osan visitar el palacio.

EL HOSPITAL DE LAS SOMBRASEl antiguo hospital de Agudos del Cardenal Salazar, actual facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba, fue durante tres siglos el cen-tro al que se envió a los enfermos que ya no tenían cura, por lo que se pueden contar por miles las personas que han abandonado nuestro mundo entre ese techo y sus paredes, tras un horroroso padecimiento. Si a este oscuro pasado le sumamos que el edificio conserva intacta gran parte de su estructura ori-ginal, conservando símbolos e incluso

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Sobre estas líneas, la llamada “Calleja

de las Flores”. A la derecha, la Plaza de

San Andrés. Son muchos los rincones

cordobeses donde se levantan casas

particulares o edificios oficiales en los que,

cuentan, se producen extraños fenómenos.

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EL INQUISIDOR INSPIRADO POR LUCIFER

No podemos hablar de brujería sin recordar a la Inquisición. Córdoba fue la segunda ciudad de

España en la que el Tribunal del Santo Oficio esta-bleció su sede, y en ella se celebraron algunos de los autos

de fe más terribles. A principios del siglo XVI, la diócesis de la ciudad estaba dirigida por Diego Rodríguez Lucero, un inqui-

sidor obsesionado con llevar a la hoguera a falsos conversos, que pronto se ganó el rechazo de toda la sociedad. Lucero continuó su

misión valiéndose de todo tipo de engaños y testimonios amañados, sin importarle que le llamaran “el tenebroso”, el “inspirado por

Lucifer”, e incluso que le apedrearan por la calle. Así, ejecutó a más de 200 personas en los cuatro años que duró su mandato y se jactó de haber presidido el auto de fe más sanguinario de la historia del

Tribunal en España, cuando 107 personas fueron quemadas en pocas horas. Se celebró el 22 de diciembre de 1504 en la Plaza

de la Corredera, y supuso el inicio del fin para el religioso, que poco después fue perseguido por una masa enfureci-

da de cordobeses, obligándole a huir de la ciudad.

marcas que los propios enfermos reali-zaron antes de morir, o incluso detalles lúgubres como los raíles por los que se conducían las camillas que llevaban los cuerpos sin vida hasta la antigua morgue, cabe esperar que muchos trabajadores sientan pánico de llevar a cabo sus labores en este centro.

Como en tantos edificios oficiales, uno de los gremios más castigados es el de las señoras del equipo de limpieza. En un pasillo de la planta baja, una de ellas aseguraba haber sufrido un terrorífico encuentro con un hombre vestido con un extraño pijama de hospital, cuyo rostro se encontraba totalmente desfigurado, como “picado” por la viruela. En la planta superior, en el despacho de un profesor, otra limpia-dora charlaba un lunes cualquiera con éste sobre cómo habían pasado ambos el fin de semana, mientras deslizaba el trapo sobre una estantería. Al salir

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Ernesto Castillejo

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del despacho, la pobre mujer se quedó estupefacta al recibir la terrible noticia de que dicho profesor había fallecido el viernes anterior en su domicilio a causa de un infarto, y que en esos momentos ya se encontraba enterrado. La vigilancia del centro corre a cargo de cámaras de seguridad, quizá debido a que los últimos guardas que hicieron rondas nocturnas hablaban de luces que jugaban a encenderse y apagarse, susurros que los llamaban por su nom-bre, e incluso la aparición de un niño de cabellos rubios y rizados, de unos seis años, vestido con un antiguo uniforme de colegio.

Hablando de centros educativos, no podemos olvidarnos de la Facultad de Derecho de Córdoba, icono del misterio desde hace dos décadas, y que en el pasado fue monasterio carmelita, sanatorio antituberculoso, hospital materno-infantil y casa cuna. Personal de limpieza y guardas de seguridad han vivido las situaciones más espe-luznantes, pero también erizan el vello las confesiones de alumnos, profesores e incluso vecinos de las inmediaciones. Entre los diferentes testimonios desta-ca el encuentro que numerosos testigos relatan haber sufrido con un espectro de imagen aterradora: una figura feme-nina, con el pelo largo y rubio, que viste un camisón blanco de hospital, y a la que muchos relacionan con el alma en pena de una señora que perdió a su hijo durante el parto. Tal fue su desespera-

ción que no dudó en quitarse la vida, y desde aquel momento, vaga por los pasillos de la facultad sin ser consciente de que ya no pertenece al mundo de los vivos…

EL AQUELARRE PROHIBIDODentro de la gran cantidad de maravi-llosos rincones encantados que posee el callejero cordobés, existe uno que inquieta especialmente a las almas incautas que se atreven a atravesarlo a altas horas de la madrugada. Nos refe-rimos a una pequeña plazuela situada en el corazón del barrio de Santiago, y que otrora fue conocida como el “panderete de las brujas”. Cuenta su leyenda que en el siglo XVI éste fue el lugar elegido por las endemoniadas cordobesas para reunirse entre tinie-blas y disputarse los amores del macho cabrío. Durante una época sombría de nuestra historia, muchos niños que acudían a orillas del río Guadalquivir a bañarse fueron robados en descuidos de sus padres, y aunque nunca se pudo demostrar, siempre se pensó que las responsables eran precisamente estas brujas novicias, que como prueba

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Cuenta la leyenda que las brujas novicias debían sacrificar a un niño pequeño y ofrecerlo a Satán

Ernesto Castillejo

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Sobre estas líneas, un inquietante aldabón en la Puerta de la Mezquita. A la derecha, el Huerto de Orive. En la otra página, vista nocturna de la Mezquita de Córdoba.

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> PARA SABER MÁSEl libro del autor de este reportaje, Casas encantadas de Córdoba, editado por Almuzara en 2014, es un exhaustivo recorrido por los secretos de la ciudad andaluza.

iniciática debían secuestrar a un niño pequeño y ofrecerlo a Satanás en dichos “aquelarres”.

Por suerte, no todas fueron tan siniestras, y la gracia natural de la mujer cordobesa hizo que en esta tierra proliferaran gran cantidad de hechi-ceras, mujeres dedicadas a las artes adivinatorias y amorosas, con gran capacidad para hacer fortuna a base de la ingenuidad de sus vecinos. Entre ellas, destacó la montillana Leonor Rodríguez “La Camacha”, inmorta-lizada por Miguel de Cervantes en su obra El coloquio de los perros. Tal fue su renombre como experta celestina que atrajo innumerables clientes de todo el país, lo que le aportó enormes riquezas y también graves quebrade-ros de cabeza, sobre todo cuando sus supuestos poderes llegaron a oídos de la Inquisición. Sus vecinos no dudaron en testificar contra ella, por lo que acabó confesando tener un pacto con el diablo, haber dibujado símbolos en el suelo para invocar demonios e inclu-so celebrado rituales nocturnos en el cementerio de Montilla, lo que la llevó directamente a comparecer en un auto

de fe multitudinario. Milagrosamente se salvó de la hoguera, aunque fue condenada a una desorbitada sanción económica, doscientos latigazos, a pasear desnuda a lomos de un asno y a diez años de destierro.

EL MONASTERIO MALDITOUn buen puñado de leyendas sobrena-turales y multitud de testimonios de senderistas convierten el antiguo mo-nasterio de Santa María de los Ángeles en un lugar irresistible: extrañas muer-tes en dramáticas circunstancias, luces misteriosas y apariciones fantasmagó-ricas dentro de un edificio marcado por una antigua maldición.

Su ubicación no es casual. Los monjes decidieron construir allí su monasterio ya que las tradiciones del lugar hablaban de extrañas luminarias, misteriosas esferas de luz que salían del agua del río Bembézar y subían colina arriba hasta desvanecerse. Sin embar-go, tras su edificación a finales del siglo XV, su fundador lanzó la maldición de que “llovería fuego sobre la montaña de Los Ángeles si el convento era refor-mado”. No sabemos si tendrá relación

con esta profecía, pero lo cierto es que el monasterio sufrió tres incendios muy importantes que prácticamente lo redujeron a cenizas entre 1498 y 1655. Cada vez que la congregación se empe-zaba a recuperar del incendio anterior, un nuevo infierno lo hacía todo añicos. La imagen de los monjes envueltos en llamas, tirándose al vacío por el precipi-cio en un desesperado intento de llegar hasta el río, es una de las más crueles e impactantes que se han presenciado en este paraje.

Por otro lado, son numerosas las leyendas que hablan de espíritus que parecen no haber encontrado el descanso eterno. En una cueva cercana se encerró voluntariamente una mujer que buscaba redimir los pecados de una vida llena de deslices. Durante diez años, no salió de la cueva salvo para tomar algo de alimento y agua. Después de muchos años, su cuerpo sin vida fue hallado dentro de la cueva, y desde entonces, su figura traslúcida ha sido observada por decenas de senderistas.

Otra cueva cercana es la del herma-no Diego, cuyo esqueleto fue encontra-do arrodillado y con un rosario entre las manos, en eterna posición de rezo. Y también fue muy comentado el caso de Antonio Roldán, vecino de un pue-blo cercano que murió al caerse por el barranco sin ningún testigo. Cuentan que durante varios años, cada noche, cuando se ponía el Sol, su fantasma se aparecía a los pastores de la zona, que salían corriendo aterrorizados. Hasta que un día uno de ellos se atrevió a hablar con él, y el ser desencarnado le indicó en qué punto podría encontrar su cuerpo sin vida. Encontró sus restos y pudo darles cristiana sepultura, aca-bando con las apariciones de Roldán.

Y así concluye este breve recorrido en el que hemos destacado sólo algunos de los rincones de una Córdoba que rezuma belleza y misterio. No obstante, esta experiencia no será completa hasta que no seas tú mismo quien se adentre en sus oscuras y estrechas callejas, y te sumerjas en los rincones que se pierden entre sus recovecos más sombríos.

Ernesto Castillejo

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TEXTO Carlos A. Font Gavira

abominableosoEl

de las nieves

EL YETI ES UNO DE LOS MISTERIOS DEL MUNDO NATURAL QUE MÁS ATENCIÓN HA DESPERTADO EN LA IMAGINACIÓN HUMANA. EL LLAMADO “ABOMINABLE HOMBRE DE LAS NIEVES” HA HECHO CORRER RÍOS DE TINTA PARA INTENTAR DETERMINAR QUÉ CRIATURA SE ESCONDE ENTRE LAS SOLEDADES NEVADAS

DEL HIMALAYA. UN ESTUDIO GENÉTICO, A BASE DE PRUEBAS ORGÁNICAS DEJADAS POR EL MISTERIOSO ANIMAL, PRETENDE DESVELAR LA IDENTIDAD DEL YETI. PERO, MUCHO ANTES DE LA FAMOSA HUELLA FOTOGRAFIADA POR SHIPTON EN 1951, ANTIGUOS PERIÓDICOS NOS DEMUESTRAN QUE EL DEBATE

SOBRE LA EXISTENCIA DEL YETI YA ESTABA ABIERTO. VEAMOS…

EXPLORA

E l origen reciente de la leyenda del yeti se puede acotar cronológicamente. Aunque

historias sobre “hombres salvajes” están presentes en todas las mitologías y folclores del mundo, no fue hasta que iniciaron las primeras expediciones al Himalaya cuando empezó a sonar en medios occidentales. Una de aquellas fue la integrada por el teniente coronel Howard-Bury, en 1921, jefe de la primera expedición británica al Everest. Los expedicionarios contemplaron unas siluetas a 6.000 m de altura y cuando alcanzaron aquella cota, descubrieron unas descomunales pisadas. Los me-dios periodísticos españoles se hicieron eco de este suceso. El diario La Voz, en su número del 12 de enero de 1922, da cuenta de ello: “La región del Everest, la cumbre del ‘techo del mundo’, per-manecía completamente desconocida. Ningún pie humano se había apro-ximado a ella, era la verdadera ‘tierra incógnita’, más misteriosa que las regio-nes polares”. Más revelador y desconcer-tante es la descripción de los resultados científicos obtenidos por la expedición, que se resumían en una colección de “pájaros, mariposas, insectos, pescados, ranas, algunos mamíferos, el oso, el famoso ‘terrible hombre de las nieves’, que ha movido la sagacidad de los críticos, excitado la imaginación y hecho escribir infinidad de cosas y no pocas tonterías”. La transcripción realizada

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del texto periodístico es literal. Así pues, nos surge la duda. ¿Falta alguna coma en el texto o relaciona implícitamente al “hombre de las nieves” con los osos?

El hito más importante en la difusión de la leyenda y la especulación sobre el yeti tiene nombre propio y una fecha: Erich Shipton, en noviembre de 1951. La célebre huella sobre la nieve que pobló rotativos de todo el mundo despertó la curiosidad de Occidente. ¿Qué descomunal ser pudo dejar seme-jantes huellas a tal altura? La pisada ha sido analizada en multitud de ocasiones con peregrinas interpretaciones. Se ha barajado la idea de un humano descalzo adaptado a caminar en las alturas, e incluso de una especie de simio pre-hu-mano por la forma de los dedos.

El propio Edmund Hillary, que alcanzó el techo del mundo en 1953, organizó una expedición para encontrar evidencias de la criatura, sin obtener conclusiones definitivas.

Pero, para empezar, ¿de dónde viene la palabra “yeti” y qué significa? Bajo diferentes nombres, según el territorio, las poblaciones autóctonas se refieren al mismo animal. Los occidentales lo hemos popularizado con el nombre de yeti pero dicha palabra proviene, en realidad, del tibetano yeh-teh, que se puede traducir como “hombre de lugares rocosos y nevados”. Los nom-bres tibetanos alternativos son migyu y mehton kangmi, o Tengmo en la parte

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más oriental del Himalaya. Con la denominación de yeti aparece recogido en un documento de la embajada de los EEUU en Nepal en 1959. El título del mismo es suficientemente explícito: “Reglamento para las expediciones de escalada de montaña en Nepal rela-cionadas con el yeti”. Entre las normas a seguir, describe el consejero de la embajada Ernest H.Fisk, se encuentra que en el caso de que “el yeti pueda ser fotografiado o capturado vivo, no debe ser muerto salvo en caso de emergencia que surja de la autodefensa. Todas las fotografías tomadas del animal, de la propia criatura si es capturada viva o muerta, deben ser entregadas al Go-bierno de Nepal a la mayor brevedad.” Asimismo, cualquier “noticia y reportaje arrojando luz sobre la existencia real de la criatura se deben presentar al Gobier-no de Nepal y, de ninguna manera, ser entregados a la prensa o periodistas de publicidad”. ¿Por qué tan férreo control gubernamental por la existencia de una criatura de la naturaleza?

El fenómeno del yeti, pues, no era un delirio de alpinistas occidentales o una fantasía mitológica de los sherpas. El hecho de la mención al yeti como cria-tura real en un documento diplomático nos da idea del calibre del asunto. Otro rasgo que percibimos es la importancia de un descubrimiento de la criatura, puesto que se estipula, claramente, qué se debe hacer con el animal una vez

capturado o muerto. En definitivas palabras: el yeti es real.

ESTUDIO GENÉTICO Hace falta algo más que huellas, alguna prueba más consistente y definitoria para iniciar un estudio serio sobre el fenómeno. En los últimos años se han aportado como prueba los pelos dejados por la criatura. A partir de éstos se puede hacer un análisis genético que nos permita averiguar qué animal se esconde tras el mito. Esto es, precisa-mente, lo que ha hecho un reputado genetista británico, Bryan Sykes. La investigación parece aportar, más que desvelar, algunos datos sobre la mis-teriosa criatura que se esconde bajo el nombre de yeti. El título del estudio no pretende engañar a nadie ni fantasear con la realidad: “Análisis genético de muestras de cabello atribuido al yeti, bigfoot y otros primates anómalos”. Con métodos cientificos y en base a pruebas orgánicas se ha analizado a qué especie animal pertenecen dichos pelos. Las muestras analizadas proceden de diver-sas zonas geográficas. Las decenas de muestras enviadas arrojaron resultados muy variopintos. Hubo dos muestras que coincidían con el mismo tipo de animal, a pesar de la distancia geográ-fica que las separaba. Una pertenecía a una criatura abatida hace 40 años en Ladakh (India) por un cazador, que la guardó porque el animal le parecía

A la izquierda, fotografía de Sir Edmund Hillary junto al sherpa Tenzing Norgay, después de coronar la cima más alta del planeta. Años después llevaría a cabo varias expediciones en la zona, buscando pruebas de la existencia del yeti.

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tropicales húmedas y calurosas. Con una vegetación espesa y una floración de frutos todo el año. En la naturaleza existen siempre excepciones a la regla –ver recuadro–.

Entre los que han creído y apoyado la existencia del yeti, siempre ha rondado en el subconsciente otra hipótesis más atrevida y perturbadora: ¿sería el yeti un humano no evolucionado? A falta de pruebas materiales consistentes o una imagen diáfana de la criatura, se ha es-peculado sobre estos hombres-reliquia, sobrevivientes de algún antepasado del

hombre tipo Homo neanderthalensis, o los recientes Denisovianos.

Esta fabulación creo que responde más a un deseo que a una constatación. El estudio de supuestos hombres pri-mitivos no es óbice, sin embargo, para ser aplicado a casos más consistentes como los presentados por el Barmanu del Valle de Chitral en Pakistán o el “hui” u hombre de la selva de Vietnam. Si no nos encontramos ni ante un simio ni ante un hombre primitivo, ¿qué es el yeti? El estudio de Oxford no deja lugar a dudas: el yeti, realmente, es una

extraño, como un animal intermedio entre “lobo y oso” sin ser ninguno de los dos. La otra fue encontrada por un equipo de rodaje en un bosque de bambú de Bután, hace 10 años, en el tronco hueco de un árbol. Al compa-rar su ADN con los de otros animales almacenados en GenBank, la base de datos de secuencias genéticas de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de los EEUU, comprobó que ambos encajaban al 100%. Lo sorprendente es que el genoma de ambas muestras coincide a la perfección con un resto fósil: con el genoma de una mandíbula de oso polar primitivo encontrada en Svalbard (Noruega), que tiene entre 40.000 y 120.000 años.

Sykes declaró a la BBC que “cree que ese oso, que nadie ha visto vivo, quizás esté todavía allí y probablemente haya mucho de oso polar en él”. También afirmó que el mito del famoso yeti puede tener una “base biológica”, y que todavía hay mucho trabajo que hacer. Restándole magnificencia a los resultados, Sykes sostiene que “eso no quiere decir que haya osos polares pri-mitivos merodeando por el Himalaya. Es posible que se trate de una subes-pecie de oso pardo que descienda de los osos polares”, señaló el investigador. Comprendemos que la relación de la investigación de Sykes con el yeti es completamente circunstancial: se basa en que el nuevo oso vive en un hábitat que lo haría susceptible de ser tomado por el llamado hombre de las nieves. Nada nuevo.

¿NUEVA ESPECIE DE ÚRSIDO?Otra cuestión, y en esto debemos ser cautos, es asimilar el concepto de yeti a lo que siempre hemos creído que es: un simio gigante adaptado a vivir en las alturas. El estudio de Sykes y su equipo descarta de primeras que un gran simio se oculte en las nevadas cumbres del Himalaya. En este caso, el descarte se basaría más en condicionamientos biológicos que de otro tipo.

Conocemos que los miembros de la familia de los primates y, en especial, los simios, viven por lo general en zonas

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El estudio de Sykes descarta que un gran simio se oculte en las nevadas cumbres del Himalaya

AbcSasquatch: También conocido como Bigfoot o “Pies Grandes”, es un críptido de aspecto simiesco del que se han reportado avistamientos en bosques de la región del noroeste del Pacífico, en América del Norte, EEUU y Canadá. El término sasquatch procede de la versión inglesa de la palabra del idioma halkomelem, en la Columbia Británica, sásq’ets.

Chuchunya: Humanoide de la mitología siberiana que para los rusos es lo que el yeti para los habitantes del Himalaya. “Habita” en las amplias y gélidas regiones de Siberia. Para la criptozoóloga S. Nikolayev, podría tratarse de uno de los últimos supervivientes de los aborígenes paleoasiáticos siberianos.

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especie de oso. A simple vista no parece muy impactante el descubrimiento. Es un animal conocido por todos, incluso familiar. Entonces, ¿a qué se debe el revuelo de los estudiosos del fenómeno?

El célebre alpinista Reinhold Messner fue de los primeros en apostar por la identificación del mito del yeti con una especie de oso desconocido. A raíz de un encuentro con la misteriosa criatura en 1986, se decidió a resolver el tema. Realizó un profundo estudio de campo preguntando –y hablando– con los habitantes del Himalaya. Para Messner la mayor parte de las historias relatadas por los lugareños son falsas, así como las momias de supuestos yetis que se conservan en algunos monas-terios budistas. Uno de los casos más flagrantes fue el del cuero cabelludo de un supuesto yeti albergado en el monasterio de Khumjung. Tras realizar

los pertinentes análisis, la reliquia resultó estar hecha con piel de un serow –Capricornus crispus–, una especie de cabra montaraz de la zona. Messner llegó a la conclusión de que el hombre de las nieves es un oso kemo.

“EL OSO DE LAS NIEVES”En su libro Yeti, leyenda o realidad, Messner describe al kemo como un ser tan temido como venerado, capaz de romper el espinazo de un yak de un golpe, de raptar a hombres y mujeres, o de traer la mala suerte a quien tuviese un encuentro con él. El kemo puede an-dar sobre dos patas y se trata de anima-les esquivos, de rápidos movimientos. El alpinista reflexiona: “Con la destrucción del medio salvaje a escala universal también perdíamos la posibilidad de penetrar en los mundos imaginarios de culturas cercanas a la naturaleza. La

Las célebres huellas de un supuesto

yeti inmortalizadas con su cámara por

el alpinista Eric Shipton en el

Himalaya, en 1951. Encima, restos de un falso yeti que se guardan en un

monasterio budista.

imagen siempre cambiante del yeti lo presentaba unas veces como neanderta-lense, otras como hombre de las nieves. Ernst Schäfer había identificado a un oso pardo, y muchos khambas lo con-sideraban un monstruo. Para mí, el yeti era la contrafigura salvaje del hombre en la dialéctica entre la civilización y el medio silvestre.”

¿Pero de qué tipo de oso estamos hablando? Los osos conocidos u “oficia-les” de Nepal son los siguientes: el oso bezudo,el oso tibetano y el oso pardo. El oso bezudo no vive más allá de los 1.500 m de altitud. El tibetano –también conocido como oso negro asiático– pre-fiere bosques templados húmedos y en zonas montañosas pueden llegar hasta una altitud de 3.600 m. Son animales agresivos si se les molesta; de hecho han protagonizado muchos ataques a los humanos. Pero sin duda el oso que más

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dudas nos suscita es el oso pardo del Himalaya –Ursus arctos isabellinus– capaz de aventurarse a alturas que rondan los 5.500 m. Algunos especia-listas consideran a este animal como una especie propia e incluso, algunos investigadores los vinculan con los extintos osos de las cavernas más que con los oso pardos.

La suposición es atractiva pero no tan original como aparenta. Cualquier enigma nunca parte de cero y siempre hay antecedentes para todo. Después de un rastreo minucioso encontramos en el diario El Globo una descripción de nuestro oso de lo más completa. Fue el primer diario español que incorporó sistemáticamente el grabado tanto de carácter ilustrativo como informativo. Uno de sus folletines incorporaba el título de “Bruin o los cazadores de osos”. En el número del 20 de febrero de 1884, los protagonistas recorren las montañas del Himalaya y describen a un animal poco común denominado, expresa-mente, “el oso de las nieves”: “El oso de las nieves habita a mayor altura en el Himalaya. Aquella especie ha recibido de los naturalistas el extraño nombre de oso isabella. Su color varía, del blanco al pardo oscuro. Los cazadores del Himalaya lo conocen con los nombres de oso pardo, oso rojo, amarillo, blanco gris, blanco de plata y blanco de nieve. De todas estas denominaciones parece la mejor la de oso de las nieves. Los há-bitos parecen los de cualquier oso: está sujeto a hibernación y son de alimen-tación omnívora. Come carne a veces, haciendo estragos entre los rebaños que pacen en las altas montañas. No teme la presencia del hombre y ataca a los pastores que intentan darle caza”.

Como vemos gran parte del texto coincide con las descripciones de Reinhold Messner sobre el oso kemo que él considera la fuente en la que se basa la leyenda del yeti. Un gran animal plantígrado, con una gran plasticidad genética que se manifiesta en gran va-riedad de colores, con una gran fuerza y capaz de atacar al hombre. Este oso viviría en la zona donde se han sucedido la mayoría de avistamientos, pues “ha-

bita con especialidad la zona cubierta de un musgo y sin árboles que se encuentra entre la línea de las nieves perpetuas y ciertas pendientes, a las que no baja”. En el relato, los cazadores van tras la busca de uno de estos osos para darle caza en una zona más que conocida como hábitat del presunto yeti: “Aquella nieve estaba helada y presentaba una superficie dura y lisa. Su objeto, al hacer aquella penosa excursión era encontrar un oso que habían visto subir por el mismo camino algunos minutos antes y cuyas huellas marcadas en la nieve seguían”. ¿Huellas profundas en la nieve a gran altura en el Himalaya? ¿A qué nos suena? ¿Las mismas huellas que encontró y fotografío Shipton en 1951 e hicieron famoso al esquivo homínido?

El misterio del yeti, lejos de declinar, se ha mantenido a lo largo de las déca-das. De manera intermitente aparecen fotografías nuevas de huellas en la nieve en el Himalaya a gran altura. Tal fue el caso de la expedición emprendida por el español José Ramón Bacelar, quien lo-gró en 2006 ser el primer occidental en atravesar a pie el Alto Dolpo-Mustang, en la cordillera del Himalaya. En dicha expedición encontró huellas del “yeti” a 5.700 m de altura.

La tesis del oso “desconocido” que habita las alturas del Himalaya va co-brando cada vez más solidez. Podemos realizar una comparación con otra especie que habita el mismo hábitat y, también, es muy difícil de ver y seguir. ¿Qué pensaríamos si hace décadas hubiésemos lanzado el enigma de que las nieves himalayas están habitadas por un gran felino, adaptado al frío glacial de la cordillera, que puede vivir en alturas entre los 4.000 y 6.000 m y que es prácticamente invisible para localizarlo? La respuesta sería escéptica si no la tuviésemos ya: el irbis o leopar-do de las nieves. ¿No es el leopardo de las nieves una adaptación biológica del leopardo común a vivir en las alturas, como podría existir un oso arcaico como adaptación del oso pardo común a vivir en el mismo tipo de hábitat?

Estos osos vivirían en altitudes mucho más elevadas que cualquier oso

*El macaco japonés

Los gorilas pueden vivir en las selvas

de montaña de los Virunga pero nunca por encima

de los 4.000 m de altura. Una versión en miniatura de nuestro

primate incógnita

lo ofrecería el macaco japonés,

que puede soportar

temperaturas de hasta 15º negativos y está activo todo el frío invierno en

la isla de Hokkaido.

Éste sí sería un verdadero “mono de las

nieves”.

Jordi Magraner

Reinhold Messner

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> PARA SABER MÁSEl libro del alpinista italiano Reinhold Messner, Yeti. Leyenda y realidad, de ediciones Desnivel.

común, puede plantarse sobre sus patas traseras, moverse con agilidad y tener la habilidad de huir ante la presencia humana y ser más carnívoro que el resto de osos –por cierto, rasgo común con el oso polar–, capaz de matar a los yaks como han denunciado alguna vez los sherpas. ¿Cuál sería la apariencia de este oso primigenio? Una posible revelación la encontramos de la manera más insospechada en un circo esta-dounidense de 1865. En las páginas del periódico de Ohio The Highland weekly news, encontramos el anuncio de un circo y muestra el elenco de animales exóticos y poco vistos por el público que presentan como camellos bactrianos, hipopótamos… y un animal más que aparece bajo el nombre de White Hima-laya Bear –“oso blanco del Himalaya”–, una extraña criatura. Seguramente este ser habría sido representado con las limitaciones de la época pero su deno-minación sí que plantea interrogantes: ¿Se conocía ya en esa época una especie tal? ¿Oso blanco como los osos polares? El resultado del análisis de Bryan Sykes cobra más fundamento.

Como final traemos a colación unas desapercibidas líneas escritas en un pe-riódico español , El Sol, del 16 de junio de 1936, que como corolario, creemos dan la definición más clara y concisa de la misteriosa criatura del Himalaya. Bajo el titular de “Vida y Milagros de un explorador”, dedicado como homenaje al explorador sueco Sven Hedin –quien recorrió Tíbet, Mongolia,Turkestán y Siberia–, reporta las siguientes impresiones sobre su exploración del Tíbet que él calificaba de “Reino de las Nieves” y que alberga una fauna rica y variada: “Sus altas planicies dan pasto a rebaños de antílopes y yaks, y de carne-ros montaraces y zorras, chacales, osos blancos –como en las regiones polares– y tan raros, que en las tribus de las estribaciones del Himalaya eran tenidos por hombres gigantescos, cubiertos de pelo y lobos, blancos también”.

¿Hemos convertido al yeti en un simio que nunca encontraremos? ¿Se busca lo que no existe y se ignora lo que sí existe? El yeti existe pero no en la for-ma en que creemos o nos imaginamos. El tiempo lo acabará por confirmar…

La tesis de una especie de oso desconocida que habita las alturas del Himalaya va cobrando cada vez mayor solidez

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TEXTO Juan José Sánchez-Oro

Árboles farola iluminando nuestras calles

Bioluminiscencia vegetal

CIENCIAAL LÍMITE

VARIOS PROYECTOS DE BIOTECNOLOGÍA ESTÁN DISEÑANDO PLANTAS CAPACES DE GENERAR LUZ DE MANERA NATURAL.

L a biotecnología cada vez hace más con menos. Ya no necesita de grandes y

costosísimos laboratorios para hacer modi-ficaciones genéticas de lo más audaz. Basta un pequeño espacio, recursos económicos mínimos y el entusiasmo de unos pocos científicos para conquistar y manipular los secretos de la vida hasta límites insospecha-dos. En la era del “hágalo usted mismo”, ha nacido también la biología casi como forma de “bricolaje doméstico”. Y los anhelos de esta popularización del saber amenazan con hacer despuntar en el horizonte nuevos seres vivos tan osados como inquietantes.

Por ejemplo, ¿qué puede salir de la reunión de un empresario tecnológico de

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San Francisco llamado Anthony Evans, el bioquímico Omri Amirav-Drory, director de la compañía Genome Compiler y el doctor en biología molecular y celular por la Univer-sidad de Stanford, Kyle Taylor? Pues nada más y nada menos que árboles con capaci-dad para irradiar luz natural. Unas plantas que, en la visionaria y futurista mente de Anthony Evans, vendrían a sustituir a las farolas sobre las aceras de nuestras calles o los arcenes de nuestras carreteras.

El proyecto se ha puesto en marcha en el mítico Silicon Valley, gracias a los 250.000 dólares donados por 4.500 simpatizantes. El pequeño laboratorio Biocurious, en el que se desarrollará la investigación, se describe a sí mismo en su página web como “un lugar para hackers de la biotecnología”, y se encuentra completamente abierto a la participación, tanto de científicos eruditos como de amateurs.

No obstante, al margen de la forma en que se organizan estos investigadores, está el fondo del asunto y, en él, la expresión mágica en la cual todos han depositado sus esperanzas: la “biología sintética”. Una etiqueta con un significado que no está del todo unificado, aunque en una de sus acepciones vendría a demostrar que se puede ir más allá de la ingeniería genética entre especies. Es decir, actualmente se toman genes de un organismo vivo para insertarlo en el ADN de otro. Receptor y donante son criaturas que compartirán de este modo, por transferencia, una genética preexistente en la naturaleza. Sin embargo, la biología sintética plantea crear artificialmente ese ADN al margen de las secuencias vivas conocidas. No se trataría, por tanto, de reutilizar genes ya presentes en el reino animal o vegetal, sino de fabricarlos bioquímicamente desde cero, o casi.

Biocurious ha empezado a trabajar y al-terar la genética de la Arabidopsis thaliana, una planta perteneciente a la familia de la

mostaza. Sin embargo, otra opción sería se-guir la senda transgénica más convencional y mezclar genes de especies conocidas para lograr criaturas luminosas. Es bien sabido que la naturaleza está repleta de seres vivos que brillan en la oscuridad. Sólo hace falta sacarles provecho transgenético y eso es lo que está investigando otro científico, Daan Roosegaarde, de la Universidad Estatal de Nueva York. Roosegaarde ha preferido echar mano del ADN de una medusa fluorescente para introducirlo en un arbusto porque “cuando una medusa, bajo aguas profundas, genera su propia luz, no cuenta con una batería o un panel solar o un soporte ener-gético que la ayude a crear esta luminosidad, lo hace de forma totalmente autónoma”. En el año 2014, ya presentó sus primeros proto-tipos bajo la forma de una planta de interior cuyo genoma contenía ADN de bacterias marinas. De este modo, las hojas y el tallo generaban bioluminiscencia.

Una tercera alternativa, propuesta también por Daan Roosegaarde, resultaría menos invasiva y prescindiría de toda clase de manipulación genética vegetal. Consisti-ría en cubrir los árboles de unos hongos na-turales con características bioluminiscentes. Luego no serían sus ramas y troncos las que irradiarían la luz, sino el recubrimiento com-puesto por todos esos diminutos organismos biológicos con capacidad refulgente.

De todas formas, todavía quedaría por despejar los riesgos y peligros ecológicos que la introducción de estas especies modi-ficadas pudieran causar en el ambiente. Biocurious ha prometido repartir entre sus mecenas miles de semillas para que puedan disfrutar de su inversión bajo la forma de luminiscencia vegetal. Sin embargo, un reparto indiscriminado de este tipo, esca-paría a todo control y lejos de traer nueva luz a nuestro mundo, podría sumirla en una extraña oscuridad si no innovamos con cuidado.

CORDEROS FLUORESCENTESVarios países vienen experimentando con corderos y ovejas transgénicas fluorescentes. Se utilizan con fines médicos para fabricar determinados medicamentos y luchar contra enfermedades. Pero ya hay quien propone venderlos como vistosas mascotas para niños.

TELA DE ARAÑA ANTIBALASVarias empresas privadas están utilizando arañas modificadas genéticamente para que puedan generar hilo de seda con propiedades extraordinarias. Aseguran que podría ser una tela más fuerte que el acero y resistente que el kevlar, el material empleado en los chalecos antibalas.

CULTOS

E s fácil suponer los efectos que la nueva visita de Hercólubus, que pasará a una distancia aproximada de un millón y medio de km de la

Tierra, ha de ocasionar a nuestro planeta. La formida-ble inducción electromagnética del astro invertirá los polos magnéticos terrestres y volverá a cambiar el eje de rotación, con lo que los polos geográficos tornarán a mudarse de posición. Esto producirá cataclismos descomunales: hundimiento y elevación de continentes, como ya pasó con la Lemuria y la Atlántida, transfor-mación de mares, cursos de agua y cordilleras en todo el mundo, desaparición de extensas zonas continentales que quedarán sumergidas, y afloramiento de otras porciones, hoy submarinas, que formarás nuevas islas y continentes distintos a los actuales (…). Todo el caótico panorama que se nos muestra a nuestro mundo en la actualidad, no es otra cosa que el conjunto fenoménico de síntomas reveladores para los entendidos de los días postreros de una civilización que está agonizando”.

Este texto está extraído de Yo visité Ganímedes (1972), escrito por Yosip Ibrahim, pseudónimo tras el que se escondía el contactado peruano José A. Rosciano Holder. El mito de la llegada de Hercólubus a la Tierra antes de 2000 surgió a través de los contactos manteni-dos por el médium brasileño Hercilio Maes con la enti-dad invisible conocida como “Maestro Ramatis”. En su obra Mensajes del astral (1956) recogía los mensajes ca-nalizados por vía psicográfica de dicha fuente presunta-mente extrahumana. Respecto a Hercólubus, podemos leer lo siguiente: “Se trata de un planeta impregnado de magnetismo primario, cuya masa planetaria sólida

es mayor que la de la Tierra y cuya aura radiactiva pesa 3.200 años el volumen normal del aura astro-etérea de vuestro globo. La fase más intensa de la modificación se producirá entre los años 1982 y 1992 y los efectos más catastróficos se harán sentir hasta 1999”.

Nada de lo predicho ha ocurrido. Sin embargo, muchos visionarios, futurólogos y contactados, así como algunos grupos milenaristas –sobre todo en el contexto de las apariciones marianas– siguen hoy advirtiendo sobre la llegada de Hercólubus, una de las señales que anunciarán el fin del mundo. “Veo venir a través del cielo una gran esfera. Es como si fuera el Sol pero más grande. Esa esfera gira a gran velocidad por el cielo y cambia de colores entre blanco y anaranjado, y produce un tremendo calor y lo percibo perfectamente. Esa esfera se dirige hacia otra esfera que es el globo terrestre”, fue la visión de la vidente Verónica Lueken, de Bayside (Nueva York), tras uno de sus contactos con la Virgen. Por su parte, Conchita González, vidente de las apariciones de Garabandal, que tuvieron lugar en los años sesenta en Cantabria, España, recibió un aviso de la Virgen anunciando “una cosa muy espantosa que se producirá en el cielo”. El evento celestial, según Conchita, durará 15 minutos, será como de fuego pero no quemará, y quien lo vea podrá morir de la impresión. Su nombre empieza por A.

EL TERROR QUE LLEGA DEL CIELOLa amenaza de un cuerpo sideral que chocará con la Tierra originando grandes catástrofes bebe incluso de fuentes bíblicas. En el Apocalipsis de San Juan se habla

LOS MENSAJES PROFÉTICOS REFERENTES A UN FIN DEL MUNDO O A UN FINAL DE LOS TIEMPOS LOS ENCONTRAMOS EN TODAS LAS CULTURAS DE CUALQUIER ÉPOCA. PESE A LOS GRANDES FIASCOS MILENARISTAS, SE SIGUE HABLANDO DESDE DISTINTOS CONTEXTOS DE UN PRÓXIMO FINAL. INCLUSO DESDE EL ÁMBITO CIENTÍFICO…

TEXTO Moisés Garrido Vázquez

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de la estrella Ajenjo. “El tercer Ángel tocó la trompeta y entonces cayó del cielo una estrella grande, ardiendo como una antorcha. Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las manantiales de agua. La estrella se llama Ajenjo. La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y mucha gente murió por las aguas, que se habían vuelto amargas” (Ap 8,11).

Al margen de especulaciones, ¿existe la posibilidad de que un cuer-po celeste pueda ocasionar el fin del mundo? La idea no es descabellada y se plantea a nivel científico, ya que la Tierra es muy vulnerable a tales impactos y ciertos cuerpos siderales que están muy próximos a nosotros entrañan un peligro potencial –500 meteoritos chocan anualmente contra nuestro planeta, localizándose medio centenar de asteroides potencialmen-te peligrosos cada año–. Ante este turbador panorama, el Congreso de Estados Unidos solicitó en 1990 a la NASA que pusiera en marcha un programa de detección e intercepta-ción de asteroides cuyas trayectorias se crucen con la órbita terrestre. El astrónomo David Morrison, del Ames Center de California, presidió el Comité. Según el informe Guardia-nes del Espacio, presentado en 1992, unos 700 asteroides de más de un kilómetro de diámetro entran en esa categoría. Fueron bautizados como

los “asteroides del Juicio Final”. Según el astrónomo Tom Gehrels, “tarde o temprano chocará y será catastrófico. El mayor de los conocidos que pasan cerca de la Tierra mide 10 km de diámetro. Si algo semejante cayera aquí, la explosión sería mil millones de veces mayor que la de Hiroshima”.

Una de esas amenazas a tener muy en cuenta es el asteroide Apofis –nom-bre del dios egipcio de la destrucción–. Se trata de una roca de 325 metros que viaja a 33 km/s. Pasará muy cerca de la Tierra el 13 de abril de 2029 –a sólo 31.300 km de distancia–. Por el momento, no se puede predecir qué ocurrirá. Todo depende del rumbo que tome a tenor de la influencia que sobre él ejerzan otros planetas. Si no sucede nada, volverá a pasar cerca de la Tierra en 2036 y en esa ocasión, la amenaza se prevé mayor. Lo mismo podemos decir de Swift-Tuttle, una roca espacial de 10 kms de diámetro que se acercará a la Tierra en agosto de 2126. Su impacto provocaría una explosión de 100 millones de megatones y originaría terremotos y maremotos, activaría volcanes, oscu-recería la atmósfera durante decenios y abriría en la corteza terrestre una profunda brecha. Es muy posible que la vida desapareciera en la Tierra. “Al-gún día, un asteroide se encontrará en trayectoria de colisión con la Tierra. De todas las especies que un día se

Sería imposible enumerar todos los grandes fiascos apocalípticos en unas breves líneas. Sirvan de ejemplo algunos casos, como el de la madre Shipton, profeta del siglo XV, quien a pesar de predecir hechos que se han cumplido, falló estrepitosamente a la hora de fechar el Apocalipsis para el año 1991. Otro que metió la pata fue el vidente californiano Jeron Criswell al anunciar la aparición de un “arcoiris negro” que rodearía la Tierra, absorbiendo buena parte de la atmósfera y matando a casi todo ser viviente, algo que ocurriría el 18 de agosto de 1999. Por su parte, la gurú Elizabeth Clare Prophet, líder de la Iglesia Universal y Triunfante, anunció que el Apocalipsis tendría lugar en mayo de 1990. Sin embargo, el astrólogo búlgaro Boris Cristoff predijo el final de los tiempos para 1983. Uno de los fracasos más recientes fue el del pastor evangélico Harold Camping, fundador de la cadena religiosa Family Radio, que anunció a través de grandes campañas publicitarias que el Juicio Final tendría lugar el 21 de mayo de 2011.

PROFECÍAS INCUMPLIDAS

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arrastraron, caminaron, volaron o na-daron en nuestro planeta, se calcula que dos tercios se extinguieron por un impacto espacial. La humanidad aún podría sufrir ese destino. Pero somos la única especie que puede anticiparse a ello y quizá, sólo quizá, evitarlo”, remarcan Donald W. Cox y James H. Chestek en El asteroide del fin del mundo. ¿Sobreviviremos? (1998). No podemos afirmar que el fin del mun-do se producirá próximamente a cau-sa del impacto de un asteroide, pero la probabilidad, aún remota, existe. Por eso hay expertos que sugieren medi-das drásticas, como lanzar un rayo láser o enviar un misil termonuclear hacia el kamikaze sideral para desviar su trayectoria o destruirlo.

Hablo de ello con el astrónomo José María Madiedo, miembro de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, y me explica que “un NEO –Objeto Próximo a la Tierra– con un tamaño superior a 100 metros puede producir una devas-tación considerable (…). No se puede bajar la guardia, hay que potenciar y mejorar los programas de seguimien-to de asteroides. Son muchas las rocas que están por detectar y conocer su órbita es fundamental de cara a poder predecir futuros acercamientos a la Tierra y evaluar la posibilidad y las consecuencias de un impacto”.

LA VIRGEN APOCALÍPTICALa Virgen sigue recorriendo el mundo para anunciar las señales del fin, o eso dicen sus más acérrimos fieles. Según se desprende de sus mensajes revelados, está bastante enojada con la humanidad por no seguir a su hijo Jesús. Las ideas milenaristas y catastrofistas tienen gran difusión

en lugares donde presuntamente se aparece la Virgen. Mensajes, panfletos y libritos repletos de profecías apoca-lípticas son repartidos en cualquier aparición mariana que se precie. “Un día se verán cosas que impresionarán al mundo y será como el fin. Aquel día, con fuerte ruido de truenos, un carro de fuego atravesará todo el Uni-verso, dejando tras de sí una fuerte luz desconocida por vosotros. Éste será el aviso de que Dios está próximo. La Tierra temblará, el Sol girará sobre sí mismo con enormes explosiones y la luna se cubrirá de luto. Todo esto ocu-rrirá en el transcurso de una media hora. En aquel momento el cielo esta-rá limpio de toda nube y el fenómeno milagroso será visible desde todas las partes de la Tierra. Después, el Sol se alejará y un fuerte estruendo sacudirá la Tierra y se producirá la oscuridad (…). El fuego se extenderá y el mundo se cubrirá de cadáveres”, comunicó Nuestra Señora al vidente Enzo Alocci, natural de Porto San Estefano (Italia), el 13 de agosto de 1968. En sus mensajes, no deja de recriminar al hombre por sus pecados, aunque se presente como la madre protectora que ama a sus hijos.

Suele advertirnos que no queda mucho para que Dios descargue su ira contra nosotros. Todo eso estará precedido por señales celestiales y desastres, así como por la manifes-tación del Anticristo quien, seductor, atraerá a las muchedumbres. Será el preludio del Apocalipsis. Unos pocos serán salvados, el resto sucumbirá en el infierno: “Yo ya lo he anunciado. El Padre Celestial enviará un terrible castigo sobre toda la humanidad si la gente no se arrepiente y cambia sus vidas. Un castigo más terrible que el

No podemos afirmar que el fin del mundo se producirá por el impacto de un asteroide, pero la posibilidad, remota, existe…

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sentirá terror, pero Dios estará con aquellos que aman Su Nombre y que le aclaman, los ángeles serán los eje-cutores, lucharán contra el enemigo y todo esto durará por tres días y tres noches, pero aquellos que están con el Señor no deben de tener miedo, oigáis lo que oigáis no abráis vuestras puertas y vuestras ventanas, estad en oración, solamente os servirán los ali-mentos y velas bendecidos”, reveló la Virgen al vidente José Luis Manzano, de Talavera de la Reina (Toledo), el 8 de diciembre de 2009. Profecía que ya había anunciado una década antes a la vidente Patricia Talbot, de Cuenca (Ecuador), el 19 de mayo de 1988: “Mis pequeños, os he anunciado tres días de oscuridad. No debéis salir de vuestros hogares, no quiero que veáis la justicia del Padre. Los tiempos están cerca. Los días anteriores habrá señales en el cielo y en el Sol que no sólo se han dado aquí, sino en otros lugares benditos por mi Presencia. Luego vendrá el Reino de Dios”.

Para los creyentes son revelaciones celestiales, mientras que para algunos expertos sólo es la voz de la conciencia colectiva proyectada en una figura imaginaria. El vidente sería un canal que transmite a nivel inconsciente lo que la humanidad prevé en relación a su futuro. Recuerdo las palabras de Fernando Jiménez del Oso: “Lleva-mos años hablando del fin del mundo por una especie de conocimiento inconsciente, de aviso endógeno, de que la situación presente no conduce a sitio alguno, de que algo tiene que cambiar, si no es que ya está cambian-do (…). La expresión correcta, la única que estamos autorizados a emplear en vista de lo sucedido en otras épocas, es la de ‘fin de un mundo’, dando a la palabra ‘mundo’ un sentido de civili-zación, de cultura, de creencias”.

COLAPSO PLANETARIO SEGÚN LA CIENCIALa idea del fin del mundo se vincula con videntes, futurólogos, sectas reli-

Diluvio. Fuego caerá del cielo y des-truirá gran parte de la humanidad y no perdonará a sacerdotes ni a laicos. Los sobrevivientes sufrirán tanto que envidiarán a los muertos”, comunicó la Virgen a Agnes Katsuko, en Akita (Japón), en junio de 1973. Un mensaje similar fue recibido por la vidente ita-liana Gemma el 2 de mayo de 1980: “Hija mía, el tiempo se nos hace corto. Mis súplicas al mundo no fueron escuchadas ni obedecidas. Ahora es demasiado tarde, y la ira del Padre ha llegado al punto máximo. Muchos, muchísimos, hijos de la Tierra perece-rán. Toda la Tierra será un campo de batalla. Las grandes potencias serán aplastadas como hormigas. Ustedes, mis hijos queridos, tendrán que sufrir mucho (…). Y yo, lloro y lloro, porque no logro hacerles cambiar”.

En estos mensajes se insiste en que habrá tres días de oscuridad en todo el planeta, pereciendo las tres cuartas partes de la humanidad. “La tierra se oscurecerá y el hombre

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Sobre estas líneas, multitudinaria

peregrinación a Fátima. La Virgen

se ha convertido en la principal transmisora a

distintos videntes de las fechas y las formas en las que

se producirá el Apocalipsis.

giosas… Pero también los científicos hablan de un hipotético y próximo fin del mundo. Vivimos una época de revoluciones políticas y tecnoló-gicas, así como de transformaciones colectivas. Los desastres ecológicos, la superpoblación y el terrorismo internacional son algunos de los potenciales peligros que nos acechan y que nada tienen que ver con eventos cósmicos y señales anunciadas por profetas e iluminados. La situación de la humanidad es tan caótica que a principios del 2015, el comité del Boletín de Científicos Atómicos –del que forman parte 17 premios Nobel– advirtió del peligro al que se enfrenta el ser humano debido al cambio cli-mático y la amenaza nuclear, motivo por el que adelantó las manecillas del reloj del ‘Juicio Final’ a tres minutos del fin –la medianoche indicaría el fin del mundo–. “La probabilidad de una catástrofe global es muy alta y debe-mos tomar las acciones para evitarla. Podemos manejar nuestra tecnología

En Cuando fallan las profecías (1956), el sociólogo Leon Festinger habla de la “disonancia cognosci-tiva”, refiriéndose a un rasgo muy frecuente entre los seguidores de los grupos sectarios milenaristas: “Suponga que un individuo cree algo con todo su corazón; suponga que ha toma-do acciones irrevocables debido a la creencia; suponga que se le presenta evidencia innegable de que está equivocada. ¿Qué pasará? El individuo emergerá, inalterado y aún más convencido de la ver-dad en sus creencias. De hecho, puede mostrar un nuevo fervor e incluso tratando de convencer y convertir a las otras personas”. Esto ha sido muy común entre los adeptos de los Testigos de Jehová y de los Adventistas del Séptimo Día. En vez de provocar un abandono masivo, los fallos proféticos cometidos por los líderes hacen que sus fieles se enganchen más al grupo y a la doctrina, pues consideran que se trata de un error de cálculo o de una nueva oportunidad dada por Dios. Lejos de erradicar las ideas milenaristas y mesiánicas, siguen pensando que el fin del mundo está muy cerca y que ellos serán los elegidos. Incluso suelen volverse más radicales, aceptando las explicaciones justificativas ofrecidas por sus mandatarios.

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LA FE PROFÉTICA

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o ser víctimas de ella, el reloj está co-rriendo”, asegura Kennette Benedict, directora ejecutiva del boletín.

El eminente astrofísico Stephen Hawking, que es miembro destacado de la Junta Directiva de dicho comité, apunta a cinco posibles causas capa-ces de ocasionar un fin del mundo. Una de ellas sería la propagación de virus letales. “El peligro es que, por accidente o por diseño, creemos un virus que nos destruya”, afirma. Otra tendría que ver con la guerra nuclear y el cambio climático. En nuestro planeta existen 16.300 armas nucleares. La Federación de Científi-cos Estadounidenses –FAS– advierte que alrededor de 1.800 cabezas nucleares estadounidenses y rusas están en máxima alerta, preparadas para un uso inmediato. En ese caso,

la vida sobre la faz de la Tierra podría desaparecer. Según Hawking, “como ciudadanos del mundo, tenemos el deber de alertar al público sobre los riesgos innecesarios con los que vivimos cada día, y sobre los peligros que auguramos si los gobiernos y las sociedades no actúan ahora para dejar las armas nucleares obsoletas y prevenir un mayor cambio climático”. Otro escenario apocalíptico imagina-do por el científico sería una invasión alienígena. No se puede descartar la posibilidad de que llegue hasta nues-tro planeta una civilización hostil, de ahí que Hawking y otros científicos no apoyen el Proyecto SETI, que tiene como fin el contacto con seres de otros mundos. “Si los alienígenas nos visitaran, el resultado sería parecido

a cuando Colón arribó a América, lo que no fue muy bien para los nativos americanos”, advierte. También aca-rrearía una situación de hecatombe mundial el hecho de que los robots dominasen el planeta. “El éxito en la creación de inteligencia artificial sería el evento más grande de la historia de la humanidad. Por desgracia, también podría ser el último, a menos que aprendamos cómo evitar los riesgos”, manifestó Hawking a The Indepen-dent a mediados de 2014. Por último, especula con la posibilidad de que partículas elementales como el bosón de Higgs puedan engullir nuestro planeta a través de ciertos fenómenos físicos destructivos que se desarrollen en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). Pese a que harían falta ener-gías superiores a 100.000 millones

de gigaelectronvoltios (GeV), muy por encima de las que se alcanzan en los aceleradores de partículas, Hawking no descarta que pudiese ocurrir una desintegración catastrófica, con una burbuja de vacío expandiéndose a la velocidad de la luz. La solución para evitar estos escenarios apocalípticos sería viajar al espacio y colonizar otros mundos.

Frank Fenner es otro científico que no se ha cortado un pelo a la hora de advertirnos. Y pone fecha para el colapso: 2100. Este microbiólogo australiano tenía muy claro que el cambio climático, la superpoblación y la acción destructiva del ser humano hacia la naturaleza conducirán al fin de la vida en nuestro planeta. En 2012, una comisión internacional de

APOCALIPSIS Y MILENARISMOEl Apocalipsis de San Juan, libro que cierra el Nuevo Testamento y que fue escrito a finales del siglo I, encierra datos reveladores sobre el destino final del hombre, las señales celestes y tribulaciones para esos días venideros, la llegada del Anticristo, la batalla del Armagedón y la Segunda Venida de Cristo –parusía–. Un reino de paz será instaurado durante mil años, tras el cual tendrá lugar el Juicio de Dios para distinguir a los elegidos de los pecadores. Su contenido profético y escatológico ha influido enormemente en nuestro contexto judeocristiano occidental. Tanto es así que a finales del siglo XX hubo alrededor de 1.500 suicidios relacionados con sectas milenaristas, como los Davidianos, Orden del Templo Solar, Heaven´s Gate o Restauración de los Diez Mandamientos, cuyas creencias estaban inspiradas en el Apocalipsis bíblico.

La solución para evitar los escenarios apocalípticos, en opinión de Stephen Hawking, sería viajar al espacio y colonizar otros mundos

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> PARA SABER MÁSEl clásico del maestro Isaac Asimov Las amenazas de nuestro mundo, publicado en 1981, plantea posibles escenarios para un apocalipsis.

científicos, entre los que formaron parte miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), afirmaron que la Tierra se aproxima a un colapso inminente e irreversible. En la revista Nature expusieron sus conclusiones. O se toman ya las medi-das o nos enfrentaremos a un “nuevo régimen para el que no estamos preparados”, afirman. En caso con-trario, padeceremos enormes sequías, carencia de alimentos, extinción de especies y migraciones masivas de pueblos. Las razones son las que planteó Fenner: cambio climático, superpoblación y destrucción de los ecosistemas naturales. La población mundial crece en torno a 77 millones de personas por año y consumimos demasiados recursos. A su vez, hemos alterado la naturaleza, emitiendo una

considerable cantidad de CO2 a la atmósfera. Si seguimos a este ritmo, en 2025 habremos destruido el 50% de los hábitats naturales mundiales.

NUEVA FECHA: SEPTIEMBRE DE 2015Mientras escribo estas líneas, las redes sociales y otros canales de In-ternet propagan una nueva fecha del fin del mundo: finales de septiembre de 2015. Al parecer, un asteroide im-pactará contra Puerto Rico, causando terremotos y un cambio climático. Esta falaz teoría ha sido promovida por un grupo de estudiosos bíblicos, encabezado por el profeta Efrain Rodríguez. La noticia ha levantado tal revuelo que la NASA ha tenido que desmentir tal amenaza, asegurando a través de un comunicado oficial que

“no conoce ningún asteroide o cometa en curso de colisión con la Tierra”. Sin embargo, Efrain y sus adeptos creen que la NASA oculta información para que “los poderosos almacenen comida y construyan refugios de protección”.

También otra profeta, Vanga, búl-gara y fallecida en 1996, predijo el fin del mundo para la segunda mitad del 2015. Según ella, una crisis económi-ca mundial conllevará a confrontacio-nes entre diversos países, desencade-nándose una guerra tecnológica cuyo resultado será una destrucción global.

¿Cómo hemos de mostrarnos ante estas predicciones? Escépticos, pero expectantes. No podemos ignorar que, como señalan ciertos científicos comprometidos, la situación es preo-cupante y urge poner remedio inme-diato. Es evidente que la humanidad está al borde de un precipicio. Pero otra cosa muy distinta son todas esas profecías milenaristas que nunca se cumplen porque nunca llegan, como las anunciadas hasta la saciedad por los Adventistas y los Testigos de Jehová.

Por otra parte, los fracasos profé-ticos provenientes de videntes como Jeane Dixon y Edgar Cayce –pronos-ticaron grandes catástrofes naturales y la destrucción de naciones para antes de concluir el segundo milenio–, deberían servirnos para reflexionar y ser más críticos.

¿Cuántas veces, a lo largo de la historia, se ha anunciado el fin del mundo? En infinidad de ocasiones. Por eso cuestiono mucho esta clase de profecías, aunque, por otro lado, esté convencido de la realidad de la precognición, un fenómeno del que existen sobradas evidencias y que está muy bien estudiado por la parapsico-logía. Y es que, como señala Marina Benjamín en Viviendo el fin del mundo (1999): “El vejestorio aparato del apocalipsis, anticuado, pedante, li-teral, parece tener aplicación en nues-tra cultura contemporánea seglar, porque no sólo comprende nuestros miedos, sino que los hace productivos alimentando la esperanza”.

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HISTORIAS MALDITAS

S e afirma que Domingo nació en 1019 en Viloria y murió en 1109, de modo

que resultó ser longevo en tiempos de corta esperanza de vida. Corría el año 1050 cuan-do decidió hacerse monje, pero la Iglesia no le aceptó, por lo que se le cerraron las puertas del monasterio de Santa María de Valvanera y de San Millán de la Cogolla. Se ha dicho que veían en él a un tipo peligroso. ¿Qué temían de quien sólo buscaba a Dios? ¿O tal vez temían justamente eso?TEXTO Mariano F. Urresti

Domingo de la calzada el resucitador de muertosHAY POCAS VIDAS TAN LEGENDARIAS COMO LA DE DOMINGO DE LA CALZADA. JOSÉ GONZÁLEZ TEJADA RECOPILÓ EN EL SIGLO XVIII LO QUE SE SABÍA DE ESTE INICIADO HETERODOXO, AUPADO A LA SANTIDAD A REGAÑADIENTES.

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Como antes hiciera Millán, marchó Do-mingo al monte en soledad, y allí dejó pasar cinco años sin que se sepa qué hizo, salvo que restauró una ermita dedicada, como se podía sospechar, a Nuestra Señora.

Al cabo de ese tiempo, el papa Benedicto IV envió a aquellas tierras a un legado suyo, Gregorio de Ostia, para impartir doctrina en

Navarra y La Rioja. La leyenda dice que un ángel se lo notificó a Domingo y le dijo que le vendría bien ir en busca de aquel hombre. Se cuenta que fue el legado quien le enseñó a escribir y a calcular –¿metáfora que encubre los secretos de la traza de los Compañeros?–

Tras la muerte de su maestro, Domingo regresó a la naturaleza. Pero en aquella

RESURRECCIÓN Domingo poseía poderes tauma-túrgicos extraordinarios, hasta el punto de que se dice que resucitó a muertos, como aquel cantero que tras un accidente quedó aplastado por las piedras. La historia cuenta que el santo obró así: “Súpolo Domingo, y con sólo orar sobre el difunto, que tenía hecha una tortilla su cabeça, y había gran rato que se hallaba sin vida, se levantó el difunto sano y totalmen-te bueno dando a Dios y al Santo las gracias”.

SANTO SIN PRETENDERLOTres años después de su fallecimiento, en 1112, ya hay documentos que se refieren a él con el título de santo. En un principio, su tumba se colocó fuera de la catedral donde hoy reposa. Estaba junto a la calzada jacobea, y su visita era ya recomendada por Aymeric Picaud en el Codex Calixtinus. Posteriormente, se amplió la catedral y la tumba quedó cobijada en su interior. Cuenta con una efigie del santo yaciente; otro nivel con una caja sepulcral del siglo XV, y un baldaquino de estética gótica, a pesar de ser obra del siglo XVI. Posteriormente, se construyó una cripta en un segundo nivel para acoger un nuevo sepulcro del enigmático difunto, que terminó santo seguramente sin pretenderlo.

época el Camino de Santiago medró, y por él comenzaron a transitar los peregrinos en precarias condiciones. Domingo hizo de la ruta sagrada su casa y la causa de su vida.

Armado con una hoz de druida, taló árboles, empedró cañadas, y tendió puentes. Aún hoy el peregrino puede pasar sobre el puente –obviamente totalmente transfor-mado- que tendió sobre el río Oja a la salida de la ciudad donde obró sus milagros y donde terminaron por hacerle santo.

La biografía de este santo constructor se adorna con prodigios que obró en vida, pero aún le daría mayor fama uno que realizó tras su muerte, hasta el punto de ser la coletilla que acompaña siempre a Santo Domingo de la Calzada, “donde cantó la gallina después de asada”. ¿Qué fue lo que ocurrió?

Llegó por el Camino un matrimonio alemán. Con ellos iba su hijo Hugonell, de 18 años. De él se encaprichó la chica del mesón donde se hospedaron, mas el joven no la hizo caso. Despechada, la mucha-cha denunció al chico ante el corregidor acusándole de robar una copa de plata que ella había introducido en su zurrón. Se prendió al joven, se le juzgó y condenó a muerte, según el Fuero de Alfonso X.

Los padres siguieron su camino, pero escucharon la voz del hijo que les decía que el santo le había devuelto la vida. El matrimonio regresó y encontró a su hijo con vida pendiendo de la soga, mientras el santo le sujetaba los pies. Corrieron a contárselo al corregidor, que desayunaba

un gallo y una gallina. Éste se burló de ellos: “Tu hijo está tan vivo como estas aves que me estoy comiendo”. Y entonces, las volátiles se alzaron y huyeron del comilón.

En la catedral el visitante podrá ver una hornacina en la que siempre hay un gallo y una gallina blancos. Los animales se van renovando para recordar esta leyenda en la que hay más de lo que parece. Y es que nos propone el recuerdo del Ave Fénix, que resucita de sus cenizas. Transformación, en definitiva. Nada hay más jacobeo.

ENIGMAS DELESPIONAJE

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EL TÚNELDEL TIEMPO

El pasado mes hablábamos en ENIGMAS de cine maldito. En la extensión de un reportaje

no podíamos incluir la amplia caterva de cintas rodeadas por ese halo trágico, por lo que la película muda Nosferatu no la incluimos en esa “lista negra”. Y tiene su miga. Precisamente unos días después de que cerrásemos la edición, una macabra noticia conmocionaba el mundo del séptimo arte y ocupaba las páginas de sucesos de la prensa internacional, desempolvando, a su vez, las extrañas historias que acompañaron al rodaje, al estreno y al cast: el cuerpo del director de esta joya del celuloide era profanado por unos individuos que, o bien pretendían engrosar las páginas de la supina y lúgubre estupidez, o bien creían que el cadáver de alguien tan misterioso como extravagante podía servir de canalizador a vete tú a saber qué puerta desconocida.

El caso es que se llevaron su cabeza, y por los restos encontrados en los alrede-dores del camposanto, cera y extraños símbolos, todo parece indicar que la utilizaron para un oscuro ritual de corte satánico. ¿Una broma? ¿Una ceremonia ancestral para acabar de una vez por todas con un espíritu maligno…? Quién sabe. El caso es que al pobre Murnau no le dejan descansar en paz, cual si se tratara de un “no muerto” de esos que tanto le fascinaron en vida. Todo suce-

La maldición del Vampiro

NOSFERATU

EL PASADO MES DE JULIO LA TUMBA DE UNO DE LOS

ICONOS DEL CINE MUDO, EL REALIZADOR ALEMÁN FRIEDRICH W. MURNAU, ERA PROFANADA Y SU

CABEZA UTILIZADA PARA UN MACABRO RITUAL.

NOSFERATU, SU CINTA MÁS EMBLEMÁTICA, FORMA PARTE DE LA LEYENDA MÁS NEGRA…

día en el cementerio Stahnsdorf de Ber-lín, donde Friedrich Wilhelm Murnau fue enterrado en 1931, poco antes de que un tal Adolf Hitler se sentara en la cancillería del Reich y comenzara el pe-riodo más oscuro de la historia europea. Así se dio a conocer el pasado miércoles 15 de julio por el diario alemán Bild, aunque la profanación de los restos tuvo lugar una semana antes. Al parecer, los ladrones se llevaron el cráneo del rea-lizador germano de la cripta familiar: junto a su féretro reposan los ataúdes de sus hermanos, que también habían sido abiertos, aunque no profanados. Los restos del cuerpo del director estaban a salvo envueltos en toallas, excepto, como digo, su cabeza.

La cripta fue abierta con un alambre, según relataba al citado diario el res-ponsable del cementerio, que responde al nombre de Olaf Ihlefeldt, quien aún se está recuperando del impacto que le produjo abrir el féretro de metal, momento durante el cual, apunta, “tuve una premoción”, y pudo constatar acto seguido que le faltaba la cabeza: “sufrimos un shock”. No debemos olvidar que, según la tradición, cortar de un tajo la cabeza es el paso definitivo para acabar con un “chupasangres”. Y no olvidemos también que Murnau se hizo mundialmente célebre por rodar Nosferatu en 1922, un clásico del cine de terror mudo que atesora

TEXTO Óscar Herradón

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una estremecedora leyenda negra –ver Autopsia de los Hechos– y que basó casi en su totalidad en el Drácula de Bram Stoker, lo que le hizo lidiar en problemas legales con la viuda del escritor irlandés que casi nos privan de esta verdadera joya con base de nitrato, como sucedió con cintas como Londres después de medianoche, de Tod Browning, que nunca hemos podido disfrutar sino en forma de fotografías del rodaje. Todas las copias se perdieron.

La cinta de Murnau continúa rodeada de una pátina de malditismo

que la hace aún atractiva para el público del siglo XXI, harto ya de las piruetas técnicas de los vertiginosos avances digitales, pero, más allá de relatos de ecos trágicos sazonados por la imagi-nación, lo cierto es que la influencia del ocultismo en la película tiene una base sólida y muy real.

EVIDENCIAS OCULTISTASLa cinta de Murnau es mucho más que una simple película de terror, pues encierra numerosos guiños al mundo del ocultismo, pistas para “iniciados”

que idearon algunos de los implicados en el proyecto. La propia productora de la cinta, Prana Film, tiene su miga: Prana es un término sánscrito tomado de la teosofía, tan célebre entonces en Centroeuropa, una suerte de “fuerza” o “fluido vital”, la misma esencia de la vida. No es casualidad su relación con el mundo del vampirismo, ni tampoco su logo, con forma de yin y yang. Ese fluido conocido como Prana encierra no pocos misterios. Según Aleister Crowley, del que hablaré líneas más abajo, todas las grandes civilizaciones

Sobre estas líneas, uno de los más célebres fotogramas de la cinta Nosferatu, de 1922, en la que Max Schreck interpreta al conde Orlok. En la otra página, el realizador alemán Friedrich W. Murnau, responsable de la cinta, durante un rodaje.

EL TÚNEL DEL TIEMPO

han avanzado gracias a los sacrificios de sangre, el mismo líquido vital que man-tiene vivos a los vampiros. De hecho, Nosferatu es un “no muerto” –untote en alemán, según indicaba el cartel promocional–. Es el conde Orlok, señor feudal de los Cárpatos que hace siglos que alcanzó la ansiada inmortalidad.

En los títulos de crédito aparece el nombre de Albin Grau como diseña-dor de decorados y vestuarios, pero lo

cierto es que fue realmente el verdadero artífice del proyecto: la idea surgió de su pasión ocultista; asumió el papel de productor y fue el responsable último de los contenidos esotéricos de Nosfera-tu. El ocultismo era su gran vocación. Tras luchar en la Gran Guerra, se intro-dujo en los círculos esotéricos berlineses convirtiéndose en el Primer Gran Maestre de la Logia Lichtsuchenden Brüder de Berlín, a la vez que trabajaba

Sobre estas líneas, fotografía de Friedrich W. Murnau. A la derecha, el panteón familiar en el cementerio Stahnsdorf de Berlín, donde se produjo la profanación de sus restos.

Cuando hablamos de películas malditas rápidamente nos vienen a la cabeza títulos como El Exorcista, Poltergeist, La Profecía o La Semilla del Diablo, pero lo cierto es que podemos considerar a Nosferatu, junto a Londres después de Medianoche, una de las primeras cintas marcadas por una especie de negro designio que quizá no fuera más que la siempre veleidosa casualidad, pero que es, cuanto menos, inquietante, casi noventa años después de que fuera rodada. Y es que el cúmulo de desgracias que se sucedieron no es para tomárselo a broma: Murnau, nacido en 1888, fallecía a la temprana edad de 42 años, en 1931, apenas cuatro años después del estreno de Nosferatu, en un accidente de coche en Santa Bárbara, California. Al parecer, conducía su criado filipino. Según cuenta

Jesús Palacios, los rumores siempre dijeron que Murnau iba practicando una felación al conductor. Rumores malintencionados, sin duda. Y es que los escándalos de Murnau habían brindado magníficos titulares a los diarios sensacionalistas: a comienzos de los años 20, en una sociedad tan rígida como

la alemana, había declarado públicamente su homosexualidad, un valiente gesto en el que evidenciaba que no le importaba lo más mínimo la condena de la opinión pública.Para echar de comer aparte era el protagonista de la obra, el actor de teatro berlinés Max Schreck. Y es que el tipo era un tanto rarito. Es más, la falta de información sobre su vida provocó, tras el estreno de Nosferatu, que surgiera toda una leyenda negra que aseguraba que el conde Orlok, el personaje que interpretaba, no era sino su álter ego, y que Schreck era realmente un vampiro, convirtiéndose así en un mito siniestro del séptimo arte. De hecho, se dice que el propio Murnau le pagó un extra para que en la escena final de la película mordiera el cuello de la protagonista, Greta Schröder, corriendo el rumor de que había sido asesinada durante la filmación, argumento que serviría para dar forma a la película de E. Elias

AUTOPSIA DE LOS HECHOS

Murnau moría pocos años después en un accidente de coche y parte del equipo sufrió similar suerte…

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como “artista pintor” y como ilustrador en publicidad.

Según cuenta Luciano Berriatúa en su minucioso trabajo sobre la película, debió de conocer a Murnau hacia 1920, mientras diseñaba publicidad para distribuidoras de cine.

Grau trabajó para la UFA –princi-pal estudio de cine alemán durante la República de Weimar, y más tarde con el Tercer Reich– como decorador

Albin Grau

y en 1925 se retiró para dedicarse al ocultismo y rodar un documental sobre la estancia en Alemania del mago inglés Aleister Crowley, hoy desgraciadamente perdido, del que fue seguidor. Sentía una gran admiración por éste y el mismo año del film escribía su Libro de la hora cero, una suerte de manual de iniciación para neófitos, inspirado en las enseñanzas de la Bestia 666, que servía como preparación para la nueva

>PARA SABER MÁSEl completo libro de Luciano Berriatua Nosferatu. Un film erótico-ocultista-espiritista-metafísico, que además ofrece la versión original en DVD de la cinta.

Merhige La Sombra del Vampiro, protagonizada por dos grandes como John Malkovich y Willem Dafoe en 2000. Lo cierto es que Schröder, que también actuó en otras cintas míticas del género como El Golem, murió en 1967, con 75 años, y no precisamente por el mordisco de un vampiro. Otra leyenda urbana afirma que Schreck –que curiosamente significa “miedo” en lengua alemana–, es en realidad el pseudónimo de otro actor, de cierta fama entonces: Alfred Abel, que actuó en cintas prestigiosas del realizador también germano Fritz Lang como El doctor Mabuse o Metrópolis. Pero no son más que eso, leyendas. Max no era un aristócrata chupasangres, aunque moría

también prematuramente, como si la maldición le persiguiera: a los 56 años, de forma repentina. Fue sobre las tablas, interpretando Don Carlo en un teatro de Múnich. Él y Murnau no fueron los únicos. Un cámara que trabajó en el film, más tarde cineasta, Fritz Arno Wagner, también sufrió un

trágico accidente en el que perdió la vida tras partirse el cuello. Era 1958 y habían pasado varias décadas de su trabajo con Murnau. El guionista de la adaptación del libro de Stoker, Henrik Galeen, admirador como Grau de Crowley, también murió prematuramente a causa de un cáncer. Era 1949 y había sufrido los rigores del nazismo, teniendo que emigrar de forma

forzosa. Otro de los implicados en el proyecto que hubo de huir fue el popular actor Alexander Granach, que se refugió en la Unión Soviética, de donde también tuvo que escapar de las purgas de Stalin, acabando en Hollywood. Lo curioso es que todos aquellos que emigraron al otro lado del Atlántico se llevaron “las ideas y los logros del cine esotérico, cargado de simbolismo y magia, a la vez que llegaban a los EEUU miembros de las sociedades ocultistas y masónicas prohibidas por Hitler”, apunta Palacios.En cuanto a las denuncias de la viuda de Bram Stoker, Florence Balcombe, por el plagio de la inmortal novela Drácula, que le aportó pingües beneficios, surtieron su efecto: Murnau perdió el juicio. La sentencia dictaminó que debía destruir todas las copias pero el destino quiso que no fuera así. Una sobrevivió. Fue la única “bendición” de aquella mal avenida historia.

Era o Eón de Acuario. En 1928 creó junto a otros ocultistas la logia berlinesa Fraternitas Saturni, convirtiéndose en Gran Maestre, mientras publicaba tex-tos esotéricos en la Pansophia Verlag y en las publicaciones de su organización.

Unos años después serían perse-guidos por los nazis, aunque parece que Grau logró huir a Suiza en 1938 e instalarse en la logia de la Ordo Templi Orientis de Locarno. Otra versión apunta que, detenido por los esbirros del Führer, murió en 1942 en el campo de concentración de Buchenwald, lo que explicaría su ausencia posterior del mundo del cine y de los círculos esoté-ricos europeos. De lo que no cabe duda es de su influencia capital en Murnau y en su obra maestra. De hecho, en el film aparecen en una secuencia unas cartas cifradas –que se envían Knock y Nosferatu– que siempre han sido uno de los elementos más llamativos sobre la presencia del ocultismo en la

cinta. El guión de Henrik Galeen habla de “signos ilegibles” y hace referencia al “sagrado número 7”. Sin duda Grau y su círculo estaban también detrás del argumento, donde la necromancia tiene un papel no poco relevante. Y no hay que olvidar que, aunque se trate de una broma macabra, lo sucedido con el cuerpo de Murnau tiene todos los ingredientes de una cinta de terror que muestra al espectador, en todo su esplendor grotesco, un ritual nigromán-tico. ¿Acaso pretendían hacerle volver a la vida como a su vampiro?

Sea cual sea la verdad, y a pesar de los vaivenes de sus restos, Friedrich W. Murnau firmó en 1922 una obra tan inmortal como su protagonista. Si algún día tenéis pensado visitar el cam-posanto berlinés, que imagino estará dotado de mucha más seguridad tras este rocambolesco incidente, haceos con un crucifijo y una ristra de ajos. Por lo que pueda pasar…

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APÓCRIFA

TEXTO Chris Aubeck y J.J. Sánchez-Oro

EN LAANTIGÜEDADAERON AVES

HAY PARA QUIENES RESULTA OBVIA LA PRESENCIA DE NAVES ESPACIALES Y SUS TRIPULANTES EN DIFERENTES REPRESENTACIONES ARTÍSTICAS DE TODOS LOS

TIEMPOS… PERO, ¿QUE HAY DE VERDAD TRAS ESTA HIPÓTESIS? LOS AUTORES DEL PRESENTE REPORTAJE ARROJAN LUZ AL CONTROVERTIDO ASUNTO EN EL LIBRO

OOPARTS. OBJETOS FUERA DE SU TIEMPO Y LUGAR, EDITADO POR LUCIÉRNAGA.

AERON AVES HamzaLippisch

Asu juicio, numerosas piezas arqueo-lógicas del planeta ofrecen escenas que vendrían a poner de manifiesto

un inmemorial contacto con una civilización avanzada. Tal vez, incluso, procedente de otros planetas. Estos auténticos ooparts gráficos constituirían el mejor testimonio del empleo en el pasado de una tecnología superior con la que habría sido posible, no solo volar, sino rea-lizar viajes interplanetarios. Pero, ¿realmente estamos ante un fenómeno tan indiscutible?

LOS “ASTRONAUTAS” DE JAPÓN“He encontrado más de 30 puntos de seme-

janza entre los dogu y los modernos trajes espaciales,” escribió el ingeniero Vaughn M. Greene en 1997, “incluyendo lentes, remaches, puños de goma, botones en el pecho, correas de seguridad, luces de comunicación, etc. ¿Puede ser una mera coincidencia?” .

Estas extrañas estatuillas de cerámica aparecen a menudo en las listas de “Los 10 enigmas más extraños”. Pero, de su función y origen, se suele comentar muy poco. La palabra dogu está compuesta de dos caracte-res chinos que significan “tierra” y “espíritu”. Fue acuñada en 1882 y en Occidente sólo se emplea para artefactos de procedencia japo-

nesa, del periodo Jomon. La palabra Jomon significa “marcado con cuerdas” y no se refiere a un grupo racial o étnico, sino a un tipo de cerámica decorada. El periodo comenzó hace 14.000 años en la prefectura de Ehime. Los siguientes años se dividen en una serie de fases y subfases. La fase Final coincidió con la introducción de la metalurgia y la agricultura hace 2.000 años.

Los libros y documentales que señalan semejanzas entre los dogu y trajes espaciales modernos suelen mostrar, como prueba, dos o tres figuritas parecidas. Sin embargo, al ser una tradición que se mantuvo durante 14.000

Saqqara

Es el nombre que recibe el

emplazamiento de la necrópolis

principal de la ciudad de

Menfis, a unos 30 kilómetros de El Cairo, en

Egipto.

APÓCRIFA

años, la tipología varió bastante. Los 18.000 dogu recuperados hasta la fecha muestran una clara evolución estética y artística, con hasta 400 estilos.

Hacia el periodo Final de los Jomon, el estilo comenzó a ser mucho más abs-tracto, con rasgos exagerados. Lo que sí está claro es que los dogu, cuando no aparecen desnudos, llevan la misma ropa que las personas que los fabri-caron. En el periodo Jomon, la gente fabricaba ropa ligera hecha mediante plantas como el karamusho, cosida con tendones de animales y agujas de hueso. Los dogu, también, llevan prendas de este tipo, con pantalones o taparrabos, mangas y blusas.

A partir del período Medio, el aspecto estético de los dogu fue más elaborado, con ropa más diversa y

estilos diferentes de pelo. Algunos dogu muestran personas cubiertas de tatua-jes, a menudo con formas simétricas, líneas y puntos.

Lo que más llama la atención de los ufólogos y escritores esotéricos son los ojos de los dogu. Ya que, a lo largo de la primera fase del periodo Final, muchas figuritas parecen llevar gafas o un visor. Es un pequeño misterio, pero en realidad no es nada chocante. Po-dría ser un reflejo exagerado del tatuaje facial, dibujado alrededor de los ojos para resaltarlos.

Existen al menos tres teorías para explicar ese rasgo. Primero, se señala que los Yakut de Siberia y la gente del Tungus también usan, desde antaño, una especie de gafas sobre los ojos para

protegerse de la nieve, y por lo tanto la versión japonesa, quizás, servía para el sol. Sin embargo, nunca se han encontrado gafas de sol en asen-tamientos Jomon. Otra opinión es

que son ojos normales esculpidos con un estilo un poco abstracto. Podrían

estar cerrados porque representarían a la muerte. La tercera idea es que son un tipo de máscara. Se sabe que, en el período Tardío, los japoneses se ponían máscaras de arcilla en eventos funera-rios o rituales.

La gran pregunta sigue siendo: ¿qué son? La respuesta es que nadie está seguro de con qué propósito se fabri-caron. En general, no se encuentran en tumbas o templos, sino en montones de basura prehistórica, con conchas, cáscaras y restos de comida. Además, casi siempre aparecen rotas a propósi-to. Esto sugiere que tenían algún tipo de uso mágico o ritual. Probablemente, representaban a la Diosa Madre o a los espíritus. Parecen estar relacionados con el parto, con máscaras o, quizás con la muerte. Algunos especialistas se preguntan si los dogu huecos habrían llevado alguna vez algún líquido en su interior como parte de un ritual. El gran ufólogo francés Jacques Vallée

Sobre estas líneas, uno de los extraños togu japoneses. A la derecha, diorama que representa a la cultura que dio forma a estos artefactos.

Debajo, este pueblo destacó por trabajar la cerámica.

Lo que más llama la atención son los ojos de los dogu. Parecen llevar gafas o una suerte de visor

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nos comentó que cuando tuvo el placer de visitar el apartamento de Alexander Kazantsev en Moscú, en 1967, tenía una vitrina llena de estatuillas dogu. Fue Kazantsev, quien introdujo la polé-mica de los dogu en el mundo ufológico el año 1962 a través de la revista rusa Ogonek. Hoy en día, es poco probable que le hubieran permitido llevar a casa tan fácilmente esas figurillas, porque son un tesoro bien guardado por las autoridades.

ASTRONAUTA SIN CABEZALa revista británica Fortean Times, en su edición de octubre-noviembre de 1993, publicó un artículo titulado “An Ancient Space Module?” con una fotografía muy curiosa. El texto no ofrecía muchos datos, limitándose a decir que: “Este objeto fue excava-do en la ciudad de Toprakkalc –Tuspa–. Tiene 22 cm de largo,

7,5 cm de ancho y 8 cm. de altura, con una edad estimada de 3.000 años. Para el ojo moderno parece representar un vehículo espacial de un solo asiento y al piloto le falta la cabeza”. También mencionó que se conservaba en el Mu-seo de Arqueología de Estambul, pero que no se exhibía al público.

La fuente de Fortean Times había sido una noticia que apareció en la revista turca Bilinmeyen, publicada

varios años antes. Esta revista a su vez lo había copiado de la Enci-clopedia de lo Desconocido, una

publicación turca semanal de los años 70.

Si tenemos en cuenta sus presuntos 3.000 años, el artefacto resulta impresio-

nante. La superficie es de co-lor café, con manchas

blancas en los puntos donde ha recibido algún golpe a lo

largo del tiempo. Su forma recuerda a una zanahoria gorda, con detalles en la superficie que parecen representar

LA NAVE FOSILIZADA ¿Hay alguna pieza recuperada de esos supues-tos aparatos voladores? En enero de 1969, la revista Beyond publicó un artículo acerca de un supuesto extraterrestre fosilizado y encon-trado en Kentucky. Melvin R. Gray dijo haber hallado una piedra que presentaba “señales muy sospechosas”. Gray creía que la piedra contenía los restos de pequeñas criaturas humanoides y, además, “lo que en algún momento pudo haber sido un diminuto platillo volante apenas más grande que nuestros lavabos actuales o sartenes de cocina”. “Las propias criaturas fosilizadas tie-nen un aspecto humanoide,” afirmó, “parecién-dose mucho a nosotros mismos, y medían apro-ximadamente tres pulgadas de alto. La piedra parece estar cubierta de cenizas como si hubie-ra volado por el espacio (…) dejando una huella fósil como registro permanente para contar al mundo que tuvimos visitantes a nuestra Tierra que habían sufrido una terrible calamidad”.El editor de la revista, Brad Steiger, no estaba del todo convencido. Ante los datos que Gray le enviaba, empezó a valorar la posibilidad de que todo aquello fuera fruto de un capricho de la natu-raleza.Unos años más tarde, un segundo artículo sobre el extraño fósil fue publicado en Flying Saucers de Ray Palmer. Aquí, el Director Ejecutivo del Comité Nacional de Investigación OVNI –NURIC–, Buffard Ratliff, apuntó que se había puesto en contacto con Gray y, así, empezó una investigación muy profunda del caso que duró 25 meses. Juntos fueron capaces de identificar “siete criaturas muy pequeñas (…) en o sobre la piedra fosilizada”.Tres de las criaturas tenían aspecto de mono, las otras dos parecían más humanas. Todas con “una estructura física que indicaba que eran muy fuertes para su tamaño”. Ratliff y Gray llegaron a la conclusión de que las tres pequeñas criaturas simiescas “podrían muy bien ser humanoides con trajes espaciales”. Dictaminaron que los seres simiescos habían sido heridos de gravedad y dos de sus compañe-ros trataron de rescatarlos. La nave, advirtieron, seguramente vino del espacio exterior hace 400 millones de años y se estrelló contra una gran masa de agua durante la última Edad de Hielo. El agua apagó el fuego, pero la nave se hundió hasta el fondo donde quedó petrificada.Desconocemos el desenlace de esta curiosa historia. Tras este último artículo no ha vuelto a ser citada y todo indica que tal crónica ha que-dado definitivamente convertida en un “fósil”, aunque exclusivamente periodístico.

APÓCRIFA

fiscado a un turista que intentó salir del país camuflándolo en su equipaje. De allí, se había enviado directamente al museo. Sin embargo, dicha institución no lo quería exponer al público porque tenían claro que no era antiguo, sino un juguete o una broma.

En junio de 1994, otra revista alemana, GRAL, realizó su propia investigación. El Museo les informó, en una carta firmada por el Dr. Esin Eren, que no existía ninguna duda acerca de la falsedad del objeto, que pesaba poco porque estaba hecho de “yeso y polvo de mármol”. Eren añadió que el Museo lo había recibido en 1973 de un comer-ciante de antigüedades. Cuando se die-ron cuenta de que era falso se quedó en los depósitos del museo. Sitchin no se mostró demasiado satisfecho con esta explicación. Poco tiempo después, hizo una visita personal al museo y se reunió con el director, el Dr. Alpay Pasinli, y sus colegas. Les preguntó por qué

no se exhibía la escultura al público. “Nosotros no exhibimos falsificaciones”, fue la respuesta.

Sitchin dijo entonces por qué lo consideraban una falsificación. El Dr. Pasinli señaló que hubo dos razones: porque no existían cohetes en la anti-güedad, y segundo, porque era com-pletamente diferente a cualquier otro artefacto hallado en el mismo lugar.

Cuando, por fin, le enseñó el cohete al escritor, éste lo cogió en una mano y comentó que, efectivamente, estaba hecho de un material poroso, alguna piedra ligera. Pero se negó a aceptar que era yeso. Si era auténtico, le dijo al director, y no veía ninguna razón para dudarlo, ¡el museo tenía en su posesión un artefacto que valía más que las pirámides de Egipto!

Pasaron tres años. En octubre de 1997, Sitchin recibió una carta de Pasinli enviada desde el museo. “Me gustaría informarle de que el falso

piezas soldadas. Tal vez le faltase una aleta en la parte de arriba, pero, la parte de atrás, se asemeja a unos motores. En el centro, estaría la cabina del piloto, que luce sentado, trajeado y con botas. Sólo le falta la cabeza. Es, indiscutible-mente, el modelo de un avión-cohete monoplaza.

El escritor Zecharia Sitchin se inte-resó por la escultura. Él sabía que, si el artefacto verdaderamente era de Tuspa, la capital del reino de Urartu -el Ararat de la Biblia–, su valor como prueba de la llegada de extraterrestres a la Tierra en la antigüedad sería incalculable. En marzo de 1994, pidió que su amigo Michael Hesseman, editor de Magazin 2000, usara sus credenciales de prensa para localizar el artefacto y conocer su historia. Hesseman fue al Museo de Estambul, donde se lo enseñaron con la condición de que no hiciera fotos.

Los responsables de la colección le contaron que el objeto había sido con-

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Sobre estas líneas, el escritor ya fallecido

Zecharia Sitchin, quien investigó

sobre los Ooparts y estaba convencido

de que la raza humana había

sido creada por extraterrestres. Al

lado, el “astronauta sin cabeza”

El denominado “avión” o pájaro de Saqqara, se trata de un sugerente objeto de made-ra de sicomoro custodiado en el Museo de El Cairo. Parece un ave con las alas desplega-das y cuenta con una longitud de 14,2 cm y 18,3 cm. Apareció a finales del siglo XIX, en 1898, dentro de una tumba próxima a Saqqara y se le atribuye una antigüedad de 2.200 años.En 1983, Khalil Messiha, profe-sor de Anatomía para Artistas perteneciente a la Universidad de Helwan y miembro del Club Real de Aeromodelismo en Egipto, observó que esta pieza era algo

más que la imitación de un

simple pájaro. En primer lugar, a Messiha le resultaba particu-larmente extraña la ausencia de plumas o patas en la figura. Toda la superficie era lisa y aerodiná-mica. El artista no había hecho ni la más mínima intención de imi-tar el plumaje del animal, a pesar de que copiaba a un ave. ¿Por qué razón? Messiha encontró una explicación: “He hecho un mode-lo similar de madera de balsa,

y le agregué el plano

de cola –que supongo que estaba perdido– y no me sorprendió descubrir que podía deslizarse en el aire a unos cuantos metros cuando lo lanzaba con la mano”. En consecuencia, “este modelo de avión antiguo representa la miniatura de un monoplano original todavía presente en Saqqara”. A partir de esta expe-riencia, otros autores fueron más lejos. Así, ciertas voces sugirieron que el “pájaro” sería

comparable, en su diseño, a un avión Hércules del siglo

XX. En definitiva, un verdadero oopart muy adelantado al siglo III a. C.Sin embargo, no todos ven tan clara la dimensión aeronáutica del objeto. De hecho, Martin Gregorie Harlow, un diseñador y constructor de planeadores con más de 30 años de experiencia, intentó reproducir el “avión” de Saqqara como hizo Messiha y no obtuvo los mismos resultados. La pieza carecía de varios com-ponentes imprescindibles para volar que lo hacían inestable y que sólo se podían arreglar si se

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cohete espacial, finalmente, se exhibe en nuestras salas”, decía. El Museo había abierto una sección sobre “objetos arqueológicos falsos” y aquí se mos-traba, por fin, la escultura al público. Cuando el director fue reemplazado, su sucesor decidió quitar el artefacto de la exposición al público.

Sitchin siguió creyendo hasta el final que la figurita era auténtica. Sin embargo, varios estudios han concluido una y otra vez que el objeto se habría hecho en los años 70 del siglo XX y varios análisis han mostrado que era de yeso.

LOS “AVIONES” DE TOLIMAEn 1994, aprovechando una reunión de la Archaeology, Astronautics and SETI Research Association –AAS-RA–, tres de sus miembros, los ingenieros alema-nes Peter Belting, Algund Eenboom y Lübbers Conrad, pusieron en vuelo un pequeño avión de aeromodelismo que ellos mismos habían diseñado. La maqueta tenía 90 cm de largo y 750 g de peso e incorporaba una hélice en su parte delantera. El aparato teledirigi-do llevaba por nombre Goldflyer I y consiguió despegar y mantenerse en vuelo sin dificultad. Tres años más

abandonaba el modelo inicial. Es decir, si no se copiaba exac-tamente el pájaro de madera original y se le hacían numerosas modificaciones .En cambio, otro experto, Simon Sanderson, hizo una réplica del pájaro y la sometió a un túnel de viento. Introdujo una cola estabi-lizadora en el simulador y consi-guió resultados positivos. “2.000 años después de que los antiguos egipcios tallaran esta misteriosa ave, la tecnología moderna ha probado, más allá de cualquier duda, que podría haber volado”, señaló al programa Cars and Planes de History Channel.

De todos modos, hubiera sido deseable oír a los egiptólogos. Quizá ellos podrían sacarnos de nuestro asombro. Dejando a un lado el incómodo hecho de que, a pesar de llevar décadas y décadas de excava-ciones, nunca haya aparecido ni siquiera un tornillo del fuselaje de un aeroplano tan grande como un Hércules, para los arqueó-logos profesionales, el pájaro de Saqqara tiene un valor conside-rable.En los relieves del Templo de Khonsu, en Karnak, lucen unos barcos esculpidos durante el Imperio Nuevo. Recrean la proce-

sión de Opet, una fiesta religiosa en la cual los dioses Amón-Ra de Karnak, su esposa Mut y su hijo Jonsu, acudían a visitar a Amón-Min de Luxor. Ésta era una de las procesiones más vistosas y populares. Se engalanaban

varios navíos y se surcaba el Nilo, transportando en ellos a la familia sagrada encarnada en sus respectivas estatuas. Las paredes del Templo de Khonsu muestran tres de estos barcos. Pero es en lo alto de cada uno de sus mástiles donde debemos fijar la mirada. Allí, vemos unos pájaros, muy similares al presunto “avión” de Saqqara. Posiblemente, éste correspondería a dicho remate en lo alto del palo mayor de la embarcación. Un adorno ceremo-nial muy apropiado para los fes-tivales de Opet que, sin embargo, no tendría nada que ver con avio-nes ni naves espaciales.

El museo informó de que no existía duda sobre la falsedad del objeto, y que estaba hecho de yeso y “polvo de mármol”

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tarde, Belting y Eenboom repitieron la experiencia en Florida. Pero esta vez, presentaron el Goldflyer II. La versión mejorada de la original que incluía tren de aterrizaje y propulsión a chorro. Ambas exhibiciones de modelismo no hubieran pasado de ser un mero entretenimiento, si no fuera porque los dos diseños habían sido reproducidos a escala 16:1 a partir de unos llamativos objetos de orfebrería precolombina. Unas joyas diminutas que han recibido el nombre de “aviones” de Tolima.

En los años sesenta, el biólogo y criptozoólogo creador del término “OOPArt”, Ivan T. Sanderson, se perca-tó de la existencia de unas centenarias figuras de oro procedentes de Colom-bia. Alguna de ellas recordaba, a simple vista, un avión convencional moderno. Contaba con alas, estabilizadores verticales y horizontales en un formato delta, perfecto para alcanzar, incluso, velocidades supersónicas. Sanderson consultó sus primeras impresiones con el Dr. Arthur Poyslee, del Instituto Aeronáutico de Nueva York, quien le confirmó la valoración inicial. Así que el criptozoológo le dedicó un artículo en la revista Argosy. Para un investiga-dor como él, aquellas doradas filigranas fabricadas por indígenas iletrados constituían un hallazgo, ciertamente, deslumbrante. Y Sanderson no estaba solo en tales consideraciones. Su perple-jidad era compartida por otros expertos como Jack A. Ulrich, profesor de aero-dinámica quien, tras contemplar una de las figurillas, aseguró que le vino a la cabeza “algún tipo de aeronave de alto rendimiento. Sus alas delta parecen las de un avión de combate F-102”.

Tanto éxito alcanzaron y tan sugerentes resultaron a quienes las veían que la Ancient Astronaut Society –AAS–, fundada en 1972 por un entu-siasta seguidor de Erich von Däniken, seleccionó uno de esos “aeroplanos” dorados como emblema.

Precisamente, Däniken fue quien más impulsó la idea de que estábamos ante un claro ejemplo de tecnología aérea precolombina. Y se apoyó en las palabras de Arthur Poyslee, para quien

la opción de que la figura recreara un insecto, un pez o un pájaro era casi in-concebible. El propio Däniken remata-ba semejante especulación preguntán-dose el año 1976 en las páginas de su libro In Search of Ancient Gods: “¿Por qué negar la posibilidad de que ciertas tribus preincaicas observaran a su vez un avión y llegaran a reproducirlo en pequeña escala? ¿No es acaso verosímil que los cosmonautas alienígenas utilizaran aeroplanos en sus pequeños recorridos? ¿Qué hay de raro en ello? (…) Eso es lo que vieron aquellas tribus preincaicas, los copiaron y después en-tregaron las reproducciones a sus jefes en calidad de dones divinos destinados a ocupar un lugar en sus mausoleos”.

Pero no todos los técnicos afirman que, de estas figuras precolombinas, se puedan obtener aviones funcionales. La reproducción a escala tuvo que realizar determinados ajustes o varia-ciones con respecto al modelo original para asegurar la estabilidad en vuelo.

La cultura Tolima abarcó un período de esplendor comprendido entre los si-glos I a.C. y IX d.C. El pueblo Tolima le otorgaba un significado muy profundo a la muerte. Acostumbraba a enterrar a sus difuntos en pozos verticales junto a valiosos ajuares de cerámica y orfebrería. En ese contexto funerario corresponde situar los fascinantes “aviones” de oro, que forman parte de una amplio repertorio de figuras. La mayoría de estos enseres lucen características zoomorfas en las que se combinan las extremidades de diferen-tes animales en un mismo cuerpo.

Así pues, el entorno simbólico de estos presuntos aeroplanos es muy rico y no pretende ser fiel a la realidad de las cosas. Más bien, todo lo contrario. Se desenvuelve en un plano de irrealidad: El mundo de los muertos y el de las criaturas inventa-das. Tal circunstancia nos debería poner en alerta a la hora de dejarnos llevar por supuestos “aviones”. Quizás lo parezcan desde la perpectiva del siglo XX o XXI, pero la imaginería precolombina en este rin-

Los Tolima otorgaban un significado muy profundo a la muerte, enterrando a sus difuntos en pozos verticales con ricos ajuares

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> PARA SABER MÁSEncontrarás mucha más información sobre este asunto en el libro Ooparts, de Juan José Sánchez-Oro y Chris Aubeck, que acaba de publicar Luciérnaga.

cón de América era extremadamente fértil. Ahora bien, ¿con qué finalidad?

Para la cultura precolombina, el hombre y el animal mantenían unos lazos de proximidad muy estrecha. El ser humano quiere apropiarse simbólicamente de algunos de los atributos más llamativos de las otras criaturas vivas que le rodean. Esa apropiación simbólica de los atribu-tos animales se plasmará por la vía chamánica, mediante, por ejemplo, el uso de disfraces que recuerden a los animales admirados o la adquisición de elementos característicos de ellos: piel, plumas, dientes… Así, el hombre sella una suerte de alianza con el animal. Surge de este modo la teriantropía, es decir, las representaciones artísticas en la cuales las figuras retratadas com-parten rasgos humanos y animales. O, directamente, las hibridaciones entre lo más distintivo de diversos seres vivos. La orfebrería Tolima es rica en este tipo de hibridaciones. Pero la mezcla no se realiza al azar ni por mero capricho. Encierra una intencionalidad simbólica bastante clara. Funciona por lo que se denomina “metonimia visual”. Esto es, acceder al todo en virtud de una parte.

Aquella característica que define a todo un animal. No es necesario retratarlo al completo, basta tomar su atributo más emblemático. A través de esa parte menor, obtendríamos todo el conjunto.

En concreto, los “aviones” de Tolima amalgamarían las esencias de un pez por su forma y aleta vertical, un pájaro por las alas y el jaguar por su color do-rado. Con esta combinación, se estaría simbolizando el control sobre los tres planos del universo amerindio: el agua, el aire y la tierra. Pero guardarían un sentido más profundo aún, porque en cada caso estaríamos ante especies que no están atrapadas dentro de un único plano de existencia, sino que pueden trascenderlo actuando sobre otros. Por ejemplo, el pez, evidentemente, domina el plano acuático. Sin embargo, el representado en los “aviones” de Tolima sería una clase de pez volador, el Manta birostris del Pacífico, capaz de aban-donar por unos instantes su medio natural para surcar el aire. Por su parte, las aves son seres que también se mue-ven en dos ambientes: la tierra y el aire. Mientras que el jaguar se despega del suelo cuando sube a los árboles, sabe ocultarse y casi desaparecer en el medio

terrestre. Además, guarda una relación directa con el mundo subterráneo y nocturno, según la tradición religiosa.

Si a este cúmulo de significados, le unimos que estas joyas se hallaron en un contexto funerario donde es impor-tante reflejar el cambio de plano del fallecido, estaremos en mejor disposi-ción de entender con qué propósito los orfebres de Tolima elaboraron sus pre-suntos “aviones” y el resto de figurillas. Entre ellas, también, vemos acoplarse a batracios, cocodrilos e insectos. Criatu-ras todas ellas valoradas por cohabitar sobre diferentes niveles de la realidad.

Desde este enfoque, los “aviones” de Tolima adquieren un sentido propio que encaja coherentemente, no sólo con la mentalidad de sus creadores, sino con el resto de piezas de orfebrería pre-colombina de las cuales forman parte. Sólo cuando las sacamos y despojamos del contexto de dicha colección, pode-mos asociarlas a aeroplanos modernos. Pero al enfocar así la mirada, estamos sustituyendo las pupilas de sus autores por las nuestras, corriendo el riesgo de terminar observando esas joyas de Tolima, exclusivamente, con los ojos modernos de nuestra imaginación.

Arriba, Museo del Oro de Bogotá, donde se encuentran muchas de las valiosas piezas precolombinas citadas, entre ellas los extraños “aviones” para los que podría haber una explicación completamente racional, no tratándose de verdaderos Ooparts.

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ENIGMASEN LAS REDESYA SABÉIS QUE PODÉIS ENCONTRAR MÁS CONTENIDOS EN NUESTRA WEB WWW.REVISTAENIGMAS.COM, EN LA QUE CADA MES ACTUALIZAMOS LOS CONTENIDOS, CON REPORTAJES, VÍDEOS, NOTICIAS… Y DONDE ESPERAMOS VUESTRA PARTICIPACIÓN. ESTO ES, ENTRE OTRAS MUCHAS COSAS, LO QUE PODÉIS ENCONTRAR…

Territorio redacción

¿Queréis saber cómo es el día a día en la

redacción? ¿Queréis ver algunos de los relatos

de Teo Rodríguez en versión multimedia?

Y los reporteros, ¿queréis que os

cuenten cómo hacen sus investigaciones,

o detalles inéditos de sus trabajos? Éstos y otros secretos os los

iremos desvelando en esta sección,

donde queremos que veáis cómo hacemos ENIGMAS, para que

participéis del proceso de creación de vuestra

revista.

Territorio lector Concursos, vuestros

vídeos, vuestras investigaciones, relatos,

audios… esta sección está abierta a lo que os

apetezca enviarnos. Mes a mes iremos publicando los contenidos seleccionados, tanto en la web como en

las páginas de ENIGMAS. Sólo tenéis que utilizar este medio de contacto: revistaenigmas@gmail.

com

Actualidad, Grandes reportajes…Hemos preparado una selección de los reportajes de toda la vida

para que quienes os acercáis a ENIGMAS por vez primera, o lleváis con nosotros menos de 20 años, podáis conocer lo que

publicábamos hace dos décadas. Por supuesto, en nuestra ventana de actualidad disfrutaréis de vídeos, noticias y entrevistas cuyos

argumentos principales encontraréis en estas páginas.

Zona multimedia

Hemos intentado equilibrar nuestra

web entre imagen, texto y sobre todo una

zona multimedia, en la que encontraréis

series antiguas, investigaciones de

campo, y mucho más. Atentos a las últimas

noticias de misterio que recogemos en la página:

“La cara de nadie”, “Descubren un refugio secreto de los nazis en

la selva” y muchas más.

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Reportajes, entrevistas,

series, relatos… y por supuesto, todo lo que desees enviarnos. En

revistaenigmas.com

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AGENDA

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{ }LECTURAS

LA MANO EN EL ESPEJOJANIS H. DURHAM,LUCIÉRNAGAPágs: 320.

LA MANO EN EL ESPEJOUna de las novedades más atracti-vas de Ediciones Luciérnaga para la temporada estival: La Mano en el Espejo, de la periodista estadou-nidense Janis H. Durham.

En 2004, Max Besler, el marido de la autora, murió de cáncer a los 56 años. Janis es la hija de un pas-tor presbiteriano que practicó su fe mientras luchaba por superar la pérdida de su compañero. Pronto empezó a experimentar fenóme-nos paranormales: luces parpa-deantes, puertas que se abrían y cerraban, y relojes que se paraban

a las 12.44 h, la hora exacta de la muerte de Max. Hasta que un día, uno de aquellos fenómenos marcó un antes y un después en la vida de Heaphy Durham: la huella de una mano apareció en el espejo de su baño en el primer aniversario de la muerte de su esposo.

Esto llevó a la autora, quien trabajó durante años en el departamento de publicidad de Los Angeles Times y en 1998 fue contratada por el periódico Sacramento Bee como responsa-ble de las noticias y operaciones

financieras, a emprender un viaje que la transformó espiritual-mente y cambió para siempre su punto de vista sobre la percepción de la realidad. A lo largo de este camino, se entrevistó con cientí-ficos y expertos en espiritualidad, y descubrió que lo que separa este mundo del más allá es muy frágil, y que este “ente” que conecta a los dos mundos se fundamenta en el amor.

Un libro que entusiasmará a todas las personas interesadas en la vida después de la muerte.

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LA ESPAÑA OCULTAMARCO BESAS,ESPASAPágs: 256

EL ÚLTIMO PARAÍSOANTONIO GARRIDO,PLANETAPágs: 489

LA ESPAÑAOCULTA

EL ÚLTIMOPARAÍSO

Marco Besas atesora una amplia biblio-grafía sobre los aspectos más descono-cidos y oscuros de nuestro país. Junto a Peter Besas firmó algunos de los trabajos más interesantes sobre la cara más inquietante de la capital: Madrid Oculto 1 y 2; también coescribió junto a José An-tonio Pastor Sáez De Madrid al infierno: Guía de crímenes en Madrid, y ahora le toca el turno a La España Oculta, recien-temente editado por Espasa, donde narra las historias más misteriosas, fascinantes y desconocidas de nuestra geografía.

Contadas con un estilo literario, el autor relata esas leyendas y misterios de nuestro país donde se aúnan tradición e historia: El tajo de Toldán, La monstrua de Carlos II, El durmiente de Sierra Espuña, El jardín de los desvelados…

El último paraíso se hizo con el Premio de Novela Fernando Lara 2015, una historia inspirada en hechos reales donde se fun-den con elegancia thriller, amor y novela histórica en la dramática epopeya de un superviviente en un mundo dividido.

En 1929, Jack Beilis conducía su propio automóvil, vestía trajes a medida y frecuentaba los mejores clubs de Detroit. Pero la brutal crisis que azotó América lo arrojó, junto a millones de compatriotas, al hambre y la desesperación.

Desahuciado y perseguido por un oscuro crimen, embarcará junto a su amigo Andrew hacia la URSS, el idílico imperio en el que cualquier hombre tenía derecho a trabajar y ser feliz, sin sospe-char los extraordinarios avatares que les tenía reservados el destino.

EL CLÁSICO

VIDA DESPUÉS DE LA VIDARAYMOND MOODY,EDAFPágs: 168

En 1975 el psiquiatra y licenciado en filosofía Raymond Moody publicaba Vida después de la vida, un verdadero clásico sobre las Experiencias Cercanas a la Muerte. Cuando Moody era estudiante universitario, un profesor suyo le relató una ECM que había tenido; más tarde, conoció a otras personas que habían pasado por experiencias similares y decidió emprender un estudio sistemático recopilando dichos testimonios, y hallar así la explicación que descansaba sobre todos ellos. El resultado fue este trabajo que coincidió con la publicación de los estudios de la doctora suiza Elisabeth Kübler-Ross, junto a Moody, la mayor experta mundial en este tipo de experiencias. Vida después de la vida, que recogía situaciones relatadas por personas que en algún momento habían

sobrevivido a la muerte clínica, convulsionó la moral judeocristiana, ya que el tema de qué ocurría tras el deceso era tabú, pues contradecía a la religión –o a su mala interpretación–. A través de su libro, muchas personas que habían atravesado por esa experiencia pudieron compartirla, y saber que no eran los únicos que habían experimentado un fenómeno hasta entonces sin respuesta.Aunque el psiquiatra era escéptico hacia las regresiones a vidas pasadas, después de que su amiga, la psicóloga Diana Denholm, le hiciera una regresión, también comenzó una investigación sobre dicho asunto, que publicaría más tarde, convirtiéndose asimismo en otro clásico literario. Un trabajo que compaginó con conferencias y un centro en el que impartía talleres sobre el tema.

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AGENDA

LA LLAVE DE CRISTALDASHIELL HAMMETT RBA SERIE NEGRAPágs. 368

LA SANGRE DE LOS KINGJIM THOMPSON,RBA SERIE NEGRAPágs: 224

LAIDLAWWILLIAM MCILVANNEY,RBA SERIE NEGRAPágs: 272

DE ASESINOS EN SERIE Y OSCUROS SECRETOS

Este mes recomendamos tres de las últimas novedades de la imprescindible “Serie Negra” de RBA. La primera de ellas es la novela La llave de cristal, de uno de los más grandes autores del noir, Das-hiell Hammett. En este clásico, se centra en la investigación de un homicidio en el ambiente preelectoral de una ciudad norteamericana dominada por dos bandas de gángteres rivales. El protago-nista, Ned Beaumont, guardaespaldas de Paul Madvig, se verá forzado por las circunstancias a descubrir al culpable del crimen, a pesar de las repercusiones que la investigación tiene en la lucha electoral.Nuestra segunda recomendación es La Sangre de los King, de Jim Thompson, un western cargado de sexo y violencia. “La maldad hecha novela”, como ha sido defi-nida. Para lograr amasar su gran fortuna y sus extensas propiedades, el despiadado Ike King ha impuesto siempre su propia ley, dejando a su paso un inconfundible rastro de sangre y violencia. Con los años, sus hijos han aprendido bien la lección. Tan bien que ahora ninguno de ellos muestra el menor escrúpulo para quitar de en medio a todas aquellas personas que se interpongan en su camino, incluso si se trata de miembros de su propia familia.Y como última propuesta, no os perdáis Laidlaw, de William McIlvanney, gran precursor de la literatura policiaca esco-cesa de finales de los años setenta. En un parque del oeste de Glasgow aparece el cadáver de una chica, Jennifer Lawson, estrangulada y brutalmente violada. Y entra en acción el inspector Jack Laidlaw, que se pone a buscar al culpable con la ayuda de su colega Harkness.Pero él no es el único que intenta darle caza, porque el padre de Jennifer, Bud Lawson, quiere encontrar al asesino antes de que lo detenga la policía.

EL SECRETO DE VESALIOJORDI LLOBREGAT,DESTINOPágs: 544

CRÓNICAS MARCIANASRAY BRADBURY,MINOTAUROPágs: 360

EL SECRETO DE VESALIO

CRÓNICAS MARCIANASED. 60 ANIVERSARIO

Barcelona, 1888. A pocos días de inaugu-rarse la primera Exposición Universal del país, aparecen los cuerpos horriblemente mutilados de varias muchachas. Sus he-ridas recuerdan a una antigua maldición de la ciudad largo tiempo olvidada.

Daniel Amat, joven profesor residente en Oxford, regresa a la ciudad condal tras varios años. A partir de ese momento, se verá arrastrado a la persecución de un despiadado asesino mientras se enfrenta a las consecuencias de su propio pasado.Bernat Fleixa, reportero del Correo de Barcelona, y Pau Gilbert, un enigmático estudiante de medicina que oculta un secreto, se unirán a Amat en busca de un antiguo manuscrito anatómico que pue-de cambiar la historia del conocimiento.

En agosto de 1955 Minotauro publicaba el primer libro de su extenso catálogo: la obra de culto Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury, y lo celebra ahora con esta magnífica edición 60 aniversario.

Esta colección de relatos recoge la crónica de la colonización de Marte por parte de una humanidad que huye de un mundo al borde de la destrucción. Los colonos llevan consigo sus deseos más íntimos y el sueño de reproducir allí una civilización de perritos calientes, sofás y limonada en el porche al atardecer. Pero su equipaje incluye también los miedos ancestrales, que se traducen en odio a lo diferente, y las enfermedades que diez-marán a los marcianos. Bradbury se tras-lada al futuro para iluminar el presente y explorar la naturaleza humana.

VERSIÓNALTERNATIVA

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NAZIS EN MADRID

EL MUNDO GLOBALIZADO

Peter Besas, coautor de Madrid Oculto 1 y 2, y autor de La cripta de los libros, publica Nazis en Madrid, un recorrido fascinan-te por la influencia de los hombres de Hitler en la capital española durante la II Guerra Mundial. Madrid fue centro neurálgico del espionaje internacional en los convulsos tiempos bélicos, y hasta aquí llegaron muchos de los hombres del Abwehr, el servicio secreto germano.

De 1939 a 1945, la extensa embajada alemana del paseo de la Castellana 6 fue el centro neurálgico del vasto operativo nazi en Madrid. En octubre de 1940, Heinrich Himmler, cabeza de las SS y la Gestapo, realizaba una visita oficial a Madrid, un episodio clave que ha quedado inmortalizado en la impactante portada de este libro.

Por cortesía de Ediciones La Librería, sorteamos tres ejemplares de este libro. Puedes escribirnos a ENIGMAS, Josefa Valcárcel, 42, 3ª planta, 28027, y a enigmas@prismapublicaciones.com

Cuando comenzaba mis primeros periplos viajeros a través de los mares, los trayectos intercontinentales estaban al alcance de pocos bolsillos particulares: o conseguías que te pagara el pasaje el medio para el que trabajabas o debías buscarte la vida.

Ahora todo es más fácil, se puede volar a cualquier parte del planeta por una can-tidad aceptable, aunque ello conlleve no caber en los asientos de los aviones. Cual-quiera puede tener a su alcance una cáma-ra fotográfica o de vídeo con prestaciones “profesionales”, aunque la mayo-ría nunca sabrá sacarles el partido que pueden dar. Todo el mundo realiza “reporta-jes” y a los medios de comunicación les sirven, ya que lo importante es el precio que pagan por ellos, lo que significa el fin de una profesión.

Se ha perdido mucho del ro -manticismo que rodeaba al viajar a lugares donde sa-bías que no llegaba el turista. Hoy es diferente, lo que ha hecho que se pierda la realidad de dichos encla-ves.Recuerdo mis primeros visitas al Ama-zonas como una epopeya. Si salías de las poblaciones principales, era relativamen-te fácil encontrarte con comunidades que nunca habían visto a un hombre blanco.

No debe extrañarnos que por donde pa-sa el hombre blanco lo que se consigue es malear a los pueblos, pues no debemos olvi-dar que en origen estos nativos son buenas personas y gozan de una gran cualidad que nosotros hemos perdido: la inocencia. Co-

mo me ocurrió con aquella tribu shwar en la frontera de Ecuador con Perú. Los “man-tenían” las petroleras para que les dejaran trabajar en sus tierras, por lo que no tenían qué cazar ni en qué trabajar para subsistir. Así que se dedicaban a robar a la gente que subía por el estrecho río que discurría jun-to a su poblado. Aquello nos costó dos días secuestrados y tener que huir por la noche mientras celebraban el botín, una larga his-toria que daría para muchas páginas.

En cuanto a Asia, fue un continente peor tratado, las coloni-zaciones europeas llevaban cientos de años por allí, a r ra nc á ndole s toda las riquezas. No habían conse-guido acostum-brarse a la libertad cuando llegó la II Guerra Mundial y los japoneses hi-cieron todo tipo de barbaridades en las islas del Pacífi-co y en su conquis-ta de las tierras orientales. Eso me contaba un pobre anciano en la isla de Sulawesi –Céle-

bes– mientras sacaba de un mugrienta tela dos espadas de oficial japonés, momento en el que me narraba el dolor y la aniquilación que sufrió su pueblo.

Por lo que podemos resumir que la glo-balización no es tan buena para todos los pueblos. Quizá vivían mejor sin Internet y turistas diarios que curiosean por esas tierras que existen para que puedan vivir en su privilegiado primer mundo. Eso es lo que pienso cada vez que veo las espadas de oficial japonés en mi casa, que por supuesto viajaron conmigo de vuelta.

LUCES Y SOMBRAS

SORTEOJuan José Revenga

Frontpage / Shutterstock.com

AGENDA

LAENTREVISTA Óscar Herradón

Juan José Sánchez-Oro es licenciado en Geografía e Historia por la UCM, especializado en el estudio de las relaciones de poder en la Iglesia y en las creencias sobrenaturales y religiosas a lo largo de la historia. Colaborador de estas páginas y de la revista Historia de Iberia Vieja, además de programas de radio y televisión como La Rosa de los Vientos (Onda Cero) o Cuarto Mi-lenio (Cuatro), acaba de publicar, junto a Chris Aubeck, el libro Ooparts. Objetos fuera de su tiempo y lugar, editado por Luciérnaga. Con él desvelamos algunos de los secretos que recogen sus páginas.

De entre todos los ooparts de los que hablas en el libro, ¿cuál es aquel sobre el que, todavía hoy, planean más interrogantes? Hay varios. Por ejemplo, las murallas vitrificadas pre-rromanas que fueron sometidas a una enorme fuente de calor de origen desconocido hasta que sus sillares cristalizaron. También siguen pendientes de una explicación satisfactoria las extrañas espirales de metal encontradas hace unas pocas décadas en los Urales. ¿Alguno de ellos ha podido ser ya explicado por la ciencia? ¿Cuál?Aunque fuera por puro egoísmo profesional, el descu-brir que la historia de la humanidad no es como nos la han contado, sería una excelente oportunidad para mejorar la carrera académica de un científico. Por tal motivo y en contra de lo que suele decirse, la ciencia se ha interesado mucho por los ooparts y los informes están ahí, aunque en revistas académicas no siempre accesibles al gran público. Uno de los muchos ooparts ya explicados sería el pilar de Delhi. Está fabricado con un misterioso y milenario hierro inoxidable. Sin embar-go, los estudios recientes consiguieron desvelar cómo se formó esa cualidad tan insólita, lo cual ha servido para inspirar y desarrollar un nuevo hierro anticorrosión.

Y de entre todo el abanico de “objetos fuera de su tiempo”, ¿de cuál no cabe duda alguna de que se trata de un fraude?

OOPARTS. OBJETOS FUERA DE SU TIEMPO Y LUGAR.JUAN JOSÉ SÁNCHEZ-ORO Y CHRIS AUBECK,LUCIÉRNAGAPágs: 224

Hay suficientes informes para pensar que las calaveras de cristal son un fraude. Sabemos que fueron talladas con herramientas modernas de joyero y no mediante técnicas precolombinas; ninguna calavera ha sido encontrada en un yacimiento arqueológico, sino en manos de particulares que ignoraban su pasado; detrás de la difusión de la mayoría de estos objetos estuvo un sospechoso marchante de arte francés y la más famosa de ellas, la “Calavera del Destino”, no fue desenterrada entre unas ruinas del Yucatán como aseguraba su última dueña y presunta descubridora, sino comprada a un coleccionista como consta en la correspondencia privada de Frederick Mitchell-Hedges.

¿Podríamos hablar de “astronautas en la antigüe-dad” o simplemente de interpretaciones erróneas sobre el pasado?No se puede descartar que civilizaciones extraterrestres nos hayan visitado en el pasado. Demostrar que algo así no ha ocurrido es muy difícil, porque no conocemos todas las formas de contacto extraterrestres posibles. La cuestión es si los objetos arqueológicos que se presentan como pruebas son válidos o hay buenas explicaciones alternativas. En nuestro libro ofrecemos muchas de estas últimas y, a veces, nos da la sensación de que apelar a los extraterrestres es la respuesta más cómoda ante un enigma complicado del pasado.

“También siguen pendientes de una explicación satisfactoria las extrañas espirales de metal encontradas hace unas pocas décadas en los Urales”

“LA FAMOSA CALAVERA DEL DESTINO NO FUE DESENTERRADA EN YUCATÁN”

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ALFRED ROSENBERG DIARIOSJÜRGEN MATTHÄUS, FRANK BAJOHR,CRÍTICA Págs: 704

PARA QUE NO TE PIERDAS EN EL BARRIOPATRICK MODIANO,ANAGRAMAPágs: 152

ALFRED ROSENBERG DIARIOS 1934-1944

PARA QUE NO TE PIERDAS EN EL BARRIO

Crítica publica estos diarios de uno de los hombres más inefables de la Alemania nazi, Alfred Rosenberg, uno de los principales ideólogos del Tercer Reich. Desaparecidos tras los juicios de Núremberg, fueron descubiertos recientemente. Ahora, por primera vez, se presentan en una edición completa, con comentarios de los reconocidos especialistas Jürgen Matthäus y Frank Bajohr.

Rosenberg fue uno de los antisemitas más furibundos desde la misma funda-ción del NSDAP y apoyó el exterminio del pueblo judío hasta sus últimos momentos. Este documento único y estremecedor ofrece claves importantes acerca de la dinámica de violencia crea-da por el régimen nacionalsocialista que subyugó a toda Europa de 1939 a 1945.

Anagrama publica el nuevo trabajo del ganador del Premio Nobel de Literatura 2014, Patrick Modiano. Jean Daragane, un escritor solitario, recibe una llama-da telefónica. Un desconocido le habla de una vieja libreta de direcciones que perdió en un tren y lo cita para entregár-sela. Le acompaña una enigmática joven que se interesa por uno de los nombres de la libreta. Ese encuentro llevará al escritor a rememorar un episodio de la infancia que marcó su vida: su madre lo dejó al cuidado de una amiga, en una mansión en la que el niño veía entrar y salir a extraños visitantes nocturnos. ¿Eran traficantes? ¿Quién era aquella mujer? ¿Sigue viva? Una obra maestra en la que el autor, detective de la memo-ria, reconstruye un capítulo que forja su imaginario.

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RELATOS DETERROR

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Los hechos acontecieron en un lugar tan olvidado como la mente humana puede llegar a imaginar, en un lugar en el que respirar ya

era una pista para saber que uno no se encon-trara allí, solo. En aquel lugar, el silencio no era más que una cortina tras la cual se ocultaba ella…

La noche era tranquila, abierta a la negru-ra y punteada con miles de estrellas que ejer-cían de brillantes testigos de lo que sucedía allí abajo. El edificio emergía retorcido en un mar de sauces llorones que proyectaban sus sombras sobre los desgastados muros. De arriba abajo, era difícil encontrar un hueco entre la hiedra, que se colaba sin compasión por todas y cada una de las ventanas del caserón.

El profesor Herrero, caminaba con una mochila al hombro y un maletín de cuero apergaminado, que guardaba sobre aquel lugar. Las primeras correspondientes a años en los que él se sentía joven, las últimas garabateadas con la sensación de un tiempo que llegaba a su fin. Consciente de su edad, comenzaba a pensar que lo que había per-seguido durante toda su vida, quedaría allí encerrado a la espera de un digno sucesor que desentrañara el misterio.

–Hoy pondremos sensores y cámaras en las tres plantas– dijo el profesor.

–Todo está aquí dentro. Todo revisado. Baterías, cables… Hoy tengo la sensación de

que lo lograremos– dijo Francisco. Francisco Gómez era el joven. El aprendiz. Era una especie de clon del profesor. El ímpetu y sus ganas por descubrir o enfrentarse a lo desconocido, hicieron que el estudiante uni-versitario de tercero de telecomunicaciones, apartara a un lado lo que para otros chicos de su edad era lo normal.

–Lograrlo. Dime, ¿qué esperas lograr? –preguntó el profesor Herrero colocándose las gafas con un dedo.

El joven miró al profesor tirando se la bolsa que colgaba de su hombro.

–Encontrarla. Encontrar a la dama blan-ca. Encontrarnos con ella, con su fantasma.

–¿Tienes pruebas de su existencia?Francisco dio unos pasos antes de contes-

tar. Miraba al suelo como si entre las piedras por las que caminaba fuera a encontrar la respuesta.

–Bueno, la mejor prueba es que usted lleva dando vueltas por aquí desde mucho antes de que yo naciera.

Herrero no contestó. El joven atisbó media sonrisa en los labios de su acompa-ñante. Sin duda, algo tan extraño, como los fenómenos que aguardaban en la casona que ya tenían a la vista y a la que iban a llegar en menos de tres minutos.

El edificio estaba rodeado por una verja semi derruida y oxidada, que aguantaba a duras penas sobre un poyete de hormigón gris recubierto de liquen. La humedad de

la noche era palpable en todo lo que les rodeaba. Plantas y suelo por el que pisaban parecían haber recibido una lluvia que lleva-ba más de medio día sin caer.

–¿Cree que lloverá?El profesor sin mirar al cielo contestó.–Se avecina tormenta.–¿Tormenta? —preguntó Francisco mi-

rando al cielo despejado.–Hazme caso, muchacho. Habrá tormen-

ta.Profesor y alumno, se adentraron en el

edificio por la puerta principal. Para ambos era como regresar a casa después de un día de trabajo.

–Creo que lo mejor es que coloquemos aquí el puesto principal. Está apartado de las ventanas, nos aislará un poco mejor… de la tormenta– dijo Francisco con cierta ironía.

El profesor Herrero, ni tan siquiera escu-chó las palabras del chico. Una vez dentro de la casa, sus sentidos sólo se volcaban en aquello que había perseguido durante años. Miraba de un lado a otro expectante. Miraba como si fuera consciente de que alguien ob-servaba en la oscuridad. Antes de sacar sus cuadernos, y de sentarse sobre el tablón de siempre, se detuvo en las escaleras. Ascendió con la mirada por sus peldaños. Era por allí por donde la habían visto a ella. Pensativo se preguntaba. ¿Por qué? ¿Por qué otros y no yo? Decenas de testigos que nada tenían que

LA CASA DE LOS TRES FANTASMAS

DOS HOMBRES ACUDEN A UN VIEJO EDIFICIO EN BUSCA DE PRUEBAS DE UNA MISTERIOSA “DAMA BLANCA”. JAMÁS OLVIDARÁN LO QUE ENCONTRARON ALLÍ…

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RELATOS DETERROR

ver entre sí, coincidían en la descripción de lo imposible.

–Si le parece voy a tirar el cable hasta la planta superior. Creo que incluso tenemos para llegar a la segunda planta. Sensores tenemos de sobra, además podemos probar estos inalámbricos…– dijo Francisco mos-trando uno al profesor, que caminó hasta su puesto.

–Está bien– respondió.Veinte minutos después, todo estaba

dispuesto para pasar una noche a la espera. Silencios que devoraban los minutos esqui-vando el sueño, silencios que acorralaban a la paciencia con la intención de hacerla saltar por los aires. Pero para el profesor Herrero, la espera formaba parte de las posibilidades de éxito. Lo que su interior le decía, aún era más valioso que las noches en blanco. Sus sensa-ciones eran tan reales como lo que aquellos testigos le habían confesado. Él sabía que no estaban locos. Era consciente de que algunos de ellos habían bebido más de la cuenta, pero lo que relataban… Los dos esperaban corro-borarlo en sus monitores de vídeo conecta-dos a cámaras de visión nocturna.

–Profesor, ¿por qué esta casa?Herrero se sonrió.–Esto que ves no es sólo una vieja casa.

Aquí hay algo más, que espera el momento

justo, para darme la respuesta… a la eterna pregunta.

Antes de que Francisco pudiera añadir o contestar nada, un pitido estridente, acompañado de un destello rojo, sorprendió a ambos. Ni una sola noche, de todas las que habían pasado allí, una de aquellas lucecitas se había encendido.

–Es el sensor de la planta tres. Habitación uno.

–Pincha la cámara tres–, dijo el profesor señalando el monitor.

Sus ojos se clavaron el la pantalla buscan-do lo que…

–No hay nada–, apuntó Francisco.El profesor continuó observando el moni-

tor. Recorrió las catorce pulgadas del TFT una y otra vez con la esperanza de encontrar una sola muestra. Luego se levantó.

–¿Dónde va? –preguntó Francisco.–Acércame esa radio.–No pretenderá…–Te he dicho que me des esa radio–, insis-

tió Herrero, que además cogió una linterna. Francisco cumplió la petición del profesor.

De la base de carga, enchufada a un peque-ño generador eléctrico, cogió un walkie que entregó a Herrero.

–No apartes la vista del monitor– dijo antes de enfilar las escaleras.

El profesor Herrero se dirigió a la tercera planta, la más dañada de las

tres. También era la planta en la que se habían registrado más incidentes sin expli-cación razonable. Pasos, luces, respiraciones y… la voz de ella. Una vez arriba,

el profesor tenía delante un estrecho pasillo con dos

puertas, una a cada lado.–Profesor, ya le tengo en pan-

talla, dijo Francisco pegando la radio a su boca–, el sensor sigue activo, ¿ve algo?

–No. Pero… Algo se ha movido ahí dentro. ¿Estás seguro que no ves nada?

Francisco se acercó al monitor. Comprobó que efectivamente tenía delante la imagen de la habitación uno, ubicada en la tercera planta.

–Nada profesor. La habitación está com-pletamente vacía.

–Voy a entrar en ella.Con mucho cuidado, con suma delicadeza,

caminó sobre el suelo desconchado en direc-ción a una de las puertas. Hacia la misma puerta, dirigió la linterna.

–Profesor, el sensor ha dejado de sonar– dijo el joven desde su puesto en la planta baja.

–¿Qué temperatura tienes ahí abajo?–Ocho grados.–¿Y cuánto marca aquí arriba?Se hizo un silencio.–Pregunto, ¿cuánto marca aquí arriba?El profesor escuchó la respiración de

Francisco a través de la radio.–Cero– contestó.Herrero, que se había detenido en mitad

del pasillo, dio un pequeño paso. No perdía de vista la puerta.

–¿Estás aquí, verdad?– preguntó en un susurro.

Dio un paso más.–Profesor, de nuevo el sensor–, dijo Fran-

cisco, –pero ahora corresponde al de la otra habitación.

Un segundo paso sirvió para cambiar de dirección.

–¿A qué estás jugando?–Profesor, el de la habitación uno se ha

activado de nuevo –anunció Francisco con la voz nerviosa–, la señal de vídeo está fallando. Creo que será mejor que salga de ahí. Es mejor que regrese aquí abajo.

Pero el profesor no escuchaba a su alumno. No quería hacerlo. Las palabras del joven llegaban a sus oídos como si estuvieran pronunciadas en un idioma que no conocía. Se paró frente a la habitación uno. Tras un instante, se adentró en ella.

–Profesor el techo ahí dentro se está… El techo, se está…– el joven intentaba decir al profesor que en su monitor veía cómo peda-zos de escayola llovían en la habitación como pedazos de granizo.

Herrero tenía de frente una ventana, lo que quedaba de ella. Las paredes, llenas de pintadas, adquirieron un tono amarillento de imposible procedencia.

–¿Estás aquí verdad?Antes de que pudiera darse cuenta, un

estruendo precedió al derrumbe de una

RELATOS DETERROR

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SOBRE EL AUTORTeo Rodríguez es escritor y guionista de radio y televisión. Ha escrito más de veinte historias para la exitosa sección “Diarios del Miedo”, en “Cuarto Milenio”. Ha publicado una antología de relatos en Scyla eBooks, y su primera novela, Oscuro, ambos trabajos para el Grupo Planeta.

ver fue un rastro de sangre que indicaba que había sido arrastrado por el suelo. Con su linterna siguió la mancha roja y fresca. Entonces descubrió que su maestro colgaba bocabajo… flotando en el aire, como si algo le sujetara por los pies. Se balanceaba de un lado a otro como un péndulo, pero lo hacía muy despacio.

–Esta es la eterna pregunta…– escuchó Francisco en una voz femenina que se perdía en un eco.

El joven se giró con el corazón parado.–¿También quieres la respuesta?– pregun-

tó la misma voz.Francisco gritó y gritó hasta sentir que su

garganta se rompía y todo se volvía oscuro…

El 112 llegó minutos después. Encon-traron el cuerpo del profesor Herrero en la tercera planta.

–Tienen que hacer algo, tienen que hacer algo–, insistía Francisco.

–Está muerto– informaba uno de los sani-tarios por radio–, varón de unos setenta años aproximadamente.

A un par de metros, también debajo de un pedazo de techo…

–También tenemos el cadáver de un joven. Parece que el techo se les ha venido encima.

Francisco comenzó a temblar.–¿Pero qué dice? ¿Qué está diciendo?–

preguntaba el joven sin entender nada.–Es la respuesta, Francisco…– escuchó a

un lado.Cuando el alumno se giró, encontró al

profesor.–Esta es la respuesta.

El viejo caserón de la finca Los Jarale, también era conocido como La Casa del Fantasma. Allí, desde su abandono en 1947, se habían producido multitud de fenómenos extraños para los cuales no se había encon-trado una explicación. Estos fenómenos fueron estudiados por el profesor Herrero durante décadas, también acompañado en los últimos dos años por su ayudante, Francisco Gómez.

Ambos perdieron la vida en extrañas circunstancias, la madrugada del 4 de febrero de 2001, en aquel lugar, lugar cono-cido actualmente como… La Casa de los 3 Fantasmas.

parte importante del techo que cayó sobre el profesor.

–¡¡Profesor!!Francisco arrancó sus auriculares de la

cabeza y corrió por las escaleras en dirección a la parte superior. Dejó atrás los monitores, en los tres lo único que se veía era ruido blanco. Cuando el joven llegó a la tercera planta, enseguida supo que la habitación uno había resultado dañada, al igual que el profesor. Cuando atravesó el cerco de la puerta, vio un montón de escombros y parte del cuerpo de Herrero, que yacía en el suelo. Se acercó y comenzó a retirar pedazos de yeso y ladrillo.

–Profesor…La respuesta no fue en palabras. El profe-

sor Herrero tosía y se quejaba.–Profesor, ¿está bien?, ¿me escucha?Con la cara llena de polvo, pudo mirar a

los ojos a su alumno.–Vete… Vete de aquí– dijo entre jadeos.–Voy a pedir ayuda. Voy a bajar a pedir

ayuda.Francisco comprobó que las ropas del

profesor estaban manchadas de sangre. También que tenía una herida de cierta consideración en la frente.

–Enseguida vuelvo–, dijo antes de salir de la habitación.

Una vez llegó a la planta baja, cogió el teléfono y llamó a emergencias. Por suerte había cobertura, pudo informar de la situa-ción y le comunicaron que un equipo salía en su busca. Nada más colgar el teléfono…

–Joder…Saltaron los sensores de la tercera planta.

Luego los dos de la segunda. También los de la primera y… los de la planta baja. Justo los que tenía situados a sus espaldas. Francisco quedó paralizado. Algo se apoyó sobre sus hombros. De reojo pudo ver cómo su chaqueta se arrugaba lentamente como si alguien la estrujara entre sus dedos. Manos invisibles, que instantes después le empujaron ligeramente hacia las escaleras, queriéndole decir que subiera. Aterrado, ascendió por ellas todo lo rápido que pudo hasta que, al llegar a la tercera planta, a la habitación uno…

–¿Profesor?Comprobó que el cuerpo de Herrero,

había desaparecido. Lo único que pudo

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Es raro que sienta miedo. Los que me conocen saben que sólo temo a las mujeres, y poco

más. Pero aquel día, en la ciudad de Aksum, en Etiopía, sucedió algo singular, y sentí miedo. Nos hallábamos a las puertas de la iglesia de Santa Ma-ría de Sión, donde, supuestamente, se guarda el Ar-ca de la Alianza. Pues bien, tras no pocos esfuerzos, conseguimos hablar con el atang, al guardián de la citada Arca, Abba Tekelu. Y el anciano terminó por fijarse en el anillo de plata que encontré en el mar Rojo, y que siempre me acompaña.

–Ese anillo es especial –afirmó–. ¿Puedo verlo?

Dudé, pero, finalmente, lo puse en sus manos.–¿Me lo regala? Las cosas de Dios deben estar

con Dios…Me negué, claro. Y el anciano Tekelu insistió

e insistió. Y yo seguí negando. Finalmente, el guardián preguntó si podía prestárselo durante unas horas. Quería introducirlo en el interior del Arca de la Alianza. Acepté a regañadientes, con

la condición de que me fuera devuelto a primera hora de la mañana siguiente. Y Tekelu se retiró con prisas.

Ahí empezó el suplicio y el miedo. No fue po-sible dormir. Me hallaba inquieto y preocupado. Y llegué a pensar que había perdido el querido y misterioso anillo de plata para siempre.

A las ocho de la mañana del día siguiente me presenté junto a la reja que rodea el santuario y reclamé el anillo. Poco después aparecía Abba Tekelu. Sonrió y me hizo entrega del anillo, al tiempo que comentaba:

–Esta noche, al introducirlo en el Arca de Dios, se ha iluminado…

Quedé desconcertado. El guardián no sabía –no supo nunca– de las extrañas características del anillo y del intenso halo luminoso que lo rodea y que sólo es visible con los sistemas de termo-visión. Jamás tuvo en sus manos uno solo de los termogramas que demuestran esa singular e incomprensible virtud del anillo.

AksumEl anillo de plata que apareció bajo las aguas, en el mar Rojo. J.J. Benítez –a la izquierda en Santa María de Aksum (Etiopía)– lo encontró a las 18.00 horas del 25 de julio de 1996, cuando intentaba buscar otro anillo propiedad de Blanca, su mujer. A la derecha, un misterioso halo de luz rodea el anillo de plata de J.J. Benítez –termograma gentileza de Francisco Sánchez–.

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